Tratado del Bautismo Cristiano

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EL BAUTISMO DEL CRISTIANO
Hay ministros que bautizan a muchas personas cada año usando la fórmula
“Te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. Esta
fórmula es sacada del evangelio según Mateo (cap. 28:19) y a primera vista
parece que esto es correcto, pero los discípulos de Jesús no hicieron ningún
bautismo utilizando esta fórmula sino que bautizaron en el nombre de Jesús a
los primeros judíos y gentiles que se incorporaron a la iglesia, lo que ha llevado
a algunos a inventar historias extrañas como que el apóstol Pedro dijo:
“Arrepentíos, y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados; y recibirán el don del Espíritu Santo.”(Hechos 2:38)
únicamente para los judíos, porque estos ya habían aceptado al padre y
necesitaban aceptar al hijo, historia que se cae por su propio peso, ya que a los
primeros gentiles que se convirtieron al Señor el mismo Pedro mando a
bautizarlos en el nombre del Señor Jesús (Hechos 10:48), además el bautismo
es para perdón de pecados a todos los que el Señor llamaré, sean judíos o
gentiles (Hechos 2:38-39), porque Dios no hace acepción de personas y en
todas las naciones se agrada de aquel que le teme y hace justicia (Hechos
10:34-35).
Algunos han pensado que el bautismo es un ritual el cual hay que obedecer
porque Jesús ordeno hacerlo, pero la escritura dice algo totalmente diferente
como esta escrito: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de ustedes en el
nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibirán el don del
Espíritu Santo”. La función del bautismo es que la persona obtenga el perdón
de los pecados por el nombre de Jesús, y pueda recibir el don del Espíritu
Santo, hecho confirmado por el Espíritu al relatar la conversión de Pablo, al
decir: “12Entonces uno llamado Ananías, varón piadoso según la ley, que
tenía buen testimonio de todos los judíos que allí moraban, 13vino a mí, y
acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella misma
hora recobré la vista y lo miré. 14Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha
escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su
boca. 15Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y
oído. 16Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus
pecados, invocando su nombre”. (Hechos 22:12-16). ¿A que nombre se estaba
refiriendo el hermano Ananías? Esta pregunta esta respondida en otra escritura
que nos relata en detalle este encuentro: “17Fue entonces Ananías y entró en la
casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús,
que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que
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recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. 18Y al momento le cayeron de
los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue
bautizado” (Hechos 9:17-18). O sea que en el bautismo del apóstol Pablo se
cumplieron las dos condiciones marcadas por el Espíritu por boca del apóstol
Pedro (Hechos 2:38), es decir, a Pablo se le perdonaron los pecados en el
nombre de
Jesús y recibió el don del Espíritu Santo. Años después el apóstol le escribe a
los romanos y les confirma que él fue bautizado en Cristo al escribir: “ 1¿Qué,
pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2En
ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos
aún en él? 3¿O no saben que todos los que hemos sido bautizados en
Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4Porque somos
sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como
Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros
andemos en vida nueva” (Rom. 6:1-4).
Estas escrituras nos confirman que el hermano Ananías bautizaba en el
nombre de Jesús.
El hermano Felipe, también bautizó a muchos hermanos en la ciudad de
Samaria ¿Cómo hizo Felipe estos bautizos? Veamos que dice la escritura:
“5Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a
Cristo. 6Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía
Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía... 12Pero cuando creyeron a
Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de
Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres… 14Cuando los apóstoles
que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de
Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; 15los cuales, habiendo venido, oraron por
ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; 16porque aún no había descendido
sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el
nombre de Jesús. 17Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu
Santo” (Hechos 8:5-6; 12; 14-17). Es claro que el hermano Felipe había sido
enseñado por el Espíritu que el bautismo era en el nombre de Jesús, por eso
los apóstoles Pedro y Juan, que estaban en Jerusalén, cuando llegaron a
Samaria no lo contradijeron sino que confirmaron la predicación de Felipe al
orar por los discípulos para que recibieran el Espíritu Santo. Y el mismo apóstol
Juan, que confirmo los bautismos en el nombre de Jesús hechos por Felipe,
muchos años después escribió a toda la iglesia de Jesucristo: “Os escribo a
vosotros, hijitos, porque vuestros pecados han sido perdonados por su nombre”
(1ª de Juan 2:12). Y es claro que el apóstol se refería a Jesús porque unas
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líneas antes había escrito: “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no
pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el padre, a
Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no
solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo” (1ª de Juan
2:1-3).
