PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 PIEDRAS PRECIOSAS Inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual de Madrid-ESPAÑA. E:mail [email protected] 1 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 “Encontrarse a sí mismo.... es encontrar durante el viaje, la totalidad del cosmos”. 2 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 ÍNDICE PRÓLOGO A QUIÉN ENGAÑA……………….………….. 12 BAJO LA SOMBRA…………..………………. 23 MIEDO AL CAMBIO…………………………. 30 ÚLTIMAS PALABRAS………………………….. 51 PARA VOSOTROS……………………………. 65 DESDE OMETEPE……………………………... 72 PAPUCHY……………………………………… 83 TODA LA ESPECIE……………………………. 97 EN TI…………………………………………… 110 EL PRÍNCIPE SOÑADOR……………………. 124 3 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Prólogo Se había preguntado Alexandro en su condición de ermitaño, si para las personas adultas, un cuento, ¿es un alejarse de la realidad? Se trata de un refugio complaciente y esperanzador, constituye una invitación… Es justo advertir que en mi caso, no puedo observar el mundo sin dejar de adentrarme desde una visión idílica que escudriña cada rincón de la vida, para compartir universos propios que palpitan en el ahora mismo. Una parte imaginativa de la mente profunda... o del alma que no abrazamos, permite emerger la magia dentro del caos cotidiano. Hay más verdad y humanidad en un cuento, que en la vida que enmarañamos de artificio y falsedad. Estoy convencido que lo ―fantástico‖ y lo ―real‖, son a menudo la misma cosa. Lo digo porque en una población española cuyo nombre se asemeja a Castillo de Fe, viven una niña y un niño muy afortunados. Sus abuelos tienen la costumbre de explicarles cuentos maravillosos. Hay uno que todavía no tiene final, dice así: Érase una vez un príncipe que interpretaba las inscripciones talladas en las piedras. Pasaba tiempo leyendo delicados pergaminos que desenrollaba y volvía a enrollar con sumo cuidado, para guardarlos con veneración en una caja de marfil. Realizaba interminables ejercicios para ejercitar la memoria y la concentración, y disfrutaba dando largos paseos por la orilla de la playa mientras las olas le acariciaban sus pies desnudos. Solía sentarse en la roca más elevada con forma de trono para contemplar cómo el cielo besa el mar en la lejanía. Le gustaba permanecer 4 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 ensimismado durante interminables horas, hasta que de repente, desgarraba el silencio. — ¡Oh, viento! Revélame los secretos del mundo y la vida. El día que sobrevino el eclipse de sol, entró en la parte de la playa que se adentra al mar a través de una larga lengua de arena, donde crece el bosque de pinos con troncos de conchas. Aseguraba una ancestral leyenda que un espíritu invisible habitaba ese lugar, y, con él quería conversar el príncipe. Pero aguardando su aparición, se quedó profundamente dormido. Roca de fuerza infinita... La inmensidad del mar en danza perpetúa… El príncipe tuvo un sueño en el que viajaba a un remoto lugar para encontrar un fabuloso tesoro… Cuando despertó, las ramas de los pinos se movían con tal gracia que parecía que aplaudieran. Se incorporó jadeante, confundido, y salió presuroso hacia palacio. Mientras cruzaba la playa, el bosque se cerró como un puño y desapareció. El príncipe corría velozmente, sintiendo que dejaba tras de sí una estela de conchas brillantes mientras atravesaba el pueblo como si fuera un vendaval. Alcanzó la muralla de palacio. Cruzó la gran plaza y el pórtico flanqueado por dos guardias. Subió de tres en tres los peldaños de la escalinata elevada que conducía a la alcoba principal, y exclamó ilusionado. — ¡Madre! He visto un extraño territorio blanco –en ese momento se percató- ¿Cómo puedo ver algo que no existe? La reina lo miraba sin responderle, pues no comprendía qué cosa le había sucedido a su hijo. No sabía a qué se refería. En la confortable estancia plagada de gigantescos cuadros, tupidas alfombras, estatuas 5 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 enormes, candelabros oxidados, cortinajes largos de tacto suave, el hijo y la madre se sentaron a la luz de las velas con las manos entrelazadas. La reina lo abrazó, rogándole que relatara el incidente paso a paso y con detalle, con el amor en sus ojos. Durante la cena, el príncipe preguntó a su padre. — ¡Padre! ¿Cómo puedo ver con tanta nitidez algo que no existe? El rey miró fijamente a su hijo sin dejar de masticar, y a punto estuvo de atragantarse con un pedazo de cordero. Aquel hombre impresionante, dejó al príncipe sumido en la más absoluta perplejidad cuando se puso a tartamudear, pero con un ademán que intentó disimular el tropiezo le instó a continuar. Al poco se levantó bruscamente de la mesa. Tuvo la inmediata urgencia de reunirse con el hechicero de palacio, pero su propósito no era descifrar el enigma. Le importaba protegerse. Quería contrarrestar cualquier posible maleficio por parte de alguno de sus numerosos enemigos. Era un hombre astuto, un eficaz estratega en el combate, pero ante la visión del sueño, carecía de toda palabra ingeniosa. Ni la madre ni el padre entendían el significado de lo relatado por su hijo. En la corte no conseguían dar una explicación verosímil. El consejo que únicamente se convocaba en casos de crisis, cuyos miembros secretos eran todos diestros en los planteamientos más dispares y originales tampoco hallaron un argumento esclarecedor. Todas las personas instruidas que fueron consultadas, incluidas las de reputación más destacada, no pudieron contestar a la insistente pregunta del príncipe que incansable, solicitaba ayuda, incluso a los habitantes de los 6 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 pueblos de las tierras bajas. La multitud que lo rodeaba en las plazas estaba desconcertada ante la abstracta cuestión. Ningún ciudadano podía interpretar lo sucedido. Tampoco el adivino que habitaba el castillo encantado en la cima del cerro escarpado. Ni siquiera él, con toda su erudición y lucidez pudo esclarecer el interrogante cuando el príncipe lo visitó una mañana temprano, ansioso por saber. Nadie lograba entender la naturaleza del sueño y, mucho menos, explicar su potencia. Meses después, los rumores correteaban por los pasillos de palacio como ratones excitados. Temían que al príncipe le afectara cualquier suerte de oscura enfermedad. Crecía el clamor de la locura por las voces que corrían como turba de agua embravecida, y los asesores del rey, se preguntaron si tal enfermedad era contagiosa. Pero el príncipe ignoraba el rechazo, estaba decidido, quería ahondar en esa experiencia fantástica, porque todavía una vez más se repitió aquel misterioso suceso, y, un año más tarde, revivió la visión cuando por primera vez en la historia, se helaron los ríos, la temperatura descendió, y una capa de blanco musgo que se deshacía cubrió la totalidad del territorio. Esa fue la señal inequívoca. Por eso, durante aquellas noches frías, acostado en su imponente cama de sangre azul, antes de dormirse, rogó con sus ojos prietos para que pudiera volver a soñar. Y soñó. Nuevamente. Viajaba a un remoto lugar de color blanco para encontrar un fabuloso tesoro. En mitad de una noche sin luna, con el sigilo de un gato entrometido, le ordenó a su hermano mayor que se levantara y lo acompañara hasta el balcón donde lo arrinconó en una esquina para 7 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 preguntarle a la intemperie, chispeando igual que una hoguera avivada por una ráfaga de viento. A menudo se había comportado de esa manera sorprendente, pero sus misterios, habían pasado desapercibidos para la mayoría de gente. Excepto para su hermano, cinco años mayor, que le había observado con curiosidad desde la cuna. Él entendió que era el momento de hablarle desde el corazón, sin medir las palabras, sin pensarlas, y lo hizo, mientras pasaba su mano por la frente del príncipe para retirarle los cabellos de los ojos. Tres días más tarde, hondamente convencido y emocionado hasta la médula, el príncipe se encontraba en el puerto dispuesto a zarpar para adentrarse en el mar que tanto había observado desde la roca más elevada con forma de trono. Su entusiasmo contrastaba con la actitud de fastidio que reflejaba su madre, y la mirada plagada de enojo de su padre encolerizado. — No puedes abandonarnos, hijo –le recriminaba ella, visiblemente molesta, dispuesta a sufrir por el apego. — Tienes obligaciones y responsabilidades, ¡no puedes marcharte! – advertía autoritariamente él-. Si te vas… tendrás que afrontar las consecuencias –sentenció el rey como un trueno que ruge. Sin embargo, tuvieron que dejarle partir cuando el príncipe musitó. — Necesito alcanzar la voz del viento. La aventura me reclama. Mi alma es inquieta… ¡Agonizo cuando no exploro el mundo! ¡Muero si no le sigo la pista a la vida! Con lágrimas en los ojos, lo despidió su hermano mayor, no sin antes levantar su pulgar en el aire a modo de bendición. 8 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Pasaron dos semanas. Y pasó una tercera semana surcando el mar inmenso con su frágil embarcación de madera de una sola vela. Se alternaba el sol radiante con las estrellas luminosas. Los días y las noches se repetían una y otra vez, pero nada, solo agua inagotable, la inmensidad del cielo abierto, el silencio profundo, y la inquebrantable obstinación del príncipe aferrado a su cometido, como el latido que no cesa y se expresa a intervalos exactos, incondicionales, con ritmo, haciendo música. Al cabo de nueve semanas, el príncipe desembarcó en una tierra que no figuraba en los mapas. Abandonó la embarcación dejando atrás todas sus pertenencias. Se adentró en el desconocido paraje por el que avanzó entre el espeso follaje hasta tropezarse con un lago situado entre dos volcanes de cono perfecto. La naturaleza tenía más color del que nunca hubiera podido imaginar. La tierra desprendía una energía que percibía bajo las plantas de sus pies, como el susurro de una tenue conversación que se disimula. Ahí se detuvo el príncipe para descansar. Se tendió boca arriba en la arena fina junto al lago, extendiendo su brazo, para juguetear con el agua. Lo venció el cansancio. Durmió apaciblemente bajo una luna que sonreía. Hasta que repentinamente, cuando el sol anunciaba su presencia como un despertador, floreciendo desde su interior, el príncipe se sobresaltó desde el mismo centro del lago. Miró a derecha e izquierda por largo rato, concentrado. Nada distinguía todavía, no obstante, notó el fuego abrasador en sus entrañas. Su mismo esqueleto estaba en llamas. Las piedras del suelo empezaron a dar piruetas, y, delicadamente, las plantas silvestres hicieron un coro a su 9 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 alrededor. De su pecho brotó una luz esclarecedora que fue simultaneando los destellos dispares que zigzaguearon hasta componer una extravagante forma que se contorsionaba hasta diseñar un mensaje precioso. Y el príncipe prosiguió su camino a través de la tupida jungla de aquella tierra que no figuraba en los mapas. El territorio se tornó árido panorama carente de cualquier muestra de vegetación, convirtiéndose en un blanco desierto interminable que se extendía más allá del horizonte donde ni los animales querían vivir. La dureza de sucesivas jornadas agotadoras, intentaba hacerlo dimitir. Pero todavía osado, aunque abatido y exhausto, avanzaba el príncipe, resbalando, estornudando, sin alimentos, ni ropa de abrigo. Seguía adelante, aun cuando sus pies le pedían que desistiera. Le rogaban las piernas que se detuviera. Su cuerpo entero lloraba, advirtiéndole que todo había sido un chiste, alguna broma pesada del viento. El príncipe, continuaba resuelto a llegar al lugar desconocido que había visto en su sueño, pero cada día era peor que el anterior. Desanimado, incomodo por haber abandonado a su madre, y dolido por haber ignorado las palabras de su padre, añorando a su hermano mayor y a su región natal, se cuestionó duramente: — ¿Son posibles? ¿En verdad existen los sueños?... y, en caso de que existan... ¿para qué sirven los sueños? Luego de un largo mutismo hueco, suspiró ante la nada, y justo cuando estaba a punto de renunciar, de rendirse y desertar, increíblemente, danzó la tierra bajo sus pies. El suelo se contrajo, como si cambiara de 10 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 posición en la cama. Igual que si el planeta se desperezara de un sueño profundo. La superficie comenzó a resquebrajarse lentamente ante el príncipe, mientras una seductora melodía de fondo amenizando la escena y, como por arte de magia, se abrió el espacio blanco para que brotara de sus entrañas un inmenso cofre que dejó al descubierto millones de piedras preciosas que brillaron graciosamente como si lo saludaran. ¡Así sucedió! Durante los avatares del viaje, aprendió algunas cosas valiosas, entre ellas, que la voz del viento se encuentra en el reverso de los sueños; inapreciable regalo, magnífico premio difícil de ignorar, y recordando las palabras de su hermano mayor pronunciadas la noche sin luna cuando le habló desde el corazón, a la intemperie, en el balcón, el príncipe se hace responsable de su don. Quiere ser generoso. Lejos de quedarse con el tesoro para sí, se dispone a divulgar la experiencia del hallazgo, con el compromiso que durante el trayecto de regreso a su región natal, obsequiará una piedra preciosa a toda persona con la que se cruce en el camino. Dice el cuento, que el príncipe soñador guarda las dos piedras preciosas más bellas para Milagros y Amador. 11 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 A QUIÉN ENGAÑA... Hoy, Meysi no anda con Sam. Se conocieron hace un año y medio, cuando sus miradas se encontraron. A partir de entonces, permanecieron juntos, hasta que Sam decidió probar suerte en otro país. Quería mejorar su condición de peón de la sociedad. Necesitaba ofrecerle un porvenir a la mujer que ama. Su lucha era tenaz, y el regreso a Meysi, se fue aplazando una y otras semana. Hasta que volvió por sorpresa y sin avisar. Meysi lo recibió con cierta confusión, y bastante desgana. Había un rechazo hostil. Sam, llegaba sin fortuna bajo el brazo. Ella le explicó que otro varón le procuraba estabilidad, y añadió: —No lo amo, Sam, pero a veces, se es más feliz con alguien a quien se quiere, que no con una persona a quien se ama, pero con quien se sufre a causa de la precariedad. En su ausencia, Meysi se había refugiado en el vehículo de un extranjero que preguntaba por su embajada. Aparentemente encontró sosiego; se dejó cortejar. Meysi sabía en lo más profundo de su sentir que el amor de Sam era un amor verdadero, una especie de música de fondo que abraza la vida permanentemente. Un amor dulce y tierno que fluye mansamente durante la mayor parte del tiempo. Pero ansiaba una gran vivienda; casarse y criar hijos que jugaran en un jardín. Y Sam no tenía solvencia económica. Solo disponía del mayor don que ofrecía con generosidad. Insuficiente para Meysi, que le decía que no se compra leche ni pañales ni tampoco medicamentos, solo con amor. Junto a Sam, padeció unas circunstancias de escasez continuada que terminaron por ahogarla. Debía intentarlo. Existía otra opción para ella. 12 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Meysi tenía el deber personal de remediar su angustia e insatisfacción, y decidió terminar con Sam. Pensaba que de esta manera resolvería la incómoda situación que la atormentaba. Pasó un mes, durante el cual, Meysi no pudo dejar de llamar por teléfono a Sam un día sí, y al siguiente también. Se sentía responsable por causarle dolor. Sin embargo, ella tenía derecho a buscar su propia felicidad. Su actitud era lícita y racional. No había posibilidad de una relación formal, a menos que ambos la desearan, y Meysi, no quería seguir con Sam, al que encontró recostado en el portón de su casa cuando llegó del trabajo. Y cuando él le preguntó: —¿Cómo estás, amor? –con la suavidad de la espuma blanca que forman las olas al acariciar la arena, ella respondió... —Bien, cielo, estoy muy bien –y al abrazarse para despedirse, Meysi no pudo dejar de estremecerse con el contacto de Sam. Aquella noche, vagando por la ciudad, Sam se detuvo y levantó la cabeza para consultar las estrellas. Preguntó si Meysi lo amaba realmente. Apaciguó su respiración y, aguardó, hasta que una forma indefinida que encabezaba la potente ráfaga de viento lo invadió como un susurro estrepitoso. —Tengo la llave que lanzó muy lejos, lo más alto que pudo, mientras iniciaba el camino que no la conduce a ninguna parte. Intenta una historia que le permita olvidar el amor que aún no se ha extinguido. Se divierte con el extranjero viajando de aquí para allá. La novedad es atractiva, pero detrás de la actividad social y la alegría de la fiesta, se encuentra la intimidad. Y sin el beso sincero del alma, difícilmente podrá unirse a nadie –lo percibió Sam. Se trataba de un pájaro. No era un mirlo-. Nada determina más que el 13 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 lazo del amor. Todo lo demás son simples detalles carentes de importancia –aquella especie de pájaro difuso cerró el pico. No era un águila. Y pasaron dos meses. Y aunque Meysi deseaba liberarse, huir, apartar a Sam de su pensamiento, el fin de semana se le antojaba un gigantesco pie descalzo que quería aplastarla. A cada instante, y en todo lugar, estaba presente Sam. Intentaba sin éxito reducir la intensidad del amor, incluso variar la perspectiva del sentimiento, pero no lograba hacer desaparecer ese misterioso influjo que los unió. Y cuando Sam le preguntó en el banco en el que solían sentarse en el parque: —¿Cómo estás, amor? –con la generosidad de un corazón bondadoso interesado en su bienestar, ella respondió... —Bien, cielo, estoy muy bien –pero al rozarle las manos para estrechárselas mientras se despedían, volvió a conmocionarse. Seguía latiéndole por dentro Sam. Aquella noche, al poco de dormirse en su apartamento solitario, Sam se incorporó repentinamente. Se frotó los ojos con las yemas de los dedos. Se levantó. Tenía sed. En la cocina su garganta recibió el agua fresca. Flotó hasta la cama para cubrirse con las sábanas, igual que un muerto se cubre con la lápida pesada, y cayó la verdad con todo su peso. —La actual relación es superficial. Está vacía de contenido. Carece de significado. ¡Quiere al extranjero! Pero aunque lo quiera mucho, y con ganas, lo quiere como si se tratara de su hermano. Lo quiere como a una posesión. Lo quiere, porque le cubre ciertas necesidades, igual que un paraguas cubre de la lluvia. El extranjero tiene las cosas que ella quiere. Pero lo que no sabe él, es que jamás conseguirá llenarla lo suficiente, pues su sed, no se apaga con objetos. Y con el tiempo, Meysi se volverá a angustiar. 14 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Sam respiró hondamente y vació sus pulmones completamente. Se detuvo largo tiempo antes de volver a llenarlos de aire, muy lentamente. Entonces pudo volver a escuchar... —No puede repudiar la vida porque no le sonría. El desafío consiste en cabalgar el potro salvaje del existir que no está exento de riesgo. El obstáculo de Meysi, es que se niega a cambiar de actitud. Debe crecer, comprender que la seguridad del alma no la proporcionan los vestidos, ni los bolsos, ni los zapatos, ni las joyas, ni siquiera los viajes o un palacio con un país entero como jardín. Tú ya se lo habías dicho antes de partir en busca de una oportunidad laboral. Al día siguiente, Sam recordó lo sucedido. Antes de partir, poniéndole las manos en sus mejillas, le había dicho: —La paz interior no te la proporcionará ningún elemento externo, Meysi –le tembló la voz cuando lo dijo. Y señaló, justo antes de cruzar a nado la frontera en busca de la prosperidad. —Mi amor lindo y precioso, no es la agresión que llega de fuera. Es el conflicto interno lo que imposibilita la dicha. Por favor... te lo ruego... piensa en ello, hasta que vuelva. Y había gritado, arrastrado por las fuertes corrientes del río embravecido de agua helada que cortaba como cuchillos. —Créeme cuando te digo que el mayor enemigo de uno No Es Otro Que Uno Mismo. Sam desapareció bajo el agua. Apareció al rato en la otra orilla, moviendo los brazos en el aire, empapado de alegría ante la oportunidad de alcanzar bienestar para su amada. —Y créeme cuando te digo que el mejor amigo de unoooo... no es otro que unoooo mismoooo. Pero Meysi no pudo escuchar sus palabras alejadas, seguras. 15 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 El que no era ni un mirlo, ni un águila, ni tampoco una garza ni un ruiseñor, lo visitó nuevamente de madrugada, porque así lo reclamaba Sam. —Querías saber si ella te ama realmente. En caso de que la respuesta sea ¡¡¡NO!!! Estás a salvo. Si se ha desvanecido rápidamente el amor, no era amor, sino débil sentir, deseo. Ella podrá iniciar otra relación de pareja. A ti no debe darte pesar. No te sientas abatido, sino afortunado. No te decepciones, no te pongas triste, pues no merecía la pena. Pero en caso de que la respuesta sea ¡¡¡SÍ!!! Si todavía palpita silenciosamente en su pecho un ―Te amo Sam‖... ¡ambos tenéis un grave problema! Sam fue abriendo la boca a trompicones. Bostezaba a cámara lenta. —El sosiego, no proviene de ningún elemento material, tú ya lo sabes. Pero ella no reconoce que ninguna otra persona proporciona la serenidad. Prefiere sentirse amedrentada, le encanta que la auxilien, en vez de aprender a nadar por sí sola. La vida está sazonada de adversidad, ¿por qué pasar por la vida sin saborear la fatalidad, rehuyendo el peligro, sin descubrir la majestuosidad del trayecto vital? Pregúntaselo. El cambio a una mejor vida empieza dentro de ella, está adentro. Tiene que ver con la voluntad. ¡Debe tomar consciencia! La voluntad consciente, nace en el centro de las propias entrañas. ¿Por qué flaquea su fortaleza? ¿Por qué su innato sentimiento queda soterrado? ¿Por qué desconfía de sí misma? ¡No dejes de preguntárselo! Y pasaron tres meses. Y Sam le preguntó en el restaurante donde la citó. —¿Cómo estás, amor? –con la dulzura de un alma enamorada que anhela su propia luz, ella respondió... —Bien, cielo, estoy muy bien. Pero al dejar a Sam atrás, volvió a derrumbarse. Ya no podía mirarlo a los ojos. Cuando lo hacía, Meysi retrocedía. Su corazón traicionaba su intelecto empeñado en 16 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 decirle adiós para enterrarlo bajo tierra, cubriéndolo con piedras, lozas, montañas de escombros y desperdicios y cajas de cartón. Excusas. Se le quebraba la voz cada vez que conversaba con Sam, y a solas, suspiraba hondamente por aquel sencillo y profundo ser de intenciones buenas y carácter compasivo. El sentimiento de Meysi por su acompañante oficial estaba definido. Lo estuvo durante la ausencia de Sam, tanto como lo estaba en esa etapa de la relación. Quería al extranjero, igual que se quiere al perro o al canario. Por mucho que lo disimulara, Meysi no estaba bien. Tenía un inmenso vacío , y la sensación de haber perdido piernas y brazos, y la certeza de haber manchado su corazón con lodo. Se engañaba, enmarañada en su propio vómito. Había sustituido una vida en color, con el estremecimiento de la inseguridad a causa de una precariedad mal entendida, por una opción de vida en blanco y negro, con la seguridad del hastío perene e inmoral. Ya no tenía las viejas preocupaciones, era un dato incuestionable, cierto, pero se equivocó al creer que alejando a Sam de su vida se desvanecería el amor. Intentó encontrar tranquilidad en los besos del extranjero, pero extrañaba la pasión de Sam. Intentó cobijarse en la rutina de su empleo, pero extrañaba toparse con aquella sonrisa iluminada que la estremecía en cada ocasión que cruzaba el umbral de salida. Intentó distraerse asistiendo al gimnasio, y a clases de concina y reflexología. Incluso se inscribió en un taller de risoterapia, y se apuntó en una academia de baile de salón, pero siempre extrañaba la compañía entusiasta que la hacía vibrar desde los dedos de la planta de los pies hasta el último cabello de la cabeza. Siguió intentando disfrazar la verdad, escondiendo su real palpitar, después de cada jornada laboral y durante los fines de semana. Negándose a combatirse a sí misma. 17 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Meysi encerró el amor en una caja fuerte. Lanzó la llave lo más lejos que pudo... ¿para qué? ¿Para que alguien la recogiera al vuelo?... Pensó que podría prescindir de Sam sin que un nudo le agarrotara el alma. Sam se dio la vuelta en la cama con suma pereza. Un leve codazo en su costilla lo hizo reaccionar. Quiso abrazar la almohada igual que si fuera Meysi. Deslizó el brazo, inconscientemente, hasta dejarlo caer de la cama. Tanteó con la punta de los dedos el suelo frío hasta encontrar la almohada, y se la colocó entre las piernas, apretándola para que no escapara. —Explícale que no puede saberse qué es bonanza sin conocer la congoja. Cuando se desconoce la penuria, se ignora el significado del auténtico gozo. Si una persona nunca ha estado apenada, al sentir júbilo, jamás podrá apreciarlo. La vida es pluralidad y riqueza de matices, y son los sentimientos profundos que impactan los que ayudan a comprender la complejidad de la existencia humana. Sam tiró de la sábana para cubrirse se cubrió el hombro. Un pie quedó al descubierto. Sentía la presencia. Sam percibía el zumbido en la oscuridad. Adormilado, se incorporó sin abrir los ojos, y estiró la pierna que se quedó colgando fuera de la cama. —Proponle construir juntos con sólidos cimientos, y acto seguido, enmudece. La decisión es suya, no está en otras manos de otro más que en las suyas. Recuerda sus propias palabras ―A veces uno es más feliz con una persona a quien se la quiere que con otra a quien se ama, pero con quien se sufre‖. Y tiene razón, pues es mujer que se niega a pelear para defender algo bello que sólo le pertenece a ella. Desconfía de su corazón – señaló-. Desconoce su propia habilidad. Si persiste en la falsa idea de que otro varón la va a curar, su actitud, complicará la vida de tres personas. 18 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 —Las circunstancias varían, pero las virtudes de las personas no. Ella se enamoró de tu gran corazón, ¿lo recuerdas?... ¡Nunca le prometiste oro! Le prometiste amor verdadero. Sam profirió un –es cierto- plagado de convicción. Y se dejó caer hacia atrás como si nada, tranquilo en su ensoñación. —Con el pasar de los años no nace el sentimiento. Con el pasar de los años, únicamente surge el afecto, porque el roce diario forja despacio el cariño, pero jamás el amor. El amor explota al principio, no tiene razones, no le hacen falta motivos para exisstir. Y se palpa esta maravillosa potencia en la mirada de los dos enamorados, cuando al encontrase, estallan chispas de luz multicolor. Cada vez que vosotros dos os habéis encontrado, en el cielo se ha celebrado una asamblea que inaugura el carnaval de los destellos luminosos. Hacía siglos que no se reactivaban los planetas. Y antes de que se desvaneciera el eco de la transmisión, oyó lo siguiente: —Con amor verdadero se supera cualquier obstáculo en la vida. No hay fruto sin semilla. Y la mejor semilla de la vida, sin duda es el amor. En primera instancia, el amor franco, riguroso y leal con uno mismo –así habló el inconmensurable pájaro de cielo. Sonó el despertador. Frente al espejo del baño, con los ojos pegados por las legañas, todavía inspirado, tenaz y testarudo a la vez, concentrado en la mujer que ama, su alma adopta una forma preparada para latir, exclamando desde el otro lado del espejo. —Ella nunca entendió que aunque puede desplomarse el mundo entero, se encuentra en los brazos del ser amado la magia para aceptar el desafío. En modo alguno estuvo Meysi encadenada al sufrimiento. Aquel año y medio... no fue una consecución de situaciones insoportables. No todo fue malo o feo o sucio o desagradable. Terminó de cepillarse los dientes. 