Malrotación-vólvulo intestinal: hallazgos radiológicos

Anuncio
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Radiología. 2015;57(1):9---21
www.elsevier.es/rx
ACTUALIZACIÓN
Malrotación-vólvulo intestinal: hallazgos radiológicos
E. Ballesteros Gómiz a,∗ , A. Torremadé Ayats b , C. Durán Feliubadaló a ,
C. Martín Martínez a y A. Caro Tarragó c
a
Servicio de Radiología. Fundación Parc Taulí - Instituto Universitario UAB, Sabadell, Barcelona, España
Servicio de Radiología. Hospital Universitari Sant Joan de Reus, Reus, Tarragona, España
c
Servicio de Cirugía. Fundación Parc Taulí - Instituto Universitario UAB, Sabadell, Barcelona, España
b
Recibido el 27 de enero de 2014; aceptado el 21 de julio de 2014
Disponible en Internet el 11 de noviembre de 2014
PALABRAS CLAVE
Malrotación
intestinal;
Vólvulo intestinal;
Obstrucción
duodenal;
Bandas peritoneales
KEYWORDS
Intestinal
malrotation;
Intestinal volvulus;
Duodenal
obstruction;
Peritoneal bands
∗
Resumen El radiólogo debe ser capaz de reconocer los signos de la malrotación intestinal en
la imagen al tratarse de una entidad patológica con complicaciones potencialmente letales,
como el vólvulo de intestino medio. Para diagnosticarla correctamente, es tan importante que
exista un índice de sospecha clínica elevado como que el radiólogo sepa reconocer los signos
específicos de malrotación y las variantes de la normalidad que pueden conducir a un diagnóstico
erróneo. Aunque la posición no retroperitoneal de la tercera porción duodenal en ecografía, TC
o RM parece ser un signo fiable para el diagnóstico, el tránsito gastrointestinal continúa siendo
el estándar de referencia para ver la unión duodeno-yeyunal en una posición anómala. Nuestro
objetivo es revisar los principales signos radiológicos de esta enfermedad y hacer hincapié en
el papel de la ecografía para diagnosticar el vólvulo de intestino medio.
© 2014 SERAM. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
Intestinal malrotation - volvulus: imaging findings
Abstract Radiologists must be able to recognize the imaging signs of intestinal malrotation
because this condition can lead to potentially lethal complications such as midgut volvulus.
The correct diagnosis depends on both high clinical suspicion and the radiologist’s ability to
recognize the specific signs of malrotation and the normal variants that can lead to the wrong
diagnosis. Although the location of the third portion of the duodenum outside the retroperitoneal area on ultrasonography, CT, or MRI seems to be a reliable sign of malrotation, the
gold standard for determining whether the duodenojejunal flexure is in an abnormal location
Autor para correspondencia.
Correos electrónicos: [email protected], [email protected] (E. Ballesteros Gómiz).
http://dx.doi.org/10.1016/j.rx.2014.07.007
0033-8338/© 2014 SERAM. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
10
E. Ballesteros Gómiz et al
continues to be the upper gastrointestinal series. In this article, we review the most important
imaging signs of malrotation and emphasize the role of ultrasonography in diagnosing midgut
volvulus.
© 2014 SERAM. Published by Elsevier España, S.L.U. All rights reserved.
Introducción
A
La malrotación intestinal comprende un espectro de anomalías del desarrollo del intestino medio por rotación de las
asas o fijación del mesenterio anómalas1,2 . Es un factor predisponente para el vólvulo y la obstrucción intestinal en el
periodo neonatal y en la infancia, entidades que requieren
una intervención quirúrgica urgente por el riesgo de necrosis
intestinal masiva3---5 . Ocasionalmente existen signos clínicos
de alerta, pero son inespecíficos6 . Es vital diagnosticar la
enfermedad con precisión para evitar consecuencias catastróficas e intervenciones innecesarias3 . Nuestro objetivo es
hacer hincapié en los principales hallazgos radiológicos y
en el uso de la ecografía para diagnosticar el vólvulo de
intestino medio.
Hígado
Epiplon menor
Estómago
I. proximal
TC
Conducto
onfalomesentérico
AMS
I. medio
AMI I. distal
Embriología y clasificación
El intestino se desarrolla a partir del saco vitelino7 . En una
fase embrionaria precoz, el tracto gastrointestinal primitivo
tiene forma de tubo recto y se divide en tres secciones:
intestino proximal, irrigado por el tronco celíaco; intestino medio (IM), desde la inserción del ducto biliar hasta
la porción media-distal del colon transverso, irrigado por
la arteria mesentérica superior (AMS); e intestino distal,
irrigado por la arteria mesentérica inferior2,6,7 . A su vez,
el IM se subdivide en una porción craneal, prearterial o
duodenoyeyunal (origen del duodeno distal, yeyuno e íleon
proximal) y una porción caudal, postarterial o cecocólica
(origen del íleon distal, ciego, apéndice, colon ascendente y
transverso), según su posición relativa a los vasos onfalomesentéricos (futura AMS)2,6,8,9 (fig. 1A). Durante el desarrollo
embriológico el IM experimenta un proceso de crecimiento
y alargamiento que incluye herniación, rotación, reducción
y fijación1 . Este proceso, esencial para que las asas intestinales asuman su posición normal, se inicia en la semana 5
de gestación y finaliza poco después del nacimiento6 .
