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EL LORQUmO
VARIEDADES.
{REMITIDO.)
LA MÚSICA.
Así como el dibujo ha sido inventado
para reproilucir con mas ó menos fiJelidad los objetos perceptibles por medio del
sentido de la vista y que tienen una rea
lidad de existencia orgánici ó solamente material, según definición de una autoridad contemporánea, y por cuyos medios han llegado hasta nosotros en cuadros dignos de la mayor admiración y
respeto, los hechos mas grandes que registra la historia del mundo; la música,
ese idioma unirersal, como llama Maquet,
DOS la embia Dios, para que sirvieaio
principalmente para cantar las glorias del
Señor, endulzase en el hombre las fatigas que le ocasiona el trabajo y le distrages:} en los ratos enojosos de la vida.
El causante de nuestras desgracias, el
sapientísimo Alan, fue el primero que entusiasmado por las maravillas de la creación en la morada del deleite donde Dios
le habia colocado, prorrumpió inspirado
en cánticos de alabanza al Todo infiinito
Desde entonces, todas las religiones y
sectas del mundo se han valitio de la
música, para dar culto á Dios, sin duda
comprendiendo, aunque algunos ignorasen
los versículos,
Bueno es alabar al Señor y tañer psalmos a tu nombre, oh All^imo.
Para anunciar por la mañana tu misericordia y tu verdad por la noche.
En el decachordo, en el psalterio, con
cántico en la citara ect,
¡Mas para que tenemos que cansarnos
en demostrar lo agradables quo son al
Señor los cultos que se le dirig n por medio de la música, habiendo ya espuesto á
nuestros lectores, parte del psahno 91 de
Jos compuestos por inspiración dd Espíritu Santo, por el profeta Rey David!
\Jue la música sirve para endulzar en
el hombre las fatigas del trabajo ¿quien
puede ponerlo en duda?
Si se entra en esos vastos talleres de
la industria, donde los hombres cumplen
la sentencia impuesta por Dios, de ganar
cada uno el pan cuotidiano can el sudor
de sus frentes, comprendemos que solo
alivian su trabajo con los aires del país
que entonan.
Si visitamos la casa del labriego, uno
de los objetos mas bien conservados que
encontraremos en ella, será sin duda, la
popular gitarra, que espera colgada en sitio preferente, que suelte su dueño la hoz
ó el arado para que la pulse y canteen
ella amorosas trovas o refiera con su ayuda á su sencilla familia, fabulosos romances.
Si alguna vez la curiosidad nos ha llevado á alguna cárcel ó presidio, no habremos dejado de sentir entre el tétrico
sonido producido por pesadas cadenas, algunos cánticos con que los desgraciados de^
licuantes hacen acallar los asjudos remordimientos que agitan sus conciencias; y si
hemos penetrado en los alfombrados salones donde mora la opulencia, no habremos dejado de notar que el aristócrata
piano ocupa un lugar distinguido y que
es abierto y tocado coo frecuencia, por
Sabemos que S M. la Reina ha dado
su rico dueño ó algún otro ser de su familia para distraerse en los ratos tristes una prueba mas de su inagotable caridad
mandando a la junta de beneficencia de
de la vida.
Ahora bien: si Dios nos embia la mu- esta ciudad, dos mil reales aplicable á la
sica pira que cantásemos las glorias del rifa autorizada por la real orden que inSeñor y que. nos sirviera de alivio en me- sertamos en nuestro número 14 cuyos prodio de nuestras cuitas y pesares ¡no es ductos se destinan á plantear una enseñanza de pkbulos. bajo la dirección de herconsecuencia legítima, que este divino ar
te debe influir poderosamente en la edu- manas de la Caridad, El pueblo de Lorca que conoce y admira cuanto enciera
cación de le sociedad!
8s innegable esta influencia y DOS com- de bondad y caridad el corazón <.e su
benceremos mas y mas en el ello, si escelente soberana, sabrá apreciar en lo
hechamos una ojeada á los tiempos anti- que se merece este acto, al que tributaguos y principalmente sí abrimos la his- mos nuestros humildes elogios y gratitud
sincera.
toria de la sabia Grecia.
Dice un autor de nuestros dias, «ninEl dia 10 fué el último de los ecsámegún héroe ilustro mas la Grecia que Epanes públicos de las escuelas de niñas sominondas; y sin embargo, se contaba en
el número de sus escelenles cualidades, lo diremos por ahora que en todas por punel haber savido danzar con gracia y to- to general se han visto adelantos que han
car los instrumentos con habilidad Sócra- llamado la atención no solo de U junta,
tes y Temistocles se atrevieron á despre- sinó de las Sras. curadoras de la Inclusa
ciar la música; y estos dos hombres emi- y déla inmensa concurrencia que ha acunentes, el prim'íro por su sabiduría y aus- dido á presenciarlos, pero sin perjuicio de
teridad de costumbres, y el segundó (igual- hacerlo con mas eslension faltaríamos á
mente filósofo que capitán) por las gran- la imparcialidad que en todos nuestros acdes victorias que h;ibia conseguido, no se tos nos hemos propuesto, sinó hiciésemos
salvaron iel ridículo y del desprecio pu- particular mención de las escuelas de amblico, por no saber tocar la lira Sócrates bos sexos sitas en Sta. Gertrudis, que se
arrepentido se puso á aprender ia música han presentado en un estado admirable. Esto
á los 60 años; por que con esta resolu- deberá influir en los adelantos de las clases
ción dio á entenJer que reconocía la ne- pobres de la huerta, en cuyo centro se
cesidad de su estudio y ejercicio, sin ella hallan situadas dichas escuelas.
no hubiera podido recobrar si alta repua>
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Lorca 13 de Julio de 1861.
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LENTISCO.
EL EDITOR RESPONSABLE
JUAN BAUTISTA CAMPOT.
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