EL ACTO ADMINISTRATIVO Ignacio Alejandro Molina Al estudiar el Acto Administrativo se debe tener presente que la administración realiza actos de distintas clases, tales como: Contractuales y Unilaterales. Individuales y Generales. Actos contractuales: Nacen del acuerdo entre la administración y los particulares, ejemplo: La celebración de un contrato de obra pública. Actos Unilaterales: Son realizados por una declaración unilateral de voluntad, ejemplo: imposición de una multa, éstos se pueden clasificar en individuales o generales. Individuales: Son los actos unilaterales de la administración con efectos jurídicos de una o varias personas determinadas respecto de uno o varios casos específicos, ejemplo: el otorgamiento de un permiso para expendio de licores o una licencia de construcción. Actos Generales: son los actos unilaterales de la Administración que producen efectos jurídicos respecto de un conglomerado indeterminado o una generalidad de personas o casos, ejemplo: el reglamento de construcciones. Los actos generales de la Administración son conocidos por la doctrina como reglamentos administrativos, y materialmente considerados como leyes. Distinción entre Acto y Hecho Jurídico. Acto Jurídico: es la manifestación de la voluntad humana susceptible de producir efectos jurídicos. Para que produzca efectos, además de la capacidad para realizarlo, se precisa que se verifique de acuerdo con los requisitos legales previamente establecidos para cada caso. “Rafael de Pina Vara, Diccionario de Derecho.” Acto Jurídico: es una manifestación exterior de la voluntad, bilateral o unilateral, cuyo fin directo consiste en engendrar, con fundamento en una regla de derecho o en una institución jurídica, a cargo o en provecho de una o varias personas, un estado, es decir, una situación jurídica permanente y general. Hecho Jurídico: es el acontecimiento independiente de la voluntad humana susceptible de producir efectos en el campo del derecho. Definición del Acto Administrativo: Es un acto jurídico, una declaración de voluntad, de deseo, de conocimiento y de juicio, unilateral, externo, concreta y ejecutiva, que constituye una decisión ejecutoria, que emana de un sujeto: la administración pública, en el ejercicio de una potestad administrativa, que crea, reconoce, modifica, trasmite o extingue una situación jurídica subjetiva y su finalidad es la satisfacción del interés general. ROLLO VILLANOVA, define al acto administrativo como un hecho jurídico que por su procedencia emana de un funcionario administrativo, por su naturaleza se concreta en una declaración especial y por su alcance afecta positiva o negativamente a los derechos de las personas individuales o colectivas que se relacionan con la administración pública. De las anteriores definiciones vamos a analizar algunos de sus elementos siendo los siguientes: Es un acto jurídico, de derecho público, que emana de la administración pública y está sometido al derecho administrativo. Su naturaleza no normativa, es resultado de distinguir los actos administrativos y las normas jurídicas (la norma administrativa tiene vigencia hasta que sea derogada y el acto administrativo se agota con su cumplimiento). Es una decisión ejecutoria y no contenciosa. Es una declaración que emana de una autoridad administrativa, unitaria o colegiada en el ejercicio de la función administrativa. Unilateral, ejecutiva y oportuna, situaciones jurídicas concretas. produciendo La administración crea, reconoce, modifica, trasmite o extingue una situación jurídica subjetiva. Tiene por finalidad la satisfacción de un interés general. Respecto del acto administrativo se han desarrollado diversos conceptos, pero la gran mayoría de tratadistas los separan en dos grandes grupos: el orgánico y el material. El orgánico, también llamado subjetivo o formal es el acto administrativo que realizan los órganos administrativos del poder público y no otros, significando esto que los órganos judiciales y legislativos no pueden realizar actos administrativos. El Material, llamado también objetivo o sustancial, sin importar la naturaleza del órgano que lo realiza, es decir, el acto administrativo es aquél cuya sustancia es administrativa, razón por la cual los órganos del poder público realizan actos administrativos. Visto desde la anterior perspectiva veremos los siguientes elementos del acto administrativo. 1. 2. 3. 4. El acto administrativo lo pueden realizar todos los órganos de gobierno. El acto legislativo lo pueden realizar todos los órganos de gobierno. El acto jurisdiccional lo pueden realizar todos los órganos de gobierno. En consecuencia, los órganos administrativos no realizan sólo actos administrativos, sino también legislativos y jurisdiccionales. Otra clasificación del acto administrativo se da en sentido amplio y sentido restringido. El sentido amplio, visto desde el punto de vista material o sustancial considera que el acto administrativo es realizado en ejercicio de la función de administración, que produce efectos jurídicos; es decir, es el acto administrativo dictado en ejercicio de la función administrativa sin interesar qué órgano lo ejerce. El sentido restringido, el acto administrativo, es la declaración unilateral de la voluntad de un órgano del poder público en ejercicio de la función administrativa, con efectos jurídicos directos respecto de casos individuales específicos, estos efectos jurídicos se refieren a la creación, modificación o extinción de los derechos y obligaciones a favor de sujetos individuales específicos El acto administrativo y el acto de administración. Es importante distinguir estos dos elementos. El Acto Administrativo, es creador de una situación jurídica concreta. El Acto de Administración, son todos los demás actos internos que no se clasifican como actos administrativos, por no producir efectos con relación a terceros. CLASIFICACIÓN DE LOS ELEMENTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO El acto administrativo es un acto realizado por la Administración Pública y tiende a producir un efecto de derecho, en forma unilateral y ejecutiva, para el cumplimiento de los fines del Estado contenidos en la legislación administrativa. En todo acto administrativo concurren determinados elementos o conjunto de circunstancias exigidas por la ley, de los cuales depende su validez, eficacia y proyección administrativa y así pueda producir sus efectos. Estos actos crean, modifican o extinguen una situación jurídica. La doctrina Administrativa clasifica a los elementos del acto administrativo en: Sujeto Voluntad Objeto Motivo Fin Forma El Sujeto.