diario católico - Hemeroteca Digital

Anuncio
i^Bi
ím
MADRID, DOS DE MAYO DE 1876
ANO I
m
D I A R I O CATÓLICO
m
iiiiiii
mi
iiiiii
üWPl 'i
•Ülillir
h^'llili'ir!;
!í|! •
m
j
ülíS^
lí
i I'
ii|i'ii
;'r-
Orlamos hoy de luto nuestro peñódioo
por no interrumpir la costumbre e-itableoida de antiguo: pero hoy no es dia de luto,
hoy es dia g-loriosísimo para lodo espafiol
que conserve en su alaialafé cristiana y el
amor ;i la patria en que se engendró la
guerra de la Indejieudencia.
Vencer no es siempre gloria: puede ser
obra del ni'imero, de la casualidad, de la
traición vergonzosa. Morir ])eleando contra
los fniemigos de Dios y de la patria, como
murieron Daoiz, y Yelarde, y Huiz, y todas
las in.signes víctimas del iJosile ^layo. del
sitio de Zaragoza, del sitio de fierona. era
en España cosa comuJi rji icóriHente, fué
siempre heroísmo qu^j^íl|nira^TÍ^' todos los
corazones giMierosos. > •"' ,
¡Dormid en paz, víctimas hei'ói«?as de la
Independencia española! Vosotros no qui«steis consentir que planta extranjera hollase el suelo de la patria; vosotros no quisisteis que los errores de la revolución francesa quebrantasen la fé y mancJiasen la
honra de esta hidalga y cristiana patria de
mártires, de Santos, y de héroes cristianos;
vosotros supisteis morir como cri.«tianos }'
como españoles.
¡Sea vuestro heroísmo perpétuametite admiración y ejemplo de e.sta desdichada patria por quien disteis la vida!
•Mí
m
Jll
'iflHiii
1 í
lil
Por falta de tiempo y de eíípacip no hablamos el sábado del discurso pronunciado
el viernes por el Sr. Fernandez y Jiménez.
Ni hoy hablaremos mucho de él, porque su
señoría se entretuvo príncipalmeute en contar horrores de IR Inquisición; y nosotros,
que procuramos tratar á fondo todas las
cuestiones que se presentan, después de
haber dicho todo lo que sabemos de la unidad católica, nop proponemos decir todo lo
que .se nos alcance de la Inquisición.
Pero el í>r. P'ernandez .Jiménez sostuvo
una tesis que nos parecii) peregrina, y queremos someterla al buen juicio de nuestros
lectores. En concepto de su señoría, las
glorias y grandezas de líspaña pertenecen
al Catolicismo, y en esto coincide su opinión con la nuestra y con lo que cuentan
las historias: pero no ¡¡ertenecen á la unidad cat()lica, porque, en sentir de su señoría, y en este punto coincide su opinión coh
la de La Nueva Prensa, < si hay algo castizo es la tolerancia.»
Esta opinión eclia por tierra la sentencia
generalmente admitida en las escuelas liberales, que nunca se hartan de vociferar
contra la barbarie y la intolerancia de los
siglos del oscurantismo. Pero el caso es
que también la opinión del Sr. Fernandez
Jiménez viene al suelo, sí no tiene mejores
fundamentos que los que le puso el orador
de la mayoría.
Seria largo examinarlos todos, \ aun decir de cada uno todo lo necesario: ])ero vamos á pasar en revista algunos.
0ice el Sr. Fernandez y Jiriienez que «más
de la mitad dehímperío de los visigodos estuvo comi»artído entre arríanos y católicos.) Cierto, que lucharon, de una píu'te,
hasta martirizar á San Hermeneg'ildo, y de
otra, hasta echar del trono el error y poner
á España bajo la protección de los Concilios de Toledo. Lo cual prueba que ya entonces los cri.stianos españoles no se contentaban con menos que con el imperio de
la verdad.
Añade el Sr. Fernandez y Jiménez que
«después del decantado triunfo de Recaredo, los pueblos se hallaron, fuera por lo que
fuese, en tal estado, que tuvieron que llamar al primer infiel que se encontraba á las
puertas de España.»—Aquí no hay grande
propiedad en los términos, ni rancha claridad en prescindir de las causas, que era lo
que importaba averiguar.
No fueron los pueblos, fué D. Julián, fueron los hijos de Witiza, fueron unos cuantos ambiciosos traidores, los que, aprovechando la circustancia de estar el rey ocupado en sosegar otras discordias, abrieron
las puertas de España á los moros, y se pasaron á ellos en Guadalete, haciendo traición al rey y á los pueblos, qne pelearon
Btf5^^^g_Js3=^
liasta quedar destrozados. Los traídonjs
querían que lus moros les ayudaran á apoderarse del goljíerno. y los moros, eng-añándolos bonitamente, se lo apropiaron. No
es el único caso de que hablan las hi.'torias. En cuanto á los pueblo.s, desprevenidos como estaban, se rindieron al usurpador, no sin resistencia muchos. Y no solamente los que se guarecieron en Asturias
y en las Peñas de San Juan, sino Teodomiro en la tierra que de su nombre se llamó
tierra de Tadmir, y lo.s Lope y los Muzas en
las continuas rebeliones d(í Toledo y Mérida, y el insigne Omar-ibn-H;ifsun, fundando el extenso y cultísimo reino que tuvo
por cabeza á Borbastro, y poco antes los
gloriosí.siraos mártires de Córdoba, y la
constancia de los héroes de la Reconqui.sta
que no dieron por terminada su obra hasta
llegar á Granada, prueban que la E.spaña
eristiima aspiró conslantiunente á la unidad
de sil fé, aun- en los tiempos tristísimos en
que fuerza mayor se oponía. Sin que diga
nada contra esto aquel partido exiguo Cristian o-árábigó que hubo en el siglo XI, que
era enemigo de los mártires, que quería
conciliar 1« verdad con las abominaciones
del Koran, que llamaba exageración á todo
lo que no era, transigir eon el despótico vencedor: raza miserable^ ruin de esclavos,
dispuestos siempre á hincar la rodilla y sa^
crificar su couGi'ehcia a quien les pueda hacer daño ó darles vm"pedazo de pan.
Pero llevada á feliz término la Reconquista, hubo en España moriscos, hubo j u díos: y esto, en sentir del Sr. Fernandez y
Jiménez, prii^ba que la tolerancia que ahora .se quiere legalizar es lo castizo en España.
Falta, sin embargo, u a elemento indispensable para que la tolerancia de ahora se
asemeje á la tolerancia de entonces: falta
- aquel tril^unaJ que velaba por la pureza de
la doctrina, é impedia á ios judíos y á los
moros proj)a.gar sus errores y al)oniinacioiics. ¿Es que el Sr. Fernandez y Jiménez
(juiere estal)lecer ahora otro tribunal semejante que p<mga coto á la propaganda do
Jos enemigos que boy tiene la verdad? Y si
Ho (pücrc esto, ¿cómo ])i('tende igualarlos
tiempos de la inquisiciou con los tiempos
ipic corren?
Y porque los judíos y los moriscos eran
un peligro constante para la tV' y para la
paz de España, fueron expulsados: y la intolerancia ingénita en el pueblo español,
que movido por ella derramó á torrentes su
sangre y llevó á cabo hazañas portentosas,
viü.se al fin por completo satisfecha: y España fué, como dice un poeta del poderío
de Felipe 11,
de herejes y de moros e.scarmienio.
firme rival del Támesis umbrío,
duro azote del Sena turbulento.
temido en Flandes, respetado en Trento.
Y desde el mar de Luso á la Junquera,
hubo un cetro, un altar y una bandera.
Diga el Sr. Fernandez y Jiménez que él
es liberal, que á él no le agrada el espíritu
español; p(U'0 no niegue, porque resplandece como la biz del dia, que el carácter
peculiar de la historia de E.spaña es el amor
inquebrantable á la unidad catcdica, que lu
hizo grande en el mundo.
El Sr. Batanero coiitínu(') ayei- su interrumpido discurso en defensa de su enmienda k la base 11.", y ¡Prosiguió diciendo, como el sábado, en estilo .'laño, lo mejor y
más i)ráctico que hasta ahora se ha dicho
en e-stas Cortes contra la base constitucional.
Además de las curiosas citas que hizo de
los Sres. Cánovas del Castillo, Alonso Martínez, Bugallal, Moreno Nieto, Sagasta, que
en otro tiempo defendieron la unidad católica, repitió, para empezar, el cargo que ya
el sábado habia hecho al Gobierno, con denegación del Sr. Cadórniga, pero con aprobación explícita y terminante del señor presidente del Consejo de ministros.
Hé aquí los dos primeros párrafos de su
discurso de ayer:
«Kl ai prommciado por el i^r. Cánovas intornimpiendo mi discurso en la sesión anterior,
vino á (lar mayor fuerza á lo que tuve el honor
de consignar al principio de mi peroración, ó
sea, que el Cohierno presidido po;- el Sr. Cánovas, en'vez de haber dejado compiotamente libre en las eleociones la cuestión religiosa, habla excitado á los gobernadores para que cometiesen las violencias que dejé expuestas, y que
eonqu-obf' con im telcín-ainn, del fí'obornarlor de
bi ('oruiia.
También dcmostri' que. los gobernadores huhian exaierado su celo hasta el extremo de dar
ordenes á los alcaldes para impedir á fodo trance que se ejerciese el derecho de petición en ta^•or do la unidad religiosa: de lo cual deilucia y
deduzco yo que una libertad ó tolerancia de cultos planteada en Kspaüa por estos procedimientos nace sin autoridad ninguna y es diíícil
que jmeda ser respetada.•>
Esto, como se ve, era grave. Tan grave.
que insi.sliendo en ello después, cuando en
el salón habia más diputados, produjo
grandes y repetidas protestas é interrupciones.
—Aqui está el parüdo moderado. Vo he
sido siempre, yo sigo siendo moderado.
Créanos su señoría, y apresúrese á f»nterrar f^se cadáver, que hiede.
Publicamos integTo el extracto oficial de
la breve y elocuente improvisación que
ayer prontmció el Sr. Pidal y Mon t^i el
Congreso.
Aludido por el Sr. León _v Castillo, que
quería saber dóinh» eslaba el ])artído mudei'ado, si en la cínudlincion. ó con los iniransig-entes, levantóse el Sr. Pidal, y juntando
hechos verdaderamente gloriosos de su padre, la espedicion á Roma en 184VL sus protestas contra la abolición de los diezmos y
contra la desamortización, hizo el periodo
más elocuente que hemos oído de sus labios. El Sr. Pidal añadió: -de ese partido
moderado vengo.»
Después, el Sr. Pidal y Mon pintó de mano maestra las liberalidades del partido
moderado conciliado, y exclamó:—<;Sí este
es el partido moderado, yo reniego de ese
partido moderado. >
;Qué ganas tenemos de oírle e.»ita exclamación en absoluto, sin distinciones, y verle fuera de un partido que, como su señoría recordí'i, defendió la unidad católica
cvuuido la defendía el partido progresista,
esto es, cuando en España le era al liberalismo absolutamente imi)osíble enseñar las
garras!
los abismos.
Decía ayer el Sr. Moyano:
—Dicen que somos pocos, que no somo.-!
más que dos los moderados. No importacon dos ruedas anda un carro.
No. ?¡ no hay quien tire.
iif'hii'í
in
Dice el Sr. Cardenal, que 'el gran partido moderado/ ha dejado profundas huellas.
;Y tan profundas! COTÍ la profundidad de
El señor conde de Llobregat, es decir,
vnio'de los hombres más caracterizados del
periódico intitulado La líspaña, que tanto
se incomodó con iKJSotríjs cuaudo digimos,
como es evidente, (¡ue era católico-liberal,
impugnó ayer con facilidad de j)alabra y
excelentes formas la liase 11.''del ])royecto
constitucional.
Su señoría dijo que su conciencia le im])edia seguir al actual ministerio en la cuestión religiosa; jjero «pie fuera de eso, no
sabia qué otra cosa pudiera haber en que
él estuviese en frente del Sr. Cánovas del
Castillo. Dijo más sn señoría: dijo que él
condenaba el liberalismo religioso, pero no
el político, ]jorquc en política también él es
liberal.
¿Aún no .^e ha enterado el señor conde de
Llobregat que precisamente en poHtica
es donde está, el daño? ¿Aún no ha averiguado el señor conde de Llobregat que el
liberalismo es la forma política del error,
que vestido de religioso se llamó protestantismo, y vestido de filósofo se llamó i-acionalismo?
Si alguno dudaba ai'm, duda que parece
inverosímil, ahí tiene la confesión'explícita
del señor conde de Llobregat, (}ue defiende
al mismo tiem])0 la unidad católica y el liberalismo en i)olítica.
Y nosotros ¡¡reguidamos: ¿Qué unidad católica <leíi(mde su señoría? ¿La unidad del
credo católico? Pero esa no se discute en (d
Congreso. Trátase de la unidad católica en
España, no en la Igh^sia. Trátase d(d libei'alismo que no quiere consentir el jirinciiiio
católico en la ley política, y del principio
católico, que condena el principio liberal de
la libertad de cultos.
¡Válganos Dios! ¿Se atreverá ya ninguu
incauto á decir (pie exageramos, cuando
sostenemos que, ora triunfe la base 11.%
ora la libertad de cultos ó la unidad católica que defienden los moderados, el resultado seria idéntico?
Ayer se perdió u a partido en el salón de
sesiones del Congreso.
—¿Dónde está el partido moderad o?—preguntaba el Sr. León y Castillo.
—Yo no sé dónde está el partido moderado,—decía el Sr. Pidal y Mon.
—¡El partido moderado ha muerto!—exclamó el señor conde de Toreno.
El Sr. Moyano, recogiendo el muerto,
dijo:
Kl Sr. Cardenal preguntaba .tyer conmovido á lo.-', moderados: ¿Quién ha dadí.t de
recho á los señores de en freme para ineer
se más catidicos que nosotro.5?
V tenía razón su señoría. La base ii.%
.según interjjretacion del Sr. Cardenal, no
concede á los cultos falsos más que un tem
pío inviolable mientras viven y un cementerio donde descansar después de muertos.
Algo más da la base 11."; pero también
daba más el Sr. Moyano, qne hoy capitani'a
la minoría que se opone á la base 11.": también daban más los otros moderados que
con él firmaron aquella famosa exposición
en que juntamente se pedia la unidad católica y se tributaba respeto á los fueros de la
conciencia infitd.
Y lo que es en la jiráctica, por mucho que
la conciliación haga, no dejará huellas má.s
profundas qne ha dejado en pos de .si el
partido moderado.
