Contenidos programáticos audiovisuales

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SPHERA PUBLICA
REVISTA DE CIENCIAS SOCIALES Y DE LA COMUNICACIÓN
AÑO 2008. NÚM ERO 8. M U RCIA. P U B LIC ACIÓN AN UAL
MEDIOS RESPONSABLES: PANORAMA
INTERNACIONAL DE CONTENIDOS
PROGRAMÁTICOS PARA MENORES
Xavier Bonal
Mª del Mar Rodríguez Rosell
Beatriz Correyero Ruiz
Victoria Tur Viñes
Macarena Lozano Oyola
Luis Benjamín Romero Landa
José A. Ruiz San Román
Marta Salguero Montero
Patricia Ávila Muñoz
Enrique Martínez-Salanova Sánchez
Mercedes Muñoz Saldaña
Borja Mora-Figueroa
Ana María Martín López
Guadalupe Aguado Guadalupe
Mar Grandío Pérez
María del Carmen García Galera
Ana Galera Villaescusa
Nati Ramajo
Mónica Faro Echaniz
SPHERA PUBLICA
Edita:
Servicio de Publicaciones de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM).
Dirección: Joaquín Guerrero Muñoz - [email protected]
Subdirección: Rocío Zamora Medina - [email protected]
Secretarías: María del Mar Rodríguez Rosell - [email protected]
José Carlos Losada Díaz - [email protected]
Coordinadores del presente número:
Mª del Mar Rodríguez Rosell y Beatriz Correyero Ruiz.
Consejo de Redacción de la UCAM: Mª Socorro Arroyo, Eva Bocco, Beatriz Correyero,
Joaquín Guerrero, Salvador Hernández, José Carlos Losada, Mar Rodríguez, Marta Roel,
Josefina Sánchez, Isabel Sarabia, Rocío Zamora, Leonarda García.
Comité Científico Internacional: Antonio Montoro Fraguas (Universidad Católica San
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(Universitá Sacro Cuore-Milano), Jorge Fornet (Casa de las Américas, La Habana), Alejandro Piscitelli (Universidad de Buenos Aires), Ana Goutman Bender (Universidad Nacional
Autónoma de México), Jerome Aumente (Rutgers University), Stefan Amsterdamski (Institute of Philosophy and Sociology at the Polish Academy of Sciences), Mike Fearsthone
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SPHERA PUBLICA es una revista interdisciplinar que pretende contribuir a la investigación y difusión de temas de teoría comunicacional y social.
Toda correspondencia debe dirigirse a:
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SPHERA PUBLICA
Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Universidad Católica San Antonio de Murcia
Campus del Monasterio de los Jerónimos
Av. de Los Jerónimos, s/n.
Guadalupe - 30107 Murcia
Edición realizada para la Universidad Católica San Antonio
por QUADERNA EDITORIAL. Telf. 968 343 050 - [email protected]
ISSN: 1180-9210
Dep. Legal: MU-374-2000
SPHERA PUBLICA no se responsabiliza de la opinión de sus colaboradores.
Sumario
Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
7
Xavier Bonal
Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
9
Dra. Mª del Mar Rodríguez Rosell
Dra. Beatriz Correyero Ruiz
Artículos
Los observatorios como agentes mediadores en la responsabilidad
social de los medios de comunicación: panorama internacional . . . . . . . . . . . .
15
Dra. Mª del Mar Rodríguez Rosell
Dra. Beatriz Correyero Ruiz
Contenidos programáticos audiovisuales:
Experiencias internacionales en regulación
............................................
41
Tres años de Código de Autorregulación de Contenidos
Televisivos e Infancia en España (2004-2007) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
65
Dra. Victoria Tur Viñes
Dra. Macarena Lozano Oyola
Luis Benjamín Romero Landa
Dr. José A. Ruiz San Román
Marta Salguero Montero
Importancia de la mediación de los padres ante la exposición
de sus hijos a los medios masivos de comunicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
83
Patricia Ávila Muñoz
Sociedad responsable, medios responsables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
Dr. Enrique Martínez-Salanova Sánchez
La apuesta por la corresponsabilidad en la efectiva protección
de los menores frente a los contenidos audiovisuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
Dra. Mercedes Muñoz Saldaña
Dr. Borja Mora-Figueroa
Fotografía de niños: evolución y algunas propuestas
a lo largo de su historia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
Dra. Ana María Martín López
Licensing en la programación infantil: un negocio internacional
al margen de la regulación de contenidos publicitarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
Dra. Guadalupe Aguado Guadalupe
Series para ¿menores? La realidad que transmite la ficción.
Análisis de “Los Simpsons” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
Dra. Mar Grandío Pérez
La televisión en Internet. La infancia y los riesgos
asociados a la convergencia mediática europea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
Dra. María del Carmen García Galera
Ana Galera Villaescusa
La presencia del adolescente en el prime time televisivo:
objeto de interés en informativos, ficción y publicidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191
Dra. Nati Ramajo, Iliana Ferrer, Dra. Arantxa Capdevila,
Dra. Mónica Figueras, Dra. Lorena Gómez,
Dra. Mónika Jiménez y Dra. Virginia Luzón
Televisión e infancia: el respeto de la franja de protección reforzada . . . . . . 213
Mónica Faro Echaniz
Reseñas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231
SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
Prólogo
Xavier Bonal
Adjunto al Síndic de Greuges de Catalunya para los Derechos de la Infancia
La publicación de este número monográfico de la revista Sphera Publica sobre el Panorama Internacional de Contenidos programáticos
para menores es una iniciativa que hay que agradecer y aplaudir. Lo es
porque en el amplio y apasionante debate entre medios de comunicación y derechos de la infancia asistimos a menudo a posiciones muy radicalizadas ideológicamente que no atienden suficientemente a las regulaciones normativas y al contexto político en los que debe situarse el
debate. En este sentido, el disponer de un monográfico completo realizado por profesionales expertos en la temática es sin duda una excelente noticia.
En segundo lugar, el enfoque de este monográfico es especialmente
positivo porque, entre otras cuestiones, evidencia la distancia entre el
desarrollo de los marcos regulativos y su aplicación (y, especialmente,
su no aplicación) por los medios en sus programaciones. La comparación internacional contribuye a valorar hasta qué punto ésta es una situación común en los distintos países o por el contrario es más acusada
en unos u otros países.
Conviene recordar a este respecto que el artículo 17 de la Convención de Derechos de la Infancia de Naciones Unidas establece la importancia de la función de los medios de comunicación e insta a los estados miembros a velar para que el niño tenga acceso a informaciones
procedentes de diversas fuentes nacionales e internacionales, especialmente aquellas que tienen como fin promover su bienestar social, espiritual y moral y su salud física y mental.
Corresponde por tanto a los estados miembros el desarrollar la legislación pertinente acorde con estos principios. En el caso de España, la
Constitución Española de 1978, además de referirse a la libertad de ex[ 7 ]
Xavier Bonal
presión y a los derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen,
hace referencia a la necesidad de que los “niños gocen de la protección
precisa en los acuerdos internacionales que velan por sus derechos” (art.
39). Además, disponemos de dos leyes de referencia que deben asegurar la protección de los menores ante los medios: la ley 25/1994, de 12
de julio, de Televisión, y la Ley orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor. Ambos textos son marcos regulativos importantes para asegurar la protección de los menores ante la publicidad y la
programación, así como para salvaguardar su intimidad u honra.
Sin embargo, es de todos conocida la dificultad para asegurar esa
protección en un contexto de avance extraordinario, cuantitativo y cualitativo, de los medios de comunicación. En efecto, el aumento de la
presencia de nuevos medios va acompañado en estos momentos del
salto cualitativo que comporta Internet como sistema de difusión de la
información y de nuevos dispositivos publicitarios. El cambio es de tal
magnitud que no sólo dificulta enormemente el cumplimiento de las
normas básicas que deben asegurar la protección de los menores frente
a los medios, sino que abre nuevas lógicas de producción y difusión de
información en los medios de comunicación tradicionales. Entre los aspectos que parecen caracterizar esta nueva lógica destacan sobre todos
las escasas barreras que parecen haber hoy ante formas de difusión de
la información poco o nada respetuosas con los derechos fundamentales de la infancia en el ámbito de la intimidad, el honor y, en definitiva,
el desarrollo personal.
Los marcos normativos pueden ser más o menos ambiciosos, pero
de lo que no hay duda es de que, en el momento actual, depende del
establecimiento de determinados códigos éticos y de la suficiente voluntad de consenso para conseguir unos medios de comunicación que
consigan dar simultáneamente respuesta a las nuevas necesidades de
información y al requisito ineludible de garantizar los derechos fundamentales de la infancia. El reto es suficientemente ambicioso para
afrontarlo de forma colectiva.
[ 8 ]
SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
Presentación
Medios responsables:
Panorama internacional de contenidos
programáticos para menores
Mª del Mar Rodríguez Rosell
Universidad Católica San Antonio
[email protected]
Beatriz Correyero Ruiz
Universidad Católica San Antonio
[email protected]
No es necesario plantear profundas investigaciones ni aplicar complejas metodologías de estudio para detectar la realidad preocupante
que sufre la infancia en la actualidad, sobre todo si a lo que nos referimos es a las relaciones que pueden establecer los menores con los medios de comunicación. Bien es cierto que el panorama, a priori, podría
resultar más o menos desolador, pero desde el ámbito científico hay
que insistir en la organización de foros de discusión específicos que
ayuden a paliar las alarmantes y diferentes problemáticas sociales, sobre
todo en lo que a población infantil se refiere, ya que aparece como un
sector especialmente desprotegido. Probablemente este rápido y simple
pre-análisis de la realidad no deja bien parados a los Medios de Comunicación; la imagen de los mismos aparece, cada vez con más frecuencia, como inadecuada si a lo que nos referimos es al uso que los más
pequeños pueden hacer de ellos. Los informativos y los periódicos están llenos de noticias que alertan sobre el peligro de estos soportes mediáticos. Y es cierto, no podemos volver la espalda a la realidad: esa
problemática existe. Pero no es menos verdad que la naturaleza primitiva de medios como la televisión, los videojuegos o Internet, además
del cine como ejemplo de industria cultural, se alejan de los riesgos que
pretenden asociarles. La televisión no nace con la finalidad de conver[ 9 ]
Mª del Mar Rodríguez y Beatriz Correyero
tirse en “canguro” de nuestros hijos, ni los videojuegos tienen por qué
convertirse en un foco ineludible de violencia desatada; ¿acaso Internet
no puede ser definido como uno de los mayores y más positivos avances comunicativos que han revolucionado la sociedad?... y entonces
¿por qué nos empeñamos en tildarlos de oscuros, nocivos o dañinos?
Nos gustaría que a través de la lectura de las páginas que conforman
este volumen pudiéramos desarrollar un mayor poder de autocrítica y
pudiéramos reflexionar sobre los aspectos positivos que ofrecen los Medios; se deberían aprovechar al máximo las indiscutibles ventajas que
los medios de comunicación y las nuevas tecnologías pueden ofrecer a
la población infantil, ventajas que pasan por funciones tan dispares
como la formativa, la informativa o de ocio. La televisión es una potente fuente de entretenimiento, pero también puede serlo desde el punto
de vista educacional e informativo; sólo es necesario adecuar los contenidos de la programación a lo que la mente de un niño demanda. Internet es una herramienta de trabajo que puede aparecer bajo la apariencia de diferentes formas: desde un inofensivo cubierto hasta el más
peligroso de los cuchillos con la hoja más afilada. De igual forma que
no ofrecemos a un niño una catana para jugar, tampoco deberíamos dejarle navegar por la Red sin ningún tipo de limitación. Deberíamos dirigir nuestros esfuerzos hacia el proceso de educación de los más jóvenes
en el consumo correcto de los medios, convertirlos en pequeños críticos capaces de discernir los aspectos positivos y negativos de la programación, de la publicidad, las películas, las revistas, los periódicos o la
Web.
Surge la idea de este número de Sphera Publica con el propósito
de configurar una profunda crítica al mal uso o abuso (en cuanto a planificación y contenidos se refiere) que hacen los medios de comunicación en relación a los niños, también como una crítica al tratamiento
que hacen de ellos los núcleos familiares u otros sectores de la sociedad. Partimos de una cuestión fundamental que se refiere al tipo y grado de responsabilidad que corresponde a los Medios de Comunicación,
y es precisamente ese asunto el que nos invita a reflexionar sobre la
responsabilidad social de los más importantes entornos comunicativos.
Entre los artículos incluidos en este monográfico encontraremos estudios teóricos o analíticos, algunos escritos desde una perspectiva histórica o legislativa; el carácter multidisciplinar de los mismos permite que
[ 10 ]
Presentación
podamos asistir a un interesante repaso de valores y estilos de vida que
se fomenta a través de los mismos. Bien es cierto que la televisión pasa
por ser uno de los medios más criticados en ese sentido, por eso no es
raro encontrar más de un artículo que explica y justifica este hecho,
como los de José Antonio Ruiz San Román y Marta Salguero, que
ofrecen datos de los Informes de seguimiento semestrales del Código
de Autorregulación que viene realizando su equipo de trabajo, o el que
reflexiona sobre el respeto de la franja de protección reforzada para la
infancia de Mónica Faro. Muy enriquecedora resulta la investigación
de Victoria Tur, Macarena Lozano y Luis Benjamín Romero al ofrecer una perspectiva internacional sobre las diferentes experiencias
orientadas hacia la regulación de los contenidos audiovisuales televisivos dirigidos a la infancia, del mismo modo que resulta atrayente la novedosa perspectiva ofrecida por Mercedes Muñoz y Borja Mora-Figueroa al defender la idea de la “corregulación”, ya presente en países
como Holanda, frente a la actual y (parece) ineficaz autorregulación,
mecanismos que persiguen la protección del menor frente a los diferentes medios de comunicación. Las coordinadoras de este número Mar
Rodríguez y Beatriz Correyero hemos optado por abordar el curioso
y particular mundo de los Observatorios de Comunicación e Infancia a
nivel mundial.
También encontraremos referencias al mundo de la fotografía, Internet, la ficción televisiva o la publicidad: Mar Grandío pone en tela de
juicio las series televisivas calificadas para “menores”. Guadalupe
Aguado reflexiona sobre el licensing en la programación infantil como
un negocio internacional al margen de la regulación de contenidos publicitarios. Ana Mª Martín nos ofrece un interesante repaso sobre las
tendencias del fotoperiodismo a mostrar al mundo “situaciones en las
que la injusticia golpea a los más pequeños en un intento de remover
conciencias”. Carmen García y Ana Galera describen los usos y funciones que Internet tiene para la infancia y adolescencia europea, y de
forma particular la española, ofreciendo un pequeño análisis de las páginas web de los programas de televisión que se incluyen dentro de la
franja horaria de especial protección para la infancia, según el Código
de Autorregulación de Contenidos Televisivos vigente en España desde
2004. Un nutrido número de investigadoras de diferentes universidades,
encabezadas por Nati Ramajo, defienden una interesante metodología
[ 11 ]
Mª del Mar Rodríguez y Beatriz Correyero
de estudio para abordar el análisis de la presencia adolescente del prime time de seis cadenas de televisión. Por otro lado no caen en el olvido otros colectivos que configuran el universo de la comunicación y los
menores ya que la familia, en general los Medios o incluso la sociedad
en su conjunto pueden aparecer como responsables. Así lo afirman Patricia Ávila, al reafirmar la importancia de la mediación de los padres
ante la exposición de sus hijos a los medios masivos de comunicación,
o Enrique Martínez-Salanova, que destaca la necesidad de “reunir esfuerzos para que los grandes problemas de mundo en el siglo XXI, que
generalmente tienen que ver con la solidaridad y el respeto, tanto hacia
las personas como hacia el medio ambiente, estén presentes con criterios
de interés global en los medios de comunicación”.
Concluimos esta introducción con el deseo de que estos artículos no
sirvan sólo para criticar, porque no deberíamos detenernos sólo en reprochar o reprender, no podemos tranquilizar nuestra conciencia sólo
ante el hecho de denunciar. Les invitamos a que nos embarquemos en
la difícil tarea de educar en y para los medios porque seguro que el resultado final será más valioso.
[ 12 ]
Artículos
Artículos actualizados hasta febrero de 2008
SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
Los observatorios como agentes mediadores
en la responsabilidad social de los medios
de comunicación: panorama internacional
Dra. Mª del Mar Rodríguez Rosell
Dra. Beatriz Correyero Ruiz
Universidad Católica San Antonio
[email protected]
Resumen
En el siguiente artículo se pretende introducir al lector en el curioso
mundo de los Observatorios, plataformas y entornos comunicativos que
proliferan en la actualidad y que nacen para cubrir, en algunos casos,
funciones sociales, y en otros, para describir simplemente los fenómenos de una temática determinada. Sensibilizadas con el mundo de los
medios de comunicación y los menores, las autoras hacen un recorrido
por algunos Observatorios tanto de Medios como de Infancia en el
mundo, atendiendo a su tipología, naturaleza y características, y prestando especial atención a aquellos que conjugan el universo de la comunicación y de los niños.
Palabras clave
Observatorio, medios, infancia, juventud, menores, comunicación.
Abstract
The following article tries to introduce the world of the Observatories to the readers. They are platforms and communicative environments that proliferate nowadays to develop, in some cases, social functions and in others to describe the phenomena related to certain topics.
Concerned with the world of the Mass Media and the Minors, the authoresses carry out an analisys of the main Observatories devoted to
[ 15 ]
Mª del Mar Rodríguez y Beatriz Correyero
both Mass Media and Infancy all over the world, attending to their typology, nature and characteristics, and giving special attention to those
that bring together the universe of the social communication and sphere
of the children.
Key words
Mass media, children, observatory, social responsibility.
Introducción
Uno de los entornos descriptivos que más se han desarrollado en los
últimos veinte años ha sido el de los Observatorios. Es cada vez más
frecuente encontrarse noticias sobre el nacimiento o seguimiento de estas plataformas que persiguen el estudio minucioso de temáticas o problemáticas muy variadas. Las diferentes Administraciones Públicas, Universidades, así como empresas al frente de determinados sectores, han
encontrado en esta figura un entorno ideal para reflejar la buena marcha de una actividad o para poder localizar con facilidad los puntos débiles de la misma y así trabajar posteriormente en las mejores soluciones. Existen observatorios muy diversos, casi tantos como temáticas
posibles: los hay que estudian a los usuarios de bicicletas, el estado de
preservación del patrimonio mundial, la situación de los trasplantes,
cuál es la realidad de la violencia de género, la inmigración, la implantación de la TDT, la droga o la cibersociedad; también encontramos
aquellos que se dedican a algún sector, como el del desarrollo sostenible, la economía, la cultura, las nuevas tecnologías, la política, el consumo o la distribución alimentaria, la vivienda, los Medios de Comunicación, o los que se dedican a colectivos concretos o grupos sociales,
como los discapacitados, los jóvenes, los desempleados, las personas
mayores o los menores de edad. Precisamente dos de estos observatorios comentados, los que se refieren a Medios de Comunicación e Infancia, son los que van a ser objeto de análisis de este artículo que pretende reflexionar sobre qué son, para qué sirven y la utilidad que
ofrecen a la sociedad. La elección de este objeto de estudio no es fruto
de la casualidad, ya que las autoras que firmamos este documento formamos parte del grupo de investigación “Comunicación y Menores” de
[ 16 ]
Los observatorios como agentes mediadores…
la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad
Católica San Antonio, y venimos trabajando de forma continua alrededor de estas temáticas específicas. Alertadas del creciente flujo de información relacionado con la infancia y su relación con los Medios de Comunicación, políticas relativas, consumo de los mismos, tratamiento de
su imagen, etc…, constatábamos día a día que era muy frecuente encontrar noticias relacionadas con esta temática y numerosas las inserciones que se hacen de los niños y su imagen en los diferentes soportes
mediáticos, sin importar la naturaleza de los documentos: artículos periodísticos sobre niños, anuncios publicitarios de menores o con menores, fotografías, reportajes, noticias de televisión, páginas web, etc. Encontramos entonces en los observatorios el espacio idóneo para
sistematizar la información generada al respecto, la herramienta ideal
para organizar, por medio de bases de datos dinámicas, aquellos documentos que traten, se basen o reflexionen de alguna manera en la relación de los más pequeños con los diferentes medios de comunicación o
soportes comunicacionales. Los observatorios suponen una muy buena
forma de construir un entorno particular en el que poder encontrar la
información más adecuada de una temática concreta. Pero no sólo eso,
así que empecemos desde el principio e intentemos dibujar la esencia
de un observatorio a través de una definición lo más concreta y completa posible. Para formular estas definiciones no podremos acudir a
demasiados documentos científicos, ya que ciertamente la bibliografía
es escasa, aunque sí serán muy útiles los comentarios, análisis o comparaciones que han surgido de la consulta de variadas y diferentes páginas web de cerca de un centenar de observatorios consultados.
Hacia una definición de Observatorio
¿Qué es un Observatorio? El Diccionario de la Real Academia Española es poco clarificador al respecto ya que lo define como “lugar o posición que sirve para hacer observaciones”; efectivamente este tipo de
definición –tal y como apuntan Albornoz y Herschmann (2007)– alude
de forma clara al emplazamiento de los observatorios astronómicos,
que se entienden como centros de investigación dedicados al estudio
del cielo; desde estos lugares, que han experimentado una profunda
[ 17 ]
Mª del Mar Rodríguez y Beatriz Correyero
evolución con el paso del tiempo, se observan los fenómenos celestes a
través de instrumentos específicos.
Más interesante para nuestros objetivos puede resultar la consulta en
el diccionario del verbo observar que responde al hecho de “examinar
atentamente algo, advertir, reparar, atisbar o mirar con atención y recato”. Pero ¿qué se examina, qué se mira con atención? Si atendemos a
la presunción de determinados observatorios de saberse sistemas que
incluyen, ordenan y engloban información, podríamos asegurar entonces que además son medios que se basan en una disciplina estadística,
entendida ésta como el estudio de datos cuantitativos de cualquier manifestación social. Así lo aseguran algunos teóricos al afirmar que “es
posible suponer que los antecedentes de los actuales observatorios sociales se remonten (…) al desarrollo y empleo de los servicios de estadística
–una ciencia matemática, aplicable a una gran variedad de disciplinas,
consistente en coleccionar, analizar, interpretar y presentar datos– por
parte de cuerpos administrativos a escala nacional” (Albornoz y Herschmann, 2007). También es fácil encontrar este tipo de alusiones en la
presentación de diferentes observatorios mundiales, como el Observatorio Salvadoreño sobre Drogas, donde se puede leer que “es un sistema
permanente y actualizado que integra información parcialmente dispersa, elabora estadísticas globales y específicas” 1; o en el Observatorio
Navarro de Empleo, que se configura como una unidad técnica de análisis y prospección del mercado laboral y en el que se realiza permanentemente el análisis de las principales estadísticas del mercado de trabajo en Navarra. También el Observatorio de la Infancia dependiente
del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales se sustenta en esta disciplina matemática y así se deja constar al incluir entre sus funciones primordiales la de “actuar como órgano permanente de recogida y análisis de la información disponible en diferentes fuentes nacionales e
internacionales sobre la infancia”.
En otros observatorios se añaden diferentes terminologías para un
mismo significado: se habla de instrumento metodológico o foro de
análisis2, órgano técnico de análisis y diagnóstico3; Castañeda de León
los define como “el lugar dispuesto o adecuado para hacer análisis e investigación de algún tema” (Castañeda, 2006) y en otras ocasiones su
definición responde a los criterios de plataforma de estudios e investigación, centro de pensamiento y generación de opinión4. Aquí es don[ 18 ]
Los observatorios como agentes mediadores…
de podemos avanzar en el desarrollo de nuestra definición, ya que tal y
como asegura Jorge Luis Maiorano, fundador y presidente del Observatorio de Derechos Humanos, la aparición de estas corporaciones se entiende como respuesta “a la necesidad de realizar evaluaciones sobre
un fenómeno determinado a través de organismos auxiliares, colegiados
y de integración plural que deben facilitar el manejo de información a
la opinión pública y propiciar la toma de acciones concretas por parte
de las autoridades responsables” (Maiorano, 2003). La formación jurista
del ex ministro de cultura de la nación argentina no impide la aplicación de este tipo de funciones a la gran mayoría de los observatorios,
sea cual sea su naturaleza o su objeto de estudio, y no sólo a los dedicados a la observación de la aplicación del derecho en alguna de sus
facetas. Algunas organizaciones explican los observatorios en base a
una triple clasificación dependiendo del grado de implicación y participación, y así aparecen los Observatorios de Iniciativa –en los que el
mayor énfasis recae en la concepción, diseño, presentación y ejecución
de propuestas, soluciones y alternativas ante un hecho concreto–; Observatorios de Control, en los que el mayor énfasis recae en la observación, comprobación, fiscalización y denuncia pública; y Observatorios
de I+C, en los que esas tareas de iniciativa y control están equilibradas5.
Los hay que opinan que la labor de un observatorio atiende a diferentes áreas de trabajo como pueden ser la de recopilar datos, la de aplicación de metodologías para categorizar esos datos, para conectar entornos afines, para aplicar nuevas herramientas técnicas o para analizar
tendencias o crear publicaciones (PNUD, 2004).
Muy completa y clarificadora es la aportación de Hernández Soto al
referirse a los observatorios de comunicación o de medios, ya que incluye entre sus funciones principales las ya referidas, pero añadiendo algunas notas concretas muy interesantes que merecen ser comentadas. Por
un lado, estos observatorios particulares se alimentan de la información
generada diariamente y dependen en gran medida de la actualidad (informativa o específica, según los casos). He ahí la temporalidad inherente a cualquier observatorio que gestiona datos y hechos acontecidos en
un tiempo concreto. Se suma al aspecto cronológico uno más profundo
y subjetivo, que se refiere al de las funciones de denuncia o crítica de
hechos reprochables, bien sea por criterios éticos, legales, humanos o
de cualquier otra índole, y es que una gran parte de los observatorios
[ 19 ]
Mª del Mar Rodríguez y Beatriz Correyero
salta la simple barrera de la contemplación para invitar a participar en
diferentes iniciativas de reacción frente a esos hechos denunciables. En
este sentido es importante señalar que los observatorios no tienen potestad jurídica, sino que se convierten en simples informadores de una
realidad social concreta que presenta desajustes. Por eso uno de los
principales objetivos del Observatorio del Paisaje es “incrementar el conocimiento que tiene la sociedad catalana de sus paisajes”, o “aumentar
la sensibilidad social y el desarrollo de medidas sobre accesibilidad en
comunicación, a través de un sistema de información y de análisis específico”, uno de los del Observatorio de la Accesibilidad en la Comunicación dependiente de la Junta de Andalucía. Un carácter prioritario de los
observatorios es pues la información, porque ésta es precisamente el
arma que mejor y más hay que mimar ya que se convierte en una de las
herramientas más poderosas. Decía Maiorano al respecto que su experiencia como Defensor del Pueblo de la Nación Argentina le había enseñado una máxima que se resumía en el siguiente pensamiento: el derecho que no se conoce es derecho que no se ejerce y derecho que no
ejerce, es derecho que se atrofia. Al menos el observatorio se constituye
como un medio alternativo, autónomo y plural para el ejercicio, individual y colectivo, del derecho fundamental de participación.
Así, e insistiendo en esa idea de fomento de la participación reactiva
frente a esos casos criticables observados, en el Observatorio de Precios
de los Alimentos se dice que “aporta conocimiento al proceso de formación de precios en la cadena agroalimentaria, con el fin de contribuir a
la transparencia de los mercados”; el citado Observatorio de Paisaje
cuenta entre sus funciones la de “estudiar el paisaje, elaborar propuestas e impulsar medidas de protección, gestión y ordenación del paisaje
de Cataluña en el marco de un desarrollo sostenible”. El Observatorio
Global de Medios de Venezuela nace con la intención de observar permanentemente la información generada por los medios de comunicación del país, pero también para “velar por la vigencia de los Derechos
de libre expresión y de información consagrados constitucionalmente y
que gozan de reconocimiento universal”. Una de las finalidades de los
observatorios es por lo tanto denunciar situaciones, convertirse en intermediarios entre las administraciones públicas u organismos oficiales y la
ciudadanía que puede sufrir situaciones anómalas; por eso es cada vez
más frecuente encontrarse noticias como la publicada en el Diario de
[ 20 ]
Los observatorios como agentes mediadores…
Mallorca, en la que se leía el siguiente titular: “El ‘Observatorio per la
Convivencia’ recibió 28 denuncias por violencia en las Aulas” 6 o estas
otras publicadas en diferentes medios: “El Observatorio del Sida recibió
131 quejas por vulneración de derechos” 7, “El Observatorio Canario de
la Publicidad recibe 2.108 denuncias. La mayoría de las quejas, en concreto 1.993, se referían a los vídeo-clips de música latina y reggaeton
por “denigrar a las mujeres, usar su cuerpo como reclamo y normalizar
diversas formas de violencia, especialmente la de género” 8.
En tercer lugar, la especificidad de los mismos: los más recientes
tienden a dedicarse a temáticas cada vez más limitadoras, procurando
convivir con aquellos que se refieren a materias más generales. Aplicándolos a un área determinada de conocimiento, como puede ser la de
comunicación audiovisual, encontraremos muchos como el Observatorio Global de Medios (2002) que ofrecen información y estudios sobre
medios de comunicación muy diferentes; otros más recientes dedicados
a medios específicos como la Televisión o Internet –un ejemplo de ellos
puede ser el Observatorio Español de Internet (2002)–, los dedicados
sólo a determinados tipos de televisión como el Observatorio TDT
(2006) o incluso aquellos que se encargan únicamente de los contenidos televisivos dedicados a un sector social determinado como la infancia, como el Observatorio Europeo de la Televisión Infantil (1997).
Para terminar, deberíamos comentar la autoría de los observatorios
ya que este dato se convierte en una característica habitual y común de
todos ellos; como se comentó al principio de este artículo, suele limitarse a Administraciones Públicas, Universidades o Empresas líderes en algún sector, aunque en muchas ocasiones son las asociaciones de usuarios o incluso particulares las que ponen en marcha estas iniciativas.
Quisiéramos aprovechar la ocasión para animar a los investigadores
universitarios a poner en marcha proyectos de estas características, ya
que el entorno de la Universidad no puede ni debe alejarse de las problemáticas sociales, y no debe quedarse anclado en la arcaica idea de
transmisión de cultura que hemos venido recibiendo de forma tradicional; la investigación universitaria debe entenderse en estrecha colaboración con los Gobiernos, organizaciones o instituciones encargadas de
velar por la buena marcha de determinadas actividades o prácticas sociales, porque si no pierde su sentido y su esencia.
No quisiéramos terminar este apartado sin hacer una aclaración so[ 21 ]
Mª del Mar Rodríguez y Beatriz Correyero
bre este mundo de los observatorios, ya que los más modernos o actuales se han configurado bajo la estructura de la virtualidad, aunque en
sus denominaciones no aparezca la denominación de forma explícita.
La verdad es que muchos de los observatorios estudiados no tienen una
sede física en la que ubiquen sus instalaciones sino que han nacido al
amparo de Internet, sus recursos y sus posibilidades, que sobre todo
permiten la participación fácil y directa de la población (entendida ésta
como la población internauta). Tal y como asegura Castañeda de León,
los antecedentes de los observatorios virtuales se remontan a los conceptos de observatorio y de portal web. El observatorio –que ya había
definido como el lugar dispuesto para hacer análisis e investigación de
algún tema–, y un portal, que no deja de ser un espacio web centralizado que permite que el usuario disponga, de forma ordenada, diferentes
aplicaciones y una gran cantidad de información. Siguiendo lo descrito
por esta autora, el observatorio virtual podría ser definido entonces
como “un sitio web conformado por distintas herramientas que permiten crear un entorno informático, para el acceso versátil a una red distribuida de archivos de información y datos a través de Internet. Su
principal valor es el de constituirse como un sitio de reunión, que suma
opiniones y colaboraciones relacionadas con un tema específico; no se
trata de un foro de discusión, ni de un sitio de chat o de conversación,
ni es una revista digital. El observatorio virtual reúne un conjunto de
aplicaciones e información dispuestas de forma central donde no sólo se
consulta material, sino comportamientos, corrientes y tendencias sobre
la investigación y desarrollo del conocimiento sobre algún tema, que
permiten la interacción en un público tan abierto que lo mismo sirve al
observador, como al analista o al experto”. (Castañeda, 2006)
Las grandes ventajas de los observatorios virtuales traspasan las barreras espacio temporales ya que aprovechan las características propias
del entorno de Internet, y permiten que las incorporaciones de nuevos
archivos se hagan casi a tiempo real, con lo que el grado de actualización del observatorio puede llegar a ser total. Por otro lado, la particular naturaleza de estos observatorios fomenta y favorece la aparición de
redes especializadas o comunidades específicas que permiten el feedback de comunicación entre la plataforma y los asociados o usuarios.
En el fondo, el entorno web favorece la participación de la comunidad
y acerca el mundo de la investigación al individuo.
[ 22 ]
Los observatorios como agentes mediadores…
Los Observatorios de Medios
Podríamos decir, tal y como apunta Herrera (2006) en su investigación, que el origen de los Observatorios de Medios de Comunicación se
remonta a los años 80, cuando irrumpe con fuerza en la sociedad una
percepción generalizada de que los medios no están ejerciendo con responsabilidad su función de mediadores entre el poder político y la sociedad civil, como propusiera Harold Laswell a comienzos del siglo pasado. Es lo que se conoce como el fenómeno del media criticism o
revisionismo crítico. Es en este contexto cuando surge poco tiempo después en Estados Unidos la idea del media watching y aparecen los primeros observatorios de medios centrados en la observación sistemática,
regular y continuada de la prensa, la radio y la televisión.
Los observatorios de medios son organismos que aportan una mirada crítica del sistema global de medios de comunicación y que tienen
como objetivo común la búsqueda de su democratización. Su trabajo
consiste en revisar de forma sistemática y continuada del trabajo realizado por los medios de comunicación, así como en informar a la sociedad
y a los propios medios de sus buenas y malas prácticas y en educar a la
población en el consumo crítico de los medios.
La preocupante pérdida de credibilidad que padecen hoy los medios
de comunicación en todo el mundo y el desarrollo de las nuevas tecnologías que han permitido la democratización de la sociedad creando
nuevos espacios y herramientas de comunicación, han vuelto a suscitar
la necesidad de desarrollar una reflexión crítica sobre la manera en que
los ciudadanos pueden exigir a los grandes medios de comunicación
una mayor responsabilidad en su compromiso social. Esta situación ha
provocado la proliferación de nuevos observatorios mediáticos que funcionan como agentes que permiten verificar el cumplimiento de esos
deberes periodísticos que incentivan la convivencia ciudadana y el funcionamiento de la sociedad dentro de un orden conveniente.
En general los observatorios de medios se diferencian entre sí en
función de variables como su origen, composición, orientación ideológica, estructuras y modos de funcionamiento, los aspectos de los
medios que analizan, el instrumental metodológico que emplean y la
sistematización de su actividad. Llama la atención la escasez de observatorios dedicados conjuntamente a la infancia y los medios de comuni[ 23 ]
Mª del Mar Rodríguez y Beatriz Correyero
cación que hemos encontrado en la consulta de observatorios que hemos realizado para llevar a cabo esta investigación, la cual, por otra
parte, no persigue otro objetivo que ofrecer un panorama internacional
de la observación crítica de los medios; sin embargo, hemos de decir
que en alguno de los observatorios analizados se cuenta con secciones
o informes relativos –principalmente los de países latinoamericanos–,
dedicados a dar noticia de la realidad de la infancia y la adolescencia.
La mayoría de los documentos que se presentan parten del estudio de
las condiciones de vida y las necesidades de los más pequeños y, en
menor proporción, se muestran análisis sobre el tratamiento de la información sobre la infancia y la adolescencia en los medios de comunicación. No obstante, una crítica común que se desprende de estas investigaciones es la falta de responsabilidad de los medios en la protección
de los derechos que amparan a los más pequeños.
Para definir cuáles son las características comunes que comparten
los observatorios de medios, y también los rasgos que los diferencian,
se ha partido de una revisión exhaustiva de las contribuciones hechas
hasta la fecha sobre el tema. Entre las más destacadas enumeramos las
de Rey (2003), Broullón, Hernández, López y Pereira (2005), Beltrán
(2005), Medios para la paz (2005), Téllez (2003), Erazo (2006) o Herrera (2006).
Los rasgos que comparten los observatorios de medios pasan por reconocer la importancia de la comunicación y de los medios para la democracia, con especial atención a los actores sociales y a los asuntos
del debate público. Reivindican otra forma de entender la práctica periodística y por ello no es raro detectar que el desarrollo correcto del
trabajo periodístico centra buena parte de los análisis. De igual forma
también se reivindica un público consumidor de medios que sea crítico,
que participe de la observación de los medios de manera activa y tenga
conocimiento de los elementos que forman parte del proceso de comunicación. Siguiendo con las características comunes a todos estos observatorios destacamos la del ejercicio constante, regular y sistemático seguimiento y observación de los medios (“monitoreo”). Se analizan el
discurso y las actuaciones de los medios ante determinados sucesos o
informaciones, de acuerdo con la temática en la que el observatorio
centre su actividad, para interpretar el significado de la acción o inactividad de los mismos ante determinados fenómenos que conectan con la
[ 24 ]
Los observatorios como agentes mediadores…
actualidad inmediata del entorno. La intención de la mayoría de ello
pasa por ser revisionista y reformista. No imponen sanciones jurídicas,
sino que informan de los desajustes producidos entre el ser y el “deber
ser” de los medios de comunicación. Tienen la convicción de la importancia de divulgar su actividad a través de diferentes medios, como la
elaboración de estudios, las publicaciones periódicas, la organización
de foros y eventos, los informes, etc. Si bien hay que decir que existen
diferencias en la manera en que estos organismos sistematizan su actividad en cuanto al grado de exhaustividad de sus informes o la frecuencia a la que se programa (cada semana, cada quince días, cada trimestre...). Por último, emplean las nuevas tecnologías y, de una manera
preferente, Internet, para divulgar sus actuaciones. No en vano la mayoría de los observatorios cuenta con su propio portal en la Red donde
oportunamente se informa de su historia, sus objetivos, y todas las actividades realizadas hasta la fecha.
Pero también podríamos describir cuáles son los rasgos que los diferencian, y en este sentido podríamos destacar diferentes aspectos: diversidad y creatividad en sus actuaciones, en su origen o en su composición. Si atendemos a la primera de las diferencias apuntadas podríamos
encontrar sustanciales diferencias que atienden a la focalización temática (mujer, infancia, tercera edad, inmigración, ética, libertad de expresión...), a los diferentes medios que monitorizan (prensa, radio, televisión, Internet...), los aspectos que analizan (derechos de la infancia,
relación entre información y elecciones, violencia e infancia...), el enfoque (conservador, liberal, descriptivo, interpretativo...) o la cobertura
(local, regional, nacional, internacional). Si nos referimos al origen los
encontraremos vinculados a universidades y, más específicamente, con
facultades de comunicación social, promovidos por periodistas y profesionales de los medios o creados por iniciativa de la sociedad civil. Respecto a su composición los hay integrados sólo por periodistas –bien
sea académicos o profesionales–, casi en exclusiva por la sociedad civil
(gente alejada de las profesiones de comunicación) o con una composición mixta: representantes del mundo de la comunicación, consumidores de medios e integrantes de la sociedad civil.
Otras diferencias se refieren a la heterogeneidad en sus estructuras
de funcionamiento, pudiendo ser éstas flexibles e informales –normalmente con ausencia de estatutos–, formalizadas –con estatutos, actas
[ 25 ]
Mª del Mar Rodríguez y Beatriz Correyero
consultivas, etc...– o con integración de diversas asociaciones para extender su acción a otros países.
La variación en el instrumental metodológico, en los modos de funcionamiento (número de personas que lo integran, estructura jerárquica,
presupuesto anual, modos de financiación: donaciones particulares,
cuotas de socios, cuotas de suscripciones, ayudas y subvenciones públicas, venta de estudios, revistas e informes, presupuestos públicos, presupuestos de la institución a la que pertenecen, apoyo de ONGs) o la
variación en las funciones que desempeñan continúan marcando diferencias entre los observatorios de medios. Así, podemos hablar de
aquellos que tienen una perspectiva positivista basada en metodologías
cuantitativas o aquellos con perspectiva fenomenológica basada en metodologías cualitativas. Si atendemos a las funciones que llevan a cabo
también hay destacadas diferencias: revisar el contenido y la oferta de
los medios, elaborar estudios, informes y análisis comparativos, recoger
quejas, críticas y comentarios de los consumidores de medios, publicar
o difundir el contenido de su actuación, capacitar a la audiencia en el
consumo crítico de medios, capacitar a los periodistas en la elaboración
de un periodismo de calidad.
Por último se pueden enumerar otros criterios que también marcan
diferencias entre los observatorios de medios, como los que se refieren
a las relaciones con el público (actúan según sus demandas), relaciones
con otros observatorios nacionales o internacionales, con instituciones o
pertenencia a alguna red.
A continuación nos proponemos realizar un recorrido histórico-cronológico sobre el nacimiento de los observatorios de medios en el
mundo. Para ello nos centraremos en el análisis de aquellos que están
en activo y operan en la actualidad de manera regular y constante.
Observatorios norteamericanos
Uno de los primeros observatorios que nació auspiciado por el fenómeno del media criticism fue el Fairness and Accuracy in Reporting
(FIAR) creado en 1986 y cuyas funciones aparecen claramente explicadas en su página web: “we work to invigorate the First Amendment by
advocating for greater diversity in the press and by scrutinizing media
practices that marginalize public interest, minority and dissenting view[ 26 ]
Los observatorios como agentes mediadores…
points. As an anti-censorship organization, we expose neglected news
stories and defend working journalists when they are muzzled”. Otra de
las instituciones pioneras, también norteamericana, fue el Accuracy In
Media (AIM) que se define como “a non-profit, grassroots citizens
watchdog of the news media that critiques botched and bungled news
stories and sets the record straight on important issues that have received
slanted coverage”.
Hay que señalar que la mayoría de los observatorios estadounidenses tienen como objeto de estudio el análisis de la intromisión del poder político y económico en los medios y se diferencian unos de otros
por su orientación ideológica, ya que estas instituciones suelen estar
vinculadas a uno de los dos principales partidos políticos: demócratas
(FAIR) o republicanos (AIM). Otros observatorios destacados son el Media Research Centre, creado en 1987 por un grupo de jóvenes conservadores cuya misión es “aportar un mayor balance a la información periodística”, y el Centre for Media and Public Affairs, (1985) del que podría
decirse que su filiación es más bien conservadora, aunque se define
como imparcial. Este observatorio tiene como objetivo principal “to provide an empirical basis for ongoing debates over media fairness and impact through well-documented, timely, and readable studies of media
content 9”.
Los observatorios latinoamericanos
No será hasta la segunda mitad de los años 90 cuando empiezan a
aparecer en los países latinoamericanos los primeros observatorios de
medios como forma de sensibilizar a los profesionales sobre la responsabilidad de la profesión periodística en un continente con enormes disparidades políticas, económicas y sociales. Los observatorios de medios
iberoamericanos se caracterizan por tender a presentar propuestas, y a
tener un carácter más prescriptivo que simplemente descriptivo y las temáticas generales en las que centran su actividad son, principalmente:
la libertad de expresión y de prensa, el derecho a la comunicación, la
información, la ética, la responsabilidad y la calidad periodística de los
medios, la calidad informativa, el derecho al libre acceso a la información, el pluralismo, la participación ciudadana, y la democratización de
las comunicaciones (Erazo, 2006).
[ 27 ]
Mª del Mar Rodríguez y Beatriz Correyero
Brasil, Perú y Colombia fueron los primeros países en contar con
plataformas dedicadas al monitoreo y análisis de la oferta mediática.
Así, en 1992 iniciaba su andadura la Agencia de Noticias por los Derechos de la Infancia (ANDI), una organización no gubernamental cuya
misión es “contribuir, siempre desde la perspectiva de los Derechos de la
Infancia, con la formación de una cultura periodística que investigue la
situación de niños y jóvenes brasileños de ambos sexos, en condición de
exclusión social”. En sus más de 10 años de actuación, ANDI se ha convertido en punto de referencia en Brasil, un país con más de 20 millones de niños y niñas que se encuentran bajo el umbral de la pobreza.
La experiencia de ANDI está siendo expandida a todo Brasil por medio
de la Red ANDI Brasil (creada en 2000) que reúne a las agencias socias
en los estados (provincias) brasileños y también está siendo continuada
en otros países de América Latina, por medio de la Red ANDI América
Latina.
En 1994 se constituían, también en Brasil, dos observatorios: el Instituto Gutenberg, creado por periodistas con el objeto de estimular el
debate sobre la ética en los medios, y el Observatorio Da Imprensa, una
iniciativa del Laboratorio de Estudios Avanzados en Periodismo (LABJOR), de la Universidad Estatal de Campinas (UNICAMP), creada con el
propósito de “acompanhar, junto com outras organizações da sociedade civil, o desempenho da mídia brasileira”. Desde 1996, esta institución
cuenta con una página web gracias a la puesta en marca de un proyecto de cooperación con el PROJOR (Instituto para el Desarrollo del Periodismo).
Funciona como un foro permanente que permite a los usuarios (lectores, oyentes, telespectadores e internautas) participar activamente en
el proceso de control de los medios. En 1996, y vinculado a la Universidad de Brasilia, inició su andadura el observatorio SOS Imprensa, “um
Projeto de Assessoramento Público, que tem como principal objetivo
orientar gratuitamente o cidadão comum em casos de erros e abusos da
mídia, sobretudo, quando caracterizem situações de injúria: ofensa à
dignidade ou ao decoro; difamação: ofensa à reputação; calúnia: acusação falsa de crime”. El Instituto Universitario de Pesquisas Río de Janeiro y la Universidad Cándido Mendes fundaron también en 1996 el
observatorio DOXA, que se define como un laboratorio de investigación
en comunicación política y opinión pública.