- el acto administrativo emana de una autoridad administrativa y la autoridad o sujeto de la administración pública es la persona revestida de mando, su carácter o representación emana de ser titular del órgano del Estado y tiene facultad de decisión. Por extensión de la palabra autoridad, se debe considerar que el acto administrativo emana de la autoridad pública, esto supone que deriva de un ente público y dentro de este, el acto emana del órgano competente para ello y por último el titular del órgano, el cual debe tener la aptitud para actuar en relación con dicho órgano y en relación con los interesados. Por tal motivo el sujeto en el acto administrativo en sentido restringido se habla de un sujeto activo y otro pasivo; el primero es el órgano competente del Estado que produce el acto mediante la emisión de la declaración unilateral de voluntad con efectos jurídicos subjetivos; el papel de sujeto pasivo corresponde al particular a quien afecta el acto jurídicamente. El objeto.- es la sustancia que lo determina, es decir aquello que el acto decide, certifica, opina, dispone o permite. El objeto.- en el acto administrativo en sentido restringido, consiste en lo que el sujeto activo del mismo “decide, certifica u opina”, y debe ser lícito, cierto, determinado, física y jurídicamente posible, razonable y moral. El doctor Luis Humberto Delgadillo Gutiérrez afirma que el objeto, se identifica como la materia o contenido del acto, el cual de acuerdo al derecho común, debe ser cierto y jurídicamente posible, es decir, que la materia a que se refiere el acto será real y pueda ser objeto de la actuación de la administración, de acuerdo a la ley. Algunos ejemplos del elemento objeto serían el nombramiento de un funcionario, el otorgamiento de una concesión o una declaración de expropiación. La voluntad.- Facultad de decidir y ordenar la propia conducta. (Diccionario de la Real Academia Española). La voluntad.- Es uno de los elementos esenciales del acto administrativo. Para saber cuál es el órgano que debe expresar la voluntad del estado en la realización de un acto administrativo, hay que observar lo que disponen las leyes, ellas clasifican a los órganos y les fijan las materias que deben atender. En el acto administrativo la voluntad está referida al sujeto activo, o sea, al órgano emisor; no puede ser tácita y debe declararse en forma expresa en los términos previstos por la norma jurídica aplicable, a efecto de que el sujeto pasivo quede debidamente enterado y, por tanto, en condiciones de cumplir con las obligaciones que el acto le impone y de ejercer los derechos que le confiere. Para el doctor Miguel Acosta Romero, la voluntad del sujeto activo debe ser espontánea y libre; figurar dentro de las facultades el órgano; no ha de estar viciada por error, dolo, violencia u otra causa; y debe expresarse en los términos previstos en la ley. El motivo.- El motivo o la motivación del acto administrativo es el antecedente de hecho o de derecho que provoca y funda su realización. Siempre hay razones que deciden a la administración pública a emitir un acto administrativo determinado. La motivación o fundamentación de una resolución administrativa, llamado por algunos autores la causa que la origina, constituye por lo tanto una garantía para el particular afectado. Art. 16 Constitucional: “Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente que funde y motive la causa legal del procedimiento.” En materia administrativa nos encontramos que cuando la autoridad (sujeto activo) dicta una resolución (manifestación de la voluntad) debe exponer los motivos que ha tenido, a fin de que el gobernado (sujeto pasivo) esté en posibilidad de conocer las razones, causas y fundamentos de dicha resolución. La finalidad.- En todo acto administrativo hay siempre un fin último, que es el resultado que la administración obtiene, útil y convenientemente, para el interés general. Un acto administrativo no debe ser desviado de sus fines, ya que rompería con el principio de legalidad de un país que expide normas para realizar determinados propósitos sociales. José María Boquera Oliver explica: “El fin, como elemento del acto administrativo, es aquello que pretende la voluntad del titular de poder administrativo con los efectos jurídicos que unilateralmente crea e impone.” La doctrina señala que el fin debe ser de interés general o público, estar apegado a la ley, figurar dentro de la competencia del sujeto activo y tratar de alcanzarse mediante actos establecidos en la ley. La forma.- En cuanto a la forma de la declaración está constituida por las externas para la validez de un acto jurídico. Son los elementos externos que integran el acto administrativo o modos de determinar y manifestarse externamente la voluntad pública. Se ha distinguido entre formalidad y forma en derecho administrativo, la formalidad son los requisitos legales para que el acto se manifieste. La forma es la parte de la formalidad y se refiere estrictamente al modo como debe acreditarse la voluntad administrativa que origina el acto. Pallares dice: “Forma es el modo de ser exterior del acto procesal que nos permite percibirlo por medio de los sentidos, por tanto equivale a la configuración externa del acto”. Ejemplo: Cuando la ley establece que los actos se deben dar en forma escrita en castellano y que las fechas y cantidades se expresen con letras y no con números. En el desarrollo del procedimiento administrativo las leyes prevén el cumplimiento de ciertas formalidades, mismas que culminan con el acto definitivo, consistente éste en la decisión administrativa o acto administrativo. Por tal motivo, se exigen determinadas formalidades, tales como órdenes escritas para los actos administrativos consistentes en notificaciones, publicaciones y expresiones que se requieren para que un acto sea válido. Otros casos se refieren a la publicación en el Diario Oficial de un reglamento o la notificación personal de un acto administrativo que afecta al particular. El artículo 16 constitucional alude al mandamiento escrito como una formalidad administrativa. La forma en el derecho administrativo tiene normalmente el carácter de una solemnidad necesaria no sólo para la prueba sino principalmente para la