"Siempre recordaré la despedida de las Brigadas

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"Siempre recordaré la despedida de las Brigadas Internacionales en Barcelona" | soitu.es
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actualidad
"Siempre recordaré la despedida de las Brigadas
Internacionales en Barcelona"
Archivado en: guerra civil, memoria histórica, brigadas internacionales, sofia moro
Por SOFÍA MORO* (SOITU.ES)
Actualizado 28-10-2008 11:04 CET
Hace hoy 70 años, la Pasionaria despedía en Barcelona a los brigadistas internacionales. "Volveréis a España
cuando florezca el olivo de la paz", les dijo. El brigadista austriaco, Hans Landauer, que vivió intensamente ese
28 de octubre de 1938 nos cuenta sus extraordinarios recuerdos. Se trata de un extracto del libro 'Ellos y
nosotros', de la fotógrafa Sofía Moro.
La supresión de la democracia en
Austria en 1934 supuso un importante
cambio en la vida de mi familia. Vivíamos en
el campo, al sur de Viena. Mis dos abuelos
eran alcaldes socialdemócratas en dos
pueblos de la zona y fueron destituidos. Uno
de mis tíos era secretario del sindicato y
diputado del parlamento regional de Estiria,
pero todo eso desapareció. Yo trabajaba
desde los catorce años en una fábrica de
tejidos de mi pueblo y era miembro de los
Halcones Rojos, una organización que
dependía de las juventudes socialistas y que
también fue prohibida. Nuestra sede era una
modesta barraca que fue clausurada por los
fascistas austriacos. Nos dejaron como
quien dice en la calle, y, a partir de
entonces, continuamos con la actividad
política en la clandestinidad, dirigidos por
nuestro ex jefe, que apenas tenía 18 años.
Nosotros teníamos catorce. Empezamos
muy jóvenes.
Comenzamos la agitación política pegando
pegatinas de las tres flechas, que era el
símbolo socialdemócrata contra el
fascismo, y pegatinas con el halcón rojo,
que teníamos en abundancia. Entonces no
existían los aerosoles, el arma que se usa
Hans Landauer (Oberwaldersdorf, Austria,1921) desfila en la
actualmente para hacer pintadas, de lo
despedida de las Brigadas Internacionales en Barcelona hace
contrario los hubiéramos utilizado. El triunfo
hoy 70 años. Fue miembro del batallón austriaco de la XI
del Frente Popular en España el 11 de
Brigada Internacional. Con 14 años, tuvo que dejar la escuela
febrero de 1936 nos llenó de entusiasmo,
y ponerse a trabajar. En junio de 1937, mintiendo sobre su
ya que durante la década de los 30, los
edad, logró salir de Austria para venir a España a combatir
triunfos electorales de la izquierda se habían
junto a los republicanos. Pasó a formar parte del Batallón 12
convertido en rarezas. Después de esto nos
de Febrero de 1934, dentro de la XI Brigada Internacional.
afectó aún más el Golpe de Estado de 1936.
Luchó en Brunete y en Aragón. Permaneció en España
incluso después de la retirada de las Brigadas Internacionales La prensa reaccionaria de Austria, que era
la única permitida, y el Gobierno fascista no
y participó en la defensa de Barcelona. Tras la caída de
Cataluña, cruzó a Francia. Allí fue internado en un campo de
ocultaron su simpatía por los rebeldes,
prisioneros y, más tarde, deportado al campo deconcentración pero nosotros permanecimos al lado de los
alemán de Dachau. Después de su liberación volvió a Austria leales. Las noticias nos llegaban por la
y se hizo policía. [FOTO DE AGUSTÍ CENTELLES]
prensa clandestina de izquierdas y, gracias
a ella, pudimos saber la auténtica situación
política y militar en la que se encontraba
España. La información que nos llegaba no siempre era positiva: Franco avanzaba y muy pronto nos llegaron
noticias de austriacos que habían caído en la defensa de Madrid. Esta prensa también tenía otra ventaja, y es
que todos sabíamos que sus distribuidores habían montado una red a través de la cual se podía llegar a
España. En la primavera del año 37, vino a vernos un amigo de mi abuelo que también había sido alcalde de un
pueblo vecino.Traía una carta de otro amigo, Franz Haiderer, que estaba luchando en España con un batallón de
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pueblo vecino.Traía una carta de otro amigo, Franz Haiderer, que estaba luchando en España con un batallón de
artillería del Ejército republicano. En ese momento, decidí que yo también debía ir. No fui el único de mi pueblo
que lo pensó. Yo era el más joven, pero en total éramos cuatro. Yo era el único que tenía pasaporte, ya que con
catorce años había hecho un viaje en bicicleta a las montañas en Italia, a los Dolomitas.
