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 El rol de los padres de familia en la sexualidad de sus hijos adolescentes (13
- 15 años).
Resumen: La adolescencia resulta ser una etapa crucial para la toma decisiones, en esta
frecuentemente surgen dudas e inquietudes sobre el tema. Es necesario plantear la necesidad de
que los/las adolescentes sean apoyados por sus padres para lograr un entendimiento pleno del la
sexualidad.
Palabras clave: padres de familia, adolescentes, rol, sexualidad.
La sexualidad es un aspecto complejo de la vida de todo individuo para la construcción de su ser,
es una dimensión esencial de la persona e incluye una amplia gama de temas, como el cuerpo
masculino, el femenino y cómo funcionan, la reproducción, tipos de relaciones, en qué consisten
una relación sana y una enfermiza, conducta sexual, cómo evitar el embarazo y cómo prevenir las
infecciones de transmisión sexual.
Al hablar de sexualidad la sociedad contribuye a la ignorancia a través de los medios masivos de
comunicación. Los medios muestran frecuentemente un tipo de sexualidad falsa, que no permite
una apropiada formación de conceptos y actitudes sexuales. En la comunidad y específicamente
para los adolecentes esto contribuye un problema, pues para muchos menores, los medios de
comunicación y sus amigos son la forma más común de información y de aprendizaje sexual,
siendo la mayoría de las veces métodos inadecuados, resultando ser los más afectados, ya que en
muchas ocasiones no obtienen información verídica.
La adolescencia resulta ser una etapa crucial para la toma decisiones, en esta frecuentemente
surgen dudas e inquietudes sobre el tema. Una correcta comunicación con sus padres puede ser la
mejor forma de obtener la información que necesitan, pues quien mejor que ellos para orientarlos.
Si la ayuda no es solicitada por los menores el acercamiento debe buscarse por parte de los
tutores, no obstante, éste puede ser difícil de conseguir. Generalmente tanto padres de familia
como sus hijos tratan de evitar hablar del tema, ya que puede existir vergüenza, falta de confianza,
creencias erróneas como la de pensar que los hijos no piensan sobre el tema o por el contrario que
saben todo lo referente a él, sin olvidar los prejuicios provocados por los tabús que marca la
sociedad. Sin embargo, debe de ser abordado para tratar de prevenir dificultades.
Un claro ejemplo de cómo se puede convertir en problemática es que hoy en día somos testigos
del creciente número de adolescentes embarazadas, llevando a un aumento de madres a muy
temprana edad. Otra cuestión a tomar en cuenta es lo grave que pueden resultar las ITS, y como
los adolecentes las adquieren por no estar bien informados.
Elementos
¾
La edad de los menores
Es en la adolescencia cuando los menores comienzan a tener cambios físicos y psicológicos, al
encontrarse en tan complicada etapa optan por saciar su curiosidad y despejar sus dudas de
diversas maneras como hablar con amigos, conocidos, a través de los medios de comunicación
como lo es la televisión, el internet o las redes sociales, pero siempre tratando de evadir el
acercamiento con los padres de familia. Esto no es de extrañarse ya que es aquí cuando se
muestran rebeldes y la relación con los padres suele verse afectada.
¾
Los padres de familia
Consideramos de suma importancia el papel que juegan los padres de familia en la formulación de
conceptos y en el entendimiento del tema de la sexualidad, además del uso que le den. Deben de
tomarse el tiempo adecuado y buscar la manera de hablar con ellos respecto al tema, así llegar al
fin deseado, el mostrarse como orientadores de sus propios hijos.
¾
Los medios de comunicación
También son muy importantes, ya que pueden servir como guía de los jóvenes, reflejándose en su
comportamiento, actitudes o posturas. Provocando que cataloguen a las personas por sus
preferencias sexuales o incluso que las discriminen por padecer alguna de las ITS.
Justificación
En la actualidad se considera que la juventud está siendo cada vez más apresurada. La
adolescencia es una etapa de cambios emocionales, físicos, cognitivos y en la cual debemos
enfocarnos muy bien en qué aspectos debemos cuidar, ya que, es en ésta misma donde surgen
más dudas y nace el surgimiento de nuevas probabilidades que nos adentran más a este tema. Es
interesante poder observar a detalle a jóvenes que viven en la sombra de los cuestionamientos, y
es viable ya que es el trance que ellos tienen de pasar de ser niños a la pubertad e incluso muchas
veces adelantan sus etapas y llegan a la adultez. Superficialmente sabemos que la sexualidad
tiene que ver mucho con la vestimenta, la forma de expresarse y de relacionarse con los demás.