existencia del acto y es que en esta última rama del derecho el elemento formal constituye una garantía automática de la regularidad de la actuación administrativa. Clasificación de los Actos Administrativos La doctrina parte de diversos criterios para clasificar los actos administrativos, tomando en cuenta la complejidad de la actividad de la administración pública, los diversos intereses y finalidades que se persiguen con su cumplimiento. Una clasificación general de los actos administrativos los divide en: actos materiales y actos jurídicos. Los actos materiales son aquellos que no producen ningún efecto de derecho, sirviendo en ocasiones de condición de los actos jurídicos. Los actos jurídicos son consecuencias de derecho. aquellos que producen Otra clasificación de la doctrina administrativa de los actos administrativos los divide en: Actos de Autoridad y Actos de Gestión. Por su finalidad (instrumentales, actos definitivos y actos de ejercicio). Actos administrativos plurilaterales. unilaterales, bilaterales y Actos administrativos destinados a aumentar o a limitar la esfera jurídica de los particulares. Meros actos administrativos. La actividad obligatoria, vinculada, reglada y actividad discrecional. El acto regla, el acto condición, el acto subjetivo y el acto jurisdiccional. El acto administrativo por razón de su contenido, de trámite y definitivos. Actos internos y externos. I. Actos de autoridad y actos de gestión. El concepto de soberanía en su forma tradicional lo identifica con la noción de poder público, el cual implica la existencia de un derecho que regulará su actuación con normas de derecho público. Actos de autoridad.- También llamados de poder público, en éstos el Estado procede autoritariamente por medio de mandatos que son expresión de su voluntad y se fundan en razones de orden público. Actos de gestión.- El estado no siempre manda ni ejerce su autoridad, pues en ocasiones se equipara con los particulares para ser frecuentes y efectivas las relaciones con ellos. “Teoría de la Doble Personalidad del Estado.” II. Por su finalidad. Para que el Estado cumpla con los fines se requiere del antecedente de numerosos actos que son necesarios o coadyuvan a una adecuada resolución. Por tal motivo se clasifican en actos instrumentales, actos definitivos y actos de ejercicio. Actos instrumentales.- Son los medios para realizar las actividades administrativas y comprenden actos preliminares, de trámite o preparación o en general de procedimiento, éstos no tienen carácter de resolutivos ya que simplemente se concretan a prepara una resolución administrativa, son propiamente el antecedente del acto. Actos Definitivos.- Implican propiamente el espacio de la función administrativa, tales como una concesión de servicio público, una declaración de expropiación por causas de utilidad pública. Actos de Ejercicio.- Tienen por objeto dar cumplimiento a las determinaciones del acto principal. Ejemplo: lo que establece el Código Fiscal de la Federación en un capítulo denominado “Del Procedimiento Administrativo de Ejecución”. III. Actos administrativos unilaterales, bilaterales y plurilaterales. Actos Unilaterales.- Es aquél en el que interviene una sola voluntad de un ente administrativo sea individual o colectivo. El acto bilateral.- Es el que resulta o se forma del concurso de dos o más voluntades, públicas o privadas, varios órganos y personas que se unen en una sola voluntad. Ejemplo: Artículo 92 constitucional, el referendo. El acto plurilateral.- Es el que resulta de la concurrencia de varias voluntades, con igual contenido y finalidad que se reúnen exclusivamente para la manifestación común, permaneciendo jurídicamente autónoma. Ejemplo: Artículo 29 constitucional, la reunión de los ministros. IV. Actos administrativos destinados a aumentar o a limitar la esfera jurídica de los particulares. a). Actos que favorecen o aumentan las facultades de los poderes de los particulares tales como la concesión, licencia o permiso. La concesión.- Es un acto que jurídicamente confiere a un particular un derecho subjetivo, un nuevo derecho por medio del cual le transfiere derechos o facultades administrativas. La licencia y permiso.- El permiso alude a levantar una prohibición. La licencia no determina el nacimiento de un nuevo derecho a favor de una persona, sino la eliminación de un requisito jurídico para poder ejercitar un derecho conferido por el propio poder. b). Actos destinados a limitar o reducir los derechos que restringen la esfera de los particulares, tales como: Penas disciplinarias o sanciones cuya finalidad es castigar a través de infracciones que establece la ley u órdenes administrativas, tales como la multa, la clausura, el arresto, la expropiación. V. MEROS ACTOS ADMINISTRATIVOS. Esta categoría corresponde a los que resultan de manifestaciones de juicio, apreciación y de opinión, tales como: la expresión de una opinión para resolver una cuestión jurídica, administrativa o técnica como la admisión de un recurso. La resolución de un recurso, de una prueba. b). Otra categoría de los meros actos administrativos es la referente a manifestaciones de reconocimiento. Ejemplo. Certificación de un acto o hecho realizados tales como la inscripción en un registro de actos y hechos realizados como prueba de los mismos, tales como los actos del estado civil o el registro de títulos. c). Publicación en un Diario Oficial, un reglamento, comunicación al interesado de una resolución. VI. ACTIVIDAD VINCULADA o REGLADA Y ACTIVIDAD DISCRECIONAL. Actos que resultan de la actividad reglada de la administración, éste acto constituye la mera de ejecución de la ley, es decir, el implementar los reglamentos. Los actos discrecionales tienen lugar cuando la ley deja a la administración un poder o margen de libre apreciación para decidir si debe obrar o abstenerse, o en qué momento debe obrar. VII. LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS SE CLASIFICAN POR RAZONES DE SU CONTENIDO EN DOS GRUPOS: ACTOS DE TRÁMITE Y ACTOS DEFINITIVOS. Actos de trámite.- Están formados por una serie de actos que no tienen el carácter de resolutivos, pues simplemente se concretan a preparar una resolución administrativa. Actos definitivos.