Tema 1.- España: situación geográfica. ... España como unidad geográfica. La ...

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Tema 1.- España: situación geográfica. Unidad y diversidad:
España como unidad geográfica. La posición de España en el
planeta Tierra y sus consecuencias geográficas
Introducción.La unidad al Reino de España, nombre oficial del Estado español o España, le
viene dada desde el punto de vista político y es la cristalización temporal de un
proceso histórico, y no un imperativo desde la geografía física (de los territorios
peninsulares incluye Canarias, Ceuta y Melilla y no incluye Andorra, Portugal o
Gibraltar).
Así, cuando se habla de Unidad geográfica de España se suele hacer
referencia al carácter peninsular de la mayor parte del territorio del Reino de
España Este carácter peninsular de la gran mayoría de su territorio le aporta un
carácter de bastión, de aislamiento, de unidad, que está contrarrestado por su
posición. Esta hace de puente, de encrucijada, de mezcla de influencias físicas
y humanas, lo que le da una gran diversidad natural y cultural. España, es una
unidad, un país, pero de grandes contrastes.
I.- España como unidad geográfica
I.1.- El carácter peninsular e insular. España como bastión
La Península Ibérica constituye una de las tres que en el sur de Europa, se
adentran profundamente en el Mediterráneo. De esta situación arrancan los
rasgos comunes que las tres penínsulas (Ibérica, Itálica y Balcánica) presentan.
Pero también existen unos rasgos originales que dan a la Península Ibérica una
diferente personalidad geográfica, que derivan, especialmente, de su particular
posición en el mediterráneo y de su particular configuración.
Está unida al continente europeo por el istmo de los Pirineos, una franja de tan
sólo 440 kilómetros de largo que acentúa su carácter peninsular. Los Pirineos,
una cadena montañosa que ha contribuido, tradicionalmente, al relativo
aislamiento de España respecto a Europa, al dificultar el relieve las
comunicaciones con el resto de Europa. El carácter peninsular y cuasi insular
de la península, por un lado, y la disposición del relieve (la meseta en el centro,
rodeada de los rebordes montañosos, las depresiones y las cordilleras
exteriores) facilitan el aislamiento del exterior y acentúan el carácter continental
de gran parte del territorio. Sería lo que Terán llamaba “España como bastión”
Tres características del relieve: su forma maciza su altitud media elevada, es
de 660 m, y su disposición periférica del relieve.
La forma: ya Estrabón comparó la forma del contorno peninsular con una piel
de toro extendida, debido a su forma ligeramente trapezoidal y a los amplios
óvalos que dibujan algunas de sus costas sobre todo el litoral Mediterráneo.
Esta primera comprobación respecto a la forma maciza y escasamente
recortada del contorno costero, es rica en consecuencias geográficas. En
efecto, España en su conjunto no es un país de vocación marinera, a pesar de
la proporción elevada de las costas peninsulares. En segundo lugar, la falta de
profundas entalladuras (entrantes y salientes) del contorno costero dificulta la
penetración de las brisas marinas y la propagación hacia el interior del poder
temperante del mar, cuya acción, limitada a una estrecha franja costera, queda
detenida pronto por los elevados relieves periféricos. Por eso el clima del
interior es continental (inviernos rigurosos, veranos muy calurosos y escasa
pluviometría).
La altitud media elevada: La altitud media de la península es de 660 m. Y en
Europa solamente es superada por la de Suiza que de 1300 m. Conviene tener
en cuenta que su altitud media más que por la existencia de altas cordilleras se
debe a un bloque central elevado, la Meseta, cuya altura es el elemento de
mayor peso, para tener en cuenta esta altitud media elevada. España es un
país de altiplanicies elevadas. La Meseta constituye un bloque cuadrático,
ligeramente basculada hacia el Atlántico.
Las restantes tierras peninsulares se adosan alrededor de este núcleo central,
un triángulo al nordeste formado por la planicie del Ebro, la Cordillera Pirenaica
y otro al sur formado por la llanura del Guadalquivir y las Cordilleras Béticas.
Disposición periférica del relieve peninsular:
Otro rasgo distintivo del relieve peninsular es lo que podemos llamar el cinturón
de sierras periféricas. Así por cualquier parte abordar la Meseta se necesita
salvar un desnivel fuerte, hasta alcanzar la altiplanicie castellana.