[ 28 ]
Los observatorios como agentes mediadores…
El nacimiento del Instituto Prensa y Sociedad de Perú se produjo en
1993, un año después del golpe de estado de Alberto Fujimori. Su actividad se centra en “promover las libertades informativas y la prensa independiente”. Los peruanos cuentan también con otro importante observatorio pionero que es la Veeduría Ciudadana de la Comunicación
Social 10, un movimiento ciudadano promovido y sostenido por la Asociación de Comunicadores Sociales Calandria. Una de las actuaciones
más relevantes de este colectivo ha sido la elaboración de un proyecto
de Ley de Radio y Televisión. Se trata del primer proyecto en los países
de América Latina sugerido a partir de la iniciativa ciudadana en materia de comunicaciones.
Colombia contó con su primer observatorio en 1998. Se trata de la
Corporación de Medios para la Paz, que tiene como objetivo primordial
“propiciar el ejercicio ético y con responsabilidad social del periodismo
como instrumento de construcción de democracia y cultura de paz, con
énfasis en el conflicto armado colombiano”. Un año después, en 1999,
se crearon varios observatorios vinculados a diversas universidades del
país, como el Observatorio de Medios de la Facultad de Comunicación
de la Universidad de La Sabana, cuyo propósito es “contribuir a la identificación, análisis y discusión de problemas propios de la comunicación
y, sobre todo, de la manera como cumplen sus funciones los medios de
comunicación en Colombia”; el Observatorio de la Pontificia Universidad Javeriana11, un proyecto de la Maestría en Comunicación, trata de
analizar las agendas informativas, las culturas mediáticas y la construcción de ciudadanías desde y en los medios de comunicación; el Observatorio de Medios y Opinión de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Manizales12; y el Observatorio Social de Medios de la
Facultad de Comunicación de la Universidad Santiago de Cali, que organizó, en octubre de 2005, el Primer Simposio de Comunicación para el
Siglo XXI bajo el lema “Observando los medios”. Estas tres últimas organizaciones se encuentran actualmente en proceso de reformulación.
Si bien estos observatorios fueron los pioneros, en Latinoamérica
existe hoy en día más de una treintena de observatorios de medios de
comunicación en los que participan periodistas y expertos en investigación social y que realizan monitoreos y análisis de la oferta mediática
en sus respectivos países en temas referidos a infancia, jóvenes, género,
descentralización, pobreza, democracia y otros13.
[ 29 ]
Mª del Mar Rodríguez y Beatriz Correyero
Actualmente, los observatorios de medios latinoamericanos se encuentran inmersos en un proceso de reagrupamiento que está haciendo
posible la creación de redes que permitirán no sólo articular los esfuerzos de monitoreo e investigación sobre medios, sino comparar también
los resultados e intercambiar experiencias y resultados. El objetivo de
estas redes es consolidar un espacio de intercambio y convertirse en un
punto de encuentro para asumir proyectos de investigación comunes de
carácter interregional. En este contexto, siete observatorios de reconocida trayectoria fundaron en julio de 2007 la Red Latinoamericana de
Observatorios de Medios14. Las instituciones que forman parte de esta
asociación, que aún no dispone de versión online, son: la Agencia de
Noticias por los Derechos de la Infancia (ANDI) y el Observatorio de la
Prensa, de Brasil; la Asociación Desarrollo, Organización, Servicios y
Estudios Socioculturales (DOSES), de Guatemala; el Observatorio de
Medios FUCATEL, de Chile; el Observatorio Nacional de Medios (ONADEM) de Bolivia; el Instituto de Investigación de Medios, de Argentina;
y la Veeduría Ciudadana de la Comunicación, de Perú15.
Asia, África y Oceanía
En el continente asiático son escasos los observatorios y en su mayoría dependen de entidades externas. Sin duda el más representativo
es el Asia Media, un proyecto vinculado a la Universidad de California,
Los Ángeles (UCLA) que comenzó su actividad en 1998. El conjunto de
los países árabes cuenta con el observatorio Arab Media Watcht for
objective British coverage of Arab issues, que como su nombre indica
presta atención a la cobertura que los medios británicos hacen de las
cuestiones árabes. También podemos citar el Palestine Media Watch, organización estadounidense que se centra en el análisis de la cobertura
que los medios norteamericanos hacen sobre el problema palestino; y
el Palestine Monitor.
En el continente africano destacamos Acacia, una iniciativa internacional promovida por el International Development Research Centre
(IDRC), con objeto de promover el desarrollo económico y social de los
países africanos, con especial atención al área subsahariana.
El Pacific Media Watch nace en 1996, convirtiéndose en el primer
observatorio de la región del Pacífico. En él participan diversos institu[ 30 ]
Los observatorios como agentes mediadores…
tos universitarios de Australia y Nueva Zelanda. Entre sus principales
objetivos está promover el debate sobre la ética de los medios, la eliminación de barreras para libertad de prensa y la defensa de la independencia de los medios de comunicación. Otros organismos que centran
su actividad en la región del Pacífico son el Media Watch ABC y el Media Watch NZ.
Los observatorios internacionales y europeos
Entre los observatorios de medios que han apostado por realizar
análisis transnacionales en lugar de limitarse al país en el que están emplazados destacan dos iniciativas: el Observatorio de la UNESCO sobre
la Sociedad de la Información y el de la Iniciativa de Comunicación.
En octubre de 1998 se presentó el primer boceto del Observatorio de
la UNESCO sobre la Sociedad de la Información durante el segundo
congreso internacional de Infoética celebrado en Mónaco. El objetivo
de este centro es ofrecer información actualizada sobre el impacto de la
sociedad de la información a nivel regional, nacional e internacional.
Otro de los proyectos que implica a varios países es la Iniciativa de Comunicación, CI (The Communication Initiative Latin America), una comunidad virtual conformada alrededor de un interés común: “el uso de
estrategias de comunicación y medios para atender efectivamente los
problemas fundamentales del desarrollo”. Se trata de una alianza entre
29 organizaciones internacionales interesadas en invertir recursos y
compartir sus experiencias para generar un cambio en el pensamiento,
las políticas y la práctica de la comunicación y los medios para el de sarrollo. Nació en el año 2000 como el primer proceso regional para
complementar su acción en América Latina. Sostiene con el proyecto
global una relación orgánica para alcanzar objetivos comunes, pero con
estrategias adecuadas a las necesidades de sus regiones y sus redes.
Pero la eclosión definitiva de los observatorios a nivel internacional
tuvo lugar en el año 2002. Ese mismo año, en el marco del Foro Social
Mundial celebrado en Porto Alegre, y a propuesta del periodista Ignacio
Ramonet (2003), se tomó la decisión de poner en marcha el Observatorio Internacional de Medios de Comunicación (en inglés: Media Global
Watch). Su propósito, citando textualmente al propio director de Le
Monde Diplomatique, es “ejercer una responsabilidad colectiva, en
[ 31 ]
Mª del Mar Rodríguez y Beatriz Correyero
nombre del interés superior de la sociedad y del derecho de los ciudadanos a estar bien informados [...] además de prevenir a la sociedad contra las manipulaciones mediáticas que, como epidemias, se han multiplicado estos últimos años”. El Observatorio reúne tres tipos de
miembros, que disponen de idénticos derechos: periodistas profesionales u ocasionales, en actividad o jubilados, de todos los medios de comunicación, centrales o alternativos; universitarios e investigadores de
todas las disciplinas, y particularmente especialistas en medios de comunicación; y usuarios de los medios de comunicación.
Una característica que diferencia a los observatorios de medios europeos de los latinoamericanos es que, desde su nacimiento, muchos de
ellos optaron por crear redes entre diversos países en lugar de limitarse
a la región en la que estaban emplazados. Tal es el caso del Observatorio Audiovisual Europeo. En octubre de 1989, los ministros y los representantes de 26 Estados europeos, así como el Presidente de la Comisión Europea, adoptaron en París una declaración común relativa a la
creación del Observatorio Europeo del Sector Audiovisual que se denominó entonces Programa “Eureka Audiovisual”. Tres años después, en
junio de 1992, se creaba en Estrasburgo el Observatorio Europeo del
Sector Audiovisual, que tiene como objetivos fundamentales la mejora
de la transmisión de la información en la industria audiovisual y el fomento de una mayor visibilidad del mercado y el incremento de su
transparencia. Otra iniciativa de carácter internacional es el Observatorio
Mundial de los Sistemas de Comunicación (QUANTIFICA), fundado en
París en 1988, que centra su trabajo en la elaboración de estudios de seguimiento del mercado de las telecomunicaciones a escala mundial.
Desde 1997, el Observatorio Europeo de la Televisión Infantil (OETI)
trabaja para conseguir que los programas de televisión destinados a la
infancia sean educativos, formativos y entretenidos. El OETI agrupa el
Festival Internacional de Televisión de Barcelona, el Foro Mundial de la
TV Infantil y las Jornadas del Observatorio. Las tres secciones son autónomas, pero al mismo tiempo se interrelacionan.
A continuación presentaremos aquellos observatorios nacionales que
por la relevancia y la calidad de sus estudios se han convertido en referentes del panorama europeo. En Francia merece especial mención
ACRIMED, perteneciente a la Asociación Action-CRItique-MEDias, una
organización creada en 1996 que trabaja “pour mettre en question la
[ 32 ]
Los observatorios como agentes mediadores…
marchandisation de l’information, de la culture et du divertissement,
ainsi que les dérives du journalisme quand il est assujetti aux pouvoirs
politiques et financiers et quand il véhicule le prêt-à-penser de la société
de marché”. Otra de las instituciones francesas especialistas en la revisión de la actividad de los medios es el Observatoire Français des Médias, organismo creado en 2003 y asociado al Media Global Watch, que
tiene como prioridades “protéger la société contre les abus, manipulations, bidonnages, mensonges et campagnes d’intoxication des grands
médias –qui cumulent puissance économique et hégémonie idéologique–, défendre l’information comme bien public et revendiquer le droit
de savoir des citoyens”.
Desde 1999 Portugal cuenta también con un observatorio cuyos objetivos primordiales son “la producción y difusión de información, así
como la realización de estudios y trabajos de investigación que contribuyan a un mejor conocimiento del área de la comunicación”. Se trata
del OBERCOM.
Observatorios en España
En España la aparición de los primeros observatorios es reciente,
pero su implantación está siendo progresiva. Los principales observatorios que están activos en la actualidad tienden a la especialización en
áreas temáticas: aquellos que atienden a grupos sociales en situación de
desigualdad o desatención legislativa (mujer, infancia, emigración y minorías étnicas; los que se refieren al ámbito audiovisual; los que atienden a un determinado ámbito de observación (local, regional, nacional,
internacional); o los que determinan un tratamiento específico de nuevos medios.
Entre los primeros podemos describir principalmente cuatro: el Observatorio de la Publicidad del Instituto de la Mujer, que se centra en estudiar el tratamiento informativo de la imagen de la mujer en los medios de comunicación españoles, principalmente en radio y televisión, y
presenta anualmente un informe en el que analiza la imagen de la mujer en las campañas publicitarias llevadas a cabo en nuestro país. El Observatori de les Dones als Mitjans de Comunicaciò es una iniciativa ciudadana en la que participan 19 ayuntamientos catalanes que tiene como
objetivo fundamental hacer visible la utilización indebida de la imagen
[ 33 ]
Mª del Mar Rodríguez y Beatriz Correyero
de la mujer y promover la actitud crítica y la reflexión hacia los medios
de comunicación. El Observatorio de la Diversidad, creado por el Centro de Estudios y Documentación sobre Inmigración, Racismo y Xenofobia, MUGAK de San Sebastián, en colaboración con la ONG Xenomedia
Barcelona, analiza sistemáticamente la representación que se hace de
las minorías étnicas en los medios de comunicación. Por último, el Observatorio De Medios e Inmigración (MIGRACOM) es un Observatorio y
Grupo de Investigación sobre Migración y Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona que nace en 1995. En la actualidad realiza el análisis periódico del tratamiento informativo de la inmigración
en España.
Tres aparecen entre los más destacados de los audiovisuales. El Observatorio de Contenidos Audiovisuales (OCTA) de la Universidad de
Salamanca nace en 2005 con la vocación de dedicarse al estudio y el
análisis empírico de los contenidos, usos, procesos y efectos de la comunicación mediática: prensa, televisión, radio, cine, nuevas tecnologías de la información y nuevos medios interactivos. Sus principales líneas de trabajo son la violencia en la ficción televisiva, el consumo
televisivo en jóvenes y adolescentes, el análisis de los encuadres noticiosos de la información sobre inmigración, los procesos y efectos del
entretenimiento mediático. El GRISS, un grupo de investigación creado
en la Universidad Autónoma de Barcelona, en 1980, que desarrolla su
actividad en el estudio del proceso de comunicación en todos los medios audiovisuales, incluidos los nuevos medios y soportes. Dirigido actualmente por el profesor Emili Prado, este grupo cuenta con cuatro
observatorios permanentes: EUROMONITOR (Observatorio de la televisión del mercado Europeo), USAMONITOR (Observatorio de la televisión Norteamericana), RADIOMONITOR (Observatorio de la Radio) y
OIM2 (Observatorio internacional de aplicaciones interactivas multimedia). Y el Observatorio Europeo de la Televisión Infantil (OETI), organismo que ya presentamos en el apartado dedicado a los observatorios
internacionales.
Les siguen aquellos que dependen de su ámbito de observación.
Así, encontramos el Observatorio de la Comunicación Local (OCL), vinculado al Instituto de la Comunicación (INCOM) pretende crear una estructura permanente dedicada a la investigación, la divulgación y la formación en materias relacionadas con la comunicación de ámbito local y
[ 34 ]
Los observatorios como agentes mediadores…
comarcal. El marco de referencia territorial prioritario del OCL es Cataluña, si bien presta una atención preferente a la realidad de otras comunidades autónomas españolas, sin dejar de lado el estudio comparativo
de experiencias de otras regiones y Estados europeos. El Observatorio
Galego dos Medios, asociado al Media Watch Global y perteneciente al
Colegio Profesional de Periodistas de Galicia (CPXG), tiene como objetivo prioritario “analizar y cuestionar el papel de los medios de comunicación, abogando por un periodismo comprometido y ético en las esferas local, nacional e internacional, mediante una estructura abierta
adaptada a las condiciones específicas de Galicia y a las necesidades de
su sociedad”. El Observatorio para la Sociedad de la Información en
Navarra es un instrumento que permite obtener y analizar información
sobre el grado de desarrollo y utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la Sociedad Navarra, de forma sistemática. El Observatorio do Audiovisual en Galicia es un servicio de la Dirección General de Comunicación e Audiovisual da Presidencia da Xunta
de Galicia, que tiene la finalidad de proporcionar una información permanentemente actualizada sobre el sector audiovisual, dirigida a los
agentes implicados en este sector, tanto empresas como instituciones. El
Observatori sobre la Cobertura de Conflictes surge en el año 2001 como
iniciativa de varios estudiantes y profesores de la Facultad de Ciencias
de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
El objetivo de este grupo es analizar los conflictos relacionados con el
movimiento antiglobalización que tengan lugar en Cataluña y, especialmente, en la Ciudad Condal.
Y, por último, los que dedican su estudio y observación a los nuevos medios como el Observatorio para la Cibersociedad, que busca
crear un espacio de encuentro, discusión y publicación de investigaciones sobre los diversos aspectos sociales que las nuevas tecnologías de
la información y la comunicación están generando. Destaca finalmente
en este grupo el Observatorio Español de las Telecomunicaciones y la
Sociedad de la Información, adscrito a la entidad pública empresarial
Red.es, cuyo principal objetivo es el seguimiento y el análisis del sector
de las telecomunicaciones y de la sociedad de la información, para ello
elabora, recoge, sintetiza y sistematiza indicadores, elabora estudios,
y ofrece servicios informativos y de actualidad, tanto europea como
nacional.
[ 35 ]
Mª del Mar Rodríguez y Beatriz Correyero
Los observatorios de infancia y juventud
Aunque al principio de este artículo ya hemos explicado que nuestro campo de estudio es la mediación de los observadores como agentes de responsabilidad social de los medios de comunicación, hemos
considerado oportuno incluir un breve apartado sobre los observatorios
de infancia y juventud, puesto que el título que enmarca la publicación
en la que se inscribe este artículo tiene como eje central la figura del
menor. Y nos circunscribimos a España, ante todo por la reciente proliferación de observatorios dedicados a la infancia que han surgido en
nuestro país en los últimos años.
El Observatorio de la Infancia, adscrito al Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales, es una magnífica plataforma para conocer la situación
de los más jóvenes desde distintas perspectivas. Fue creado por Acuerdo de Consejo de Ministros el 12 de marzo de 1999, de acuerdo con la
Ley 6/1997, de Organización y Funcionamiento de la Administración
General del Estado. Dentro de este observatorio –que se sustenta en un
sistema de información centralizado y compartido con capacidad para
vigilar y hacer seguimiento del bienestar y la calidad de vida de la población infantil y de las políticas públicas que afectan a la infancia en
relación a su desarrollo, implantación y efectos de las mismas en dicha
población–, se han desarrollado diversos Grupos de Trabajo, entre los
que se encuentra el de “Medios de comunicación e infancia” que coordina la Dirección General de las Familias y la Infancia que tiene como
tarea fundamental la de responder a la necesidad de profundizar en el
análisis, tanto de las oportunidades como de los riesgos, que nos brindan los medios de comunicación y las nuevas tecnologías de la información, en el aprendizaje y la socialización de la infancia.
También encontramos implantado desde 2005 el Observatorio de la
Infancia de Andalucía, que tal y como se afirma en su web es un órgano consultivo y de propuesta, adscrito a la Dirección General de Infancia y Familias de la Junta de Andalucía y que tiene por objeto el desa rrollo de las actuaciones de investigación, formación y documentación,
así como el establecimiento de un sistema de información y documentación que permita el adecuado conocimiento, análisis técnico, seguimiento, evolución y difusión pública de los asuntos relacionados con
los derechos y la atención a la población menor de 18 años.
[ 36 ]
Los observatorios como agentes mediadores…
El Observatorio de la Infancia y la Adolescencia del Principado de
Asturias, enmarcado en el Plan Integral de Infancia, Familia y Adolescencia (Decreto 10/2006, de 24 de enero), se entiende como una estructura que complementa desde un nivel técnico al Consejo rector del Instituto Asturiano de Atención Social a la Infancia, Familia y Adolescencia.
Los objetivos del mismo se resumen en el establecimiento de un sistema de información que permita conocer el grado de satisfacción de las
necesidades de niños, niñas y adolescentes en el Principado de Asturias; también pretenden atender el desarrollo de estudios e investigaciones, la formación de profesionales, la recogida, creación y difusión de
documentación.
El Observatorio de la Infancia y la Adolescencia de Cataluña nace
en 2000 a propuesta de la Consejería de Bienestar Social del Gobierno
de la Generalitat. En 2002 modificó su composición para dar participación a diversas instituciones dedicadas a la infancia y la adolescencia.
Su primera actuación fue la realización del Pla Integral de Suport a la
Infància i l’Adolescència.
Creado en diciembre de 200716, el Observatorio de la Infancia y la
Adolescencia del País Vasco tiene como misión analizar de forma permanente la realidad de los niños, niñas y adolescentes y el impacto de
las políticas desarrolladas en aplicación de la Ley 3/2005, de 18 de febrero, de atención y protección a la infancia y la adolescencia. Para la
consecución de dicho fin, se encarga, entre otras funciones, de impulsar
las actividades de difusión de la documentación científica (estudios, encuestas, investigaciones y publicaciones), así como la mejora del tratamiento de la información sobre la infancia y la adolescencia en los medios de comunicación.
Conclusiones
Los observatorios de medios son organismos que aportan una mirada crítica del sistema global de medios de comunicación. Su trabajo
consiste en revisar de forma sistemática y continuada el trabajo realizado por los medios de comunicación, así como informar a la sociedad y
a los propios medios de sus buenas y malas prácticas y educar a la población en el consumo crítico de los medios.
[ 37 ]
Mª del Mar Rodríguez y Beatriz Correyero
En general, los observatorios de medios se diferencian entre sí en
función de variables como su origen, composición, orientación ideológica, estructuras y modos de funcionamiento, los aspectos de los medios que analizan, el instrumental metodológico que emplean y la sistematización de su actividad.
Son escasos los observatorios dedicados conjuntamente a la infancia
y los medios de comunicación que hemos encontrado al realizar esta
investigación, sin embargo, sí hemos hallado en alguno de ellos secciones o informes dedicados al estudio de las condiciones de vida y las necesidades de los más pequeños y, en menor proporción, al análisis sobre el tratamiento de la información sobre la infancia y la adolescencia
en los medios de comunicación.
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Notas
1
2
3
4
5
6
Observatorio de Precios de los alimentos dependiente del Ministerio de Agricultura,
Pesca y Alimentación. http://www.mapa.es/es/ministerio/pags/observatorio/observatorio.htm [fecha acc.20-01-08].
Observatorio de la Juventud en España dependiente del Instituto de la Juventud y del
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, http://www.injuve.mtas.es/injuve/portal.portal.action [fecha acc. 26-01-08]
Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, http://www.observatoriorsc.org
[fecha acc. 15-12-07].
En la web del Proyecto Intersur pueden consultarse de forma más desarrollada estas
tipologías de observatorio, http://www.proyectointersur.org/funcion%20de%20I+D.
htm#Presentación [fecha acc. 28-01-08].
Diario de Mallorca, viernes 30 de marzo de 2007.
Levante-emv.com, sábado 26 de enero de 2008. Es importante señalar que el nombre
completo del observatorio es Observatorio Derechos Humanos y VIH/SIDA.
[ 39 ]
Mª del Mar Rodríguez y Beatriz Correyero
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8
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15
El Día.es, sábado 25 de febrero de 2006. Es importante señalar que el nombre completo del observatorio es Observatorio Canario de la Publicidad y de la Comunicación
Sexista.
Otros destacados observatorios norteamericanos son: el Media Watch, cuyo propósito
es “to challenge abusive stereotypes and other biased images commonly found in the
media”, y, en Canadá, cabe citar las experiencias del Media Awarenees Network
(MNet), cuyo objetivo principal es ofrecer a los adultos las informaciones y herramientas necesarias para enseñar a los jóvenes el funcionamiento de los medios y de
qué manera éstos les influyen en su forma de vida.
En Latinoamérica las “veedurías” son asociaciones de ciudadanos que desde su comunidad se unen para ejercer el derecho a la participación individual o colectivamente
para vigilar y controlar la gestión pública.
Puede verse un listado de los principales observatorios de medios en HERRERA, S. y
CHRISTOFOLETTI, R. (2007): “Um guia dos observatórios de mídia na América Latina”, en [http://observatorio.ultimosegundo.ig.com.br/artigos.asp?cod=428IPB009]
Para conocer las actuaciones de este observatorio véase: BOTERO, A, y ADRIANA,
M.: “La experiencia del Observatorio de Medios y Opinión de la Universidad de Manizales, de Colombia”, en [http://www.observatoriofucatel.cl/verArticulo.php?idArticulo=77].
El observatorio de Medios FUCATEL, con apoyo de Oxfam, realizó durante el año
2005 un verdadero catastro de los observatorios de medios en el mundo. El estudio
“Panorama de a Observación Crítica de los Medios de Comunicación en América Latina. Visión global y local, perspectiva de género, participación ciudadana”
Síntesis de la reunión del 16 y 17 de julio, 2007, en [http://www.comminit.com/es/
node/264995/37]. Véase también “¿Por qué formar una red de observatorios latinoamericanos?”, en [http://www.veeduria.org.pe/red.pdf]
Ya en 2005 se crearon otras dos redes internacionales: La Red Latinoamericana por el
Derecho a la Comunicación, y la Rede Nacional de Observatórios de Imprensa (RENOI) que cuenta con más de 40 miembros repartidos en universidades públicas y privadas de todas las regiones de Brasil.
Aprobada su creación mediante el Decreto 219/2007, de 4 de diciembre (BOPV de 20
de diciembre de 2007). http://www.euskadi.net/cgi-bin_k54/ver_c?CMD=VERDOC&
BASE=B03A&DOCN=000079918&CONF=/config/k54/bopv_c.cnf.
[ 40 ]
SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
Contenidos programáticos audiovisuales:
Experiencias internacionales en regulación
Dra. Victoria Tur Viñes
Universidad de Alicante
[email protected]
Dra. Macarena Lozano Oyola
Universidad Pablo Olavide de Sevilla
Luis Benjamín Romero Landa
Universidad de Sevilla
Resumen
Se exponen diferentes experiencias internacionales orientadas hacia
la regulación de los contenidos audiovisuales televisivos, dirigidos a la
infancia (NICAM y ACMA). Se realiza un análisis comparativo de las variables o criterios que vertebran los contenidos audiovisuales dirigidos a
niños y de los procedimientos que contribuyen a valorar como adecuado un contenido audiovisual para niños. Se finaliza con una propuesta
para el caso español.
Palabras clave
Infancia, contenidos audiovisuales, regulación.
Abstract
The paper describes different international experiences focus on audiovisual television contents aimed at children (NICAM and ACMA).
Comparative analysis is done between criteria which audiovisual Comparative analysis is done considering the different criteria and content
integrated in children audiovisual programmes as well as the procedures to evaluate if programmes are adequated for children or not.
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Victoria Tur, Macarena Lozano y Luis Benjamín Romero
Key words
Children, audiovisual contents, regulation.
Introducción
Es por todos compartido que la infancia merece un trato diferenciado y cuidadoso. Los niños son personalidades en permanente consolidación. En los doce primeros años de vida –el período que comprende
la infancia– se experimentan los cambios más importantes en la vida de
un ser humano; las influencias más determinantes y los aprendizajes
más útiles. Las diferentes pantallas (televisión, videojuegos, móviles y
ordenador) producen una fascinación especial en este público, que
cada vez se expone antes y durante más tiempo a los medios audiovisuales. Esta realidad nos obliga a reflexionar sobre los contenidos audiovisuales que se diseñan para niños, surgiendo inmediatamente uno
de los interrogantes, sin respuesta satisfactoria por el momento: ¿Cómo
debe ser un contenido audiovisual dirigido a niños? ¿Debe el niño ser
capaz de ver cualquier contenido? ¿Son los contenidos infantiles los que
más visiona el niño? ¿Qué tipo de responsabilidad tiene el medio? ¿Qué
tipo de responsabilidad tienen los padres o la escuela? ¿Dónde radica el
problema, en el tipo de contenido o en el uso que se hace del medio?
La relación de la infancia con los contenidos de los medios de comunicación siempre ha sido polémica. Detractores y defensores han hecho prevalecer sus posiciones con alternancia a lo largo del tiempo. En
la actualidad, comienza a imponerse una postura ecléctica, capaz de reconocer determinados aspectos positivos y, paralelamente, advertir sobre los posibles perjuicios de determinados contenidos. El estudio de
los efectos nocivos de la televisión pone de manifiesto un uso inadecuado del medio, caracterizado por una exposición masiva, no selectiva, en solitario y con poca o nula intermediación de los adultos, en la
comprensión de lo que acontece en la pantalla. De este modo, identificamos una responsabilidad compartida entre los que diseñan o emiten
los contenidos y los padres que no deben hacer dejación de funciones
en un ámbito con tanta influencia en la vida de sus hijos.
En este escrito nos centraremos en exponer diferentes experiencias
internacionales que se han orientado hacia la regulación de los conteni[ 42 ]
Contenidos programáticos audiovisuales
dos audiovisuales, dirigidos a la infancia. Es decir, profundizaremos en
la identificación de variables o criterios que contribuyen a valorar como
adecuado un contenido audiovisual para niños. En la mayoría de los casos se trata de recomendaciones genéricas. En otros, se regula o protege una franja horaria o se recomienda una edad mínima y, en muy pocos casos, se informa del tipo de contenido, con la esperanza de
contribuir a una mejor elección del programa por parte de padres o niños. Los contenidos programáticos y publicitarios aparecen inexorablemente unidos en las emisiones de las pantallas. A pesar de ello, en el
ámbito regulador, ambos contenidos tienen un desarrollo desigual, habiendo recibido mucha más atención los contenidos publicitarios1 que
los programáticos, sin razón aparente, desde el punto de vista de los
posibles efectos en el menor. Focalizaremos nuestra atención en los
contenidos programáticos.
Las iniciativas reguladoras de los medios se concentran en identificar
criterios que permitan asegurar la adecuación de los contenidos que se
programan para niños. La principal dificultad proviene de la imposibilidad de aislar el efecto de los contenidos en los niños del resto de factores influyentes. No hay estudios que confirmen que el tipo de contenido
influya más en la construcción de la personalidad del niño que su hábitat,
la clase social, el entorno familiar o el tipo de uso que haga del medio.
Paralelamente, es importante atender al carácter científico de los estudios,
ya que muchos de ellos sólo pueden ser calificados como pseudocientíficos. Parece indiscutible que ni la regulación más perfeccionista podría suplir los devastadores efectos de un uso indebido de la pantalla.
Principios reguladores globales
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) comprende dos
agencias encargadas de la protección de la infancia: The United Nations
Educational, Scientific and Cultural Organization (UNESCO) –desde
1945– y The United Nations Children’s Fund (UNICEF) –desde 1964–.
La UNESCO tiene por objetivo construir la paz en la mente de los hombres mediante la educación, la cultura, las ciencias naturales y sociales
y la comunicación. UNICEF trabaja para garantizar el cumplimiento de
los derechos de la infancia, concretados en la Convención sobre los
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Victoria Tur, Macarena Lozano y Luis Benjamín Romero
Derechos del Niño, aprobada por la resolución 44/25 de Naciones Unidas como tratado internacional de derechos humanos en 1989 y desde
ese momento tienen carácter vinculante para todos los estados firmantes. En concreto, es el artículo 17 el que se dedica a los medios de comunicación. En su apartado e) se refleja que los medios “promoverán
la elaboración de directrices apropiadas para proteger al niño contra
toda información y material perjudicial para su bienestar”, pero evitando que se restrinja el acceso de los niños a aquellos contenidos que
puedan contribuir a su bienestar. Por tanto, se trata de proteger a los
niños sin alentar o justificar la censura y se reconoce la convivencia de
aspectos potencialmente positivos y negativos en los contenidos dirigidos a niños.
Desde finales de la década de los ochenta, en los informes de la
UNESCO se viene recogiendo el incremento en el número de películas
violentas y el fácil acceso a ellas en las salas de cine, en la televisión o
en vídeo –VHS o DVD– (Evangelou, 2001:6-7). Por ello, la UNESCO ha
solicitado que se aumenten los esfuerzos para elaborar programas educativos que tengan por objetivo formar a los niños y jóvenes en el uso
de los medios de comunicación. Así, en la 29ª Sesión de la Conferencia
General de la UNESCO (12 de noviembre de 1997) se adoptó la Resolución 30: “Niños y violencia en las pantallas”, que manifiesta la necesidad de tomar medidas para fijar criterios profesionales que permitan
controlar y reducir los materiales violentos que circulan por los medios
de comunicación electrónicos. Las posibles consecuencias del visionado
de contenidos violentos, junto con los contenidos pornográficos, no
vinculados exclusivamente a contenidos diseñados para niños, se confirman como preocupación acuciante en la relación del niño con los
medios de comunicación.
Paralelamente al surgimiento de esta regulación específica, se detecta la ausencia absoluta de resultados provenientes de la investigación
que sean citados en las consideraciones previas de estas disposiciones.
Identificamos aquí uno de los grandes inconvenientes que obstruyen la
generalización de las medidas protectoras, es decir, la regulación casi
nunca se ha basado en el estudio del fenómeno a través del método
científico, hecho que habría propiciado la identificación de medidas
más eficaces. Tampoco se ha manifestado la necesidad de fomentar la
investigación en este ámbito. Regular sin investigar no es viable.
[ 44 ]
Contenidos programáticos audiovisuales
Las manifestaciones de los organismos internacionales citados no dejan de ser generalidades inspiradoras de las regulaciones particulares de
cada país, aunque los desarrollos hayan sido muy dispares.
Regulación europea
La Unión Europea ha conseguido canalizar la sensibilidad social
frente al problema de la relación de los menores con la televisión en
una Directiva europea denominada Televisión sin Fronteras (Directiva
89/552/CEE). Dicha Directiva data de 1989 y aunque en las consideraciones previas no menciona nada en relación a la protección de la infancia, dedica el Capítulo V a la protección de los menores, e incluye
un único artículo (artículo 22):
“Los Estados miembros adoptarán las medidas oportunas para garantizar
que sus emisiones de televisión no incluyan programas que puedan perjudicar seriamente el desarrollo físico, mental o moral de los menores y, en particular, programas que incluyan escenas de pornografía o violencia gratuita.
Esta disposición se extenderá asimismo a los programas que puedan perjudicar el desarrollo físico, mental o moral de los menores, salvo que se garantice, por la elección de la hora de emisión o mediante toda clase de medidas técnicas, que dichos menores en el campo de difusión no ven ni
escuchan normalmente dichas emisiones. Los Estados miembros velarán asimismo para que las emisiones no contengan ninguna incitación al odio por
motivos de raza, sexo, religión o nacionalidad”.
Se puede observar que no se hace una referencia exclusiva a los
programas infantiles sino a todos aquellos programas a los que pueda
estar expuesto el niño.
En 1996, la Comisión europea impulsó el Libro Verde, que tiene por
objeto profundizar en el debate sobre las condiciones necesarias para la
creación de un marco coherente para la protección de los menores y de
la dignidad humana en los servicios audiovisuales y de información en
la Unión Europea (UE). Se establece la posibilidad de restringir el derecho a la libertad de expresión, para garantizar una adecuada protección
de los menores y de la dignidad humana, sin que esto suponga una
[ 45 ]
Victoria Tur, Macarena Lozano y Luis Benjamín Romero
merma del derecho de los adultos a acceder a determinados contenidos
ni implique justificar la censura ni para niños ni para adultos; debe existir proporcionalidad en las restricciones de acuerdo a los objetivos que
se pretenden alcanzar (según lo establecido en el Convenio Europeo de
los Derechos Humanos). Para conciliar estos derechos apuesta por la
utilización de tecnologías que permitan restringir el acceso en línea con
los sistemas de televisión de “pago por visión” (chip antiviolencia o
v-chip), por la cooperación entre los Estados miembros y por la autorregulación (SRO) de los propios medios (incluyendo mecanismos informativos de identificación). Adicionalmente, el etiquetado de los contenidos es un elemento clave del sistema por tres características: su
carácter informativo, porque puede ser resultado de la autorreflexión de
los productores/diseñadores de contenidos y abundar en su concienciación y, por último, permite la elección del espectador en función de
idoneidad o preferencias, racionalizando el uso del medio. Actualmente, con la llegada de la televisión digital, se facilita al máximo este etiquetado (iconos indicativos) que podría aparecer sobreimpresionado en
pantalla, de forma intermitente –para evitar pasar inadvertido-, describiendo el tipo de contenido. Hoy por hoy, la información que las televisiones sirven con este formato se concreta en una recomendación de
edad -a criterio del programador de cada cadena–, la indicación de si
existen o no subtítulos para discapacitados auditivos y si el sonido es
mono o estéreo. De este modo, se facilitaría al máximo el control parental y la formación selectiva de las preferencias del niño. Con el objetivo de determinar qué tipo de iconos –informaciones– serían convenientes, el grupo de investigación Comunicación e Infancia2 ha venido
estudiando este aspecto en los contenidos televisivos en el marco de un
proyecto de investigación I+D+i (SEJ 2004-01830).
La reforma de la Directiva de Televisión sin Fronteras en 1997 (Directiva 97/36/CE) recomendó que, en las emisiones no codificadas, se
deberían incluir señales acústicas previas al programa o símbolos visuales, durante toda su duración. Igualmente se sugirió el estudio e impulso de sistemas que permitiesen el control de padres o tutores de los
programas accesibles por los menores, como los dispositivos técnicos
en los receptores de televisión para filtrar los programas, el fomento de
políticas de televisión familiar y medidas educativas y de sensibilización, además de sistemas adecuados de clasificación.
[ 46 ]
Contenidos programáticos audiovisuales
En este sentido, la Unión Europea de Radiodifusión –UER– (Wood,
2001:16-19) propone que un Sistema Europeo de Control por los Padres
cumpla los siguientes requisitos: debe ser de aplicación posible por los
emisores, difícil de eludir por los menores, permitir la grabación a vídeo
de los programas manteniendo el sistema, tener costes reducidos para
los espectadores (para que sea aplicable para las familias de bajo nivel
de renta), ser comprensible por todos los usuarios (incluso los que tienen dificultad para entender sistemas técnicos) y ofrecer información
durante todo el programa sobre los contenidos para que los espectadores no tengan problemas cuando encienden el televisor durante la emisión. Con la televisión digital sí es factible la aplicación de las tecnologías de bloqueo dada la capacidad de transmitir datos junto a la emisión
de contenidos.
Los Estados miembros de la UE han mostrado menos preocupación
por la televisión que por Internet. Destaca el caso de Países Bajos (del
que nos ocuparemos después), que ha sido el único Estado que ha
adoptado un sistema de protección basado en la autorregulación (Kijkwijzer) para todos los medios audiovisuales. Algunos Estados (Austria,
Bélgica en Valonia, Alemania, Francia e Irlanda) han establecido en los
organismos públicos de radiodifusión códigos internos de conducta.
Sólo en Alemania los organismos privados de radiodifusión han establecido una organización de autorregulación. En Reino Unido, la Independent Television Commission (organismo público de vigilancia de los
emisores privados) se encarga de vigilar la protección de los menores
(aunque hemos de señalar que no se creó para este fin sino que ha
incorporado esta función). Los organismos privados de radiodifusión están sujetos a normas generales en Grecia e Italia, a normas sólo de autorregulación en Finlandia e Italia, y a normas principalmente de autorregulación en España. En otros Estados (Bélgica en Flandes y Francia)
los emisores privados aplican sus propios códigos de conducta.
En 2003, se elaboró un segundo Informe de Evaluación de la Recomendación del Consejo Europeo (Recomendación 2006/952/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de diciembre de 2006). Uno de
los aspectos interesantes de este segundo informe es que señala que los
sistemas de clasificación por edades están dando problemas por las divergencias entre Estados miembros y dentro de cada país por las que se
producen entre soportes. Sin embargo, se considera que la dinámica del
[ 47 ]
Victoria Tur, Macarena Lozano y Luis Benjamín Romero
mercado, marcada por la globalización y la producción multisoporte,
obligará a una homogeneización (aunque ni industria ni consumidores
están aún interesados en ese debate). Además, será difícil realizar clasificaciones a priori (sobre todo en Internet por la imposibilidad de verificar todos los contenidos existentes); por el contrario, será más fácil
que triunfe un sistema de catalogación a posteriori y basado en la corregulación y la autorregulación. Dinamarca, Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, Finlandia, Suecia y Reino Unido consideran que las señales
acústicas y los símbolos son eficaces o al menos útiles. Sin embargo,
Austria lo considera insuficiente si no hay otras medidas de alfabetización mediática; la comunidad francófona de Bélgica (Valonia) señala
que el sistema de clasificación no es suficientemente visible (debe estar
presente durante toda la emisión del contenido) y que debe ampliarse a
más tipos de programas.
Autorregulación
En cuanto a la autorregulación, se observa que está insuficientemente extendida en la televisión, excepto en el caso de los Países Bajos. En
Dinamarca, Grecia, Francia, Irlanda, Italia, Austria, Portugal y Finlandia
existen códigos de conducta. En Alemania los organismos públicos tienen directrices, mientras los privados cuentan con un código de conducta autorregulador. En Italia existen códigos de conducta autorreguladores. En Suecia no existen iniciativas de autorregulación aunque
algunas cadenas cuentan con recomendaciones internas. En Chipre, Estonia, Polonia y Eslovenia hay sistemas de autorregulación. En Estonia y
Eslovenia sólo hay algunas disposiciones de protección. En República
Checa el organismo público tiene un código de conducta para la información. En Francia existe corregulación y la protección se dirige específicamente a la clasificación de programas. En Reino Unido la nueva legislación ha limitado el papel de la autorregulación.
Los sistemas de filtrado, que son defendidos por el Parlamento Europeo, sólo son utilizados en Alemania (en los operados privados puede
sustituirse la difusión restringida por un código pin específico), Austria,
Bélgica, Eslovenia, Francia, Grecia, Letonia, Lituania, Países Bajos, Portugal, Reino Unido y Suecia, y en la radiodifusión digital. Alemania, Bél[ 48 ]
Contenidos programáticos audiovisuales
gica (comunidad francófona) y Suecia consideran que el público conoce los sistemas de codificación, pero sólo Alemania los considera eficaces y además han sido aceptados por el público.
En España la protección de la infancia está recogida en el artículo
39.4 de la Constitución de 1978. La primera iniciativa autorreguladora
sobre los contenidos televisivos y la infancia data de 1993. Fue auspiciada y promovida por el Centro Nacional de Información y Comunicación
Educativa (CNICE) dependiente del entonces Ministerio de Educación y
Ciencia. No llegó a tener la entidad de un Código pero adoptó la forma
de convenio sobre principios para la autorregulación de las cadenas de
televisión en relación con determinados contenidos de su programación, referidos a la protección de la infancia y la juventud, formulado
por el Ministerio de Educación y Ciencia, las Consejerías de Educación
de las Comunidades Autónomas y las cadenas de televisión. Aquella
primera iniciativa consistió en un escueto documento sobre tres aspectos que se consideran las líneas generales de actuación que deben tener
en cuenta las televisiones: favorecer en la programación los valores de
respeto, tolerancia, solidaridad, paz y democracia; cultivar el potencial
formativo del medio televisión y evitar los mensajes e imágenes de violencia, discriminación, consumo de productos perniciosos para la salud,
sexo explícito, y cuidar la corrección lingüística.
La primera regulación sobre los contenidos en televisión fue recogida en el Estatuto de la Radio y la Televisión Ley 4/1980, cuyo artículo 4
recoge como uno de los principios que deben inspirar la actividad de
los medios de comunicación social del Estado la protección de la juventud y la infancia. Sin embargo, no se precisa cómo debe cumplirse esta
misión. Esta misma obligación se establece para las emisoras privadas y
autonómicas.
La reforma en 1999 de la Ley de Televisión sin fronteras reforzó la
protección de los menores frente a los contenidos que pudieran perjudicarles. Para ello, además de la franja de emisión y la advertencia sobre el contenido, se exige que si el programa se emite sin codificar
exista un símbolo visual presente durante toda la emisión. Para aplicar
el sistema de clasificación y señalización de los programas de televisión,
previsto en la Ley de 1994, se firmó el Convenio por el que se estableció un sistema uniforme de señalización de la clasificación de los programas de televisión en función de su grado de idoneidad para los me[ 49 ]
Victoria Tur, Macarena Lozano y Luis Benjamín Romero
nores, suscrito el 21 de octubre 1999. Sin embargo, el carácter voluntario de la autorregulación provocó que en la práctica no se cumpliese el
convenio. Para dar una solución se aprobó el Real Decreto 410/2002,
que en la práctica consistió en convertir en norma legal y por tanto de
obligado cumplimiento el acuerdo voluntario.
El Real Decreto establece las siguientes categorías de programas y
las señales visuales que deben mostrarse al principio de cada programa
y tras cada interrupción publicitaria durante al menos 5 segundos, y
acústicas durante al menos 1 segundo:
– Especialmente recomendado para la infancia (opcional): identificado con un símbolo de color verde y sin señal sonora.
– Para todos los públicos: sin ningún símbolo y sin señal sonora.
– No recomendado para menores de 7 años: con un símbolo amarillo con un 7 en su interior y sin señal sonora.
– No recomendado para menores de 13 años: con un símbolo amarillo con un 13 en su interior y sin señal sonora.
– No recomendado para menores de 18 años: con un símbolo rojo
con un 18 en su interior y con una señal sonora.
– Programa X: con un símbolo rojo con una letra X en su interior y
con una señal sonora.
A finales de 2004 y ante la preocupación en la sociedad por la ausencia de programación infantil en las grandes cadenas nacionales (con
la excepción de los segundos canales públicos nacional y autonómicos)
y por la emisión de contenidos no aptos para menores en horarios de
gran consumo, la Administración y los grandes operadores nacionales
(Radiotelevisión Española3, Antena 3 TV, Telecinco y Sogecable, sumándose luego las emisoras autonómicas) han pactado el Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia (aunque en realidad
es corregulación)4. El organismo supervisor es Autocontrol.
Como se deduce del acuerdo, las emisoras de televisión no se hacen
responsables de la protección de los menores sino que consideran que
es cuestión de padres y educadores (corregulación).
Dado que la franja de protección de los menores (de 6 h a 22 h)
afecta a infancia y juventud, y que se requiere un tratamiento diferenciado de ambas categorías para proteger especialmente a los menores de
13 años (coherente con el sistema de clasificación del Instituto de Cien[ 50 ]
Contenidos programáticos audiovisuales
cias y Artes Audiovisuales y con el Real Decreto 410/2002), se establecen
franjas de protección reforzada en la medida que el público infantil en
esos momentos puede consumir televisión sin la presencia de un adulto
y sin un sistema de control parental: de 8 h a 9 h y de 17 h a 20 h de lunes a viernes, y de 9 h a 12 h los sábados, domingos y los festivos nacionales (1 y 6 de enero, viernes santo, 1 de mayo, 12 de octubre, 1 de
noviembre, y 6, 8 y 25 de diciembre). Los firmantes mostrarán más sensibilidad y cuidado en la programación en los periodos de vacaciones
escolares, aunque la franja de protección será del criterio general.
Podemos valorar que no se diseña un código de acuerdo a unos criterios objetivos a los que debe someterse la programación, sino que la
presión de los emisores lleva a la firma de un acuerdo que fija unos criterios susceptibles de ser cumplidos por la mayor parte de la programación existente (aunque no por toda) en esos momentos en los firmantes. Es decir, se trata de introducir una flexibilidad calculada para
facilitar su cumplimiento. Esto está provocando una insatisfacción en las
asociaciones de espectadores que esperaban del Código un cambio en
la programación y, sin embargo, el estilo de programación es esencialmente el mismo.