El 18 de junio de 1937 me entrevisté con mi enlace y recibí la dirección de contacto en París. Era la dirección
del café Grisón, en la rue d´Alsace. La contraseña era café au lait. Con ella recibí 150 chelines para un billete de
tren de ida y vuelta de Viena a París. Había que comprar ida y vuelta para engañar a la policía de la frontera.
En París tuve algunas dificultades, pero la
tarde del 20 de junio ya estaba sentado
frente a mi enlace en el cuarto trasero del
café Grisón. El comienzo de la conversación
no fue muy prometedor que digamos.
Cuando le enseñé mi pasaporte al enlace,
que era un muchacho de unos treinta años,
empezó a gritarme en el más cerrado de los
dialectos vieneses: "¿Eres imbécil o qué?
¡No mandamos niños a España!" Entonces le mentí, le dije que ese no era mi pasaporte, sino el de mi primo, y
que mi verdadero nombre no era Landauer, sino Operschall, que era el apellido de mi madre, y que no tenía 16
años, sino 18. Él no estaba convencido y me dijo: "Eres demasiado joven. Tienes que volver a Viena". Sólo
cuando le insinué que una posible repatriación y el consiguiente interrogatorio policial podían poner en peligro a la
organización ilegal en Austria, cambió de opinión.
Cuando le enseñé mi pasaporte al enlace en París,
y empezó a gritarme: "¿Eres imbécil o qué? ¡No
mandamos niños a España!" Entonces le mentí, le
dije que ese no era yo y que no tenía 16 años, sino
18
En París estuve un par de días más. Me alojaron en un hotel muy modesto de un barrio obrero. Tuve ocasión de
visitar la Exposición Internacional y pude contemplar el Guernica de Picasso en el pabellón español. Luego
salimos hacia Béziers, donde estuvimos un par de días. Nos dieron sardinas, pan, agua y vino. Al mediodía
vinieron a buscarnos cinco o seis taxis y nos llevaron a Perpiñán. Allí nos reunimos en unos cafés de las
organizaciones obreras, hasta que esa noche vinieron dos autobuses a por nosotros. Éramos unos cien hombres y
nos subimos cincuenta en cada autobús. Cruzamos los Pirineos por la noche, con la ayuda de unos
contrabandistas. Por la mañana ya estábamos en España, cerca de un pueblo llamado Maçanet de Cabrenys y,
desde allí, unos camiones nos transportaron al castillo de San Fernando en Figueras. De mi llegada a España
recuerdo dos cosas: el olor de las olivas, que era nuevo para mí, porque en Austria no teníamos olivos, y un
enorme cartel que mostraba los cadáveres de unos niños alineados sobre el empedrado de las calles de una
ciudad, no sé si sería Valencia, Barcelona o Madrid. Sobre ellos se veían las sombras de aviones de bombardeo
con las cruces gamadas pintadas en las alas y, detrás, una vaga silueta de Hitler. Debajo se leía una frase que
anticipaba la tragedia de Europa: "¡Hoy España, mañana el mundo!"
De Figueras nos trasladamos a Valencia. Al llegar nos dieron cinco horas de descanso para visitar la ciudad y
luego nos volvimos a subir al tren que nos condujo hasta Albacete. Durante el viaje, nos impresionó sobre todo la
huerta valenciana y el entusiasmo con el que nos recibían en los sitios en los que nos deteníamos. En
Albacete se encontraba el cuartel general de las Brigadas Internacionales, en lo que había sido antes un cuartel
de la Guardia Civil. Allí entré vestido de paisano y salí convertido en soldado. Mi traje acabó tirado en un
montón de ropa, y mi pasaporte fue sustituido por el carnet militar. Así, de golpe, me convertí oficialmente en
soldado del Ejército Popular, de lo cual aún hoy me siento orgulloso.