19 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 —Meysi puede condenarse a sí misma, saboteando la posibilidad de acariciar los finos tejidos de la dicha igual que antaño, porque lo cierto es que no somos lo que los acontecimientos nos hacen. Somos lo que nosotros permitimos que los acontecimientos nos hagan. No son las circunstancias, sino la manera de interpretarlas. Eso define nuestro estado de ánimo. Lo que nos aflige, no son las situaciones. Lo que nos aflige es la opinión que tenemos acerca de esas situaciones concretas. No son las cosas que ocurren o la información y los comentarios de la gente lo que nos afecta y determina la actitud frente a lo cotidiano, frente al presente, que determina nuestro futuro y la misma vida y la muerte. Es la valoración que nosotros hacemos de estas cosas que pasan, que están ahí, para afectarnos y alterarnos, que también sirven para revelar lo mejor de nosotros mismos. Son hechos, testimonios, datos, que permanecerán, aunque nos disgusten. Molestando con descaro. Inquietando sin descanso. Hasta que aprendamos a convivir con dichos elementos con una sonrisa en los labios. Terminó de embadurnarse el rostro de espuma blanca. —Cada persona tiene la capacidad de perturbarse a sí misma a través de los pensamientos o, también, tiene la oportunidad de liberarse de su telaraña al lidiar en solitario la batalla que nada más uno puede librar: la del entendimiento de la propia naturaleza en el seno de la comprensión individual. Terminó de afeitarse. Se mojó el rostro con agua fresca, secándose la cara con una toalla de tacto suave y agradable olor a pino. —Como pareja, no existe posibilidad alguna, a menos que ella decida luchar sola consigo misma, aniquilando prejuicios y falsos fantasmas al encuentro de la paz interior. Pero para alcanzarla, para curar toda enfermedad, el primer paso es aceptarla, y Meysi, jamás aceptó su necesidad de crecer para sanar. La promesa de un hogar plagado de amor, debía ser un fuerte desencadenante para la acción. 20 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Terminó de peinarse. Observaba sus ojos dentro de sus ojos. —Ciertamente, aún teniendo seguridad material, Meysi no está mejor que antes. Se siente incompleta, estéril de emoción. No hace falta que me lo diga con palabras, su cuerpo habla por ella. Obvio que puede continuar viviendo a medias, sin apreciar la vida bajo su piel, con los músculos agarrotados y el dolor mudo en los huesos. Puede continuar por años enteros con una existencia hueca, insulsa de vida, saciada por el lujo y la comodidad permanentemente, agasajada por el confort y la posesión, adormecida por la frivolidad. Aunque también puede catar la experiencia de existir con la vida hasta sus máximas consecuencias, exprimiendo la última gota de aliento junto al único hombre que la hace estremecer. No entiendo que ella no lo entienda… Cuando se ama, siempre se sufre. Pero cuando no se ama, todavía se sufre mucho más, porque no hay nada más horrible que la ausencia de amor en la vida. Terminó con un toque de colonia que excitó los poros de su piel. —Cuando se refugió en el vehículo del extranjero, cambiando de novio en vez de actitud, continuaron las turbulencias en el caos de su mundo interno. Quiso tener el control de su vida, recuperando el fluir espontáneo de su alegría, pero lo que halla, es la auténtica dimensión del amor grande y precioso. Y a pesar de reconocerlo, a pesar de saber quien habita su corazón, sigue manteniéndose firme como el hierro, negando el impulso de su alma enamorada noche tras noche, día tras día, minuto a minuto, con la negligencia de un profesional corrompido por el dinero fácil un mes tras otro, a punto de alcanzar un año. Sam apagó la luz del baño que se quedó a oscuras, coleando el remolino que se quedó atrás, al final de la ráfaga de viento que atravesó el espejo. El susurro que fuera estrépito, se volvió insonoro, pero apunta hoy, que todavía es hoy: ―El tiempo se encarga de poner las cosas en su lugar‖. 21 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Sam, salía al nuevo día con el discurrir de su mente concentrada, en armonía con en el latir de su corazón, en paz consigo mismo en lo más hondo de su ser. El tiempo, efectivamente. Pero únicamente el tiempo no es suficiente. Uno debe cooperar y actuar, ejerciendo su voluntad consciente, para facilitarle las cosas al amor. ¿A quién engaña Meysi? ¿Se puede vivir sin honestidad? Y, en caso de que sí se pueda... El resultado que se obtiene, ¿puede llamarse a eso una vida plena y auténtica? 22 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 BAJO LA SOMBRA Cuando es violento, el viento deshoja la margarita. Esa semana concreta tenía que buscar cómo descansar, pero Janiva se había extraviado en la oscuridad. En esa zona se dejaba atrapar por una ofuscación violenta que la alcanzaba para oprimirle el corazón. Se había enamorado perdidamente de un hombre treinta años mayor. Conocía su pasado. Al principio no le importó que anteriormente hubiera estado casado. Llevaba en su maleta los documentos de separación. La sentencia del divorcio quedaría muy pronto inscrita en el registro civil. Pero Janiva se hundía en la desesperación de un pozo sin fondo por el que caía desde hacía meses. Serían marido y mujer, claro que sí, pero Janiva sentía que le quitaba el lugar a otra. Tenía la sensación de que le arrebataba el hombre a otra mujer, ocupando una posición que no le pertenecía. Se casarían, porque en cuanto se lo pidió, ella aceptó encantada sin pensárselo dos veces. Enmarcó el día en rojo en el calendario. Pero Janiva no podría vestirse de blanco. La situación le creaba un dilema moral del que no se podía zafar. No le gustaba que existiera un patrón de comparación. Ni que su futuro esposo pudiera sentirse responsable de ―la otra‖. Y la posibilidad de que un día mirara atrás con nostalgia, hacían que desfalleciera todavía más. Sentía que era un melocotón maduro al que se estruja con fuerza abrupta. Resbalaba conforme se acercaba la fecha que juntos fijaron. 23 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 No de blanco. Segundo plato. Bajo la sombra de otra. Tres golpes calando hondo. No conseguía encajar los porrazos que se le antojaban martillazos punzantes. Había aguardado el gran día de su boda almacenando montañas de ilusión. Quería ser la única en la vida del hombre elegido. Ansiaba ser la primera en darle todo cuanto se puede dar. Vestirse de novia por derecho propio. ¡Eso quiso desde su pubertad! Pronto estarían unidos el uno con el otro, pero Janiva no sería la esposa legítima ante la sociedad. Una dominante madre soltera se había encargado de convencerla de que no podía acceder a la felicidad sino era desde el altar, con la bendición del sacerdote en una iglesia abarrotada de gente. Había escuchado más de mil veces ―La ceremonia debe unir para siempre, sin rupturas‖. Janiva se persuadía a sí misma de que sus vecinos la señalarían con el dedo frente a la puerta de su hogar. Acusándola… ¿de qué? Llegó a sentir que no lo merecía. Que ejercía una apropiación indebida. Un comportamiento improcedente… indecente. Janiva se había angustiado hasta el punto de sufrir una insatisfacción constante que se manifestaba físicamente. Se le caía el cabello, se le pelaban las manos, sentía nauseas, se agudizaba el insomnio, y perdió el apetito por completo. Llamaba la atención las pronunciadas ojeras que sesgaban el atractivo de sus ojos almendrados. Proporcionaban a su demacrado semblante un aspecto sombrío. Debía sosegarse, abandonar la siniestra oscuridad. El fin de semana almorzaría con Ruth, su amiga de la infancia que se marchó al extranjero a estudiar una carrera universitaria. Almorzarían en el hotel donde antes se ubicaba el barrio que las vio crecer. Visualizaba el chapuzón en la piscina rememorando las competiciones realizadas de niñas cuando las dos afirmaban que sabían nadar bajo el agua. Se trataba de un acontecimiento alegre durante el cual, no quería transmitir una 24 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 imagen de fracaso. Se dio la vuelta en la cama pensando en si Ruth estaría igual de flacucha que cuando se marchó. Las últimas fotografías que recibió en Navidad revelaban que habría engordado. Apagó la luz presionando de un golpe seco el interruptor. Cerró los ojos forzándolos para que la ayudaran a desconectar. Pero aquel dañino tormento al no lograr el modo de ser feliz, el modo de convivir con la circunstancia del hombre que amaba, el modo de salvaguardarse de su maldición. —Amiga, ya me gustaría a mí que alguien me amara como te aman a ti. Eres afortunada, ¡créeme! He salido con un montón de hombres de los estratos sociales más diversos: casados, separados, divorciados, seductores irresistibles, eternos solteros, hombres con mucho dinero y poder, artistas bohemios e intelectuales extremadamente cultivados. También he salido con hombres de otras religiones y la verdad, al final de cuentas, lo único que importa es el amor honesto del hombre que te hace estremecer. Se movió con pereza, como si quisiera darle la espalda, lentamente, ¿lo despreciaba? ¡No! Solo se había cansado de la posición. Todavía no sabía que estaba susurrando. —Sabes, Janiva, es mejor tener la certeza de que algo existió y terminó, que tener la incógnita y el perpetuo miedo en el cuerpo de que tu hombre pueda marcharse mañana si conoce una fruta más fresca y tierna. Deberías centrarte en valorar su fidelidad, que viene del resultado de su experiencia, pues ahora entiende lo que necesita, y también sabe lo que puede ofrecerle a su nueva esposa. Brincó como brinca la inocente gacela a la que un hierbajo inesperado le roza su pata. Fue un reflejo inconsciente. Como un tic. —Sabes, Janiva, todas las mujeres que conozco se sienten defraudadas. Pasan seis meses preparando ―el gran día de la boda‖. Pero transcurre tan velozmente que apenas 25 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 lo saborean. La presión durante tanto tiempo por intentar complacer a ambas familias, mucho más que a ellas mismas, suele provocar que tengan que retocar el vestido cada vez que se lo prueban, pues los nervios las consumen a diario. Ninguna ha logrado describirme las sensaciones que sintió, sino es la decepción que las embriagó por todo lo que salió mal. Muchas expectativas... ¡eso no es bueno! Te digo que no recuerdan los instantes sublimes del día, en cambio, no olvidan a aquellas personas que se comprometieron y no cumplieron. Fíjate, al cabo de los años, ninguna de ellas es capaz de mencionar a los presentes. No es sino en las fotografías o el vídeo que los descubren, y a veces, llegan a preguntarse sorprendidas... pero, ¿estuvo en mi boda fulanito de tal? Las dos manos se movieron a la vez para tocar la nuca y entrelazarse. Demasiadas horas inmóvil en la profundidad en compañía de... —Sabes, Janiva, deberías ser más objetiva. Cuando te conoció, ya no estaba con la otra. Se había desvinculado totalmente de su vida anterior. Vendieron el patrimonio familiar. Además, no hay hijos de por medio. Únicamente los une el afecto de sus años de convivencia, estoy segura que no hay nada más. Tú nunca fuiste el motivo de la separación, y, por el contrario, sí eres una oportunidad, una alegría de vida para ese hombre. Eres el motor de su felicidad. ¡Tiene derecho a intentarlo otra vez! ... y no va a ser tan absurdo de buscar similitudes para repetir una historia que salió mal. Sería una estupidez no mirarte en toda tu dimensión. De repente se rascó la nariz frenéticamente, como si un insecto le hubiera mordisqueado la punta y no pudiera desembarazarse del cosquilleo. —Y sabes otra cosa, deberías ser más práctica. Dime, ¿con quién vas a compartir tu historia de amor? ... ¿con tus vecinos o con tu esposo? Deja que los demás piensen lo que quieran y digan lo que se les antoje. Nada más escucha tu corazón, y déjate abrazar por el hombre que amas, porque en sus brazos es donde encontrarás paz y bienestar. 26 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Llegado este punto roncaba profundamente haciendo retumbar las paredes. Su mejilla fue besada con delicadeza y dulzura, suavemente, como el padre que da las buenas noches a su pequeña hija. —Amiga, la vida es demasiado difícil para que nosotros la compliquemos imaginando demonios. No hay situaciones perfectas. Cada acontecimiento tiene ventajas e inconvenientes. No inventes fantasmas que únicamente sirven para coartar tu libertad. Y en caso de que en verdad exista una sombra... ¡que tu grandeza la ensombrezca a ella! Aquel domingo Ruth había caminó pisando su añorado país, con cierto nerviosismo hasta el hotel donde antes se ubicaba el barrio que las había visto nacer. En cuanto se reconocieron entre la gente de la recepción del hotel, ambas corrieron para saltar la una en los brazos de la otra sumergiéndose en la piscina de la amistad. El largo abrazo pareció el fotograma congelado de una película en la que dos cuerpos se funden en uno y es imposible averiguar cuál es cual. Retomaron de forma inmediata la fertilidad de su conexión fraternal que perduraba a través de los años y a pesar de los kilómetros y kilómetros de distancia. Europa está muy lejos. Después del emocionante abrazo, se pusieron los bikinis y se tendieron al sol para aplaudir los comentarios de rigor. Ruth desarrolló una actitud de sincera escucha activa. Después del almuerzo a base de abundante marisco y vino blanco, Janiva no podía engañar a quien había escuchado con atención detrás de cada gesto percibiendo su desesperación, y justo cuando sirvieron un licor de manzana helado en el lujoso salón de exquisita decoración barroca, compartió con ella su tormento, se sinceró. Y como un rayo de luz que atraviesa las nubes para acariciar el mar, habló su buena amiga recién llegada de Italia con el estandarte del patrimonio de un sueño maravilloso. Ruth conocía 27 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 perfectamente el mensaje que debía transmitirle a Janiva. Lo percibió desde la profundidad vital de su ser generoso. Intuía la compañía, recordaba la sensación del susurro, todavía saboreaba el beso. Su novio le había dicho tres días antes, un tanto molesto ―Te has pasado la noche hablando en voz alta, Ruth‖. Había vislumbrado en ese estado de conciencia un pájaro. Y como un pájaro de cielo que agita sus alas resplandecieron las palabras que rebotaron contra las paredes del lujoso salón igual que miles de traviesas pelotas de goma. Ruth penetró en el pecho de Janiva para llegarle al alma de una manera sencilla, repitiendo uno a uno los vocablos que albergaba en su propia alma. Supo cómo pronunciarse para facilitar el mejor beso que fusiona lo divino con lo mundano, y así lo recibió su amiga de la infancia: con delicadeza y mucha dulzura, suavemente. Sin violencia. Luego de aquel inolvidable día en compañía de Ruth, Janiva podía elegir arrinconar la desesperación que amenazaba con desbaratarla. Podía olvidarse de angustiarse por toda la carga de frustración acumulada. Podía ignorar las directrices de una dominante madre que nunca asumió su condición de soltera. Podía centrarse en esa nueva luz fluorescente, y, por la noche, conciliar el sueño sin ninguna dificultad. Podía descansar, sosegada, soñando un mundo donde no hace falta vestirse de novia con velo y cola y subirse a un altar frente a un sacerdote y mil testigos elegantes. Tal vez Janiva consiga entender que un corazón fuerte elabora toda aspiración al margen de la adversidad, al margen del comentario cretino del vecino que no se mira el ombligo, al margen de cualquier acto cotidiano que se impone desde la cuna hasta condicionar, obligando a una tradición en ocasiones absurda. Pero quizás prefiera 28 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 revolcarse en el barro, lamer sus heridas, permanecer derrumbada negando la ocasión del amor rodeada de auto-inventada oscuridad negra y pegajosa. Todavía puede ser la primera en darle un hijo al hombre que ama. Janiva puede lograrlo, ¿lo hará? ¿Tendrá el coraje suficiente para trascender? 29 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 MIEDO AL CAMBIO El abuelo de Betzaida, le contó durante su niñez, un sin fin de veces la misma historia: Una niña lloraba en la orilla del lago, y murmuraba... — ¡Oh, miedo! ¿Por qué me persigues? El sol lucía radiante, con su fulgor impresionante. — ¿Por qué me embistes como un toro encabritado? La niña secó sus tímidas lágrimas, y añadió… — Me afliges, dime, ¿por qué insistes? Su rostro se reflejaba ondulante en el manso lago. — Qué me reprochas, si fuiste tú quien me invitó. Se expresaba relajada, desde las aguas transparentes. — De qué te quejas, si fuiste tú quien decidiste que debía quedarme cerca para afectarme. Se respondía desde la claridad del agua cristalina del lago. — Y de qué te lamentas ahora, si eres tú quien me alimenta a diario para que sobreviva a tu lado, perezosa. ¡Tú me has inventado! El abuelo de Betzaida le contaba la historia de la niña del lago con la intención de que entendiera la moraleja, pero ni siquiera su cálido tono, ni su bondadosa presencia, ni su inconmensurable paciencia, conseguía que captara la enseñanza. Nada apaciguaba a la pequeña que solía pasar el día en tensión, nerviosa e intranquila. Incluso durante la noche, la alcanzaba un temor que la hacía encogerse en la cama y taparse con la sábana. 30 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Vivía angustiada. No hablaba con su padre, ni con su madre, ni con sus hermanos. No miraba a los profesores a los ojos. No jugaba con sus amigos después de clases. No reía, ni anhelaba un pedazo de pizza o un helado de nata. No quería ir al cine. Tampoco a la piscina. Permanecía frenada, retenida, estancada, bloqueada, contrariada, impedida y confundida. Así crecía. La víspera del décimo aniversario de Betzaida, el abuelo le hablaba a su nuera acerca de su nieta preferida, a la que tildaba de pequeña ninfa incomprendida. —Nuestra niñita no sabe que el miedo afecta solamente a quien se deja, y si actúa, lo hace únicamente si se le consiente. Magali, la madre de Betzaida, no sabía que su hija permanecía despierta, en guardia con sus pesadillas. Creía que dormía plácidamente como cualquier niña. Escuchaba al delgado anciano, que no se veía viejo, a pesar del rostro surcado de arrugas y la cabeza despejada de cabello. Habitaba la vivienda desde hacía apenas tres meses, después de que falleciera la mujer con la que convivió cincuenta y un años, felizmente, sin haber tenido que cumplir con el ritual clásico de una ceremonia religiosa. Solía esperar a su nuera en el sillón de la entrada, y esa noche, sus gestos eran enérgicos. —La mayor joya es la vida posible que no puede encerrarse en casa por miedo a salir a la calle –se lo dijo mientras se levantaba del sillón para mostrarse firme como una montaña que desafía al tiempo. Magali dejaba el bolso y la cartera encima de la mesa del comedor. A continuación, abrió la cartera. Hurgaba dentro. 31 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 —El miedo es algo destructivo que limita el crecimiento. Somos ideas ilimitadas capaces de alcanzar la eternidad –la cabeza brillaba con el rebote de la luz. La madre de Betzaida pensó que eran demasiadas ideas complicadas para hacérselas entender a una niña de nueve años. Pero lejos de buscar un conflicto, contrastó sus propios argumentos con su suegro. —Hay que ser prudentes, y sensatos –dijo Magali, sin soltar los papeles que tenía en la mano-. Hay que evaluar los acontecimientos, y sus posteriores repercusiones. Pero ciertamente, no hay posibilidad para la acción si permitimos que la energía se concentre en la nefasta palabra miedo que no es más que ¡una palabra! El hombre sonrió, satisfecho de mantener una conversación con la esquiva mujer que constantemente se exhibía ocupada con sus innumerables compromisos. —Una palabra que al pronunciarla, coarta de inmediato toda actividad, reprimiendo nuestras acciones –dijo ella. —Y saboteando la propia identidad, paralizándonos, inmovilizándonos, hasta llenarnos de ansiedad e insatisfacción –acuñó él. Ambos estaban de acuerdo, sin embargo, uno aportaba y sumaba, mientras el otro era pasivo, y por su negligencia, restaba. El abuelo, con pocas obligaciones domésticas, desempeñaba la función de intentar llegar hasta la comprensión de la pequeña. Por el contrario, su madre, estaba mucho más interesada en la fundación que presidía y en su fama y trascendencia social. No tenía espacio en su apretada agenda para sentir compasión por su hija, a pesar de que su suegro la había puesto sobre aviso. Esa noche, Magali estaba concentrada en la elaboración de un discurso, en la posterior rueda de prensa, y en el impacto mediático que su testimonio causaría en los círculos más influyentes de su época. 32 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 El murmullo del viento irrumpió como un enjambre de abejas hasta la almohada mojada por el sudor ―Niña mía, el miedo a una acción, es peor que la acción misma. El secreto para la serenidad reside en este simple acto: perderle el miedo al miedo. Es tan simple como eso, créeme‖. Alguien se había expresado al oído de la pequeña Betzaida, pero ¿había sido su madre desde el comedor… se trataba del regalo de cumpleaños del abuelo, o… era la expresión de un sueño locuaz que aleteaba por la vivienda? Tan pronto Betzaida se levantó a la día siguiente, agarró con firmeza el cuaderno del colegio y arrancó unas páginas en las que escribió, por delante y por detrás, una vez tras otra, la palabra MIEDO. Le temía al fuego, por eso tomó la caja de fósforos de la cocina. Le arrebató del cajón de la mesita de noche la botellita de gasolina con la que llenaba su viejo mechero el abuelo, y se trasladó al patio trasero, vigilando que los vecinos no la vieran cargando diversos periódicos arrugados que su madre acumulaba en el garaje. Siempre le tuvo mucho miedo al fuego, por eso encendió un fosforo, temblando, que se apagó de inmediato por el zigzagueante movimiento. Volvió a prender un fósforo, que lanzó, esta vez, con destreza. Betzaida observó como las llamas devastaban el papel que se retorcía, y toda clase de enseres que aprovechó para quemar en la enorme fogata. Esperó a que se consumieran sus espantos, y vio cómo se desvanecían sus fantasmas igual que el humo, poco a poco, lentamente hacia arriba. Todavía esperó un rato sentada de pies cruzados. Luego barrió las cenizas, de la misma manera que barrió el absurdo vocablo de sus labios. Y a partir de entonces, la pequeña Betzaida no fue por más tiempo una niña miedosa. Se convirtió en una mujercita libre de esa enfermedad. 33 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Había crecido dentro de su cuerpecito ese virus, pero ya no existía. Se había evaporado, como el agua, después de hervir un rato. Se desvaneció de igual modo a como la pintura desaparece debajo del nuevo cuadro. Por tal razón, Betzaida caminaba erguida, henchida de valor, segura de sí misma, pues averiguó que el miedo no es más que una alucinación. Había cumplido a raja tabla la petición que le hiciera... ¿quién? Estaba dormida, o se hizo la dormida cuando le susurró tiernos vocablos que culminó con un ―Realiza aquello que más temas y ganarás. Felicidades mi niña linda‖... ¿Fue el abuelo? ¿Fue su madre? ¿Quién se había expresado la víspera de su décimo aniversario junto a la almohada de Betzaida? El vestigio que nos deja un sueño, no es menos real que la huella de la pisada en la arena de la playa que se disipa tras la ola del nuevo día. Veintitrés años más tarde, lejos quedaba aquel episodio culminante de su vida en que Betzaida tomó una decisión. Fue un proceso de iniciación que le cambió la forma de interpretar el mundo sin fin, exclamaba siempre. Pero repentinamente, volvía a sucumbir ante el engaño. Se dormía acurrucada en posición fetal, mojando la almohada de sudor amarillo. Figuraba en su quehacer diario el nerviosismo y la tensión que le agarrotaba las articulaciones. Había tropezado y caído, no lograba levantarse. Se había vuelto a frenar. Estaba encogida, retenida por los pesares infundados de una fértil imaginación. Amanecía con los ojos enrojecidos por haber gimoteado como lo hiciera antes de cumplir diez años. Pero el cuento había quedado atrás. Su abuelo había fallecido. Su madre se había trasladado a Canadá. Tenía que volver a experimentar el aprendizaje, asumiendo que era vulnerable. Debía adquirir los conocimientos para el justo crecimiento personal, que se manifiesta 34 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 por períodos cíclicos de revisión y rectificación. Así, ella, tenía la oportunidad de reinventarse otra vez. Cada estadio de la evolución es significativo. Podía mejorar en cada etapa de su existir, elevando el nivel de comprensión y satisfacción. Era su elección. Pero Betzaida no solo tenía miedo. Le horrorizaba la posibilidad de equivocarse. Mientras se duchaba, y cuando conducía o cocinaba, repetía como un disco rayado. —No quiero equivocarme. No puedo equivocarme. No debo equivocarme. Reconozco mis debilidades: tengo un inmenso miedo a equivocarme. La había solicitado en matrimonio un hombre con nacionalidad alemana, cuya madre era de Uruguay. Boris, era bueno, íntegro, soltero, con un deslumbrante futuro profesional al frente de una fábrica de aviones situada a 287 kilómetros de Berlín. Le había confesado su hondo sentir y su deseo de fundar un hogar y crear un a familia con ella. Gracias al ejemplo de vida que le proporcionaron sus abuelos durante tantos años de feliz convivencia, Betzaida siempre deseó casarse. Sin embargo, a medida que se acercaba semejante posibilidad, en vez de saltos de júbilo, entristecía. Estaba aturdida. No quería apartarse de la tierra centroamericana que tanto amaba. No quería despegarse de las costumbres y la comida de su país. No quería dejar atrás a los amigos y a sus compañeros de la oficina. Cabe destacar, que se negaba a renunciar al mundo laboral que se había labrado con esfuerzo y grandes dosis de dedicación extrema. El empleo que consiguió, le costó un duro proceso de selección que dejó atrás a dos varones, un éxito rotundo en la sociedad machista en la que se había criado. Le agradaba cuanto era cotidiano y conocido, pero sobre todo, no se atrevía a cortar el cordón umbilical que la unía a la residencia que había habitado. No concebía abandonar el único legado de su padre, arquitecto de profesión, fallecido un mes antes 35 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 de que naciera. En cada esquina estaba el afecto de papá, en la manera de distribuir las estancias, en la situación estratégica de la cocina, en el diseño singular del jardín con sus múltiples estatuas que moldeó con sus propias manos. Su madre le había explicado lo mucho que le gustaba evadirse de la rutina del trabajo realizando figures que dejaba salir de debajo de las rocas... ―Todas albergan una belleza que sale a la luz con esfuerzo e ingenio‖, decía el hombre que contribuyó a darle la vida. Betzaida había anhelado con ilusión durante sus años de juventud la posibilidad de conocer Europa, pero cuando ya se trataba de una realidad, sentía un pavor absoluto y descontrolado que la obligaba a ir al baño a vomitar. Viajar a otro país, descubrir otra cultura, aprender un idioma nuevo… eran cosas que la estimulaban, y a su vez, la alteraban hasta llevarla al abismo del horror. Quería ser madre. Quería desarrollar la actividad de un hogar con sus propias normas. Quería mejorar su condición. ¡Estaba hecha un tremendo lío! Betzaida presionaba frenéticamente el botón. Ninguno de los cuatro ascensores del edificio de oficinas acudía a su llamada. Lo reclamaba como quien clama auxilio junto al cuerpo de un ciclista arrollado en la carretera, hasta que finalmente se abrió una puerta y entró, avanzando hasta sí misma. Se observó frente al espejo mientras descendía hacía abajo. Reconoció el rostro angelical de la niña que todavía era, y se dijo a sí misma en voz alta. —Estoy sola. Esta vez me toca trabajar desde adentro. La incertidumbre de los futuros acontecimientos dilapidaba su presente. Era complejo decidirse, pero decidirse, no es más que el acto de resolver una cuestión, y, ―Cariño… no tienes más remedio que afrontar la situación‖, eso mismo le hubiera dicho su madre de estar ahí. 36 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 —Todas las decisiones que se toman marcan la vida de una persona, y esta decisión, probablemente más que cualquier otra, marcará el resto de tu existir. Por lo tanto, deberías perseguir una necesidad, y nunca un deseo o una aspiración. Y para obtener garantías, tendrás que reunir toda la información, Mi Niña. Antes de que se abrieran las puertas del ascensor, sintió que su abuelo se acercaba a la niña que sentó en su regazo para susurrarle al oído las palabras que transcribieron sus labios de mujer adulta. —En la vida, nada es más permanente que el cambio. Todo está en constante evolución. El mundo avanza, se mueve, varía, y de pronto, gira bruscamente cuando menos te lo esperes. Y todo cambia. Salió del ascensor que la había llevado al parking con ritmo acelerado, como si la acosara un asesino. Al intentar abrir la puerta del automóvil, se le cayeron las llaves al suelo, generando un estruendo que la sobresaltó. Las recogió y entró y se acomodó en el asiento. Se puso el cinturón de seguridad y arrancó. Después de subir la rampa y saludar al vigilante, condujo hasta el barrio periférico donde se encontraba el único legado de su padre. —Solamente hay una manera de eliminar las decisiones equivocadas, y es, asegurarse de llevar a cabo la decisión más correcta –dijo conmovido por la oportunidad que se le presentaba a Betzaida-. Pero no es posible aplicar el sentido común, ni la objetividad, si nos empeñamos en caminar como un vehículo que avanza con el freno de mano presionado. ¡Así no se marcha! Betzaida tuvo que dejar el carril izquierdo para colocarse en la cuneta. Miró el asiento del acompañante. Estaba vacío. Y sin embargo... claramente había escuchado la voz ¿del padre que se manifestaba desde el otro mundo? 