Por el norte la Cordillera Cantábrica. Por el este la Cordillera Ibérica. Si se
intenta la penetración, la cadena Costero - Castellana de alturas modestas,
pero paralela litoral, constituye un doble murallón que asila la llanura interior del
Ebro. Si se intenta el paso desde el sur nos encontramos en la costa Sistema
Penibético; y más allá, una vez atravesado el valle del Guadalquivir, es preciso
traspasar Sierra Morena para llegar a la Submeseta sur.
Las consecuencias de la existencia de este "murallón" periférico, son muy
importantes. En primer lugar, la dificultad de acceso hacia la Meseta dificulta la
penetración de las comunicaciones y el contacto del centro con la periferia,
también impide la influencia climática marítima en el centro de la península. Por
otra parte, los ríos que nace en los rebordes montañosos de la península, se
ven obligados a salvar desniveles profundos en un corto espacio, con lo que
adquieren un carácter torrencial y tienen una gran fuerza erosiva que hace que
excaven profundas gargantas. Esas características de la red fluvial han
repercutido en las comunicaciones, así se explica que no existan en España los
largos canales que en otros países de Europa facilitaron el transporte y
estimularon desde el siglo XVIII el desarrollo de regiones industriales en el
interior.
Las unidades de relieve se disponen alrededor de la meseta, por lo que
conviene estudiar los restantes elementos del relieve peninsular en función de
esa característica.
Existen unas unidades de relieve interiores, la Cordillera Central y los Montes
de Toledo que surcan la Meseta. La Cordillera Central constituye un sistema
montañoso mucho más largo y continuo que los Montes de Toledo dando lugar
a la aparición de una Meseta septentrional y otra meridional. Por otra parte, la
Meseta está rodeada en casi toda su periferia por un cinturón montañoso: los
Montes de León, la Cordillera Cantábrica, la Cordillera Ibérica y Sierra Morena,
que constituyen los rebordes montañosos de la meseta. En cambio la meseta
queda abierta, en buena parte, por el lado occidental (influencia atlántica).
Ajenas a la meseta aparecen las unidades exteriores o periféricas que
completan el borde nororiental, el meridional y gran parte del occidental, pero
dar lugar a la definitiva configuración de la península. Tres llanuras, dos de
ellas muy amplias bordean a la Meseta: la depresión del Ebro (Nordeste), del
Guadalquivir (Sur) y la del Tajo - Sado (Oeste). Dos grandes cordilleras se
sitúan en la parte nororiental (Pirineos) y la zona meridional (Cordillera Bética).
Las islas Canarias están marcadas por su origen volcánico, mientras que las
Baleares son continuaciones de conjuntos morfoestructurales de la España
peninsular.
I.2.-Territorios españoles
El nombre de España procede de Hispania, denominación que los romanos
dieron a la península. Este término tiene un origen aún más antiguo: fueron los
fenicios los que llamaron a estas tierras "i-shepham-im", que significa 'costa o
isla de conejos'. Los griegos la llamaron Iberia, que proviene del rio Iber, de ahí
lo de península ibérica.
Fue la constitución de los reinos de España y Portugal lo que provocó que la
península perdiera su antiguo nombre y adoptara el de P. Ibérica. La península
ibérica alberga los estados de España y Portugal, el principado de Andorra y el
enclave de Gibraltar.
España está formada por una parte de la península ibérica, las islas Baleares y
Canarias, las plazas africanas de Ceuta y Melilla, en total 504.782 km2, de los
cuales 492.494 están dentro de la península ibérica. Canarias 7.273 Km2.
Baleares 5.014 Km2. Ceuta, Melilla y otras posesiones africanas 32 Km2. Por
extensión es el cuarto país de Europa tras Rusia, Ucrania y Francia.
I.3.- Límites.
Tiene unos límites claros y precisos. En la península los límites son al Norte
con Francia y Andorra, al este con Portugal y al Sur con Gibraltar. Melilla y
Ceuta limitan con Marruecos. Marruecos y Argelia son los países
norteafricanos más cercanos desde la península.
Las Canarias están a algo más de 100 Kms de las costas marroquí y sahariana
occidental y a más de 1000 kms. de la península ibérica.