R E V I S T A POLÍTICA
Para acabar de (|uitar interés al debate
constitucional y á la cuestión religiosa,
i{\w. en estos momentos está sobre el tapete,
la de Hacienda ha tomado tales proporciones desde ayer, que absorbe por entero la
atíMieion de los liombres público.s. y es el
único tema de las conversaciones en lo.',
círculos jioliticos.
Como habíamos anunciado, se celebró en
lil sección tercera del Congreso, á las dos
th- la tarde, la reunión de los diputados
(|ue no (>stán cmiJbrnu's c(m los piamos rentísticos del Sr. Salaverría. Su número ascendía. (MI los jirímeros momentos, á 106,
siendo todos mi(>mbro.s de la. mayoría, escepcion hecha del Sr. D. Claudio Moyano.
LJl í/jiparcial. recogicTido inlbrmes de vari(;s diputados pertenecient(!S á diversos
grupos de la Cámara, ha hecho la siguiente
reseña, de lo ocurrido en esta importante
reunión, donde ha quedado malparada la
disciplina de las huestes mini.steriales, como verá el que leyere los párrafos qu(! siguen.
Dice así:
'Ocupó la presidencia, por aclamación de los
presentes, 1). Nicolás Hurtado, tercer vicepresidente del (yon^reso, y acto continuo t). .fosé
Emilio (le los Santos iisií de la jialahra. niaiii
íestando que aquella reunión no tenia carácter
político, ni donúnaba en ella espíritu d(> oposición al Gobierno, puesto ipie solo se trataba de
ponerse de acuerdo sobre varios detalles del presupuesto, para dirií?ir después observaííiones al
scíior ministro de Hacienda, encaminadas á. obtener reformas convenientes á los intereses del
país.
Añadi(í (pie á su juicio era conveniente, y aun
necesario, concertar el nmor número de volunta.(les |)osibles para tormujar leales obsei'vaciones al ministro de Hacienda sobre varios puntos (le sus planes, que de aprobarse tal y como
se proponen, causarían grandes perjuiciüs á los
intereses generales, lastimando otros particulares dij-'nos de respeto.
Kl señor maniui's de la Vega de Armijo maniícstü á su vez. (¿ue se hallaba en un todo confornie con las apreciaciones del Sr. Santos, y
que á ambos y á otros yuugos c.orrespundia la.
iniciativa, de la reunión que habia sido anunciada j)or los periíidicos.
Kn este estado, tomada nota de los diputados
]iresentes. entró el señor ministro de la Gobernación, y combatió desde luego la tendencia de
la reunión, que en su concepto era de abierta
oposición al Ctohierno. Til Sr. Santos 3' yo, dijo,
somos duchos en la política, y no podemos engañarnos acercado los propósitos ((ue animaban
á los autores anónimos de la convocatoria.
Todas las disidencias, continuó diclímdo, empiezan generalmente afectando lealtad á, los (iobiernos, y elijíiendo cuestiones que, ea apariencia, no (entrañan importancia política: \ «ies
pues manifestó que (íl no ])odi» nn'nos (le declarar (jue el Gobierno consideraba como de
oposición la actitud de los diputados allí ri-unidos para tratar de los presupuestos, que es
quizá el proyecto más político dií cuantos sipresentan á unas Cortes ordinarias.
Añadió que no le eonvencian las protestas: de
fidelidad al Gobierno liecbas ])or los señorc"
.d'i,"'
Hl
ji-i
I 'l'¡
EL: SIGLO FUTURO
'Nc queremcs ni ácbemor: orapf.rric:' áe todo ¡
marqués áe la Vega de Armijo j Santos, porque entre otras cosa"; recordnba, que cuando ei 10 ocurrido en la reani.-.ii lie a .'.;r. N.» podemos
Sr. Topeto inició el movimiento do Cádiz, lo crerr que haya, por oirajierte, d pj-xipfísítu de
Jiizo íil grito d(^ «;Viv!i la roin!i!> que al fin se coartar la libertad de los diputados ÍIIKÍ en uso
convirtió en otro de expatriación para a(¡uella de su pri)i)íii ini(!Íativa y de su propio di-recho
se habían reunido para tratar d(! la ciü'stion de
augurita seíiuru.
Dirigiéndose después al Sr. Hunto-s, dijo que ¡iresupuostos, indep(íudit!ntoiueiittó do la eoiní:i íjiieria erigirse en ¡ele ile l:t niu\on;i |iaraiia« síoii, cowpvéii" fie su, m(iyoría,':'(le -«tfinUados j)ú¡lOnersa ojdniíin. lo hicier^i en buena liorájporo hlicos,n(> derepresenttóte> dé'la? fuei*7,a> vivas
de la nación, (pir son l4S direci^aaienti» intere.jVieel, como niicniijro del (ioldi-rno, estaba en
rl deber de diir bi vo/ de nlert:i lí lo.s diputHdos sadas en que se bagan todas las ecónumias p o ^.illles, se supriman los gastos supíTiiuie; y se
(|m! hubieran asistido ;'i h[ reunión e{|u¡voeado9
busquen recursos en las reformas deíjue es susi-espiK'to ú su trii>cri;d''i!eei.
l))i(j fíinibien (pe' id ('iobienio no se le debe ceptible nuostrij sistema ^ellll¡Ilistrati\(J.
A los diputados no puede iirivárscles de su
i-oniJjMtir V derrotar lie SO-1:I\()Y con torcidos
propia inicialí\ a: .seria un gi-avísime mal (¡ue
iirocediini'entos, sino de irente y noblemente,
se quisiera declarar cnrtmigo del Gobierno á los
iieudiendo al (Jongreso, } solicitando jior medio
de discursos razijnndos, voti.i.s favorables á bis ijuc- en cuestiones dadas no lesiguies.'n ni/lmuln
;. ro^iii'd'i, l,,is reiiresentanles (bd ])aís tienen (d
reformas ([ue se ]jroi>ongMn.
Por último. 1-1 Sr. líoniero Robledo, desjmes derecho, y más ([Ue todo, (d deber de (>studiar,
examinar y liiscutir todos bis asuiitos (jue afecde insistir en que el carácter de la reuiuon era
tan al iüte'n's general, y cuantoen contrarío senhostil al Gobierno, se dirigió á los asistentes y
dijo que se marchaba, excitando á (¡iie se uiar- tido se liicíí'."('.'//'/,• í/!'./6',v ¡¡iicra (,vc sea. no procliaran con él los diputados íieles al Gabinete, duciría más qae hondas perturbaciones y consíícuencias en exti'cmo lamentables.»
entendiéndose inie los que se (luedaban levantaban bandera de oposición.
En otra parte ,se liace car^J-o de una n o t i El presidente, á propósito de lo manifestado
cia
de La Tríbv/iia, en (pie este jiericídico
por el Sr. liomero Robledo, lijó nuevanunite el
dice que m u c h o s diinitados de la mayoría
objeto de la reunión, diciendo, que no podían
aceptarse las teorías del señor ministro. j)orqne
oyeixiu con ^irofundo dísg'ustu. que no ocultodos los diputados (poilian oi-ujiarse dignamente de toda clase de enestioues ecojiónücas. taron á nadie, lasjialabras d(d .señor mini.sV que tal lialiiaii sido ]()S precedentes ilel Parlatro de la fioliernacidn en la reunión de la
mento.
sección trnaan-a, y añade-.
El Sr. Santos roctáticó las afirmaciones del
• Lo úiiicii (|ue»diciui (>s (pie no parece sino
.Sr. RomiTo Robledo, coiidolióndose de las i]rque el Sr. Romero líobledo. con su excesivo
elaraciones ilc este, extrañando (jue prmí'trara
en el sagrado de sus intenciones y ianientándo- celo, pretende pi-ivar á los dí])utados de su prose de que, bajo la presión <!e una umi-na/.a mi- piía \" legílinia inici;itíva y de (|ue. sinfréria av,nisterial, pudieran qn(>dar coartadas bw facul- loriíacinii. tiel (iiiiiieriai. se ocujien de los intereses generales d(d país, por((ue a(|UÍ se pretende
tades de los d\]intados. cuando se trataba úni(|ue todo sea cuestión política y á todo se le
camente de meditar y presentar otras soluciones
(¿uiere dar carácter de tal. >
<iue dieran al Gobierno medios de continuar
gobernando, sin grave daño para los intereses
Más abajo escribe t a m b i é n IM
Patria:
generales del país; añadiendo que. conocida la
A.Vnoch(^ no se hablaba de otra cosa en los
preferencia que el liabia dado siempre á las círculos ¡lolíticos que di> los incidentes áque dio
cuestiones de inf(!reses materiales, las imlicalogarla repentina presímlacion del señor micioncs d(d Sr. Roniero Robledo no tenían más
nistro de la Gobernación en la sección tercera
objeto (jue d(!s\iiuecer una reunión, á (pie todos habían acudido guiados de los más nobles del Congreso.
Cooio nuestros lectores comprenderán, el hepropósitos y animados del más sincero patriocho se nurntaba de difenmtes modos. >
tismo.
VA asunto dará jueg-o.
El Sr. Romero Robledo volvió á Rabiar para
hacer manifestaciones que parecieron grav^'S á
todos los presentes, pues se reducían á df-cbn-ar
que el Gobierno consideraría de oposición á los
individuos de la mayoría que se ;.'uuier:iu para
tratar de la cuestión de presupuestos sin conoEl Cabildo catedral y Beneliciados do la sancimiento del ministerio, y (pie éste, en la eventualidad de dejar sil cartera el Sr. Salaverría, ta iglesia de Gerona, usando de su derecho,
seguiría la suerte do su compajiero.
acuden respetuosamente á las Cortes del reino
El Sr. ¡Ichalecu y el Sr. Nunc/. de Prado ha- para manifestar ,su ]irofunda é inquebrantable
blaron tamliíen p a k protestar de su mínisteriaadliesi(m á las exposiciones que los Excmos. é
lísmo, añadiinido ([ue su asistencia á aquel aelo
limos. Prelados españoles, y señaladamente los
no podía considerarse como un síntoma ¡b- opo
de esta provincia e(desiástica, han dirigido, ya
sicíon.
El Sr. Moynno se levantó entonces para decir
á S. M. el re\ (J. 1). (i.:, ya á las Cámaras, con
íiuo en ef.-cti), al acudir á bt cita había prescinel olijeto de qu(! la unidad religiosa sea garandido de su cará-tcr de franca oposición al Gobierno, puesto que creía ([ue las cuestiones eco- tida por las leyes jiátrías.
nómicas debiari'tr:itarsi'con cierta liljertad. y
,No entrarán los (¿ue suscriben á dcniostrar
¡iñadió que el ministro de la Gobernación llevala necesidad d(! que así se establezca, después
ba razón en lo (pie había dicho, y que aplaudía
(pie tan victoriosamente folian bochólos Prelasu franíjueza en declarar cuestión de Gabinete
dos con sus luminosos esi'ritos. La cuestión ha
la aprobación de los jn-osupiiestos.
Estas últimas ]ialabrasdieron ocasión al señor
sido examinada en todos los terrenos y bajo toSomero líobledo para caliticar de honrada y leal
dos his asiieetos. y las razones alegadas no han
la conducta del Sr. Moyano. retirándose íiim:diatamente: pero dándose por ofendido de ellas recibido, ni recibirán de seguro en .adelante
el señor mar(lU(^s de la Vega de ,\rmijo, inci-epó contestación seria y valedera.
duramenti! al Sr. Romero Robledo, y manifestó
Los exponentes hasta hubieran podido presque había hecho muy mal on lanzar cargos
cindir en esta ocasión de hacer manifestación
ofensivos para todos los presentes.
Eíl señor conde do Toreno se presentó enton- pública di^ sus ideas y simtímientos, habiéndolo
ces en la sección tercera y procuró tranquilizar verificado sál)ía y elocuentemente, no há mucho
al señor mirí^ués do la Vijga de Armijo; i)cro no tiempo, su dignísimo y venerado Obispo en
dándose este por sitisfecho con las exidiciudo- nombre de todo el tdero y íieles de la diócesis.
nes del señor mini.stro de Fomento, ijorípie no
Ya, empero, (¡ue otr.as corporaciones eclesiásti.se atrevió á hacerlas en nombre del Sr. Ronu^ro
cas lo están haciendo, hemos creído que no poRobledo, se llamó á esto y .se presentó de nuevo
ante la reunión para explicar sus palabrasy dedía dejar de figurar entre ellas este Cabildo cacir que no había tratado de ofenderá nadie, sino
tedral y Beneliciados herederos de una gloria
de ensalzar la frinípieza d(d Sr. Moyano, y que
todo ello no había sido más que un ardid ¡lolí- inmortal, adípiirida jior sus predecesores en defensa de la Religión y de la patria.
tico del señor manjués de la Vega de Armijo.
Después iiablaron otros varios dijtutados. inEsencialmente religiosa y einineutemonte naclusos los Sríís. 1). Arcadio de Roda y I). Ma- cional es también la causa qui' hoy trae hondanuel Ofirreras. para manifest ir ([ue eran muy
mente preocupados los unirnos do todos los veramigos del minist(!rio. que formaban parte de la
daderos españoles, y los infrascritos no cesan,
comisión de presupuestos y que solo habían
acudido á la cita para oír lo qu(^ si; hablalw y
hace tiempo, de rogar al cíelo ¡lara que sea rellevar (d resultado de la discusión á la comisión
suelta por los poderes públicos conforme lo píá que pertenecían.
d(!n los derechos ineludibles do la Iglesia y los
Algunos otros señores, no muchos, al marcharse con el ministro de la Gobernación, p i - más vítales intei-eses de bíspaña.
dieron (|ue no constaran su nombres en la lista
Ger(nia, 21 de Abril de I87f).—Exorno, señor.
do los presentes, y los (¡oe (juedaron en (d salón
—Ios(' Sagiiés, Dean.—Joaijuín Masmitiá, Aracordaron celebríir otra junta, á la cual serian
cíjireste.—luán José Pérez. Chantre.—Ildefoninvitados individualmente todos los (pie no (esso de Uriza, Maestrescuela.—Por mí y á nombre
tuvieran conformes con las soluciones propuestas ]ior el ministro de Hacienda.>.•
de ü . Luis Caries, Canónigo, Lorenzo RuscaVA reídlo que auteeede, que juz<raia(>s lleda. Doctoral.—Por mí y D. Julián Martí,
Lectoral, Tomás Agustí. Magistral.—Marceliexacto, jiues conviene con ni!e,stra.s noticiti.s
no líorranz. Canónigo.—Rafael Querol, Canópíi.ríicn)fires, clartirueiite revela que en la
nigo.—Martín Ayiaerícii, Canónigo.—E'ulgenm a y o r í a lia e n t r a d o Iti indisci})]ina. .sintoiiía
cio Isaporta. I'aDÓnigo.—Tiburcio Porill, Canóseg-uro (le u n a descomposición inminente.
nigo.—Salvador Quintana. Canónigo PenitenLo.s diarios ministeriales no ocultan MI
ciario.—tJek'stino Rivera y Aguílar. Canónigo.
amarg-ura a n t e d espectáculo que a y e r dié) —loaquin Bellsolell, Beneficiado.—Eh'ancisco
la m a y o r í a , y con fra.ses más (3 nn'iKJS M.d<i- Nogu(^s, Beneficiado.—Narciso Quintana, Benedas, todos presienten la ruina de la concificiado.— Jos(' Gaubert, Beneficiado.—Carlos
Erehuet. Beneficiado.—Pedro Buxeda, Benefiliación conservadora, m i n a d a por la.s intriciado.—Lorenzo Lara. Beneficiado.—José Torg a s de los constitucionales y moderados.
