i^Bi ím MADRID, DOS DE MAYO DE 1876 ANO I m D I A R I O CATÓLICO m iiiiiii mi iiiiii üWPl 'i •Ülillir h^'llili'ir!; !í|! • m j ülíS^ lí i I' ii|i'ii ;'r- Orlamos hoy de luto nuestro peñódioo por no interrumpir la costumbre e-itableoida de antiguo: pero hoy no es dia de luto, hoy es dia g-loriosísimo para lodo espafiol que conserve en su alaialafé cristiana y el amor ;i la patria en que se engendró la guerra de la Indejieudencia. Vencer no es siempre gloria: puede ser obra del ni'imero, de la casualidad, de la traición vergonzosa. Morir ])eleando contra los fniemigos de Dios y de la patria, como murieron Daoiz, y Yelarde, y Huiz, y todas las in.signes víctimas del iJosile ^layo. del sitio de Zaragoza, del sitio de fierona. era en España cosa comuJi rji icóriHente, fué siempre heroísmo qu^j^íl|nira^TÍ^' todos los corazones giMierosos. > •"' , ¡Dormid en paz, víctimas hei'ói«?as de la Independencia española! Vosotros no qui«steis consentir que planta extranjera hollase el suelo de la patria; vosotros no quisisteis que los errores de la revolución francesa quebrantasen la fé y mancJiasen la honra de esta hidalga y cristiana patria de mártires, de Santos, y de héroes cristianos; vosotros supisteis morir como cri.«tianos }' como españoles. ¡Sea vuestro heroísmo perpétuametite admiración y ejemplo de e.sta desdichada patria por quien disteis la vida! •Mí m Jll 'iflHiii 1 í lil Por falta de tiempo y de eíípacip no hablamos el sábado del discurso pronunciado el viernes por el Sr. Fernandez y Jiménez. Ni hoy hablaremos mucho de él, porque su señoría se entretuvo príncipalmeute en contar horrores de IR Inquisición; y nosotros, que procuramos tratar á fondo todas las cuestiones que se presentan, después de haber dicho todo lo que sabemos de la unidad católica, nop proponemos decir todo lo que .se nos alcance de la Inquisición. Pero el í>r. P'ernandez .Jiménez sostuvo una tesis que nos parecii) peregrina, y queremos someterla al buen juicio de nuestros lectores. En concepto de su señoría, las glorias y grandezas de líspaña pertenecen al Catolicismo, y en esto coincide su opinión con la nuestra y con lo que cuentan las historias: pero no ¡¡ertenecen á la unidad cat()lica, porque, en sentir de su señoría, y en este punto coincide su opinión coh la de La Nueva Prensa, < si hay algo castizo es la tolerancia.» Esta opinión eclia por tierra la sentencia generalmente admitida en las escuelas liberales, que nunca se hartan de vociferar contra la barbarie y la intolerancia de los siglos del oscurantismo. Pero el caso es que también la opinión del Sr. Fernandez Jiménez viene al suelo, sí no tiene mejores fundamentos que los que le puso el orador de la mayoría. Seria largo examinarlos todos, \ aun decir de cada uno todo lo necesario: ])ero vamos á pasar en revista algunos. 0ice el Sr. Fernandez y Jiriienez que «más de la mitad dehímperío de los visigodos estuvo comi»artído entre arríanos y católicos.) Cierto, que lucharon, de una píu'te, hasta martirizar á San Hermeneg'ildo, y de otra, hasta echar del trono el error y poner á España bajo la protección de los Concilios de Toledo. Lo cual prueba que ya entonces los cri.stianos españoles no se contentaban con menos que con el imperio de la verdad. Añade el Sr. Fernandez y Jiménez que «después del decantado triunfo de Recaredo, los pueblos se hallaron, fuera por lo que fuese, en tal estado, que tuvieron que llamar al primer infiel que se encontraba á las puertas de España.»—Aquí no hay grande propiedad en los términos, ni rancha claridad en prescindir de las causas, que era lo que importaba averiguar. No fueron los pueblos, fué D. Julián, fueron los hijos de Witiza, fueron unos cuantos ambiciosos traidores, los que, aprovechando la circustancia de estar el rey ocupado en sosegar otras discordias, abrieron las puertas de España á los moros, y se pasaron á ellos en Guadalete, haciendo traición al rey y á los pueblos, qne pelearon Btf5^^^g_Js3=^ liasta quedar destrozados. Los traídonjs querían que lus moros les ayudaran á apoderarse del goljíerno. y los moros, eng-añándolos bonitamente, se lo apropiaron. No es el único caso de que hablan las hi.'torias. En cuanto á los pueblo.s, desprevenidos como estaban, se rindieron al usurpador, no sin resistencia muchos. Y no solamente los que se guarecieron en Asturias y en las Peñas de San Juan, sino Teodomiro en la tierra que de su nombre se llamó tierra de Tadmir, y lo.s Lope y los Muzas en las continuas rebeliones d(í Toledo y Mérida, y el insigne Omar-ibn-H;ifsun, fundando el extenso y cultísimo reino que tuvo por cabeza á Borbastro, y poco antes los gloriosí.siraos mártires de Córdoba, y la constancia de los héroes de la Reconqui.sta que no dieron por terminada su obra hasta llegar á Granada, prueban que la E.spaña eristiima aspiró conslantiunente á la unidad de sil fé, aun- en los tiempos tristísimos en que fuerza mayor se oponía. Sin que diga nada contra esto aquel partido exiguo Cristian o-árábigó que hubo en el siglo XI, que era enemigo de los mártires, que quería conciliar 1« verdad con las abominaciones del Koran, que llamaba exageración á todo lo que no era, transigir eon el despótico vencedor: raza miserable^ ruin de esclavos, dispuestos siempre á hincar la rodilla y sa^ crificar su couGi'ehcia a quien les pueda hacer daño ó darles vm"pedazo de pan. Pero llevada á feliz término la Reconquista, hubo en España moriscos, hubo j u díos: y esto, en sentir del Sr. Fernandez y Jiménez, prii^ba que la tolerancia que ahora .se quiere legalizar es lo castizo en España. Falta, sin embargo, u a elemento indispensable para que la tolerancia de ahora se asemeje á la tolerancia de entonces: falta - aquel tril^unaJ que velaba por la pureza de la doctrina, é impedia á ios judíos y á los moros proj)a.gar sus errores y al)oniinacioiics. ¿Es que el Sr. Fernandez y Jiménez (juiere estal)lecer ahora otro tribunal semejante que p<mga coto á la propaganda do Jos enemigos que boy tiene la verdad? Y si Ho (pücrc esto, ¿cómo ])i('tende igualarlos tiempos de la inquisiciou con los tiempos ipic corren? Y porque los judíos y los moriscos eran un peligro constante para la tV' y para la paz de España, fueron expulsados: y la intolerancia ingénita en el pueblo español, que movido por ella derramó á torrentes su sangre y llevó á cabo hazañas portentosas, viü.se al fin por completo satisfecha: y España fué, como dice un poeta del poderío de Felipe 11, de herejes y de moros e.scarmienio. firme rival del Támesis umbrío, duro azote del Sena turbulento. temido en Flandes, respetado en Trento. Y desde el mar de Luso á la Junquera, hubo un cetro, un altar y una bandera. Diga el Sr. Fernandez y Jiménez que él es liberal, que á él no le agrada el espíritu español; p(U'0 no niegue, porque resplandece como la biz del dia, que el carácter peculiar de la historia de E.spaña es el amor inquebrantable á la unidad catcdica, que lu hizo grande en el mundo. El Sr. Batanero coiitínu(') ayei- su interrumpido discurso en defensa de su enmienda k la base 11.", y ¡Prosiguió diciendo, como el sábado, en estilo .'laño, lo mejor y más i)ráctico que hasta ahora se ha dicho en e-stas Cortes contra la base constitucional. Además de las curiosas citas que hizo de los Sres. Cánovas del Castillo, Alonso Martínez, Bugallal, Moreno Nieto, Sagasta, que en otro tiempo defendieron la unidad católica, repitió, para empezar, el cargo que ya el sábado habia hecho al Gobierno, con denegación del Sr. Cadórniga, pero con aprobación explícita y terminante del señor presidente del Consejo de ministros. Hé aquí los dos primeros párrafos de su discurso de ayer: «Kl ai prommciado por el i^r. Cánovas intornimpiendo mi discurso en la sesión anterior, vino á (lar mayor fuerza á lo que tuve el honor de consignar al principio de mi peroración, ó sea, que el Cohierno presidido po;- el Sr. Cánovas, en'vez de haber dejado compiotamente libre en las eleociones la cuestión religiosa, habla excitado á los gobernadores para que cometiesen las violencias que dejé expuestas, y que eonqu-obf' con im telcín-ainn, del fí'obornarlor de bi ('oruiia. También dcmostri' que. los gobernadores huhian exaierado su celo hasta el extremo de dar ordenes á los alcaldes para impedir á fodo trance que se ejerciese el derecho de petición en ta^•or do la unidad religiosa: de lo cual deilucia y deduzco yo que una libertad ó tolerancia de cultos planteada en Kspaüa por estos procedimientos nace sin autoridad ninguna y es diíícil que jmeda ser respetada.•> Esto, como se ve, era grave. Tan grave. que insi.sliendo en ello después, cuando en el salón habia más diputados, produjo grandes y repetidas protestas é interrupciones. —Aqui está el parüdo moderado. Vo he sido siempre, yo sigo siendo moderado. Créanos su señoría, y apresúrese á f»nterrar f^se cadáver, que hiede. Publicamos integTo el extracto oficial de la breve y elocuente improvisación que ayer prontmció el Sr. Pidal y Mon t^i el Congreso. Aludido por el Sr. León _v Castillo, que quería saber dóinh» eslaba el ])artído mudei'ado, si en la cínudlincion. ó con los iniransig-entes, levantóse el Sr. Pidal, y juntando hechos verdaderamente gloriosos de su padre, la espedicion á Roma en 184VL sus protestas contra la abolición de los diezmos y contra la desamortización, hizo el periodo más elocuente que hemos oído de sus labios. El Sr. Pidal añadió: -de ese partido moderado vengo.» Después, el Sr. Pidal y Mon pintó de mano maestra las liberalidades del partido moderado conciliado, y exclamó:—<;Sí este es el partido moderado, yo reniego de ese partido moderado. > ;Qué ganas tenemos de oírle e.»ita exclamación en absoluto, sin distinciones, y verle fuera de un partido que, como su señoría recordí'i, defendió la unidad católica cvuuido la defendía el partido progresista, esto es, cuando en España le era al liberalismo absolutamente imi)osíble enseñar las garras! los abismos. Decía ayer el Sr. Moyano: —Dicen que somos pocos, que no somo.-! más que dos los moderados. No importacon dos ruedas anda un carro. No. ?¡ no hay quien tire. iif'hii'í in Dice el Sr. Cardenal, que 'el gran partido moderado/ ha dejado profundas huellas. ;Y tan profundas! COTÍ la profundidad de El señor conde de Llobregat, es decir, vnio'de los hombres más caracterizados del periódico intitulado La líspaña, que tanto se incomodó con iKJSotríjs cuaudo digimos, como es evidente, (¡ue era católico-liberal, impugnó ayer con facilidad de j)alabra y excelentes formas la liase 11.''del ])royecto constitucional. Su señoría dijo que su conciencia le im])edia seguir al actual ministerio en la cuestión religiosa; jjero «pie fuera de eso, no sabia qué otra cosa pudiera haber en que él estuviese en frente del Sr. Cánovas del Castillo. Dijo más sn señoría: dijo que él condenaba el liberalismo religioso, pero no el político, ]jorquc en política también él es liberal. ¿Aún no .^e ha enterado el señor conde de Llobregat que precisamente en poHtica es donde está, el daño? ¿Aún no ha averiguado el señor conde de Llobregat que el liberalismo es la forma política del error, que vestido de religioso se llamó protestantismo, y vestido de filósofo se llamó i-acionalismo? Si alguno dudaba ai'm, duda que parece inverosímil, ahí tiene la confesión'explícita del señor conde de Llobregat, (}ue defiende al mismo tiem])0 la unidad católica y el liberalismo en i)olítica. Y nosotros ¡¡reguidamos: ¿Qué unidad católica <leíi(mde su señoría? ¿La unidad del credo católico? Pero esa no se discute en (d Congreso. Trátase de la unidad católica en España, no en la Igh^sia. Trátase d(d libei'alismo que no quiere consentir el jirinciiiio católico en la ley política, y del principio católico, que condena el principio liberal de la libertad de cultos. ¡Válganos Dios! ¿Se atreverá ya ninguu incauto á decir (pie exageramos, cuando sostenemos que, ora triunfe la base 11.% ora la libertad de cultos ó la unidad católica que defienden los moderados, el resultado seria idéntico? Ayer se perdió u a partido en el salón de sesiones del Congreso. —¿Dónde está el partido moderad o?—preguntaba el Sr. León y Castillo. —Yo no sé dónde está el partido moderado,—decía el Sr. Pidal y Mon. —¡El partido moderado ha muerto!—exclamó el señor conde de Toreno. El Sr. Moyano, recogiendo el muerto, dijo: Kl Sr. Cardenal preguntaba .tyer conmovido á lo.-', moderados: ¿Quién ha dadí.t de recho á los señores de en freme para ineer se más catidicos que nosotro.5? V tenía razón su señoría. La base ii.