El proceso de rotación comienza con una elongación
del IM desproporcionada al embrión, por lo que hacia la
semana 6 de gestación el intestino acaba herniándose en el
cordón umbilical para seguir creciendo2,6,10 . El intestino herniado, en forma de asa o de «U», experimenta una rotación
antihoraria de 90◦ alrededor de la AMS, con la porción duodenoyeyunal hacia la derecha y abajo, y la porción cecocólica
hacia la izquierda y arriba6,7 . Mientras que el IM permanece herniado, continúa aumentando de longitud a expensas
sobre todo de la porción duodenoyeyunal, que vuelve a rotar
90◦ antihorarios. La elongación desproporcionada de la porción craneal influye en la posición del asa cecocólica aunque
por sí misma no experimente más rotaciones durante esta
fase6 . Hacia la semana 10 de gestación, el intestino embriológico entra de nuevo en la cavidad abdominal, pero primero
B
A
B
C
D
Figura 1 A) Esquema del intestino en un embrión de 5 semanas. Inicialmente el tubo digestivo tiene forma de tubo recto y
se divide en tres secciones: el intestino proximal irrigado por
el tronco celíaco (TC), el intestino medio irrigado por la arteria
mesentérica superior (AMS) y el intestino distal irrigado por la
arteria mesentérica inferior (AMI). Posteriormente se elonga y el
intestino medio se divide en el asa duodenoyeyunal, por encima
de la AMS, y el asa cecocólica, por debajo de la AMS (ambas marcadas en el esquema con una flecha). B) Modelo de la cuerda de
la rotación intestinal. A. La parte superior por encima de la AMS
corresponde al asa dudodenoyeyunal y la parte inferior al asa
cecocólica. B. La cuerda ha rotado 90◦ en sentido contrario a
las agujas del reloj. C. Situación de la cuerda después de rotar
otros 90◦ antihorarios. D. Situación tras realizarse una última
rotación de 90◦ (tres cuartos de vuelta completa). Las flechas
indican la situación final del asa cecocólica.
lo hace el asa proximal, que realiza su tercera rotación
de 90◦ antihoraria hasta que el duodeno adquiere su forma
típica en «C», con su porción distal en dirección posteroinferior a la AMS y el ángulo de Treitz localizado a la izquierda
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Malrotación-vólvulo intestinal: hallazgos radiológicos
A
11
B
Ángulo de treitz y
válvula ileocecal
Áng. de treitz
Válv. ileocecal
Figura 2 A) Fijación normal. Las asas yeyunoileales se fijan al peritoneo parietal mediante un mesenterio amplio que se extiende
desde la unión duodenoyeyunal en el cuadrante abdominal superior izquierdo hasta la válvula ileocecal en el cuadrante inferior
derecho. Por tanto, el mesenterio del intestino delgado en condiciones normales tiene dos puntos de anclaje distantes entre sí, uno
en la unión duodenoyeyunal y otro en el ciego. B) Rotación intestinal incompleta (tipo IIIA). El duodeno situado a la derecha de la
línea media y un ciego alto condicionan un pedículo estrecho que predispone al vólvulo intestinal.
de la columna vertebral2,6,9,10 (fig. 1B). A continuación, el IM
caudal regresa al abdomen y vuelve a rotar dentro de la cavidad abdominal, unos 180◦ en sentido antihorario, hasta que
el colon adquiere su disposición típica en marco por delante
de la AMS con el ciego situado a la derecha6,7,11 ; el ciego
vuelve a elongarse y desciende hacia cuadrantes inferiores
durante el periodo gestacional restante6 .
Finalizado el proceso de rotación intestinal a las doce
semanas, las asas se fijan al peritoneo parietal posterior
mediante diferentes puntos de anclaje7 . Es imprescindible
que la rotación intestinal sea completa para que la fijación de las asas a las paredes de la cavidad abdominal sea
correcta7,10 . El mesenterio de la segunda, tercera y cuarta
porción duodenal se fija al retroperitoneo, y una extensión de la crura diafragmática derecha y del tejido fibroso
que rodea el tronco celíaco ancla la unión duodenoyeyunal
al cuadrante izquierdo superior formando el ligamento de
Treitz6,9 . El mesenterio del ciego, colon ascendente y descendente se fusionan con la pared posterior del peritoneo,
y el del sigma, parcialmente con el retroperitoneo y el del
colon transverso, con el epiplón mayor6 . A la izquierda de
una línea de fijación a lo largo de la AMS y de sus ramas, el
meso que queda por delante permanece libre y constituye
el mesenterio del intestino delgado, que se fija a la pared
posterior oblicuamente desde el ángulo de Treitz hasta la
válvula ileocecal. Los dos puntos de anclaje están distantes entre sí proporcionando una base de implantación ancha
que estabiliza la posición de las asas de intestino delgado y
previene la volvulación6,12 (fig. 2).
El término genérico «malrotación» define un amplio
espectro continuo de anomalías caracterizadas por una
posición anormal de las asas en la cavidad abdominal (malposición) acompañado de una fijación anómala
(malfijación)6,7,13 . Existen múltiples variantes de malrotación según el momento en que se interrumpe el desarrollo
normal del IM2,10,11,13,14 (tabla 1). Desde un punto de vista
práctico, la malrotación puede clasificarse en tres tipos2,6,13 :
no rotación o tipo IA (fig. 3), cuanso solo se produce la primera rotación de 90◦ antihoraria6,10,11,15 ; rotación intestinal
incompleta, parcial o mixta, que comprende varias anomalías por alteración en la rotación antihoraria de los últimos
180◦ del intestino o del colon; y rotación inversa, cuando el
segmento postarterial del intestino medio reentra primero
en la cavidad abdominal6,10,11,15 . Existe un grupo de anomalías adicionales en las que falla únicamente la etapa más
tardía, ya sea la fijación de asas de intestino delgado con
aparición de hernias internas, la elongación del ciego o la
fijación del colon6,11,15 (fig. 4).
La malfijación intestinal genera bandas peritoneales o
bandas de Ladd, que son cuerdas fibrosas que intentan fijar
y estabilizar el intestino malposicionado. Van generalmente
desde el ciego y colon proximal al hígado, pared abdominal
y retroperitoneo, atrapando frecuentemente a la segunda
o tercera porción duodenal2,6 . Se asocian comúnmente con
malrotaciones tipo IIA y IIIB11,15 . Además, cuando los puntos
normales de fijación del mesenterio están próximos entre sí,
la base del mesenterio se estrecha y forma un pedículo con
tendencia a volvular espontáneamente el intestino delgado
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
12
E. Ballesteros Gómiz et al
Tipos de malrotación intestinal
Tabla 1
Tipo
Defecto
Efecto clínico
IA
IIA
IIB
IIC
IIIA
IIIB
IIIC
No rotación
Falta rotación duodeno; rotación colon normal
Rotación inversa de duodeno y colon
Rotación inversa del duodeno; colon rota normal
Rotación normal del duodeno; colon no rota
Fijación incompleta del ángulo hepático del colon
Fijación incompleta del ciego y su mesenterio
IIID
Hernias internas
Vólvulo de intestino medio
Obstrucción duodenal por bandas
Obstrucción colon transverso por mesenterio duodenal
Bolsa mesentérica derecha (obstrucción)
Vólvulo de intestino medio
Obstrucción por bandas de Ladd
Vólvulo de ciego,
invaginación (síndrome de Waugh).
