CONTRADICCION DE TESIS 15/94. Número de registro: 2247 Octava Época Instancia: Tercera Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación Tomo: Tomo XIV, Diciembre de 1994 Página: 153 CONTRADICCION DE TESIS 15/94. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR EL SEGUNDO Y EL TERCER TRIBUNALES COLEGIADOS EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO. CONSIDERANDO: SEGUNDO.-El Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, al resolver con fecha dieciséis de febrero de mil novecientos noventa la revisión principal 489/89, relativa al juicio de amparo 840/89 promovido en favor de "Rastras e Implementos de Guadalajara", Sociedad Anónima, sustentó la tesis siguiente: "EMBARGO EN MATERIA MERCANTIL. SU SUSTITUCION POR FIANZA.-Es inexacto que la ley mercantil no contemple la sustitución del embargo por una fianza, pues basta la lectura del artículo 1180 del Código de Comercio para darse cuenta de lo contrario. Sin que sea obstáculo el hecho de que el dispositivo aluda a embargos precautorios, pues lo importante estriba en que la institución sí está establecida aunque deficientemente, motivo por el que sí debe aplicarse, ante esa irregularidad, el código local de procedimientos civiles." Las consideraciones que originaron esa tesis, son las siguientes: "QUINTO.-Supliendo sus deficiencias con base en el artículo 76 bis, fracción IV, de la Ley de Amparo, se estiman fundados los conceptos de violación. "El artículo 1180 del Código de Comercio determina 'Si el demandado consigna el valor u objeto reclamado, da fianza bastante a juicio del juez o prueba tener bienes raíces suficientes para responder del éxito de la demanda, no se llevará a cabo la providencia precautoria o se levantará la que hubiere dictado.'. "Basta la lectura del precepto acabado de transcribir para darse cuenta que es inexacto que la ley mercantil no contemple la sustitución del embargo por una fianza, no siendo obstáculo el hecho de que el dispositivo aluda a embargos precautorios, pues lo importante estriba en que la institución sí está establecida, aunque sea deficiente, pero al fin y al cabo sí está prevista como lo exigió el Juez natural; motivo por el que, como con acierto lo hace notar la agraviada, sí debe aplicarse, ante lo defectuoso de la reglamentación, el Código Local de -1- CONTRADICCION DE TESIS 15/94. Procedimientos Civiles. "En consecuencia procede revocar la sentencia recurrida para en su lugar conceder la protección federal a fin de que, en la nueva resolución que se pronuncie en sustitución de la reclamada, el Juez responsable declare fundado el recurso de revocación opuesto y fije la garantía solicitada en sustitución del embargo." TERCERO.-Por su parte, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, al resolver con fecha catorce de abril de mil novecientos noventa y cuatro el toca de revisión principal 122/93, relativo al juicio de amparo 758/93 promovido por Oscar Alfonso Villaseñor Pelayo, sostuvo, en lo que interesa, lo siguiente: "SEXTO.-Los anteriores motivos de inconformidad son infundados e inoperantes, lo que se precisará oportunamente. "En efecto, el peticionario de garantías, ahora recurrente, afirma que la figura jurídica de la sustitución del embargo por una fianza, sí se encuentra reglamentada en el Código de Comercio, pero de manera irregular o defectuosa, de lo que se infiere que por remisión expresa de los artículos 2 y 1054 del código citado, resulta aplicable el Código Procesal Civil local. No le asiste razón. "Así es, en primer término, debe calificarse de inoperante, por dogmática, la afirmación de que el código mercantil regula defectuosamente la sustitución del embargo por fianza, toda vez que el emitente no precisa en concreto, en dónde radica la defectuosidad que le imputa a la reglamentación que hace el cuerpo legal de mérito; en segundo lugar, dicha aseveración es infundada porque el artículo 1180 del código en cuestión, es suficientemente claro en cuanto posibilita efectivamente la sustitución del embargo pero sólo cuando se realiza como providencia precautoria; es decir, de