% .según interjjretacion del Sr. Cardenal, no concede á los cultos falsos más que un tem pío inviolable mientras viven y un cementerio donde descansar después de muertos. Algo más da la base 11."; pero también daba más el Sr. Moyano, qne hoy capitani'a la minoría que se opone á la base 11.": también daban más los otros moderados que con él firmaron aquella famosa exposición en que juntamente se pedia la unidad católica y se tributaba respeto á los fueros de la conciencia infitd. Y lo que es en la jiráctica, por mucho que la conciliación haga, no dejará huellas má.s profundas qne ha dejado en pos de .si el partido moderado. R E V I S T A POLÍTICA Para acabar de (|uitar interés al debate constitucional y á la cuestión religiosa, i{\w. en estos momentos está sobre el tapete, la de Hacienda ha tomado tales proporciones desde ayer, que absorbe por entero la atíMieion de los liombres público.s. y es el único tema de las conversaciones en lo.', círculos jioliticos. Como habíamos anunciado, se celebró en lil sección tercera del Congreso, á las dos th- la tarde, la reunión de los diputados (|ue no (>stán cmiJbrnu's c(m los piamos rentísticos del Sr. Salaverría. Su número ascendía. (MI los jirímeros momentos, á 106, siendo todos mi(>mbro.s de la. mayoría, escepcion hecha del Sr. D. Claudio Moyano. LJl í/jiparcial. recogicTido inlbrmes de vari(;s diputados pertenecient(!S á diversos grupos de la Cámara, ha hecho la siguiente reseña, de lo ocurrido en esta importante reunión, donde ha quedado malparada la disciplina de las huestes mini.steriales, como verá el que leyere los párrafos qu(! siguen. Dice así: 'Ocupó la presidencia, por aclamación de los presentes, 1). Nicolás Hurtado, tercer vicepresidente del (yon^reso, y acto continuo t). .fosé Emilio (le los Santos iisií de la jialahra. niaiii íestando que aquella reunión no tenia carácter político, ni donúnaba en ella espíritu d(> oposición al Gobierno, puesto ipie solo se trataba de ponerse de acuerdo sobre varios detalles del presupuesto, para dirií?ir después observaííiones al scíior ministro de Hacienda, encaminadas á. obtener reformas convenientes á los intereses del país. Añadi(í (pie á su juicio era conveniente, y aun necesario, concertar el nmor número de volunta.(les |)osibles para tormujar leales obsei'vaciones al ministro de Hacienda sobre varios puntos (le sus planes, que de aprobarse tal y como se proponen, causarían grandes perjuiciüs á los intereses generales, lastimando otros particulares dij-'nos de respeto. Kl señor maniui's de la Vega de Armijo maniícstü á su vez. (¿ue se hallaba en un todo confornie con las apreciaciones del Sr. Santos, y que á ambos y á otros yuugos c.orrespundia la. iniciativa, de la reunión que habia sido anunciada j)or los periíidicos. Kn este estado, tomada nota de los diputados ]iresentes. entró el señor ministro de la Gobernación, y combatió desde luego la tendencia de la reunión, que en su concepto era de abierta oposición al Ctohierno. Til Sr. Santos 3' yo, dijo, somos duchos en la política, y no podemos engañarnos acercado los propósitos ((ue animaban á los autores anónimos de la convocatoria. Todas las disidencias, continuó diclímdo, empiezan generalmente afectando lealtad á, los (iobiernos, y elijíiendo cuestiones que, ea apariencia, no (entrañan importancia política: \ «ies pues manifestó que (íl no ])odi» nn'nos (le declarar (jue el Gobierno consideraba como de oposición la actitud de los diputados allí ri-unidos para tratar de los presupuestos, que es quizá el proyecto más político dií cuantos sipresentan á unas Cortes ordinarias. Añadió que no le eonvencian las protestas: de fidelidad al Gobierno liecbas ])or los señorc" .d'i,"' Hl ji-i I 'l'¡ EL: SIGLO FUTURO 'Nc queremcs ni ácbemor: orapf.rric:' áe todo ¡ marqués áe la Vega de Armijo j Santos, porque entre otras cosa"; recordnba, que cuando ei 10 ocurrido en la reani.-.ii lie a .'.;r. N.» podemos Sr. Topeto inició el movimiento do Cádiz, lo crerr que haya, por oirajierte, d pj-xipfísítu de Jiizo íil grito d(^ «;Viv!i la roin!i!> que al fin se coartar la libertad de los diputados ÍIIKÍ en uso convirtió en otro de expatriación para a(¡uella de su pri)i)íii ini(!Íativa y de su propio di-recho se habían reunido para tratar d(! la ciü'stion de augurita seíiuru. Dirigiéndose después al Sr. Hunto-s, dijo que ¡iresupuostos, indep(íudit!ntoiueiittó do la eoiní:i íjiieria erigirse en ¡ele ile l:t niu\on;i |iaraiia« síoii, cowpvéii" fie su, m(iyoría,':'(le -«tfinUados j)ú¡lOnersa ojdniíin. lo hicier^i en buena liorájporo hlicos,n(> derepresenttóte> dé'la? fuei*7,a> vivas de la nación, (pir son l4S direci^aaienti» intere.jVieel, como niicniijro del (ioldi-rno, estaba en rl deber de diir bi vo/ de nlert:i lí lo.s diputHdos sadas en que se bagan todas las ecónumias p o ^.illles, se supriman los gastos supíTiiuie; y se (|m! hubieran asistido ;'i h[ reunión e{|u¡voeado9 busquen recursos en las reformas deíjue es susi-espiK'to ú su trii>cri;d''i!eei. l))i(j fíinibien (pe' id ('iobienio no se le debe ceptible nuostrij sistema ^ellll¡Ilistrati\(J. A los diputados no puede iirivárscles de su i-oniJjMtir V derrotar lie SO-1:I\()Y con torcidos propia inicialí\ a: .seria un gi-avísime mal (¡ue iirocediini'entos, sino de irente y noblemente, se quisiera declarar cnrtmigo del Gobierno á los iieudiendo al (Jongreso, } solicitando jior medio de discursos razijnndos, voti.i.s favorables á bis ijuc- en cuestiones dadas no lesiguies.'n ni/lmuln ;. ro^iii'd'i, l,,is reiiresentanles (bd ])aís tienen (d reformas ([ue se ]jroi>ongMn. Por último. 1-1 Sr. líoniero Robledo, desjmes derecho, y más ([Ue todo, (d deber de (>studiar, examinar y liiscutir todos bis asuiitos (jue afecde insistir en que el carácter de la reuiuon era tan al iüte'n's general, y cuantoen contrarío senhostil al Gobierno, se dirigió á los asistentes y dijo que se marchaba, excitando á (¡iie se uiar- tido se liicíí'."('.'//'/,• í/!'./6',v ¡¡iicra (,vc sea. no procliaran con él los diputados íieles al Gabinete, duciría más qae hondas perturbaciones y consíícuencias en exti'cmo lamentables.» entendiéndose inie los que se (luedaban levantaban bandera de oposición. En otra parte ,se liace car^J-o de una n o t i El presidente, á propósito de lo manifestado cia de La Tríbv/iia, en (pie este jiericídico por el Sr. liomero Robledo, lijó nuevanunite el dice que m u c h o s diinitados de la mayoría objeto de la reunión, diciendo, que no podían aceptarse las teorías del señor ministro. j)orqne oyeixiu con ^irofundo dísg'ustu. que no ocultodos los diputados (poilian oi-ujiarse dignamente de toda clase de enestioues ecojiónücas. taron á nadie, lasjialabras d(d .señor mini.sV que tal lialiiaii sido ]()S precedentes ilel Parlatro de la fioliernacidn en la reunión de la mento. sección trnaan-a, y añade-. El Sr. Santos roctáticó las afirmaciones del • Lo úiiicii (|ue»diciui (>s (pie no parece sino .Sr. RomiTo Robledo, coiidolióndose de las i]rque el Sr. Romero líobledo. con su excesivo elaraciones ilc este, extrañando (jue prmí'trara en el sagrado de sus intenciones y ianientándo- celo, pretende pi-ivar á los dí])utados de su prose de que, bajo la presión <!e una umi-na/.a mi- piía \" legílinia inici;itíva y de (|ue. sinfréria av,nisterial, pudieran qn(>dar coartadas bw facul- loriíacinii. tiel (iiiiiieriai. se ocujien de los intereses generales d(d país, por((ue a(|UÍ se pretende tades de los d\]intados. cuando se trataba úni(|ue todo sea cuestión política y á todo se le camente de meditar y presentar otras soluciones (¿uiere dar carácter de tal. > <iue dieran al Gobierno medios de continuar gobernando, sin grave daño para los intereses Más abajo escribe t a m b i é n IM Patria: generales del país; añadiendo que. conocida la A.Vnoch(^ no se hablaba de otra cosa en los preferencia que el liabia dado siempre á las círculos ¡lolíticos que di> los incidentes áque dio cuestiones de inf(!reses materiales, las imlicalogarla repentina presímlacion del señor micioncs d(d Sr. Roniero Robledo no tenían más nistro de la Gobernación en la sección tercera objeto (jue d(!s\iiuecer una reunión, á (pie todos habían acudido guiados de los más nobles del Congreso. Cooio nuestros lectores comprenderán, el hepropósitos y animados del más sincero patriocho se nurntaba de difenmtes modos. > tismo. VA asunto dará jueg-o. El Sr. Romero Robledo volvió á Rabiar para hacer manifestaciones que parecieron grav^'S á todos los presentes, pues se reducían á df-cbn-ar que el Gobierno consideraría de oposición á los individuos de la mayoría que se ;.'uuier:iu para tratar de la cuestión de presupuestos sin conoEl Cabildo catedral y Beneliciados do la sancimiento del ministerio, y (pie éste, en la eventualidad de dejar sil cartera el Sr. Salaverría, ta iglesia de Gerona, usando de su derecho, seguiría la suerte do su compajiero. acuden respetuosamente á las Cortes del reino El Sr. ¡Ichalecu y el Sr. Nunc/. de Prado ha- para manifestar ,su ]irofunda é inquebrantable blaron tamliíen p a k protestar de su mínisteriaadliesi(m á las exposiciones que los Excmos. é lísmo, añadiinido ([ue su asistencia á aquel aelo limos. Prelados españoles, y señaladamente los no podía considerarse como un síntoma ¡b- opo de esta provincia e(desiástica, han dirigido, ya sicíon. El Sr. Moynno se levantó entonces para decir á S. M. el re\ (J. 1). (i.:, ya á las Cámaras, con íiuo en ef.-cti), al acudir á bt cita había prescinel olijeto de qu(! la unidad religiosa sea garandido de su cará-tcr de franca oposición al Gobierno, puesto que creía ([ue las cuestiones eco- tida por las leyes jiátrías. nómicas debiari'tr:itarsi'con cierta liljertad. y ,No entrarán los (¿ue suscriben á dcniostrar ¡iñadió que el ministro de la Gobernación llevala necesidad d(! que así se establezca, después ba razón en lo (pie había dicho, y que aplaudía (pie tan victoriosamente folian bochólos Prelasu franíjueza en declarar cuestión de Gabinete dos con sus luminosos esi'ritos. La cuestión ha la aprobación de los jn-osupiiestos. Estas últimas ]ialabrasdieron ocasión al señor sido examinada en todos los terrenos y bajo toSomero líobledo para caliticar de honrada y leal dos his asiieetos. y las razones alegadas no han la conducta del Sr. Moyano. retirándose íiim:diatamente: pero dándose por ofendido de ellas recibido, ni recibirán de seguro en .adelante el señor mar(lU(^s de la Vega de ,\rmijo, inci-epó contestación seria y valedera. duramenti! al Sr. Romero Robledo, y manifestó Los exponentes hasta hubieran podido presque había hecho muy mal on lanzar cargos cindir en esta ocasión de hacer manifestación ofensivos para todos los presentes. Eíl señor conde do Toreno se presentó enton- pública di^ sus ideas y simtímientos, habiéndolo ces en la sección tercera y procuró tranquilizar verificado sál)ía y elocuentemente, no há mucho al señor mirí^ués do la Vijga de Armijo; i)cro no tiempo, su dignísimo y venerado Obispo en dándose este por sitisfecho con las exidiciudo- nombre de todo el tdero y íieles de la diócesis. nes del señor mini.stro de Fomento, ijorípie no Ya, empero, (¡ue otr.as corporaciones eclesiásti.se atrevió á hacerlas en nombre del Sr. Ronu^ro cas lo están haciendo, hemos creído que no poRobledo, se llamó á esto y .se presentó de nuevo ante la reunión para explicar sus palabrasy dedía dejar de figurar entre ellas este Cabildo cacir que no había tratado de ofenderá nadie, sino tedral y Beneliciados herederos de una gloria de ensalzar la frinípieza d(d Sr. Moyano, y que todo ello no había sido más que un ardid ¡lolí- inmortal, adípiirida jior sus predecesores en defensa de la Religión y de la patria. tico del señor manjués de la Vega de Armijo. Después iiablaron otros varios dijtutados. inEsencialmente religiosa y einineutemonte naclusos los Sríís. 1). Arcadio de Roda y I). Ma- cional es también la causa qui' hoy trae hondanuel Ofirreras. para manifest ir ([ue eran muy mente preocupados los unirnos do todos los veramigos del minist(!rio. que formaban parte de la daderos españoles, y los infrascritos no cesan, comisión de presupuestos y que solo habían acudido á la cita para oír lo qu(^ si; hablalw y hace tiempo, de rogar al cíelo ¡lara que sea rellevar (d resultado de la discusión á la comisión suelta por los poderes públicos conforme lo píá que pertenecían. d(!n los derechos ineludibles do la Iglesia y los Algunos otros señores, no muchos, al marcharse con el ministro de la Gobernación, p i - más vítales intei-eses de bíspaña. dieron (|ue no constaran su nombres en la lista Ger(nia, 21 de Abril de I87f).—Exorno, señor. do los presentes, y los (¡oe (juedaron en (d salón —Ios(' Sagiiés, Dean.—Joaijuín Masmitiá, Aracordaron celebríir otra junta, á la cual serian cíjireste.—luán José Pérez. Chantre.—Ildefoninvitados individualmente todos los (pie no (esso de Uriza, Maestrescuela.—Por mí y á nombre tuvieran conformes con las soluciones propuestas ]ior el ministro de Hacienda.>.• de ü . Luis Caries, Canónigo, Lorenzo RuscaVA reídlo que auteeede, que juz<raia(>s lleda. Doctoral.—Por mí y D. Julián Martí, Lectoral, Tomás Agustí. Magistral.—Marceliexacto, jiues conviene con ni!e,stra.s noticiti.s no líorranz. Canónigo.—Rafael Querol, Canópíi.ríicn)fires, clartirueiite revela que en la nigo.—Martín Ayiaerícii, Canónigo.—E'ulgenm a y o r í a lia e n t r a d o Iti indisci})]ina. .sintoiiía cio Isaporta. I'aDÓnigo.—Tiburcio Porill, Canóseg-uro (le u n a descomposición inminente. nigo.