Bogotá, septiembre 1 de 2009 Señores BIBLIOTECA GENERAL

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Bogotá, septiembre 1 de 2009
Señores
BIBLIOTECA GENERAL
Pontificia Universidad Javeriana
Ciudad
Respetados Señores,
Me permito presentar el trabajo de grado titulado EL PAÍS QUE NOS DEJARON:
CÓMO DESESTABILIZARON LOS CARTELES DE LA DROGA DE MEDELLÍN Y
CALI AL ESTADO COLOMBIANO DURANTE 1986-1996, elaborado por el
estudiante de la Carrera de Ciencia Política MARTÍN RUIZ JARAMILLO,
identificado con la Cédula de Ciudadanía No. 75.101.167, para que se incluya en
el catálogo de consulta.
Cordialmente,
ADRIANA CASTRO GONZÁLEZ
Directora Carrera de Ciencia Política
Bogotá, D.C., septiembre 1 de 2009
Trabajo de Grado
Señores
BIBLIOTECA GENERAL
Ciudad
Estimados Señores:
El suscrito MARTÍN RUIZ JARAMILLO, con C.C. No. 75.101.167, autor del trabajo de
grado titulado “EL PAÍS QUE NOS DEJARON: CÓMO DESESTABILIZARON LOS
CARTELES DE LA DROGA DE MEDELLÍN Y CALI AL ESTADO COLOMBIANO
DURANTE 1986-1996”, presentado y aprobado en el año 2009 como requisito para optar
al título de POLITÓLOGO, autorizo a la Biblioteca General de la Universidad Javeriana
para que con fines académicos, muestre al mundo la producción intelectual de la
Universidad Javeriana, a través de la visibilidad de su contenido de la siguiente manera:
Los usuarios puedan consultar el contenido de este trabajo de grado en Biblos, en
los sitios web que administra la Universidad, en Bases de Datos, en otros Catálogos y en
otros sitios web, Redes y Sistemas de Información nacionales e internacionales “Open
Access” y en las redes de información del país y del exterior, con las cuales tenga convenio
la Universidad Javeriana.
Permita la consulta, la reproducción, a los usuarios interesados en el contenido de
este trabajo, para todos los usos que tengan finalidad académica, ya sea en formato
CDROM o digital desde Internet, Intranet, etc., y en general para cualquier formato conocido o
por conocer.
Continúo conservando los correspondientes derechos sin modificación o restricción
alguna; puesto que de acuerdo con la legislación colombiana aplicable, el presente es un
acuerdo jurídico que en ningún caso conlleva la enajenación del derecho de autor y sus
conexos.
De conformidad con lo establecido en el artículo 30 de la Ley 23 de 1982 y el artículo 11
de la Decisión Andina 351 de 1993, “Los derechos morales sobre el trabajo son
propiedad de los autores”, los cuales son irrenunciables, imprescriptibles, inembargables e
inalienables.
MARTÍN RUIZ JARAMILLO
C.C. 75.101.167
NOTA IMPORTANTE: El autor certifica que conoce las derivadas jurídicas que se generan
en aplicación de los principios del derecho de autor.
FORMULARIO DE LA DESCRIPCIÓN DEL TRABAJO DE GRADO
TÍTULO COMPLETO DEL TRABAJO DE GRADO: “EL PAÍS QUE NOS DEJARON:
CÓMO DESESTABILIZARON LOS CARTELES DE LA DROGA DE MEDELLÍN Y
CALI AL ESTADO COLOMBIANO DURANTE 1986-1996”.
AUTOR
Apellidos Completos
Nombres Completos
RUIZ JARAMILLO
MARTÍN
DIRECTOR DEL TRABAJO DE GRADO
Apellidos Completos
Nombres Completos
GONZÁLEZ JIMÉNEZ
JUAN CARLOS
TRABAJO PARA OPTAR AL TÍTULO DE: POLITÓLOGO
FACULTAD: CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
PROGRAMA: PREGRADO
NOMBRE DEL PROGRAMA: CIENCIA POLÍTICA
NOMBRES Y APELLIDOS DEL DIRECTOR DEL PROGRAMA:
ADRIANA CASTRO GONZÁLEZ
CIUDAD: BOGOTÁ D.C.
AÑO
DE
PRESENTACIÓN
NÚMERO DE PÁGINAS 82.
TIPO DE ILUSTRACIONES:
- Mapas
- Tablas, gráficos y diagramas
DEL
TRABAJO
DE
GRADO:
2009
DESCRIPTORES O PALABRAS CLAVES EN ESPAÑOL E INGLÉS: Son los
términos que definen los temas que identifican el contenido. (En caso de duda para
designar estos descriptores, se recomienda consultar con la Unidad de Procesos Técnicos
de la Biblioteca General en el correo [email protected], donde se les orientará).
ESPAÑOL
CARTELES DE LA DROGA DE MEDELLÍN Y CALI
GUERRA CONTRA LAS DROGAS
NARCOTERRORISMO
EXTRADICIÓN
PROCESO 8.000
INGLÉS
DRUG CARTELS MEDELLIN AND CALI
WAR AGAINST DRUGS
NARCOTERRORISM
EXTRADITION
CASE 8.000
RESUMEN DEL CONTENIDO EN ESPAÑOL E INGLÉS: (Máximo 250 palabras 1530 caracteres):
Los carteles de la droga de Medellín y Cali tuvieron como principal estrategia
política el establecimiento de alianzas temporales con actores estatales y grupos
al margen de la ley. En primera instancia, el núcleo antioqueño privilegió la
participación directa en la vida política, y posteriormente, se focalizó en el
narcoterrorismo como método para enfrentar al Estado colombiano y hundir la
extradición. Por su parte, el cartel de Cali, evitó la confrontación directa con el
Estado y participó en la vida política a través de la inscripción de terceros, lo cual
dio origen al Proceso 8.000. En las dos últimas décadas del siglo XX en Colombia,
los carteles de la droga acudieron a la violencia privada y la ilegalidad como
medios para obtener poder económico y político, en donde múltiples actores
involucrados a la industria ilegal retroalimentaron y crearon nuevas prácticas
ilícitas dentro del orden social existente, dejando un legado negativo en el ámbito
económico, político, social y cultural de la nación.
The drug cartels of Medellin and Cali had as main policy strategy to establish
temporary alliances with government and groups outside the law. In the first
instance, the Antioquian Nucleus favored direct participation in political life, and
then focused on narco-terrorism as a method to deal with the Colombian State and
sink extradition. For its part, the Cali cartel, avoided direct confrontation with the
state and participated in political life through the registration of third parties, which
gave rise to process 8.000. In the last two decades of the twentieth century,
Colombian drug cartels turned to private violence and lawlessness as a means for
economic and political power, where there were multiple players involved in the
illegal industry feedback and created new illegal practices within the existing social
order, leaving a negative legacy in the social and political aspects of the nation.
EL PAÍS QUE NOS DEJARON: CÓMO DESESTABILIZARON
LOS CARTELES DE LA DROGA DE MEDELLÍN Y CALI
AL ESTADO COLOMBIANO DURANTE 1986-1996
MARTÍN RUIZ JARAMILLO
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
BOGOTA, D.C.
2009
EL PAÍS QUE NOS DEJARON: CÓMO DESESTABILIZARON
LOS CARTELES DE LA DROGA DE MEDELLÍN Y CALI
AL ESTADO COLOMBIANO DURANTE 1986-1996
MARTÍN RUIZ JARAMILLO
Monografía de Grado para optar al Título de
POLITÓLOGO
JUAN CARLOS GONZÁLEZ JIMÉNEZ
Director de Tesis
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES
BOGOTÁ, D.C.
2009
CONTENIDO
Pág.
INTRODUCCIÓN
1
1. MARCO TEÓRICO
6
2. ANTECEDENTES DEL PROBLEMA
2.1 VIOLENCIA PRIVADA E ILEGALIDAD
2.2 LOS ACTORES ILEGALES INTERNOS
2.3 LA POSTURA DE ESTADOS UNIDOS FRENTE AL PROBLEMA DE LAS
DROGAS ILÍCITAS.
2.4 LOS PERIODOS PRESIDENCIALES EN COLOMBIA (1970-1998)
2.5 LA EXTRADICIÓN
2.6 NARCOTERRORISMO
2.7 LOS EXTRADITABLES
2.8 LAS DISCREPANCIAS ENTRE LOS CARTELES DE MEDELLÍN Y CALI
2.9 LOS PEPES
2.10 EL PROCESO 8.000
12
12
15
3. RELACIÓN DEL CARTEL DE MEDELLÍN
CON EL ESTADO COLOMBIANO
3.1 PARTICIPACIÓN EN LA VIDA POLÍTICA LOCAL Y NACIONAL
3.2 LA EXTRADICIÓN: COMBUSTIBLE DEL NARCOTERRORISMO
3.3 RELACIÓN DEL CARTEL DE CALI CON EL ESTADO COLOMBIANO
3.4 LA ESTRATEGIA POLÍTICA
3.5 LA RAMA EJECUTIVA
3.6 LA RAMA LEGISLATIVA
25
25
25
26
29
30
32
33
16
17
20
21
22
22
23
23
4. EL MONOPOLIO CRIMINAL Y LA ILEGALIDAD: DOS INSTRUMENTOS DE
LOS CARTELES PARA DESESTABILIZAR AL ESTADO COLOMBIANO
36
4.1 LOS MAYORES COSTOS LOS ASUME COLOMBIA
43
5. CONCLUSIONES
46
BIBLIOGRAFÍA
52
ANEXOS
59
EL PAÍS QUE NOS DEJARON: CÓMO DESESTABILIZARON
LOS CARTELES DE LA DROGA DE MEDELLÍN Y CALI
AL ESTADO COLOMBIANO DURANTE 1986-1996
INTRODUCCIÓN
Analizar el fenómeno del narcotráfico en Colombia, es de lejos una tarea
dispendiosa. Su complejidad estriba no solo en la comprensión de la industria
ilegal, sino también la multiplicidad de actores que guardan estrecha relación con
esta. La naturaleza ilegal, mundial y criminal del mismo; conlleva a que los
gobiernos afectados enfrenten el problema buscando salvaguardar los intereses
de sus países, e ignorando en muchos casos, que las decisiones adoptadas por
un Gobierno pueden repercutir en las relaciones con otras naciones. El
narcotráfico, es además, la actividad ilegal más rentable a nivel mundial, lo cual
conlleva a que los países afectados enfrenten costos económicos, políticos,
sociales y culturales de gran magnitud.
En el caso colombiano, nefastas experiencias se han vivido frente al particular 1. La
presente monografía de grado, pretende abordar el fenómeno de los carteles de
Medellín y Cali como agentes desestabilizadores del Estado colombiano durante
1986-1996, obligando a reconocer a Medellín y Cali como “ciudades matriz”2 de
dos de las organizaciones narcotraficantes más grandes y violentas del país
durante el siglo XX: cartel de Medellín y el cartel de Cali.
La relación de los
carteles de la droga con el Estado colombiano, será concebida, claro está, sin
1
El fenómeno del narcotráfico data desde la década de los setenta con el auge de la bonanza
marimbera (marihuana), que para la década de los ochenta mutó en el negocio de la cocaína y la
amapola, creciendo a niveles astronómicos y convirtiendo al país en el principal exportador
mundial de cocaína hasta la actualidad. Negocios que por su condición de ilegalidad han
manejado códigos propios de la mafia, generando como consecuencia la exacerbación de
prácticas violentas.
2
Concepto propio del autor, entendido como “Ciudad principal”.
1
desatender la injerencia norteamericana en dos aspectos: el primero, la guerra
contra las drogas; y el segundo, en lo concerniente al “Tratado de Extradición” a
partir de 1979, fecha en que es firmado el acuerdo por el Gobierno colombiano. La
respuesta por parte del cartel de Medellín a este último, fue la implementación de
un método de violencia conocido como “narcoterrorismo”.
Asimismo, es ineludible estudiar a Pablo Escobar, líder del cartel de Medellín: “Su
magnitud, en el sentido del número de muertes, de la capacidad de aterrorizar la
sociedad y de obligar al establecimiento a realizar concesiones inimaginables, no
tendría comparación con ningún otro criminal contemporáneo, no solo en
Colombia sino internacionalmente”3. Escobar se haría célebre en el escenario
nacional e internacional por traficar cocaína hacia los Estados Unidos. Por su
parte, el análisis de actores como Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, es
angular para hallar el grado de infiltración que logró el cartel de Cali en las Ramas
del Poder Público colombiano.
Compete también, entender la estrategia diametralmente opuesta empleada por el
cartel de Cali, especialmente por los hermanos Rodríguez Orejuela en su relación
con el Estado; siendo este último el dinamizador de la alianza estratégica que se
gestó con el núcleo valluno para aprehender a Pablo Escobar; y cómo el “Proceso
8.000” mostraría por primera vez los vínculos entre el narcotráfico y la clase
política del país. “Los capitales provenientes del narcotráfico penetraron también el
conjunto de las actividades económicas: sectores financiero, comercial e industrial,
medios de comunicación y del deporte, entre otros”4.
3
DUNCAN, Gustavo. Los señores de la guerra. Bogotá, D.C. Editorial Planeta Colombiana S.A.,
2007. p. 211.
4
ROJAS, Diana Marcela. et al. Nuestra guerra sin nombre. Transformaciones del conflicto en
Colombia. Universidad Nacional de Colombia. Instituto de Estudios Políticos y Relaciones
Internacionales Bogotá, D.C.: Grupo Editorial Normal, 2005. p. 39
2
El enfoque del presente texto es de carácter comparativo. Uno de los pioneros de
esta perspectiva es Gabriel Almond5, quien señala que el estudio comparado es
un método fundamental para el análisis político, el cual se efectúa por medio de
tres etapas: la descripción del fenómeno, el empleo de un marco conceptual y la
posterior explicación. A su vez, sostiene que es una herramienta poderosa y
versátil que sirve para entender fenómenos propios de un país, tomando como
referencia contextos y experiencias más amplias.
En este caso, se analizará
individualmente los dos carteles de la droga en mención por medio de los dos
primeros pasos mencionados, a saber: la descripción de los antecedentes del
problema y la utilización de un marco conceptual. Igualmente, se tomarán
convergencias y disimilitudes entre las dos organizaciones, con el fin de demostrar
cómo “consolidaron un poder incrustado dentro de la sociedad y el Estado” 6 que
terminaría desestabilizando al Estado colombiano.
Teniendo en cuenta que el fenómeno del narcotráfico tiene incidencia y se ve
representado en diversos ámbitos, este debe ser estudiado y analizado desde la
óptica de diferentes disciplinas. Para ello, en esta monografía, se tendrá presente
el concepto de transversalidad como una herramienta fundamental para lograr
comprender las implicaciones que tiene el narcotráfico en el acontecer nacional.
Este concepto, es útil para “ayudar a entender la actual situación en un contexto
más amplio y real, haciendo distinguir y diferenciar las diversas situaciones,
motivaciones y contextos que se ocultan detrás de esa imagen homogénea e
indiferenciada. Solo así se puede responder a esos complejos hechos de manera
diversificada y eficaz”7. Dado lo anterior, es a partir de la transversalidad que se
puede responder a un análisis acertado y objetivo del tema en mención.
5
ALMOND, Gabriel. Comparative politics today: a world view. New York: Pearson, 2006. p. 31-32.
BETANCOURT, Darío. Mediadores, rebuscadores, traquetos y narcos: las organizaciones
mafiosas del Valle del Cauca. Bogotá, D.C.: Editorial Antropos, 1998. p. 139.
7
URIBE, María Victoria. Matar, rematar y contrarematar: las masacres de la violencia en el Tolima
1948-1964. Bogotá D.C.: CINEP, 1990. p. 11.
6
3
Para evitar incurrir en imprecisiones a lo largo del texto, se tendrán presentes
cuatro errores frecuentes en este tipo de investigaciones: “I) el parroquialismo, II)
el clasificar incorrectamente, III) el gradualismo y IV) el alargamiento de los
conceptos”8. El parroquialismo, alude a la creación de conceptos sesgados que
ignoran teorías generales. El mal-clasificar, hace referencia a errores en la
terminología y/o clasificación de los conceptos tratados, llegando a establecer
conclusiones a partir del uso erróneo e indiscriminado de conceptos. Por su parte,
el gradualismo, enfatiza la matización caprichosa de conceptos. Finalmente, el
alargamiento conceptual, manifiesta la heterogeneidad que revisten ciertos
conceptos conllevando a la generalización de los mismos.
En este orden de ideas, se pretende demostrar la siguiente hipótesis: “Los carteles
de la droga de Medellín y Cali, desestabilizaron al Estado colombiano en dos
momentos: el primero, con el narcoterrorismo practicado por el cartel de Medellín,
el cual estuvo encaminado a hundir la extradición; y el segundo, con el proceso
8.000, que mostró la relación entre el cartel de Cali y sectores de la clase
gobernante del país”.
El objetivo primario de esta monografía, es identificar cómo los carteles de la
droga de Medellín y Cali desestabilizaron al Estado colombiano durante 19861996. Asimismo, es indispensable valerse de objetivos específicos que inductiva y
deductivamente aportarán herramientas para llegar al objetivo general. Cómo
objetivos específicos se recalcan los siguientes: 1) Reconocer las alianzas
estratégicas que sostuvieron los carteles de Medellín y Cali con actores estatales y
grupos al margen de la ley. 2) Establecer las afinidades y desemejanzas entre los
dos carteles en su relación con el Estado. 3) Determinar cómo el narcoterrorismo y
el proceso 8.000 fueron categóricos para desestabilizar al Estado colombiano.
8
RUSSO, Op. cit., p. 37.
4
La motivación principal al realizar este ejercicio, es poder comprender “el más
grande problema de Estado que haya conocido Colombia desde la guerra de
Independencia”9: el narcotráfico. Para lograrlo, es imperativo entrar en profundidad
con el análisis comparado de los dos carteles, a fin de entender como a través de
sus prácticas mafiosas diferenciadas,
terminaron desestabilizando al Estado
colombiano contraponiendo sus intereses.
9
AHUMADA, Consuelo et al. ¿Qué está pasando en Colombia? Anatomía de un país en crisis.
Drogas: la guerra de la independencia. Antonio Caballero. Bogotá, D.C.: El Áncora Editores, 2000.
p.131.
5
1. MARCO TEÓRICO
“En primer lugar nuestro estado se ha constituido como un oligopolista (y no como
un monopolista) del uso legítimo de las armas”, donde “el comportamiento de un
actor sólo se puede explicar teniendo en cuenta el de todos sus competidores” 10.
Los conceptos empleados en el desarrollo del trabajo, procurarán ser explícitos, lo
cual facilitará la compresión del texto. En primera instancia, se aludirá al concepto
de Estado de Max Weber11, entendido como aquella comunidad humana que,
dentro de un determinado territorio (el “territorio” es elemento distintivo), reclama
(con éxito) para sí el monopolio de la violencia física legítima. Además puntualiza,
“el Estado es una relación de dominación de hombres sobre hombres, que se
sostiene por medio de la violencia legítima (es decir, de la que es vista como tal).
