j ; ^ f ; f% D I A R I O D E I^A. TAJEÜDE .; DBFEliSOR DE LOS IMERESESjEL EJÉRCITO Ï DE LA ARlüpük ÍLNO IJ > < < 11 Tercera Época—Jueves 3 1 de Eaero de 1889.—Edicióq dç Madrid XXI :^JSi33~,ií^S..]l > ilWW.t ' ¿ • 'f^'i' I •mu L.«>*.>^J 1 ¿ ADVERTENCIAS IHPOKTXHTKS. ^ La mscHcion eomieata «n cuklquier dia úA mea; au Imforta lia d« ser «Mantiuí», en letras de fácil cobro ó libranzas. f Ñúnero «oelto en Madrid y provincias un. nal ^ La redacción sólo se ocupa de l»a obras chanda reciba dos e¡|eiBplare«. *iNo se«Bmbia la residencia ds singrun suscritor sin pr^Tlo avlBO, ni sa 4«viialTeB loa «riginait* recibidos, aunqua no se Insartea. |»<K.-«^1|MV^.^ SUMAKIO ^ ^ J ^ ^ ^ ^ ^ * ^ ^ ^ PUNTOS OB SUSCltlClON. En las ofleinas dd este diarto, csHe da Hortalola, núm. 142, pise principal da 4a ÜerscttSi^y an las 4e los corresponsales' autorizados. La corr'e^ poBdencia se 4irijrirá en esta forma: 6r. Admi- nistrador de EL COBBEO MILITAB, apartado uú- mero 106, Madrid. SE Liberal para que insertase su carta, anteponiendo otra en la cual dirigía bruscas impngnacienes á El Dia, y que ciertamente no veíamos puestas en A L » 8 SKÑOBES U I M I 8 T B 0 S M I L I T A K X 8 . ILÍOH B U Q U E S SUBHA&IMOS. razón. lia. OUABDIA OIVIL KN CUBA. Claro es, qne El Dia no había de callarse, y Ootannuk&ioa.—Sutltet, Juieios y fcUmiea*. i 1» verdad que sn respuesta no ha desmerecido CBÓNIOA XXTXUOB. ni de la pradencia ni del tino, de la hábil y seBuuoaaAFÍA. B o t i r í » Diu, i}U..—0aeeta de hoy.^Bl principe gara mano que trazó el comentario. imperial de Austria—El submarino «Peral».— Empieza en ella manifestando que, á pesar de BaUMce det Banco.—Noticiat variat. no conocer ni de vista ai Sr. Olivares, apenas se FaaMonAL.~-Atc&ntot.—Nombraimitntu.— Tnupresentó éste en la redacción suplicando la inserMuionet y ditpotüHonet olteialtt. ción del comunicado, se prestaron á ello sin acepSisvioios. AirmrctiDi.—Bolsa de Madrid—Funciontt de hoy. tar la oferta de abonarlo, que sin duda por costumbres en otros periódicos establecida, les hizo el mencionado señor, y qne esta atención y des> A LOS SE^^OfiES MINISTBOS MILITARES ínteres no son ciertamente de mala fe. «Pero—sigue diciendo el colega—¿hubo 6 no E n nn artículo qae tavimoa el honor de dedi« hubo faltas en la Aduana de la Habana cuando «ar al señor miniatro de la Gaerra, conai^namoa el Sr. Olivares desempeñaba su cargo? Si no las oiertoa datos sobra los cuales llamábamos sa aten- hubo, ¿por qué el general Marín afirmó lo contrario en teUgramas dirigidos al Gobierno? ¿Por ción, asi como la del señor ministro de Marina, qué se formó expediente á varios empleados? por conceptuar, que á fuer de representantes del ¿Dónde y cuándo han reclamado los interesados prestigio militar en el seno del Gabinete, debía- contra las aseveraciones del general Marín? Todo mos principalmente á ellos dirigirnos, cuando se esto no ha sido rectificado por el Gobierno, el cual, según creemos, no sólo autorizó al genetratase de asuntos que por referirse al digno ge- ral Marín para que interviniera en los actos de neral que desempeña altísimo cargo en Cuba, les la Aduana de la Habana sino que le ordenó que importaba, por razones de esa honrosa represen- lo hiciera. Nosotros no tenemos en estas cosas más que tación y de un buen entendido espíritu de comnn propósito: el de que la Administración sea pañerismo. moral. ¿Lo es? Pues lo proclamamos sin reservas, La cruel campaña que contra el bizarro miliponiendo en alto á los íuncionarios, para que su tar de que hablamos se viene sosteniendo de conducta sea alabada por todos. ¿Se jactan las tiempo atrás, por los que no ven con buenos ojos autoridades de haber remediado abusos? Eutonque haya quien sepa hacer orden y moralidad ces sobre las autoridades recae la responsabilipese á quien pese, cruel campaña que es también i dad de los juicios, y la opinión tiene motivos para suponer que, en efecto, los abusos hao existido. nna consecuencia lógica en la conducta de los que • ¿Qué ha de hacer ia prensa ante la afirmación de quieren la separación de mandos para dar así un I las autoridades? ¿Va á prestar más crédito á loa nuevo desahogo al furor que se nota en anular al j interesados que á sus jefos y superioren? Si tuelemento militar, era la conclusión que quería- viere motivos para afirmar que eatoa jefas y superiores se equivocaron , s i , indiidablemente, mos poner de relievd, para que frente á ella, mientras no los tenga, ha da conceder veracidad adoptasen, aquellos que por su posición pueden á los encargados de la alta inspección de las ofihacerlo, actitudes tan enérgicas como la campaña cinas del Estado. misma. Y á esto queda reducida la cuestión, no sienY en esto hemos de insistir hoy. Motivo para do licito atribuir intenciones de malevolencia á quien está atento á los resultados de la ge^itión ello nos da la actitud de nuestro estimado colega de los funcionarios, sin preveuciones de ninguna £1 Dia, periódico que por no estar afiliado & clase y con la consideración puesta en el bien ningún partido político, podemos considerar como público. testigo de mayor excepción, toda vez que su imNuestra circunspección en el caso á que aluparcialidad viene abonada en su independencia, dimos ha sido tan extremada que dejamos pasar y al cual vemos con el mayor placer sosteniendo en silescio el deseo manifestado por el Sr. Oliva«1 prestigio de la autoridad superior déla isla de res en su comunicado de esperar ua acta de dipuCuba, al comentar una carta que le dirigió el ez- tado para defenderse en el Congreso. ¿Defenderintendente de aquella Antiila, Sr. Olivares, pro- se? Pues alguien le ha acusado. ¿San sido periótestando del juicio que había merecido á Las No- dicos de Ouba? No sabemos que sobre ellos pese vedades, de Nueva York, su gestión administra- ningún castigo por denuncias injuriosas de hechos inexactos. ¿Ha sido el geueral Marín? Pues tiva la del ex intendente, durante el tiempo que tribunales hay que le puedan rectificar y corregir ejerció el referido cargo. si no ha expresado la verdad. ¿Han sido los suE l comentario dice así: bordinados del Sr. Olivares? Pues á los tribuna€Las Novedades, en efecto, ha sido el perió- les con ellos. Y sea quien íuere, ¿no hay prensa dico qne ha calificado con criterio pesimista la ya para poder defenderse, fuera de aquellas acgestión del 8r. González Olivares en Cuba, y del ciones juiicialed y aquellas reolamaciones admimismo periódico es la frase que nosotros hemos nistrativas que establecen las leyes para los perreproducido y á la cual se refiere el comunicante. judicados en sus dereohos y en su reputación? Tendría gracia que todos los funcionarios acuSobre si el recuerdo de la administración del señor González Olivares es triste ó lisonjero, nos- sados, injusta ó justamente, pretendieran un acta otros, por el momento, no vamos á sentar afirma- para defenderse en el Parlamento.» ción alguna, ui nos creemos en la necesidad de En sustancia, esto es lo que El Dia contesta al Justifiaar por qué hemos reproducido el califica- Sr. Olivares, y nos parece merecedor de que lo tivo del diario aspañol que en Nueva York de- trascribamos á nuestras columnas, porque es— fiende los intereses de nuestra patria. Sólo ad- puede decirse—una continuación del artículo de Tertiremos que Zas Novedades tiene fundamento Las Novedades, que allá en Nueva-York, defien y motive para escribir lo que hemos copiado, de el prestigio nacional, y es elaro, que asi como •tendiendo á los hechos ocurridos en Cuba cuan juzgamos loable la actitud del colega yankee, do el general Marín intervino en la aduana de la loable nos parece la del colega madrileño, que Habana. tienden á poner de manifiesto la necesidad de que Se habló de cosas poco provechosas á la Administración póblica; quiso depurar el general se esclarezca la inconveniencia de ciertos nomMarín lo que se decía; se formó expediente, y va- bramientos hechos por el Sr. Becerra, asunto rios funcionarios cesaron en sus destinos, nnos tratado, aunque no con la extensión que hubiera sin motivo aparento, pero á seguida de decir el gobernador general