La España peninsular tiene 1.944 Kms. de frontera terrestre y 3.963 Kms. de
Costa. A estos habría que sumar más de 2000 Kms. de costas de las diversas
islas e islotes (Baleares 1.057 y Canarias 1.156)
II.- La posición de España en el planeta tierra y sus consecuencias
La originalidad y la singularidad geográfica de España han sido reconocidas
tradicionalmente, estableciéndose un debate entre geógrafos, historiadores,
economistas, escritores... sobre su inclusión en un continente u otro, que en el
fondo este debate refleja esa originalidad y singularidad que antes
destacábamos. Ello tiene unas causas y unas consecuencias.
Latitud y consecuencias climáticas
La Península Ibérica aparece en una latitud relativamente baja. Oscila entre
los 36° 0' (Sin Canarias) de la Isleta que está frente al núcleo de Tarifa y a los
43° 47' (del Cabo de Estaca de Bares, en un rocoso saliente de las tierras
gallegas septentrionales).
De todo ello deducimos el primer momento el carácter mediterráneo que el
clima de la península presenta. De este hecho arrancamos importantes
consecuencias geográficas.
En las llanuras litorales y pre litorales se dan unas condiciones climáticas
típicas: temperatura media anual elevada, inexistencia de un verdadero
invierno, tendencia a una escasa pluviosidad y marcada sequía veraniega. En
particular el cálido y seco verano, largo y estable, será un rasgo climático
característico de gran parte de la península.
El carácter mediterráneo se refleja inmediatamente en todos los aspectos de
están relacionados con aquel, por ejemplo se refleja en la vegetación; el
predominio de especies termófilas y xerófilas, capaces de resistir la acusada
sequía estival.
Por todo lo dicho anteriormente, se puede deducir que, si bien la península
constituye un apéndice del continente europeo, no es fácil encuadrarla, desde
el punto de vista físico desde el norte de Europa, por otro lado, también resulta
difícil encuadrar la península dentro del marco africano. La península entre
Europa y África no es lo uno ni lo otro, ni tan solo, una pura mezcla de ambos.
Se trata de uno de los más claros ejemplos de la peculiaridad del mundo
mediterráneo.
La posición de la península ibérica: la longitud
La Península Ibérica ocupa, en la zona latitudinal que corresponde al
mediterráneo, una singular posición. No está en el centro del "Mare Nostrum",
ni profundamente adentrada en aquel, como en el caso de la Península
Balcánica. La península se sitúa en un extremo del Mediterráneo, donde sus
aguas enlazan con las del océano Atlántico. La península aparece como algo
periférico y marginal al alargado mar, lejos de su centro en un apartado limite.
Con esta disposición la península se dibuja como un país occidental.
De esta manera, la península queda flanqueada por dos mares (mediterráneo
al este y sur y Atlántico al sur, norte y oeste). Esta posición singular, en el límite
suroccidental, da a la península unas características especiales, con una
mezcla de influencias mediterráneas y atlánticas.
El cabo de Roca en las tierras portuguesas queda exactamente a 9° 29' de
longitud oeste. Casi tan occidental como la costa oeste de Irlanda que no
alcanza los 11° y rebajando ampliamente todas las tierras continentales de
Europa; que en la Bretaña francesa no llegan a los 5°.El cabo Touriñán (La
Coruña) a 9º17’W. El extremo más oriental es el Cap de Creus (Girona) a 3º19’
La península ibérica por tanto constituye la más meridional de las tierras
atlánticas europeas y la más occidental de las tres penínsulas mediterráneas
II.1.- La posición o situación de encrucijada. El Puente
Como hemos visto la Península está situada entre el dominio templado y
cálido, y entre las influencias atlánticas y mediterráneas, aunque disfruta de las
dos, es la segunda su característica más importante. España es la península
europea más meridional y la más occidental, además se encuentra entre dos
mares (mediterráneo y atlántico) y la más próxima al continente africano.
Todo ello la sitúa a medio camino entre África, Asia, América y Europa, es
decir, en una situación de encrucijada. Es, precisamente, su posición de
encrucijada entre continentes, que tiene un origen histórico, lo que ha
contribuido a ser considerada crisol de diversas culturas. Por otro lado, la
posición de transición entre varios continentes o zonas geográficas le confiere
una gran diversidad interior que hace que España sea un país de contrastes.