Para subsistir necesita, por tanto, que los dominados acaten la autoridad que
pretenden tener quienes en ese momento dominan”12. Esta primera definición,
asume que todas las personas asentadas sobre el territorio, en medio de sus
relaciones de dominación, ven al Estado como el detentador absoluto del
monopolio de la violencia legítima. Sin embargo, al monopolio de la violencia
legítima, se contrapone el oligopolio de la violencia ilegal encarnado por los
carteles de la droga, los grupos guerrilleros y paramilitares; los cuales terminaron
desestabilizando al Estado colombiano, o lo que es igual, “comprometiendo la
estabilidad de la situación política o económica”13 del país.
Las organizaciones mafiosas de Medellín y Cali serán concebidas como carteles,
es decir, una “organización de productores independientes de bienes y servicios
10
BETANCUR, Belisario et al. Conflicto y Contexto. Resolución alternativa de conflictos y contexto
social. Capítulo 5. Gestión de conflictos en entornos turbulentos: el caso colombiano. Francisco
Gutiérrez Sanín, Bogotá, D.C.: Tercer Mundo Editores, 1997. p. 96.
11
WEBER, Max. El político y el científico. Madrid: Editorial Alianza, 1998. p. 83.
12
Ibíd., p. 83.
13
Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Disponible en: http://www.rae.es/
6
establecida para reglamentar la producción, los precios o las prácticas comerciales
de sus miembros a fin de limitar la competencia y potenciar su capacidad
mercantil”14. Para efectos del presente trabajo, “el término cartel corresponde a la
denominación que de manera universal recibieron las organizaciones criminales”15
que se comportaron como tal. De esta manera, es congruente precisar los
conceptos de monopolio y oligopolio para descifrar la lógica comercial bajo la cual
operaron los carteles de la droga. Se entenderá por monopolio la “forma de
mercado en el que una sola empresa constituye la totalidad de la industria” 16. Y
por oligopolio, se hará referencia a un “mercado en el que hay un
número
reducido de productores. Se caracteriza por la interdependencia mutua entre los
productores y por la existencia de incertidumbre entre las acciones de los
rivales”17.
Cabe acotar que el cartel de Cali: “es en realidad la asociación fluida y por
especialización de tres subgrupos mafiosos del Valle del Cauca (Norte, Centro y
Pacífico)18, en torno al control de las rutas de exportación de cocaína, el lavado
de dinero y las relaciones políticas y sociales, coordinados desde su base, Cali”19.
Contrario al núcleo de Cali, el jefe del cartel de Medellín buscó apoyo popular en
las clases sociales desfavorecidas de la ciudad, por medio de su liderazgo
carismático, “referido a situaciones en donde estaba en juego la lucha de intereses
y hasta la violencia (legalizada o no) y en donde de alguna manera era
indispensable moldear el comportamiento de los dominados según ciertas metas y
tareas justificadas a la luz de una necesidad compartida dentro de una situación
14
Disponible en: http://www.intracen.org/tfs/docs/glossary/cs.htm 15 de marzo de 2009.
ROCHA, García Ricardo. La economía colombiana tras 25 años de narcotráfico. Bogotá, D.C.:
Siglo del hombre, 2000. p. 72.
16
PAPPAS, James y BRIGHAM, Eugene. Fundamentos de economía y administración, México,
D.F.: Nueva Editorial Interamericana S.A., 1984. p. 359.
17
MOCHON, Francisco. Principios de Economía, Madrid: Mc. Graw-hill, p. 145.
18
Ver Anexo A.
19
BETANCOURT, Op. cit., p. 133.
15
7
histórica determinada”20. Pablo Escobar llegaría a ejercer en Medellín una
dominación de tipo carismático, es decir, “la entrega puramente personal y la
confianza, igualmente personal, en la capacidad para las revelaciones, el
heroísmo u otras cualidades de caudillo que un individuo posee”.21 Lo anterior,
soportado en obras sociales como la construcción de barrios y canchas de fútbol.
Los carteles se dedicarían al narcotráfico como actividad preferente, que es en
esencia “un fenómeno económico, social y político que tiene una realidad y lógica
propias”22. Es importante acotar que posee un “carácter multivalente: más allá de
la mera y axial acción económica, se desempeña también necesariamente en los
campos político y militar”23. La multiplicidad de actores que están vinculados a esta
industria es considerable:
“comprende campesinos, químicos, diferentes tipos de proveedores, compradores,
intermediarios, pilotos, abogados, asesores financieros y de impuestos,
cobradores, guardaespaldas, testaferros, contrabandistas que ayudan con lavado
de dinero. La red también incluye políticos, policías, guerrillas, paramilitares,
miembros del ejército, empleados públicos, banqueros, parientes fieles, amigos,
24
amigos de infancia, etc.,” .
Atañe señalar el impacto nacional que tuvo el terrorismo como método empleado
por el cartel de Medellín durante 1984-1993 contra su principal enemigo: el Estado
colombiano. El Código de los Estados Unidos, lo define como “el empleo calculado
de violencia, o de la amenaza de la violencia, para lograr objetivos de índole
política, religiosa o ideológica…por medio de la intimidación, coerción o la
20
INSTITUTO INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS. Diccionario Electoral. Centro
Interamericano de Asesoría y Promoción Electoral, San José, 1989. p. 465.
21
WEBER, Op. cit., p. 85.
22
SANTANA, Adalberto. Narcotráfico fenómeno social y económico. En: Revista Javeriana.
Bogotá, D.C., Vol. 144, No. 744 (mayo, 2008). p. 6.
23
INSTITUTO DE ESTUDIOS ESTRATÉGICOS DE BUENOS AIRES. El Crimen Organizado
Transnacional y el Estado Nación. (Nov, 2000); p. 2.
24
THOUMI, Francisco. Illegal drugs in Colombia: From Illegal economic Boom to Social Crisis. En:
Annals of the American Academy of Political and Social Science. Philadelphia. Sage Publications
Vol. 582, (Jul., 2002); p.108.
8
instigación del miedo en los demás”25. El entonces director de la DEA en Colombia, Joe
Toft, señaló que los carteles de la droga pasaron de ser organizaciones terroristas a
narcoterroristas. Así pues, se entenderá como narcoterrorismo al “tipo de terrorismo
que está vinculado al tráfico ilícito de drogas”26. “Término también difuso y ambiguo,
pues pone en un mismo plano a los comerciantes de “drogas”, a los guerrilleros, a los
paramilitares y a los delincuentes comunes”27.
El crimen de Rodrigo Lara, fue el “acontecimiento que por primera vez puso al
Estado, a la sociedad, y a los partidos políticos frente a retos y desafíos que les
imponía el crimen organizado”28. A raíz de este magnicidio, los costos sociales del
narcotráfico empezarían a ser trasladados a la sociedad. El narcoterrorismo fue la
principal “estrategia” que privilegió el cartel de Medellín en su guerra contra el
Estado Colombiano y el cartel de Cali. Este último, empleó el narcoterrorismo en
su confrontación con el cartel de Medellín, pero nunca hacia el Estado. Por
estrategia, se aludirá a la “multitud de acciones colectivas e individuales,
aprehendidas bajo el signo de la intencionalidad y racionalidad bien sea
económica, política o sociológica”29.
Posteriormente, advendría el denominado “Proceso 8.000”, nombre con el que se
conoce al proceso judicial que se emprendió contra el Presidente de la República
de Colombia, Ernesto Samper, bajo la acusación de recibir financiación de parte
del narcotráfico para su campaña presidencial. Su origen fue el hallazgo de un
expediente que tenía ese número en la Fiscalía de Cali, que correspondía a un
allanamiento hecho en las oficinas de un contador de nacionalidad chilena
25
CHOMSKY, Noam y ACHCAR, Gilbert. Estados peligrosos. Oriente Medio y la política exterior
estadounidense. Barcelona: Ediciones Páidos Ibérica S.A., 2007. p. 15. En: US Army Operational
Concept for Terrorism Counteraction, panfleto TRADOC, No. 525-537, 1984.
26
Disponible en: http://www.dtic.mil/doctrine/jel/doddict/data/n/03589.html, (mayo 12, 2009).
27
BETANCOURT, Op. cit., p. 40.
28
MORALES, Gustavo. Los ajusticiamientos a la justicia: El magnicidio del ex ministro Rodrigo
Lara y la génesis del “crimen ejemplarizante” como arma de poder. En: Perspectivas
Internacionales, Cali, (jul.-dic. 2006); p. 34.
29
LAIR, Erick y SANCHEZ, Gonzalo. Violencias y estrategias colectivas en la región andina:
Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela: Bogotá, D.C.: Editorial Norma, 2004. p.107.
9
Guillermo Pallomari, vinculado al Cartel de Cali; el material se encontraba inactivo,
a pesar de contener datos que indicaban la posibilidad de que varias campañas
políticas parlamentarias habrían recibido aportes económicos de origen ilícito”30.
Los carteles de la droga contratan asesinos asalariados para eliminar físicamente
a la competencia, quienes son regulados por una “oficina de sicarios”, la cual
“tiene por objetivo controlar la creación de organizaciones de asesinos a sueldo,
para evitar que la violencia se desate en cualquier momento, sin posibilidades de
conocer el origen”31. Este control es ordenado por los capos de los carteles,
siendo prominente en Medellín, donde paralelamente operó la “Oficina de
Envigado”, “creada por Pablo Escobar para el cobro de “impuestos”
que los
traficantes tenían que pagar por cada envío de cocaína a los Estados Unidos, así
como para la recaudación del porcentaje que los delincuentes debían dar por
acciones como secuestros, extorsiones y asaltos a bancos”32.
Hasta el momento, se ha identificado el concepto de Estado. En su interior operan
los carteles de la droga, que son organizaciones narcotraficantes, cuyos métodos
y estrategias para enfrentar al Estado fueron disímiles. El núcleo antioqueño
privilegió el narcoterrorismo, y el valluno, la penetración en los estamentos del
Estado. Conviene señalar cómo las “organizaciones criminales se instalan en el
orden social establecido, sirviéndose de él”33 mediante su penetración en la esfera
económica, social, política. Por orden social, se entenderá “la forma mediante la
cual la sociedad se reproduce. Es la urdimbre de tradiciones, principios morales,
regulaciones consuetudinarias y prácticas económicas, políticas e ideológicas
vigentes”34.
30
Disponible en: http://www.babylon.com/definition/Proceso_8.000/Spanish, (Marzo 25, 2009).
CASTILLO, Op. cit., p. 121.
32
GARZON, Juan Carlos. Mafia & Co. La red criminal en México, Brasil y Colombia. Bogotá, D.C:
Editorial Planeta S.A., 2008. p. 60
33
GARZÓN, Op. cit., p. 237.
34
BARRERO, José Ricardo. El anclaje cultural del conflicto político. En: Universitas Humanística.
No. 48 (jul. - dic. 1999); p. 54.
31
10
Precisar el concepto de transversalidad, permite aclarar el papel que esta cumple
en el desarrollo de la monografía de grado en mención. La transversalidad se
presenta cuando existen “cuestiones que por su naturaleza no pueden ser
ubicadas dentro de un solo contexto ya que tienen puntos en común o comparten
afinidades con varios temas”35.
La multiplicidad de actores involucrados y los
diferentes contextos, hacen que el narcotráfico sea un fenómeno tan amplio que
deba ser analizado desde diferentes disciplinas, a saber: la sociología, el derecho,
la ciencia política, la economía, la psicología, las relaciones internacionales, entre
otros. Si bien la pretensión del autor es puntual, uno de los riesgos de esta
investigación es que al tomar elementos de estas disciplinas nos alejemos del
objetivo de la investigación; lo cual se intentará evitar en la mayor medida posible.
35
Disponible en: http://www.zona.lacarabela.com/zona98/ZonaEducativa/Revista18/EGB3.html 5 de marzo
de 2009.
11
2. ANTECEDENTES DEL PROBLEMA
2.1 VIOLENCIA PRIVADA E ILEGALIDAD
La mafia en Colombia tendió a desplegarse geográficamente bajo seis núcleos
mafiosos: costeño, antioqueño, valluno, central, oriental y los subnúcleos sueltos36,
quienes suscitarían la violencia privada, entre otros, con:
“la creación, en diciembre de 1981, del grupo paramilitar Muerte a Secuestradores
(MAS), en respuesta al secuestro de una hermana de los miembros del clan
Ochoa, que hacía parte del cartel de Medellín, por parte del grupo guerrillero
37
Movimiento 19 de Abril (M-19)“ . Pablo Escobar se encargó de negociar con el M19 la liberación de Marta Nieves Ochoa. Una vez dejada en libertad, “grupos
38
dispersos del narcotráfico se unieron bajo la hegemonía de Pablo Escobar” .
La génesis de “dos de los grupos armados más violentos de la historia de
Colombia: los paramilitares y los sicarios”39, está directamente ligada al cartel de
Medellín. Respecto al paramilitarismo, este cobraría fuerza a raíz de la
consolidación de numerosos ejércitos como los del “Mexicano” y los hermanos
Carlos y Fidel Castaño. Por su parte, los sicarios, fueron los pistoleros a sueldo
vinculados al cartel, principalmente en el área urbana.
Dos hechos son muestra fehaciente de lo que determinaría la consolidación de la
mafia en Antioquia: por un lado, la crisis de la industria textilera, en donde “las
élites antioqueñas tradicionales abandonaron entonces, en la década del ochenta,
la ciudad a su suerte, posibilitando así que núcleos sociales se legitimarán
popularmente mediante la realización de programas de ayuda social, como
“Medellín sin tugurios”, organizado por Pablo Escobar”40. Por otra parte, el
36
BETANCOURT, Darío y GARCIA, Martha. Núcleos mafiosos. En: Contrabandistas, marimberos y
mafiosos. Historia social de la mafia colombiana (1965-1992). Santafé de Bogotá: Tercer mundo
editores, 1994. p. 44.
37
ROJAS, Op. cit., p. 418.
38
SALAZAR, Alonso. La parábola de Pablo. Auge y caída de un gran capo del narcotráfico.
Bogotá, D.C.: Editorial Planeta Colombiana S.A., 2001. p. 106.
39
BETANCOURT, Op. cit., p. 136.
40
BETANCOURT, Op. cit., p. XV.
12
surgimiento de una “nueva clase de empresarios de lo ilegal”41 que estableció
vínculos con jóvenes pertenecientes a los barrios periféricos de la ciudad, quienes
“encontraron en la violencia, en el sicariato y en el narcotráfico una posibilidad de
realizar sus anhelos y de ser protagonistas en una sociedad que les ha cerrado
sus puertas”42. Esta base social se encarga primordialmente de aplicar la violencia
física contra los adversarios, y sería angular para el funcionamiento de los carteles
de la droga, sin embargo “para el ascenso en el mercado son quizás igualmente
importantes tanto los recursos del capital y del no actuar de las autoridades, como
la posesión del “know-how ilegal y el acceso a redes clandestinas eficientes”43.
Es un hecho perceptible, que la vinculación de la población al narcotráfico fue más
activa en Medellín que en Cali, donde el cartel contó con un enorme aparato
sicarial y los narcotraficantes independientes pululaban, claro está, que para
exportar droga debían contar con la aprobación de Pablo Escobar y pagar un
impuesto a la organización. Situación contraria a la vivida en Cali, donde
el
aparato sicarial era reducido y el envío de droga era facultad exclusiva de los
capos del cartel. De este modo, “el narcotráfico se convirtió en una opción para
amplios sectores de la población, que encontraron una alternativa de promoción
social y económica. Posteriormente la mafia se convirtió en modelo de referencia
para la juventud, que vio la forma de realizar sus deseos de estatus y bienestar
que las opciones tradicionales de estudio y trabajo les negaban” 44. El contraste
entre los excedentes generados por la industria del narcotráfico y la situación
económica de cientos de familias de la clase media y baja, abre la puerta para que
el narcotráfico sea “considerado como un canal legítimo de movilidad social
ascendente y como medio para acumular riqueza. Al mismo tiempo, también
41
DUNCAN, Op. cit., p. 211.
SALAZAR, Alonso. No nacimos pa‟ semilla. La cultura de las bandas juveniles en Medellín.
Bogotá, D.C.: Editorial Planeta Colombiana S.A., 2002. p. 149.
43
KRAUTHAUSEN, Ciro y SARMIENTO, Luís Fernando. Cocaína & Co. Un mercado ilegal por
dentro. Bogotá, D.C.: Tercer Mundo Editores, 2001. p. 213.
44
SALAZAR, Op. cit., p. 152.
42
13
confirma la idea de que es imposible, o al menos muy difícil, lograr una posición
económica cómoda a través del trabajo persistente”45.
La práctica de actividades ilegales en Colombia como el contrabando, antecede al
narcotráfico y lo alimenta, porque las “rutas y contactos establecidos fueron
posteriormente aprovechadas por los narcotraficantes”.46 Cuando la bonanza
marimbera entró en declive, “en el interior del país, en especial en los
departamentos del Valle y Antioquia, operaba ya un sinfín de grupos que
conseguía la materia prima en Perú y Bolivia, procesaban la cocaína en Colombia
y la enviaban a Estados Unidos”47.
Los carteles de Medellín y Cali:
“adquirieron rápidamente una posición central gracias, por una parte, a las vastas
redes urbanas sobre las cuales lograron apoyarse y, por otra, a la posición
dominante que el primero adquirió en el mercado de la costa Este de los Estados
48
Unidos, y el segundo en el mercado de la costa Oeste” . De esta forma, la
diáspora colombiana en los Estados Unidos “ha sido un factor decisivo para el
establecimiento de redes narcotraficantes colombianas que pudieron atomizarse en
49
un medio cultural extraño a los organismos de seguridad estadounidenses” .
En la década de los setenta, la relación narcotráfico-política fue subsidiaria. “Hasta
comienzos de la década de los ochenta el fenómeno del narcotráfico no había
generado efectos en el campo de la política, o al menos no de manera notoria. Era
mucho más clara su incidencia económica que su impacto político, porque hasta
comienzos de los ochenta los narcotraficantes no habían adquirido un status social
que les permitiera abrirse y tratar de ganar espacio político y social que les sirviera
para proteger y consolidar las inversiones que habían hecho en la economía legal,
con la aquiescencia de muchos sectores sociales”50.
45
THOUMI, Francisco E. El imperio de la droga. Narcotráfico, economía y sociedad en Los Andes.
Bogotá, D.C.: Editorial Planeta Colombiana S.A., 2002. p. 242.
46
LOPEZ, Op. cit., p. 409.
47
DUNCAN, Op. cit., p. 213.
48
PECAUT, Daniel. Guerra contra la sociedad. Bogotá, D.C.: Editorial Espasa, 2001. p. 166.
49
KRAUTHAUSEN, Op. cit., p. 139.
50
ARRIETA, et al. Narcotráfico en Colombia: dimensiones políticas, económicas, jurídicas e
internacionales. Op. cit., p. 240.
14
Algunos indicadores* ayudan a ilustrar la problemática del narcotráfico en
Colombia, “entre 1974 y 1982, el país fue el principal productor y exportador de
marihuana en el mundo, a lo largo de tres décadas ha sido el primer exportador
mundial de cocaína, en la última década se convirtió en el primer cultivador de
hoja de coca y desde hace unos años exporta la mitad de la heroína consumida en
Estados Unidos”51.