Países Bajos y Australia: dos sistemas destacables
A continuación vamos a analizar los sistemas de protección de los
menores de dos países que pueden considerarse los más destacados a
nivel internacional: Países Bajos y Australia. El caso holandés puede
considerarse el sistema de autorregulación más elaborado ya que, mediante un cuestionario, las empresas audiovisuales pueden autoclasificar
por edades sus contenidos. Como veremos, es un sistema muy perfeccionado a lo largo de los años.
Por otro lado, encontramos el caso australiano que es el más estricto en el establecimiento de obligaciones para la emisión de programación dirigida específicamente a los menores. Sin embargo, no proporciona información tan específica respecto a los criterios que han de
cumplirse para catalogar la programación como apta.
También puede señalarse que Noruega es el único país que ha integrado los sistemas de autorregulación de los diferentes contenidos au[ 51 ]
Victoria Tur, Macarena Lozano y Luis Benjamín Romero
diovisuales (televisión, cine e Internet, y también videojuegos) en uno
solo: Statens Filmtilsyn (Palzer; 2003).
Países Bajos tiene implantado desde noviembre de 2001 un sistema
de clasificación de contenidos audiovisuales que es gestionado por el
Nederlands Instituut voor de Classificatie van Audiovisuele Media o Netherlands Institute for the Classification of Audiovisual Media (NICAM) y
que se denomina Kijkwijzer (Bekkers, 2005). Turquía y Polonia están
en contacto con NICAM para obtener una licencia que les permita aplicar el sistema y Reino Unido planea instaurar un sistema similar. Posteriormente, en el sector de los videojuegos, se ha desarrollado un sistema muy similar para catalogar el contenido de sus productos; se trata
del sistema Pan European Game Information (PEGI) que fue iniciado en
abril de 2003 y es gestionado actualmente por la Interactive Software
Federation European (ISFE).
NICAM ha jugado un papel muy relevante en la creación y desarrollo de Kijkwijzer como sistema de clasificación para advertir a padres y
educadores hasta qué edades puede ser perjudicial para los niños un
programa de televisión o una película. En la actualidad, a NICAM están
afiliadas más de 2.200 compañías y organizaciones de forma directa o a
través de sus departamentos sectoriales. En el Comité de NICAM están
presentes representantes de las organizaciones públicas y privadas de
radiodifusión, productores, distribuidores y exhibidores de cine, y distribuidores y minoristas de venta y alquiler de vídeo. Además existe un
Comité Consultivo para apoyar el funcionamiento cuyos miembros son
expertos en las áreas de medios, juventud, educación y bienestar, representantes de las organizaciones de padres y de otras organizaciones
sociales, así como de las compañías afiliadas a NICAM. La puesta en
práctica de Kijkwijzer está en manos de las instituciones y empresas
audiovisuales.
Kijkwijzer fue implantado en 2002 y evalúa desde entonces todos
los productos ofrecidos en Países Bajos en forma de programas de televisión (con la excepción de los programas en directo y de noticias por
no ser posible su clasificación anticipada) y películas de cine en las salas y en vídeo (VHS o DVD). Desde abril de 2005 y como consecuencia
de que el sistema está concebido para expandirse, también se aplica a
los servicios proporcionados por los teléfonos móviles. En el caso de
los videojuegos, se remite a la clasificación que realiza Pan European
[ 52 ]
Contenidos programáticos audiovisuales
Game Information (de la que nos ocuparemos en el apartado 3.3.3.).
Aún no se evalúa Internet, aunque NICAM está realizando desarrollos
en esta área.
Kijkwijzer advierte a padres y educadores si un programa de televisión o una película pueden perjudicar a menores de determinadas edades. Para ello, proporciona una recomendación sobre las edades a las
que se deben consumir esos contenidos: “apto para todas las edades”,
“no recomendado para menores de 6 años”, “no recomendado para menores de 12 años” y “no recomendado para menores de 16 años”. Además, utiliza pictogramas que describen los contenidos de los productos
audiovisuales, en relación con el grado de violencia, miedo, sexo, abuso de drogas/alcohol, lenguaje y discriminación que aparecen en el
producto audiovisual. Los pictogramas se recogen en la Figura 1. Tanto
los símbolos como las clasificaciones de edad figuran en las revistas de
televisión, en las salas de cine, en las guías de cine, en las webs de las
películas, en la publicidad, en los posters, en las carátulas de vídeos, al
inicio de los programas de televisión y en el teletexto.
Por otra parte, también se señala que Kijkwijzer no enjuicia el contenido o la calidad de los productos audiovisuales, ya que hay una gran
diversidad de criterios y preferencias en los padres. Por ello, se limita a
advertir la existencia de imágenes que pueden dañar a los menores,
siendo la responsabilidad final de los padres.
Para la clasificación, las empresas cuentan con un empleado (el “codificador”) que analiza el producto respondiendo a un cuestionario5
(con 50 preguntas) que es enviado on line a NICAM; un programa de
ordenador lo evalúa y determina su clasificación. Según Palzer, los codificadores son formados por NICAM para garantizar que los cuestionarios sean completados siguiendo criterios homogéneos y existe una junta de inspección para los casos de duda. El cuestionario ha demostrado
ser solvente.
Según Palzer (2003: 3), el sistema automatizado de autoclasificación
no es supervisado por el Estado ya que NICAM sólo comprueba la catalogación en caso de queja. Sí se realiza una evaluación anual de la
eficacia global del sistema por el regulador estatal de los medios: Commissariaad voor de Media (CvdM). A finales de 2002, un grupo independiente de expertos comisionados por el Parlamento y el Gobierno realizaron otra evaluación completa.
[ 53 ]
Victoria Tur, Macarena Lozano y Luis Benjamín Romero
Figura 1. Pictogramas de Kijkwijzer
PICTOGRAMAS
DESCRIPCIÓN
DE EDAD
Programa apto para todas las edades
Programa no recomendado para menores de seis años
Programa no recomendado para menores de doce años
Programa no recomendado para menores de dieciséis años
El programa contiene escenas de violencia
DE CONTENIDO
El programa contiene escenas de sexo
El programa contiene escenas de miedo
El programa contiene escenas de drogas
El programa contiene escenas con discriminación
El programa contiene lenguaje inapropiado
Fuente: www.kijkwijzer.nl
Ambas investigaciones concluyeron que NICAM era un éxito y que
funcionaba bien, contando con apoyo tanto de la industria como de los
consumidores. No obstante, se propusieron algunas mejoras, como que
NICAM realizase aleatoriamente supervisiones sobre las catalogaciones
concedidas y que se revisase el sistema de quejas.
Aunque los organismos estatales no están implicados en el sistema
de clasificación, hay cierta vinculación entre este sistema y las regula[ 54 ]
Contenidos programáticos audiovisuales
ciones estatales para la protección de la juventud; de hecho el Estado
ha incorporado a NICAM y al sistema Kijkwijzer en el marco regulador
nacional (por ejemplo, existe una norma que prohíbe la difusión de películas en televisión que puedan dañar a los menores, a menos que hayan sido valoradas por un organismo de clasificación independiente).
Hay que señalar que un programa de televisión que sea catalogado
para mayores de 12 años ha de emitirse a partir de las 20 h y si se clasifica para mayores de 16 años a partir de las 22 h.
Según Valkenburg, Beentjes, Nikken y Tan (2003:98-100), el éxito
del sistema se fundamenta en:
– Transparencia, que permite compensar la subjetividad.
– Validez científica del sistema resultado de que los codificadores no
asignan directamente una edad a los productos audiovisuales sino
que esta clasificación es consecuencia de las respuestas a un cuestionario.
– Confiabilidad y consistencia, de forma que dos codificadores al
responder el cuestionario sobre el mismo producto audiovisual
obtendrían la misma calificación.
– Codificadores competentes, ya que deben tener una preparación
para comprender el sentido del cuestionario y poder responderlo.
– Abierto a la crítica para mejorar ante los nuevos conocimientos y
los nuevos medios, así como ajustarse a las necesidades de los
usuarios.
Es interesante destacar que estos autores, que son miembros del comité académico de NICAM, consideran que uno de los puntos débiles
del sistema Kijkwijzer que debe corregirse es que se centra en ofrecer
valoraciones en sentido negativo, pero no ofrece información positiva.
Es decir, el sistema señala que un producto audiovisual puede producir
un daño a los menores (por determinados aspectos), pero no es capaz
de señalar que un producto comunicativo puede contribuir a la formación de esos menores.
Esto, que supondría ofrecer una información integral, obligaría a
modificar la totalidad del sistema ya que tendría que señalar tanto los
daños posibles como los beneficios potenciales. Sin embargo, el sistema de NICAM no evalúa la publicidad en televisión.
[ 55 ]
Victoria Tur, Macarena Lozano y Luis Benjamín Romero
En el otro extremo del planeta, la Australian Communications and
Media Authority (ACMA), como responsable de la regulación de los
contenidos televisivos, ha elaborado un código de conducta6 para las
emisiones de televisión dirigidas a los niños (considerando como tales a
los menores de 14 años)7. La regulación australiana parte de una clasificación por parte de la ACMA de los programas emitidos en diferentes
categorías (entre otras australian drama program, documentary program), existiendo tres específicas para los niños: C program, P program
y australian C drama.
Los programas que son pensados para niños pueden ser clasificados
por la ACMA como C program los que van dirigidos a niños menores
de 14 años, recibiendo la catalogación P program si van dirigidos a preescolares (niños que aún no están en edad de escolarización obligatoria). Además, se puede clasificar como australian C drama si es una
serie de ficción clasificada como C program (incluyendo comedias, dramas animados, documentales dramatizados, pero no programas de variedades, caracterizaciones dentro de programas documentales o segmentos de programas que utilicen actores). Los requisitos no sólo
deben ser cumplidos por los contenidos sino también por las interrupciones publicitarias durante el programa e inmediatamente antes y después del mismo. La clasificación en una de estas categorías tiene una vigencia de cinco años renovables, salvo que ACMA determine otra
duración, pudiendo también revocarla.
El sistema C de clasificación está basado en una evaluación inicial
por ABA (la autoridad australiana reguladora de la televisión) y otra
evaluación posterior por consultores especializados –si no existe un informe claro desde el inicio– en las áreas de desarrollo infantil, educación y producción de televisión. Los estándares no exigen que los programas sean didácticos o educacionales, pero sí es necesario que hayan
sido realizados desde la perspectiva de la audiencia infantil y que tengan alta calidad de producción.
Para obtener la clasificación C o P, un programa debe:
1. Haber sido hecho específicamente para una audiencia infantil o
para grupos de niños y niñas en edad preescolar o de escuela primaria.
2. Debe ser entretenido.
[ 56 ]
Contenidos programáticos audiovisuales
3. Debe estar bien hecho, contando con recursos suficientes que
permitan garantizar una alta calidad en el guión, el elenco, la dirección, la edición, la filmación, el sonido y otros elementos de la
producción audiovisual.
4. Debe ampliar la comprensión y la experiencia de niños y niñas.
5. Debe ser apropiado para una audiencia infantil australiana.
Esta clasificación de programas es importante ya que la regulación
de la televisión australiana exige que al menos el 50% del tiempo total
de la C band (franja entre 7 h y 8 h y 16 h y 20 h 30’ de lunes a viernes y entre 7 h y 20 h 30’ los sábados, domingos y días de vacaciones
escolares) debe ser dedicado a C programs (teniendo en cuenta que los
P programs son también C programs). Además, un emisor debe dedicar
al menos 390 horas anuales a C material (C programs, promoción de
esos programas, anuncios de servicio público o cualquier otro anuncio,
identificación de la estación emisora, noticias en flash, publicidad o
programas que no incorporen publicidad) y P material (P programs y
noticias en flash), de las cuales al menos 260 horas serán de C material
y al menos 130 horas de P material.
Además el C material debe ser emitido en periodo continuo de al
menos 30 minutos, con un reparto de 130 horas entre 7 h y 8 h o 16 h
y 20 h 30’ de cualquier día de la semana y otras 130 horas en el resto
de la C band. En cuanto al P material debe ser emitido en periodos de
no menos de 30 minutos en la P band (7 h a 16 h 30’ de lunes a viernes). Los emisores tienen que notificar por escrito y anticipadamente
cuándo emitirán los C material y P material (C period y P period, respectivamente), y durante esos periodos no podrán emitir ningún otro
tipo de programa, teniendo que advertir con 14 días de antelación de
cualquier cambio en la programación (salvo situaciones sobrevenidas
que deberán ser justificadas y compensadas). Para evitar el abuso de repeticiones para cumplir la norma, un mismo C program o P program
sólo puede emitirse tres veces en un periodo de cinco años (en el caso
de los australian C drama no se aplica esa restricción para estimular la
producción audiovisual, pero el tiempo por el que computan es el triple
en el momento en que se estrenan). Es destacable que es el único país
que obliga a los emisores a programar contenidos creados específicamente para niños, fijando cuándo y en qué cuantía mínima.
[ 57 ]
Victoria Tur, Macarena Lozano y Luis Benjamín Romero
Los programa son clasificados (de acuerdo a las categorías violencia,
sexo, lenguaje, drogas, suicidio, temática, comportamiento peligroso y
otros) según el público al que pueden dirigirse en las siguientes categorías: G (programas no creados para niños, pero consumibles sin acompañar), PG (programas que son aptos para menores si están acompañados), M (no recomendados para menores de 15 años), MA 15+ (no
recomendados para menores de 15 años), y AV 15+ (no recomendados
para menores de 15 años por sus especiales contenidos violentos. Además se establecen unas bandas de emisión para esos contenidos (y sus
promociones):
– G zone (de 6 h a 8 h 30’ y de 16 h a 19 h en los días con colegio,
y de 6 h a 10 h en los fines de semana) en la que se pueden emitir C program, P program y programas G.
– PG zone (de 5 h a 6 h, de 8 h 30’ a 12 h, de 15 h a 16 h y de 19 h
a 20 h 30’ en los días con colegio, de 5 h a 6 h, de 8 h 30’ a 16 h
y de 19 h a 20 h 30’ en los días con vacaciones escolares, y de 5 h
a 6 h y de 10 h a 20 h 30’ en los fines de semana) en la que se
pueden emitir C program, P program y programas G y PG.
– M zone (de 12 h a 15 h y de 20 h 30’ a 5 h en los días con colegio, y de 20 h 30’ a 5 h en los días con vacaciones escolares y en
los fines de semana) en la que se pueden emitir todo tipo de programas excepto los clasificados MA y AV.
– MA zone (de 21 h a 5 h) en la que se pueden emitir todo tipo de
programas excepto los AV.
– AV zone (de 21 h 30’ a 5h) en la que se pueden emitir todo tipo de
programas.
Como vemos, se trata de una catalogación muy minuciosa. Pero no
es transparente ya que tanto productores como emisores no pueden determinar a priori si su producto va a ser catalogado como P program o
C program.
Consideraciones finales
Existen regulaciones diferenciadas para los contenidos publicitarios y
programáticos, sin que esto tenga explicación aparente desde el punto de
[ 58 ]
Contenidos programáticos audiovisuales
vista de los efectos sobre el menor. En este sentido, existe mayor número de normas reguladoras del ámbito publicitario que del programático.
La mayoría de criterios de protección no se basan en la investigación
científica y se identifica la reproducción de las medidas, sin cuestionamiento ni innovación, en la mayoría de países. Se percibe también que
estas medidas no tienen capacidad ni mecanismos de adaptación a la
constante evolución de la actualidad que vive el niño. En este sentido
destaca el sistema holandés NICAM y el sistema australiano de la ACMA.
El sistema NICAM es gestionado por una entidad privada, los contenidos se pueden autoclasificar y extrapolar a otras pantallas. El sistema de
la ACMA recurre al juicio de expertos y se muestra menos transparente.
En España, parece urgente aumentar la información, sobre el tipo y
características del contenido audiovisual programático dirigido a niños,
para todos los agentes implicados. La actual señalización se limita a recomendar una edad, indicar la disponibilidad de subtítulos para discapacitados auditivos y la calidad del sonido (mono o estéreo). Los acuerdos reflejados en el código de autorregulación de los contenidos
televisivos y la Infancia no han tenido en cuenta los datos de audiencia
de Sofres, A.M. y han demostrado ser insuficientes.
Sería conveniente y positivo aumentar el repertorio de indicaciones
sobre el tipo de contenido, para incrementar la información que se sirve a padres, educadores y niños, con el fin de fomentar su competencia
audiovisual y mejorar la toma de decisiones sobre el uso del medio, basada en criterios de maduración psicosocial y preferencias, mediante la
corregulación. En concreto, se deberían señalar:
– Los contenidos sexuales inapropiados.
– La presencia de lenguaje grosero o soez.
– La presencia de contenidos que reflejen discriminación de cualquier índole sin punición.
– La conducta asocial sin punición y prosocial.
– La existencia o no de una enseñanza positiva para la vida del niño.
– La presencia o no de comportamientos adictivos sin punición.
– La presencia o no de tramas o escenas que puedan suscitar miedo.
– La presencia o no de interactividad.
– Recomendación de edad mental.
– Una palabra clave que describa de forma eficaz la temática.
[ 59 ]
Victoria Tur, Macarena Lozano y Luis Benjamín Romero
Se deberían contemplar tanto las informaciones de contenidos positivos –deseables para la etapa madurativa del niño–, como los negativos.
Estas informaciones, en forma de iconos, deberían acompañar la difusión de los contenidos en todos los medios (Televisión, páginas de
programación televisiva de los periódicos, revistas especializadas en televisión, teletexto e informaciones sobreimpresionadas en la televisión digital, webs de cadena o de programa…), a modo de certificación de su
calidad y de su idoneidad para dirigirse a la infancia. La iniciativa debería incorporar una campaña de comunicación para dar a conocer el significado de los iconos, asegurar su entendimiento y activar la familiarización de los públicos implicados en el reconocimiento de su significado.
En definitiva, el ámbito de certificación de contenidos tiene iniciativas internacionales dignas de mención e imitación. Se pone de manifiesto la necesidad de fomentar la investigación en este ámbito ya que
regular o proteger sin investigar no es viable.
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[ 61 ]
Victoria Tur, Macarena Lozano y Luis Benjamín Romero
Notas
1
2
3
4
5
Destaca la prolífica iniciativa autorreguladora en el ámbito de los contenidos infantiles de marketing y publicidad. Entre ellos, destacamos CARU (USA) y The Compendium of ICC Rules on Children and Young People and Marketing elaborada por la
Commission on Marketing and Advertising –U.E., Abril 2003–, que recoge todas las
normas relativas a publicidad y menores incluidas en los distintos Códigos de la ICC
(Cámara Internacional de Comercio). También es destacable el Código Ético sobre
Publicidad y Niños elaborado por la Asociación Europea de Agencias de Publicidad
(EACA).
El grupo de investigación Comunicación e Infancia es multidisciplinar e interuniversitario. Está integrado por los siguientes profesores doctores: Victoria Tur Viñes (Investigadora Principal. Psicóloga, Doctora en Sociología. Universidad de Alicante), Ildefonso Grande Esteban (Doctor en Economía. Universidad Pública de Pamplona),
Irene Ramos Soler (Doctora en Sociología. Universidad de Alicante), Carmen López
Sánchez (Doctora en Psicología. Universidad de Alicante), Mª Carmen Carretón Ballester (Doctora en Sociología. Universidad de Alicante), Mª Dolores Fernández Poyatos (Doctora de la Universidad de Alicante, Lcda. en Filología Hispánica, Geografía e
Historia), Concepción Campillo Alhama (Lcda... en Publicidad. Universidad de Alicante), Macarena Lozano Oyola (Doctora en Economía. Universidad Pablo Olavide de Sevilla) y Luis Benjamín Romero Landa (Economista. Universidad de Sevilla). Los profesores de la Universidad de Alicante están adscritos al Departamento “Comunicación y
Psicología Social” de la Universidad de Alicante.
Antes de la firma de este Código, Radiotelevisión Española (RTVE) aprobó uno propio más restrictivo: Radiotelevisión Española (2004).
Varios autores (2004). Este Código cita como precedentes el Convenio sobre principios para la autorregulación de las cadenas de televisión en relación con determinados contenidos de su programación referidos a la protección de la infancia y la juventud formulado por el Ministerio de Educación y Ciencia, las Consejerías de Educación
de las Comunidades Autónomas y las Cadenas de Televisión, firmado en marzo de
1993, el Convenio por el que se establece un sistema uniforme de señalización de la
clasificación de los programas de televisión en función de su grado de idoneidad para
los menores, suscrito el 21 octubre 1999, el Convenio suscrito el 13 de junio de 2002,
por Antena 3 Televisión, RTVE, Publiespaña-Telecinco, Sogecable, Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos (FORTA), la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial, y la Asociación Española de Anunciantes, y
el Acuerdo para el fomento de la autorregulación de la actividad publicitaria en el
medio televisivo de fecha 19 de diciembre de 2003, suscrito por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información y la Asociación para
la Autorregulación de la Comunicación Comercial por el que se reconoce el Convenio
de junio de 2002.
Nederlands Instituut voor de Classificatie van Audiovisuele Media (2004) NICAM coding form. Versión 1.2, www.kijkwijzer.nl/upload/download_pc/ 23.pdf, abril (consultado en enero de 2004).
[ 62 ]
Contenidos programáticos audiovisuales
6
7
Australian Communications and Media Authority (2005b). Además es de aplicación el
código general Australian Communications and Media Authority (2005a).
En Nueva Zelanda existen también varios códigos de protección a los menores y en
general de regulación de los contenidos en televisión: Broadcasting Standards Authority (2004a), Broadcasting Standards Authority (2004b), Broadcasting Standards Authority (2005) y Advertising Standards Authority (2001). Aquí no se describen por no añadir elementos nuevos respecto a los que se han descrito en Europa; sin embargo, es
relevante tener en cuenta que, al existir un acuerdo comercial entre Australia y Nueva Zelanda, el código australiano contempla permitir el acceso a los contenidos neozelandeses a efectos del cumplimiento de cuotas, aunque cumpliendo con los estándares de la norma australiana.
[ 63 ]
SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
Tres años de Código de Autorregulación
de Contenidos Televisivos e Infancia en España
(2004-2007)
Dr. José A. Ruiz San Román
Marta Salguero Montero
Universidad Complutense de Madrid
[email protected]
Resumen
Las cadenas españolas de televisión firmaron en diciembre de 2004
un código de autorregulación para proteger los derechos de la infancia.
Este código establece franjas de protección reforzada para la infancia
entre las 8 y las 9 de la mañana y de 5 a 8 de la tarde, de lunes a viernes; y en las mañanas de los sábados y domingos. Ofrecemos datos de
los Informes de seguimiento semestrales del Código de Autorregulación
que ha realizado nuestro equipo mediante visionado y análisis de contenido de una muestra de la programación con la finalidad de detectar
incumplimientos del Código.
Palabras clave
Autorregulación, infancia, televisión, violencia, Código de Autorregulación.
Abstract
National TV channels in Spain signed on december 2004 a self regulation code to protect rights of children on December 2004. This code
developed a special protected schedule for children from 8.00 am to
9.00 am and 17.00 pm to 20.00 pm. This article offer the results of an
analysis content made in six different periods that measures how often
tv channels have ignored the code.
[ 65 ]
José A. Ruiz y Marta Salguero
Key words
Self-regulation, children, television, violence, code of self-regulation.
El 9 de diciembre de 2004 las cadenas de televisión firmaron el Código de autorregulación sobre contenidos televisivos e infancia. Un
compromiso voluntario1 de mejora en la calidad de los contenidos audiovisuales destinados a los más pequeños en el que se especifica con
precisión qué contenidos pueden considerarse “para todos los públicos”
y cuáles no. El grado de detalle del texto hace posible un seguimiento
de la programación que verifique si se dan o no incumplimientos de lo
acordado.
En línea con la tendencia europea de fomento
de la autorregulación
Nuestro grupo ha subrayado en anteriores trabajos que el Código de
Autorregulación de diciembre de 2004 se enmarca en la tradición europea de fomentar la autorregulación, al menos desde que el 19 de septiembre de 2000 el Parlamento Europeo se refería a “la urgente necesidad de que todos los operadores europeos televisivos establecieran un
código de autorregulación en materia de protección de menores con
mecanismos de control social y cláusulas severas de sanción en caso de
incumplimiento” (Armenteros Gallardo, 2006: 185). En esa línea estaría
lo previsto en el Libro Verde sobre la protección de menores y de la
dignidad humana en los nuevos servicios audiovisuales o en la recomendación 98/560/CE, entre otras.
Prueba reciente de que esta orientación sigue siendo impulsada desde la Unión Europea es la firma el 12 de diciembre de 2007 de un Código de Conducta para proteger a los menores frente a contenidos o
servicios inadecuados. El Código de Conducta es consecuencia del
Acuerdo Marco firmado en febrero de 2007 entre la Asociación de Operadores Móviles Europeos (GSME) y la Comisión Europea para incrementar las medidas de protección a los menores en su acceso a los contenidos a través del móvil. Los firmantes se comprometen a implantar
las medidas firmadas en un plazo de nueve meses desde la firma.
[ 66 ]
Tres años de Código de Autorregulación…
En la misma línea de fomentar la autorregulación y los órganos de
control independientes está la modificación de la directiva “Televisión
Sin Fronteras” aprobada por el Parlamento Europeo por un margen muy
ajustado (324 votos a favor y 323 en contra). La Directiva es la 2007/65/
CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de diciembre de 2007,
por la que se modifica la Directiva 89/552/CEE del Consejo sobre la coordinación de determinadas disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los Estados miembros relativas al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva (DO L 332, 18/12/2007).
Los informes oficiales de evaluación de la aplicación del Código
de Autorregulación publicados en 2006 y 2007
El Código de Autorregulación prevé que se elaboren informes de seguimiento. Hasta la fecha se han publicado dos informes.
El Comité de Autorregulación, órgano encargado de elaborar y difundir los informes, ha optado por elaborar un informe a partir de las
quejas que se reciben. Un criterio muy restrictivo que deja fuera todo
incumplimiento no denunciado y que requiere de los ciudadanos una
actitud activa de denuncia.
El primer Informe Oficial elaborado por los firmantes del Código de
Autorregulación dio cuenta de que se recibieron 124 reclamaciones en el
periodo comprendido entre marzo de 2005 y marzo de 2006. De las quejas recibidas, fueron reconocidas como incumplimientos del código solamente doce de ellas (10,6%). Fueron muy pocos reconocimientos. Pero
se dio un paso adelante cualitativo: las televisiones reconocieron que se
habían dado incumplimientos del horario infantil. En concreto los incumplimientos reconocidos en la primera tabla de la página siguiente.
El segundo informe oficial de la Comisión de Seguimiento del Código de Autorregulación se presentó en rueda de prensa el 31 de julio de
2007. Sin duda una de las peores fechas si lo que se pretende es difundir resultados o sensibilizar a la opinión pública. Una fecha óptima, por
el contrario, si lo único que se pretende es que los datos pasen desapercibidos.
Una rápida comparación de los Informes señala que las propias cadenas reconocen que los niveles de cumplimiento del Código empeoran.
[ 67 ]
José A. Ruiz y Marta Salguero
Relaciones de reclamaciones estimadas por el Comité de Autorregulación,
al considerar que se aprecian inconvenientes para la emisión.
Fecha
Programa
Cadena
Motivo
15/03/05
Aventura en África
Antena 3
Lenguaje inadecuado, insultos
18/03/05
A tu lado
Tele 5
Lenguaje inadecuado, insultos
19/04/05
La Buena Onda
Antena 3
Lenguaje inadecuado, insultos
13/04/05
A tu lado
Tele 5
Lenguaje inadecuado, insultos
12/05/05
La Buena Onda
Antena 3
Actitudes agresivas, amenazas
16/05/05
La Buena Onda
Antena 3
Actitudes agresivas, amenazas
17/05/05
La Buena Onda
Antena 3
Actitudes agresivas, amenazas
17/05/05
La Buena Onda
Antena 3
Presentación inadecuada del maltrato
22/09/05
Aquí hay Tomate
Tele 5
Utilización de pitidos*
24/09/05
Aquí hay Tomate
Tele 5
Utilización de pitidos*
25/10/05
Gran Hermano
Tele 5
Utilización de pitidos*
13-15/02/06
Escuela de Sicarios (promo)
Tele 5
Horario inadecuado
* Tras el acuerdo para su eliminación
Cfr. Informe de evaluación sobre la aplicación del Código de Autorregulación sobre contenidos televisivos e infancia.
Junio 2006
Informe Oficial 2006
Informe Oficial 2007
120
359
12
31
Quejas presentadas
Incumplimientos reconocidos por las propias
cadenas de televisión
Fuente: elaboración propia, a partir de los datos del Informe de evaluación sobre la aplicación del Código de Autorregulación sobre contenidos televisivos e infancia. Comisión Mixta de Seguimiento. Madrid, 31 de julio 2007.
El contraste de los datos oficiales con los datos de seguimiento
de la programación y la percepción de la sociedad
Con el Informe Oficial contrastan dos tipos de datos recogidos con
metodologías diversas. De una parte, los datos obtenidos mediante encuesta por el Centro de Investigaciones Sociológicas, en los que se
refleja el descontento de los españoles con los contenidos televisivos
(Cfr. CIS Estudio nº 2.621). Basta valorar un dato: el 92,2% de los entre[ 68 ]
Tres años de Código de Autorregulación…
vistados consideraba que las televisiones no adaptan sus contenidos en
horario infantil.
Y por otro, los trabajos que se basan en análisis de contenido de la
programación elaborados por dos equipos diferentes de universidades
madrileñas, a los que nos referimos a continuación.
Informe de la Universidad Rey Juan Carlos para la Secretaría
de Estado de Comunicación (julio 2007)
Nos referiremos en primer lugar a los trabajos del grupo de investigación GICOMSOC que dirige el profesor Pérez Amat en la Universidad
Rey Juan Carlos de Madrid; y a continuación referiremos los trabajos de
nuestro propio equipo de investigación que coordina el profesor Ruiz
San Román del C. U. Villanueva (adscrito a la Universidad Complutense
de Madrid).
La Universidad Rey Juan Carlos publica el 9 de Julio de 2007 su segundo informe anual sobre contenidos televisivos e infancia. Se detectan un total de 9.000 infracciones, después de analizar los contenidos
emitidos de lunes a viernes, desde el 21 de Septiembre 2006 al 12 de
Abril de 2007 en las franjas de protección reforzada de la infancia. El informe fue encargado por la Secretaría de Estado de Comunicación de la
Vicepresidencia del Gobierno.
El estudio muestra que TVE es la más respetuosa con el Código,
pues sólo posee el 13% del total de los incumplimientos detectados
(1.170), seguida por Telecinco con un 16% de las faltas totales, Cuatro
con un 21%, Antena 3 con un 23% y la Sexta que cuenta con el 27% del
total.
El estudio de la Universidad Rey Juan Carlos subraya que determinados magacines de la tarde, series y telenovelas, son los responsables de
este elevado número de faltas del Código, y aboga por un cambio en
los formatos televisivos en el horario de protección de la infancia. Pese
al elevado número de infracciones del Código, el informe sostiene que
la gravedad de las infracciones ha disminuido.
Los miles de incumplimientos detectados por el equipo ponen en
entredicho que exista una mínima voluntad de cumplimiento por parte
de las cadenas de televisión.
[ 69 ]
José A. Ruiz y Marta Salguero
Informes semestrales de seguimiento del Código de
Autorregulación elaborados por el C.U. Villanueva y la
Asociación de Telespectadores y Radioyentes (2005-2007)
Nuestro grupo de trabajo (localizado en el C.U. Villanueva de Madrid), en colaboración con la Asociación de Telespectadores y Radioyentes (ATR), consideró que era posible hacer un seguimiento de los niveles de cumplimiento del código de 2004 mediante criterios
cuantitativos contrastables por cualquier observador imparcial. Hasta el
momento, hemos elaborado seis informes semestrales de seguimiento.
Nos referiremos aquí a algunos criterios metodológicos empleados
para la elaboración de los mencionados informes de seguimiento, con
la finalidad de que puedan ser contrastados por la comunidad científica
y para que los datos obtenidos resulten suficientemente justificados.
Los informes de seguimiento hasta ahora elaborados se plantearon
con un objetivo concreto: contabilizar los incumplimientos de los acuerdos firmados por las principales cadenas de ámbito nacional y elaborar
un resumen de su tipología.
El Código de Autorregulación legitima la implicación
de todos en el seguimiento de la autorregulación
La firma del código de autorregulación fue difundida por las cadenas
de televisión como una acción de responsabilidad social corporativa en
la que se invitaba a participar a los stakeholders. Los actores implicados
en estos procesos serán –y así lo suscriben también las cadenas de televisión– no sólo los profesionales de la comunicación, sino también los
profesionales de la enseñanza, las autoridades públicas, las organizaciones de consumidores, los pediatras, los psicólogos y los psiquiatras especializados en niños y adolescentes, los responsables de la salud pública, etc.2. Porque “si de verdad se quiere avanzar en la configuración
de una sociedad sana mentalmente, se necesita el trabajo de cada uno
de los actores implicados” (Armenteros Gallardo, 2006: 187).
La mayoría de la comunidad científica que investiga en comunicación y buena parte de los profesionales del sector comparten ese punto
de vista: las tareas encaminadas a mejorar la calidad de los contenidos
televisivos y las que pretenden extender la alfabetización audiovisual
[ 70 ]
Tres años de Código de Autorregulación…
no pueden ser tarea exclusiva de las cadenas de televisión y de sus profesionales.
El Código de Autorregulación de 2004 no sólo implica implícitamente esa perspectiva sino que expresamente establece la necesidad de implicación de los agentes sociales en el proceso. Por ejemplo, cuando señala que “la mejor protección a la infancia y a la juventud exige un
comportamiento activo de los padres y educadores, a quienes de forma
más directa atañe la responsabilidad de la educación de los niños y los
jóvenes” (Preámbulo del Código).
Para legitimar la participación de los agentes sociales en el seguimiento del código no es requisito la expresa invitación que las cadenas
de televisión hacen en el texto del acuerdo de autorregulación. Pero hecha la invitación, sería poco deseable que existiendo una notable demanda de una televisión de calidad, nadie acudiera a la invitación. No
parece razonable que las asociaciones de usuarios no se hicieran eco de
la fuerte demanda de una televisión infantil de calidad.
Una primera delimitación del corpus o universo de estudio.
Las “franjas de protección reforzada”
Quien pretenda analizar la programación emitida en España por las
grandes cadenas nacionales tendría que estudiar 24 horas de televisión
en, al menos, seis grandes cadenas. Las dos de TVE, Antena 3, Cuatro,
Telecinco y La Sexta. Es decir, 144 horas de televisión al día, algo más
de cincuenta mil horas de televisión al año (en concreto, 52.560 horas).
Todo ello sin tener en cuenta las televisiones públicas autonómicas, ni
cualquiera otra modalidad de televisión.
La dificultad de abarcar la totalidad de lo emitido ha llevado a los
equipos de investigación que trabajamos en análisis de programación a
realizar muestras representativas del universo estudiado. E incluso, con
carácter previo, delimitar el corpus o universo de estudio en función de
los objetivos de la investigación.
Esta primera delimitación del corpus de nuestras investigaciones se
legitimaría en función de lo establecido en el Código de Autorregulación de diciembre 2004, en el que las televisiones reconocían un horario protegido desde las 6.00 horas hasta las 22.00 horas (Cfr. Apartado II
del Código de Autorregulación).
[ 71 ]
José A. Ruiz y Marta Salguero
No satisfechos con esta primera división de los horarios de emisión,
en la firma del Código se quiso ir más allá y las propias cadenas de televisión establecieron horarios en los que las cadenas se comprometieron a una particular atención a la población infantil. Para ello se establecieron varias “franjas de protección reforzada” que se detallan en la
siguiente tabla (Cfr. Apartado III del Código de Autorregulación).
Franjas de Protección Reforzada previstas en el Apartado III del Código
de Autorregulación de Contenidos Televisivos e Infancia (diciembre 2004)
Días laborables: Mañanas.
8.00 horas a 9.00 horas
Días laborables: Tardes.
17.00 horas a 20 horas
Sábados y Domingos.
9.00 horas a 12.00 horas
1 y 6 de enero; Viernes Santo; 1 de mayo; 12 de octubre;
1 de noviembre; 6, 8 y 25 de diciembre.
9.00 horas a 12.00 horas
La creación de “franjas de protección reforzada” permite dividir los
programas de televisión (corpus o universo de cualquier análisis de
contenido de la programación) en función de la hora en que se emiten.
Los programas se dividirían en tres categorías según los niveles de protección de la infancia que las cadenas se han impuesto a sí mismas: a)
horario de protección reforzada; b) horario de protección; y c) horario
sin protección.
De ese modo, los que investigamos sobre los esfuerzos realizados
por las cadenas para ofrecer una televisión de calidad a la población infantil coincidimos en que para valorar el esfuerzo de las cadenas puede
resultar suficiente analizar, en primer lugar, las franjas de protección reforzada porque si, incluso en ese horario, las televisiones no mostraran
particular interés en una televisión infantil de calidad, cabe pensar que
en el resto del horario no encontraremos mejores disposiciones.
Por esos motivos, los estudios realizados en España han tomado
como universo para el análisis las franjas de protección reforzada3. Incluso las propias cadenas de televisión que podrían haber trabajado con
mejores recursos, no lo han hecho si quiera con todos los programas de
este corpus. Así, en el segundo Informe Oficial publicado por el Comité de Autorregulación para evaluar la aplicación del Código de Autorre[ 72 ]
Tres años de Código de Autorregulación…
gulación de Contenidos Televisivos e Infancia señalan expresamente
que no han trabajado en horarios distintos de la franjas de protección
reforzada y que se han limitado a ocuparse a partir de un corpus muy
limitado: las quejas recibidas. Se ignoran, por tanto, muchas horas de
horario protegido y todos aquellos incumplimientos que no hayan generado una queja expresa. En concreto, señalan que “en relación a las
quejas presentadas sobre programas emitidos en franja legal de protección del menor, pero fuera de la franja de protección reforzada, y por
tanto no computadas en este informe, pueden mencionarse como significativas las referidas a los espacios Padre de Familia (La Sexta), Aquí
Hay Tomate (Tele 5), Libertad Vigilada (Antena 3) o la redifusión en horario de tarde de la serie Aquí no hay quien viva (Antena 3)” (Cfr. Informe de evaluación sobre la aplicación del Código de Autorregulación de
Contenidos Televisivos e Infancia, 2º año) publicado en la web oficial
de seguimiento del Código de Autorregulación www.tv.infancia.es.
Aunque no es objeto fundamental de este texto, cabría denunciar
que se ha subvertido el objetivo principal de las franjas de protección
reforzada, en principio destinadas a una mejora de la programación infantil y que, a la postre, son suficiente motivo para que las cadenas ignoren las quejas recibidas en el resto de la franja protegida.
A pesar de que los dos equipos que venimos trabajando en el seguimiento del Código de Autorregulación hemos establecido una primera
delimitación del corpus de análisis a los programas emitidos en las franjas de protección reforzada, los dos equipos también hemos coincidido
en no trabajar con las franjas de protección reforzada de los fines de semana y de los festivos.
En esta segunda delimitación del corpus, los estudios del equipo de
la Universidad Rey Juan Carlos trabajan con las franjas de protección reforzada de la mañana y de la tarde, y el equipo ATR-Villanueva, sólo
con la de la tarde.
Categorización y ficha de análisis a partir de los
“criterios orientadores” del Código de Autorregulación
El análisis de contenido requiere la delimitación de categorías con la
precisión suficiente para que cualquier investigador considere siempre y
del mismo modo la presencia o no presencia de la categoría analizada.
[ 73 ]
José A. Ruiz y Marta Salguero
En principio, la tarea debe realizarse por el equipo investigador, sin
embargo, el acuerdo firmado por las cadenas establece unos “criterios
orientadores para la clasificación de programas” que pueden considerarse
por el investigador categorías para la delimitación de lo que debe considerarse incumplimiento del código en las franjas de protección reforzada.
El código establece que serán considerados programas para “todos
los públicos” los que aun teniendo determinada temática la traten adecuadamente. En concreto señala los contenidos admisibles para todos
los públicos del siguiente modo:
• Comportamientos sociales: esta calificación permite la descripción
de comportamientos adultos, no conflictivos, aunque puedan no
ser inteligibles para menores de siete años, siempre que no puedan perturbar el desarrollo de éstos.
• Violencia: esta calificación permite la presencia de una violencia
mínima que no afecte a personajes asimilables del entorno afectivo de un menor o que facilite el distanciamiento por su tratamiento paródico o humorístico.
• Temática conflictiva: esta calificación permite la presencia de elementos de angustia o miedo, siempre que sea mínima o esté compensada
por el uso de la caricatura o el humor para atenuar su impacto.
• Sexo: esta calificación permite el desnudo casual o inocente, sin
manifestación erótica ni calificaciones vejatorias, o la presentación
de relaciones afectivas sin connotaciones sexuales.
Como puede apreciarse, la detallada descripción que se hace en los
“criterios orientadores” del Código de Autorregulación permite utilizarlos como categorías de análisis, de modo que cualquiera pueda establecer si en un determinado programa se da o no se da un incumplimiento del Código.
El análisis de contenido que ha realizado nuestro equipo de investigación se limita a señalar si se da o no se da un incumplimiento del Código de Autorregulación. Es decir, no se entra a valorar la gravedad o no
de lo emitido. Únicamente, se señala si se ajusta o no a lo pactado por
las televisiones. Por tanto, la ficha de análisis pretende la recogida de datos cuantitativos de la programación: incumplimientos, si se dieran, con
detalle de la hora exacta, el programa y la cadena que lo ha emitido.
[ 74 ]
Tres años de Código de Autorregulación…
Muestreo utilizado
La ya referida imposibilidad de hacer un seguimiento del total de
programas emitidos en los seis meses que comprende cada informe de
ATR-Villanueva nos ha llevado a analizar solamente unas semanas en
cada periodo. En concreto, las semanas grabadas y visionadas han sido:
del 2 al 27 de mayo de 2005; del 17 de octubre al 15 de noviembre de
2005; del 6 al 31 de marzo de 2006; del 16 de octubre al 13 de noviembre de 2006; del 16 de abril al 11 de mayo de 2007; y del 29 de octubre
al 16 de noviembre de 2007.
Sin embargo, con la finalidad de ajustar al máximo los posibles incumplimientos, aún se hace un ajuste suprimiendo del informe los días
en los que se den valores extremos o los días en que la información no
resulte fiable en alguna de las cadenas.
De modo que en cada informe se trabaja con el número de horas y
de días que expresamente se especifica.
Para observar la evolución de los incumplimientos se maneja el indicador de incumplimientos diarios por cadena, de modo que las comparaciones entre unos informes y otros sean aceptables, con independencia de las pequeñas variaciones que pueda tener la muestra finalmente
empleada.
La formación de una red de seguimiento. Grabación y visionado
La necesidad de mantener los mayores estándares de objetividad posibles y, en consecuencia, permitir posteriores verificaciones por parte
de terceros de los incumplimientos detectados requiere la completa grabación por parte del equipo de investigación de la totalidad de los programas emitidos en el horario considerado como muestra.
Además, también con la finalidad de reforzar los criterios de objetividad y verificabilidad por terceros, en los últimos informes presentados
se ha manejado una doble red de seguimiento: la primera de ellas la
forman los asociados de ATR, la segunda red de seguimiento la forman
alumnos de Comunicación de las Universidades Complutense y Rey
Juan Carlos de Madrid.
La Asociación de Telespectadores y Radioyentes pide a cada miembro de la red que grabe, visione, cumplimente la ficha de análisis y en[ 75 ]
José A. Ruiz y Marta Salguero
víe los datos de los horarios que se le asignan. Una tarea semejante y sobre los mismos programas realiza la red de alumnos de Comunicación.
Los resultados obtenidos
Como se ha dicho más arriba, la comparación de los distintos informes requiere que se trabaje con el indicador “incumplimientos por día”
y no con el total absoluto de incumplimientos, para corregir las ligeras
variaciones en los tamaños de la muestra de cada informe. La comparativa de resultados obtenida hasta la fecha es la siguiente:
Cadena
I Informe
II Informe
III Informe
IV Informe
ATR-Villanueva ATR-Villanueva ATR-Villanueva ATR-Villanueva
(16-06-05)
(5-12-05)
(15-06-06)
(5-12-06)
V Informe
VI Informe
ATR-Villanueva ATR-Villanueva
(14-06-07)
(12-12-07)
TVE 1
12,85
8,90
8,60
3,57
2,72
8,1
LA 2
0,21
0,89
1,31
1,71
0,18
4,2
ANTENA 3
5,90
11,92
10,95
5,21
4,63
13,6
CUATRO
-
-
3,58
6,85
4,81
7,7
TELECINCO
5,50
5,24
4,64
6,43
7,27
9,1
LA SEXTA
-
-
3,20
9,21
9,27
24,7
TELEMADRID
4,20
1,75
4,20
1,93
1,72
5,8
TOTAL
6,08
5,33
5,21
4,99
4,41
10,45
La inclusión de categorías positivas
Por otra parte, con la finalidad de aportar a nuestro análisis categorías “positivas”, hemos incorporado cuatro categorías que pretenden
describir los contenidos que promuevan temas particularmente positivos para la población infantil y que se emitan en las franjas de protección reforzada.
Estos criterios positivos no aparecen en el Código de Autorregulación firmado por las cadenas de televisión, sino que han sido confeccionados por el equipo de investigación que ha formado parte de este
proyecto.
[ 76 ]
Tres años de Código de Autorregulación…
Hemos incorporado a nuestro análisis de contenido en el último informe las siguientes categorías positivas:
Comportamiento pro-social
Entendemos que se da un comportamiento pro-social cuando se fomenta en el programa de televisión visionado un comportamiento a favor de los demás (personas o cualidades) sin que se consiga a cambio
ninguna recompensa.