que iba á acabar con los abu- sido de desdar, por el Sr. Verges en el Congreso, sos, y otros por virtud do reparos puestos á su y asunto, en fin, qne tal vez haya movido á El conducta. El Gobierno aprobó la conducta del I Resumen de anoche á decir que se había hablado general Marín. Mientras este acuerdo del Gobier- I ayer en algunos círculos de lo difícil qne se ib» no no queda rectificado, y no parece que las cohaciendo al general Marín, su gestión como gosas se encaminan ¿ ello, todo el mundo tiene motivo para afirmar que las autoridades y el Go- ; bernador general de la isla de Cuba. bierno hallaron actos irregulares y funcionarios S La campaña moralizadora de El Dia qne ha merecedores de alguna corrección.» inaugurado brillantemente con su artículo NomEl exintendente Olivares, no leyó por lo vis- bramiento de nuevos empleados para Cuba, brse de to con agrado las precedentes líneas, que encie- el que dirigimos al señor ministro de la Guerra, rran, á nuestro entender, juicios dignos emitidos . es la misma campaña que viene sosteniendo E L «oa tino y prudencia y hubo de dirigirse á £l CoaB£0 MiUTAB, y por eso impórtanos, que tanto PRBCIOá SB LOS ANUNCIOS. CinciMnla céntimos de peseta linea para loa mloTitores. Loa ipM no lo íeaa ébonarin «1 doib^«' d« dicho precio. tf AfioDcios extraqjeros, raniitidoa, eomnnieadoa yieelamos & prueicacooToncionales. , C O I ^ C I O Í I K S .BP LA eUSCB^ipipN. , ,, . 'jMMIÇi4rMyi>r«t>in'<;<<u, mesl'SO pesetas; trimíastre, •4; somestra. T 5 | aüo, I5.4-B*i« diario dejada publtoatae los itamíMÁó* y loe dios de «l'Si lAw ^«fidodM religiosas & niMionalea. , ¿ , I «T, Lqn^norsuscrícion que se sirve«nprpvi^eias cede trin^estr» í . ,' Bf JMÍferftdfr.las «ft\»*orlat oostterá 4<30 wéetas -por rties, pucw i a f i & t k de precios a61o se haca »ifl^nianio al u-iifiestre, seipostre ó afiOu .. T T sSe *^^ffi^^»^^^^^^j^^f^ •"y^wv^i^iyv-^ aisas este consejero de la Corona como so eoleg» t^\^àfi do los abismos del mar con los buqura 6e1wdM & Marina, se fijen ea la bondad de una cansa qoe pique ¿Y las ciencias que ahora d<mÍa«WDe? cuenta con camp^x>nes tan esforzados y digsos ¿Y ios hombres que tenemos? tQui «le fÉViAíiSocomo Las Novedades, de Nueva York, y El Dia, nes! jQa6 de secreíos arrancados á l a n i i t t i m e * de Madrid, y & la que parece que quiere prestar za!.... Todo lo sabemos, todo l o dòminainor, t^d» su concurs^, que podría ser muy valioso, el dipu- lo poseemos..... ¡Qué felices seriamos siWà:|>llTatado Sr. Verges. mos dominar nuestro carácter y pos^éramosiUL N o podemos, pues, menos de felioítarnos de poco de gravedad!.... ir en tan buena compañía. Y esto consignado con Afortunadamente no todos los españoles cifren gran satisfacción por nuestra parte, restaños aun sns esperanzas 6n los azares de la lotería: h a y ^ algo, aunque poco, que añadir. I núcleo de gente petísadora que no se deja tn¥l8> La carta dt>l ez-intendeote Olivares, acusa en ;' trar por ias ilnsiones. Ahí está Iv prenia ïfratlel autor nn ansioso deseo de justificar su gestión • fica è industrial, es decir, la prensa qtiépttéde en la Gran Antiila, por que á lo que se ve, se ;' analizar lo qne nn invento vale, que lejos d i Mjuzga de ello necesitado. Y,por lo visto, en el i guir la corriente, procara atajarla yréi9érv»la» elemento civil, pasan las cosas de muy distinto I laureles para el día del triunfo. modo que en el militar. Entre nosotros, cnando I Dentro de la misma marina no se piensa ^ e alguien quiere que se esclarezca au conducta ; los barcos subinarinos hagan de cambiar la fas sobre algún punto determinado, pide humilde- I de la gaerra. Léase nn folleto titulado Loshuq*«r mente la formación de un expediente, ó de una submarinos, por el capitán de fragafe D. Bioiüie sumaria y á lo qne aspira es, á que, sentándose Buiz del Árbol, y en él se verá m i s de lo qiift Voluntariamente en el banquillo del acusado, e l I nosotros pudiéramos decir. Ese señor con la n i tribunal competente le condene ó le absuelva. I toridad que le dan sa carrera y el gnai oíeditoPor eso nos ha sorprendido tanto ver á un • que entre sus compañeros disfruta, demuestra que ex-funcionario civil, pretender nn asiento nada ninguno de los barcos submarinos, proyectado» menos que en el Congreso de los Diputados donde hasta el día, reúne las condiciones necesarias no sabemos que se vaya á ser residenciado, sino ; para ser otra cosa que nn mero auxiliar, inferior á residenciar, y no así como se quiera, sino al I á los torpederos ordinarios que tienen tedas l a * i marinas del mundo. D e manera que cuanto pue^ Gobierno de S. M. La pretensión nos ha parecido verdaderamen- ' de esperarse del Peral es que realice con m^or & te pasmosa; y más aún en los términos soberbios peor fortuna, lo que otros buques de igual d a s e en que se hace, puesto que se emplean frases han realizado, pero no que domine en los mares, gruesas y oraciones que envuelven así como mis- como tampoco los dominarán el Nordtnfdt «1 teriosas amenazas; un lenjuage, en fin, que no Gynnote y otros tantos ejemplares de igual «epeparece compadecerse bien con la actitnd reserva- cié que al igual de lo. que se espera del submarida, severa del que cree que tiene que desvanecer no español, dieron en las pruebas resultados tof.celentes, y en cierto modo superiores á los qn» cargos y sincerar sus acciones. Por lo demás, en teorías de verdadera correc- del {último ofrecen sus más ardientes panupEÍ'•• •'•';» " ción, no puede admitirse como lioito, hablar de ^..ristas. Con lo dicho, que es la verdad en toda su p u los «apetitos desordenados,> de «calumnias,» de reza, no tratamos do rebajar el mérito del Sr. Pe«sórdidacodicia,» de «malas pasiones,» de «heral, cuyas dotes de inteligencia, aplicación y ridas por la espalda» y cosas por el estilo, sin amor al trabajo, le colocan en un lugar muy dis> decir nominatim, quien es el de los desordenados apetitos, el calumniador, el de la sórdida codi- tinguido y le hacen acreedor al aprecio de cuan* cia, el de las malas pasiones, el que hiere por la tos por experiencia saben lo que cuesta à»x e i a a espalda; porque de otro modo, y más cuando se á cualquiera empresa. Nosotros no necésitaoMs pide para hacer acusaciones nn sitial en el Con- suponer atributos fabulosos á las personas para greso, puede entenderse que se aspira á la inmu- reconocer su mérito y aplaudip sus obras: sooMM nidad que da la investidura de representante del , menos exigentes que aquéllos, quienes s i t i i b s país, para, dando rienda suelta al despecho, decir ; tan OTaoiunes al Sr. Peral, es suponiéndols l a entonces lo que sin esa inmunidad no se sintie- condición de que haya hecho siete invenciones y ran con fuerzas bastantes para sostener, y no es \ algunos descubrimientos: nosotros apreciamos SB trabajo á sabiendas de que no hay en ¿1 a i a n a de este modo, ciertamente, cómo se gana el apre CÍO de las gentes honradas, que es á lo que debe 1 «ola invención ni el más insignificante desOubriaspirar, exhibiendo legítimos títulos, cualquier miento, y le aplaudiremos el día que vea ccrsnaser humano, haya ó no sido intendente de Cuba. dos sus esfuerzos, convencidos como estamos da que no han de ser los barcos submarinoi he» que nos devuelvan el poderío de otros tiempos. Este LOS BUQUES SUBMARINOS lo obtendremos, cuando dejándonos llevar algo menos de la imaginación, miremos las cosas por SÜAUOS SKBIOS su_lado real y nos convenzamos de que no se Es digno de nnestro carácter nacional el plan honra á la nación promoviendo algaradas, ni Sb sistemáticamente seguido por una parte de la ensalza á los hombres de saber atropellando á l a prensa política y noticiera, qne se ha propuesto ciencia. Y basta por hoy; que ni hemos de decir en n a que cuanto tenga conexión con el barco submaridía cuanto se nos ocurre, ni nos ha de faltar ocano que se construye en la Carraca, aparezca como cosa sobrehumana. Algunos llaman á eso empre- sión de tratar bajo otros aspectos el tan cacasa patriótica; pero nosotros entendemos que no es reado asunto, puesto que es de esperar que entre nada honroso para nuestra patria