ninguna manera se extiende dicha figura de la sustitución al juicio ejecutivo (embargo ordenado por auto de exequendum), pues si la intención o decisión del legislador hubiera sido en ese sentido, así lo habría explícitamente reglamentado en el título relativo a los juicios ejecutivos, concretamente en el artículo 1392, que es el que prevé la actitud a asumir por parte del deudor una vez que ha sido embargado y emplazado. "Por ello, no cabe aplicar supletoriamente la legislación procesal estatal como pretende el promovente, ya que la institución de la sustitución establecida por el código mercantil, está perfectamente reglamentada, como ya se dijo; a propósito del tema, es de aplicarse la jurisprudencia 1100 que aparece publicada en las páginas 1771 y 1772 del último Apéndice al Semanario Judicial de la Federación, Segunda Parte, que a la letra dice: 'JUICIOS MERCANTILES. SUPLETORIEDAD DE LA LEGISLACION LOCAL EN LOS. PROCEDENCIA.-De conformidad con lo dispuesto por el artículo 1051 del Código de -2- CONTRADICCION DE TESIS 15/94. Comercio, la aplicación supletoria de la legislación local en los juicios mercantiles no debe entenderse de un modo absoluto, sino con las restricciones que el propio numeral señala; es decir, procede sólo en defecto de las normas del Código de Comercio y únicamente con respecto de aquellas instituciones establecidas por este ordenamiento, pero no reglamentadas deficientemente, en forma tal que no permitía (sic) su aplicación adecuada. Todo ello a condición de que las normas procesales locales no pugnen con las de la legislación adjetiva mercantil.'. "En tales condiciones, contrariamente a la estimativa del quejoso, resulta aplicable en la especie la tesis sustentada por el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito que invoca la responsable y que es del tenor literal siguiente: 'EMBARGO, LEVANTAMIENTO Y SUSTITUCION DEL, EN EL JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL.-El artículo 1180 del Código de Comercio al aceptar la substitución del embargo y ordenar que el mismo se levante al cumplirse con los requisitos que dicho precepto señala, resulta aplicable para los embargos decretados con carácter de providencia precautoria, pues en modo alguno contiene la facultad para que el ejecutado con base en un auto de exequendo dictado en juicio ejecutivo goce de esa prerrogativa, porque de acuerdo con lo que dispone el artículo 1396 de la citada codificación mercantil, dicho ejecutado cuenta con dos opciones en el procedimiento con relación al embargo: la de comparecer al juzgado a hacer paga llana de la cantidad reclamada o la de contestar el libelo oponiéndose a la ejecución si tuviere alguna excepción para ello.' "Este órgano colegiado comparte el criterio sostenido en tal tesis, ya que se resolvió en forma similar la revisión 568/91, de la que surgió la diversa tesis que aparece publicada en la página 306 del tomo IX del Semanario Judicial de la Federación, Octava Epoca, que a la letra dice:'SUPLETORIEDAD DE LA LEY. EL CODIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES DE JALISCO NO TIENE ESE CARACTER RESPECTO DEL CODIGO DE COMERCIO, TRATANDOSE DE LA DESIGNACION DEL DEPOSITARIO DE BIENES EMBARGADOS.-El Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco sólo es supletorio del de Comercio, cuando éste carezca de disposiciones expresas sobre determinada cuestión, y ello, a condición de que no pugne con otros preceptos del citado Código de Comercio. Por tanto, no es dable aplicar supletoriamente en el juicio mercantil ejecutivo, el artículo 527 del código mencionado, que faculta al ejecutado para constituirse en depositario de los bienes embargados, mediante contrafianza que otorgue, porque esta disposición local, pugna con lo establecido por el numeral 1392 del Código de Comercio, en el que se indica que en los juicios ejecutivos, los bienes que se aseguren, ante la negativa al pago del deudor, después del correspondiente requerimiento, deben quedar en depositaría de la persona que al efecto designe el acreedor; y no se establece en el dispositivo prerrogativa