L a misma Correspovde'iicia,
d<> c u y o m i n i s - reinadé, Beneficiado.—Joa(piín Vera, Beneficiaterialismo nadie se atreverá á dudar, llena, do.—límigdid Sevilla. Benefieiado.—Buenaventura Lajiedra, Beneficiado.—Joaquín JOSÍ' Mars u s colnmna.sde sueltos inteneiotuidosacertínez Romano. Beneficiado.—laime ^''idal, Bec a de e.ste a s u n t o , que no liarán m u c h a
neficiado,—Otra igual se ha dirigido al Senado.
g r a c i a á los dii)utados de la m a y o r í a . \ ' a y a n alf^'-uno.'^ por vía de ejemplo:
'•.V la reunión celebrada á primera hora en la
sección de presupuestos del Congreso, han asistido solo diputados ministeriales, y á las dos en
iíl Dean, Dignidades y fíanónigos, Cabildo
punto había reunidos unos 70, mayor mimen del
qw en dicui ordinarios -se haUa ni el Cmigreso ;¡,aro de la santa iglesia catedral de Toledo, Primada
alrir I", xenion.»
de las Esjinñas. y los Beneficiados de la misma,
—«El mini.stro de la f5ob(>rnacion ha declarado terminantemente esta tarde, ante los diputa- acuden reverentem(>nte al Senado de la nación
dos que se han reunido para tratar délos presu- pidiendo con toda confianza que se consigne en
puestas, qu(! sin perjuicio de oír la opinión de la Constitución fundamental ciel Estado la conlos diputados y admitir sus indicaciones ac(.'p- servación de la Religión católica en Plspaña ootables, no puede menos de declarar que el (¡a- n;o única permitida, á los españoles, conforme
bínete ha hecho suyo el pensamiento del Sr. Saal arl. \" ,lel Concordato.
laverría, y (pie si un ministro que tanto ha hecho V tantos esfuerzos lia llevado á cabo fuera
En posesión legítima cual se halla la nación
venc'ido, el Gobiej-no no le abandonaría. No soespañola de la verdad t.cascendentalísima que
bemos lo que dirán nvil lóS uípislerinles qn« opina;!- constituyo la Religión católica, no es creíble sea
lo contrario.,-'
(lespoja(Pa de una joya tan preciosia. Y haÍDioij—<'K última hora se baldaba de propósitos de
do ofrecido nuestro Eminentísimo y Revereadíuna reunión de diputados moderados..^
sirao Prelado pruebas y razones tan convincenLa Patria dice que después de ¡a sesión
tes al Senado, en apoyo de esta misma petición,
de ayer, (piedó acordada ¡a convocatoria,
los que suscriben, nada más tiítnen ene decir
p o r lo cual juzíramos que el licclio (vs cierto
para interesar á los señores senadores, sino (pie
y d(> g'ran trascendencia en (\st,os iii:4aiiíes.
se adhieren unáin'ines á lo expuesto por nuestro
Y ya ijue tenemos este diario miiiisteriai
Enimo. señor C.ardciíaf Arzobispo y sus sufra.-a l a x i s t a , vamos á t r a n s c r i b i r aquí s u s
gáneos.
pi-ineipales cometrtarios al suceso de a y e r
Toledo, nuestro Cabildo, 1." de Marzo 1«-Y6.—
«tarde. Dice en n n articulo que diidicaá d a r
Santos de Arciniega, Dean.—Antonio Tiburcio
cuenta, de la reuaion:
Acevedo, Arcipreste.—Nicolás Bedoya, Mae.s-
A L CONGRESO.
A L SENADO.
trescueia.—Jaan Domingo de Arma, tesorero.
—Felipe Morales de Setíen. Capellán mayor de
-Muzárabes.—Claudio Majada, Canónigo.—io?-^
Rodríguez Beltran, Canónigo.—Bonifacio Martin Lázaro, Lectoral.—Tomás de Lucio, Camínigo.—Juan Erancisco Bux, Doctoral.—.Vntonio de. la Puerta. (•••iniínigo.—Dámaso Tirado,
Canónigo.—Jos;' López de .Priego \ Andrade.
Cíinonigo.—Manuel (íomero de Cejuela. Canónigo.—Ambrosio Juauo, Canónigo.—Pedro Andrés de la Peña. Penitenciario.—Valentín Alonso. Camínigo.—Ulan José Benito, Magistral.—
'Antolin Barbajero. Canónigo.—Felipe Moutalvaro. Canónigo.—BeneficÍMdos: E'rancisco Victoriano Ramírez. — Sebastian Rodríguez del
Álamo.—Manuel Coronado.—Ciríaco Jiménez
liugalde.—Manuel Ortega.—Ramón Majolero.
—Carlos Mon.—Pedro ^M'u'tinez Baliamonde.—
Luis Tapia.—Ciríaco Ciiroa.—Benito Andrés
Macarrón.—Juan Bautista Rodrigo. — Basilio
Ruiz Gómez.—Capellanes de Reyes: Francisco
Ramírez.—José Miiría Rey.—Cesáreo Bustillos.
—Juan Mayoral.—Facundo Moretón.—Mariano
Donaire.—lívarísto Lastra.—Capellanes Muzárabes: Norberto Díaz Regañón.—Calixto Pérez.
—Tose iVceves.—Ramón Rivera.—Vicente Garon.—fosé Rubio Manzanares.—Emilio de (,'ea.
Secretario Ca]>ítubir.
CORTES
CONGRESO.
Extracto de la sesión celebrada el d.ia 1." de Mayo
de 187(5.
Abierta á las dos y media, bajo la presidencia
del Sr. Posada Herrera, v leída el acta de la anterior, quedó aprobada.
Iíl Sr. Navarro Rodrigo habla para alusiones,
haciéndose cargo del discurso del Sr. Jove y
H(ñ'ia sobre compañías de ferro-carriles.
Se presentan exposiciones de Calahorra con
7,(100 firmas en pro de la unidad católica.
Se procedió al sorteo d(! las secciones.
Orden del día.
Continuando la díscusían del proyecto constitucional, el Sr. Batanero reanuda su discurso.
Dice haber demostrado que el Gobierno tuvo
grande interés en que vinieran á las Cortes ibputados libreeultístas.
Entiende que la libertad religío.sa no resjioude á las necesidades del país, y que el Gobierno
debe tenor en cuenta esas necesidades y responder con su actitud hasta á las preocupaciones
•del pueblo español.
Aquí, aña(íe. todos .somos católicos, todos
ereemo.s que la única religión verdadera es la
católica, y ¿sí e.sto es así, por qué hemos de autorizar que en frente de fa Religión verdadera
se levanten templo.s á las falsas religiones? Seria como si nos empeñáramos en construir hospitales para leprosos, cuando afortunadamente
no los tenemos, y traer después leprosos de fuera para llenar aquellos hospitales.
En naciones nuevas se comprende la toleran •
cía; pero cuando, como en España, no se conoce
guerra religiosa, no se comprende esa tolerancia, segnn el Sr. Batanero.
Se ocupó del Concordato, y dijo que su enmienda estaba insjiirada en su art. L", que dice':
'<La Religión católica será la única del listado,»
y para romper esta unidad es preciso que se
haga con acuerdo de las dos potestades, de
acuerdo el Gobie'rno con el Papa.
La p:irte de su enmienda quo se refiere al pago
del culto católico y sus ministros por obligación
del ICstado, dice (jue está inspirada en las opiniones del Sr. Ríos Rosas y en un deber del
Estado.
Con mi enmienda, añadió, no so perseguiría á
ninguno que no fuera católico, no se le impediría el culto doméstico, pero se evitaría lo que
debe evitarse en un país eminentemente católico.
Recuerda párrafos de un discurso del señor
Alonso Martínez, en el que se daclaraba partidario de la unidad católici, hasta tanto, por lo
menos, que variaran las circunstancias.
El Sr. ALONSO MARTÍNEZ; Ya han variado.
El Sr. BATANERO: Pues yo no veo la variación. Pues qué, ¿han venicio extranjeros que
profesen otra religión (pie la católica? ¿Se han
convertidoáotra religión los españoles; la aceptan distinta de la de sus padres una parte de
los españoles? Pues si esto no ha sucedido, no
han cambiado las circuastancias. (>uando esto
suceda, yo seré también librecultista.
¿Y han ocurrido guerras religiosas? Tampoco.
En la guerra última, sí acaso algo contribuyó á
ella, fué el haber roto la unidad católici. Y termina el Sr. Batanero insistiendo en sus razones.
El Sr. Cardenal, de la comisión, contesta al
Sr. Batanero.
Se hace cargo de nn rumor que circuló atribuyendo al Sr. Cardenal propósitos de formular
voto particular en esta cuestión, y dice que,
aunque se honra con haber pertenecido al gran
partido moderado español, como todo partido
tiene dos tendencias, su señoría fué de la tendencia avanzada.
Y añade, que cuando se presentó á obtener
los votos de sus electores, aunque de oposición
venció muchas veces, se presentó an la última
como ministerial. Y ¿cómo ahora había de faltar á su lealtad con un voto particular? ¿Cómo
ahora había de olvidar el deber moral que se
impuso con aquella d(!elara,cion?
El (jobierno. afirma el Sr. Cardenal, con un
derecho indisputable, preguntaba á los que lo
ofrecían su amistad, qué opinión tenían sobre
principios esenciales. Y ¡Dios quiera que no encuentre luego tristes decepciones, en seguridades que le fueron ofrecidas!
No hay derecho para que se diga que nosotros
proponemos la libertad de cultos; no, la encontramos establecida, y de ella partimos para pedir la tolerancia religiosa.
Continúa el Sr. Cardenal: Tampoco hay derecho para no suponernos católicos. Lo somos
tanto como nuestros adversarios unitarios; querríamos que no hubiera más religión en el m u n do que la católica, pero no pudiendo conseguir
este deseo, os necesario que obremos como hombres de gobierno, no haciendo con intransigencias por nuestra parte, que vengan conflictos
por la parte de los otros.
La revolución de Setiembre fué un hecho tras-.
cendental,y nosotros no hemos do aceptar principios suyos sin examen, poro no hemos de borrarlos con imprudencia, porque somos conservadores y liberales.
Dijo que no era este Congreso quien iba á
romper la unidad c itólici, porque ya Pi rompió
la revolución de Setiembre. Y después de esto
la Santa íiede entró en negociaciones con aquellos Gobiernos.
Y yo espero de la .Santa Sede la misiua prudencia de que otris veces ha dado tantis pruebas, pues no es posible bajo el régimen constitucional y li dinastía de su augusto ahijado esper ir otra cosa.
Aludió al Sr. Pida! y Mon, de quien no espera que estremando sus opiniones vaya como
otros oradores*á coincidir con los principios del
carlismo.
El Sr. Batanero y el Sr. Cardenal rectificaron.
El Sr. LEÓN Y CASTILLO: Kl Sr. Garienai
no ha comprendido bien el sentido do mis palabras del otro día. Yo no acusaba al ])artido
moderado por su mansedumlire ante (d Sr. Cánovas; censuraba en cierto modo la crueldad del
Sr. Cánovas para con el partido moderado, pero
ajdau lia. sinceramente la evolución de esta agrupación política hacía la libertad y conforme con
(d espíritu de la revolución. ¿Dónde están, pues,
las censuras dirigidas por mí al partido moderado? Pero, señores, ¿(lóndeestá el partido moderado? ¿Estacón los Sres. Moyano y Pidal ó
con el Sr. Cardenal?
El señor PRESIDENTE: Su señoría entra en
un orden de consideraciones que no tiene que
ver con la alusión.
' E 1 Sr. LEÓN Y CASTILLO: Me han dicho
que el Sr. Cardenal atacaba durisimamento al
partido constitucional, porque todo lo sacrificaba a la dominación. ¿Se referia su señoría al
partido constitucional al decir esto? (El señor
Cardenal: Sí señor; me refería á él y lo probaré.;
Yo no tengo más remedio que hacerme cargo de
estas palabras.
j Orania pro dominationc servililer/ decía el señor Cardenal. ¡Omnia servililer pro dominatione!
decia Tácito. ¿Dónde, en qué forma, cuándo hemos abdicado nosotros de una sola de las ideas
que constituyen nuestro dogma, que mantenemos incólume en todas circunstancias? Ese mote no se puede escribir en nuestra bandera; ese
mote hay que escribirlo en otras banderas que
se han plegado para aceptar la libertad de cultos y el sufragio universal: no.sotros hemos
aceptado soluciones patrióticas, pero no hemos
renunciado á uno solo de nuestros iirincipíos;
mantenemos en frente de todas las dificuhades
y peligros nuestros principios, que son los principios que proclamamos durante la revolución
de Setiembre, de la cual nunca renegaremos,
porque á más de ser un compromiso de convicción, es de honra, y esta clase de compromisos
los mantenemos nosotros siempre, á pesar de
todo y por encima de todo.
Pero yo pregunto: ¿dónde está el partido moderado? (El Sr. Mariscal: Aquí.) Si esto es así,
¿qué son los Sres. Moyano y Pídal? ¿Son tránsfugas del partido mo(lerado? (Los Sres. Pidal y
Mariscal piden la palabra.) Yo creo que hasta
ahora el verdadero partido moderado está con
los Sres. Moyano y Pídal; pero no he combatido
la evolución que en .sentí(ío liberal se ha realizado en el seno de esto partido.
No nos hagamos ilusiones: las verdaderas
ideas del partido moderado están con los señores ^loyano y Pidal, con los (uie sostienen que
la Constitución de 1815 esta vigente, con los
que no han transigido con el sufragio universal. (El Sr. Cardenal: ¿Y la unión liberal?) ¿Y
dónde está la unión liberal? ¿Nos llamamos
nosotros unión liberal? Aquí hay individuos
procedentes de la antigua .unión liberal, pero
(jue no sollaman unionistas hoy. porque no en
vano ha pasado sobre este país la revolución de
Setiembre.