– Ejemplos: se fomenta el voluntariado, la participación de todos en
las tareas domésticas, ayudar a los demás en el trabajo o en las tareas de clase, la deportividad, etc.
Medio Ambiente
Entendemos que se valorará este apartado cuando se fomente en el
programa de televisión visionado la protección del Medio Ambiente, se
fomente el cuidado de la naturaleza, se propongan o fomenten actividades de prevención y/o conservación.
– Ejemplos: explicación del modo de reciclar basuras, prevención de
incendios, ahorro de agua o energía, etc.
Desfavorecidos
Entendemos que se valorará este apartado cuando se fomente en los
telespectadores la atención a los colectivos más desfavorecidos o se
sensibilice sobre sus problemas: personas dependientes, desempleados,
inmigrantes, niños, ancianos, etc. Inculcar valores cívicos para cumplir
los deberes de la ciudadanía y evitar la discriminación.
Pedagógico
Entendemos que se valorará este apartado cuando el programa tenga un marcado contenido pedagógico, didáctico y de aprendizaje, de
refuerzo o coordinación con las materias de la enseñanza reglada
oficiales: ayude a aprender a leer, ayude a aprender idiomas, enseñe
geografía, historia, matemáticas, valores constitucionales, técnicas de
estudio, etc.
– Ejemplo: mediante juegos o adivinanzas se enseña el mapamundi; clases de inglés sobre palabras sencillas (colores, objetos, acciones…).
[ 77 ]
José A. Ruiz y Marta Salguero
Los datos que hemos obtenido a partir de estas categorías han sido:
Cadenas
Contenidos positivos por día
TVE 1
1,3
La2
1,4
Antena 3
1,1
Cuatro
4,5
Telecinco
0,6
La Sexta
3,7
Telemadrid
0,9
TOTAL
1,9
Conclusiones
La finalidad de este texto ha sido doble: explicar la pertinencia de la
metodología empleada para el análisis del Código de Autorregulación
de 2004 (y, en su caso, invitar a replicarla) y dar a conocer los datos obtenidos en el análisis de contenidos cuantitativo.
En resumen, los pasos que se ha seguido por nuestro equipo han
sido:
1. Elaboración de las categorías de análisis a partir de los contenidos
del Código de Autorregulación;
2. Delimitación de las franjas de protección reforzada para la infancia como universo o corpus adecuado para el seguimiento del
cumplimiento del Código;
3. Delimitación de la muestra de días que se analizan en cada informe;
4. Confección de una ficha de análisis de contenido cuantitativo con
las categorías establecidas a partir de los criterios fijados en el Código y aquellos otros criterios positivos que hemos incluido en
este VI Informe;
5. Formación de una red de visionado de los programas, capacitando
así a los miembros de la red para rellenar correctamente las fichas
de análisis. Se constituyó una doble red de seguimiento, formada
por: alumnos de Comunicación Audiovisual y socios de ATR;
[ 78 ]
Tres años de Código de Autorregulación…
6. Visionado y grabación de toda la programación emitida entre las
cinco y las ocho de la tarde, de lunes a viernes, durante tres semanas. Hablamos por lo tanto de un total de más de trescientas
horas de televisión en cada semestre;
7. Tratamiento informático de las fichas de análisis, creando una matriz de datos;
8. Presentación pública de los informes.
De ese itinerario investigador los datos obtenidos más significativos
serían los expuestos en las tablas de datos de este artículo en las que se
pone de manifiesto que los incumplimientos del Código de Autorregulación son numerosos en todas las cadenas, algo menos en las públicas
que en las privadas. Datos que avalan la demanda social de una programación infantil de calidad.
Bibliografía
ARMENTEROS GALLARDO, M. (2006): “Primer cumpleaños del Código de Autorregulación”: en CARCELÉN, S.; RODRÍGUEZ, C. y VILLAGRA, N., Propuestas para una comunicación de calidad. Madrid, Comunicación 2000.
CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIOLÓGICAS: Estudio nº 2.621. Actitudes y opiniones
sobre la infancia y la adolescencia. Madrid, octubre 2005.
COMISIÓN MIXTA DE SEGUIMIENTO DEL CÓDIGO DE AUTORREGULACIÓN (2006):
Informe de evaluación sobre la aplicación del Código de Autorregulación sobre contenidos televisivos e infancia: Comisión Mixta de seguimiento. Madrid, 13 de junio 2006.
COMISIÓN MIXTA DE SEGUIMIENTO DEL CÓDIGO DE AUTORREGULACIÓN (2007):
Informe de evaluación sobre la aplicación del Código de Autorregulación sobre contenidos televisivos e infancia. Comisión Mixta de seguimiento. Madrid, 31 de julio 2007.
LIBRO VERDE UE (2001): Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de
las empresas. Bruselas. Comisión de las Comunidades Europeas.
RUIZ SAN ROMÁN, J. A. y SALGUERO, M. (2008): “La responsabilidad social de las cadenas de televisión: autorregulación sobre contenidos televisivos e infancia”, en Comunicar, número 30. v. XV, pp. 113-117.
TUR VIÑES, V. (2006): “El concepto de calidad del contenido audiovisual desde el emisor”,
en CARCELÉN, S.; RODRÍGUEZ, C. y VILLAGRA, N. (2006), Propuestas para una comunicación de calidad. Madrid, Comunicación 2000.
[ 79 ]
José A. Ruiz y Marta Salguero
Notas
1
2
3
Conviene explicar que la firma del acuerdo de autorregulación vino precedida por un
clima de notable descontento social con la programación de las cadenas en el horario
infantil y por la presión política ejercida por el Gobierno sobre las televisiones. La
sensibilidad social con una televisión de calidad para los niños se refleja cada vez más
en los discursos públicos. Como ejemplo, el mensaje de Navidad del Rey que raramente se refiere a políticas concretas, en diciembre de 2007 afirmaba que “debemos
impulsar la debida observancia de las reglas sobre contenidos televisivos e infancia
acordadas para la protección de los menores” (Mensaje de Navidad del Rey, 24 de diciembre de 2007).
Cfr. Ruiz San Román, J.A. y Salguero, M. (2008): “Responsabilidad social y autorregulación de las cadenas televisivas sobre la infancia” en Comunicar, Revista Científica de
Comunicación y Educación, nº 30. v. XV, pp. 113-117
Lo afirmado se puede comprobar en los dos informes anuales publicados por Grupo
de Investigación sobre Comunicación, Sociedad y Cultura (GICOMSOC) de la Universidad Rey Juan Carlos para el Ministerio de la Presidencia y en los seis Informes ATRVillanueva, elaborados por nuestro equipo.
[ 80 ]
Tres años de Código de Autorregulación…
Anexo I: Relación de quejas aceptadas II Informe Oficial (julio de 2007)
Fecha
Programa
Cadena
Motivo
16/05/06
Channel Nº 4
Cuatro
Lenguaje soez
18/05/06
Channel Nº 4
Cuatro
Sexo
30/05/06
Channel Nº 4
Cuatro
Sexo
18/07/06
Channel Nº 4
Cuatro
Lenguaje soez
26/07/06
Avance de programación
Antena 3
Clasificación para mayores 18 años
27/07/06
Avance de programación
Antena 3
Clasificación para mayores 18 años
31/07/06
Amor en la Red
Cuatro
Sexo
24/08/06
Publicidad
Antena 3
Contenido inadecuado
26/09/06
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SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
Importancia de la mediación de los padres
ante la exposición de sus hijos a los medios
masivos de comunicación
Patricia Ávila Muñoz
Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa
[email protected]
Resumen
La característica principal de los medios de comunicación es el poseer una gran cantidad de contenidos, algunos de ellos son modelos
de comunicación masiva por excelencia. No se cuestiona en este trabajo su potencial tanto para entretener como para informar, ya que a través de ellos se muestra la cultura universal y los hechos de actualidad,
e incluso muchos de ellos funcionan como medios de comunicación
interactivos.
En este artículo se presentan algunas reflexiones sobre la importancia
de hacer un consumo moderado y crítico de los medios masivos de comunicación, al tiempo que se plantean escenarios y estrategias para desarrollar en los usuarios conciencia sobre su uso y la importancia de la
mediación para una mejor asimilación de los contenidos que consumen.
Diversos estudios han demostrado que los contenidos ejercen influencia cuantitativa y cualitativa en los individuos que interactúan
con ellos. La televisión tradicionalmente era el medio con mayor índice de audiencia, sin embargo hoy día empiezan a ganar terreno
y significado el vídeo, la computadora e Internet, los videojuegos, el
celular, etc.
Palabras clave
Comunicación, medios, responsabilidad, audiovisual, ética, valores,
consumo, audiencia, televisión, internet, publicidad, programación.
[ 83 ]
Patricia Ávila
Abstract
Media are generally characterized by their considerable amount of
contents, some of which are mass communication models by far. This
paper does not intend to question media’s potential to inform and entertain. Media show universal culture as well as current affairs, and
some of them also act as media for interactive communication.
This article presents some ideas regarding the importance that a
moderate and critical consumption of mass media communication has.
It also proposes different sceneries and strategies so as to make users
become aware of mediation and its importance in order to achieve a
much better assimilation of the contents they consume.
Several studies have shown that contents have a quantitative and
qualitative influence on people interacting with them. Traditionally TV
has had the highest ranking index. Nevertheless the video, the computer and the Internet, as well as the videogames and the mobile phone,
amongst other media, are presently gaining ground and meaning.
Key words
Communication, education for the media, mediation, receivers, audience, mass communication media, responsibility, television, target,
children, rating.
Introducción
Actualmente las familias que tradicionalmente se encargaban de
educar a los niños siendo su primer nexo con el mundo real, se han
visto obligadas a fragmentarse, principalmente por motivos económicos,
pues ambos padres trabajan, o bien sólo están conformadas por un padre o madre y sus hijos, quienes por consecuencia pasan gran cantidad
de tiempo solos. Dicha situación los incita a buscar algún distractor que
también llega a convertirse en un elemento de compañía con múltiples
opciones y modelos de conducta, como son los que se presentan a través de los medios masivos de comunicación.
Esto es aprovechado por las industrias cuyos productos se dirigen a
este tipo de público, el cual es vulnerable, dispuesto a seguir cualquier
moda, para sentirse parte de algo. Así entran en juego televisión, radio,
[ 84 ]
Importancia de la mediación de los padres…
Internet, entre otros medios, los cuales se convierten en herramientas
del mercado.
Como comentan Dorfman y Mattelart (1972) en Para leer al Pato
Donald, los medios se encargan de forjar más que individuos, consumidores, de ahí el problema de que usualmente los contenidos programáticos transmitidos carezcan de una planeación cuyo interés no sea el de
inducir algún tipo de compra-venta de servicios y productos.
La aplicación de este esquema llamado product placement, se ha
trasladado a otras historias, y ha evolucionado hasta llegar al grado de
presentarse de manera implícita, con publicidad en el interior de un
programa o película, cuando algún personaje muestra claramente un
producto de manera “natural” para incitar al consumo del mismo.
Estudios y recomendaciones sobre el uso
de los medios de comunicación
La revisión de la literatura especializada y las aportaciones de los teóricos destacados en el tema sobre educación para los medios y familia,
confirma que la relación entre ambas partes no se encuentra hoy en su
mejor momento, dada la gran diversidad de emisiones de mensajes recibidos en el hogar por la inserción de múltiples dispositivos tecnológicos,
a los que se les ha otorgado el poder de convocatoria, de utilización y
de compartición entre los miembros de la familia para sintonizar sus programas favoritos, seleccionar temas de conversación comunes, hasta llegar a la convergencia de puntos de vista que les unen; este tipo de interacciones que la familia construye y promueve en su interior, alrededor
de los medios de comunicación, junto con otras variables influyentes en
sus actitudes receptoras, se denomina mediaciones; a través de éstas se
negocia la construcción de sentido y significado de los mensajes.
Mercedes Charles y Guillermo Orozco (1992) señalan que existen
diferentes formas de actuar en el interior de la familia con respecto a
los medios:
1. Cuando los integrantes realizan actividades en conjunto, disminuye
el tiempo que ellos pasan haciendo uso de las TIC, fenómeno que
se reproduce de manera inversa cuando alguien está solo en casa.
[ 85 ]
Patricia Ávila
2. Cuando predomina el intercambio de ideas y conceptos, es más
probable que los sujetos sean selectivos y consideren a los medios una opción de entretenimiento colectivo. Cuando sucede lo
contrario, la falta de análisis de los mensajes los hace más proclives a otorgar credibilidad a lo que oyen y ven en ellos.
3. Otro factor determinante en la mediación ejercida por los padres
es la disciplina empleada para la interacción con las tecnologías.
4. El gusto y preferencia mostrados por los padres respecto al uso
de estas tecnologías es un buen indicador de la legitimidad que
ellas tendrán para los demás miembros de la familia. Así, se crea
el patrón de imitación por los gustos de exposición, hábitos y
preferencias, tipo de medio, mensajes, etcétera.
Los modos de accionar e interactuar de los padres con sus hijos, en
relación con los contenidos mediáticos que consumen, influyen en las
formas de recepción de los mensajes, para qué y cómo se usan. En este
sentido, se convierten en mediadores de las relaciones que los niños y
jóvenes establecen con los mass media, sin desconocer que la propia
escuela y los amigos también son intermediarios en este proceso de recepción, pero en lo particular el ambiente de socialización y aprendizaje proporcionado en el hogar, será determinante en la conformación del
significado y apropiación que cada integrante haga de los contenidos.
Lo anterior lleva a pensar en un binomio entre familia y medios, la
primera ha consentido que éstos penetren y se involucren en el contexto del hogar, mientras que los mensajes sutilmente se adentran en sus
gustos y preferencias, sin dejar de lado que es el núcleo familiar el lugar en donde deben ser determinados los límites, el grado de influencia
y uso, para constituir una mediación afectiva, cognitiva y socializadora
frente a los medios.
En una posición contraria, podríamos decir que los medios representan
una fuerza de dispersión de individuos dentro de su mismo ambiente; algunos pueden estar mirando el televisor, otros navegando en Internet, escuchando música o jugando con videojuegos, en suma, llevan a la práctica actividades individuales y solitarias que concluyen con el aislamiento.
Marín y García (2003) esbozan muy bien la complejidad del enlace
familia-medios/medios-familia debido a que la industria de la comunicación ha contribuido a la modificación de las relaciones personales, ha
[ 86 ]
Importancia de la mediación de los padres…
potenciado la inactividad y la generación de necesidades –las cuales
muchas veces no existen en la mente del sujeto–, cubren deseos ficticios, favorecen la imaginación, potenciadores de conductas obsesivas y
negativas, etc.
Así, también Prado (2001) habla sobre el influjo que “sufren” los
miembros de las familias ya que los mass media han mediatizado el conocimiento que los individuos poseen de la realidad, de los hábitos y
costumbres de la comunidad. Ante tal circunstancia, se debe actuar de
forma contundente.
De esta manera, si consideramos a la familia como la primera fuente de desarrollo del individuo, debe vérsele como el principal filtro de
toda la información a la que se exponen todos los miembros, así como
los diferentes sentidos y significados que se construyen alrededor de los
mensajes, otorgándole a la familia la posibilidad y la potencialidad de
intervenir en la formación de un sujeto crítico, activo y creativo ante los
mensajes a los que está expuesto.
Dadas estas singularidades del ambiente familiar, coincidimos con
Guillermo Orozco (1992), parafraseando su célebre frase, que los sujetos consumidores de los mensajes de medios no nacen, se hacen.
Los jóvenes son bombardeados constantemente por múltiples mensajes y contenidos de todo tipo, ante lo cual simplemente seleccionan
los que les resulten más atrayentes, que sin la adecuada guía pueden
llegar a provocar una confusión entre la realidad y la ficción.
Televisión, familia y educación ¿buena combinación?
La televisión, mayormente estudiada hasta la fecha, resulta ser el mejor ejemplo de lo anteriormente dicho, se puede entender como un medio técnico que permite la transmisión de información familiar al sujeto
y a manera de una institución social productora de significados situada
en determinada época social, económica y cultural que compite con
otras instancias productoras de significados y sugiere la conformación
de determinados sentidos (Robles, 2007), por lo que su influencia sobre
los individuos, específicamente niños y adolescentes, estará determinada por la importancia que los padres le brinden dentro del medio ambiente en el que se desarrollan.
[ 87 ]
Patricia Ávila
No podemos dejar de mencionar que los padres se enfrentan también a problemas de imagen de núcleos sociales con los estereotipos de
familia que este medio ha creado y mostrado, que van desde la familia
perfecta a las disfuncionales con diversas escalas, las cuales se convierten en ejemplos o modelos que no siempre resultan de entretenimiento
sino que influyen en las conductas de los niños y jóvenes que se exponen a estos programas, e incluso en adultos con bajo nivel educativo.
En este sentido, un error frecuente que tiene lugar en México, la
programación en televisión abierta de dibujos animados en horarios
destinados al público infantil, sin una revisión previa y profunda de
cuáles son sus contenidos y si realmente son aptos para todas las edades, este tipo de faltas se presenta con series animadas de Estados Unidos y Japón principalmente.
En estas últimas, habitualmente se presentan protagonistas huérfanos,
o que se van de casa, y las figuras paternas son inexistentes o meras espectadoras de la acción, además de que en ocasiones los adultos no son
respetados por los protagonistas, es decir carecen de toda autoridad sobre ellos, sin importar su edad, como es el caso de las siguientes series
que han sido transmitidas por televisión abierta en México, en horario
infantil: Rugrats, El recreo de Disney, Avatar, Pokemon, Dragon Ball,
Jimmy Neutron: El Niño Genio, El chavo animado, Chicos del barrio, Caballeros del Zodiaco, la Liga de la Justicia, los Simpson, etcétera.
Sin embargo, es conveniente establecer que particularmente en las
series japonesas, a diferencia de las caricaturas estadounidenses, se
menciona la orfandad de los protagonistas o su alejamiento de casa, sin
demeritar a las figuras paternas, en tanto que se busca resaltar valores
tales como la amistad, la honestidad, la perseverancia, el trabajo en
equipo, entre otros, y que puede hablarse de una gran cantidad de gé[ 88 ]
Importancia de la mediación de los padres…
neros, algunos completamente dirigidos a niños, pero otros son exclusivos para adultos, a pesar de mantener un mismo estilo en el dibujo.
Es posible mencionar una gran cantidad de ejemplos de las relaciones entre padres e hijos que se presentan sin el esbozo del más mínimo
respeto en las caricaturas, sin embargo es imperativo tener presente que
la apreciación de este tipo de situaciones y la condición en que sea procesada conlleva una gran responsabilidad de las partes involucradas (familia, instituciones educativas y medios de comunicación).
A la problemática descrita se suma que, a pesar de que en algunos países las leyes se han promulgado para tratar de controlar lo que se exhibe, delimitando espacios dentro de los horarios de audiencia, con el objetivo de que sean adecuados para los niños, esto es poco respetado ya
que se tienen reportes de que las televisoras prefieren cubrir las multas
implícitas en dicha falta a cambiar su programación (Sahuquillo, 2007).
Es de interés rescatar datos arrojados por monitoreos realizados en
diferentes partes del mundo, cuyos resultados concuerdan en que la
programación que usualmente se cree apta para menores, suele no serlo, como se menciona en un artículo publicado en El País, el cual destaca varias expresiones groseras que aparecen en la serie animada de origen estadounidense Padre de Familia –también transmitida en México
por televisión abierta–, en la que en un solo episodio, en menos de un
minuto, de boca de los personajes se escuchan varias frases denigrantes
y ofensivas para la mujer, mismas que distan de ser adecuadas para que
los menores las escuchen, ya que se corre el riesgo de que ellos las incorporen a su vocabulario común y crean que es algo correcto.
Muestra similar son los Simpson, caricatura del mismo país, que se
transmite en horarios familiares en diferentes partes del mundo, cuyo
contenido rara vez puede ser apto para infantes, por el tipo de relacio[ 89 ]
Patricia Ávila
nes que se manejan entre padres e hijos, y los patrones de conducta
que en ella se aprecian.
Los Simpson es una serie animada de gran éxito que va por su décimo octava temporada, transmitida en México desde hace quince años,
muestra una familia disfuncional con Homero, un empleado alcohólico;
Marge, una esposa sin mayores protagonismos en la historia que su rol
de ama de casa; Bart, un niño de diez años travieso y grosero; Lisa, una
niña inteligente y estudiosa, que no se identifica con nadie de su familia; Maggie ignorada por todos; y el Abuelo que siempre es maltratado
y abandonado por ellos.
Esta animación presenta uno de los posibles reflejos de la sociedad
estadounidense, que usualmente se proyecta como fragmentaria y con
poca solidez en cuanto a la integración de las familias, con una visión
contraria a la que se maneja en América Latina, en donde la familia es
el centro de muchas cosas, por lo que esta imagen recibida de Estados
Unidos de Norteamérica resulta perjudicial, ya que, como se ha mencionado, los niños importan gran cantidad de sus conocimientos y formas
de actuar de lo que está en su entorno inmediato, y si son expuestos a
este tipo de emisiones, pueden tomarlas como algo “normal”.
Es preocupante la manera en que son minimizados algunos problemas sociales, como el maltrato y abandono de ancianos y la falta de
respeto a los maestros, entre otras cosas.
En este mismo tono, pero de producción mexicana, se encuentra El
chavo animado, que retoma los personajes y situaciones presentadas en
el programa El chavo del ocho, transmitido por canal 5 de Televisa en
horario infantil. Si bien se caracteriza por el humor blanco, el problema
es el mismo de los otros ejemplos, los modelos de conducta que ahí se
proyectan; los personajes que viven en la vecindad son el Chavo (huér[ 90 ]
Importancia de la mediación de los padres…
fano), Don Ramón (que generalmente no tiene trabajo), El Sr. Barriga
(el arrendatario), la Popis, etcétera.
Como en la versión original, la trama gira alrededor de las travesuras
que hacen el Chavo y sus amigos a sus vecinos. En este caso se presentan individuos aislados y se deja de lado el esquema de la familia, además de que los adultos con frecuencia son burlados por los niños, y terminan haciendo el ridículo. El punto en contra de esta serie es que se
busca tanto el humor blanco que todos los diálogos quedan flojos y demasiado sosos, lo cual en ese extremo tampoco es bueno.
En situación similar en la línea de las sitcom aparece en este esquema La niñera (The nanny) emitida por canal 7 de Televisión Azteca, durante varios años se transmitió en su versión norteamericana con tal éxito que ahora se lleva a cabo su adaptación mexicana. El personaje
principal es una vendedora de cosméticos que por error termina como
niñera trabajando con un acaudalado productor de Broadway, del que
poco a poco se enamora y con el que al final contrae matrimonio. El esquema que reproduce en un ambiente de comedia es el de la chica pobre que se enamora de un hombre rico y vive feliz con él, sin embargo
el rasgo característico de la protagonista es su falta de educación y su
aparentemente bajo nivel escolar, además de extravagancia en el vestir.
Resulta una persona vulgar, carente de prudencia, y compradora compulsiva, y siempre inmiscuye a su propia familia, motivos por los cuales
termina metiendo a su “jefe” en problemas, teniendo a favor su buen
corazón. En resumen, proyecta una imagen negativa de la mujer, ya que
su contraparte femenina, una mujer educada, con estudios, aparece
siempre como amargada, interesada, e incapaz de relacionarse cordialmente con los demás, siempre burlada por la niñera y el mayordomo.
[ 91 ]
Patricia Ávila
A esto se suman otras series como Malcom el de en medio, emitido
por canal 5 de Televisa México, en diversos horarios, tiene como personaje principal a un niño genio que tiene que lidiar con los miembros de
su familia, ésta es proyectada con una imagen negativa dado que los
padres son ridiculizados y tratados como retrasados mentales por sus
hijos.
A la par de Malcom el de en medio, la competencia, canal 7 de TV
Azteca, ofrece una serie del mismo corte, titulada Todos odian a Chris,
la cual tiene como protagonista a un muchacho de color, que debe liar
con sus “ineptos” padres y sobrevivir a su medio ambiente social. En
esta producción también se representa al modelo de la familia disfuncional en uno de sus tantos extremos, en un mundo en el que el respe-
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Importancia de la mediación de los padres…
to a los mayores no existe, y se da rienda suelta a la satisfacción de las
fantasías de los menores al mostrarlos como una especie de marionetas
a su servicio.
Otro aspecto que se presenta a menudo es la violencia en animaciones que van desde El coyote y el correcaminos hasta las caricaturas de
moda: la liga de la justicia, Avatar, las chicas superpoderosas, etcétera,
hecho que se destaca en un monitoreo realizado por la Asociación Mexicana del Derecho a la Información (2007), enfocado a la programación de Canal 5 de Televisa que desde sus inicios dirige al público infantil –dibujos animados y telefilmes–, dicho estudio recoge un día
común y corriente, en el que en tan sólo 10 horas de transmisión en su
bloque de caricaturas un niño está expuesto a 582 actos violentos, de
los cuales 252 (43%) derivan en muerte, es decir, un promedio de 58
por hora, casi una por minuto, situación que deviene en que la violencia sea considerada algo cotidiano y se acepte como tal.
Cabe destacar los esfuerzos que realizan algunos canales de televisión, de entre los que en México se encuentra el canal once, gracias a
su perfil educativo, concretamente en su barra once niños reconocida a
nivel internacional por el esfuerzo en la planeación, producción de sus
programas y selección de producciones extranjeras, en busca de una
adecuada programación infantil, misma que posee su respectiva página
web diseñada bajo dicho criterio.
Por éste y otros motivos, se considera una tarea indispensable que
los niños desde pequeños sean orientados por sus padres o tutores para
que comprendan que lo que ven es irreal, pleno de fantasía y que en la
vida no pueden solucionar las cosas a golpes, ni saltar de un automóvil
en movimiento o utilizar malas palabras, particularmente si resultan
ofensivas y denigrantes para otras personas. El fin es reflexionar sobre
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Patricia Ávila
que las cosas que ven y oyen en la televisión se quedan precisamente
en ella, y que no por ser transmitidos a través de esa vía son modelos a
seguir, es importante tener en cuenta que el impedimento de los programas de moda en casa únicamente aumentará su curiosidad.
Para que los niños puedan distinguir lo bueno de lo malo, al momento de ver un programa de su elección es preferente que lo hagan
con un adulto responsable, adecuadamente capacitado en este tipo de
juicios, para que posteriormente puedan comentar con él lo que han
visto e intercambiar opiniones.
En apoyo a estas necesidades, por medio de reglamentaciones sobre
lo que se transmite, se busca que los medios sean responsables de lo
que exponen, sin embargo es necesario que los padres conozcan las
emisiones que sus hijos consumen y se hagan cargo de su educación,
ya que en la actualidad los contenidos transmitidos por diversas vías
normalmente tienen un objetivo común, incitar al consumo de productos o servicios, que van desde juguetes, ropa, autos, hasta cosas relacionadas con sexo.
Basta tomar alguna revista que haya en casa, ya sea dirigida a público
femenino o masculino, y ver las páginas en las que se ponen a la venta
tonos, imágenes y otros servicios para teléfonos celulares (móviles), los
productos –por así denominarlos– usualmente se mezclan con fotografías
de hombres y mujeres en posiciones insinuantes, sin olvidar mencionar
las leyendas “envía sexo al… y recibe consejos”, más la gran cantidad de
publicidad en la televisión, o la que aparece cuando se busca algo en Internet, con las molestas pop ups en las que se anuncia pornografía.
Convergencia de medios como instrumento de inducción
al consumo y aislamiento de individuos
En la era de la sociedad de la información, en donde lo importante
son los flujos de información y no la localización del sujeto, es común
encontrarse con que a pesar de que las personas estén en una misma
habitación, mediante el uso de las TIC se aíslan de los demás sujetos,
aspecto que influye directamente en sus relaciones.
Sobre el uso de Internet, uno de los fenómenos que se ha suscitado
bajo esta temática es conocido como trastorno de adicción a Internet, el
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Importancia de la mediación de los padres…
cual es comparable a la dependencia de psicotrópicos, ya que implica
tres mecanismos tolerancia (aumento gradual de la dosis, en este caso
sería la cantidad de horas en línea), abstinencia (la experimentación de
síntomas específicos en respuesta a la reducción o suspensión de la conexión, como la ansiedad y necesidad de revisar el email o de abrir el
Messenger para ver quién está conectado) y el deseo (fuerte e irresistible de acceder a la Red, que conlleva alteraciones de pensamiento e incluso sufrimiento físico). Esto, de acuerdo con Calimberti (2002), afecta
a quienes recurren excesivamente a Internet para satisfacer, en el plano
virtual, lo que no logran obtener en el plano real. En este aspecto, los
ítems de mayor atracción y adicción para los usuarios son los chats, el
cibersexo, los juegos de azar y de vídeo.
Sobre el tema de Internet, es necesario que los padres traten de hablar con sus hijos sobre los contactos que tienen, con quién hablan y
qué tipo de páginas y blogs visitan, además de hacerles saber que tienen la obligación de denunciar conductas inapropiadas y no aceptar
agregar a sus contactos personas desconocidas, y esencialmente que jamás deberán proporcionar datos personales.
Según revelan algunas agencias de investigación, una modalidad actual de abuso infantil es el denominado child grooming o ciber-acoso,
llevado a cabo por pederastas que se internan en chats dirigidos a niños
y adolescentes, en los que se hacen pasar por uno de ellos, y en cuanto obtienen su confianza comienzan los abusos. Esto parece paradójico
ya que de momento puede no existir algún contacto físico, sin embargo
la agresión psicológica se presenta por medio del lenguaje escrito, y si
el o la menor cuenta con una cámara web corre mayor riesgo, tal y
como se menciona en un artículo publicado en El País, titulado Lucía
13, diario de un acoso en la Red.
Se trata de un fenómeno de reciente investigación, por lo que aún
no se sabe cuál es su alcance. En el mejor de los casos el abuso quedará a distancia, otro peligro será cuando el criminal busque algún encuentro físico, por lo que también debe advertirse a los pequeños y jóvenes sobre este tipo de situaciones, y que jamás deberán acudir a una
reunión sin compañía de adultos y siempre en un lugar público.
Mención aparte merece el que los menores frecuenten sitios del tipo
de youtube, en los que la gente difunde vídeos de cualquier cosa, ya
que eso les atrae bastante, y con las facilidades que ofrecen las nuevas
[ 95 ]
Patricia Ávila
tecnologías, como los celulares con cámara de vídeo integrada, se han
percatado de que les es posible pasar de simples receptores a emisores,
y compartir con otros intereses propios de su edad para ganar popularidad, no obstante, esta actividad conlleva ciertos riesgos ya que al buscar convertirse en protagonistas reales de un sinfín de situaciones pueden llegar a ponerse en peligro, como el caso de los niños que con sus
celulares grababan peleas entre ellos para después subirlas a la red en
busca de reconocimiento por su valentía (Gutiérrez y otros, 2007) y, por
ende, mayor aceptación social.
Este tipo de violencia reflejada en la conducta de los menores de 8
a 12 años (Arreola et al., 2007) puede asociarse con la influencia que
tienen los videojuegos en ellos, dado que la mayoría deja de lado los
que requieren habilidad física y mental al sustituirlos por los que tienen
como eje la violencia y la competencia.
Como jugadores, tratan de convertirse en un reflejo de su personaje
preferido, estableciendo una especie de simbiosis en la que su propio
yo se deja de lado, y adoptan la personalidad del “héroe” de turno. La
pantalla del videojuego se convierte en su principal compañía, sin participación de sus mayores.
Los niños encuentran en el mundo virtual la diversión, los ejes de su
relación con los otros, en él encuentran nuevos lenguajes y marcan, en
muchos casos, los valores a seguir (Arreola et al., 2007), el alcance es
tal que debe tenerse presente la opción de jugador en línea que brindan las últimas generaciones de las consolas de videojuegos.
Con base en lo anterior es necesario tener presente que Internet es
un medio que no debe ser estigmatizado, ya que bien aprovechado se
convierte en una herramienta capaz de ayudar a la educación, con base
en el previo desarrollo de un uso racional del mismo, con el fin de que
no sea un simple entretenimiento. De acuerdo con Beatriz Fainholc
(2004) constituye uno de los medios de comunicación social de interacción telemática que como fenómeno social y cultural genera, desarrolla
y potencia procesos educativos.
Es un recurso que ha ganado gran popularidad a partir de ofrecer a
los usuarios todo tipo de información sobre cualquier tema de forma
atractiva, variando la complejidad del lenguaje, por lo que siempre resulta accesible al presentar una opción para todo el mundo. Es un medio asincrónico que hace posible la comunicación entre dos o más per[ 96 ]
Importancia de la mediación de los padres…
sonas, sin importar en qué huso horario se encuentren. En un aspecto
aspiracional, otorga a los usuarios la posibilidad de ser más de lo que
son en el mundo real o de ser diferentes, de hacer y decir cosas que
quizá frente a frente no se atreverían. En esto radica su mayor atractivo,
ya que se convierte en un espacio para la interacción social-virtual, en
la que la apreciación de los rasgos físicos queda relegada a un segundo
plano.
Los medios en la construcción de la identidad
Las personas comienzan a construir su identidad tomando como modelos de conducta a los sujetos que tienen a su alrededor, sin embargo
en la actualidad, al vivir en la sociedad de la información, resulta inevitable que en este proceso los medios de comunicación no tengan algún
tipo de incidencia.
Los niños y adolescentes son sujetos en desarrollo, que siempre encontrarán información sobre aquello que desean conocer, ya que, al
momento de recibirla, súbitamente la compararán con sus referentes inmediatos, los cuales les indicarán la forma en que deben procesarla y
manejarla, si es de utilidad, si es verdad, etcétera, por ello se recomienda que desde temprana edad se les inculquen los conocimientos suficientes con la finalidad de que ellos puedan manifestar una respuesta
crítica ante los estímulos mediáticos, después de haber formulado un
juicio crítico, y estén preparados psicológicamente para cualquier eventualidad además de proporcionarles la confianza y libertad de hablar
con sus padres sobre aquello que les inquieta, sin temor a su reacción.
La familia juega un importante papel para el aprendizaje e interacción con los medios, tanto si se toma una postura restrictiva u orientadora, puesto que el clima afectivo y social que se genera en el hogar indica ciertas pautas de conducta que se siguen en la familia. Afirma
Cebrián de la Serna (2002) que los padres pueden aumentar los criterios
de credibilidad sobre las conductas, eventos y personas que aparecen y
se pueden oír en los medios. Consiguen también analizar qué fenómenos y cosas son reales o no, discutir sobre el consumo personal de los
productos mediáticos, y el aprovechamiento del tiempo libre y de ocio
en actividades recreativas y lúdicas necesarias para todo individuo.
[ 97 ]
Patricia Ávila
Los receptores, no sólo los niños, responden con base a los preconstruidos sociales adquiridos a lo largo de su vida, esto se puede apreciar
claramente en la influencia de representación social de las identidades
de género (entendida esta referencia a género como el rol que la sociedad le atribuye a los sexos femenino y masculino), proyectada en los
mass media, y de qué manera se ha ido modificando, aspecto que se
percibe al comparar las telenovelas con las series de televisión.
En las series característicamente de corte extranjero se muestra a la
mujer profesionista capaz de regir y construir su propio destino, aspecto que también depende de la naturaleza de la serie (esta vez la referencia a género se ubica en la temática eje del programa, policíaco, suspenso, comedia, etc.), pero que predomina en las más populares, cuya
influencia en las televidentes se liga de manera directamente proporcional su nivel educativo.
Dicho fenómeno puede apreciarse mayormente desde mediados de
los años noventa con la aparición de heroínas de todo tipo, protagonistas de series consideradas de culto: X-Files, Xena Warrior Princess, Buffy
the Vampire Slayer, Charmed, hasta nuestros días, en telefilmes como
Cold case, CSI, Lost, Bones, Smallville, La bruja desastrosa, etcétera, dirigidas a múltiples niveles de audiencia (infantil, adolescentes y adultos),
transmitidas por televisión abierta, cuyo impacto ha trascendido hasta el
ciberespacio, en donde son frecuentes los grupos temáticos sobre ellas y
variadas publicaciones, más todos los productos que de ellas se venden
(muñecas, figuras de acción, ropa, soundtracks, etcétera).
Como puede verse en estos ejemplos, el impacto de los productos
mediáticos es una clara muestra de la aplicación de la convergencia de
medios, ya que de una serie de televisión se derivan otros productos,
que a la vez se articulan en uno solo, su respectiva web, que puede catalogarse de dos modos, oficial y extraoficial, la primera incluye vídeos,
fotografías, hipertextos, chats, foros, entre otras cosas, diseñados bajo
un esquema de atracción del público, dirigido a un target muy específico, con la intención de reforzar “la captura” del espectador al hacerle
sentir más cerca de su objeto “de deseo”; en tanto que la segunda es
aquella creada por los mismos seguidores e incluye básicamente lo mismo que la oficial, pero con algunos materiales extra, esto puede observarse en http://www.mundosmallville.com/ y en http://www.mundofox.com/ar/series/los-simpson/, en las que también la publicidad tiene
[ 98 ]
Importancia de la mediación de los padres…
un papel importante, según se aprecia en estos dos ejemplos, ambos dirigidos a audiencias jóvenes.
Otra TIC que entra en este juego es el teléfono celular (móvil), ya
que en él también convergen los medios que hemos mencionado, a
partir de que a través de ellos es posible navegar en Internet, chatear,
mantenerse on line en el Messenger, ver televisión, comprar imágenes,
ring tones, juegos, tomar fotografías y grabar vídeos, además, claro, de
hablar por teléfono y el envío de mensajes de texto y multimedia. Los
adolescentes e incluso algunos adultos lo utilizan como “escape” ya que
a pesar de encontrarse en un lugar repleto de gente se aíslan concentrando toda su atención en su teléfono portátil, lo que limita sus posibilidades de interactuar con otras personas en el plano físico, esto sucede
en las escuelas, en los patios, en los salones de clase, en las filas de los
centros comerciales, por citar algunos ejemplos.
Es preciso mencionar que el teléfono móvil se desarrolla por la necesidad de estar en contacto, misma de la cual parte el teléfono fijo,
como un facilitador de los contactos sociales, para el mantenimiento de
las relaciones, compensando, en parte y en algún aspecto, las dificultades que las distancias, la movilidad y la premura suponen para las mismas (Otero, 2001), por lo mismo se recomienda enseñar a los más jóvenes a hacer un uso racional del mismo, dado que lo que manejan
también con este dispositivo es dinero.
Algo que también resulta importante en el manejo de TICs que hacen uso de la lengua escrita es que, tanto por velocidad como por limitación de caracteres, la escritura se ve deformada, las palabras se recortan al mínimo sin perder su significado, aspecto que nos hace pensar en
una posible escritura de tipo fonético, no obstante debe aclararse a los
menores que ésa no es la forma correcta de escribir, sino que simplemente es algo que en la era de la inmediatez en ocasiones resulta un
recurso útil, pero única y exclusivamente aplicable a conversaciones informales, ya que esto puede llegar a crear confusión en los niños que
recién han aprendido a escribir e incluso en algunos jóvenes cuyo fuerte no sea la ortografía, no sobra decir que, al igual que Internet, puede
llegar a tener efectos de dependencia.
[ 99 ]
Patricia Ávila
Notas finales a manera de cierre
Parte de las reflexiones a las que se desea inducir con este artículo
es que los medios y su programación no deben estar peleados con la
sociedad, ya que aprovechados de manera adecuada pueden llegar a
producir efectos positivos, además de que permiten conocer otras culturas y costumbres, avances tecnológicos, y estar al tanto del diario acontecer en el mundo.
Es así que ambas instituciones, familia y medios de comunicación,
se han establecido como fuentes socializadoras de los niños y jóvenes,
compartiendo visiones y funciones antagónicas, pero igualmente polémicas y necesarias para comprender las mediaciones que se ejercen
para influir en las formas de pensar y de accionar en los diferentes escenarios socioculturales.
Los padres no requieren convertirse en profesionales de la educación para los medios, pero sí es fundamental que comprendan que las
rutinas y ambientes que generan con sus actitudes y conductas ante
ellos, su influencia en los qué, cómo, por qué y para qué se consumen,
afecta al desarrollo de sus hijos.
Pueden establecer una serie de actividades que propicien el desarrollo de una actitud crítica frente a los medios de comunicación, reforzando los valores propios, el establecimiento de interacciones positivas, la
convivencia familiar, el aprovechamiento del tiempo libre, el acercamiento a otras actividades recreativas, el juego con pares, etcétera.
Es decir, tratar de enseñar que no todo entretenimiento o información está en los medios de comunicación, sin olvidar buscar las posibilidades educativas o instructivas que éstos ofrecen, ya que hace falta saber utilizarlos y distinguir qué emisiones son adecuadas, además de
enseñar a los menores a distinguir la fantasía de la realidad, dentro de
lo cual es imperioso inculcar la formación de una identidad propia y el
conocimiento de sus raíces. De este modo, independientemente del
mensaje que reciban, podrán distinguir lo correcto de lo que no lo es,
sin necesidad de privarse de aquello que les atrae y hacerles comprender que se trata sólo de ficción, no de modelos de conducta a seguir.
Considerando que no todos los niños pueden analizar o interpretar
lo que ven, igual que los adultos (el término “ver” o “leer” un mensaje,
no se asocia con sólo mirar, con el simple ver, sino con una actividad
[ 100 ]
Importancia de la mediación de los padres…
reflexiva que implica el reconstruir el mensaje) es menester que aprendan a distinguir entre un medio y otro, a reconocer lo que realmente
ofrecen los comerciales o comprender de manera distinta la trama de
una telenovela, serie de televisión, o lo que pueden encontrar en la
web. Éstos son algunos de los elementos que deben cuidarse, discutir e
interpretar. Se trata de convertir a los niños en espectadores activos, críticos y creativos, de alfabetizar, darles a conocer los diferentes lenguajes
que manejan los medios, guiarlos en el análisis de los contenidos que
presentan los mensajes y, lejos de satanizar a los medios, aprovecharlos
con propósitos educativos (Ávila, 1999).
Por ello, sustentamos, es necesario analizar los mass media desde su
propia complejidad, reflexionando sobre qué relaciones se pueden establecer con ellos y en qué consiste el papel que juega la familia en estas
interacciones para llevar a cabo un uso más crítico, reflexivo y significativo de éstos.
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Patricia Ávila
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SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
Sociedad responsable, medios responsables
Dr. Enrique Martínez-Salanova Sánchez
Vicepresidente del Grupo Comunicar
[email protected]
Resumen
La familia y la escuela pierden fuerza socializadora al mismo tiempo
que la ganan los medios de comunicación. Esta realidad implica un
desafío para los padres, la familia y la administración pública, ya que la
responsabilidad socializadora es, por igual, de todos los agentes sociales, también de quienes detentan el poder de los medios de comunicación y de las grandes cadenas de televisión. Nadie duda de la responsabilidad legal de los medios de comunicación, pero poco se habla de su
responsabilidad moral y socializadora, de la importancia que sus mensajes y actuaciones poseen para quebrar la pasividad, para incitar a la
participación ciudadana.
Se hace urgente e imprescindible unir esfuerzos para que los grandes problemas del mundo en el siglo XXI, que generalmente tienen que
ver con la solidaridad y el respeto, tanto hacia las personas como hacia
el medio ambiente, estén presentes con criterios de interés global en los
medios de comunicación.
Palabras clave
Responsabilidad, medios de comunicación, familia, socialización.
Abstract
Family and school are losing their influence in socialization, while
the media gains more and more. This reality means a challenge for parents, for the family, and for the public administration, since the responsibility for socialization is shared equally among all social agents, and
[ 103 ]
Enrique Martínez-Salanova
also by those who wield power in the media and the large television
networks. No one questions the legal responsibility of the media, but
little is said about their responsibility in morality and socialization, of
the importance of their messages and actions in breaking from passivity
and stimulating citizen participation.
It has become urgent and essential to unite our forces so that the
great world problems of the 21st century-largely having to do with
solidarity and respect, both toward people as well as toward the environment-are present in the media with criteria that favor global
interests.
Key words
Responsability, media, family, socialization.
Con rapidez y vertiginosidad se aprecia cómo el mundo es invadido por los medios de comunicación de masas, que cobran una relevancia especial gracias a los avances tecnológicos. Lo que hasta hace
muy poco tiempo se encontraba en carteles y vallas publicitarias, hoy
se ha trasformado en pantallas que han invadido el mundo y que, desde la llegada del cine, a finales del siglo XIX, cambian la fisonomía de
la sociedad, se adueñan de grandes superficies y de los ámbitos más
reducidos e íntimos, pues hay para todos los gustos y de todos los tamaños, inmensas, grandes y muy pequeñas, algunas de ellas diminutas, que se introducen en los domicilios a través de la televisión, de
los teléfonos móviles, de los ordenadores y de los videojuegos, o se
llevan de viaje, de la misma forma en que antes se llevaba un libro o
una revista.
El gran desafío de los educadores –padres, profesores, responsables
y comunicadores– es adquirir la fuerza suficiente para, en un principio,
utilizar el poder icónico y emotivo de los medios de comunicación y de
las nuevas tecnologías con finalidades educativas y, al mismo tiempo,
proponer a los educandos –alumnos y sociedad en general– las posibilidades educativas y didácticas suficientes como para convertir la fuerza
de la televisión y su mensaje en un vehículo e instrumento imprescindible de búsqueda de información, de apreciación de la realidad y de
puerta a la investigación (Martínez-Salanova, 2005).
[ 104 ]
Sociedad responsable, medios responsables
Socialización y medios de comunicación
La socialización es un proceso por medio del cual el ser humano adquiere la experiencia de interrelacionarse con los demás, a partir de la
consecución de aptitudes y conocimientos que le permitirán desenvolverse en la sociedad. La socialización, que se integra en los individuos
fundamentalmente de forma inconsciente, hace que éste vaya adaptándose al medio donde vive, perciba los cambios sociales, conviva con
los demás miembros de su grupo humano, y respete y sienta afecto por
sus pares. Al no poder integrarse los individuos en su totalidad de una
forma espontánea, ya que los hechos sociales son exteriores a él y se
dan en cada ser humano por cauces diferentes, la misma sociedad o
grupo humano crea los mecanismos educativos necesarios para homogeneizar los elementos comunes de la cultura y del saber de dicho grupo y asegurarse así una socialización mínima semejante en todos sus
miembros.