- Son aquellos que ponen fin a un procedimiento administrativo, realizando la finalidad última o mediata de la ley. VIII. ACTOS INTERNOS Y ACTOS EXTERNOS. Los actos internos son los que tienen eficacia dentro de la organización administrativa y no producen efectos respecto a terceros. Ejemplo: Actos que aluden a medidas de orden y disciplina para el funcionamiento de las unidades burocráticas, circulares, instrucciones y disposiciones administrativas. Los actos externos consisten en prestar los servicios a su cargo y las de ordenar y controlar la acción de los particulares. Estos producen efectos con relación a terceros. VIII. El acto regla, acto condición, subjetivo y acto jurisdiccional . acto a) El acto regla: es creador de situaciones jurídicas generales, es impersonal como las formadas por la ley o el reglamento. b) El acto condición: es el que se realiza para condicional la aplicación de una ley a un caso concreto, ejemplo: el acto consistente en el nombramiento que se atribuye a una persona una situación jurídica general. c) El acto subjetivo: es creador de situaciones jurídicas individuales, comprendiendo este una situación jurídica particular. Ejemplo: el contrato. d) El acto jurisdiccional: consiste en declarar una situación jurídica o un hecho por parte de la autoridad administrativa. EFECTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO Para que el acto administrativo pueda producir todos sus efectos es necesario que reúna los siguientes elementos: a) b) c) Legalidad. Validez. (Calidad del acto jurídico que no se haya afectado por vicio alguno y por tanto es idóneo para surtir sus efectos) Eficacia. (Capacidad de lograr el efecto que se desea o se espera cuando ningún obstáculo se opone al despliegue de sus efectos y por tanto a su ejecución. Dichos elementos se dan a través del procedimiento administrativo. El acto administrativo surte sus efectos a partir de su expedición, siempre que no contenga alguna determinación que lo dilate, lo posponga o suspenda, tales como, su publicación, notificación o requerir de la aprobación del superior. En estos casos el acto administrativo no debe producir sus efectos sino hasta que alcance su perfección jurídica y eficacia. El efecto es la consecuencia, el resultado, la reacción de un hecho o una conducta legalmente regulada y subordinada a su finalidad. El acto administrativo entra en vigor desde que se emite por la autoridad administrativa o en el plazo que señala la ley, pero si este acto afecta intereses particulares, el acto debe ser notificado al perjudicado y es a partir de este momento cuando el acto es oponible al cumplirse con los requisitos legales y es válido en tanto que no se declare legalmente su invalidez. I. Los efectos del acto administrativo: Derechos personales e intransferibles y obligatorios. El acto administrativo es perfecto, por su propia naturaleza, produce determinados efectos jurídicos cuya importancia cada día es creciente, debido a que el estado moderno ha ampliado considerablemente el campo de su acción. El efecto más importante del acto administrativo relacionado con los particulares es que los derechos y obligaciones que engendra tienen un carácter personal e intransmisible. II. Efectos de los actos administrativos respecto de las personas que intervienen. El acto administrativo produce sus efectos entre quienes actúen como partes en su formación tales como la administración pública u otros entes, o los administrados. Debe distinguirse a las partes del acto jurídico al autor, a los causahabientes y a los terceros. El autor: Es el que ha sido parte en el acto, es decir la autoridad que lo crea. El causahabiente: Son los que reciben un derecho por transmisión universal o particular que les hace la autoridad o que tienen un derecho sobre determinados bienes de la autoridad administrativa. El tercero: Es una parte ajena a los actos que realiza el autor, pero puede recibir un perjuicio o un beneficio del propio acto. En el derecho administrativo la regla general consiste en que las situaciones jurídicas creadas por el acto administrativo son oponibles a todo el mundo. El concepto de tercero interesado, adquiere en el derecho administrativo una importancia extraordinaria, ya que en todos los actos administrativos deben tomarse en cuenta los derechos creados legalmente, es por esta razón que algunas leyes administrativas tienen un capítulo al cual se le denomina “la opción administrativa tiende a crear defensa para los terceros perjudicados por los actos de la administración pública”. Ejemplo: El artículo 69 de la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en materia minera establece este principio. Otro ejemplo se da en el artículo 126 de la Ley Federal de Aguas de Propiedad Nacional. III. La presunción de legitimidad es otro efecto del acto administrativo. La autoridad administrativa está obligada a circunscribir sus actos a la legislación administrativa, todo acto debe estar conformado con el derecho. La validez y eficacia de un acto administrativo se determinan en relación con las normas aplicables, estas circunstancias fundan la presunción de su legitimidad es decir, estamos en presencia de un acto de la administración pública subordinada estrictamente a la ley. De la presunción de legitimidad del acto administrativo Marienhoff dice que se derivan consecuencias trascendentes, tales como: No es necesario que la legitimidad del acto sea declarada por la autoridad judicial. La nulidad de los actos administrativos no puede declararse de oficio por los jueces. Quien pretenda la legitimidad o nulidad de un acto administrativo debe alegarlo y probarlo ante la autoridad correspondiente. Toda vez que no procede la declaración de oficio de la nulidad del acto administrativo este principio queda a salvo si la intervención judicial es a petición de parte interesada. Publicidad y notificación de los actos administrativos El acto administrativo debe producir sus efectos desde que se han cumplido todos los requisitos para su elaboración. El contenido de los mismo determina el modo y forma de su aplicación que puede ser voluntaria o coactiva. La eficacia del acto administrativo se funda en su ejecutoriedad, su realización de oficio o derecho de la administración para ejecutarlo. En todos los casos deben darse a conocer las resoluciones para divulgar la acción administrativa y para que el particular se entere del resultado de sus gestiones, es decir, para que el acto comience a producir sus efectos jurídicos y el interesado pueda hacer valer su defensa. La Administración en determinados casos, en que esté de por medio el