hacerla apare- los entusiastas por los barcos submarinos no falcer ante los ojos extraños tan escasa de ilustra- tará quien no quiera aceptar sin discusión lo», ción y de buen sentido, que es motivo de asom- conceptos que dejamos apuntados. bro el hecho más trivial, y determina una explosión de entusiasmo el simple anuncio de que se va á realizar lo que otras naciones miran como moneda corriente. Los españoles no entendamos ! de términos medios y así nos luce el pelo. | Hace muy pocos meses éramos unos cuitados \ que íbamos en todo á la zaga de las demás naciónes, pero aparece un proyecto de submarino y cambia la decoración. Ya somos nnos caballeros que podemos habérnoslas con los más fuertes. So acabaron las escuadras y hasta los escuadrones. | Ya se habla de recuperar á Gibraltar y de apode- \ ramos de cuanto nos apetezca. En fin, nos he- í mos convertido en unos perdonavidas. Se habla \ del submarino como si ya hubiéramos terraplena- La Guardia civil en Ouba j}^ QQO de nuestros corresponsales recibimos \^ siguiente carta, ^ ^ ¿ ^ ^ ^ ^ ^ ^^^^^ ¿^ j889. . , , Podría llenar con relatos de servicios de l a Guardia civil en esta isla las columnas que usted tan galantemente ha puesto á mi disposición. Pero otra vez será porque hoy tengo alguna» noticias que comunicar á U d . El Liberal, de Manzanillo, pide en nombr* de la paz, del orden y de la tranquilidad pública» ISLIOORRBO MXLXVAXL Ceiguecitt, donde inició las primeras diligencias sumariales. Conocidos por Bayón los detalles de crimen tan horroroso, se propuso no descansar hasta conseguir la captura del criminal, y al efecto comunio6 á stts compañeros limítrofes, por los medios más rápidos, lo ocurrido, interesando vivamente la aprehensión, mientras se encaminaba á Ciego Ht tOfsnde es la excitación, dice el mencionado de Avila á entregar a] jnex el procedimiento é i p«ríódico, que con motivo de estos hechos hay añ- investigar al propio tiempo el paradero del fui l pueblo contra la (guerrilla; excitación que sólo gado. ]a prudencia de algunos vecinos y del capitán de £1 día 28 á las ocho de la noche entregó las la fuersa, 8r. Romero, han podido calmar de momeoto; pero, está cargada la mina y se teme que diligencias sumariales, y en la madrugada del 29 algún dia estalle, si el Oobierno no trata de di- pudo adquirir noticias de que Agüero había hnísolver aquell» faersa.» do en dirección á San Jerónimo. Sin descansar < Evidentemente son exageradas las noticiaf de el sargento Bayón, pues las distancias de un JB7 Liòeral; pero, de todos modos, según los pe- puerto á otro son en aquella comandancia muy liódicos más espa&oles de la Habana, debe de extensas, algunas de siete, ocho y diez leguas, haber habido algo, no muy correcto para fuerza tomó ruta hacia dicho punto, y como á cuatro le«nnada, algo que no puede excusar la Noche guas antes de llegar, se encontró con una pareja JBnena; algo que no debe repetirse; algo defectno- del puesto de Lajas que le traía preso al infame , 8 0 , no en los hombres, sino en el destino que á criminal. «808 hombres se da. El sargento Bayón se hizo cargo de Agüero y Las guerrillas tuvieron su razón de ser duranpernoctó el día 29 en su puesto. El día 30 por la te la pasada guerra,y aun algún tiempo después; mañana ordenó á los guardias primero y segundo j«ro hoy ¿qué razón las abona? ¿Qué necesidad Pelipe del Valle Rodríguez y Alejo Arteaga Marlaa impone? ¿Qué misión desempeñan? Ninguna, tínez que lo condujeran y lo entregaran al señor existiendo la Guardia civil. 8e dirá que es poca juez de Ciego de Avila, quien ya tenía el proce. esta fuerza. Es verdad; pero también es cierto, dimiento incoado al efecto. que con lo que se gasta en guerrillas y otras La referida pareja emprendió la marcha con fuerzas que reco;;ren los campos, podría realizarel preso; mas al llegar á una vereda que conducía W un buen aumento de Qaardia civil. á cercano monte, emprendió Agüero precipitada Aquí debe haber dos fuerzas: una en los cuarfuga. Dióle el alto la pareja, no se detuvo el conteles, la que haga falta, en donde pueda instruirducido, hicieron íaego los guardias y á la segunse para los fines propios de la guerra, y otra de da descarga rodó por el suelo, muerto el criOnardia civil, única que debe intervenir en la minal. tranquilidad de los campos, mientras el país no Se ha hecho demasiado larga esta carta, pero «e declare en estado de guerra. mucho más habría de ser si tuviese que abarcar « todos los sucesos en que toma parte el beneméri• * La propaganda que acerca de la creación de to cuerpo de la Guardia civil. Hasta otro día. De Ud. siempre afectísimo Is snbdireceión de la Gaardia civil de esta isla Tiene haciendo E L COBBEO MIWTAK y otros apre- amigo M. L. ORTS. ciables colegas de esa corte, ha causado aquí general simpatía, y no hay duda de que un centro •que dirigiese los servicios del instituto, de orden fAblioo y de policía, estaría llamado á producir «zoelentea resnltados en este país, en que cada En la seàión del Congreso de ayer admitió la «nal va por su lado sin unidad de miras y sin in- comisión ana enmienda del general Pando al arconvenientes rivalidades. tículo 10 para que los sargentos alumnos de la £a Vaz de la Patria ha indicado que el bri- Academia de Zamora conserven sus derechos angadier que mandase el referido centro fuese pro- teriores, y rechazó otra del mismo general para cedente de la Guardia civil. La indicación no que ninguna promoción de salida de las Acadepaede ser más acertada; pero al colega le ha fal- mias cubriese mayor número de plazas que las tado expresar que el brigadier debe ser de loa vacantes producidas desde la promoción anterior. que han hecho toda su carrera militarjdentro del En la discusión de esta última el general Ca«nerpo, al menos desde oficial, que son la clase ssola se mostró muy conforme con las opiniones 4 e hombres que han practicado todo el complica- manifestadas por el Sr. Pando, y el ministro de do mecanismo de esa excelente institución, aun la Guerra también abundó en las mismas, pero «aando implícitamente la ha hecho al señalar así y todo, no se pudo llegar á que la comisión y «1 veterano coronel subinspector del primer ter- el Gobierno aceptaran la enmienda, porque, secio de la Península 8r. D. Ensebio Sáenz. gún declararon dichos oradores, procede antes Tiene mucha razón La Voz de la Patria, pues obtener una buena organización de las reservas. «1 coronel Sr. Sáenz reúne las [condiciones EÍYa lo hemos dicho. gnientes: ¿Por qué no se hace? 1.* una ilustración idónea y general poco * »• «omún. La comisión admitió una enmienda del señor 2.' Treinta años de servicios dentro de la brigadier Bugallal para que los sargentos que institución. teniendo buen comportamiento y reconocida apti3.* Una brillante historia militar. tud no aspiren á ser oficiales, puedan ser admiti4.* Pleno c<mocimiento de este|país por haber dos á tres periodos de reenganche. servido en él muchos años. El articulo con las enmiendas admitidas que 5.* La general simpatía en el cuerpo, muy dó pendiente de disensión. querido de todos los guardias. 6.* Haber desempeñado el cargo de subdirector interino. Atribuyese al señor ministro de Hacienda el 7.* La buena opinión de esta prensa en ge- propósito de elevar el descuento de los funcionajieral. rios públicos de todos los órdenes al 20 por 100, 8.» Su agilidad física, su incansable inteli- oon lo cual alcanzará una economía de 20 millones gencia. de pesetas, cuestión de que ya se trató en Conse9.