2.2 LOS ACTORES ILEGALES INTERNOS
Los carteles de la droga estudiados, sostuvieron “matrimonios de conveniencia”52
con grupos armados ilegales como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia, el Ejército de Liberación Nacional y los paramilitares. Estas relaciones
fueron de carácter funcional y estaban fundadas en la protección de las zonas de
cultivos, los predios rurales y la integridad de los narcotraficantes.
“La alianza
surgió en 1977 cuando la mafia llegó a la conclusión de que los territorios de
influencia subversiva, por lo general situados en zonas selváticas y agrestes,
constituirían un refugio sin par de los cultivos de hoja de coca y de enormes
laboratorios de procesamiento”53. La ruptura entre el cartel de Medellín y las
organizaciones guerrilleras, se daría a raíz del robo de un cargamento de cocaína
de Gonzalo Rodríguez Gacha, por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia. Del mismo modo, Carlos y Fidel Castaño, a raíz del asesinato de su
padre en manos del las FARC, librarían una cruenta guerra contra las guerrillas
*
Respecto a la exportación de drogas ilícitas “para 1985, las autoridades de Estados Unidos le
atribuían el control del 5% a peruanos, del 15% a bolivianos, del 75% a colombianos y del 5% a
otros (presumiblemente mexicanos) (Steiner, 1997; 29 y Gómez 1988; 98). Ricardo García Rocha.
La economía colombiana tras 25 años de narcotráfico. Bogotá, D.C.: Siglo del hombre, 2000. p. 67.
Ver Anexos E, F y G.
51
LOPEZ, Op. cit., p. 413.
52
TOKATLIAN, Juan Gabriel. Globalización, narcotráfico y violencia. Bogotá, D.C.: Grupo Editorial
Norma, S.A., 2000. p. 40.
53
TORRES, Edgar. Mercaderes de la muerte. Santafé de Bogotá: Intermedio Editores, 1995. p. 88.
15
del ELN y las FARC, exterminando el brazo político de esta última: la Unión
Patriótica.
2.3 LA POSTURA DE ESTADOS UNIDOS FRENTE AL PROBLEMA DE LAS
DROGAS ILÍCITAS.
Es indispensable contextualizar la postura de Estados Unidos, principal
destinatario de las exportaciones de drogas ilícitas colombianas. Desde la década
de los setenta, la “guerra contra las drogas” ha ocupado un capítulo significativo
en la política exterior norteamericana, pasando a ser considerada como un asunto
“interméstico”, es decir, como un “tema simultánea, profunda e inseparablemente
tanto doméstico como internacional”54.
“Desde que el presidente Richard Nixon declaró la “guerra contra las drogas” en 1971,
la política antinarcóticos en Estados Unidos se ha enfocado en intervenciones
internas y en el exterior para reducir el consumo, el tráfico y la producción de
drogas ilícitas. Pese a la retórica de un enfoque equilibrado que se concentra
equitativamente en reducir la oferta y la demanda, siempre se le ha dado
prioridad a las medidas del lado de la oferta, entre ellas la aplicación coercitiva de
55
la ley contra los traficantes y la erradicación de cultivos de coca y amapola” .
Las dos administraciones subsiguientes de Gerald Ford (1974-1977) y Jimmy
Carter (1977-1981), “pusieron en sordina la cruzada nixoniana, que sólo vino a
reanudarse con fuerza en los años 80 dentro de la etapa moralizante del
presidente Ronald Reagan”56. “En abril de 1986, el presidente Ronald Reagan, a
través de la Decisión de Seguridad Nacional Directiva 221, declaró que las drogas
ilícitas constituían una amenaza letal a la seguridad nacional de Estados Unidos,
54
TOKATLIAN, Juan Gabriel. Entorno a la extradición. En: Análisis Político. Bogotá, D.C. No. 30,
(enero-abril, 1997); p. 66.
55
INTERNACIONAL CRISIS GROUP. La droga en América Latina II: optimizar las políticas y
reducir los costos. Informe sobre América Latina No. 26, (marzo 14, 2008); p. 2. En: Entrevista de
Crisis Group, funcionarios de la Oficina de Fiscalización del Gobierno (Government Accountability
Office, GAO), Washington, D.C., (enero 14, 2008).
56
AHUMADA, Consuelo et al. ¿Qué está pasando en Colombia? Anatomía de un país en crisis.
Bogotá, D.C.: El Áncora Editores, 2000. p. 123.
16
lo cual a su turno condujo a una participación creciente de las fuerzas armadas en
la “guerra contra las drogas”57.
El 20 de enero de 1989 se posesionaría George H. W. Bush. Durante su gestión
“la militarización de la “guerra contra las drogas” se intensificó mediante la
Iniciativa Andina, la cual tendió a expandir y cambiar las actividades antinarcóticos
hacia la interdicción en los países andinos productores de droga.58 El siguiente en
proclamarse presidente fue Bill Clinton (1993-2001), quien en 1996 “anunció una
nueva estrategia contra las drogas, con iniciativas cada vez más punitivas. En su
discurso ante la Asamblea General de la ONU en septiembre, Clinton se refirió
explícitamente a los golpes exitosos contra el cartel de Cali, apropiándose de ellos
como una victoria estadounidense”59.
2.4 LOS PERIODOS PRESIDENCIALES EN COLOMBIA (1970-1998)
En lo que respecta al ámbito doméstico, el problema de las drogas será abordado
desde comienzos de los setenta, donde paralelamente gobernaban Richard Nixon
en Estados Unidos (1969-1974) y Misael Pastrana Borrero en Colombia (19701974). “La presidencia de Misael Pastrana no identificaba ese asunto como una
dificultad de envergadura; aunque al vislumbrarse incipientes peligros por el
desarrollo del negocio ilícito de los narcóticos, la administración conservadora
expidió hacia el final de su gestión el Estatuto Nacional de Estupefacientes
mediante el Decreto 1188 del 25 de junio de 1974” 60. En el periodo presidencial de
Alfonso López Michelsen (1974-1978), “se oficializó la denominada „ventanilla
57
SARMIENTO, Libardo. Plan Colombia: ensayos críticos. Bogotá, D.C.: Universidad Nacional de
Colombia, 2001. p. 217.
58
Ibíd., p. 217.
59
INSTITUTO DE ESTUDIOS POLÍTICOS Y RELACIONES INTERNACIONALES. Colombia: una
nueva sociedad en un mundo nuevo. Informe de la Comisión de Análisis y Recomendaciones sobre
Las Relaciones entre Colombia y Estados Unidos. En: Análisis Político. Bogotá, D.C.; No. 30,
(Edición Especial Julio de 1997); p. 57.
60
TOKATLIAN, Juan Gabriel. Entorno a la extradición, Op. cit., p. 68.
17
siniestra‟ del Banco de la República, que posibilitó el ingreso al país, entre otros,
de dineros provenientes del negocio de las drogas”61.
Una mirada histórica de los vínculos entre narcotraficantes y la clase política del
país, proyecta que “desde finales de los años setenta el dinero del narcotráfico
comenzó a corromper a gran escala el sistema político colombiano” 62, financiando
las contiendas presidenciales de 1978 y 1982;
“La campaña infructuosa de Belisario Betancur, en 1978, recibió cantidades
sustanciales de dinero provenientes de la industria ilegal. En 1982, los fondos de la
droga desempeñaron un papel importante en las campañas de Belisario Betancur y
Alfonso López Michelsen. Ernesto Samper, como director de la campaña de López
Michelsen en 1982, se reunió con Pablo Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha, José
Pelusa Ocampo y otros líderes de Medellín en la suite Medellín del Hotel
Intercontinental de esa ciudad. El resultado fue que Samper obtuvo contribuciones
de estos empresarios, que ascendían a $19 millones (US$317.000). El tesorero en
Antioquia de la campaña de Belisario Betancur, el ganador de esa elección,
63
informa que recibió sumas significativamente mayores” .
En el gobierno de Belisario Betancur (1982-1986), se promovió un Proceso de Paz
con las organizaciones guerrilleras basado en amnistía e indulto. Dicho proceso
fracasó porque “no contó con el apoyo de un partido de Gobierno, tampoco del
estamento militar (…), no hubo una actitud favorable por parte de los gremios
económicos ni de sectores del Congreso; tampoco una real voluntad de paz por
parte de los grupos insurgentes firmantes de los acuerdos”64. Por otra parte, “el
peso específico de Washington en materia de paz y drogas fue creciendo en la
medida en que la negociación política se diluía y el poder interno del narcotráfico
se reafirmaba”65. El asesinato de Rodrigo Lara Bonilla y la Toma del Palacio de
61
INSTITUTO DE ESTUDIOS POLÍTICOS Y RELACIONES INTERNACIONALES. Colombia: una
nueva sociedad en un mundo nuevo. Informe de la Comisión de Análisis y Recomendaciones sobre
Las Relaciones entre Colombia y Estados Unidos. En: Análisis Político. Bogotá, D.C., No. 30
(Edición Especial Julio de 1997); p. 51.
62
CHAPARRO, Camilo. Historia del cartel de Cali. El ajedrecista mueve sus fichas. Bogotá, D.C.:
Intermedio Editores, 2005. p. 78.
63
THOUMI, Op. cit., p. 261.
64
RIZO, Harold. Evolución del conflicto armado en Colombia e Iberoamérica. Bogotá, D.C.: Nomos,
2002. Vol. 2., p. 167.
65
TOKATLIAN, Juan Gabriel. Colombia en guerra: las diplomacias por la paz. En: Desarrollo
Económico. Bogotá, D.C. Vol. 39, No. 155 (oct.-dec.1999). p. 346.
18
Justicia, terminaron por alinear incondicionalmente a Colombia con Washington
para combatir lo que el entonces Embajador de Estados Unidos en Colombia,
Lewis Tambs, denominó narcoguerrilla*.
Durante la presidencia de Virgilio Barco (1986-1990), el gobierno “insistió en
reiteradas ocasiones en el carácter transnacional del problema de las drogas y los
delitos conexos, así como en la corresponsabilidad de la comunidad internacional
en la búsqueda de soluciones”66. “El presidente ha declarado estar convencido
que los barones de la droga pretenden reemplazar la clase gobernante
colombiana, y por lo tanto se han convertido en una amenaza grave a las
instituciones democráticas del país que llegan ya a los 30 años de existencia,
amenaza al orden legal y a la estabilidad del régimen político”67.
Durante (1990-1994), sería elegido César Gaviria Trujillo, quién inició su mandato
“apostando por una solución negociada al conflicto con los narcotraficantes, a
través de la denominada “política de sometimiento a la justicia”, en la cual los
narcotraficantes se entregaban a cambio de rebajas de pena y beneficios
procesales –y la promesa implícita de no aplicar la extradición”68. El gobierno tuvo
que enfrentar no solo la criminalidad común, sino también el creciente crimen
organizado asociado a los carteles de la droga. El epicentro de la violencia al
interior del país, fue la ciudad de Medellín, que registró en 1991 un total de 7.376
homicidios69, ocupando el primer lugar a nivel nacional. “El final del gobierno
Gaviria vivió una “renarcotización” de la agenda externa, después de que Pablo
*
Vínculo entre organizaciones narcotraficantes y grupos guerrilleros.
ROJAS, Diana Marcela. et al. Nuestra guerra sin nombre, Op. cit., p. 75.
67
BAGLEY, Bruce. Dateline drug wars: Colombia: the wrong strategy. En: Foreign Policy.
Washington D.C. No. 77 (winter. 1989-1990); Carnegie Endowment for International Peace p. 154.
68
ROJAS, Op. cit., p. 425.
69
CEBALLOS, Ramiro. The Evolution of Armed Conflict in Medellín. En: Latin American
Perspectives. Vol. 28, No. 1 (january. 2001); p. 116.
66
19
Escobar se fugara de la cárcel y una acelerada inserción negativa en el contexto
internacional, debido a la dramática situación de los derechos humanos” 70.
En 1994, la campaña presidencial de Ernesto Samper a la Presidencia de la
República, recibió aportes del cartel de Cali. "Lo que se convirtió en la luna de miel
más efímera de cualquier presidente colombiano, tan solo dos días después de su
elección el 20 de junio de 1994, Ernesto Samper se enfrentó con las más serias
acusaciones de narcocorrupción jamás instauradas contra cualquier mandatario
colombiano. Varios casetes divulgados indicaban que altos funcionarios de la
campaña Samper estaban involucrados con el cartel de Cali. Se probó que una
suma cercana a los 6 millones de dólares se habían filtrado en la campaña”71.
2.5 LA EXTRADICIÓN
El principal desafío que enfrentaron los carteles de Medellín y Cali, fue la amenaza
constante que representó la aplicación del tratado de extradición. Una parte
considerable del narcoterrorismo empleado por el cartel de Medellín, estuvo
encaminado a hundir la extradición. Por su parte, los capos del cartel de Cali,
“rechazaron cualquier posibilidad de enfrentarse violentamente con el Estado”72.
Dentro de la normatividad jurídica colombiana, se concibe la extradición como la
“entrega que un Estado hace a otro de una persona para que sea juzgada por
éste, o cumpla sentencia dentro del ámbito de su jurisdicción”73.
Los carteles de la droga, coincidieron en reconocer “la extradición” como
la
principal amenaza jurídica a sus intereses. Las estrategias que emplearon para
enfrentarla, variaron desde el soborno a la Rama Legislativa y Judicial, hasta la
70
TOKATLIAN, Colombia en guerra: las diplomacias por la paz, Op. cit., p. 352.
RETTBERG, Angelika. Business Versus Business? Grupos and organized business in Colombia.
En: Latin American Politics and Society. Center for Latin American Studies at the University of
Miami. Vol. 47, No. 1 (spring. 2005) p. 33.
72
CHAPARRO, Camilo. Historia del cartel de Cali. Bogotá, D.C.: Intermedio Editores, 2005. p. 54.
73
GAITAN, Bernardo. Derecho Penal General. Bogotá, D.C.: Pontificia Universidad Javeriana.
1999, p.129.
71
20
medida draconiana de “plata o plomo” impuesta por el cartel de Medellín. El papel
protagónico de Estados Unidos en cuanto al tema de la extradición, data de 1979,
año en el cual se firma el tratado con Colombia. A finales de la década de los
setenta, la extradición era un tema que sólo concernía a los narcotraficantes y
prestaba poca relevancia para la opinión pública. “Entre 1979 y 1983, antes de la
eclosión del narcoterrorismo, muy pocos se manifestaron sobre la necesidad o
improcedencia de firmar el tratado colombo-estadounidense, sobre su ratificación,
sobre su aplicabilidad, sobre su no uso y sobre su posterior utilización” 74. En 1985,
el presidente Betancurt restableció la extradición hasta 1987, año en que la Corte
Suprema de Justicia la declara inexequible. Fue reestablecida nuevamente en
1989 -a raíz del asesinato de Luís Carlos Galán- hasta 1991, año en que se
excluye perentoriamente del sistema legal colombiano con la Carta Magna de
1991. “A pesar de que la pena de extradición fue abolida en Colombia en 1991, el
gobierno de los Estados Unidos ha continuado trabajando con el gobierno de
Colombia en una enmienda que permita reestablecerla. Como resultado, Colombia
aprobó una reforma constitucional el 17 de diciembre de 1997, que permitiría de
ahí en adelante la extradición de colombianos”75.
2.6 NARCOTERRORISMO
En lo que respecta al narcoterrorismo, dos hechos actuarían como detonante de la
estrategia de terror practicada por el cartel de Medellín contra el Estado
colombiano: la expulsión de Pablo Escobar del Congreso de la República y la
destrucción del complejo cocalero de tranquilandia, ambos orquestados por el
Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla.
El jefe militar del cartel de Medellín, Gonzalo Rodríguez Gacha, sería la persona
encargada de coordinar los atentados contra los detractores de la organización. La
74
75
TOKATLIAN, Juan Gabriel. Entorno a la extradición, Op. cit., p. 70.
Disponible en: http://www.usdoj.gov/dea/pubs/cngrtest/ct051399.htm 5 de mayo de 2009.
21
guerra que se avecinaba, justificó que al aparato sicarial del cartel, debían
sumársele mercenarios británicos e ingleses con el objetivo de “crear una
organización armada que respaldara a los traficantes de cocaína, buscar hombres
entrenados para revivir el complejo de los laboratorios de refinamiento de droga
conocido como Tranquilandia, en los Llanos del Yarí, y estructurar un grupo
armado que enfrentara al Gobierno, en caso de que iniciara alguna ofensiva en su
contra”76.
2.7 LOS EXTRADITABLES
La estrategia manejada por el cartel de Medellín y algunos de sus socios para
enfrentarse a la extradición, se materializaría con la constitución del “grupo de Los
Extraditables tras las capturas y extradición, en noviembre de 1984, de cuatro
detenidos”77. Su lema rezaba “preferimos una tumba en Colombia, que una cárcel
en Estados Unidos”. En sus inicios, figuró en la prensa nacional por medio de
comunicados y presionando a los partidos políticos tradicionales para que
defendieran la no extradición. Posteriormente, “los extraditables” le declararían la
guerra al Estado. Esta organización “luchó hasta cuando el 19 de junio de 1991
logró que se aprobara en la Asamblea Constituyente la prohibición a las
autoridades de extraditar nacionales colombianos acusados de cualquier delito en
el extranjero”78.
2.8 LAS DISCREPANCIAS ENTRE LOS CARTELES DE MEDELLÍN Y CALI
En 1981, Pablo Escobar intentaría monopolizar el negocio de la droga
proponiendo a los jefes del cartel de Cali actuar como núcleo dependiente del
cartel de Medellín, pero estos tomaron una actitud refractaria. Esta sería una de
76
CASTILLO, Fabio. La coca nostra. Bogotá, D.C.: Editorial Documentos Periodísticos, 1991. p.
233.
77
TORRES, Op. cit., p. 113.
78
CASTILLO, Fabio. Los nuevos jinetes de la cocaína. Bogotá, D.C.: Editorial Oveja Negra, 1996.
p. 34.
22
las fricciones entre ambas organizaciones que antecedería a “la llamada “guerra
de los carteles”; las mafias antioqueña y valluna se enfrentan por el control de los
mercados en Estados Unidos y por discrepancias surgidas después de la muerte
del ministro Lara Bonilla”79.
2.9 LOS PEPES
En 1993 nacería el grupo “los PEPES” (Perseguidos por Pablo Escobar). A través
de este, el cartel de Cali llegaría a sostener una relación instrumental con
instituciones del Estado como las Fuerzas Armadas (Policía Nacional y Ejército)
para dar de baja al jefe del cartel de Medellín. Estas últimas, tendrían la obligación
de desmantelar al núcleo antioqueño, y para este fin “cualquier alianza pareció
posible con tal de neutralizar a Escobar y a su maquinaria de muerte”80. Hasta ese
momento, el Estado, por medio de dos sus instituciones más representativas,
había favorecido al cartel de Cali con hechos concretos: la eliminación de la
extradición del ordenamiento jurídico vigente y la muerte de Pablo Escobar. La
primera, auspiciada por la Rama Legislativa; y la segunda, con la connivencia de
las Fuerzas Armadas. En suma, la victoria jurídica y militar, sumada a la liquidez
económica, dejaría posicionado al cartel de Cali como la principal organización
narcotraficante del país.
