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Historia del Arte
El Origen del Teatro
Mtro. Raúl Romero Ramírez
Se denomina teatro (del griego Theatrón, "lugar
para contemplar") a la rama del arte escénico,
relacionada con la actuación, que representa
historias frente a una audiencia usando una
combinación de discurso, gestos, escenografía,
música, sonido y espectáculo y es el género
literario que comprende las obras concebidas en
un escenario, ante un público.
El teatro griego surge
tras la evolución de las
artes y ceremonias
griegas como la fiesta
de la vendimia, ofrecida
a Dionisios, donde los
jóvenes iban danzando
y cantando hacia el
templo del dios, a
ofrecerle las mejores
vides. Luego un joven
que resaltó entre el
grupo de jóvenes se
transformó en el Corifeo
o maestro del coro,
quien dirigió al grupo.
Desde tiempos antiguos aparecieron el bardo, que
era la persona encargada de transmitir de forma
oral las historias, las leyendas y poemas,
además de cantar la historia de sus pueblos en
largos poemas recitativos, y el rapsoda, un
recitador o pregonero ambulante que cantaba
poemas homéricos u otras poesías épicas,
ambos eran esencialmente recitadores
memorísticos (aedos).
Homero
Aedos
En el curso del siglo V a.C., durante la edad clásica
de Grecia, se establecieron los modelos
tradicionales de la tragedia y la comedia, y los
dramaturgos Esquilo y Sófocles añadieron
respectivamente un segundo y tercer actor a la
acción, lo que dio a ésta una complejidad que
hacía necesaria la creación de mayores
escenarios.
Para ello se erigieron grandes teatros de piedra,
entre los que cabe citar el aún conservado de
Epidauro (Argólida) en el siglo V a.C., capaz de
albergar unas 12.000 personas, y el de Dioniso,
en Atenas, en el siglo IV a.C.
Teatro Dioniso
La forma clásica del Teatro en Grecia y Roma
Su construcción se realizaba mediante el
aprovechamiento de las faldas de una colina,
donde se disponían en forma semicircular las
gradas que rodeaban la orquestra, espacio
circular en el que se efectuaba la mayor parte de
de la representación.
A.-Graderío 1) Muro de contención 2) Cuneta 3) Pasaje
intermedio 4) Escalinatas
B.- Escenario 5) Palco medio 6) Palco escenográfico 7)
Escenografía de pórtico 8) Palestra
C.- Orquesta 9) Entrada principal de actores a la palestra 10)
Sitio límite de la orquesta 11) Altar a Dionisio
Las representaciones del teatro griego se hacían al
aire libre, contaba con coro, dirigido por el Corifeo
o maestro del coro, a su vez, el Coro estaba
integrado por 2, 3 y hasta 7 personas en un
principio (con el tiempo se llegó a contar con un
coro de hasta 12 personas), ellas cantaban y
danzaba en torno al altar.
También existía música, interpretada por flautas e
instrumentos de cuerda. Con el tiempo se
introdujeron percusiones y “efectos de sonido” a
fin de establecer un mayor dinamismo a la obra.
Tras la orquestra se levantaba una edificación llamada
skené, escena, destinada a que los actores
cambiaran su vestimenta. Delante de ella se
levantaba una pared columnada, el proscenio, que
podía sostener superficies pintadas que evocaban
el lugar de la acción. Estos decorados, junto con las
túnicas y máscaras empleadas por los actores y
algunas máquinas rudimentarias, constituían todo el
aparato escénico.
Vestimenta teatral
Escenario
Al principio los aedos (rapsodas o bardos) eran
quienes creaban o recreaban como escenógrafos
y coreógrafos el evento teatral, sin embargo
después aparecieron los escritores propios de
teatro quienes lo hicieron en principio mediante el
género de la tragedia.
La Tragedia
La tragedia es una obra dramática
de final desgraciado o desafortunado
que trataba de temas de leyendas
heroicas y utilizaba, oportunamente, a los dioses
para su final. Inspirado en los ritos y
representaciones sagradas que se hacían en
Grecia y Asia Menor, alcanzaron su apogeo en la
Atenas del siglo V a.C.
