I. LA ECONOMÍA COLONIAL La evolución de la economía Colonial entre la segunda mitad del siglo XVI y finales del siglo XVII, estuvo determinada por orientaciones de carácter mercantilista, por lo que su objetivo primordial apuntaba al mantenimiento de la soberanía y el imperio, fortaleciendo la riqueza nacional en la metrópoli. De allí que el logro de este objetivo dependiera de la abundancia de dinero, a través de la acumulación de oro y metales preciosos. La minería por lo tanto se constituyó en la principal actividad económica. A la par de la extracción de metales, la explotación y exportación de innumerables materias primas provenientes del sector agrícola destinadas a abastecer el mercado europeo, fueron determinando la creación de diversos núcleos exportadores a cuyo alrededor se articularon otras zonas y actividades productivas que en conjunto estructuraron formas específicas de tenencia y propiedad de la tierra, sistemas de explotación y apropiación de productos, relaciones sociales, etc. A. LA MINERÍA La economía metalífera se constituyó, desde los inicios de la dominación española, en una de las principales actividades económicas. Como se quiere resaltar, la importancia dada a esta actividad se entiende en razón del objetivo primordial de la expansión comercial europea, que se traducía en la búsqueda de metales, especialmente de oro. Bien pronto la extracción de oro fue superada por la minería de la plata, inversión que se produjo especialmente por el descubrimiento, entre 1545 y 1558, de ricos yacimientos de este metal en México. El auge de la plata se debió a un adelanto técnico que consistió en la separación del metal mediante su amalgama con el azogue. Algunos datos referentes a la explotación minera durante los primeros siglos de colonización española en América Latina (siglos XVI Y XVII) podrán darnos una referencia cercana a la significación que tuvo esta actividad para Europa. Un primer dato nos lo proporciona la actividad comercial; así, en el transcurso del siglo XVI el valor de las exportaciones en metálico hacia la metrópoli superó en cuatro veces el valor de las importaciones. En 1503 y 1660, llegaron al puerto de San Lúcar de Barrameda 185.000 kilos de oro y 16 millones de kilos de plata que excedían en tres veces el valor de las reservas europeas. Fue de tal magnitud el desplazamiento sufrido por la minería del oro, que a mediados del siglo XVII la plata representaba el 99% del total de exportaciones minerales de América. El auge en la explotación de la plata significó en términos de vidas humanas, solamente en Potosí, la pérdida de ocho millones de vidas en un período de tres siglos. 1. EL ORO Nos referimos para el caso que nos compete, es decir, para la Nueva Granada a la explotación del oro, puesto que durante el período colonial fue este metal el de mayor producción y explotación. En un primer momento la obtención del oro en la Nueva Granada y el continente se redujo a la apropiación por parte de de los conquistadores de los tesoros acumulados por los diversos grupos indígenas que quedaron bajo la férula de la conquista. En un segundo momento y con el concurso del trabajo indígena, la extracción de oro se concentró principalmente en el lecho de los ríos en lo que se conoce como lavaderos fluviales. En un tercer momento la extracción se concentró en las minas de veta. Este último tipo de extracción fue uno de los causales de la sensible baja democrática, por lo que muy pronto se comenzó a emplear mano de obra negra en las minas. Estos momentos que marcan la expansión de la explotación aurífera, van ligados con la expansión geográfica o de fronteras propia del proceso de conquista y colonización en el Nuevo Mundo. Por ello se habla de la correspondencia entre los ciclos del oro (auge y descenso de la producción) y la incorporación de nuevos espacios territoriales a partir de la penetración española en tierra firme. Hubo un ciclo de oro antillano seguido por el aumento de la productividad derivada de la explotación en la tierra firme y a partir de 1540 un ciclo continental. Para el caso de la Nueva Granada el historiador Germán Colmenares establece dos grandes ciclos de explotación y comercialización de este metal. a. Un primer ciclo de 1550 a 1640, en donde la mayor producción se centró en los distritos de Santa Fé (Pamplona, Tocaima, Venadillo, Victoria y Remedios), Antioquia, Cartago y Popayán. En estos sitios la explotación se hizo posible por la existencia de la encomienda, que proveyó la mano de obra necesaria para las minas. El auge de esta producción duró alrededor de treinta años. b. Un segundo ciclo de 1680 a 1800, cuyo eje estuvo situado en las provincias del Chocó que dependían de Popayán y en otras zonas del distrito minero de Antioquia. Durante este segundo ciclo cambiaron algunas bases sociales en esta actividad; por ejemplo, en el distrito de Antioquia la explotación pasó a manos de pequeños empresarios, a diferencia de Popayán. en donde siguió predominando el monopolio por parte del sector esclavista. 