Hernia paraduodenal
Modificada de: Jamieson et al.11 y Bill15 .
A
Línea media
Áng.de treitz
B
Válv. ileocecal
*
C
*
*
*
*
*
*
*
*
Figura 3 A) Esquema de no rotación intestinal (tipo IA). El ciego se sitúa a la izquierda de los vasos mesentéricos, pero típicamente
se localiza en la línea media. Los puntos de fijación proximal y distal del mesenterio no están próximos entre sí como en la rotación
intestinal incompleta, lo que disminuye la predisposición del intestino medio a volvularse. B y C) Ejemplos de tránsito esófagogastro-duodenal y TC (respectivamente) de diferentes pacientes adultos con no-rotación intestinal en los que el intestino delgado
se localiza a la derecha y el colon (asteriscos) a la izquierda de la línea media.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Malrotación-vólvulo intestinal: hallazgos radiológicos
13
Figura 4 Ejemplos de formas más raras de malrotación. A) Tipo IIB o rotación inversa del duodeno y del colon - corte transversal de
TC de un paciente adulto con imágenes en fase portal, con el duodeno (flecha) anterior a la arteria mesentérica superior (asterisco)
y el colon transverso (cabeza de flecha) en situación posterior; B) Tipo IIIB o fijación incompleta del ángulo hepático del colon imagen coronal de TC de un niño con el ciego en FID pero con el ángulo hepático y esplénico colónicos (asteriscos) malfijados y
situados en hemiabdomen inferior; C) Tipo IIID - cortes transversales de TC de un paciente adulto sintomático con una hernia interna
paraduodenal (delimitada por flechas en la imagen de la izquierda) y una alteración de la relación arteria (cabeza de flecha) - vena
(asterisco) mesentérica superior.
alrededor del eje de la AMS2,6,7,13,14 . La malrotación tipo IIIA
se volvula con frecuencia, y es más raro en las tipos I y II11,15 .
Epidemiología y clínica
La malrotación ocurre aproximadamente en 1/500
nacimientos6,7,13,16 y suele diagnosticarse en recién nacidos
y niños. Es difícil estimar su incidencia real al ser en sí
misma asintomática y permanecer así toda la vida2,11,13,16 .
Los casos sintomáticos solo ocurren en 1/5.000 nacidos
vivos11 , hasta el 75% en el primer mes6,7,11,16 , y el 80-90% en
el primer año de vida7,11,16 . Los que se presentan durante el
periodo neonatal comienzan preferentemente en la primera
semana de vida6,10 . Las formas más frecuentes son el tipo IA
y el tipo IIIA11 y, aunque la incidencia de casos sintomáticos
disminuye con la edad, los patrones atípicos de malrotación
aumentan proporcionalmente10 . Clínicamente debe asumirse que cualquier patrón de rotación intestinal distinto
del normal es el causante de los síntomas abdominales,
especialmente en niños sin otra causa que justifique el
cuadro2 . Hay numerosos síndromes y anomalías asociados
al 30-62% de los casos de malrotación6,7,11,17 (tablas 2 y 3).
Los síntomas de la malrotación son los típicos de una
obstrucción intestinal, por torsión-volvulación de las asas
alrededor del estrecho pedículo de mesenterio que las fija
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
14
Tabla 2
E. Ballesteros Gómiz et al
Síndromes asociados a malrotación intestinal
Síndromes asociados a malrotación
Atresia intestinal en piel de manzana
Síndrome de Cornelia de Lange
Síndrome del ojo de gato
Alteraciones cromosómicas (trisomías 13, 18, 21)
Síndrome de Coffin-Siris
Malrotación intestinal familiar
Heterotaxia (asplenia, poliesplenia)
Síndrome de Marfan
Síndrome de Meckel
Síndrome del ciego móvil
Síndrome de Prune-Belly (extrofia cloacal)
Síndrome de Berdon (megavejiga, microcolon,
hipoperistalsis)
Modificada de: Strouse6 , Applegate et al.7 y Beltrán et al.17
Tabla 3 Anomalías anatómicas asociadas a malrotación
intestinal
Anomalías anatómicas asociadas a malrotación
Ausencia de riñón y uréter
Atresia biliar
Hernia diafragmática congénita
Atresia o estenosis del intestino delgado
Masas fetales quísticas transitorias
«Duodenal» web o diafragma duodenal
Gastrosquisis
Enfermedad de Hirschprung
Ano imperforado
Seudoobstrucción intestinal (displasia neuronal
intestinal)
Invaginación
Malabsorción
Divertículo de Meckel
Onfalocele
Estenosis pilórica
Modificada de: Strouse6 , Applegate et al.7
al retroperitoneo o por obstrucción de la segunda-tercera
porción duodenal por bandas de Ladd1,2,14,18 . Raramente se
deben a hernias internas1 . Los síntomas y la urgencia quirúrgica varían en función del grado de obstrucción, que puede
ser intermitente, y de la existencia o no de compromiso
vascular1 .
El vólvulo de IM constituye una urgencia quirúrgica por
el riesgo de necrosis intestinal extensa masiva19 . Es un giro
del intestino alrededor del eje de la AMS, que puede superar los 720◦ , y obstruye la luz, el drenaje linfático y venoso,
y, eventualmente, el aporte arterial6 . La forma clásica de
presentación es la distensión abdominal con vómitos y ocasionalmente hematoquecia2,7,19 . Los vómitos son biliosos
porque la obstrucción es distal a la ampolla de Vater6 , pero
no debe considerarse específico de vólvulo2,6 . La mayoría
de los niños con vómitos biliosos no presentan obstrucción mecánica pero justifican las pruebas para descartar la
malrotación6,18 .