Ese mismo día nos llevaron a Madrigueras,
un pueblo al norte de Albacete donde
comenzó mi vida militar. Todos los días
hacíamos prácticas sobre el terreno.
Hacíamos la instrucción entre los viñedos,
porque allí las vides no eran como las de
Austria, plantas trepadoras, eran pequeñas
cepas que cubrían la tierra. Cada dos días,
después de la siesta, teníamos que hacer
prácticas de tiro, con balas de verdad, y con
el fusil de infantería y la pesada
ametralladora. ¡No era broma, con el calor
que hacía en el verano de 1937 en
España! Una de las cosas más
desagradables fue que tuve que
acostumbrarme a la comida española y al
inevitable aceite de oliva.
En Madrigueras estábamos sobre todo
soldados de lengua alemana. Antes
habían estado ingleses y americanos, pero
ya se habían organizado en todos los
pueblos circundantes y nos habían repartido:
los eslavos, en un lado; los de habla inglesa,
en otro y los alemanes en Madrigueras.
Mientras pasábamos el período de
instrucción, tuvo lugar la batalla de Brunete.
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instrucción, tuvo lugar la batalla de Brunete.
Dentro de la XI Brigada se encuadraba el
batallón austríaco, que se llamaba '12 de
Febrero de 1934'. Contaba con muy pocos
Sofía Moro
Hans Landauer.
hombres. Había entrado por primera vez en
acción en esa batalla y necesitaba refuerzos.
De modo que, después de una instrucción de dos semanas, nuestro grupo acabó uniéndose a la compañía de
ametralladores de este batallón en Quijorna. Allí escuché los primeros obuses y pasé mucho miedo. Decían
que no teníamos armas, pero ése no era el problema. Teníamos fusiles y ametralladoras rusos, como la Maxim,
pero una misma compañía o un batallón tenía armas de cinco calibres diferentes. Era algo increíble, impensable
en un ejército moderno.
Después de Quijorna fuimos a El Escorial y a Collado-Villalba y de allí nos trasladaron en camiones hasta
Alcañiz. Los últimos kilómetros los tuvimos que hacer andando, con los fusiles de ametrallador a cuestas, que
eran muy pesados. Poco después empezó la batalla de Quinto, Belchite y Mediana. La XI Brigada de lengua
alemana y la XV Brigada de lengua inglesa tomamos Quinto en dos días. Esto tuvo lugar el 25 de agosto y, cinco
o seis días después, se produjo la contraofensiva de Franco. Nuestro batallón tenía que defender muy cerca del
pueblo de Goya, Fuendetodos. En estos combates me hirieron en la mano. A los heridos nos transportaron con
camiones de sanidad hasta la estación de tren de Híjar y viajamos en un tren sanitario. Los heridos graves iban
en camilla y los más leves, sentados. Así llegamos al hospital de Benicassim. Allí estuve tres semanas, porque mi
herida era profunda; casi me cortan los dedos. Cuando me reincorporé, la brigada estaba ya en segunda línea en
Torralba de Aragón, entre Zaragoza y Huesca. Allí hicimos fortificaciones, ya que en estos frentes no había
muchas trincheras. En el mes de noviembre enfermé de tifus. Hubo una epidemia que afectó a casi toda la
división. Estuve en el hospital otras tres semanas. Un médico español que hablaba alemán me explicó que,
cuando tienes tifus, la fiebre sube y baja haciendo picos. Decía: "Torres de iglesias, como las de Austria, así es el
tifus". Porque las torres de Austria son muy apuntadas.
Luego participé en la batalla de Teruel. Allí
murieron el comisario político del
batallón y bastantes compañeros
Defensores de la libertad para España, traidores para su país
austríacos. Posteriormente Franco comenzó
su ofensiva, y eso constituyó la gran derrota
del Ejército republicano en el Ebro. En mayo de 1938 se formó un nuevo batallón, el Batallón Especial de la 35ª
División, donde hice de enlace, porque decían que corría como un conejo. Este batallón tenía cuatro compañías
de ametralladoras y una de infantería. Cuando estábamos en la retaguardia, nuestra misión era hacer guardia en
el Estado Mayor.
