RESEÑA DE NOVEDADES JURÍDICAS RESERESEÑA DE NOVEDADES JURÍDICAS Nº 8/2012 JAVIER MOLINA VEGA, SOCIO Mª DEL MAR CASTELLANOS ESPÍ, ASOCIADA ÍNDICE A) NOVEDADES LEGISLATIVAS B) NOVEDADES JURISPRUDENCIALES 1. TRABAJADOR ESPECIALMENTE SENSIBLE 2. DAÑOS Y PERJUICIOS 3. RECARGO DE PRESTACIONES C) NOVEDADES DOCTRINALES A) NOVEDADES LEGISLATIVAS 1. Diario Oficial de la Unión Europea. Directiva 2012/18/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 4 de julio de 2012, relativa al control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas y por la que se modifica y ulteriormente deroga la Directiva 96/82/CE. Establece normas para la prevención de accidentes graves que podrían resultar de determinadas actividades industriales donde se empleen sustancias peligrosas, así como para la limitación de sus consecuencias en la salud humana y el medio ambiente con el objeto de garantizar de forma coherente y eficaz un nivel elevado de protección en toda la Unión. La Directiva entrará en vigor a los veinte días de su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea. 2. Boletín Oficial del Estado, publicado el 21 de junio de 2012. Resolución de 16 de julio de 2012, de la Secretaría de Estado de la Seguridad Social, por la que se encomienda al Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo el desarrollo, durante el año 2012, de determinadas actividades de prevención correspondientes al ámbito de la Seguridad Social. Entre dichas actividades de prevención cabe destacar, la asistencia del INSH a las empresas de menos de diez trabajadores, en las que reviste especial dificultad desarrollar las obligaciones que les corresponden en materia de prevención de riesgos laborales, por la complejidad que éstas entrañan y por las carencias que las empresas presentan debido a su menores infraestructuras y medios. Página 2 de 11 3. La prevención de riesgos laborales en la Negociación Colectiva. Estudio comparado de los años 2000-2010. Publicación del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Elaborado por Lourdes Meléndez Morillo-Velarde, Ana Isabel Pérez Campos, Carolina San Martín Mazzucconi, Profesoras titulares de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Universidad Rey Juan Carlos. El estudio aborda el tratamiento de la prevención de riesgos laborales en la negociación colectiva en la última década. Concretamente se analiza el periodo 2000-2010 valorando cómo a través de los agentes sociales se adecua la normativa general a las necesidades específicas del ámbito del convenio, así como su actualización según la vigencia del mismo, identificando mejoras que pueden asumirse a través de esta vía para mejor garantía en la protección de los trabajadores. Página 3 de 11 B) NOVEDADES JURISPRUDENCIALES 1. TRABAJADOR ESPECIALMENTE SENSIBLE 1.1 Adscripción a un puesto compatible con el estado de salud. Exigencias extraordinarias establecidas en el Convenio Colectivo. La Sentencia de la Sala Social del Tribunal Superior de Justicia de Galicia de 30 de julio de 2012 trata el derecho de un trabajador a ser adscrito temporalmente a un puesto de trabajo compatible con su estado de salud, mencionando los requisitos legales necesarios. El art. 7.4.b.1 del IV convenio para el personal de la Xunta de Galicia exige que para la adscripción temporal a otro puesto de trabajo por motivos de salud el trabajador cuente con: a) un informe de un facultativo del Sistema Nacional de Salud respecto a su estado patológico y relación causa efecto con el puesto, b) ratificación del informe por el médico de empresa de la Xunta de Galicia, y c) informe favorable de la Comisión Paritaria. En este caso el médico de empresa no ha ratificado el informe del actor, ni la Comisión Paritaria ha emitido informe. El TSJ de Galicia analiza la legalidad de dichas exigencias convencionales concluyendo que ”tal como tenemos declarado en sentencia de 15-4-2004, se ha de partir de la base –incuestionable para la Sala- de que los requisitos de la adscripción por motivos de salud consistentes en la ratificación del Médico de Empresa y el informe favorable de la Comisión Paritaria, no podrían en ningún caso entenderse beneficiados con inmunidad frente a su posible fiscalización judicial, puesto que el ejercicio de un derecho - y menos el fundamental derecho a la salud: artículo 43.1 de la Constitución Española - no puede quedar al injustificado arbitrio de un tercero, incluso aunque así se haya pactado en convenio colectivo; y ello es cierto hasta el punto de que sobre el propio poder de dirección del empresario mantenía antigua jurisprudencia que la citada potestad "no puede entenderse como una facultad arbitraria y omnímoda, sino que se encuentra sometido a determinadas limitaciones, debiendo utilizarse con el máximo respeto a los derechos del trabajador y a su dignidad humana y sin perjuicio para él, o con la Página 4 de 11 compensación adecuada cuando el ejercicio de tal potestad resulte inevitable, y sin que pueda exceder de lo que las normas legales y los principios generales inspiradores del derecho de trabajo. Y si al empresario se ha de controlar