Las bandas peritoneales pueden comprimir el duodeno,
la unión duodenoyeyunal o el yeyuno proximal provocando
también síntomas obstructivos con vómitos y dolor abdominal intenso e intermitente6 . Cuando la obstrucción por
bandas es completa intraútero, los hallazgos simulan una
atresia duodenal6,20 . Sin embargo, las bandas raramente
causan una obstrucción duodenal completa o compromiso
vascular por lo que generalmente no tienen consecuencias
graves ni constituyen una urgencia quirúrgica12 .
Cuando la malrotación se manifiesta fuera del período
neonatal, suele presentarse de forma más anodina e insidiosa con dolor abdominal crónico o recurrente que se
exacerba con alimentos, vómitos intermitentes, retraso
pondoestatural, diarrea, estreñimiento y malabsorción2,14 .
Esto hace que la media de retraso diagnóstico sea de 1,7 años
y frecuentemente los pacientes son diagnosticados de otras
enfermedades como colecistitis, pancreatitis, enfermedad
ulcerosa, celiaquía o trastornos psicológicos2,6,11,21 .
La malrotación en el adulto suele ser asintomática y se
diagnostica casualmente con una exploración radiológica
realizada por otra causa. Un elevado porcentaje de estos
adultos tiene signos clínicos de malnutrición porque el vólvulo crónico intermitente puede alterar los drenajes venoso
y linfático del intestino y producir malabsorción con hipoproteinemia. Otras manifestaciones son la ascitis quilosa,
linfoceles y melenas secundarias a varices intramurales por
la obstrucción venosa crónica2,6,11 . No obstante, hay que
resaltar que el vólvulo agudo intestinal puede presentarse a
cualquier edad2,7 .
Diagnóstico por imagen
Radiología simple
En cualquier paciente sintomático es recomendable empezar con una radiografía simple de abdomen para excluir
otras causas2,6 . El aspecto radiológico de la malrotación es
muy variable1,2 e infrecuentemente se diagnostica con una
radiografía2,6 . El patrón más frecuente es un luminograma
normal6 . Ver asas yeyunales proximales neumatizadas en el
lado derecho en el periodo posnatal precoz o asas de intestino delgado a la derecha y de colon a la izquierda en un
niño mayor son hallazgos que sugieren una malrotación6,13 .
Cuando la obstrucción duodenal es completa en el neonato, es típica la imagen de doble burbuja con aire en la
cámara gástrica y el duodeno proximal, sin gas intestinal
distal, indistinguible de la atresia duodenal2,6 (fig. 5). En
ocasiones los vómitos continuos eliminan totalmente el gas
intraabdominal y es recomendable inyectar aire mediante
una sonda nasogástrica para provocar el signo de la doble
burbuja2 . Esta forma de presentación no es la habitual, y es
más frecuente que la obstrucción duodenal sea incompleta
con distensión gástrica y duodenal y aire distal2 . Cuando el
vólvulo produce una isquemia intestinal aparecen signos de
mal pronóstico como asas distendidas, «tubulizadas» o con
impresiones digitiformes/pliegues engrosados, muy separadas entre sí por el edema de la pared o ascitis, y con una
disposición arremolinada o efecto de masa centroabdominal. Puede desaparecer el luminograma intestinal y verse
una neumatosis intestinal, gas portal o neumoperitoneo2,6 .
En casos muy extremos, con gangrena de asas la radiografía puede simular una obstrucción intestinal baja por
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Malrotación-vólvulo intestinal: hallazgos radiológicos
15
Figura 5 A) Radiología simple de abdomen de un recién nacido con sospecha prenatal de oclusión intestinal alta. El signo de la
doble burbuja, con distensión gástrica y de duodeno proximal, sin aire distal. La intervención quirúrgica confirmó una membrana
duodenal. B) Corte transversal de ecografía que muestra la imagen equivalente al signo de la doble burbuja, con dos cavidades
distendidas llenas de líquido: el estómago (asterisco) y el duodeno proximal (flechas).
interferencia de la oclusión vascular en la reabsorción del
gas distal a la obstrucción2,6 .
Tránsito gastrointestinal
Es la prueba de elección para diagnosticar la
malrotación1,8,22,23 , con una sensibilidad del 93-100% y
una sensibilidad de solo el 54% para el vólvulo intestinal7 .
El diagnóstico se basa en ver la unión duodeno-yeyunal
en una posición anómala y, por extensión, del ligamento
de Treitz2,7,8,16,24 . El duodeno normal tiene forma de C
con cuatro porciones, de las que el bulbo y frecuentemente un segmento corto posbulbar son intraperitoneales
y móviles6,9 . El resto está fijado al retroperitoneo y se
mueve poco3 . En la proyección anteroposterior, la unión
duodenoyeyunal se sitúa normalmente a la izquierda de los
pedículos vertebrales izquierdos, a la altura del margen
inferior del bulbo duodenal o píloro2,7,9,16,24,3,25 , al nivel
del pedículo izquierdo de L1 y nunca más medial3,25,26 . La
situación del duodeno en la proyección lateral es posterior,
con una orientación paralela de la 2.◦ y 4.◦ porción, siempre
por encima del platillo superior del cuerpo vertebral
L26,7,24---26 (fig. 6). Sin embargo, en casos de esplenomegalia, distensión gástrica o intestinal, masas abdominales
o retroperitoneales, escoliosis, agenesia renal y sondas
intestinales, la unión duodenoyeyunal puede también estar
desplazada inferior o medialmente6---8,26 . El desplazamiento
es posible gracias al músculo suspensorio del duodeno, que
conforma el ligamento de Treitz y contiene fibras musculares lisas y esqueléticas25 . Cabe considerar la malrotación
en pacientes con duodeno inusualmente redundante, y
diferenciarse de variantes normales como el duodeno en
M («wandering duodenum»)3,6,7 . La localización aislada
del yeyuno proximal en la parte derecha del abdomen
tampoco es indicativa por sí sola de malrotación y debe ir
acompañada de otros hallazgos sugestivos2,6,11 . La interpretación incorrecta de estos signos puede conducir a falsos
positivos (15%) y falsos negativos (3-6%) de malrotación7,16 .