ADEMÁS
Yo, en esos días de calma, hice amistad con un campesino que vivía cerca del puesto de mando. Se llamaba
Sancho. Un día me invitó a su casa y conocí a sus hijas. Una se llamaba María Teresa y tenía mi edad y la otra
Juanita y era dos años más joven. Cada minuto, cada hora libre, los austríacos nos íbamos al pueblo a verlas.
Éramos tres Franzs (Franz Marek, Franz Hahs y Franz Kukina) y yo, Hans. Nos gustaban mucho. Lo más
cómico era que al otro lado de Marçá estaban los americanos y, entre ellos, había un grupo de argentinos. No
sabíamos que MaríaTeresa ya tenía relación con uno de ellos. En la batalla del Ebro, Franz Hahs fue herido y
enviado al hospital, Franz Marek falleció en la sierra de Pandols, y Franz Kukina sobrevivió, pero no supe más de
él.
Cuando el 23 de septiembre los Internacionales se retiraron de los frentes, fuimos a Barcelona para la
despedida. Los austríacos teníamos que coger un tren en la estación de Marçà que iba a tardar algunas horas en
salir. Entonces fui a ver a María Teresa y me despedí de su familia. Me preguntaron por los tres Franzs. Yo les
dije: "Marek cayó, el otro está enfermo en el hospital..." Nos despedimos con tristeza.
Pasaron cuarenta años y, después de la muerte de Franco, cuando volví por primera vez a España me fui
directo a Marçà. Enfrente de la iglesia, en un banco de piedra, estaba sentado un hombre con una sola pierna.
Yo le pregunté: "¿Dónde ha perdido usted su pierna?" Y me dijo: "En Teruel". Yo comenté: "Entonces usted era
soldado republicano". "Sí", contestó. "Yo tam- bién", añadí. Le pregunté si esa era la casa de Sancho y me
respondió: "Sí, esta es. María Teresa se casó con un argentino y vive seis meses en Argentina y seis en
España. Viene todos los años". Le dejé una tarjeta al vecino y esas Navidades, en Nochebuena, recibí una carta
de Argentina. "Querido Hans: Hemos oído que nos buscabas. Nos veremos el año próximo en Marçà". Y así fue.
Desde entonces, nos vemos cada año.
Hay días que uno recuerda el resto de su vida.
Para mí uno de ellos es el de la despedida de las
Brigadas Internacionales en Barcelona. Fue algo
extraordinario. Centelles me hizo una fotografía,
pero la vi en un campo de prisioneros francés
Hay días que uno recuerda el resto de su
vida. Para mí uno de ellos es el de la
despedida de las Brigadas
Internacionales en Barcelona. Fue una
cosa extraordinaria. Luego me enteré de
que Agustí Centelles, un fotógrafo español,
me había hecho una fotografía ese día. La vi
cuando estaba en un campo de prisioneros
francés. El periódico no era mío y no lo
pude conservar.
Cuando se retiraron las Brigadas Internacionales, me quedé con un grupo de compatriotas. Estuve en el segundo
ataque en la defensa de Barcelona y, por último, en las continuas batallas en la retirada y huida, hasta que
alcanzamos la frontera francesa. El 9 de febrero de 1939 devolví mi fusil en el paso fronterizo de Port-Bou.
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alcanzamos la frontera francesa. El 9 de febrero de 1939 devolví mi fusil en el paso fronterizo de Port-Bou.
Tuve suerte, porque fui de los pocos que salieron vivos de España y sin heridas graves.
Al cruzar la frontera, me internaron en los campos de prisioneros franceses. Primero en Argelès-sur-Mer y
luego en Gurs. De allí fui deportado al campo alemán de Dachau. En 1945, después de la liberación, volví a
Austria, me casé y tuve un hijo, al que puse de nombre Prisciliano, en honor a un asturiano de Mieres que
compartió conmigo los sufrimientos de los campos de concentración. Empecé a trabajar en el Cuerpo de Policía
de Viena, hasta que me jubilé. En el año 1948 abandoné la militancia del Partido Comunista, al que me había
afiliado en España.