jurisdiccionalmente el regular ejercicio de su poder de dirección, con mayor motivo ha de hacerse respecto de facultades decisorias delegadas directa o indirectamente- en concretas personas u órganos. (…) con mayor motivo, ha de mantenerse esta conclusión si se tiene en cuenta que en la convivencia normativa entre la Ley y el convenio, éste ha de respetar las normas de derecho necesario, por prevalencia del principio de legalidad, puesto que el derecho constitucional a la negociación colectiva únicamente puede ser ejercitado con "respeto a las leyes». En concreto, el artículo 25.1 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales dispone que "el empresario garantizará de manera específica la protección de los trabajadores que, por sus propias características personales o estado biológico conocido, incluidos aquellos que tengan reconocida la situación de discapacidad física, psíquica o sensorial, sean especialmente sensibles a los riesgos derivados del trabajo. [...] Los trabajadores no serán empleados en aquellos puestos de trabajo en los que, a causa de sus características personales, estado biológico o por su discapacidad física, psíquica o sensorial debidamente reconocida, puedan ellos [...] ponerse en situación de peligro o, en general, cuando se encuentren manifiestamente en estados o situaciones transitorias que no respondan a las exigencias psicofísicas de los respectivos puestos de trabajo". En consecuencia, el derecho del trabajador a ser adscrito temporalmente a un puesto de trabajo compatible con su salud dependerá, única y exclusivamente, de la relación de causa-efecto entre el proceso patológico y el puesto desempeñado, de manera que el criterio contrario a la adscripción temporal mantenido por el Médico o la Comisión sólo puede confirmarse judicialmente cuando se manifieste razonable. 2. DAÑOS Y PERJUICIOS 2.1 Inclusión de los daños morales en las tablas de valoración La Sentencia de la Sala Social del Tribunal Superior de Justicia de Asturias de 27 de julio de 2012 analiza el alcance de la responsabilidad por daños morales en los días impeditivos de la incapacidad temporal por contingencias profesionales. Página 5 de 11 Según el TSJ de Asturias, “se ha de cuantificar la indemnización por daño moral como si de situación no impeditiva para el trabajo se tratase, a excepción de los días de estancia hospitalaria, que parece oportuno resarcirlos con la indemnización prevista en el Anexo. Conclusión a la que llegamos, fundamentalmente porque si la indemnización básica por IT en la Tabla V se fija «incluidos los daños morales», parece razonable entender que el daño moral está cuantificado en el importe indemnizatorio correspondiente al día «no impeditivo». Por lo que el importe que el baremo fija para el día no impeditivo se calculará como daño moral, no homogéneo y por tanto no susceptible de descuento". Por tanto, aunque obviamente los días de baja por incapacidad temporal sean días impeditivos para el trabajo, teniendo en cuenta su abono ya por el concepto de subsidio de incapacidad temporal, la diferencia a indemnizar en cuanto a daño moral es el importe del día no impeditivo. 3. RECARGO DE PRESTACIONES 3.1. Recargo de prestaciones para la empresa principal en caso de AT de la subcontrata. La Sentencia de la Sala Social del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura de 26 de julio de 2012, analiza un supuesto de responsabilidad por recargo de prestaciones para el empresario principal cuando el accidente se produce en régimen de subcontratación, indicando que “…es perfectamente posible que una actuación negligente o incorrecta del empresario principal cause daños o perjuicios al empleado de la contrata, e incluso que esa actuación sea la causa determinante del accidente laboral sufrido por éste. Es, por tanto, el hecho de la producción del accidente dentro de la esfera de la responsabilidad del empresario principal en materia de seguridad e higiene lo que determina en caso de incumplimiento la extensión a aquél de la responsabilidad en la reparación del daño causado, pues no se trata de un mecanismo de ampliación de la garantía en función de la contrata, sino de una responsabilidad que deriva de la obligación de seguridad del empresario para todos los que prestan servicios en un conjunto productivo que se encuentra bajo su control. Por consiguiente, el empresario principal puede ser empresario infractor a los efectos del art. 123 del Texto Refundido de la Ley General de Seguridad Social, si la infracción es imputable a la misma y el accidente se produjo dentro de su esfera de responsabilidad. Página 6 de 11 Para el Tribunal, la obligación específica de vigilancia en el cumplimiento de las obligaciones del empleador por parte de la empresa principal se da no sólo cuando se trata de propia actividad sino cuando: a) cuando se trate de la misma actividad (ap. 3 del art. 24 LPRL). b) cuando las labores se realicen en su centro de trabajo o en un centro sobre el que la principal extiende su esfera de control (aps. 1 y 2 del art. 24 LPRL ); todo ello de conformidad con las SSTS de 11 de mayo 2005, 26 de mayo de 2005. 