interés general, puede mantener la reserva que estime conveniente, tal es caso de las medidas de carácter económico y financiero que en determinados casos puede provocar alarmas, alzas de precios, u otros análogos, o las medidas de carácter militar. Deben publicarse los actos administrativos de carácter general o los actos que tienen por destinatario pluralidad indeterminada de sujetos”. La notificación es un acto por el cual se da conocimiento a una persona de un hecho o de una decisión, dichas notificaciones se harán conforme lo establezca la ley administrativa, pudiendo ser estas personales, por edictos, por correo, telegrama o cualquier otro medio que permita tener constancia de haberse recibido la notificación. Ejecución de los Actos Administrativos. Garzola Prieto dice: “la doctrina suele conocer con el nombre de ejecutividad el privilegio en virtud del cual los actos administrativos constituyen título suficiente para la ejecución, y con el de ejecutoriedad, el que faculta a la admnistración para realizar por sí misma materialmente los derechos que de tales actos derivan, aún en contra de la resistencia del obligado, de tal forma que si la ejecutividad es rasgo común de todos los actos administrativos, la ejecutoriedad sólo es propia de aquellos actos que imponen deberes positivos o negativos, cuyo cumplimiento pueda no ser voluntariamente aceptado por el obligado. Ambos privilegios, suelen condesarse en el llamado privilegio de ejecutoriedad de los actos administrativos.” El acto administrativo legalmente producido por haberse reunido todos sus requisitos legales, para ser eficaz debe producir todos sus efectos, salvo que se demore por así exigirlo su propio contenido, por requerir alguna notificación; la aprobación de una autoridad administrativa superior. El punto de partido, son los siguientes caracteres del acto administrativo, la presunción de legitimidad, la ejecutoriedad del acto administrativo. Este se apoya en el Estado de derecho que obliga a los órganos públicos a actuar de acuerdo con la ley. El acto administrativo requiere de su cumplimiento, para tal efecto la Administración pública cuenta con los medios efectivos para ello. El particular puede cumplir voluntariamente con las resoluciones del poder público, la ejecución del acto se lleva a cabo con la colaboración pacífica del administrado. En su defecto la ejecución es forzada a través de los procedimientos legales. La ejecutoriedad es la facultad de la administración pública para ejecutar los actos que de ella emana. En nuestra legislación se mantiene el principio de la ejecución directa de los actos administrativos. La acción directa puede ser realizada aún en contra de la voluntad del particular por los órganos directos de la administración, sin que sea necesaria la intervención de órganos Jurisdiccionales. La ejecutividad de dicho acto significa el derecho que tiene la Administración Pública para ejecutar sus actos, ya que en sus disposiciones cuenta con eficaces medios legales y sanciones para hacer cumplir sus resoluciones. En nuestra legislación mexicana se funda la acción ejecutiva de la administración pública en la facultad que tiene el Presidente de la República para ejecutar las leyes que expide el Congreso de la Unión. (articulo 89 fracción I Const. Fed.) La Ejecución Forzosa o Acción de Oficio. Determinados actos administrativos imponen obligaciones a cargo de los particulares los cuales se pueden resistir al cumplimiento de dichos actos. Esta situación se denomina doctrinariamente “la ejecutoriedad de los actos administrativos”. Sayagués Lazo dice: “Es la posibilidad de la administración de ejecutar el acto por si mismo, incluso en caso de resistencia abierta o pasiva de las personas afectadas, pudiendo utilizar medidas de coerción”. Las decisiones administrativas pueden afectar o no intereses particulares, dichos actos se cumplen por la administración publica, conforme al artículo 89 fracción I de la Constitución, misma que faculta y obliga al Presidente de la República a ejecutar las leyes que expide el Congreso de la Unión proveyendo en la esfera administrativa su exacta observancia. DIEZ afirma que para que un acto sea ejecutorio se necesita: a) Que sea un acto administrativo; b) Que sea perfecto, (tener los elementos esenciales para su existencia); c) Que sea exigible o apto para producir los efectos a que está destinado. EJECUCIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS EN LA VÍA ADMINISTRATIVA. Reconocido el principio de ejecución forzosa por parte de la administración pública, debemos mencionar que si una ley administrativa señala el procedimiento de ejecución, este se debe aplicar, como ejemplo tenemos “el procedimiento administrativo de ejecución que se establece en el artículo 145 y relativos del Código Fiscal de la Federación”. LAUBADERE, dice que la acción de oficio o de ejecución forzada o de acción directa, consiste en la facultad que tiene la administración cuando haya tomado una decisión ejecutoria, de realizar directamente ella misma la ejecución por la coacción, poniendo en movimiento la fuerza pública en contra del particular objetante. Los medios con los que se realizan la ejecutoriedad son: La acción administrativa sobre los bienes de los afectados (artículo 27 Constitucional, expropiación materia agraria); Acción administrativa sobre la persona afectada o establecimiento de una obligación de hacer, (servicio militar obligatorio y vacunación obligatoria; artículo 31 Constitucional). Ejecución subsidiaria o actos no personales, es decir, son los actos que realiza un sujeto distinto al obligado, ejemplo la demolición de una construcción; Ocupación, entrega determinado, ejemplo: Expropiación, ordena la la expropiación o de la ejecución inmediata de dominio. o modalidades de un bien artículo 8 de la Ley Federal de ocupación de los bienes objeto de ocupación temporal o imponer la las disposiciones de limitación de Aplicación de sanciones administrativas; Apremios del régimen de policía, (las multas coercitivas destinadas a conseguir la ejecución de determinados actos a cargo de los particulares); el uso de la fuerza pública, ejemplo: artículo 115 fracción VII de la Constitución, dispone que el Presidente y los Gobernadores tendrán el mando de la fuerza pública. Los doctrinarios del derecho administrativo distinguen dos situaciones de interés: 1. En caso en que la administración pública no esté dispuesta a ejecutar los derechos y facultades que se dieron a los particulares, la ley protege el interés particular, debiendo recurrirse a los órganos administrativos o jurisdiccionales, procedimiento que puede implicar en los casos que señale la ley, la suspensión del acto impugnado. 