La situación y la posición de la península ibérica la han convertido en un lugar
de encuentro. Desde el punto de vista natural, nos llegan influencias climáticas
del atlántico, del mediterráneo, de Europa y de África. En España se dan
también especies de flora y fauna característica de Europa y África. Pero ese
carácter de encrucijada se radicaliza desde el punto de vista humano.
Históricamente la península ha sido tierra de paso, de llegada y de acogida de
muchas civilizaciones y lo sigue siendo en la actualidad para los inmigrantes
africanos y americanos. A partir del S. XVI La península será una de las
plataformas ideales para las comunicaciones con el nuevo mundo y las
expediciones marítimas hacia África central y del sur. La vinculación de las
Islas Canarias, Madeira y Azores a las potencias ibéricas acentuaron esta
situación de trampolín.
En la actualidad las corrientes migratorias Sur-Norte tienen, además de lugar
de destino, en nuestras tierras un lugar de paso privilegiado y de nuestra
importancia geoestratégica dan cuenta también las bases militares de Morón y
Rota que permiten al gigante USA una magnifica plataforma para el control del
Mediterráneo y Oriente próximo.
II.2.- Consecuencias: Posición geoestratégica
De la situación y posición geográfica de España se deriva un posicionamiento
geoestratégico de primer orden. España ha hecho, sigue haciendo y
posiblemente hará de puente entre Europa, África y América. Esta posición
geoestratégica envidiable se fundamenta además de en la posición y la
situación, en factores humanos. Por otra parte, el estrecho de Gibraltar y los
puertos españoles posibilitan una posición especial para el tráfico de personas
y mercancías. Por su posición ha sido un lugar de encuentro de elementos
físicos y humanos.
Ventajas e inconvenientes de la posición de España.-
Acceso a dos mares de gran importancia a lo largo de la historia, pero ocupa
una posición periférica en el continente europeo.
Determinismo geográfico.- El hecho que España se encuentre entre dos mares,
el Atlántico y el Mediterráneo y entre dos continentes, África y Europa; ha
condicionado también su Historia.
-De esta forma, España se ha convertido en lugar de asentamiento de pueblos
de diversa procedencia, siendo poblada desde la Prehistoria (el ser humano
más antiguo conocido en Europa, el Homo antecessor, se ha encontrado en el
yacimiento de Atapuerca, Burgos); hasta la Antigüedad, siendo colonizada por
fenicios, griegos, cartagineses y romanos; en la Edad Media, los visigodos
llegaron desde el Sur de Francia y ocuparon la Península convirtiéndola en su
reino. Más tarde, desde el Norte de África, los árabes y beréberes, derrotaron a
Don Rodrigo en la batalla de la Janda, extendiendo su presencia en la
península durante 800 años.
-En la Edad Moderna, la tradición marinera, el deseo de riquezas, la búsqueda
de una ruta alternativa para llegar a las Indias; un Estado fuerte y moderno,
fundado por los Reyes Católicos, al acabar la Reconquista, constituyen, entre
otros, los factores por los que España fue la pionera en los descubrimientos
geográficos junto a los portugueses, llegando al descubrimiento del Nuevo
Mundo. Posteriormente, la forja de un Imperio, el de Felipe II, en cuyos
dominios “nunca se ponía el Sol”, llevó al apogeo de la Monarquía Hispánica,
con fuerte presencia en Europa y en América.
-Más tarde, llegó una larga decadencia, pero España nunca ha perdido su valor
geoestratégico (importancia en el plano político, militar, pero también
económico), precisamente por su posición y lazos históricos por un lado en el
Sur, en el Magreb y los países árabes; en el Norte, pues España siempre ha
tenido un peso en la historia y la cultura europea; en el Oeste, los países de
América latina, países con los que compartimos lazos culturales, políticos,
económicos, que tienen su repercusión, por un lado, en la consideración que se
ha tenido de España en el exterior, unido a que estas relaciones le han
convertido en una potencia que tiene proyección mundial, por razones
diversas, tanto desde una perspectiva histórica como en el momento actual,
España es un País que tuvo y mantiene un considerable peso geoestratégico
en el escenario mundial.