* La wnabilidad de su trato y á la vea la jo de ministros. rigidez militar. Y se añade que el Sr. González (D. V.) acude El cuerpo y el país bendecirían al Gobierno i este medio porque sólo otro encuentra que le de la nación si el cargo recayese en persona de facilite la rebaja que persigue: el de disminuir tales méritos. el contingente armado, problema que también « empezó á discutirse en nao de los últimos Conse• * jos» y que se hubo de abandonar por los graves En la quinta denominada Cieçueeito, provin- temores que despertó. cia de Puerto Príncipe, se ha cometido un criLo dicho: el Ejército lo ha de pagar todo. men horrendo, que gracias á la Guardia civil no quedará impune. Ha fallecido en la isla de Cuba, víctima de Habitaba en la casa vivienda de Ciegmcito la larga y penosa enfermedad contraída en aquel •firta. doña Amanda Hernández en compañía de clima, el teniente coronel, primer jefe de la cosu familia. Los atractivos de la joven despertaron los deseos bestiales del mulato Juan Pablo mandancia occidental de artillería, D. Leopoldo Agüero, que, no pudiendo conseguir de la vícti- García Gardo. Era el Sr. Gardo un jefe entusiasta y estimama sus criminales intentos, apeló al asesinato de do de todos los que le conocían. la hermosa joven, emprendiendo luego la fuga. Contaba 32 años de servicios, día por día, y Este horroroso hecho llegó en el mismo día á conocimiento del sargento segundo de la Guardia había peleado bravamente en la guerra de aquella civil Ignacio Bayón Bóveda, comandante del Antilla, batiendo á los separatistas en diversos .puesto de San Nicolás, el que con fuerza á sus encuentros, entre los que se encuentran los san¿rdenesse trasladó inmediatamente á la finca grientos de Trilladankas y potrero Las Reformas. ^n» 86 disuelva la gnemll·i destMada en Campechoela, provincia de Santiago de Caba, despaés de poner inmediato y ejemplar castigo á los gae rriUeros que, machete en mano, acometieron á unos caantoB amigos, que pacíficamente se hallaban celebrando, en un café, la tradicional Noclii-. Baen^, yendo después á insultar á las sefioras de Comentarios. En la Peninsnla, perteneciendo al quisto montado, combatió contra los canfOhales di' Talencia y posteriormente prestó servicios importantes en la Maestranza de Sevilla, fábricas de pólvora de Murcia y secciones á pié del cnerpo. Siendo comandante en Cuba contrajo la terrible enfermedad crónica que le ha llevado al sepulcro. Todos sus empleos, fueron oonseguidos por rigorosa antigüedad. Deja numerosa familia en la orfandad y sin recurso alguno Es una gran pérdida que lamenta el cuerpo de artillería y el Ejército entero. Algo inconveniente habrá dicho El Siglo, de^ Cienfuegos, cuando nuestro apreciable colega El Eco Militar, de la Habana, le pone el signienta correctivo: *El Siglo, de Cienfuegos, con motivo del nombramiento de hombres civiles para los gobiernos de las provincias de Santa Clara, Puerta Príncipe y Santiago de Cuba, «scribe nn articuloi que rebatiríamos en toda regla, si no fuera porque consideramos tiempo perdido repetir lo que tantas veces hemos expuesto, con relación á la aptitud de los militares para el ejercicio acertado de aquellos cargos. Felicite enhorabuena el colega á quien le plazca, por la consecución de ese triunfo y no se meta á decir necedades, y nos quedamos cortos en la calificación. Los hombres del Ejército sujetos á la Ordenanza, son tan cultos como los hombres civiles, y saben usar como estos el lenguaje suave urbano y conciliador, y tienen siempre la costumbre del mando de la que carece en muchos casos el que es elevado á un puesto por obra y gracia de la política; sépalo El Siglo ya que no parece saberlo. Y sepa también, que los militares nos alegramos de soltar mochuelos que hasta aquí teníamos, y que ganamos, más bien que perdemos, con ello; pero en cuanto á aptitud y aptitud demostrada, esa no hemos de consentir que se nos niegue. > Muy bien dicho todo lo que dice El Eco Mili' tar; pero si los militares se alegran de soltar mochuelos ó sea mandos civiles, no así el país que ve y toca diariamente los perjuicios que se signen del sistema hoy en práctica de ir restando á los militares los mandos que por conveniencia del servicio se le confiaban. Sigan por ese camino los autonomistas más ó menos declarados, supuesito que van á]gusto en el machito y el Gobierno también por lo visto; pero conste que repetidamente hemos señalado los peligros de esa conducta. La Guardia civil ha sufrido una sensible pérdida con la muerte del coronel, teniente coronel de dicho cuerpo D. Mariano de Módena, que su cumbió en la tarde de ayer victima de larga y penosa enfermedad. Estaba reputado como uno de los jefes más brillantes del instituto, pues haciendo de la disciplina un verdadero culto, unía á su acrisolada honradez y caballerosidad, condiciones de carácter excepcionales y una firmísima voluntad á toda prueba, que, manejada á su antojo, le hacía aparecer superior á su naturaleza, debiendo atribuirse no poco á esta circunstancia, el creciente desarrollo de su dolencia en los últimos meses. Que esas cualidades eran apreciadas por sus superiores, compañeros y subordinados, lo evidencia el cariño y afecto con que le distinguían todos los generales á cuyas órdenes había servido, la imparcialidad de los juicios de sus amigos y la gratitud y respetuosa consideración de cuantos llegaron á conocer sus condiciones de mando. Últimamente, el señor general Chinchilla, siendo director de la Guardia civil, llevó al infortunado Módena á la dirección del cuerpo, en cuyo destino no ha llegado á completar dos meses, y donde se manifestó de nuevo su energía y voluntad, asistiendo á la oficina sin poder tenerse en pie y cuando las huellas del mal hacían presagiar un fin próximo; siendo de notar que sólo las recomendaciones y solícito interés del señor general O'Ryán y del señor brigadier Martitegui consiguieron retener en su casa al teniente coronel Módena, porque de otro modo se hubiera hecho conducir de cualquier manera á su negociado, influido por una excesiva delicadeza que le atormentaba, haciéndole contar los minutos de ausencia de su cargo oficial. Consignamos las anteriores líneas, persuadidos de haber interpretado en ellas los sentimientos de la Guardia civil, desde su digno director al último individuo, y seguros de haber hecho justicia á los merecimientos del finado. Nos asociamos al duelo de la distinguida familia de Módena, deséándole'la resignación que ha menester para sobrellevar tan irreparable pérdida, ya que ha de ser un lefiitivo á su dolor, las manifestaciones de cariño y consideración de que es (^jeto, y el tributo rendido esta tarde al que supo mantener tan alto su concepto y reputación. Discutiendo con El Imparcial, que defiendo con calor la provisión de la vacante de capitán general, dice La Época: cEl año 83 so dictó la disposición á que el diario democrático hace referencia, y en aquella fecha eran siete los capitanes generales: resultaba, pues, un excedente de tres, y con arreglo & la prescripción del art. 81, la muerte de los generales Serrano y Quesada constituyen las dos vacantes de la amortización, no pudiendo, por consiguiente, proceder á la elección hasta que se produzca una más, según previene el referido artículo que el colega ha citado. Pero aparte de esto, ¿cómo se oculta á El Imparcial que los capitanes generales, por declaración propia de la ley, son una jerarquía á la que no puede referirse el art. 11? La razón es obvia. Trata el articulo de los generales en activo y en reserva, y como para los capitanes generales no existe el estado de reserva, claro está que esa disposición no puede referirse á aquella alta dignidad. Vea, pues, El Imparcial oòmo de los mismos textos que invoca resulta plenamente probado qna ni la razón legal ni la moral abonan esa provisión que el colega defiende. > Confirmando noticias que ayer dimod,~dica un telegrama de Cádiz: fEn el tren correo llegado hoy de Madrid venían varios emigrantes para la República Argentina que se embarcarán mañana en Cádiz á bordo del Alfonso Xll, va con ellos Malagarriga y van comerciantes é industriales, de Madrid, Zaragoza, Logroño y otras provincias del interior. Hoy 900 emigrantes, mañana otros tantos: por el Pirineo salen millares de familias hambrientas á buscar pan en Francia; las provincias de Levante mandan á Argelia vigorosa población; Galicia y Andalucía se despueblan para ir al Río de la Plata. ¿Cuándo hacemos algo grande y trascendental para impedir estas ruinosas corrientes de emigración?) £ s verdad; tiene razón el Sr. Araus que firma este telegrama: ya es hora de que se haga algo por el Gobierno, por las sociedades, por todos, i fin de evitar en lo posible