—Salvador Quintana. Canónigo PenitenLo.s diarios ministeriales no ocultan MI ciario.—tJek'stino Rivera y Aguílar. Canónigo. amarg-ura a n t e d espectáculo que a y e r dié) —loaquin Bellsolell, Beneficiado.—Eh'ancisco la m a y o r í a , y con fra.ses más (3 nn'iKJS M.d<i- Nogu(^s, Beneficiado.—Narciso Quintana, Benedas, todos presienten la ruina de la concificiado.— Jos(' Gaubert, Beneficiado.—Carlos Erehuet. Beneficiado.—Pedro Buxeda, Benefiliación conservadora, m i n a d a por la.s intriciado.—Lorenzo Lara. Beneficiado.—José Torg a s de los constitucionales y moderados. L a misma Correspovde'iicia, d<> c u y o m i n i s - reinadé, Beneficiado.—Joa(piín Vera, Beneficiaterialismo nadie se atreverá á dudar, llena, do.—límigdid Sevilla. Benefieiado.—Buenaventura Lajiedra, Beneficiado.—Joaquín JOSÍ' Mars u s colnmna.sde sueltos inteneiotuidosacertínez Romano. Beneficiado.—laime ^''idal, Bec a de e.ste a s u n t o , que no liarán m u c h a neficiado,—Otra igual se ha dirigido al Senado. g r a c i a á los dii)utados de la m a y o r í a . \ ' a y a n alf^'-uno.'^ por vía de ejemplo: '•.V la reunión celebrada á primera hora en la sección de presupuestos del Congreso, han asistido solo diputados ministeriales, y á las dos en iíl Dean, Dignidades y fíanónigos, Cabildo punto había reunidos unos 70, mayor mimen del qw en dicui ordinarios -se haUa ni el Cmigreso ;¡,aro de la santa iglesia catedral de Toledo, Primada alrir I", xenion.» de las Esjinñas. y los Beneficiados de la misma, —«El mini.stro de la f5ob(>rnacion ha declarado terminantemente esta tarde, ante los diputa- acuden reverentem(>nte al Senado de la nación dos que se han reunido para tratar délos presu- pidiendo con toda confianza que se consigne en puestas, qu(! sin perjuicio de oír la opinión de la Constitución fundamental ciel Estado la conlos diputados y admitir sus indicaciones ac(.'p- servación de la Religión católica en Plspaña ootables, no puede menos de declarar que el (¡a- n;o única permitida, á los españoles, conforme bínete ha hecho suyo el pensamiento del Sr. Saal arl. \" ,lel Concordato. laverría, y (pie si un ministro que tanto ha hecho V tantos esfuerzos lia llevado á cabo fuera En posesión legítima cual se halla la nación venc'ido, el Gobiej-no no le abandonaría. No soespañola de la verdad t.cascendentalísima que bemos lo que dirán nvil lóS uípislerinles qn« opina;!- constituyo la Religión católica, no es creíble sea lo contrario.,-' (lespoja(Pa de una joya tan preciosia. Y haÍDioij—<'K última hora se baldaba de propósitos de do ofrecido nuestro Eminentísimo y Revereadíuna reunión de diputados moderados..^ sirao Prelado pruebas y razones tan convincenLa Patria dice que después de ¡a sesión tes al Senado, en apoyo de esta misma petición, de ayer, (piedó acordada ¡a convocatoria, los que suscriben, nada más tiítnen ene decir p o r lo cual juzíramos que el licclio (vs cierto para interesar á los señores senadores, sino (pie y d(> g'ran trascendencia en (\st,os iii:4aiiíes. se adhieren unáin'ines á lo expuesto por nuestro Y ya ijue tenemos este diario miiiisteriai Enimo. señor C.ardciíaf Arzobispo y sus sufra.-a l a x i s t a , vamos á t r a n s c r i b i r aquí s u s gáneos. pi-ineipales cometrtarios al suceso de a y e r Toledo, nuestro Cabildo, 1." de Marzo 1«-Y6.— «tarde. Dice en n n articulo que diidicaá d a r Santos de Arciniega, Dean.—Antonio Tiburcio cuenta, de la reuaion: Acevedo, Arcipreste.—Nicolás Bedoya, Mae.s- A L CONGRESO. A L SENADO. trescueia.—Jaan Domingo de Arma, tesorero. —Felipe Morales de Setíen. Capellán mayor de -Muzárabes.—Claudio Majada, Canónigo.—io?-^ Rodríguez Beltran, Canónigo.—Bonifacio Martin Lázaro, Lectoral.—Tomás de Lucio, Camínigo.—Juan Erancisco Bux, Doctoral.—.Vntonio de. la Puerta. (•••iniínigo.—Dámaso Tirado, Canónigo.—Jos;' López de .Priego \ Andrade. Cíinonigo.—Manuel (íomero de Cejuela. Canónigo.—Ambrosio Juauo, Canónigo.—Pedro Andrés de la Peña. Penitenciario.—Valentín Alonso. Camínigo.—Ulan José Benito, Magistral.— 'Antolin Barbajero. Canónigo.—Felipe Moutalvaro. Canónigo.—BeneficÍMdos: E'rancisco Victoriano Ramírez. — Sebastian Rodríguez del Álamo.—Manuel Coronado.—Ciríaco Jiménez liugalde.—Manuel Ortega.—Ramón Majolero. —Carlos Mon.—Pedro ^M'u'tinez Baliamonde.— Luis Tapia.—Ciríaco Ciiroa.—Benito Andrés Macarrón.—Juan Bautista Rodrigo. — Basilio Ruiz Gómez.—Capellanes de Reyes: Francisco Ramírez.—José Miiría Rey.—Cesáreo Bustillos. —Juan Mayoral.—Facundo Moretón.—Mariano Donaire.—lívarísto Lastra.—Capellanes Muzárabes: Norberto Díaz Regañón.—Calixto Pérez. —Tose iVceves.—Ramón Rivera.—Vicente Garon.—fosé Rubio Manzanares.—Emilio de (,'ea. Secretario Ca]>ítubir. CORTES CONGRESO. Extracto de la sesión celebrada el d.ia 1." de Mayo de 187(5. Abierta á las dos y media, bajo la presidencia del Sr. Posada Herrera, v leída el acta de la anterior, quedó aprobada. Iíl Sr. Navarro Rodrigo habla para alusiones, haciéndose cargo del discurso del Sr. Jove y H(ñ'ia sobre compañías de ferro-carriles. Se presentan exposiciones de Calahorra con 7,(100 firmas en pro de la unidad católica. Se procedió al sorteo d(! las secciones. Orden del día. Continuando la díscusían del proyecto constitucional, el Sr. Batanero reanuda su discurso. Dice haber demostrado que el Gobierno tuvo grande interés en que vinieran á las Cortes ibputados libreeultístas. Entiende que la libertad religío.sa no resjioude á las necesidades del país, y que el Gobierno debe tenor en cuenta esas necesidades y responder con su actitud hasta á las preocupaciones •del pueblo español. Aquí, aña(íe. todos .somos católicos, todos ereemo.s que la única religión verdadera es la católica, y ¿sí e.sto es así, por qué hemos de autorizar que en frente de fa Religión verdadera se levanten templo.s á las falsas religiones? Seria como si nos empeñáramos en construir hospitales para leprosos, cuando afortunadamente no los tenemos, y traer después leprosos de fuera para llenar aquellos hospitales. En naciones nuevas se comprende la toleran • cía; pero cuando, como en España, no se conoce guerra religiosa, no se comprende esa tolerancia, segnn el Sr. Batanero. Se ocupó del Concordato, y dijo que su enmienda estaba insjiirada en su art. L", que dice': '<La Religión católica será la única del listado,» y para romper esta unidad es preciso que se haga con acuerdo de las dos potestades, de acuerdo el Gobie'rno con el Papa. La p:irte de su enmienda quo se refiere al pago del culto católico y sus ministros por obligación del ICstado, dice (jue está inspirada en las opiniones del Sr. Ríos Rosas y en un deber del Estado. Con mi enmienda, añadió, no so perseguiría á ninguno que no fuera católico, no se le impediría el culto doméstico, pero se evitaría lo que debe evitarse en un país eminentemente católico. Recuerda párrafos de un discurso del señor Alonso Martínez, en el que se daclaraba partidario de la unidad católici, hasta tanto, por lo menos, que variaran las circunstancias. El Sr. ALONSO MARTÍNEZ; Ya han variado. El Sr. BATANERO: Pues yo no veo la variación. Pues qué, ¿han venicio extranjeros que profesen otra religión (pie la católica? ¿Se han convertidoáotra religión los españoles; la aceptan distinta de la de sus padres una parte de los españoles? Pues si esto no ha sucedido, no han cambiado las circuastancias. (>uando esto suceda, yo seré también librecultista. ¿Y han ocurrido guerras religiosas? Tampoco. En la guerra última, sí acaso algo contribuyó á ella, fué el haber roto la unidad católici. Y termina el Sr. Batanero insistiendo en sus razones. El Sr. Cardenal, de la comisión, contesta al Sr. Batanero. Se hace cargo de nn rumor que circuló atribuyendo al Sr. Cardenal propósitos de formular voto particular en esta cuestión, y dice que, aunque se honra con haber pertenecido al gran partido moderado español, como todo partido tiene dos tendencias, su señoría fué de la tendencia avanzada. Y añade, que cuando se presentó á obtener los votos de sus electores, aunque de oposición venció muchas veces, se presentó an la última como ministerial. Y ¿cómo ahora había de faltar á su lealtad con un voto particular? ¿Cómo ahora había de olvidar el deber moral que se impuso con aquella d(!elara,cion? El (jobierno. afirma el Sr. Cardenal, con un derecho indisputable, preguntaba á los que lo ofrecían su amistad, qué opinión tenían sobre principios esenciales. Y ¡Dios quiera que no encuentre luego tristes decepciones, en seguridades que le fueron ofrecidas! No hay derecho para que se diga que nosotros proponemos la libertad de cultos; no, la encontramos establecida, y de ella partimos para pedir la tolerancia religiosa. Continúa el Sr. Cardenal: Tampoco hay derecho para no suponernos católicos. Lo somos tanto como nuestros adversarios unitarios; querríamos que no hubiera más religión en el m u n do que la católica, pero no pudiendo conseguir este deseo, os necesario que obremos como hombres de gobierno, no haciendo con intransigencias por nuestra parte, que vengan conflictos por la parte de los otros. La revolución de Setiembre fué un hecho tras-. cendental,y nosotros no hemos do aceptar principios suyos sin examen, poro no hemos de borrarlos con imprudencia, porque somos conservadores y liberales. Dijo que no era este Congreso quien iba á romper la unidad c itólici, porque ya Pi rompió la revolución de Setiembre. Y después de esto la Santa íiede entró en negociaciones con aquellos Gobiernos. Y yo espero de la .Santa Sede la misiua prudencia de que otris veces ha dado tantis pruebas, pues no es posible bajo el régimen constitucional y li dinastía de su augusto ahijado esper ir otra cosa. Aludió al Sr. Pida! y Mon, de quien no espera que estremando sus opiniones vaya como otros oradores*á coincidir con los principios del carlismo. El Sr. Batanero y el Sr. Cardenal rectificaron. El Sr. LEÓN Y CASTILLO: Kl Sr. Garienai no ha comprendido bien el sentido do mis palabras del otro día. Yo no acusaba al ])artido moderado por su mansedumlire ante (d Sr. Cánovas; censuraba en cierto modo la crueldad del Sr. Cánovas para con el partido moderado, pero ajdau lia. sinceramente la evolución de esta agrupación política hacía la libertad y conforme con (d espíritu de la revolución. ¿Dónde están, pues, las censuras dirigidas por mí al partido moderado? Pero, señores, ¿(lóndeestá el partido moderado? ¿Estacón los Sres. Moyano y Pidal ó con el Sr. Cardenal? El señor PRESIDENTE: Su señoría entra en un orden de consideraciones que no tiene que ver con la alusión. ' E 1 Sr. LEÓN Y CASTILLO: Me han dicho que el Sr. Cardenal atacaba durisimamento al partido constitucional, porque todo lo sacrificaba a la dominación. ¿Se referia su señoría al partido constitucional al decir esto? (El señor Cardenal: Sí señor; me refería á él y lo probaré.; Yo no tengo más remedio que hacerme cargo de estas palabras. j Orania pro dominationc servililer/ decía el señor Cardenal. ¡Omnia servililer pro dominatione! decia Tácito. ¿Dónde, en qué forma, cuándo hemos abdicado nosotros de una sola de las ideas que constituyen nuestro dogma, que mantenemos incólume en todas circunstancias? Ese mote no se puede escribir en nuestra bandera; ese mote hay que escribirlo en otras banderas que se han plegado para aceptar la libertad de cultos y el sufragio universal: no.sotros hemos aceptado soluciones patrióticas, pero no hemos renunciado á uno solo de nuestros iirincipíos; mantenemos en frente de todas las dificuhades y peligros nuestros principios, que son los principios que proclamamos durante la revolución de Setiembre, de la cual nunca renegaremos, porque á más de ser un compromiso de convicción, es de honra, y esta clase de compromisos los mantenemos nosotros siempre, á pesar de todo y por encima de todo. Pero yo pregunto: ¿dónde está el partido moderado? (El Sr. Mariscal: Aquí.) Si esto es así, ¿qué son los Sres. Moyano y Pídal? ¿Son tránsfugas del partido mo(lerado? (Los Sres. Pidal y Mariscal piden la palabra.) Yo creo que hasta ahora el verdadero partido moderado está con los Sres. Moyano y Pídal; pero no he combatido la evolución que en .sentí(ío liberal se ha realizado en el seno de esto partido. No nos hagamos ilusiones: las verdaderas ideas del partido moderado están con los señores ^loyano y Pidal, con los (uie sostienen que la Constitución de 1815 esta vigente, con los que no han transigido con el sufragio universal. (El Sr. Cardenal: ¿Y la unión liberal?) ¿Y dónde está la unión liberal? ¿Nos llamamos nosotros unión liberal? Aquí hay individuos procedentes de la antigua .unión liberal, pero (jue no sollaman unionistas hoy. porque no en vano ha pasado sobre este país la revolución de Setiembre. Voy á concluir haciéndome cargo de la frase final del discurso del Sr. Cardenal. Su señoría ha dicho, que si viviera un hombre ilustre á quien admiré en vida y al rededor de cuyo sepulcro debíamos agruparpos para mantener la fií fos que no hemos perdido la esperanza, diría lo mismo que su señoría ha dicho. El Sr. Ríos Rosas sostuvo en tiempos de la revolución las ideas, los principios y las soluciones que nosotros mantenemos. P'onga, pues, el Sr. f'ardenal ese mote donde encuentre abdicaciones, no aquí que no hay ninguna. El Sr. CARDENAL: Ante todo, señores, debo dejar consignado que la agresión no ha salido de estos bancos, sino de aquellos, y quiero que conste, porquje soy poco amigo de recriminaciones estériles; pero teníamos deber de recoger la agresión, y de recogerla sintiéndola en lo que nos liabia herido, no en lo que nos habia querido herir el Sr. León y Castillo. Cierto que su señoría dijo que aplaudía la evolución, pero ¿en qué forma? ¡levantaba ampolla! En cuanto al pnrtido constitucional, digo que ni el partido progresista ni la unión liberal t u vieron nunca por lema lo que constituía el dogma del partido democrático, el programa de La Discusión. Dice el Sr. León y Castillo que la revolución había hecho que variase su partido de forma; pero sí no ha sucedido, ¿qué tiene de particular que haya variado también el lema de los demás partidos? ¿Cómo quiere su señoría que los hechos liayají pasado jiara su partido y no para los demás? El Sr. PID.