2. DISTRITOS MINEROS La explotación de oro no contó con un marco administrativo centralizado, ni se desarrolló en una única unidad territorial. Al contrario, su explotación se llevó a cabo en regiones separadas unas de otras y en un continuo desplazamiento de acuerdo con el hallazgo del metal. Ello permitió que las regiones ricas en el metal tuvieran un nexo directo con el mercado internacional más no con las regiones vecinas. El régimen de encomienda, como se ha consignado, aportó la mano de obra necesaria para los distritos mineros y el sustento agrícola para los mismos. Además, permitió la capitalización necesaria para llevar a cabo la explotación del metal. Los distritos mineros dependían en todos los aspectos de las ciudades que los abastecían. La importancia de los distritos mineros estaba en relación directa con el auge y declive de la producción. Así, un asentamiento que en su momento alojase a funcionarios reales encargados de la percepción de impuestos, a propietarios, a comerciantes, a religiosos, podía quedar convertido en un lugar sin la más mínima muestra de su antigua prosperidad. Este declive no sólo se debía al agotamiento de las minas, sino también a los límites impuestos por la técnica de explotación y a los costos de mantenimiento de la mano de obra. De allí que la producción de oro empezara a declinar irremediablemente una vez alcanzado el punto de máximo rendimiento de la mano de obra y de la riqueza de las minas. 1. 2. 3. ¿Con base en la lectura diga porque es importante la minería para España? ¿Cómo se extraía el oro en la minas? ¿Los distritos mineros porque razón cambiaban de ser lugares importantes a no serlo? 2. LA AGRICULTURA 1. PROPIEDAD DE LA TIERRA La evolución de la propiedad territorial en las colonias españolas obedeció a dos mecanismos fundamentales: * La apropiación de hecho o de derecho. * Los condicionamientos de tipo económico que la propiciaron. a. La apropiación de hecho o de derecho fue posible por el poderío y los privilegios de que gozaron los primeros conquistadores. En efecto, desde un primer momento, los caudillos de las huestes conquistadoras se arrogaron el privilegio de repartir las tierras conquistadas entre ellos mismos y sus acompañantes. Al conformarse los asentamientos de españoles y con ellos los cabildos integrados por vecinos del lugar, generalmente encomenderos, estos procedieron a otorgar estancias, caballerías y solares. Posteriormente y en la medida en que la administración colonial se hizo más compleja, las tierras fueron adjudicadas por gobernadores y audiencias mediante las mercedes de tierras, es decir, mediante el permiso expreso del monarca, que en contra prestación exigía al beneficiado cultivar y habitar la tierra otorgada. Las mercedes reales permitieron dar una base de juridicidad a la posesión de las tierras. Así, desde finales del siglo XVI, las tierras usurpadas quedaron debidamente legalizadas: igualmente fueron objeto de nuevas mercedes las tierras que paulatinamente quedaban libres en virtud del descenso poblacional indígena y de la nucleación de esta población en resguardos. b. Los condicionamientos de tipo económico hacen referencia a la ocupación de tierras, motivada explícitamente por la urgencia de satisfacer las necesidades de aprovisionamiento agrícola por parte de los núcleos urbanos de españoles. Los primeros vecinos de los núcleos urbanos se distribuyeron solares. caballerías y peonías que llegaban hasta el límite de los poblamientos indígenas. Con la ruptura del equilibrio entre la capacidad de producción agrícola de las comunidades indígenas y las necesidades de abastecimiento de las ciudades de españoles. se dió origen a las primeras estancias. situadas alrededor de los asentamientos de encomenderos. Poco a poco estas posesiones fueron expandiéndose hasta conformar verdaderos latifundios improductivos. Esta evolución hacia la hacienda o gran latifundio se explica por la crisis de la encomienda a finales del siglo XVI. Con el descenso de la población indígena, que privaba al español de los tributos y servicios personales, lo mismo que con la pérdida del papel jugado por la encomienda en la producción. el español se convirtió en un hacendado interesado en la posesión y explotación de las tierras. Propiedades de 500 hectáreas se convertían en poco tiempo en latifundios de 20.000 y más hectáreas. A la par de esta evolución, surgió la presión contra esta tendencia monopólica