La fuente primaria del debate sobre su origen se
encuentra en la Poética de Aristóteles. En esta
obra, el autor recoge documentación de primera
mano sobre las etapas más antiguas del teatro en
Ática. Su obra, por lo tanto, es una contribución
imprescindible para el estudio de la tragedia
antigua.
Por otro lado, los antropólogos han indicado, tal
como lo confirma la etimología de la palabra, que
se trata de un ritual de sacrificio, en el que se
ofrecían animales a los dioses.
Históricamente, puede deberse a la necesidad de
hacer cada vez un mayor número de sacrificios a
los dioses para obtener la paz y la armonía, toda
vez que existían entonces múltiples guerras
intestinas en la época, entre las ligas de Esparta y
Atenas, durante la época del imperialismo
ateniense.
Señala Aristóteles que la tragedia
nace al inicio como
improvisación, precisamente
"del coro que entonaba el
ditirambo" (ἀπὸ τῶν
ἐξαρχόντων τὸν διθύραμβον,
apò tōn exarchòntōn tòn
ditýrambon), un canto coral en
honor a Dionisio. Al inicio
estas manifestaciones eran
breves y de un tono burlesco
porque contenían elementos
satíricos; luego el lenguaje se
hace más grave y cambia
incluso la medida, que de
verso trocaico deviene en
yámbico.
El ditirambo, originalmente improvisado, asume luego,
una forma escrita y preestablecida. El primer
ditirambo escrito fue la obra de Arión. El coro se
dirigía al thymele (θυμέλη), el altar de los sacrificios
y cantaba en círculo disponiéndose en torno al
mismo.
Se puede suponer que en determinado momento en
el que el coro entonaba este canto en honor a
Dioniso, el corifeo, es decir el portavoz del coro,
habría sido separado y habría comenzado a
dialogar con el coro, convirtiéndose así en un
verdadero personaje.
Posteriormente el mismo coro, desdoblándose en dos
semicírculos, daría vida a un diálogo entre los dos
corifeos, y se introduce un hypocritès (ὑποκριτής,
un contestador, posteriormente significará actor),
que pronunciaba las palabras de Dioniso, mientras
el coro se movía a su alrededor, dando así
nacimiento al drama.
De este modo, del canto épico-lírico, el ditirambo se
transforma en teatro.
Las Tragedias griegas que conocemos hoy se deben
a:
Esquilo de Eleusis (525-456 a.C.)
Sófocles de Colono (¿495?-406 a.C.) y
Eurípides de Salamina (480-406 a.C.).
De Esquilo se tiene noticia de setenta y
nueve obras, entre tragedias y dramas
satíricos, de los que sobreviven siete, entre
las cuales se encuentra la única trilogía
sobreviviente de las tragedias antiguas, la
Orestíada.
Las suplicantes (Ἱκέτιδες / Hikètides) del 490
a.C. aproximadamente.
Los persas (Πέρσαι / Pèrsai) del 472 a.C.
Los siete contra Tebas (Ἑπτὰ ἐπὶ Θήβας /
Heptà epì Thèbas) del 467 a.C.
La trilogía Orestíada del 458 a.C, compuesta
por:
Agamenón (Ἀγαμέμνων / Agamèmnon).
Las coéforas (Χοηφόροι / Choefòroi).
Las euménides (Εὐμενίδες / Eumenìdes).
Prometeo encadenado (Προμηθεὺς
δεσμώτης}} / Prometheus desmòtes), de
fecha incierta.