II.3.- Consecuencias: España País de contrastes
Pero la gran consecuencia de esta posición es la diversidad natural y humana
existente en España, que es a su vez su gran originalidad y singularidad.
España país de contrastes. El hecho de que esté formado por diversas
unidades; península e islas, que sea tan extensa y que esté situado entre dos
mares, dos continentes, perteneciendo a Europa, del que lo separa una barrera
tan fuerte, al menos antes, como los Pirineos y muy cerca de África, que sea
una encrucijada de distintas influencias convierten a España en un país original
y singular por su diversidad. En el siglo XIX el geógrafo francés E. Reclus dijo
que España era un continente en miniatura.
Contrastes naturales.Litológicos.- En España existen tres tipos de materiales; silíceos, calizos y
arcillosos, con características y morfologías distintas.
http://www.eweb.unex.es/eweb/botanica/FV 1
Geomorfológicos.- Existen distintos tipos de relieve, como pueden ser los
macizos antiguos o jóvenes, las mesetas o las depresiones...La diversidad en
el modelado también es grande; modelado granítico, cárstico, volcánico, dunar,
litoral...
Climáticos.- Como resultado de la confluencia de masas de aire de diverso
origen. Esto le da una configuración climática especial, caracterizada por un
clima oceánico, de abundantes precipitaciones que componen la España
húmeda (Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco), con precipitaciones
superiores al umbral de los 800 mm anuales. En contraste con la España
húmeda, la España seca se localiza en la franja litoral mediterránea, al Este y
al Sur de la Península, y en el interior peninsular, constituyendo el clima
mediterráneo, que adquiere rasgos de clima mediterráneo continentalizado
conforme avanzamos al interior peninsular. De la misma forma, en Canarias, se
da, por su posición geográfica, a un clima subtropical.
El clima de la península se puede concebir como una "lucha" casi continua
entre las influencias atlánticas y mediterráneas; es decir entre el influjo de las
depresiones y vientos húmedos que proceden del océano y de la tendencia a la
estabilidad característica del mediterráneo. La influencia atlántica equivale a
una mayor pluviosidad (lluvias) y a una mayor inestabilidad atmosférica. La
influencia mediterránea representa la tendencia hacia la sequía. En conjunto, y
expresado en cifras medias, la ventaja en buena parte de la península es para
las influencias mediterráneas con un tiempo seco, cálido y estable en concreto
a lo largo del periodo estival. Estos hechos climáticos tienen una clara
plasmación en la vegetación natural. Una especie que puede simbolizar con
bastante precisión el flujo mediterráneo es la encina, que puede adaptarse a un
verano relativamente cálido y seco; su area de expansión cubre buena parte de
la Península Ibérica. Por el contrario, las especies que podemos llamar
atlánticas son claramente higrófilas/hidrófilas, exigiendo una pluviosidad
relativamente elevada a los largo de todo el año, en ocasiones una humedad
mantenida también permanentemente y, por ello, una reducción o inexistencia
del característico verano mediterráneo. Podría simbolizar estas tendencias el
roble y el haya.
Esta variedad geográfica también se puede simbolizar a través de la influencia
de las tierras nórdicas y meridionales, o sea de los continentes europeo y
africano. Este influjo tiene su reflejo en los aspectos térmicos del clima. Europa
representaría en este sentido para la península la tendencia a las bajas
temperaturas: invierno con régimen anticiclónico y con la penetración de aire
frío, pesado, estable y con la irrupción de los vientos duros y helados del norte.
África en cambio, representaría la tendencia a las altas temperaturas cuando
soplan los vientos cálidos meridionales se concreta bien dicha tendencia.
Podríamos escoger dos plantas que representan estas influencias de las
condiciones climáticas de Europa y África en su península. Por un lado el Abeto
blanco simbolizaría la vegetación que requiere un largo invierno. Por otro lado
una palmácea, el palmito, constituiría un buen ejemplo de las plantas que
requieren un clima cálido con inexistencia de un verdadero invierno
Biogeográficos.- El clima condiciona que se dé una vegetación también
contrastada: por un lado, en la España Atlántica, siempre verde; que se
encuentra en Galicia y en la cornisa Cantábrica, se extiende una vegetación
caracterizada por bosques caducifolios (robles y hayas) y en la costa por las
landas (matorral espinoso) y prados naturales. En la España seca,
encontramos los bosques perennifolios de encinas y alcornoques, con matorral
en zonas degradadas por la acción antrópica. De igual forma, cuanto más al
sur y al este, más árido se vuelve el clima, encontrando una vegetación
xerofítica, adaptada a una prolongada sequía con especies como el palmito,
especialmente en el Sudeste peninsular (Almería, Murcia). También peculiar es
la vegetación endémica de la laurisilva en las islas Canarias.
