Mensaje - Secretaría de Gestión Urbana, Agua y Ordenamiento

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Discurso del Lic. Oscar Pimentel González, Secretario de
Gestión Urbana, Agua y Ordenamiento Territorial.
Ceremonia Aniversario Natalicio de Miguel Ramos Arizpe
15 de Febrero 2012. Ramos Arizpe, Coahuila.
 Lic. Eliseo Mendoza Berrueto. Diputado Presidente
de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado.
 Magistrado
. Representante
del Magistrado Gregorio Pérez Mata, Presidente del
Tribunal Superior de Justicia
 Ing. Ramón Oceguera Rodríguez.
Municipal de Ramos Arizpe.
Presidente
 Lic. Sofía García Camil. Secretaria de Cultura.
 Integrantes del H. Cabildo
 Señores Ex Presidentes Municipales
 Amigas y amigos Legisladores:
 Don Manuel H. Gil Vara. Cronista de Ramos Arizpe,
Coahuila.
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 Compañeras y compañeros servidores públicos.
 Amigas y amigos todos:
Sin lugar a dudas, uno de los personajes históricos más
importantes y decisivos en la conformación de la nación
mexicana es José Miguel Ramos Arizpe. Su influencia
intelectual,
moral
y
política
es
una
aportación
determinante en el gran movimiento social que
universalmente
provocó
el
pensamiento
liberal,
humanista y democrático, cuyas expresiones son aun
vigentes e inagotables. El debate de las ideas que se
inició en las Cortes de Cádiz hace doscientos años no
solamente no ha concluido, sino que cada día se
enriquece más ante las nuevas realidades y desafíos que
plantea el desarrollo humano, y la búsqueda constante
de las mejores formas de organización política de la
sociedad que lo haga posible.
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Hoy se cumple el 237 Aniversario del Natalicio de Don
Miguel Ramos Arizpe: un hombre sencillo y recio,
formado en el trabajo y en el estudio, de firmes
convicciones personales y políticas, y de un arraigo
apasionado a su terruño.
El legado de Ramos Arizpe puede ser calificado conforme
a la expresión de Diego Rivera, en el sentido de que la
única manera de lograr una contribución a la cultura
universal es identificarse profundamente con las raíces
de la comunidad local a la que se pertenece.
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Aquí, en lo que antiguamente fue el Valle de Labores o de
Capellanía, y hoy es la cabecera de uno de los municipios
más pujantes de Coahuila, nació José Miguel Ramos
Arizpe en 1775. Justo en el momento que le permitiría
vivir intensamente el proceso de formación de México
como un país independiente, contribuir de manera
determinante en la construcción del Estado Mexicano y
sembrar las ideas fundamentales del proyecto que es
nuestro régimen democrático.
En su libro Saltillo en La Historia y la Leyenda, Vito
Alessio Robles da cuenta de las riquezas naturales que
desde los albores del siglo XVIII hicieron de este gran
Valle de Saltillo y Ramos Arizpe ”…el lugar más populoso
y de más importancia comercial en las provincias
internas..”.
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”La riqueza de sus tierras, la abundancia de sus aguas y la
dulzura de su clima, hicieron que pronto prosperase…”
“Los hombres y mujeres de Ramos Arizpe -dice también
Alessio Robles- disfrutan de merecida fama como gentes
dotadas de una inteligencia excepcional, de una
laboriosidad extremada y de una perseverancia sin
límites.”
Con grandes esfuerzos y sacrificios el joven Miguel Ramos
Arizpe -de gran talento y energía- hizo sus primeros
estudios en Saltillo, para continuar luego con el estudio
de
Latín,
Filosofía
y
Teología
en
Monterrey
y
posteriormente obtener su Licenciatura y Doctorado en
Cánones en Guadalajara.
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Aun antes de concluir sus estudios ejerció su vocación
como sacerdote en Santa María de Aguayo (hoy Ciudad
Victoria, Tamaulipas), donde tuvo oportunidad de
profundizar en el conocimiento de la realidad social y
económica y reflexionar sobre la situación política de la
Nueva España.