que faculte al demandado para constituirse en depositario, mediante el otorgamiento de garantía. Luego entonces, resulta fuera de toda duda que en un caso como el que se analiza no procede la aplicación supletoria de la ley estatal, porque al hacerlo se quebrantaría lo dispuesto por el -3- CONTRADICCION DE TESIS 15/94. anteriormente citado artículo 1392 del Código de Comercio que faculta, de manera exclusiva al actor, para designar al depositario de la cosa secuestrada. Resulta por demás puntualizar que el ordenamiento antes invocado, sí tutela la institución de fianza, pues el artículo 1180, permite que el embargo precautorio sea sustituido por una fianza, por ende, si la intención del legislador hubiera sido la de hacer extensivo dicho beneficio en el juicio ejecutivo, así lo hubiera determinado en forma auténtica, haciendo la adecuación respectiva en el artículo 1392, pero como no lo hizo, es incontrovertible que reservó como facultad propia del actor el designar al depositario de los bienes embargados.'. "Dice Villaseñor Pelayo que la fianza viene a ser la auténtica garantía de pago para quien resulte vencedor en juicio, con igual o mayor eficacia que el secuestro de bienes; que el espíritu del auto de exequendo es que se garantice el pago del crédito que judicialmente se le reclama. "Resulta inoperante tal concepto, en virtud de que como ya se dijo, la legislación comercial no posibilita la sustitución, con independencia de que la fianza sea considerada más ventajosa o eficaz que el embargo para garantizar el pago de lo reclamado. "Alega el hoy quejoso que el Juez responsable confunde el embargo precautorio con el definitivo, ya que el artículo 1347 del Código de Comercio y el 482 el Enjuiciamiento Civil Estatal reglamentan este último. No le asiste razón. "Efectivamente, no hay la confusión decantada, tanto es así que la responsable resuelve, acertadamente por cierto, la improcedencia de la sustitución solicitada por el citado quejoso cuando se negó a aplicar en beneficio de éste el dispositivo 1180 del Código de Comercio, que alude claramente a las providencias precautorias, mientras que la ejecución tiene como sustento los artículos 1392 y 1393 del propio código cuando se fundamenta en documentos que traen aparejada ejecución (artículo 1391, fracción IV), y por otra parte, el dispositivo 1347 del multicitado ordenamiento se refiere a la ejecución de sentencia o convenios cuando no existen bienes embargados, que como se vio, no es el caso. "En tales condiciones, procede concluir modificando la sentencia sujeta a revisión, en el sentido de revocar el sobreseimiento respecto del acto que se hizo consistir en la inadmisión de la sustitución del embargo por una fianza y en su lugar negar al peticionario el amparo y protección de la Justicia Federal en lo que concierne a dicho acto." CUARTO.-El examen de los considerandos transcritos, expresados respectivamente por el Tercer y por el Segundo Tribunales Colegiados en Materia Civil del Tercer Circuito, permite advertir, en primer término, que sí existe contradicción de tesis, toda vez que ambas se refieren a la interpretación del artículo 1180 del Código de Comercio y llegan a conclusiones opuestas. -4- CONTRADICCION DE TESIS 15/94. Es necesario, sin embargo, precisar la esencia de la contradicción, pues ambos tribunales coinciden en que la sustitución del embargo por fianza, es una institución reconocida por el Código de Comercio, aunque uno de ellos la estima deficientemente reglamentada y el otro, en cambio, sostiene que la relativa reglamentación es correcta. En efecto, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito afirmó en su resolución que el Código de Comercio establece la sustitución del embargo por fianza, por lo cual puede levantarse el secuestro trabado en juicio ejecutivo, sin ser obstáculo para ello que el artículo 1180 aluda a embargos precautorios, pues lo importante es, al decir de ese tribunal, que la institución sí se encuentra establecida, aunque de manera deficiente, razón por la cual estima que debe aplicarse de manera supletoria el