2. Los particulares que se resistan al cumplimiento de sus deberes, la administración pública tiene facultad de realizar sus pretensiones mediante el uso de los medios de coerción ósea de ejecución forzada. Todo procedimiento de ejecución de la administración debe fundarse como un acto administrativo legalmente expedido, lo contrario debe estimarse como un procedimiento arbitrario del poder público. También los particulares disponen de medios jurídicos para destruir, suspender o limitar, el alcance de una resolución administrativa, tales como, la revocación, la declaración de nulidad, la suspensión y los procedimientos en materia judicial tales como el amparo. EXTINCIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO. MARIENHOFF dice que los efectos del acto administrativo en sentido restringido cesan cuando expira el plazo de su vigencia o se cumple su finalidad, en tanto que la extinción de dichos actos se produce por revocación o por anulación. La extinción de los actos administrativos se refieren a la desaparición o cese de los efectos que dicho acto debe producir, es decir por la realización de su objeto. La doctrina y la legislación han reconocido ciertos procedimientos que tienden a destruir los efectos jurídicos de los actos administrativos, tales como la revocación, rescisión, prescripción, caducidad, término, etc. Un acto administrativo se puede extinguir por diversos medios, cuando se elimina de la vida jurídica por la administración pública; por determinación judicial; por circunstancias legales no consideradas ni advertidas en el momento en que se expidió o por razones posteriores de oportunidad, mérito o conveniencia. TEORÍA DE LAS NULIDADES EN EL DERECHO ADMINISTRATIVO. Es importante señalar que la teoría de las nulidades en el derecho administrativo, son las mismas que en el derecho civil, lo cual trae como consecuencia muchos problemas ya que la actividad del Estado es mucho más compleja, por tal motivo, los estudiosos se han preocupado por ampliar dichas nulidades. Las nulidades aparecen como las mas importantes de las sanciones para mantener el principio de legalidad en contra de los actos administrativos y regulares. La influencia del derecho privado en la configuración de la teoría de las nulidades, al formarse el derecho administrativo, es lógico que no dispuso de un sistema jurídico coherente, ya que se vio obligado a recurrir al derecho privado, por tal motivo el Código Civil para el Distrito Federal contiene los aspectos mas importantes de la teoría de las nulidades en el derecho privado. De este modo hay elementos de existencia entre los cuales se cuenta el consentimiento, el objeto y la solemnidad; y los elementos de validez que son la capacidad, ausencia de vicio en la voluntad, la licitud en el objeto. Conforme al Código, anteriormente señalado, se pueden precisar los siguientes tipos de nulidades. La inexistencia, la nulidad absoluta y la nulidad relativa. a) La inexistencia es todo acto jurídico que se compone de un conjunto de elementos orgánicos imprescindibles o específicos que supone su naturaleza o su objeto, la falta de alguno de estos elementos destruye totalmente la integridad del acto y le impide producir efectos. b) La nulidad absoluta, por regla general, no impide que el acto produzca provisionalmente los efectos, los cuales serán destruidos retroactivamente cuando se pronuncie por el juez la nulidad. c) La nulidad relativa o anulabilidad, se da cuando se reúnen casi todos los caracteres, pero la falta de forma establecida por la ley, siempre y cuando no se trate de actos solemnes de dolo, violencia, lesiones e incapacidad de cualquiera de los actores del acto, produce la nulidad relativa del mismo. LA INVALIDEZ DEL ACTO ADMINISTRATIVO. En la legislación administrativa nos encontramos con dos situaciones diversas: a) La invalidez del acto administrativo; b) La irregularidad del acto administrativo. Estos tipos de nulidades son provocadas por la violación de los preceptos legales, relacionados con los elementos del acto administrativo ya que se producen efectos anormales que afectan su eficacia. La legislación administrativa reconoce tres tipos de nulidades que son: 1. La inexistencia; 2. La nulidad absoluta y 3. La nulidad relativa. La Inexistencia. Son aquellos actos a los que les falta un elemento esencial, orgánico o estructural para su formación, ejemplo: el acto realizado por un funcionario competente, que solo es una mera apariencia del acto que no puede ser tomada en consideración por el derecho. El acto inexistente no es que sea inválido sino que carece de los requisitos necesarios para ser considerado como un acto propiamente dicho. Ejemplo: los actos provenientes de un gobierno de usurpación. La nulidad absoluta, en el derecho administrativo. Un acto es nulo absolutamente cuando su ineficacia es intrínseca y por ello carece de efectos jurídicos sin necesidad de una previa impugnación. Ejemplo: Artículo 69 de la Ley General de Bienes Nacionales. Dice que los actos, negocios, convenios y contratos que realicen las dependencias y entidades paraestatales con violación a esta ley, serán nulos de pleno derecho. Las características o elementos diferenciales de la nulidad de pleno derecho deducidas de la legislación administrativa son: 1. 2. Las nulidades provocadas por la violación de las leyes prohibitivas o de interés público, (Artículo VIII del Cod. Civ. del D.F., señala que los actos ejecutados contra el tenor de leyes prohibitivas o de interés público serán nulos, excepto que la ley así lo señale.). Los actos son realizados por un funcionario incompetente, (se requiere que el funcionario sea legalmente designado y que la ley administrativa le otorgue la competencia necesaria para actuar). 3. No se legitima por la confirmación, (un bien indebidamente adquirido en la playa o zona marítima, en ninguna forma puede ser confirmado por la autoridad administrativa, sino, que este bien se debe recobrar legítimamente). 