esta sangría suelta qua amenaea arruinar á España. La Regencia, que es uno de los órganos en la prensa del Sr. Rjmero Robledo, dice hoy lo s i guiente: cEn esta edad, en que la vida p&blica es da todos y todo lo absorbe y á todas partes llega, el terreno para luchar no es el palenque, ni Jas armas de pelea son, ni pueden ser otras, que la inteligencia y el ingenio. Por eso el duelo, cosa lícita en nn tiempo, comenzó á ser restringido severamente, concluyendo por estimarse delito por el Código, que le castiga, y por las autoridades que tienen el-deber de impedirlo primero y de perseguirlo después. Por eso el duelo, que en un tiempo acreditaba el valor de los combatientes y era la piedra de toque en la que se aquilataba la razón de los qna le llevaban á cabo, no es hoy, ante la moral y ante la ley, más que un recurso extremo con qu« se disfraza el orgullo personal que no quiere confds<ir sus errores, ó reconocer su culpa, ó un acto de desesperación del que es impotente para obtener por lícitos caminos su objetivo más ó menos legitimo. A otros tiempos otras costumbres.» Hay quien opina que el Sr. Romero Robledo considera la publicación de estas líneas, por lo menos de dudosa oportunidad. Con el lenguaje especial que suelen emjdear los carlistas pretende El Correo Español contestar á nuestras observaciones sobre el cuerpo da carabineros.' Supuesto que no sabemos lo que hacemos y nos salimos del tiesto, según el fino, cortés y bien educado Correo Español, ahorramos tiempo, papel y pluma, y le dejamos que discuta consigo mismo que es el único adversario que merece. Crónica Exterior. V LA MUERTE DE GORDON COOTADA POa ÜN TKSTÍGO PBESENCrAL Uno de los últimos números del Daily Telegrapa,, publica un extenso telegrama de Suakin, con detalles interesantísimos acerca de la muerte de Gordon, suministrados por un griego que se hallaba en Khartum la triste noche que cayó en poder de ios saldados del Madhí. Hace pocos días llegó á Suakin, procedents de Khartum, y después de una entrevista con el general Freuffell que duró algunas horas, fué visitado por el corresponsal del Dai^y TelegrapA, que se apresuró á trasmitir á su periódico la interesante relación del griego. La excepcional importancia del personaje í quien estos detalles se refieren, y la viva ansiedad con que todo el mundo civilizado seguía las peripecias de la heroica lucha en que perdió 1» ]B1 COXUIBO HXXJ7AK ^ida, así como el misterio qne hasta ahora cnhría las circanstaucias de su maerte, nos mueven á reproducir lo más esencial de la cariosa narración del único testigo presencial qne hasta ahora lia dado cuenta del trágioo ñn de ano de los hombres más nobles 7 esforzados de nuestro siglo. Esta narración, que el general Grenfell se apresuró á comunicar al Gobierno británico, dice ASÍ en el texto publicado por el corresponsal del J)aily Telegra^h: <]il(|ilama> Demetrio Georgio, y soy griego (de familia griega); pero nacido en Berber. Yo estaba en Khartum la noehe que fué tomada. Las «guas del JiTilo habían bajado, de manera que ana ^ r t e d e la ciadttd qaedó indefensa. —¿y p«# qnó-4-|)r0gimtó el corresponsal inglte '—no construyó Gordos nuevas trincheras y defensas? —^Porque creía tener bastantes tropas, anos "tres mil soldados, ma parece. Las entradas qne deja el río y sus inmediaciones estaban cnstodiadaa por fuerza numerosa, á las órdenes de Farigh facha. Aquella noche hizo salir las tropas de esia parte, diciendo que hacían falta soldados al «tr* lado. Gordoa fianlà en él entera confianza. Parigh Pacha trató principalmente de quitar del -mniao ¿ los negros. £1 ataque se efectuó en dos puntos. En la boca mayor no hubo resistencia. —^¿Cree usted que los oficiales y los soldados liabíati^ entrado en la conjuración? -preguntó el periodista. —Yo no puedo contestar á eso. De lo que no «abe duda es que Farigh entregó la ciudad. —¿Cree usted que si los ingleses hubieran Hel a d o tres días antes, se hubiera podido salvar la plaza? •í—Si los ingleses—replicó Georgio—hubieran llegado una hora antes del ataque, aunque fuera « a oorto número, la plaza no se hubiera rendido y las tropas habrían combatido hasta el último instante. Parigh había enviado á decir al Madhí: <Si no atacáis esta noche, todo se ha perdido.» Aquella noche no hdbo más qne sangre y llamas; la ciudad había pasado de poder de Gordon al del Madhí; fué una noche horrible, espantosa, que recordaré mientras me quede un soplo de Tida. El aire repetía con eco infernal gritos angustiosos, alaridos de espanto, gemidos y lamentos y donde quiera se sentía olor de sangre hamana. Yo tenia tres^migoa» . sriegos también, y me apresuré á ponerlos en saTvo. Tenía yo dos uniformes de madfaista, qne tae había dado nn árabe amigo. Di uno de los uniformes y yo me puse el otro. Empezaba á amanecer, y al dirigirme á mi casa con mis amigos, algunos árabes vinieron corriendo y me dijeron que debía ir al palacio del gobernador en el acto. —¿Por qué?—les preguntó. —Porque todos los oficiales del Madhí—me contestaron—han ido allí á matar á Gordon Pacha. Estando en esto advirtieron que uno de mis amigos no vestía uniforme del Madhí, y le di> jeron: —¿Por qué no llevas el traje de nuestro señor «1 Madhi? El infeliz, á efecto del miedo, no pudo contestar. Entonces uno de los madhistas, que parecía inandar en los demás, les dio orden de que ]o matasen, é inmediatamente se arrojaron sobre él y le cuitaron la vida. Nosotros fuimos coaducidos al patio del gobierno y yo vi á Gordon Pacha asomado al balcón que da frente al río, fumando un •cigarro. —¿Porqué parte entró Ud. en el palacio? — preguntó el corresponsal. —Por detras. Nosotros entramos en el palacio por la parte donde está el sicómoro. Habían echad o abajo la puerta. Con Gordon estaba el médico mayor de las provincias del Sudán y Nicolás Leinendita, el cónsul de Grecia; 500 derwiches enviados por el Madhí con órdenes especiales de oojer vivo á Gordon, estaban al pié de la escalera. Yo subí enviado por la gente del patio, que vociferaba: «¡Gordon Pachál ¡Gordon Pochál» tïordon, con imperturbable frialdad, se retiró del balcón. tHuya Vd.» le dijeron los otros dos. «Todavía es tiempo. AI pie de la puerta excusada está amarrado un bote.»—«¿He de huir y dejar mi puesto?» replicó Gordon con indignación. «Eso sería deshonroso. No huiré.» Y entrando en su habitación se vistió de gran uniforme, y ciñó la •espada. Así le vi salir con la cabeza alta, luciendo su aventajada estatura. En su rostro se veía Qn gesto de desprecio. —¿A quién buscan?—preguntó, dirigiendo la mirada á la embravecida multitud de derwiches que se extendía á sus pies, y que continuaba en-flordeciendo el aire con sus gritos. —A Gordon Pacha—contestaron. —Aquí estoy. Venid. Otra vez el médico y el cónsul le invitaron á que huyera, pero él rechazó desdeñosamente el consejo, insistiendo en que la fuga sería vergon-aosa. En aquél momento no hubiera podido huir fácilmente por donde le habían indicado. Los derwiches tenían orden de no matar á \ Gordon ni á ninguno de los que estaban con él, laino únicamente de permanecer en el patio y guardar las salidas. Eran unos 500. Habían izado BU bandera en la puerta del edificio, y en cumplimiento de las órdenes que tenían, permanecían ' en el patio, mientras Gordon, en actitud altiva, continuaba en lo alto de la escalera prineipal. En esto llegan algunos generales del Mabdi, entre ellos Nasr, hermano de Abu Girgeh, y un Sobrino «le Abd el Rahraan El Nedjmi-Jnmi. ^ Los derwiches les dejaron pasar yiondo que -«ran personas de aatoridad. Subieron la escalera y preguntaron por el Pachi. Gordon lea salió al encuentro diciendo: —Yo soy Gordon Pacha. Al mismo tiempo les entregaba su espada á usanza militar, índioando con esto que sabía que la plaza había sido tomada, y que por consiguiente se rendía de acuerdo con los usos de la guerra. Pero Nasr se la arrancó violentamente al tiempo que descargaba un golpe traidor sobre el Pacha, que hubiera vendido cara su vida de sospechar que no se le tratará» honrosamente. Gordon cayó al suelo y rodó las escaleras, y entonces otro de loa generales le hirió en el costado izquierdo con lo que lo acabó de matar. Así murió Grordon. Yo estuve presenciándolo todo hasta el terrible fin. Cuando Hadj el Zobeir, tesorero del Madhi, que estaba «X pie de la escalara, vio lo que había pasado,- comenzó á dar voçe» diciendo: —¡Wallahl jTe han matadol ¡Que Alah les pida cuenta de tu sangre! ¡Caiga tu sangre sobre sus cabezas I Durante tres días Jos árabes se ocuparon en dar maerte á.Jos shagihs y á cuantos habían sido fieles á Gordon. El traidor Pahrig Pacha Fué llevado á presencia del Madhi, que le dijo: «Eras un esclavo. El Gobierno egipcio te hizo gran señor y pacha. Tu le has hecho traición. Si has vendido á quien te hizo tanto bieni y mañana viene contra mí una nación poderosa, también ma venderás. ¡Cortadle la oabe«a. > ~ Termina el relato, que en lo que ya se sabía concuerda fielmente con I M mejores noticias, describiendo el estado actual de Khartum, reducido á un montón de escombroa, porque los madhistas destruyeron las casas en busca de dinero. Bibliografía Anuario español de 1888.