2.10 EL PROCESO 8.000
Si el cartel de Medellín es sinónimo de narcoterrorismo, su homólogo en Cali es
asociado con el Proceso 8.000. Con el allanamiento a la oficina de Guillermo
Pallomari, contador de la organización “se inició el proceso 8.000, que investiga a
unas 800 personas –políticos, industriales, banqueros, militares, miembros de la
Policía Nacional y periodistas, principalmente-, involucradas con el cartel de Cali
79
BETANCOURT, Op. cit., p. 256.
SERRANO, Rosso José. Jaque mate. De cómo la policía le ganó la partida a “el ajedrecista” y a
los carteles del narcotráfico. Bogotá, D.C.: Editorial Norma, 1999. p. 110.
80
23
en recepción de sobornos, enriquecimiento ilícito, testaferrato, o narcotráfico” 81; lo
cual desató una crisis de legitimidad sin precedentes. "Bajo la sospecha de que la
campaña electoral hubiera recibido financiamiento del cartel de Cali, el gobierno
de los Estados Unidos consideraba al presidente Ernesto Samper (19941998) como un enemigo en la lucha antidrogas. La política norteamericana por
ende fue dirigida no solo en contra de los cultivos ilícitos, traficantes y lavado de
activos, sino también contra el Presidente mismo, que había sido elegido
democráticamente”82.
La consolidación del narcotráfico como principal actividad económica ilegal en
Colombia, exacerbaría la violencia privada ejercida por sus estructuras armadas.
Esta violencia se determina como directa, “aquella que causa un daño corporal;
está sustentada entre otras, en las acciones de las bandas organizadas y de
fuerzas armadas, tanto regulares como irregulares (insurreccionales), actuando
igualmente en el plano interno de los Estados como en el nivel externo entre
estos”83.
En suma, el recuento de acontecimientos descritos en el presente capítulo,
demuestra la influencia del narcotráfico en todos los órdenes de la vida nacional;
obligando al Estado al punto de pactar alianzas con grupos armados ilegales como
el cartel de Cali y los paramilitares, lo cual terminaría socavando las instituciones
estatales. Por otra parte, la intromisión de otros países como Estados Unidos en
su afán por hacer frente al fenómeno, dejo en evidencia la precariedad de las
respuestas estatales y su incapacidad por constreñir y procesar a los principales
agentes del narcotráfico.
81
Ibíd., p. 32.
CRANDALL, Russell. Explicit Narcotization: U.S. Policy Toward Colombia During the Samper
Administration. En: Latin American Politics and Society. Miami. Vol. 43, No. 3 (Autumn. 2001); p.
95.
83
SOLIS, Luís Guillermo y PEÑAS, Mercedes. Educación para la paz. San José: Editorial
Universidad Estatal a Distancia, 1995. p. 62.
82
24
3. RELACIÓN DEL CARTEL DE MEDELLÍN
CON EL ESTADO COLOMBIANO
En el presente capítulo, se estudiará la metamorfosis que sufrió el cartel de
Medellín en cuanto a las múltiples estrategias que adoptó como actor ilegal. Entre
estas, se destaca la participación directa de dos de sus jefes en la arena política,
la adopción del narcoterrorismo como método privilegiado para ejercer violencia, el
secuestro de miembros de la élite política; el asesinato de policías en Medellín,
entre otros.
3.1 PARTICIPACIÓN EN LA VIDA POLÍTICA LOCAL Y NACIONAL
Contrario a sus homólogos de Cali, algunos de los capos del cartel de Medellín, a
saber, Pablo Escobar y Carlos Ledher, participarían directamente en la vida
política nacional. El primero, se vinculó con el Nuevo Liberalismo de Luís Carlos
Galán, y al ser expulsado, “irrumpió en Renovación Liberal, una facción disidente
en Antioquia de la corriente tradicional del primer partido político del país: el
liberalismo”84. En 1982, amparado bajo el Nuevo Liberalismo, llegaría al Congreso
de la República como suplente de Jairo Ortega a la Cámara de Representantes.
Por su parte, Ledher Rivas, fundaría el mismo año el “Movimiento Latino Nacional”
“como frente Cívico-Político de lucha contra la extradición”85, y conseguiría bajo
su directriz “dos diputados a la asamblea y once concejales en el departamento de
Quindío”86. De igual modo, fue propietario del periódico Quindío Libre, a través del
cual avivó la lucha contra la extradición.
84
TORRES, Op. cit., p. 104.
GUTIERREZ, Francisco. ¿Lo que el viento se llevó? Los partidos políticos y la democracia
colombiana (1958-2002). Bogotá, D.C.: Grupo Editorial Norma, 2007. p. 351.
86
Ibíd., p. 351.
85
25
La “conversión de Pablo Escobar de delincuente común a delincuente político” 87,
se genera en el momento que envuelve su accionar violento bajo un manto
reivindicativo. Acto seguido, se enfrenta públicamente al Estado, motivado por
postrar la extradición. Por esta vía, Escobar buscó que sus delitos fueran
tipificados como delitos políticos, que “se caracterizan por el objeto o móvil que ha
determinado la ofensa, objeto o móvil de naturaleza altruista y que consiste en
tener en la mira la instauración de un ordenamiento político jurídico diferente del
que está en vigor y que se considera con razón o sin ella, éticamente superior a
éste”88.
3.2 LA EXTRADICIÓN: COMBUSTIBLE DEL NARCOTERRORISMO
El cartel de Medellín sufriría una transfiguración al focalizar su estrategia de guerra
en acciones de terrorismo urbano. “A principios de la década de los ochenta
habían tratado de hacerse al control del Estado de manera pacífica, participando
en elecciones; cuando esto fracasó, quisieron hacerlo por medio de la violencia” 89.
Es imprescindible entender que el cartel en mención, sostuvo alianzas
estratégicas con la mayoría de los grupos armados ilegales que operaban en el
país durante la década de los ochenta. Las guerrillas de las FARC y el ELN
resguardaron los cultivos y laborarotios del cartel; Gonzalo Rodríguez Gacha y
sus socios Carlos y Fidel Castaño, promoverían los grupos paramilitares, quienes
para ese entonces, actuaban como brazo político rural del cartel de Medellín. El
asesinato del padre de los hermanos Castaño Gil y el robo de un cargamento de
cocaína de propiedad del “Mejicano”, desataría la guerra entre paramilitares y
guerrilla, en la cual fue exterminada el ala política de las FARC: la Unión
Patriótica.
87
JARAMILLO, Op. cit., p. 41.
Fundación Social. Asesoría de Derechos Humanos. Sobre la noción de delito político. p. 2.
Caracterización del delito político de la OEA citado en Corporación Colectivo de Abogados José
Alvear Restrepo; Terrorismo o rebelión. Propuestas de regulación del conflicto armado, Bogotá,
diciembre de 2001. p. 60.
89
ROJAS, Diana Marcela. et al. Nuestra guerra sin nombre. p. 422.
88
26
Otra de las organizaciones guerrilleras vinculada al cartel de Medellín fue el M-19.
“En los años de 1984 y 1985 miembros de la dirección del M 19 se reunieron en
Medellín con Pablo Escobar, recibieron dineros de ese Cartel y realizaron
acciones criminales conjuntas, lo que no fue compartido por otros miembros del
grupo subversivo”.90 “Pocos días antes del asalto al Palacio el grupo denominado
“Los Extraditables” amenazó con dar muerte a Magistrados de la Corte Suprema,
principalmente de las salas Constitucional y Penal, si no votaban por la
inconstitucionalidad de la ley aprobatoria del tratado de extradición”.91 Años más
tarde, Jhon Jairo Velásquez Vásquez “alias Popeye” y Carlos Castaño,
atestiguarían que Escobar aportó US$2.000.000 para emprender
la toma al
Palacio de Justicia. Son varias las pruebas concomitantes, conducentes a
considerar como válida la hipótesis de la participación intelectual de Escobar en el
holocausto. “El 6 de noviembre de 1985, día del asalto, la única Sala de la Corte
que debía sesionar, como en efecto lo hizo era la Constitucional. El tema a debatir
era la constitucionalidad de la ley aprobatoria del tratado de extradición”92.
Desde el magnicidio de Rodrigo Lara Bonilla en abril de 1984, hasta la declaratoria
de guerra contra el Estado en agosto de 1989, el cartel de Medellín basaría su
estrategia en el asesinato selectivo de detractores (magistrados, jueces, políticos,
policías, periodistas, entre otros), por medio de su política de “plata o plomo”. Esto
significaría que las víctimas debían recibir el soborno, o dada su negación, serían
sentenciadas a muerte. A partir del 23 de agosto de 1989, virarían su estrategia
hacia el ataque sistemático contra la élite industrial y financiera. “Los Extraditables
en una carta del 23 de agosto de 1989, dirigida a una estación de radio con veinte
kilos de dinamita, ratificaron “la guerra absoluta y total al gobierno y la oligarquía
industrial y política, a los periodistas que nos han atacado y ultrajado, a los jueces
90
GÓMEZ GALLEGO, Jorge Aníbal; HERRERA VERGARA, José Roberto y PINILLA PINILLA,
Nilson. Comisión de la verdad sobre el holocausto en el palacio de Justicia de Bogotá del 6 y 7 de
noviembre de 1985. Informe Preliminar. Bogotá, D.C., (15, noviembre, 2006); p. 11.
91
Ibíd., p. 12.
92
Ibíd., p. 13.
27
que se han vendido al gobierno, a los magistrados extraditadores, a los
presidentes de gremios y a todos los que nos han perseguido y atacado”93
La obsesión de Pablo Escobar por hundir la extradición, “criminalizó e hizo mucho
más violenta la presencia de la mafia, llevándola a realizar acciones de terrorismo
urbano”94 y a considerar el secuestro como mecanismo ventajoso para presionar a
la clase política colombiana. “Pablo envía un mensaje muy claro a la clase política,
a través del periódico El Tiempo: Debe impulsarse una Asamblea Constituyente
que reforme la constitución y elimine la extradición de plano y el periódico El
Tiempo debe ambientarla ante la opinión pública y apoyarla”.95 A sus homólogos
de Cali, les insinuó que “el mejor camino para acabar con la extradición era
secuestrar a personas importantes”96, pero estos se mostraron renuentes.
La lucha por prohibir la extradición, conllevó a que la organización de Escobar
Gaviria recrudeciera su estrategia violenta por medio del narcoterrorismo, a través
de dos variables: una cualitativa y otra cuantitativa. La primera, alude a la
incorporación de carros bomba en los atentados; y la segunda, al mayor número
de víctimas consecuencia de estos. “En la confrontación entre el gobierno de
Virgilio Barco y Pablo Escobar y el Cartel de Medellín se dio el ciclo más nítido de
actos de terrorismo que el país haya sufrido en su historia”97. Prueba de ello
fueron “los más de 250 atentados dinamiteros en todo el país; 540 policías
ajusticiados; 800 policías heridos y numerosas deserciones de la institución”98.
Sumado a esto, el jefe supremo del cartel ordenaría los secuestros de Andrés
Pastrana, hijo del ex presidente Misael Pastrana; Francisco Santos, propietario
del diario más influyente del país; Diana Turbay, hija del ex-presidente Julio César
93
SALAZAR, Alonso. La parábola de Pablo, Op. cit., p. 109.
BETANCOURT, Darío y GARCIA, Martha. Contrabandistas, marimberos y mafiosos. Historia
social de la mafia colombiana (1965-1992). Op. cit., p. 72.
95
LEGARDA, Op. cit., p. 227.
96
CHAPARRO, Op. cit., p.215.
97
DEAS, Malcom. Narcotráfico y terrorismo. Otras formas de violencia. En: Revista Credencial
Historia. Protagonistas, obras y sucesos del siglo XX en Colombia, 1999. p. 154.
98
LEGARDA, Op. cit., p. 258.
94
28
Turbay; y Maruja Pachón, hermana de la viuda de Luís Carlos Galán.
Paralelamente, acogió la idea dada por uno de sus lugartenientes, sustentada en
fijarle precio al asesinato de cada policía. “Se pagan 1,000 dólares por policía
muerto; 2,000 dólares, por sub-oficial muerto; 5,000 dólares, por teniente muerto,
10,000 dólares, por capitán muerto; 20.000 dólares, por mayor de la policía muerto
y 30,000 dólares, por coronel muerto”99.
En su libro “Los nuevos jinetes de la cocaína”, Fabio Castillo afirma que el mayor
triunfo político de “Los Extraditables” quedaría plasmado “cuando el 19 de junio de
1991 lograron que se aprobara en la Asamblea Constituyente la prohibición a las
autoridades de extraditar nacionales colombianos acusados de cualquier delito en
el extranjero”100. Este señalamiento carece de fuerza, ya que si bien los carteles de
la droga se empecinaron en conseguir aliados en la Constituyente para vetar la
extradición, los testimonios de dos miembros de la Asamblea apuntan a una
hipótesis contraria: “Muchos de los movimientos políticos representados en la
Asamblea, sostuvieron públicamente que la justicia para los colombianos debería
ser ejecutada por jueces colombianos. Era básicamente una cuestión de
principios”101. Esta afirmación fue reiterada por otro par de la misma, quien
aseveró que “muchos de los Constituyentes que votaron para prohibir la
extradición de los colombianos, lo hicieron por convicciones ideológicas o por
percepciones de que la lucha contra el narcotráfico era posible adelantarla por
jueces colombianos y en penitenciarias colombianas”102.
3.3 RELACIÓN DEL CARTEL DE CALI CON EL ESTADO COLOMBIANO
En este acápite, se analizará cómo fue la relación del cartel de Cali con el Estado
colombiano. En primera instancia, es menester entender que “a diferencia del
99
Ibíd., p. 185.
CASTILLO, Fabio. Los nuevos jinetes de la cocaína, Op. cit., p. 34.
101
ENTREVISTA a miembro de la Asamblea Nacional Constituyente.
102
ENTREVISTA a Hernando Yépes Arcila, miembro de la Asamblea Nacional Constituyente.
100
29
núcleo antioqueño, el caleño ha estado integrado por sectores de clases media y
alta, por lo que su inserción en el tejido social se ha venido realizando sin menores
traumatismos”.103
Los Rodríguez Orejuela, lograrían conseguir reconocimiento
como célebres empresarios debido a su “generosa presencia en la banca, los
deportes y, seguramente, la construcción”104.
3.4 LA ESTRATEGIA POLÍTICA
La estrategia aplicada por el cartel de Cali para influir en el Estado, ejemplifica que
“ellos preferían actuar con sutileza y manejarlo todo con hilos invisibles que les
permitieran penetrar a varios estamentos de la sociedad, pero sin aspirar a
suplantarlos”105. Esta mimetización entre la sociedad caleña, sería encabezada por
los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, y mostraría “que los
empresarios oligopólicos caleños consideraban más eficiente para garantizar la no
actuación de las autoridades buscar la aceptación de la tradicional clase dirigente,
o sea tener acceso a las redes de poder, que buscar el apoyo popular”106.
El estatus que lograron los hermanos Rodríguez Orejuela como acreditados
empresarios, sería producto de sus “empresas tapadera” constituidas con dinero
del narcotráfico.
Una vez obtuvieron el posicionamiento social, su siguiente
cometido sería establecer vínculos con la clase política colombiana. “Los jefes
mafiosos no entran en una relación directa con los electores, sino con los jefes
locales, regionales y nacionales de los partidos. Esta relación se ha presentado,
mediante la matrícula a partir de tres modalidades: a- Pagos en dinero para
financiar sus campañas. b- Donaciones en especie (camisetas, vallas publicitarias,
103
BETANCOURT, Darío y GARCIA, Martha. Contrabandistas, marimberos y mafiosos. Historia
social de la mafia colombiana (1965-1992), Op. cit., p. 72.
104
GUTIERREZ, Francisco. ¿Lo que el viento se llevó? Los partidos políticos y la democracia
colombiana (1958-2002). Bogotá, D.C.: Grupo Editorial Norma, 2007. p. 370.
105
SERRANO, Op. cit., p. 49.
106
KRAUTHAUSEN, Ciro y SARMIENTO, Luís Fernando, Op. cit., p. 107.
30
impresos, etc.) c- Cancelación de gastos personales, a través de firmas de
inversiones.107
Las pretensiones políticas de los jefes del cartel fueron más allá del plano local.
Para consumar este propósito, Gilberto Rodríguez le otorgaría primacía a “tener
gente en el Congreso y en la presidencia que represente nuestros intereses.
Necesitamos gente pesada, congresistas que impongan proyectos. Tenemos que
tener un Presidente que esté de nuestro lado”108. “En contraste con el «Cartel»de
Medellín, el de Cali mantuvo una estrategia política de bajo perfil. Ninguno de sus
miembros intentó convertirse en figura política; más bien, el «Cartel» de Cali
prefirió «comprar»su apoyo. Tuvo un éxito indudable en desarrollar una red de
apoyo en esa ciudad, la cual incluía funcionarios públicos, políticos y un gran
escuadrón de taxistas y gente del común. No utilizó abiertamente la violencia
contra el círculo político y no recurrió al terrorismo. En realidad, sus incursiones en
la violencia estaban más bien orientadas a ganar apoyo. En efecto, su «limpieza
social» de raponeros, prostitutas, homosexuales, entre otros, fue diseñada con
este propósito”109.
Lo anterior, es pieza clave para entender porqué el cartel de Cali “surgió como
mafia desde arriba, y nunca le ha disputado a la burguesía el poder político” 110; por
el contrario, estrechó lazos con esta para que actuara a favor de sus intereses.
Dada la naturaleza de esta organización, una de las prioridades que trazaron los
capos del cartel, fue la de preservar el statu quo y “evitar la conformación de
107
BETANCOURT, Darío. Mediadores, rebuscadores, traquetos y narcos: las organizaciones
mafiosas del Valle del Cauca, Op. cit., p. 136.
108
CHAPARRO, Op. cit., p. 78.
109
THOUMI, Francisco E. El imperio de la droga. Narcotráfico, economía y sociedad en Los Andes.
Op. cit., p. 249.
110
BETANCOURT, Darío y GARCIA, Martha. Núcleos mafiosos. Contrabandistas, marimberos y
mafiosos. Historia social de la mafia colombiana (1965-1992), Op. cit., p. 202.
31
contrapoderes locales que puedan poner en tela de juicio la misma legitimidad
estatal y por lo tanto dar lugar a represalias de las autoridades”111.
Contrario a la guerra frontal contra el Estado promovida por el cartel de Medellín,
“si la mafia en Cali quería prosperar, la forma de asesinar tendría que ser con el
menor grado de conmoción social posible”112. Esto denotaría que sicarios y
lugartenientes tendrían que proceder con el mismo sigilo que actuaban los capos
en el plano político, social y económico. Aunque en este último, “estaban mucho
más vinculados a la vida económica legal que sus pares de Medellín o, por
supuesto Ledher”113.
3.5 LA RAMA EJECUTIVA
En lo que concierne a la Rama Ejecutiva, el presidente Belisario Betancur, y el
Ministro de Justicia, Rodrigo Lara, divergirían en cuanto al tema de la extradición.