No me arrepiento de haber estado en España en aquellos momentos. No me lo hubiera perdido por nada del
mundo. Para mí fue una escuela para la vida donde aprendí lo que es la camaradería y la solidaridad. Me siento
orgulloso de haber hecho la guerra al lado de los republicanos y de que nunca llevé el uniforme del Ejército
alemán. No soy un patriota de Austria, soy antifascista, y sé que entre los alemanes hay muy buena gente, pero
estoy orgulloso de no haber llevado nunca ese uniforme que oprimió a Europa y con el que se mató a tanta
gente.
*Sofía Moro es nuestra colaboradora de fotografía.
El libro 'Ellos y nosotros' ha sido publicado por la editorial Blume, 2006.
24 COMENTARIOS
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Puedes especular todo lo que quieras, pero los hechos históricos son estos: que el hombre elegido por los aliados fue
Franco, no Azaña ni Negrín. Porque Franco no luchó contra la República (la defendió en el golpe del ... 1934 contra ella
que perpetró el PSOE) sino contra la Revolución comunista.
¿Porqué si no la República fue abandonada por Francia, Inglaterra y EEUU durante la guerra civil?
¿Qué te hace pensar que una República abandonada por ellos sería auxiliada años más tarde en caso de haber ganado
la guerra? Suena bastante sin sentido.
Acerca de la modernización de España -país agrícola y analfabeto en 1936- a traves de los 40 años de dictadura, si la
quieres negar es problema tuyo que te quieres vendar los ojos.
Sobre la legitimidad de la dictadura, solo apuntar que la legitimidad de la República NO EXISTÍA en el momento del
golpe ni antes, una vez que el gobierno no controlaba las calles ni aseguraba los derechos fundamentales (derecho a la
vida por ejemplo de Calvo Sotelo, líder de la oposición asesinado por los rojos un par de meses antes).
En este contexto político de revolución, el capital apostó por asegurar mediante Franco su existencia. ¿Legítimo o no?
Esa discusión carece de importancia.
Y esto que escribo no es Memoria histórica, pues no se puede tener memoria de lo que no se recuerda, ya que no lo
viví.
Memoria histórica es un concepto vacío para manejar políticamente a los sentimentales e irracionales de izquierdas. ”
Nº 24 por Anónimo el 29/10/08 a las 17:49
Es curioso ver como cualquier noticia o reportaje sobre la (manoseada) memoria historica despierta tales pasiones
entre los que escriben en foros de los distintos medios. ¿Cómo se puede hablar de no reabrir heridas cuando lo que en
realidad sucede ... es que esas heridas nunca llegaron a cicatrizar del todo? Esto es un ejemplo de que todavia no
hemos podido resolver el problema de las dos Españas, y con estas actitudes mucho menos.
En mi opinión los que hablan de que el franquismo trajo la modernidad a este país se han dejado engañar con mucha
facilidad por aquellos discursos pro-franquistas que han intentando legitimar como han podido una DICTADURA. ¿Cómo
salió España de esta dictadura? Comparar el nivel de desarrollo de cualquier país democrático europeo con el de
España en aquel "fatidico" (ironía) 1975. NO hay comparación posible, y la progresiva nivelación se ha alcanzado en
los años de democracia. ¿Qué hubiera sido de una España beneficiaria del plan Marshall? seguramente esa
modernización que trajo el gran (para alguno de vosotros) general habría llegado muucho antes. No lo digo yo, lo dice
cualquier historiador o politólogo minimente serio. En fin, que las cosas no son tan simples...
por favor no hace falta que nos insultemos ”
Nº 23 por Anónimo el 29/10/08 a las 15:00
http://www.soitu.es/soitu/2008/10/28/actualidad/1225188270_395646.html
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26/05/09 16:24
La División Azul fue un cuerpo militar voluntario formado por jóvenes idealistas que creían (y estaban en lo cierto) que
el comunismo era un peligro para el mundo. Y lo hicieron para continuar la lucha que iniciaron en España.
Si hubo ... agradecimiento a Alemania por el apoyo militar que recibió el bando nacional, fue un sentimiento similar
(menos revanchista ya que fueron los vencedores) al que motivó a los republicanos exiliados a enrrolarse en los
ejércitos aliados para combatir el fascismo. Pero es falso que fueran obligados a luchar en Rusia a 40º bajo cero.