http://www.ign.es/espmap/mapas_clima_bac 1
Hídricos.- Cuecas hidrográficas distintas en el norte y en el sur, en el oeste o
en el este
Contrastes humanos.-
Numerosos son los contrastes humanos, desde el punto vista agrario podemos
establecer las diferencias entre secano y regadío, campos abiertos o campos
cerrados, agricultura atlántica o mediterránea. Zonas muy industriales y otras
sin sector secundario. Igual cabe decir del turismo. Desde el punto de vista de
los asentimientos los contrastes los podemos establecer entre el mundo urbano
y rural o desde el punto de vista económico, la España del norte y este contra
la españa del sur y oeste, o la del interior y la periferia.
Uno de los contrastes humanos existentes en la península se vincula a los
desequilibrios regionales. España no es un país en el que se haya
desarrollado uniformemente sus regiones. La especialización territorial de
algunas actividades y las crisis de ciertos sectores han marcado profundas
diferencias entre provincias y autonomías.
La renta nacional tiene los mismos desequilibrios. La provincia con una renta
mayor es Baleares, fruto del turismo, y está muy por encima de provincias
como Lugo, Cáceres o Zamora. La franja oeste y sur de España tiene una renta
per cápita muy inferior a la de Madrid, Cataluña, Levante o Baleares. Regiones
como Asturias o el País Vasco, que tradicionalmente fueron de las de mayor
renta, han perdido posiciones, aunque siguen por encima de la media. Esta
diferencia se debe a muchos factores, entre los que destacan las políticas de
desarrollo de estas regiones y su mayor cercanía a los mercados europeos. En
el centro de la península sólo Madrid constituye un punto más desarrollado. Los
desequilibrios regionales internos también son muy importantes. Estos
desequilibrios regionales económicos se unen a los desequilibrios políticos,
lingüísticos, de tradiciones e históricos regionales creando el problema político
más importante de la historia contemporánea española: La estructura de
España. Acontecimientos tan actuales como los de Cataluña o el País Vasco
nos muestran como esta riqueza cultural y natural que es la diversidad
española, también puede ser origen de grandes problemas, como los creados
entre los nacionalismos español y los periféricos.
El proceso de organización político-administrativa de España.
Antecedentes.
Tras la guerra de sucesión, con la victoria de la alternativa defendida por
Francia, desde 1714 se va conformando un estado unitario fuertemente
centralizado. Estado que sobrepasaba con mucho lo que hoy conocemos con
el reino de España, pues hemos de recordar que España estaba compuesta
por territorios en todos los continentes y que hasta época bien reciente
formaban parte del estado español países como Guinea Ecuatorial o Sahara
occidental.
En el año 1833, y perdida la mayor parte de las colonias, la España peninsular
y los dos archipiélagos son dotadas de una estructura provincial, a semejanza
de los departamentos-prefectura francesa e imbuidas del mismo jacobinismo
centralista administrativo. Con algunos vaivenes (especialmente durante las
dos repúblicas) ese entramado se mantuvo hasta el fin de la dictadura
franquista.
Las Comunidades autónomas.
La división territorial de España en unidades menores con características
económicas, culturales, etc…. existe desde la Antigüedad. Un largo proceso
histórico ha cimentado nuestra división política- administrativa en
Comunidades Autónomas.
Como respuesta a los deseos manifestados históricamente en algunos
territorios del estado español se implanta a partir de la constitución de 1978 el
estado autonómico. La autonomía reconoce un autogobierno limitado.. con el
objetivo de:

Responder al deseo de autogobierno de muchas regiones que quieren
recuperar viejos derechos
 Modernizar las estructuras del Estado
 Dar estabilidad a la organización político-administrativa para emprender
políticas de desarrollo regional
 Adecuar las realidades económicas, sociales, culturales,……con su
marco territorial.