La sociedad en su totalidad, según Durkheim (2003), es agente de
socialización, cada persona con quien el individuo entra en contacto es,
en cierto modo, un agente. El comienzo natural del proceso para cada
niño recién nacido es su inmediato grupo familiar, el más importante en
los comienzos, pero que pronto se amplía con otros grupos humanos
de relevancia capital. No obstante, la familia es un nexo muy importante entre el individuo y la sociedad, ya que controla el lugar en el que
sus hijos se educan, trasfiere a los descendientes las propias creencias,
pensamientos y valores y selecciona el lugar de educación y los medios
de comunicación con los que se relacionan sus vástagos.
El segundo nivel de socialización, en el que los más jóvenes se incorporan al proceso de recrear, vivir, reproducir y transformar la cultura
familiar más cercana, es el que gestiona el sistema educativo, desde los
primeros años de escuela hasta la universidad. “La interacción social es
importante en clase. Los niños deben hablar con otros, compartir sus
experiencias. ¿Por qué las escuelas obligan a los niños a estar callados,
dando como resultado una situación de autoridad y aburrimiento?” (Piaget, 1999). La socialización que pretende la educación oficial, o debe
pretender, no es el cumplimiento más perfecto y complejo de los procesos de socialización adquiridos en los primeros años de vida, sino
ofrecer a niños y jóvenes la posibilidad de cuestionar la validez antro[ 105 ]
Enrique Martínez-Salanova
pológica de los influjos sociales, de reconocer y elaborar alternativas y
de tomar decisiones con cierta autonomía en función de las realidades
del presente. Sin embargo, la capacidad socializadora que la escuela tenía hace unos años ha disminuido sustancialmente. No es el caso de
analizar en este lugar las causas, algunas de las cuales tienen que ver
con la presión familiar y del entorno próximo, y sobre todo las que
ejerce la televisión y, cada vez más, los juegos informáticos y la inmediata comunicación a través de los teléfonos móviles.
La televisión socializa porque ayuda a crear costumbres, lo más profundo de los elementos culturales de una sociedad, y pone en cuestión
los sistemas educativos formales e informales y perjudica notablemente
las relaciones interpersonales y familiares.
En el espectador de televisión, sobre todo en los más pequeños, se
aprecia la dualidad que se crea entre la realidad y la ficción. Se ven seguidamente escenas reales y ficticias, sin discriminar la violencia auténtica de la falsa, la realidad de la ficción, y se representan estereotipados
los roles sociales, étnicos, sexuales y profesionales. La intensidad con la
que se vive el problema de la televisión puede llevar a dos consecuencias radicales: creerlo todo, introduciéndose falsamente en un mundo
de esquizofrenia, creando en quienes se exponen a sus emisiones durante al menos cuatro horas al día un “desplazamiento de realidad”,
identificando lo que ven en la pequeña pantalla con lo que les rodea, o
pasar por encima de todo, adjudicándose la conciencia angelical de que
no sucede nada importante (Martínez-Salanova 2005).
La responsabilidad de la familia
La familia, ni puede rechazar por sistema los medios como un mal,
ni debe dar la espalda a una realidad cultural y social que se ha introducido en los hogares y que aporta diversión, entretenimiento y formación. Sin embargo, aunque es la familia quien tiene la primera responsabilidad –lo he escrito en multitud de artículos en los últimos
años– no solamente de cuidar el uso de los medios, tiene el derecho
de plantearse otras metas para su utilización educativa e ir más allá,
exigiendo medidas a las diversas administraciones, ya sean locales o
autonómicas.
[ 106 ]
Sociedad responsable, medios responsables
La familia no debe cerrar los ojos a lo que hacen sus hijos y debe
continuar su exigencia crítica ante los medios. Su responsabilidad es
educadora, empleando los elementos de didáctica familiar que correspondan, ya que los niños y jóvenes pueden sufrir en gran medida la influencia física, psíquica y consumista de los medios. El aprendizaje necesario para que las familias sean capaces de utilizar con equilibrio la
televisión supone un esfuerzo completo de todos sus integrantes, especialmente de los padres.
Una salida es –a largo plazo– el que los espectadores –consumidores– ejerzan su derecho de intervención y logren mejorar la calidad de
la programación. Para ello es preciso implicarse como familia consumidora de imagen en la formación personal hacia medios y mensajes y
procurar que los sistemas educativos, familiares, regionales, estatales y
sociales hagan inexcusable un diseño de enseñanza– aprendizaje en el
que se consideren los medios de comunicación y su análisis crítico (Peralta, 2005). Se puede y debe exigir a las productoras de televisión, sin
que ello evite la responsabilidad formativa de la familia, que mejoren y
cuiden los contenidos y los horarios de emisión, que controlen de forma eficaz la calidad de sus programas.
La responsabilidad de la educación
En cuanto a la educación en medios, llevamos una década de programas y proyectos institucionales centrados en lo tecnológico, ¿por
qué se potencia tan poco la educación en medios, lo que supone una
alfabetización audiovisual y digital? Pienso que por la misma razón de
que es más fácil instruir que educar, por la misma razón que confundimos tecnología con máquinas, olvidándonos de que el cerebro es la
materia prima de la tecnología, por la misma razón que en educación
trabajamos sin tener en cuenta los objetivos, ni la necesidad de planificar los procesos, ni utilizar los recursos –incluidos los audiovisuales, informáticos y mediáticos– en función del mismo proceso, por la misma
razón de que desistimos de la reflexión, del pensamiento, de la filosofía
y buscamos lo rápido, el último grito, la moda. El sistema educativo, en
concreto los profesores, deben estar al día en lo que aportan los medios
y las nuevas tecnologías, en la utilización didáctica de los mismos y en
[ 107 ]
Enrique Martínez-Salanova
las posibilidades pedagógicas y formativas que entrañan, sin dejarse
subyugar por lo inmediato, lo rápido y lo vertiginoso. Un ejemplo, se
confunde estar al día con disponer de la última versión de Windows,
del último juego informático o del móvil de última generación, cuando
la capacidad de estar al día se debiera manifestar en la actitud de búsqueda de nuevas formas de investigar la realidad para acercarse a ella,
de detección de nuevos problemas y de la búsqueda creativa de sus soluciones, de aplicar nuevas fórmulas educativas y didácticas para que
los ciudadanos se hagan con la tecnología y no, como sucede en muchas ocasiones, dependan de ella.
La administración educativa, por ello, debe proponer en serio la
adaptación, competente y honesta del profesorado, basada en su eficacia didáctica y pedagógica, que implique a toda la comunidad educativa. Al contrario, vemos que es más cómodo para el sistema educativo
enseñar programas informáticos, muchos de ellos de usar y tirar, que
educar para y con los medios, integrados en una sociedad educadora.
Se promete que en breve plazo habrá un ordenador por cada dos alumnos, se hace un inmenso gasto en material tecnológico, pero escasa inversión en formación de los profesores, escasamente se investigan nuevos planteamientos didácticos, y en pocas ocasiones se dedican
dineros, espacios y tiempos formativos en interesar a los profesores en
estas materias y dotarlos de herramientas útiles, didácticas, de investigación y de formación personal. La alfabetización audiovisual, clave para
moverse hoy día en el mundo, y necesaria también en el uso de las
nuevas tecnologías, brilla por su ausencia tanto en los profesores, generalmente desconocedores de ella y de su importancia educativa, como
en los alumnos. Es necesario dedicar más tiempo y esfuerzo a las nuevas didácticas, su investigación y transmisión, didácticas especiales que
tengan que ver con la totalidad de los medios y también con las nuevas
tecnologías.
En resumen, pienso que se potencia poco la educación en medios,
fundamentalmente por comodidad de los profesores y de la misma administración. Los recursos del Estado se dirigen más a lo tecnológico
que a lo educativo. La administración ha caído en la trampa de diseñar
sus programas, favoreciendo más la instrucción que la educación, a pesar de que ésta es fundamental para el desarrollo pacífico, solidario y
creativo de la Especie Humana, y entraña también la instrucción).
[ 108 ]
Sociedad responsable, medios responsables
Las responsabilidades de los medios
La responsabilidad de los medios de comunicación en la socialización, sobre todo de los que se dejan acompañar por las nuevas tecnologías, y sobre todo la televisión, es inmensa. Nadie duda de las responsabilidades legales, amparadas por legislaciones internacionales y de los
países, que tienen que ver con la publicidad, con los derechos humanos, en ocasiones con los horarios de difusión y con los contenidos.
Poco se habla de las responsabilidades socializadoras.
Al ser productos fabricados por la especie humana, se da por supuesto que los medios de comunicación están al servicio de la mejora
de la sociedad y de su cultura. Los medios de comunicación tienen la
obligación social de ejercer la defensa del interés público, y proteger a
los ciudadanos, especialmente a los menores. Se hace necesario que la
responsabilidad socializadora, que la tiene, se haga consciente en quienes detentan el poder de los medios, quienes definen programas y contenidos y quienes tienen capacidad de decisión en las formas de presentación de sus mensajes. Los medios de comunicación de masas son
los grandes productores de significación y sentido en las sociedades de
masas y, por tanto, los grandes mediadores en la percepción e interpretación de la realidad. Aparecen como altavoces de la realidad social y
son intermediarios/mediadores en la comprensión e interpretación de la
misma.
Las empresas que poseen las cadenas de televisión se rigen por los
mismos patrones de rentabilidad económica que el resto de las industrias del país, detentando un poder importante en el espacio individual,
familiar y social capaz de intervenciones decisivas en la vida política y
económica, aunque sólo sea como control del resto de los poderes, de
forma parcialmente diferenciada en algunos medios. La prensa, por
ejemplo, es más bien mediador político, creador de opinión pública ciudadana, elemento decisivo en la práctica política, planteando críticas
hacia los poderes y demandas de decisiones públicas de los gobernantes. El resto de los medios canalizan y crean fundamentalmente la opinión pública cultural. La televisión es, fundamentalmente, instrumento
de cultura, trasmisora de modas y comportamientos, de prejuicios y de
valores. Al mismo tiempo que es uno de los principales soportes de
transmisión y difusión de obras y productos culturales, es creadora de
[ 109 ]
Enrique Martínez-Salanova
tendencias y de pautas culturales, modeladora de costumbres, difusora
de ideas y opiniones y promotora de conductas sociales y privadas.
Si las empresas televisivas son como cualquier otra organización, debieran tener en cuenta aspectos comerciales y sociales más simples, reglamentados con frecuencia por los estados o por organismos internacionales. Quien fabrica lavadoras, por ejemplo, elabora un producto del
que se intenta vender el mayor número posible de unidades, sabe que
su venta está relacionada con su popularidad, que depende de su calidad, de su servicio post venta, del entorno en el que se vende, etc. La
empresa cuida además que los artefactos se utilicen con cuidado, da
instrucciones para que se cumpla la normativa de seguridad, da garantía de que el producto es de calidad y ante cualquier reclamación, al
igual que los consumidores, es amparada por la ley. Las empresas televisivas, sin embargo, que tanto influyen en la cultura, en los valores y
en los comportamientos de los ciudadanos, que producen entretenimiento, información y cultura, buscan exclusivamente la popularidad y
por ende el cuanto más se vean sus programas, mejor, olvida el servicio
post venta, los posibles daños colaterales que puede producir y el producto emitido solamente es cuantificable en su valoración por los índices de audiencia, sin apenas control moral o social por parte de la administración o de los consumidores.
Por todo ello, por su importancia, las cadenas de televisión deben
asumir sus propias responsabilidades. Los modelos familiares, éticos,
sociales y culturales que la televisión aporta, están muy lejos de lo
que es la familia en nuestra sociedad. Se consumen otros estilos de
vida y de costumbres; se integran diferentes y multiformes relaciones
familiares, éticas y sexuales. Las series que la televisión presenta reproducen situaciones por lo general estereotipadas, o muy lejanas a la
realidad, por lo que la juventud vive y reproduce la fascinación por lo
desconocido.
Los medios de comunicación, para contribuir a la responsabilidad
socializadora compartida, deben aumentar sus relaciones con los diversos sectores de la sociedad, con una diversificación de la oferta, cuidando tanto a los niños como a los adultos en su programación y en sus
horarios de emisión. Se confunde en ocasiones horario de adulto con
un espacio en el que cualquier cosa vale y, si bien es cierto que el adulto tiene capacidad de discriminación y puede elegir programas, cierto
[ 110 ]
Sociedad responsable, medios responsables
es también que los miembros de la Especie Humana, todos, somos individuos en constante y permanente formación, necesitados en todas
las etapas de la vida de elementos que nos permitan estar en constante
maduración y aprendizaje.
La pasividad de la participación ciudadana
Uno de los principales desafíos con los que se encuentra la sociedad
de la información es el deterioro de la participación ciudadana. La sociedad del bienestar, la absoluta dependencia del estado para conseguir
cualquier beneficio, la delegación total de responsabilidades en los representantes populares, que piensan y deciden en nombre de todos, el
gran cambio producido en el mercado de trabajo y la rapidez con la que
se suceden los movimientos culturales y sociales, ha logrado en pocas
décadas que los individuos nos consideremos a la espera, en actitud distante y despreocupada ante el futuro inmediato que vendrá, sin duda,
aportando beneficios, y ante un futuro lejano, que se pinta oscuro, contra el que no se puede luchar y que otros tendrán que encarar. Con estas perspectivas, a pesar de las facilidades de comunicación, el ciudadano se enclaustra en su pequeño entorno familiar y social, dando la
espalda a los problemas del mundo y volviéndose cada día más solitario.
Los grandes poderes económicos organizan la información mundial
y la dan digerida a los ciudadanos, que la leen, la entienden y asimilan
sin cuestionar. Ante los medios, se asumen posturas pasivas, alienadas,
que no implican al individuo y son escasamente participativas. Es de ineludible importancia que los ciudadanos tomen conciencia de sus responsabilidades. Para ello, los medios comunicativos deben adquirir el
compromiso de levantar al ciudadano de su apatía, proponiendo y sugiriendo actitudes activas y participativas. Las cadenas de televisión, sobre todo, deben tomar conciencia de su función educadora (MartínezSalanova, 2005).
En cualquier sistema comunicativo el emisor es el primero y principal responsable, quien debe pensar qué emite, a quién y con qué consecuencias. No así los medios de comunicación, que casi en su totalidad
se desentienden de sus mensajes una vez emitidos, que dejan en manos
del espectador/cliente/usuario o lector la responsabilidad de decidir en
[ 111 ]
Enrique Martínez-Salanova
qué nivel consciente establece la reflexión crítica, el aprendizaje creador, la respuesta activa, la promoción de su individualidad, su rescate
como sujeto digno, no sometido a los caprichos y avatares de la televisión y a la dictadura de las pantallas.
La televisión aborda infinidad de problemas interesantes que podrían servir para realizar una reflexión sobre ellos, aportar elementos
conceptuales para su conocimiento y aumentar nuevos niveles de apreciación y puntos de vista para establecer debates respetuosos y flexibles. Sin embargo, dado su ínfimo grado de respuesta crítica, su necesidad de aumentar el nivel de audiencia, la escasa responsabilidad de los
promotores, la televisión, en general, presenta sus contenidos más importantes de forma malsana y trivial, en debates crispados insultantes y
de creciente morbosidad y oculta la importancia de los problemas, que
prostituye o banaliza. En otras ocasiones, la imagen sustituye o enmascara el contenido, la violencia planificada de los debates impide la reflexión seria y la intromisión innecesaria en la intimidad de las personas, a
las que retira toda posibilidad de dignidad y respeto, arruina los posibles beneficios que para la sociedad pudiera proporcionar el tratamiento televisivo.
La responsabilidad de los agentes sociales
Los agentes sociales se lanzan la responsabilidad educativa de unos
a otros. Los profesores y la escuela en general afirman en muchas ocasiones que no tienen por qué suplir el trabajo de la familia. La familia
no se entiende con la escuela ni la apoya. Todos, la sociedad en general, la escuela y la familia, culpan en gran medida a la televisión de la
pérdida gradual de los valores mientras deja los hijos a su cuidado.
Las grandes cadenas, por otra parte, no atienden a su responsabilidad socializadora y dejan en manos de la familia el control de los horarios en los que sus hijos están ante el televisor.
La administración del Estado mira para otro lado cuando las cadenas
incumplen sobre horarios y contenidos en horarios infantiles, se olvida
de que los profesores necesitan apoyo y formación para tomarse en serio la televisión como elemento socializador y deja, igualmente, en manos de los padres la totalidad del problema (Martínez-Salanova, 2005).
[ 112 ]
Sociedad responsable, medios responsables
Nos encontramos en un mundo globalizado en todos sus aspectos,
en el que los compromisos deben ser compartidos. No es posible, por
tanto, alejar responsabilidades, los agentes sociales no pueden dejar de
asumir lo que solamente se puede solucionar entre todos. Por una parte, somos conscientes de que el papel que la televisión tendrá en el proceso de socialización de las generaciones que nos continúen dependerá
del cambio que se produzca en la familia y en la escuela. Una de las responsabilidades de la escuela y de la familia debe ser la de promover un
uso crítico y reflexivo de los medios de comunicación y, especialmente,
de la televisión, promover ámbitos o contextos cognitivos en los que
predominen la experimentación y la creatividad, en el que los niños,
desde pequeños, estén cerca del mundo de las imágenes y de los procesos productivos de las mismas, desmitificando los medios desde su interior, a partir del debate responsable, del trabajo en equipo y de las relaciones sociales. Al mismo tiempo, se debe exigir a la administración que
cumpla sus compromisos de control de los medios de comunicación en
lo que tiene que ver con programas y horarios infantiles, con la utilización de la publicidad y con la intromisión excesiva en la intimidad.
Televisión educativa-televisión educadora
Sin embargo, es de suma importancia que las televisiones acepten la
responsabilidad de educar como misión ineludible e incuestionable. En
un mundo en el que, como se decía más arriba, la responsabilidad del
futuro es cosa de todos, la televisión debe ser educadora. Normalmente
confundimos los conceptos: educador, educativo e instructivo.
Lo instructivo tiene que ver con los conocimientos o movimientos
que se aprenden mecánicamente. Para que sean educativos, estos
aprendizajes deben poseer algo más, que sean significativos, que estén
en un contexto más amplio, que el que aprende los inserte en un entorno, que asimile los valores del aprendizaje, etc. Un documental puede
ser instructivo, pero si no está dentro de un contexto, si no se adapta el
lenguaje, las formas y los tiempos, a la edad de quien que se pretende
sea espectador, no será educativo (Martínez-Salanova 2007).
Para que una televisión sea educativa debe tener intencionalidad
educativa. Propósitos y objetivos claros, definición de la audiencia a la
[ 113 ]
Enrique Martínez-Salanova
que va dirigida y, por ende, adecuación de los métodos, lenguajes y estructuras a ella (Martínez-Salanova, 2005). Algunos intentos de la televisión pública y de algunas televisiones autonómicas han tenido éxito en
este sentido.
Sin embargo, toda la televisión debe ser educadora (no necesariamente educativa), pues nos encontramos en un mundo en el que los
problemas los debemos encarar entre todos. No es posible que las televisiones, con la fuerza cultural y capacidad subyugadora que poseen
entre los ciudadanos, se desentiendan de esa responsabilidad. Una televisión educadora es la que plantea, propone y estructura sus programas
pensando en que en el mundo hay problemas de todos y que hay que
colaborar en crear corrientes de opinión y de debate para que los ciudadanos busquen y acepten también su propia responsabilidad.
Una necesidad: consensuar entre los agentes sociales
un itinerario de actuaciones, unos objetivos
y un programa de trabajo
¿Por qué no unirnos en el trabajo común de hacer una televisión
que sirva a todos? ¿Podría darse un compromiso educativo entre la familia, la escuela y la televisión?
En las conclusiones del seminario de expertos de Santiago de Compostela hay pistas para algunas de estas líneas de trabajo:
A la administración educativa le sugiere: “crear la figura de un profesor o profesora responsable de comunicación audiovisual y multimedia en todos los centros educativos, con las funciones de fomentar la
educación en comunicación audiovisual en el centro y de optimizar los
procesos de enseñanza-aprendizaje mediante la incorporación de la comunicación audiovisual y multimedia”.
A las familias y Asociaciones de Consumidores: “propiciar la creación de programas de formación para madres y padres en colaboración
con las AMPAS y asociaciones de consumidores con el fin de contribuir
a la formación permanente en el ámbito familiar y procurar el encuentro entre hijos, madres, padres y profesionales de la educación”.
A ayuntamientos y Corporaciones locales: “promover la colaboración
de las radios y televisiones locales en actividades de educación formal y
[ 114 ]
Sociedad responsable, medios responsables
no formal encaminadas a la alfabetización audiovisual y multimedia de
la población”.
A las cadenas de televisión: “reclamar de las Administraciones incentivos a las empresas audiovisuales y editoriales para establecer líneas de
producción de programas audiovisuales e interactivos adecuados para
el desarrollo integral de la alfabetización audiovisual y multimedia”.
A las industrias del audiovisual: “las nuevas formas de producción
de mensajes destinados a las nuevas pantallas exigen que las propias
industrias del audiovisual y del multimedia contribuyan al desarrollo de
investigaciones que permitan avanzar en la promoción de la educación
audiovisual”.
Propuestas
¿No podrían las televisiones proponer que las formas y modos de los
debates fueran menos violentos e hirientes y más respetuosos con las
opiniones de otros participantes? Los moderadores, ¿no podrían mantener mejor los niveles de interés con los propios contenidos y no con el
aumento de la agresividad, del insulto o de la descalificación? Necesitamos como ciudadanos modelos de debate diferentes a los que vemos
en televisión, que por nuestra retina y oídos entren en nuestro cerebro
maneras diferentes de respetar la opinión, de dirigirse a otras personas,
de mantener un criterio… Con estas preguntas y comentarios intento
explicar mi idea de la televisión educadora. Hay magníficos temas tratados en televisión, en programas que pierden su posible función educadora por sus modos sensacionalistas, violentos e irrespetuosos.
El tema de la violencia en la televisión también es un ejemplo. No
es tan peligroso presentar la violencia como no dar posibilidades para
rebatirla, debatirla o cuestionarla. Se han llenado páginas de periódico
y se han elaborado multitud de informes y de trabajos en relación con
la violencia en televisión. Sin embargo, hay más violencia en la sociedad, en la familia, que en los programas de televisión. O el tema de la
discapacidad, que se trata al mismo tiempo que se oculta a los discapacitados…
Debemos pedir a las cadenas coherencia al presentar sus contenidos, pues es clave la forma de presentación para que los contenidos
[ 115 ]
Enrique Martínez-Salanova
tengan validez. Yo propondría a las televisiones, para que aumenten su
capacidad educadora, un cuidado especial en temas como el medio ambiente, la solidaridad, la paz y la violencia, la responsabilidad, la tolerancia, el respeto a opiniones y culturas diferentes. Son temas básicos
en los que el mundo está de acuerdo. Y lo más importante: no está en
que los temas se traten, que ya se tratan, sino que se haga sin sensacionalismo, apelando al compromiso de los espectadores, imbuyéndose las
cadenas de estos mismos proyectos, para que surjan con espontaneidad
y naturalidad.
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[ 116 ]
SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
La apuesta por la corresponsabilidad
en la efectiva protección de los menores
frente a los contenidos audiovisuales
Dra. Mercedes Muñoz Saldaña
Dr. Borja Mora-Figueroa
Universidad de Navarra y Consejo Audiovisual de Navarra
[email protected]
Resumen
La digitalización de la comunicación audiovisual exige un nuevo
marco de funcionamiento en el que la legislación tiene una función limitada y la autorregulación se presenta como un sistema, hasta el momento, incapaz de cubrir las carencias o limitaciones normativas. Objetivos básicos como la protección del menor requieren de nuevas
fórmulas capaces de afrontar este nuevo escenario. Por eso, la recientemente aprobada Directiva de Servicios de Comunicación Audiovisual
apuesta por introducir nuevos mecanismos, como el de la corregulación
cuya puesta en marcha en países como Holanda exige analizar detenidamente en qué consiste esta nueva técnica legislativa.
Palabras clave
Corregulación, protección de menores, servicios audiovisuales, digitalización.
Abstract
The digitalization of the audiovisual communication demands a new
frame of functioning in which the legislation has a limited function and
the self-regulation appears as a system, up to the moment, unable to
cover the lacks or normative limitations. Basic aims like the protection
of minors need new models capable of confronting this new scene.
[ 117 ]
Mercedes Muñoz y Borja Mora-Figueroa
Therefore, the recently adopted Audiovisual Media Services Directive
bets for introducing new measures as co-regulation whose implementation in countries as The Netherlands demand to analyze what this legislative method consists.
Key words
Co regulation, protection of minors, audiovisual media services, digitalization.
La digitalización ha introducido un nuevo escenario que exige repensar el marco que ordena el mercado audiovisual, redefinir las obligaciones centrales que afectan a sus protagonistas e innovar en la manera de articular dichas obligaciones, de tal forma que resulte posible
cumplir objetivos históricos atribuidos a los medios y que llegan a este
momento crucial con una legitimidad social excesivamente mermada.
Las antiguas recetas ya no sirven y la nueva Directiva de Servicios de
Medios Audiovisuales pone de manifiesto la inminente necesidad de hacer un esfuerzo en lo referente a la construcción de unas reglas del juego adaptadas a las nuevas circunstancias.
La cuestión, por tanto, continúa siendo qué debe ser garantizado en
el nuevo escenario digital y cómo conseguirlo; es decir, una vez más el
debate gira alrededor de las obligaciones de servicio público atribuibles
a los medios audiovisuales, especialmente a la televisión. Un debate
que, por otra parte, es consustancial a la historia de este medio. No es
el objetivo de las próximas páginas afrontar dicho asunto, ya que precisamente las siguientes reflexiones y propuestas se articulan en torno al
que quizá sea el único punto de acuerdo entre profesionales, legisladores, medios y consumidores en la concreción de dichas obligaciones: la
necesidad de adoptar medidas destinadas a proteger a los menores de
determinados contenidos potencialmente perjudiciales para este segmento de la población.
Es cierto que la concreción de esta máxima general no está exenta
de polémica, pero, al menos, se parte una misión específica y aceptada
por las empresas. No obstante, basta con echar un vistazo a las programaciones televisivas para asegurar que, salvo contadas excepciones, la
realidad se aleja en exceso del ideal en esta misión.
[ 118 ]
La apuesta por la corresponsabilidad…
Como en el resto de obligaciones, en lo referente a la protección del
menor el escenario digital y las necesidades presentes exigen nuevas
fórmulas capaces de afrontar nuevos retos que comprometan a los medios y que con sus logros contribuyan a recuperar la legitimidad de este
medio en la sociedad. Como se ha advertido, la legislación parece un
instrumento necesario, imprescindible, pero limitado por su propia naturaleza, incapaz de afrontar por sí sola determinadas exigencias y demandas sociales en lo que a los menores se refiere. La autorregulación
no ha cubierto las expectativas y, quizá demasiado manoseada, no parece ser el instrumento adecuado en el momento actual. Sin embargo,
no todo está inventado en este terreno o basta con mirar el ejemplo de
otros países para encontrar fórmulas alternativas que merecen ser probadas y a las que la reciente legislación audiovisual comunitaria les da
una oportunidad: es el caso de la corregulación.
La nueva directiva europea de servicios de comunicación
audiovisual: nuevas soluciones para antiguos problemas
Con la publicación el 18 de diciembre de 2007 de la ‘Directiva de
servicios de comunicación audiovisual’, la Comisión Europea ha abierto
la puerta a nuevas soluciones para antiguos problemas y ha insistido en
que, ante los interrogantes a los que se enfrenta la televisión y otros
medios audiovisuales, cabe estudiar otras alternativas frente a la habitual adopción de medidas legislativas. Desde el nacimiento de la televisión en Europa, especialmente desde la apertura de este mercado a la
iniciativa privada, la legislación se ha percibido como un instrumento
imprescindible e insustituible, pero insuficiente, para la solución de
problemas casi crónicos que afectan a este medio de comunicación. Entre dichos problemas destaca uno, si cabe el más importante: la protección del menor frente a contenidos perjudiciales para este colectivo.
Como acertadamente recoge esta norma, la disponibilidad de contenidos nocivos en los servicios de comunicación audiovisual, motivo de
preocupación para legisladores, medios, padres y formadores, trae consigo nuevos desafíos que exigen la adopción de nuevas normas capaces
de proteger el desarrollo físico, mental y moral del menor en todos los
servicios de comunicación audiovisual, incluida la comunicación comer[ 119 ]
Mercedes Muñoz y Borja Mora-Figueroa
cial. No obstante, dichas medidas se deben equilibrar cuidadosamente
con el derecho fundamental a la libertad de expresión consagrado en la
Carta de los derechos fundamentales de la Unión Europea.
De hecho, aunque sin la intención de generar obligaciones formales
a los Estados miembros, esta Directiva propone expresamente el fomento de nuevas medidas capaces de afrontar lagunas que contribuyen a
deteriorar cada vez más la legitimidad de este medio de comunicación
en la sociedad. No obstante, cabría preguntarse cuáles son dichas medidas, ya que no parece fácil encontrar una alternativa a la adopción de
instrumentos legislativos capaces de disuadir a los medios y de anteponer el interés general a los objetivos específicos de las cadenas en términos de rentabilidad y audiencia a corto plazo. La respuesta a esta
cuestión, aunque explícita en la nueva Directiva, se ha venido desarrollando especialmente durante la última década.
Hace casi veinte años, la primera versión de la Directiva de Televisión sin Fronteras, en sus artículos 22, 22 bis y 22 ter., ya incluía un capítulo destinado a la ‘protección de los menores y orden público’ cuyo
contenido, tras sucesivas actualizaciones, se puede resumir en: proteger
el desarrollo físico, mental y moral de los menores ante determinadas
emisiones, en especial, ante las escenas de pornografía y violencia; evitar el acceso de los menores a este tipo de contenidos mediante restricciones horarias y sistemas de identificación visual; velar para que la
programación no incluya contenidos que inciten al odio por cuestión
de raza, sexo, nacionalidad, o religión; adoptar y apoyar medidas
(como los mecanismos de filtración, clasificación, etc.) encaminadas a
facilitar el control de los padres o tutores en la programación a la que
acceden los menores.
Estas medidas han resultado positivas para la adopción de una normativa básica común para el conjunto de los Estados miembros; sin embargo, en primer lugar, este marco reglamentario está inspirado en un
modelo de radiodifusión generalista analógica en abierto y su aplicación debe adaptarse al nuevo contexto tecnológico que trae consigo el
proceso de digitalización. Por otro lado, esta normativa comunitaria, de
acuerdo con el principio de subsidiariedad, únicamente fija unos principios mínimos capaces de armonizar las divergencias de las legislaciones
de los Estados miembros con la finalidad de compatibilizar la persecución de unos objetivos de interés público comunes a todos ellos con la
[ 120 ]
La apuesta por la corresponsabilidad…
consecución del mercado único en el espacio audiovisual comunitario,
evitando al máximo las restricciones discriminatorias destinadas a proteger a las cadenas nacionales en perjuicio de las emisiones transfronterizas. Más en concreto, el Consejo Europeo señalaba en 1998 que los
principios y normas en materia de protección de menores reflejan la diversidad de culturas y sensibilidades nacionales y locales y que, por
ello, en este contexto, debe prestarse especial atención a la aplicación
del principio de subsidiariedad1.
Partiendo de estos objetivos mínimos, las autoridades estatales y autonómicas son las principales responsables de garantizar la protección
del menor en sus respectivos mercados televisivos y, de acuerdo con
estas competencias, las instituciones europeas han reiterado la responsabilidad nacional en la identificación, regulación y control de misiones
de interés general, ya que las necesidades sociales, aun partiendo de
unos valores y necesidades comunes, varían dependiendo del contexto
social, político, económico y cultural de las sociedades de cada uno de
los Estados miembros. Así, por ejemplo, antes de adoptar la Directiva,
en 1989, algunos Estados miembros como Luxemburgo o Dinamarca carecían de leyes televisivas que protegieran a los menores, mientras que
otros países como el Reino Unido contaban con una extensa regulación
sobre esta materia. Es decir, resultaría erróneo y poco acorde con el
planteamiento implícito en la política audiovisual comunitaria que los
legisladores nacionales cifraran sus objetivos en asegurar el cumplimiento de lo establecido en la Directiva de Televisión sin Fronteras,
pues dicha norma constituye únicamente una plataforma sobre la que
construir los objetivos específicos de cada Estado miembro. Sin embargo, muchos Estados miembros, entre ellos España, se han conformado
durante décadas con intentar hacer realidad los objetivos impuestos por
la Directiva, sin conseguirlo del todo y dejando a un lado el carácter básico de esta norma europea.
No obstante, más allá de los mínimos señalados, las instituciones comunitarias han continuado mostrando desde mediados de los años noventa su preocupación por la protección de los menores y la televisión
en múltiples documentos no vinculantes, pero que sirven de guía al
analizar y ofrecer una perspectiva global de las políticas adoptadas en
los diferentes Estados miembros, con los puntos fuertes y débiles de
cada una de ellas, ayudando así a evitar errores legislativos cometidos
[ 121 ]
Mercedes Muñoz y Borja Mora-Figueroa
en otros países, importando las fórmulas exitosas y proporcionando
unas pautas de actuación seguras a las autoridades nacionales.
Desde la publicación, en 1996, del Libro Verde sobre la protección
de los menores y de la dignidad humana en los servicios audiovisuales
y de información hasta la Recomendación, en 2006, del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la protección de los menores y de la dignidad humana y al derecho de réplica en relación con la competitividad
de la industria europea de servicios audiovisuales y de información en
línea, se han sucedido numerosas reflexiones que explican la postura
adoptada en la nueva Directiva de Servicios de Medios Audiovisuales.
La publicación del Libro Verde de 1996 constituyó un hito en las
aportaciones comunitarias a esta materia ya que este documento, identificando la protección del menor como uno de los asuntos primordiales
de interés público a tener en cuenta en el desarrollo de los servicios audiovisuales, recogió las cuestiones centrales que aún dominan el debate actual: la necesidad de facilitar el control parental, el carácter imprescindible de la colaboración entre los Estados Miembros en la lucha
contra los contenidos ilegales, la conveniencia de apostar por regulaciones flexibles capaces de adaptarse a las innovaciones tecnológicas, la
obligación de reforzar la cooperación entre las administraciones nacionales y la Comisión y entre las industrias implicadas, o la posibilidad de
adoptar medidas de sensibilización e información de los usuarios.
En esta línea, sin menospreciar de manera expresa el papel de la autorregulación, la nueva Directiva de Servicios de Medios Audiovisuales
advierte que “las medidas para alcanzar los objetivos de interés general
en el sector de servicios de nuevos medios audiovisuales resultarían más
eficaces si se adoptan con el apoyo activo de los propios prestadores de
servicios” 2.
Las tres alternativas para la ordenación normativa
en la protección del menor: regulación,
autorregulación y corregulación
En todos los ámbitos geográficos (regional, nacional o comunitario)
existen tres alternativas, no excluyentes, para la ordenación normativa:
la regulación, la autorregulación y la corregulación.
[ 122 ]
La apuesta por la corresponsabilidad…
Históricamente, la legislación ha sido el instrumento principal destinado a ordenar el funcionamiento de todo lo relativo a la televisión y a
los contenidos difundidos a través de ella. Desde el nacimiento de este
medio masivo se suceden numerosas leyes que, promulgadas a golpe
de innovación tecnológica y de situaciones alegales, han intentado armonizar el mercado televisivo. Sin embargo, en lo referente a los contenidos, quizá por la imposibilidad de hacerlo de otro modo, han resultado excesivamente generales y abiertas dejando a los profesionales un
amplio margen de interpretación que no siempre ha resultado en los
objetivos perseguidos por la norma. A esta realidad se suma el hecho
de que en la mayoría de los países europeos occidentales el marco normativo parte de unos mínimos derivados de la legislación comunitaria
que, con el límite que impone el tener que armonizar intereses europeos y nacionales, adolece en muchos casos de las mismas carencias que
las normas internas.
En el caso concreto de España y en lo que a la protección del menor en el ámbito televisivo se refiere, el amparo constitucional se halla
en el punto 4 del artículo 20 de la Carta Magna, el cual señala que la
libertad de expresión y el derecho a la información “tienen su límite en
el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los preceptos de
las leyes que los desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a
la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de
la infancia”. Más genéricamente, el artículo 39.4 indica que “los niños
gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que
velan por sus derechos”. El desarrollo legislativo en los medios de comunicación audiovisuales se inició con la Ley 4/1980, de 10 de enero,
del Estatuto de la Radio y la Televisión. En su artículo 4 señalaba que
“La actividad de los medios de comunicación social del Estado se inspirará en los siguientes principios (…). La protección de la juventud y de
la infancia”.
Sin embargo, la escasa concreción y las nulas obligaciones y prohibiciones expresas, un problema generalizado en la mayoría de países
de la Unión Europea, se intentó subsanar por parte de las instituciones
comunitarias con la aprobación de la Directiva de Televisión sin Fronteras, en 1989. La obligación de transponer la directiva europea a España
se realizó en 1994 mediante la “Ley 25/1994, de 12 de julio, por la que
se incorpora al Ordenamiento Jurídico Español la Directiva 89/552/CEE,
[ 123 ]
Mercedes Muñoz y Borja Mora-Figueroa
sobre la coordinación de Disposiciones Legales, Reglamentarias y Administrativas de los Estados Miembros relativas al ejercicio de actividades
de Radiodifusión Televisiva”.
De esta forma y por vez primera, la normativa española dedicaba un
capítulo específico a la protección del menor. En concreto, el capítulo
IV establecía normas concretas para proteger a los menores frente a
contenidos de programación y publicitarios que pudieran suponer riesgos para el desarrollo físico, mental y moral de los menores. Básicamente, la Ley 25/1994 (modificada por la Ley 22/1999, de 7 de junio),
incluía un horario de protección que abarcaba desde las 6 hasta las 22
horas y obligaba a señalizar los programas mediante símbolos visuales
que de manera orientativa informarían a los espectadores de su mayor
o menor idoneidad para los menores de edad.
Con la extensión del mercado, la liberalización y el creciente peso
de los operadores privados, se fueron paulatinamente incorporando
normas complementarias de autorregulación, por las que los operadores se comprometían voluntariamente a implantar mecanismos que reforzaran la protección de los menores de edad. Así, ya en 1993 las cadenas de televisión que operaban en España firmaron el ‘Convenio
sobre principios para la autorregulación de las cadenas de televisión en
relación con determinados contenidos de su programación referidos a
la protección de la infancia y la juventud’, formulado por el Ministerio
de Educación y Ciencia, las Consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas, y las cadenas de televisión. El texto resultó papel mojado por su brevedad, la escasez de medios prácticos para su aplicación
y la inexistencia de instancias que vigilaran su cumplimiento.
Nuevamente fueron las instituciones europeas las que impulsaron la
implantación de más y mejores medidas. Entre otras, el Informe del Parlamento Europeo sobre la comunicación de la Comisión ‘Estudio sobre
el control ejercido por los padres sobre los programas de televisión’, de
19 de septiembre de 2000, expresaba la urgencia de que todos los operadores europeos establecieran prácticas de autorregulación en materia
de protección de menores.
En un segundo intento de implantar medidas de autorregulación, las
cadenas españolas de televisión, acusadas de no tener en cuenta a los
menores en sus programaciones televisivas y de incumplir sistemáticamente lo firmado años atrás, rubricaron en 2004 el ‘Código de autorre[ 124 ]
La apuesta por la corresponsabilidad…
gulación sobre contenidos televisivos e infancia’. La aplicación de este
código, cuatro años después, no resulta especialmente esperanzadora y
ya se puede hablar de un nuevo fracaso en la apuesta por la autorregulación. Y es que, al no incurrir en ilegalidad, obviamente, la presión de
las cadenas para cumplir los objetivos fijados en los códigos de autorregulación es menor. De hecho, las cadenas españolas obviaban una indicación del Parlamento Europeo, crucial para la correcta aplicación de
los códigos de autorregulación: la implantación de mecanismos de control social y cláusulas severas de sanción en caso de incumplimiento.
Ante la ineficacia de la pura normativa, especialmente en el nuevo
escenario multi-pantallas, y la insuficiencia de la autorregulación para
concretar y completar la brevedad y flexibilidad presente en los textos
legales, una nueva técnica legislativa emerge nuevamente desde las instituciones de la Unión Europea: la corregulación.
Esta técnica comparte con la regulación tradicional la implicación
directa de las autoridades en la elaboración de normas y en su aplicación y, con la autorregulación, la colaboración activa en el proceso
tanto de los operadores como del resto de partes implicadas. En una
definición sistemática, cabe entender por corregulación3: “El conjunto
de procesos, mecanismos e instrumentos puestos en marcha por las administraciones públicas competentes y otros agentes del sector, en orden
de establecer e implementar un marco de actuación adecuado a la normativa, equidistante entre los intereses de la industria y de los ciudadanos, y que se traduzca en prácticas concretas y efectivas, de tal forma
que todos los agentes implicados sean corresponsables de su correcto
funcionamiento”.
Las principales ventajas de importar esta técnica legislativa al procedimiento regulatorio español se pueden sintetizar en tres.
En primer lugar, la corregulación es un conjunto de mecanismos
que, por naturaleza, pueden ajustarse convenientemente a la protección
de los menores de edad frente a determinados contenidos audiovisuales
que pudieran resultar lesivos para el desarrollo físico, mental y moral.
En este sentido, la corregulación responde a la exigencia histórica de
compaginar la intervención de las autoridades públicas en un sector especialmente sensible por sus implicaciones socio-culturales con la imprescindible eliminación de las interferencias administrativas innecesarias en el ejercicio de la libertad de expresión y del derecho a la
[ 125 ]
Mercedes Muñoz y Borja Mora-Figueroa
información. Por otra parte, la corregulación se adecua a las características propias de la televisión y de medios adyacentes, especialmente a
su constante desarrollo tecnológico, siendo, por tanto, imprescindible
una técnica legislativa ágil, flexible y adaptable a los nuevos y variados
panoramas tecnológicos.
En segundo lugar, la corregulación es una técnica propuesta desde
el Derecho comunitario, en especial, en la Decisión del Parlamento Europeo sobre la celebración del Acuerdo interinstitucional “Legislar mejor” entre el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión, de 2003; y
en el Estudio de Medidas de corregulación en el sector de los medios
de comunicación para la Comisión Europea, de 2006. Teniendo en
cuenta la preeminencia de la legislación comunitaria y su implicación
en la protección de menores, es especialmente ajustada para su aplicación en un estado miembro de la Unión Europea.
En tercer lugar, la puesta en marcha de sistemas de corregulación en
algunos países europeos ha resultado especialmente positiva, como se
puede comprobar en el siguiente apartado.
Un modelo de corregulación para la protección de menores:
el caso holandés
Entre todos los países que han implantado prácticas de corregulación, Holanda destaca por la perspectiva global y el gran éxito alcanzado en la protección de los menores frente a contenidos potencialmente
nocivos en televisión, cine, DVD, videojuegos y servicios para móviles.
De hecho, el sistema holandés ha sido considerado un adecuado ejemplo de corregulación en la Conferencia de Expertos organizada por la
Comisión Europea y el Gobierno alemán, en Leipzig, los días 10 y 11 de
mayo de 2007.
Un aspecto primigenio y fundamental de este sistema es la participación colegiada de todos los agentes implicados: el Gobierno holandés,
la autoridad independiente de regulación audiovisual (CvdM por las siglas del Commissariaat voor de Media), la industria de la comunicación
(a través de la participación directa de empresas o a través de organizaciones sectoriales) y un órgano intermedio creado, financiado y desa rrollado por las administraciones públicas, los operadores y el resto de
[ 126 ]
La apuesta por la corresponsabilidad…
agentes implicados, el Instituto Holandés para la Clasificación de los
Medios Audiovisuales (NICAM por las siglas del Nederlands Instituut
voor de Classificatie van Audiovisual Media).
El sistema holandés de calificación y señalización
de contenidos audiovisuales
El origen del actual sistema parte de una iniciativa del ejecutivo holandés, secundada por importantes sectores de la industria audiovisual,
que dio como resultado la creación del NICAM en 1999, piedra angular
de todo el sistema. Entre sus funciones destacan: implantar y desarrollar
la clasificación del material audiovisual de sus miembros; establecer las
normas de clasificación y el horario de emisión en televisión; proveer de
información a la audiencia; supervisar el cumplimiento del sistema y tramitar las quejas respecto al mismo; e imponer las oportunas sanciones.
El trabajo principal del NICAM consiste en la implantación, desarrollo y mejora del código Kijkwijzer que, por una parte y a través de un
sistema de pictogramas, califica los contenidos audiovisuales y, por otra
parte, informa a los padres, tutores y educadores de la edad idónea
para la que los niños pueden visionar, jugar o consumir los contenidos,
estableciendo para ello una gran variedad de canales. Los pictogramas
se pueden encontrar al comienzo de los programas de televisión, en las
revistas del medio, en salas y en guías y páginas web dedicadas al cine,
en DVDs y vídeos, en anuncios y en el servicio de teletexto; además,
desde la propia página de Kijkwijzer se puede acceder a una base de
datos online en la que se puede consultar instantáneamente la calificación de todos los productos señalizados.
El código holandés lleva siete años en funcionamiento (2001-2008) y
en este periodo se han calificado más de 20.000 películas y programas
de televisión, habiéndose adherido voluntariamente más de 2.200 empresas. Otro dato que demuestra el éxito del sistema es el conocimiento y uso por parte de los responsables de los menores: más del 90% saben de su existencia y lo consideran una herramienta provechosa y
cerca del 75% lo utilizan asiduamente.