37 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 —Una manera de lidiar con las circunstancias, es preverlas. Anticípate a los hechos que se producirán –exclamó con un tono de conferencia-. La forma de conocer el peligro antes que el peligro llegue, es adelantarse a las repercusiones de la nueva actividad, que surge a consecuencia de la decisión. Y llegaría el peligro para Betzaida, porque no hay situaciones perfectas. Eran instantes de raciocinio, antes de darle una respuesta a Boris, que aguardaba impaciente en la puerta de la residencia que simbolizaba la morada permanente del padre. Andaba de un lado a otro de la calle con los billetes de avión en el bolsillo, los visados de la embajada en una mano, y en la otra, el boceto para las invitaciones de boda. Mantenía su corazón en un puño, interrumpido, suspendido todo él en la incógnita de la respuesta de su posible esposa y madre de sus hijos... y una palabra enredada en su lengua... rosaleda... ¿por qué rosaleda? Tal vez por el jardín que visualizaron Boris y Betzaida en su futuro hogar durante las últimas conversaciones imaginándose ya en Alemania. Pero la imaginación puede traicionarnos, pensó Boris, si dejamos que se eleve en exceso. La luna estaba gorda como si la hubiera embarazado el sol. El viento danzaba entre las palmeras, como indios alrededor de una hoguera clamando lluvia o guerra o rosa... bela. Una dócil brisa arrullaba el rostro enamorado de Boris, haciéndole rebotar el flequillo sobre la frente. En la esquina de la calle, una fiesta alegraba la noche con las risas que se perdían para regresar como ecos de ejércitos en clave de revolución. Lo hacían con sonora pesadez, al paso de un redoble que lo aturdía, mientras Betzaida se metía con rapidez en el garaje con el automóvil, sin saludar a Boris, refugiándose en el interior de la casa perfecta que su padre diseñó y jamás disfrutó. 38 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Rápidamente se situó en un rincón de su habitación, en cuclillas, tapándose el rostro con las dos manos, apoyando su espalda contra la pared. La pared de su padre… ¿papá?... ¡socorro! Dibujaba en su mente las cosas buenas que podían suceder, como si proyectara una película en su mente. Si conseguía sentirse satisfecha al verse al otro lado del océano siendo la esposa de Boris, nada tenía que temer. Podía contestarle afirmativamente, abriendo así una nueva etapa de su vida. Y se preguntó... ¿estoy siendo honesta conmigo misma? En ese instante ignoró las dudas, y el miedo se desvaneció. Algo se arrimó a ella con el sabor aterciopelado de la verdad. ¡Valió la pena esperar al instante de luz! Diecinueve años más tarde, en una ciudad alemana, en una gran vivienda de tres plantas, con techos de cuatro metros y arcos en todas las puertas y en las ventanas, el hijo adolescente de Betzaida y Boris, al que inicialmente pensaron llamar Erich, y luego Hermman, para ponerle finalmente Nazik en honor a un héroe legendario, escuchaba tendido en el amplio salón-biblioteca, en cuyo centro se levantaba una imponente chimenea redonda decorada con piedra de pizarra. —Sólo con la bondad no basta –dijo su madre, después de remover las rojas brasas del fuego con el hierro candente en forma de flecha para insuflar nuevas llamas. —Sólo con la fuerza, tampoco –le explicaba su padre, al tiempo que lanzó una piña seca al centro de las llamas que habían arrancado con renovada vida-. Con la bondad y la fuerza, hay muchas probabilidades, hijo, pero falta algo fundamental. Me refiero a esa clase de inspiración divina que llega en ocasiones contadas, a la que suele denominarse intuición–. Boris miró tiernamente a su esposa, y a esa energía manifiesta de su amor le 39 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 nacieron patitas que caminaron hasta hundirse en el corazón de una Betzaida sonriente y de facciones tranquilas. —Y si encontramos el sendero que nos pertenece a cada uno –afirmó Betzaida, con una repentina mirada de zorro astuto que agudiza el ingenio-, otros encuentran el suyo. Y sucede, que el camino que no puede verse, ¡resuena en tu voz Nazik! —Y el mensaje que no logra percibirse, tú lo escribirás –añadió Boris con determinación. Padre y madre estaban orgullosos por la meta que se había fijado el único hijo del matrimonio, que disfrutaba recostándose encima de la piel de jaguar a escasos centímetros del fuego, con los pies desnudos, y el hueso de una aceituna en su boca. —Y esto, ocurrirá cuando hayas visto el rostro del miedo desvanecerse ante ti –exclamó Betzaida-. Tendrás una prueba de fuego. Determinará tu existencia. Sentirás palpitar el acontecimiento mientras dudas, incómodo y aturdido. Pero en ese estado de aparente desorden y consternación, podrás comprobar que ese espacio que algunas personas desprecian e idolatran al mismo tiempo reconoció –yo misma edifiqué un trono para que se sentara –y continuó con la misma convicción –no siempre está repleto de una presencia maligna. No se trata de una oscuridad peligrosa, aunque la atmósfera es pegajosa. Cuando desaparece frente a tus ojos, te das cuenta que guarda colores intensos rodeados de posibilidades, mostrándote el tesoro... El tesoro de una sencilla lección de amor a la vida que te susurra ―Soy la antesala de la plenitud‖. Sí, hijo mío, ve, y cruza tú sólo el puente hacia la aventura de ese inevitable encuentro. Hazlo, con el valor del guerreo que enfrenta al monstruo en las murallas del castillo. Recorre ese trayecto con suficiente ímpetu, solo, con la armadura de tu convicción. Y cuando se termine el puente… cuando sientas que se borra bajo tus pies, no te detengas. ¡Todavía no! Seguro que no será el final. Avanza un poco más. Notarás que se hace visible el resto del 40 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 camino, justo cuando pensabas que todo había terminado. Todos los finales son en verdad nuevos comienzos. Llega al otro lado. Descubre el valle oculto. Hay una parte de ti que existe, a pesar de ser desconocida. Utiliza la intuición a la que se refiere tu padre. —Existe un lado de la luna que nunca ha sido explorado –señaló Boris-. Ese lugar es tan misterioso como atrayente, y así, igual que el magnetismo del imán, debería llamarte a ti la oportunidad de examinarte –miró a Betzaida, expresándole la gratitud por haberle dado un hijo tan notable, y prosiguió con la devoción en sus labios-. Hijo, he aprendido al lado de tu madre que mejorar el carácter, es mejorar el destino. Llega hasta el final, y luego, cuenta a los demás tus vivencias, con la poesía de tu sensible corazón iluminado. Boris y Betzaida se fueron a acostar dejando a Nazik solo en el salón-biblioteca. Era la manera que tenían de alentarlo a reflexionar. La noche lluviosa derretía la nieve en el exterior. Lentamente se desbarataba el muñeco que habían realizado en familia durante la tarde, dejando al descubierto el esqueleto de madera que lo sostenía. Nazik apoyaba su cabeza encima de la cabeza del animal, un jaguar al que se había convertido en alfombra decorativa. Su mirada se extraviaba en los rincones del alto techo formado por cornisas de madera de nogal. Jugueteaba con el hueso de aceituna en su boca, moviéndolo con la punta de la lengua entre los dientes. Nazik quería ser escritor. Sentía la necesidad de contar historias. Y era un joven prematuro que no quería únicamente entretener. Quería aportar contenido de valor para la sociedad. Aspiraba a que sus palabras tuvieran funciones de utilidad. Cuando entregaba textos a sus amigos, a los profesores del instituto, a los compañeros del equipo de baloncesto, la mayoría solía pronunciar un escueto ―Está bien‖. Pero no le explicaban el motivo por el cual afirmaban que aquel texto estaba bien. Se cansaba de solicitar opiniones, pero las sugerencias para engrandecer sus textos con el aporte comunitario, no llegaban nunca. No había aportaciones, más allá de 41 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 aquellas dos lacónicas palabras. A pesar de haber advertido que no se contuvieran en su juicio, animando a las distintas personas a expresar sus comentarios sin disimularlos, sin inyectarles anestesia, puntualizaba y soltaba un ―No temas herirme‖, mientras extendía su mano con los cuadernos de bolsillo ―Pues si logro corregir y mejorar el texto, eso constituirá un deleite para mí, y me colmará de gozo, y te estaré eternamente agradecido‖. Pero esa clase de ayuda, jamás le llegó a Nazik. No había interés por la literatura. La mayoría de persones querían ver televisión o chatear. Se notaba que las personas consultadas, únicamente querían ser corteses o agradarlo con lisonjas rastreras; en vez de analizar sus palabras y emitir juicios racionales. Tal vez no se atrevían a desmoralizarlo, pensando que había incapacidad, y acallaban su veredicto. Pero era más probable que la ineptitud partiera de ellos, puesto que no tenían un criterio definido, de ahí la nula opinión o la imposibilidad de expresarse. No tenían la costumbre de leer. No les gustaba enfrentar un texto largo, ¿cómo podían realizar observaciones constructivas, con suficiente base lógica, si vivían escribiendo mensajes fraccionados, adulterados por las toscas imposiciones del nuevo lenguaje tecnológico? La frustración de Nazik era enrome, hasta que la sustituta del profesor de historia, Rosabela, una italiana tan grande como un armario, objeto de burla por parte de los estudiantes, soltera, de cincuenta y tres años, leyó durante la corrección del examen la parte trasera de un folio en el que había unas notas ocasionales del alumno que se sentaba en la tercera fila de la parte izquierda. Quedó impresionada por la sensibilidad y la profundidad de las frases manuscritas. Hacían alarde de una hermosura descomunal. Rosabela citó a Nazik un viernes después de clase, para preguntarle si aquellas frases pertenecían a su genio o las había copiado de algún libro que ella desconocía. Tras el asentimiento tímido de Nazik, apostilló: 42 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 —Has conseguido conmoverme, chico listo. Y la profesora Rosabela se sentó encima de la mesa del escritorio, algo totalmente fuera de lugar para una mujer de su edad, pero absolutamente desinhibida, a pesar de su grotesco tamaño de tanque de guerra, se puso a balancear sus gruesas piernas con la gracia de una colegiala, presta a iniciar una relación con el adolescente. Era una relación que consistía en animar a Nazik a soltar todo cuanto se aferraba en su interior, para juntos, después de permitirle al texto reposar unos días, darle forma, ordenando las unidades de información, acentuando las situaciones, recreando el dramatismo a través de personajes más complejos, con detalles acerca de sus rasgos más característicos y su manera de hablar, dosificando los datos, a fin de evitar argumentos injustificados donde se veía demasiado la mano del autor. La formación empezó en la cocina de la casa de Rosabela, mientras le preparaba a Nazik unos espaguetis al pesto con mozarela y orégano, con esta sencilla lección que le presentó mientras le servía el gran plato azul rebosante de comida. —Una cosa es lo que tú quieres decir. Otra cosa es lo que escribes. Y otra cosa muy distinta, lo que interpretan los lectores. Rosabela impulsó toda su energía reprimida por los años a favor de Nazik. Durante las tardes de los viernes, tras finalizar las clases, canalizaba sus conocimientos hasta la esponja en la que se había convertido Nazik. Ella, se había transformado en una mujer con una causa que le activaba la sangre. Se lo explicaba a Boris, cuando recogía a su hijo bien entrada la noche. —Hay vida después de los cincuenta. No tengo pensamientos de jubilación – estaba entusiasmada y se regocijaba todos los viernes. Su alma reía y bailaba de placer satisfecha porque Nazik era una auténtica aspiradora. 43 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Había anhelado una tarea creativa en la época en que los estudiantes ya no querían aprender, aburridos con las asignaturas, distraídos por las redes sociales, ignorantes de la fantasía y la imaginación. Cada vez que Betaiza recogía a Nazik en su casa, después de aquellas tardes interminables y las noches magníficas de los viernes, Rosabela le explicaba. —Este es un mundo loco. Los padres no supervisan a sus hijos. A los maestros, ya no nos motiva enseñar. La mayoría de los profesores europeos hemos perdido el interés ante la frivolidad y la falta de respeto de los alumnos. Ya no nos implicamos, nos da igual si entienden o no entienden las materias. Cumplimos con el temario impuesto, pero sin aportes personales que faciliten la comprensión de unos textos demasiado rígidos y que cada día se ponen más en cuestión. No ponemos ejemplos. Yo no cuento anécdotas, y eso que me encantaba compartirlos al principio de mi carrera. Así lo había reconocido en numerosas tertulias y reuniones de profesores, pero nunca antes frente a un padre o una madre de un alumno suyo, pero Boris y Betzaida, se habían convertido en sus amigos. A ellos podía exponerles su sentir más íntimo. El desafío de Rosabela era conseguir que Nazik publicara. Convocó una reunión formal con los tutores legales del adolescente para decir lo siguiente: —Una sociedad como la actual, no puede quedar indiferente ante sus palabras. Día a día se bautizaba como su mayor admiradora, disimulando su papel de mentora, decidida a establecerse como su agente literaria y representante legal, tras haber conseguido la autorización de Betzaida y Boris. Rosabela estaba comprometida con el éxito de Nazik. Pero el joven tenía dudas, desconfiaba de su potencial, y no tenía ningún interés en vender libros, asistir a ruedas de prensa, ser entrevistado en un programa de radio o televisión, firmar ejemplares en las librerías, ver su fotografía en las vallas publicitarias y la prensa. No estaba interesado en ninguna actividad 44 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 relacionada con la promoción. Alegaba que su obra todavía estaba sucia y enredada y necesitaba pulirse algo más. —Debo limpiar mi obra. Reducir el grosor del libro... La extensión de los relatos... Los cuentos son demasiado largos, demasiado complejos, demasiado infantiles. Tú me lo has dicho en repetidas ocasiones, Rosabela... Lo bueno, si es breve, es dos veces bueno. ¡Excusas! Postergación ante el miedo. Pero los mensajes que latían en las arterias de Berlín, en las fachadas de los edificios de la ciudad, donde vigías invisibles son faros que avisan de las encomiendas, cercados por las aceras y los semáforos, cuyas señales no se interpretan por las prisas, y solo unos pocos las distinguen, Nazik, captaba las contraseñas con nitidez, descifrando los encargos en las plazas y los parques, incluso en el enmarañado laberinto del metro. No podía evadirse del impulso interior. Se dedicaba a recopilar aquellos mensajes, minuciosamente, como el escriba de su generación que almacena unas señales que nadie traducía, las contraseñas, que se tornaban fortuna reluciente que nada tenía que ver con el oro o las joyas. Su alma se desplegaba dispuesta a mejorar el mismo destino de la nación, tal era el encargo. Nazik hallaba el sendero que le pertenecía, y como el agua que se encauza, quería llegar al mar abierto, pero estaba situado encima de una roca sin mojarse los pies que había desnudado para la ocasión, creyendo que se ahogaría en los rápidos. Se había vencido la madre a sí misma años atrás, al entender, durante aquel contacto con la verdad, que el apego a las cosas es la causa del sufrimiento. Y Betzaida lo había logrado, fluyendo con la vida, porque en aquel instante particular en que Boris la animó a fundar un hogar en Alemania, pudo elegir el camino del miedo y sin embargo, optó por abrir la puerta de la confianza y entrar en la habitación de la aventura alentada por... 45 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Encontró su grandeza en el alma que no se desconoce ni se niega, donde la fuerza del amor y la razón se abrazan fraternalmente. De ahí surge el repentino chispazo de luz. En ese espacio, donde habita la conciencia, justo cuando se pasa de la oscuridad del miedo a la lucidez de una escritura en tinta roja y en letras mayúsculas. Y su don alcanza a Nazik, para que desfile en libertad por las avenidas, igual que una proeza inmaculada que solo los niños y los ancianos aprecian. Así estaba escrito. Tenía que nacer en un lugar donde el frío y la nieve permitieran el recogimiento y como carambola, se topara con Rosabela, tal y como predijo la luna, tal y como subrayó el viento, en el otro lado del mundo, componiendo la palabra que levemente alcanzó el oído despierto de Boris. Nazik estaba predestinado a ser grande. Era el resultado de un cúmulo de circunstancias providenciales. Sin embargo, la última vuelta de tuerca le pertenecía exclusivamente a él y, atemorizado, no estaba por la labor de fluir con las aguas del río. —Aunque te proporcione el destino un escenario perfecto, diseñándote maravillosos decorados, ofreciéndote condiciones favorables y ventajosas, la acción última, la más valerosa y arriesgada, es la tuya, querido hijo mío. Tú eliges si salir al escenario. Tú eliges si poner en práctica tu discernimiento íntimo bajo los focos, ante el auditorio expectante que te exigirá novedad, una vez que se haya levantado el telón. La voluntad consciente, depende enteramente de cada persona. No hay plenitud sin la debida correlación de fuerzas entre las circunstancias y el libre albedrío. Mantener la armonía y no desviarse en el complejo sendero de la trayectoria vital, te será cosa imposible, si el miedo anida en tu alma. Nadie más que Nazik podía dar el paso que no daba, sintiéndose frágil y débil a causa del tremendo pavor ante la posibilidad de equivocarse. 46 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 ¿Menospreciaba su responsabilidad? ¿Debía exigírsele a su temprana edad la fortaleza del hombre de leyenda? No es más cierto que las montañas no pueden empujarse y que todo en la vida es el resultado de un proceso… Ante la flaqueza, Nazik debía recordar el candor inconfundible de su madre, comprendiendo lo que Betzaida nunca le había explicado. Jamás se lo había dicho literalmente, pero sabía Nazik leer entre líneas y leía en la honda mirada de su madre. Leía en la sonrisa risueña de aquella encantadora mujer. Día a día, intuía quién era que la había alentado a disfrutar de la aventura. Nazik descifró los silencios durante largos paseos solitarios, en los que el parpadear de los avispados ojos del alma materna, afinaban el instrumento para que la melodía mágica que ya tarareaba en la bañera llena de agua caliente y espumoso jabón de olor a pino, acariciara las llamas de las candelas que danzaban festivamente. Y apretaba con sus dedos la nariz para sumergirse bajo el agua y resistir, mientras oía. —Nadie debe obstaculizar tu propia evolución. Cumple la profecía que tú mismo dibujas en tu interior. Adelante, brinca, salta, y desvanécete a continuación. Si Nazik logra traspasar el abismo del miedo a publicar, del miedo ante la incógnita de si será o no será capaz de conectar con el público, del miedo a ser un loco incomprendido, un sujeto linchado por sus extravagancias, en definitiva, del miedo a presentar abiertamente su filosofía de vida a través de la comercialización de libros, independientemente del target del lector. Si lo logra decidirse por divulgar su particular literatura, quizás excéntrica para unos, tal vez pura realidad mágica para otros. Si logra provocar sensaciones, sin dejar a nadie indiferente, y sin dar crédito a los críticos y los gurús editoriales. Es posible, que como su madre, acceda a ese instante de luz inmortal que transforma para siempre el existir. Es posible que consiga superarse, y asuma su 47 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 función en la historia. Sí, es posible que se convierta en un prestigioso escritor refinado y exquisito de reconocido talento mundial. Depende de él. Está en sus manos. Había atendido las señales como regalos de cumpleaños. No solo el incondicional aliento maternal, cuya mayor significación se ocultaba detrás de los silencios. No solo el permanente ejemplo paternal, de quien es capaz de dar saltos mortales y aterrizar de pies juntos en las calles de Pamplona, zarandeado por los toros bravos durante las pasadas vacaciones en España. No solo la perspectiva sutil de Rosabela, que lo había instado a concentrarse en la estructura de su obra, tal y como la sentía ―adentro‖, al margen de los convencionalismos, rechazando la tradición o la técnica de los escritores clásicos, ¡oh! Qué sublime visión la suya. Nazik, también percibió el sigiloso batir de unas alas extrañas. Intuyó que pertenecían a un pájaro... ¿de cielo? La madrugada que Nazik escribía las últimas palabras del epílogo de su tercera novela, en el salón-biblioteca, junto a la danza de unas graciosas llamas en la chimenea, repentinamente entendió que la tarea le obligaba a salir a la intemperie. Avanzó con dificultad, hundiendo los pies en la nieve, hasta tocar con la punta el mismo centro de la Tierra sabedor del poder de las palabras escritas, impresas. Publicadas. Al cabo de tres años, el retoño de Betzaida y Boris, dispone de salud y coraje, y de una clarividencia exacta que certifica su propósito digno y noble. Nazik ama el oficio que ha escogido para llevar su mundo al mundo abierto. Ya no teme mostrar sus ideas, y cada sentimiento inseparable de su alma que traduce en vocablos esculpidos en sus cuadernos de notas con espirales metálicos. Hoy, no espera críticas benévolas por sus textos. Acepta la soledad del escritor. Tiene el presagio de que el aplauso, llegará después de un arduo trabajo. 48 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 —Es una buena forma de construir un legado. Me siento satisfecho por intentarlo, pues el resultado, la contribución que hago a la raza humana, es un pedazo de mí mismo para la eternidad. Ese es su valor verdadero. Mi expresión imperecedera. ¡Me hago inmortal! Y su mensaje es de gran utilidad para nuestra civilización. Nazik intuye que una palabra equivocada puede desatar el conflicto. Intuye que una palabra cruel, puede encender el odio. Pero las palabras que existen en las yemas de sus dedos, en las pupilas de sus ojos, en la textura de su alma, no son de esas palabras brutales y asesinas que matan y desatan contienda. Son palabras amables, que alivian las entrañas ajenas. —Una palabra bien dicha, honra a quien la obsequia, enriquece a quien la recibe. Las palabras de este joven escritor, atrapan a la multitud. Están bañadas de genuino amor al prójimo. Sazonadas con el influjo de la bendición. La esencia de su constitución, es la intención de sanar a las almas atormentadas. Tal es el cometido del Nazik que acecha a los miedosos, instándoles a ser intrépidos, como jaguares entre la maleza dispuestos a saltar para mostrar la cósmica piel de infinito hechizo. Betzaida educó a Nazik, no para huir, ¡sino para explorar! Y al igual que su madre dio un paso decisivo, sin el cual, Nazik, jamás hubiera percibido la luz, le toca a él batir las alas al viento y elevarse para flirtear en un cielo expectante de curiosidad, anhelante de disciplina, agitado por la necesidad del desarrollo humano y social para una especie que ha perdido el sentido de una vida plena y gratificante. Decidido a cultivar la creatividad, tanto como la bondad y la inteligencia, para ayudar a crecer espiritualmente a los demás, y ser, él, inmerso en la propia hazaña, constantemente auténtico, se ha trasladado a vivir a Berlín, emprendiendo la nueva etapa de su existir. Porque Nazik se valora como ciudadano humano, conocedor de su 49 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 individualidad, envuelto en su intenso palpitar, dispuesto a colaborar con la paz y el bien común. Ahora abraza la vida sin asfixiarla, sosegado y sin temor. Y Betzaida murmura cada noche tras cortar el cordón umbilical: ¿cómo será su existir?... ¿Alcanzará mi querido hijo el elixir? 50 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 ÚLTIMAS PALABRAS En su lecho de muerte, le dijo un padre a su hijo al inicio de la primavera. —Presta atención a cuanto te voy a decir. Y no pierdas el significado que alberga esta expresión mía. Graba mis palabras en la mente, pero sobre todo, que reposen plácidamente en tu corazón. ¿Qué por qué te lo digo?... Guardan la vida que merece la pena ser vivida. Atiende, son éstas... El moribundo inspiró una bocanada de aire al tiempo que tendía su mano abierta al hijo buscando la fuerza para continuar. Hacía pocos minutos que había solicitado a los presentes que pronto vestirán de un negro impecable que los dejaran a solas. Era la hora de la gran verdad. No podía esquivar su deceso. Su incapacidad orgánica ya no le sostenía la vida. Se estaba marchando. —Niega la falsedad. La honestidad es la base donde asentar tu templo. Avanza. Pero fíjate bien donde pones los pies. Pisa el terreno firme. Las arenas movedizas se camuflan para arrebatarte la dicha. No te desvíes de tu propósito jamás, y... ¡arriésgate! –esto último lo dijo con una mueca que mostró su aliento final. Treinta y tres años más tarde se repetía la escena. Exactamente las mismas palabras, también en primavera. Pero además, llegado el momento de estar a solas en el mismo lecho de madera de roble cuyo cabezal tocaba la ventana, quiso decirle el padre a su hijo. —El ser humano es capaz de apreciar la sabiduría cuando reconoce, asume, y defiende valores en su vida. Has crecido seguro, confiado, en paz. Has sabido enfrentarte al reto de vivir la vida con entereza –se detuvo para pensar lo que iba a decir a continuación, 51 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 mientras en la habitación contigua aguardaba el resto de la familia y toda la gente que conocía al inminente difunto. Le hizo un gesto para que el hijo le acercara el oído a sus labios trémulos, secos, morados. — Es tan difícil lograr sembrar valores en las almas inquietas... Aquel hombre a punto de fallecer estaba realmente preocupado por su querido y adorado hijo. Era habitual en esa época escuchar el término crisis de valores; en las escuelas y las iglesias, en las universidades y los salones de conferencias, en las consultas de los psicólogos y en las tertulias de los adultos con un ápice de consciencia. Lo refrendaban los hechos que recogían las noticias de los telediarios, los periódicos, las emisoras de radio, algunas páginas web de Internet. Una forma imprecisa semejante a un pájaro penetró por el portal abierto para sobrevolar al grupo y posarse a los pies de la puerta de entrada donde se despedían el padre y el hijo y, sentenció ―Un valor es un principio que puede mojarse en el café con leche. Es una idea arraigada en el alma que sirve para enjabonarse cada mañana. Una convicción libre, simple y potente que viste el cuerpo con un atuendo elegante. Es un fundamento que brota de pensamientos claros, de sentimientos limpios, como promesa de actos nobles y bondadosos‖. Únicamente el hijo del agonizante hombre atendió la revelación. Lo hizo por lo perspicaz de su intuición que de manera particular había sabido alimentar desde niño ejercitando la imaginación. Abrió el cajón de la cómoda. Extrajo el diario de su padre para anotar ―Los valores determinan el estilo de vida de una persona. Disponer de valores es un estar 52 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 seguro de lo que se es, de lo que se quiere, de lo que se hace, de lo que se siente‖. No se había cuestionado esa locución imprecisa que captó al vuelo y registró sobre el papel. Al padre, casi se le había desprendido la vida del cuerpo. Parecía desmayado. El proceso terminal concluía. Se extinguía a un nivel neurofisiológico y bioquímico, más su alma, todavía vibraba. Sabía que sin valores no puede regirse una existencia digna y saludable. Incluso lo sabía el hijo, nieto del anciano fallecido al inicio de la primavera treinta y tres años atrás. Eran una familia que gozaba con el estudio de la filosofía. Tiró de las sábanas para cobijar los hombros de su padre, reflexionando sobre sus palabras, dispuesto a poder expresarse lúcidamente cuando le llegara su turno para ese adiós obligado. Se dijo a sí mismo que los valores no pueden inventarse ―Deben surgir de nuestras entrañas, papá. Son herramientas para desplegar la actividad que demanda la propia naturaleza‖. Lo miraba con amor en los ojos mientras alcanzaba el diario. El pájaro dio unos ligeros saltitos desde la puerta hasta la cama y de un salto se colocó encima del cabezal de roble. Una discreta lágrima gruesa como un cacahuete recorrió la mejilla del agonizante hasta el cuello de su camisa, justo cuando así concluía el hijo su anotación. ―Exponerse abiertamente para que se conozcan, para que nuestra descendencia se identifique con aquellos que prefiera‖. Padre e hijo coincidieron en que los valores no se imponen. Entonces el pájaro movió su cola en señal de alegría o tal vez para llamar la atención ―Los valores deben encontrarse como un tesoro que se desentierra. Cada uno de los valores se moldea como joya valiosa con las manos artesanas del corazón. Algunos valores se adoptan, y posteriormente se proyectan al exterior‖. 