En septiembre de 1810, Miguel Ramos Arizpe fue electo
diputado por Coahuila para las Cortes de Cádiz, siendo
uno de los quince novohispanos que concurrieron a
formular la Constitución de 1812 que se proponía reformar
el sistema de organización político y social de la metrópoli
española y sus dominios coloniales.
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Frente a la situación de vacío de poder que se produjo en
España por la intervención de Napoleón con el secuestro
de Carlos IV y Fernando VII, la Suprema Junta Central de
Sevilla buscó la manera de unificar a toda la península y
los reinos de ultramar para oponerse al intruso emperador
francés, para lo cual a, a través de una regencia, convocó
a todas las provincias española, incluidas las de América,
a nombrar diputados para integrar las Cortes de Cádiz.
Del trabajo legislativo de estas Cortes surgió, hace ya
doscientos
años,
la
primera
Constitución
española
promulgada el 19 de marzo de 1812, popularmente
conocida como La Pepa, por coincidir con el día de San
José. Esta legislación, inspirada en la Constitución
Francesa de 1791 y aún más avanzada y progresista, es
la simiente fundamental de los conceptos políticos que
permitieron la organización política del Estado fundado en
la soberanía del pueblo; el reconocimiento de los
derechos civiles como la igualdad ante la ley, el derecho
de propiedad, el sufragio universal masculino indirecto, la
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libertad de expresión, la libertad de imprenta y el derecho
a la educación; las bases del régimen federal y
republicano con la división de poderes y el reconocimiento
de los gobiernos locales.
Esta Constitución Española vino a vigorizar la influencia
del pensamiento liberal en toda Europa, y especialmente
en América donde fue la base para impulsar los
movimientos de independencia y la formulación de las
constituciones de las nuevas naciones.
Ramos Arizpe fue el miembro más distinguido y líder de la
diputación americana en Cádiz. Al “impetuoso y altivo
republicano” (a juicio del historiador Julio Zárate) se le
confió, además de la novohispana, la representación ante
las cortes de los intereses de Puerto Rico, Caracas, las
Californias y las Provincias Internas de Occidente.
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Alma republicana, adversa al colonialismo, sostuvo con
calor y celo la causa de la independencia de América,
encabezando a los diputados liberales contra los serviles,
luchó por la igualdad de derechos, en la metrópoli y sus
dominios, de europeos y americanos.
Aunque Ramos Arizpe no pudo evitar la prescripción de
intolerancia religiosa de la constitución gaditana, obtuvo
importantes avances: residir la soberanía en la Nación y
no en la corona; la ciudadanía española para todos los
nacidos en los dominios coloniales; la potestad legislativa
como exclusiva de las cortes.
También logró que el gobierno interior de los pueblos
estableciera ayuntamientos; la igualdad de derechos
políticos para españoles y americanos; la uniformidad de
la enseñanza y la libertad de imprenta sin censura, lo que
implicó el fortalecimiento de las garantías de pensamiento
y creencias.
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La Constitución de Cádiz se promulgó en la Nueva
España el 30 de septiembre de 1812, en plena guerra de
independencia, con repercusiones positivas inmediatas.
La libertad de imprenta propició publicaciones de Carlos
María de Bustamante y Joaquín Fernández de Lizardi,
más tarde perseguidos por el Virrey Venegas, originando
la protesta de Ramos Arizpe en las Cortes.
Con la restauración de la dinastía borbónica en la
metrópoli en 1814, Fernando VII disolvió Las Cortes,
derogó la Constitución de Cádiz y arrestó a los diputados
liberales, entre ellos a Ramos Arizpe, quien fue acusado
particularmente de estimular la insurrección en los
dominios americanos. Estuvo preso hasta la rebelión
liberal del general Riego y torna a las Cortes, donde
permanece hasta 1823.
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De regreso a México, lucha contra el “imperio” de Agustín
de Iturbide como diputado por Coahuila a nuestro primer
Congreso Constituyente, en el cual fue el jefe del Partido
Liberal por su jerarquía política, institucionalidad y talento,
partido en el cual militaban Gómez Farías, García Salinas,
Prisciliano Sánchez, Izazaga y Rejón.
Ramos Arizpe redactó el proyecto de la Constitución de
1824, en la cual quedarían plasmados el concepto de
soberanía, el sistema político con división de poderes, la
república representativa, popular, federal y la primera
generación de derechos civiles del país.