Es sumamente importante que los padres de familia estén conscientes de la falta de información
que hay sobre esto e inclusive si ya existe la información que se ponga en acción lo ya comentado.
Es recomendable que al comenzar a transitar la pubertad tanto los varones como las mujeres
puedan tener una entrevista con un médico (pediatra, generalista, clínico, ginecólogo, entre otros) y
que los padres sean quienes estén al pendiente de ellos, que su comunicación sea adecuada y
que no tomen estos temas a manera de broma o que suene de forma trillada sino que se unan a
talleres como el que aplicaremos, que se involucren y pasen la voz para que se pueda disfrutar en
plenitud este tipo de conversaciones.
En la adolescencia es importante aprender nuevos cuidados y hábitos y qué mejor manera que
haciéndolo en familia, con la confianza que solo los padres de familia pueden brindar a sus hijos.
Hablar de salud sexual y reproductiva, es hablar de muchos puntos que se mostrarán más
adelante y se explayaran de acuerdo a la información que se vaya suscitando. Este rol es
importante para la formación de las nuevas y futuras generaciones que puedan servirnos para
nuestra vida cotidiana.
Antecedentes
La investigación de Yamith José Fandiño Parra (2011) que lleva por título “los jóvenes hoy:
enfoques, problemáticas y retos”, se centra en los jóvenes y demuestra que las anomalías,
alteraciones o interferencias en los jóvenes juntos a sus padres, pueden ser trabajadas tanto en el
ambiente escolar como en la casa, siempre y cuando se tengan conocimientos previos y sean
asesorado por un especialista.
Diversos artículos demuestran la gran relevancia que pude llegar a tener la intervención de los
padres de familia para modificar el comportamiento sexual en adolescente.
Un ejemplo es el que fue mostrado por el Instituto Nacional de Salud Pública (2002-2009), en el
cual se hizo una búsqueda sistemática en cinco bases de datos electrónicas de diecinueve
estudios de evaluación de intervenciones educativas con padres, estas publicaciones evalúan a 15
programas que cumplen con los criterios de selección. Como resultado en los adolecentes se
encontró un aumento en las intenciones de retrasar las relaciones sexuales y de usar
anticonceptivos, además reducción en el auto-reporte de relaciones sexuales e incremento en el
uso de condón. También se encuentran resultados positivos en factores individuales protectores
como conocimientos, actitudes y en factores familiares como comunicación padres-hijos,
percepción de reglas, monitoreo/supervisión de los padres y apoyo familiar.
Erika E Atienzo (2011) menciona que es importante revisar los efectos de intervenciones
educativas que incorporan a padres de familia, para modificar el comportamiento sexual de sus
hijos. Las intervenciones educativas que incluyen a padres de familia favorecen comportamientos
sexuales saludables en los adolescentes, la participación de padres es un elemento que puede ser
incluido en cualquier intervención para adolescentes.
Sin importar el enfoque, la definición de juventud no se debe restringir a una etapa de desarrollo
físico, cognitivo o social, o a un posicionamiento histórico o cultural. Debe poder incluir las
diferentes variables, cuestiones y factores que la constituyen y la configuran no tan sólo como una
etapa de socialización, sino como un periodo de construcción de subjetividad, regulación del
comportamiento y desarrollo de habilidades.
Marco Teórico
La información sexual es un conjunto aprendizajes que permiten el buen desarrollo de las
capacidades sexuales y una adecuada interrelación con las otras personas, esto permite una
mejor comunicación, respeto y estima. Por esta razón la información acerca de este tema es
fundamental y aunque se pudiera llegar a pensar que en la actualidad, gracias a la saturación que
tenemos en información sobre estos temas la problemática de la desinformación es mínima, nos
damos cuenta que ocurre todo lo contrario, que se encuentra fragmentada y, en muchos casos,
contradictoria. Muchas personas siguen viviendo con temor, dificultad o conflicto su sexualidad
debido a la falta de información o a creencias erróneas que se toman como ciertas.
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, el término sexualidad se refiere a una
dimensión fundamental del ser humano, basada en el sexo, incluye al género, las identidades de
sexo y género, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva, el amor y la reproducción.
Se experimenta o se expresa en forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes,
valores, actividades, prácticas, roles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de
factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales.