53 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 —Así es, papá –señaló el hijo con una simpática mueca. Los valores se fortalecen y se multiplican, pero sólo cuando se han elegido a conciencia, únicamente cuando logras adaptarte a ellos sin forzarte... lo has hecho bien, papá. Estate tranquilo. —Un poco de agua –solicitó el progenitor temblándole la voz. Demuestra la historia que se nos recuerda en función del legado que ofrecemos a nuestros descendientes. La huella que hombres y mujeres dejan en las personas de su entorno a través de la conducta que a veces emociona e inspira, hace que penetre sutilmente el comportamiento observado en el proceder de algunos, y también en el acontecer de posteriores generaciones que parten de esa actitud. Se había interesado el abuelo por el bien. También estuvo interesado el padre. Y su hijo, el nieto, lo estaba. Pero en su adolescencia anduvo perdido. El joven no quiso ser una copia más, ni tampoco un reflejo de los capitanes de su ilustre familia. Necesitaba desenterrar sus propios valores. Tuvo la necesidad de investigar. Le agradó un contacto frecuente con ―ese modelo‖ sin terminar de convencerlo. Tuvo una relación de amor y respeto para con su abuelo. Una relación de amor y admiración para con su padre. Pero tenía una relación más intensa todavía con su amada madre a la que le gustaba acompañar en sus largos paseos por la montaña. A ella le confesó el vacío que no tenía prisa en llenar. —Ahí está, mamá. Tentándome con su misterio. —No eludas la cita. Ve allí donde tu alma prefiere estar. Había escudriñado los procesos familiares en diversas ocasiones, pero quiso establecer un comportamiento consecuente con las convicciones que pretendía abrazar. Declaraba en silencio que aunque acertada, aquella costumbre le era del todo 54 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 insuficiente. Este hecho desalentaría sobremanera al cabeza la familia, puesto que amenazaba la continuidad de la tradición, pero la madre no lo hizo público. —Aquí está tu madre para alentarte a volar. Expande tu alma en el horizonte –abrió la ventana de par en par y asomó un amanecer encendido de un anaranjado luminoso. Después de la muerte del abuelo, el padre intentó instruirlo por medio de explicaciones del porqué del modelo y de las razones de sus ventajas. Había evidencias suficientes. Había una claridad meridiana. Había tanta coherencia que podía detener un tren en marcha. Y eran atrayentes los conceptos, amenos, provechosos, en un momento histórico en que la sociedad estaba enferma. Más que nunca era preciso rescatar un código mediante el cual regir la conducta humana. Existía una descoordinación moral que reinaba desde hacía varias décadas en multitud de ciudades del planeta. La podredumbre empezaba a derramarse como un volcán que vomita por doquier para sepultar toda la hermosura del mundo y de la vida. El joven decidió viajar y viajó como un aprendiz de sabio. Padre e hijo siguieron reuniéndose después que falleciera el abuelo. Nunca dejaron de dialogar en el curso de aquellos años de incertidumbre juvenil en que brincaba de país en país y de ciudad en ciudad, de anécdota en anécdota y de experiencia en experiencia. Se mantuvieron en contacto; por teléfono, gracias al chat y el correo electrónico, sin que faltaran las postales manuscritas en el buzón una vez al mes. Hasta que llegó la hora y la vida ya no tenía espacio en ese cuerpo. La degradación del ADN contenido en el núcleo de las células no permitía la réplica de nuevas células. Ya no era posible la regeneración. Cesaban lentamente todas las funciones vitales. Su estado era irreversible. El padre lo hizo llamar para que se sentara a los pies de su lecho de muerte. Quiso que su hijo le tomara la mano mientras se despedía de igual forma a como lo 55 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 hiciera antes su padre. Quiso devolverle el vaso que tembló en la punta de sus dedos pero no llegó a caer. El hijo sostuvo a tiempo y con firmeza la mano de su progenitor. Siempre estuvo preocupado por cómo lograr sembrar valores en las almas inquietas y, sin duda su hijo era un alma de las más inquietas. El tiempo se agotaba. Tosió. Las sábanas quedaron salpicadas de gotitas de sangre. Le pidió que abriera la ventana para que entrara aire fresco. Llenó los pulmones cuanto pudo antes de hablar. —Para que los hijos sepan cómo afrontar la vida, debe haber congruencia entre las enseñanzas y los actos de sus mayores. Debe existir una convivencia que inspire confianza y proponga un modelo a seguir. Con paciencia, debe dedicarse el tiempo necesario, pero hijo, se me ha terminado el mío. Es hora de partir. Y por primera vez, en lugar de solamente escuchar, quien se quedaba entre los vivos no esperó a expresarse lúcidamente cuando le llegara su turno. Gorjeó igual que un pájaro de cielo que agita sus alas al viento extendiendo sus puntas. —Gracias, padre, porque jamás intentaste manipular mi manera de existir. No me sometiste por la fuerza. Y así me mostraste el mejor camino, el mismo camino que he recorrido en libertad hasta convertirme en un hombre total. A mi paso, seguro de mí mismo, muy lentamente y, poco a poco, conseguí atravesar sensaciones en mis más íntimas meditaciones. Se me han revelado los misterios uno a uno y con suavidad. Y se reafirma todo porque, luego de verlo con mis propios ojos, de sentirlo en mis propios huesos y bajo el palpitar de la piel, gracias a que he podido tocarlo con mis propias manos, confirmo que se trata de lo que es justo y adecuado y mi razón de ser. He aprendido que es muy difícil determinar dónde fijar el límite entre no herir los sentimientos de otras personas y defender lo que considero propio; propio para mi equilibrio personal, en armonía con mi alma. He hallado madurez 56 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 en este sendero de vanguardia, sí, padre mío, como lo oyes. Esta madurez que no es otra cosa que la destreza de obtener el espacio suficiente entre pensamiento y sentimiento para obrar con voluntad serena y certera. Porque madurez es paciencia. Es saber aplazar el inmediato placer en favor de un mayor logro espiritual. Y madurez es tenacidad para no desviarse del propósito a pesar de los impedimentos. Madurez es la habilidad de acceder a la decisión adecuada, reteniéndola delicadamente con la punta de los dedos. Únicamente las personas inmaduras pierden su vida a la caza de una posibilidad tras otra, sin hacer nada concreto con el talento que se niegan a administrar. No finalizan ninguno de sus proyectos. La felicidad es un asunto de coraje. Deprimirse, desesperarse, cerrar los ojos y abandonarse a la oscuridad, es demasiado fácil y cómodo y habitual en los tiempos históricos que vivimos. Supongo que para muchas personas, rinde una complaciente paz el sentirse una víctima permanentemente. También he aprendido en mis viajes, padre, que la felicidad tiene mucho que ver con la actitud. Y la actitud es lo único que nos pertenece a cada uno de nosotros por entero. No somos felices, en tanto no nos decidimos a ser felices. No hay otra verdad más cierta que ésta. La felicidad es nuestra, y camina con nosotros, igual que la sombra, sin abandonarnos. Gracias padre. Gracias por tu espontaneidad natural. Tú me has mostrado que el amor es el arte que toda persona guarda en el cofre de su naturaleza. Y no hay duda ninguna, el amor es el supremo tesoro que no se oxida ni se desprende a pesar del tiempo. Los valores, son la convicción que rige la manera de obrar de cada persona, pero antes de tu marcha, te voy a contar cuál ha sido mi 57 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 descubrimiento. Por encima de los valores están los principios. ¿Qué dónde radica la diferencia?... ya te lo expongo, antes bebe un poco de agua, ¿sí? Padre, los principios son leyes naturales que no se pueden quebrantar. Son directrices para la conducta humana que han demostrado ser dignas y de un valor imperecedero. Son, esencialmente, indiscutibles. Evidentes. Inalterables. Sabes una cosa, padre querido, yo he elegido mis principios desde una voluntad consciente, en absoluta libertad. Agradecido le estoy al abuelo por la educción que te dio, por el patrón de conducta que me dio en sus últimos años, por la manera en que abandonó este mundo. Gracias por no imponerme las cosas. Muchas gracias por no atosigarme a través de las consignes y la doctrina. Pudiste aprovechar tu poderosa influencia sobre mí, y sin embargo, jamás lo hiciste. Me respetaste. Vuestras propuestas fueron muy válidas, pero también las de madre cuentan en mi proceso de aprendizaje y evolución personal. Pude elegir entre muchas otras diversas alternativas que existen más allá de las fronteras, lejos de este valle conocido por vosotros. Y los principios elegidos de honestidad, dignidad, integridad, responsabilidad, gratitud, alegría, son el resultado de estudiar, reflexionar creativamente, meditar profundamente. Ahora me pertenecen, porque pude sentirlos muy adentro. Los siento míos y tuyos y también del abuelo y de mamá. Vosotros me llevasteis al lugar que habito. Formáis parte de esta dimensión de la vida rica y plena. Reposa tranquilo, padre, márchate ya. Es tu hora para el sueño grande. Vete a descansar tranquilamente igual que descansa el abuelo. La cadena no se ha roto. Sabré defender los principios con firmeza y honor. Sabré difundirlos con delicadeza y regularidad. Los repetiré con sigilo y cautela al ritmo de una 58 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 pegadiza canción pop. Voy a declararlos públicamente como himno, pero será la manera de vivir, y no en función de mis palabras que terminarán por confirmarse como legítimos y necesarios para esta comunidad nuestra que se precipita al abismo del caos más oscuro. El padre se llevó el mensaje donde descansan los antepasados. Ya no había vida latente. No hizo falta un forense. No tenía actividad eléctrica en su corteza cerebral. No latía el corazón. No respiró más. El umbral del túnel de luz se abrió cuando cesó su actividad cardíaca. Ya no tenía pulso. Fue el momento de despedir al cadáver. Después de algunos años, aquella alma inquieta ocupó el lecho de muerte. En la sala contigua había mucha gente con distintas concepciones en torno a la muerte. Contraste de culturas, de creencias, de posiciones sociales, de afectos hacia el que partiría en unos minutos. Eran generaciones con el instinto de supervivencia muy diferenciado, pero todos estaban en la vivienda aguardando aquella última reunión entre un padre y su hijo. Tras reclamar la necesaria intimidad, le dijo lo siguiente. —Los hijos buscan, y no todos encuentran. Algunos únicamente heredan. Pero todos parten de un modelo que pueden duplicar, y es bueno que el patrón sea instructivo y provechoso para la comunidad. Nadie es ajeno a una guía que inspire la vida que merece la pena ser vivida; ese referente a modo de amigo solidario que orienta y consuela ante los avatares de la vida… El que gorjeaba como un auténtico pájaro de cielo, tiene la certeza de que los principios no son simples apreciaciones de una persona o de un determinado grupo social en el que el individuo se hace presente. Tiene muy claro que deben materializarse en cada uno particularmente, lo había comprobado por sí mismo. 59 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Para su sorpresa, tal y como hiciera él mismo, su propio hijo no sólo escuchó con pasividad. Plantó sin previo aviso un trípode frente a él. Ajustó la cámara y se puso a aplaudir como si el espectáculo hubiera llegado a su fin. Solicitó cantos gregorianos y Laura resolvió con prontitud. Bernardo y la tía Inés murmuraban detrás de sus gafas de sol, escondiéndose del quebranto que la situación les provocaba. La gente acudió presurosa a la reunión que se convocaba. El espíritu del abuelo y del padre permanecía en aquel ser que se desvanecía. Y el hijo sentado en el lecho de muerte ponía la mano encima de la frente de su progenitor, al tiempo que invitaba a todos a rodearle y prestar atención. Iba a inmortalizar el acontecimiento, al margen de que algunas personas estaban ya inmersas en los preparativos del funeral. Se habían preguntado… ¿Cremación? ¿Entierro? ¿Embalsamamiento? Pero esa no era la cuestión. El tema a tratar era otro, sujeto al acto y el simbolismo de aquel rito que proporcionaba una mejor comprensión del tránsito a la mutación. La verdadera ceremonia no era la apertura y lectura del testamento, sino lo que iba a suceder a continuación. Porque si el mensaje perduraba en el alma de los presentes, no cabía la muerte. —Los principios ayudan cuando todo se derrumba. Nos dan aliento cuando la debilidad amenaza con tumbarnos. Son el brazo que nos sostiene cuando creemos que ya no podemos dar un paso más –miró a su padre-. Tengo coraje. Sabré salir adelante. No te preocupes por mí, papá. Descansa en paz –así le sorprendió su propio hijo al padre y a todos los presentes que vitorearon ahogando los cantos gregorianos. Es responsabilidad de los padres despertar en sus hijos los valores ennoblecedores del bien, el amor, el respeto, y aquel hombre que estaba sentado en el lecho de muerte de su padre, estaba totalmente despierto y ni siquiera había tenido que viajar. De niño aprendió a bucear en su ser interior. En el salón se suscitó una improvisada tertulia mientras tomaban té. 60 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 —La mayor dificultad para los niños, es captar los valores y darles funcionalidad –dijo mientras se ajustaba el pañuelo en la cabeza la tía Inés. —Sobre todo para los adolescentes –dijo Bernardo sosteniendo una flor en la mano. —Un valor indispensable en el seno de cualquier sociedad es el respeto –añadió Roberto el vecino, mientras se sonaba la nariz con estridencia. —Y el respeto se inicia en las casas –exclamó la abuela Beatriz, levantándose, mientras alcanzaba una galleta que llevó a su boca caminando hacia la habitación, para observar la tierna imagen que inmortalizó en su retina. —Padre, las cosas marchan bien si en la familia existe respeto, más no temor. Si todo en la sociedad se hace por miedo o por desconocimiento, nuestra civilización va de cabeza al fracaso. Eso ocurrirá si el valor del respeto a los principios más elementales no ha sido bien cimentado en el hogar. Yo lo he entendido... El objetivo deben ser los principios de utilidad; ideales que los padres deben transmitir en forma positiva a sus hijos, a la familia, a la sociedad. Porque... atiende bien, hijo... los valores son como cartes que se eligen de una baraja, pero los principios van tatuados en el alma. Y ten cuidado con los valores... una banda de malhechores comparte entre ellos valores, por ejemplo, el de la cooperación y la solidaridad, pero sus actos no son nobles. Ya se había ausentado. Murió para vivir más allá del cuerpo y la Tierra. El que es ahora la encarnación del pájaro de cielo que agita sus alas auténticas, igual que su predecesor, gorjea a lo largo de su trayecto por dondequiera que sea precisa su alabanza. Lo ha conseguido. También él está en sintonía con la vida y con la muerte por igual. 61 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Así prosiguen en el árbol genealógico, dando curso a la cadena ininterrumpida que pasó del discurso al diálogo, del monólogo a la conversación, y de la canción que entonan las almas alegres, a los audiovisuales que se cuelgan en las redes sociales, donde el último soplo de vida no se lo observa como tragedia, sino como la oportunidad de pasar el testigo honrando a tu descendencia y por ende, al linaje de la humanidad. Y pasarán muchos años más. Llegarán y se marcharán infinidad de primaveras con ricos colores inigualables y aromas de flores vivas inconfundibles. Los hijos seguirán elevando el listón sin detener la evolución. No asumirán con resignación los esquemas señalados o las normas de la tradición como única bandera posible. Cada uno aportará su ciencia y su ingenio. Y todos los descendientes de esta peculiar estirpe serán amados y sabrán amar, porque como hijos, aprendieron a escuchar y razonar desde la intimidad de su ser más puro. Fueron estimulados a experimentar y descubrir y, como hombres y mujeres, permiten el espacio para que los hijos se expresen siendo enteramente ellos en libertad. Son abuelos y abuelas, padres y madres, todos amados, porque saben amar gracias al modelo de referencia que no admite fisuras, pues parte de la autonomía del alma que se manifiesta. —Amarse uno mismo y amar la propia manera de existir, oh, sí... Sin dejar de amar a ―mi gente‖ con incondicional generosidad, oh, sí... Esta es la conquista suprema, oh! Sí, sí, si! –así reza la canción de moda de una generación comprometida con otro mundo posible que puso de moda el joven cantautor hijo de Laura. En algunas universidades se escuchan conferencias acerca de la necesidad de Un Mundo Mejor. Todo comenzó con la publicación de la tesis del sobrino de la tía Inés, que reza así ―La enseñanza, puede ser atendida una vez analizada, y a menudo puede ser desarrollada durante los actos cotidianos, pero los principios no surgen simplemente 62 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 mediante el acto del conocimiento a raíz de la práctica reiterada: surgen a raíz de su comprensión, y, solamente si son de utilidad y causan bienestar‖. Organismos internacionales atienden las explicaciones del nieto de Bernardo que ha sabido ganarse la atención sin levantar la voz. —En ningún otro lugar que no sea en el hogar da comienzo una singular fiesta, donde se manifiesta lo que el individuo como persona está en capacidad de transmitir a sus semejantes para el futuro desarrollo social –sugiere con suavidad en cada actividad. Los clubs sociales de élite de los países con mayor índice de desarrollo colectivo se pelean por tener a Beatriz, cuyo nombre ensalzaba la memoria de la abuela Beatriz. Le pusieron su nombre porque al nacer, dijeron que en su retina se podía contemplar la sonrisa de la anciana que a todas horas comía galletas. —Los principios, son lo que de nuestros padres y madres hemos aprendido; cosas nobles y bellas que hemos dejado penetrar en nuestro interior hasta hacerlas nuestras, propias, meritorias. Así forjamos nuestra personalidad, pero sólo si comprendemos que no es obligación continuar la rutina familiar. Se trata de un acto voluntario y consciente de perpetuar todo cuanto es bueno y digno para el bien de la comunidad. Una prestigiosa asociación de padres organizó su congreso europeo número veintinueve que se inauguró con éstas palabras: —Todo sería absurdo si no sembráramos en el corazón de nuestros vástagos la bondad del alma. Como padres, el máximo anhelo no debe ser otro que la posibilidad de dar continuidad a la sabiduría. La edición de la entrega de los premios a los mejores temas del panorama del pop del año musical, inició con esta afirmación: —Permitamos que la tradición familiar sea cuestionada. Permitamos que se la mire a la cara y que se la defienda luego, una vez convencidos, al mejorarla, porque las cosas 63 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 deben cambiar, aunque luego todo siga igual. Es la música la que marca los primeros pasos al compás de los instrumentos que inspiran el alma. En el discurso de toma de posesión del presidente que se retransmitió vía satélite a 178 países del mundo, sorprendió a la audiencia el desafío que planteaba. —Seamos radicales cada uno de nosotros. No ignoremos a nuestros padres y madres, a nuestros abuelos y abuelas, a todos nuestros antepasados en la historia. No menospreciemos a nuestros hijos, y a sus hijos, incluso a los nietos no nacidos. Estamos en medio de todo y somos un eslabón, tal vez la pieza clave para la continuidad de una civilización más elevada. Un mensaje cifrado que los científicos expertos en comunicaciones extraterrestres consiguieron descodificar, decía ―Una puerta separa el mundo de los sueños de la realidad; una puerta delgada que un golpe de viento puede abrir sin pestañear‖. En ese instante, en la sala situada de un hangar bajo tierra, precintado y custodiado por agentes del orden en medio del desierto, un cling estridente logró el sobresalto unánime. En el suelo se encontraba una llave reluciente. La llave tenía una etiqueta. En la etiqueta, pudo leer el hijo de don Roberto el vecino del barrio, en perfecto castellano. —Añadid vuestro aporte a la cadena interminable para que no se rompa, para que el círculo de lo justo se convierta en infinito espiral, ¿te apuntas? 64 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 PARA VOSOTROS Había una vez un niño escondido en el cuerpo de un hombre. A sus cuarenta y siete años, todavía le gustaba escuchar cuentos, jugar y reír con otros niños, soñar en voz alta universos insólitos. Contemplaba la naturaleza con asombro y cantaba, ilusionado, con los pájaros. Escribía obras de teatro que dirigía y estrenaba, obteniendo buenas críticas y aplausos. Pero también se pasaba horas frente a su ordenador desarrollando un procedimiento para la innovación social. Inauguró una plataforma en Internet. Denunciaba los abusos y la explotación, las injusticias y los comportamientos indecentes. Creía que una vez jura el cargo, un político debía destinar su energía al bien común y no para su beneficio particular. Publicó escándalos escandalosos y fraudes muy fraudulentos. Todo noticias de interés. Incitaba a la población, concretamente, a la comunidad de los indignados, invitándoles a pasar de la queja a la propuesta como solución. Su lema era de la calle a la web, la gente tenemos el poder. Le interesaba la verdad, la libertad y la justicia social y, por ser fiel a sus ideales, tuvo que marcharse muy lejos acosado por los poderes facticos. Se había convertido en un individuo muy incómodo para ciertas personas sin virtud. Un día que Alma Esmeralda dormía plácidamente en su cama, una luz intensa traspasó la ventana. Ella despertó. Se acomodó perezosamente. Se levantó para asomarse con mucha prudencia y, cuál fue su sorpresa al ver que una estrella había bajado del cielo. 65 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Se quedó observando la estrella largo rato con la nariz y sus dos manos pegadas al cristal. Le gustaba toda esa emocionante luz. Pero no quiso salir al jardín porque brillaba demasiado, y ondulaban sus formas. Volvió a la cama. Se durmió. Al día siguiente en la escuela habló con sus amigos: —A que no adivináis qué tengo en mi casa. Ninguno lo adivinó, y cuando les contó de lo que se trataba, gritaron todos... –No seas absurda, Alma Esmeralda, ¡no puedes tener una estrella! No la creyeron, y ella se puso triste. No eran sólo compañeros de clase. Se trataba de sus amigos. Ellos la habían menospreciado. Al llegar a casa por la tarde, la estrella había desaparecido. No estaba en el jardín, junto a la ventana de su habitación. Se acostó todavía más triste. Soñó con la estrella que la emocionó, hasta que vino nuevamente a visitarla con su luz vibrante y con todo el resplandor ondulante de sus formas. Tras admirarla, regresó a su cama relajada y renovada. Satisfecha porque existía la estrella. Al día siguiente en la escuela, Alma Esmeralda insistió: —Amigos, tengo una estrella que vive en mi jardín –sus ojos destellaban calor como dos soles a mediodía-. Duerme junto a mi ventana –agregó con certera convicción. —¡Es imposible! ...¿por qué quieres engañarnos? Nadie quiso estar a su lado en la clase. Ninguno de sus amigos quería jugar con ella durante el recreo. Alma Esmeralda se afligió bastante. Entonces, quiso explicárselo a su profesora. Pero estuvo todo el tiempo ocupada. Al salir del colegio, camino de casa, conversó con Leonardo Alexander. Más que un león, parecía un hermoso gato persa de pelo blanco. Le gustaba subirse a los árboles y pasearse por las ramas. Él sí la escuchó con atención, ronroneando. Y cuando terminó su relato, maulló pletórico de alegría moviendo su cola convertida en serpiente. Luego 66 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 saltó de azotea en azotea como si fueran camas elásticas, y, por encima de los tejados, bordeando las esquinas como lo hace el viento hasta desaparecer detrás del tubo de una vieja chimenea, por la que se introdujo como Papá Nöel. Por la noche, después de que Alma Esmeralda se lavara los dientes, aquella luz se intensificó otra vez. La estrella permanecía en el jardín, mientras su madre acostaba a su hermano en la habitación contigua. Alma Esmeralda sonrió satisfecha. Pero no dijo nada. Simplemente, levantó una ceja de manera coqueta. Entró feliz en el sueño, hasta que escuchó su voz. —Tengo hambre. Tengo hambre –y lo dijo una tercera vez-. Tengo hambre. La estrella se quejaba. Lo hacía con una voz temblorosa rogando auxilio. Más triste que nunca, Alma Esmeralda intentó dormirse pensando cómo podría ayudar a la estrella de su jardín, la que dormía junto a su ventana, la que se quejaba, hambrienta. Al despertar por la mañana, reunió todos sus ahorros. Después del colegio, Alma Esmeralda fue a comprar al supermercado. —¡Quiero comida para estrellas! Pero el dependiente la miró muy sorprendido, y respondió: —Niña, no existe la comida para estrellas. Ni sus amigos, ni su profesora, ni aquel señor del supermercado querían hacerle caso. Al llegar a casa, Alma Esmeralda comenzó a sollozar desconsoladamente hasta que su madre comprendió que algo importante le sucedía a su hija. Lydia conversó con Alma Esmeralda, que habló sin miedo, con franqueza, envuelta en el coraje que su padre le había infundido desde que nació. Podía plantear las cosas en un clima de diálogo positivo. La madre sugirió una idea. 67 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 —Podemos celebrar una gran fiesta con todos tus amigos, con globos, y canciones, y un enorme pastel de frambuesa... ¡para que puedas presentarles a tu estrella! El padre había plantado la propuesta a modo de semilla. Daba cosecha. La madre confiaba en Alma Esmeralda. En ningún momento dudó de su historia. Lydia la apoyaba en su exploración de la aventura. Certeros en su convicción. Una semana más tarde, todos los compañeros del colegio se reunieron en el jardín de la casa de Alma Esmeralda, pero no encontraron ninguna estrella. Y la molestaron. —Lo ves como no existe tu estrella. ¡Mentirosa! Niños y niñas iban a pasar la noche en su casa, junto a la ventana. Habían venido a divertirse y, sobre todo, a burlarse de Alma Esmeralda. Ninguno de sus compañeros de clase se creía la historia. Querían ridiculizarla, para contárselo después a la profesora y a los compañeros de los cursos superiores. Únicamente su hermano Leonardo Alexander le otorgaba el voto de confianza que otorgan las horas de juegos fraternales y la pizza de los viernes frente al televisor, los baños largos con globos y burbujas de jabón, los paseos de la mano hasta el parque de los patos. El cariño constante en un hogar donde la violencia consiste en las batallas de cojines, donde el intercambio de bicicletas y chucherías es se celebra con generosidad, donde las disputas por la bicicleta se resuelven presentándolas a papá, para que dictamine como el rey Salomón, se instaura la comunicación que respeta al otro, fluyendo además, la confianza recíproca. Montaron las tiendas de campaña en el jardín. Luego cantaron las canciones del colegio, también las aprendidas en inglés. Jugaron a todos los juegos que conocían. Y comieron pastel de frambuesa murmurando a las espaldas de Alma Esmeralda. 