Código de Procedimientos Civiles, de acuerdo con lo dispuesto por los artículos 2o. y 1054 del Código de Comercio. En tanto, el Segundo Tribunal Colegiado de la misma materia y Circuito sostiene en su ejecutoria que el artículo 1180 del Código de Comercio es suficientemente claro, en cuanto posibilita la sustitución del embargo por fianza sólo para cuando aquél se realiza como providencia precautoria, por lo cual considera que esa sustitución no opera respecto de embargos realizados con motivo de juicios ejecutivos, ni admite, por consiguiente, que por defectuosa reglamentación sea aplicable en forma supletoria el Código de Procedimientos Civiles. Agrega dicho Tribunal Colegiado, que si la intención del legislador hubiera sido en ese sentido, así lo habría explícitamente reglamentado en el título relativo a los juicios ejecutivos, concretamente en el artículo 1392, "que es el que prevé la actitud a asumir por parte del deudor una vez que ha sido embargado y emplazado.". Por tanto, la contradicción entre ambos colegiados consiste, en que según el primero de ellos la sustitución del embargo por fianza opera también respecto del secuestro de bienes efectuado en el juicio ejecutivo mercantil, en tanto que el diverso órgano jurisdiccional de que se habla estima lo contrario. A fin de dirimir la controversia, es necesario establecer, primero, que por regla general un precepto legal inserto en un apartado especial no es aplicable a casos distintos de los prevenidos en éste, salvo que disposición expresa de la propia ley así lo autorice o, en su defecto, que el diverso caso al que se pretende aplicar encuentre identidad de razón con aquellos supuestos establecidos en el apartado donde aparece la norma, hipótesis en la cual cobra aplicación el aforismo que reza: "Donde existe la misma razón debe existir la misma disposición.". La parte final de este razonamiento encuentra apoyo en la tesis que sustentó esta Tercera Sala en sesión de veinticuatro de septiembre de mil novecientos cincuenta y ocho, al resolver el amparo directo 834/58 promovido por Isaura Ciprián Miranda viuda de Velázquez, publicada en la página treinta y siete, volumen XV, Sexta Epoca del Semanario Judicial de la Federación, que dice: -5- CONTRADICCION DE TESIS 15/94. "ANALOGIA. APLICACION DE LA LEY POR.-Lógica y jurídicamente la base de sustentación de este principio no puede ser otra que la semejanza que debe existir entre el caso previsto y el no previsto, y nunca la diferencia radical entre ambos, ya que las lagunas de la ley deben ser colmadas con el fundamento preciso de que donde hay la misma razón legal debe existir igual disposición de derecho." Para estar en condiciones de conceder razón a alguno de los Tribunales Colegiados de que se trata, resulta necesario examinar al tenor de la invocada tesis, si existe o no la misma razón en el embargo precautorio que en el suscitado con motivo de un juicio ejecutivo mercantil. Las providencias precautorias encuentran justificación en lo preceptuado por el artículo 1168 del ordenamiento en estudio, que dice: "Las providencias precautorias podrán dictarse: "I. Cuando hubiere temor de que se ausente u oculte la persona contra quien deba entablarse o se haya entablado una demanda; "II. Cuando se tema que se oculten o dilapiden los bienes en que debe ejercitarse una acción real; "III. Cuando la acción sea personal, siempre que el deudor no tuviere otros bienes que aquellos en que se ha de practicar la diligencia y se tema que los oculte o enajene." Asimismo, resulta pertinente referir lo que los artículos 1179 y 1180 establecen en relación al embargo precautorio particularmente el segundo de ellos, interpretado por los mencionados Tribunales Colegiados. "Artículo 1179. Cuando se pida un secuestro provisional sin fundarlo en título ejecutivo, el actor dará fianza de responder por los daños y perjuicios que se sigan, ya porque se revoque la providencia, ya porque, entablada la demanda, sea absuelto el reo." "Artículo 1180. Si el demandado consigna el valor u objeto reclamado, da fianza bastante a juicio del Juez o prueba