-VL Y MON: Pensaba haber pasado en síhmcio las alusiones del Sr. Cardenal para cuando hablara sobre la base IL"; pero la quo me ha dirigido el Sr. León y Castillo, preguntando si soy tránsfuga del partido moderado, me obliga á decir breves. pero bien meditadas palabras. Yo he tenido, no sé sí la fortuna ó la desgracia de venir á la vida pública con la pesada carga de dos .nombres (pie fueron gloría del partído moderado, nombres que llevaban dos personas ligadas á mí con los vínculos de la sangre, y de los cuales he aprendido que el dogma de la unidad católica era ei dogma de más valía para ese partido, el dogma que defendió siempre, no en frente del partido progríjsista, que sostenía también la unidad católica como la clave (le nuestra nacionalidad y como el timbre más preclaro de nuestra historia, sino en frente á toda clase de imposiciones,extrañas, hasta tal punto, que á mí no me importó que al entrar en la vida pública se me llamara moderado, poreiue moderados eran ai^uelloa hombres que se habían levantado aquí á pedir el restablecimiento del diezmo, que llamaron robo é inicuo despojo á la desamortización, que supieron dirigir una nota á todos los Gabinetes de Europa dando el grito de alarma en medio de las angustias del Pontífice, concitando á todas 1 is naciones católicas á que fueran á salvar al venerable Pío IX, víctima de las asechanzas, de las perfidias y de las arteras infamias de la revolución cosmopolita, que negociaron y llevaron á cabo un Concordato tan magnífico como el de 18ól. De ese partído moderado vengo. ¿Existe ese partido moderado? no lo sé; creía que muchos hombres de ese partiilo nos encontraríamos en esta Cámara: no han venido, porque se nos ha declarado una guerra á muerte. Pero hay un partido moderado, que habiendo provocado en parte con sus torpezas la revolución de Setiembre, que no habiendo sabido defenderse hasta vencerla ó morir, que después de haber pasado seis años cubriendo de lodo á la revolución, llega un día en (jue por el plato de lentejas del presupuesto pliega su bandera y acepta las contjuistas de la revolución. Sí ese es el partido moderado, yo reniego de e.se partido moderado. El señor ministro de FOMENTO: Señores, me creo en un imprescindible deber de levantarme, no solo por el conjunto de las palabras dichas por el Sr. Pidal, sino porque e.sas palabras ya en otra parte se han ^dielio o escrito. Yo no "sé cómo estima su señoría á las demás personas, y cómo teniendo una conciencia honrada y un juicio recto, dice que ciertas evoluciones se han hecho para buscar algunas migajas del presupuesto. Si yo no apreciara tanto á su señoría, y quisiera no faltara las consideraciones que á sii señoría debo, le dina que su señoría, cuando á los demás acusa de eso, es porque comprende que eso se puede hacer; sin embargo, yo conozco á su señoría y no le diré esto; porque estoy persuadido de que su señoria, en el calor de la improvisación, ha dicho algo que no quería decir: de otro modo no puecfo explicarme lo que hoy aa dicho au señoría, y lo que ea alguna parte se ha escrito, sin la intervención, á no dudarlo, de su señoría. ¿Dónde está el partido moderado? Esto no tiene importancia alguna. Pues qué, cuando todo se ha derribado aquí, iuciusa el trono, ¿habían de sobrevivir los partidos políticos? Pues los partidos han muerto: pero á nuestro lado están los hombres que formaban la inmensa mayoría de las Cortes de 18(i7. Lo (pie hay es que después de haber defendido lo que el Sr. Pidal dice que no hemos defendido, que yo por defenderlo estuve en las prisiones de San Francisco, después do habí^rlo acompañado en la desgracia, hemos comprendido que el antiguo partido moderado había muerto, y liemos'venido, no á recoger míg:ijas del presupuesto, sino á traer y consolidar al monarca legítimo D. Alfonso XIT. El Sr. LEÓN Y CASTILLO: No tengo por qué intervenir ya en este debate. El señor ministro de Fomento declara muerto al partido moderado, y yo no me he de poner luto por eso. ]<;i Sr. PID.4.L: Debo dei'ir al señor conde Toreno'(lue no he aludido á su señoría ciertamente, al hablar de los que no habían defendido lo que cayó en Setiembre de 1868. Pero sí su .señoría cree que sigue mejor con la conducta quo hoy tiene las tradiciones de su nombre que yo las de los míos, mi opinión es contraria. El país juzgará. VA Sr. MOYANO: No toma el Congreso que yo vaya á prolongar un incidente, que promovido do buena íé. ha producido una situación en mi concepto inconveniente. Yo seguiría callando, si no fuese porque podría creerse que callando asentía á lo que ha dicho el señor conde de Toreno, y oseo no puede ser. Vo tengo que decir que en el partido moderado he vivido síempt'" y (jue en él sigo, jioniue le considero vivo y no muerto, como le considera el señor conde de Toreno. Seremos pocos, acaso no seremos más que dos: pero con dos ruedas anda un carro, y yo espero que pocos ó muchos hemos de liaeer nuestro camino. Hoy, que reniegan tantos de i'^l, yo sigo en el partido moderado, porque repito q'íie ese partído no há muerto. Mientras subsistan sus principios, el partido vive; y mientras viva, yo he de pertenecer á él. Pero no he de procurar por esto dar m i s calor á esto debate; ni mis años me eo^ient^B liacerlo, ni seria conveniente, por4ue''cred'q*ae esos señores que proceden del partid(5 moderado y hoy están en l i mayoría volverán á nuestro partido; y no quiero ahondar tanto el foso que nos divide para que al repasarle no puiHlau romperse las piernas. Quiero que vuelvan con la mayor comodidad posible. _ Y con este motivo me acuerdo de la pragmática, que disponía sabiamente que cuando un padre se oponía al matrimonio de un hijo ó hija, no diera la razón en virtud do la cual se oponía; porque, según la ley, como al fin s? habían de casar, convenía no crearse grandes diferencias entre los que habían de .-or la misma familia. El señor ministro de FOMENTO: Yo, á pesar de no tener los años del Sr. Moyano, también sé discutir con calma; lo que hay "es que á cada uno hay que darle lo suyo, y como el Sr. Píd.il quiere ahogarnos á voces, yo, qu* también tengo vez, no me (¿uiero dejar ahogar. Por lo demás, debo decir al Sr. Moyano que la opinión relativa al part¡(lo moder;ido"qiie he expresado esta tarde, es muy antigua en mí. Muy pocos días habían pasado después do los sucesos de 1868, cuantío ya sostenía yo que el partído moderado no existia: y lo lui sostenido después constantemente, porque he creído que no hay que pensar en los antiguos partidos, sino en formar los necesarios en bien del pais, no de- , jándose llevar del amor propio, sino fijando la vista en el porvenir de la patria. Iíl Sr. CARDENAL: Yo deploro que el señortMoyano haya hablado de moderados que r e n i e - l gan de su partido. (El Sr. Moyano: Que parece reniegan.) Pues ni es, ni parece. Yo no he tenido nunca más título á la consíderat'íon de mi partido que raí lealtad y mi desinteri's. Yo he sido siempre moderado", y en muchas ocasiones no he visto al Sr. Moyano en las mayorías moderadas, sino que he visto á su señ'oría donde hoy está; en la oposición. Y no hubiera dicho esto al Sr. Moyano. sino ante una acusación do traición y do deslcaltad; aprecio y respeto m u chísimo á su señoría; pero aunque con pena, debo decir: amicvs Picio; sed raogis artiica verilas. Por lo demás, es verdad lo que ha dicho el señor conde de Toreno: os una insensatez querer que subsistan los partidos con sus nombres y sus condiciones en las circunstancias por que hemos atravesado, y después de los graves sucesos que han ocurrido aquí y fuera, de aquí. En estas circunstancias, como en todas las demás de mí vida, me he propuesto coaperar en la medida de mis fuerzas á la consolidación do la monarquía y de la dinastía y do un partido con.servador-liberal que así huya de reformas impremeditadas como do cestaviracíones peligrosas. El Sr. MOYANO: Ho oído muchas veces el cargo que hoy me hace el Sr. Cardenal; pero ¿cómo había de esperar yo hoy eso cargo? Comprendo el cargo de ser siempre ministerial; pero el haber hecho la oposición á mis propios amigos, lo lie consíderailo siempre como un t í tulo de gloria, porque representaba la firmeza de mis principios. ¿Qué medro he tenido vopor esto? Al contrario, he perdido muchísimas altas posiciones; y no es exacto que haya hecho siempre la oposición á mis amigos: á los últimos Gabinetes moderados les hacía la oposición solo en las cuestiones de Hacienda, porque veía nue iban á donde desgraciadamente heñios venido á parar. En las cuestiones políticas no he hecho oposición á mis amigos. Se leyó la siguiente enmienda del señor conde de Llobregat: «Art 11 Siendo la Rsílígion de la nación española la católica apostólica romana, el Es- fenderh, diciendo que no pensó nunca on hacer la oposición al Sr, Cánovas del Castillo; pero iw hoy lo hace dominado por su conciencia. Añad» que es partidario de la concílíaacíon política y que seguiría siéndolo en adelante; pero que, repite, su conciencia le obliga á hablar en contra del art. 11. Habla de la unidad católica, joya la más estimable de nuestra historia, recuer'da una opinión del Arzobispo de Santiago, respecto á que debe acatarse la líbert id de cultos cuando proviniera de un motivo lícito: pero no cuando fuera ilícito. Prosigue manifestando que no le asusta la libertad de cultos, sino los exce.sosos que á nombre de esa libertad puedan cometerse Trata del concepto del Estado y de las relaciones que existen generalmente entre éste y la Iglesia, según la opinión de los partidarios del moderno liberalismo. Dice que los racionalistas se interesan mucho por el art. II, porque encierra para sus doctrinas grandes principios, cuya resolución puede hacerles mucho favor, y que, por la misma razón el Gobierno no }ia querido proclamar do lleno la libertad religiosa. Con la unidad católica añado, hemos vivido siempre bien, porque dentro de esa misma unidad está la tolerancia puesto que la Iglesia quiere llevar el convencimiento de sus ideas al ánimo de todos con funmentos y razones sólidas, jamás con la violencia y el terror. - ^í''°lf„!fw^''^5'''í" la verdadera Iglesia enseT^r tM I f "^^ Jesucristo, no puede ménoa d«%er tolerante, y porque esta m W idWd<» E t SIGILO FUTtMC) tolerancia se halla encarnada en los sentimientos de la humanidad. Dice que en la época de doiía Isabel II y de D. Ramón María Narvaez la [¿^lesia era, y lio podía menos de ser, tolerante, or.istiondo entonces la unidad católica. !Niega if'Uí so encienda una revolución en España si se doclara la unidad, pues asegura que hay verdadero cápírítn católico en nuestra nación, y e x cl;im;i: ¡Bien lo sabéis, señores diputados!' ¿Qué liabria sido del pueblo español, continúa, si hubiera seguido otra conducta en la cuest'on religiosa en el periodo revolucionario ([ue l a trascurrido últiiuamente, y quesería hoy líe la» ideas católicas después de tantas predicacioneíi á no estar encarnadas las costumbres religiosas en el corazón del pueblo? Cita largos períodos do tranquilidad, y conviene en que estos han continuado siempre cuando hemos t e nido unidad religiosa. Manifiesta que la guerra de África so ganó exclusivamente porque todos llevaban la bandera del Catolicismo; enumera otros acontecimientos do naciones extranjeras, y dice que solo la bandera cristiana y de la unidad religiosa han llevado la victoria á los pueblos civilizados. Habla del general O ü o n n e l l y de la e'poca de su mando, que califica de período tranquilo y de paz, atribuyéndolo igualmente á la unidad de miras en materia religiosa. Es preciso, dice, que no nos guiemos de lo que hace el puebío de Madrid, porque este es tan variable como los acontecimientos, y lo mismo se impresiona por actos de una especie nue de otra. Indica