3.2. Recargo de prestaciones para la empresa principal en caso de AT de la subcontrata. La Sentencia de la Sala Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla la Mancha de 23 de julio de 2012 trata la responsabilidad empresarial de las contratas y subcontratas en caso de recargo de prestaciones. En ese sentido, la Sentencia indica que Menciona que si bien algún sector doctrinal opina que como el art. 123.2 habla del “empresario infractor”, la imposición del recargo requiere un nexo causal entre la infracción y el daño causado, no debería declararse la responsabilidad solidaria mas que en los casos en que la infracción causante del daño sea imputable a ambos, mientras que en los demás, el recargo solo se impondrá al empresario que hubiese incumplido la normativa de prevención de riesgos, fuese el principal fuese el contratista. Pero sin embargo resulta correcta la jurisprudencia que declara la responsabilidad solidaria de la empresa principal y de la contratista, pues esa es la intención del art. 42.3 del vigente texto refundido de la LISOS, fin acorde con lo dispuesto, igualmente, en el art. 42 del Estatuto de los Trabajadores. Se persigue que la contratación o subcontratación de obras o servicios correspondientes a la propia actividad no constituya un mecanismo para que la empresa principal eluda sus responsabilidades en materia de seguridad y salud, ni un procedimiento para abaratar los costes de producción. También, se busca asegurar el cobro del recargo por el perjudicado, previniendo posibles insolvencias del subcontratista, posibilidad harto frecuente, porque al final de la cadena se encuentren siempre empresas menos solventes. Por lo demás, es claro que si alguien contrata a otro para que haga por el algo, lo que él quería o venía obligado a hacer, debe responder de los actos que realice Página 7 de 11 quien le auxilia o es empleado en cumplir sus objetivos. Esta responsabilidad solidaria es impropia, pues la obligación de uno y otro responsable tiene distinta fundamentación legal, ya que la de uno nace del contrato de trabajo y la del otro de un recepto legal que le obliga a vigilar y responder por quien contrató. Por ello, el que pague podrá luego ejercitar la oportuna acción de repetición frente al infractor, frente a quien con su obrar haya sido el causante de la imposición del recargo, ya que éste es el responsable último del pago. Caso de que la infracción sea imputable a ambas empresas cabrá el prorrateo entre ellas. 3.3. Negligencia del Trabajador para la exclusión del recargo de prestaciones. La Sentencia de la Sala Social del Tribunal Superior de Justicia de Galicia de 27 de julio de 2012 trata la cuestión sobre la ruptura del nexo de causalidad exigido en el recargo de prestaciones cuando concurre negligencia por parte del trabajador, así como la valoración de las prestaciones económicas por accidente de trabajo Del relato fáctico de la sentencia se deduce que la máquina tenía botón de parada en el lado opuesto de la posición del trabajador, lo que impedía la manipulación de los mandos con seguridad y no existían medios de protección adecuados para evitar el atrapamiento del brazo, lo que indudablemente supone una infracción por parte de la empresa de al menos las normas genéricas en materia de prevención de riesgos, omisión de medidas de seguridad que ha ocasionado el siniestro producido, pues de haberse adoptado las medidas oportunas para que el botón de parado se encontrara en el mismo lado que el trabajador y haberle dotado de los correspondientes medios de protección individuales, o bien el atrapamiento del brazo no hubiera tenido lugar, o bien los resultados lesivos no hubieran ocurrido o tendrían menor entidad, y la adopción de las medidas era fácil y, además, corresponden a la diligencia media exigible a un prudente empleador, y su omisión ha provocado la condena penal, por conductas imprudente, del representante de la empresa, concurriendo por ello los elementos precisos para que deba imponerse el recargo por falta de medidas de seguridad. No es óbice para ello el que el trabajador tenga una elevada formación y experiencia y esté en posesión de diversos títulos habilitantes, ni que portara un jersey no reglamentario, que evidentemente influyó, por su holgura, en el Página 8 de 11 atrapamiento producido, pues la empresa está obligada directamente a garantizar a sus trabajadores una protección eficaz en materia de seguridad e higiene en el trabajo, adoptando las medidas que la legislación establece con esta finalidad, habiendo establecido el Tribunal Supremo, en su sentencia de 20 de enero de 2010 , entre otras, que la posible concurrencia de culpa de la víctima no rompe el nexo causal que proviene del agente externo -en este caso los incumplimientos de la empresa-, salvo cuando el daño se ha producido de forma exclusiva por una actuación culposa imputable a la víctima, lo que no ocurre en el presente caso, pues, como señala la sentencia del Tribunal Supremo de 21 de febrero de 2002 , "el exceso de confianza del trabajador, que en no pocas ocasiones contribuye