tener bienes raíces suficientes para responder del éxito de la demanda, no se llevará a cabo la diligencia precautoria o se levantará la que hubiere dictado." De ese conjunto de artículos se advierte, que la providencia precautoria consistente en aseguramiento de bienes, tiene por finalidad, en un caso (fracción II del artículo 1168), garantizar la materia de la acción real que se ha de ejercitar respecto de determinados bienes, cuyo ejercicio exitoso no sería posible si se produce, por parte del demandado o futuro -6- CONTRADICCION DE TESIS 15/94. demandado, el ocultamiento o la dilapidación de esos concretos bienes; o bien, cuando la acción es personal (fracción III del mismo artículo), dicha medida precautoria tiene por finalidad garantizar al actor el cumplimiento de la sentencia favorable que pudiera llegar a obtener y cuya ejecución sería imposible o por lo menos más difícil, si al dictarse sentencia desfavorable al demandado, éste apareciera insolvente o lo fuera verdaderamente. Es importante citar, en relación a lo anterior, la siguiente tesis: "PROVIDENCIAS PRECAUTORIAS.-Las providencias precautorias son concedidas con el propósito de permitir al actor, el aseguramiento de sus intereses, cuando éste no tiene a la mano un medio rápido de qué disponer con idéntico efecto; pero su duración siempre está limitada a un período de tiempo estrictamente necesario para que, reconocido el crédito por sentencia ejecutoria, que tenga fuerza ejecutiva, se cambie por el embargo formal, ya que también sería injusto que un privilegio se convirtiera en una restricción indefinida de los derechos de propiedad y posesión, para aquel contra quien se pida la providencia. Por esto la ley exige al actor que presente su demanda formal dentro de tres días, pues ya así el afectado podrá exigir la continuación del juicio, y con la sentencia vendrá, en su caso, el embargo formal o el levantamiento de la misma precautoria. De lo anteriormente expuesto, se ve lo injusto que sería admitir las providencias precautorias en el período de ejecución.". Amparo civil en revisión número 4130/1927. Reyes de Johnson Isabel. Unanimidad de cinco votos. Aparece en la página 2155, Tomo XXVIII, Sección 3a., parte relativa a la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Se advierte, que el embargo como providencia precautoria procede a pesar de que el actor no tenga en su favor título ejecutivo, pues basta la existencia de temor fundado a que el deudor demandado o futuro demandado oculte o dilapide bienes afectos a una acción real o, cuando la acción es personal, que el ocultamiento o dilapidación de sus bienes le haga aparecer o verdaderamente lo deje insolvente, para que mediante el otorgamiento de fianza por parte del solicitante de la medida, se conceda la providencia solicitada. A diferencia de ello, para que se ordene trabar embargo en juicio ejecutivo mercantil basta se acompañe a la demanda título que traiga aparejada ejecución, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 1392 del Código de Comercio, contenido en el título tercero del libro quinto, apartado diverso de aquel en que se previenen las providencias precautorias. El artículo en cita dice: "Presentada por el actor su demanda acompañada del título ejecutivo se proveerá auto, con efectos de mandamiento en forma, para que el deudor sea requerido de pago, y no haciéndolo se le embarguen bienes suficientes para cubrir la deuda y costas, poniéndolos bajo la responsabilidad del acreedor, en depósito de persona nombrada por éste, salvo lo dispuesto en las concesiones vigentes en favor de los bancos." -7- CONTRADICCION DE TESIS 15/94. En el mismo título tercero se contienen entre otros preceptos, los siguientes: "Artículo 1391. El procedimiento ejecutivo tiene lugar cuando la demanda se funda en un documento que traiga aparejada ejecución ..." "Artículo 1395. En el embargo de bienes se seguirá este orden: "I. Las mercancías; "II. Los créditos de fácil y pronto cobro, a satisfacción del acreedor; "III. Los demás muebles del deudor; "IV. Los inmuebles; "V. Las demás acciones y