68 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Y cuando llegó la hora de dormir, Alma Esmeralda se alejó del grupo discretamente para situarse junto a la ventana de su habitación. Los niños y las niñas se miraron unos a otros. Se preguntaban qué cosa estaba haciendo. Alma Esmeralda hablaba sola. Gesticulaba. Parecía mantener una conversación muy amena. Leonardo Alexander sonreía, y señalaba con su dedo índice en dirección a las primeras formas ondulantes de vibrante luz. Poco a poco apareció la estrella. Todos los niños y las niñas se quedaron con la boca abierta, porque al oscurecer, pudieron contemplar el destello incandescente. Pero no fue hasta escucharla que reaccionaron de verdad, justo cuando la estrella dijo: —Gracias, mis amigos. Ya no tengo hambre. Lo que no sabían los niños y las niñas presentes en el jardín es que debían esperar a que llegara la noche para conocerla. Al igual que Alma Esmeralda y Leonardo Alexander, debían tener fe y esperanza. La Estrella se alimenta con la fe y la esperanza que alumbra la vida. Todos los niños y las niñas compañeros del colegio de Alma Esmeralda, ahora, creen en su amiga, a quien negaron y menospreciaron. Tenían confianza en la incuestionable estrella. Había conseguido emocionarlos hasta la médula. Estaban seguros de su resplandor cuando, mágicamente, sin avisar, comenzó a levantarse, ascendiendo, lentamente, para regresar al cielo ocupando su posición. Desde aquel día, cada noche, la estrella primera, la que más brilla en el firmamento, esa, es la Estrella de Alma Esmeralda y Leonardo Alexander, que nos recuerda que hay que tener fe y esperanza. Fe en lo que todavía no se ve, pero existe, y esperanza en que antes o después será, se verá. Igual que existe el amor entre Alma 69 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Esmeralda y Leonardo Alexander y el niño grande que se marchó lejos sin poder despedirse. Días más tarde, confesó su madre: —Vuestro papito lindo os extraña muchísimo. Por eso os mandó la estrella. Para que lo recordéis. Y para que tengáis presente todos los abrazos y los besos, y todas las indicaciones que os dio. Nadie podrá borrar nunca todas aquellas tardes en que jugasteis y reísteis juntos. El amor es algo que permanece a pesar de los años y la distancia. Alma Esmeralda y Leonardo Alexander entendieron que aún y no poder abrazar a su padre, su amor no se desvanece. No puede verse el amor. Pero existe. A veces, se sientan por la mañana y aguardan todo el día, impacientes, con la fe entre las manos y la esperanza en los ojos. En ocasiones, se detienen durante el día y alzan la mirada al cielo para rebuscar entre las nubes. Todavía no está, se dicen… ¡pero lo sienten! Durante las noches que consiguen jugar y reír con su padre. Aunque no distinguen si ha sido durante el sueño profundo. —Soñar es maravilloso. Es la promesa de una realidad. Solo hace falta no dejar de confiar en el amor genuino. Es una verdad que la madre de los niños sabe. Ella conoce los verdaderos motivos de su marcha. También sabe que era imposible alimentar al pájaro de cielo que brotaba de su pecho cada madrugada, liberándose del cuerpo, igual que él tuvo que poner tierra de por medio. Tiene claro que necesitaba liberarse de un país que impone leyes absurdas con las que él no estaba de acuerdo. En silencio, aplaudía el valor de proteger sus principios, pues hablamos de un hombre en cuyo templo, la mala praxis no tiene cabida, donde la impunidad no tiene sentido, donde no hay palabras para definir el engaño o la 70 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 mentira, el odio o la codicia, el abuso o la manipulación, y, donde la virtud, es un verbo activo, justo el lugar donde asentar el trono. El padre conoce el idioma secreto de los pájaros. Los pájaros de cielo son los encargados de canturrear al oído de los niños que crecen en los cuerpos de hombres y mujeres adultos, para que no olviden la fantasía del reino de los sueños. Por eso emigran todos los años, para llevar el mensaje a otro país. Y por eso el padre de Alma Esmeralda y Leonardo Alexander se encuentra en Nicaragua, donde canta, ríe, juega con otros niños, y a todos les hablaba de sus dos hijos que están al otro lado del mundo. 71 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 DESDE OMETEPE Padre, me hubiera gustado que me preguntaras, ¿y cómo te encuentras?... Te hubiera explicado que es mi aspiración aprender a desarrollar la facultad de amar. Sabes, he aprendido a reconocer mis emociones y sus efectos secundarios. Sé exactamente lo que siento, incluso el por qué lo siento y cómo esto incide en mi vida. Comprendo ahora mejor que nunca los vínculos existentes entre mis sentimientos, mis pensamientos, mis palabras, y mis actos, porque he aprendido a ser honesto conmigo mismo, y ahora, tengo un conocimiento pleno de mi escala de valores y las prioridades de mi vida. Hoy más que nunca soy consciente de mis virtudes, padre, y también de mis carencias. Y reflexiono con amor sobre las virtudes y las carencias, aprendiendo de las experiencias pasadas. En este presente de mi existir, las cosas se ponen en su lugar, igual que una ciudad que vuelve a levantarse después de un huracán. No hay intromisión, ni reproche alguno, ni juicio desmedido a las personas que me rodean, padre. La calma y el amor me llenan por completo. Me doy cuenta de que no tengo por qué juzgar las razones de las otras personas. No tengo por qué aclarar y comprender los comportamientos de mis semejantes, pues son libres para expresarse con su singularidad. No necesito decidir quién es bueno y quién es malo, ni quién recibe un premio o un castigo, ni quién es más sabio. Hay sosiego en mis ojos. No me da vergüenza manifestar en voz alta la confianza que deposito en mi persona, padre. Puedo expresar puntos de vista incómodos para otros, y defender lo que considero correcto sin apoyo de nadie, como siempre lo hiciera, pero no me asalta la ambición de antaño, ya no quiero imponer mis razones. A nadie pretendo convencer. Ya 72 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 no me asalta el deseo insaciable de reconocimiento público. No me interesa ser el centro de atención. No me preocupan las apariencias. No quiero parecer un héroe. Yo no soy perfecto. Nada tengo que demostrar. He recuperado mi equilibrio, y toda mi alegría innata que los años y la sociedad, pretendieron arrebatarme a punta de pistola. Ahora, más que nunca, mi identidad permanece inalterable. Después de hallar una traslúcida fuerza que habitaba mi interior como la energía más pura y vital del universo, pienso con claridad renovada, con luz resplandeciente en mi alma. Francamente, creo que mis palabras, las atienden quienes pueden viajar del infinito al centro mismo del alma enamorada con un simple chasquido con los dedos. Son ellos mismos quienes me animan a continuar por este sendero de iniciación. Sigo teniendo fe en la vida, a través del amor, padre, y ¡sí! Creo en el amor. Porque cada vez que escucho la sonrisa pulcra de un niño, cada vez que acaricio la corteza de un árbol, cada vez que huelo la tierra mojada después de la lluvia, cada vez que veo el horizonte encendido por el sol, entonces sé por qué yo creo en el amor, y al gozarlo, comprendo porque amo con amor verdadero el mundo y la vida. He aprendido mucho en este idílico paraje, atendiendo un modo distinto de existir, de bailar con la vida, de abrazar la existencia humana. El temperamento hospitalario de los nativos me ha permitido una proximidad que antes rehuía. No les importa quién eres o qué tienes o a qué te dedicas... solamente les interesa tu calidez y tu sonrisa que provocan con bromas. No me encuentro solo. No me consideran un extranjero, ni un extraño. No me tratan como forastero. Soy su hermano, uno más entre esta gente sencilla y humilde, pobre, pero alegre y muy feliz. 73 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 También la Naturaleza se expresa aquí de manera peculiar. Los temblores bajo los pies me recuerdan que la Tierra es un gigantesco organismo vivo, como vivo está todo mi universo interior al que le crecen alas. He llegado a estas conclusiones fruto de la continuada reflexión. Pero nada es gratis, padre. Todo tiene su precio. Ninguna situación es perfecta. En todos los acontecimientos hay ventajas e inconvenientes. No puede saberse qué es la alegría sin el conocimiento de la tristeza. No puede comprenderse qué es la plenitud sin la carencia de las necesidades básicas. Ni puede saborearse la dicha, sin antes haber descubierto el auténtico sabor amargo y desconsolado del sufrimiento. El día... no sería claridad sin la oscuridad de la noche. El dolor forma parte del crecimiento humano, y tú pensarás ―Mi hijo es un masoquista. ¿Por qué ha regresado a ese lugar?‖. Pero lo importante no es lo que realizo, sino... si lo que realizo es aquello que considero apropiado, y aquello en lo que creo. El apego a las cosas está basado en el miedo y la inseguridad. He descubierto que la necesidad de seguridad, se basa en la falta del conocimiento de uno mismo. El apego al dinero, siempre nos producirá inseguridad, por el temor a perderlo, inventando una ansiedad crónica que degrada el alma. Por el contrario, el desapego es la conciencia pura. Una actitud más inteligente y sin duda, mucho más sana y serena. Vuelvo a estar aquí, y me faltan un montón de cosas. ¡Cierto! Añoro esas cosas que ayudan a hacer la vida más agradable. Cosas sencillas; una bañera llena de agua caliente con mucha espuma, los embutidos acompañados por un vaso de vino tinto, el aceite de oliva, sábanas limpias, toallas suaves, un retrete con tapa y papel higiénico; la música clásica, los documentales en DVD, las cites con el cine y el teatro, los paseos por museos y bibliotecas. ¡No terminaría nunca! 74 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 La precariedad que me rodea, fue justamente el factor que me hizo decidirme a dejar España nuevamente en diciembre del 2000. Mi viaje espiritual no había concluido. Tenía que seguir... Además, hay tantas piezas que mover en este lado del mundo. Aquí no hay pobreza, padre. En el 80 % del territorio de este país de volcanes y lagos, lo que existe y persiste generación tras generación, es una miseria extrema y la impotencia de seres humanos como nosotros, sin las oportunidades más básicas de Occidente. Su resignación me abruma. Nuestra indiferencia me asombra. La Carta de los Derechos Humanos me hace poner los pelos de punta. ¡Cuánta hipocresía! En esta tierra se aprende a valorar pequeños detalles que se hacen inmensos. Se aprende a descubrir el verdadero significado de la palabra necesidad. Sabes, padre, me invita al íntimo diálogo la ausencia del bombardeo de las Mentiras Hermosas que la dañina publicidad dispara, propiciando el consumismo de una sociedad materialista que se descarrila. Solo aquí hallo la ansiada paz. No existe la fiebre por tener, acumular, poseer. No existe el deseo por los objetos, ni la avaricia de almacenar más y más cosas. Ni la obligación de un entretenimiento escapista para alejarse del absurdo estilo de vida de un sistema que fabrica autómatas. No hay nada que empuje a la esclavitud del trabajo que ensalza la propiedad privada; aquí no escucho ―Es mío‖ o ―Yo quiero‖ o ―Tengo que comprar‖. Consigo alejarme de la frivolidad de los sistemas productivos del mundo capitalista, cuya nefasta influencia te quiebra por dentro hasta desbaratarte como una granada. He elegido liberarme del caos sin sentido, desprendiéndome de la armadura que yo mismo construí para protegerme de este mundo que pretendía empequeñecerseme y por eso lo repudio, porque me llevó a ser un Individuo de Plástico empujado por la ―tradición que manipula‖ y la ―educación que adoctrina‖, padre. Me convertí en un 75 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 ejecutivo agresivo y voraz, sediento de posesiones, porque para eso se me preparó desde la cuna y ninguna otra alternativa tuve a mi alcance para alimentar e ilustrar mi alma. Mi primera meta era ser siempre el primero, el más grande, el único, el líder del lugar. En los despiadados países del norte, egoístas e insensibles, donde impera la soledad que se camufla y se disimula, es imposible ser autentico. Me refiero a dar sentido a la propia naturaleza. ¡Yo no quería seguir adormecido hasta la muerte! Aunque aquí, no hay infección, no hay virus que te intoxique, reconozco mi debilidad, me siento muy golpeado, padre. Durante los últimos treinta meses, he ido perdiendo peso hasta convertirme en un alfiler. Soy un esqueleto con piel. Pero no permanezco largo tiempo derrumbado, no te inquietes. Me levanto con facilidad, renovado el entusiasmo, limpio de corazón, serenos mis pensamientos, optimista mi actitud. Puedo reconstruirme y mientras ensamblo mis piezas una a una, escucho el rumor apacible del lago y la risa de los niños chapoteando, de noche, los grillos que cantan a las estrellas y de vez en cuando, admiro las estrellas fugaces cruzando cerca de la luna guiñándome el ojo a su paso. Tú sabes que siempre me ha gustado la adversidad, he disfrutado afrontando los desafíos de nuevas actividades, independientemente de si me iban a ir bien o de si lo iba a lograr, sin pensar si era lo más correcto y conveniente, y creías que lo hacía para molestarte, pero la posibilidad de experimentar me llevaba de la mano hacia lo desconocido, y eso te incomodaba, tú que eres tan analítico y metódico y temático. Yo te parecía demasiado abstracto. Recuerdo como te alarmabas cuando te notificaba mi nuevo desafío, te ponías las manos en la cabeza, ja, ja, ja. Te quejabas de que no te hubiera consultado antes, pero si yo te hubiera preguntado por esta isla, por ejemplo, tú nada hubieras sabido decirme al respecto. Vives en un pequeño espacio cerrado donde no permites que nada ―peligroso‖ pueda entrar. 76 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Considero que las enseñanzas son regalos impagables. La vida es apasionante, si decides enriquecerte con el acontecer de su palpitar. Si, padre, continuo siendo aquel emprendedor con capacidad para asumir retos insólitos para una gran mayoría de personas, lo sé, estás musitando el vocablo Lo-Co mientras me lees. Está bien. Afronto mis decisiones, a pesar de la incertidumbre, y lo hago, justamente por la simpatía que le tengo a lo desconocido. Mido los riesgos, aunque a ti no te lo parezca. Asumo la responsabilidad de mis actos, y así aprendo, padre. Disfrutando durante el proceso de existir con pasión e intensidad. ¡No todos los seres humanos podemos ser iguales! Soy un hombre inmensamente rico, y puedo decirte con agrado que me he vencido. No me he dado por vencido, padre, sino que me he vencido a mí mismo, completamente, y estoy satisfecho por ello. Esta es la recompensa que he obtenido: ya no quiero participar de la agresiva competencia profesional o de la lucha por el poder, por eso he vuelto a la isla. Mis propósitos de hoy son espirituales. Ahora soy una persona más flexible, ya no me considero aquel ser radical y categórico, obsesionado por encumbrarse hasta la cima de los privilegiados. Estoy preparado para aprovechar cualquier oportunidad que se me presente. Toda esta claridad no podía obtenerla en España, ni en otro país de Europa. Ningún rostro puede verse reflejado en un lago agitado. Son muchas las personas que sueñan con la libertad, mientras le sacan brillo a sus grilletes en las colmenas de hierro y cemento llamadas ciudad. Yo necesitaba divorciarme del mundo y aquí estoy, en el país de las sonrisas y las lágrimas, lejos del país del estrés y la depresión. En un paraje hostil, maravilloso, misterioso, donde el agudo silencio me punza el alma. 77 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Esta etapa forma parte de mi trayectoria humana. Estoy inmerso en un crecimiento personal sin precedentes. Así lo entiendo. Intento que el sufrimiento no me mortifique; aunque no es fácil. Lo palpo, lo acepto, y se hace más placentero el logro. Veo demasiadas situaciones desagradables que no puedo resolver, pero aprendo a vivir con la desgracia sin sentir frustración u odio. Es partiendo del amor que aprendo a amar de una manera superior a como lo hacía antes. ¡Amo con el alma abierta de par en par! Y por eso puedo decirte, padre: ―En algún lugar donde la oscuridad es más negra, todavía hoy titila una candela a modo de estrella. Cada gota de lluvia que cae alberga una flor que luchará por mantener su fragancia natural. Cuando alguien yerra el camino, otro acude para indicárselo, mostrándole que puede ser linda mariposa y no solamente un gusano que se arrastra por el suelo. Incluso durante la agresiva tormenta, la más pequeña plegaria puede escucharse si nace del corazón‖. Me hubieras hecho sentir bien de haber ido a recogerme al aeropuerto. Si me hubieras llevado a tu casa... si me hubieras dedicado un poco de tu tiempo durante el verano... y, si me hubieras preguntado: ¿cómo te encuentras, hijo? Ay, padre... Pero no te interesaste por mi estado de ánimo y mi condición. Me duele tener que reconocer que no puede haber futuro para nosotros, si no existe el presente. No puede haber amistad, si tú no quieres que seamos amigos. Si a ti te asusta el acercamiento, si temes la proximidad de tu hijo, si te disgusta la conversación profunda y el diálogo honesto, ¿qué puedo hacer yo? Te estarás preguntando por qué te he escrito esta carta. Por qué la he metido en un sobre, y te la he enviado por correo, en vez de escribirte un email. Quería que la carta sobrevolara el océano hasta la puerta de tu casa. Que por qué te obligo a recuperar el trazo de mis palabras otra vez… El anciano de la aldea cuenta historias a los niños a la 78 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 intemperie cuando anochece, bajo el cielo estrellado. Yo me siento a sus pies como un niño más, igual de curioso e ingenuo que ellos. Ayer, mantenía una de esas tertulias con sus admiradores y, explicaba... —Una gran pelea está celebrándose en la llanura, entre dos feroces coyotes de largos colmillos y afiladas garras. Uno de los coyotes representa la maldad, el dolor, el rencor, el odio. El otro coyote representa la bondad, la generosidad, la benevolencia, la compasión. Esta misma pelea transcurre ahora mismo en mi interior. Está ocurriendo en el interior de ustedes ocurre dentro de todos los cuerpos de los seres humanos que habitan la Tierra. Los niños quedaron absortos, al igual que yo. Los grillos silbaban su melodía inconfundible que se elevaba por encima de las copas de los árboles. Las estrellas salpicaban destellos de vida en la oscuridad. Una culebra se arrastraba zigzagueante entre nuestros pies, y se enroscó tranquilamente en la pata de la vieja mecedora que ocupaba el anciano que le acarició la nariz. Los niños y niñas y yo mismo, no tratábamos de adivinar si el anciano era un chamán o un pájaro de cielo. Habíamos estado muy concentrados en su historia, en sus palabras y en sus ojos. Observábamos como la serpiente se alzó y se hinchó y sacó la lengua, y como sin inmutarse le acarició afectuosamente la panza, cuando el más pequeño de los niños se levantó para preguntarle. —¿Cuál de los dos coyotes ganará la pelea? El anciano respondió con el canto del alma en la punta de sus gruesos labios. —El que tú alimentes –respondió dejando que la serpiente se le enroscara en el brazo juguetonamente. Eso me hizo reflexionar. Me levanté. Me alejé de la reunión. Estuve un rato paseando, cerca de los establos. Caminé hasta una loma desde donde se divisa la 79 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 majestuosidad del lago de Ometepe. Me senté y permanecí en silencio largo tiempo. Hasta que me di cuenta. Durante mi juventud, los compañeros y los vecinos, no siempre escuchaban lo que tenía que decir. A menudo, mi exposición les resultaba compleja. O era que el mensaje les sonaba ridículo… no sé, con los años, pocos son los amigos que han escuchado lo que les decía, pero algunos, lo han hecho, sí, ahí están Joe o Eduardo, Ali, mi amigo Blue, pero un padre... Un padre debe escuchar lo que su hijo le dice, incluso lo que calla. Aunque yo no quería callar, sin embargo, callé. Callé durante la infancia. Callé durante la adolescencia. Regresé en mi madurez emocional, sólo para que nosotros dos pudiéramos reencontrarnos, padre. Quería decirte tantas cosas... Dime, tú sabías que las tres palabras más difíciles de pronunciar son: Te amo, Perdón, y, Ayúdame, ¿lo sabías? No te preocupes, padre, que yo te ayudaré a ti. Porque yo sé que las personas que más necesitan ayuda, son aquellas personas que no la solicitan. Las personas que parecen muy fuertes, son en realidad las más débiles. Me conozco bien. Y ahora, te conozco mucho mejor a ti. Y otra cosa más… tal vez sea esta brisa especial que sopla en Ometepe… por fin, lo entendí. Era mi momento. No era tu momento. Tú, todavía no estabas preparado para el encuentro. No era el instante mágico para ―nuestra‖ comunión de las almas. ¡Probablemente no me entiendes! Seguramente ignoras lo que te digo, pero no por eso voy a dejar de decirlo. Y lo escribo. Porque si lo escribes, es más fácil decir lo que sientes. Claro que tiene más valor si le dices cuanto tienes que decirle a la persona mirándola a los ojos, desde el corazón abierto al mismo centro del suyo. Y todavía tiene mucho más valor, si dices aquello que te cuesta decir, pero guardas dentro como un secreto que no quieres compartir. A mí me costó pedirte que me recogieras en el aeropuerto. Me hubiera puesto muy nervioso a la hora de pronunciar las palabras te 80 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 amo, volcándome en el interior de tus ojos. Pero eso era exactamente lo que yo quería hacer. Y sin embargo, no pude hacerlo... No pude decirte lo mucho que significas para mí. Quizás sea yo quien tenga que arrancarte tu canción del corazón, porque a ti se te ha olvidado la letra y el ritmo. ¿Es un sueño recobrar nuestra extraviada relación?... Un sueño es como correr detrás del viento pensando que llegarás antes que él. Es aquí que descubro tantas y tantas cosas… fíjate que el viento, te abraza desde atrás. Te envuelve, igual que un sueño. Verás, padre, también quiero decirte que si la vida me arrebataran en este preciso instante, una vez fallecido, desde donde sea que estuviera te protegería. Si por alguna razón no volvemos a vernos, padre, te he escrito esta carta para que sepas que te amo. Te amooooooooooooooo!!! Inicio nuevas actividades. Pensé que sería bueno que tú lo supieras. Es la profundidad del océano quien alberga los tesoros más fabulosos, pero hay quienes se niegan a bucear, ¿verdad, padre? (*) No todos tenemos el coraje para expresarnos... y la libertad interna para actuar sin remordimientos, ni prejuicios, ni rencores. El hijo envió en tres ocasiones la carta al padre. Primero fue en el año 2001. Insistió en el año 2003. Intentó una vez más el acercamiento en el año 2005. En tres ocasiones, el hombre que niega su alma, negó el alma del hijo, ignorándolo, mudo de amor, exento del vibrar de la vida, inmerso en su oscuridad, negándose a despegar los labios para bombear amor. La voz del alma grita... y la voz del padre... en silencio se agita, luchando por abrirse camino entre los altos muros que fabrica. Devastándose. 81 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Hasta que partió de la vida sin avisar. Dejó el padre el mundo sin ni siquiera estornudar frente al hijo. Habiéndosele diagnosticado un cáncer de páncreas, con un año y medio por delante para dejar las cosas en orden, y un legado al hijo, prefirió evitar el encuentro, evadir la despedida, temeroso del contacto honesto de un alma generosa y compasiva que lo hubiera perdonado. Qué lástima que tantos padres prefieran a sus amantes antes que a sus propios hijos. Sin duda, sucede, porque no saben que existen pájaros de cielo. 82 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 PAPUCHY El pequeño Toni había realizado los deberes que entregaría al día siguiente a la profesora. Se había divertido jugando con el vecino, y a su hora, se había acostado. Pero mantenía un ojo abierto y los oídos en alerta, atento al tintineo de las llaves y la puerta. Nicolás llegaba a casa como cada noche: derrotado, con el aburrimiento en los ojos y los brazos caídos, descomponiéndose como un vehículo viejo al que se desmantela en el desguace. No se le reactivaba la sangre por el hecho de tener un hogar al que llegar después del trabajo. Cuando saltó de la cama y corrió por el pasillo para recibirlo con un cariñoso beso, Nicolás no se conmovió. Se desembarazó del hijo que le colgaba del cuello. El padre se derrumbó en el sofá como a un edificio al que le hacen la zancadilla. Puso los pies encima de la mesa pequeña sin quitarse los zapatos. Encendió el televisor con el mando a distancia. Sintonizó el canal de los deportes, ignorando al pequeño de once años que se sentó a su lado agarrándolo por el brazo sin apretar ni tirar de él demasiado. No quería alterarlo. Pero quería evitar que se escapara. Al poco llegó a sus manos una bandeja con la cena, una lata de cerveza y una servilleta de tela bien doblada. También había un platito con aceitunas, y otro más pequeño para los huesos de las aceitunas. —Papuchy... ¿cuánto dinero ganas en un día de trabajo? —¡Vaya pregunta! –Nicolás habló con la boca llena. —¡¡¡Hay cosas que ni tu madre sabe!!! 83 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Aparentemente se enojó, no por la pregunta. Su hijo le interrumpía el partido de fútbol. El tono severo de la respuesta cortaba toda posibilidad de una conversación agradable y distendida No había comunicación entre padre e hijo. Nicolás, hacía tiempo que no encendía la sinergia. Negaba el ambiente positivo que permite que las personas bajen su guardia y se descubran mutuamente. No se implicaba más allá de vitorear a su equipo de fútbol preferido. Desagradables situaciones similares a ésta se repetían con frecuencia. El estado perfecto para Nicolás, consistía en que su hijo estuviera dormido y su esposa en la cocina, y él, solo, auscultando la pantalla del televisor. Toni se acurrucó encima de su pecho para abrazarlo como si fuera un enorme oso de peluche, empujando sin querer con su rodilla la bandeja de la cena que se resbaló y cayó, rebotando en el suelo. La madre salió de la cocina, alterada, gritando ―sacrilegio‖ con la mirada. —¡No molestes a tu padre que llega cansado del trabajo! Pero el niño también estaba cansado, y sin embargo, quiso aguardar la llegada de su padre. También había asistido a su puesto de trabajo desempeñando su jornada en el colegio; pero en sus ojos latía la alegría del encuentro y en sus brazos, existía el anhelo del abrazo, y a sus piernas no le faltaron entusiasmo para saltar de la cama y correr por el pasillo. Mientras la madre se agachaba y recogía la bandeja, las aceitunas y los huesos y los pedazos de cerámica que antes formaban el plato, el padre elevaba el volumen del televisor para constatar que no se le permitía escuchar lo que se decía en el campo. El árbitro había pitado falta cuando el jugador ya estaba fuera de juego. Al rato, cuando la calma parecía restablecida, durante el intermedio del partido, al cortarse la retransmisión para dar paso a la publicidad, Toni insistió. 84 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 —Papuchy... ¿Has cobrado ya? Ante el mutismo de su padre, continuó. —Estoy preocupado...