1.1. RESISTENCIA AL CAMBIO Toda actividad que implica replanteamiento y modificación de actitudes se refiere, en realidad, al hecho de afrontar el cambio. De esta manera de pensar y actuar, basada en determinadas informaciones y percepciones de la realidad, se pasa a otra manera distinta de pensar y actuar. Este cambio se apoya en informaciones y percepciones de la realidad diferentes. Los cambios implican un reconocimiento respecto a la incompetencia de las acciones realizadas y los planteamientos defendidos antes del cambio. DETECTAR LA RESISTENCIA AL CAMBIO Algunas de estas resistencias se manifiestan de forma de: • Metas Imposibles. La persona se impone objetivos inalcanzables e insiste en ellos. Por ejemplo, alguien que decide cambiar radicalmente su orientación profesional hacia una actividad para la que no está cualificada y para la que le costaría excesivo tiempo y dinero prepararse mínimamente. • Insistencias. Realizan una actividad insistentemente a pesar de que no le lleva a ninguna parte. Por ejemplo, esas personas que están continuamente realizando cursos y no han terminado uno cuando ya tienen el siguiente en mente. • Rechazos. No puede aceptar alguna limitación que realmente tiene para acceder a un determinado empleo. Por ejemplo, una mujer con minusvalía física que no le permite permanecer de pies mucho tiempo pero que quiere trabajar como cocinera. • Argumentaciones racionales. Tienen una sorprendente y extraordinaria capacidad para elaborar argumentaciones perfectamente lógicas y difíciles de rebatir que justifican situaciones de autentica pasividad. Por ejemplo, quienes se acogen al hecho de que nunca les han contestado a las autocandidaturas, para no enviar ninguna. • Pudor. Les da “corte” solicitar un puesto de trabajo. No realizan actividades de búsqueda activa y directa porque les da vergüenza. • Subordinaciones. Manifiestan comportamientos dependientes de figuras “protectoras” (padres, madres, maridos, esposas), para no tomar sus propias decisiones y actuar autónomamente. También se puede dar el caso de que utilicen una dependencia de estas personas hacia ellas mismas, como los hijos e hijas que tienen a su cargo a padres o madres dependientes. • No asumir responsabilidades. Esperan que todo se lo den solucionado. Si no hacen nada, ya habrá alguien que les solucione la papeleta. Prefieren que las decisiones las tomen otros. Es un comportamiento fácilmente detectable por el personal técnico que les atiende, porque siempre esperarán que las decisiones las tome dicho personal. • Insastifaciones de la persona consigo misma. Se trata de proyecciones de la propia insatisfacción que tiene la persona consigo misma. Parece como si nadie supiera o nadie quisiera realmente ayudarla en su incorporación a la búsqueda de empleo. Despotrica de • organismos, instituciones y personas que le atienden. Aunque se muestra como autosuficiente, habitualmente esto no suele ser así. Posponer actividades. Aunque pueden, nunca encuentran el momento de realizar las actividades. Siempre hay algún motivo para postergarla. Las argumentaciones acostumbran a ser ridículas, pero son presentadas como insalvables: “Es que ahora estoy yendo a Yoga y no me deja tiempo para nada” 1.2. MECANISMOS QUE PROVOCAN RESISTENCIA AL CAMBIO. • • • • • Ansiedad ante lo desconocido. Hay muchas personas que prefieren quedarse con lo que conocen, antes de correr el riesgo de conocer algo (o a alguien) que puede no serles favorable. El conocido refrán “más vale malo conocido que bueno por conocer” lo ilustra muy claramente Inercia. Los hábitos son rutinas que presionan a seguir actuando en las formas acostumbradas. Las innovaciones requieren del esfuerzo de luchar contra la corriente. Ideología. Las ideologías son sistemas de pensamientos y opinión que funcionan como casilleros que dan seguridad. En cada casillero se pueden encontrar “respuestas prefabricadas” para muchas cuestiones. Las organizaciones mismas. Toda institución comprende reglamentos, normas, tradiciones. Lo que se conoce como “orden establecido”. Aunque toleran el cambio, no simpatizan mucho con él. La autoimagen. Las personas tienen de sí mismas una autoimagen, que no es otra cosa que una construcción psíquica, fruto de larga elaboración. La mayoría de los cambios implican cuestionar y, en ocasiones, destruir dicha imagen. Como mal menor, los cambios implican una crítica sobre lo que se vivía y hacia antes. Estas resistencias chantajean cualquier proceso que las personas quieran emprender. Como en tantas otras situaciones del proceso de orientación, el personal técnico se ve en la necesidad de combinar cuidadosamente una discreta presión hacia el cambio con el respeto a la libertad de las personas para escogerlo. Es obligado conocer aquellas actitudes y comportamientos que actúan facilitando del cambio con el respeto a la libertad de las personas para escogerlo. Es obligado conocer aquellas actitudes y comportamientos que actúan facilitando del cambio. 