4. Actos constitutivos de delitos, una resolución administrativa que indebidamente autoriza a un particular a violar la ley será nula de pleno derecho y sería objeto de consignación. La administración pública puede en cualquier momento, de oficio o a instancia del interesado, declarar la nulidad de pleno derecho, aunque se hubiere constituido un derecho favorable a un particular. Tales actos no producen ningún efecto, por lo que una vez declarada la nulidad absoluta ella obra retroactivamente destruyendo dichos efectos. La Suprema Corte de Justicia de la Nación no reconoce la existencia de nulidades de pleno derecho, sino que estas deben ser declaradas por la autoridad judicial y previo el procedimiento correspondiente. NULIDAD RELATIVA EN EL DERECHO ADMINISTRATIVO. El acto anulable tiene la apariencia de ser un acto administrativo normal y surte sus efectos jurídicos hasta la declaración de nulidad. Los elementos que caracterizan a la nulidad relativa en la legislación administrativa son: Se violan leyes permisivas o supletorias. En ocasiones la ilegalidad de un acto no implica su existencia o ineficacia. Los actos son realizados por autoridades competentes pero la manifestación de voluntad se realiza de forma defectuosa o irregular. La nulidad solo la pueden invocar los interesados. No son actos constitutivos de delitos. Su contenido es posible y lícito. El error es enmendable. Ejemplo de la nulidad relativa. El artículo 46 de la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en materia minera establece: que la Secretaría del Patrimonio Nacional, podrá corregir administrativamente los errores que se descubrieren en un título de concesión minera, oyendo al interesado, siempre y cuando no se afecte la localización del lote minero respectivo. Autoridades Competentes declaración de nulidad. para dictar la La ley administrativa fija la autoridad competente, ya sea administrativa o jurisdiccional para declarar la nulidad La legislación administrativa no es uniforme en cuanto a las autoridades que deban intervenir para declarar la nulidad de una resolución administrativa. Dos son los criterios que imperan en dichas leyes: 1. 1. La autoridad administrativa a petición de un particular, o como consecuencia de un recurso administrativo, puede revisar la legalidad de un acto. La autoridad judicial en materia de amparo o los tribunales administrativos son competentes para formular una declaración de nulidad cuando el acto ha creado derechos a favor de un particular. Ejemplos respecto de los anteriores criterios. a) Artículo 27 Constitucional, fracción XVIII, autoriza al ejecutivo federal a declarar la nulidad de una resolución anterior, cuando existan razones de interés general. b) Artículo 81 de la Ley de Terrenos Baldíos Nacionales, ningún título expedido por autoridad competente podrá ser nulificado, sino es mediante de un juicio seguido ante los Tribunales competentes de la Federación. Las formas de extinción del acto administrativo son: la revocación; anulación; renuncia; cumplimiento de su finalidad; expiración de su plazo de subsistencia; falta de realización oportuna de la condición suspensiva; acaecimiento de una condición resolutiva. Revocación. La revocación de un acto administrativo en sentido restringido constituye en si, la creación de otro acto administrativo y, por ende una declaración unilateral de voluntad de un órgano del poder público en ejercicio de la función administrativa, su efecto jurídico consiste en desaparecer del ámbito del derecho un acto administrativo anterior por motivos de legalidad o interés público. Los elementos del acto de revocación son: Una manifestación de la voluntad o decisión de la autoridad administrativa manifestada legalmente. Unilateral, porque la administración tiene derecho a cambiar para reparar errores o mantener el interés general. Extintiva de un acto administrativo anterior, con la completa aptitud para producir los efectos queridos por la autoridades y garantizados por la norma, denominándose a esto “el retiro del acto jurídico”. Se inspira en motivos de mera oportunidad o por motivos supervenientes de interés general o sustituyéndolo por otro cuya amplitud es diferente en los casos de revocación expresa. Anulación. La anulación representa otra forma de extinción del acto administrativo; se le considera una figura jurídica muy cercana a la revocación, a grado tal que existe gran confusión en la ley, en la jurisprudencia y en la doctrina. Respecto a los actos administrativos, algunas legislaciones consideran la revocación como atribución del órgano administrativo, en tanto que la anulación compete al órgano jurisdiccional; mientras que para otras, el primero puede tanto revocar como anular tales casos. Por lo que ve a la anulación del acto administrativo, la doctrina, la legislación y la jurisprudencia reconocen distintos grados que en orden descendente suelen ser: inexistencia, nulidad absoluta o nulidad relativa. La inexistencia del acto administrativo. Para Gabino Fraga es innecesario que la ley establezca expresamente la figura de la inexistencia de los actos administrativos, ya que ésta opera como una necesidad lógica, cuando el acto carece de sus elementos esenciales. Así la inexistencia del acto administrativo se origina por falta de voluntad, de objeto, de competencia para la realización del acto y por omisión de sus formas constitutivas. La nulidad y la anulabilidad. En su capítulo segundo, la Ley Federal de Procedimiento Administrativo distingue entre nulidad y anulabilidad y, en consecuencia, dispone: Artículo 6. La omisión o irregularidad de cualesquiera de los elementos y requisitos establecidos en las fracciones I a XI del artículo 3 de la presente Ley, producirá la nulidad del acto administrativo. El acto administrativo que se declare jurídicamente nulo será inválido; no se presumirá legítimo ni ejecutable; será subsanable, sin perjuicio de que pueda expedirse un nuevo acto. Los particulares no tendrán obligación de cumplirlo y los servidores públicos deberán hacer constar su oposición a ejecutar el acto, fundando y motivando tal negativa. La declaración de nulidad producirá efectos retroactivos (…) Artículo 7. La omisión o irregularidad en los elementos y requisitos señalados en las fracciones XII a XVI del artículo 3 de esta Ley, producirá la anulabilidad del acto administrativo. El acto declarado anulable se considerará válido; gozará de presunción, de legitimidad y ejecutividad; será subsanable por los órganos administrativos mediante el pleno cumplimiento de los requisitos exigidos por el ordenamiento