El estudio se realiza con bario, a excepción de niños con
muy mal estado general con sospecha de sufrimiento intestinal, en quienes debe administrarse contraste hidrosoluble
no iónico2,6,7 . Puede utilizarse una sonda nasogástrica hasta
el duodeno para distender y ver bien el marco duodenal6 .
Debe observarse el paso del contraste a yeyuno en tiempo
real para identificar la posición de la unión duodenoyeyunal,
y registrarla en proyecciones anteroposterior y lateral2,7 .
Cuando el contraste supera el duodeno, las asas de yeyuno
proximal se superponen en ambas proyecciones y comprometen la valoración del curso duodenal2,7 . No debe
administrarse mucho contraste para evitar distender el estómago completamente y obstaculizar la visión del duodeno
o desplazar el ángulo de Treitz7 . Puede ser útil intentar
desplazar manualmente hacia la derecha la unión duodenoyeyunal. En la malrotación el ángulo de Treitz pierde
movilidad o bien, tras la maniobra de descompresión, no
retorna a la posición inicial6,24 . Aunque inicialmente el
ángulo de Treitz esté bien posicionado, que no retorne a su
posición inicial tras la descompresión puede ser un signo sutil
de malrotación6,24 . La fiabilidad de este signo es superior en
niños menores de 4 años porque la laxitud ligamentosa es
fisiológica y es más fácil demostrar anomalías desplazando
el ángulo de Treitz7,16,24,3 . En niños más mayores la fiabilidad de este signo es inferior por la reducción fisiológica de
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
16
E. Ballesteros Gómiz et al
Figura 6 A) Tránsito esófago-gastro-duodenal normal: a la izquierda, proyección anteroposterior (AP) en la que se constata
la localización del ángulo de Treitz (flecha) a la izquierda del pedículo izquierdo de L1; a la derecha, proyección lateral con una
orientación paralela de la 2. a y 4. a porción duodenal. B) Tránsito esófago-gastro-duodenal en un paciente con malrotación intestinal:
a la izquierda, proyección AP con localización anómala del ángulo de Treitz a la derecha de los pedículos vertebrales izquierdos y
primeras asas yeyunales claramente localizadas en el hemiabdomen derecho; a la derecha, proyección lateral con una localización
anormalmente baja del duodeno.
la movilidad duodenal y una mayor resistencia de la musculatura de la pared abdominal al desplazamiento de la unión
duodenoyeyunal7,26,27 . En caso de dudas, pueden realizarse
adquisiciones tardías para valorar la posición del ciego1,7,16 .
La clásica imagen del vólvulo de IM es la imagen en
«sacacorchos» o «tirabuzón» del duodeno distal y yeyuno
proximal en el centro del abdomen2,11,18 (fig. 7A). La luz
intestinal se estrecha con obstrucción parcial o completa5 .
El duodeno proximal a la obstrucción suele estar moderadamente dilatado y en el punto de obstrucción puede
verse un asa cónica o en pico, generalmente con extensión caudal6,18,24 . Si la obstrucción es completa, el bario no
pasa a las asas volvuladas y, por tanto, no se observa la imagen en «sacacorchos»2,6 . En caso de volvulación no oclusiva
de 180◦ , especialmente cuando no presenta vómitos biliosos
(14% de los vólvulos de IM), el tránsito digestivo puede no ser
diagnóstico ya que el punto de torsión no provoca transición
en el calibre de las asas26 .
Las bandas de Ladd sin vólvulo intestinal también pueden generar diferencias en el calibre del duodeno proximal
y distal a la obstrucción, generalmente entre la segunda y la
tercera porción, con una configuración típica en Z del duodeno distal y yeyuno proximal2,7 (fig. 7B). La forma «en Z»
puede ser similar al «sacacorchos» del vólvulo y asociarse o
no a obstrucción intestinal2,6,11,27 .
Enema opaco
Actualmente está en desuso2,6 y se reserva para casos con
tránsito gastroduodenal dudoso2,6,16 . La razón principal es
que la posición del ciego es más variable que la de la
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Malrotación-vólvulo intestinal: hallazgos radiológicos
17
Figura 7 Tránsito intestinal. A) Signo del sacacorchos en paciente con malrotación intestinal y vólvulo de intestino medio. B)
Morfología en Z del duodeno y yeyuno proximal, en paciente con obstrucción por bandas de Ladd.
unión duodenoyeyunal, tanto en pacientes normales como
en casos de malrotación16 . El 15% de la población tiene un
ciego móvil2,6,7 y en el 20% de las malrotaciones el ciego está
en posición normal2,6,11,14 . Son usuales las variaciones de
posición y la movilidad cecal, y el límite entre variantes normales y patológicas está mal definido al formar todo parte de
un espectro continuo2,6 . La distensión de asas de intestino
delgado puede desplazar la posición del ciego y del colon
proximal e inducir un diagnóstico erróneo de malrotación1 .
La movilidad excesiva del ciego ligada a malfijación
le predispone a volvularse28 . La obstrucción de colon por
malrotación es rara y puede suceder en las formas de rotación inversa del duodeno y del colon, en las que el colon
transverso pasa por detrás de la AMS y puede estar parcialmente obstruido por los vasos mesentéricos y por bandas
peritoneales6,11 . En ocasiones se volvula el segmento de
colon parcialmente obstruido, habitualmente en el colon
derecho o colon transverso7,11 (fig. 8).
Ecografía
Aunque es menos sensible (67-100%) y específica (75-83%)
que el tránsito duodenal para diagnosticar la malrotación16 ,
es muy útil para detectarla precozmente y diagnosticar sus
complicaciones con rapidez y a bajo coste2 .
La sospecha diagnóstica se establece tras valorar la posición relativa de la arteria y vena mesentérica superior
(VMS)2,6,29 . La AMS es constante, mientras que las venas
mesentéricas reflejan el desarrollo y la disposición de las
asas intestinales6 . La relación normal entre la AMS y VMS
es la misma que entre la aorta y la vena cava inferior,
es decir, la vena se sitúa a la derecha de la arteria en el
plano axial al nivel de la unión de la VMS con la porta2,6,23,3 .