El apóstol Pablo le predico a las gálatas en Asia Menor. Ahora, ¿cómo fueron
bautizados los hermanos de Galacia? ¿Fueron ellos bautizados en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo ó fueron bautizados en el nombre de
Jesús? Si el apóstol Pablo obtuvo el perdón de pecados y recibió el don del
Espíritu Santo con el bautismo en el nombre de Jesús ¿Podía él, acaso,
bautizar o mandar a bautizar a los gálatas de manera diferente? Es claro que
Pablo y los que lo acompañaban bautizaron a los gálatas en el nombre de
Jesús y así esta escrito: “… todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;
porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis
revestidos” (Gálatas 3:26-27).
El apóstol Pablo predicó en muchas partes y tuvo problemas en Corinto
porque algunos creyentes no miraban a Cristo sino a los predicadores, porque
estos decían: “Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo”.
Y el apóstol les dice: “13¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por
ustedes? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?” (1ª de corintios 1:12;
13). El apóstol les esta indicando que únicamente debían mirar a Cristo porque
el que fue crucificado fue Cristo y ellos no fueron bautizados en el nombre de
Pablo sino en el de Cristo, porque cuando el apóstol le predicó a ellos no se
propuso saber cosa alguna sino a Jesucristo y a este crucificado (1ª de
corintios 2:2). A los romanos el apóstol Pablo les recuerda que ellos, y también
él, habían sido bautizados en el nombre de Jesús al decirles: “¿O no sabéis
que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido
bautizados en su muerte?
El trabajo del apóstol Pablo giro en torno al nombre de Jesús porque esto fue lo
que le encargó el Señor cuando él se dedicaba a perseguir a los cristianos y
Jesús lo enfrenta diciéndole: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa
te es dar coces contra el aguijón. 15Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el
Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. 16Pero levántate, y ponte sobre
tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo
de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, 17librándote
de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, 18para que abras sus
ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de
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Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de
pecados y herencia entre los santificados.19Por lo cual, oh rey Agripa, no fui
rebelde a la visión celestial,” (Hechos 22:14-19). Y otro escritura dice: “El Señor
le dijo; Vé porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en
presencia de los gentiles…”. La orden de Dios al apóstol Pablo era muy clara,
así que él obedeció a la visión bautizando en el nombre de Jesús para que los
creyentes obtuvieran perdón de pecados en las primeras iglesias gentiles.
Como podemos leer, todos los hermanos bautizaron en el nombre de Jesús y
no utilizaron la fórmula que esta en el evangelio según Mateo (28:19), la cual
dice: “hagan discípulos en todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo“ ¿Será que todos los discípulos y
apóstoles se equivocaron ó que desobedecieron la orden de Jesús como
algunos afirman? Pero, ¿Podían equivocarse aquellos que estaban llenos del
Espíritu Santo? ¿O es qué falta ver otros aspectos en la escritura para llegar a
comprender por qué toda la iglesia primitiva bautizó en el nombre de Jesús?
El punto de partida de algunos predicadores es el texto de Mateo 28:19 que
dice: “Por tanto, vayan, y hagan discípulos en todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo“. Este
encuentro entre Jesús y los discípulos tiene aspectos que algunos creyentes no
han analizado. Recordemos que el bautizo es en el nombre de Jesús para
perdón de pecados. ¿En qué momento los discípulos recibieron esta orden?