El artículo 2 de la Constitución establecía varias vías para acceder a las
autonomías:
1. vía rápida para las regiones históricas ( Cataluña, P. Vasco y
Galicia)
2. vía del 151, utilizada por Andalucía1
3. vía del 143 “vía lenta” que seguirían el resto de las regiones.
Las CC.AA. asumen una serie de competencias que recogen de la
Administración Central del Estado o de las Administraciones Locales. Sus
órganos de poder (con diversos nombres) tienen un Consejo de Gobierno y un
Parlamento. Sirve también de demarcación para la administración de Justicia
(Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad AutónomaEn la primera década
del S XXI se inician varios procesos de actualización de varios estatutos de
Autonomía, siguiendo el ejemplo de Cataluña. Cuyo estatuto ha dado lugar a
un importante encontronazo entre lo aprobado en referéndum por el pueblo
Catalán y la sentencia del Tribunal Constitucional. Es un ejemplo de la tensión
que históricamente ha sido una constante en la conformación de la unidad del
estado español.
Las provincias ejercen un triple papel. 1) Como subdivisiones administrativas
del Estado y las comunidades autónomas con sus respectivas delegaciones de
ministerios y consejerías. 2) Como agrupación de municipios en las
Diputaciones provinciales.
En las islas existen otras subdivisiones como los cabildos (Canarias) y
Concejos (Baleares) insulares.
). La conformación de las mismas se previó a “dos velocidades” la rápida para las llamadas
históricas (Cataluña, País Vasco y Galicia” y el resto por la vía “lenta” (art. 143 CE). Andalucía
se salió del guión y a través del referéndum del 28 de F de 1980 optó por la vía rápida, lo que
aceleró la configuración del mapa autonómico general. Hay 17 Comunidades Autónomas y dos
ciudades autónomas (Ceuta y Melilla).
1
Otras figuras de división territorial. Según las comunidades autónomas la
función de los organismos es distinta (por Ej. las diputaciones vascas ,forales,
con importantes competencias fiscales y de actuación) o existen otros distintos
como las comarcas y veguerías catalanas que difícilmente conviven con la
estructura provincial, o las peculiares “parroquias” de Asturias y Galicia.
En determinados terrenos de la administración pública estatal las divisiones
administrativas no coinciden con las comunidades autónomas. Ejemplos:
Confederaciones hidrográficas, regiones militares.
El poder local.
El tercer gran escalón de la división administrativa son los municipios. De los
que hay más de 8000 en España. Con unas grandes disimetrías, desde dos
con más del millón de habitantes a muchos con unas pocas decenas de
empadronados, e incluso otros que desaparecen por falta de personal.
Las diputaciones provinciales agrupan a los municipios y sus mandatarios son
elegidos de manera indirecta a partir de los electos municipales y tienen
algunas competencias, no muchas, para dinamizar la situación de los
municipios, especialmente los más pequeños.
Junto a este organigrama aparecen nuevas figuras como consorcios,
organismos de áreas metropolitanas, que intentan dar respuesta a las nuevas
realidades urbanas y a la complejidad de servicios a que tienen que atender los
municipios y que necesitan formas de asociación muy variadas.
Conclusiones.Por su forma y posición España presenta factores que tiende a la unidad, al
aislamiento, al bastión, a la fortaleza y otras que la empujan a características
completamente contrarias como la función de puente, de encrucijada entre
diversos mundos y ser lugar de acogida de diversas influencias y elementos
naturales y humanos. Por ello dentro de su unidad España tiene una gran
diversidad. La frase de España es un país de contrastes resume este tema.
Dos problemas actuales están relacionados con la situación geográfica
española. Por un lado, la crisis mundial actual ha afectado de forma
significativa a España como miembro del modelo de desarrollo mediterráneo,
periférico al centro europeo. Así España, junto a Portugal, Grecia, Italia e
Irlanda están sufriendo más los rigores de la crisis de la UE. Por otra parte, esa
diversidad mencionada ha hecho que se desarrolle a lo largo de la historia un
modelo de organización política que ha llevado a enfrentar en los dos últimos
siglos al nacionalismo español con los periféricos. Casos actuales como las
recientes noticias de Cataluña o País Vasco hay que verlos desde esa
perspectiva.
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