Voy á concluir haciéndome cargo de la frase
final del discurso del Sr. Cardenal. Su señoría
ha dicho, que si viviera un hombre ilustre á
quien admiré en vida y al rededor de cuyo sepulcro debíamos agruparpos para mantener la
fií fos que no hemos perdido la esperanza, diría
lo mismo que su señoría ha dicho. El Sr. Ríos
Rosas sostuvo en tiempos de la revolución las
ideas, los principios y las soluciones que nosotros mantenemos. P'onga, pues, el Sr. f'ardenal ese mote donde encuentre abdicaciones, no
aquí que no hay ninguna.
El Sr. CARDENAL: Ante todo, señores, debo dejar consignado que la agresión no ha salido de estos bancos, sino de aquellos, y quiero
que conste, porquje soy poco amigo de recriminaciones estériles; pero teníamos deber de recoger la agresión, y de recogerla sintiéndola en lo
que nos liabia herido, no en lo que nos habia
querido herir el Sr. León y Castillo. Cierto que
su señoría dijo que aplaudía la evolución, pero
¿en qué forma? ¡levantaba ampolla!
En cuanto al pnrtido constitucional, digo que
ni el partido progresista ni la unión liberal t u vieron nunca por lema lo que constituía el dogma del partido democrático, el programa de La
Discusión. Dice el Sr. León y Castillo que la revolución había hecho que variase su partido de
forma; pero sí no ha sucedido, ¿qué tiene de
particular que haya variado también el lema de
los demás partidos? ¿Cómo quiere su señoría
que los hechos liayají pasado jiara su partido y
no para los demás?
El Sr. PID.-VL Y MON: Pensaba haber pasado
en síhmcio las alusiones del Sr. Cardenal para
cuando hablara sobre la base IL"; pero la quo
me ha dirigido el Sr. León y Castillo, preguntando si soy tránsfuga del partido moderado,
me obliga á decir breves. pero bien meditadas
palabras.
Yo he tenido, no sé sí la fortuna ó la desgracia de venir á la vida pública con la pesada carga de dos .nombres (pie fueron gloría del partído moderado, nombres que llevaban dos personas ligadas á mí con los vínculos de la sangre,
y de los cuales he aprendido que el dogma de la
unidad católica era ei dogma de más valía para
ese partido, el dogma que defendió siempre, no
en frente del partido progríjsista, que sostenía
también la unidad católica como la clave (le
nuestra nacionalidad y como el timbre más preclaro de nuestra historia, sino en frente á toda
clase de imposiciones,extrañas, hasta tal punto,
que á mí no me importó que al entrar en la vida
pública se me llamara moderado, poreiue moderados eran ai^uelloa hombres que se habían levantado aquí á pedir el restablecimiento del
diezmo, que llamaron robo é inicuo despojo á la
desamortización, que supieron dirigir una nota
á todos los Gabinetes de Europa dando el grito
de alarma en medio de las angustias del Pontífice, concitando á todas 1 is naciones católicas á
que fueran á salvar al venerable Pío IX, víctima de las asechanzas, de las perfidias y de las
arteras infamias de la revolución cosmopolita,
que negociaron y llevaron á cabo un Concordato tan magnífico como el de 18ól. De ese partído moderado vengo.
¿Existe ese partido moderado? no lo sé; creía
que muchos hombres de ese partiilo nos encontraríamos en esta Cámara: no han venido, porque se nos ha declarado una guerra á muerte.
Pero hay un partido moderado, que habiendo
provocado en parte con sus torpezas la revolución de Setiembre, que no habiendo sabido defenderse hasta vencerla ó morir, que después de
haber pasado seis años cubriendo de lodo á la
revolución, llega un día en (jue por el plato de
lentejas del presupuesto pliega su bandera y
acepta las contjuistas de la revolución. Sí ese es
el partido moderado, yo reniego de e.se partido
moderado.
El señor ministro de FOMENTO: Señores, me
creo en un imprescindible deber de levantarme,
no solo por el conjunto de las palabras dichas
por el Sr. Pidal, sino porque e.sas palabras ya
en otra parte se han ^dielio o escrito. Yo no "sé
cómo estima su señoría á las demás personas, y
cómo teniendo una conciencia honrada y un
juicio recto, dice que ciertas evoluciones se han
hecho para buscar algunas migajas del presupuesto. Si yo no apreciara tanto á su señoría, y
quisiera no faltara las consideraciones que á sii
señoría debo, le dina que su señoría, cuando á
los demás acusa de eso, es porque comprende
que eso se puede hacer; sin embargo, yo conozco á su señoría y no le diré esto; porque estoy
persuadido de que su señoria, en el calor de la
improvisación, ha dicho algo que no quería decir: de otro modo no puecfo explicarme lo que
hoy aa dicho au señoría, y lo que ea alguna
parte se ha escrito, sin la intervención, á no
dudarlo, de su señoría.
¿Dónde está el partido moderado? Esto no
tiene importancia alguna. Pues qué, cuando todo se ha derribado aquí, iuciusa el trono, ¿habían de sobrevivir los partidos políticos? Pues
los partidos han muerto: pero á nuestro lado están los hombres que formaban la inmensa mayoría de las Cortes de 18(i7. Lo (pie hay es que
después de haber defendido lo que el Sr. Pidal
dice que no hemos defendido, que yo por defenderlo estuve en las prisiones de San Francisco, después do habí^rlo acompañado en la desgracia, hemos comprendido que el antiguo partido moderado había muerto, y liemos'venido,
no á recoger míg:ijas del presupuesto, sino á
traer y consolidar al monarca legítimo D. Alfonso XIT.
El Sr. LEÓN Y CASTILLO: No tengo por qué
intervenir ya en este debate. El señor ministro
de Fomento declara muerto al partido moderado, y yo no me he de poner luto por eso.
]<;i Sr. PID.4.L: Debo dei'ir al señor conde Toreno'(lue no he aludido á su señoría ciertamente, al hablar de los que no habían defendido lo
que cayó en Setiembre de 1868. Pero sí su .señoría cree que sigue mejor con la conducta quo
hoy tiene las tradiciones de su nombre que yo
las de los míos, mi opinión es contraria. El país
juzgará.
VA Sr. MOYANO: No toma el Congreso que
yo vaya á prolongar un incidente, que promovido do buena íé. ha producido una situación
en mi concepto inconveniente. Yo seguiría callando, si no fuese porque podría creerse que
callando asentía á lo que ha dicho el señor conde de Toreno, y oseo no puede ser. Vo tengo
que decir que en el partido moderado he vivido
síempt'" y (jue en él sigo, jioniue le considero
vivo y no muerto, como le considera el señor
conde de Toreno. Seremos pocos, acaso no seremos más que dos: pero con dos ruedas anda
un carro, y yo espero que pocos ó muchos hemos de liaeer nuestro camino.
Hoy, que reniegan tantos de i'^l, yo sigo en el
partido moderado, porque repito q'íie ese partído no há muerto. Mientras subsistan sus principios, el partido vive; y mientras viva, yo he
de pertenecer á él. Pero no he de procurar por
esto dar m i s calor á esto debate; ni mis años me
eo^ient^B liacerlo, ni seria conveniente, por4ue''cred'q*ae esos señores que proceden del
partid(5 moderado y hoy están en l i mayoría
volverán á nuestro partido; y no quiero ahondar tanto el foso que nos divide para que al repasarle no puiHlau romperse las piernas. Quiero
que vuelvan con la mayor comodidad posible.
_ Y con este motivo me acuerdo de la pragmática, que disponía sabiamente que cuando un
padre se oponía al matrimonio de un hijo ó hija,
no diera la razón en virtud do la cual se oponía;
porque, según la ley, como al fin s? habían de
casar, convenía no crearse grandes diferencias
entre los que habían de .-or la misma familia.
El señor ministro de FOMENTO: Yo, á pesar
de no tener los años del Sr. Moyano, también sé
discutir con calma; lo que hay "es que á cada uno
hay que darle lo suyo, y como el Sr. Píd.il quiere ahogarnos á voces, yo, qu* también tengo vez,
no me (¿uiero dejar ahogar.
Por lo demás, debo decir al Sr. Moyano que la
opinión relativa al part¡(lo moder;ido"qiie he expresado esta tarde, es muy antigua en mí. Muy
pocos días habían pasado después do los sucesos de 1868, cuantío ya sostenía yo que el partído moderado no existia: y lo lui sostenido después constantemente, porque he creído que no
hay que pensar en los antiguos partidos, sino
en formar los necesarios en bien del pais, no de- ,
jándose llevar del amor propio, sino fijando la
vista en el porvenir de la patria.
Iíl Sr. CARDENAL: Yo deploro que el señortMoyano haya hablado de moderados que r e n i e - l
gan de su partido. (El Sr. Moyano: Que parece
reniegan.) Pues ni es, ni parece. Yo no he tenido nunca más título á la consíderat'íon de mi
partido que raí lealtad y mi desinteri's. Yo he
sido siempre moderado", y en muchas ocasiones
no he visto al Sr. Moyano en las mayorías moderadas, sino que he visto á su señ'oría donde
hoy está; en la oposición. Y no hubiera dicho
esto al Sr. Moyano. sino ante una acusación do
traición y do deslcaltad; aprecio y respeto m u chísimo á su señoría; pero aunque con pena,
debo decir: amicvs Picio; sed raogis artiica verilas.
Por lo demás, es verdad lo que ha dicho el
señor conde de Toreno: os una insensatez querer que subsistan los partidos con sus nombres
y sus condiciones en las circunstancias por que
hemos atravesado, y después de los graves sucesos que han ocurrido aquí y fuera, de aquí.
En estas circunstancias, como en todas las
demás de mí vida, me he propuesto coaperar en
la medida de mis fuerzas á la consolidación do
la monarquía y de la dinastía y do un partido
con.servador-liberal que así huya de reformas
impremeditadas como do cestaviracíones peligrosas.
El Sr. MOYANO: Ho oído muchas veces el
cargo que hoy me hace el Sr. Cardenal; pero
¿cómo había de esperar yo hoy eso cargo? Comprendo el cargo de ser siempre ministerial; pero el haber hecho la oposición á mis propios
amigos, lo lie consíderailo siempre como un t í tulo de gloria, porque representaba la firmeza
de mis principios. ¿Qué medro he tenido vopor
esto? Al contrario, he perdido muchísimas altas
posiciones; y no es exacto que haya hecho siempre la oposición á mis amigos: á los últimos Gabinetes moderados les hacía la oposición solo
en las cuestiones de Hacienda, porque veía nue
iban á donde desgraciadamente heñios venido á
parar. En las cuestiones políticas no he hecho
oposición á mis amigos.
Se leyó la siguiente enmienda del señor conde
de Llobregat:
«Art 11 Siendo la Rsílígion de la nación
española la católica apostólica romana, el Es-
fenderh, diciendo que no pensó nunca on hacer
la oposición al Sr, Cánovas del Castillo; pero
iw hoy lo hace dominado por su conciencia.
Añad» que es partidario de la concílíaacíon política y que seguiría siéndolo en adelante; pero
que, repite, su conciencia le obliga á hablar en
contra del art. 11.
Habla de la unidad católica, joya la más estimable de nuestra historia, recuer'da una opinión
del Arzobispo de Santiago, respecto á que debe
acatarse la líbert id de cultos cuando proviniera de un motivo lícito: pero no cuando fuera ilícito. Prosigue manifestando que no le asusta la
libertad de cultos, sino los exce.sosos que á
nombre de esa libertad puedan cometerse
Trata del concepto del Estado y de las relaciones que existen generalmente entre éste y la
Iglesia, según la opinión de los partidarios del
moderno liberalismo.
Dice que los racionalistas se interesan mucho
por el art. II, porque encierra para sus doctrinas grandes principios, cuya resolución puede
hacerles mucho favor, y que, por la misma razón el Gobierno no }ia querido proclamar do lleno la libertad religiosa. Con la unidad católica
añado, hemos vivido siempre bien, porque dentro de esa misma unidad está la tolerancia
puesto que la Iglesia quiere llevar el convencimiento de sus ideas al ánimo de todos con funmentos y razones sólidas, jamás con la violencia y el terror.
- ^í''°lf„!fw^''^5'''í" la verdadera Iglesia enseT^r
tM I f "^^ Jesucristo, no puede ménoa
d«%er tolerante, y porque esta m W idWd<»
E t SIGILO FUTtMC)
tolerancia se halla encarnada en los sentimientos de la humanidad. Dice que en la época de
doiía Isabel II y de D. Ramón María Narvaez la
[¿^lesia era, y lio podía menos de ser, tolerante,
or.istiondo entonces la unidad católica. !Niega
if'Uí so encienda una revolución en España si se
doclara la unidad, pues asegura que hay verdadero cápírítn católico en nuestra nación, y e x cl;im;i: ¡Bien lo sabéis, señores diputados!'
¿Qué liabria sido del pueblo español, continúa, si hubiera seguido otra conducta en la
cuest'on religiosa en el periodo revolucionario
([ue l a trascurrido últiiuamente, y quesería hoy
líe la» ideas católicas después de tantas predicacioneíi á no estar encarnadas las costumbres
religiosas en el corazón del pueblo? Cita largos
períodos do tranquilidad, y conviene en que estos han continuado siempre cuando hemos t e nido unidad religiosa.
Manifiesta que la guerra de África so ganó
exclusivamente porque todos llevaban la bandera del Catolicismo; enumera otros acontecimientos do naciones extranjeras, y dice que solo
la bandera cristiana y de la unidad religiosa han
llevado la victoria á los pueblos civilizados.
Habla del general O ü o n n e l l y de la e'poca de
su mando, que califica de período tranquilo y
de paz, atribuyéndolo igualmente á la unidad
de miras en materia religiosa.
Es preciso, dice, que no nos guiemos de lo
que hace el puebío de Madrid, porque este es
tan variable como los acontecimientos, y lo
mismo se impresiona por actos de una especie
nue de otra. Indica que para formarse una idea
de lo que pueden dar de si los sentimientos de
(íste pueblo, no había más que observarlo en
todas ocasiones, que con la misma alegría bajó
al Prado el Carnaval de 1873 que el de 187(5.
(Risas.)
Aquí, añado, no hay más que mucha indiferencia, de lo que protestaré siempre como hombre católico y amante de España que soy. Manifiesta que aun cuando la generalidad tiene
sentimientos monárquicos y católicos, los Gobiernos conservadore.s no conseguirán arraigar
esta idea, si tratan de separar la unidad y la a r monía en los principios.