que para formarse una idea de lo que pueden dar de si los sentimientos de (íste pueblo, no había más que observarlo en todas ocasiones, que con la misma alegría bajó al Prado el Carnaval de 1873 que el de 187(5. (Risas.) Aquí, añado, no hay más que mucha indiferencia, de lo que protestaré siempre como hombre católico y amante de España que soy. Manifiesta que aun cuando la generalidad tiene sentimientos monárquicos y católicos, los Gobiernos conservadore.s no conseguirán arraigar esta idea, si tratan de separar la unidad y la a r monía en los principios. ¿Cómo hemos de permitir, dice, que si se establece la libertad de cultos, nuestros hijos varan inconscientemente á engrosar las filas de las sociedades bíblicas para entrar en la senda del error }• de la herejía? Niega que las demás religiones tengan derecho á penetrar en nuestro suelo en vista del espíritu católico dominante, por constituir esto u n atentado criminal contra el derecho y la costumbre adquirida en el trascurso del tiempo. (Los Sres. Castelar y Pídal sostioaon un animado debate, refiriéndose sin duda ;i las palabras del orador.) Manifiesta que el art. 11 no puede satisfacer lo? deseos de la izquierda ni de la derecha, ni de nin-?una parte. Explica las palabras del articulo, y conviene en que son hijsótesis falsas muchn-i de sus frases. Dice que debiera estar redactado con más claridad para saber á qué atenerse: que el artículo es contrario á los sentímientes del país, pues no hay más que meditar nn memento sobre las infinitas exposiciones coa mulares de firmas que diariamente se presentan á la Cámara; y concluye haciendo r e cu'írdos históricos do nuestra Religión, manifestando que, aparte de otras razones, debe conservarse la unidad por ser una respetable institución de nuestros antepasados. El señor marqués de Montevírgen usó de la palabra para una alusión personal. Hl Sr. Bugallal ruega al señor conde de Llobrogat que retire la proposición. El si'ñor conde de Llobregat contesta que la retira, porque no tiene más interés que exponer sus o)jiníone3 y descargar su conciencia, deseando que se vote la defendida por el Sr. Alvarcz. El señor PRESIDENTE: Se suspende esta discusión. Orden del día para el miércoles: las secciones so reunirán á primera hora; la discusión pendiento y los dictámenes que están sobro la mesa. Se levanta la sesión. líraii las siete y media. NOTICIAS llar sido nombrados promotores fiscales: de Don Benito, D. Antonio Sánchez Ladrón de Guevara; de Pinar, D. Félix María Vallarin; de Hervás, D. Francisco Fornás; de Riaño, D. Antonio María Pernio; de Fonsagrada, D. Benito Zatarám; de Bermillo, D. Daniel Ferriz y Sicilia; de Quiroga, D. Cipriano Ciras; de Jarandina, D. Eduardo Salas Pizarro; de Navalmoral de la Mata, 1). José Ranero Martin; de Ayora, D. Pío Verdín; de Montalban, D. Cipriano Lara Varreñada; de Belmonto, D. José García Romero; de Berga, D. Bienvenido Lagrava; de Gandesa, D. José María Silva Bengochea; de Estepa, D. Juan de Dios Roldan, y de Velez-Málaga, D. Blas Herrera. Dice un periódico: «Han ingresado tantos carlistas en la legión oxtríinjera francesa de Argelia, que han completado el efectivo máximo de guerra. Con este motivo el ministro de la Guerra de Francia ha dado orden para que se suspendan los enganches en esto regimiento.» £a Correspondencia de anoche hace la siguiente rectificación: «No es cierto, como han dicho algunos periódicos, que el príncipe de Gales usara el carruaje del señor duque de la Torre. Durante su estancia en esta corte, no ha salido más que en los de la casa real.» Anteanoche á las ocho se celebró en la,Sala de juntas de San Isidro la reunión general de t o das las Conferencias de San Vicente de Paul existentes en Madrid. Asistieron el eminentísimo é ilustrísimo señor Patriarca de las Indias y los ilustrísimos Obispos de Salamanca, Cuenca y auxiliar de Madrid, los que en sentidas y elocuentes frases exhortaron á los concurrentes á Ja práctica de la caridad cristiana, principal basep:ira nuestra regeneración social. so Í03 diputados pertenecientes á la fracción moderada de la mayoría. Créese que á esta r e unión no concurrirán los de la fracción Moyano.>^ La Gacela de S/rashurr/n da una noticia que, de ser cierta, encerraría mucha gravedad. Dice así: «El Gobierno ruso ha dispuesto el armamento en el mar Negro de 31 buques de guerra, entre los que hay dos acorazados. Estos ])uques llevarán á bordo :ill oficíales y 3,200 tripulantes.-5 En la sesión que ayer tarde celebró el ayuntamiento de esta corte se acordó aplazar el proyecto de una gran vía de comunicación que h a bía de partir de la plaza del Callao. Dice anoche un periódico: «Según escriben de San Sebastian, el ox-cabecilla Muñagorri ha emigrado á los EstadosUnidos.» La fragata Metidei Nmez ha tenido que entrar de arribada forzosa en Santa Cruz de Tenerife, por efecto de los fuertes temporales, y con alguna avería. Detalles acerca de la sociedad de comerciantos estafadores organizada en Valencia: <''Del Mercantil Valenciatio copiamos las s i guientes líneas: 'Pastan ya en poder de los tribunales do j u s ticia algunos individuos de los que formaban en esta capital la sociedad de comerciantes estafadores, de que se había ocupado la prensa local. ' Para conocer su organización fué preciso que un particular se ingiriese entre ellos con el carácter de socio, y gracias á este recurso se ha logrado estorbar la marcha de la criminal asociación, que parece se ramificaba á otras ciudades. El comercio de esta, apreciando la importancia del éxito alcanzado, proyecta premiar los servicios de los descubridores, los cuales han sido eficazmente auxiliados por el señor gobernador civil y el señor jefe especial del cuerpo de orden público. El estado de las averiguaciones nos impide detallar las importantes estafas realizadas por dicha sociedad, su organización y los medios de que se valia para realizar sus criminales operaciones; solo diremos que se cree que su existencia data desde el año 1872, y que una de las fraudulentas quiebras efectuadas por aquella ascendió á la respetable .suma de 30,000 duros.» Los periódicos de Barcelona indican la posibilidad de que el maestro Gounod visite á aquella población el verano próximo. Dos sueltos sobre los fueros de La Correspondencia de anoche: «í;n la reunión celebrada hoy por los comisionados fueristas con el Sr. Cánovas, este les ha manifestado terminantemente que es llegado el caso de resolver la cuestión á que el Gobierno se ve obligado, en cumplimiento de su deber y cediendo á lapresion unánime de la opinión p ú blica, y que para llegar al cumplimiento de lo que dispone el art. 1.° de la ley de Octubre de 1839, no había más remedio que aceptar el artículo constitucional que obliga á todas las provincias á contribuir por igual á levantar las cargas del Estado en materia de quintas y contribuciones, y que el Gobierno estaba resuelto á hacer que la ley se obedeciese: pero que les debía consultar sobre la manera y procedimientos para llevarlo á cabo. Los comisionados declararon que no tenían facultades para contestar, y pidieron un plazo. El señor presidente solo les concedió 48 h o ras, pero á fuerza de ruegos de los comisionados el Sr. Cánovas, que desea llevar su espíritu conciliador hasta el último extremo posible, les ha concedido hasta el domingo 7 irrevocablemente. Esta noche volverán á reunirse lo» comisionados con los diputados y senadores. —Los comisionados que han asistido hoy á la conferencia fuerista con el Sr. Cánovas, han s i do los Sres. Arregui, Castañares, La Hidalga, Aragón y Velasco, por Álava; los señores conde de Montefuerte, La Calle y Sagarminaga, por Vizcaya; y por Guipúzcoa los Sres. Guerrico y Ancilona.i Dice El Imparcial que D. Pedro Egaña, uno de los representantes por Guipúzcoa para conferenciar con el Gobierno sobre la modificación de los fueros, ha renunciado su cargo, así como se ha confirmado la no aceptación del marqués de Santa Cruz y del Sr. Gorostidi. Los constitucionales, después de una discusión bastante detenida, acordaron en la reunión celebrada ayer tarde combatir los presupuestos, á pesar de las declaraciones benévolas que hizo el Sr. Oamacho en favor del plan económico que ha sometido á la deliberación de las (Jórtes el ministro de Hacienda. Los constitucionales no quieren los presupuestos; los amigos del Sr. Vega Armijo no quieren los presupuestos; los moderados no quieren los presupuestos. Apiu-adillo tiene que verse el Sr. Salaverría para sacarlos á flote. Hé aquí, si no todos, la mayor parte, al menos, de los diputados que asistieron á la reunión de ayer, la cual, como decimos on otro lugar, se Dos sueltos de £l Imparcial: repetirá mañana á las nueve de la noche: rEl señor conde de Xiquena tiene citados p a Sres. Hurtado (D. Nicolás), Santos (D. José ra hoy en el Congreso á los senadores y diputaEmilio), Rico, Alba Salcedo. Candau, Vega Ardos del partido moderado histórico, con objeto^ mijo, Groizard, marqués de Muros, Sala y Cirseifun creemos, de discutir las frases que el seca, Zab^lburo, Guilleln^i, Puig y Llagostera, ñcir conde de Toreno pronunció en la sesión de Cabirol, Campo de Órellmi, 'Castell de Pons, ayer respecto á dicho partido, Reig (D. Eduardo), Quevedoy Donis, Basanta, —El general Reina y el conde de Xiquena sos- Garchitorena, Escudero (D. Francisco), Ruata, tuvieron ayer tarde animados diálogosen el sa- Bañares, Pons, Camps. Castell y Arnau, Molón do conferencias con varios diputados de la yano, Tudela, Segovia, Boseh y Llabrus, marmayoría que aprobaban las declaraciones del ques de Viesca, Alonso Pesquera, Alcon y L u opnde de Toreno.» jan, Roda, Zayas, Roda (D. Arcadio), González Una noticia de La Correspondencia, que puede Vázquez, Bernard, Danvila, Pastor y Magan, Salainanca y Negrete, López (D. Matías), marservir de comentario á las anteriores de El lm~ qués de Montevírgen, Bena,yas, Fernandez de parcial: la Hoz, Pinado, Nuñez; de Prado (D. Joaquín), «A la una, de la tarde se reúnen en el Congre- Oiaso, Torrado, conde de la Encina, conde de VillanuoAa do Perales, Aloe, Soldevilla, VivanCo. marqués de Mirasol, Aineto, Nieto Alvaro/, lüerna, froyoneche. tiutierrez de la Cámara, Vohí, Eciíalecu, ^lartinoz de Tejada, Barrio Ayuso, Ruiz Tagle. Nadal, Sedó. Bayon del Vallo. Piñan, Tabiel do Andrade, Carreras y González, Galante, Belmonto, vizconde do Rovilla. Almecli, Noira Flores, Batl](í%- Vidal. Hasta la una de la in-id ruga da estuvo anoche reunida la subcomisión que entiende en el proyecto especial relativo álos intereses de la Deuda, con asistencia del Sr. Salaverría, que aceptó algunas modificaciones al mencionado proyecto. Dice un periódico que el Sr. González I'iori apoyará en la sesión del sábado la proposición que tiene pr»sentada acerca de los fueros. Mañana, á las nueve de la noche, volverán á reunirse en el Congreso los diputados que ayer celebraron junta en la sección tercera para ocuparse de los presupuestos. La cosa promete. ú las potencia."; march-an de perfecto acuerdo, Bo.^uiii y Herzegovina pe paeificnrán. Uoro, ;,ci')mi)V ¿Accediendo el .'-uhan á la.s i'ülimas exigencias de hrs rebeldes. qa(; eijaivaJen á su independencia^ ¿Inlerviniendo Au.siria'í En estt! caso, ¿qué objeto tiene la intervención? La pacificación se hará; pero la cuestión está en cómo lian de quedar las COSHS, Y esto ha de producir complicaciunes.'y por fonsie-iiienfe ennflictos. Según nn (les]iacliii de fíopenlui^Mie, qne publjcfi la Pall Malí (lazetlt', d partido conservador ha .•<ido derrotado en bis últimas elecciones p.-iru (_'l Senado. Muchos de sus miembros no han sido reelegidos como se esperalia. Reina, con (>ste motivo una grande ag-itacion en el país, y se provee la inmediata disolución de dicha Cámara. En todos partes lo.s elemenios radicales se van sobreponiendo á los con.servíidores. Dice El Imparcial que al duque de la, Torre acom])añó anoche en su viaie á .Vndalucía el general Sr. Serrano Acebrnn. ."^e habla hablado de una insurrección en las islas Barbadas.'Inlorpelado el Gobierno inglés, lord Camarón, ministro de las ColoDice El Imparcial: nias, dijo qne el hecho no había tenido im• Es muy probable que el Sr. Cáno\ as del Casportancia, y que se habia restablecido el tillo aproveche la primera oportunidad que se órdon sin hacer uso de la fuerza. Pero el le ofrezca para declarar on el Congreso que el Banco colonial recibió nn telegrama del 26 Gabinete hace suyos por completo los prosudel pasado, su.scrito por M. Ricardo Barnes. puestos del Sr. Salaverría.» superintendente general en dichas islas, en La cosa, repetimos, promete. el cual se dice: «Ha habido ."