¿cuánto dinero ganas en un día de trabajo? —¿Quieres averiguar mi sueldo? –rompió secamente el silencio apretando el mando del televisor. —¿Vas a poder pagar las facturas?... –Toni balbuceaba-. He oído no sé qué de una crisis. —¡Dirás a tus amigos que tenemos deudas! ¿Quieres avergonzarme? Nicolás lo taladró con la mirada de un asesino sorprendido que se tapa la cara, molesto y turbado por la reiterada interrupción del partido que se reanudaba. —Será que quieres pedirme dinero –había cierta rabia en la voz del hombre-. ¿Eso es?... Eh! Vete al cuarto inmediatamente, malcriado. ¡Deberías estar durmiendo! —Pero, papuchy... si soy malcriado, será porque tú no me educas bien… La sonora bofetada hizo que el niño de once años se empotrara contra el suelo. —Estoy cansado. He trabajado todo el día. Quiero ver el partido. Vete al cuarto y mañana te quedas sin jugar con el vecino, ¿oíste mama?... ¡Está castigado! —Sí, cielo, lo que tú digas. El niño está castigado sin jugar con el vecino mañana. Colores encendidos por los potentes focos que acentúan a los futbolistas convirtiéndolos en estrellas de cine. El locutor ensalza la tensión del conflicto que se sirve con un redoble de tambor. La incertidumbre del resultado promueve quinielas en una sociedad donde solo caben buenos y malos, ganadores y perdedores, tontos y listos, fracasados y triunfadores. En el fondo lo sabía. Nicolás sabía que se trataba de puro espectáculo, de un entretenimiento que aturde, una especie de circo romano moderno destinado a la plebe, 85 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 para que no piense y permanezca obtusa. Al apagar el televisor musitó ―Me gustaría estar correteando detrás del balón hasta alcanzar la portería y marcar gol. Poder dar volteretas por el campo escuchando el pulso de la victoria. Y acudir después a la fiesta donde se exhiben las modelos y las presentadoras y todas las aspirantes a la fama‖. Nicolás entró en la habitación de matrimonio y se puso el pijama. Su esposa, que había terminado de arreglar la cocina y planchar su camisa para mañana, le señaló al tiempo que se metía en la cama: —A lo mejor el niño necesitaba algo. La mirada de María lo decía todo. —Fui descortés con mi hijo –reconoció más sosegado el padre-. Nunca lo atiendo. Demasiadas veces lo maltrato. El padre, nunca le explicó a su hijo su necesidad de ―Desconectar del trabajo‖. No le contó que cuando tenía su edad, soñaba con jugar en los campeonatos profesionales de futbol. Jamás le advirtió que su carácter, de repente reaccionaba con violencia cuando se sentía amenazado, y que era mejor no decirle nada cuando estaba frente al televisor concentrado en un evento deportivo, argumentándole ―Necesito mi espacio de vez en cuando para no volverme loco, hijo‖. La ira incipiente y la tremenda sensación de frustración por desempeñar una actividad laboral que le desagradaba sobremanera, con el pasar de los años, lo convirtieron en un hombre taciturno y parco en palabras. Las pocas veces que hablaba, era para realizar peticiones a base de coacciones, chantajes, amenazas, intimidaciones, castigos. —Llevaba dos horas esperándote –dijo María-. Ah! Me he cruzado con el director del banco cuando volvía de recoger al niño del colegio. Me ha preguntado cuando te vas a poner al día con la hipoteca. 86 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Hubo un tiempo en que Nicolás estimulaba los afectos de Toni interesándose por sus aficiones y sus gustos. Cada vez que su hijo pronunciaba una palabra nueva, lo celebró aplaudiendo; sonreía orgulloso y le obsequiaba con un helado que a Toni le gustaba comerse sentado en su mesita de cuarenta y siete centímetros de altura. Y cuando su lectura comenzó a ser fluida, le ayudó a leer textos, a comprenderlos, preguntándole acerca de los personajes y sus acciones. Le explicaba el significado del mensaje, hablándole de las parábolas, de las frases con doble sentido, de los finales cerrados y los finales abiertos, y, juntos, escribían otro posible final o la continuación de la historia que podía expandirse, porque había detectado su gran caudal de imaginación y su gusto por el debate. Alabó a su hijo la primera vez que se subió a una bicicleta vociferándole entusiasmado: ―Andar en bicicleta es como en la vida... si dejas de pedalear, te caes, hijo‖. Nicolás fue al cuarto de Toni. Por la puerta entreabierta, comprobó que todavía estaba despierto. El niño lloraba desconsoladamente apretando su almohada. El padre regresó a la habitación, apesadumbrado a la habitación recorriendo el pasillo de puntillas y con suaves saltitos de discreción. Su esposa leía en la cama Amor verdadero. Su matrimonio no terminaba de funcionar. Con los años, se había quedado en vía muerta. Pero María era consciente de que el amor tiene una multiplicidad de sentimientos. Indagaba sin desfallecer, buscando respuestas incluso en la literatura. Los matices del amor, habían empañado ese color rosa tan estereotipado al que se adhirió en su juventud, cuando solía decir: ―El amor, difícilmente es ajeno a otros aspectos de la personalidad‖. Se había impuesto rutinas. Se perpetuó la estima, los afectos por la fuerza de la costumbre, la comodidad, el simple lazo del matrimonio... Complejos, autoestima, 87 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 errores fatales injustificables... Decepciones. Aspiraciones frustradas. Realidades que no se corresponden al ideal forjado. ¡La idealización de la familia! Tenía dos amigas solteras. Su mejor amiga era una mujer recién separada con ―toda una vida por delante‖. Lo afirmaba como si le hubieran inyectado adrenalina, desafiando a María a separarse para terminar con el aburrimiento y el hastío. Se sumergía en el prefacio del libro. Le encantaba. No tenía nada que ver con la típica y tópica estructura familiar. Nicolás apareció con el semblante compungido. Estaba aturdido, nervioso. No sabía cómo proceder. Había tomado conciencia de su deplorable actitud, y sabía en su fuero interno que no podía culpar al empleo que desempeñaba, a los clientes o a su jefe, a la coyuntura económica o al gobierno. Desde que tuvo que cambiar de trabajo, su comportamiento varió, pero eso no era una excusa que pudiera mantenerse, nada justificaba que fuera torpe y arisco, mucho menos que golpeara a su hijo. —Habla con él –sugirió María con un ademán que lo invitaba a visitar la habitación de Toni al final del pasillo. Podía leerse en el epílogo del libro que el amor es la poesía que se hace gesto. María intuía que la felicidad no depende de cuanto ocurre alrededor de cada persona, sino de lo que ocurre en el interior de cada ser que, humano, es al mismo tiempo ángel y demonio. Un personaje decía que se mide la felicidad por el espíritu con el que se enfrenta cada uno a los retos de la vida. La esposa sabía que Nicolás, era una persona difícil al que debían decirse las cosas con sumo cuidado, en los momentos oportunos en que estaba receptivo, y con una buena argumentación. María estaba convencida de que no hay matrimonio feliz sin madurez intelectual y espiritual. Faltaba un buen trecho 88 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 para que la felicidad estuviera presente en el seno de aquella familia. O un incidente mágico que escenificara el principio de causa y efecto. La puerta del cuarto del hijo fue golpeada con los nudillos un par de veces. —¿Puedo entrar? –preguntó Nicolás. —Sí, papuchy, entra, ¡te lo ruego! –canturreó con alegría el niño secándose las lágrimas. Cruzó el umbral avanzando hasta la mesita de vehículo de fórmula uno situada al lado de la cama mientras Toni se incorporaba. —Aquí te dejo cinco monedas para que te compres lo que quieras. El padre se sentó en la cama para hablarle pausadamente. —Toni, me has preguntado cuánto gano. Gano quince monedas como estas por cada hora –su tono era completamente dócil-. Cuéntame para qué necesitas el dinero, ¿sí? El niño sonrió. Se levantó de la cama de un salto. Se dirigió al armario, abrió el último cajón, rebuscó entre la ropa y volvió veloz, para meterse en la cama igual como si jugara con las olas entrando en el mar. —¿Será suficiente, papuchy!... –había sacado un dibujo que pintó en el colegio-. La maestra me ha dicho que mi dibujo vale mucho. Toma, te lo regalo. Es tuyo. Quiero ayudarte a pagar la hipoteca al señor del banco. De repente, vino a la mente de Nicolás la confesión que hiciera su jefe en la pasada convención. Su jefe afirmó durante la clausura que es bueno trabajar, pero que no es bueno sólo trabajar. Detalló a los presentes una anécdota que le ocurrió tiempo atrás. Contó a todos, la mayoría padres de familia, que se había detenido con su automóvil ante un semáforo, que ansioso porque el semáforo no cambiaba el disco, a punto de arrancar, contempló a una señora que arrullaba en sus brazos a un pequeño, 89 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 quedando por instantes largos totalmente paralizado. Junto a la señora había un hombre que tomaba de la mano a su hijo de aproximadamente diez años. Ambos estaban tranquilos. Se miraban, conversaban, se sonreían mutuamente. Eran las cinco de la tarde. Padre e hijo iban al parque que se encontraba al otro lado de la calzada mientras él se desplazaba de una reunión a otra reunión, cuando al presionar con el pie el acelerador, un pensamiento recorrió su mente: ―Qué bueno que se disfrutan‖. Las palabras sobrevolaron la gran sala de convenciones del lujoso hotel. El jefe continuó ―Fue durante ese momento extraño que tomé conciencia de que yo no veía crecer a mis hijos. Pero saben ustedes lo peor del caso, salí con mi automóvil apresuradamente ese día, como lo hacía todos los días, siempre deprisa de arriba abajo y al llegar a la oficina, después de negociar un contrato importante en el despacho del abogado de la empresa, sonó el teléfono, atendí a un cliente, luego a un proveedor y a otro, y luego le dicté unas cartas a mi secretaria y le pedí que enviara unos correos electrónicos a nuestros colaboradores de Australia. Me distraje. No fue hasta hace unas semanas, cuando asistí a la boda del mayor de mis hijos que recordé... Recordé lo que ocurrió hace trece años! Vinieron a mi mente aquel padre y su hijo que se miraban, y conversaban sonriéndose mutuamente. Hasta entonces no había podido detenerme. Y ya digo, han pasado trece años. Me he dado cuenta demasiado tarde. La luz verde se encendió trece años atrás, pero no supe interpretar su mensaje. Les confieso que estoy arrepentido de no haber atendido esa percepción fulminante cuando debía hacerlo. Por tal razón he decidido dedicarle más tiempo a nuestro hijo menor, porque demasiadas veces le había dicho a su hermano ―… más tarde, ahora no puedo, lo haremos el fin de semana‖. Y el fin de semana estaba demasiado cansado para ocuparme de mi hijo. ¡Imbécil! Fui un auténtico idiota. Trabajen... soy el primero que lo desea porque soy el jefe. Pero no desatiendan a sus hijos. Yo también soy padre, y soy un hombre comprensivo‖. Pero también Nicolás 90 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 se había distraído después de la convención. Y su pasión primera era el deporte, el fútbol, el televisor, el escapismo robotizado que anula los sentidos y la percepción. Y las jornadas laborales agotadoras, insustanciales, amargas, molestas, repetitivas, desalentadoras, conseguían que cuando entraba en su casa solo esperara encontrar el sofá y la bandeja de la cena en sus manos y un buen partido de fútbol o de lo que fuera, cualquier deporte valía. Necesitaba desconectar de una vida vacía de contenido. Todavía resonaba en la habitación la frase que pronunciara su hijo... Toma, te lo regalo, es tuyo... Ayudarte a pagar... Toni quería ayudarlo y Nicolás ni siquiera le ofrecía lo que por derecho le era propio: un poco de cálida atención, un elogio cuando realizaba una buena acción, el aplauso frente a la iniciativa y el mimo, después de una caída, en los brazos protectores de papá. Y por primera vez en muchos años, no se irritó con su hijo. No fue grosero ni abrupto. Lo observó como el adolescente que asomaba, y decidió no tratarlo más como a un niño pequeño. De los labios de Nicolás brotaron flores. Todavía sentado en la cama, puso su mano en el pecho de Toni, a la altura del corazón. —En este momento de tu vida, hijo mío, decido estar contigo. Vislumbro que se trata de un momento importante para ti. Adelante, te escucho. Dime lo que tienes que decirme sin ninguna contemplación. Toni, te escucho. —¡Papuchy! ¡Papuchy! El niño no se creía lo que sucedía. Miró de reojo las cinco monedas. Un instante después, se las devolvió a su padre y puso en su mano libre el dibujo repitiendo su sonrisa majestuosa. —Si no quiero lo que tú quieres que yo quiera, papuchy, por favor, no me digas que lo que yo quiero está mal. O si lo que yo creo es diferente a lo que tú crees, papuchy, por 91 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 favor, piénsalo un poco antes de corregirme con esos modos tuyos que a veces me dan miedo. O si actúo de un modo distinto a tus indicaciones, papuchy, por favor, respeta mi actuación. No me regañes ni me riñas ni te enfades. Déjame encontrar aquello que es más adecuado por mí mismo, pero sin dejar de orientarme en la vida, yo sé que tú sabes más que yo. Recuerdo cuanto me agradaban tus sugerencias cuando escribíamos juntos aquellas historias interminables durante las tardes de los domingos, antes de comprar el enorme televisor de pantalla plana y suscribirte al Canal Deporte. A Nicolás no le desilusionaron las palabras del niño. Miraba embelesado a Toni. Escuchaba con el corazón generoso que se permitía recuperar. Atendía con el alma abierta de par en par. Otra vez era él. —Papuchy, no te pido que me entiendas hoy. Quizás puedas entenderme con el paso del tiempo. Tal vez nunca me entiendas. Pero será más fácil si dejas de intentar convertirme en una copia exacta de ti. O en aquello que tú querías ser y no pudiste conseguir. Papuchy... yo soy yo, y quiero experimentar la vida a mi manera, descubrir mis propios sentimientos, forjar mis creencias, realizar mis sueños inverosímiles para un adulto. Cuando me aceptes tal como soy... te prometo que yo no intentaré que adoptes mis ideas, papuchy, ni que te comportes como yo... ni que repitas mi manera de vivir. ¡Jamás te obligaré que dibujes con mi estilo! El padre se había empeñado durante el último trimestre en que jugara al fútbol. Lo había inscrito en el polideportivo municipal, y cada domingo lo obligaba a jugar sobornando al entrenador. Nicolás se obstinaba tercamente para resolver su frustración a través del hijo. No averiguaba sus cualidades que se detallaban en los informes del colegio. Desconocía sus habilidades con el barro y su destreza con el dibujo. Había ignorado las palabras de su tutora: ―Sería muy recomendable que inscribieran a Toni en una escuela superior de dibujo. Tiene aptitudes. Diría más... su hijo dispone de una 92 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 potencialidad excepcional‖. Pero Nicolás olvidó el elogio de la señora con el primer gol de la temporada que necesitaba como necesita un drogadicto su dosis diaria. La aparente desobediencia de Toni fascinó a Nicolás. Y sintiéndolo como un ser humano libre, pensó ―Tienes capacidad para sentir como te plazca‖. Toni lo leyó en su mirada que llegaba con los ojos del alma que se desembaraza del velo. Padre e hijo se abrazaron fundiéndose en lo que pareció un chispazo de jazmín. Al regresar junto a su esposa, la miró como mira la primavera al jardín. Y le habló con un sentimiento desconocido hasta la fecha. Su voz retumbaba desde las mismas entrañas del hombre que nace nuevo. Dejó que las flores en sus labios desprendieran el aroma de jazmín. —Desechar cualquier situación desagradable. Bucear. Encontrar un punto común en el seno de la unidad familiar, sin olvidar que toda relación se nutre del amor; de la integración de la dignidad de cada miembro. Y en verdad te digo, mujer... que desde hoy, concretamente en este hogar, existe el propósito de permanecer unidos –estaba sorprendido por lo que acababa de expresar. Tuvo que pellizcarse. María lo observaba encontrando la luz que siempre buscó en sus ojos. Nicolás se acostó a su lado. Ella se le acercó despacio al oído para susurrarle: —El mejor legado de un padre a su hijo es un poco de su tiempo cada día. Después, posó sus labios dulcemente en la frente de su esposo y a continuación, hicieron el amor con la misma intensidad que al inicio de su romance en el instituto. De madrugada, Nicolás se levantó para asomarse por la ventana. Apartó las cortinas que había tejido María con alegría en la máquina de coser que le regaló la primera Navidad. 93 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Se deleitó ante el firmamento plagado de estrellas. Unas nubes cruzaron la luna llena de izquierda a derecha, como partiéndola en dos, seccionándola con un escalpelo afilado. Entonces entendió que había una parte oculta que no había permitido que se expresara, y que existía otra parte que debía desprenderse de su ser hasta desaparecer. Porque una vez apartadas las cortinas, igual que el velo de los ojos del alma... habló el cielo: ―No puede eliminarse el viento, pues su misma esencia es el aire, pero pueden construirse molinos para aprovechar su potencia inmensa‖. Podía convertirse en una persona a la que no se puede dejar de amar, simplemente por el hecho de estar ahí, cercano, presente, activo. ―Toni me amará porque yo soy su padre; pero no un padre cualquiera que se impone por la fuerza del apellido. A pesar de mi conducta pasada, hoy, soy libre para actuar, y lo hago con mayor conocimiento que ayer‖. Y cuando las nubes formaron con gracia la silueta del cuerpo de un pájaro inconmensurable, Nicolás se hizo una solemne promesa: ―En esta casa, la unidad familiar será siempre lo primero. No habrá obstáculos que impidan que nos disfrutemos los unos a los otros un buen rato cada día. Me comprometo a no obligar por la fuerza a mi hijo a nada. Me comprometo a no ser un hombre machista. Día tras día he convertido a María en una mujer invisible o, peor aún, en mi empleada. Perdóname...‖. Bajó la mirada hasta el suelo, mordiéndose el labio inferior en señal de arrepentimiento. Ahora pasan largos ratos juntos reunidos los tres en el salón con el televisor apagado. Algunas noches, Nicolás consigue llegar más temprano y cenan con candelas y música clásica mientras conversan animadamente. Y los días que se retrasa a causa de las horas extras, entra directamente al cuarto del hijo para dormirlo con cuentos maravillosos 94 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 mientras la madre se sienta a los pies de la cama rememorando las sensaciones de cuando era niña junto a su padre inmortal. Y serán muchos los domingos que se tirarán los tres al suelo para jugar con pinturas y cartulinas y esculturas de barro, y todo gracias a esa noche singular en que Nicolás supo decir: ―Adelante, te escucho, hijo mío, te escucho con el corazón abierto‖. Su alma se abrió de par en par, y después de aquel fortuito abrazo, pudo captar el olor a jazmín y mirar con ojos nuevos a su abnegada esposa, para hacerle el amor con la pasión que ponía antes al futbol. La magia actuó. Actuó a partir del incidente... el dibujo del niño desencadenó los sentimientos encontrados. Representaba una casa en cuyo interior había un fuego que rodeaban tres figuras con sus respectivos nombres: Nicolás, María, Toni. Fue un impacto. Enmarcó y colgó aquel dibujo en el cabezal de la cama del matrimonio. Encarnaba el símbolo que lo cambió todo en aquella casa. Con el tiempo, repasando el dibujo con lupa, descubrió un televisor arrinconado al que se había estrellado contra la pantalla algún objeto contundente. También había un balón de fútbol deshinchado. Y sobre columnas de tipo romano, cuadros en blanco. Si pudiéramos preguntar directamente a un pájaro de cielo, tranquilamente nos explicaría: ―El alma, jamás es incompetente, y sus milagros, son implacables‖. Cada día después de la muerte de Nicolás, y de la muerte de María, pocos meses después, a causa de tanta pena. Toni recuerda su amor a la vida gracias a las miles de veces que sus miradas se cruzaron silenciosas gritándose mutuamente: te amo. La capacidad de sentir está en proporción directa a la nobleza de los sentimientos. De igual forma, a medida que uno se esfuerza para compartir, crece y se 95 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 ennoblece el ser interior que maniobra para hacernos mejores personas, con garantías de obtener una existencia de calidad humana. Y de felicidad sin fin. 96 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 TODA LA ESPECIE Un hombre entró en una concurrida cafetería a las once de la mañana en la ciudad de Madrid. Depositó su agenda de trabajo encima de la barra de madera, y las llaves de su automóvil. Pidió una infusión de poleo menta al camarero con su mano levantada. Ojeaba el periódico de pie, mientras en la zona donde estaban dispuestas las mesas de forma ordenada, un grupo de mujeres conversaba animadamente. El hombre se bebió la infusión muy despacio, pagó la consumición al camarero, y se marchó tranquilamente justo cuando una de las mujeres se acercó a la barra para dirigirse al camarero. Marina ladeó la cabeza, dejando caer a un lado su larga cabellera castaña que tapaba parcialmente su rostro. Era un rostro hermoso que sin embargo, denotaba un rictus destemplado, igual que un instrumento de música que suena desafinado. Tenía el monedero entre las manos. —¿Cuánto es...? —Uno con veinte. —No, todo, Andrés. Yo pago todo lo que han tomado las muchachas. En el exterior, frente a la puerta del automóvil rojo, el hombre metió la mano en el bolsillo derecho de su pantalón, luego en el izquierdo, y rápidamente volvió sobre sus pasos a la cafetería justo cuando salían por la puerta el grupo de mujeres animadas que lo envolvieron como una ola gigantesca. La más alegre de las mujeres movía un billete de 20 Euros en el aire, y le dijo a Marina, envuelta en risas juguetonas. —¡Tómalo! 97 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Intentando atravesar el grupo para entrar en el bar, con una sonrisa amable y luz en los ojos , el hombre sugirió. —¡Dámelo a mí! Marina ladeó simpáticamente la cabeza y su larga cabellera castaña voló mientras cogía con rapidez el billete que su amiga hacía oscilar en el aire, y se detuvo. El grupo de mujeres siguió hacia adelante sin ella. El hombre también se quedó quieto como una estaca hundida en la tierra seca. Ambos se observaban minuciosamente. —¿Y qué harías con este billete? –preguntó ella. —Guardarlo en recuerdo de este momento –respondió él. —¿Por qué guardarlo? ¿Qué tiene de especial el día de hoy? —Todo... ¿no te das cuenta? ¡Lo llaman presente! Porque el ahora es un regalo. Desde la esquina, rodeando el semáforo antes de cruzar, las mujeres coreaban: ¡Marina! ¡Marina! Nos vamos... Marina miró a sus amigas que cruzaban por el paso de peatones junto a los vehículos inmóviles. A continuación, miró al hombre que la había desconcertado con aquel comentario, dejándola inerte y convulsionada, sin saber exactamente los motivos. Estaba nerviosa. El hombre dejó atrás a Marina. Entró en la cafetería. A los pocos instantes salió de la cafetería con su agenda y las llaves y luz en los ojos. —¿Te llevo a alguna parte? –preguntó con una amabilidad que coronaba con otra sonrisa amable que se hacía brillante y extensa. —¿A dónde me quieres llevar? –indagaba Marina, algo aturdida por la invitación. Estaba excitada. —Ven y lo sabrás. Acompáñame, y te contaré por qué hoy es un día especial. 98 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Al poco, Marina viajaba en un automóvil limpio y cómodo. Durante el trayecto no pensó que fuera a pasarle nada malo. No la intimidaba el hombre, más bien al contrario. La hacía sentir bien. Era educado, bien parecido, alto, iba bien vestido. Llevaba los zapatos relucientes. Conducía respetando las señales de tráfico, ni muy deprisa ni muy despacio. Le transmitía una inesperada confianza. Tal vez esa mezcla de misterio y curiosidad la hicieron decidirse. —Dime cómo eres... ¿cómo sientes?... El hombre formulaba indiscretas preguntas que sonaban increíbles. Marina le hablaba como si lo conociera desde hacía muchísimo tiempo. —Verás, yo procuro vivir a lo largo del día algo que me haga feliz. Procuro ser yo, siempre, sin artificios tontos. Procuro admirar la belleza de la Naturaleza, ser capaz de apreciar los pequeños detalles de la vida –no se sorprendió por la valentía de tanta sinceridad, absorta en el inventario de bienes que la caracterizaba-. Soy feliz con la gente, me gusta conocer gente –no se detuvo en su exposición, parecía haber descubierto una fuente inagotable-. También soy feliz estando sola, caminando, en silencio, con mis pensamientos, respirando profundamente. Cada parte de mí está llena de pasión, de planes, de ganas de vivir, y de risa, y, soy feliz con la felicidad ajena. —Por tal motivo estás aquí. No me he equivocado. Puedo leerte... Marina no dejaba de mirar hacia delante, sin entrar en contacto con el conductor. Las calles conocidas fueron desapareciendo. Se encontraban en las afueras de la ciudad y su curiosidad aumentaba con cada kilómetro. Llegaron a un descampado donde el hombre detuvo el automóvil rojo como la sangre. Entonces, la miró, y con un simpático ademán, la invitó a descender. 99 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Dejaron atrás el automóvil, marchando a campo abierto, y al tiempo que avanzaban, conversaban amigablemente. Pero el hombre cambió el tono hacia Marina. —Envejecer, no es feo... —¿Por qué lo dices? —Es el hacerse mayor de manera incorrecta lo que te hace feo. Puede envejecerse de manera atractiva. La arruga es bella, delata la experiencia de la vida. Marina se quedó mirando al hombre de reojo sin despegar los labios, en guardia. —Contéstame, ¿te gustan los animales?... ¿Has ido al circo? Seguro que has visto a los delfines en parques acuáticos, pero ¿qué opinas de los leones? Marina no respondió. Apenas recordaba el aspecto de los leones. Ni siquiera recordaba si alguna vez fue al circo cuando era una niña. No tenía conciencia de haber estado cerca de un león. Únicamente sabía con certeza que la leona es la que caza. —Los leones del circo despliegan su fuerza mediante su impresionante rugido... en ese momento se sienten ―el rey de la selva‖ ante el público que aplaude. ¿Qué los mantiene haciendo equilibrios sobre un taburete cuando el domador agita el látigo? ¿Por qué no escapan? ¿Por qué después de la exhibición, y hasta justo antes de volver a la carpa para una nueva función, quedan mansamente resignados a su ridículo existir entre barrotes en un diminuto cubículo? Transcurrieron largos segundos hasta completar un minuto y medio en el que no hubo respuesta, pues Marina, mantenía el entrecejo fruncido mirando al suelo mientras avanzaba por el valle junto a un hombre que planteaba reflexiones. Pero, precavida, encendió el piloto de alerta. Empezaba a preguntarse quién era ese desconocido y a dónde la llevaba. Paseaban muy lejos de todo. Nadie estaba cerca. 