por parte de un creciente número de propietarios no encomenderos, de simples labradores y de mestizos. Resumiendo, la adquisición de tierras se hizo posible por la merced real, por la composición de terrenos de titulación dudosa y por venta o remate, fórmula que rigió especialmente durante los siglos XVI y XVII. De otra parte, se hace necesario mencionar en este proceso de adquisición de terrenos a las comunidades religiosas, que durante el período colonial se convirtieron en grandes propietarios. La comunidad Jesuita fue. entre todas, la que más tierra logró acaparar. Sus posesiones estuvieron representadas en misiones. haciendas y colegios. Las misiones de los Llanos Orientales producían alimentos y ganados que se vendían en Tunja y Santa Fe; frutos, cacao, canela, vainilla y aceites para exportación y además textiles. Su explotación fue posible a través de la organización comunal del trabajo indígena. Las haciendas estuvieron ubicadas en cercanías de los centros poblados y su producción de alimentos y ganado era destinada al abastecimiento de los colegios de la Compañía y a la venta en los principales centros de consumo. La administración de las misiones y haciendas de los Jesuítas estuvo caracterizada por la eficiencia y la racionalidad, signos de una nueva mentalidad económica. Su liquidez económica les permitió tener intereses en el sector minero y en el comercio, que monopolizaban en el territorio de sus misiones. En sus posesiones esclavos, indígenas, encomendados y mitayos, crearon con su trabajo un excedente que permitía la reinversión en las diversas actividades económicas. 2. UNIDADES PRODUCTIVAS La principal unidad productiva fue la hacienda, la cual tuvo diversas formas durante el período colonial. a. La estancia, núcleo original de la hacienda señorial surgió alrededor de los asentamientos de encomenderos como formula para lograr un mayor abastecimiento agrícola, debido a la crisis de la encomienda. La estancia abastecía no solo los centros urbanos sino también los distritos mineros. Sus principales productos eran trigo y cebada. Una parte de la producción se reservaba para semillas, pago de diezmos y consumo. Se empleaban en sus labores indios, vaqueros, pastores, arrieros y molineros. b. La hacienda o gran latifundio, constituyó una unidad económica y social autónoma, cuyas actividades principales fueron la agricultura y la ganadería. Generalmente autárquica, con una estructura social propia de la cual hacían parte el patrón, los mayordomos, capataces, peones, indios mitayos y negros esclavos. Las ventas de tierras y los títulos de propiedad de las haciendas aparecieron por primera vez en la Reforma Agraria de 1591. En los siglos XVII Y XVIII se generalizaron el régimen de concierto (trabajadores permanentes) y el alquiler (trabajadores temporales) que proporcionaron mano de obra a las haciendas de la zona central del Nuevo Reino. Las haciendas que se formaron en los valles interandinos y en la costa fueron de aparición más tardía y generaron un nuevo eje económico. El tipo de hacienda del Valle del Cauca por ejemplo, combinaba aspectos de la hacienda tradicional y de la plantación, modelo este que se desarrolló principalmente en el Brasil y las Antillas. Mientras que la hacienda tradicional mantenía relaciones de peonaje y estaba vinculada al mercado local, la plantación tenía mano de obra esclava y su vinculación se hacía al mercado internacional. La hacienda del Valle del Cauca utilizaba mano de obra esclava, pero su producción abastecía los mercados locales. Tenga en cuenta los rasgos generales de estas unidades productivas para profundizar en su evolución en el transcurso del siglo XVIII. 1. 2. 3. ¿Qué es la propiedad de hecho? ¿Qué es la propiedad de derecho? Haga un cuadro comparativo entre las unidades productivas. C. EL COMERCIO El comercio colonial se caracterizó por el monopolio estatal. Las colonias debían comerciar directamente con la metrópoli; les estaba prohibido hacerla entre sí o con potencias extranjeras. Para lograr un efectivo control, la corona creó en 1503 la Casa de Contratación de Sevilla, organismo que vigilaba los metales y demás productos procedentes de las Indias, y de los que se enviaban hacia ellas. El monopolio comercial ejercido por España Incentivó el monopolio de los comerciantes en cada una de las colonias, lo que les permitía regular los precios y manejar al escasez de artículos importados. De igual manera el Monopolio propició un intenso contrabando que buscaba dar al traste con las excesivas medidas de control. Los individuos dedicados al comercio lograron consolidar cuantiosas fortunas que le permitieron convertirse en propietarios de minas y haciendas, consiguiendo con ello un status privilegiado