derechos que tenga el demandado ..." "Artículo 1396. Hecho el embargo, acto continuo se notificará al deudor, o a la persona con quien se haya practicado la diligencia para que dentro del término de cinco días comparezca el deudor a hacer paga llana de la cantidad demandada y las costas, o a oponer las excepciones que tuviere para ello." "Artículo 1397. Si se tratare de sentencia, no se admitirá más excepción que la de pago si la ejecución se pide dentro de ciento ochenta días; si ha pasado ese término, pero no más de un año, se admitirán además, las de transacción, compensación y compromiso en árbitros; y transcurrido más de un año serán admisibles también las de novación, comprendiéndose en ésta la espera, la quita, el pacto de no pedir y cualquier otro arreglo que modifique la obligación y la falsedad del instrumento, siempre que la ejecución no se pida en virtud de ejecutoria, convenio o juicio constante en autos. Todas estas excepciones, sin comprender la de falsedad, deberán ser posteriores a la sentencia, convenio o juicio y constar por instrumento público, por documento judicialmente reconocido o por confesión judicial." "Artículo 1399. Dentro de los cinco días siguientes al embargo podrá el deudor oponer las excepciones que tuviere, acompañando el instrumento en que se funde, o promoviendo la confesión o reconocimiento judicial. De otra manera no será admitida." "Artículo 1401. Si se tratare de títulos de crédito se observará lo dispuesto en el artículo 8o. de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito." "Artículo 1402. Si se tratare de cartas de porte se atenderá a lo que dispone el artículo 583." -8- CONTRADICCION DE TESIS 15/94. "Artículo 1404. No verificando el deudor el pago dentro de los cinco días de hecha la traba, ni oponiendo excepciones contra la ejecución, a pedimento del actor y previa citación de las partes se pronunciará sentencia de remate, mandando proceder a la venta de los bienes embargados y que de su producto se haga pago al acreedor." "Artículo 1410. A virtud de la sentencia de remate se procederá a la venta de los bienes secuestrados, previo avalúo hecho por dos corredores o peritos y un tercero en caso de discordia, nombrados aquéllos por las partes y éste por el Juez." Como es de sobra conocido y corroboran los anteriores artículos, en el juicio ejecutivo mercantil existe un procedimiento especial otorgado legalmente al acreedor con título que tiene aparejada ejecución, donde, a diferencia de lo que ocurre en las providencias precautorias, no se supedita la concesión de la medida a la existencia de garantía real sobre bienes del deudor, o a la posibilidad de que éste pueda aparecer o quedar verdaderamente insolvente mediante el ocultamiento o dilapidación de bienes determinados. También este razonamiento es acorde a la tesis de esta Tercera Sala, publicada en la página mil seiscientos cuarenta y nueve, tomo XXXIV, Quinta Epoca del Semanario Judicial de la Federación, que se transcribe: "JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL.-Este procedimiento sumario requiere para ser procedente, la existencia de un título que lleve aparejada ejecución; título que invariablemente debe reunir las condiciones necesarias para ser considerado con una gran fuerza probatoria. Presentada la demanda, acompañada del título a que hace referencia, el Juez hará un análisis del caso que se le plantea, y sólo debe darle entrada y dictar el auto de ejecución, si el documento fundatorio llena las exigencias de ley. En caso contrario la desechará; pero si la admite y el ejecutado no está conforme con el resultado del examen previo hecho por el Juez, tiene dos caminos para impugnar su resolución: apelar de ella para que el tribunal de alzada la revoque desde luego, o bien, alegar aquellas excepciones que la ley mercantil permite oponer del juicio ejecutivo, y cuya finalidad es poner de manifiesto, para que así se reconozca en el fallo que oportunamente se dicte, la improcedencia del juicio extraordinario de que se viene tratando." Pues bien, si la razón del embargo como providencia precautoria