íOO prisioneros; Dice hos un periódico: unos 40 entre muertos y heridos: ha cesado •-<En el tren expréss que saldrá esta tardo á la la lucha; la población está amenazadora. Se una y cuarenta y c:nco do la estación del Norte, tiene, sin embargo, confianza en el Gomarchará á Vitoria e,l capitán genera! Sr. Quebierno.» sada. Ya salieron ayer en la misma dirección los caballos correspondientes á losindivíduos que forman el cuartel general de h. autoridad citada. —Con el generil Quesada saldrán hoy para el Norte todos los jefes y oficiales que componen su cuartel general.» Cuestión de etiqueta. Leemos hoy en El Imparcial: «Anoche conferenció con el señor ministro de la Gobernación una comisión de concejales de Madrid para resolver un asunto de cierto interés, que se refiere á la presidencia de la comitiva, en la función cívico-religiosa que hoy debe celebrarse. —Dícese que ha surgido una seria cuestión de etiqueta entre el ayuntimionto de esta capitil y el gobernador de la provincia, á propósito de la presidencia en la función cívico-religiosa de esta tarde.» No puede negarse, que nuestras autoridades se ocupan en asuntos verdaderamente importantes V de trascendencia. El domingo próximo se reunirán en el local de la Bolsa los tenedores de Deuda pública, para convenir en las gestiones que deben practicar cerca del Gobierno, por lo que se refiere á sus intereses con relación al presupuesto del Sr. Sa\^verría. REVISTA EXTRANJERA Se ha abierto el Parlamento de Bucharest. iíl presidente del Consejo recientemente nomlirado, Sr. Floresco. expuso el programa del inie\o (iabineb', que se rednce á lo siguiente: En el exterior la observancia más extricta de neutralidad y el mantenimiento del tratado de Paris; y en el interior, orden, conciliación y economía?. Una interinidad, eomn ,se ha diclio. TELEGRAMAS AGENCT.V PABRA. P A R Í S , 30.—Ha sido elegido diputado por el décimosétimo distrito de París M. Pascal Duprat, candidato moderado, contra Chobert, i n dividuo de la extrema izquierda. También ha resultado elegido en Burdeos M. Suneat, candidato moderado. VIENA, 30.—Despachos de Ragusa dan cuenta do encuentros favorables á los herzegovinos. Los periódicos alemanes sostienen que el príncipe de Bismark, al preparar la alianzr de los tres emperadores, no se propuso más que mantener el buen acuerdo entre Rusia y Austria, para evitar una alianza de cualquiera de estas dos potencias con Francia, y que su política en la cuestión de Oriente no ha tenido más objetivo que impedir toda intervención por parte de Francia. A esta fecha se habrán cerrado ya en Francia los consejos g'enerales. Las se.siones, como hemos dicho, han sido tranquilas, y en ella.s so ha tratado únicamente de los intereses del país. Débese esto á la actitud de los prefectos, tanto de lo.s antiguos como de los recientemente nombrado.s. Sin embargo, en el consejo general del Ródano se pre,sentó una proposición pidiendo amplia amnistía para todos los crímenes de la Commune. Esta proposición fue- combatida, no jior su iimioralidad, sino por su inoportunidad, loque prueba que en dicho con.sejo predomina el elemento que .simpatiza más ó menos con la demagogia. P A R Í S , 30.—Algunos periódicos han publicado noticias de Roma suponiendo declaraciones do varios Cardonales sobre la eventualidad de la muerte del Papa. Despachos de Roma, con referencia á noticias del Vaticano, aseguran que no se ha hecho sobre el particular declaración de ningún género. BINGEN. 1."—Una explosión de la máquina del vapor del barco que va desdo Rudesain á Bingen ha destrozado unas treinta personas. LISBOA, I."—El cónsul de España ha publicado un aviso oficial para que vnyan al consulado los tenedores de títulos de la Deuda de España el 2 del corriente para comunicarles una orden de su Gobierno, Ha llegado á esta corto á las tres do la tarde el príncipe de Gales. El rey y D. Fernando han ido á recibirle á la Rusia ha tomado ya resueltamente la ini- estación con los ministros do la corona, los ofi ciativa en la cuestión de Oriente, El Diario cíales de guerra y marina y una brigada de cade San Petev<^bnr¡jo publica la siguiente ballería, al mando del duque de Goimbía. nota; Un inmenso gentío ha vitoreado al príncipe • Las grandes potencias, dice, mantienen basta el palacio real, Al pasar por el muelle, todos los buques de firmemente el acuerdo que han tomado respecto á la pacificación. Todas las dificulta- guerra te han saludado. Esta noche la ciudad entera está iluminada. des.que esta tarea encuentre á consecuenLas calles están llenas de gente que pasea; m ú cia de las pasiones sobreescitadas de una sicas tocan varias piezas; hay bauderas on los y otra parte, y de los obstáculos materiaks. balcones y mucha animación por todas partes. pasarán por encima de la voluntad colectiPARÍS, 1."—F.n el próximo jueves habrá un va de Europa. gran banquete on easn del mariscal Mac-MavE.ste acuerdo acaba de afirmarse una vez hon. Entre los invitados se hallan la reina Isamás con motivo de la noticia de que el Con- bel, el duque de Montpensier, el marqués de sejo de ministros de] sultán liabia decidido Molins y otros embajadores. la invasión de Montenegro. Kl Oabinet* En el departamento de Cher ha sido elegido im])erial ha invitado inmediaínmente á las diputado el Sr. líollet, republicano. cinco grandes potencias para que diesen á sus representantes en Con.stantinopla las debidas instrucciones, áfin de que alejasen á la Puerta de toda agresión. »Alemania, Austria, Francia é Italia han respondido ya á esta invitación. Únicamente el representante de Inglaterra no había recibido todavía instrucciones: pero como se trata de prevenir una crisis extremadamente grave, hay lugar á esperar que el Ghibinete de ^.óndres se aísociará lían^bieiv »Las noticiaos de Con-staptinopla son además satisfactorias. El sultán ha encargado al ministro de Negocios extranjeros que desmientaformahuentetoda intención agresiva contra Montenegro y que dé seguridades de que las medidas militares tomadas por la Puerta junto á Scutari tienen un carácter piíraiüetite defensivo.» Hasta aquí la nota rusa. Imludablemente —Otros, concediendo la misma cruz á los brí-_ gnñiercs I). Alejandro Plinrll y Soto y D, Antonio Autou Moya. —Otro, otorgando la misma coudecurucioii al intendente del ejercito I». Ramón Iran/o y Sierra. Mixr.-iTKiiio Olí i.,v (¡oBEiíN'ACiox.—Real decreto, concediendo los Jionores de jefe superior de Administración civil á 1). Cirineo líuiz Jiménez, secretario del real Consejo do Sanidad. —Otro, otorgando igual concesión á 1). Luís Planelles y Andn's. , —Roiil órdeu, dictaudu las disposiciones acerca de la oxpedieiou de pasaportes para el extranjero, sin previo depósito ni fianza, álos mozos que tengan cumplida la edad do 30 años. MiN-i.STEi!io i)K HACIENDA.—Real orden, aprobando el reglamento general del Banco de E s paña y el especial de sus sucursales. —Reglamento á que se refiere la urden precedente. —Real orden, resolviendo que el apéndice 20 las ordenanzas de Aduiínas, que prohibió la ventii de tabacos de C n b a y Puerto-Rico-, quede rodnetíKio en los términos que so expresan. —Otra, ampliando on los términos que se expresan lo dispuesto en el art. 21 del reglamento de 14 de Enero de 1873, sobre concesión de próroga para satisfacer á la Hacienda el impuesto de derechos reales y trasmisión de bienes en los casos de constitución de pensiones alimenticias. MINISTERIO DE FOMENTO.—Real orden, apro- bando la adjunta propuesta de premios que con sujeción al reglamento ha hecho el Jurado de la Exposición de Bellas Artes. Los tenedores dt; carpetas de recibos del empréstito nacional de 17r> millones, cuya numeración y provincias de que proceden ¡i continuación se expresan, pueden presentarse en la Tesorería central de la Hacienda pública el día í{_ desde las diez de la mañana á las dos de la tarde, á recoger los títulos doGnitivos que les correspondan: Carpetas números l.r.87, 1,037, 39, 41, 43, 1,463, 77, 79. 81. 83,1 ,iVl7, 1.735, 37,39,43,1,474 7C, 78, 80, 1,502, l.ült, ]«, 22, 2C, :H, 3G, 50, 54' 50, 58, GO, 62, 80. 82, 04, W!, 1,606, 8, 44, 46, 48[ r.6, 60, 60, 08. 70. 74, 78, 90,1,598 v 1,680, 1,242.' 1,436, 1,2.33, 1,.34I. 1,417 y 21, 1,437 y 39, 1,438, 45, 47 y 49, que proceden de la provincia de Madrid. ídem id. 83 á 97, 106, 119, 92?. 240 y 41, quc proceden de la de Córdoba. De orden de la dirección general del Tesoro el día 4 del corriente, de diez de la mañana A dos de la tarde, satisfará esta Tesorería central las facturas de cupones de bonos del Tesoro de la primera emisión, vencimiento de 80 de .Tunio de 1875, señaladas con los números del 1,707 al 1,721 de presentación y 507 á 524 de sorteo para el pago, importantes 18,9,30 pesetas, y las facturas de cupones de bonos del Tesoro de la segunda emisión, vencimiento de 30 de Junio de 1875, .señalad a.s con los números del 242 al 245 de presentación y 242 al 245 de sorteo para el pago, importantes 4.560 pesetas. BOLETÍN RELIGIOSO Dia 3.—La Invención de la Santa Cruz.—(celebra la Iglesia esta fiesta, en memoria de aquel descubrimiento que hizo en Jerusalen la ompe ratriz Elena, madre del emperador Constantino, del sagrado trofeo de nuostri redención, el año 3 ^ , poco tiempo después que el mismo emperador había derrotado al tirano Majoncio, en virtud de la señal de laCruz. que viera en lamitüd del dia aparecer en el aire, más resplandeciente que el sol, y con nn letrero por el cual Dios le mostrara su santa voluntad dieiiíndole: I,i hoc í(ij'7ií)»i«cís,vencerás en virtud de esta señal. Deseosa la emperatriz Elena de hacer los esíuerzo» posibles para descubrir esta Siniii Cruz, hizo escavaciones profundas en el monte Calvario, ha.sta que la halló, junta con ¡as otras do.s en que fueron crucificados los dos ladrones que murieron con Jesucristo, pero dudando cuál fuese la de este Señor, se aplicaron separadamente á un difunto, y habiendo resucitado al contacto de la tercer!), 'io conoció ser esta la que se buscaba. Cri.T0s.—Cuarenta Horas rii Santa Crui, donde habrá Misa mayor á las di«z, y patM^írieo que dirá 1). Emilio Santamaría, y por la tarde completas y procesión de reserva.—En los mismos términos se líaco función al Santísimo Cristo de San Ginés, predicando en la Misa don Manuel Uribe.—Y en la V. O. T. de San Francisco al Santísimo Cristo de los Dolores, siendo orador D. Pablo Morso y Vivas, y on San Ildefonso al Cristo de las Misericordias, pronunciando el panegírico D. Mariano Yagüe.—En la AGRNCTA AMERICANA. Iglesia de Chai:iberí se festeja al Santísimo PARÍS, 1,'' (tarde.—El exterior español cier- Cristo de los Afligidos; predicará por la mañara en Bolsa á 13 3it, y el interior id. á 12 15^16. na D. Ignacio Vililla, y por la tarde D. Juan de —Las obligaciones de ferro-carriles portugueDios Nieto.—En San Martín se celebra función ses, á242. al Cristo de los Milagros, y on la Eacarnacion LISBOA. 1." (tardes—El interior, á r.0-.80--^ al Cristo Redentor, y en San Sebastian- al Cri.sEl interior español al contado, á 13-45. to del Perdón, siendo orador en «sta parroquia D, Benito Vísjo.—Sigue la novena de la Divina ' tastttra en San Antonio del Prado, predicando D. Antonio Vílascca y D. Mariano Yagüe.— Continúan las Flores, siendo oradores ])or la tarde en las Carboneras D. .\udrés K¡\illa, y en íOecefa de hoy.) San Ginés D.lgnaí'io Vililla, y do n o c u e c n ' c e , MIHJ^TBUIO DE Fs-íAbo.-^Real decreto, conceíiizares D." Manuel L'ribe.—Prosigue 1» de 1» diendo la gran cruz de la Orden de Isabel ia Beata María Ana en Alarcon. y dirá el-^i*fteg<_ Católica, al comandante militar de marina de rico en*» ^^i*''' ^^- Tiíuaon Garamondi. la provincia de Santander, D. Felipe Ramos I z La Misa y Ofieio pon de la Santa Cruz. quierdo y Villavicenoio. SECCIÓN OFICIAL - MiNisTEHio DE LA GuEBRA. — Roal dí.^ci;eto, concediendo la gran cruz del Mérito Militar, al j^ariscal de ca,m^o D. Mi^el Trillo y Figrueroa. risita de la CMe ¿ Í jl/«»'tó.