dentro de la cerrada estructura social de la colonia. Existieron dos tipos de comerciantes: a. Comerciantes de carrera o comerciantes al por mayor en su mayoría españoles, en algunos de los cuales eran vecinos de ciudades como Cartagena, Mompóx, Santa Fe, Tunja, Honda, Popayán y Quito. Manejaban cuantiosas fortunas, al igual que la mayor parte del sistema crediticio, en donde obtenían pingües ganancias debido a los altos intereses. Un gran número de encomenderos y funcionarios dedicados al comercio lo hacía por interpuesta persona, con el objeto de evitar inhabilitarse para el ejercicio de cargos importantes. b. Los tratantes o comerciantes locales al por menor. Compraban sus mercancías a los comerciantes al por mayor, de los cuales recibían adelantos que quedaban consignados en memorias o en vales. El Nuevo Reino de Granada enviaba oro a España y los granadinos importaban principalmente paños, telas, vinos, aceites, quincallería, loza, hierro, azogue, aguardiente, harinas y otros productos. El escaso desarrollo industrial de España abrió paso a las mercancías de países como Inglaterra, Francia y Holanda. Las mercancías compradas por España eran luego vendidas a las colonias españolas. La organización y defensa del comercio significó para España un gran esfuerzo económico, al dedicar grandes sumas para el sistema de flotas armadas que trataban de frenar el acoso de piratas y corsarios, principalmente de origen inglés. La mercancía de procedencia europea era designada con el nombre de ropas de castilla: como se ha señalado, un significativo volumen de esta mercancía era contrabando que encontraba una fácil vía de acceso si se tiene en cuenta que incluso en Sevilla, centro del monopolio español, el comercio lícito era dominado por capitales franceses, genoveses, etc. El soborno a los funcionarios de los puertos y los asientos de la trata negrera permitieron así mismo la práctica continua del contrabando, que se convirtió en uno de los principales causantes del desvertebramiento del comercio español con sus colonias. Algunos impuestos que gravaban específicamente la actividad comercial fueron: La Alcabala, que gravaba la venta de bienes muebles e inmuebles, el Quinto Real, impuesto que debían pagar los mineros ,por el oro obtenido y el Almojarifazgo, que gravaba las mercancías enviadas por España a sus colonias y de éstas a aquella. 1. ¿Cómo fue el monopolio estatal? Explique. 2. ¿si usted fuera comerciante de la época Cuál de los dos tipos de comerciante le hubiese gustado ser? explique. D. ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO INDÍGENA Además de la esclavitud indígena, la encomienda y la naboría como formas de trabajo estudiadas en la cartilla Nº.1 , usted encontrará a continuación dos nuevas instituciones laborales (surgidas en la colonia), El resguardo y la mita. 1. EL RESGUARDO El resguardo es una institución socio-económica que se instauró en el siglo XVII y que ha sobrevivido hasta el presente. Consistió en la asignación de tierra, no menos de una legua en cuadrado o en redondo, a un grupo de indígenas que tenía sobre, ella. una propiedad de carácter comunal inalienable. Sin embargo, más que de propiedad se debe hablar de posesión, puesto que en realidad la tierra del resguardo era regalía de la corona, que hacía la concesión mediante títulos. Esa asignación de tierra se hizo con el doble propósito de concentrar la población indígena y protegerla de la voracidad del terrateniente, de los españoles pobres y de los mestizos deseosos de expandir sus posesiones o de convertirse en propietarios. y con la finalidad de evitar la merma de los indios tributarios de la Corona. Las tierras del resguardo estaban generalmente divididas en tres partes: La primera se adjudicaba por parcelas a los jefes de cada familia, la segunda se destinaba al laboreo de la comunidad y su producto a las cajas de bienes de la comunidad; la tercera se destinaba a terrenos comunales de pastos para cría de ganado menor. El pago de tributos asignado a las comunidades indígenas obligó a sus componentes a salir del resguardo para trabajar generalmente en las haciendas, lo mismo que a recurrir al arrendamiento de tierras. Alrededor de las tierras del resguardo se generaron numerosos conflictos durante el período colonial. Estos conflictos tienen que ver con la expansión del dominio privado de la tierra y del trabajo. En efecto, para los propietarios de tierras la supresión de los resguardos significaba una oportunidad de apropiación de nuevas extensiones y a la vez, la ocasión para que los indígenas se vieran obligados a vender su fuerza de trabajo a las haciendas. La descomposición del resguardo culminó a mediados del siglo XIX, si bien los indígenas defendieron su