—Año I, por D. Nicolás Fort y Roldan.—Un folleto Je 40 páginas,en folio. —Una peseta, San Mateo, 127 14, Madrid, 1889. Este es el primer volumen de una Biblioteca, geográfica histórica, cuyo objeto es popularizar la ciencia española por medio de volúmenes que se pablioarán por ahora sin período fijo y nunca en un período menor de un mes, no fundándose en los asertos de loa historiadores, sino en los documentos publicados é inéditos que precisen y |>ér3onalicea los hechos y las figuras, en vez de idealizarlas y hermosearlas más de lo que fueron. El administrador general D. Roberto Roldan, San Mateo, 12 y 14, Mudrid, es el encargado de llenar las susuripcione.'^, así como de entenderse directamente con los libreros y comiiiioaistas. El primer volumen á que no'i referimos, ó sea el ^a«ar¿o «/¿Jáo¿ ¿i 1888, contiene un estudio sobre la colonia de la Asoeneión de Ponapé, con el relato de todo lo ocurrido últimamente; un diario minucioso de todos los acontscimientos del año último; un extenso artículo sobre la Exposición Universal de Barcelona; el relato detallado del viajg de la escuadra de instrucción del Mediterráneo en Julio, Agosto y Septiembre; una explicación del submarino Peral con el estudio de sus precedentes, y un articulo acerca del ferrocarril de Zafra á Huelva. Bastan estas indicaciones para que se comprenda la importancia y utilidad del Anuario y de la Biblioteca geográfica histórica, llamada á prestar valiosos servicios al público en general. oíetin del día GACETA DE HOY NOMBaAMIKNTOS DK GÜEBEA Q '"~~^ Reales decretos nombnu io coaxiuJaute ., ge neral de la plaza de Ceuta, al mariscal de campo D. Narciso de Fuentes y Sanchiz, que actual mente desempeña el cargo de gobernador militar de la provincia de Cádiz. i| —Nombrando consejero del Supremo de Guerra y Marina, al mariscal de campo D. José López Pinto, que actualmente desempeña el cargo de comandante general de Ceuta. —Promoviendo al empleo de brigadier de artillería, con destino de vocal de la junta especial de artillería, en la consultiva de Guerra, al co ronel más antiguo del cuerpo D. Adolfo Carrasco y Sayz. —Nombrando gobernador militar de la provincia de Pinar del Río, en la isla de Cuba, el brigadier D. José Lachambro y Domínguez. — Nombrando jeíe de brigada del distrito militar de Navarra al brigadier D Ramón González y Tablas. —Disponiendo cese en el cargo de gobernador militar del castillo de la Cabana de la isla de Cuba, el brigadier D. Isidoro Aldanese y Urquidi. —Nombrando gobernalor militar del castillo de la Cabana, al brigadier D. Eugenio Sánchez y Seijas. —Disponiendo cese en el cargo de segundo cabo de la capitanía general de las islas Filipinas, el mariscal de campo D. Antonio Moltó y Díaz Berrio. —Nombrando segundo cabo de la capitanía general de las islas Filipinas, al mariscal de campo D. Manuel Rodríguez de Rivera y Rodríguez. EL PRÍNCIPE IMPERIAL DE AUSTRIA El archiduque Rodolfo de Habsburgo, primogénito del emperador de Austria y su presunto heredero ha muerto repentinamente en Maierling á consecuencia de nn ataque de apoplegía fulminante. Uno de sus ayudas de cámara, al penetrar en la alcoba del príncipe para recibir órdenes, según costumbre halló muerto en su lecho al hijo del emperador Francisco José. La noticia de la muerte del príncipe Rodolfo fué llevada á Viena por el conde de Bombolles, quien participó lo ocurrido á la emperatriz, en cuyo ánimo produjo grande y profundísima pena. Había nacido el 21 de Agosto de 1858 y el 10 de Mayo de 1871 se había casado con la princesa Estefanía hija del rey de los belgas y sois años más joven que el archiduque. Era un príncipe ilustrado, entusiasta y, sobre todo, enemigo de Prnsia y de la dinastía de los HohenzoUern hasta la imprudencia. Asegúrase que soñaba con restablecer la influencia de su casa en Alemania y era opuesto á la Triple Alianza. Cuando el actual emperador germánico visitó á Francisco José en Viena el archiduque se mantuvo alejado de la capital. Teniente general del Ejército austríaco, vice< almirante é inspector general de iníantería, tenía además varias de esas coronelías honorarias con que se obsequian los príncipes alemanes. Estuvo en España con objeto de visitar á don Alfonso XII, á quien había conocido en Viena, y en la gran parada que se verificó en Madrid para obsequiarle ocurrió en el desfile la explosión de varias granadas dentro de uno de los armones de un regimiento de artillería que penetraba en la Puerta del Sol por la calle de Alcalá. Era entonces el archiduque un joven de esbelto talle y fisonomia algo aniñada, pero inteligente y fino. La muerte del archiduque Rodolfo, además del hondo pesar causado en el corazón de sus padres, crea al imperio austríaco gravísimo problema. El emperador Francisco José no tiene otro heredero varón. Sólo cuenta ya con una hija, la archiduquesa Gidela Luisa María, de treinta y dos años, casada con Leopoldo, príncipe de Baviera. El archiduque Rodolfo tampoco deja hijo varón. No tiene más que una hija, la archiduquesa Isabel María, nacida en 2 de Septiembre de 1883. La Constitución austríaca determina que la sucesión al trono se verifique de varón en varón, pero á falta de éstos suceden las hembras, y aunque las hembras de la dinastía han solido mostrar tanto y más talento político que los hombres, la heterogeneidad del imperio, cuyo vínculo de unión es la persona del emperador, se presta poco á la solución. EL SUBMARINO PERAL Telegrama del Sr, Arans á Bl Liberal: iSan Jfernando 30 (9'4 noche).—Los trabajos del Peral pueden darse por terminados, pero comienzan ahora las instalaciones de los aparatos del interior del buque. Por las conversaciones con el Sr. Peral y sus compañeros, deduzco que tendrá que trascurrir todo el mes actual antes de que se pueda conocer el resaltado definitivo del éxito del invento. He aquí los cálculos comprobantes: Mañana se cargará la segunda tanda de 200 acumuladores, suponiendo que el cambio de carbón permitirá terminar la operación. Comenzará también el pintado del casco. En esta operación neceáitará cuatro días para secar y repetir manos. Seguirá inmediatamente la colocación de los acumuladores en las estanterías, operación que llevará otros cuatro días para darles fijeza. Después vendrá el establecimiento de la red de alambres conductores, trabajo delicado porque importa impedir los contactos y prevenir accidentes. Además es indispensable llevarlos por sitios donde no embaracen, lo cual requiere colocar multitud de soportes que habrán de construirse á medida que se presenten las necesidades. Terminado todo esto comenzarán las pruebas de velocidad del barco á flote, siendo de presumir que se consaman algunos días para corregir las pequeñas dificultades que pueden presentarse. Estas pruebas creo se harán fuera de dique y podrán ser vistas por el público. Calcúlase que la colocación del aparato de profundidades exigirá otros dos días. Seguidamente iniciaránse pruebas de samersión dentro del dique, que no invertirán menos de cuatro días. Probaranse después torpedos lanzándolos bajo el agua á los