—Nneá^ii BeSors del Buen Consejo en San Isidro. i.'i,. EL SIGLO F U T U B : O VARIEDADES i<;XPOSTC10i\ DE RKLLA.S A R T E S . Tnrminál,!inins el articule) fiiiterior reno-, m e n d a n d o á los p i n t o r e s el ¡)recepto linraeiano sobre la ftcertada elei'ciou de IÍJS asnaius. y vaiuos fi i n s i s ü r I'TI esfe piírficiilar. onf es, seírun el inisüio líonieio. In liase íiiiidíiin.ental de l;i biie'ia eiVcneioii on l a t e b r a s nrti.stieas. En ' leeío, -oii innelins los piniorcs q u e ])oi- elegir in.'il los ;,-untos rnalog-raii ¿us buenos taleiib)s en la (yer-u eion de sus obras. La v a n i d a d pre1ene¡osa en n n o s easo.s. la modestia exeesiva eii oíros, el no inedi]- sus propias fiiei'zas m n c b a s v e e e s , y de ordinario el deseonocim i e n t o del objeto del arte y de la belleza q u e debe informar sns produ(!eioTies. son causas de l a m e n t a b l e s extravíos eu los artistas, que en vez de ejecutar Ijuenas obras, acomoiladas á su genio y d i g n a s de aplauso, p r o d u c e n m u o l i o s y ridiculos m a marraclios. El q u e seria un buen paisajista, a b a n d o n a los campos matizados ])0r la tibia luz de la anrora, y el valle m e l a n c ó lico q u e se cobija al a b r i g o de l;i inbiesla montaiTa, coronada de nub(>s, y cfirre á b u s c a r en las viejas historias las d e s g a r r a doras luchas de las pasiones h u m a n a s , p a r a fijar m a l a m e n t e e n el lienzo sus m á s terroríficas y r e p u g n a n t e s escenas. El que, \mel contrario, seria u n b u e n pintor de liistoria, es decir, u n v e r d a d e r o iniitor. en el m á s noble sentido de esta palabra, en vez de i)intar p a r a ofrecerlos á n u e s t r a atlmiraeion cuadros grandiosos, iusjúrados jjor la p i t ; d a d o p o r e l patriotismo, conténtase con h a c e r alarde de b u e n colorista, r e p r o d u ciendo en el lienzo los ricos y espléndidos colores de u n c a m p o primaveral. T a n lamentables extravíos, claro está que h a n de 8er funestísimos p a r a el arte, que exige á ,«us cultivadores la nativa y e s p o n t á n e a inspiración del genio creador y fecundo. Seria c u e n t o de n u n c a a c a b a r el referir las observaciones q u e sobre este p u n t o hemos h e c h o en nuestros paseos por la fíxposiciqu: solo advertiremos, pues conviene c o n s i g n a r l o , que u n a de las principales causas, por no decir la primera, de que h a y a en aquel c e r t a m e n artístico m u c h o s l u n a r e s , DO,tanto estriba en la decadencia técnica del arte, por decirlo así, c u a n t o en la d e c a dencia p!5tética; esto es, en la falsa ó i n exacta idea que tienen de la belleza los p i n t o í e s , c r e y e n d o que todo es bello con tal q u e esté í i e n ejecutado. Sentimos citar ejemplos p a r a d e n u n c i a r estos errores, pero no h a y otro remedio dada la índole del presente trabajo. Señalado con el n ú m e r o 260 h a y u n cuadre, de g r a n t a mafio del Sr. Mercadé, que representa u n a H e r m a n a de la Caridad de la casa d(> E x p ó sito.*; de Barcelona, a n o t a n d o en el libro de entrada.'? de aqíiel establecimiento la partida de u n n i ñ o recien nacido, llevado en brazos de otra H e r m a n a que sin d u d a a c a b a de recogerlo del t o r n o . El c u a d r o lleva este l>dh título: El «yulmeniofí se-senta y ocho.» El Sr. Mercadé, sin d u d a , h a querido expresar e u s u c u a d r o la belleza i n c o m p a r a b l e de la caridad cristiana, represent a d a en esas santas mujeres que c o n s a g r a n s u vida á c u r a r con henu'co d e s p r e n d i m i e n to las heridas moral(\s y materiales de todos 8US p r ó g i m o s . ¡Campo'^fecnndi.simo de d o n de h a sacado el g e n i o del arte ])roducciones maravillo.sas! ¿Pero h a conseguido su \)v<)pósito el pintor caáwlanV í,Ha .sabido esejuger, á la luz de la belleza, una de esas c o n m o v e - doras escenas, t a n frecuentes en tales sitios, do, qu'eda ya a n t e r i o r m e n t e c o n s i g n a d a , este c u a d r o el corazón palpita eraoeionado en que las l á g r i m a s del dolor son e n j u g a - Críticas m u y atitorizadas niegáT) á- los c u a - por la melancólica ma¡je.«tad, de la e.scena das por la m a n o de la caridad y la orfandad dros de paisajes u n l u g a r en la gerarqtu'a que representa. Verdad es que el principal desvalida halla al)rigo en el seno de la Re- de las obras h i s t ó r i c a s , porque iiacieron. e n c a n t o de aquel paisaje no está en los úlligión'? La H e r m a n a de la Caridad velando s e g ú n ello.s dicen, en épocas de deH'adencia, timo» reñejos del sol p o m e n t e , q u e b a ñ a n al m o r i b u n d o , meciendo la c u n a del h u é r - cuando el arte h a b í a comenzado á a b a n d o - el cielo en r a u d a l e s de oi^o, ni en la csíeusa fano, e n s e ñ a n d o el camino de la Cruz á los nar sus l e g í t i m a s glorias. YX célebre Le.s- y m u s t i a llanura en, qu,e Ja soledad -^ive al d e s g r a c i a d o s , llorando con los que lloran, s i n g , en su <Laoko«n.>-- se e.spresa en este a b r i g o de inhiesta.s inojitañas y frondosas restaüandoiieridiisy r e p a m n d o males, ofre- sentido, y J u n g m a n n , en su jireeioso libro a l a m e d a s : está en el tranquilo y devoto ce escenas admirables, llenas de t e r n u r a y .<obre " \ A \ Belleza y ]a« Bellas Artes. • cor- s a n t u a r i o , cuyas c a m p a n a s tocan'el Aiigeu n c i ó n (•\;jn,u-í'diea. de donde el pintoi'uuede re.bora el juicio de su compatriota. -La b e - /?'.?, llenando'con sus timbres metálicos y tristes de poesía y de sul.)limidafl el cam¡io. recilrir sublime inS])iracion que re])roduz- lleza lie la naturaleza, dice el l i l t i m o . y la C;Í en sus obras. Pero al lado de C.SIMS esce- esfrafirdinaria sublimidad Ac mucho.s de d o n d e , al morir el dia, la naturaleza le d e s tias, existe, como no p u e d e nii'nos de exis- .••US espectáculos, son ciertamente m u y b u e - pide con .su.spiros y p l e g a r i a s . La Religión, tir, Í;Í parte trivial ( h i l a v i d a . L a a d m J n i s - nas en si mismos ])ara movernos á. v o n t e m - que todo lo embellece y .sublima, lia dado á ti-acion con sus r e g l a m e n t o s frios y sus p r o - ])lar la belleza siqirasensible; ]iero solo á ese cuMdro su tierna y'juelancóliea poesía, cedimientos vulg-ares interviene n a t u r a l - condición de si'r jiei'cibidos en toda su j)le- que en vam» el pincel m á s diestro querrá m e n t e en las casas de caridad. H a y allí que tiitud. Alieira biim: m u c h a s de las ])re)pie- sacar de los colores de u n a paleta. Con t a n llevar libros de registro, h a y ((ue ajustar dades pertenecientes á esta. percepcioTí t o - noble ejecutoria bien puede el pai.saje r e cuentas, que corjtprar ropas y come.stibles, tal, que no .son perceptibles á la v i s l a . n o c l a m a r el aplauso de la critica m á s e s c r u pfilosa. >,osotros se lo t r i b u í a m o s con gu.sto que hacer visitas de policía y de h i g i e n e , se dejan por consiguiente rejiroducir i)or la haj-, (>n fin, que ejecutar todos los actos or- p i n t u r a ; á esta clase pertenecen todos a q u e - al Sr. Urgel, y ojalá que jior ese camino dinarios, prosaicos por necesidad, de la vida llos fenómenos de la naturaleza qut' p e r c í - c o n t i n ú e p r o g r e s a n d o , sin perdei-se en la funesta senda del realismo. material y administrativa. l)ímos por medio del oído, del olfato y del A este g é n e r o pertenece, á n u e s t r o j u i c i o , g^usto. Pero además de esta razón, c'ontíSentimos decirlo; pero esa direcéicm lleva el cuadro del Sr. iMercadé; nosotros le d a - inía, debe rehusárseles e n t e r a m e n t e el v a - el Sr. Monleon, k j u z g a r por las tres maririatnos Í^Í^ÍÍ^ título: Una escena a d m i n i s t r a - lor que tienen las cosas visibles, jior ser .su- nas que ha llevado al pabellón de I n d o . tiva en niu) casa de ex])ósitos. m a m e n t e breve la escala en qtie Ja p i n t u r a A f o r t u n a d a m e n t e , el g e n e r o que cultiva A u n q u e en otro t e r r e n o , cae t a m b i é n se ve forzada á re])roducirlas.'- (1) este apreciable artista, á pesar de su m o n o dentro de las ¡¡reseutes observaciones el Hemos trascrito aquí el anterior párrafo tonía, y pobreza, si se quiere, n o es el que cuadre> del Sr. Serret intitulado: Prlnon de- de J u n g m a n n . jiorque en cuestión tan i m - m á s se presta á semejante extravíe. La p r o le, í'líi.ma reívñ de Mallorca[AVÁ). El p i n t o r portante queremos escudar nuestro h u m i l - funda soledad de los mares; la imponente valenciano, al ponerse á ejecutar (>se c u a - de juicio con el de críticos autorizados. No majestad de sus olas, y a se deslicen s u a v e dro, no midió b i e n s u s fuerzas, ¿y; qué había dcbemiis considerar por lo tanto los cuadros m e n t e sobre el píéla<>o azul, y a se estrellen de suceder? que cayó en el ca¡uino, sin lle- de paisajes como otaras arti.stieas en el ele- espumosas en las solitarias rocas; el e x t e n g a r a tocar la mela, deseada. El asunto no v a d o sentido di" esta palabra; sino como so liorizonte, ora claro y diáfano, matizado carece de interés, seibre todo p a r a los m a - producciones i'ecreativas que eu u n a (esfera por la b e n i g n a luz d e l s o l , ora nebuloso y llorquines, pero el pincel del Sr. Serret no inferioi- á a()uella eu que (d arte resjilande- triste, d e s g a r r a d o por el furor del r a \ o ; la alcanza todavía á esa esfera .superior del ce cem la clara luz de la belle'<ía suprasensi- nave que viento eu popa corre de luio á ai'te pictcirico. L a escena que el cuadro r e - ble representan á nuestra %ista los bellos otro Continente como el ave que h i e n d e ios liresenta, vista eu las tablas de u n teatrillo cuadros de la naturaleza, si bien destitui- aires, ó azotada por el h u r a c á n piei'de sus de provincias, athi podría pasar; e n t m lien- dos de la ^ida que la realidad les infunde. palos y velas y es devorada por la t e m p e s zo de 2w0 metros ele altura por 3'7H de a n - Trabajo interesante, por más de tm concep- tad, son otros tantos elementos de belleza, cho. <\s en todos sentidos deplorable. C u a n - to seria el de inve.stig-arlas causas del desar- -que a u n q u e la p i n t u r a solo imperfectamendo (U'spues de leer en Zurita la minuciosa rollo que este g é n e r o de p i n t u r a h a t e n i - te los reproduce, causan en el á n i m o p r o relación de e.ste suceso levantamos la vií5ta doen los tiempos m o d e r n o s , relacionán- funda y d u r a d e r a impresión. al cuadro, el contraste no p u e d e ser m a y o r . dole con el de esa m ú s i c a , que a l g u n o En la Dársena, de Bruselas (270) es donde ¿.I)()nde está la e.spresion altiva é imperiosa h a llamado panteística, y cuyo ejemplar m á s se ve la tendencia del Sr. Monleon h a del infante de Aragón? ¿Dónde aquella r/ran. m á s pierfectí.) es la Hm/onm palitoral de cía el realismo. fv.riii. conque' nos dice el cronista a r a g o n é s B c e t h o \ e ü . El hecho es que los pintores Aquellos barcexs t a n exactamente p i n t a que el rey de Mallorca jirotestó c o n t r a la tre.scientistas no conocieron el pai.saje; y dos, aquella gradación de tonos, aquellas violencia" que le a r r e b a t a b a á su esposa? ^"o que si P e r u g i u o Jo empleó al comenzar el d i g a m o s nada de la impasibilidad con que siglo XVI. y Rafael despties lo usó en a l - a g u a s tan trasparentes, revelan u n estudio las d a m a s de la reina presencian el a t r o p e - g u n a de sus o b r a s , fué solo como u n mero del n a t u r a l demasiado minucioso y a c a d é m i co. Se nos figura que el Sr. Mouleon, c u y o llo que sufre .su señora; u n crítico las h a ornato de sus cuadros religiosos. H a y que estudio es u n museo naval, entiende m á s de comparado á las coristas del teatro de la venir k Claudio de Lorena, Rosa, Teniers y Opera, y creeaios que aiin deben darse e s - B r u e g h e l par.s encontrar el paisaje tal cual náutica de lo que conviniera á u n artista. FA naufragio en las costas de .ist.úrias (271), tas por ofendidas de la comparación. Al o b - hoy lo conocemos. En E s p a ñ a el paisaje servar el desnivel de las p a r e d e s de Ja estan- apenas h a tenido cultivadores, salvo a l g u - a u n q u e m á s descuidado en la ejecución, es cia donde ocurre el suceso, paredes de c a r - n a s excepcíoues en los tiempos modernos m á s notable por su t r á g i c a g r a n d e z a . No tón por cierto, sin perspectiva ni solidez, En la actual Exposición de Bellas Arte.s p u e d e m i r a r s e aquel c u a d r o sin que el p e n i m a g í n a s e uno que Ja b u e n a fama del p i n - este g é n e r o es. sin e m b a r g o , el que está s a m i e n t o , p e n e t r a n d o en la desarbolada tor, i n d i g n a d a de la obra, h a minado los ci- mejor representado con ios cuadros de nave, j u g u e t e ' de las olas embravecidas, mientos, y de u n m o m e n t o á otro las v a ú H a e s , Monleon, ü r g e l l , H e r r e r y otros. asista á las cenm.0 ved oras escenas de que es teatro en tan angu.stiqsos instantes; y derribar .sobre el c u a d r o p a r a c u b r i r con .sus E l ' señor H a e s , profesor de la Academia esc;ombros semejante estrayío. El Sr. Serret, de San F e r n a n d o , maneja el lá])iz y el c o - e n t r e el b r a m i d o del h u r a c á n , el rug-ir de que por otra, jiarte revela cualidades m u y lor con mano m a e s t r a . E.stas condiciones, las olas, el t r o n a r de, los, cielos, se escuche estimables de arti.sia. debe medir mejor sus tratándo.s<* de u n paisajista, son bastantes á l«s gritos de a l a r m a ' d e los marineros, el fuerzas en adelante para no caer en tan l a - acreditar su méritti. Los cuadros que ha llanto de las mujeres consternadas, y las mentables aberraciones. Sobre .sti caballete llevado á la líxposicion son, sin e m b a r g ó , oraciones fervientes de toda la tripulación, escribiríamos nosotros el ya referido p r e - del género realista, y a u n q u e en el paisaje que en aquella h o r a de peligro lanza sobre loselértientos desencadenados el tierno c o n cepto de Horacio: seamos tolerantes por k) que resjjecta á "la j u r o del Ave ma.ris sfelht. Y no en v a n o expresión de la belleza ideal, nos duele qtie Suniítc materiam vestris, fiue Síribitis. fequam ante un euadi-o Jiaya que a d m i r a r m á s la se e n c o m i e n d a n á Mama los n a v e g a n t e s ; en Viribus. et vérsate din qaid ierre reeuscnt. consumada ciencia del maestro q u e la a r - la parte más alta del horizonte ábrense ya, Quid valeant luiiaori. las n u b e s p a r a dar paso á los rayos del sol, .diente inspiración del artista. Hora es ya de que pa.semós á elogiar, Menos entendido y práctico en la ejeeu- que infundirán pronto la es])eranza en los c o como se m e r e c e n , los ))ueuos paisajes y cucion que este reputado maestro es, sin razones atribulados. Pronto se disi])ará la m a r i n a s que existen en la Plxposicion. obras duda, el autor del Tof/ite de oracn)íi\\'^')]; l ú g u b r e cerrazón del cielo, calmará su fude conocidos pintores, maestro a l g u n o e n - y. .sin e m h a r g o , ^.por q u é no decirlo? ant« ria el aquilón, las olas abatirán ,su altiva canecido en el estudio; j ó v e n e s , los ^nás, de frente, y la pobre nave, impelida por suave g r a m l e s esperanzas ])ara el arte. Antes de bonanza, a r r i b a r á á la desierta playa, donde h a b l a r de sus c u a d r o s , debemos hacer una, (1: Tomo IT, ]iá^'. 