a los daños sufridos por los empleados en el ámbito laboral, no borra ni elimina la culpa o negligencia de la empresa y sus encargados cuando faltan al deber objetivo de cuidado consistente que el trabajo se desarrolle en condiciones que no propicien esos resultados lesivos" de modo que la imprudencia profesional o exceso de confianza en la ejecución del trabajo no tiene cuando no opera como causa exclusiva del accidente entidad suficiente para excluir totalmente o alterar la imputación de la infracción a la empresa, pues incluso la propia Ley de Prevención de Riesgos Laborales dispone que la efectividad de las medidas preventivas deberá prever la distracción o imprudencia que pudiera cometer el trabajador. No incide tampoco en esta conclusión el hecho de que no se haya condenado a la empresa al abono de indemnización por daños y perjuicios, pues el recargo y la indemnización responden a distintos principios, siendo preciso para que concurra la obligación de indemnizar un plus de responsabilidad por parte de la empresa. 3.4. Diferencia entre la imprudencia profesional y la imprudencia temeraria a los efectos de excluir la responsabilidad por recargo de prestaciones. La Sentencia de la Sala Social del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura de 26 de julio de 2012 analiza un supuesto de recargo de prestaciones diferenciando las circunstancias concurrentes de mera imprudencia profesional e imprudencia temeraria. De ese modo establece que “es claro que, en singulares ocasiones, la conducta del trabajador accidentado, puede, determinar no sólo la graduación de la responsabilidad del empleador, sino también, incluso, su exoneración (STS 20 de marzo de 1983, 21 de abril de 1988, 6 de mayo de 1998, 30 de junio de 2003 Página 9 de 11 y 16 de enero de 2006 )". Y en el supuesto de autos, la conducta descrita supone un desprecio de los más elementales deberes de cuidado, pues no se puede calificar de otra forma el negarse a colocar las adecuadas medidas de seguridad antes de iniciar el trabajo, tal y como se les ordenó, una vez que inspeccionó el Encargado las obras, indicándoles que no podían iniciar su labor sin haber cumplido la orden, y además andar de espalda al hueco de una escalera respecto de la cual se le ordenó expresamente cegarla con la colocación de una plataforma, tal y como también pone de relieve la recurrida (…). No estamos ante una imprudencia profesional que no impide ni la existencia del accidente de trabajo, como se desprende del art. 115.5.a) LGSS, ni la responsabilidad de la empresa pues, según el art. 15.4 LPRL "(…)", sino ante una imprudencia temeraria del actor que obvió en su actuación las más elementales normas de precaución, prudencia y cautela exigidas a toda persona en su actuación normal, tal y como mantienen los recurridos, desobedeciendo una orden clara con la única explicación por parte del trabajador, según expone el Magistrado de instancia, de no perder tiempo por cuanto que trabajaban a destajo (fundamento de derecho tercero), pese a ser consciente de que el hueco era peligros y debían taparlo, teniendo en cuenta además que el demandante era una persona experta en el desempeño de su labor (fundamento de derecho quinto). Es decir, su comportamiento supone realmente una imprudencia temeraria, desde el momento en que el operario asumió indudablemente riesgos manifiestos, innecesarios y especialmente graves ajenos al usual comportamiento de las personas. Página 10 de 11 C) NOVEDADES DOCTRINALES 1. La contingencia protegida por la presentación de riesgo durante la lactancia. Susana Barcelón Cobedo. Profesora Titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Universidad Carlos III Madrid. Aranzadi Social Nº 5/2012; Observatorio de Riesgos Laborales. El presente comentario, realizado en el marco del Proyecto de Investigación DER 2009, sobre “el tratamiento laboral, preventivo y de protección social de las enfermedades del trabajo”, estudia, a través de la Sentencia del Tribunal Supremo de 24 de abril de 2012. Se trata de dirimir si lo que se tutela desde la Seguridad Social a través de la prestación económica de riesgo durante la lactancia es la lactancia natural en sí misma (debido a su incuestionable beneficio para la salud y el posterior desarrollo del lactante); o si, por el contrario, únicamente se protege la lactancia natural y la situación del lactante cuando se acredite que la salud de éste puede verse amenazada en virtud de riesgos específicos relacionadas con el entorno laboral, esto es, con los agentes, procedimientos y condiciones de trabajo. 2. Enfermedad profesional e indemnización por daños y perjuicios al trabajador. Miguel Ángel Almendros González. Profesor titular de la Universidad de Granada. Aranzadi Social paraf. 34/2012-Presentación. El autor analiza, a través de la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de 12 de marzo de 2012, el alcance del deber de protección, la deuda de seguridad que el empleador adquiere con el trabajador, así como las reglas sobre el cálculo de la indemnización por daños y perjuicios al trabajador. Página 11 de 11