El jefe de Estado, declarándose en su contra; y el Ministro, liderando la lucha a
favor de esta. Como consecuencia del asesinato de Lara Bonilla, Betancur
reanudó la aplicación del tratado. En lo que atañe a los carteles de la droga,
paradójicamente el mejor aliado del cartel de Cali para enfrentar la extradición,
sería su contrincante Pablo Escobar. Este “se iba a encargar de usar la fuerza
contra los amigos de mantener vigente la entrega de nacionales a la justicia de
otros países y el cartel de Cali utilizaría sus contactos políticos para hundir la
extradición”114. La situación se saldría de control una vez el jefe del cartel de
Medellín le declara la guerra al Estado.
111
KRAUTHAUSEN, Op. cit., p. 107.
CASTILLO, Fabio. Los nuevos jinetes de la cocaína. Op. cit., p. 121.
113
GUTIERREZ, Francisco. ¿Lo que el viento se llevó? Los partidos políticos y la democracia
colombiana (1958-2002), p. 370.
114
Ibíd., p. 84.
112
32
La relación del cartel de Cali con el Poder Ejecutivo, revistió especial
trascendencia durante la administración de Ernesto Samper debido al “Proceso
8000”. Si bien el Presidente fue el principal implicado en este escándalo, la Rama
Legislativa también resultaría involucrada. “Los documentos acopiados en los
marcos del llamado proceso 8.000, reúnen relaciones de 43.250 cheques girados
a políticos a lo largo de dos años, provenientes de unas doce cuentas corrientes
de los Rodríguez Orejuela en 6 bancos de Cali. De igual manera, 308 invitaciones
aceptadas por congresistas, abogados y periodistas al Hotel Intercontinental, con
todos los gastos pagos”115.
3.6 LA RAMA LEGISLATIVA
Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, trazarían como prioridad “asumir el control
comprando a la mayor cantidad posible de congresistas y a los más influyentes,
como Alberto Santofimio, María Izquierdo, Orlando Vásquez, Rodrigo Garavito,
Eduardo Mestre, entre otros.”116. El acérrimo interés del cartel de Cali en financiar
congresistas, es motivado “porque necesita cancerberos que atajen los proyectos
de ley que presenta el gobierno para luchar contra la mafia, o que presente las
normas de su conveniencia, como se vio antes en las reformas a la Constitución,
al Código de Procedimiento Penal o que incluya “narcomicos” redactados por ellos
mismos, como el que pretendía limitar la cobertura del delito de enriquecimiento
ilícito”117.
El cartel de Cali emplearía el chantaje como método de presión contra la Rama
Legislativa para tumbar la extradición. La “matrícula”, es decir, la constancia
escrita de que políticos y empresarios habrían recibido dádivas, invitaciones o
sobornos por parte del cartel, garantizaría que los implicados actuaran a favor del
115
BETANCOURT, Darío. Mediadores, rebuscadores, traquetos y narcos: las organizaciones
mafiosas del Valle del Cauca, Op. cit., p. 137.
116
CHAPARRO, Op. cit., p. 81.
117
CASTILLO, Fabio. Los nuevos jinetes de la cocaína, Op. cit., p. 221.
33
núcleo valluno. “43 parlamentarios vinculados directamente o a través de
familiares a la nómina del cartel de Cali estaban notificados sobre la obligación
que tenían de empujar a toda marcha la causa contra la extradición y que tenían
que mostrar resultados lo antes posible”.118 Acto seguido, “el 19 de junio de 1991,
la Asamblea Nacional Constituyente, con 51 votos a favor, 13 en contra y cinco
abstenciones, eliminó la extradición de los colombianos por nacimiento”119.
La presión del cartel y el Gobierno sobre la Rama Legislativa para evitar la
apertura de una investigación contra el presidente Samper, se hizo manifiesta
cuando “la Comisión de Acusaciones de la Cámara, por 14 votos contra uno,
decidió no abrir investigación formal contra el presidente Ernesto Samper”. La
influencia del narcotráfico en el Congreso fue de tal proporción, que el Senado de
la República “aprobó, por 56 votos-10 de ellos de congresistas vinculados al
8.000- y 32 en contra, un artículo que convertía los delitos de enriquecimiento
ilícito y testaferrato en dependientes o subordinados al ilícito de narcotráfico”120.
Esta medida buscaba deslindar a los congresistas de estos delitos.
En 1996, la decisión de juzgar al Presidente de la República, correspondería a la
Cámara de Representantes en pleno. “Sin embargo, este organismo decidió fallar,
en junio, por 111 votos a favor y 44 en contra, y archivar el expediente del primer
mandatario”121. La decisión de la Cámara de Representantes, constataba que el
Presidente aún detentaba poder político, mientras el gobierno norteamericano
manifestaba una actitud reluctante. Un año más tarde, Guillermo Pallomari “reveló
ante una corte de ese país, que a comienzos de los años 90, el 30% del Congreso
de la República cumplía órdenes del cartel de Cali”122. En suma, “el proceso 8.000
118
Ibíd., p. 25.
Ibíd., p.15.
120
CHAPARRO, Op. cit., p. 108.
121
Ibíd., p. 111.
122
Ibíd., p. 86.
119
34
mostró cuál era el alcance real de los barones de la droga y su matrimonio con la
clase política”123.
Una vez capturados los hermanos Rodríguez Orejuela en 1995, estos aseveraron
desde la prisión, que “veían en el triunfo del Partido Liberal el mantenimiento de su
situación carcelaria”124. Esta apetencia, produjo que para las elecciones
presidenciales de 1998-2002, se inclinaran a favor del candidato liberal Horacio
Serpa en detrimento de Andrés Pastrana, quién se indicó había entregado los
casetes que dieron origen al Proceso 8.000. De igual modo, para la contienda
presidencial de 2002-2006, tendrían presente que Serpa representaría mejor sus
intereses que Álvaro Uribe Vélez. El candidato liberal fue vencido en ambas
ocasiones y los hermanos Rodríguez Orejuela extraditados en el 2005 a Estados
Unidos.
Es coherente concluir, que el cartel de Cali fue práctico y consecuente en su
relación con el Estado. Empezó figurando directamente en el plano económico
legal, luego evitaría alterar el orden social; y finalmente, influiría a través de
terceros en el poder político, buscando así salvaguardar sus intereses y eludiendo
la disputa directa con el Estado. Su activa vinculación con los PEPES, tiene como
intríngulis no solo la eliminación de su rival directo, sino mostrarle al Estado que
nunca pretendieron enfrentarlo, ni mucho menos suplantarlo.
123
124
Ibíd., p. 82.
Ibíd., p. 41.
35
4. EL MONOPOLIO CRIMINAL Y LA ILEGALIDAD: DOS INSTRUMENTOS DE
LOS CARTELES PARA DESESTABILIZAR AL ESTADO COLOMBIANO
Es imprescindible entender el narcotráfico, no únicamente como fenómeno
económico, social y político, sino también considerarlo a la luz de sus
características intrínsecas: su naturaleza global, ilegal y criminal. Resulta vital
aislar la concepción moral y los dogmas que se han tejido alrededor del tema, para
no caer en incongruencias conceptuales ni juicios de valor. El carácter mundial del
narcotráfico atraviesa tres etapas: la primera, comprende a los países productores
como Colombia; la segunda, abarca a las naciones que sirven de escala para
almacenar provisoriamente la droga; y por último, los países consumidores que
aportan el dinero para que la industria prospere.
Dada la naturaleza ilícita del tráfico de drogas, los narcotraficantes se inclinan por
acudir al mundo criminal como forma de regular sus transacciones. En muchos
casos, la criminalidad se desborda y los carteles se apersonan del “monopolio
criminal”,
es
decir,
el
uso
de
estrategias
criminales
para
eliminar
la
125
competencia”
.
Una vez establecido el monopolio criminal, los carteles de la droga de Medellín y
Cali
apuntalarían
a
obtener
el
monopolio
de
la
industria
ilegal,
que
paradójicamente termina fortaleciéndose con las medidas represivas adoptadas
por los gobiernos.
“Al aumentar la represión en los países productores, y reducirse la oferta del
producto, se eleva el precio de la cocaína, aumentando el excedente de los
narcotraficantes. Así, una mayor represión, tanto en los países productores como
en los países consumidores, se expresa en la generación de un mayor excedente
que se destina, casi automáticamente, a contrarrestar esas acciones represivas,
125
SCHELLING, Thomas. Choice and consequence: perspectives of an errant economist. London:
Harvard University Press, 1984. p. 160.
36
promoviendo una mayor corrupción entre los funcionarios oficiales y los políticos y
126
reforzando los aparatos de violencia del narcotráfico” .
Los carteles de la droga, como todo sector productivo, tienen como objetivo común
maximizar sus beneficios. “Si la mayoría de los negocios pueden ser arrinconados
por una sola firma, puede incrementar el precio al cual vende sus servicios
ilegales. Como cualquier negocio, esto se hace con algún sacrificio en relación
con el tamaño del mercado, pero si la demanda es inelástica 127, el incremento en
el margen de utilidad compensará de sobra la reducción en la producción” 128. La
lucha por el monopolio de la industria ilegal del narcotráfico, fue uno de los
factores que desató el enfrentamiento entre los carteles de Medellín y Cali.
Escobar Gaviria buscó vehementemente “unir bajo el control de una sola mano
todo el bombardeo de cocaína a Estados Unidos y Europa, para lograr la
consolidación de un conglomerado que asignara mercados y fijara los precios de
la droga”129.
Para encauzar el fenómeno del narcotráfico al caso colombiano, resulta necesario
referirse al carácter ilegal, transnacional y criminal que lo determina. Una vez que
los carteles de la droga consolidaron su poderío económico, la siguiente fijación
sería obtener reconocimiento social, y de esta forma, “ejercer una soberanía
semejante a la del Estado y a mantener una autonomía con relación a los otros
centros legítimos de poder, tanto económico como político e institucional” 130. Esta
búsqueda de soberanía, sería conseguida por medio del monopolio criminal, el
soborno, la corrupción, el distanciamiento simulado con la institucionalidad, y en
menor medida, la dominación carismática característica de Pablo Escobar.
126
Control de la cocaína: ¿Represión o legalización? En: Revista de economía No. 9. Rafael
Cartay. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Instituto de Investigaciones Económicas y
Sociales. p. 11.
127
“Cambio en el precio que da lugar a una variación mínima en la cantidad demandada.”
ESCOBAR, Heriberto y CUARTAS, Vicente. Diccionario económico financiero. Segunda Edición,
Bogotá, D.C.: Puntos Suspensivos Editores Consultores, p. 168.
128
SCHELLING, Op. cit., p.163.
129
CASTILLO, Fabio. La coca nostra. p.19.
130
CASTRO, Cecilia. En torno a la violencia en Colombia: una propuesta interdisciplinaria.
Programa Editorial Universidad del Valle, 2005. p. 101.
37
Para mantener su hegemonía, los carteles de la droga “requieren de un Estado
parcializado, violento y corrupto. Solo de ese modo las autoridades de facto en
donde realizan su producción y transacciones no pondrían en riesgo su
actividad”131. Es así, como el narcotráfico “ha influido en transformaciones
estructurales del orden social del país. Desde la forma de producir y de distribuir
riqueza hasta el ejercicio del poder político, la conformación de los grupos sociales
y los aparatos coercitivos estatales y no estatales, pasando por la definición de los
valores y comportamientos de la población”132. Es claro, que el fenómeno del
sicariato, la creación de grupos paramilitares y el financiamiento de actividades
políticas: han sido producto de los carteles de Medellín y Cali.
Esta definición de valores, correspondería más bien a una redefinición de los
mismos, porque los narcotraficantes como actores hegemónicos de la ilegalidad
en el país, le venderían a los colombianos la tesis del dinero fácil y el
enriquecimiento rápido “donde se aceptaba el narcotráfico como un medio
necesario para mantener los niveles de consumo”133 de una sociedad hedonista
que se enfrentaba a un “gran desestímulo social en la fuerza de trabajo, al ver que
mientras unos ganan enormes cantidades de dinero con sólo violar la ley, quien la
respeta debe cumplir horarios, someterse a planes y programas, asumir un rito, y
al final llega un salario o una cosecha que no rinde, no cumple las expectativas134”.
Lo anterior, se haría manifiesto no sólo en la violación a la normatividad legal, sino
también en la creciente anomia social135, traducida en el escaso nivel de
regulación de la ley y su no interiorización por parte de los individuos, quienes
131
DUNCAN, Gustavo. El dinero no lo es todo. Centro de Estudios Socioculturales e
Internacionales. Universidad de los Andes. Bogotá, D.C., No. 153, 2008. p. 8.
132
Ibíd., p. 1.
133
Ibíd., p. 4.
134
CASTILLO, Op. cit., p. 156.
135
El sentido literal de la palabra Anomia es el de ausencia de normas. Merton concibe la Anomia
como un derrumbe de la estructura cultural, que ocurre sobre todo cuando existe una discrepancia
aguda entre las normas, las metas culturales y las capacidades sociales estructurales de los
miembros del grupo para obrar en concordancia con aquellas. Disponible en:
http://www.analitica.com/va/internacionales/opinion/5751828.asp, abril 24 de 2009.
38
terminarían
inclinados hacia “un sistema de normas interiorizadas que no
rechazaban la vinculación con una actividad criminal”136, porque “la trasgresión era
sumamente rentable tanto en lo económico –si se asesinaba o se incumplían las
normas legales era posible ganar enormes fortunas– como en aspectos
intangibles del corte del prestigio y admiración social –además de enriquecerse
por violar las normas se era respetado y considerado importante en la
comunidad”137.
Bajo esta arista, “la violencia política ejercida por el narcotráfico no es irracional ni
disfuncional desde la perspectiva del empresario ilegal de drogas que busca
mantener y expandir sus dividendos a la vez que conquistar y legitimar su
presencia social”.138 En este sentido, se puede afirmar que los narcotraficantes
actúan bajo el principio de la racionalidad, entendiendo que esta “no depende de
que las preferencias del actor sean sensatas o absurdas, justas o injustas, o de
que las preferencias del mismo se fundamenten en hechos sólidos o sean
gratuitas, lo que lo hace racional es su elección de una alternativa de acción en
plan de maximizar su satisfacción personal”139; así sea en detrimento de una
sociedad que pasará a soportar los costos sociales, económicos y políticos de la
racionalidad narcotraficante.
Según lo reafirma la historia, tanto en el mundo del narcotráfico, como “en la lógica
del crimen –cuyas únicas y verdaderas motivaciones son la defensa de una
actividad delictiva muy rentable y la impunidad- una vez que se escala un peldaño
siempre se busca subir otro”140. Más aún, cuando en un país como Colombia, los
altos niveles de impunidad favorecen a los actores de la industria ilegal. Por citar
un ejemplo, en la década de los noventa “un homicida llegó a tener más de un
136
DUNCAN, Gustavo. El dinero no lo es todo, Op. cit., p. 7.
DUNCAN, Gustavo. Los señores de la guerra, Op. cit., p. 239.
138
KRAUTHAUSEN, Ciro y SARMIENTO, Luís Fernando. p. 12.
139
LOZADA, Rodrigo y CASAS, Andrés. Enfoques para el análisis político. Historia, epistemología
y perspectivas de la ciencia política, Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2008, p. 89.
140
CASTILLO, Fabio. Los jinetes de la cocaína, Op., p. 295.
137
39
90% de posibilidades de jamás ser castigado. Es decir, una verdadera incitación al
delito como resultado de una clara y evidente insuficiencia estatal”141. Este
“desgaste del Estado permitió que la justicia privada se tornase un hecho
ordinario, que el delito y la criminalidad fuesen altamente rentables y que la noción
de autoridad se diluyera”142.
Mientras a las características intrínsecas del narcotráfico, le sean sumados
factores estructurales de un país como Colombia, a saber, la pobreza y la miseria:
los carteles de la droga encontrarán en quienes padecen estas adversidades,
personas proclives a vincularse laboralmente a la industria ilegal. Por lo general,
estos individuos terminan “distorsionando ante los ciudadanos las líneas que
separan lo legal de lo ilegal, generando lealtades alternativas a las del Estado y
provocando cambios en la opinión pública que afectan negativamente el
funcionamiento del sistema”143. De este modo, resulta prudente vaticinar que con
el filantropismo de Pablo Escobar y la discrecionalidad de los Rodríguez Orejuela,
los carteles de la droga serían raramente “percibidos por los habitantes de las
poblaciones como transgresores del orden, como elementos que atentan contra la
tradición y la costumbre, sino como sus benefactores económicos”144.
Entrando en el plano político nacional, es inquietante ver cómo la estrategia de
“plata o plomo” implantada por el cartel de Medellín, sufriría una metamorfosis al
aislar por completo el soborno y pasar a focalizarse en el narcoterrorismo como
estrategia imperante; arremetiendo primero contra la élite económica, y finalmente,
contra la sociedad en general.
Esta política de “plata o plomo”, alimentó la
impunidad por su misma lógica operativa: el implicado en el soborno debía
guardar mutismo y la futura víctima sería silenciada. Ambos carteles, no
141
PIZARRO, Eduardo. Una democracia asediada, Op., p. 218.
TOKATLIAN, Juan Gabriel. Globalización, narcotráfico y violencia, Op. cit., p. 40.
143
GARZON, Op. cit., 38.
144
BETANCOURT, Darío. Mediadores, rebuscadores, traquetos y narcos: las organizaciones
mafiosas del Valle del Cauca. Op. cit., p. 130.
142
40
discriminarían en cuanto a la filiación política de sus víctimas, ya que incluían
personas de todos los espectros políticos.
Hasta abril de 1984, el fenómeno del narcotráfico en Colombia no representaba
mayor peligro para el Estado colombiano por cuatro razones: 1. Los carteles de la
droga no se habían enfrentado al Estado; sólo lo habían hecho con la izquierda,
por medio del grupo Muerte a Secuestradores. 2. Pablo Escobar, si bien logró
llegar al Congreso de la República, fue por un periodo efímero y terminaría
expulsado. 3. Los costos sociales del narcotráfico eran ajenos para la mayoría del
país. 4. Para Estados Unidos, primer destinatario de las exportaciones de cocaína
colombiana, solo a partir de 1986, el narcotráfico sería considerado como
“amenaza letal a la seguridad estadounidense”145. El asesinato del Ministro de
Justicia Rodrigo Lara Bonilla, no sólo encarnó el desafió del cartel de Medellín
hacia el Estado, sino que trasladó la sociedad colombiana los costos sociales del
tráfico de drogas ilícitas.
En los nueve años (1984-1993) que perduró el narcoterrorismo financiado por el
cartel de Medellín, quienes padecerían en principio los costos sociales del
fenómeno en mención, serían: el gobierno, las Rama Legislativa y Judicial, la
Policía Nacional, los periodistas, entre otros. Posteriormente, se dirigiría contra
uno de los elementos constitutivos del Estado: la población. Desde 1989, el cartel
ambicionó más que buscar la supresión física de los habitantes, un objetivo
psicológico: “aterrorizar a una población para forzar a un gobierno a actuar de
determinada manera”146, en términos llanos, poner a los colombianos en contra de
la extradición.