posesión como única forma de garantizar su protección. Su lucha por la tierra persiste aún en nuestros días. 2. LA MITA La mita fué una institución colonial consistente en la obligación que tenían los indígenas de trabajar en ciertas actividades económicas a cambio de un salario. Esta forma de organización del trabajo indígena tenía un origen precolombino; pueblos como el Inca y el Chibcha la conocieron. La diferencia fundamental entre la Mita Precolombina y la Mita Colonial es la presencia de un salario en esta última. Existieron varias clases de Mita: La Mita Agraria para el trabajo en las haciendas, duraba de tres a cuatro meses y también se le conoció con el nombre de "Concierto Agrario"; La Mita Minera que se desarrollaba en las minas por un período de diez meses, y la Mita de Obrajes que se realizaba en las incipientes fábricas de tejidos y paños. La mita causó la desintegración de la comunidad indígena y rompió el vínculo de ésta con la tierra. 1. ¿cuáles son las diferencias entre la Mita y Resguardo? PREGUNTAS para la evaluación escrita 1. ¿Por qué se dice que la evolución de la economía Colonial entre la segunda mitad del siglo XVI y finales del siglo XVII era de carácter mercantilista? 2. ¿A qué se debió el declive de la minería en la Colonia? 3. Explique brevemente los dos mecanismos a que obedeció la evolución de la propiedad territorial en las Colonias. 4. ¿En qué consisten el resguardo y la mita? II. LA EVOLUCIÓN SOCIAL La existencia de metales preciosos y de excelentes condiciones para el cultivo de algunos productos de la agricultura condujo a hispanoamérica a la creación de economías que satisficieron las necesidades que tenía la metrópoli de metales y de productos agrícolas como el azúcar, entre otros. Como los conquistadores y sus sucesores trajeron los esquemas culturales de la sociedad en que habían nacido, se perpetuaron normas como el autoritarismo. la jerarquización, el machismo, el sentido burocrático de la dignidad y el concepto de que el trabajo físico era degradante. ya que hispanoamérica fue integrada a la economía capitalista en expansión, con centro en Inglaterra. El temprano establecimiento de la minería y de la agricultura de plantación tuvo como directa consecuencia la creación de una sociedad integrada esencialmente por dos clases, con una estrecha élite en la cúspide. Esta élite, sucesivamente fragmentada a lo largo de la colonia y la república (peninsulares contra criollos. liberales contra conservadores, federalistas contra centralistas, clericales contra anticlericales, etc.) se definió por su relación con los compradores de sus productos y de quienes les suministraban sus mercancías, es decir, Europa. Pueden verse las consecuencias de esta estructura económica y de la estructura de clases tanto en las orientaciones de la cultura como en las políticas económicas del imperio español. En relación con las orientaciones de la cultura, los valores que se desarrollaron en la península Ibérica como en hispanoamérica eran adecuados para sociedades en las que predominaban la minería y la agricultura de plantación y en la que la propiedad de los medios de producción se hallaba altamente concentrada. El sistema de trabajo exigía esclavitud abierta o condiciones próximas a la esclavitud. Elementos característicos y necesarios de este sistema de trabajo fueron el autoritarismo y la jerarquización. Prácticamente sin posibilidades de movilización social, las clases sociales debían aceptar su posición en la sociedad. lo que estimulaba su iniciación hacia el fatalismo y la subordinación. En este tipo de economía. los sectores sociales se distinguen claramente por su participación o no, en el trabajo manual. Una reducida élite evade todas las formas del trabajo físico, en tanto que las clases inferiores deben participar del trabajo manual para poder sobrevivir. El trabajo físico se convierte en signo de un status social inferior. Esta clara división clasista conduce también a una división dentro de las mujeres. Una categoría de mujeres honorables, las que en consecuencia deben aislarse del contacto con las clases inferiores y una segunda categoría de mujeres indeseables que los terratenientes pueden apropiarse sin ningún complejo de culpa. Por otra parte, el hecho de que el dueño de la tierra actuara en su dominios de manera autoritaria, estimulaba el rechazo de las cortes para arbitrar en las disputas, con el fin de mantener su autoridad. En resumen, la estructura económica colonial en hispanoamérica y en la Nueva Granada condujo: 1. A una marcada estratificación social que impidió la distensión de los conflictos sociales al coartar el proceso de movilidad social. 2. Al desarrollo del autoritarismo, el fatalismo y la subordinación. 