De Sófocles de aproximadamente ciento
treinta obras entre tragedias y dramas
satíricos han llegado hasta nuestros
días siete tragedias:
Áyax (Αἴας / Aias) del 445 a.C;
Antígona ( Ἀντιγόνη / Antigone) del 442
a.C;
Las Traquinias (Tραχίνιαι / Trachìniai);
Edipo Rey (Οἰδίπoυς τύραννoς /
Oidìpous Tùrannos) 430 a.C;
Elektra ( Ἠλέκτρα / Helèktra);
Filoctetes (Φιλοκτήτης / Philoktètes) del
409 a.C;
Edipo en Colono (Oἰδίπoυς ἐπὶ Κολωνῷ /
Oidìpous epì Kolonò) del 406 a.C.
De Eurípides se conocen noventa y dos dramas,
sobreviven de éstas dieciocho tragedias:
Alcestis (Ἄλκηστις / Alkestis) del 438 a.C;
Medea (Μήδεια / Mèdeia) del 431 a.C;
Hipólito (Ἱππόλυτος στεφανοφόρος / Ippòlytos
stephanephòros) del 428 a.C;
Los Heráclidas (Ἡρακλεῖδα / Herakleìdai);
Las Troyanas (Τρώαδες / Troàdes) del 415 a.C;
Andrómaca (Ἀνδρομάχη / Andromàche);
Hécuba (Ἑκάϐη / Hekàbe) del 423 a.C;
Las Suplicantes (Ἱκέτιδες / Hikétides), del 414 a.C;
Ión (Ἴων / Ion);
Ifigenia entre los Tauros (Ἰφιγένεια ἡ ἐν Ταύροις /
Iphighèneia he en Taùrois);
Elektra (Ἠλέκτρα / Helèktra);
Helena (Ἑλένη / Helène) del 412 a.C;
Heracles (Ἡρακλῆς μαινόμενος / Heraklès
mainòmenos);
Orestes (Ὀρέστης / Orèstes) del 408 a.C;
Ifigenia en Áulide (Ἰφιγένεια ἡ ἐν Αὐλίδι
/ Iphighèneia he en Aulìdi) del 410
a.C;
Las Bacantes (Βάκχαι / Bàkchai) del
406 a.C;
El Cíclope (Κύκλωψ / Kùklops) (drama
satírico);
Reso (Ῥῆσος / Rèsos) (probablemente
apócrifo).
Coro de Eurípides
Mientras nacía y se estructuraba la
tragedia propiamente, el espíritu más
popular de los ritos y de las danzas
dionisíacas sobrevivía en otro drama, el
satírico.
Mascarón de
Teatro Satírico
La Comedia
La Comedia Satírica, criticaba humorísticamente a
políticos y a las obras e incurrían en una mímica
iniciada por un coro de sátiros, y comedias que
tenían por tema asuntos de la vida cotidiana;
todas estaban escritas en verso y utilizaban
máscaras.
Las comedias en Atenas, al igual que las tragedias,
se representaban bajo los auspicios del Estado y
eran tema de competición. Obtuvieron el
reconocimiento oficial y al parecer el número se
redujo a tres competencias por año, por razones
de economía. En las Dionisias Urbanas el
magistrado era el arconte epónimo, y en las
Leneas el arconte basileus.
Respecto a la estructuración de las competencias
teatrales, en general, la obligación de
proporcionar un coro recaía sobre los ciudadanos
acaudalados.
Los dramaturgos, a quienes se les pagaba una
cantidad, presentaban normalmente solo una obra
cada uno, y competían por el primer premio, que
podía no haber sido más que una corona de
yedra.
En las Leneas parece que
se otorgaba también un premio
al mejor actor cómico, aunque
no en las Dionisias Urbanas al
menos hasta finales del siglo I.
La comedia más antigua que poseemos, Los acarnienses, de
Aristófanes, se representó en 425 a.C. No sabemos en qué
difería de comedias anteriores representadas en Atenas, ni
cómo o dónde empezó la comedia. Aristóteles, en su
Poética, vio el desarrollo de la comedia a partir de dos
influencias: la primera en los "directores de las canciones
fálicas", es decir, los jefes de las comparsas que
acompañaban a los phalloi (‘falos’) en procesión durante las
Dionisias de Atenas, que intercambiaban chirigotas con los
miembros del cortejo y con los propios espectadores.