¿Cómo hemos de permitir, dice, que si se establece la libertad de cultos, nuestros hijos varan inconscientemente á engrosar las filas de
las sociedades bíblicas para entrar en la senda
del error }• de la herejía? Niega que las demás
religiones tengan derecho á penetrar en nuestro
suelo en vista del espíritu católico dominante,
por constituir esto u n atentado criminal contra
el derecho y la costumbre adquirida en el trascurso del tiempo. (Los Sres. Castelar y Pídal
sostioaon un animado debate, refiriéndose sin
duda ;i las palabras del orador.)
Manifiesta que el art. 11 no puede satisfacer
lo? deseos de la izquierda ni de la derecha, ni
de nin-?una parte. Explica las palabras del articulo, y conviene en que son hijsótesis falsas
muchn-i de sus frases. Dice que debiera estar redactado con más claridad para saber á qué atenerse: que el artículo es contrario á los sentímientes del país, pues no hay más que meditar
nn memento sobre las infinitas exposiciones
coa mulares de firmas que diariamente se presentan á la Cámara; y concluye haciendo r e cu'írdos históricos do nuestra Religión, manifestando que, aparte de otras razones, debe conservarse la unidad por ser una respetable institución de nuestros antepasados.
El señor marqués de Montevírgen usó de la
palabra para una alusión personal.
Hl Sr. Bugallal ruega al señor conde de Llobrogat que retire la proposición.
El si'ñor conde de Llobregat contesta que la
retira, porque no tiene más interés que exponer
sus o)jiníone3 y descargar su conciencia, deseando que se vote la defendida por el Sr. Alvarcz.
El señor PRESIDENTE: Se suspende esta
discusión. Orden del día para el miércoles: las
secciones so reunirán á primera hora; la discusión pendiento y los dictámenes que están sobro la mesa.
Se levanta la sesión.
líraii las siete y media.
NOTICIAS
llar sido nombrados promotores fiscales: de
Don Benito, D. Antonio Sánchez Ladrón de
Guevara; de Pinar, D. Félix María Vallarin; de
Hervás, D. Francisco Fornás; de Riaño, D. Antonio María Pernio; de Fonsagrada, D. Benito
Zatarám; de Bermillo, D. Daniel Ferriz y Sicilia; de Quiroga, D. Cipriano Ciras; de Jarandina, D. Eduardo Salas Pizarro; de Navalmoral
de la Mata, 1). José Ranero Martin; de Ayora,
D. Pío Verdín; de Montalban, D. Cipriano Lara
Varreñada; de Belmonto, D. José García Romero; de Berga, D. Bienvenido Lagrava; de Gandesa, D. José María Silva Bengochea; de Estepa, D. Juan de Dios Roldan, y de Velez-Málaga, D. Blas Herrera.
Dice un periódico:
«Han ingresado tantos carlistas en la legión
oxtríinjera francesa de Argelia, que han completado el efectivo máximo de guerra. Con este
motivo el ministro de la Guerra de Francia ha
dado orden para que se suspendan los enganches en esto regimiento.»
£a Correspondencia de anoche hace la siguiente rectificación:
«No es cierto, como han dicho algunos periódicos, que el príncipe de Gales usara el carruaje del señor duque de la Torre. Durante su estancia en esta corte, no ha salido más que en
los de la casa real.»
Anteanoche á las ocho se celebró en la,Sala de
juntas de San Isidro la reunión general de t o das las Conferencias de San Vicente de Paul
existentes en Madrid. Asistieron el eminentísimo é ilustrísimo señor Patriarca de las Indias y
los ilustrísimos Obispos de Salamanca, Cuenca
y auxiliar de Madrid, los que en sentidas y elocuentes frases exhortaron á los concurrentes á
Ja práctica de la caridad cristiana, principal
basep:ira nuestra regeneración social.
so Í03 diputados pertenecientes á la fracción
moderada de la mayoría. Créese que á esta r e unión no concurrirán los de la fracción Moyano.>^
La Gacela de S/rashurr/n da una noticia que, de
ser cierta, encerraría mucha gravedad. Dice así:
«El Gobierno ruso ha dispuesto el armamento en el mar Negro de 31 buques de guerra, entre los que hay dos acorazados. Estos ])uques
llevarán á bordo :ill oficíales y 3,200 tripulantes.-5
En la sesión que ayer tarde celebró el ayuntamiento de esta corte se acordó aplazar el proyecto de una gran vía de comunicación que h a bía de partir de la plaza del Callao.
Dice anoche un periódico:
«Según escriben de San Sebastian, el ox-cabecilla Muñagorri ha emigrado á los EstadosUnidos.»
La fragata Metidei Nmez ha tenido que entrar
de arribada forzosa en Santa Cruz de Tenerife,
por efecto de los fuertes temporales, y con alguna avería.
Detalles acerca de la sociedad de comerciantos estafadores organizada en Valencia:
<''Del Mercantil Valenciatio copiamos las s i guientes líneas:
'Pastan ya en poder de los tribunales do j u s ticia algunos individuos de los que formaban
en esta capital la sociedad de comerciantes estafadores, de que se había ocupado la prensa
local.
'
Para conocer su organización fué preciso que
un particular se ingiriese entre ellos con el carácter de socio, y gracias á este recurso se ha
logrado estorbar la marcha de la criminal asociación, que parece se ramificaba á otras ciudades.
El comercio de esta, apreciando la importancia del éxito alcanzado, proyecta premiar los
servicios de los descubridores, los cuales han
sido eficazmente auxiliados por el señor gobernador civil y el señor jefe especial del cuerpo de
orden público.
El estado de las averiguaciones nos impide
detallar las importantes estafas realizadas por
dicha sociedad, su organización y los medios de
que se valia para realizar sus criminales operaciones; solo diremos que se cree que su existencia data desde el año 1872, y que una de las
fraudulentas quiebras efectuadas por aquella
ascendió á la respetable .suma de 30,000 duros.»
Los periódicos de Barcelona indican la posibilidad de que el maestro Gounod visite á aquella población el verano próximo.
Dos sueltos sobre los fueros de La Correspondencia de anoche:
«í;n la reunión celebrada hoy por los comisionados fueristas con el Sr. Cánovas, este les ha
manifestado terminantemente que es llegado el
caso de resolver la cuestión á que el Gobierno
se ve obligado, en cumplimiento de su deber y
cediendo á lapresion unánime de la opinión p ú blica, y que para llegar al cumplimiento de lo
que dispone el art. 1.° de la ley de Octubre de
1839, no había más remedio que aceptar el artículo constitucional que obliga á todas las provincias á contribuir por igual á levantar las
cargas del Estado en materia de quintas y contribuciones, y que el Gobierno estaba resuelto á
hacer que la ley se obedeciese: pero que les debía consultar sobre la manera y procedimientos
para llevarlo á cabo.
Los comisionados declararon que no tenían
facultades para contestar, y pidieron un plazo.
El señor presidente solo les concedió 48 h o ras, pero á fuerza de ruegos de los comisionados
el Sr. Cánovas, que desea llevar su espíritu
conciliador hasta el último extremo posible, les
ha concedido hasta el domingo 7 irrevocablemente. Esta noche volverán á reunirse lo» comisionados con los diputados y senadores.
—Los comisionados que han asistido hoy á la
conferencia fuerista con el Sr. Cánovas, han s i do los Sres. Arregui, Castañares, La Hidalga,
Aragón y Velasco, por Álava; los señores conde
de Montefuerte, La Calle y Sagarminaga, por
Vizcaya; y por Guipúzcoa los Sres. Guerrico y
Ancilona.i
Dice El Imparcial que D. Pedro Egaña, uno
de los representantes por Guipúzcoa para conferenciar con el Gobierno sobre la modificación
de los fueros, ha renunciado su cargo, así como
se ha confirmado la no aceptación del marqués
de Santa Cruz y del Sr. Gorostidi.
Los constitucionales, después de una discusión bastante detenida, acordaron en la reunión
celebrada ayer tarde combatir los presupuestos,
á pesar de las declaraciones benévolas que hizo
el Sr. Oamacho en favor del plan económico
que ha sometido á la deliberación de las (Jórtes
el ministro de Hacienda.
Los constitucionales no quieren los presupuestos; los amigos del Sr. Vega Armijo no
quieren los presupuestos; los moderados no
quieren los presupuestos. Apiu-adillo tiene que
verse el Sr. Salaverría para sacarlos á flote.
Hé aquí, si no todos, la mayor parte, al menos, de los diputados que asistieron á la reunión
de ayer, la cual, como decimos on otro lugar, se
Dos sueltos de £l Imparcial:
repetirá mañana á las nueve de la noche:
rEl señor conde de Xiquena tiene citados p a Sres. Hurtado (D. Nicolás), Santos (D. José
ra hoy en el Congreso á los senadores y diputaEmilio), Rico, Alba Salcedo. Candau, Vega Ardos del partido moderado histórico, con objeto^
mijo, Groizard, marqués de Muros, Sala y Cirseifun creemos, de discutir las frases que el seca, Zab^lburo, Guilleln^i, Puig y Llagostera,
ñcir conde de Toreno pronunció en la sesión de
Cabirol, Campo de Órellmi, 'Castell de Pons,
ayer respecto á dicho partido,
Reig (D. Eduardo), Quevedoy Donis, Basanta,
—El general Reina y el conde de Xiquena sos- Garchitorena, Escudero (D. Francisco), Ruata,
tuvieron ayer tarde animados diálogosen el sa- Bañares, Pons, Camps. Castell y Arnau, Molón do conferencias con varios diputados de la yano, Tudela, Segovia, Boseh y Llabrus, marmayoría que aprobaban las declaraciones del ques de Viesca, Alonso Pesquera, Alcon y L u opnde de Toreno.»
jan, Roda, Zayas, Roda (D. Arcadio), González
Una noticia de La Correspondencia, que puede Vázquez, Bernard, Danvila, Pastor y Magan,
Salainanca y Negrete, López (D. Matías), marservir de comentario á las anteriores de El lm~
qués de Montevírgen, Bena,yas, Fernandez de
parcial:
la Hoz, Pinado, Nuñez; de Prado (D. Joaquín),
«A la una, de la tarde se reúnen en el Congre-
Oiaso, Torrado, conde de la Encina, conde de
VillanuoAa do Perales, Aloe, Soldevilla, VivanCo. marqués de Mirasol, Aineto, Nieto Alvaro/,
lüerna, froyoneche. tiutierrez de la Cámara,
Vohí, Eciíalecu, ^lartinoz de Tejada, Barrio
Ayuso, Ruiz Tagle. Nadal, Sedó. Bayon del Vallo. Piñan, Tabiel do Andrade, Carreras y González, Galante, Belmonto, vizconde do Rovilla.
Almecli, Noira Flores, Batl](í%- Vidal.
Hasta la una de la in-id ruga da estuvo anoche
reunida la subcomisión que entiende en el proyecto especial relativo álos intereses de la Deuda, con asistencia del Sr. Salaverría, que aceptó algunas modificaciones al mencionado proyecto.
Dice un periódico que el Sr. González I'iori
apoyará en la sesión del sábado la proposición
que tiene pr»sentada acerca de los fueros.
Mañana, á las nueve de la noche, volverán á
reunirse en el Congreso los diputados que ayer
celebraron junta en la sección tercera para ocuparse de los presupuestos.
La cosa promete.
ú las potencia."; march-an de perfecto acuerdo, Bo.^uiii y Herzegovina pe paeificnrán.
Uoro, ;,ci')mi)V ¿Accediendo el .'-uhan á la.s
i'ülimas exigencias de hrs rebeldes. qa(;
eijaivaJen á su independencia^ ¿Inlerviniendo Au.siria'í En estt! caso, ¿qué objeto
tiene la intervención? La pacificación se
hará; pero la cuestión está en cómo lian de
quedar las COSHS, Y esto ha de producir
complicaciunes.'y por fonsie-iiienfe ennflictos.
Según nn (les]iacliii de fíopenlui^Mie, qne
publjcfi la Pall Malí (lazetlt', d partido
conservador ha .•<ido derrotado en bis últimas elecciones p.-iru (_'l Senado. Muchos de
sus miembros no han sido reelegidos como
se esperalia. Reina, con (>ste motivo una
grande ag-itacion en el país, y se provee la
inmediata disolución de dicha Cámara.
En todos partes lo.s elemenios radicales
se van sobreponiendo á los con.servíidores.
Dice El Imparcial que al duque de la, Torre
acom])añó anoche en su viaie á .Vndalucía el
general Sr. Serrano Acebrnn.
."^e habla hablado de una insurrección en
las islas Barbadas.'Inlorpelado el Gobierno
inglés, lord Camarón, ministro de las ColoDice El Imparcial:
nias, dijo qne el hecho no había tenido im• Es muy probable que el Sr. Cáno\ as del Casportancia, y que se habia restablecido el
tillo aproveche la primera oportunidad que se
órdon sin hacer uso de la fuerza. Pero el
le ofrezca para declarar on el Congreso que el
Banco
colonial recibió nn telegrama del 26
Gabinete hace suyos por completo los prosudel
pasado,
su.scrito por M. Ricardo Barnes.
puestos del Sr. Salaverría.»
superintendente
general en dichas islas, en
La cosa, repetimos, promete.
el cual se dice: «Ha habido ."íOO prisioneros;
Dice hos un periódico:
unos 40 entre muertos y heridos: ha cesado
•-<En el tren expréss que saldrá esta tardo á la la lucha; la población está amenazadora. Se
una y cuarenta y c:nco do la estación del Norte,
tiene, sin embargo, confianza en el Gomarchará á Vitoria e,l capitán genera! Sr. Quebierno.»
sada.
Ya salieron ayer en la misma dirección los caballos correspondientes á losindivíduos que forman el cuartel general de h. autoridad citada.
—Con el generil Quesada saldrán hoy para el
Norte todos los jefes y oficiales que componen
su cuartel general.»
Cuestión de etiqueta.
Leemos hoy en El Imparcial:
«Anoche conferenció con el señor ministro de
la Gobernación una comisión de concejales de
Madrid para resolver un asunto de cierto interés, que se refiere á la presidencia de la comitiva, en la función cívico-religiosa que hoy debe
celebrarse.
—Dícese que ha surgido una seria cuestión de
etiqueta entre el ayuntimionto de esta capitil y
el gobernador de la provincia, á propósito de la
presidencia en la función cívico-religiosa de esta
tarde.»
No puede negarse, que nuestras autoridades
se ocupan en asuntos verdaderamente importantes V de trascendencia.
El domingo próximo se reunirán en el local
de la Bolsa los tenedores de Deuda pública,
para convenir en las gestiones que deben practicar cerca del Gobierno, por lo que se refiere á
sus intereses con relación al presupuesto del
Sr. Sa\^verría.