3. Al concepto de la indignidad del trabajo manual y al desprecio de las mujeres de las llamadas clases inferiores, y finalmente, 4. Al rechazo por parte del terrateniente del arbitraje en las disputas en las haciendas como forma de solución y conciliación de los conflictos. 1. plantear tres preguntas sobre del anterior texto evolución social. A. LA POBLACIÓN Y EL MESTIZAJE Desde los inicios de la administración colonial, la Corona dió muestras de interés por mantenerse informada acerca de la composición, evolución y cambios de la población en sus Colonias. Este interés provenía de la necesidad de fundamentar sus políticas y disposiciones en todos los órdenes del imperio ultramarino. En el transcurso del siglo XVI, los funcionarios españoles en América llevaron a cabo sucesivos informes acerca de la cantidad de indígenas, negros, mujeres, colonos y asentamiento urbanos que existían en sus respectivas jurisdicciones, además de sus características en cuanto a número, ocupación, edad, sexo, estado civil. Estos informes, al igual que los registros parroquiales llevados por los curas de las parroquias acerca de bautismos, casamientos y entierros, que además eran llevados en forma separada para blancos, indios, negros y mestizos, han sido una valiosa fuente de información sobre la población de la época Colonial. Sin embargo, cuando se hace relación a datos poblacionales, estos son aproximados puesto que muchas de las fuentes no han sido exploradas y otras han llegado a los historiadores de manera incompleta. De acuerdo con esta observación, para el Nuevo Reino de Granada se ha calculado una población indígena, en la primera mitad del siglo XVI, de tres millones de individuos. Hacia 1570 y a causa de la catástrofe demográfica, su número llegaba a 800.000; para 1650 esta cifra había descendido a 600.000 individuos. Los siglos XVI y XVII como se observa, son los que presentan una mayor disminución de la población indígena. Entre las principales causas de este descenso demográfico se encuentran: a. La resistencia al avasallamiento por parte de las comunidades de organización tribal. Esta resistencia se tradujo en conductas como suicidios, infanticidios, pérdida del aliento vital, continencia, aborto; "Los cristianos han destruido y desterrado de estas pobres gentes la natural generación" decía a propósito de Cuba Fray Pedro de Córdoba. b. La aculturación que desintegró numerosos grupos indígenas. c. El sistema de trabajo a que fué sometida la mano de obra indígena. d. Las enfermedades infectocontagiosas y las provenientes de cambios del lugar de residencia indígena. Con respecto a la población española, su crecimiento se debió al aumento en el número de los nacidos en América y a una regular inmigración procedente de España. Hacia 1570 existía un número aproximado de 10.000 españoles en Nueva Granada. Hacia 1650 esta cifra aumentó hasta 50.000 españoles y hacia 1750 su número llegó a ser de 350.000. Como se sabe existía un poderoso imán en América para el español peninsular: el oro. Se ha calculado que hacia fines del siglo XVI la población española inmigrante a América, en un porcentaje del 42.5%, procedía del sur de España (Andalucía, Canarias) el 41.7% procedía de Castilla y el resto de otras regiones (Extremadura, Cataluña, Navarra, Galicia, Asturias). Hemos afirmado que el descenso de la población indígena incentivó el tráfico negrero hacia América. En efecto, desde las primeras décadas del siglo XVI el elemento negro irrigó con su presencia y su cultura el complejo etnocultural de la América Colonizada. Hacia 1570 la población negra en el Nuevo Reino de Granada ha sido calculada en 15.000 individuos. Hacia 1650 esta cifra aumentó a 60.000 negros esclavos. El mayor flujo de negros esclavos ocurrió en el transcurso del siglo XVII, coincidiendo con la mayor explotación de las minas de oro. Su distribución geográfica se concentró en las zonas costeras, los valles del Magdalena, Cauca, Patía y Atrato, posteriormente en el Chocó, Antioquia, Caldas y Tolima. La ciudad de Cartagena fué el principal centro del tráfico negrero, no solo para la la Nueva Granada, sino también para Suramérica. En cuanto a la política española con respecto a los inmigrantes de otras nacionalidades, ésta fue muy severa. La razón de esta política se fundaba en evitar la penetración a las provincias de América de religiones diferentes a la Católica. Estuvo prohibida la entrada a judíos, moros, gitanos y esclavos berberiscos. Examinemos ahora algunos hechos relativos al mestizaje. Repase el punto III de su primera cartilla, que lo orientará al respecto. A pesar de la intensa mezcla de los tres elementos étnicos mencionados, la sociedad colonial conoció desde sus inicios en el siglo XVI, una