Kijkwijzer parte de una tipología de edades, al igual que otros sistemas similares, pero su valor añadido reside en la fijación de seis categorías que de manera complementaria informan de la presencia de conte[ 127 ]
Mercedes Muñoz y Borja Mora-Figueroa
nidos potencialmente perjudiciales para los menores: violencia, miedo,
sexo, discriminación, lenguaje soez, y presentación de drogas duras y/o
abuso de drogas blandas y alcohol.
Por último, otro atributo fundamental del sistema es el procedimiento de calificación de los contenidos audiovisuales, que no son calificados directamente por el NICAM, sino por las propias empresas tras un
periodo de formación en los estándares del sistema. Velando por una
mayor objetividad, el proceso de calificación se realiza contestando a
una serie de preguntas que un programa informático codifica automáticamente en las cuatro categorías de edades del código.
Valoración del sistema
El sistema del NICAM en general y el código Kijkwijzer en particular presentan importantes ventajas en cuanto procedimiento de calificación y señalización de los contenidos audiovisuales, que se pueden
agrupar en tres categorías.
En cuanto a la naturaleza del sistema, está fundamentado en la coparticipación y colaboración activa de la administración y de la industria
audiovisual; se retroalimenta y controla a sí mismo por la participación
de todos los agentes implicados: el NICAM entrena y vigila a las empresas (que son parte fundamental del mismo) y al mismo tiempo debe
responder ante la autoridad audiovisual, que, por su parte, debe informar al ejecutivo holandés; la pertenencia es voluntaria, lo que refuerza
la libertad y, por tanto, la responsabilidad de los operadores; y a los
operadores les compensa pertenecer al NICAM, porque los que se autoexcluyen tienen unas limitaciones mucho mayores.
En cuanto a su funcionamiento, el sistema es integrador, pues incluye los principales contenidos audiovisuales: programas, películas, videojuegos, en sus múltiples soportes (cine, televisión, videoconsola, ordenador y teléfono móvil); es multifacético, ya que el tradicional sistema
de edades se complementa con una tipología de contenidos nocivos. Lo
acertado de este sistema se demuestra en que el código PEGI para videojuegos y juegos de ordenador, vigente en la práctica totalidad de Europa, se basa directamente en Kijkwijzer 4; es flexible y está abierto a
constantes cambios y actualizaciones (por ejemplo, se encuentra en dis[ 128 ]
La apuesta por la corresponsabilidad…
cusión, y en fase de propuesta, la inclusión de una quinta categoría de
edad, la que haría referencia a programas no recomendados para menores de 9 años); la información es considerada un aspecto crucial y,
por eso, prima la actualización y la accesibilidad desde múltiples soportes, incluido un servicio de alertas por correo electrónico; y las sanciones, en caso de incumplimiento, son importantes, incluyendo su expulsión y la supervisión directa por parte de la autoridad audiovisual.
Por último, y en cuanto a la finalidad del sistema, se alcanzan los
objetivos buscados: proporcionalidad, apertura, transparencia, claridad
y eficacia.
Conclusiones
El margen dispuesto por la Directiva de servicios de comunicación
audiovisual deja la futura implementación de medidas de corregulación
a la iniciativa de las partes implicadas: industria, medios, legisladores e
instituciones o consejos audiovisuales. En todo caso, la co-participación
de las administraciones públicas y los demás agentes sectoriales se debe
dar en todo el proceso de regulación, a saber, la elaboración de la normativa, adaptación y ejecución. Esta colaboración debe, en todo caso,
tener una base o reconocimiento legal que obligue a todas las partes a
esmerarse en el perfeccionamiento del sistema.
Entre las medidas concretas de corregulación destacan y han demostrado su eficacia: el desarrollo de prácticas de colaboración y acción concertada entre las administraciones y los operadores para perfeccionar continuamente cuestiones cruciales como la calificación y
señalización de programas y contenidos; el fomento de espacios educativos y especialmente recomendados para la infancia y la aplicación
de esfuerzos para divulgar entre los padres y tutores medidas eficaces
para un correcto consumo televisivo por parte de los menores; la aplicación y vigilancia de códigos éticos o de autorregulación y de recomendaciones para la mejora continua de aspectos concretos del sector;
y el trabajo de los organismos independientes de regulación y control
audiovisual.
El sistema implantado en Holanda para calificar los contenidos audiovisuales es, en esencia, un modelo exportable a otros países de su
[ 129 ]
Mercedes Muñoz y Borja Mora-Figueroa
entorno, pues además de sus efectos beneficiosos sobre el sistema, en
la práctica su implantación no resultaría complicada al consistir únicamente en armonizar e implementar instrumentos ya presentes en la mayoría de los estados europeos. De hecho, la Unión Europea ha insistido
reiteradamente en la necesidad de adoptar sistemas de calificación que
engloben los distintos contenidos audiovisuales en un único código. La
imparable evolución tecnológica y la consecuente convergencia de sectores e industrias recomiendan y al mismo tiempo permiten sistemas nacionales uniformados.
En este sentido, la introducción de un sistema análogo en España resultaría asequible, aunque precisaría de tres acciones previas de gran
calado: en primer lugar, se debería refundar el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) o desgajar su división encargada de la calificación por grupos de edad del público al que van destinadas las películas, además de crear una autoridad de regulación
audiovisual nacional e independiente del poder ejecutivo, como pieza
clave en el sistema; en segundo lugar, habría que ganar para la causa,
de una vez, a los operadores, lo cual exigiría, a través de la futura Ley
General Audiovisual, imponer fuertes restricciones e imposiciones; en
tercer y último lugar, correspondería trabajar conjuntamente con las Comunidades Autónomas para incluir en el sistema a los operadores autonómicos y locales.
Bibliografía
Legislación y documentos normativos
– Constitución Española (1978).
– Ley 4/1980, de 10 de enero, de Estatuto de la Radio y la Televisión.
– Ley 22/1999, de 7 de junio, de Modificación de la Ley 25/1994, de 12 de julio, por la
que se incorpora al Ordenamiento Jurídico Español la Directiva 89/552/CEE, sobre la
coordinación de Disposiciones Legales, Reglamentarias y Administrativas de los Estados Miembros relativas al ejercicio de actividades de Radiodifusión Televisiva.
– Código de autorregulación sobre contenidos televisivos e infancia (2004).
– Convenio sobre principios para la autorregulación de las cadenas de televisión en relación con determinados contenidos de su programación referidos a la protección de
la infancia y la juventud (1993).
– Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, de 7 de diciembre de
2000 [Diario Oficial C 364 de 18.12.2000].
[ 130 ]
La apuesta por la corresponsabilidad…
–
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Directiva 2007/65/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de diciembre de
2007, por la que se modifica la Directiva 89/552/CEE del Consejo sobre la coordinación de determinadas disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los
Estados miembros relativas al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva (“Directiva de servicios de comunicación audiovisual”).
Directiva 89/552/CEE del Consejo, de 3 de octubre de 1989, relativa a la coordinación
de determinadas disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los Estados
miembros sobre el ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva (“Directiva de
‘Televisión sin Fronteras’”).
Recomendación 2006/952/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de diciembre de 2006, relativa a la protección de los menores y de la dignidad humana y
del derecho de réplica en relación con la competitividad de la industria europea de
servicios audiovisuales y de información en línea [Diario Oficial L 378 de 27.12.2006].
Recomendación 98/560/CE del Consejo, de 24 de septiembre de 1998, relativa al
desarrollo de la competitividad de la industria europea de servicios audiovisuales y de
información mediante la promoción de los marcos nacionales destinados a lograr un
nivel de protección comparable y efectivo de los menores y de la dignidad humana
[Diario Oficial L 270 de 7.10.1998].
Libro Verde sobre la protección de los menores y de la dignidad humana en los nuevos servicios audiovisuales y de la información [COM (1996) 483 final].
Libro Verde sobre los servicios de interés general [COM (2003) 270 final].
Libro Blanco sobre la Gobernanza Europea [COM (2001) 428 final].
Decisión del Parlamento Europeo sobre la celebración del Acuerdo interinstitucional
“Legislar mejor” entre el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión [2003/2131
(ACI)].
Comunicación de la Comisión - Los servicios de interés general en Europa [COM
(1996) 443 final - Diario Oficial C 281 de 26.9.1996].
Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo y al Comité Económico y Social. Estudio sobre el control ejercido por los padres sobre los programas de
televisión [COM (1999) 371 final].
Informe de Evaluación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo sobre la
aplicación de la Recomendación del Consejo, de 24 de septiembre de 1998 sobre la
protección de los menores y la dignidad humana [COM (2001) 106 final].
Segundo Informe de Evaluación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo
sobre la aplicación de la Recomendación del Consejo, de 24 de septiembre de 1998
sobre la protección de los menores y la dignidad humana [COM (2003) 776 final].
Publicaciones
– MUÑOZ SALDAÑA, M. y MORA-FIGUEROA, B. (2007): “La corregulación: nuevos
compromisos y nuevos métodos para la protección del menor de los contenidos televisivos. El caso holandés”, en La ética y el derecho de la información en la era del
postperiodismo (Actas del V Congreso Internacional de Ética y Derecho de la Información), FUNDACIÓN COSO, Valencia, pp. 421-437.
[ 131 ]
Mercedes Muñoz y Borja Mora-Figueroa
Documentos
– Estudio de Medidas de corregulación en el sector de los medios de comunicación
para la Comisión Europea (2006), disponible en [http://ec.europa.eu/comm/avpolicy/
info_centre/library/studies/].
– VALKENBURG, P. y otros (2001): “Kijkwijzer: The Dutch Rating System for Audiovisual
Productions”, disponible en [http://www.kijkwijzer.nl/ upload/download_pc/24.pdf].
– PALZER, C. (2003): “Horizontal Rating of Audiovisual Content in Europe. An Alternative to Multi-level Classification?”, IRIS plus, European Audiovisual Observatory, nº 10,
disponible en [http://www.obs.coe.int/ oea_publ/iris/iris_plus/iplus10_2003.pdf.en].
Páginas web de interés
– Página web de Kijkwijzer: www.kijkwijzer.nl.
– Página web del Sistema PEGI (Pan European Game Information): www.pegi.info.
Notas
1
2
3
4
Propuesta de Recomendación del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la protección de los menores y de la dignidad humana y al derecho de réplica en relación
con la competitividad de la industria europea de servicios audiovisuales y de información (Diario Oficial L 270), de 7 de octubre 1998, considerando 18, p. 49.
Directiva 2007/65/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de diciembre de
2007, por la que se modifica la Directiva 89/552/CEE del Consejo sobre la coordinación de determinadas disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los
Estados miembros relativas al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva, p. 31
(Diario Oficial L 332).
Elaboración y redacción original de los autores, ya publicada en: MUÑOZ SALDAÑA,
M. y MORA-FIGUEROA, B. (2007): “La corregulación: nuevos compromisos y nuevos
métodos para la protección del menor de los contenidos televisivos. El caso holandés”, en La ética y el derecho de la información en la era del postperiodismo (Actas
del V Congreso Internacional de Ética y Derecho de la Información), FUNDACIÓN
COSO, Valencia, pp. 421-437.
El sistema PEGI está vigente en dieciséis países europeos: Austria, Bélgica, Bulgaria,
Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, España, Finlandia, Francia, Grecia,
Holanda, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta,
Noruega, Polonia, Portugal, Rumanía, Suecia, Suiza, Reino Unido y República Checa.
[ 132 ]
SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
Fotografía de niños: evolución y algunas
propuestas a lo largo de su historia
Dra. Ana María Martín López
Universidad SEK (Segovia)
[email protected]
Resumen
Desde los primeros daguerrotipos hasta la imagen digital; desde las
escenas alegóricas o mitológicas prerrafaelitas hasta la fotografía documental o las composiciones publicitarias, los niños han sido protagonistas de innumerables fotografías y, para muchos autores, tema recurrente, y no sólo desde el punto de vista artístico. El fotoperiodismo ha
enseñado y sigue enseñando al mundo situaciones en las que la injusticia golpea a los más pequeños, en un intento de remover conciencias.
Palabras clave
Historia de la fotografía, retrato fotográfico, fotoperiodismo, fotografía publicitaria, fotógrafos, infancia, arte.
Abstract
From the first daguerreotypes to the digital image; from allegorical or
mythological scenes by Pre-Raphaelites to documentary photography or
the composition of adds, children have been the central characters of a
great number of photographs and, for many authors, a recurrent theme,
not only from the artistic point of view. Photojournalism has shown,
and keeps showing, the world situations in which injustice hits the
small people, trying to move consciousness to some kind of action.
Key words
History of the photography, photographic portrait, photojournalism,
advertising photography, photographers, children, art.
[ 133 ]
Ana María Martín
Sólo miran bien los niños: son inocentes y miran
excitados, con atención, no son intelectuales.
Marc Ribaud, fotógrafo
La presentación en público del procedimiento para la obtención de
daguerrotipos, en 1839, supuso una auténtica revolución; tanto, que incluso apareció alguna caricatura en prensa hablando de “daguerrotipomanía”. Y aunque, si bien los primeros intentos se dirigieron hacia la
captura de paisajes o naturalezas muertas, dados los largos tiempos de
exposición, cuando éstos se acortaron el género favorito fue el retrato.
La mejora de las lentes de las cámaras y de la sensibilidad de las placas hizo que los minutos que costaba posar ante el fotógrafo –a plena
luz y con inmovilidad total para no arruinar la toma– se redujeran a
unos pocos segundos. Así que comenzaron a abrirse estudios fotográficos en muchas ciudades por los que pasaban gentes de todo tipo. Un
buen número de autores habla de fábricas de fotografías en las que ésta
se entendía como producto, y no existía, por tanto, intención estética ni
especialización en géneros.
Los niños eran protagonistas de muchas de estas imágenes y se les
captaba, en la mayoría de las ocasiones, acompañados por sus padres u
otros familiares; incluso hay una curiosa tradición de imágenes de lactantes con sus amas de cría.
La representación más habitual tenía mucho que ver con el retrato
pictórico decimonónico. Estos daguerrotipos muestran tomas de tres
cuartos sobre fondo liso, y los pequeños, vestidos con sus mejores galas y peinados con pulcritud, se encuentran sentados en el regazo de
sus madres mirando a la cámara con curiosidad y asombro. En algunos
de estos retratos se detecta un leve trepidado que afecta a la imagen
de los más inquietos. En cualquier caso, el resultado distaba mucho de
ser natural.
La curiosa tradición de los retratos póstumos suscita en el espectador
de hoy en día una mezcla de atracción y rechazo; no obstante, fueron
muy populares en el siglo XIX. La alta tasa de mortalidad infantil y el
deseo de las familias de conservar un recuerdo de quien tan poco tiempo había estado entre ellos ofreció a los fotógrafos de la época –que se
desplazaban al domicilio del difunto o lo retrataban en su estudio, si los
[ 134 ]
Fotografía de niños: evolución y algunas propuestas
familiares lo llevaban– una nueva fuente de negocio. La forzada postura de los pequeños cuerpecitos y la trágica expresión en el rostro de sus
padres no deja de producir un cierto desasosiego, como poco.
Cuando los inconvenientes del daguerrotipo –precio, fragilidad e imposibilidad de hacer copias– lo hicieron desaparecer como procedimiento para la reproducción de imágenes, la carte-du-visite, inventada
por Disdéri en 1854, se convierte en el nuevo método para la producción en serie de retratos: una cámara con cuatro lentes realizaba cuatro
exposiciones en cada mitad de una placa, consiguiéndose así ocho retratos con actitudes diferentes.
La iluminación era plana y el retratado aparecía de cuerpo entero
delante de un decorado de más que evidente cartón piedra. Mostraba
poses estereotipadas y no existía estudio alguno de expresión o carácter, dado que los rostros eran diminutos. Pero, a pesar de su poco valor
artístico, el reducido tamaño y, sobre todo, el bajo precio hicieron que
estos objetos se vendieran por miles.
La fotografía no había dejado de ser un objeto de consumo a mediados del siglo XIX. Sin embargo, al perfeccionarse la técnica, aumenta el
número de aficionados que se acerca a este entretenimiento, que tenía
entonces mucho de ciencia recreativa. Algunos de estos aficionados realizan tomas que sirven luego de apuntes a pintores. Otros escenifican
pasajes religiosos o literarios disfrazando a sus modelos y disponiéndolos en auténticas representaciones teatrales.
Oscar Reijlander (1813-1875) practicó ambos tipos de fotografía y
realizó una gran cantidad de estudios de niñas y golfillos callejeros.
Para el autor estas imágenes se presentaban como estudios de caracteres. Las obras tituladas Homeless; Pensive young girl posing on a box,
Young girl fastening dress, Young girl holding a jug, o Young girl posing
with her arms resting on a table 1, todas ellas realizadas hacia 1860,
muestran, sobre todo, a niñas en diversas actitudes que recuerdan poses pictóricas. No hay miradas a cámara ni complicidad con el fotógrafo; nada nos indica la personalidad del pequeño. Se trata de un mero
ejercicio compositivo, de apuntes para el trabajo de un pintor.
Sin embargo, Reijlander era también muy aficionado a fotografiar
emociones. Según Newhall (2002), Charles Robert Darwin, para ilustrar
su libro La expresión de las emociones en el hombre y los animales
(1872), utilizó una de las fotografías de nuestro autor que representa a
[ 135 ]
Ana María Martín
un niño que llora “de manera un poco cómica”, llegando a ser tan popular que se vendieron hasta un cuarto de millón de copias.
De Reijlander es el retrato2 más reproducido del reverendo Charles
Lutwidge Dogson, más conocido como Lewis Carroll (1832-1898) y autor de los célebres relatos Alicia en el país de las maravillas y Alicia a
través del espejo. Este escritor fue también un aficionado entusiasta de la
fotografía, en cuya producción destacan los retratos que realizó a las niñas de su entorno. Agnes Grace Weld, Florence Maude Ferry, Alexandra
(Xie) Kitchin o Alice Liddle, la Alicia de sus libros, posan ante su cámara disfrazadas de Caperucita Roja, Cenicienta, con ropajes orientales o
como una mendiga3, con expresiones que van de lo cándido a lo displicente, pasando por el puro fastidio. Se trata de imágenes ciertamente
modernas en su factura –comparadas con la producción fotográfica de
la época– y en las que se aprecia una evidente complicidad entre fotógrafo y modelo, que participan por igual del juego.
Hacia 1860, el debate sobre la fotografía como arte estaba en plena
efervescencia. Se intentaba dar un aura artística a lo que se entendía
como pura química, por la vía de la imitación de la pintura. Si estaba
fuera de toda duda que ésta era Arte, la fotografía podría serlo en tanto
en cuanto se pareciera a la pintura. Para ello, la copia debía superar su
condición de objeto reproducible mediante la intervención del aficionado, que se convertía en artista al disponer la escena o retocar el resultado. La toma se consideraba una partitura; dependía del fotógrafo interpretarla para conseguir una obra personal, diferente, artística; pero
los resultados eran desiguales. Para López Mondéjar (1997) se trataba
de una “desafortunada tendencia de ‘construir’ fotografías en lugar de
tomarlas”.
En este contexto destaca la figura y la obra de Julia Margaret Cameron (1815-1879). Decididamente inspiradas en la pintura y en la literatura, sus fotografías son recreaciones visuales en las que participan sirvientes, familiares y conocidos. Los niños aparecen posando como ángeles,
como en las célebres I wait (1873), Cupido descansando (1872), Love in
idleness (1866), Thy will be done (1872) y Venus chiding Cupid and removing his wings (1872)4 en un ambiente de ensueño deliberadamente
buscado por la autora, que cultivaba el efecto flou y un cierto descuido
formal, lo que daba a sus imágenes –según ella misma escribió en una
de sus copias– un carácter “decididamente prerrafaelista”.
[ 136 ]
Fotografía de niños: evolución y algunas propuestas
Antes de finalizar el siglo XX, la tecnología había convertido la fotografía en una afición popular. Usted apriete el botón, nosotros hacemos el
resto es el célebre slogan de Kodak que lo ilustra a la perfección. Liberados de grandes equipos y complicados procedimientos, los fotógrafos
tienen ahora acceso a escenas y realidades a los que antes difícilmente
podían llegar.
Jacob August Riis (1849-1914), un periodista policial convertido en
fotógrafo al descubrir el poder de las imágenes para la denuncia, armado con una cámara con flash, se introdujo en los suburbios de Nueva
York para enseñar al mundo la miseria en la que vivían los más desamparados. En su segundo libro, Children of the poor (1892), los niños de
la “Cocina del Infierno” posan con naturalidad para el fotógrafo, que los
retrata con crudeza pero, a la vez, con gran ternura, adoptando el lenguaje propio del medio y alejándose de las representaciones pictóricas5.
Con parecido planteamiento, Lewis Wickes Hine (1874-1940) situó su
mirada crítica sobre los más desfavorecidos. Uno de sus trabajos más
conocidos es el que realizó para el National Child Labour Commitee documentando las condiciones en las que vivían y trabajaban algunos niños en Estados Unidos entre 1908 y 1924. Gracias en parte a sus fotografías, el gobierno norteamericano puso límites al trabajo infantil.
Se ha criticado a Hine que convierta a sus personajes en héroes,
aunque la suya es una mirada directa, a la altura del retratado, que
muestra su pequeñez en un mundo demasiado grande. Entre las enormes máquinas de una fábrica de algodón en Carolina del Sur, recién salidos de una mina de carbón o bajo un gran paquete de periódicos, sus
pequeños miran directamente a los ojos del espectador con una expresión entre divertida y asombrada que produce una mezcla de simpatía y
tristeza por la infancia perdida6.
Durante la Depresión, el gobierno estadounidense puso en marcha
un proyecto de reparto de ayudas en las zonas agrícolas del centro y
del sur del país, que fue documentado por medio de la fotografía. Se
trata de lo que se conoce como Farm Security Administration y supuso
una auténtica escuela para muchos de los fotógrafos que participaron
en este proyecto.
La imagen Destitute pea pickers in California: Mother of seven children, age thirty-two (Nipomo, California) 7, tomada en 1936 por Dorothea Lange (1895-1965) y reproducida en los más variados contextos, se
[ 137 ]
Ana María Martín
ha convertido en un icono de aquel momento. Esas madres, que han
debido abandonar sus hogares, se sitúan ante el objetivo en tiendas de
campaña rodeadas por sus hijos; son auténticas madonnas contemporáneas. Sus fotografías constituyen documentos8 pero, al mismo tiempo, la
composición, el encuadre y la luz les confieren una gran belleza. Los
personajes se enfrentan a la cámara de la fotógrafa con una extraña dignidad que se acerca al desafío.
En la actualidad, el autor que mejor ha recogido el testigo de los documentalistas de la primera mitad del siglo XX es el fotógrafo brasileño
Sebastião Salgado (1944). Sus reportajes hablan de la globalización, de
la liberalización económica, del medio ambiente, de la pobreza y, sobre
todo, de la condición humana. Muchos de sus personajes son niños, y
le preocupan especialmente porque son las mayores víctimas en situaciones de crisis. Él mismo afirma que “son los más débiles físicamente y
los más vulnerables emocionalmente. Pero, en ocasiones, tienen el espíritu más lleno de energía9” y así es como aparecen en Éxodos (2000) y
Retratos de los niños del éxodo (2000): con una mirada limpia, a pesar
de todo, y llena de fuerza.
En nuestro país, Gervasio Sánchez (1959) también ha mostrado en
sus fotografías esta preocupación por la infancia. Niños de la guerra
(2000) recoge imágenes de más de una decena de conflictos bélicos en
todo el mundo. En 1995 comienza el proyecto Vidas minadas (1997),
cuyas imágenes aparecen dos años después en forma de libro y exposición, que ha ido actualizando, con la presentación en 2007 de Vidas minadas. Diez años después 10.
Los numerosos premios que ha recibido el trabajo de Sánchez destacan su generosidad, su sensibilidad social y su infatigable defensa de la
paz. Huye del sensacionalismo, pero su compromiso le coloca del lado
de las víctimas, a las que retrata de manera directa, incluso dura, sin
desviar la vista de los detalles más obvios. Dice Chema Caballero (2007)
que sus fotografías “gritan y se convierten en la voz de los sin voz, de
los pequeños, de los humillados, de los resignados, de los ninguneados.
Rostros, con nombre o anónimos, pero siempre con mirada propia, que
transmiten las historias que muy pocos se atreven a contar11”.
Kim Manresa (1961) no ha cubierto conflictos bélicos, pero su cámara ha recogido cientos de historias que suceden todos los días en
cualquier rincón del mundo y que tienen a la infancia como triste pro[ 138 ]
Fotografía de niños: evolución y algunas propuestas
tagonista. El llanto desgarrador de las pequeñas a las que practican la
ablación en África –los minutos más dramáticos de su vida, según el fotógrafo–; la inocencia de las niñas que se ven sometidas a la explotación sexual o las sonrisas que la ONG Payasos sin Fronteras lleva a los
niños que sufren dificultades o violencia son algunos de los temas que
conforman sus trabajos más valorados, en los que se explica la tragedia
pero brilla la esperanza.
La fotografía de Cristina García Rodero, a pesar de ser un documento de carácter antropológico, no deja de lado la búsqueda artística. En
los peculiares ritos que se celebran por toda la geografía española y en
el resto del mundo –Grecia, Portugal, Venezuela o Haití, por ejemplo–
los niños se integran en el escenario atrayendo las miradas con sus disfraces, sus gestos espontáneos, sus muecas de asombro, sus bostezos
de aburrimiento. Más duras son sus fotografías a los refugiados en Kosovo, Albania o Georgia, en las que retrata con una inmensa ternura el
sufrimiento que se percibe en el rostro de los más pequeños12.
El compromiso social –que no el estético– y la denuncia no figuran
entre los objetivos de algunos fotógrafos contemporáneos que han cultivado el retrato infantil, sin que esto suponga un rasgo negativo.
Aunque no constituye la parte más importante de su obra, Diane Arbus (1923-1971) tiene singulares retratos de niños. Su personalidad atormentada y su biografía agitada se reflejan a la perfección en sus imágenes. Las fotografías de esta autora recogen físicos poco comunes, como
en Identical Twins, Roselle, NY (1967) o Child with a toy hand grenade
in Central Park (1962), y la expresión extrema de las emociones, como
en A child crying (1967) o Looser at a diaper derby (1967)13. Algunos de
los pequeños no son conscientes de que están siendo fotografiados,
mientras que otros observan a la fotógrafa con una expresión que produce desasosiego. No hay artificio, ni pose, ni manipulación; se trata de
imágenes directas que intentan satisfacer la curiosidad de la autora,
pero que son captadas con respeto y un tratamiento sutil de lo que
puede resultar morboso. Para Carlos Yusti (2001) eran “ese espejo donde pudo conocer(se) y descifrar(se) esa monstruosidad que en algunos
vive muy bien guardada y en otros escapa a la superficie como una extraña metáfora”.
En España, durante los años 60, un grupo de fotógrafos relacionados
con la Real Sociedad Fotográfica comienza a practicar un tipo de foto[ 139 ]
Ana María Martín
grafía calificada por algunos sectores de la crítica como “moderna”, ya
que se anteponía a la estética tardopictorialista que entonces se cultivaba en nuestro país con enorme éxito.
Se agruparon en torno al grupo La Palangana, que luego se amplió
con más miembros dando lugar lo que se conoce como Escuela de Madrid. Con planteamientos formales y estéticos diversos, practicaron un
modo de fotografiar que tenía en común el interés por las escenas cotidianas. Las captaban sin retoques ni artificios, poniendo el acento en las
personas, que aparecían llenas de humanidad y fuerza expresiva.
Gabriel Cualladó (1925-2003) es uno de los retratistas por excelencia
en nuestro país; es una muestra de “inteligencia visual pura en un ojo
amateur”, como dice Alquier (1999). Y es que, aunque el autor nunca
se dedicó profesionalmente a la fotografía, sus imágenes familiares y de
la gente de su entorno, de una aparente sencillez técnica, poseen una
enorme fuerza expresiva.
Niña con margarita (1959) y La niña de la rosa (1959) son sus retratos infantiles más reproducidos pero, aunque menos conocidos, merecen la pena sus otros niños: los que fotografía haciendo un alto en sus
juegos estivales, durante sus vacaciones, como Niños. Asturias (1964),
Niña en el camino. Sobrepiedra. Asturias (1957); los golfillos que aparecen en un descampado en Niño con botella. Madrid (1959), o entre el
gentío de la Plaza Mayor en Chico con ramo de flores. Madrid (1959), y
esas niñas valencianas bañadas por la luz limpia del Mediterráneo:
Niña. Massanassa. Valencia (1957)14.
Sobre las imágenes de Fernando Gordillo, también fotógrafo de la
Escuela de Madrid, dice Escudero (1999) que poseen una “inquietud,
una preocupación por contar a los demás las cosas que ve, las que parecen normales e inadvertidas, las que diariamente hacen las gentes, la
aventura cotidiana del hombre”. En ese devenir diario, los niños pueblan su obra. Son fotografiados sorprendidos con la naturalidad del juego: Compañeros. En el desván de la familia. Madrid (1962), Jugando
con su amigo. Pedro Bernardo. Ávila (1965) o Jugando al escondite. Retratos en el jardín (1996); con la tranquila expresión de quien no se
sabe observado: A su aire. Un tiempo recobrado. Madrid (1988), o abrazados a sus madres con gesto tímido y mimoso: Retrato de una madre.
Pedro Bernardo. Ávila (1964)15. Son escenas cotidianas que sólo ve
quien sabe hacerlo.
[ 140 ]
Fotografía de niños: evolución y algunas propuestas
Isabel Munuera hace suya la afirmación atribuida a Nadar “a quien
mejor retrato es a quien mejor conozco”. Sus modelos son sus nietos y
otros niños de su entorno que la autora fotografía captando la esencia
de su personalidad infantil. Al igual que los grandes retratistas de la Escuela de Madrid –compañeros suyos en la Real Sociedad Fotográfica–
subordina la técnica al contenido y, aunque actualmente ha hecho suyas las herramientas digitales, las usa para subrayar la intensidad de las
miradas de sus pequeños personajes con resultados realmente notables16. Son retratos limpios, en los que el fondo, lejos de distraer, concentra la atención en la figura principal, mostrando el juego de tú a tú,
de mirada a mirada, entre el niño y la fotógrafa.
Las imágenes de Anne Geddes son ampliamente conocidas, incluso
por los que no son aficionados a la fotografía. Tras veinticinco años de
trabajo, su nombre se ha convertido en una marca comercial bajo la que
se distribuyen todo tipo de productos relacionados con sus imágenes.
Los bebés de sus series Down in the Garden y Miracle, disfrazados de
abeja, mariposa o formando parte de una flor, nos miran, en cualquier
comercio, desde camisetas, tazas, calendarios y postales de aniversario.
Se trata de una fotografía amable y con un toque lúdico que enternece
y sorprende sin más complicaciones. Más elaboradas, las fotografías de
la serie Pure presentan de un modo sutil y exquisito la gestación y el
alumbramiento, usando como modelos bebés recién nacidos17.
La evolución tecnológica y el desarrollo de la fotografía digital han
hecho surgir creadores que, más que fotógrafos, pueden ser considerados artistas visuales.
Es el caso de Loretta Lux. De formación pictórica, a la que reconoce
una enorme influencia en su fotografía, ha centrado su producción en
el retrato a niños18. Utiliza y aprovecha las modernas tecnologías de retoque de imagen para presentar una realidad alterada, con evidentes
paralelismos con el modo en el que los pictorialistas intervenían en sus
imágenes. Lux estructura sus composiciones preparando las formas y el
color y realiza el estilismo del peinado y de la ropa de sus pequeños
modelos, lo que, unido al énfasis de sus facciones con el ordenador y a
la extrema palidez que la autora les confiere, los convierte en idealizaciones de ellos mismos.
Así pues, los niños que conforman el universo fotográfico de la artista producen en el espectador una inquietante sensación de irrealidad
[ 141 ]
Ana María Martín
que no deja indiferente. No en vano, según HART, R. (2005), su trabajo
ha sido calificado con adjetivos tan contradictorios como “disquieting,
charming, disturbing, lovely, creeping, arresting, repellant, kitschy, even
monstrous”.
Bibliografía
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Colección PhotoBolsillo. La Fábrica. Madrid.
HART, R (2005) “The children who inhabit Loretta Lux´s portraits are more real than they
appear”. American Photo. Volumen XVI. Número 3.
LLAMAZARES, J. (2000): “Historia de una pasión”. Cristina García Rodero. Volumen 27.
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Fotografía de niños: evolución y algunas propuestas
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[ 143 ]
SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
Licensing en la programación infantil:
un negocio internacional al margen de la
regulación de contenidos publicitarios
Dra. Guadalupe Aguado Guadalupe
Universidad Carlos III de Madrid
[email protected]
Resumen
El licensing o negocio de licencias aplicado a la programación dirigida a menores genera un volumen de negocio a nivel internacional
que compensa las restricciones que en el ámbito de la televisión tienen
los mensajes comerciales que acompañan y pretenden rentabilizar los
programas infantiles. La industria audiovisual europea y los anunciantes
a través de este tipo de estrategias sortean las limitaciones que pudieran
derivarse tanto de la Directiva de Televisión sin Fronteras en cuanto a
regulación publicitaria se refiere, así como de las respectivas regulaciones nacionales.
Palabras clave
Programación infantil, licensing, industria audiovisual, televisión.
Abstract
“Licensing” applied to children’s TV programming generate a wordwide turnover that compensate economical restrictions establishes for
commercial spots and advertising at TV programming addressed to the
youngest. Thanks to this strategy, european audiovisual industry and
advertisers avoid the limitations coming from “Television without Frontiers” Directive in relation to advertising laws.
Key words
Children’s TV programming, licensing, audiovisual industry, television.
[ 145 ]
Guadalupe Aguado
Política audiovisual: intereses económico-industriales
Más allá del reconocimiento que los diferentes gobiernos europeos
han venido haciendo sobre la función social del mercado audiovisual,
dejando de manifiesto que una de las preocupaciones de las políticas
europeas de radiodifusión ha sido la de educar e informar al espectador,
la realidad es que los aspectos económico-industriales han propiciado
que la financiación y los intereses comerciales que imperan en el sector
de la comunicación pongan en cuestión la finalidad formativa que se
atribuía al modelo de televisión europeo. La política europea en materia
de comunicación se ha ido acercando cada vez más a una posición económico-empresarial. La repercusión más evidente de este modelo se
aprecia en la organización y tipología de la programación, donde han
imperado connotaciones como la consideración del público como cliente-consumidor y se han primado los objetivos meramente comerciales. A
ello no ha sido ajeno un sector que debería estar especialmente protegido, como es el público infantil. Los menores se han convertido para la
industria mediática en un targets publicitario que a su vez incide en las
decisiones de compra familiares. Muestra de ello es el interés de la industria audiovisual en el desarrollo de campañas de merchandising dirigidas a menores, de manera que los niños pasan a convertirse en consumidores precoces de todo tipo de productos bajo la persuasión de los
principales personajes de animación. Ante dicho tipo de prácticas parece que el objetivo de los productos audiovisuales dirigidos a niños se
asienta más en la oferta de bienes que en el desarrollo de los menores,
propiciando la creación de personajes atractivos cuyo fin último es la
venta de una amplia gama de productos derivados de ellos.
Esta situación de predominio de intereses comerciales se ha producido en un marco internacional caracterizado por dos aspectos que han
propiciado la situación:
1. La concentración multimedia de los grandes grupos del mundo de
la comunicación, tanto en el ámbito comunitario como extracomunitario1.
2. Un marco regulador en el que se ha puesto especial incidencia en
los contenidos definidos como publicitarios, dejando de lado otro
tipo de programaciones que en realidad también persiguen objetivos comerciales.
[ 146 ]
Licensing en la programación infantil
La primacía de la vertiente económico-industrial se ha amparado
bajo la Directiva Europea de Televisión sin Fronteras, dando cabida a
una política audiovisual en la que se prima la creación de una industria
fuerte como primer eslabón de la dimensión cultural2.
Rentabilidad comercial frente a la regulación
de contenidos publicitarios
Tradicionalmente el negocio de la televisión comercial se ha identificado con los ingresos publicitarios, y las regulaciones tanto nacionales
como a nivel europeo se han centrado en la diferenciación de cara a los
usuarios entre contenidos editoriales y contenidos puramente comerciales, identificando publicidad televisiva con “cualquier forma de mensaje
televisado a cambio de una remuneración, de un pago por una empresa pública o privada en relación con una actividad comercial, industrial,
artesanal o profesión liberal tendente a promover, a cambio de una remuneración, la prestación de bienes o servicios, incluidos los bienes inmuebles, los derechos y obligaciones”3.
Sin embargo, en el caso de las programaciones dirigidas al público
infantil, la regulación publicitaria abarca más aspectos que la mera identificación de dicho tipo de mensajes, dando lugar a una especial regulación, que más allá de lo establecido en la Directiva Europea de Televisión sin Fronteras al respecto, es especialmente restrictiva en países
como Suecia, donde desde 1991 las cadenas de televisión no pueden
emitir anuncios dirigidos a menores de doce años, modelo imitado por
Dinamarca, Holanda y Bélgica. Además, en el caso de Holanda, los canales públicos no pueden interrumpir los programas dirigidos a menores de doce años para emitir anuncios. En Bélgica la publicidad infantil
está prohibida en los cinco minutos anteriores y posteriores a los programas para niños, y en Dinamarca las personalidades que intervienen
en la programación de televisión infantil no pueden aparecer en anuncios emitidos antes de las 21 horas y el merchandising basado en programación infantil no debe publicitarse ni dos horas antes ni después
de la emisión del programa concerniente. En Austria, Noruega, Bélgica
y Luxemburgo se prohíbe la publicidad de juguetes entre las 7 y las 11
horas, estableciéndose una prohibición total de juguetes de guerra.
[ 147 ]
Guadalupe Aguado
Además, en Austria se prohíbe la publicidad durante los programas infantiles. En Alemania los programas dirigidos a menores no pueden ser
patrocinados ni interrumpidos por anuncios, además es un país que
junto a Finlandia prohíbe la publicidad en la cual los productos estén
promocionados por caricaturas familiares a los niños, como es el caso
de las caricaturas de programas infantiles. A la adopción de medidas especiales encaminadas a la protección de menores frente a los contenidos televisivos tampoco han sido ajenos otros países como Grecia, que
prohíbe la publicidad durante los dibujos animados y la publicidad que
haga uso de los personajes de dibujos animados antes y después de los
programas en los que aparecen. En Italia se prohíbe la publicidad que
intente persuadir a los niños a comprar un producto a través de la oferta directa. En otros países como Francia la Oficina de Verificación de la
Publicidad, principal órgano de control de la profesión, ha actualizado
su código de buena conducta y ha emitido varias recomendaciones
para que la publicidad no explote la inexperiencia o la credulidad de
los niños. En el caso de España el Código de Autorregulación de Contenidos Televisivos e Infancia se plantea una serie de medidas con la finalidad de proteger a los menores4. Por otra parte, la Ley de Televisión
sin Fronteras establece que la franja horaria de 6 a 22 horas es de especial protección para niños y jóvenes. A dicha limitación se añaden dos
franjas especiales de protección reforzada (de lunes a viernes de 8 a 9
horas y de 17 a 20 horas y los fines de semana de 9 a 12 horas). En el
horario protegido no se permite la emisión de programas “no recomendados para menores de 18 años” y en las franjas horarias de “protección
reforzada” no pueden ofrecerse espacios clasificados como “no recomendables para menores de 13 años”5.
No deja de ser significativa la alternativa que a este respecto se han
tomado países como Alemania, Inglaterra, Noruega o Dinamarca con la
creación de canales con programación infantil sin publicidad.
Pero más allá de las medidas reguladoras y protectoras de los menores frente al medio televisión cabe preguntarse cómo rentabilizan las cadenas unos programas infantiles cuyos límites de tiempos publicitarios
están restringidos o son inexistentes y por tanto han de buscar otras
fuentes alternativas de ingresos. En numerosas ocasiones dichas trabas
a la financiación se salvan utilizando estrategias que llevan a cuestionarse la eficacia de medidas reguladoras como las establecidas por la Di[ 148 ]
Licensing en la programación infantil
rectiva Europea de Televisión sin Fronteras en cuanto a la prohibición
de que los mensajes publicitarios induzcan a los menores a la compra,
se valgan de su inexperiencia o credulidad o les inciten a persuadir a
padres o terceros a que lo hagan.
En este sentido, no dejan de ser paradójicas las palabra de Wang
Wei, director general de la compañía Lan Mao (Gato Azul) la mayor del
sector de animación chino, al afirmar que el secreto del éxito de la animación está en el licensing. “La emisión de dibujos animados en la televisión nos hace perder dinero, pero hace los personajes conocidos
para luego vender nuestras licencias a los fabricantes de juguetes”. Estas
declaraciones se producían en la II Feria Internacional de la Animación
de Hangzhou (China), donde las productoras ofrecían sus productos
audiovisuales a televisiones, distribuidores y fabricantes de productos
infantiles6.
No han de perderse de vista en este sentido las tendencias de los canales infantiles americanos surgidos en la década de los 90, con sus
marcas, franquicias y merchandising asociados. Estos canales han demostrado una especial inclinación por hacer de los programas dirigidos
al público infantil una fuente de ingresos a través de las licencias, que
se han explotado con editoras, música, vídeos, juegos, y cualesquiera
productos infantiles que pudiesen ostentar un logotipo. De tal manera
que empresas de televisión, revistas, moda y alimentación se han combinado con campañas de marketing de éxito, uniendo juguetes, ropas y
comida rápida para vender un estilo de vida para los niños. Esto ha llevado a un cambio total en la visión con relación a los ingresos generados a partir del mercado infantil.
Ello nos lleva a pensar que frente a la publicidad tradicional, la industria de productos y servicios dirigidos al público infantil busca nuevas vías de promoción y de llegar a los targets de interés. Esto ha
propiciado que la programación dirigida a menores que difunde la televisión no sea un simple espacio que acompaña a los contenidos publicitarios, sino el gran contenedor y soporte de dichos contenidos, no
siendo fácilmente identificable como publicidad, a pesar de que la
Directiva Europea de Televisión sin Fronteras deja claramente de manifiesto la prohibición de la denominada publicidad encubierta. Entendiendo por publicidad encubierta, “la presentación verbal o visual de
los bienes, servicios, nombre, marca o actividades de un productor de
[ 149 ]
Guadalupe Aguado
mercancías o un prestador de servicios en programas en que tal presentación tenga, de manera intencionada por parte del organismo de radiodifusión televisiva, propósito publicitario y pueda inducir al público a
error en cuanto a la naturaleza de dicha presentación. Una presentación
se hará intencionada, en particular, si se hiciera a cambio de una remuneración o de un pago similar”7.
Sin embargo, un problema de identificación de los contenidos con
finalidades comerciales es demostrar la intencionalidad del organismo
de radiodifusión televisiva en lo referente al propósito publicitario de
una programación aparentemente no comercial, y sin que se haya producido remuneración económica.
El licensing en la programación infantil
Con el término anglosajón licensing se denomina al negocio consistente en la licencia o cesión que el propietario de una marca con reconocimiento otorga a un tercero para su aplicación a productos concretos distintos al de origen de la marca, propiciando lo que se conoce
como merchandising con la venta de objetos y promociones asociados
a la imagen de marca, que en este caso se correspondería con series,
películas o personajes de animación. A cambio, el licenciatario pagará
un porcentaje de las ventas al licenciador.
A la hora de establecer los márgenes de negociación entre el propietario de las licencias y el fabricante, se suele contemplar una remuneración fija, que como mínimo en ciertos sectores como el del juguete suele ser de unos 30.000 euros, y que va acompañado de un royalty
equivalente a un porcentaje o cantidad por unidad vendida, que suele
estar comprendido en torno al 15%8. Por lo que la empresa licenciataria
ha de asegurarse un determinado volumen de ventas para amortizar el
fijo.
El artículo licenciado representa una clara ventaja competitiva frente
a un producto genérico. La licencia resulta especialmente atractiva para
el consumidor debido a los estímulos emocionales que se desencadenan con respecto a la marca, propiciando la adquisición, que en la mayoría de los casos responde a una compra por impulso. Además, se ha
comprobado que el cliente asume y está dispuesto a pagar más por un
[ 150 ]
Licensing en la programación infantil
producto licenciado, de tal manera que el valor añadido de la licencia
está en su elemento diferenciador, que lo hace “único” y, por tanto, más
valorado.
El negocio del licensing puede explotarse mediante merchandising,
que es cuando se lanzan mochilas, cuadernos o vasos con un personaje determinado; publishing, que son las publicaciones editoriales, libros
para colorear o álbumes de figuritas; las promociones, que son las marcas que cuentan con un personaje para una promoción, pero no modifican su imagen para hacerlo; las brand food, que son empresas de alimentos que usan los personajes para sus productos; y las personal care
que incluyen productos de limpieza personal.
Las licencias aportan sinergias positivas a los anunciantes, de manera que la marca actúa como un agente dinamizador de la venta, estimulando las decisiones de compra en todas las categorías del producto.
Pero el licensing también tiene un efecto beneficioso para el programa
propiciado por la fama y la acogida en el mercado que tienen los diversos productos licenciados, ya que la difusión de la imagen del programa a través de una amplia gama de productos hace de recordatorio de
marca, contribuyendo a que los niños sigan viendo el programa con
continuidad, sin que se perciba como desfasado, sino como un programa de moda. En este sentido, con el licensing la marca llega al consumidor por vías y en formas diferentes a su propia naturaleza.
Fundamental para el éxito del licensing es la alianza y complicidad
con el medio televisión, que se convierte en un auténtico catálogo de
productos, dotando de sentido para el público infantil a todos los objetos de merchandising. Hasta tal punto, que al igual que ocurre con prácticas como la colocación o emplazamiento de productos, las series y
programas de televisión se llegan a estructurar alrededor de un producto o marca dotándolo de significado. El análisis previo a la difusión de la
programación es importante hasta tal punto que antes de comprar los
derechos de un programa se valora el volumen de negocio que se puede alcanzar en este sentido, de manera que si se percibe que el negocio
puede alcanzar ámbitos globales, más allá de las fronteras nacionales,
los derechos de adquisición de licencias escapan a las pequeñas empresas, que quedan relegadas en este sentido a contextos más locales.