jurídico para la plena validez y eficacia del acto. Tanto los servidores públicos como los particulares tendrán obligación de cumplirlo. El saneamiento del acto producirá efectos retroactivos y el acto se considerará como si siempre hubiera sido válido. Renuncia. La fracción V del artículo 11 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo condiciona la renuncia del interesado, como forma de extinción del acto administrativo, a que éste se hubiere dictado en su exclusivo beneficio y no sea en perjuicio del interés público. Cumplimiento de su finalidad. Cuando se cumple la finalidad del acto administrativo, éste pierde su razón de ser y por tanto se extingue. Por ejemplo, concluida la construcción de un edificio y dado el aviso de terminación de obra correspondiente, la licencia de construcción respectiva se extingue porque se agota su razón de ser. Expiración de su plazo de subsistencia. El acto administrativo se extingue también por expiración del plazo establecido para su vigencia. Ejemplo: el acto administrativo por el cual se otorga el permiso a un vendedor ambulante para expender su mercancía en la vía pública del Centro Histórico durante diciembre de este año, se extinguirá al concluir el año, porque en ese momento expirará el plazo de vigencia del permiso otorgado. Ya no podrá vender, a menos que se le otorgue nuevo permiso. Falta de realización oportuna de la condición suspensiva. Según lo dispuesto por la fracción III del artículo 11 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, el acto administrativo de carácter individual se extingue cuando la formación del acto administrativo esté sujeta a una condición o término suspensivo y éste no se realiza dentro del plazo señalado por el propio acto. La falta de realización oportuna, más que causa de extinción del acto administrativo en sentido restringido, es un impedimento para su conformación y perfeccionamiento. Ejemplo: El otorgamiento de un permiso para instalar una radiodifusora cultural se condiciona al otorgamiento de una fianza por cierta cantidad, dentro de un plazo determinado, que transcurre sin que se constituya dicha garantía, el permiso no llega a tener vigencia porque ese acto administrativo no alcanza a perfeccionarse por culpa del interesado. Acaecimiento de una condición resolutoria. El acto administrativo en sentido restringido se extingue también por el acaecimiento de una condición resolutoria, como se dispone en la fracción IV del artículo 11 de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, lo cual quiere decir que la vigencia del acto administrativo se sujeta a que no se produzca tal condición resolutoria. Ejemplo, el otorgamiento de una beca por parte de una institución pública es un acto administrativo que se sujeta a la condición resolutoria de que si el becario obtiene una calificación promedio inferior a 8.5 se cancelará automáticamente la beca, lo que significa la extinción del acto. El Silencio de la Administración Pública. La autoridad administrativa no da siempre una respuesta categórica a las instancias de los particulares, sin que puedan los interesados determinar cuál es el alcance de su situación. El Derecho Administrativo reconoce que hay numerosos casos en que la autoridad administrativa no está obligada a informar a los particulares de sus actos, porque así puede exigirlo la seguridad, la tranquilidad y los intereses públicos. Cuando un asunto se convierte de interés nacional, los informes son de la misma naturaleza, pero puede el poder público no hacer referencia a aquellos asuntos que por su naturaleza delicada constituyan un perjuicio para el país. Los funcionarios están obligados a cuidar de que determinados asuntos no trasciendan al conocimiento público, ni impliquen perjuicios a la nación. Para todos estos casos no hay reglas fijas, ni principios generales, este capítulo del Derecho administrativo entra en el terreno del arte de la política, para estimar todas las consecuencias de una indebida divulgación. El artículo 8o de la Constitución indica: “Los funcionarios y empleados públicos respetarán el ejercicio del derecho de petición, siempre que éste se formule por escrito, de manera pacífica y respetuosa, pero en materia política, sólo podrán hacer uso de este derecho los ciudadanos de la República. A toda petición deberá recaer un acuerdo escrito de la autoridad a quien se haya dirigido, la cual tiene la obligación de hacerlo conocer en breve término al peticionario”. El artículo 8o de la Constitución es muy limitado, ya que se reduce a un acuerdo escrito de la autoridad y dar conocimiento al interesado. Es necesario, por lo tanto, que esa abstención de la autoridad administrativa tenga un determinado efecto jurídico, que elimine los obstáculos de la inactividad administrativa. La mejor solución adecuada es aquella que estima que si pasado un término limitado no se obtiene una respuesta de la Administración, debe presumirse que hay una resolución negativa. Es una forma sui géneris de manifestarse la voluntad de la Administración pública y permitir al particular la contribución de los trámites y de los recursos procedentes. Ejemplos: El Código Fiscal de la Federación dispone en el artículo 37: “Las instancias o peticiones que se formulen a las aturoidades fiscales deberán ser esueltas en un plazo de cuatro meses; transcurrido dicho plazo sin que se notifique la resolución, el interesado podrá considerar que la autoridad resolvió negativamente e interponer los medios de defensa en cualquier tiempo posterior a dicho plazo mientras no se dicte resolución, o bien, esperar a que ésta se dicte. Cuando se requiera al promovente que cumpla los requisitos omitidos o proporcione los elementos necesarios para resolver, el término se comenzará a correr desde que el requerimiento se haya cumplido”. Por su parte la Ley del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del D. F., Art. 21, fracción III, 2o párrafo ordena: “En materia fiscal, las instancias o peticiones que se formulen deberán ser resueltas en el término que la Ley fije, a falta de éste, en el de 90 días; el silencio de las autoridades se considera como resolución negativa cuando no den respuesta en el término que corresponda”. En resumen puede decirse que hay silencio administrativo “cuando la ley, ante la falta de pronunciamiento que la Administración tiene el deber de hacer, presume la existencia de un acto administrativo”.