fuerte estratificación socio-racial, con desventaja para los elementos mestizos, indígenas y negros. Los españoles peninsulares y criollos tenían derecho a ser propietarios y acceso a la educación formal. Los mestizos por su parte, no tenían acceso a los puestos importantes en la burocracia estatal. Tenían prohibido ser protectores de indios. Los negros no tenían ningún tipo de libertad ni derechos. Los indígenas tampoco tenían libertades aunque por lo menos tuvieron acceso a las primeras letras y algunos aspectos de la legislación les favorecían. En el siglo XVII la pureza de sangre y el color incidían en forma definitiva en la posición social de los individuos. El desprecio y el prejuicio hacia la mezcla racial fueron elementos primordiales de la sociedad de la época. El siguiente esquema nos da una idea del mestizaje en Hispanoamérica: B. CONFLICTO SOCIAL La América colonial fué una sociedad tensionada y atravesada por innumerables conflictos sociales. En esta sección nos referiremos a dos de estos conflictos. 1. ESCLAVITUD NEGRA En las primeras etapas de la economía colonial la presencia negra no fue significativa porque la abundancia de indígenas garantizaba trabajo gratuito y forzado, lo que permitió la capitalización para la adquisición de esclavos por medio del comercio. El elemento negro fue una mercancía más en el sistema de capitalismo comercial propio de la etapa colonial. Su comercio se intensificó en el transcurso de los siglos XVII y XVIII por lo cual su presencia fue en constante aumento durante este período. Hacia finales del siglo XVII la mano de obra negra representaba el 75% en el sector minero. El 25% restante correspondía a mano de obra indígena. Podemos enumerar cinco factores determinantes en la consolidación de la esclavitud negra como institución económica: a. El desarrollo del Capitalismo Europeo. b. La. disponibilidad de grandes extensiones de tierra. c. Hallazgo de grandes yacimientos de minerales en América. d. Disminución de la fuerza de trabajo Indígena. e. La especulación creciente del capital comercial. Los esclavos eran repartidos en las minas en forma de cuadrillas, cuyo número de componentes oscilaba entre 10 Y 40. En la mina trabajaban varias cuadrillas. Generalmente los varones trabajaban las minas de veta y las mujeres las minas de aluvión. Los ancianos y niños eran dedicados a labores agrícolas y domésticas. El tráfico negrero constituyó una fuente de riqueza para los numerosos comerciantes dedicados a esta actividad. Los comerciantes abastecían el mercado y distribuían los esclavos desde Cartagena en grupos de 10 a 20 negros. Su precio aumentaba en los centros de trabajo. Este hecho y las ventas a crédito con hipoteca de la mano de obra ya existente, dió origen a numerosos enfrentamientos entre mineros y comerciantes. Es importante resaltar que no sólo los sectores mineros adquirieron esclavos negros. En calidad de mercancía, los esclavos fueron adquiridos por terratenientes para el trabajo en haciendas y plantaciones; por funcionarios y familias ricas como una forma de ostentación y prestigio social, a la vez que las utilizaban en labores domésticas y como respaldo en operaciones de préstamo. hipotecas. permutas. pagos por servicios, etc. Muchos propietarios obtenían rentas considerables por el alquiler de sus esclavos y por el desempeño de estos como vendedores de comestibles. dulces. frutas y en algunos casos por la prostitución. También adquirieron esclavos las comunidades religiosas. los cabildos y los artesanos. La venta de esclavos se hacía generalmente por unidades. pero también eran frecuentes las ventas por "Toneladas de negros", "Piezas de Indios", "Cabezas" y "Lotes" como nos lo deja saber el historiador Jorge Palacios Preciado en su libro La trata de negros por Cartagena de Indias. En virtud de la relación económica existente entre amos y esclavos, éstos últimos tuvieron más miramientos que los grupos indígenas, ya que representaban una inversión que había que cuidar para obtener el máximo provecho. Generalmente el propietario minero recuperaba en un año la inversión hecha en la compra de un esclavo. En relación con el status jurídico del negro. éste solo mereció una legislación de carácter penal y restrictiva. Entre otras prohibiciones, los negros no podían portar armas, tenían limitaciones para asistir a reuniones y a ciertos sitios, se les prohibió la bebida, el baile público, el juego, no podían utilizar cierta indumentaria ni transitar por la calle luego de determinadas horas de la noche. Sólo hasta la segunda mitad del siglo XVIII se expidió la Instrucción, especie de código negrero de alcances algo humanitarios y proteccionistas. Este cambio fué posible debido a la creciente dificultad para la