145
TICKNER Arlene, “Colombia es lo que los actores estatales hacen de ella: una (re)lectura de la
política exterior colombiana hacia Estados Unidos” En: Martha Ardila, Diego Cardona y Arlene
Tickner. Prioridades y desafíos de la política exterior colombiana, Bogotá, D.C.: Fescol, 2002. p.
355.
146
Disponible en: http://www.gees.org/articulo/293, 11 de abril de 2009.
41
El Consejo de la Unión Europea147, sostiene que los actos terroristas son
cometidos con el fin de a) intimidar seriamente a una población, b) obligar
indebidamente a un gobierno u organización internacional a realizar o dejar de
realizar una actuación, o c) desestabilizar seriamente o destruir las estructuras
políticas, constitucionales, económicas o sociales de un país o de una
organización internacional. Este axioma concuerda parcialmente con el caso
colombiano, donde los acontecimientos mencionados anteriormente existieron,
pero no como fines, sino como medios para impedir la extradición. Los carteles de
Medellín y Cali, obligaron al Congreso a otorgarle concesiones a la mafia (abolir la
extradición); alteraron la vida política nacional por medio del soborno, la
corrupción,
las
amenazas,
el
secuestro,
los
asesinatos;
e
irrumpieron
violentamente en el orden social del país exacerbando las prácticas ilegales a
través de la creación de nuevos actores ilegales (sicarios y paramilitares).
Los carteles de la droga le “vendieron al pueblo de Colombia la idea de que el
terrorismo estaba causado por la extradición”148. Por lo tanto, el target o público
objetivo de los carteles fueron las ramas del Poder Público y la población. Los
principales jefes de los carteles, fueron concientes de que el narcoterrorismo no
doblegaría por si sólo al Estado y debía ser acompañado de una estrategia más
perspicaz que consistiría en comprar a la clase política. Así pues, estas
organizaciones terminaron convertidos en “un agente económico (el principal) que
quería invertir dinero para obtener unos resultados políticos. Había, a la vez,
parlamentarios y líderes regionales y locales (los agentes) dispuestos a recibir el
dinero”.149
147
The Council of the European Union. En: Official Journal of the European Union. Council Common
Position of 27 December 2001 on the application of specific measures to combat terrorism, art. 1.
Bruselas, 2001. p. 1
148
Documental: El asesinato de Pablo Escobar. The History Channel, 2008.
149
GUTIERREZ, Lo que el viento se llevó, Op. cit., p. 382.
42
4.1 LOS MAYORES COSTOS LOS ASUME COLOMBIA
El narcotráfico es un fenómeno global que comprende actores (locales, nacionales
e internacionales) que divergen en cuanto al mismo. En la década de los ochenta,
Colombia se consolidaría como principal exportador mundial de cocaína y Estados
Unidos como primer consumidor. Cada uno afrontaba problemáticas diferentes: en
el tercer mundo, la relación narcotráfico-violencia se dio por la producción. En el
país del norte, por la distribución y los altos índices de consumo. Pero Estados
Unidos no estaba dispuesto a asumir los costos económicos y sociales del
narcotráfico. Para esto basó su estrategia en reprimir la producción, es decir, en
trasladar los costos económicos a Colombia, particularmente a las áreas rurales.
Muestra de ello fue la aspersión aérea de cultivos ilícitos y el consiguiente
desplazamiento masivo de campesinos, agravado por la guerra entre las Fuerzas
Militares y las organizaciones armadas ilegales, particularmente los grupos
guerrilleros.
Una vez endosados los costos económicos al país, el Estado empezaría a
padecer nuevos costos sociales al ver amenazados dos de sus elementos
constitutivos: la población y el territorio. En cuanto a la población, aparte del ya
mencionado impacto en las áreas urbanas, quienes padecerían directamente los
costos sociales serían, por un lado, los campesinos de las zonas que albergan
cultivos ilícitos, y por el otro, los grupos guerrilleros. Estos últimos entrarían en
confrontación armada con el brazo armado de latifundistas, ganaderos y
narcotraficantes: los grupos paramilitares.
Con respecto al territorio, la
preocupación estribó en que los grupos armados ilegales comenzaron a disputarle
al Estado el monopolio de la violencia en regiones como el Magdalena medio,
centro de operaciones del cartel Medellín. Sumado a esto, los índices de
concentración de la tierra señalan que el “48% de las mejores tierras están en
43
manos del 1.3% de los propietarios”150. Dato significativo, si se tiene en cuenta los
“matrimonios de convivencia” que se establecieron entre terratenientes y los
grupos paramilitares.
Los problemas que enfrenta Colombia a raíz del narcotráfico, no son causa
exclusiva de los niveles de consumo de cocaína y heroína en Estados Unidos y
Europa, ni de las ventajas comparativas que ofrece Colombia con respecto a otros
países; también cuentan características internas del Régimen Político colombiano:
“Un Estado precario y unas formas de hacer política basadas en la transacción y
en la negociación mediante el juego de redes clientelares deja abierta mucho más
fácil las posibilidades de penetración de las organizaciones de tipo mafioso” 151.
Tampoco se debe desdeñar, que “la permanente necesidad de recursos ante los
crecientes costos de las campañas políticas”152 fue una oportunidad que los
narcotraficantes
capitalizaron
a
favor
para
“matricular
políticos”
a
sus
organizaciones ilegales.
Los costos sociales y económicos producto del narcotráfico, tanto en Colombia
como en Estados Unidos son considerables. En el país del norte, el narcotráfico es
asociado como un problema para la seguridad nacional; mientras en Colombia,
sigue siendo el principal combustible del conflicto armado. Los costos políticos no
se hicieron esperar, el Cartel de Cali había financiado la campaña presidencial de
Ernesto Samper y Estados Unidos se pronunciaría al respecto por medio de “la
desertificación al Gobierno colombiano en materia de
lucha contra el
narcotráfico”153. Para ese momento, “el cartel de Cali se había convertido en el
factor más desestabilizador de las relaciones internacionales de Colombia”154.
150
GUTIERREZ, Francisco, Op. cit., p. 243
BETANCOURT, Darío. Mediadores, rebuscadores, traquetos y narcos: las organizaciones
mafiosas del Valle del Cauca. Op. cit., p. 135.
152
Ibíd., p. 135.
153
BORJA, Jaime Humberto et al. Nuestra Colombia: 200 años de vida nacional. Bogotá, D.C.:
Editorial Norma S.A., 2002. p. 258.
154
SERRANO, Rosso, Op. cit., p. 137
151
44
Finalmente, la postura del gobierno norteamericano “apunta a evidenciar que más
que un fenómeno personal y circunstancial, el problema de legitimidad en
Colombia para Estados Unidos era colectivo y estructural”155.
155
TOKATLIAN, Juan Gabriel. Colombia en guerra: las diplomacias por la paz, Op. cit., p. 354.
45
5. CONCLUSIONES
El narcotráfico es un fenómeno complejo. Su carácter global, ilegal y criminal,
involucra a un sinnúmero de países y actores que paradójicamente ocupan un
eslabón en la cadena del negocio, bien sea como países productores, sirviendo de
escala o en su papel de consumidores. Es a su vez, un fenómeno económico,
político, social y cultural, que se instala en el orden social de cada Estado y se
alimenta de sus factores intrínsecos. En Colombia, se valió de las rutas del
contrabando, adoptó prácticas ya existentes como la limpieza social y encontró en
las clases menos favorecidas, su base social compuesta primordialmente por
sicarios y paramilitares.
En el caso colombiano, el narcotráfico no representa un simple problema de oferta
y demanda, “las drogas ilegales son sintomáticas de problemas sociales más
profundos”156. Mientras existan factores como: la alta concentración de tierras en
manos de terratenientes y narcotraficantes; no exista presencia estatal en
regiones apartadas y de predominio subversivo; imperen elevados niveles de
pobreza e inequidad y
la corrupción se conserve: es apenas lógico que “la
violencia siga constituyendo en Colombia un camino que permite acceder
fácilmente al poder y al reconocimiento”157.
Los carteles de la droga de Medellín y Cali, lograrían ese poder y reconocimiento
convergiendo en algunos aspectos pero discrepando en otros. Respecto a sus
similitudes,
es
indudable
el
poder
económico
que
alcanzaron
ambas
organizaciones. Al igual que su poder político, donde ambos presionaron a las
Ramas del Poder Público para vetar la extradición. Pero las desavenencias serían
más patentes. La guerra contra el Estado por medio del narcoterrorismo y la
156
157
THOUMI, Francisco. El imperio de la droga. Op. cit., p. 74.
ROJAS, Diana Marcela et al. Nuestra guerra sin nombre, Op. cit., p. 410.
46
participación directa en la vida política encabezada por Pablo Escobar y Carlos
Ledher; fueron características propias del núcleo antioqueño *. El cartel de Cali
privilegió la cautela, con este talante los Rodríguez Orejuela lograron
reconocimiento como empresarios y centraron su estrategia en la matrícula de
personalidades políticas hasta llegar al presidente Ernesto Samper. Esto dejaría
acentuado que su influencia sobre las Ramas del Poder Público fue mayor a la del
cartel antagónico, el cual propendió por eliminar a quienes no se supeditaran a sus
dictámenes por medio de la política de “plata o plomo”.
Los carteles de la droga de Medellín y Cali, alteraron el orden social del país con
sus prácticas ilegales y criminales; y nutriéndose de las mismas, terminaron
desestabilizando al Estado colombiano. Esta desestabilización no solo perduró
dos decenios, tiempo que vivieron los carteles; sino que perpetuó una serie de
prácticas ilegales que fueron reencauchadas posteriormente por otros actores. Por
citar algunos casos, la alianza entre paramilitares y congresistas; el secuestro y el
narcoterrorismo practicado por la guerrilla; el sicariato entre facciones del cartel
del Norte del Valle, entre otros. “El narcotráfico, finalmente, alimenta la guerrilla, a
los paramilitares y a la criminalidad común. En pocas palabras, las múltiples
violencias se retroalimentan y mediante este reforzamiento mutuo se disparan los
índices de criminalidad en el país”158.
La multiplicidad de actores vinculados a la industria del narcotráfico, se convierte
directamente en un obstáculo para los gobiernos, quienes además se encuentran
en desventaja económica frente a los carteles de la droga. Es significativo tener
presente que la guerra no se desarrolla únicamente en el plano militar, campo en
el que el cartel de Medellín doblegó al Estado; también cuenta un componente
hasta ahora ignorado pero de vital apremio para deducir la lentitud del Estado para
capturar y desmantelar a estas organizaciones ilegales: la “batalla por la
*
El clan Ochoa se mostró refractario ante la decisión de Pablo Escobar de declararle la guerra al
Estado.
158
PIZARRO, Eduardo. Una democracia asediada, Op. cit., p. 223.
47
inteligencia y la información”159, donde la mafia demostró absoluta supremacía
sobre el Estado.
Los carteles de la droga lograron penetrar organismos del Estado como el DAS, la
Policía y el Ejército; obteniendo información privilegiada que evitó poner en riesgo
sus intereses. Lo anterior "da pie a la corrupción de la Fuerza Pública, puesto que
la autoridad policial no solo es susceptible de ser sobornada sino que incluso
puede ser usada para eliminar bandas rivales" 160. Tal como se mencionó y prueba
de ello fue la alianza que sostuvieron los PEPES y los organismos del Estado para
someter a Pablo Escobar y desmantelar el cartel de Medellín. Una vez logrado el
objetivo, esto supuso el fin del narcoterrorismo en ese periodo, sin descuidar que
años más tarde sería reactivado por las guerrillas.
Este triunfo parcial del Estado, dejó demostrado que “la potencial neutralización y
la eventual eliminación de una primera generación del narcocrimen organizado
nacional, ubicada en Medellín y Cali, no han significado la desaparición del
fenómeno de las drogas ilícitas. Estas victorias fueron parciales mas no definitivas,
porque lo que finalmente ocurrió fue una sustitución de liderazgos y un reemplazo
por agrupaciones más eficientes y menos visibles”161. Es evidente que “el negocio
se desconcentró, se fragmentó y vinculó a nuevas personas y estratos que
entraron en alianza, solidaridades, conflictos y relaciones de violencia de manera
más circunstancial”162.
Los capos del cartel de Medellín terminarían asesinados o extraditados. El cartel
pasó a la historia, pero sus socios continuaron fomentando la violencia privada con
sus ejércitos de sicarios y paramilitares. En Medellín, Diego Murillo Bejarano alias
“Don Berna”, ex integrante del cartel y cabecilla de los PEPES, se haría cargo de la
159
LAIR, Erick y SANCHEZ, Gonzalo, Op. cit., p. 132.
SCHELLING, Op. cit., p. 177.
161
TOKATLIAN, Juan Gabriel. Globalización, narcotráfico y violencia. Op. cit., p. 79.
162
GARZON, Juan Carlos. Mafia & Co. La red criminal en México, Brasil y Colombia, Op. cit., p. 56.
160
48
“Oficina de Envigado” y del Bloque Cacique Nutibara (BCN). Fidel Castaño
fundaría las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU); y su
hermano Carlos, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Por su parte, el
cartel de Cali, sería relevado por el cartel del Norte del Valle, conformado por
antiguos lugartenientes y socios del núcleo valluno. Entre estos, Hernando Gómez
Bustamante alias “Rasguño”, Diego Montoya “Don Diego” y Juan Carlos Ramírez
conocido con el remoquete de “Chupeta”. Los hechos le mostrarían al país que
“una negociación de paz con el actor armado dominante en una región, o aún su
eliminación física, no condujera al final del conflicto a menos que se transformara
el orden social que daba sustento al dominio de ese actor”163.
Ya son tres décadas de ensayo y error que lleva Colombia cohabitando con el
narcotráfico. Por ahora, se puede vaticinar que mientras el narcotráfico siga
constituyendo la industria ilegal más rentable a nivel mundial, este combustible
seguirá nutriendo al crimen organizado y sus asesinos a sueldo, a los
paramilitares, la guerrilla y cuanta mutación resulte de estos. Seguirá también,
alimentando prácticas ilegales como el soborno, la corrupción, la resolución
violenta de los conflictos, entre muchas. La sociedad fue amenazada, parte del
territorio quedó en manos de narcotraficantes y el monopolio de la violencia
legítima transmutó en oligopolio. “La cultura de la muerte”164 pareciera ser el
legado que el narcotráfico dejó en Colombia. Mientras tanto, Colombia continuará
siendo “un gran laboratorio de cocaína, incomprendido y repudiado por el resto del
mundo”165 en donde "el crimen y las oportunidades de delinquir prevalecerán”166.
163
DUNCAN, Gustavo. El dinero no lo es todo, Op. cit., p. 9.
Disponible en: http://www.semana.com/noticias-especiales/robin-hood-paisa/26885.aspx
febrero 20 de 2009.
165
ARRIETA, Carlos Gustavo. et al. Narcotráfico en Colombia: dimensiones políticas, económicas,
jurídicas e internacionales, Op. cit., p. 137.
166
SCHELLING, Op. cit., p.172.
164
49
En el contexto actual es pertinente analizar el narcotráfico porque permite
identificar los diferentes legados, las formas de violencias (privada e ilegal), los
actores y los intereses que se han consolidado a raíz de este fenómeno. Además,
facilita conocer cómo el Estado ha afrontado las consecuencias y las implicaciones
que ha dejado el narcotráfico en el sistema político, económico, cultural y social no
solo en el ámbito nacional sino internacional.
Desarrollar esta investigación en el contexto actual, permite comprender
fenómenos actuales tales como la parapolítica, las infiltraciones en los organismos
del Estado, la incidencia de los grupos armados y la mafia en las elecciones, el
soborno y la corrupción como prácticas generalizadas, entre otros. De esto se
puede inferir que si bien los actores han cambiado, las prácticas y los valores
permanecen en el tiempo y han logrado profundizarse en nuestra sociedad de tal
forma que es sumamente complicado desarraigarlos del imaginario colectivo.
La legalización de la droga como alternativa al país que nos dejaron
El debate acerca de la legalización de la droga, ha sido en Colombia una cuestión
de menor trascendencia para la opinión pública. A comienzos de la década de los
ochenta, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), suscitó
debates acerca de la legalización y dos decenios después la situación es la
misma: ningún gobierno ha actuado en pro de la legalización de las drogas ilícitas.
Las cifras son dicientes: La Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el
Delito, en el informe anual de 2008, presenta el potencial total de toneladas
métricas de cocaína que estima se producen en el país durante 1990 y 2007.
Señala que en 1996, año en que es desmantelado el cartel de Cali, se producen
en Colombia 300 toneladas métricas de cocaína, y para el año 2001, la cifra
igualaría las 617 toneladas“. Otro estudio asevera que “entre 1996 y 2001, los
cultivos de coca en Colombia aumentaron de 67.200 a 169.800 hectáreas, para un
50
crecimiento total de más de 150%”167 Igualmente, “pese al aumento de los
decomisos desde 2002, Colombia sigue siendo el primer productor mundial de
cocaína, con un 62 por ciento estimado del total producido en 2006”168.
El narcotráfico sigue incólume a pesar de que los carteles de Medellín y Cali
fueron desmantelados. El testimonio de Antonio María Costa, Director Ejecutivo de
la UNODC*, es concluyente: “reconoció que las políticas para el control de las
drogas habían causado sin proponérselo, que el crimen organizado aumentará
aún más”169. El país está en mora de replantear el debate de la legalización desde
diferentes esferas: el Congreso, la academia, las universidades y los medios de
comunicación. Por ahora, la solución menos perjudicial la tienen los gobiernos,
quienes podrían optar por la legalización de la droga. Finalmente, la revista
británica The Economist dio en la médula del problema: “La legalización no solo
disuadiría a los capos, también haría que las drogas dejaran de ser un problema
legal y de orden público para convertirse en un problema de salud pública, que en
realidad es como debería ser considerado. El gobierno gravaría y regularía el
comercio de drogas y usaría esos ingresos (y los miles de millones ahorrados en
seguridad y vigilancia) para crear programas educativos para ilustrar los peligros
del consumo y para el tratamiento de los adictos. La venta de narcóticos a
menores aún sería ilegal. Diversos tipos de drogas llevarían diferentes
gravámenes y tendrían diferente clasificación y regulación” 170.
167
PARDO, Rodrigo y TICKNER, Arlene. “En busca de aliados para la “Seguridad democrática”: la
política exterior del primer año de la administración Uribe”. 2003. p. 268.
168
INTERNATIONAL CRISIS GROUP. La droga en América Latina I: perdiendo la lucha. Informe
sobre América Latina No. 25, 14 de marzo de 2008 p. 7.
*
UNITED NATIONS OFFICE ON DRUGS AND CRIME.
169
Disponible
en:
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/crimen_urbano_en_a._
latina/newsid_2420000/2420445.stm, 14 de marzo de 2009.
170
th
th
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13.
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Disponible en: http://www.intracen.org/tfs/docs/glossary/cs.htm 15 de marzo de
2009.
Disponible
en:
http://www.semana.com/noticias-especiales/robin-hoodpaisa/26885.aspx 20 de febrero de 2009.
Disponible en: http://www.usdoj.gov/dea/pubs/cngrtest/ct051399.htm 5 de mayo
de 2009.
Disponible_en:_http://www.zona.lacarabela.com/zona98/ZonaEducativa/Revista18
/EGB3.html 17 de abril de 2009.