blancos colocados dentro de la bahía. Estas pruebas serán muy curiosas y podrán ser presenciadas por mucha gente á bordo de buques, porque el Sr. Peral habrá de maniobrar ante el público sumergiendo y haciendo flotar el barco írecuentemente. En resumen: los que están mejores impuestos en los secretos del inventor, conocedores ademáa de los trámites y problemas difíciles que se ventilan, creen imposible qne pueda lanzarse el Peral á su primer viaje por mar libre, maniobrando el buque como arma de guerra, hasta últimos de Febrero. En cambio las seguridades del éxito aumentan. Entre los tripulantes reina uu entusiasmo loco. Todo, absolutamente todo lo ofrecido, ha de realizarse, porque todo está parcialmente ensayado y comprobado y responde al pensamiento del inventor. EL BALANCE DEL BANCO Ofrece la situación del Banco de España, comparada con la semana anterior, no muy notables diferencias. £1 efectivo se ha aumentado en poco más de 118.000 pesetas. La cartera se ha descargado de 4.112.000 pesetas en descuentos y préstamos, y la circulación de billetes ha bajado de pesetas 627.240.350 á 72i.467.250. En cuentas corrientes hay un aumento de dos y medio millonee próximamente, y otro en loa depósitos que ao U ^ a á un millón. ^ -'-^ El movimiento más notable es el de la cnente corriente'de efectivo con el Tesoro, que de pesetas 54.956.2^»;je ha elevado á 64.755.495. Ya tenemos pastas de oro en la Casa de I» Moneda: poco es, porque sólo hay 1.597.642 jpésefias, pero por algo se empieaa. De plata -At^ reoojida para reacuñasión quedan 15.455.000fesetas. f.:è NOTICláS VARIAS ' Los fríoa ínteneoB acompañados de vieatts fuertes—dice Bl Siglo Médico—han produoido una acentuación marcada en las enfermedades del aparato respiratorio, sobre todo en las bronco--neumoniaa y pleuresías agudas y en las broaquitis agudas délos niños. Las anginas catarÉ*ies, los infartos de los ganglios cervicales y Ita quifresialgias ó dolores musculares también han sido numerosos. Las afecciones cardíacas se b ú i empeorado v producido aumento en la movlfclidad. La sesión de ayer en la Cámara de diputados de Portugal ha sido ton tumultuosa que el presidente S9 ha visto en la necesidad de suspenderbk dos veoes. La situación del^Gabinete y del Parlamento es de todo punto incompatible por negarse el Mgnndo á prestar su aprobación á los proyectos de ley presentados por el primero. .^ Parece que en vista de semejantes circunstaacías el Gobierno está resuelto á solicitar del rey la suspensión ó disolución de las Cortes. .- :, En los círculos políticos se afirma que el rey D. Luis accederá á la solicitud de sus ministrofl. En la junta celebrada anoche en el Centro oülitar, y á propuesta de su presidente, se aocHNK por aclamación fijar en dos pesetas cincuenta céntimos la cuota mensual que en lo sucesivo haa da satisfacer, como socios, los jefes y oficidLas SA Ejército y Armada retirados. Ha llamado vivamente la atención una entrevista celebrada por un periodista americano coa el ministro Bayard. Declaró ¿ate que los Estados Unidos están resueltos á defender, por la fuerza si es preciso, la independencia de las islas de Samoa, amenazada por los manejos de Alemania. Añadió, sin embargo, que cree que no será necesario apelar á este recurso extremo, porque el ministro alemán en Washington dio seguridades satisfactorias, negando la intención de sa país de ofender á los Estados Unidos. El, Congreso de los Estados Unidos ha aprobado una enmienda elevando al rango de embajadas las legaciones americanas en Farls, BeeUa^ Londres y San Petersburgo. Ha fallecido en Roma el Sr. Meana, agregado militar á la embajada española. En BndaPesth se han repetido las demostraciones con motivo de la ley militar. En los cafés se promovieron algunos tumultos, y en las calles fueron apedreados los faroles á los gritos de «Viva Konath* y «Muera Tisza.» La Cámara ha aplaaado sus sesiones hasta el viernes, después de votar una pioposioión de sa presidente indicando que la Mes*, de acuerdo con la autoridad, adoptará las medidas necesarias para asegurar la libre circulación de los diputados y mantener la tranquilidad sin menoscabo de la dignidad del Parlamento. Fuertes destacamentos de tropas rodean b o j las inmediaciones del Parlamento. Las oposiciones censuran vivamente en la Cámara semejante alarde de fuerza, que alarma al público y coarta la libertad de los represeutaatae del país. SANTOS DSt. DÍA 1." DS FEBSERO San Ignacio, obispo, San Severo y San Cecilio. Personal ASUNTOS VASIOS I n f a n t e r í a . — A l capitán general de Castilla la Nueva se remiten hojas de servicios de lof coroneles D. Anastasio Alvaree Vega y D. Ángel López del Castillo y real despacho del comandante D. Marcelino Granados Coch. Al de Filipinas se remite real de-spacho del comandandante D. Baldomero Torres Samaniego. Al de Cuba se remite real despacho del teniente coronel D. Julio Peray Tintorer. Se ha dispuesto se presente en el 13.<» tercio de la Guardia civil para sufrir examen de ingreso eu el cuerpo el capitán D. Federico García Velarde. , Ha sido incluido en la escala de aspirant«e para el pase al ejército de Filipinas el capitáá D. Juan Pérrater Ponte. Ha sido eliminado de la escala de aspirantes para el pase al ejército de Cuba el teniente doa Benito Cuesta Crespo. Al Consejo Supremo se remite hoja de servicios del comandante D. Juan Loreu Mostienes J partida de defunción de la esposa del capit&a D. Federico Castellón Codordi. Al ídem se remite partida de bautismo de la esposa del teniente D. Francisco Navas Moreno. Imprenta de Ei. OOBRKO MILITAR, á cargo da J . Quesada, Barquillo, 53, bajo. II -•'^,¿- .•--^í*«-~i>wjTiy«iíES»Js?iae-„.*¿«M«»«i £ & COXUUSO AKfiUCTAB CARTILLA GOIEGGK»} LIGISLAnVÁ FÜ3UC0I •.*p.*4porlO«lBt. dafinda MM.. axtariot tpwlM...., i»aal])aiMM4.. Mti M. nss TS,60 76,30 •,90 •,9« 31. T8 55 T»,45 76,30 »a lA DI JUSTICIA MILITAR EL CORREO MILITAR. o. Till0tl ARtmiB 8C ailMA M fUCIU OUgl ron ••oaaiANO<BBiAffoa P>L OOSIMO mmamo vm •.9t • 00 8Y 75 r lUBlKá Goiufts à% vukif Umm va «tarto, ^«« «entitaen fnt^;nui' G«atieM la lev ooxurtititiva del ejército, la de bases, la d« «ir* UÒMM 1M 1«J«C, d««MtMí« Naltf órdaaos é izurtn«ei«Mf di' fanisaoioB 7 atribtoienes de los tribuíales militares, el G6dif« p«t uxUUt Mmttt F«Ui«UUf MI ] M sfiot a« 1881> 18SÍ, 188S aal del ejército, la lej de S^jiiciamiento militar, la de Orden pi^ J1884. bliee, secuestros 7 atentados contara los ferro-carriles, el jiici* dé Atdanas B.» da • » . 407,»0 407,00 Fr«ei« ÍM «ada t«M« ^m« «osiprosid* «A aSo, m4ar§ f«M- respoisábilidad jidicial, los procedimientos gibernativos, i n d i w 4M«i de ]M eoBHib el tribanal de honor, la legisladon sobre bitas 7 correcciones di»^ taf para l«i ntaiUtm átiU p«ri<^eo j «ÍM9 pan los f u m« l i a 00 112,00 da tebaoaa oiplinarias, todas las disposiciones dictadas con posterioridad á 1» U muii Bn f xwrifiaiu, 75 «éntimof sáái para roeibirloa caru.OO OU. B.0 fi.o, ft <M. 0.00 107 de Tribmales 7 al Código, que aclaran, amigan é completav i i o i id., ft por IM. l . & . O O lOft,00 tifleadof. ambos textos, el Gédigo penal ordinario de 1870 7 numerosos ñúN 9fi9 • . • • 4MÍ0BafB.B0MtU. Mí f i o pida bf «latr* tMBOf olsteadrá «narobaja ¿« «Hatr* mmlarioa para la práctica del nuevo enjmioiamieit* militar, pA im ffUg «n d ««fte totaL CteMMtf. !• jidioial eomo en lo gubernativo. Declarada ofcial en oíanto á la penalidad relativa á las CUM» 1S,63 Madraa, áMd.f.. t»,«4 ie tropa. 2 00 fHfi. á 8 d. viste.. 2,10 0,00 La Caríiüa dé lafusü^ia milikir, único Ubro qne expone «n f«m aiiUii,áidamÍd... 0,00 ma clara 7 sicinta toda la legislación aplicable por los tribualfíl de Guerra, se vende encartonado, á 5 pesetu ejemplar en la Á M wvtunonm va SOT. ministraeion de B& (JOMUO MIUTAM. VMkiro Rcükl.—Alasooboy madia. L<w sefiores snscritores á dicho periédio* obtendrán nna rebaji *—Función 63.* de abono.—Tomo 2.® POR KL OOROMBL DS ARTILLIXIA d« SO céntimos en ejemplar. impar.—Rigoletto. La Administración no responde del extravio de los ejemplaroi E s p a ñ o l . — A 1«8 ocho y media.