100 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 —No lo sé. Dímelo tú –Marina intentó mostrarse sosegada. —Si te pregunto por qué el león capaz de devorar al domador de un bocado no escapa, ¿qué me contestas, Marina...? —Nada. Porque yo no sé por qué no escapa. ¿Y tú cómo sabes mi nombre?... —El león no escapa porque está rendido. No escapa, porque nació en cautividad y lo amaestraron desde muy pequeño para que ignorara sus sentidos y solo obedeciera. Siendo una cría, el domador lo premió con el alimento. Encerrado, no pudo aprender a cazar y sobrevivir por sí mismo. Creció con la idea de que no podía saltar sobre el domador que lo premiaba con doble ración si se subía a un taburete en la carpa del circo. Le enseñaron a traicionar su innato ímpetu salvaje. Inventaron una marioneta que desempeña un comportamiento que sería del todo absurdo en su hábitat natural. Vivimos con el engaño de que no se pueden hacer ―ciertas cosas‖, anestesiados, restringiendo nuestra iniciativa. Coartando nuestra libertad. Asumiendo la carencia que no existe. ¡Es mentira! ¡Se puede! Pero el sistema que hemos inventado se empeña en engañarnos, en manipularnos, en contaminarnos un poco cada día. El leoncito aceptó, resignado, su condición y destino porque se conformó en permanecer junto al domador. Y ya no hubo necesidad de amarrarlo con gruesas cadenas temiendo que se fugara. Por eso el león mayor y temible no escapa, a pesar de su fuerza descomunal, porque no confía en su potencia. Piensa que no puede, creyéndose incapaz de imaginar un mundo distinto donde no tenga que vivir sometido. Marina y el hombre se adentraron todavía más en el valle, hasta que a lo lejos, un frondoso árbol de una hermosura indescriptible, poco a poco fue cobrando su 101 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 desmesurado tamaño. Sin que existiera ninguna señal explícita de Stop en aquel ceibo milenario. Todo indicaba que el trayecto había llegado a su fin. Una persona estaba sentada en una de las dos sillas situadas bajo el ceibo milenario, cuyos respaldos se tocaban mirando en direcciones opuestas. El hombre le pidió a Marina que ocupara la silla libre. Marina se quedó de espaldas a la figura. El hombre se puso delante de la otra persona, de manera que Marina, tampoco podía verlo a él, y ya eran dos personas desconocidas que estaban con ella en medio de un lugar perdido. La tensión aumentaba y el latido de su corazón se agitó. Entonces escuchó unas palabras que parecían llegar del eco en las montañas. —El Tribunal Supremo de Nigeria ha ratificado la condena a muerte por lapidación de Amina. Se ha pospuesto la aplicación de la condena durante un par de meses por "permiso de lactancia". Después, la enterrarán hasta el cuello y la matarán a pedradas. Ese día concreto, Marina se había enfurecido hasta dibujar un rictus destemplado en su rostro. Cortaron el suministro de agua mientras se duchaba, y cuando se peinaba, se encontró una cana. Camino de la oficina se topó con la mayoría de los semáforos en rojo, y habían ocupado su plaza de aparcamiento en el garaje del edificio de oficinas. Antes de entrar en el edificio que alberga en la cuarta planta la empresa en la que trabaja, quiso comprar su champú favorito en el supermercado de la esquina pero la fila en la caja era larga y sonaba por los altavoces la canción que la unió a su amado en la pista de baile, recordándole sin piedad, que no había visitado el apartamento para hacerle el amor. Estaba malhumorada, porque además, antes de salir de casa, le fue imposible encontrar sus pendientes preferidos. Sólo le faltó tener que escuchar que una mujer iba a ser asesinada brutalmente. Marina se sobresaltó, levantándose de la silla como una bomba que explota. 102 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 ¡El hombre ya no estaba! Únicamente permanecía la persona sentada en la otra silla. Marina se movió son sigilo, acercándose hasta poder verla mejor. Se trataba de una mujer. Estaba inmóvil. Llevaba un turbante que ocultaba su rostro y una túnica larga hasta los tobillos. Iba descalza. Tenía las uñas de los pies pintadas de rojo, igual que el color del vino tinto. Aquella figura femenina elevó su mano tatuada y, a cámara lenta, se quitó el turbante de la cabeza. La mujer descubrió su rostro, el rostro de Marina, quien escuchó en los labios de la mujer su propia voz que decía ―Y cuando siento que el flujo de alegría disminuye y me detengo, reviso todo, para arrancar de nuevo, con más ganas, con mayor seguridad, con innumerables motivos... Si la felicidad ajena no existe, ¡yo me enfurezco para cambiar las cosas!‖. Esa mañana Marina se había encontrado atrapada en medio del tráfico, y se desesperó y maldijo entre dientes, cuando hay gente que debe adaptarse a los rígidos horarios del transporte público, conformándose con viajar de pie. Empezaba mal ese día de trabajo sin pensar que hay quienes pasan durante años sin poder obtener un puesto laboral estable, y eso, sin embargo, lo ignoró. Estaba descorazonada porque faltó a la cita su amado varón, pero no tuvo en cuenta a todos aquellos que no saben lo que es el amor, y a todas aquellas personas que nunca han sido amadas. Ese día se había levantado con el pie izquierdo, desde que se encontró una cana y repentinamente se sintió vieja y acabada. Todo hubiera sido distinto, de haber pensado en los enfermos de cáncer, sin cabellos, por los efectos de la quimioterapia. Ellos desearían tener su larga cabellera aunque ésta fuera totalmente blanquecina. Entre las delgadas ramas del frondoso ceibo milenario de belleza indescriptible se había enredado un pedazo de cielo. 103 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 — Cuando las cosas nos van mal, es porque algo anda mal en el mundo. Pero de nada sirve enfurecerse si nada vas a hacer a continuación. Tal vez lo que estaba enredado era un pájaro. —Si únicamente te enfureces para descargar tu ira contra los que te rodean, tienes un problema. La cólera te activa la sangre, pero luego, hay que hacer algo positivo con ese caudal de energía. No te conformes con el malestar de un enojo. Cada frase era un golpe seco de fuerte ventisca en la espalda de Marina. —El diálogo interno nos concede gran cantidad de premios. Es la llave del amanecer, y el cerrojo del atardecer, durante el crepúsculo de una plegaria. Marina se arrodilló. Bajó la vista. Reflexionó en voz alta zarandeada por el viento. —Yo tengo fortuna, ¿por qué otras personas no la tienen? ¿Dónde está la igualdad? Dispongo de fuerza, necesito más fuerza... para combinarla con la lucidez, y contagiarla igual que un repetidor de señal. Vivir una experiencia que me haga feliz... que me haga sentirme útil, ¿dónde está el mundo perfecto? Pero si a mí me encanta el desafío, ¿qué estoy haciendo? ¿Por qué me cruzo de brazos? ¿Por qué miro a otro lado? ¿Por qué me conformo? Por qué no digo ¡¡¡basta!!! Si extraviara la fuerza, al menos, me quedaría con mi dignidad, optaría por la nobleza de mis actos. Agradezco la esperanza, que nadie me puede arrebatar, porque puedo ser yo siempre, y todavía puedo asombrarme ante la incógnita del mundo que aguarda como un reto, como una oportunidad, como un congreso que puedo fundar. Al levantar la vista, el hombre estaba frente a Marina con la sonrisa amable que resuena entre la lluvia que daba inicio, con la promesa de encharcarlo todo con sus ojos de luz aguados. 104 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Empuñaba una espada. Era una espada invisible, pero era una espada larga y afilada que brillaba. Una espada mágica, forjada de un hierro vital deslumbrante. El hombre levantó la espada y la dejó caer encima de la cabeza de Marina, hasta el final. Inmediatamente sonrió y desapareció con un chispazo, mientras Marina se dividía en dos y una parte de ella se desplomaba contra el suelo. Esa parte de ella, tendida en el suelo como ropa gastada y sucia, estaba dispuesta para la fogata. El pájaro alzó el vuelo y se metió por una pequeña fisura del cielo. Empezó a llover torrencialmente. Marina no hizo ningún intento de cobijarse bajo el gigantesco ceibo. Observó detenidamente cómo la imagen de la mujer de la túnica se deshacía como si fuera barro, resbalado por la silla hasta confundirse con la tierra mojada. Solo sus enormes ojos negros parpadeaban en el suelo, entre la hierba empapada que comenzó a crecer en el mismo sitio donde una parte de Marina se había desplomado. Las gotas eran cada vez más gruesas, como burbujas enormes. Algunas gotas tenían piernas diminutas. Brazos. Un pequeño rostro que se perfilaba. Y una gota dijo: ―Pensaste que la tristeza sería eterna, pero conociste a esa amiga que te hizo reír‖, y se derramó en el suelo. Otra gota dijo: ―Pensaste que el amor no lo era todo después del terrible desengaño, pero cuando apareció esa persona a quien no puedes dejar de amar, volviste a sorprenderte‖, y se derramó en el suelo. Empezaron a llover colegialas del cielo. Descendían niñas alegres con sus faldas cortas, zapatos de charol y calcetines a rayas hasta las rodillas, susurrando frases desde sus redondas caras con trenzas, mientras el valle se inundaba. Una colegiala dijo: ―Pensaste que nadie podía comprenderte, y te quedaste boquiabierta cuando una persona te leyó el corazón‖. Acto seguido, una gota de agua cristalina tocó la frente de Marina y resbaló por su nariz hasta su boca abierta. Y una 105 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 última colegiala habló así antes de ser engullida ―Así como hubo momentos en que la concepción de la vida cambió de repente, jamás olvides que todavía existen instantes milagrosos en los que es posible realizar un sueño‖. Entonces, la voz del hombre resonó como un trueno ―Nunca dejes de soñar... cada sueño es el principio de una realidad‖. Había tanta agua que el suelo que Marina tenía que flotar como si estuviera en alta mar, pero en vez de peces, miles de colegialas nadaban su alrededor al tiempo que cantaban. Marina cerró los ojos. Los apretó fuertemente y, al abrirlos, sus labios están diciéndole en la cafetería a Andrés: —¿Cuánto es...? Después de cruzar el umbral para salir a las calles de la ciudad, todavía con el sobresalto visible en su rostro, Marina percibe que es otra mujer. Intuye que se trata de una versión más exquisita y refinada de sí misma, una mujer diferente, que se acentúa, concretándose en el devenir. Y Marina camina animadamente sin el rictus del enojo en su rostro, mientras habla a sus amigas con la voz sedosa que seduce como el rojo excita los sentidos. —La vida no siempre es como quisiéramos que sea. A veces, somos traicionadas por personas a quienes nosotras amamos. A veces, somos juzgadas de manera injusta. A veces, nos suceden cosas crueles que consideramos no merecer. La vida trae consigo momentos difíciles; llanto, angustia, sufrimiento, incertidumbre, dolor. Podemos llorar, pero no debemos amargarnos. Podemos sufrir, pero no endurecernos. Podemos vivir íntimamente días sumamente confusos y dolorosos, más no debemos, ni ablandarnos demasiado, ni tampoco hacernos inmunes al dolor de otras personas como abruptos robots. No somos de piedra. Y en modo alguno, somos impotentes, mis amigas. 106 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Las alegres mujeres habían enmudecido ante la repentina elocuencia de Marina. Avanzan a su lado, empujándose entre sí para estar un poco más cerca de su amiga, cuyo hermoso semblante irradiaba una luz multicolor que viene de adentro donde la esencia misma del elixir silba certero entre las paredes del corazón y la razón igual que el viento. —Hace tiempo que no cuestionamos seriamente nuestra potencia. Cada una de nosotras somos leonas, y… una leona es toda la especie. Vamos por el mundo pensando que no somos autónomas, cuando en la selva es la leona la que dispone de habilidad suficiente para atrapar a la presa, y esta falta de confianza en nosotras nos resta movilidad y nos hace aceptar costumbres absurdas. Vivimos pensando que no podemos hacer un montón de cosas, simplemente, porque una vez las intentamos y nada conseguimos. Grabamos en nuestra memoria un determinante ―no puedo‖ y, efectivamente, así nos dejamos vencer, todas, permitiendo que nos domen en la mayoría de ocasiones. Nos imponemos a nosotras mismas mil cien limitaciones. La única manera de saber es después de intentarlo. ¡Una leona es toda la especie! El grupo de mujeres rodeaba el semáforo. Cruzaron por el paso de peatones mientras los conductores de los automóviles les parecieron verlas levitar. Entraron en el lujoso edificio de oficinas. Continuaron por los pasillos de entrada hasta escasos metros del ascensor, repiqueteando con los tacones como si cien afiladas gotas de lluvia chocaran contra el suelo de mármol. —Todo es cuestión de mantener la mente inquieta, la columna vertebral recta, hombros hacia atrás, barbilla levantada, y mirada al frente con el alma sosegada –dijo Marina con un rugido colosal que estremeció las paredes del edificio. Y mientras esperan el ascensor, Marina informa a sus amigas. 107 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 —En vez de la publicidad para la corporación de empresas asociadas, tan pronto entremos en la oficina, utilizaremos todos los medios y nuestras habilidades y recursos para el nuevo cliente preferente para una actitud superior. Vamos a emprender una cruzada en defensa de otro crimen atroz –sentencia con un brío inusitado –Amina lo merece. Ninguna habla. Todas permanecen en silencio hasta la cuarta planta. Y después de entrar y dejar los bolsos en las mesas de trabajo, Marina las reúne en la sala de juntas y les pregunta a sus compañeras, con el entusiasmo en los ojos y la elocuencia de la galaxia. —Hoy es un día fantástico, ¿sabéis por qué? Pero no hay respuesta. Únicamente un mutismo inmenso lleno de respeto hacia la propietaria de la empresa, presidenta y amiga, un ser que ahora encarna la luz inconfundible del horizonte que se acerca. —Hoy es un día fantástico… porque eso es lo único que tenemos en verdad, el hoy… el ahora mismo, ¡a trabajar! Una gota de agua se evapora. Pero una gota que se mezcla con el océano nunca se extravía. Las gotas se hacen mar… y el elixir que se alcanza, emerge, igual que el amanecer extendiendo sus alas. A través de campañas de recogida de firmas, aquel grupo de mujeres revolucionarias consiguieron que las autoridades nigerianas recapacitaran en favor de Amina, y después, también salvaron a Safiya de ser lapidada en Nigeria. Ninguna mujer podía quedar impasible. Ellas pensaron que debía intentarse, y pusieron al frente la convicción que galopó salvajemente. Lograrán salvar a muchas otras víctimas, pues Marina, en cada entrevista, en cada conferencia, en cada artículo de su blog, transmite la fuerza de toda la selva. 108 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Las cosas cambiaron a partir de aquel día especial, sin embargo, aquel día terminó sin que el amante de Marina la llamara por teléfono. No la esperó en su restaurante acostumbrado, a escasos metros del edificio de oficinas. No se presentó en su apartamento al anochecer con flores y una botella de vino y una caja de bombones. Tampoco llegó al día siguiente para hacerle el amor temprano, como había sido su costumbre durante los últimos meses. Pero a Marina no le importó ese desenlace, porque sintonizaba con la frecuencia del pájaro de cielo, a través del aire que enfurece al viento, danzando con dificultad en una ciudad sin apenas árboles y ningún ceibo milenario que pudiera contrastar con tanto ladrillo y hierro y cemento y cristal opaco. Pero donde llueve, y se pueden contar una a una cada gota transparente, se distinguen unas de otras, cada oportunidad vestida de colegiala. Las personas que defienden a los demás, son las personas que más necesitan que se las defienda. Ellas lo saben, que también necesitan ayuda, protección, ser rescatadas, pero están entretenidas atendiendo a los demás. Es el síndrome del elixir del cosmos. El efecto de la vida en la vida noble, plena, digna. 109 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 EN TI Cámaras de televisión de numerosas cadenas nacionales e internacionales, largas pértigas con micrófonos peludos en las puntas, brazos extendidos con grabadoras apuntando en la misma dirección. Multitud de periodistas realizando a voces la misma pregunta al octogenario señor. —¿Cómo se siente?... ¡díganos! ¿Cómo se siente? Nada hace por escapar de los fotógrafos que disparan sus máquinas automáticas dándose empujones y codazos entre sí. La vorágine arrincona al hombrecillo delgado de tamaño reducido, mientras diversos teléfonos móviles sintonizan en directo con las emisoras de radio. Gran cantidad de curiosos se asoman desde las ventanas de los edificios, los balcones y las terrazas, algunos jóvenes subidos a los árboles y a las farolas. Hay personas encima de los techos de sus vehículos. Todos reclaman la explicación del secreto más grande del mundo jamás contado hasta la fecha. —¡Todo está en ti! –dice en medio de la confusión, y el escándalo enmudece al instante, como si alguien hubiera desconectado repentinamente el sonido. —Todo está en ti. Ya está… ¿eso es todo? –exclama un periodista en la primera fila arrodillado. El octogenario señor limita su declaración a las cuatro palabras mencionadas… Todo está en ti. Y luego, una especie de elipsis, pero se renueva el bullicio como si los vatios de potencia se hubieran multiplicado. Al ver que se sume en un mutismo absoluto. El desconcierto es total. Hay una enorme decepción entre los presentes. Siguen apuntándole las cámaras y los micrófonos, cerrando el círculo entorno a él, 110 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 insistiendo, presionando, obligándolo a retroceder hasta que su espalda toca el muro de ladrillo. Todo ese remolino de gente espera las palabras del hombrecillo de aspecto frágil y enfermizo al que los años han extirpado su vigor. Esperan capturar ese gran secreto. Necesitan una explicación. El anciano se pregunta ―¿por qué tanta prisa? ¿Por qué la velocidad de nuestros días? ¿Realmente les interesa lo que yo pueda decirles?...‖. Y al intuir que su testimonio es crucial, recapitula su existir para mayor gloria de todas las personas que lo rodean con suma expectación. —Durante tres veranos, me fui solo a la playa con mi juventud. Visitaba mi lugar predilecto; el acantilado donde brota el peñón ovalado al que se denomina la espalda del indio. Durante tres veranos me acerqué hasta la punta de la roca y, al observar la magnitud del precipicio, de inmediato me retiraba. Yo era consciente que debía saltar, era la única forma de arrancarme del pecho este terror mío a las alturas. Recuerdo haberme dicho la primera vez que lo intenté, rondándome el vértigo ―Si antes de empezar me siento vencido, estoy vencido. Si pienso que me gustaría hacerlo, pero por alguna razón no puedo... está claro que no lo haré. Pero si entiendo que toda acción se inicia con la voluntad de llevarla a cabo...‖. Mi tono era insondable. Sugería una dimensión de hechizo. Sin embargo, no salté. Regresé por donde había venido enojado conmigo. Esta es la verdad, señoras y señores... como un perro con la cola entre las piernas entré en casa y me encerré en mi habitación sin hablar con nadie. Aquella noche no cené. Quiero decirles a ustedes que recuerdo bien lo que me dije en la segunda ocasión que me acerqué a la punta del peñón ovalado al que denominan la espalda del indio ―Si pienso que no me atrevo, nunca saltaré. Si siento que perderé otra vez, aunque 111 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 todavía desconozco el resultado, no conseguiré mi propósito. Pero si logro intuir que toda resolución está en la voluntad continuada...‖. Sin embargo, tampoco salté. Regresé por donde había venido. Cuando al entrar en casa me preguntaron si me bañé, con vergüenza admití que no. No mentí, pero no salté. Y me afligí porque nuevamente postergaba la cita conmigo mismo. También recuerdo lo sucedido durante la siguiente cita en la que me estaba dando un ultimátum. ―Hoy –me dije solemne-, por tercera vez consecutiva estás aquí, rozando en voz alta el filo del precipicio. Me hablo. Contemplo cómo las olas golpean los arrecifes allá abajo. El mar está inquieto, no más que yo. Y me repito con los ojos cerrados, empujando el cuerpo hacia delante... todo depende de esta posición interior que puede derivar en sabio comportamiento –lo señalé con cierto grado de euforia y con determinación seguí-. Ya percibo la agradable sensación de agua fría rodeándome el cuerpo. Pero todavía estoy aquí en lo alto, trenzando mis piernas como si fueran raíces que penetran la tierra, amarrado a la roca en vez de saltar... y volar‖. El octogenario señor se detiene. Un veterano de la comunicación, suelta en voz baja una observación al camarógrafo que filma a su lado. —¿Habéis oído el tono de su manifestación?... ¡Ego que te cagas! El anciano realiza una mirada circular que repliega amorosamente a todas las personas que lo escuchan con atención en los ojos y sus almas separadas del cuerpo. Y los percibe como a sus discípulos, igual que lo fuera él, discípulo de su abuela y de su padre, igual que lo era también de sus propios hijos. Explica... Le había oído decir más de mil treinta y siete veces a mi abuela la frase que presentaba como una ofrenda: ―Muchas carreras se han perdido antes de haberse corrido‖. Tal afirmación era un regalo que yo había sabido atesorar. 112 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 A mi padre, le había oído decir en varias ocasiones en las que establecíamos una comunicación perfecta: ―Todos los cobardes fracasan. Fracasan porque jamás inician el trabajo‖. Esa frase era digna de elogios por su claridad. Rememorando la sabiduría de mis ancestros es que flexioné las rodillas, me impulsé con la puntas de los pies y, ¡salté! Y mientras caía, distinguía una verdad inconmensurable que me era susurrada por diversos tramos de cielo a los que atravesaba en mi caída ―En la batalla de la vida no gana el más fuerte –dijo un pedazo de cielo-, ni el más ágil –dijo otro pedazo de cielo-, ni el más rápido –añadió un tercer pedazo de cielo-. Gana aquel que es consciente, el que sabe lo que necesita y se lanza a por ello –apostilló el último pedazo de cielo que completaba una difusa figura que tenía cuerpo‖. Yo tenía diecinueve años, y toda la vida por delante. El mismo veterano de la comunicación le dice al ayudante que lo acompaña. —¿Nadie le ha enseñado humildad a este tipo? —Debería hablarle a los saltamontes del camino –añadió el camarógrafo, con la intención de ser gracioso. Aquél octogenario señor seguía exponiendo su peculiar odisea. Algunos años más tarde, pude conversar con mis tres hijos, pleno de satisfacción, comprendiendo que aquellos pedazos de cielo componían la figura de un pájaro. ―Piensa en grande. Tus éxitos crecerán. Si piensas en pequeño te quedarás atrás. Nunca crecerás ni avanzarás si no dejas que florezcan tus alas de cielo‖. Helena me sonreía desde la cuna con esa cara de vieja que tienen los niños que no han cumplido un año. 113 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 ―Si sientes que puedes, podrás. Conseguirás hacer cualquier cosa. Averigua qué sabes hacer. Practica la actividad hasta convertirla en un arte. Disfrútala, y serás dichoso como el niño que chapotea en la orilla del mar‖. Ramiro daba sus primeros pasos con dificultad, mientras mantenía mis manos abiertas cerca de su cuerpecito para retenerlo por si se caía. ―Gana quien intuye que es ganador, quien cree en sí mismo y confía en su virtud. Es presa de semejante estado de exaltación que puedes comprobar quién eres en realidad, y puedes averiguar hasta dónde eres capaz de llegar sin desfallecer en el intento‖. Le enjabonaba la cabeza a Gabriel, quien sumergía el camión plástico de bomberos bajo el agua espumosa. Conforme fueron pasando los años, aprendí observando a cada uno de mis tres hijos. Aprendí, que no es recomendable compararse con aquellos logros que alcanzan otras personas. Conviene abordar las actividades que mejor pueda realizar cada uno, centrándose en el potencial personal, para desarrollarlo con elegancia y refinamiento, sin precisar ninguna clase de aprobación externa. Sepan ustedes, señoras y señores, que mis tres hijos, todavía estaban pequeños para comprender. Pero aquello que su alma me transmitía en un código singular con el que ellos todavía no sintonizaban, yo lo retransmitía, y no me callaba. Recuerdo una Navidad que susurraba a sus oídos con voz trémula ―Aquello que se realiza a diario, y que no es otra cosa que la superación constante de uno mismo, ya sea en cultura, deporte o en la ciencia del saber vivir...‖ y luego, confieso que no supe como terminar la frase. Sonreía aguardando a que los tres que me observaban con sus ojos redondos me respondieran. Recuerdo que llevábamos flores al panteón donde vivía su mamá. A veces, le cantábamos juntos. Otras veces, por turnos, leíamos poesías o versos 114 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 manuscritos en pedacitos de papel. En una ocasión nos pusimos a llorar los cuatro cogidos de la mano. —¡Qué bochorno! Este alarido espontáneo se ha escuchado de manera nítida entre la gente que se ha girado a mirar al hombre del sombrero. Lo secunda el conductor de la furgoneta de una cadena de televisión. —El tipo se vanagloria a sí mismo. —¡Todos los demás tienen que aprender de mí!... ¿Eso es lo que está diciendo el viejo? —Pues sí, eso mismo es lo que está diciendo –confirma el conductor de la furgoneta. El ser de aspecto frágil y enfermizo demuestra su vigor en cada una de sus palabras vivas, continuando, a pesar de las voces discordantes que sobresalen, ignorando el negativo murmullo que crece como una ola. En fin... a lo que íbamos, me siento dichoso cuando mi hija ha dicho en lo alto del pódium mientras sostenía el premio: ―Debes saberte vencedor antes de empezar. Y debes competir contigo misma, jamás contra los demás. Aprendí de la obstinada determinación de mi padre. ¡Te amo, papá!‖. Y me siento dichoso cuando mi hijo ha dicho al subirse al pódium para recoger el trofeo: ―No perseguía ser mejor que nadie, sino realizar un descubrimiento digno, y me enfrenté con mi desanimo hasta conseguir vencer mi fingida debilidad. No solamente tenía el tedio como opción de vida. Yo no era un holgazán. Ahí estaba al alcance de mi mano una voluntad firme como la de mi padre. ¡Te amo papá!‖. Y me siento dichoso cuando mi hijo menor ha dicho a los pies del pódium, cogiendo su merecido galardón: ―Me he superado por mi habilidad a encarar los 115 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 disgustos y los impedimentos y todas las incomodidades, sin quejas ni abatimientos y, la verdad, no me siento minusválido. No soy un discapacitado. Puedo hacer cosas que la mayoría de personas del mundo entero no pueden, por ejemplo, sentirme alegre y ser generoso y compasivo con otros, justamente por mi circunstancia‖. —Así que ahora resulta que alguien, es un ―gran‖ alguien... ¿por lo que hacen sus hijos? —¿Y si no tienes hijos?... –pregunta el veterano periodista-. ¡Vete a la mierda, hombre! —Si no tienes hijos no puedes ser nadie según el viejo –concluye un fotógrafo que masca chicle, dejando al descubierto sus dientes amarillos por el exceso de tabaco. Tal vez el octogenario señor se está excediendo en su exposición, sin terminar de centrarse en una idea concreta. Quizás, ninguna de las ideas tiene una profundidad suficiente como para destacar su relevante trascendencia. Pero no trata de imponer ninguna doctrina, aunque algunos se sienten intimidados o amenazados. Se limita a relatar la experiencia de su vida, y lo hace, porque fue preguntado. Sin embargo, para bastantes de los presentes, solo le faltaba la sotana y el púlpito para completar el cuadro. Aquello parecía una homilía. Amable audiencia –prosigue con luz en los ojos el hombrecillo de aspecto arrugado y reducido-. Ahora mis hijos tienen dinero. Pueden adquirir lujosos automóviles, casas majestuosas, incluso una avioneta. Pero fíjense en algo curioso: no pueden comprarse un sueño. El sueño lo llevaban dentro. Lo han hecho realidad sin tener que pagar a nadie. Y si necesitan cualquier otro logro... tendrán que volver a soñar con su alma abierta. Una tupida estantería con libros y títulos y acreditaciones certificadas colgadas de la pared, no son la posesión de la cultura, como los adornos, no son la hermosura, ni la diversión la felicidad. Ellos tienen conocimientos, pero lo más 116 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 importante es que mis tres hijos tienen la certeza de lo que son, porque fueron ―a la caza de su intimidad‖. Se enfrentaron a sí mismos para conquistarse, y a continuación, miraron la vida con gallardía desde lo alto de la cima. Y con todos sus premios, trofeos, galardones, no adquieren joyas ni posesiones. No se perderán en un recreo permanente de ocio y entretenimiento. La fama y el prestigio obtenido lo usarán para ser un ejemplo a seguir para nosotros, principalmente para mí. Ustedes dirán, y con razón, señoras y señores, que yo me estoy aventurando al hablar por ellos, y eso está bien que yo lo haga. ¡De acuerdo! Pero me he atrevido porque... Porque recuerdo que después de plantearse los retos, durante el sacrificio del entrenamiento, ante la dureza de la incertidumbre diaria, algo monstruoso los hacía desistir a cada uno con esa grotesca mano que aplasta las ilusiones. Pero ahí estaba yo para gritarles una y otra vez; la vida no consiste en hacer siempre lo que quieras. ¡La vida consiste en amar todo lo que haces! ¿Resultado? Al día siguiente reanudaban la lucha con renovada energía, hasta someter al maligno monstruo al que habían amputado no solo las manos, sino también la cola y la cabeza. Desde atrás de la multitud que envolvía al hombre octogenario hasta los pies del edificio de ladrillo, surge una voz tersa. —Sí, padre, la dicha nace de poner el corazón en el trabajo. La gente se aparta para que su hija Helena pueda circular libremente hasta el anciano al que abraza con lágrimas en los ojos. —Lo entendí al despuntar el alba –Helena seca sus ojos húmedos- después de aquella conversación en la que me hiciste llorar, ¿recuerdas?... –mira a su padre con devoción e inmensa admiración-. Tus palabras consiguieron que terminara de realizar el trabajo que yo misma me impuse con todo mi entusiasmo. Y continué así un día sí, y el otro también... hasta hoy. 117 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Ramiro se coloca junto a Helena y el octogenario señor. —Y durante un crepúsculo inolvidable, también yo reconocí el valor de tus enseñanzas. Cierto es que la dicha no tiene recetas, no tiene más que el empeño. Y mi empeño fue superarme. Con dificultad, y mucho sacrificio, lo estaba consiguiendo –mira a su padre con afecto y un hondo respeto-. Y haz memoria, te dije en el aeropuerto que una vez finalizadas las Olimpiadas te enorgullecerías de mí. ¡Aquí estoy, padre, coronado como el mejor del planeta! —Y recuerdo que ya en ese instante me sentía orgulloso de ti, hijo, antes de que te subieras al avión, independientemente de si volvías con o sin el trofeo. No me importaba lo que sucediera en la competición. Te lo dije con aquel fabuloso abrazo de diez minutos ¿recuerdas? —Claro que lo recuerdo… ¡me llevé toda esa energía conmigo! Se escucha la voz de la señora situada entre el camarógrafo y el conductor de la furgoneta. —Con ambos testigos de excepción, obvio resultado de la filosofía de vida del padre, ya no se trata de un panfleto a modo de tesis perjudicial –mira al hombre del sombrero –se trata de una premisa adecuada que rinde beneficios para una existencia elevada de los miembros de su familia, y del país al que representan. ¡¡Schuuuut!! Ya cállense ustedes. La rueda de prensa se alarga. Hay cansancio entre los profesionales de los medios de comunicación, sin embargo, ni siquiera los curiosos se han marchado a sus casas. Se han acostumbrado al tono y la sinceridad singular del anciano que sigue compartiendo su testimonio frente al numeroso grupo de personas que está aumentando. —Y se lo digo a ustedes, me sentía orgulloso, y no menos orgulloso que hoy, aunque mi hijo sea ahora el campeón del mundo. Y quiero que sepan, señores y señoras... ¡jamás lo había mencionado antes! 