ÓSCAR DOMÍNGUEZ Por Femando Castro Osear Domínguez, Cueva de Guanches, 1935. 42 ATLANTICA INOTAURO SURREALISTA Osear Domínguez, Minalauru. L a conferencia aborda el estudio iconográfico de dos obras centrales de la producción surrealista de Óscar Domínguez: IM máquina de coser electro-sexual (1934) El Drago [\m?,). El paradigma explicativo en que me baso es, por una parte, la teoría del «doble monstruoso», de Rene Girard (IM violencia y lo sagrado) y el concepto de arquetipo colectivo, dejung. Parto de una hipótesis biográfica: en Domínguez habrá dos fuerzas antagónicas pugnando dentro de el, de tal manera que esta dualidad conflicdva determina no sólo el sentido de su obra, sino también la recurrencia que en su pintura presentan ciertas encarnaciones monstruosas (el minotauro, el elefante, el león, etc.). La figura mítica del minotauro refleja elocuentemente dicha escisión psíquica: mitad animal, mitad hombre (cuerpo de toro y cabeza de hombre). Minotauro es el contramito moderno de Prometeo, mito ilustrado por excelencia, mito civilizador. Minotauro representa la instintividad desatada, el retorno de lo reprimido. En un librito que Domínguez publicó en París en 1947, I^s deux qui se croisent (IJ>S dos que se cruzan), queda patente el conflicto de los «hermanos enemigos». Este conflicto determina asimismo la recurrencia de las encarnaciones monstruosas que tanto abundan en su pintura. En la máquina electro-sexual señaló tres planos de significación simbóHca: el biográfico, el colectivo o social y el arquetípico. Desde el punto de vista biográfico, el sacrificio del toro —cuya cabeza reposa sobre la paleta del ardsta mientras su sangre cae, a AILANTICA 4Í Osear Domínguez, Máquina de coser electro-sexual, 1935. través de un embudo, sobre la espalda de un desnudo femenino— representa el mismo sacrificio del artista sobre el altar de su arte. En el plano social, este cuadro simboliza el sacrificio de todo el grupo surrealista, abocado por sus ideales utópicos («icarios», como decía Bataille) a la autodestrucción. Y por último hay en esta obra de Domínguez un plano arquetípico y antropológico que remite al significado que ostenta en muchas culturas primitivas relacionadas con los cultos catonices o de la diosa madre, el sacrificio regenerador del toro, cuya sangre al derramarse fertiliza la tierra. Y por último, abordo el estudio iconográfico de El Drago (1933), intentando descifrar desde un enfoque junguiano su contenido simbólico. 44 AriANi'icA El árbol totémico representa la imagen dual del propio Domínguez. Su ambigüedad lingüística que se establece entre el drago y el dragón se sustenta también en una similitud visual. Viera y Clavijo habla de la forma de su tronco y del color rojizo de su savia, que ha hecho pasar a ésta más de una vez por sangre de dragón, «y ai árbol casi por una bestia». La dimensión biográfica se proyecta también en esta representación, pues Domínguez era conocido en París como Le dragonnier des Gañanes. Termino la conferencia aludiendo al simbolismo de El Drago como representación del arquetipo colectivo del Árbol de la Viday del Árbolfilosófico,según la tradición alquímica.A