REVISTA EXTRANJERA
Se ha abierto el Parlamento de Bucharest. iíl presidente del Consejo recientemente nomlirado, Sr. Floresco. expuso el programa del inie\o (iabineb', que se rednce á
lo siguiente: En el exterior la observancia
más extricta de neutralidad y el mantenimiento del tratado de Paris; y en el interior, orden, conciliación y economía?.
Una interinidad, eomn ,se ha diclio.
TELEGRAMAS
AGENCT.V PABRA.
P A R Í S , 30.—Ha sido elegido diputado por el
décimosétimo distrito de París M. Pascal Duprat, candidato moderado, contra Chobert, i n dividuo de la extrema izquierda.
También ha resultado elegido en Burdeos
M. Suneat, candidato moderado.
VIENA, 30.—Despachos de Ragusa dan cuenta do encuentros favorables á los herzegovinos.
Los periódicos alemanes sostienen que el príncipe de Bismark, al preparar la alianzr de los
tres emperadores, no se propuso más que mantener el buen acuerdo entre Rusia y Austria,
para evitar una alianza de cualquiera de estas
dos potencias con Francia, y que su política en
la cuestión de Oriente no ha tenido más objetivo
que impedir toda intervención por parte de
Francia.
A esta fecha se habrán cerrado ya en
Francia los consejos g'enerales. Las se.siones, como hemos dicho, han sido tranquilas, y en ella.s so ha tratado únicamente de
los intereses del país. Débese esto á la actitud de los prefectos, tanto de lo.s antiguos
como de los recientemente nombrado.s. Sin
embargo, en el consejo general del Ródano
se pre,sentó una proposición pidiendo amplia amnistía para todos los crímenes de la
Commune. Esta proposición fue- combatida,
no jior su iimioralidad, sino por su inoportunidad, loque prueba que en dicho con.sejo predomina el elemento que .simpatiza
más ó menos con la demagogia.
P A R Í S , 30.—Algunos periódicos han publicado noticias de Roma suponiendo declaraciones do varios Cardonales sobre la eventualidad
de la muerte del Papa.
Despachos de Roma, con referencia á noticias
del Vaticano, aseguran que no se ha hecho sobre el particular declaración de ningún género.
BINGEN. 1."—Una explosión de la máquina
del vapor del barco que va desdo Rudesain á
Bingen ha destrozado unas treinta personas.
LISBOA, I."—El cónsul de España ha publicado un aviso oficial para que vnyan al consulado los tenedores de títulos de la Deuda de España el 2 del corriente para comunicarles una
orden de su Gobierno,
Ha llegado á esta corto á las tres do la tarde
el príncipe de Gales.
El rey y D. Fernando han ido á recibirle á la
Rusia ha tomado ya resueltamente la ini- estación con los ministros do la corona, los ofi
ciativa en la cuestión de Oriente, El Diario cíales de guerra y marina y una brigada de cade San Petev<^bnr¡jo publica la siguiente ballería, al mando del duque de Goimbía.
nota;
Un inmenso gentío ha vitoreado al príncipe
• Las grandes potencias, dice, mantienen basta el palacio real,
Al pasar por el muelle, todos los buques de
firmemente el acuerdo que han tomado respecto á la pacificación. Todas las dificulta- guerra te han saludado.
Esta noche la ciudad entera está iluminada.
des.que esta tarea encuentre á consecuenLas calles están llenas de gente que pasea; m ú cia de las pasiones sobreescitadas de una
sicas tocan varias piezas; hay bauderas on los
y otra parte, y de los obstáculos materiaks. balcones y mucha animación por todas partes.
pasarán por encima de la voluntad colectiPARÍS, 1."—F.n el próximo jueves habrá un
va de Europa.
gran banquete on easn del mariscal Mac-MavE.ste acuerdo acaba de afirmarse una vez hon. Entre los invitados se hallan la reina Isamás con motivo de la noticia de que el Con- bel, el duque de Montpensier, el marqués de
sejo de ministros de] sultán liabia decidido Molins y otros embajadores.
la invasión de Montenegro. Kl Oabinet*
En el departamento de Cher ha sido elegido
im])erial ha invitado inmediaínmente á las diputado el Sr. líollet, republicano.
cinco grandes potencias para que diesen á
sus representantes en Con.stantinopla las
debidas instrucciones, áfin de que alejasen
á la Puerta de toda agresión.
»Alemania, Austria, Francia é Italia han
respondido ya á esta invitación. Únicamente el representante de Inglaterra no había
recibido todavía instrucciones: pero como
se trata de prevenir una crisis extremadamente grave, hay lugar á esperar que el
Ghibinete de ^.óndres se aísociará lían^bieiv
»Las noticiaos de Con-staptinopla son además satisfactorias. El sultán ha encargado
al ministro de Negocios extranjeros que
desmientaformahuentetoda intención agresiva contra Montenegro y que dé seguridades de que las medidas militares tomadas
por la Puerta junto á Scutari tienen un carácter piíraiüetite defensivo.»
Hasta aquí la nota rusa. Imludablemente
—Otros, concediendo la misma cruz á los brí-_
gnñiercs I). Alejandro Plinrll y Soto y D, Antonio Autou Moya.
—Otro, otorgando la misma coudecurucioii
al intendente del ejercito I». Ramón Iran/o y
Sierra.
Mixr.-iTKiiio Olí i.,v (¡oBEiíN'ACiox.—Real decreto, concediendo los Jionores de jefe superior de
Administración civil á 1). Cirineo líuiz Jiménez, secretario del real Consejo do Sanidad.
—Otro, otorgando igual concesión á 1). Luís
Planelles y Andn's.
, —Roiil órdeu, dictaudu las disposiciones acerca de la oxpedieiou de pasaportes para el extranjero, sin previo depósito ni fianza, álos mozos que tengan cumplida la edad do 30 años.
MiN-i.STEi!io i)K HACIENDA.—Real orden, aprobando el reglamento general del Banco de E s paña y el especial de sus sucursales.
—Reglamento á que se refiere la urden precedente.
—Real orden, resolviendo que el apéndice 20
las ordenanzas de Aduiínas, que prohibió la
ventii de tabacos de C n b a y Puerto-Rico-, quede
rodnetíKio en los términos que so expresan.
—Otra, ampliando on los términos que se expresan lo dispuesto en el art. 21 del reglamento
de 14 de Enero de 1873, sobre concesión de próroga para satisfacer á la Hacienda el impuesto
de derechos reales y trasmisión de bienes en los
casos de constitución de pensiones alimenticias.
MINISTERIO DE FOMENTO.—Real orden, apro-
bando la adjunta propuesta de premios que con
sujeción al reglamento ha hecho el Jurado de la
Exposición de Bellas Artes.
Los tenedores dt; carpetas de recibos del empréstito nacional de 17r> millones, cuya numeración y provincias de que proceden ¡i continuación se expresan, pueden presentarse en la Tesorería central de la Hacienda pública el día í{_
desde las diez de la mañana á las dos de la tarde, á recoger los títulos doGnitivos que les correspondan:
Carpetas números l.r.87, 1,037, 39, 41, 43,
1,463, 77, 79. 81. 83,1 ,iVl7, 1.735, 37,39,43,1,474
7C, 78, 80, 1,502, l.ült, ]«, 22, 2C, :H, 3G, 50, 54'
50, 58, GO, 62, 80. 82, 04, W!, 1,606, 8, 44, 46, 48[
r.6, 60, 60, 08. 70. 74, 78, 90,1,598 v 1,680, 1,242.'
1,436, 1,2.33, 1,.34I. 1,417 y 21, 1,437 y 39, 1,438,
45, 47 y 49, que proceden de la provincia de Madrid.
ídem id. 83 á 97, 106, 119, 92?. 240 y 41, quc
proceden de la de Córdoba.
De orden de la dirección general del Tesoro
el día 4 del corriente, de diez de la mañana A
dos de la tarde, satisfará esta Tesorería central
las facturas de cupones de bonos del Tesoro de
la primera emisión, vencimiento de 80 de .Tunio
de 1875, señaladas con los números del 1,707 al
1,721 de presentación y 507 á 524 de sorteo para
el pago, importantes 18,9,30 pesetas, y las facturas de cupones de bonos del Tesoro de la segunda emisión, vencimiento de 30 de Junio de 1875,
.señalad a.s con los números del 242 al 245 de presentación y 242 al 245 de sorteo para el pago,
importantes 4.560 pesetas.
BOLETÍN RELIGIOSO
Dia 3.—La Invención de la Santa Cruz.—(celebra la Iglesia esta fiesta, en memoria de aquel
descubrimiento que hizo en Jerusalen la ompe
ratriz Elena, madre del emperador Constantino,
del sagrado trofeo de nuostri redención, el año
3 ^ , poco tiempo después que el mismo emperador había derrotado al tirano Majoncio, en virtud de la señal de laCruz. que viera en lamitüd
del dia aparecer en el aire, más resplandeciente
que el sol, y con nn letrero por el cual Dios le
mostrara su santa voluntad dieiiíndole: I,i hoc
í(ij'7ií)»i«cís,vencerás en virtud de esta señal. Deseosa la emperatriz Elena de hacer los esíuerzo»
posibles para descubrir esta Siniii Cruz, hizo
escavaciones profundas en el monte Calvario,
ha.sta que la halló, junta con ¡as otras do.s en
que fueron crucificados los dos ladrones que
murieron con Jesucristo, pero dudando cuál
fuese la de este Señor, se aplicaron separadamente á un difunto, y habiendo resucitado al
contacto de la tercer!), 'io conoció ser esta la que
se buscaba.
Cri.T0s.—Cuarenta Horas rii Santa Crui,
donde habrá Misa mayor á las di«z, y patM^írieo
que dirá 1). Emilio Santamaría, y por la tarde
completas y procesión de reserva.—En los mismos términos se líaco función al Santísimo
Cristo de San Ginés, predicando en la Misa don
Manuel Uribe.—Y en la V. O. T. de San Francisco al Santísimo Cristo de los Dolores, siendo
orador D. Pablo Morso y Vivas, y on San Ildefonso al Cristo de las Misericordias, pronunciando el panegírico D. Mariano Yagüe.—En la
AGRNCTA AMERICANA.
Iglesia de Chai:iberí se festeja al Santísimo
PARÍS, 1,'' (tarde.—El exterior español cier- Cristo de los Afligidos; predicará por la mañara en Bolsa á 13 3it, y el interior id. á 12 15^16.
na D. Ignacio Vililla, y por la tarde D. Juan de
—Las obligaciones de ferro-carriles portugueDios Nieto.—En San Martín se celebra función
ses, á242.
al Cristo de los Milagros, y on la Eacarnacion
LISBOA. 1." (tardes—El interior, á r.0-.80--^
al Cristo Redentor, y en San Sebastian- al Cri.sEl interior español al contado, á 13-45.
to del Perdón, siendo orador en «sta parroquia
D, Benito Vísjo.—Sigue la novena de la Divina
' tastttra en San Antonio del Prado, predicando
D. Antonio Vílascca y D. Mariano Yagüe.—
Continúan las Flores, siendo oradores ])or la
tarde en las Carboneras D. .\udrés K¡\illa, y en
íOecefa de hoy.)
San Ginés D.lgnaí'io Vililla, y do n o c u e c n ' c e , MIHJ^TBUIO DE Fs-íAbo.-^Real decreto, conceíiizares D." Manuel L'ribe.—Prosigue 1» de 1»
diendo la gran cruz de la Orden de Isabel ia Beata María Ana en Alarcon. y dirá el-^i*fteg<_
Católica, al comandante militar de marina de rico en*» ^^i*''' ^^- Tiíuaon Garamondi.
la provincia de Santander, D. Felipe Ramos I z La Misa y Ofieio pon de la Santa Cruz.
quierdo y Villavicenoio.
SECCIÓN OFICIAL -
MiNisTEHio DE LA GuEBRA. — Roal dí.^ci;eto,
concediendo la gran cruz del Mérito Militar, al
j^ariscal de ca,m^o D. Mi^el Trillo y Figrueroa.
risita de la CMe ¿ Í jl/«»'tó.—Nneá^ii BeSors
del Buen Consejo en San Isidro.
i.'i,.
EL SIGLO F U T U B : O
VARIEDADES
i<;XPOSTC10i\ DE RKLLA.S A R T E S .
Tnrminál,!inins el articule) fiiiterior reno-,
m e n d a n d o á los p i n t o r e s el ¡)recepto linraeiano sobre la ftcertada elei'ciou de IÍJS
asnaius. y vaiuos fi i n s i s ü r I'TI esfe piírficiilar. onf es, seírun el inisüio líonieio. In liase íiiiidíiin.ental de l;i biie'ia eiVcneioii on
l a t e b r a s nrti.stieas. En ' leeío, -oii innelins
los piniorcs q u e ])oi- elegir in.'il los ;,-untos
rnalog-raii ¿us buenos taleiib)s en la (yer-u
eion de sus obras. La v a n i d a d pre1ene¡osa
en n n o s easo.s. la modestia exeesiva eii
oíros, el no inedi]- sus propias fiiei'zas m n c b a s v e e e s , y de ordinario el deseonocim i e n t o del objeto del arte y de la belleza
q u e debe informar sns produ(!eioTies. son
causas de l a m e n t a b l e s extravíos eu los
artistas, que en vez de ejecutar Ijuenas
obras, acomoiladas á su genio y d i g n a s de
aplauso, p r o d u c e n m u o l i o s y ridiculos m a marraclios. El q u e seria un buen paisajista, a b a n d o n a los campos matizados ])0r la
tibia luz de la anrora, y el valle m e l a n c ó lico q u e se cobija al a b r i g o de l;i inbiesla
montaiTa, coronada de nub(>s, y cfirre á
b u s c a r en las viejas historias las d e s g a r r a doras luchas de las pasiones h u m a n a s , p a r a fijar m a l a m e n t e e n el lienzo sus m á s terroríficas y r e p u g n a n t e s escenas. El que, \mel contrario, seria u n b u e n pintor de liistoria, es decir, u n v e r d a d e r o iniitor. en el
m á s noble sentido de esta palabra, en vez
de i)intar p a r a ofrecerlos á n u e s t r a atlmiraeion cuadros grandiosos, iusjúrados jjor la
p i t ; d a d o p o r e l patriotismo, conténtase con
h a c e r alarde de b u e n colorista, r e p r o d u ciendo en el lienzo los ricos y espléndidos
colores de u n c a m p o primaveral. T a n lamentables extravíos, claro está que h a n de
8er funestísimos p a r a el arte, que exige á
,«us cultivadores la nativa y e s p o n t á n e a
inspiración del genio creador y fecundo.