118 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Y no es hasta ahora mismo que quiero decirlo, repetirlas... El anciano, prosigue con un nudo en la garganta. —Repetir, cada una de las palabras que rugieron en los labios de mi otro hijo cuando supo que nunca más volvería a caminar: ―Papá... no te aflijas. Ha sido culpa mía‖. De pronto, la gente comienza a mirar a la derecha y a moverse con cuidado, dejando espacio suficiente para que avance por entre la multitud la silla de ruedas. —El accidente lo he provocado yo. Ha sido por mi inconsciencia. Sólo yo debo asumir mi desgracia y, ¿sabes una cosa? ¡Fantástica! Un pájaro de cielo me ha susurrado – vocea Gabriel. Ramiro y Helena sonríen y se alegran por la sorpresiva presencia de su hermano. El anciano observa con ternura como se acerca. —Inmediatamente recordé mi caída al precipicio –dice el anciano, poniéndole cariñosamente su mano en el hombro-, también a mí me dijo cosas, aunque necesité varios años para componer los pedazos de cielo que había percibido por tramos, durante la caída, hasta conseguir visualizar la imagen del gran pájaro entero. —Estoy convencido que siempre estuvo ahí –dice Gabriel mirando a su padre, mientras coloca su mano encima de la de él -. Anidaba en mí. Pero le había amordazado el pico, distraído con demasiadas trivialidades que aplazaban mi diálogo interno. —De no ser por la tragedia, tal vez nunca lo hubieras conocido –señala el padre que a sus años, todavía vive cabalgando su alma intrépida. —Tuvo que suceder para que oyera, nota a nota, la ingeniosa sinfonía. Como no podía moverme ni escapar –Gabriel lleva sus manos a los hierros de la silla que agarra furiosamente, haciéndola tambalear –me obligué a reflexionar a todas horas y sin cesar, hasta caer en la cuenta de que podía liberar mi verdadera naturaleza. 119 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 —Le pregunté –explica el anciano a la atenta audiencia-. ¿Cómo fue que sucedió, hijo? –y vuelve a mirar con ternura a su hijo Gabriel. —Lo vi extender sus inmensas alas transparentes frente a mí. Me envolvía en un abrazo que todavía no sé bien cómo fue que le correspondí –Gabriel repite los gestos con el mismo énfasis que en aquel entonces-. Supongo que fue una respuesta fraternal… Lo apreté tanto contra mi pecho que al abrir los brazos ya no estaba... bueno, sí estaba... ¡dentro de mí! Moviendo graciosamente su cabeza, su cuerpo, la cola. Diciéndome, desde adentro, que la dicha no es una posada al final del camino... Nunca podrás llegar andando a la posada ¡gorgotea sin parar! Gabriel le habla directamente al padre, como si estuvieran solos en una habitación iluminada únicamente por una chimenea encendida con el fuego azul. —Pero sabes una cosa, padre, tal como me comportaba antes del accidente, yo nunca hubiera conseguido alcanzar la posada. Siempre se hubiera alejado de mí. La posada se hubiera mudado de un lugar a otro constantemente. Jamás me quedaba satisfecho. Yo siempre quería más, una posada tras otra. Pero lo entendí. Tuve mi oportunidad, padre... después del accidente, estuve recapacitando acerca de la forma de avanzar y crecer en la vida hasta que lo entendí. La dicha es la consecuencia de la actitud que mantienes durante el trayecto. No es la promesa de una posada, ni la consecución de la misma posada situada al final del trayecto. Tal como sientes, eso eres a cada instante del camino. ¿Cuál es el secreto de la felicidad? ¡Empezar por pensar que ya eres feliz! Nunca faltan motivos, si estás lúcido, y eres honesto, ¿cierto, padre? Retoma la palabra el anciano, reincorporando a todas las personas que pasan por las inmediaciones del edificio con la pared de ladrillos. Los invitaba a compartir la conversación con Helena, Ramiro y Gabriel con un simpático ademán que destilaba amabilidad. 120 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 —Quien iba a decirme a mí que la vida todavía me enseñaría cosas grandes... En materia de amor, demasiado es todavía muy poco. El apego a las cosas... que absurda tontería exclusiva para lerdos. Los hijos abrazan al padre que los corresponde con profusión, besando por último la frente a su hijo minusválido, para concluir así. —¡Ay, si supieran ustedes cómo amo a mis hijos! Tan imposible como avivar las llamas con nieve es apagar la lumbre de este amor mío por los tres, señoras y señores. Y ustedes, todavía me preguntan hasta arrinconarme contra la pared de este edificio… cómo me siento… Así es cómo me siento. Dichoso. ¡Tres veces dichoso! Dichoso por haberme atrevido a saltar por el acantilado, dichoso por haber sabido educar a tres personas maravillosas, dichoso porque los tres han conseguido armonizar sus inquietudes con la manera de existir en su época. Son un referente para su generación. No puedo sentirme de otra forma. ¡Alégrense por mí! Los periodistas que lo escucharon entre empujones y comentarios mordaces, unificaron la noticia y la redactaron así: ―El padre de las tres celebridades sufría vértigo en su juventud. Averiguó a sus diecinueve años que cuanto necesitaba estaba en su interior. Estimuló a sus hijos a pensar en grande, a comprobar que podían hacer cosas y ganar, siempre que confiaran en su virtud. Mencionó que sus tres hijos tenían un sueño, un sueño que cada uno ha hecho realidad. Y su hija, la brillante Helena, al poner el corazón en su trabajo diario, se supo vencedora antes del premio; y su hijo, el incombustible Ramiro, desarrolló una voluntad firme para obtener el anhelado trofeo, algo que consiguió a fuerza de empeñarse por superarse; y su hijo menor, el admirable Gabriel, afirma no ser un minusválido. Dijo sentirse feliz, al tiempo que se movía con gran 121 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 agilidad entre el público ajeno a la silla de ruedas. El mayor sueño de este anciano es que sus tres hijos sean un ejemplo a seguir por la sociedad más joven del país‖. Pero este reducido texto quedó encajonado entre varias noticias en la única página que no tenía fotografías, en la parte final de los periódicos, y apenas hubo un comentario en los telediarios que enseguida dieron paso a la publicidad de productos para el consumo masivo. Al día siguiente se publicaron más periódicos con otras noticias. La historia de este anciano de aspecto frágil y enfermizo, ¿quién sabe si pasó desapercibida?... ¡Para mí no! Quizás fuera porque yo estaba allí cuando habló, y conseguí abrazar mi alma y pegármela al cuerpo. Aunque... probablemente, esto no sea más que una intuición mía. Una percepción que visualizo en colores llamativos. O un sueño al que doy vida. Seguramente, el viento es el único que sabe la verdad. Días más tarde, se produjo un debate en una emisora de radio local de un municipio pequeño que había transmitido en directo el testimonio completo del anciano. Las palabras que compusieron el mensaje suscitaron llamadas. Hubo diversas preguntas por parte de los oyentes, pero sobre todo había una en relación al hijo que, justamente, por su condición de inválido, logró conversar con un pájaro de cielo. El director de la emisora organizó un debate en directo para el siguiente domingo al mediodía. La mayoría de vecinos del lugar coincidían en hacerse la misma pregunta; amas de casa, el dentista y los carpinteros, las enfermeras del dispensario, los auditores y los mecánicos, los maestros, los arquitectos, los funcionarios del ayuntamiento, para todos, el tema central del programa era dar respuesta a la pregunta que a lo largo de la semana se habían repetido todos sin cesar: ¿quién es el pájaro de cielo? 122 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Después de horas de conversación abierta, en la que intervinieron el director de la emisora, situado junto al alcalde, que también participó en la mesa redonda al lado de un filósofo y un siquiatra, se escucharon las voces del jefe de policía, de un astronauta retirado, del notario del pueblo, la dueña de la pastelería de la plaza central, una mujer de avanzada edad que ese día cumplía ciento tres años. La moderadora del debate, una joven estudiante de comunicación social, terminó exhausta. Resumió las conclusiones finales, que fueron éstas: ―Señoras y señores, distinguido público, para cualquier persona adulta, el pájaro de cielo es un misterio. Para el niño, el pájaro de cielo es otro niño con alas. Para el loco, el pájaro de cielo no es otra cosa que él mismo‖. ¡Tachaaannn!... 123 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 EL PRÍNCIPE SOÑADOR Extrajo con cuidado el pastel de chocolate del interior del frigorífico. Se metió las manos en los bolsillos, y de cada bolsillo, sacó una cajita redonda que puso en el centro del pastel helado, formando la figura de un ocho, igual que dos volcanes unidos. Colocó muchas velas alrededor. Mientras las encendía, una a una, como si fueran antorchas silvestres en medio de la jungla, le temblaba el pulso. Cerró los ojos. Recordó lo que le había dicho su hermano mayor cuando lo arrinconó en el balcón en mitad de aquella noche sin luna, a la intemperie. Sentía el tacto de sus dedos en la frente, su mano, retirándole los cabellos de los ojos, para despejarle la mente. ―Roca de fuerza infinita, donde las olas golpean insaciables movidas por la inmensidad de un mar revuelto. Tú en tu grandeza resistes los golpes, pues sabes que el mar es duro y peligroso cuando se enfada, pero cuando se calma, te muestra su esplendor y su dignidad. Tú lo amas porque forma parte de ti mismo y sabes que sin él, no existirías. Y yo me pregunto: ¿por qué te ha tocado ser roca?... o es que tú lo eres todo, mar y roca al mismo tiempo. Inmenso mar, mundo con vida propia y desconocida. ¡Así eres tú!‖. Se conocieron cuando le introdujo por primera vez el chupete en su pequeña boca. A partir de entonces, observó a su hermano menor en la cuna. Le parecía un héroe de leyenda, un rey de tierras lejanas y extrañas, un príncipe sediento de verdad, un aventurero comprometido con la vida. Apreciaba lo que ni su padre ni su madre distinguían. Estimaba lo que nadie imaginaba. Valoraba lo que nadie suponía, excepto aquella mirada aguda y sensible y 124 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 curiosa, fraternalmente afilada del hermano mayor que con el paso del tiempo, vio crecer a un ser peculiar rodeado de incomprensión. Lo describía como un ciudadano misterioso que se oculta, un ser poderoso que merecía una oportunidad. Alguien que estaba destinado a florecer, para bañar el mundo con su aroma. Por esa razón no censuró su marcha, cuando los demás se llevaron las manos a la cabeza, con lágrimas en los ojos. Él, levantó su pulgar en el aire a modo de bendición. La marcha estaba escrita en su trayectoria vital, de lo contrario, amenazaba con desvanecerse lentamente hasta desaparecer, igual como lo hace el humo. Y dejó atrás España cruzando el océano Atlántico en tres ocasiones. La primera vez para encontrarse a sí mismo, consciente de que una etapa de su vida había concluido. En su interior, había luz; una luz luminosa. Intuía que no toda su vida permanecía acabada. Luego viajó para descubrir que todo cuanto es cierto para la voluntad, también lo es para el pensamiento y el corazón, y en tanto más consciente sea la voluntad, más crítico y creativo será el pensamiento, y más sensible y generoso será el sentimiento. Se le ensanchó el alma. Florecía, en la medida que era cada vez más activa y manifiesta. La tercera vez que viajó lo hizo porque en ese idílico paraje jugaba, y mientras jugaba, podía ver la vida como un juego y gozar mientras jugaba. Consiguió centrarse, y luego olvidar todo pensamiento y sentir, desde las mismas entrañas, que era la pelota, el bate, la canasta... sentir que era el mismo juego... Y jugó para ganarse, nunca para vencer a otra persona. Empezó a formar parte de todo. Y cuando se forma parte de TODO, se halla el propio lugar en el terreno de juego, la posición correcta en el campo de la vida, la significación oportuna en el mundo. A partir de entonces no creyó en la maldad. Creía en la torpeza de algunas personas. Torpeza para descifrar el milagro de la vida, torpeza para descubrir los 125 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 propios dones, torpeza para desplegar su hondo sentir, torpeza para influir en los demás de manera favorable, torpeza para construir un mundo mejor. Torpeza. Nada más torpeza. Y ahí está él como siempre quiso estar, cercano a la verdad y a la belleza, junto a la Naturaleza, en libertad, ajeno al ser pragmático que fue. Absolutamente convencido que el alma existe allí donde nace el viento, y que es en el alma donde se revelan los pájaros de cielo. ¡Existe como espíritu! Averiguó que la mente puede imaginar... pero solamente cree lo que ve. En cambio el alma, sabe lo que no ve. Sabe incluso lo que todavía no ha sucedido. En un sueño de pocos segundos, puede vivirse durante horas, semanas, años. Se puede avanzar o retroceder en el tiempo. Podemos encontrarnos con nosotros mismos a otras edades, incluso ver nuestro nacimiento o nuestro funeral o nadar junto a las ballenas en el Ártico. Las paredes ceden al tocarlas. Las escaleras se vuelven de arena. Los animales hablan perfectamente nuestro idioma. Y los seres humanos, pueden convertirse en paraísos anticipados. Y si somos capaces de que el sueño habite en la mente y en el corazón al mismo tiempo, la deliciosa imagen que elijamos, puede concebirse tal y como proclama el viento: ―Imposible a través de otras personas. No valen intermediarios. Solo uno, por sí mismo, puede vivir el propio sueño y realizarlo‖. Soñó en voz alta. Y comprendió que soñar es la mayor expresión de libertad. Y que esta clase de libertad posible, supera toda ley del hombre, sobrevuela cualquier frontera unificando los idiomas, mostrando que la vida guarda una peculiar melodía universal e intemporal, más allá de las religiones y las naciones. Con agrado vivía soñando de igual modo a como el pintor dispone las masas de colores y las figuras que van a componer su cuadro. Pero soñaba con orden, igual que 126 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 ordena el músico las notas, los ritmos, los acordes de su pieza musical. Soñaba sumergiéndose en los abismos de la vida para rescatar sus tesoros. Quería descifrar todos los misterios. Hasta que un día se planteó si podría soñar en cualquier lugar. Se sentaba en la mecedora con una taza de té, descalzo y sin afeitar. Su mirada profunda se metía en el cielo para escudriñarlo como una gigantesca lupa. Las puntas de sus pestañas eran como largos taladros con tentáculos en las puntas. Vivía aguardando una respuesta. Deseaba verla acercarse con sus alas abiertas. Y pensó ―No hay que pedirle a una estrella que llore, pues su misión es iluminar la noche. No hay que pedirle al viento que no suspire con su voz, pues si no lo hiciera, dejaría de ser viento. Y no puede pedírsele a un espíritu inquieto que se calme. Hay que permitirle que siga explorando el mundo‖. Se hablaba a sí mismo. Otro día que caminaba despacio bordeando la orilla del río pensó ―Sabes, me gustará respetar tus actos, fruto de tu genuino modo de proceder, y me gustará que tus opiniones me ayuden a razonar, también con tus ideas. Voy a ofrecerte mi intimidad, como el mejor mensaje de unidad‖. Le hablaba a la vida. Y otro día señaló ―Quien tiene iniciativa, cuando logra mirar con la luz brillante del alma ve más allá. Y cuando consigue vivir en el amor, intuye lo más profundo del mundo‖. Y después de una tormenta que parecía que arrasaría con todo, así clausuró el diálogo frente al arco iris ―Aquí o allá, dotar a la implacable jornada, de veinticuatro horas dignas de su transcurso. La existencia humana es aquello que sucede mientras haces un plan tras otro, sin llevar a cabo ninguno, entretenido con las distracciones‖. Pero se turbó repentinamente como cristal que se quiebra de una pedrada certera, y brincó de la mecedora para preguntarse: ¿cuál es el sentido de la vida?... Inmediatamente se respondió: ¡encontrarlo! Hallar significado. Dotar al existir de un contenido útil, de un trayecto adecuado, de una finalidad satisfactoria. Porque la 127 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 vida es en verdad oscuridad, salvo cuando existe un anhelo. Y todo anhelo es vano, salvo cuando existe amor. Él se amaba... Amaba. Y estaba dispuesto a trabajar. ¡Tenía que hacer algo concreto con aquel tesoro! Definitivamente se convenció, porque decir que la vida es insulsa, es negarle la posibilidad de llenarla de motivos honorables. Saboreaba la fuerza de la inteligencia invisible que habita en el viento. ¿Qué misterioso vínculo hay entre el alma y el viento... Mar... Roca... ¡Y descubrió que también es el viento! Lo descubrió porque marchó obstinado a través de la jungla espesa de sí mismo, enfrentándose al espíritu inquieto que suplicaba por conocer los secretos del mundo y la vida hasta que se topó con su propia intimidad y su naturaleza brotó de sus mismas entrañas. Más ahora que ha descubierto que también es el viento que apaga el sufrimiento y aviva las hogueras, deja que la vida le sobreviva en vez de intentar organizarla atrapándola en una agenda. No impone condicionamientos ni exigencias. No prohíbe ni rechaza. Ya no necesita el control de las situaciones. Nada quiere dominar y, por consiguiente, a nadie intenta convencer o manipular, retener u obligar. No juzga al otro. Lo observa, porque cada persona es ―su‖ espejo. Se conoce la influencia del viento, afrontándolo como un amigo, pero él luchó contra el viento como si fuera su peor enemigo. Nunca quiso ser de esa clase de personas que cambian de parecer según sopla el viento, de esas personas que carecen de vida propia cuando no sopla y reaccionan en función de la presión externa impuesta por los acontecimientos. Y fue categórico, rebelándose, consiguiendo ser radical y jamás una veleta, pero nunca la auténtica expresión de su esencia. Se comportó de manera dogmática en vez de ser uno con el viento. Hasta que comprendió que él, también es el viento, y que es absurdo seguir luchando contra uno mismo. 128 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Se había exiliado, detenido, excluido del mundo, hasta aprender a fluir como balada de viento. Quería participar como un poema de brisa fresca, en vez de empujar con rabia en sentido contrario, como antes había sucedido ante la no aceptación de su naturaleza. Iba a avanzar con otro ritmo, desde otra óptica, con su nueva perspectiva de vida, y como un cometa que se eleva alcanzando otra dimensión, decidió regresar. Entendió que los pájaros componen la fusión con el cielo. En este preciso instante, se abrazó por dentro, ¡el hombre hecho cielo! Con prudencia y respeto ante el desafío, vuelve para gozar de plenitud allí donde está situado su hogar, allí donde reside su familia, y esto es lo primero que va a exponerle a su hermano mayor: ―Estoy aquí para favorecer la oportunidad del encuentro espiritual, lejos de lo superficial, de lo frívolo, de lo banal, y próximo a la comunión de las almas. Quiero amar, todavía más, mucho mejor que antes‖. Y tras descender por la escalera metálica del avión, ha dicho al poner el primer pie en el suelo español ―Si yo he faltado a alguien... tengo el valor para disculparme, y, si fueran otras personas las que me faltaron a mí, dispongo de amor suficiente para perdonar‖. Se ha pasado la mano por la frente para retirarse los cabellos. Y ha susurrado mientras recorre los pasillos hasta el punto donde se recogen las maletas ―Solamente los necios buscan la felicidad. Los demás la encontramos en la vida; en cada momento, en cada detalle, en cualquier lugar. Todo es una oportunidad para aprender, para enriquecerse, para ser‖. Y tomando sus pesadas maletas llenas de experiencias, se ha dirigido a la salida con una amplia sonrisa en los ojos, seguro, convencido, satisfecho, flotando por el aeropuerto del Prat de Llobregat. 129 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Y justo antes de que se abran las puertas para salir a la zona de tránsito donde aguardan las bienvenidas y los abrazos, la alegría y los besos, se dice conscientemente ―Voy a cumplir cincuenta años... tengo una vida plena de significado porque tengo un propósito. ¡Soy un despertador de almas! La vida es bella cuando empiezas a buscarle las imperfecciones, generosa cuando consigues mejorarla, eterna cuando compruebas que la vida digna se clona a sí misma dejando huella en la raza humana‖. Días más tarde, en Castelldefels, estaban reunidos en el gran salón el abuelo y la abuela con sus dos nietos, y su hijo, el primogénito. Los niños preguntan. —¿Cuándo vais a terminar el cuento?... Los abuelos suelen encontrar tiempo para contar historias maravillosas a sus nietos. Entre todas las historias, hay una de muy especial. Es la preferida porque nunca llegaban al final. Tanto la niña como el niño se habían ido impacientando con los años. Y hoy, consideran que son mayores para conocer el desenlace. —¿Cuál fue el mensaje que concibió aquella forma zigzagueante de múltiples destellos? –pregunta Milagros dibujando en su imaginación las complicadas contorsiones de los colores que componían la extravagante forma, cuando las rocas dieron piruetas en el aire y las plantas silvestres hicieron coro alrededor del príncipe. —¿Por qué avanzó a través de la jungla espesa seguro de encontrar un tesoro en aquel lugar que no figuraba en los mapas? –preguntó Amador sin haber entendido nunca el motivo que impulsó al príncipe a someterse a la dureza de jornadas agotadoras en las que sus piernas le rogaban que se detuviera, y su cuerpo entero, lloraba de dolor. Se produce un silencio tan grande como el cráter de un volcán. Sólo se escucha el crepitar del fuego en la chimenea que se aviva. 130 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 Interviene el padre de Milagros y Amador. —Aquella luz esclarecedora que brotó del pecho del príncipe, con la sinfonía de una orquesta maravillosa, que zigzagueaba… era un diálogo interno. Por eso los múltiples destellos explicaban que debía llegar hasta el final satisfecho por la oportunidad, asumiendo el riesgo del reto, creciendo ante la adversidad sin desfallecer. —Pero... –ambos hermanos cuestionan a su padre-. ¿Por qué tenía que seguir adelante si era peligroso y no tenía ni ropa de abrigo ni alimentos que comer? —El príncipe se había atrevido a soñar. Nunca modificó su visión. No se excusaba, quería ser honesto consigo mismo. No rectificaba, a pesar del rechazo general. Pudo asegurar haber tenido una alucinación, y ser aceptado en el grupo que deseaba mantenerse en la zona tranquila, cómodos en su prisión, pero de haberlo hecho… eso hubiera evitado que el príncipe afrontara su dilema personal. Defendió su necesidad. Asumió la verdad sin excusas. No despreció aquel desafío que se vestía de calamidad, y, así, durante el trayecto incierto y desmoralizador, a lo largo de ese viaje, se le descubrieron las incógnitas más recónditas del mundo y de la vida. Es por eso que lo aguardaba, seguro, el fabuloso tesoro. Era el premio. Milagros y Amador atienden las palabras con suma devoción. —El príncipe entendió que si se depositan las piedras en el lugar mágico, un pájaro extenderá sus alas hasta hacer coincidir las puntas entre ambos horizontes, y ocurrirá un hecho sorprendente.... extraordinario… maravilloso. Amador y Milagros saltan de alegría. Se abrazan completamente emocionados y caen los dos en la gruesa alfombra envueltos en carcajadas. Ambos se miran cómplices de su curiosidad, dispuestos a gritar hasta quedarse afónicos. —¿Qué?... –pregunta Amador-. ¿Qué es eso tan sorprendente y maravilloso que tiene que pasar? 131 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 —¿Cuál es ese extraordinario suceso? –añade quisquillosamente Milagros. Responde el abuelo, al tiempo que deja con parsimonia la taza de café vacía encima de la mesa. —Uno de los posibles finales, cuenta que vosotros aceptáis las dos últimas piedras, las dos más bellas, pero no os las quedáis. Vosotros sabéis que existe ese lugar mágico... ¿os acordáis del riachuelo en forma de palma de mano abierta que brota en medio del claro del bosque? La abuela se sienta en la punta del sofá para acercarse a sus nietos que están tendidos en la alfombra. —Si conmovidos hasta la médula –mira fijamente a Amador-, sonriendo desde el centro de vuestro corazón –mira fijamente a Milagros-, los dos, a la vez –el entusiasmo surca por las ranuras de su rostro arrugado mientras acentúa el tono realizando un gesto con sus puños cerrados-, apretáis fuertemente las piedras en vuestras manos con los ojos cerrados… En ese instante mágico, como una ráfaga de aire fresco irrumpe en el salón el tío de Milagros y Amador que estaba en la cocina adornando con velas el pastel de chocolate, en cuyo centro están dos pequeñas cajitas cuidadosamente depositadas. Guiña el ojo a su hermano mayor, quien levanta su pulgar en el aire mientras viaja por un instante a su tierna infancia para observarlo cariñosamente como el Ave Fénix en la cuna. —¡El viento sabe la verdad! –dice a sus dos sobrinos el príncipe soñador-. Sabe que soltando las dos piedras preciosas en el riachuelo del claro del bosque, allí donde descansa el nido de todos los pájaros de cielo, se abrirán las compuertas de un mundo asombroso que funde el horizonte de lo fantástico con el horizonte de la realidad, convirtiendo en verdad inmediata el anhelo de las almas –deja el pastel encima de la 132 Plataforma ciudadanocosmico.com PIEDRAS PRECIOSAS – Trilogía de Ol Sasha 2014 mesa-. Si los sueños confeccionados desde la fortaleza del espíritu dibujan acontecimientos que guardan paz y bien, –sonríe desde lo más hondo de sí mismo-, proyectos, ideales, aspiraciones, esperanzas, la vida fabulosa sobrevendrá. Se cumplirán milagrosamente los planes cuando las piedras lleguen al mar abierto del alma universal. La niña y el niño se apresuran en abrir cada uno su cajita y, dentro de cada cajita, encuentran ¡una piedra preciosa! 133 Plataforma ciudadanocosmico.com