En cambio, en la malrotación la vena se sitúa frecuentemente a la izquierda de la arteria2,6,16 , pero no es un signo
suficientemente específico ni sensible para diagnosticar la
malrotación; la relación AMS/VMS invertida se ha descrito en
pacientes con rotación normal y hay un 30% de pacientes con
malrotación y relación AMS/VMS normal2,6,23,29,30 . La sensibilidad diagnóstica es aún menor cuando la VMS se sitúa justo
por delante de la AMS26,31,32 (fig. 9A). Por tanto, una relación
vascular alterada no es patognomónica y obliga a realizar
otra prueba, preferentemente un tránsito intestinal2,6,8 .
Algunos autores proponen la ecografía con líquido oral
o inyectado mediante una sonda yeyunal para valorar la
posición del ángulo de Treitz, pero es un procedimiento
complicado para la práctica clínica habitual y no hay estudios grandes que comparen su precisión diagnóstica con la
del tránsito gastrointestinal1,6,33 . Recientemente se ha descrito como signo más fiable para excluir la malrotación el
demostrar la posición retroperitoneal de la tercera porción
duodenal cuando pasa entre la aorta y la AMS en el plano
axial, caudal a la vena renal izquierda y una vena yeyunal por
el espacio aortomesentérico23,3,34,35 (fig. 9B). Este signo no
es infalible porque la localización retroperitoneal de la tercera porción hace que la malrotación sea improbable pero
no imposible36 .
La ecografía es la prueba de elección cuando se sospeche un vólvulo de IM (sensibilidad 92%; especificidad
100%)1,2,6,8,16,19 . El signo ecográfico más característico son
los vasos arremolinados entrando en una masa sólida centroabdominal que corresponde a las asas volvuladas sin
aire2,6 . Este signo, conocido como «whirlpool sign», traduce
el arrastre del meso y sus estructuras vasculares de las asas
que envuelven la AMS, que giran alrededor de la AMS en sentido horario, definida la dirección del giro mesentérico en
sentido cráneo-caudal19,35,37 (fig. 9C). No debe confundirse
con la rotación antihoraria de la VMS alrededor de la AMS
(signo del polo del barbero), hallazgo inespecífico que puede
verse en la población normal por una variante vascular (rama
yeyunal proximal de la VMS que rodea la AMS en contra de las
agujas del reloj antes de unirse a la VMS)35,38 . Otros hallazgos
ecográficos del vólvulo incluyen una AMS truncada, una AMS
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
18
E. Ballesteros Gómiz et al
Figura 8 Paciente de 35 años sin antecedentes patológicos de interés que acude a urgencias por un dolor abdominal de 36 horas
de evolución, de predominio hipogástrico, acompañado de sensación distérmica y sin deposiciones en 48 horas. A) La radiografía
simple muestra una disposición anómala del aire colónico, con el ciego aparentemente localizado en la línea media en hipogastrio,
y dilatación de asas de colon inmediatamente distales en el hipocondrio izquierdo. B) La TC muestra una relación anómala arteriavena mesentérica superior, con la vena (flecha) localizada por delante y a la izquierda de la arteria (punta de flecha), y el ángulo
de Treitz en disposición anómala (asterisco). C) Las asas de intestino delgado (asterisco) se localizan a la derecha del abdomen,
el ciego en la línea media (flecha estrecha) y el colon izquierdo (flecha ancha) en el hemiabdomen izquierdo. D) La intervención
quirúrgica confirmó un vólvulo de colon derecho con múltiples adherencias del colon con el epiplón y el meso.
hiperdinámica y pulsátil, y una VMS distal dilatada, signos
que se correlacionan con los hallazgos clásicos de vólvulo
asociado a malrotación descritos con angiografía2,19,36 .
TC y RM
La mayoría de las malrotaciones en adultos se descubren de
forma incidental en estudios de TC o RM realizados por otras
causas13 . Estas técnicas no suelen utilizarse rutinariamente
para diagnosticar la malrotación pero pueden ser muy útiles en casos dudosos para confirmar el diagnóstico o excluir
otros procesos2,6 . No suelen emplearse en niños por la dosis
de radiación de la TC y la baja resolución de la RM6 .
Además de la malposición intestinal y la relación
AMS/VMS, permiten valorar signos extraintestinales no evidentes en estudios convencionales2,13 . Pueden identificarse
anomalías de situs o de desarrollo de órganos como un proceso uncinado pancreático hipoplásico, por interferencia de
la rotación del primordio pancreático, que normalmente
rota junto con el asa duodenoyeyunal2,6,39 . En caso de vólvulo, aparte de los signos clásicos, puede identificarse la
hipoperfusión de asas en caso de necrosis intestinal2,6,13,16,40 .
La RM también es una técnica eficaz complementaria a
la ecografía para el estudio prenatal39,41 . Durante el desarrollo, el feto ingiere líquido amniótico que actúa en el
tracto gastrointestinal como un contraste natural en las
secuencias potenciadas en T2 y permite identificar estómago
y asas como estructuras hiperintensas. Conforme aumenta
la viscosidad del contenido intestinal a lo largo del tubo
digestivo, disminuye la señal del meconio en T2 y aumenta
en T1. Las asas de colon se ven hipointensas en T2 e
hiperintensas en T1, por lo que es posible detectar intraútero una disposición anómala42 (fig. 10). Así mismo, puede
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Malrotación-vólvulo intestinal: hallazgos radiológicos
19
Figura 9 A) Imágenes transversales ecográficas de dos pacientes, el de la izquierda sin malrotación con una relación arteria
(flecha)-vena mesentérica superior (cabeza de flecha) normal, y el de la derecha con malrotación intestinal con la vena (cabeza
de flecha) posicionada justo por delante de la arteria (flecha). B) Esquema en cortes axiales de la posición de la tercera porción
duodenal (D3), tanto en situación normal (a la izquierda de la imagen) como en caso de malrotación intestinal (a la derecha de la
imagen). C y D) Imagen de ecografía y TC del signo del remolino («whirlpool sign»), típico del vólvulo de intestino medio. Ao: aorta.