Esta teoría queda reforzada
por la palabra griega para
designar a la comedia, komoidia,
que quiere decir "canto de un
komos", y deriva del griego
komos, procesión de
comparsas que cantaban
y bailaban (no deriva de
kome, "aldea", como
creía Aristóteles).
A su vez la Comedia Antigua de Atenas dio un papel
importante al coro, mantuvo el elemento fálico y estuvo
relacionada con el culto a Dioniso.
La segunda influencia detectada fue la del drama siciliano
(teniendo presentes las comedias de Epicarmo, que fue
ligeramente mayor que los primeros comediógrafos
atenienses), que a su entender se habría tenido en cuenta a
efectos de la trama de la comedia ateniense (muy distinta de
la sátira).
El término Comedia Antigua designa las comedias
representadas en Atenas en el siglo V a.C. De todas estas
obras las únicas que se han conservado completas son
once obras de Aristófanes, y de ellas las dos últimas
(Ecclesiazusae y Plutus) se escribieron en el siglo IV a.C, y
son de un estilo muy distinto del resto, en especial en el
papel tan reducido del coro.
Una comedia aristofánica responde en su elaboración a una
estructura y puede dividirse en las siguientes partes (que se
encuentran, con algunas variantes, en las primeras nueve
obras):
a. prólogos, "prólogo", una escena que abre la obra, de tipo
explositivo, antes de la entrada del coro.
b. parodos, "entrada del coro", escena en la que el coro entra y
se le presenta al público.
c. agôn, "debate" entre dos adversarios con argumentos a favor
y en contra del tema capital de la obra. Normalmente tiene la
forma de un par de discursos en tetrámetros (la llamada
sizigia epirremática) y el primero en hablar es siempre el
perdedor.
d. parábasis, "marcha hacia adelante".
Tras el agón todos los personajes
abandonan el escenario, el coro "se
adelanta" y el corifeo se dirige al
público directamente en tetrámetros
anapésticos, sin que el contenido
de sus palabras tenga mucho que
ver con el argumento.
e. Siguiendo a la parábasis viene una
serie de episodios (epeisódia)
separados por breves cantos del
coro que a veces continúan la línea
de la trama principal, aunque por
regla general se limitan a ilustrar la
conclusión que se desprende del
agón.
f. éxodos, escena final, en la que la
nota predominante es la alegría que
generalmente da paso a una boda
o a una fiesta. La obra puede
concluir con un córdax o danza
ritual.
Para poner en escena una
comedia se requerían tres o
cuatro actores, a veces con la
ayuda de actores secundarios,
y un coro de veinticuatro
miembros (todos varones).
El coro era de importancia capital.
Muchas otras tomaban sus
títulos del coro (por ejemplo,
Los acarnienses, Avispas,
Aves), cuyos trajes y danzas
proporcionaban el espectáculo.
El traje era acorde con la
naturaleza tosca de la Comedia
Antigua, en la que los chistes
tenían mucho que ver con el
sexo y la excreción y se
expresaban en un lenguaje
desinhibido.
La comedia tomaba como punto de partido un objeto
fantástico por parte del héroe cuya consecución,
totalmente imposible en la vida real, constituía el
argumento.
Unos pocos ciudadanos distinguidos eran
ridiculizados despiadadamente; en algunas
comedias aparecen en papeles importantes, bien
con sus propios nombres, por ejemplo Sócrates
en Nubes, o Eurípides en Las Tesmoforias, o con
un ligero disfraz, por ejemplo Cleón como
Paflagonio en Caballeros.
De igual modo los dioses, o algunos dioses, recibían
un trato irreverente, aunque nunca de un modo
que pudiera poner en tela de juicio su existencia.
Es difícil ver hasta qué punto subyace una crítica seria a la
sociedad detrás de los chistes y las bromas. La Comedia
Antigua era al mismo tiempo una amalgama de creencias
religiosas, sátira y crítica (política, social y literaria)
mezclada con bufonadas.