58
ANEXOS
Anexo A.
Mapa No. 2
ORGANIZACIONES DE TIPO MAFIOSO
DEL VALLE DEL CAUCA
• Cebeee.a Mul'llclpal
(i)Capil al
OSubgrupo
50
100 Km
!
E5Cala
Fuente: (BETANCOURT, Darío. Mediadores, rebuscadores, traquetos y narcos: las organizaciones
mafiosas del Valle del Cauca. Bogotá, D.C.: Editorial Antropos, 1998. p. 116.)
Anexo B.
Cuadro No. 1
VICTIMAS DE "LIMPIEZA SOCIAL"
Colombia, 1988 - 1993
Distribución Geográfica
DEPARTAMENTO
Anlioquia
AraDca
AtUntico
Bolívar
1988
1989
1990
199 1
1992
1993
TOTAL
70
100
82
142
lOS
SO
S49
o
IJ
O
o
o
o
22
16
18
41
2
O
3
1
O
6
3
O
2
O
O
16
27
o
14
128
Boy,,¡
11
Caldas
4
O
3
14
S
Caquetá
3
O
O
2
O
O
S
Cauca
7
2
9
19
4
4S
S
9
6
7
33
Córdoba
7
O
9
3
O
20
Cundinamart:a
6
6
10
O
10
9
41
Chocó
O
O
O
O
O
16
183
S
Cesar
Distrito Capital
28
43
3S
24
37
3
Huila
2
O
O
2
O
La Guajira
O
6
O
O
O
7
Magdalena
7
9
3
18
O
40
O
O
S
O
6
O
O
Ma.
O
Nariñ.o
O
2
Nte Santander
6
2
Putumayo
O
O
Quindío
O
O
Risaralda
2
Santander
21
O
S4
42
22
1
O
O
O
1
O
O
6
O
6
O
7
20
4
33
S
24
23
1
128
O
O
9
S"'~
6
O
O
3
O
O
O
O
TOTALES
6
O
S
relima
v.n,
O
O
88
111
7S
124
117
70
S8S
286
364
267
390
436
183
1926
Fuente: Banco de datos de Derechos Humanos deCinep.
Fuente: (ROJAS, Carlos Eduardo. La violencia llamada limpieza social. Santafé de Bogotá: Cinep,
1994. p. 28.)
Anexo C.
ANEXO: ORGANIZACIONES DE UMPlEZA
Ciudad o Región
Nombre del grupo
Aguachica (Cesar)
Escuadrón de la Muerte
Tenninator
Armenia (Quindío)
Justiciero Implacjlble
Barrancabenneja (Sant.)
Tóxicol-90
Escorpión
Barranquilla
Manonegra
Bogotá
Escuadrón de la Muene
Muerte a Gamines
lucaramanga
Escuadrón de la muerte
Mano Negra
Muene a Expendedores de Bazuco (MEB)
Sweet dream (Dulce Sueño)
Buenaventura
Muerre a Rateros (MAR)
Caldas (Antioquia)
Los Macabros
Cali
El Grupo
Los Cobras
.
Juventudes Inconfonnes de Colombia (nC)
Muene a Jíbaros (MAn)
Kankil
El Justiciero Implacable
Comandos Verdes
El Vengador Anónimo
Bandera Negra
Muene a Homosexuales Peligrosos (MAHOPE)
Cartagena
Escuadrón de la Muerte
ltagüí
Ciudadanos enemigos del Secuestro. la extorsión y el
chantaje.
Fuente: (Ibíd., p. 84.)
Anexo D.
.. I·r
Ciudad o Región
Nombre del grupo
Manizales
Muerte a Atracadores de Manizales (MA:M)
MedellÚl
Escuadrón de la Muene
Asociación Pro-Defensa de MedellÚl
Servicio Popular del Pueblo
Defensa Popular del Pueblo
Ejército Popular del Pueblo
Defensa Popular
Muerte a Jaladores (M,J.)
Pereirn
Escuadrón de la Muerte
Región Magdalena Medio
Comité de Limpieza del Magdalena Medio
Los Tiznados
Los Grillos
Embrión
Menudo
San Vicente de Chucurí
(Santander)
Fuente (Ibíd., p.85)
Ejército de los Pobres
Anexo E.
Producción de hoja de coca para Bolivia, Colombia y Perú (miles de
toneladas).
ANO
BOLIVIA COLOMBIA
PERU
50
TOTAL
1980
52.5
4
1981
55
2.5-3.0
50
107.5-108
1982
55-60
5
50
110-115
1983
25-40
11.2
100
136.5-151
1984
49.2
11.0
100
100.2
1985
42-53.2
12.4
95.2
149.6160.8
1986
44-52.9
12-13.6
95-120
151-186.5
1987
46-67
18.23
98-121
162-211
Fuente: GAO. 1988 Y EL NN1CC REPORTE VARIOS AÑOS
106.5
Anexo F.
REGISTROS NACIONALES HISTORICOS DE
EXISTENCIA DE CULTIVOS ILICITOS171
AÑO
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
171
AMAPOLA
INCREMENTO
HECTAREAS
DECRECIMIENTO
(%)
1.500
Dato base
2.900
+93,3
20.000
+589,6
7.500
-62,5
6.200
-17,4
6.540
+5.5
6.420
-1.8
6.600
+2,8
6.100
-7,6
6.350
+4,1
6.500
+2,4
4.300
-33.8
4.200
-2.4
4.000
-4.8
4.000
0
2.000
-50.0
1.000
-48.0
714
-30.0
HECTAREAS
25.600
34.000
42.400
40.100
37.500
37.100
39.700
45.000
50.900
67.200
79.500
78.200
160.000
163.000
145.000
102.000
86.000
80.000
86.000
78.000
99.000
COCA
INCREMENTO
DECRECIMIENTO
(%)
Dato base
+32,8
+24,7
-5,4
-6,5
-1,1
+7,0
+13,3
+13,1
+32,0
+18,3
-1.6
+104.6
+2.0
-11.0
-29.7
-15.7
-7.0
+7.5
-9.0
+27.0
Cifras basadas en información de imágenes de satélite de CNC hasta 1998. Estudios
elaborados en los últimos meses de cada año, por lo tanto las 79.500 ha detectadas en
1997 corresponden a cifras de inicio para 1998. Para 1999, CNC estimó 101.800 ha de
coca y 2.033 de amapola. A partir de 1999 las cifras sobre cultivos de coca corresponden
al Proyecto SIMCI.
Fuente: Policía Nacional - Dirección Antinarcóticos. Informes Balance Antinarcóticos, US
Department of State. Bureau for international Narcotics and Law Enforcement Affairs.
International Narcotics Control Strategy Report.
Proyecto SIMCI – Informes Finales 1999-2007.
Anexo G.
Cuadro 7
h~acione\ de cocaína por paíse\
()'renla~12)
Toneladas
Mos
Perú
Boi'ia
Cobooa
MéxkD
ToIal
Peru
Boi'ia
CfJom~a
MéxkD
ToIal
0.05
0.05
0.05
0.05
0.05
0.05
0.05
0.05
0.05
0.05
0.05
0.05
0.05
0.05
0.15
0.15
0.15
0.10
0.10
0.10
0.10
010
010
015
015
0.15
0.15
0.15
0.75
0.75
0.75
0.65
0.60
0.60
0.60
0.60
0.60
0.60
0.50
0.50
0.55
0.55
0.05
0.05
0.05
0.20
0.25
0.25
0.25
0.25
0.25
0.20
0.30
0.30
0.25
0.25
1.00
III
1985
1986
1987
1988
1989
1900
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
I
12
16
20
26
29
33
36
37
48
61
52
58
66
73
39
77
30
32
34
34
32
27
61
95
102
103
00
81
184
239
300
337
348
398
438
463
366
382
340
343
352
298
12
16
20
104
145
166
182
193
152
127
204
206
160
135
FooIte:
11 1 1985~91'rOOocriOO aool\!~.
Ul I985~7 ~cine!(l99n
1988-97, ~ iIlIIme UI\! ~ sustititili ~ aill11w de dm!iJI Cuadro 2.
245
318
4Q8
518
581
684
730
771
610
636
679
687
840
541
1.00
1.00
1.00
1.00
1.00
1.00
1.00
1.00
1.00
1.00
1.00
1.00
1.00
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Anexo H.
Fuente: (BETANCOURT, Darío. Contrabandistas, marimberos y mafiosos. Historia social de la
mafia colombiana (1965-1992). Santafé de Bogotá: Tercer Mundo, 1994, p. 44.
!"
~
Anexo I.
EMPRESA DE FACHADA DEL CARTEL DE CALI
EN EL EXTERIOR PARA CONTRABANDEAR COCAINA
Y IO LAVAR DOLARES
Valencllo Imporl aOO Export, Ine.
Valo. WoocIworlling
Castro Wooo. ProdUCIs. lne.
GuII e..otic W oods ImporU: Irte.
Xelalnc.
N.toan.' Food Oiatributors
Soutt..a' AgroUade lne.
Palmano CoId Slorag.a. lroe
Fand V. lnc
SunMl 018 .. Tlntong
C.ribbMon Int.....Uonal MQ\,Ql, tN:..
Comefcilll del Caribe S.A.
Electroplul S A.
Rap.ase<l'aclon •• Rosales S A..
JPS e...iIdIng Co
Al! n..mo Al. Inc
SFB .hInilOl'''' Se<v_
ESTADOS UNIDOS
Tranca lne:.
Frucou S.A.
Td'>o CotI_ and Food tmpo.-t ... 'ne.
Corum I",po" aod Export
e«l1ra Am....c.". AgrÍCQIII S.A.
Petalops
S "-
Puertas de C . .I~ S .A..
XafaSA
Consolidaóos S A.
v.ggy
Fruti, lno;
C.lesle t",amacional S A.
a ...... SI>...
Fuente: (CASTILLO, Fabio. Los Nuevos Jinetes de la cocaína. Bogotá, D.C.: Editorial la Oveja
negra, 1996. p. 136.
Anexo J.
CORPO RAC iÓ N REG IO N
fORMAS DE EJERCICIO DEL TERRORISMO. 1960- 1995
Modalldade.
...
~
-....
en
~
u
e
Responsables
Agrupaciones
Petardos en iglesias.
de izquierda,
Bombas en agencias de empleo temporal.
bandas y
Incendio de archivos judiciales.
Pablo Escobar
Incendio de establecimientos comerciales.
Incendio de buses.
Bombas en casas de gerentes de empresas .
Atentados contra batallones militares.
Bombas en casas de juego .
Lan zamiento de granadas contra residencias particulares y establecimientos comerciales.
Explosió n de carros bomba.
Voladura de Centros de Atención Inmediata
de la policía, -CAI-.
Retenes en carreteras.
Petardos en terminales de transportes.
Atentados contra sedes polflieas y diplomáticas .
ACCIONES ANTITERRORISTAS 1960-1995
EJército, Pollera , DAS , F2.
Decomiso de armamento y recursos logfsticos.
Descubrimiento de escuelas de instrucción .
Allanamientos a establecimientos públicos y residencias .
Retenes y redadas militares.
Descubrimientos de planes terroristas .
Detenciones de supuestos terroristas.
Desvertebramientos de células.
Desactivación de carros bombas.
Fuente: lnfonnació n de prensa, peri6dicos E l C o lo mbiano y El Mundo.
40
Fuente: (JARAMILLO, Ana María. El espejo empañado. Crimen y control social en el Medellín del
siglo XX. Medellín: Corporación Región, 1998. p. 40.)
Anexo K.
Fuente: (CEBALLOS, Ramiro. The Evolution of Armed Conflict in Medellín. En: Latin American Perspectives. Vol. 28, No. 1, (january. 2001);
p.116.)
ENTREVISTAS
1. ¿Cómo desestabilizaron los carteles de la droga de Medellín y Cali al Estado
colombiano?
2. ¿Cuáles fueron las principales diferencias de estos carteles en su relación con
el Estado colombiano?
3. ¿Considera usted que hubo influencia de los carteles de la droga sobre la
Asamblea Nacional Constituyente para hundir la extradición?
4. ¿Hubo en el Congreso parlamentarios que impulsaran leyes para favorecer a
los narcotraficantes? ¿Cuáles fueron estas leyes?
Entrevista a Hernando Yépes Arcila, miembro de la Asamblea Nacional
Constituyente.
1. La existencia de unas organizaciones dotadas de un fuerte poder económico
que se derivó en un fuerte poder de agresión armada, desde luego dejó en
evidencia enormes debilidades tradicionales del Estado colombiano. Mientras
en periodos de paz no es perceptible, en periodos de turbulencia como los que
se generaron a partir de la
declaratoria de guerra al narcotráfico en la
administración del presidente Betancur a raíz del asesinato de Rodrigo Lara,
hicieron ver que el E colombiano era incapaz de cumplir esa tarea de preservar
el orden público, que es su razón de ser esencial, imprescindible, insustituible e
insoslayable. De manera que el concepto mismo de Estado, entró en crisis al
no ser capaz de cumplir sus fines esenciales. Por ende, tuvieron que recurrir a
mecanismos extraordinarios en la lucha contra la delincuencia como la
extradición y soportar la elevada capacidad de intimidación de estos grupos
ilegales.
2. Evidentemente los carteles operaron de manera distinta. El de Medellín a
comienzos tuvo unos mecanismos operativos basados en la infiltración social y
es así como Don Pablo Escobar y sus aliados lograron penetrar profundamente
el tejido social y económico. Pero a raíz justamente de sus demasías y su
desafío a la estructura política del país en un momento dado -de lo cual es
expresión muy concreta el asesinato de Rodrigo Lara- llevaría a un cambio
fundamental de estrategia. El cartel de Medellín resolvió enfrentar al Estado
con los mecanismos de lucha armada y de recurso al terrorismo generando
efectos intimidatorios muy serios sobre la sociedad colombiana que se reflejan
en la voluntad de pactar la rendición en los términos en que se intentó en el
Gobierno Gaviria. Por otra parte, había aprendido esa última lección, el hecho
de que desafiar al Estado como organización armada podía producir algunos
resultados, pero era en el largo plazo una pelea perdida, entre otras cosas por
el fortalecimiento que el Estado fue recibiendo de su aliado externo: Estados
Unidos. A través de esta vía, encontraron un esquema de lucha contra el
narcotráfico,
manteniendo
la
guerra
alejada
de
plazas
y
calles
y
desarrollándola en el territorio de los países productores de la materia prima.
Como parte de ese diagnóstico, resolvieron acudir a fortalecer con
mecanismos policivos, ayuda técnica y económica al Estado colombiano.
Desde entonces eso haría previsible en el mediano y largo plazo que los éxitos
de los narcotraficantes como organización armada se vieran diluidos, hasta el
punto de conducir inevitablemente al fracaso individual de los protagonistas del
proceso. Esto llevó a que el cartel de Cali empleara una estrategia muy similar
al cartel de Medellín en sus comienzos, más bien por medio de la penetración
en el tejido social, infiltración en la sociedad, actos explícitos e implícitos para
conseguir el beneplácito y la connivencia de las autoridades públicas y la
dirigencia social: de forma tal que esa fue su estrategia. Estrategia que a su
vez hace crisis cuando deciden ejercer el factor determinante de una elección
nacional en la célebre contienda electoral del año 1994.
3. Yo no percibí como experiencia directa un trabajo que uno pudiera decir
consistente y sistemático sobre la Asamblea. Lo que sí ocurrió fue una
búsqueda de acercamiento de agentes del narcotráfico disfrazados: oficinas de
abogados que por lo menos se aproximaban a obtener información. Hubo un
par de enviados de miembros a la Constituyente que se decía habían sido
elegidos con dineros del narcotráfico o por la promoción directa de su
candidatura, sobre todo el cartel de Cali; y dijéramos a eso se reduce mi
experiencia directa. Que yo recuerde fuimos nueve los constituyentes que
votamos en contra, dejando constancia implícita de nuestra posición. De
hecho, la extradición fue proscrita por la gran mayoría de la Asamblea y la gran
mayoría apoyaron la tesis de la no extradición. De ahí no puede deducirse que
halla sido resultado de un influjo directo del narcotráfico sino que muchos de
los Constituyentes que votaron para prohibir la extradición de los colombianos
lo hicieron por convicciones ideológicas o por percepciones que la lucha contra
el narcotráfico era posible adelantarla por jueces colombianos y en
penitenciarias colombianas. De manera que no puede sostenerse en esa
aprobación mayoritaria esa tesis de que la Constituyente halla sido influida o
perneada seriamente por el narcotráfico.
4. Había un proyecto de artículo transitorio de la Constitución sobre rebaja de
penas, que aunque estaba encaminado a toda la población penitenciaria de
Colombia pues obviamente el mayor empuje y el mayor interés estaba en
beneficiar aquellos componentes de la población carcelaria que venían del
narcotráfico. Yo creo que es la única norma que puede tener esa connotación
que supone su pregunta.
Entrevista a miembro de la Asamblea Nacional Constituyente.
1. Lo desestabilizaron con homicidios, amenazas y recursos. Indudablemente
produjeron gran cataclismo de nuestras instituciones. Ejercieron todo su poder
inclusive preparándose para utilizar el terrorismo contratando expertos
extranjeros usando la violencia hasta donde fuera necesario.
2. De los dos carteles, el de Medellín fue mucho más sanguinario, usó como
arma el terrorismo, llevó a cabo homicidios en serie e indiscriminados contra
los policías de Medellín a quienes tasaba a un precio e inclusive infiltrando las
instituciones más sagradas del Estado. Me atrevería a pensar que el cartel de
Cali fue menos sanguinario y llamémoslo “selectivo” con el uso de la violencia.
3. A juzgar por un testimonio que se publicó oficialmente en el que figuró un
Constituyente que recibía compensación por su voto y que hacía parte de la
alianza democrática del M-19, no se registraron probadas otras interferencias.
Aunque vox populi se decía que hubo un lobby permanente sobre los temas
cruciales y los intereses específicos de los carteles. Por supuesto uno de los
temas fundamentales fue el de la extradición. Por ello la votación para
eliminarla fue una votación secreta. Por otra parte, muchos de los movimientos
políticos representados en la Asamblea, sostuvieron públicamente que la
justicia para los colombianos debería ser ejecutada por jueces colombianos.
Era básicamente una cuestión de principios.
4. Respecto a los narcomicos, en el caso del enriquecimiento ilícito, las normas
establecidas en la Constitución sobre este delito
son las más duras de
cualquier norma jurídica en el mundo. La Constitución Política consagró la
expropiación sin indemnización prácticamente sin fórmula de juicio.
RESÚMEN BIBLIOGRÁFICO
NOMBRE DEL TEXTO
AUTOR
DESCRIPCIÓN
TIPO DE
TEXTO
El libro es una compilación de seis autores, donde se
enmarcan los factores que conllevaron a que Colombia sea
caracterizada como un país en permanente crisis social y
política.
Académico
Comparative politics today: a world
ALMOND, Gabriel.
view.
El texto está dividido en tres partes. La primera, introduce
temas pertinentes de la política comparada. La segunda,
explica el concepto de cultura política y el proceso de
decisiones políticas. Por último, ejemplifica los sistemas
políticos en varios países: Inglaterra, China, Nigeria, Estados
Unidos, entre otros.