1.3. FACILITADORES DEL CAMBIO • Intensa interacción en un clima de confianza y de apertura. Aunque el técnico o la técnica no pueden convertirse en “amigos” de las personas atendidas, sí hay que propiciar un clima de confianza y cercanía. • Gran tolerancia a la disparidad de enfoques y opiniones. En la intervención individual hay que prestar mucha atención a las diferencias de opiniones que el personal técnico puede mantener con las personas usuarias, respetando en todo momento las opiniones individuales. Cuando la intervención es grupal, el técnico o la técnica que actúe moderando, debe vigilar cuidadosamente que se respeten todos los enfoques. • Tolerancia a los fallos, basada en el método “ensayo-error”. Respeto al derecho a equivocarse. De los errores siempre se puede aprender. • Minimización de la angustia que nace de los desniveles de status Ninguna persona debe sentirse inferior a otra, ni por edad, ni por experiencia, formación, situación económica, etcétera. • Retroinformación descriptiva y no evaluativo, referida a conductas modificables y no a “fatalidades” Las devoluciones deben apoyarse en argumentos racionales, nunca poniendo “nota” o desde el punto de vista del que “sabe” hacia el que “está aprendiendo”. TTEEM CA DEE A AC AM CTTIITTU MA MB A 22.. C BIIO OD UD DEESS.. La experiencia prolongada de trabajo con demandantes de empleo en procesos de orientación ha puesto de manifiesto la existencia de factores internos de la persona que dificultan su inserción en el mercado de trabajo. La consecución de un empleo tiene que ver, por supuesto, con factores externos: la situación económica y política, el tejido industrial, el mercado de trabajo, el sistema productivo, la confianza en la inversión, el empresariado. Pero, al mismo tiempo, existen una serie de factores internos que mejoran las posibilidades de inserción de las personas desempleadas. • • • • • El autoconcepto personal y profesional hacia el desempeño laboral. Modelo atribucional (locus de control) Importancia del trabajo en su escala de valores. Nivel de disponibilidad Estilo de afrontamiento esforzado y constante. Existe un perfil de demandantes que tienen especiales dificultades para su inserción laboral debido a barreras que han asumido o desarrollado y que muestran: • Desánimo en la búsqueda de empleo. • Falta de confianza en sus posibilidades • Trabas en la toma de decisiones y en la búsqueda de soluciones a su situación de desempleo. Este es un perfil que aparece especialmente en colectivos donde las dificultades para acceder al mercado de trabajo incrementan, como es el caso de las personas desempleadas de larga duración mayores de 45 años. La intervención que se realice con estos colectivos debe estar orientada a generar la posibilidad de que ciertas actitudes, que funcionan como freno para la ocupabilidad, pueden ser modificadas permitiendo, así aumentar dicha ocupabilidad. Por ejemplo, una persona desempleada, que lleva mucho tiempo sin encontrar un empleo y que admite que tiene un problema: “no tener trabajo”, pero su percepción general es que esa situación no tiene que ver tanto con ella misma, como con factores externos, como la crisis, el empresariado, la política de gobierno...estas atribuciones causales externas le liberan de responsabilidad, pero, también, le alejan de las posibles soluciones para mejorar su situación. Por lo tanto, la intervención que se realice con esta persona, deberá utilizar una metodología que utilice todos los recursos técnicos hacia el cambio y que se oriente en torno a las soluciones y no a los problemas. Son diversos los factores psicosociales sobre los que hay que intervenir para incrementar la posibilidad de inserción laboral de las personas desempleadas de larga duración. 