Seria c u e n t o de n u n c a a c a b a r el referir las
observaciones q u e sobre este p u n t o hemos
h e c h o en nuestros paseos por la fíxposiciqu:
solo advertiremos, pues conviene c o n s i g n a r l o , que u n a de las principales causas,
por no decir la primera, de que h a y a en
aquel c e r t a m e n artístico m u c h o s l u n a r e s ,
DO,tanto estriba en la decadencia técnica
del arte, por decirlo así, c u a n t o en la d e c a dencia p!5tética; esto es, en la falsa ó i n exacta idea que tienen de la belleza los p i n t o í e s , c r e y e n d o que todo es bello con tal
q u e esté í i e n ejecutado.
Sentimos citar ejemplos p a r a d e n u n c i a r
estos errores, pero no h a y otro remedio dada
la índole del presente trabajo. Señalado con
el n ú m e r o 260 h a y u n cuadre, de g r a n t a mafio del Sr. Mercadé, que representa u n a
H e r m a n a de la Caridad de la casa d(> E x p ó sito.*; de Barcelona, a n o t a n d o en el libro
de entrada.'? de aqíiel establecimiento la
partida de u n n i ñ o recien nacido, llevado
en brazos de otra H e r m a n a que sin d u d a
a c a b a de recogerlo del t o r n o . El c u a d r o
lleva este l>dh título: El «yulmeniofí se-senta y ocho.» El Sr. Mercadé, sin d u d a , h a
querido expresar e u s u c u a d r o la belleza i n c o m p a r a b l e de la caridad cristiana, represent a d a en esas santas mujeres que c o n s a g r a n
s u vida á c u r a r con henu'co d e s p r e n d i m i e n to las heridas moral(\s y materiales de todos
8US p r ó g i m o s . ¡Campo'^fecnndi.simo de d o n de h a sacado el g e n i o del arte ])roducciones
maravillo.sas! ¿Pero h a conseguido su \)v<)pósito el pintor caáwlanV í,Ha .sabido esejuger,
á la luz de la belleza, una de esas c o n m o v e -
doras escenas, t a n frecuentes en tales sitios, do, qu'eda ya a n t e r i o r m e n t e c o n s i g n a d a , este c u a d r o el corazón palpita eraoeionado
en que las l á g r i m a s del dolor son e n j u g a - Críticas m u y atitorizadas niegáT) á- los c u a - por la melancólica ma¡je.«tad, de la e.scena
das por la m a n o de la caridad y la orfandad
dros de paisajes u n l u g a r en la gerarqtu'a que representa. Verdad es que el principal
desvalida halla al)rigo en el seno de la Re- de las obras h i s t ó r i c a s , porque iiacieron. e n c a n t o de aquel paisaje no está en los úlligión'? La H e r m a n a de la Caridad velando s e g ú n ello.s dicen, en épocas de deH'adencia,
timo» reñejos del sol p o m e n t e , q u e b a ñ a n
al m o r i b u n d o , meciendo la c u n a del h u é r - cuando el arte h a b í a comenzado á a b a n d o - el cielo en r a u d a l e s de oi^o, ni en la csíeusa
fano, e n s e ñ a n d o el camino de la Cruz á los nar sus l e g í t i m a s glorias. YX célebre Le.s- y m u s t i a llanura en, qu,e Ja soledad -^ive al
d e s g r a c i a d o s , llorando con los que lloran, s i n g , en su <Laoko«n.>-- se e.spresa en este a b r i g o de inhiesta.s inojitañas y frondosas
restaüandoiieridiisy r e p a m n d o males, ofre- sentido, y J u n g m a n n , en su jireeioso libro a l a m e d a s : está en el tranquilo y devoto
ce escenas admirables, llenas de t e r n u r a y .<obre " \ A \ Belleza y ]a« Bellas Artes. • cor- s a n t u a r i o , cuyas c a m p a n a s tocan'el Aiigeu n c i ó n (•\;jn,u-í'diea. de donde el pintoi'uuede
re.bora el juicio de su compatriota. -La b e - /?'.?, llenando'con sus timbres metálicos y
tristes de poesía y de sul.)limidafl el cam¡io.
recilrir sublime inS])iracion que re])roduz- lleza lie la naturaleza, dice el l i l t i m o . y la
C;Í en sus obras. Pero al lado de C.SIMS esce- esfrafirdinaria sublimidad Ac mucho.s de d o n d e , al morir el dia, la naturaleza le d e s tias, existe, como no p u e d e nii'nos de exis- .••US espectáculos, son ciertamente m u y b u e - pide con .su.spiros y p l e g a r i a s . La Religión,
tir, Í;Í parte trivial ( h i l a v i d a . L a a d m J n i s - nas en si mismos ])ara movernos á. v o n t e m - que todo lo embellece y .sublima, lia dado á
ti-acion con sus r e g l a m e n t o s frios y sus p r o - ])lar la belleza siqirasensible; ]iero solo á ese cuMdro su tierna y'juelancóliea poesía,
cedimientos vulg-ares interviene n a t u r a l - condición de si'r jiei'cibidos en toda su j)le- que en vam» el pincel m á s diestro querrá
m e n t e en las casas de caridad. H a y allí que tiitud. Alieira biim: m u c h a s de las ])re)pie- sacar de los colores de u n a paleta. Con t a n
llevar libros de registro, h a y ((ue ajustar dades pertenecientes á esta. percepcioTí t o - noble ejecutoria bien puede el pai.saje r e cuentas, que corjtprar ropas y come.stibles, tal, que no .son perceptibles á la v i s l a . n o c l a m a r el aplauso de la critica m á s e s c r u pfilosa. >,osotros se lo t r i b u í a m o s con gu.sto
que hacer visitas de policía y de h i g i e n e ,
se dejan por consiguiente rejiroducir i)or la
haj-, (>n fin, que ejecutar todos los actos or- p i n t u r a ; á esta clase pertenecen todos a q u e - al Sr. Urgel, y ojalá que jior ese camino
dinarios, prosaicos por necesidad, de la vida llos fenómenos de la naturaleza qut' p e r c í - c o n t i n ú e p r o g r e s a n d o , sin perdei-se en la
funesta senda del realismo.
material y administrativa.
l)ímos por medio del oído, del olfato y del
A este g é n e r o pertenece, á n u e s t r o j u i c i o ,
g^usto. Pero además de esta razón, c'ontíSentimos decirlo; pero esa direcéicm lleva
el cuadro del Sr. iMercadé; nosotros le d a - inía, debe rehusárseles e n t e r a m e n t e el v a - el Sr. Monleon, k j u z g a r por las tres maririatnos Í^Í^ÍÍ^ título: Una escena a d m i n i s t r a - lor que tienen las cosas visibles, jior ser .su- nas que ha llevado al pabellón de I n d o .
tiva en niu) casa de ex])ósitos.
m a m e n t e breve la escala en qtie Ja p i n t u r a A f o r t u n a d a m e n t e , el g e n e r o que cultiva
A u n q u e en otro t e r r e n o , cae t a m b i é n se ve forzada á re])roducirlas.'- (1)
este apreciable artista, á pesar de su m o n o dentro de las ¡¡reseutes observaciones el
Hemos trascrito aquí el anterior párrafo tonía, y pobreza, si se quiere, n o es el que
cuadre> del Sr. Serret intitulado: Prlnon de- de J u n g m a n n . jiorque en cuestión tan i m - m á s se presta á semejante extravíe. La p r o le, í'líi.ma reívñ de Mallorca[AVÁ). El p i n t o r portante queremos escudar nuestro h u m i l - funda soledad de los mares; la imponente
valenciano, al ponerse á ejecutar (>se c u a - de juicio con el de críticos autorizados. No majestad de sus olas, y a se deslicen s u a v e dro, no midió b i e n s u s fuerzas, ¿y; qué había dcbemiis considerar por lo tanto los cuadros m e n t e sobre el píéla<>o azul, y a se estrellen
de suceder? que cayó en el ca¡uino, sin lle- de paisajes como otaras arti.stieas en el ele- espumosas en las solitarias rocas; el e x t e n g a r a tocar la mela, deseada. El asunto no v a d o sentido di" esta palabra; sino como so liorizonte, ora claro y diáfano, matizado
carece de interés, seibre todo p a r a los m a - producciones i'ecreativas que eu u n a (esfera por la b e n i g n a luz d e l s o l , ora nebuloso y
llorquines, pero el pincel del Sr. Serret no inferioi- á a()uella eu que (d arte resjilande- triste, d e s g a r r a d o por el furor del r a \ o ; la
alcanza todavía á esa esfera .superior del ce cem la clara luz de la belle'<ía suprasensi- nave que viento eu popa corre de luio á
ai'te pictcirico. L a escena que el cuadro r e - ble representan á nuestra %ista los bellos otro Continente como el ave que h i e n d e ios
liresenta, vista eu las tablas de u n teatrillo cuadros de la naturaleza, si bien destitui- aires, ó azotada por el h u r a c á n piei'de sus
de provincias, athi podría pasar; e n t m lien- dos de la ^ida que la realidad les infunde. palos y velas y es devorada por la t e m p e s zo de 2w0 metros ele altura por 3'7H de a n - Trabajo interesante, por más de tm concep- tad, son otros tantos elementos de belleza,
cho. <\s en todos sentidos deplorable. C u a n - to seria el de inve.stig-arlas causas del desar- -que a u n q u e la p i n t u r a solo imperfectamendo (U'spues de leer en Zurita la minuciosa rollo que este g é n e r o de p i n t u r a h a t e n i - te los reproduce, causan en el á n i m o p r o relación de e.ste suceso levantamos la vií5ta doen los tiempos m o d e r n o s , relacionán- funda y d u r a d e r a impresión.
al cuadro, el contraste no p u e d e ser m a y o r . dole con el de esa m ú s i c a , que a l g u n o
En la Dársena, de Bruselas (270) es donde
¿.I)()nde está la e.spresion altiva é imperiosa h a llamado panteística, y cuyo ejemplar
m
á
s se ve la tendencia del Sr. Monleon h a del infante de Aragón? ¿Dónde aquella r/ran. m á s pierfectí.) es la Hm/onm palitoral
de
cía el realismo.
fv.riii. conque' nos dice el cronista a r a g o n é s B c e t h o \ e ü . El hecho es que los pintores
Aquellos barcexs t a n exactamente p i n t a que el rey de Mallorca jirotestó c o n t r a la
tre.scientistas no conocieron el pai.saje; y
dos, aquella gradación de tonos, aquellas
violencia" que le a r r e b a t a b a á su esposa? ^"o que si P e r u g i u o Jo empleó al comenzar el
d i g a m o s nada de la impasibilidad con que siglo XVI. y Rafael despties lo usó en a l - a g u a s tan trasparentes, revelan u n estudio
las d a m a s de la reina presencian el a t r o p e - g u n a de sus o b r a s , fué solo como u n mero del n a t u r a l demasiado minucioso y a c a d é m i co. Se nos figura que el Sr. Mouleon, c u y o
llo que sufre .su señora; u n crítico las h a ornato de sus cuadros religiosos. H a y que
estudio es u n museo naval, entiende m á s de
comparado á las coristas del teatro de la venir k Claudio de Lorena, Rosa, Teniers y
Opera, y creeaios que aiin deben darse e s - B r u e g h e l par.s encontrar el paisaje tal cual náutica de lo que conviniera á u n artista.
FA naufragio en las costas de .ist.úrias (271),
tas por ofendidas de la comparación. Al o b - hoy lo conocemos. En E s p a ñ a el paisaje
servar el desnivel de las p a r e d e s de Ja estan- apenas h a tenido cultivadores, salvo a l g u - a u n q u e m á s descuidado en la ejecución, es
cia donde ocurre el suceso, paredes de c a r - n a s excepcíoues en los tiempos modernos m á s notable por su t r á g i c a g r a n d e z a . No
tón por cierto, sin perspectiva ni solidez, En la actual Exposición de Bellas Arte.s p u e d e m i r a r s e aquel c u a d r o sin que el p e n i m a g í n a s e uno que Ja b u e n a fama del p i n - este g é n e r o es. sin e m b a r g o , el que está s a m i e n t o , p e n e t r a n d o en la desarbolada
tor, i n d i g n a d a de la obra, h a minado los ci- mejor representado con ios cuadros de nave, j u g u e t e ' de las olas embravecidas,
mientos, y de u n m o m e n t o á otro las v a ú H a e s , Monleon, ü r g e l l , H e r r e r y otros. asista á las cenm.0 ved oras escenas de que
es teatro en tan angu.stiqsos instantes; y
derribar .sobre el c u a d r o p a r a c u b r i r con .sus E l ' señor H a e s , profesor de la Academia
esc;ombros semejante estrayío. El Sr. Serret,
de San F e r n a n d o , maneja el lá])iz y el c o - e n t r e el b r a m i d o del h u r a c á n , el rug-ir de
que por otra, jiarte revela cualidades m u y lor con mano m a e s t r a . E.stas condiciones, las olas, el t r o n a r de, los, cielos, se escuche
estimables de arti.sia. debe medir mejor sus tratándo.s<* de u n paisajista, son bastantes á l«s gritos de a l a r m a ' d e los marineros, el
fuerzas en adelante para no caer en tan l a - acreditar su méritti. Los cuadros que ha llanto de las mujeres consternadas, y las
mentables aberraciones. Sobre .sti caballete llevado á la líxposicion son, sin e m b a r g ó , oraciones fervientes de toda la tripulación,
escribiríamos nosotros el ya referido p r e - del género realista, y a u n q u e en el paisaje que en aquella h o r a de peligro lanza sobre
loselértientos desencadenados el tierno c o n cepto de Horacio:
seamos tolerantes por k) que resjjecta á "la
j u r o del Ave ma.ris sfelht. Y no en v a n o
expresión
de
la
belleza
ideal,
nos
duele
qtie
Suniítc materiam vestris, fiue Síribitis. fequam
ante un euadi-o Jiaya que a d m i r a r m á s la se e n c o m i e n d a n á Mama los n a v e g a n t e s ; en
Viribus. et vérsate din qaid ierre reeuscnt.
consumada ciencia del maestro q u e la a r - la parte más alta del horizonte ábrense ya,
Quid valeant luiiaori.
las n u b e s p a r a dar paso á los rayos del sol,
.diente inspiración del artista.
Hora es ya de que pa.semós á elogiar,
Menos entendido y práctico en la ejeeu- que infundirán pronto la es])eranza en los c o como se m e r e c e n , los ))ueuos paisajes y
cucion que este reputado maestro es, sin razones atribulados. Pronto se disi])ará la
m a r i n a s que existen en la Plxposicion. obras duda, el autor del Tof/ite de oracn)íi\\'^')];
l ú g u b r e cerrazón del cielo, calmará su fude conocidos pintores, maestro a l g u n o e n - y. .sin e m h a r g o , ^.por q u é no decirlo? ant« ria el aquilón, las olas abatirán ,su altiva
canecido en el estudio; j ó v e n e s , los ^nás, de
frente, y la pobre nave, impelida por suave
g r a m l e s esperanzas ])ara el arte. Antes de
bonanza, a r r i b a r á á la desierta playa, donde
h a b l a r de sus c u a d r o s , debemos hacer una,
(1: Tomo IT, ]iá^'. 92, traduciñon castellana la tripulación elevará al cielo su cántico de
advertencia preliminar, que, en eiert() níó- dpi Sr. Orti y I,nra.
gracias.