B
A
a
Izd
a
h
Dc
*
* *
Figura 10 Imágenes de RM de un feto con malrotación intestinal y una oclusión intestinal alta por bandas de Ladd. A) Secuencias
potenciadas en T2 en las que puede identificarse el signo de la doble burbuja. B) Secuencia potenciada en T1 que muestra una
disposición anómala del colon, visto como una estructura tubular hiperintensa en el lado izquierdo del abdomen. En la imagen se
marca la derecha (drcha) e izquierda (izda) del abdomen del feto.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
20
E. Ballesteros Gómiz et al
sospecharse una obstrucción duodenal por bandas peritoneales cuando se ven dos grandes cavidades abdominales
llenas de líquido, que representan el estómago y el duodeno
dilatados (signo de la doble burbuja)6,42,20 . En raras ocasiones el vólvulo de IM ocurre semanas o meses antes del parto,
y no suele ser letal intraútero6,43 . Los hallazgos radiológicos
del vólvulo prenatal suelen ser inespecíficos como líquido
libre peritoneal y asas dilatadas, que pueden ser hipointensas en T2 en caso de necrosis hemorrágica43,44 . El contenido
intestinal que pasa a la cavidad peritoneal puede formar
un pseudoquiste, originar una peritonitis fibroadhesiva con
calcificaciones o atresia intestinal, que se detecta al nacer.
Algunos casos de síndrome de intestino corto pueden ser
secuelas de vólvulos intraútero con presunta reabsorción del
asa infartada y auto-anastomosis de las asas viables para
restablecer el tránsito intestinal6,45 .
Conclusiones
Ante cualquier neonato con vómitos biliosos y buen estado
de salud previo debe sospecharse una malrotación intestinal. Inicialmente es aconsejable realizar una radiografía y
en caso de ver el signo de la doble burbuja, intervenirlo
directamente. La siguiente exploración indicada es la ecografía. En un paciente con síntomas sugestivos de vólvulo,
el signo del remolino es suficiente para establecer el diagnóstico sin demorar la intervención. La relación AMS/VMS
alterada como único signo obliga a completar el estudio con
un tránsito gastrointestinal. La TC y RM abdominal se reservan en niños para casos excepcionales. La TC es una técnica
diagnóstica preferente cuando el vólvulo se sospeche en
adultos.
Aunque la malrotación pueda diagnosticarse en muchos
casos con una sola prueba de imagen, en casos difíciles el
radiólogo debe realizar varias exploraciones o incluso repetirlas para confirmar o excluir el diagnóstico. Si existieran
dudas una vez utilizadas todas las herramientas diagnósticas, es aconsejable la intervención quirúrgica.
Responsabilidades éticas
Protección de personas y animales. Los autores declaran
que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que
han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre
la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los
autores han obtenido el consentimiento informado de los
pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.
Autoría
1.
2.
3.
4.
Responsable de la integridad del estudio: EBG, ATA.
Concepción del estudio: EBG, ATA, CDF.
Diseño del estudio: EBG, ATA.
Obtención de los datos: EBG, ATA, CDF, CMM, ACT.
5. Análisis e interpretación de los datos: EBG, ATA, CDF,
CMM, ACT.
6. Tratamiento estadístico: no procede.
7. Búsqueda bibliográfica: EBG, ATA, CDF, CMM.
8. Redacción del trabajo: EBG, ATA, CDF, CMM, ACT.
9. Revisión crítica del manuscrito con aportaciones intelectualmente.
10. Relevantes: EBG, ATA, CDF, CMM, ACT.
11. Aprobación de la versión final: EBG, ATA, CDF, CMM, ACT.
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Agradecimientos
Al Dr. Toni Malet Munté, Dra. Marta Andreu Magarolas y Dr.
Jordi Puig Domingo del servicio de Radiología del Hospital
Universitario Parc Taulí de Sabadell por la colaboración en
la revisión final de este artículo, y a John Giba por la realización de la traducción en inglés del manuscrito.
Bibliografía
1. Daneman A. Malrotation: the balance of evidence. Pediatr
Radiol. 2009;39:S164---6.
2. Berrocal T, Gayá F, de Pablo L. Aspectos embriológicos, clínicos y radiológicos de la malrotación intestinal. Radiología.
2005;47:237---51.
3. Long FR, Kramer SS, Markowitz RI, Taylor GE, Liacouras CA.
Intestinal malrotation in children: tutorial on radiographic diagnosis in difficult cases. Radiology. 1996;198:775---80.
4. Zerin JM, DiPietro MA. Mesenteric vascular anatomy at CT: normal and abnormal appearances. Radiology. 1991;179:739---42.
5. Leonidas JC, Magid N, Soberman N, Glass TS. Midgut volvulus in infants: diagnosis with US, Work in progress. Radiology.
1991;179:491---3.
6. Strouse PJ. Disorders of intestinal rotation and fixation
(«malrotation»). Pediatr Radiol. 2004;34:837---51.
7. Applegate KE, Anderson JM, Klatte EC. Intestinal malrotation in
children: a problem-solving approach to the upper gastrointestinal series. Radiographics. 2006;26:1485---500.
8. Lampl B, Levin TL, Berdon WE, Cowles RA. Malrotation and
migut volvulus: a historical review and current controversies
in diagnosis and management. Pediatr Radiol. 2009;39:359---66.
9. Long FR, Kramer SS, Markowitz RI, Taylor GE. Radiographic
patterns of intestinal malrotation in children. Radiographics.
1996;16:547---56.
10. Shew SB. Surgical concerns in malrotation and midgut volvulus.
Pediatr Radiol. 2009;39:S167---71.
11. Jamieson D, Stringer DA. Small bowel. En: Stringer DA, Babyn
PS, editors. Pediatric gastrointestinal imaging and intervention.
2. nd ed. Canada: BC Decker; 2000. p. 311---32.
12. Taboada H, Winter A, del Rio A, Doberti A. Malrotación intestinal. Rev Chil Pediatr. 1959;30:165---72.
13. Pickhardt PJ, Bhalla S. Intestinal malrotation in adolescents and
adults: spectrum of clinical and imaging features. AJR Am J
Roentgenol. 2002;179:1429---35.
14. Ojeda M, Prochazka R, Vila S, Piscoya A, de los Ríos R, Pinto
JL, et al. Malrotación intestinal en el adulto. Rev Gastroenterol
Perú. 2006;26:395---9.