es, simplemente, impedir el ocultamiento o dilapidación de bienes por parte del deudor, para que no quede sin materia la acción real o para garantizar, cuando se trate de acción personal, el cumplimiento de la sentencia que llegue a dictarse contra el deudor, en tanto que el secuestro en juicio ejecutivo mercantil conforma un derecho derivado de la existencia de título que trae aparejada ejecución; resulta inconcuso que no existe la misma razón entre uno y otro y, por ende, no puede aplicarse en el embargo trabado en juicio ejecutivo mercantil, lo dispuesto por el artículo 1180 del Código de Comercio, motivo por el cual es correcta la conclusión a que -9- CONTRADICCION DE TESIS 15/94. arriba el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito. Lo anterior se robustece si se toma en cuenta que, como señala el agente del Ministerio Público Federal adscrito a esta Suprema Corte, el artículo 1396 del Código de Comercio, inmerso en el capítulo que regula el juicio ejecutivo mercantil, limita a dos las posturas que generalmente puede asumir el ejecutado: hacer paga llana de la cantidad demandada y costas, o bien, oponer las excepciones que tuviere para ello. De tal suerte, no le asiste derecho para demandar que se sustituya el embargo por fianza. A lo anterior pueden agregarse como disposiciones específicas, las contenidas en los artículos 1397, 1401 y 1402 del Código de Comercio, que restringen aún más la postura que puede asumir el embargado con base en un título que trae aparejada ejecución. El primero de ellos, según se ve de su transcripción hecha en párrafos precedentes, limita las excepciones que puede oponer. Asimismo, los diversos artículos en cita remiten, respectivamente, a lo dispuesto por los artículos 583 del mismo Código de Comercio y 8o. de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, disposiciones éstas que no previenen la sustitución del secuestro por fianza, según se demuestra con la transcripción siguiente: "Artículo 583. Los títulos legales del contrato entre el cargador y el porteador serán las cartas de porte, por cuyo contenido se decidirán las cuestiones que ocurran sobre su ejecución y cumplimiento, sin admitir más excepciones que la falsedad y error material en su redacción. "Cumpliendo el contrato, se devolverá al porteador la carta de porte que hubiere expedido y en virtud del canje de este título por el objeto porteado, se tendrán por canceladas las respectivas obligaciones y acciones, salvo cuando en el mismo acto se hicieren constar por escrito en el mismo título las reclamaciones que las partes quisieran reservarse, excepción hecha de lo que se determina en la fracción III del artículo 595. "En caso de que por extravío u otra causa no pueda el consignatario devolver, en el acto de recibir los géneros, la carta de porte que él hubiere recibido suscrita por el porteador, deberá darle un recibo de los objetos entregados, produciendo este recibo los mismos efectos que la devolución de la carta de porte. Si ésta fuere a la orden o al portador, el recibo se extenderá con los requisitos que establece el título respectivo." "Artículo 8o. Contra las acciones derivadas de un título de crédito sólo pueden oponerse las siguientes excepciones y defensas: "I. Las de incompetencia y de falta de personalidad en el actor; "II. Las que se funden en el hecho de no haber sido el demandado quien firmó el documento; -10- CONTRADICCION DE TESIS 15/94. "III. Las de falta de representación, de poder bastante o de facultades legales en quien suscribió el título a nombre del demandado, salvo lo dispuesto por el artículo 11; "IV. La de haber sido incapaz el demandado al suscribir el título. "V. Las fundadas en la omisión de los requisitos y menciones que el título o el acto en él consignado deben llenar o contener, y la ley no presuma expresamente o que no se haya satisfecho dentro del término que señala el artículo 15; "VI. La de alteración del texto del documento o de los demás actos que en él consten, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 13; "VII. Las que se funden en que el