—^ÜB fme se envien sin certiicar» jpor lo cnal los qne deseen reoíbirlM caadillo de la eras.—Herir por los D . M I G U E L S I C H A R Y SALA.S mismos filos. aertiioados habrán de remitir 75 céntimos de peseta además di4 C o a t e d l a — A las ocho y media.—Tnrprecio de la obra en venta. Bo 2."—Militares y paisanos. Esta obra eonsta d« «natre tem«i, qiie s« •«ndan en can dal a«> B s l a v a . — A las ocho y media.—Orto- I9r, Fernando VI, núm: 5; en la Adimniítraoion de eat* lUari*, "' grafía.—El gorro frigio. — Madrid RECOPIUGION LEGISLATIVA Hortalesa, 142, prineipal, j en la« librerías de Poapart, eallo di Club.—Ortografía. DU -Éhrice.—A las ocho y media.—Los la Pax, núm. 6, 7 de Villaverde, calle de Carreta*, núm. 4, á loi bri gantes. ^reoioa figoientet: •bkPtín.—A las ocho y media.—|AI El primero, de B9% piginas, que comprende la eompilaeion dt agna, patosl—Oro, plata, cobre y... nada.—Al pan, pan y al vino, vino.— \M$ diiposieionef vigentM aobre orgaxúxaoion 7 prooedimientof di Oro, plata, cobre y... nada. POR BL COMAMDAMTB M lUTANTUtiA lof tribnnales milit%r6«, expedientes gubernativos 7 la oonoedon di «races de San Femando, con los oorr^spondientes formularios, If jk MiaxnsL COSTO Y PAGHB f asetas en Madrid, 11 efi provincias 7 15 en Ultramar, franee d« Oltial | u U tilo it la Sttrtiuia M Oouijo SaymM i» SaHia j lanu i>orte. eoR m nóLoeo DI B. JÍTIH OfiUTi El egnnde, de mis de 400 páginas, con ks OSdigos dejnstieic acnoTABie «JOJLTOB a mam AJCTO oinawo npoa r oosTmoBis militar francas 7 portognás, 7 los pcn&Iss militares alemán 7 aspa* POR D. NICOLÁS JBSTÉYAITKS aoL arreglado éfte i lo que £07 rige, 5, 6, 7 8, pesetas respecti' Consta esta obra de cerca de 700 páginas en 4.' ma7or 7 oon^ Se vende en las oficinas da este Dia- •as&ente. tiene todo lo legislado hasta la fecha sobre el asunto. rio, al precio de 4 rs. en Madrid y 5 M El tercero, d sea la colección por <írden croncidgico hasta 1." d« Es útil 7 necesaria en las dependencias 7 centros del Estado, i ntnrinoias; loa snaeritores á eate periòSnero de 1864, de las disposiciones legales citadas en los dos ante- los militares 7 sus familias 7 á las clases pasivas en general. diflo pagarin nn real menos raapefltívai^Ttíi qae forman el texto.á 10,11 7 15 pesetas. Se vende en la Administración de este Diario, caUe de Horta<^ 7 el cuarto, q^m ooMpIeta las di^osiciones legsJes hastafini* leía, núm. 142, principal, derecha, al precio de 7 pesetas en rús^ i 883. 4 6 , 7 7 8 pesetas,tembienre»s6ctivainente en Madrid, pro- tica el ejemplar en Madrid y provincias franco de porte, 7 á 8 pe^ CBRAS MILITARES Y LITERARIAS setas en pasta.—Los que deseen recibirla certificada, abonaos íiagka 7 IJjtísisifij, franco as pcrU. DB además el coste del sello. S¡ü í23"Tkin hs füúiàoM YPXA provincia.^ y ültrasaar aaompRÜv D. LUIS VIDAUT. En Ultramar y el extranjero, 15 y 16 pesetas respectivamente. i«s ds ia mporxe «n m I-atrsw èú èü Giro raútuo raútiio'ó6 latrauj ¿« fácil cobre El Panteísmo germano-francés, 1«60 Los señores suscriptóres á este Diario abonarán una peseta Vi- Jiáiéaáos* ' ' ' di/áot»msaíe cm «I aator, se obtendrán los de*. pesetas. menos. i:.-uirt>. Discarso inangural del Ateneo Mili- mamrm toLnoíï por Vá^ 14 7 18 pcsata?; lo¿i doa úlümcs por i|;naLos pedidos «1 Administrador de EL GOWIBO MILH-AR, Apartado tar, una peset». seaü hs. ctistro toïsoa, por 22, 94 número 106.--MADRID. Letras y Armas, tres pesetas. ;ç.6 t?reci05 v i» M, m ^csíM» m'd.f>,i.Lñd,p?í?T-i¡ri?iÍ3r§ y ultramar, ^aap^tivameate. Los poetas líricos contemporáneos de Portagal, una peseta, 3j «1 pedidc*ftadfe i^ í sjiáí ej«y*)íí;sft«» 9] jv^ter bsrá lulemás el «i«y. H.0 Ool», 1M4 87,35 M3,M 103,40 CONSEJOS DE GUERRA MONTEPÍO MILITAR LA MILICIA BIOUSEUOOS IKTDfOa La Intitracoióa militar obligatoria, E£VXSTA fiüROPlCA^ 1*60 pesetas. OK P. 6BAN SNOIGLOPSDIA O •or i m^ 11., Cuestión de amores, drama en tres actos, dos pesetas. P02 m idmx, '2b. DB o m o i A a , ASTI8 T I.nBAS Diecorso conmemorativo de la fandaContiene milluret ile uüonlos 7 «MoP03 Terminada la reimpresión ¿SÍ ei&n del Ateneo Militar, nna peseta. lioe de loe principidee pablioiates d» Armamento nacional, 1'50 pesetas. • sexto 7 último tomo G« e^b ir.» •aropa j Améño». Del predominio de la idea política en Forma li abnltadoa tomos en tblla teresAnte 7 belliaima obra, swí el siglo XIX, ] '60 pesetas. jue se venden en la á.dmini«it»ción de fwtiililos al público #a vead*>, íBte Noticias biográficas del comandante peñódioo á ti9 peeetM oada i^tm-f Villamartin, dos pesetas. oomo loa auíoriores, al precio d* p)ar. La fnerza armada, 1*50 pesetas. ios pasetas en k AdmlideftrAeiox Loa sefiores soaeriptorae i Xt> Ctomtw»Pena sin culpa, drama en tree actos, pueden obtecov teda la obr» ie este Diario, Hortals£ai, I4¡i. MnjTAB dos pesetas. fot ISft La Historia literaria de Espafia, dos principal derecha. pesetas. El precio de los seis tos&o» Cervantes, poeta épico, 75 céntimos. ílàMi §1 U m. •1 de ocho pesetas en Madrid m Camoens, una peseta. poema escrito per Algunas ideas de Cervantes referenSi siempre es necesario el conocimiento de la historia, es hoy 8'75 en provinciss para los e%s tes á la literatura preceptiva, 75 céniodispensabie el de la contemporánea, v más cuando en ella se re- tritores á este periódico. I>os n<: ríDSEíoo u. asY DS FBUSIA timos. Biografía del brigadier Aparicio, dos reian hechos ignorados por la generalidad y se dan á liu por pri- lusoñtores nueve pesetas 7 9''*lli peaetas. mera ^raz documentos de importancia y gravedad. Por ellos ya no respectivamente^ Mmtr tenüMU ásl rtfimí$»É» i* Mm £1 Quijote y la clasificación de las ma un misterio pronunciamientos estériles, crisis vergonzosas, la ffiuriie* tifi&>l^. En Ultramar el eocrte de úitkm obras literarias, nna peseta. sKÍsterycia de personajes peculados; el empleo de la corropción en Bata preciosa obrita, qae coiasta Los biógrafos de Cervantes en el siiemoe sueltos 6 de toda la obra «^ b«choB civiles y militares; la guerra en AJ&ica, tan variaoa en los •1 tipo de nn real ftterU por re»! ie 82 páginas en 8.* mayor, se gfo xviii, una peseta. £1 Quijote y el Telémaco, nna peseta. mismos partes oficiales; las expediciones á Cochinchina y á Méjico; rende en la Administración d» Las reformas militares, nna peseta. las importantes Ticisitudes en Filipinas, Joló, etc.; eipnncipio del Mnuülo wte Diario al pistilo d* 75 céntiApuntes para la historia de te Üteramos para los sasoritores al mistBta militar en Espafia, en colaboración íílibosterismo en Cuba, con la historia del mando de fas autoridaLA TIBA MIIJTAB. con D. Eugenio de la Iglesia, 76 cén- des militares en la India 7 América; la conspiración que fracasé en ao, y de una peseta pkra los q«« tímcs. San Garlos de la Rápita, v la verdad de lo que ha sido la última ao lo sean. Bibliografía del centenario de D. Al- guerra civil, desfigurada oficialmente. De aquí la indiscntible imvaro de Bazán, 50 céntimos. portancia de esta obra para todo militar. Se venden estas obras en la librería de Eu obsequio de nuestros compañeros, los qne nos remitan las 66 Fernando Fe, Carrera de San Jerónimo, toa en la Administración de E L COBRXO pesetas que importan los seis volúmenes en 4.* de la Historia ConlUTAB, con el necesario aumento de temporánea^ anales desde 1848 hasta la conclusión de la ^Hma I . LOPaí G<iJRRA.»A, J. W. HAOKLANDIB. fkranqneo para provincias; ó dirigiéndo- ¡/tierra civil, por D. Antonio Pirala, cuya obra contiene mapas 7 áe al administrador de ellas, D. Juan Be vende sniaAdBiiiiiifiXAal&n Ferm&ndez, calle de las Fuentes, 9, pianos de acciones, á dos tintas, retratos de los personajes liberaGja yende «n 1» AdiiiirtrMÍ6n d* mU <• este jperíi^ico ú ^imi*^ da H rincipal, Madrid, que hará una rebaja les y carlistas, vistas, etc., recibirán un ejemplar, (si es en pro- poríódioo ti preeio de doe pMattf tn Ibe 25 por 100 á quien tome más de diea vincias flanco de porte 7 certificado), 7 UN ANO GRATIS EL CO- drid 7 proTUieiM, y de l'SO á los .lefic- I«les ejempla?; ^w^ l^i gü-nú" fgemplares. kirü % re«í«s m.4&9%^ ressosaritcNreB. RREO MILITAR. D. GENARO FIGÜSEOÍ PRUSIA Í S DE U YÍDA MILITAE