Es indudable que la sexualidad está marcada por la institución del género, las propias prácticas y
discursos tienen distintas connotaciones y son ejercidas diferencial e inequitativamente por los
hombres y las mujeres. La sexualidad no es aceptada ni practicada de la misma manera por unos y
otras y las diferencias conllevan jerarquías y valoraciones que hacen aceptables algunas acciones
e inaceptables otras en tanto son hombres o mujeres quienes las ejercen (Rivas, 2004).
En su mayoría, los padres pretenden que dichos temas y educación se brinde solamente en la
escuela pero no se debe esperar que el individuo llegue a una institución educativa para informarlo
sobre sexualidad, puesto que la educación comienza en casa. Por otra parte de los hijos muestran
indicios de querer aprender acerca de estos temas por un medio más autónomo, esto podría ser
quizás por falta de confianza hacia sus padres, para poder preguntar libremente sobre cualquier
inquietante que pudieran tener o algún tipo de regaño que los padres pudieran ejercer sobre ellos.
Para Bisquerra la orientación es un proceso de ayuda continuo a todas las personas, en todos los
aspectos, con la finalidad de potenciar el desarrollo humano a lo largo de toda la vida. Para hacer
esto posible es útil distinguir entre áreas, modelos y agentes. El análisis de las áreas permite
profundizar sobre el qué es la orientación. Este autor nos menciona que los modelos básicos de
intervención se fijan en las estrategias para conseguir unos resultados propuestos.
Los orientadores en la actualidad deben estar formados de manera integral, tomando en cuenta
que la orientación sexual de los estudiantes es necesaria, pues con el transcurrir del tiempo, el
índice de consecuencias de la desinformación en sexualidad ha aumentado.
El trabajo de un orientador implica la interacción con padres e hijos, formando así un “triangulo” en
el que se pueda compartir información, teniendo una función mediadora a cualquier situación. El
orientador debe brindar técnicas para manejar la información y el cómo esta misma se transmite,
para lograr una comunicación eficaz y productiva.
Los hijos conforme van creciendo, comienzan a cuestionarse sobre sus estados físicos,
sensaciones que experimenta su cuerpo y expresiones de sexualidad que tienen hacia los demás,
entre otras dudas que ponen en dilemas y situaciones conflictivas para ellos mismos al recibir
información de diferentes maneras como por ejemplo, los medios de comunicación, redes sociales,
amigos, entre otros, que a su vez puede resultar contradictoria por todos aquellos mitos e
ignorancia o información incompleta que conoce o desconoce la sociedad. Los padres son parte
importante para resolver todas las interrogantes que se pudieran presentar, junto con ayuda de la
educación escolar y de especialistas en el tema. Tanto hijos, padres y orientadores, deben tomar el
tema con madurez y sin prejuicios. No basta con solamente sobre llevar el tema en libros de
ciencias o biología en la escuela, ya que los innumerables riesgos van más allá de eso.
El hablar de sexualidad no específicamente deberá ser cuando los hijos quieran experimentar el
tener relaciones sexuales, si no que a lo largo de su desarrollo sería ideal el acompañarlos en su
trayecto para guiarse en todos los cambios que vayan presentando. Los padres deben eliminar
toda clase de barreras introspectivas que tenga consigo mismo para poder abrirse completamente
y responder a cualquier interrogante, para esto lo ideal sería que el o los padres estén actualizados
con información pertinente y no sorprenderse por cualquier inquietud que pudieran llegar a
generar.
Se debe crear un preámbulo de cualquier situación que implique factores externos como la presión
por la sociedad, amigos, mercadotecnia, etc. Esto no significa hacer una invitación a experimentar
prácticas sexuales, si no por el contrario sirve para brindarles el mayor número de armas posibles,
que en este caso sería la información, para diversas situaciones que pudieran presentarse. Para
ello, se debe brindar información sobre métodos anticonceptivos, enfermedades de transmisión
sexual y extender el panorama hacia un embarazo no deseado.
Bibliografía
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adolescentes (2011). Recuperado por: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10619758009
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de sus Hijos. ACUPS.
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https://ries.universia.net/article/view/59/244
Atienzo Erika. (2011). Intervenciones con padres de familia para modificar el comportamiento
sexual en adolescentes. Recuperado por http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10619758009
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Salud.
Recuperado
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Rivas, M. (2004). Sexualidad, género y subjetividad femenina. Anuario de Investigaciones 2004.
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