título no es negociable; "VIII. Las que se basen en la quita o pago parcial que consten en el texto mismo del documento, o en el depósito del importe de la letra en el caso del artículo 132; "IX. Las que se funden en la cancelación del título, o en la suspensión de su pago ordenada judicialmente, en el caso de la fracción II del artículo 45; "X. Las de prescripción y caducidad y las que se basen en la falta de las demás condiciones necesarias para el ejercicio de la acción; "XI. Las personales que tenga el demandado contra el actor." Es de tal forma notoria la diferencia entre ambos tipos de procedimientos providencias precautorias y juicio ejecutivo mercantil que, mientras en el embargo a título precautorio basta al supuesto deudor demostrar su solvencia, con el hecho de tener bienes raíces, para que no se practique la diligencia, o ya practicada quede sin efecto; en el juicio ejecutivo esa circunstancia es irrelevante, porque el secuestro puede efectuarse y comunmente se realiza, sobre inmuebles. La tesis que recogerá las anteriores razones y constituirá jurisprudencia obligatoria de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 192, tercer párrafo, de la Ley de Amparo, quedará redactada en los términos siguientes: EMBARGO TRABADO EN JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL. NO PROCEDE SU SUSTITUCION POR FIANZA.-El artículo 1180 del Código de Comercio permite la substitución del embargo precautorio por fianza, pero ese beneficio no puede hacerse extensivo al embargo trabado en juicio ejecutivo mercantil regulado por el artículo 1392 del citado ordenamiento legal, porque entre los motivos que inspiran al embargo como -11- CONTRADICCION DE TESIS 15/94. providencia precautoria y los que rigen específicamente el embargo trabado en juicio ejecutivo mercantil, existen diferencias fundamentales que impiden aplicar el principio jurídico que dice: "Donde existe la misma razón debe haber la misma disposición.". En efecto, el embargo como providencia precautoria tiene por finalidad impedir el ocultamiento o dilapidación de bienes por parte del deudor, para que no quede sin materia la acción real o, tratándose de acción personal, para garantizar el cumplimiento de la sentencia que llegue a dictarse contra el deudor, en tanto que el embargo en juicio ejecutivo mercantil conforma un derecho derivado de la existencia de título que trae aparejada ejecución. Por lo expuesto y con apoyo además en los artículos 197-A de la Ley de Amparo y 26, fracción XI, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, se resuelve: PRIMERO.-Sí existe contradicción entre las tesis sustentadas entre el Segundo Tribunal Colegiado en materia Civil del Tercer Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado de la misma materia y circuito, al resolver respectivamente las revisiones principales 122/94 y 489/89. SEGUNDO.-Se declara que debe prevalecer la tesis sustentada por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, en los términos precisados en esta resolución. TERCERO.-Remítase de inmediato la tesis jurisprudencial y la parte considerativa que se sustenta en esta resolución al Semanario Judicial de la Federación y a la Gaceta del mismo para su publicación, así como al Pleno y demás Salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a los Tribunales Colegiados de Circuito y a los Jueces de Distrito, en acatamiento a lo previsto por el artículo 195 de la Ley de Amparo. Cúmplase; en su oportunidad, archívese el expediente en que se actúa como asunto concluido. Así, lo resolvió la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros: presidente Carlos Sempé Minvielle, Sergio Hugo Chapital Gutiérrez, Miguel Montes García y Diego Valadés. Fue ponente el tercero de los señores Ministros antes mencionados. Estuvo ausente el señor Ministro Mariano Azuela Güitrón, por estar disfrutando de vacaciones, toda vez que integró la Comisión de Receso durante la segunda quincena de julio de mil novecientos noventa y cuatro. Firman el presidente de la Sala con el ponente y el secretario de Acuerdos que autoriza y da fe. -12-