En este negocio, al lado de los principales líderes estadounidenses
en el sector como Disney, Warner Bros y Cartoon Network, se suman
[ 151 ]
Guadalupe Aguado
las licencias japonesas, que han producido un gran cambio en el mercado con personajes como Dragon Ball, Pokémon y Digimon. Bajo estas
premisas se han hecho con el mercado programaciones tan conocidas
como Los Simpsons, Harri Potter, Looney Tunes, Los Lunnis, Superman,
Star Wars o Power Ranger, que han traído consigo desde las típicas camisetas a videojuegos, libros, figuritas, discos, e incluso toallas, bicicletas, relojes y chicles entre una amplia gama de productos. La realidad es
que detrás de los programas se esconde un negocio que sobrepasa el
dinero recaudado tanto en venta de entradas como en concepto de espacios publicitarios.
Destacable en este gran negocio es el caso de Pokémon, con un éxito sin precedentes entre los niños de todo el mundo, lo que ha hecho
que se vendan más de 128 millones de juegos, cerca de 25 millones de
ellos en Europa. Sólo el merchandising de Pokémon ha generado hasta
ahora más de 15.000 millones de dólares en ventas en todo el mundo.
Tenemos casos igualmente significativos, como el de Disney, que aún
hoy recauda 2000 millones de dólares por el merchandising asociado al
Rey León frente a los 312 millones que hizo en taquilla. Sintomático
igualmente de lo que representa el negocio fueron las palabras de George Lucas al afirmar que la venta de merchandising relacionado con la
trilogía de las galaxias le reportaría más dinero que la exhibición de las
películas.
El licensing no escapa al targets preescolar, así Disney Baby o Baby
Looney Tunes han adaptado la imagen de conocidos personajes al público más joven, ampliando su ámbito de acción. A este segmento se han
acomodado programaciones como Las Tres Mellizas Bebés o Spider-Man
&Friends, variantes que ofrecen nuevas oportunidades para acceder a las
categorías de merchandising más infantiles. En esta misma línea está la
adaptación realizada por MGM de la Pantera Rosa con Pink
Panther&Pals, o la adaptación realizada por las Bratz Babyz. No se excluyen de este mercado series tan identificadas con la infancia como Los
Lunnis, cuyo merchandising ha llegado a recibir el premio de Mejor Licencia de Año otorgado por Licencias Actualidad, y que abarca sectores
tan diversos como juguetes, ropa, calzado, cosmética o juegos de ordenador. Además, cuentan con una importante presencia en el sector editorial con la publicación de enciclopedias, cursos de inglés y libros infantiles, y la revista de Los Lunnis, con una tirada de 100.000 ejemplares.
[ 152 ]
Licensing en la programación infantil
Al licensing no son ajenos productos que son objeto de una especial
regulación. La Organización Mundial de la Salud en 2004 elaboró un
documento recopilando la regulación de los distintos países en relación
a la publicidad de alimentos para niños, reflejando las propuestas realizadas por países como Reino Unido, Alemania, Italia, Malasia, Nueva
Zelanda, Brasil, Polonia, Francia, Estados Unidos y España9. Igualmente
se dejaba constancia de cómo la Internacional Obesity Task Force
(IOTF) ha propuesto que la publicidad de alimentos y bebidas inapropiados para niños sea prohibida.
Sin embargo, frente a estas iniciativas de regulación, en el caso del
licensing la alianza entre firmas de comida y personajes no ha escapado a marcas como Burguer King con la promoción de juguetes Transformer o a McDonald con juguetes de la película Shrek III.
Tenemos el ejemplo de la película Spiderman III que contará con el
apoyo promocional a través de un programa de licensing de marcas
como Burguer King, Nestlé (cereales y helados), P&G (Pringles), Grupo
Damm (Fuente Liviana), Nutrexpa (Nocilla) y Frito Lay (Chipicao), entre
otros10.
Sin embargo, la industria del licensing también ha sabido aprovechar
un hueco de mercado en la ayuda contra la obesidad infantil y el sedentarismo, en este grupo de licencias se encuentran Sesame Street, que
en sus producciones más recientes fomenta el ejercicio y una alimentación equilibrada, para lo que el Monstruo de las Galletas ha disminuido
la cantidad de galletas que ingiere.
Estamos ante un negocio de grandes cifras, que según Charles Riotto, presidente de la asociación LIMA, a lo largo de 2004 generó unos
ingresos mundiales cercanos a 175.000 millones de dólares, alcanzando
en EE.UU. en 2005 unos 5.952 millones de dólares11. En el sector juguetero más del 70% de los juguetes son licenciados. En España el valor de mercado de las ventas de juguetes licenciados ha llegado a representar el 27%, siendo más alto que en cualquier otro país europeo12,
y en algunos casos la presencia de licencias ha representado un 40% o
más de su producción total13. Cifras todas ellas que hacen evidente el
interés económico-industrial que a nivel internacional tiene el negocio
del licensing desarrollado en torno a la programación infantil, así como
la importancia de las empresas implicadas en este tipo de estrategias
comerciales.
[ 153 ]
Guadalupe Aguado
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Directiva 97/36/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de junio de 1997 por la
que se modifica la Directiva 89/552/CCE del Consejo sobre la coordinación de determinadas disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los Estados miembros relativas al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva.
Notas
1
Los grandes holdings controlan el mundo de la comunicación: canales de televisión,
Internet, prensa, productoras, cine, música, parques temáticos, productos alimenticios
y merchandising. Una misma compañía ofrece todas las posibilidades de consumo.
Éste es el caso de AOL-Time Warner, Vivendi, Disney, Bertelsmann, Víacom y Rupert
Murdoch’s News Corporation.
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Licensing en la programación infantil
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13
La primacía que la Unión Europea en su política audiovisual ha otorgado al ámbito
económico-industrial se ha dejado sentir claramente con actuaciones como el programa MEDIA1 y el Fondo Europeo de Garantía.
Frente a la vertiente social, la Unión Europea comenzó a primar intereses económicos
en las negociaciones de la Ronda Uruguay del GATT a finales de 1993. La voluntad
política de salvaguardar y proteger el espacio audiovisual europeo fue apoyada y ratificada en Bruselas en la Ronda Uruguay del GATT a fines de 1993, en donde si bien
117 países acordaron la mayor liberalización comercial de la historia, Europa fijó para
sí una cuota de pantalla superior al 50% para la producción europea.
Directiva 89/552/CEE del Consejo, de 3 de octubre de 1989, sobre la coordinación de
determinadas disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los Estados
Miembros relativas al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva. Capítulo 1,
artículo 1.
Dicho Código fue el resultado del Convenio firmado el 26 de marzo de 1993, en el que
se recogían los “principios para la autorregulación de las cadenas de televisión en relación con determinados contenidos de su programación referidos a la protección de
la infancia y juventud” y fue formulado por el Ministerio de Educación y Ciencia, la
Consejería de Educación de las Comunidades Autónomas y las cadenas de televisión”.
Mediante esta Ley 25/1994 se incorpora al ordenamiento jurídico español la Directiva
89/552/CEE, sobre “la coordinación de disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los Estados miembros relativas al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva”.
Cdecopy Licensing Magazine (2007), nº 70, año 2, julio.
Directiva 89/552/CEE del Consejo, de 3 de octubre de 1989, sobre la coordinación de
determinadas disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los Estados
Miembros relativas al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva. Capítulo 1,
artículo 1.
MALLOL, E. (2007): “Las jugueterías se disputan el ‘tesoro’ de Spiderman y Los Lunnis”: Nueva Economía, Suplemento de El Mundo, nº 354.
En el caso de España la industria agroalimentaria, cumpliendo con el compromiso
asumido por el Ministerio de Sanidad, puso en marcha en septiembre de 2005 el Código de autorregulación publicitaria de alimentos y bebidas destinados a niños menores de 12 años (Código PAOS). Este código se encuentra enmarcado dentro del acuerdo con el Ministerio de Sanidad en el marco de la estrategia para la Nutrición,
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[ 155 ]
SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
Series para ¿menores?
La realidad que transmite la ficción.
Análisis de “Los Simpsons”
Dra. Mar Grandío Pérez
Universidad Católica San Antonio
[email protected]
Resumen
La realidad que transmite la ficción televisiva es compleja. También
la consumida por los menores, y aplicando la teoría de la Agenda Setting y del Framing a las ficciones televisivas, este artículo propone una
guía para el debate sobre el papel de las series en la transmisión de valores culturales al público infantil y adolescente. Dicho análisis está basado en tres niveles: la estructura-narración, los personajes y la representación de valores.
A modo de ejemplo, se analizará el contenido de una de las series
internacionales más populares entre el público infantil y juvenil de los
últimos años: Los Simpson (Fox, 1989-). Aspectos problemáticos como la
representación de un universo de ficción fragmentado, la presencia de
la ironía o la trivialización de la violencia serán tratados a lo largo de
estas líneas.
Palabras clave
Ficción televisiva, valores, menores, Los Simpsons.
Abstract
The reality broadcasted by television fiction is complex, also the one
consumed by the youngest. Applying the theory of the Agenda Setting
and Framing to the television fictions, this article proposes a methodology as guide for the debate about the role of television series and the
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Mar Grandío
transmission of cultural values to minors. This analysis will be based on
three levels: the story, the characters and the representation of values.
As an example, one of the most popular international series among infantile the youngest last years will be analyzed: The Simpson (Fox,
1989). Problematic aspects like the representation of a fragmented universe, the presence of the irony or the trivialization of the violence will
be studied along these lines.
Key words
Television fiction, values, minors, The Simpsons.
Introducción
La atracción de los niños hacia la televisión es enorme, sobre todo si
tenemos en cuenta la ficción televisiva. Las series infantiles y juveniles
son el tipo de contenido que principalmente demandan, aunque cada
vez se sienten más atraídos hacia una ficción familiar o para todos los
públicos. Son muchas las series de televisión que siguen con asiduidad,
convirtiéndose muchos de ellos en auténticos fans de las series de
moda. Internet, además, se presenta como un refugio donde los menores hablan sobre esos universos de ficción en foros virtuales y clubs de
fans. Pero, ¿qué esconden estas historias para cautivar tan masivamente
a los niños y jóvenes?, ¿Qué tipo de valores individuales y sociales les
transmiten?
A estas interesantes preguntas han pretendido responder muchos
académicos del ámbito nacional e internacional desde diferentes perspectivas. De hecho, el estudio de los valores en la ficción televisiva se
ha centrado principalmente en un nivel de contenido y de recepción,
con interesantes aportaciones relacionadas con la representación de estereotipos de género, profesionales o raciales (Jhally y Lewis, 1992;
Spangler, 2003; Akass and McCabe, 2004; Galán Fajardo, 2006; McCabe
y Akass, 2006; Johnson, 2007), la reflexión en torno al concepto de disfrute televisivo (Ang, 1985; Schrøder, 1988; Spence, 2005; Grandío,
2006) o la construcción de la identidad personal y cultural de las audiencias (Aguaded, 1999; Huertas y França, 2001; Repoll, 2004, Chavero
y García Muñoz, 2005; Figueras, 2006; Montero, 2006; Pindado, 2006).
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Series para ¿menores?
A lo largo de estas líneas se pretende aportar una propuesta al relevante estudio de la representación de valores en la ficción televisiva a la
luz de las teorías de la Agenda Setting (fijación de la agenda) y el Framing (enfoque). Se considera que la ficción televisiva, al igual que el
resto de medios de comunicación, tiene la capacidad de reflejar la realidad de una manera concreta y puede decirles a los espectadores qué
pensar sobre determinados temas. El análisis de contenido de la ficción
propuesto se centrará en tres niveles: la estructura-narración de las historias, los personajes y la representación de valores. En este artículo se
tomará como ejemplo Los Simpsons (Fox, 1989-), una de las series de
ficción más populares entre la audiencia infantil y juvenil mundial, para
profundizar en la “realidad” que transmite la ficción y su idoneidad, o
no, para determinados públicos.
Aplicación de la Agenda Setting y Framing al estudio
de la ficción televisiva
Entre padres y educadores existe un especial recelo hacia el persuasivo medio de la televisión por su central papel en la educación. Los menores, como el resto de la audiencia, se acercan a estos productos audiovisuales en busca de entretenimiento principalmente. Aunque la función
central de la ficción televisiva es la diversión, merece especial atención
conocer qué tipo de valores se representan en estos universos fílmicos
ya que es posible que de una manera sutil estén configurando la forma
en la que los más pequeños se enfrentan ante determinados temas como
la amistad, la familia o el amor. Así lo exponen dos teorías ampliamente
conocidas en el ámbito de la comunicación pública, pero que apenas se
han aplicado a productos de la cultura popular audiovisual.
Entre las diversas aproximaciones sobre los efectos de la comunicación colectiva, la Agenda Setting mantiene que los medios de difusión
influyen en la opinión pública por el simple hecho de prestar atención
a unos temas e ignorar otros (McCombs y Shaw, 1972; McCombs y
Shaw, 1993; Dearing y Rogers, 1996: 2; McCombs y Shaw, 1997: 3; Weaver, 2007). Esta interesante teoría ha sido aplicada principalmente a la
información periodística y a la agenda política, aunque su propio precursor, Maxwell McCombs, ha subrayado la importancia de los progra[ 159 ]
Mar Grandío
mas de televisión como fijadores de la agenda cultural (McCombs,
2006). De ahí que se entrevea ya la relevancia de un estudio empírico
sobre la representación de los valores en productos audiovisuales como
las series de ficción.
Por su parte, la teoría del encuadre, enfoque o también conocida
como Framing intenta dar respuesta a cómo piensan los espectadores
esas cuestiones fijadas y es tal vez una de las líneas de investigación sobre la representación de valores comunicativos más extendida a día de
hoy. Según la definición de Stephen Reese, el encuadre son “los principios organizadores, socialmente compartidos, que persisten en el tiempo
y trabajan simbólicamente para estructurar la sociedad con un significado” (Reese, 2001:11). De esta manera, la realidad transmitida en cualquier acción comunicativa sufre un proceso de “enmarcamiento” que
comienza en el momento inicial de la elaboración del mensaje y que
concluye en el momento de su recepción. El Framing subraya esta función estructuradora del mundo que poseen los medios ya que los considera “más como agentes estructurales que como meros transmisores
neutrales, que conceptualizan la realidad en unos parámetros para
ofrecerla a su audiencia” (Sádaba, 2001: 151).
Aunque resulta evidente que no es un proceso simple, los trabajos
anteriormente citados han comprobado cómo la presentación que se
hace de los contenidos informativos en periódicos o televisiones determina en gran medida la manera en la que luego son recibidos y la opinión que se genera sobre ellos posteriormente. Se aventura aquí la hipótesis de que en el ámbito de la ficción también hay un efecto similar,
especialmente si tenemos en cuenta a personas en su etapa de formación y construcción de su identidad. Como se ha dejado ya de manifiesto, históricamente no se ha prestado atención al estudio de la ficción televisiva desde una perspectiva de la Agenda Setting o el Framing por la
principal función de entretenimiento en estos productos y porque no lidiaban, aparentemente, con parámetros de la realidad. Sin embargo,
aunque sin hacer alusión directa a la teoría del Framing, estudiosos del
ámbito de lo audiovisual han resaltado la capacidad de la televisión
para construir “representaciones simplificadas y canónicas de la realidad, de donde toma prestados valores, rituales, símbolos, formas de
interacción, lugares y tiempos, para restituirlos después convertidos en
modelos que cabe imitar” (Caseetti y Di Chio, 1999: 311).
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Series para ¿menores?
En este sentido, es interesante considerar también al framing propio
de la ficción como modelo o punto de referencia objetivo para sus
miembros, algo que explicaría la fuerte seducción hacia determinadas
representaciones audiovisuales. Este rasgo del frame se acentúa más si
cabe en las ficciones televisivas debido a la fuerte conexión e identificación que se establece entre los espectadores, los personajes y las tramas
representadas. De esta manera, los espectadores pueden llegar a comprenderse mejor a sí mismos con los modelos proporcionados por las
ficciones televisivas. De ahí el peligro eminente que puede acarrear
cuando esos encuadres sean falsos o están construidos de espaldas a la
realidad.
Tipología de series de ficción consumidas por menores
Al presentarse este artículo como guía para la reflexión sobre las series de ficción y los menores, se considera pertinente una aproximación
a la tipología de series que consumen a modo de contextualización. La
diversidad de series que pueden consumir es amplia y no se restringe
únicamente a los dibujos animados. En líneas generales, podríamos
agrupar la ficción televisiva vista por menores en cuatro grupos: las series infantiles, las series dirigidas a adolescentes, las series familiares y
las series dirigidas a un público adulto pero que son vistas también por
menores. Los Simpsons estarían en esta última categoría. A partir de la
revisión de las parrillas de emisión actuales y de años anteriores, los
cuatro grupos pueden describirse del siguiente modo:
En primer lugar se encontrarían las series infantiles y estarían representadas principalmente por dibujos animados de programas de marionetas. Son productos habitualmente programados dentro de “programas
contenedores” en los que un presentador da continuidad a varias series
o dibujos animados. Sésamo Street (PBS, 1969-), Barrio Sésamo en la
versión española (TVE, 1976-), es tal vez el programa de muñecos más
famoso de todos los tiempos. Fraggel Rock (HBO, 1983-1987) y Los Lunnis (TVE, 2003-) han seguido su senda como representantes de este tipo
de programas. Dentro de las series de dibujos encontraríamos también
varias modalidades específicas, como son las series mangas o japonesas, que están dirigidas a un público más adolescente. En la actualidad,
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Mar Grandío
Shin Chan (Antena 3, 2005-) o Power Rangers (Telecinco, Antena 3,
TVE, 1993-) serían representativos de esta modalidad.
En segundo lugar, se sitúan las series de ficción dirigidas a un público adolescente-juvenil. En este grupo se situarían series como Sensación de Vivir 90210 (Fox, 1990-2000) o Melrose Place (Fox, 1992-1999),
que arrasaron en los 90 y que han dado paso a Buffy Cazavampiros
(WB televisión, 1997-2003), Smallville (CW Channel, 2001-), One Tree
Hill (CW, 2003-) Dawson crece (Warner, 1998-2003) o OC (Fox, 20032007). Dentro de las series de producción nacional estarían Al Salir de
Clase (Telecinco, 1997-2002), Un paso adelante (Antena 3, 2002-2005) o
SMS (La Sexta, 2007-) sin olvidar auténticos fenómenos sociales como la
telenovela argentina Rebelde Way (America TV, 2002-) y la mexicana Rebelde (Antena 3, 2004-2006).
En tercer lugar aparecerían las series familiares en las que los menores se incluyen como público objetivo. En esta sección estarían producciones como las dramedias españolas Médico de Familia (Telecinco,
1995-1999), Los Serrano (Telecinco, 2003-) o Cuéntame (TVE, 2001-)
que se han dirigido a un target amplio de público. Desde el punto de
vista de su estructura, estas series incorporan habitualmente tres tipos
de tramas correspondientes a las edades de los distintos protagonistas.
De esta manera, habría una trama infantil protagonizada por niños, otra
más adolescente o juvenil y otra adulta protagonizada por los padres
y/o abuelos. Los programadores se aseguran así una audiencia amplia
en la que, por tanto, también se incluye a los más pequeños.
En cuarto y último lugar, se encontrarían las series que se dirigen
específicamente a un público adulto, pero son vistas y consumidas también por menores. Encontraríamos aquí series que el menor ve “ocasionalmente” debido a su hora de programación. Entrarían aquí, por ejemplo, series como Escenas de Matrimonio (Telecinco, 2007-) o Camera
Café (Telecinco, 2005-), en las que muchos menores quedan expuestos
habitualmente a su contenido. Por otro lado, se encontrarían los dibujos
animados dirigidos a adultos, pero que son consumidos principalmente
por menores siendo ellos su principal grupo de seguidores, como es el
caso de Los Simpson (Fox, 1989-), que se emite actualmente al mediodía, o Futurama (Fox, 1999-).
Como se observa, la diversidad de series que puede consumir un
menor es extensa. Se pone de manifiesto cómo habría que prestar aten[ 162 ]
Series para ¿menores?
ción a prácticamente la totalidad de series programadas en televisión
para poder reflexionar sobre este tipo de productos y los menores.
Análisis de Los Simpsons
Para conocer el universo fílmico de Los Simpsons, se ha optado en
este artículo por analizar los seis primeros capítulos de la décima temporada de esta serie a modo de ejemplo. Los Simpsons narra la vida cotidiana de una familia en la ciudad imaginaria de Springfield. Empezó a
emitirse en 1989 por la cadena Fox en Estados Unidos y desde entonces
sigue emitiéndose ininterrumpidamente. Estamos, por tanto, ante la telecomedia más longeva de la historia de la televisión estadounidense.
En España, es una de las apuestas más seguras de Antena 3 desde que
se estrenó en 1994.
La particularidad de esta serie es que, aún siendo un producto dirigido a adultos, es consumido mayoritariamente por un público infantil
y juvenil atraído por su estética de dibujos animados y su comicidad. El
análisis que se va a mostrar ha tenido en cuenta las virtudes y los radicales de sociabilidad que mostraban los personajes en sus acciones
(García Noblejas, 2000: 86). Siguiendo la estructura clásica de las narraciones fílmicas del guión audiovisual, se han estudiado las acciones de
los personajes en las tramas argumentales. Los resultados se han agrupado en tres niveles: la estructura-narración, los personajes y la representación de valores. En concreto, en este último apartado se hará hincapié en la representación de la infancia y la violencia por ser dos
temas de vital interés en relación con los menores.
Estructura y tono de la narración: universo fragmentado,
el eterno retorno y la ironía
A pesar de ser una serie animada, la estructura de Los Simpsons responde perfectamente al género clásico de la comedia de situación, también denominada sitcom. Sin embargo, es una de las primeras comedias, junto con Seinfeld (NBC, 1989-1998), que empezó a romper con
las convenciones de este género. En el caso de Los Simpsons, por introducir la estética de los dibujos animados.
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Mar Grandío
Desde el punto de vista dramático, hay que subrayar la dificultad inicial para valorar a los personajes de Los Simpsons a lo largo del conjunto de las temporadas ya que no hay continuidad ni evolución de los
protagonistas en ellas. En este sentido, las tramas y los personajes del
piloto guardan la misma similitud en edad y características que cualquiera de la décima. Así, cada capítulo hace volver a los personajes a su
punto de partida como si de un eterno retorno se tratara. De ahí que
Bart sea siempre el eterno niño travieso o Homer el eterno padre vago.
No existen arcos dramáticos en los que los protagonistas se desarrollen
con la acción, algo que da gran profundidad a las ficciones.
En concreto, esta estructura en la que no evolucionan los personajes
es muy propia del género de la comedia de situación. De hecho, gran
parte de su comicidad radica en la perpetuación de los estereotipos. Sin
embargo, sí que existen sitcoms en las que los personajes cambian en el
arco dramático de cada temporada o incluso en su totalidad, como ocurre en Friends (NBC, 1994-2004). No obstante, Los Simpsons ofrece un
universo de ficción fragmentado compuesto por episodios estancos e
inconexos en los que las acciones no tienen consecuencias a medio-largo plazo para los personajes. Generalmente, las reglas sociales se transgreden en esta serie pero dichas acciones, aunque sean graves, nunca
tienen consecuencias reales para los personajes. Si buscásemos en el
sentido de las historias para preguntarnos por su posible repercusión en
su público, la estructura de Los Simpsons deja ya entrever la dificultad
de comprensión de una narración que no se corresponde con el desarrollo y sentido último de las acciones en la vida real. Para comprender
las historias narradas en esta serie, debemos fijarnos por tanto en cada
episodio individualmente, donde sí se observan consecuencias a corto
plazo para los personajes.
Como las acciones dentro de cada capítulo son autoconclusivas,
cada episodio se presenta como la mejor unidad de análisis. Sin embargo, cabe destacar cómo en la mayoría de las ocasiones las historias de
Los Simpsons son una sucesión de anécdotas más que una narración ordenada de acciones, algo que dificulta también su comprensión total
por parte de la audiencia, sobre todo infantil y juvenil. Obviamente, se
consigue gran comicidad al darse un encadenamiento de chistes, pero
el sentido de una acción con su efecto se diluye una vez más. En concreto, el código fílmico necesario para poder establecer el pacto de lec[ 164 ]
Series para ¿menores?
tura entre los más pequeños queda así quebrado desde sus orígenes.
Los menores captarían, entonces, acciones concretas, con temas “enmarcados”, sacadas de su contexto real pero no fílmico, ya que dentro
del propio universo de Los Simpsons sí tendrían sentido. De esta manera, quedaría desvirtuada cualquier conexión con la realidad.
Vemos un ejemplo significativo de esto en el capítulo titulado Oh El
Viento. En él, Homer Simpson se convierte en hippy y empieza a comportarse de un modo anárquico para escandalizar a todos. Al final del
capítulo y de una manera accidental, Homer acaba haciendo zumo de
marihuana de grandes efectos alucinógenos que bebe gran parte del
pueblo. Esta situación, que se ha planteado de una forma exagerada y
con claros tintes cómicos, se muestra sin dejar constancia de las repercusiones reales que puede acarrear el consumo de drogas. Es, por tanto, un claro ejemplo de una acción sin consecuencias directas para el
personaje pero que dentro de su propio universo puede quedar inmune. Algo que no ocurriría en la realidad. Éste es el juego constante en
esta serie.
Como han afirmado sus propios creadores, Los Simpsons es una caricatura irónica de la cultura americana, una manera de criticar a la sociedad desde la superficialidad y lo políticamente correcto. Esta burla
fina y disimulada que es la ironía requiere de un proceso de decodificación más elaborado por parte de los receptores. Los menores tendrán, por tanto, problemas para alcanzar el significado profundo de estas acciones. Sin embargo y como veremos más adelante, detrás de la
aparente simpleza y superficialidad de esta acción, se entremezclan
otras situaciones en las que el personaje tiene que responder con más
responsabilidad.
Personajes: los nuevos héroes de la televisión
Los personajes de Los Simpsons están caracterizados a través de estereotipos. La utilización de clichés o personajes predecibles es muy común en la ficción televisiva, en especial en la comedia, ya que facilita la
identificación y el efecto cómico. Estos estereotipos están más encasillados en Los Simpsons, si cabe, que en otro tipo de comedias de situación. Como se avanzaba en el epígrafe anterior, durante sus casi 20
años de emisión, los estereotipos iniciales de Los Simpsons se han per[ 165 ]
Mar Grandío
petuado sin haber sufrido cambios significativos. Sin embargo, a pesar
de su fuerte caracterización y más allá de la mera simplificación, estos
personajes pueden mostrar gran humanidad y ternura en determinados
momentos, algo que les ha hecho gozar de una proyección extra-textual. La coherencia interna de los estereotipos, junto con el tiempo que
lleva la serie en pantalla, hacen que muchos espectadores lleguen a familiarizarse con estos personajes, convirtiéndose, incluso, en auténticos
héroes televisivos para ellos.
Para construir estos estereotipos humorísticos, los protagonistas de
Los Simpsons están caricaturizados con defectos o virtudes llevadas al
extremo. El humorismo recae en el juego entre la previsibilidad e imprevisibilidad de las acciones que realizan los personajes. De esta manera, el chiste se consigue bien por reafirmar estos estereotipos o bien
por contradecirlos.
De ahí que el padre de familia, Homer, sea un padre vago, irresponsable y con inteligencia limitada cuyas acciones se corresponden más a
las de un niño que a las de un adulto. Por ejemplo, en el episodio La
Grasa del Baile intenta abrirse camino en el mundo de los negocios y
obliga a su hijo a que trabaje con él robando la grasa acumulada en restaurantes y casas particulares. Cuando descubren que otra empresa les
intenta robar su grasa, se desmorona y es su propio hijo quien le da
ánimos y le hace confiar en “un último golpe”. “Siempre sabes qué decirme para animarme”, le contesta Homer. Se observa por tanto aquí a
un padre con ideas poco cabales que tiene que ser apoyado y alentado
por su hijo.
Marge, por su parte, representa a una madre convencional más sensata. Protectora y comprensiva con sus hijos, les da la libertad necesaria
para que se enfrenten a determinados problemas. En el episodio Bart,
La Madre la vemos recriminar a su hijo por haber matado un pájaro y
de una manera sutil le invita a ser responsable con sus acciones. En el
episodio La Grasa del Baile anima también a su hija Lisa a que acuda a
un baile del colegio aunque sea sin pareja para pasárselo bien. También
apoya a su marido cuando es necesario. En el episodio El Mago de Evergreen Terrace alienta a su esposo en un momento depresivo que está
sufriendo diciéndole que a ella le ha hecho feliz y organiza, junto con
sus hijos, una fiesta en la que reciben a Homer diciéndole: “Bienvenido
a tu vida. Los niños y yo queremos mostrarte tus grandes gestas”.
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Series para ¿menores?
Respecto a los hijos, Bart sería el niño inquieto, rebelde y travieso,
mientras que su hermana Lisa sería más responsable e intelectual. Por
ejemplo, en el capítulo Bart, La Madre Marge le prohíbe a su hijo que
vaya a jugar con uno de los niños más peligrosos del barrio. Sin embargo, Bart hace caso omiso y se fuga con este amigo. “Mamá no me asusta”, le dice a su hermana, “yo hago lo que quiero”. Vemos aquí a un
personaje independiente que no acepta la autoridad maternal. Sin embargo, cuando Bart empieza a jugar con su amigo conflictivo, éste le
obliga a disparar a un pájaro que está calentando unos huevos. Bart,
movido por las apariencias, dispara y mata accidentalmente a la madre
de las futuras crías. En ese momento, Bart se hace cargo de las consecuencias de sus acciones y se imagina a sí mismo en un tribunal siendo
juzgado. Su madre acude al lugar de los hechos y se disgusta mucho.
Bart le reconoce que tenía razón al prohibirle ver a ese amigo. Marge,
implacable, le dice muy enfadada: “Me desobedeces… haz lo que quieras. ¡Diviértete matando!”. Es cuando Bart se dirige al nido donde están
los huevos de las futuras crías huérfanas y disgustado les comenta: “No
sé cómo decíroslo, pero vuestra madre sufrió un accidente, alguien cometió un error, fui yo, pero no os preocupéis, yo cuidaré de vosotros”.
Y de esta manera, reconociendo su gran error, Bart asume la responsabilidad de cuidar de esas futuras crías.
Lisa, por su parte, es una niña estudiosa con un elevado sentido de
la justicia y el honor. Por ejemplo, en el episodio Lisa Obtiene una Matrícula logra la máxima calificación haciendo trampas en un examen.
Gracias a su nota, el colegio recibe una gran subvención. Aunque Lisa
le confiesa al director que copió en ese examen, él le aconseja que no
lo haga público ya que perderían el dinero. Sin embargo, el día de la
entrega del cheque, Lisa reconoce su verdad en el discurso: “Sé que
este macro cheque es muy importante para nosotros pero creo que la
verdad es lo más importante. Al fin y al cabo, la educación es la búsqueda de la verdad. Y la verdad es que no nos merecemos la subvención ni merezco sus aplausos. Copié en aquel examen”. Al escuchar estas palabras, quien debía entregarle el cheque reconoce lo valioso de
esa acción y decide otorgarle el dinero igualmente. “Al fin y al cabo”,
exclama, “quién puede decir que no ha engañado a su mujer”. En esta
situación que se plantea podemos observar varias cuestiones interesantes. En primer lugar, Lisa está caracterizada con un estereotipo muy
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Mar Grandío
marcado y su conflicto se ha originado cuando ha salido de él, es decir,
ha hecho trampas en un examen. Además, los adultos, representados
en este capítulo por el director del colegio y el hombre encargado de
hacerle entrega del premio, son personas que se encontrarían en un
plano moral inferior.
Respecto a estos dos personajes infantiles, Lisa y Bart hacen de contrapunto ofreciendo una realidad estereotipada de la infancia pero a la
vez complementaria. Además, tras esta breve reseña de los personajes
principales, se observa cómo los estereotipos femeninos se han representado al alza en relación con los masculinos, algo que deja ya ver
cómo los guionistas de la serie quisieron romper con las reglas clásicas
de caracterización de las sitcoms familiares. El deleite y admiración hacia estos protagonistas se aleja del héroe clásico de las epopeyas pero
que guarda también parcelas de humanidad.
Representación de valores: la infancia y la violencia
Como se ha avanzado anteriormente, Los Simpsons combinan la crítica más mordaz con ternura y sentimientos más humanos. Esto queda
bien reflejado en el abanico de valores que aparecen en estas narraciones y en cómo están representados. De entre los temas tratados en esta
serie animada, dos merecen la pena ser analizados por su relación directa con los menores: la representación de la infancia y la violencia.
En primer lugar, la niñez está representada en Los Simpsons, principalmente, por Bart, Lisa y sus amigos. La infancia queda reflejada en
tres grandes ámbitos: el escolar, el lúdico y el familiar.
Respecto a la faceta escolar, todos los niños representados en Los
Simpsons aparecen integrados en el colegio, un lugar de encuentro y diversión más que de estudio. Gran parte de las escenas de los capítulos
analizados están directamente relacionadas con la escuela. El colegio y
la diversión se entremezclan muchas veces ya que para ellos la escuela
es un lugar donde son felices. Por ejemplo, cuando en el capítulo La
Grasa del Baile Homer obliga a su hijo a trabajar con él y dejar el colegio, Bart añora los momentos felices de diversión que compartía con
sus compañeros. El tema de la infancia perdida es recurrente en ese
mismo episodio. En otra trama, una niña nueva acude al colegio y Lisa
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Series para ¿menores?
sufre al ver cómo se convierte en la nueva ídolo de sus amigas además
de cambiar totalmente su forma de vestir y carácter. Las niñas empiezan
a maquillarse, a comprarse ropa juvenil e incluso deciden organizar un
baile para salir con chicos. Lisa se muestra reacia al cambio en un primer momento, pero sus amigos le insisten. “¡No somos muy niñas para
maquillarnos!”, les dice Lisa, “yo no quiero pareja, ni tampoco perfume,
ni vestidos de fiesta. ¿Es que soy la única que quiere jugar al “pídola”,
hacer bizcochos y ver David de Gnomo?”. Al final del episodio, las amigas se dan cuenta de que todavía son niñas y de que tienen que disfrutar de su infancia. “Venga”, les dice Lisa, “sólo nos quedan 8 ó 9 años
para masticar con la boca abierta, reírnos en la iglesia o poder estar dos
o tres días sin bañarnos ¡gocemos de la libertad que tenemos ahora!”.
Como se puede apreciar, esta declaración no se corresponde a una niña
de su edad, pero al ponerla en boca de Lisa genera risa.
En relación a los niños en el ámbito familiar, sí se debe afirmar que
Los Simpsons configuran una familia unida aunque sus propios miembros hagan romper los estereotipos de una familia tradicional. La
madre, Marge, es un pilar fundamental de la familia y es el punto de coherencia de las locuras de su marido. El padre es una persona irresponsable, tiene buenos sentimientos, quiere a sus hijos y sus hijos también
le dan muestras de afecto recíproco. Además, en los capítulos analizados se ve a la familia compartir momentos juntos como la comida o la
cena, e incluso momentos lúdicos como pasar el día en el lago o andar
en cars. La unidad de esta familia es la que les imprime verdadero carácter y personalidad a Los Simpsons.
Por otro lado, uno de los temas más recurrentes y a la vez más polémicos en Los Simpsons es la representación de la violencia (Bringas,
Rodríguez y Clemente, 2004). En concreto, en la serie de dibujos animados se observa mucha violencia explícita, tanto física como verbal, en la
que los menores normalmente son las víctimas. La banalización de la
violencia es constante en todas las temporadas. Se puede poner como
ejemplo significativo el capítulo especial de Halloween que lleva por título La Casa de Terror IX. Especial Halloween. Este episodio está compuesto por tres historias independientes en las que la trivialización de la
violencia es el hilo conductor. La primera narración cuenta la retransmisión de la ejecución de un asesino como si fuera un espectáculo circense. Los órganos del asesino son llevados al hospital con la casualidad de
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que la cabellera es implantada en la cabeza de Homer. Tras la operarión, éste se convierte en un asesino sanguinario y empieza a matar a la
gente del pueblo. A una de las víctimas la mata hincándole un sacacorchos y le saca el corazón latiendo para que lo vea todo el mundo. La
descripción deja entrever cómo es una escena muy explícita a la vez
que desagradable para todas las edades, pero, en especial, para los niños. En la misma historia, el propio padre intenta luego asesinar a su
hijo dándole puñetazos.
En otra historia de este capítulo, Bart y Lisa entran dentro de los dibujos animados Rasca y Pica, un gato y un ratón que continuamente están atentando contra su integridad física. Al introducirse en el mundo
de Rasca y Pica, Bart y Lisa se convierten también en sus víctimas. A
pesar de que estas narraciones están contadas como si fueran un cuento de terror, tanto la temática como la forma no son las idóneas para los
menores.
Conclusión
Este trabajo ha pretendido subrayar la importancia de afianzar una
línea de estudio sobre la representación de valores en ficciones televisivas consumidas por menores. A este respecto, sugiere que las teorías
Agenda Setting y Framing aportan una interesante perspectiva para investigar la representación de los valores en las series de ficción casi sin
explorar.
Además, se ha dejado constancia de cómo la tipología de series consumidas por los niños y jóvenes no se restringe a los dibujos animados.
Por tanto, para poder reflexionar sobre la ficción televisiva y los menores serían necesarios estudios sobre series infantiles, series para adolescentes, series familiares y series dirigidas a los adultos pero que son vistas también por los más pequeños.
Con todo esto, quedaría a juicio de padres y educadores valorar las
ficciones televisivas que consumen habitualmente los menores a su cargo. En este sentido, más que prohibir que vean determinas series, sería
fructífero promover un consumo reflexivo de la ficción televisiva, algo
que presupone unas competencias mínimas del lenguaje audiovisual
tanto para los mayores como para los más pequeños. La reflexión de las
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Series para ¿menores?
series a través de los tres niveles propuestos en este artículo (la estructura-narración, los personajes y la representación de valores) puede ser
operativa.
Respecto al caso de estudio, sin desprestigiar las valiosas aportaciones que Los Simpsons han dado a la comedia televisiva mundial, varias
cuestiones trabarían su recepción por parte de los menores. Entre otras,
la representación de unas historias en las que el uso de la ironía impregna la narración, el estancamiento de los personajes en unos estereotipos eternos cuyas acciones no tienen consecuencias a medio-largo
plazo o trivialización constante de la violencia. Por su parte, otros aspectos podrían enriquecer la visión del menor, como por ejemplo la
unidad de una familia que a pesar de su excentricidad ofrece al espectador momentos de ternura y buenos sentimientos. Como se ha comentado, esto es, precisamente, lo que imprime carácter y personalidad a
una serie como Los Simpsons.
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SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
La televisión en Internet. La infancia y los riesgos
asociados a la convergencia mediática europea
Dra. María del Carmen García Galera
Ana Galera Villaescusa
Universidad Rey Juan Carlos
[email protected]
Resumen
Ante la convergencia mediática hacia la que tiende Europa y el interés social hacia las nuevas formas de pantalla, este artículo recoge, en
primer lugar, los usos y funciones que Internet tiene para la infancia y
adolescencia tanto española como europea, así como los riesgos más
frecuentes asociados a tales usos. Asimismo, en este artículo se presenta un análisis de las páginas web de los programas de televisión que se
incluyen dentro de la franja horaria de especial protección para la infancia, según el Código de Autorregulación de Contenidos Televisivos
vigente en España desde 2004.
Palabras clave
Internet, programas de televisión, Código de Autorregulación sobre
Contenidos televisivos e Infancia, riesgos, incumplimientos.
Abstract
The European media landscape has been characterized during the
last decade by the convergence of tradicional media (such as TV and radio) with relatively “new” media, such as the Internet. This paper presents how Spanish and other European children and adolescents use the
Internet today and the functions this new media have in their daily lifes.
It also analyzes the most frequent risks associated to such uses. Specifically, this article analyzes the content of web pages related to television
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María del Carmen García y Ana Galera
programs that are broadcasted within the time frame of “special child
protection”, according to the 2004 Spanish Self-Regulating Code for Television Contents.
Key words
Internet, television programs, Spanish Self-Regulating Code for Television Contents, risks.
El 9 de diciembre de 2004, las cadenas de televisión firmaron un
acuerdo por el cual se comprometían a defender los derechos de la infancia a través de los contenidos televisivos.
Desde ese momento, entraba en vigor el Código de Autorregulación
sobre Contenidos Televisivos e Infancia, donde, entre otras cuestiones,
se delimitaba una franja horaria de especial protección para este sector
de la población que abarcaba de 8 a 9 de la mañana y de 5 a 8 de la
tarde de lunes a viernes. Su objetivo principal era el de prestar especial
atención a los contenidos de los programas emitidos en esas horas, de
manera que se ajustaran al desarrollo psicológico y emocional de los
más pequeños.
Hasta el momento, los análisis recientes de la programación ponen
de manifiesto una falta de rigor por parte de las cadenas a la hora de
cumplir con lo que, libremente, firmaron en su día, encontrándose así
numerosos incumplimientos de este código en las distintas cadenas privadas y públicas de la televisión española. El pasado 26 de noviembre,
el diario El País publicaba “La Telebasura devora a los niños”, un amplio reportaje en el que se daban numerosos ejemplos de infracciones
cometidas en horario protegido infantil. Series animadas para adultos,
con numerosas escenas violentas y sexuales como Padre de Familia, o
espacios de talk shows, tipo El Diario de Patricia, son los menos fieles
al Código.
El reportaje denunciaba, en líneas generales, una falta de contenidos
infantiles y planteaba, una vez más, la necesidad de la creación de un
Consejo Audiovisual Nacional que regule la situación y penalice los incumplimientos.
[ 174 ]
La televisión en Internet
Internet o las nuevas formas de ver televisión
Pero la televisión, en la actualidad, ha dejado de poseer el monopolio del entretenimiento en formato audiovisual. El avance de las Tecnologías de la Información y la Comunicación y el acceso de los más jóvenes a las mismas ha hecho posible que en los últimos años se
incrementen significativamente las posibilidades de navegar por Internet
de este sector de la población. Los datos más recientes facilitados por el
Instituto Nacional de Estadística (INE) o por el Estudio General de Medios ponen de manifiesto que los jóvenes se constituyen como el grupo
social que más utiliza la Red y, además, con diferentes propósitos, entre
otros el de acceder a medios de comunicación como la televisión.
Así pues, ante esta convergencia mediática hacia la que tiende Europa y el resto de los países desarrollados y el interés y dedicación que
los más jóvenes dedican a las nuevas formas de pantalla, especialmente
por las posibilidades que ofrecen, parece necesario realizar una aproximación científica a los contenidos televisivos que se emiten a través de
Internet y analizar aquellos programas que se incluyen dentro de la
franja horaria de especial protección para la infancia.
Por todo ello, se ha creído conveniente desarrollar un estudio como
el que presentamos en este artículo, cuyo objetivo general es determinar la necesidad de regulación de los contenidos televisivos que se
ofrecen a través de la Red, concretamente de aquellos programas emitidos durante la franja horaria de protección reforzada o de especial protección para la infancia. Es decir, la televisión ya no es el único medio
para acceder a determinados contenidos que, tradicionalmente, ha emitido la propia televisión.
A través de Internet, los niños y jóvenes pueden hacer un seguimiento de aquellos programas por los que sientan un mayor interés o,
simplemente, para tener temas de los que hablar con los compañeros.
Además, Internet ofrece más posibilidades que la televisión, como pueden ser la multimedialidad o la intercomunicación y participación activa
de los usuarios, funciones relacionadas, por ejemplo, con las descargas
de música de determinado programa, el envío de opiniones sobre algunos personajes o, incluso, los chats que surgen en torno al programa y
que permiten la comunicación simultánea entre dos o más personas a
través de Internet.
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María del Carmen García y Ana Galera
Si bien en el ámbito televisivo existe una amplia normativa Europea
y, por ende, española, en cuanto a la regulación de sus contenidos
(aunque el cumplimiento de la misma sea otra cuestión), resulta evidente el vacío legal en torno a la emisión de contenidos en Internet. La libertad que siente el emisor para “colgar” en la web cualquier tipo de
contenido y la falta de control parental en el uso que los más jóvenes
hacen de este medio, aumenta, sin lugar a dudas, la vulnerabilidad de
este sector de la audiencia. Ni el Código de Autorregulación sobre contenidos televisivos e infancia (suscrito por los principales operadores de
televisión de ámbito estatal), ni el Libro Verde, ni la Ley de Televisión
sin Fronteras (proyectos avalados por el Parlamento Europeo) hacen referencia al acceso de los contenidos televisivos a través de Internet. Es
evidente, pues, que en la llamada Sociedad de la Información, la infancia está cada vez más familiarizada con el uso de estas nuevas tecnologías y que existe un proceso de cambio hacia nuevas formas de ver televisión, donde Internet va a jugar un papel fundamental. Por todo ello,
se plantea la necesidad de un mayor conocimiento de los usos y funciones que la Red tiene para la infancia y la adolescencia y qué parte de
responsabilidad han asumido las cadenas de televisión ante estas nuevas posibilidades.
Usos y funciones de Internet para la Infancia
Con el fin de contextualizar el análisis de contenido realizado para
este artículo, en primer lugar es conveniente conocer la relación actual
entre infancia e Internet, es decir, con qué frecuencia los menores toman contacto con la Red y para qué la utilizan. Sólo de esta manera podrán conocerse los riesgos asociados a este contacto y la necesidad de
asumir responsabilidades, tanto legales como sociales, con el fin de evitar tales riesgos.