Los comediantes clásicos fueron:
De la Comedia Antigua,
Aristófanes de Atenas (450-¿385?a.C.)
Cratino (520-423 a.C.)
Ferécrates (siglo V a.C.)
Eupolis (Siglo V a.C.)
De la Comedia Nueva,
Filemón (361-262a.C.) y
Posidipo de Macedonia (s. IV a.C.)
Dífilo de Sinope (s. IV a.C.) y
Menandro (¿342?-292 a.C.)
Tenemos los títulos de veintisiete comedias de Cratino (520a.C.. 423 a.C), quien obtuvo el primer premio seis veces en
las Dionisias Urbanas y tres en las Leneas. Aristófanes se
burló de él en los Caballeros (424 a.C) diciendo que la
bebida había acarreado su declive. Al año siguiente, Cratino
se vengó con su obra Pytine ("la botella"), en la que se
metía con las Nubes de Aristófanes. Crates logró tres
victorias en las Dionisias Urbanas, la primera en el 450 a.C.
Tenemos los títulos de seis de sus obras.
Ferécrates imitó el estilo de Cratino y obtuvo premios entre el
400 y el 430 a.C. Tenemos unos diecinueve títulos de obras
suyas.
Eupolis representó su primera obra en el 429 a.C; obtuvo el
primer premio tres veces en las Leneas y al menos una vez
en las Dionisias Urbanas. Murió poco después del 415 a.C.
Hubo también un comediógrafo llamado Platón que escribió
entre el 425 y 390 a.C.
De todos los mencionados, los dos más importantes después
de Aristófanes, según los griegos, fueron Cratino y Eupolis.
La Comedia Nueva,
corresponde a Menandro
que introdujo una
ambientación urbana, el
tratamiento de temas
cotidianos, el abandono de
los temas heroicos y la
desaparición del coro en
escena, a la vez que la
vivacidad de los diálogos.
Sus comedias, en cinco
actos y separadas por
intermedios, están escritas
en lengua antigua, y el verso
que normalmente utiliza es el
yámbico.
Era muy hábil en la caracterización de los
personajes, que son en su mayoría tipos
populares, y muchos de ellos pasaron a ser
arquetipos de vicios (el parásito, el avaro, el
misántropo); dominó la trama y su verosimilitud,
que cuidó especialmente a causa de su
formación aristotélica (respeta las unidades de
lugar y tiempo).
El peripatético Linceo de Samos, contemporáneo del poeta,
dedicó un ensayo a su teatro. Como herencia de la tragedia
de Eurípides utilizó la peripeteia o peripecia (es decir, la
inversión de una situación) y la anagnórisis (reconocimiento).
Entonces, los argumentos ya no procedieron del mito sino de la
vida real: amoríos, conflictos generacionales entre padres e
hijos, niños expuestos, muchachas violadas, tragedias en
general, pero siendo comedia nueva, todas con un final feliz,
e incluso con una o varias bodas como gran final.
Fue entonces la
complicación y resolución
de la intriga que se
desempeña al azar, el
papel fundamental en
esas obras.
Escéptico en lo religioso, posee una concepción
optimista de la naturaleza humana («¡Qué cosa
tan agradable el hombre, cuando es hombre!»),
por su fe en la solidaridad con el semejante ("soy
hombre y nada de lo humano me es ajeno") y su
creencia de que la virtud, por encima de las
diferencias de raza o de estamento social, es
patrimonio común del género humano. Puede
tenerse por el más cabal formulador de los ideales
del Humanismo.
Finalmente, sus comedias fueron muy imitadas no
sólo por sus contemporáneos, sino por los autores
latinos Publio Terencio y Tito Maccio Plauto y, a
través de ellos, su estilo pasó luego al teatro del
Renacimiento europeo.
El teatro se concibió por el Estado como
una representación de lo trágico que
ocurría entonces: la guerra entre Esparta
y Atenas y su interpretación era un
recuerdo amargo de la disolución social
que estaba creando el imperialismo
ateniense.
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