Académico
Narcotráfico en Colombia:
dimensiones políticas,
económicas, jurídicas e
internacionales.
ARRIETA, Carlos
Gustavo. et al.
Se centra en un estudio multidisciplinar del narcotráfico en
Colombia, donde toma la variable política, jurídica e
internacional del fenómeno, enfatizando en la variable
económica del mismo.
Académico
BAGLEY, Bruce.
Resalta cómo el narcotráfico altera la estabilidad institucional
en el gobierno de Virgilio Barco (1986-1990). En materia de
política exterior, tiene en cuenta la relación con la
administración de George H. W. Bush.
Académico
El anclaje cultural del conflicto
político.
BARRERO, José
Ricardo.
Estudio de caso que muestra el proceso de movilidad social de
tres grupos de Milicias Populares asentados en Medellín
durante 1985-1993. Asimismo, expone las características
Académico
organizacionales del Ejército de Liberación Nacional durante
1964-1994.
Contrabandistas, marimberos y
mafiosos. Historia social de la
mafia colombiana (1965-1992).
BETANCOURT,
Darío y GARCIA,
Martha.
Detalla el surgimiento de la mafia en Italia y Estados Unidos,
para luego explicar los cinco núcleos mafiosos que se gestaron
Periodístico
en Colombia, tomando la tradición de contrabando, ilegalidad y
violencia del país durante el siglo XX.
¿Qué está pasando en Colombia?
Anatomía de un país en crisis.
Dateline drug wars: Colombia: the
wrong strategy.
AHUMADA,
Consuelo et al.
Mediadores, rebuscadores,
traquetos y narcos: las
organizaciones mafiosas del Valle
del Cauca.
BETANCOURT,
Darío y GARCIA,
Martha.
Hace una relación entre las organizaciones de tipo mafioso en
el Valle del Cauca, la criminalidad, el control territorial y la
vinculación de estas con las campañas políticas.
Periodístico
Conflicto y Contexto. Resolución
alternativa de conflictos y contexto
social.
BETANCUR,
Belisario et al.
Examina los mecanismos alternativos para la resolución de
conflictos tomando el contexto jurídico colombiano. Realiza un
estudio de caso de Perú.
Académico
Nuestra Colombia: 200 años de
vida nacional.
BORJA, Jaime
Humberto et al.
Breve recuento de todos los periodos presidenciales del siglo
XX en Colombia, con sus principales acontecimientos y la
política exterior de cada mandato.
Periodístico
CASTILLO, Fabio.
Texto clásico sobre narcotráfico en Colombia que ahonda en la
estructura interna de los carteles de Medellín, Cali y la Costa
Atlántica. Posteriormente, explica cómo el narcotráfico terminó Periodístico
por pernear la democracia colombiana, lo cual se conoció con
la denominación de “narcocracia”.
Los jinetes de la cocaína
CASTILLO, Fabio.
Básicamente narra cómo se formaron los carteles de la droga
en Colombia, teniendo como punto de partida los clanes
familiares, entre ellos los Ochoa y los Rodríguez Orejuela,
ejemplificando cómo estos escalaron del tráfico de marihuana
al de cocaína.
Periodístico
Los nuevos jinetes de la cocaína
CASTILLO, Fabio.
Señala cómo operaba el cartel de Cali en el plano nacional e
internacional, su relación con la clase política y las intríngulis
del Proceso 8.000. Resume además, la guerra entre carteles.
Periodístico
En torno a la violencia en
Colombia: una propuesta
interdisciplinaria.
CASTRO, Cecilia.
Recoge varios ensayos acerca de la violencia en Colombia a
modo de recuento histórico, generando críticas constructivas
sobre esta temática.
Académico
CEBALLOS, Ramiro.
Muestra cómo la crisis de la industria antioqueña y la mafia
dieron surgimiento a nuevos actores armados ilegales en la
Académico
ciudad de Medellín: Milicias Populares, pandillas, entre otros,
que hicieron de esa urbe la más violenta de Colombia en 1991.
La coca nostra
The Evolution of Armed Conflict in
Medellín.
Historia del cartel de Cali. El
ajedrecista mueve sus fichas
Esboza los orígenes del cartel de Cali, la penetración social y
política que este adquirió hasta convertirse en un agente
CHAPARRO, Camilo. económico que obtuvo resultados políticos a nivel nacional: la
Periodístico
financiación de la campaña presidencial de Ernesto Samper en
1994.
Estados peligrosos. Oriente Medio
y la política exterior
estadounidense.
CHOMSKY, Noam y
ACHCAR, Gilbert.
Los autores explican la situación actual en Oriente Medio a
partir de los conceptos de terrorismo, fundamentalismo,
democracia, entre otros; para posteriormente abordar el
conflicto entre Israel y Palestina.
CARTAY, Rafael.
Describe las características del mercado de la cocaína, ilustra
la estrategia de represión cada vez más frontal adoptada por
Académico
Colombia y examina la propuesta de la legalización de la droga
en mención.
CRANDALL, Russell
Se focaliza en la relación que existió entre Ernesto Samper y el
cartel de Cali, donde Estados Unidos señaló al primer
Académico
mandatario de ser un enemigo en la lucha antidroga, lo cual
conllevó a la desertificación de Colombia.
Control de la cocaína: ¿Represión
o legalización?
Explicit Narcotization: U.S Policy
toward Colombia during the
Samper Administration.
Periodístico
Protagonistas, obras y sucesos del Revista Credencial
siglo XX en Colombia.
Historia
Hace un recuento detallado de los principales protagonistas,
sucesos y temas que marcaron el panorama nacional durante
el siglo XX.
Periodístico
Documental: El asesinato de Pablo
The History Channel
Escobar.
Por medio del testimonio de académicos, miembros de los
organismos de inteligencia gubernamentales y
estadounidenses; describen quién fue Pablo Escobar, cómo y
por qué se enfrentó al Estado colombiano.
Periodístico
El dinero no lo es todo.
DUNCAN, Gustavo.
Explica por qué el dinero no es el elemento angular para la
preservación de la violencia en Colombia, sino que existen
otros factores estructurales que permiten que esta se
reproduzca en los diferentes órdenes sociales.
Académico
Los señores de la guerra
DUNCAN, Gustavo.
Es la historia detallada del surgimiento del paramilitarismo en
Colombia, donde se resalta la lucha por el control territorial y
población con las guerrillas.
Académico
Derecho Penal General
GAITAN, Bernardo.
Expone las nociones básicas del Derecho Penal General, sus
principios e historia.
Académico
En el presente ejercicio periodístico, se narra la proliferación
del crimen organizado en Colombia, Brasil y México, señalando Periodístico
las características que adquiere en cada país hasta el 2008.
Mafia & Co.
GARZON, Juan
Carlos.
Comisión de la verdad sobre el
holocausto en el palacio de
Justicia de Bogotá del 6 y 7 de
noviembre de 1985.
Plasma los hechos que antecedieron a la Toma del Palacio de
GÓMEZ, Juan Anibal Justicia, la relación existente entre el M-19 y sectores del
Informe
et al.
narcotráfico, cómo se llevó a cabo la toma y cuál fue la postura
adoptada por el Gobierno nacional.
¿Lo que el viento se llevó? Los
partidos políticos y la democracia
colombiana (1958-2002).
GUTIERREZ,
Francisco.
Reseña la crisis tradicional que padecieron el partido liberal y
el conservador, pero centra su estudio en el comportamiento
electoral y los gobiernos del Frente Nacional, llegando hasta
las elecciones presidenciales de 2002.
Académico
How to stop the drugs war
The Economist
Este artículo muestra el fracaso de la guerra contra las drogas
liderada por Estados Unidos en Colombia y abre el debate de
la legalización.
Académico
Este documento, da cuenta de cómo el crimen organizado
adquirió un carácter multivalente y a su vez transnacional.
Académico
Recuento analítico y detallado sobre las relaciones entre
Colombia y Estados Unidos durante el siglo XX, mostrando los
principales logros y desaciertos de esta.
Académico
Estudio alusivo a la situación actual de América Latina como
primer productor mundial de cocaína. A grandes rasgos,
explica el papel de los principales países afectados por el
tráfico de drogas, entre estos, el cono sur, Brasil,
Centroamérica, el caribe, Europa y Estados Unidos.
Informe
El Crimen Organizado
Transnacional y el Estado Nación.
Instituto de Estudios
Estratégicos de
Buenos Aires.
Colombia: una nueva
sociedad en un
mundo nuevo.
Informe de la
Instituto de Estudios Políticos y
Comisión de Análisis
Relaciones Internacionales (IEPRI)
y Recomendaciones
sobre Las Relaciones
entre Colombia y
Estados Unidos.
International Crisis Group
La droga en América
Latina I: perdiendo la
lucha. Informe sobre
América Latina No.
25, 14 de marzo de
2008
International Crisis Group
La droga en América
Latina II: optimizar
Este informe presenta las políticas antinarcóticos de los países
las políticas y reducir
anteriormente mencionados y concluye que los costos
los costos. Informe
financieros, políticos y sociales continúan siendo elevados.
sobre América Latina
No. 26.
Informe
JARAMILLO, Ana María.
Entre la encrucijada:
conflicto y cultura
política en el Medellín
de los noventa.
Detalla cómo la crisis antioqueña y la irrupción de la mafia en
el escenario local, facilitó la creación de combos, pandillas y
milicias urbanas que terminaron prestando sus servicios al
narcotráfico.
Periodístico
KRAUTHAUSEN, Ciro y
SARMIENTO, Luís Fernando.
Cocaína & Co.
Hace explícito cómo funciona el mercado de la cocaína y
cuáles son los recursos que los narcotraficantes utilizan para
hacer próspera la industria ilegal, al igual que da una mirada a
las redes clandestinas.
Académico
LAIR, Erick y SANCHEZ, Gonzalo
Violencias y
estrategias colectivas
en la región andina:
Bolivia, Colombia,
Ecuador, Perú y
Venezuela.
Habla sobre las dinámicas del conflicto armado en la región
andina. Tiene en cuenta el fenómeno guerrillero y paramilitar
Académico
en Colombia, el extinto grupo guerrillero Sendero Luminoso en
Perú y las comunidades indígenas del Ecuador.
LÓPEZ, Andrés.
El cartel de los
sapos.
Relata la historia de la organización criminal que sucedió a los
carteles de Medellín y Cali en el negocio de la cocaína: el
cartel del norte del Valle, sus luchas intestinas y cómo pasó a
ser objetivo de las agencias antinarcóticos de los Estados
Unidos.
Académico
LOZADA, Rodrigo y CASAS,
Andrés.
Enfoques para el
análisis político.
Historia,
epistemología y
perspectivas de la
ciencia política.
Precisa la historia de la Ciencia Política en Europa y Estados
Unidos, las principales escuelas de pensamiento e ilustra 20
enfoques para el análisis político.
Académico
MOCHON, Francisco
Principios de
Economía.
Manual sencillo para estudiantes que deseen obtener un
conocimiento básico e introducirse en la microeconomía, la
macroeconomía y el comercio internacional.
Académico
MORALES, Gustavo.
Los ajusticiamientos
a la justicia: El
magnicidio del ex
Toma el asesinato del ex Ministro de Justicia Rodrigo Lara
ministro Rodrigo Lara
Bonilla como hecho detonante a raíz del cual el cartel de
y la génesis del
Medellín le declara la guerra al Estado colombiano.
“crimen
ejemplarizante” como
arma de poder.
Académico
PARDO, Rodrigo y TICKNER,
Arlene.
“En busca de aliados
para la “Seguridad
democrática”: la
política exterior del
primer año de la
administración
Uribe”.
Puntualiza cómo el gobierno de Andrés Pastrana abordó el
conflicto armado interno. Acto seguido, recalca la ejecución de
la política de seguridad del presidente Álvaro Uribe, la cual
apuntaló a someter a los actores armados ilegales y en
especial a las organizaciones guerrilleras.
Académico
PECAUT, Daniel
Guerra contra la
sociedad.
El autor, por medio de una serie de ensayos, efectúa un
estudio generalizado de la violencia en Colombia desde la
Académico
década de los ochenta hasta finales del siglo XX, recalcando la
importancia de la población civil como víctima principal.
PIZARRO, Eduardo
Una democracia
asediada balance y
perspectivas del
conflicto armado en
Colombia.
Este académico hace una caracterización del conflicto armado
interno en Colombia, dilucidando los costos políticos, sociales y
económicos que ha generado para el país, así como la
Académico
implementación del Plan Colombia; explorando finalmente la
posibilidad de una salida negociada al conflicto.
RETTBERG, Angelika.
Business Versus
Business? Grupos
and organized
business in
Colombia.
Aborda el deterioro que sufrieron las relaciones entre Colombia
y Estados Unidos a raíz de la infiltración de dinero del
narcotráfico como elemento decisivo en la victoria presidencial
Académico
de Ernesto Samper sobre Andrés Pastrana. Revela, además,
la lógica bajo la cual operan los grandes grupos económicos
del país.
RIZO, Harold.
Evolución del
conflicto armado en
Colombia e
Iberoamérica
El autor pretende dar a conocer el origen y desarrollo del
conflicto armado en Colombia partiendo del siglo XIX, haciendo
hincapié en la violencia bipartidista y examinando los Procesos Académico
de Paz desde Belisario Betancur (1982-1986) hasta la
presidencia de Andrés Pastrana (1998).
ROCHA, Ricardo.
La economía
colombiana tras 25
años de narcotráfico.
Este estudio, examina la variable económica del narcotráfico
en Colombia durante el último cuarto del siglo XX, presentando
Académico
evidencia empírica y valiéndose de la interpretación
estadística.
ROJAS, Diana Marcela. et al.
Nuestra guerra sin
nombre.
Transformaciones del
conflicto en
Colombia.
Los autores abordan temáticas tales como la regionalización
del conflicto colombiano, las dinámicas y estrategias de los
actores armados ilegales (FARC-EP, ELN y paramilitares); y
cómo a raíz de esto ha sido afectada la democracia
colombiana.
SALAZAR, Alonso.
La parábola de
Pablo. Auge y caída
de un gran capo del
narcotráfico.
El periodista Alonso Salazar, hace un relato histórico de la vida
del criminal civil más grande del siglo XX en Colombia: Pablo
Periodístico
Escobar. Reseña cuál fue su evolución y cómo lideró uno de
los carteles de droga más poderosos del mundo.
SALAZAR, Alonso.
Medellín: las
subculturas del
narcotráfico.
Expone cómo la mafia en Medellín impulsó fenómenos como el
sicariato, alteró los patrones de comportamiento e irrumpió
violentamente en la ciudad. Lo anterior, evidenciado en la
Periodístico
proliferación de actores armados ilegales que impusieron su
hegemonía utilizando el recurso de la violencia.
SALAZAR, Alonso.
Toma como objeto de estudio a los jóvenes provenientes de la
No nacimos pa‟
comuna oriental y nororiental de Medellín, para explicar el
semilla. La cultura de
papel que desempeñaron en la exacerbación de la violencia en Periodístico
las bandas juveniles
la ciudad durante la década de los ochenta y principios de los
en Medellín.
noventa.
Santana, Adalberto.
Narcotráfico:
fenómeno social y
económico.
Propone una concepción del narcotráfico más allá de la
meramente económica y social, acotando que este es un
fenómeno “agro-industrial-comercial y financiero” que se rige
bajo la lógica del mercado, siendo la actividad más rentable a
nivel mundial.
Académico
SARMIENTO, Libardo et al.
Plan Colombia:
ensayos críticos.
Revisa los fundamentos del Plan Colombia, poniendo de
manifiesto la guerra contra las drogas y la internacionalización
del conflicto armado.
Académico
Académico
SCHELLING, Thomas
Choice and
consequence:
perspectives of an
errant economist.
Este premio Nóbel de Economía, sostiene que a la hora de
tomar decisiones, la racionalidad tiene un carácter ambiguo.
Para ejemplificarlo, se apoya en tópicos éticos, jurídicos, la
teoría de juegos y la industria del crimen organizado.
SERRANO, Rosso José
Jaque mate. De
cómo la policía le
ganó la partida a “el
ajedrecista” y a los
carteles del
narcotráfico.
Rosso José Serrano, ex director de la Policía Nacional de
Colombia, cuenta en detalle cómo desvertebró al cartel de Cali,
Periodístico
haciendo un recuento biográfico de la vida de sus máximos
jefes.
SOLIS, Luís Guillermo y PEÑAS,
Mercedes. Educación para la paz.
Explica los conceptos de conflicto, guerra y violencia, y
Educación por la paz. muestra las posibles vías para construir la paz, tomando a
Centroamérica como estudio de caso.
Council Common
Position of 27
December 2001 on
The Council of the European Union
the application of
specific measures to
combat terrorism
Señala la posición de la Unión Europea en cuanto a los límites
para definir el terrorismo.
Académico
Académico
Académico
THOUMI, Francisco E.
El imperio de la
droga. Narcotráfico,
economía y sociedad
en Los Andes.
Estudia la historia, estructura y efectos de la industria de las
drogas ilícitas principalmente en Suramérica y Estados Unidos,
Académico
y las políticas adoptadas por los distintos gobiernos para
contrarrestar este fenómeno.
THOUMI, Francisco E.
Illegal drugs in
Deja claro los efectos sociales, políticos y económicos de la
Colombia: From
industria del narcotráfico en Colombia, explicando cómo los
Illegal economic
carteles de la droga desarrollaron sus redes ilegales.
Boom to Social Crisis
Académico
TICKNER Arlene, et al.
Basado en diez artículos, enseña cómo el conflicto interno, la
Prioridades y
guerra contra las drogas, el panorama actual de los derechos
desafíos de la política humanos, el terrorismo, entre otros, afectan las relaciones de
exterior colombiana
Colombia con los países vecinos, el Caribe, la Unión Europea,
y en particular, con Estados Unidos.
Académico
TOKATLIAN, Juan Gabriel.
Colombia en guerra: Examina la relación entre la política doméstica y la política
las diplomacias por la exterior, valorando seis gobiernos sucesivos: (Turbay,
paz.
Betancur, Barco, Gaviria, Samper y Pastrana)
TOKATLIAN, Juan Gabriel.
Entorno a la
extradición.
Resume la opinión personal del autor frente al controvertible
tema de la extradición, reconociendo la postura de Estados
Unidos y los intereses de los narcotraficantes.
Académico
TOKATLIAN, Juan Gabriel.
Globalización,
narcotráfico y
violencia.
Toca diversos temas sobre narcotráfico y violencia en
Colombia, entre los cuales se destacan el crimen organizado,
la fumigación de cultivos ilícitos, la polémica sobre la
legalización de las drogas y la relación entre política interna y
política exterior.
Académico
TORRES, Edgar.
Mercaderes de la
muerte.
Es un recuento de la génesis del cartel de Medellín que
muestra detalladamente las operaciones puestas en marcha
por la organización narcotraficante.
Periodístico
WEBER, Max.
El político y el
científico.
Explica coloquialmente el concepto de política desde una
perspectiva holística, tomando como punto de partida el
concepto de Estado y analizando las relaciones de poder y
dominación entre los individuos.
Académico
Académico
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