consecución de mano de obra por el bloqueo inglés a la trata negrera, la opinión adversa a la esclavitud por parte de algunos sectores eclesiásticos. y al comercio de fuerza de trabajo. En este cambio de actitud frente a la población negra también influyó el interés de algunas comunidades religiosas por lograr la cristianización de los esclavos, aunque sin un cuestionamiento de fondo a la Institución. Religiosos jesuítas como Alonso de Sandoval y Pedro Claver, se dedicaron durante la primera mitad del siglo XVII a prestar atención a los esclavos en Cartagena de Indias. La catequesis sin embargo, inducía al negro a aceptar con resignación su situación de esclavo. Un ejemplo de esta práctica se halla en las recomendaciones hechas por Alonso De Sandoval a los doctrineros para ser transmitidas a la población negra en cautiverio: "Dígales que su amo los quiere mucho y (que si) hacen lo que dice, que le pedirá y rogará les trate bien, les regale y cure y después de buen amo que vivan contentos en su cautiverio... Ensáncheseles el corazón diciéndoles tendrán por estas partes muchos parientes con quien tratar y que si sirven bien, tendrán buen cautiverio, estarán contentos y bien vestidos...". 2. CIMARRONISMO La frecuente fuga de esclavos negros, prácticamente desde los primeros momentos de su llegada a América, se conoció con el nombre de cimarronismo. Los negros fugitivos dieron origen a varios asentamientos llamados palenques en donde se hicieron fuertes para resistir el asedio y hostigamiento de sus perseguidores. De otra parte, la protesta esclava no fue solamente su huída. Por el contrario, la sublevación y la revuelta fueron expresiones que con regularidad mostraban la intensa resistencia del elemento negro a su condición de esclavo. En los siglos XVI, XVII Y XVIII la sociedad colonial presenció repetidos alzamientos, como por ejemplo la rebelión de esclavos en Popayán 1556; en Zaragoza (Zona minera) en 1598; entre 1750 y 1790 hubo alzamientos simultáneos en la Costa Atlántica, Panamá, Chocó, Antioquia, Valle del Cauca, Cundinamarca y Llanos Orientales. Entre los palenques más famosos de Nueva Granada figura el de San Basilio, surgido en 1600 en la gobernación de Cartagena. Su existencia se debió a la rebelión de 30 esclavos dirigidos por un antiguo monarca de una comunidad africana. Su indomable actividad y la impotencia de las autoridades españolas, permitieron que estas llegaran a un acuerdo con los sublevados que lograron, entre otras prerrogativas, su libertad. Otros palenques fueron organizados en Piojó (Atlántico), Santa Cruz de Mesinga y Sierra Nevada en 1703 (Santa Marta), Castillo (Popayán). En el actual territorio del Valle del Cauca en 1772 y en 1785 hubo amplios movimientos de esclavos con el objetivo de fundar palenques. Aparte de las difíciles condiciones de vida de la población esclava, ésta tuvo que sufrir los frecuentes malos tratos y sevicia utilizada por algunos amos, lo que se constata por los innumerables juicios criminales seguidos a los encomenderos y que dejan ver las profundas tensiones causadas por la esclavitud. Un ejemplo de esta conducta, citado por el historiador Jaime Jaramillo U., entre los muchos que se pueden citar, es el del juicio criminal seguido al encomendero Pedro Elejalde en 1777 porque según el relato de los testigos, éste tenía en prisión a dos esclavas argolladas en las piernas, ulceradas, con un palo en la cabeza, amarradas y con tantos azotes que estaban moribundas y a las cuales ponía freno en la boca para que no se quejaran. Este tipo de tratamiento propició en gran medida el intenso cimarronaje que fué creciendo hasta generalizarse en el siglo XVIII. 1. Desde la población y el mestizaje hasta el final de la lectura, plantear 15 preguntas con sus respuestas y desarrollar un crucigrama. Responda las siguientes preguntas: 1. Mencione las consecuencias raciales de la estructura económica de la Nueva Granada. 2. Explique brevemente el proceso de poblamiento de la Nueva Granada. 3. ¿Qué factores determinaron la institucionalización económica del esclavismo? 4. ¿En qué consistió el cimarronismo? TOMADO DE: BANCO DE LA REPUBLICA COLMENARES Germán. Historia económica y social de Colombia 1537 -1719, Bogotá, La Carreta. 1979. La economía y la sociedad coloniales, 1550 - 1800, en MANUAL DE HISTORIA DE COLOMBIA, T.I., Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, 1978. HAM IL TON, Earl. El Florecimiento del capitalismo y otros ensayos. Madrid, 1948 INSTITUTO COLOMBIANO DE CULTURA. Manual de Historia de Colombia, Tomo 1, Bogotá, 1978. OTS CAPDEQUI, José. España en América. México, El Colegio de México, 1957. VICENS VIVES, Jaime y otros. Historia social y económica de España y América, 4 Vals., Barcelona, 1971.