2.1. METODOLOGIA DE INTERVENCION PSICOSOCIAL ORIENTADA AL CAMBIO DE ACTITUDES. La intervención psicosocial con personas desempleadas que muestran dificultades o barreras de tipo personal para el acceso al empleo requiere: • • • • La utilización de una metodología orientada, además de la motivación, hacia el cambio de actitudes. Un enfoque centrado en soluciones, logros y excepciones en lugar de un enfoque centrado en problemas. La atención a las construcciones de la realidad personal y social sobre el empleo, el desempleo, el trabajo y la formación que las personas demandantes poseen El mantenimiento de una postura de “ignorancia” deliberada por parte del técnico o técnica que permita poner al descubierto los recursos que estas personas requieren, habilidades que poseen y que se encuentran ocultas. Pasar de una función “orientadora” o “educativa” a una función facilitadota. TTEEM QU CA DEE A AC UEE FFA AC AM CTTIITTU MA CIILLIITTA MB A 33..TTEEC BIIO CN NIIC OD UD DEESS.. CA AN ASS Q N EELL C 3.1. FOCALIZACIÓN DE NARRACIONES. Objetivo: Intervenir en el nivel específico, es decir, sobre el empleo, el desempleo, el trabajo y la formación. Mecánica: El personal técnico que tutorice la acción debe estar atento a las narraciones que la persona desempleada relate sobre su situación de desempleo, sobre el empleo y sobre el trabajo en general, sobre la formación y sobre la inserción en el mercado de trabajo, para discriminar el nivel general(el relacionado con atribuciones causales, disponibilidad, autoimagen personal, estilo de afrontamiento no relativo a temáticas de empleo, desempleo y trabajo), del nivel especifico( el relacionado con los mismos aspectos pero, en este caso, relativos al empleo , desempleo y trabajo) para centrarse en este último nivel. 3.2. IDENTIFICAR EL TIPO DE RELATO. Objetivo: Localizar relatos alternativos que permitan centrarse en las posibles soluciones. Mecánica: Discriminación entre Relatos cerrados: Que no permitan conclusiones distintas a las establecidas en ellos, la persona los utiliza de forma concurrente y reiterativa, son invalidentes, se alimentan de si mismo y se centran en problemas. “A mis 46 años ya no tengo ninguna posibilidad de que me contraten. Todo lo que he intentado no ha servido de nada. ¿Quién me va a dar una oportunidad con la de jóvenes que hay, con más preparación que yo y que aceptan cualquier salario? Lo único que me queda es esperar a que me concedan una paga social o a que el Estado me dé trabajo”: Relatos alternativos: Abiertos, flexibles, validantes, giran alrededor de logros, no son relatos idílicos pero se centran en posible soluciones. “pensaba que mi edad era un problema, todo el mundo parece preferir a la gente joven, pero decidí que si me veían y podía hablar con ellos, tendría más posibilidades. Ahora entrego los curriculums en persona, sigo sin conseguir un empleo, pero siento que tengo más oportunidades”: 3.3. DIFUMINAR NARRACIONES CERRADAS. Objetivo: Restar protagonismo a las narraciones cerradas para que el trabajo no se centre en problemas. Mecánica: Se pueden determinar dos estrategias de intervención para difuminar este tipo de relatos. Se trata de desviar la atención sobre ellos: 1. Hacerles vacío. No dedicarles atención, ni tiempo. La idea es que los planteamientos poco exitosos no interesan. 2. Relativizarlos. Quitarles peso e importancia, sin llegar a cuestionarlos o discutirlos(“¿seguro que eso que dices es así”?) 3.4. CONFRONTAR Objetivo: Minimizar el relato cerrado y amplificar el relato centrado en soluciones. Mecánica: Supone poner en duda, señalar las incongruencias sobre determinadas Creencias que la persona desempleada manifiesta. Hay que tener cuidado de no utilizar esta fórmula de intervención en acciones grupales, porque la persona puede sentirse cuestionada ante el grupo y el resultado podría ser el contrario al deseado. Así que se trata de una fórmula a utilizar, preferentemente, en entrevistas individuales. La mecánica seria la siguiente: • Clarificar los relatos, procurando la máxima corrección. Demandante.-Entregar curriculums es horrible. Técnico/a.-¿Qué quieres decir con eso de que es horrible? D.- Pues eso, que es una lata. T.-¿Por qué dices que es una lata? D.-Pues porque resulta un corte. T.-Explícame qué es lo que te da corte. D.-Pues no sé, que me vean buscando empleo, parecer un pedigüeño..... Se ha llegado a algo con lo que se puede trabajar: sentir vergüenza, desde conceptos con los que no se podía:”una lata”, “horrible”.