92, traduciñon castellana la tripulación elevará al cielo su cántico de advertencia preliminar, que, en eiert() níó- dpi Sr. Orti y I,nra. gracias. EL APOCALIPSIS CAFÉS DE LA COMPAÑÍA COLONIAL. DE LA. CONSTITUCIÓN APOSTOLICAE SEOIS, DE NUESTRO SANTliílMO PADRE PÍO IX, en qua a« Ilmitin la.s con.siurss L.\TAE SEiNTENTÍAE, 1>0E EL DüCTüU PREMIADOS CON MEDALLA DE MÉRITO en la Exposición de Viena de 1 8 7 3 . miCK MEDALLA CONCEDIDA Á ESPAÑA EN EL RAMO DE CAFÉS, CINCO CLASES DBI CAFÉS MOLIDOS. ÜEP(')S1T0 GENERAL, calle Mayor, J8 y 20. SUCURSAL, Montera, 8. MADRID. LA PROPAGANDA CATÓLICA, (Correo, nú mero 2. —Madrid.) Bita Cenlro católico, dedicado á la propaganda más económica de toda clase de obras católii as, se encarga de remitir toda clase de obras, folletos, estampas, medailss, ini.-Sgenes, etc , con las mayores faellidades * todos los señores Sacerdotes y católicas de España. Se hallaa Años C r i s t i a n o s y BibHas con un 20 por iOQ más económicos que los de la antigua Librería religiosa. Está terminado el torno <." de la célebre obra Apología del Cristianismo, de Hettinger, publicada bajo la dirección de D. NlcoiásMaría Serrano, y pcóxími á terralaarse la publicación del 2."; también esti terminéndese la nueva obra titulada El Corazón de J e s ü s predicado, en 4.", original del modesto y celoso Presbítero D. Fiancisco Cuesta Espino, que se halla di^stinadi á llamar la atención de (oda.slas personas piadosas dn Esp.ma, y cayo precio, iacloso el franqueo, es de i4 rs. vn. Para la correspandencia y letras de giro, dirigirse en e.sta forma: «Señor Administrador de la Prepasanda Catóílo».» El Sr. Abengochea, por motivos de salud, ha casada en el cargo de Administrador de la Propaganda. Para toda clase de asuntos, dir^irse á D. Muo Archanoo, Correo, 1, Madrid. LA CORlTUCWi DE 1815 EL DIARIO LA ESPAÑA CONVICTO D E L I B E R A L . Precio UN BBAL, así en Madrid como en prorincias, y NÜEVK RSAiag LA SNA. DOCENA. ^.• , Se vende en la Administración de EL SIGLO FOT Se vende en la Administración de EL SIGLO FUTURO y en fas librerías de los SRBS. AauiU)0, OLAMINM, TBJADO Y PaBDiaoRRO. DON SANTIAGO FRANCISCO YIQUEIRA, Cilantro de l a c a t e d r a l de S a n t i a g o . Este folleto se vende en el establecimiento tipográfico de D. José María P.iredes, en Santiago, Virgen de la Cerca, nú^2. U, á 4 rs. Se remite por correo, franco de porte, incluyendo en carta al autor libranza, por o is. PABEIGA'DE~PERSIANAS. ' Las de cortina con cadena de hierro inoxidable ofrecen resultados DQuoho más veatajosos que las antiguas coa cintas, por su mayor elegancia, duración y eooDon&ia reiatl»a. Valentín Sanche?, privilegiado en la fabrlcacloa de dichas persiaoas, tiene el gusto de ofrecer este nueyo adelanto de su Industria i las señores arquitectos, aparejadores y profletarics. Calle de Relati^res, Búm. 5, Madrid. e compran cupones,requisas, carpetas, subvenciones, resguardos, residuos j toda clase de papel del Estado. Capellanes, número 12, principal derecha, de nueve á una. S ESTAMPERÍA REíJGIflSA ESPASflli Y EXTRANJERA dé J n a n P e n a y i^acanell, editor. Especialidad en estampltas propias para regalos, recuerdan y para la prlca«ra oommien. Se remite el catálogo gratis. Barcelnna: Rambla de Bslodios. num. 4*. DE SAN ALFONSO MARÍA DE LIQOBIO Sé Véíáaó «B las librerías de Olanwndl, de Aguado, Perdiguero y otras principales de Madrid, ¿ 10 reales oadtejom piar. M. P . ViLL.\^riL. GACETILLAS L a Administración del Correo central h a ce saber que desde ayer salo á las oehn y treintH mi autos (le la noche P\ tren-eorreo ordinario de la línea del Norte hasta In'in, que conducirá correspondencia para toda la línea y para el extranjero. Se admitirá correspondencia en los buzones de esta Administración hasta las siete, y con sello de alcance, y en su buzón correspondiente, hasta las siete y treinta y cinco minutos. Desde este día. y por la mi.sma línea. í3e establece un tren expréss, con salida de la Administración á la una y quince minutos de la tarde, que llevará correspondencia para el extranjero y para los puntos del tránsito anunciados anteriormente para el expre'ss que se despachaba á las cuatro y treinta minutos de la tarde. Para este expre'ss se admite correspondencia en los buzones de la Administración hasta las doce y treinta minutos, y con sello de alcance hasta la una de la tarde. Se recibirán certilicados ordinarios para el referido oxx)réss desde las nueve de la mañana hasta las doce y treinta minutos de la tarde, y certíticados impresos desdo las once liasta las doce. ' Los certiti-cados para el extranjero por dicho expre'ss se. recibirán en la sección de cambio de dicha Admiriistracion desde las ocho hasta las once de la mañana. Los certificados ordinarios é impresos para el tren-correo de las ocho T treinta minutos de la noche, continuarán recibiéndose á las mismas horas que están señaladas para los demás correos de la Península. Kn ambos trenos se conduce correspondencia para el extranjero, enlazando con el tren exprés directo A París el que salo de esta corte á la una y cuarenta y cinco minutos de la tarde. Dice un periódico: <'Ayer, á las doce de la mañana, el celoso jehi de la cárcel de Villa descubrid un escalo que habían hecho los presos del departamento que da al patío grande. Con este motivo, son once los sugetos á quienes se les ha empezado á instruir nueva sumaria.-» Los periódicos de esta mañana d a n cuenta de las siguientes ocurrencias: «A un soldado de caballería que fue ayer á la Provisión de paja y cebada, y que Labia "sujetado á uní) rej.i del edificio sü caballo, le fué robado este por un indiívduo que, montando en él, salió á galope, mientras cumplía el primero el encarjío que allí le llevaba. —En la cárcel de Villa fué ayer detenida una mujer que llevaba á su marido, preso en aquel establecimiento, un pico, un escoplo y unas enormes tijeras para cortar hierro. —Ayer á las tres d(j la tarde se cayó ntt trabajador del andamio de la casa contigua al viaducto de l á calle de Segovia , causándose varias contusioaud graves, i)or lo ([ue fué conducido á la casa de socorro. —Anoche se decbírú un voraz jncimdío en una tienda de comestible.-i,, ^iti^ada á la dereclra de la Venta del Espíritu í^anto, camino, de Vicálvaro, quedando cumplétamente reducida ú escombros, á pesar de los'eflcaces auxilios de las autoridad(^s y bomberos del ayuntamiento.» L a t e m p e r a t u r a m á x i m a de a y e r en Madrid fué de 19';l. y la mínima do 6'1. Según los p a r t e s recibidos, a y e r llovió eu Oviedo. 7MPRK.NTA DE P . MAROTO, PEf.AYO, 3 4 . 0 3EAS dramáticas j ameno ó BL LTORO PROFÉTICO DB LAS REVOLUCIONES, interpretado por Francisco Matías de LaCiabe. Drama alegórico que repre.senta en bosquejo el espíritu ó carácter de las grandes épocas ó rayoludones siguientes: *,* Triunfo 4<?.l Cristianismo sóbrela Idolatría: abraza el periodo dé tieiUpo y de lubha desde su aparlolbn hasta Constantino. í.* Irrupción de los bárbaros del Norte. 3.* Incursión y dominaclea de IÚS sftrracenos. 4.* El pro» testantlsmo. 8.* Primera república francesa; Napoleón. 6.* Segunda república; nuevo devastador ó emperador; guerra colosal. 7.* y última. Triunfo definitivo del Cristianismo y fin de las revoluciones. Bsta obra que acaba de publicarse, se halla «le venta ^ seis reales en Síadrld y seis y nt94Í0 en provincias, eñ la librería de los Sres. Viuda ó hijo de Aguada, oalle de Pontejos. niím. 8, Madrid. QOCORROS mutuos entre vi/ ^ | v o s y dlíantos. Ky Libro importante jpara «t^^arar Iis alvaolon de nuestras almas y coñsefenír la libertad de b i de nuestros padres difutatos, he¥m&no&, parient e y ansigos, que se hallen en el Purgatorio, padeciendo indecibles tormentos, y que quizá en este mooiento nos están dando voces y pidiendo nuestro socorro. Madrid, librería de Perdiguero y compañía, calle de Saü Martin, 3, y en iaü de los Sres. Aguad© y Olamendi ¿ 8 xs.—Kn Us mismas se hallará el 11brito de la Visita de San Jo.<!é, 4 5 rs. -Método de) canto Han; universal, á 40 rs.—Arte de canto eoletliílloo, k 8 r».—Cnleoclon da Kirioí. Siftrtíí. Cf- üEVOCíOiV AL fi% SO PiTWARCA SK^ Deseaii.*émos t a m b i é n hoy nosotros de esta l a r g a travesía p o r las salas de la E x p o sición, celebrando que pintores tan e s t i n a bles como los últimos f[úe h e m o s citado, n o h a y a n n a u f r a g a d o en las borrascosas a g u a s del arte m o d e r n o ; antes h a y a n arribado felizmente a l a s risueñas playas de la belleza, donde crecen lozanos los laureles df 1H fama. # - PARA DEDICARSE A S ü SERVICIO K IMPLOBAK s u PHOTECCION. Estas hojltís son un tesoro de devocloB al Glorioso Patriarca, conteiriendq,; además del acto de Consagración, el «"(í* it pedir el 4o» <ie oraeiou, a virtnd de U pv-reta, la coHJtanii en Di0t •§ eual^itUraotra» fraciaf. Tienen al frente una bellísima fotografía del Santo. , ^ El precio es de 20 rf. cada ciento. LOS pedidos pnedeú baoel^se á D. Eugemlb Redondo, Iglesia de San Pascual, paseo de Recoletos. REUGIOSAS delPresbiterc D.José María León y Damlnguez, catedrático del Seminarlo Concillar de Cádiz. Obras dramáticas, escrtas en verso, para niños y jóvenes, en las que se desarrollan asuntos bis • tóricos, altamente morales é Interesantísimos.— La Pastora Inmaculada, 4 reales. — La Adoraclon de los Pastores, 6 reales.—La Resurrección de los Justos, 3 reales.—El Seise Mártir de Zara goza, 4 rs.—La Reconquista de Cádiz, 8 reales. -La Adoración de los Reyes, 6 rs.— Los Mártires Patronos de Cádk, 6 rs.—Santa Eulalia de Barcelona, La Corona de San Luis Gonzaga y Ester (un cuaderno), 8 i-s. —El ángel del Pulg-Gerdá, 6 rs.— Constantino, 6 rs.—Covadonga, 4 rs.—DImas, ó la huida á Egipto, 4 rs.—Justicia del Cielo, 4 reales.— Venganza de buena ley, 4 rs.— El andalú más tem> pláo, pieza chistosa para &n de ñesta, 4 rs. Obras en prosa.—Leyendas históricas y morales, dos tomos, 20 rs-—Páginas del hogar, leyendas, cnentdsí fábulas y tradiciones, con grabado.^, 4 rs.—Al calor de) hogar, naevas tradiciones y leyeadasy 4 reídes.—La última aparición de la Santísima Virgen en Francia, 60 céntimos. Todas estas obras se hallan de venta en Madrid, Olamendi, Paz, 6; Tejado, Arenal. 19; viuda de Aguado, Pontejos, 8; Propaganda Católica, Correo, 2.—En Zaragoza, >1nda de Heredla, frente á la Seo.—Barcelona, i2«t>M<a Popular, Pinos, 5.—Málaga» librería do Moya.—Sevilla, Izquierdo y Sobriao, Francos, 60 y 63.—ValencLi, José Marti, Zaragoza, 15.— Gerona, A. Franqnet, Ballesterías, 42.—Bh los demás puntos en tas prinolpalet librerías, ó dlri^ándos* al autor, Cidl¿. ¡ÍAO Jaan. 4iv REVISTA FKANGISGANA. pabUcacioq. n e n s a a l d e s t i n a d a & l a p r o p a gación de la v e n e r a b l e Orden T e r c e r a de penitencia del seráfico P a d r e S a n F r a n cisco de ASÍS, d i r i g i d a por el m u y r e v e rendo P a d r e doctoi' R a m ó n Baldú, p r o vincial de la Orden de C a t a l u ñ a ; a p r o b a d a p o r los reverendísimos Comisario gen e r a l apostólico de. E s p a ñ a y Ministro g e n e r a l de l a Orden, y bendecida poV Pío IX, angiisto T e r c i a r i o de San F r a n c i s c o . Aunqtte! especialmente dedicada á los hijos del Serafia de Asís, no por esto deja de ser esta «Revista» d,f un interés especial para otras personas, pues contfáne materias de grande utilidad para toda la conmunioh católica. Es una publicación, á la par que insltuctiva, amena, pudiendo servir do kctura piadosa y recreativa para toda clase de familias; contiene hermosas leyendas, vidas de Santos, correspondencias de Rom», del Asia, especialmente de los Santos Lugares de Jernsalen, del África y de los diferentes Estados de América, en los olíales florece sobremanera la Religión seráfica. .fc4n»lalstr*o|on, calle del Pipo, 6, bajo, Barcíloim.