Empecemos a acercarnos al momento cuando Jesús establece la gran
comisión y analicemos lo que acontece en el evangelio según Marcos donde el
escribe parte de lo que Jesús dijo a los discípulos: “Id por todo el mundo y
prediquen el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será
salvo; más el que no creyere será condenado” (Marcos 16:15-16) observe que
un nuevo elemento aparece en el texto de Marcos, porque el Espíritu relaciona
la salvación con el creer y ser bautizado, que no aparece en el texto de Mateo
(28:19). Y en el libro de Hechos (4:8) Pedro lleno del Espíritu Santo dice: “Este
Jesús es la piedra reprobada por ustedes los edificadores, la cual ha venido a
ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro
nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos
4:11-12). O sea que el nombre tiene que ser dado en el bautismo al creyente
para ser perdonado y ser salvo.
Al analizar nuevamente la comisión que Jesús le encargo a sus discípulos
antes de partir, en el evangelio escrito por Lucas, encontramos finalmente
la explicación exacta de porque todos los apóstoles y discípulos de Jesús
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bautizaron en el nombre de Jesús, a este respecto Jesús dijo a sus discípulos:
“Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de
los muertos al tercer día; 47y que se predicase en su nombre el
arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando
desde Jerusalén. 48Y ustedes son testigos de estas cosas” (Lucas 24:46-48).
Años después el apóstol Pedro recuerda el episodio de la partida de Cristo
antes de bautizar a los primeros gentiles, cuando le dice a Cornelio y a todos
los que estaban reunidos en su casa: “39Y nosotros somos testigos de todas las
cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien
mataron colgándole en un madero. 40A éste levantó Dios al tercer día, e hizo
que se manifestase; 41no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había
ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después
que resucitó de los muertos. 42Y nos mandó que predicásemos al pueblo,
y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y
muertos. 43De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que
en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre” (Hechos
10:39-43). El apóstol Pedro después de predicarles y de ellos creer mandó a
bautizarlos en el nombre de Jesús (Hechos 10:48).
El término bautismo quiere decir sumergir en el agua y debe hacerse en el
nombre de Jesús, y así está escrito: “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de
hecho, hacedlo todo en el nombre de Jesús, dando gracias a Dios padre por
medio de él” (Colosenses 3:17). La orden del Espíritu en esta escritura no deja
ninguna duda, porque la palabra todo incluye todas las acciones del cristiano,
(La palabra panta, πάντα, que aparece en el original griego, significa todo en
los idiomas actuales), o sea que la predicación, el bautismo, y todo lo que el
cristiano haga debe hacerse en el nombre de Jesús. Esta orden fue dada por
Jesucristo al decir: “…y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el
perdón de pecado en todas las naciones…” (Lucas 24:47), así que los
apóstoles Pedro, Pablo, Felipe, Juan, Bernabé, y todos los hermanos antiguos
que bautizaron y predicaron en el nombre de Jesús lo que hicieron fue cumplir
la orden recibida por el Señor Jesucristo, el cual también les dijo: “El que a
vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el
que me desecha a mí, desecha al que me envió” (Lucas 10:16).
Jesús dijo a los discípulos: “Id por todo el mundo y prediquen el evangelio a
toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; más el que no
creyere será condenado” (Marcos 16:15-16). Observe que el evangelio es
una opción de la persona, la cual Dios le brinda por medio de la predicación,
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por lo que se debe tener una edad en la que se pueda comprender el evangelio
y tomar una decisión acerca del bautismo. Dios nunca mandó a bautizar a
ningún niño recien nacido porque ellos no están en capacidad de entender el
evangelio y mucho menos de aceptar o rechazar el bautismo. Finalmente
hermanos si ustedes sienten el llamado de Dios acuérdense que el Espíritu
Santo no se equivoca y el dijo por boca del apóstol Pedro en Hechos 2:38 y 39:
“Arrepentíos, y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados; y recibirán el don del Espíritu
Santo. Porque para ustedes es la promesa, y para sus hijos, y para todos
los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”
IGLESIA DE JESUCRISTO EN COLOMBIA - Predicas los Domingos: 2-5 p.m.
Predicas en: www.jesusmidios.org
Escriba a: [email protected]
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