Durante el franquismo no se disfrutaba de todas las libertades pero al menos existía la posibilidad de trabajar y
progresar en la vida, hacer negocios, comprar lo que pudieras pagar con el salario de tu profesión, viajar al extranjero,
etc.
La prueba es que España, entrados los años 70, es un país industrializado y modernizado en sus costumbres , por
mucho que les moleste a la gente de izquierdas, el franquismo desemboca en la riqueza y la democracia, hablando y
publicando en las lenguas periféricas y con suecas en biquini y hippies tomando el sol en las playas. ”
Nº 22 por Anónimo el 29/10/08 a las 13:56
nº 18 LA División Azul luchó junto al Nazionalsocialismo, y como pago por los servicios prestados en infames
bombardeos contra población civil. Sin acritud.
Romántico dice...
Menos mal que ... ganó Franco, y con su dictadura de 40 años nos salvó de que a lo mejor llegaran los comunistas al
poder y a lo mejor hubieran impuesto una dictadura de 40 años. Nos han jod... ”
Nº 21 por Anónimo el 29/10/08 a las 10:40
Vida, Sentimiento y lucha por ideales. No Virtualidad como tenemos ahora. ”
Nº 20 por Anónimo el 29/10/08 a las 01:18
Best: da las gracias por lo menos, no seas desagradecido, encima que te enseñan cosas... ”
Nº 19 por Anónimo el 28/10/08 a las 23:29
Este señor y sus amigos románticos fueron más absurdos aún que los integrantes españoles de la División Azul.
Mientras los primeros lucharon por instaurar el comunismo, los de la División Azul ... querían combatir esta ideología
en la URSS.
Pero el error de los brigadistas era pensar que defendían la libertad: estaban equivocados (y por lo visto siguen igual).
Los azules en cambio han sido respaldados por el desarrollo de la Historia y la caída del comunismo como ideolgía
política.
La libertad va unida al capitalismo y la libertad de mercado. ”
Nº 18 por Anónimo el 28/10/08 a las 23:26
Los franquistas descerebrados, como siempre, desbarrando.
Calderón de la Alberca. ”
Nº 17 por Anónimo el 28/10/08 a las 23:23
Me abstengo de contestar a los que me insultan.
Nº 10 Al final tendré que darte la razón. ”
Nº 16 por george_best el 28/10/08 a las 23:21
A ver George Best, inculto, si entiendes Historia:
el franquismo no es un túnel negro sino el régimen autoritario que POSIBILITA LA REAGRUPACIÓN DEL CAPITAL QUE
DESEMBOCA EN LA MODERNIZACIÓN Y FINALMENTE EN LA DEMOCRACIA, CONCEDIDA POR ... FRANQUISTAS.
¿Sabías tu eso? ”
Nº 15 por Anónimo el 28/10/08 a las 23:09
Ya habló el listo que todo lo sabe e impartió justicia.
Otro memo del rebaño. ”
Nº 14 por Anónimo el 28/10/08 a las 23:05
http://www.soitu.es/soitu/2008/10/28/actualidad/1225188270_395646.html
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26/05/09 16:24
nº 10 ¿Cerramos las bibliotecas porque hay gente que no devuelve los libros? No, eliminar los comentarios no es la
solución. A pesar de que a veces no aporten nada a menudo enriquecen el debate. Mientras que no sean ofensivos o
... insultantes...
Tienes razón. Por suerte España no fue gobernada por el asesino genocida de Stalin sino por un ser humano justo,
bondadoso, leal y ecuánime como Franco. Di que sí.
¿memo analfabeto? ¿progre sensiblero? Quizá el que tenga que estudiar seas tú y así aprender al menos a no faltar el
respeto ni insultar.
El artículo es magnífico. Se trata de un testimonio impresionante. No entiendo que a algunos su sectarismo les impida
apreciar el testimonio de la peripecia humana de este hombre. ”
Nº 13 por george_best el 28/10/08 a las 22:59
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http://www.soitu.es/soitu/2008/10/28/actualidad/1225188270_395646.html
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