15. Bill AH Jr. Malrotation of the intestine. En: Ravitch M, Welch K,
Benson C, Alberdeen E, Randolph J, editors. Pediatric Surgery,
3. r ed. Chicago: Yearbook Medical Publisher; 1979. p. 912---3.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Malrotación-vólvulo intestinal: hallazgos radiológicos
16. Applegate KE. Evidence-based diagnosis of malrotation in volvulus. Pedriatr Radiol. 2009;39:S161---3.
17. Beltrán JR, Serrano A, Coronel B, Domínguez C, Estornell F,
García F. Síndrome de Berdon (megavejiga, microcolon, hipoperistalsis). Presentación de nuestros casos. Actas Urol Esp.
2004;28:405---8.
18. Ortiz-Neira CL. The corkscrew sign: midgut volvulus. Radiology.
2007;242:315---6.
19. Shimanuki Y, Aihara T, Takano H, Moritani T, Oquma E, Kuroki H,
et al. Clockwise whirlpool sign at color doppler US: an objective and definite sign of midgut volvulus. Radiology. 1996;199:
261---4.
20. Gilbertson-Dahdal DL, Dutta S, Varich LJ, Barth RA. Neonatal
malrotation with midgut volvulus mimicking duodenal atresia.
AJR Am J Roentgenol. 2009;192:1269---71.
21. Spigland N, Brandt ML, Yazbeck S. Malrotation presenting
beyond the neonatal period. J Pediatr Surg. 1990;25:1139---42.
22. Slovis TL, Strouse PJ. Malrotation: some answers but more questions. Pediatr Radiol. 2009;39:315---6.
23. Menten R, Reding R, Godding V, Dumitriu D, Clapuyt P. Sonographic assessment of the retroperitoneal position of the third
portion of the duodenum: an indicator of normal intestinal rotation. Pediatr Radiol. 2012;42:941---5.
24. Lim-Dunham JE, Ben-Ami T, Yousefzadeh DK. Manual epigastric
compression during upper gastrointestinal examination of neonates: value in diagnosis of intestinal malrotation and volvulus.
AJR Am J Roentgenol. 1999;173:979---83.
25. Katz ME, Siegel MJ, Shackelford GD, McAlister WH. The position
and mobility of the duodenum in children. AJR Am J Roentgenol.
1987;148:947---51.
26. Yousefzadeh DK. The position of the duodenojejunal junction:
the wrong horse to bet on in diagnosing or excluding malrotation. Pediatr Radiol. 2009;39(12 Supp):S172---7.
27. Ablow RC, Hoffer FA, Seashore JH, Touloukian RJ. Z-shaped
duodenojejunal loop: sign of mesenteric fixation anomaly and
congenital bands. AJR Am J Roentegenol. 1983;141:461---4.
28. Peterson CM, Anderson JS, Hara AK, Carenza JW, Menias CO.
Volvulus of the gastrointestinal tract: appearances at multimodality imaging. Radiographics. 2009;29:1281---93.
29. Zerin JM, DiPietro MA. Superior mesenteric vascular anatomy at
US in patients with surgically proved malrotation of the midgut.
Radiology. 1992;183:693---4.
30. Loyer E, Eggli KD. Sonographic evaluation of superior mesenteric vascular relationship in malrotation. Pediatr Radiol.
1989;19:173---5.
21
31. Dufour D, Delaet MH, Dassonville M, Cadranel S, Perlmutter
N. Midgut malrotation, the reliability of sonographic diagnosis.
Pediatr Radiol. 1992;22:21---3.
32. Orzech N, Navarro OM, Langer JC. Is ultrasonography a good
screening test for intestinal malrotation? J Pediatr Surg.
2006;41:1005---9.
33. Cohen HL, Haller JO, Mestel AL, Coren C, Schechter S, Eaton
DH. Neonatal duodenum: fluid-aided US examination. Radiology. 1987;164:805---9.
34. Yousefzadeh DK, Kang L, Tessicini L. Assessment of retromesenteric position of the third portion of the duodenum:
an US feasibility study in 33 newborns. Pediatr Radiol.
2010;40:1476---84.
35. Taylor GA. CT appearance of the duodenum and mesenteric
vessels in children with normal and abnormal bowel rotation.
Pediatr Radiol. 2011;41:1378---83.
36. Buranasiri SI, Baum S, Nusbaum M, Tumen H. The angiographic
diagnosis of midgut malrotation with volvulus in adults. Radiology. 1973;109:555---6.
37. Epelman M. The whirlpool sign. Radiology. 2006;240:910---1.
38. Clark P, Ruess L. Counterclockwise barber-pole sign on CT:
SMA/SMV variance without midgut malrotation. Pediatr Radiol.
2005;35:1125---7.
39. Breysem L, Bosmans H, Dymarkowski S, Schoubroeck DV, Witters
I, Deprest J, et al. The value of fast MR imaging as an adjunct
to ultrasound in prenatal diagnosis. Eur Radiol. 2003;13:1538--48.
40. Inoue Y, Nakamura H. Aplasia or hypoplasia of the pancreatic uncinate process: comparison in patients with and patients
without intestinal nonrotation. Radiology. 1997;205:531---3.
41. Levine D. Ultrasound versus magnetic resonance imaging in fetal
evaluation. Top Magn Reson Imaging. 2001;12:25---38.
42. Ertl-Wagner B, Lienemann A, Strauss A, Reiser MF. Fetal magnetic resonance imaging: indications, technique, anatomical
considerations and a review of fetal abnormalities. Eur Radiol.
2002;12:1931---40.
43. Steffensen TS, Gilbert-Barness E, DeStefano KA, Kontopoulos
EV. Midgut volvulus causing fetal demise in utero. Fetal Pediatr
Pathol. 2008;27:223---31.
44. Miyakoshi K, Ishimoto H, Tanigaki S, Minegishi K, Tanaka M,
Miyazaki T, et al. Prenatal diagnosis of midgut volvulus by
sonography and magnetic resonance imaging. Am J Perinatol.
2001;18:447---50.
45. Sabharwal G, Strouse PJ, Islam S, Zoubi N. Congenital short-gut
syndrome. Pediatr Radiol. 2004;34:424---7.
Descargar