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A 237 años del natalicio de Don Miguel Ramos Arizpe y a
200 años de las Cortes de Cádiz, es necesario valorar la
contribución política de quien con justicia
ha sido
declarado el Padre del Federalismo y Benemérito de la
Patria; es muy importante, conmemorar el bicentenario de
un movimiento político e ideológico cuyas repercusiones
en nuestra vida política y en el futuro de nuestro país son
de una importancia crucial.
Hoy la organización política de nuestro país demanda una
revisión a fondo para atender a las nuevas realidades que
impone la pluralidad y la vida democrática, así como las
demandas ciudadanas de participación en los asuntos
públicos, transparencia, rendición de cuentas y mayor
eficacia de la acción gubernamental.
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Nuestro reto fundamental es construir un país donde
prevalezca una mayor equidad y donde la economía
crezca y se generen los empleos que son necesarios,
donde se fortalezca el mercado interno y podamos
contribuir de mejor manera a sustentar una nueva manera
de abatir la pobreza y la desigualdad. Pero este propósito
demanda una revisión seria del modo en que los
mexicanos
seguimos
gestionando
nuestro
sistema
político: una revisión de las atribuciones de cada orden de
gobierno para fortalecer el federalismo; una revisión de los
mecanismos de colaboración entre los poderes de la
Unión para lograr los acuerdos políticos que nos permitan
eliminar los obstáculos a nuestro desarrollo; y una
profundización de la reforma al sistema de justicia penal,
como única vía para recuperar la paz, la seguridad pública
y la impartición expedita de la justicia.
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Con el ejemplo de las convicciones y la herencia de
Miguel Ramos Arizpe, el Gobernador Rubén Moreira se ha
propuesto sentar las bases de una nueva institucionalidad
gubernamental en Coahuila, que garantice la certidumbre
en el rumbo de nuestro desarrollo, que restablezca con
decisión la seguridad como base del trabajo productivo y
de la vida comunitaria, que permita desarrollar las políticas
públicas con eficacia para responder a las demandas de
los coahuilense y desplegar el gran potencial de desarrollo
de nuestro estado.
Con esta visión se impulsa la creación de más empleos
mediante el fomento de nuevas inversiones y la
consolidación de las actividades económicas en las cuales
ya Coahuila participa de manera competitiva; se fortalece
la
educación
superior
con
nuevas
universidades
politécnicas y mejores opciones para nuestros jóvenes, y
se trabaja para elevar el aprovechamiento en la educación
básica y elevar la cobertura de la educación media
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superior; se atiende el gran reto de la salud que es
fomentar un estilo de vida con nuevos hábitos para
prevenir y evitar las enfermedades, en su mayor parte
provocadas por la obesidad y la ausencia de patrones
adecuados de alimentación.
También, se han sentado
las bases para impulsar la
cultura, hacer más eficiente la administración de la justicia
laboral, preservar el medio ambiente, fomentar el
desarrollo de las comunidades rurales y atender a los
grupos sociales que se encuentran en condiciones de
pobreza y marginación. La administración responsable,
bajo criterios de austeridad y en colaboración con los
gobiernos federal y municipales, permitirá que el gobierno
que encabeza Rubén Moreira despliegue en este año de
2012, un programa de inversión pública por casi 6 mil
millones
de
pesos
a través de
la
secretaria de
infraestructura para construir las obras que son prioritarias
en todas las regiones de la entidad.
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Por ser un estado fundamentalmente urbano, más del
90% de los coahuilenses vivimos en las ciudades, el
Gobernador ha definido una nueva política para el
desarrollo de las zonas urbanas y metropolitanas del
estado, así como para el lograr una mayor eficiencia en la
administración de los sistemas de agua potable.
Los
coahuilenses
tenemos
grandes
fortalezas.
Un
patrimonio intelectual, moral y político que nos ha sido
legado por hombres como Miguel Ramos Arizpe y una
capacidad de trabajo que nos permite ocupar un lugar
importante en el contexto mundial, y que es la base para
construir un estado moderno y con mejor calidad de vida
para todos. Este debe ser nuestro mayor compromiso.
Gracias.
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