EL APOCALIPSIS
CAFÉS DE LA COMPAÑÍA COLONIAL.
DE LA. CONSTITUCIÓN
APOSTOLICAE
SEOIS,
DE NUESTRO SANTliílMO PADRE PÍO IX,
en qua a« Ilmitin la.s con.siurss
L.\TAE SEiNTENTÍAE,
1>0E EL DüCTüU
PREMIADOS CON MEDALLA DE MÉRITO
en la Exposición de Viena de 1 8 7 3 .
miCK
MEDALLA CONCEDIDA Á ESPAÑA EN EL RAMO DE CAFÉS,
CINCO CLASES DBI CAFÉS MOLIDOS.
ÜEP(')S1T0 GENERAL, calle Mayor, J8 y 20.
SUCURSAL, Montera, 8.
MADRID.
LA PROPAGANDA CATÓLICA,
(Correo, nú mero 2. —Madrid.)
Bita Cenlro católico, dedicado á la propaganda más económica de toda clase de obras católii as, se
encarga de remitir toda clase de obras, folletos, estampas, medailss, ini.-Sgenes, etc , con las mayores
faellidades * todos los señores Sacerdotes y católicas de España.
Se hallaa Años C r i s t i a n o s y BibHas con un 20 por iOQ más económicos que los de la antigua
Librería religiosa.
Está terminado el torno <." de la célebre obra Apología del Cristianismo, de Hettinger, publicada
bajo la dirección de D. NlcoiásMaría Serrano, y pcóxími á terralaarse la publicación del 2."; también
esti terminéndese la nueva obra titulada El Corazón de J e s ü s predicado, en 4.", original del modesto y celoso Presbítero D. Fiancisco Cuesta Espino, que se halla di^stinadi á llamar la atención de
(oda.slas personas piadosas dn Esp.ma, y cayo precio, iacloso el franqueo, es de i4 rs. vn.
Para la correspandencia y letras de giro, dirigirse en e.sta forma: «Señor Administrador de la Prepasanda Catóílo».»
El Sr. Abengochea, por motivos de salud, ha casada en el cargo de Administrador de la Propaganda.
Para toda clase de asuntos, dir^irse á D. Muo Archanoo, Correo, 1, Madrid.
LA CORlTUCWi DE 1815
EL DIARIO LA ESPAÑA
CONVICTO D E L I B E R A L .
Precio UN BBAL, así en Madrid como en prorincias, y NÜEVK RSAiag LA
SNA.
DOCENA.
^.•
,
Se
vende
en
la
Administración
de
EL
SIGLO
FOT
Se vende en la Administración de EL SIGLO FUTURO y en fas librerías
de los SRBS. AauiU)0, OLAMINM, TBJADO
Y
PaBDiaoRRO.
DON SANTIAGO FRANCISCO YIQUEIRA,
Cilantro de l a c a t e d r a l de S a n t i a g o .
Este folleto se vende en el establecimiento tipográfico de D. José María P.iredes, en Santiago, Virgen de la Cerca, nú^2. U, á 4 rs. Se remite por
correo, franco de porte, incluyendo en carta al
autor libranza, por o is.
PABEIGA'DE~PERSIANAS. '
Las de cortina con cadena de
hierro inoxidable ofrecen resultados DQuoho más veatajosos que
las antiguas coa cintas, por su
mayor elegancia, duración y
eooDon&ia reiatl»a. Valentín Sanche?, privilegiado en la fabrlcacloa de dichas persiaoas, tiene
el gusto de ofrecer este nueyo adelanto de su Industria i las señores arquitectos, aparejadores y
profletarics. Calle de Relati^res, Búm. 5, Madrid.
e compran cupones,requisas,
carpetas, subvenciones, resguardos, residuos j toda clase
de papel del Estado. Capellanes, número 12, principal derecha, de nueve á una.
S
ESTAMPERÍA REíJGIflSA ESPASflli
Y EXTRANJERA
dé J n a n P e n a y i^acanell, editor.
Especialidad en estampltas propias para regalos,
recuerdan y para la prlca«ra oommien.
Se remite el catálogo gratis.
Barcelnna: Rambla de Bslodios. num. 4*.
DE SAN ALFONSO MARÍA DE LIQOBIO
Sé Véíáaó «B las librerías de Olanwndl, de Aguado, Perdiguero y otras principales de Madrid, ¿ 10
reales oadtejom piar.
M. P . ViLL.\^riL.
GACETILLAS
L a Administración del Correo central h a ce saber que desde ayer salo á las oehn y treintH
mi autos (le la noche P\ tren-eorreo ordinario de
la línea del Norte hasta In'in, que conducirá
correspondencia para toda la línea y para el extranjero.
Se admitirá correspondencia en los buzones
de esta Administración hasta las siete, y con
sello de alcance, y en su buzón correspondiente, hasta las siete y treinta y cinco minutos.
Desde este día. y por la mi.sma línea. í3e establece un tren expréss, con salida de la Administración á la una y quince minutos de la tarde, que llevará correspondencia para el extranjero y para los puntos del tránsito anunciados
anteriormente para el expre'ss que se despachaba á las cuatro y treinta minutos de la tarde.
Para este expre'ss se admite correspondencia
en los buzones de la Administración hasta las
doce y treinta minutos, y con sello de alcance
hasta la una de la tarde.
Se recibirán certilicados ordinarios para el
referido oxx)réss desde las nueve de la mañana
hasta las doce y treinta minutos de la tarde, y
certíticados impresos desdo las once liasta las
doce. '
Los certiti-cados para el extranjero por dicho
expre'ss se. recibirán en la sección de cambio de
dicha Admiriistracion desde las ocho hasta las
once de la mañana.
Los certificados ordinarios é impresos para el
tren-correo de las ocho T treinta minutos de la
noche, continuarán recibiéndose á las mismas
horas que están señaladas para los demás correos de la Península.
Kn ambos trenos se conduce correspondencia
para el extranjero, enlazando con el tren exprés directo A París el que salo de esta corte á
la una y cuarenta y cinco minutos de la tarde.
Dice un periódico:
<'Ayer, á las doce de la mañana, el celoso jehi
de la cárcel de Villa descubrid un escalo que
habían hecho los presos del departamento que
da al patío grande. Con este motivo, son once
los sugetos á quienes se les ha empezado á instruir nueva sumaria.-»
Los periódicos de esta mañana d a n cuenta
de las siguientes ocurrencias:
«A un soldado de caballería que fue ayer á la
Provisión de paja y cebada, y que Labia "sujetado á uní) rej.i del edificio sü caballo, le fué robado este por un indiívduo que, montando en
él, salió á galope, mientras cumplía el primero
el encarjío que allí le llevaba.
—En la cárcel de Villa fué ayer detenida una
mujer que llevaba á su marido, preso en aquel
establecimiento, un pico, un escoplo y unas
enormes tijeras para cortar hierro.
—Ayer á las tres d(j la tarde se cayó ntt trabajador del andamio de la casa contigua al viaducto de l á calle de Segovia , causándose varias
contusioaud graves, i)or lo ([ue fué conducido á
la casa de socorro.
—Anoche se decbírú un voraz jncimdío en una
tienda de comestible.-i,, ^iti^ada á la dereclra de
la Venta del Espíritu í^anto, camino, de Vicálvaro, quedando cumplétamente reducida ú escombros, á pesar de los'eflcaces auxilios de las
autoridad(^s y bomberos del ayuntamiento.»
L a t e m p e r a t u r a m á x i m a de a y e r en Madrid fué de 19';l. y la mínima do 6'1.
Según los p a r t e s recibidos, a y e r llovió eu
Oviedo.
7MPRK.NTA DE P . MAROTO, PEf.AYO, 3 4 .
0
3EAS dramáticas j ameno
ó BL LTORO PROFÉTICO DB LAS REVOLUCIONES,
interpretado por Francisco Matías
de LaCiabe.
Drama alegórico que repre.senta en bosquejo el
espíritu ó carácter de las grandes épocas ó rayoludones siguientes: *,* Triunfo 4<?.l Cristianismo
sóbrela Idolatría: abraza el periodo dé tieiUpo y
de lubha desde su aparlolbn hasta Constantino.
í.* Irrupción de los bárbaros del Norte. 3.* Incursión y dominaclea de IÚS sftrracenos. 4.* El pro»
testantlsmo. 8.* Primera república francesa; Napoleón. 6.* Segunda república; nuevo devastador
ó emperador; guerra colosal. 7.* y última. Triunfo
definitivo del Cristianismo y fin de las revoluciones.
Bsta obra que acaba de publicarse, se halla «le
venta ^ seis reales en Síadrld y seis y nt94Í0 en
provincias, eñ la librería de los Sres. Viuda ó hijo
de Aguada, oalle de Pontejos. niím. 8, Madrid.
QOCORROS mutuos entre vi/ ^ | v o s y dlíantos.
Ky
Libro importante jpara «t^^arar Iis alvaolon de nuestras almas y coñsefenír la libertad de
b i de nuestros padres difutatos, he¥m&no&, parient e y ansigos, que se hallen en el Purgatorio, padeciendo indecibles tormentos, y que quizá en este mooiento nos están dando voces y pidiendo
nuestro socorro.
Madrid, librería de Perdiguero y compañía, calle de Saü Martin, 3, y en iaü de los Sres. Aguad© y
Olamendi ¿ 8 xs.—Kn Us mismas se hallará el 11brito de la Visita de San Jo.<!é, 4 5 rs. -Método de)
canto Han; universal, á 40 rs.—Arte de canto eoletliílloo, k 8 r».—Cnleoclon da Kirioí. Siftrtíí. Cf-
üEVOCíOiV
AL
fi% SO PiTWARCA SK^
Deseaii.*émos t a m b i é n hoy nosotros de
esta l a r g a travesía p o r las salas de la E x p o sición, celebrando que pintores tan e s t i n a bles como los últimos f[úe h e m o s citado, n o
h a y a n n a u f r a g a d o en las borrascosas a g u a s
del arte m o d e r n o ; antes h a y a n arribado felizmente a l a s risueñas playas de la belleza,
donde crecen lozanos los laureles df 1H
fama.
# -
PARA DEDICARSE A S ü SERVICIO
K IMPLOBAK s u PHOTECCION.
Estas hojltís son un tesoro de devocloB al Glorioso Patriarca, conteiriendq,; además del acto de
Consagración, el «"(í* it pedir el 4o» <ie oraeiou,
a virtnd de U pv-reta, la coHJtanii en Di0t •§
eual^itUraotra» fraciaf.
Tienen al frente una bellísima fotografía del
Santo. ,
^
El precio es de 20 rf. cada ciento.
LOS pedidos pnedeú baoel^se á D. Eugemlb Redondo, Iglesia de San Pascual, paseo de Recoletos.
REUGIOSAS delPresbiterc D.José María
León y Damlnguez, catedrático del Seminarlo Concillar de Cádiz.
Obras dramáticas, escrtas en verso, para niños
y jóvenes, en las que se desarrollan asuntos bis •
tóricos, altamente morales é Interesantísimos.—
La Pastora Inmaculada, 4 reales. — La Adoraclon de los Pastores, 6 reales.—La Resurrección
de los Justos, 3 reales.—El Seise Mártir de Zara goza, 4 rs.—La Reconquista de Cádiz, 8 reales.
-La Adoración de los Reyes, 6 rs.— Los Mártires
Patronos de Cádk, 6 rs.—Santa Eulalia de Barcelona, La Corona de San Luis Gonzaga y Ester (un
cuaderno), 8 i-s. —El ángel del Pulg-Gerdá, 6 rs.—
Constantino, 6 rs.—Covadonga, 4 rs.—DImas, ó la
huida á Egipto, 4 rs.—Justicia del Cielo, 4 reales.—
Venganza de buena ley, 4 rs.— El andalú más tem>
pláo, pieza chistosa para &n de ñesta, 4 rs.
Obras en prosa.—Leyendas históricas y morales, dos tomos, 20 rs-—Páginas del hogar, leyendas, cnentdsí fábulas y tradiciones, con grabado.^,
4 rs.—Al calor de) hogar, naevas tradiciones y
leyeadasy 4 reídes.—La última aparición de la Santísima Virgen en Francia, 60 céntimos.
Todas estas obras se hallan de venta en Madrid,
Olamendi, Paz, 6; Tejado, Arenal. 19; viuda de
Aguado, Pontejos, 8; Propaganda Católica, Correo,
2.—En Zaragoza, >1nda de Heredla, frente á la
Seo.—Barcelona, i2«t>M<a Popular, Pinos, 5.—Málaga» librería do Moya.—Sevilla, Izquierdo y Sobriao, Francos, 60 y 63.—ValencLi, José Marti,
Zaragoza, 15.— Gerona, A. Franqnet, Ballesterías, 42.—Bh los demás puntos en tas prinolpalet
librerías, ó dlri^ándos* al autor, Cidl¿. ¡ÍAO
Jaan. 4iv
REVISTA FKANGISGANA.
pabUcacioq. n e n s a a l d e s t i n a d a & l a p r o p a gación de la v e n e r a b l e Orden T e r c e r a de
penitencia del seráfico P a d r e S a n F r a n cisco de ASÍS, d i r i g i d a por el m u y r e v e rendo P a d r e doctoi' R a m ó n Baldú, p r o vincial de la Orden de C a t a l u ñ a ; a p r o b a d a p o r los reverendísimos Comisario gen e r a l apostólico de. E s p a ñ a y Ministro g e n e r a l de l a Orden, y bendecida poV Pío IX,
angiisto T e r c i a r i o de San F r a n c i s c o .
Aunqtte! especialmente dedicada á los hijos del
Serafia de Asís, no por esto deja de ser esta «Revista» d,f un interés especial para otras personas,
pues contfáne materias de grande utilidad para
toda la conmunioh católica. Es una publicación, á
la par que insltuctiva, amena, pudiendo servir do
kctura piadosa y recreativa para toda clase de familias; contiene hermosas leyendas, vidas de Santos, correspondencias de Rom», del Asia, especialmente de los Santos Lugares de Jernsalen, del
África y de los diferentes Estados de América, en
los olíales florece sobremanera la Religión seráfica.
.fc4n»lalstr*o|on, calle del Pipo, 6, bajo, Barcíloim.
Descargar