En esta primera fase del estudio, se han tomado como fuente de datos secundaria la información proporcionada por el Eurobarómetro. Se
trata de una encuesta de opinión pública que se realiza en todos los países de la Unión Europea y que, desde el año 2005, incluye cuestiones
relacionadas con las nuevas Tecnologías de la Información (Berganza y
García, 2005). Para el presente análisis, se ha recurrido al Eurobaróme[ 176 ]
La televisión en Internet
tro publicado en abril de 2007, que bajo el nombre “Safer Internet for
Children” se puede considerar uno de los estudios estadísticos más
completo y actual acerca de los usos y funciones de Internet en Europa,
fundamentalmente, por parte de los menores. En este caso, se trata de
un informe sobre el uso de Internet y el teléfono móvil entre los 27 países que conforman la Unión Europea. El informe presenta, entre otros
objetivos, el de conocer cómo los niños de diferentes grupos de edad
utilizan estas nuevas tecnologías, su comportamiento online y sus percepciones sobre los peligros asociados al uso de Internet. Entre los datos más significativos cabe resaltar cómo un 46% de los niños de 6 a 11
años ya utilizan Internet de manera habitual, así como un 74% en el
caso de los niños de entre 12 y 15 años. El porcentaje se incrementa
hasta alcanzar el 82% en los jóvenes europeos de 16 a 17 años.
En cuanto a las funciones que los menores encuentran en Internet
destacan la navegación y tareas de búsqueda (91%), la mensajería instantánea (71%), el correo electrónico (66%), las descargas de productos
(60%) y la participación en chats (32%).
Precisamente sobre la función más recurrida, la de navegación y
búsqueda, existen en España datos actuales obtenidos del estudio ¿Autorregulación?...Y más: La protección y defensa de los derechos de la infancia en Internet avalado por UNICEF España (Espinosa, 2007). Quizás
la parte más innovadora de este trabajo haya sido la metodología empleada por los investigadores, quienes navegaron durante seis meses
desde el punto de vista de un niño por diferentes páginas web, analizando chats y foros a los que se podían acceder sin ningún problema.
En cuanto a las “tareas de búsqueda”, los investigadores introdujeron
palabras clave en varios buscadores con el fin de conocer qué encontraría el niño si utilizara esos mismos términos en la Red. Las conclusiones
de este estudio han llevado a la agencia de Naciones Unidas que vela
por el cumplimiento de los derechos de la infancia, y que en un principio exigía sólo la autorregulación del sector, a solicitar otras medidas de
protección y control, como un Consejo de Internet que se haga cargo
de los contenidos ilegales y nocivos contra la infancia. Según el informe, la búsqueda por palabras clave como juegos, muñecas, juguetes,
niñas, amigas, bajar música o videojuegos pueden llevar al niño a páginas “verdaderamente aberrantes” o a salas de chats y foros que rozan
la pornografía infantil.
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María del Carmen García y Ana Galera
Aunque, probablemente, estos riesgos no sean los únicos, en el ciberespacio los menores pueden enfrentarse a distintos tipos de riesgos:
– Contenidos inadecuados: pornográficos, violentos, racistas, sectas,
relacionados con las drogas,...
– Abuso físico. El menor puede encontrarse con cierta facilidad a través de Internet con invitaciones de personas que desean citarse
con ellos. El potencial contacto con pedófilos es uno de los peligros que los expertos consideran de mayor repercusión para la infancia.
– Situaciones de acoso: a través del correo electrónico, foros, chat’s,...
– Información personal: los menores son más ingenuos y, por tanto,
más proclives a facilitar cierto tipo de información personal que
les puede poner en peligro a ellos y sus familias.
Pero el uso de Internet no significa solamente que el niño emplee
tiempo en la obtención de información o en la búsqueda de entretenimiento. Internet significa también una reducción en el tiempo dedicado
a otras actividades mediáticas. Así, puede concluirse que la mayor utilización de Internet por parte de los menores europeos conlleva una reducción en el consumo de televisión (39%), así como una disminución
del tiempo que dedican a la lectura (31%), aunque aumentan significativamente las horas dedicadas a la música (49%).
En cuanto a los riegos inherentes al uso que hacen los niños de Internet, es importante destacar que sólo el 18% de los padres encuestados creen que sus hijos han podido encontrar contenido nocivo o ilegal, cuando por ejemplo el 57% de los niños ingleses que se conectan
diariamente ven pornografía al menos una vez por semana, el 31% descarga contenido violento y el 28% recibe material sexual no solicitado.
Así pues, es evidente que los padres no son conscientes de hasta qué
punto los derechos de sus hijos pueden verse vulnerados por la existencia de contenidos perjudiciales para los niños, en cuanto a su desarrollo físico, mental o moral se refiere.
En España, sólo el 19% de los padres reconoce que su hijo puede
haberse encontrado con contenidos ilícitos o dañinos en Internet, y sólo
el 40% asegura que sabe cómo denunciar estos contenidos prohibidos.
El país europeo que cuenta con mayor regulación paterna sobre Internet es Bélgica, con un 29%, frente al 8% de Bulgaria, que se sitúa a la
[ 178 ]
La televisión en Internet
cola. Continuando con estas cifras, sólo un 32% de los hogares españoles ponen reglas (no filtros) en la utilización y acceso de sus hijos en la
Red. En este sentido, Estados Unidos es un referente a tener en cuenta
ya que, en el año 2005, el 54% de los hogares disponía ya de filtros en
los ordenadores (Pew Internet & American Life Project, 2005).
En nuestro país, el Instituto Nacional de Estadística presentaba en
octubre de este mismo año la Encuesta sobre Equipamiento y uso de TIC
en los hogares correspondiente a 2007. Entre sus datos, se incluye también información acerca del uso de Internet por parte de los niños españoles, en los que se observa un importante incremento a lo largo de
los últimos años. Si en 2004, un 60,2% de los niños declaraba haber utilizado Internet en los últimos tres meses, los datos de 2007 indican que
un 77% accede ya a la red, es decir, el incremento ha sido de un 17%
en los últimos tres años.
Así pues, una vez definidos los datos más importantes acerca de los
usos y funciones de Internet y los posibles riesgos asociados a su utilización por parte de los niños y jóvenes europeos y españoles, es también importante conocer cuáles son las medidas establecidas por las
Instituciones, tanto en Europa como en España, para erradicar o, cuanto menos, paliar estas constantes vulneraciones de los derechos de los
niños para, finalmente, establecer la relación entre todas estas funciones
y disfunciones de Internet y su utilización como vía de acceso a la televisión. Una televisión, reiteramos, necesitada también de una importante regulación en contenidos infantiles, o más bien del cumplimiento de
esta regulación.
Nuevos problemas, nuevas soluciones
Si bien la actitud de la Unión Europea respecto a Internet es altamente positiva, favoreciendo la intercomunicación, especialmente entre
los jóvenes, y la libertad en el intercambio de servicios, los datos arriba
detallados son argumentos más que suficientes para concienciarse de
que la promoción de la seguridad de los niños y jóvenes en general en
la utilización de la Red y las tecnologías on-line ha de ser una prioridad.
Precisamente en esta línea existen, en la actualidad, dos importantes
proyectos que la Comisión Europea, que ha instado ya en numerosas
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María del Carmen García y Ana Galera
ocasiones a la industria a mostrarse más pro-activa en lo que a la defensa de los derechos de los niños se refiere, puso en marcha en 2006 y
que se extenderán hasta 2009.
En primer lugar, como proyecto más importante, y con mayor repercusión, hablaremos del Safer Internet Plus Programme, cuyo objetivo
primordial es fomentar la seguridad en el uso de Internet y otras tecnologías online, especialmente en el caso de los niños, combatiendo contenidos ilícitos y nocivos tales como la pornografía infantil o el racismo,
todo ello sin mermar la libertad de expresión, uno de los valores fundamentales defendidos por Europa.
Bajo el lema de Making the Internet a safer place (Haciendo de Internet un lugar más seguro), el programa es una continuación de otro
plan pionero creado en 1999, Safer Internet Action Plan, que fue implantado con éxito hasta 2004. Es en 2005 cuando se redefinen cuatro
líneas de acción, atendiendo sobre todo a la diferencia entre culturas y
las complicaciones para definir lo que es el contenido ilegal y, fundamentalmente, perjudicial para la infancia. Estas cuatro líneas son:
Líneas directas civiles (hotlines)
A través de estas líneas directas pueden denunciarse las infracciones
cometidas en contra de los derechos de los menores. De esta forma, se
crean intermediarios entre ciudadanos y autoridades. Estas medidas han
sido tomadas como ejemplo en países fuera del entorno europeo, como
Australia, Canadá, Corea, Taiwán o los Estados Unidos.
Contenido no perjudicial y no deseado
Esta línea se basa, primordialmente, en la imposición de filtros para
conseguir mejores prácticas contra el spam y los contenidos ilegales.
Concienciación
Desde mayo de 2006 los padres, profesores y niños europeos pueden obtener información gratuita sobre el uso seguro de Internet, los
riesgos online o las herramientas para proteger a los niños gracias a Europe Direct, el servicio de información gratuita de la Comisión Europea.
[ 180 ]
La televisión en Internet
Desarrollo de un entorno seguro
Se crea el Safer Internet Forum, un espacio donde la industria, las
asociaciones de defensa de los derechos de los menores y las ONG’s e
instituciones vinculadas a la protección de menores pueden discutir y
crear nuevas políticas de seguridad.
Entre las numerosas acciones del plan, se incluyen también la construcción de una red europea de 21 líneas directas en más de 19 países,
coordinadas por la red europea de hotlines INHOPE (Asociación Internacional de líneas directas de Internet), y a través de las cuales los
usuarios finales pueden denunciar los contenidos ilícitos, promoviendo
así la elaboración de informes relativos a los contenidos ilegales. Igualmente, la creación de 23 webs coordinadas por INSAFE (Red Europea
por la Seguridad de Internet) y destinadas a la sensibilización nacional
para fomentar el uso seguro de Internet entre menores, padres y educadores, evaluando así soluciones de filtro y clasificación de contenidos
para las familias.
En esta misma línea surge, en 2007, EU Kids Online, proyecto financiado con 500.000 euros por el propio Safer Internet Plus Programme y
en el que participan también investigadores españoles1. Se trata de la
primera investigación sistemática comparada sobre las experiencias de
niños y jóvenes europeos en Internet y otras tecnologías online. Su objetivo principal es identificar, mediante la opinión de los propios niños,
los factores de riesgo en la red y así, poder establecer recomendaciones
a quienes diseñan las políticas de seguridad al respecto. Una de las medidas más interesantes del proyecto es la pretensión de que todas las
páginas que sean aptas para niños lleven la nueva extensión “.kids”.
Basándose en las líneas generales del Safer Internet, también pretende
la creación de diferentes firewall o cortafuegos que permitan o no el
acceso a determinados contenidos y que garanticen, por tanto, la seguridad al navegar. Por último, se recomienda también que sea el propio
usuario quien denuncie las páginas que considere inapropiadas para los
menores en la dirección de Internet www.inhope.org.
El último informe publicado acerca del Eu Kids Online, que se desa rrollará hasta 2009, considera esencial profundizar en el comportamiento de los propios niños. Como esta investigación empírica dependerá
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María del Carmen García y Ana Galera
en cada país miembro de varios factores, como pueden ser las inversiones del país en nuevas tecnologías o la antigüedad de implantación de
los medios de comunicación de masas, el programa agrupó a los países
en distintos conjuntos, España se incluía en el “Sureste Europeo” junto
con Grecia, Portugal o Eslovenia.
Además, el Eu Kids Online ha tomado como punto de referencia numerosos estudios multinacionales realizados con anterioridad y basados
en la identificación de la conducta de los niños ante tecnologías online.
Lo hace distinguiendo, básicamente, entre los distintos riesgos que, asociados a la conexión en línea, puedan perjudicar a los menores. Se trata de riesgos de contenido, de contacto, comerciales o de privacidad.
Algunos de estos estudios han servido como modelos de diseño a la
hora de establecer las líneas de investigación del programa. Destacan el
SAFT (Safety Awareness Facts and Tools, 2006), Mediappro (2006), WIP
(World internet Project, 2005), Children and their Changing Media Environment (Livingstone, 2001) o The Insafe Survey (2007).
Hasta ahora, las conclusiones publicadas hacen más referencia a la
investigación en sí, a las dificultades o particularidades encontradas o a
las soluciones para superarlas y llevar a cabo un estudio lo más equitativo posible, que a los propios resultados de la investigación. No obstante, algunas de las conclusiones ponen de manifiesto que los países
nórdicos dedican mucha más atención a la participación civil, la comunicación y el género; o que la interconexión social es mayor en países
como Suecia, Reino Unido o Dinamarca. Se deduce también que la investigación acerca de la interpretación y creación de contenidos se necesita especialmente en países como Bulgaria o la República Checa,
pero, curiosamente, también en Alemania o los Países Bajos, donde
cuentan con importantes equipos de investigación en este campo.
Si nos limitamos al ámbito español, también en nuestro país existen
una serie de medidas que pretenden, aunque no con demasiada eficacia
según las conclusiones sacadas de nuestra aproximación empírica al acceso de los menores a la Televisión a través de Internet, proteger a los
niños españoles de los contenidos perjudiciales, referentes normalmente
a la violencia, el sexo o la discriminación de género. A este respecto
destaca el “Programa Chaval”, un portal de Internet orientado a los niños y padres, que ofrece contenidos lúdicos seleccionados especialmente para que pueden encontrar páginas seguras por las que navegar.
[ 182 ]
La televisión en Internet
La iniciativa, desarrollada por Red.es. (Ministerio de Industria, Turismo y Comercio) está avalada por numerosas entidades, empresas e instituciones relacionadas con la defensa de los derechos del menor, como
UNICEF, Save the Children o la Oficina del defensor del Menor de la
Comunidad de Madrid.
Entre los objetivos de este portal, www.chaval.es, se encuentran el
de promover el uso seguro de las TIC para los niños, ayudarlos a identificar los peligros de la web y a diferenciar entre el mundo real y
virtual. Asimismo, se pretende incrementar la comunicación entre niños y adultos sobre el uso y funciones de las nuevas tecnologías, ofreciendo información, consejos y herramientas a padres y profesores,
para así apoyar y reforzar los esfuerzos de la comunidad educativa en
este ámbito.
Además, el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación
(INTECO), dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, cuenta con un Centro de Respuesta a Incidentes en Tecnologías de
la Información y un Centro de Información para la Difusión de la Cultura de la Seguridad, que pretenden prevenir, detectar y responder ante
incidentes de seguridad. Por último, es también destacable la participación del Ministerio de Industria en la creación del portal www.protegeles.com, promovido por la Asociación ACPI, miembro de INHOPE.
Análisis de las páginas web de televisión
En el análisis secundario realizado hasta aquí se ha intentado reflejar
cómo Internet ocupa un lugar importante en el tiempo de ocio y entretenimiento de la infancia española y europea, y cómo empieza a existir
cierta conciencia en determinados sectores, académicos y sociales, sobre la necesidad de una regulación del uso y de los contenidos que se
encuentran en la Red.
El estudio que se presenta a continuación trata de ser, en primer lugar, una aportación más en este intento por denunciar los contenidos
que en ocasiones resultan poco apropiados y que se encuentran al alcance de todos en Internet. En segundo lugar, manifestar cómo las cadenas de televisión, que se pasean indiferentes ante su continuo incumplimiento del Código de Autorregulación que firmaron en su día, ven
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María del Carmen García y Ana Galera
en Internet una posibilidad más de negocio, donde no existe hasta la
fecha normativa legal u organismo sancionador que controle su contenido. La ausencia de leyes que regulen la emisión de contenidos en Internet es una lacra para la defensa de algunos derechos fundamentales,
que son vulnerados constantemente en la televisión de nuestro país y,
en consecuencia, en todas aquellas páginas web que son vías de acceso a esta televisión. La lucha constante que la Unión Europea mantiene
con los medios de comunicación para evitar que se quebranten los derechos de la infancia sin llegar a mermar la tan preciada libertad de expresión, debería convertirse en una premisa fundamental también en
España.
El análisis se realiza sobre las páginas web de las siete cadenas de
televisión generalistas, a saber, La 1, La 2, Antena 3, Cuatro, Telecinco,
La Sexta y Telemadrid y tan sólo sobre aquellos programas que se emiten en horario de protección reforzada para la infancia, es decir, de 5 a
8 de la tarde de lunes a viernes. El acceso a los contenidos se ha examinado mediante dos vías diferentes según el programa en cuestión:
páginas oficiales de las cadenas o páginas con información oficial del
programa. Normalmente, el hecho de que un programa disponga de su
página oficial o la información se obtenga a través de la página de la
cadena de televisión depende de la repercusión del espacio en sí. Así,
si cuenta con una audiencia importante, la cadena o los propios seguidores suelen crear una página dedicada exclusivamente al programa. En
este sentido, empieza a plantearse como una exigencia o una demanda
social que los creadores o administradores de estas páginas tomen conciencia de la amplia audiencia a la que se dirigen y sean capaces de autorregularse; en caso contrario, la administración deberá tomar medidas
sancionadoras o crear un organismo apropiado que regule la situación.
Se han analizado, en total, 25 páginas web, referentes a los 23 programas que se emiten durante el horario infantil protegido. Las variables
analizadas son las mismas que establece el Código de Autorregulación
sobre Contenidos Televisivos e Infancia, a saber, “violencia”, “discriminación”, “intolerancia”, “lenguaje inadecuado”, “sexo”, “incitación al
consumo de drogas o alcohol” “secuencias crudas o brutales” y “promoción de programas calificados para mayores de edad”. Dada la idiosincrasia del medio analizado, se han realizado algunas adaptaciones de
estas variables y se han incluido algunas nuevas, por ejemplo, la facili[ 184 ]
La televisión en Internet
dad o dificultad para acceder a determinados contenidos o imágenes o
la presencia de banners dedicados a adultos. Los banners son anuncios
publicitarios de imagen, gráfico o texto, que aparecen en una página
web y enlazan con el sitio web del anunciante. En ocasiones, son emergentes, y por tanto, prácticamente impuestos al navegante.
Por otra parte, en el análisis se han incluido también valores positivos que se citan en el propio Código y que hacen referencia al fomento del comportamiento pro-social, del cuidado del medio ambiente, de
la atención a los colectivos más desfavorecidos o de ciertos valores con
fines didácticos. Los resultados ponen de manifiesto que estos valores
no se han encontrado en prácticamente ninguna de las páginas analizadas. Además, se ha considerado también como objeto de análisis la
existencia de algún tipo de información referente a la propia autorregulación de la televisión, de la cadena en cuestión, en materia infantil. Se
trataría de un mensaje dirigido más bien a los educadores de los niños,
a los que debería informarse con mayor claridad y más asiduidad acerca de la legislación existente, prestando especial atención a la señalización y clasificación de los programas.
Las conclusiones del análisis han sido poco alentadoras. Las infracciones se cometen, no con tanta frecuencia como en televisión, pero en
muchos casos estos incumplimientos están siendo más visitados en Internet que vistos en televisión. El análisis se realiza durante tres semanas seguidas (de lunes a viernes), elegidas aleatoriamente, si bien llama
la atención que las páginas web de los programas no cambian con tanta frecuencia como pudiera pensarse. De hecho, la inmensa mayoría de
las páginas analizadas, en estos 15 días han experimentado cambios
poco sustanciales, al incluir algún personaje o algún vídeo nuevo del
programa. Aunque no se trate de infracciones propiamente dichas, ya
que no existe aún un código que regule estrictamente estos contenidos,
las directrices dadas por la Unión Europea y los criterios básicos en defensa de los derechos de los niños resultarían más que suficientes para
concluir que existen ejemplos de contenidos que dejan en evidencia la
ausencia de cualquier control sobre los contenidos de estos programas.
El total de incumplimientos de las distintas páginas web asciende a
97. En líneas generales, las infracciones cometidas con más frecuencia
son las relativas a contenidos que promueven la intolerancia (9), la promoción de programas clasificados para adultos (10), el acceso fácil a es[ 185 ]
María del Carmen García y Ana Galera
tos contenidos (18) y la ausencia de advertencia a los navegantes cuando se emiten contenidos altamente violentos, explícitamente sexuales o
que promuevan el consumo de drogas o alcohol (18). La página que
más infracciones comete (10) es la oficial de Telecinco, en sus enlaces
referidos a los programas Está pasando y Gran Hermano, seguida de
cerca (8 infracciones) por la de Antena3, y sus programas A 3 bandas y
El Diario de Patricia. La página oficial de TVE de España Directo comete también 8 infracciones, relacionadas fundamentalmente con la violencia y las secuencias crudas.
En la página de A 3 Bandas se presentan vídeos a los que se accede sin dificultad a títulos como “Tuve una fuerte depresión y me refugié
en la bebida tras la muerte de Rocío”, “Darek podría estar relacionado
con el tráfico de drogas” o “Los mejores traseros de a tres bandas”.
También en la web de Está Pasando se han encontrado numerosos
vídeos de similares características. Los niños tienen facilidad absoluta
para acceder al Topless de la novia del hijo de una conocida cantante o
ser testigos de una disputa familiar entre inmigrantes que, además, han
sido víctimas de un ataque racista. Así, en horario protegido reforzado,
los menores presencian imágenes que incluyen dentro de la normalidad temáticas conflictivas, ya sean éstas de tipo sexual o de tipo discriminatorio.
Destaca también el llamado fenómeno Yo soy Bea, vinculado especialmente a Internet, ya que el espacio cuenta, además de con su página oficial, con su propio blog, anunciado en numerosas ocasiones durante la emisión de la serie, y que tiene un alto número de visitantes,
curiosamente, niños y adolescentes. En la serie, y por tanto en las páginas oficiales, los personajes representan, en su mayoría, estereotipos,
que no hacen más que simplificar la realidad hasta el punto de que la
información puede resultar degradante para los colectivos supuestamente representados (jóvenes, mujeres, homosexuales…). Una de las
protagonistas es definida en la página como “guapa, sexy, manipuladora, […] es tan superficial que no entiende que las chicas feas también
tengan derecho a trabajar”.
Las páginas que ofrecen información sobre telenovelas, como Destilando amor (La1) o Dame chocolate (Antena3) no destacan tanto por el
número elevado de incumplimientos sino más bien por la gravedad de
los mismos. La página oficial de Dame Chocolate, avalada por Yahoo,
[ 186 ]
La televisión en Internet
presenta contenidos altamente discriminatorios (fundamentalmente en
cuestión de género) y, sobre todo, violentos. Contenidos que, además,
se presentan de forma llamativa para los menores. Ejemplo de ello es
una encuesta en la que se pregunta acerca de la mejor opción de muerte para una de las protagonistas, decidiendo sobre “El final perfecto
para Grace”. Los internautas podrán decantarse por opciones como
“Morir quemada”, “morir ahogada” o “que cambie y pida perdón”, entre otras. Además, la página incluye un enlace bastante llamativo donde
se dice “entérate de cómo se filma una escena de persecución y disparos,
y todo lo que implica tener un arma en el set de grabación”, es decir,
contiene información especialmente dedicada a las escenas en las que
se requiere el uso de armas.
En el estudio se ha prestado especial atención a la existencia de lenguaje inapropiado en las páginas web. La mayoría de las páginas consultadas, sobre todo Antena3 y Telecinco, ofrecen la posibilidad al
usuario de participar enviando comentarios a través de foros. En este
sentido, las cadenas manifiestan que no se hacen responsables de los
comentarios publicados por los internautas (“los mensajes enviados no
son revisados por el titular de esta página web, por lo que no se asume
ninguna responsabilidad respecto del contenido de los mismos”), por lo
cual no es complicado encontrar insultos y todo tipo de obscenidades
en estos espacios. La aparición de un lenguaje inadecuado de fácil acceso a los niños es, por tanto, inherente al fenómeno de los foros. En la
página de El Diario de Patricia, por ejemplo, existen, además de comentarios inapropiados, enlaces directos a vídeos de carácter pornográfico o cortes de situaciones especialmente obscenas ocurridas en el propio programa.
En la página del programa Aquí hay Tomate 2 son bastante frecuentes los comentarios obscenos, insultantes que no hacen más que perpetuar determinados roles asociados sobre todo a las mujeres: “¿envidia de
Ana Pomares?, ¿te ha pagado con unos versaces o con una caja de cocacolas lights? no es triste que la chiquita no sepa ni encender el ordenador… ¿envidia de qué?, ¿de que sea una inútil… que con un gran enchufe puede ir de compritas?”[…]
En cuanto a los valores positivos, que como hemos comentado han
sido también objeto de este estudio, lo único destacable en nuestro análisis es la existencia de información adicional sobre la protección de la
[ 187 ]
María del Carmen García y Ana Galera
infancia en televisión en la página oficial de Cuatro. Concretamente
aparecen dos enlaces, uno de ellos al Código de Autorregulación sobre
Contenidos Televisivos e Infancia, y el otro, a la página dedicada a la
infancia del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Además, la
página de las Noticias Express de La 2, ofrece en ocasiones vídeos que,
por su contenido, fomentan el comportamiento pro-social, el cuidado
del Medio Ambiente o la atención a los colectivos más desfavorecidos.
Por lo tanto, la situación descrita hasta aquí tan sólo es una muestra
de la inmensidad de contenidos que puede ofrecer Internet y la complejidad del análisis que las páginas web de televisión llevan implícitas.
Con este estudio se ha pretendido también transmitir la necesidad, antes citada, de que existan organismos en nuestro país con capacidad
sancionadora, de manera que los responsables de los contenidos no
puedan cerrar los ojos ante una verdadera defensa de la infancia. Así
pues, ante la ausencia de compromiso real por parte de las cadenas de
televisión para autorregularse, parece necesaria la creación de un Consejo Nacional Audiovisual que, como ocurre en el resto de países de la
Unión Europea, haga cumplir a las operadoras de televisión con las
normas vigentes tanto en la pequeña pantalla como a través de los contenidos que emiten en Internet.
Bibliografía
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[ 188 ]
La televisión en Internet
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THE INSAFE SURVEY (2007): www.saferinternet.be
SAFT (2006): http://www.saftonline.no/PressReleases/2881
Notas
1
2
En España, la investigación está dirigida por el Catedrático Carmelo Garaitonaindía,
de la Universidad del País Vasco.
Aunque este programa finalizaría minutos antes del comienzo del horario de protección reforzada, en ocasiones, busca el “efecto arrastre” de su audiencia y se prolonga
más allá de las cinco de la tarde.
[ 189 ]
SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
La presencia del adolescente en el prime time
televisivo: objeto de interés en informativos,
ficción y publicidad
Dra. Nati Ramajo, Iliana Ferrer,
Dra. Arantxa Capdevila, Dra. Mónica Figueras,
Dra. Lorena Gómez, Dra. Mónika Jiménez
y Dra. Virginia Luzón
Universidad Autónoma de Barcelona
Universitat Pompeu Fabra
Universitat Rovira i Virgili
[email protected]
Resumen
La etapa adolescente es una de las más complejas y fundamentales
en la que los chicos y las chicas conforman su identidad y están expuestos a múltiples influencias. En este contexto, los medios de comunicación juegan un papel destacado y concretamente, centrándonos en
el trabajo que aquí presentamos, la televisión se convierte en vehículo
transmisor de estereotipos. Es importante estudiar el mensaje, pero también cuál es la recepción que de dicho mensaje hace el colectivo adolescente. Para ello hay que recurrir a herramientas metodológicas tanto
cuantitativas como cualitativas. El primer estadio de esta metodología es
el que aquí presentamos: una aproximación al análisis de la presencia
adolescente en el prime time de seis cadenas televisivas españolas.
Palabras clave
Adolescentes, juventud, género, identidad, medios de comunicación.
Abstract
Adolescence is one of the most complex and fundamental stages in
which boys and girls shape their identity and are exposed to multiple
[ 191 ]
N. Ramajo, I. Ferrer, A. Capdevila, M. Figueras, L. Gómez, M. Jiménez y V. Luzón
influences. In this context, mass media play an out-standing role and in
this particular work television turns into a vehicle transmitter of stereotypes. It is important to study the message, but also which is the reception of the message that the teen group does. For that it is necessary
to use both quantitative and qualitative methodological tools. We present here the first stage of this research: an approach to the analysis of
the teen presence in the Spanish prime time television.
Key words
Adolescents, youth, genre, identity, mass media.
Introducción
El presente artículo nace del interés de un grupo de investigadoras
de diferentes universidades catalanas en conocer cuál era la relación
existente entre los y las adolescentes españoles y el medio televisivo, en
saber cuáles son los procesos que se generan en la construcción de la
identidad del colectivo adolescente y el papel decisivo que adoptan los
medios en ese estadio. De ahí que en el año 2006 creáramos el Analisy
Group of Media Image, partiendo del interés común en la investigación
en género, roles, juventud y construcción de la identidad. Además, ese
mismo año se nos concedió un proyecto I+D+I del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (Instituto de la Mujer) (ref. 123/06) para llevar a
cabo un estudio sobre la imagen de los y las adolescentes en el prime
time televisivo.
La tradición de los estudios de género es ampliamente conocida. En
este sentido, el análisis de los estereotipos de mujer y de hombre que
toman como plataforma de difusión los diferentes medios de comunicación, sobre todo la publicidad, han sido objeto de una gran atención
científica durante las últimas décadas. Así, podríamos destacar a nivel
internacional autores como Courtney y Lockeretz, 1971; Culley y Bennet, 1976; Tan, 1982; Gallagher, 1983 y 1987; Zemach y Cohen, 1986;
Litchert y Rothmann, 1986; Hobson, 1989 y 1990; Pearson, Turner y
Todd-Mancillas, 1993; Zoonen, 1994; Kivikuru, 1999 y Trancart, 1999.
Por lo que respecta a las investigaciones centradas en la realidad española, cabe reseñar estudios como el de Fagoaga y Secanella, 1984; Fran[ 192 ]
La presencia del adolescente en el prime time…
quet, 1982, 1991 y 1992; Gallego y otros, 1993, 1998 y 2002; Abril, 1994;
Blanco, 1996; Garmendia, 1998; López, 2001 y Flecha, 2002. La mayoría
de estos trabajos, sin embargo, no se centran en una de las etapas de
desarrollo tanto intelectual como emotivo fundamentales en el ser humano, clave para la creación de la personalidad individual y social,
como es la adolescencia.
Es en esta etapa de la vida en la que los chicos y las chicas configuran su identidad tanto individual como colectiva. Por este motivo, la influencia generada por los medios de comunicación, concretamente en
el caso que nos ocupa la televisión, se torna esencial para entender los
modos en los que se relacionan los y las adolescentes entre ellos y con
su entorno. Es en esta época cuando los chicos y las chicas se ven expuestos a múltiples influencias externas en las que los productos vehiculados por los medios de comunicación destacan por encima del resto, jugando un papel relevante en esa construcción de la identidad
adolescente.
Pero paradójicamente, estos adolescentes son los grandes excluidos
de la investigación en comunicación tanto en lo referente a la construcción de imágenes de hombre y de mujer como en lo que tiene que ver
con el consumo e interpretación de estos modelos. Cuando, por un
lado, encontramos a un colectivo homogéneo con comportamientos y
actitudes similares altamente receptivo a cualquier estímulo exterior y
por el otro comprobamos que un medio como la televisión es capaz de
ejercer un gran efecto socializador en dicho colectivo, un estudio sobre
esa vinculación se torna necesario. Éste es uno de nuestros principales
objetivos: comprobar cómo los estereotipos de género que transmite la
televisión en sus diferentes macrogéneros (la información, la ficción y la
publicidad) en el prime time ayuda a la configuración de la construcción de la identidad de los y las adolescentes españoles.
Las diferentes variables de la ecuación
“adolescencia, género y televisión”
Como ya hemos apuntado, los estudios sobre adolescencia vinculados al medio televisivo y amparados bajo el paraguas de la variable de
género no han sido foco de interés mayoritario entre la comunidad
[ 193 ]
N. Ramajo, I. Ferrer, A. Capdevila, M. Figueras, L. Gómez, M. Jiménez y V. Luzón
científica. Sin embargo, si en la ecuación resultante aislamos cada uno
de los factores que la integran o combinamos dos de ellos (adolescencia y televisión, género y televisión) sí encontraremos contribuciones interesantes para el presente trabajo.
Siguiendo este discurso, podemos empezar por analizar las aportaciones en el ámbito del estudio de género, algunas de ellas ya apuntadas en la introducción. La investigación que envuelve el concepto de
género y lo convierte en objeto de estudio para la comunidad científica
se remonta a la década de los sesenta-setenta al amparo del movimiento feminista, momento en el que la relación hombre-mujer salta de la
esfera de lo privado a la de lo público. Además, el feminismo destaca la
importancia de los medios de comunicación en esa búsqueda de la
igualdad, al ser éstos transmisores de los valores y esquemas presentes
en la sociedad y poder ser futuros promotores de la igualdad de sexos.
De los autores antes mencionados referidos a esta variable (Courtney y
Lockeretz, 1971; Culley y Bennet, 1976; Tan, 1982; Gallagher, 1983 y
1987; Zemach y Cohen, 1986; Litchert y Rothmann, 1986; Hobson, 1989
y 1990; Pearson, Turner y Todd-Mancillas, 1993; Zoonen, 1994; Kivikuru, 1999; Trancart, 1999; Fagoaga y Secanella, 1984; Franquet, 1982,
1991 y 1992; Gallego y otros, 1993, 1998 y 2002; Blanco, 1996; Abril,
1997; Garmendia, 1998; López, 2001 y Flecha, 2002), podríamos destacar las contribuciones de Gallagher (1983, 1987). Esta autora centra sus
investigaciones en determinar cuál es la presencia y el rol que juegan
las mujeres en las industrias mediáticas. Conocer si las mujeres ocupan
puestos jerárquicos de importancia en las plantillas de profesionales de
esas industrias determinará el tratamiento que de la mujer proyecten los
medios. Por otra parte, parece lógico suponer que mientras sean los
hombres los que controlen los medios de comunicación, difícilmente se
podrá cambiar esta situación, ya que introducir modificaciones firmemente asentadas en las conciencias de los individuos es una tarea ardua
(Pearson, Turner y Todd-Mancillas, 1993).
Por lo que respecta al caso español, es interesante destacar algunos
estudios como el de Franquet (1989), donde se observa que en las empresas públicas de comunicación la presencia femenina vinculada a los
cargos de responsabilidad queda circunscrita a un 25%, siendo prácticamente inexistente en el caso de las empresas privadas. Estos datos vienen refrendados por el estudio que Abril llevó a cabo en 1997 sobre los
[ 194 ]
La presencia del adolescente en el prime time…
medios de comunicación del País Vasco. La muestra de esta investigación incluía a diarios, revistas, agencias de noticias, emisoras de radio y
canales de televisión. Los resultados apuntaban que había un 30% de
mujeres en las plantillas de dichos medios, que descendía a medida que
se subía en el escalafón laboral, de tal manera que los lugares ejecutivos o de responsabilidad quedaban circunscritos casi en exclusividad al
género masculino (Abril, 1997).
Indudablemente, la representación femenina en los medios, tanto
desde el punto de vista de la producción como de la recepción, es decir, la mujer como informadora o la mujer como consumidora, marca el
tratamiento que se dé de los mensajes transmitidos, ya sea dentro del
macrogénero de la información, de la ficción o de la publicidad. En este
sentido, la televisión se convierte, como ya hemos apuntado, en vehículo destacado de la perpetuación de los roles presentes en la sociedad
que serán consumidos por un universo conformado tanto por mujeres
como por hombres, o lo que es lo mismo, tanto por las adolescentes
como por los adolescentes.
De este modo, si nos centramos en el estereotipo de adolescente
mujer y adolescente hombre en la publicidad, veremos que, tal y como
recoge González Solaz y García-Cubells (2000), este concepto ya fue
utilizado por primera vez por el periodista Walter Lippman en el año
1922 para referirse a ciertas imágenes culturalmente determinadas que
se mezclan con las facultades cognitivas del individuo y sus percepciones respecto al mundo que le rodea. Por este motivo, no es de extrañar
que los estereotipos hayan sido objeto de análisis de prácticamente todas las escuelas que centran sus investigaciones en psicología de la publicidad. A pesar de ello, cabe mencionar que en España los estudios
que relacionan los estereotipos con la publicidad han sido más bien pocos. En cualquier caso, ese análisis se ha centrado frecuentemente en
los estereotipos de género, dejando a un lado determinadas imágenes
socioculturales, como por ejemplo la raza, la procedencia o las costumbres, entre otras.
A pesar de esa falta de estudios en nuestro país sobre la creación y
la difusión de estereotipos adolescentes a través de la publicidad, resulta más que evidente señalar la existencia de los mismos en la práctica
totalidad de las campañas dirigidas a este segmento. Retomando el concepto de modelaje introducido por Bandura y Walters (1980), la presen[ 195 ]
N. Ramajo, I. Ferrer, A. Capdevila, M. Figueras, L. Gómez, M. Jiménez y V. Luzón
cia de estereotipos en los anuncios es una verdadera fuente de aprendizaje para los jóvenes espectadores quienes, atraídos por determinados
personajes o por situaciones concretas, acaban extrapolando este modelo a sus propias vidas, llegando a imitarlo. La presencia de determinados modelos en la publicidad dirigida a los adolescentes hace que se
active un proceso que Harrison (2000) denomina de atracción interpersonal y que, de entrada, sirve para captar la atención de los espectadores para acabar, finalmente, consiguiendo que éstos sucumban ante la
fuerza del estereotipo, llevándolo a conductas claramente imitativas.
A las aportaciones de estos autores alrededor del concepto de estereotipo, adolescencia y publicidad, es interesante mencionar también
las de Anderson y Bryant, 1983; Van Evra, 1990; León, 1996 y 2000;
Eguizábal, 1998; Anatrella, 2001; Romana Puggelli, 2002 o Brabbs, 2000.
La ficción televisiva como simulación de la realidad construye un
mundo paralelo a aquel que le sirve de referente: el mundo aprehendido como mundo real o de la vida cotidiana. Es un mundo posible o
modelo de realidad que se desarrolla siguiendo la lógica del pensamiento narrativo (Ricoeur, 1985). El mundo simulado es un mundo relatado en donde las acciones se suceden conformando stories, tramas
narrativas. Narrar es explicar de forma lógica unos hechos, un constante devenir de situaciones, de vivencias, de acciones que se organizan en
relaciones de causa-efecto y en su continua conexión lógica permiten
delinear los personajes que las protagonizan, conocerlos, evaluarlos. El
análisis de la ficción televisiva consumida por los adolescentes en términos de valores sociales y culturales ha de contemplar esta doble vertiente: los argumentos de la acción o las estructuras narrativas y el panorama de la consciencia, lo que saben, lo que piensan o lo que sienten los
que intervienen en la acción (Bruner, 1996). Desde la perspectiva psicológica de Bruner, esta doble dimensión es la que sugiere mecanismos
de conexión entre el lector (espectador) y los personajes del relato más
allá de la identificación y la proyección, es decir, en la línea que se
apunta en este trabajo cuando se trata del análisis de la recepción y por
tanto de la interpretación que hacen los adolescentes de su consumo
mediático.
Cuando hablamos del relato de la ficción televisiva también podemos mencionar a autores como Ang, 1982 y 1990; Allen, 1985 y 1995;
Martín Barbero, 1987 y 1992; Seiter y otros, 1989; Barker y Andre, 1996;
[ 196 ]
La presencia del adolescente en el prime time…
Buonanno, 1999 y 2004; Banks, 2004; Creeber, 2004; Montero, 2006 o
Castelló, 2007.
Por último, es necesario hacer mención al discurso informativo televisivo y a la vinculación que éste tiene con los sujetos de nuestro estudio. Para el análisis de los informativos es interesante ver el concepto
narrativo del relato informativo establecido por García Jiménez (1993) y
el del análisis de sus protagonistas como agentes o actores de la información que plantea Gordillo (1999). Es importante también introducir el
concepto de credibilidad de estos actores y cómo esta credibilidad se
traduce en la falta de reflexión sobre lo que consume el receptor audiovisual (Balsebre, 1994). Si bien todas las investigaciones en el campo de
los informativos televisivos (Bustamante, Prado y Villafañe, 1987; Baget,
1993 y 2003; Díaz, 1994; Oliva y Sitjà, 1996 y 2007; Briggs y Burck,
2002; Hilme, 2003; Soengas, 2003; Luzón, 2003, Bustamante, 2006 o Palacio, 2006) se han planteado desde la perspectiva del emisor y falta la
perspectiva del receptor, ésta es una oportunidad de abrir un nuevo
campo de investigación metodológica en el que los parámetros de análisis no se centren tanto en el proceso de construcción de la noticia,
sino en el consumo de la información y los efectos que este consumo
puede tener en la construcción de los estereotipos de género en la
mente del colectivo adolescente.
Metodología aplicada
Uno de los aspectos interesantes de un estudio como el aquí presentado es la posibilidad de aunar bajo una misma metodología las diferentes variables de la ecuación descrita en el apartado anterior. Es lógico
suponer que al aumentar el número de variables estudiadas también aumente la complejidad de la metodología empleada. En este sentido, el
objeto de estudio fue el que delimitó las diversas metodologías necesarias para abordar su análisis de manera completa y profunda. Al objeto
de estudio complejo hay que añadir otros aspectos que matizarían la
metodología empleada. En primer lugar, nos encontramos en la muestra
seleccionada con diferentes discursos, abordados desde la perspectiva
de los informativos, de la publicidad y de las series de ficción en el prime time televisivo, cada uno de ellos con unas características particula[ 197 ]
N. Ramajo, I. Ferrer, A. Capdevila, M. Figueras, L. Gómez, M. Jiménez y V. Luzón
res, con un nivel de aparición de las imágenes de los y las adolescentes
diverso y con unos índices de seguimiento entre este colectivo también
diferentes; en segundo lugar, hay que tener en cuenta que el lenguaje
televisivo está compuesto por una multiplicidad de códigos (imágenes,
palabras, sonidos y músicas, entre otros) que son interpretados de manera diferente y que, por tanto, requieren el planteamiento de procesos
de análisis también diferentes.
Por todo ello, esta investigación plantea la conjunción de tres metodologías, esto es, el análisis de contenido (para la identificación y cuantificación de la presencia de los y las adolescentes en los diferentes géneros), el análisis del discurso (para profundizar en las estructuras
textuales que transmiten una determinada imagen y que la sustentan argumentativamente) y, por último, el análisis de la recepción (que permite ver cómo y en qué medida estas imágenes son asumidas o no por
los y las adolescentes).
Por lo que respecta a la primera de estas metodologías, la del análisis del contenido, hay que decir que es una de las prácticas más utilizadas en el estudio de los textos mediáticos y, debido a sus particularidades, nos permite cuantificar la presencia o la ausencia de las categorías
determinadas por el equipo de investigación sobre el total de los discursos analizados que nos ayudan a definir a los y las adolescentes objeto
de nuestro estudio. A pesar de que el análisis de contenido permite
mostrar determinadas construcciones textuales, como se ha dicho, en
este trabajo su uso pretende detectar principalmente en qué géneros televisivos es más usual la presencia de este colectivo. Para ello, en cada
unidad de análisis se busca la presencia de adolescentes y se valoran
una serie de parámetros, de los cuales los más destacados serían los siguientes: si éstos son protagonistas o no de la acción, es decir, si son
sujetos activos o pasivos, si son chicas o chicos o si entrarían dentro de
la categoría de preadolescentes (entre 10 y 12 años) o bien podrían ser
considerados adolescentes (de los 12 a los 16 años). En este punto es
necesario hacer una matización. Habitualmente las empresas de medición de audiencias utilizan una segmentación del target adolescente diferente a la que nosotros hemos planteado. Un caso concreto es el de
TNS (antigua Sofres), una de las empresas líder en investigación de
mercados y opinión en España. Según esta compañía, los grupos de
edad a partir de los cuales segmentan a la audiencia comprenderían
[ 198 ]
La presencia del adolescente en el prime time…
franjas diferentes a las que definen en nuestro trabajo al adolescente o,
en su defecto, al preadolescente. De este modo, vemos que TNS considera un primer grupo que estaría conformado por niños de entre 4 y 12
años, mientras que un segundo estadio incluiría a la audiencia que está
en la horquilla que hay de los 13 a los 24 años. Por lo tanto, en ningún
momento se considera al adolescente como unidad diferenciada de lo
que podríamos calificar como niños o de lo que podríamos definir
como jóvenes. El universo de la adolescencia queda, pues, diluido entre la niñez y la juventud, un hecho que en esta investigación hemos
querido subsanar dándole a la categoría de adolescente el valor que ha
adquirido en nuestra sociedad.
Si retomamos el hilo metodológico, este primer estadio de análisis
nos permitirá centrarnos exclusivamente en aquellas unidades en las
que aparecen los sujetos foco de nuestro interés, es decir, los y las adolescentes. Será a estas unidades a las que se aplicará el siguiente nivel
de análisis del discurso. Así, para poder identificar los programas más
consumidos y establecer parámetros comunes de la imagen que de los
y las adolescentes hacen los medios televisivos hemos realizado la captura de una muestra audiovisual de los discursos televisivos del prime
time en las cinco cadenas de emisión analógica con cobertura nacional:
Televisión Española, Telecinco, Cuatro, Antena 3 y La Sexta; y en la Televisión Autonómica Catalana, TV3, Televisió de Catalunya. La captura
se ha diseñado en dos periodos de una semana entre las 20:00 y las
24:00 h, ampliando el periodo tradicional de prime time cuando lo consideramos oportuno para poder tener en nuestra muestra el total de los
informativos (cuando éstos iniciaban su emisión antes de las 21:00 horas) y el total de los productos de ficción cuando éstos se alargaban
más allá de las 24:00 horas, entrando en el terreno del late night.
Los enfoques que ha tenido la metodología de análisis del discurso
han sido muy variados y existen en la actualidad diversas corrientes. En
este trabajo se presenta un método de análisis de las estrategias retórico
argumentativas presentes en los discursos audiovisuales y que tienen
como finalidad la transmisión y aceptación de estas imágenes. Para elaborar este método de análisis se parte de la teoría de la argumentación
propuesta por Chaïm Perelman (1970, 1994), puntal básico de los estudios retóricos Esta elección se debe a que en un sistema social como el
actual en el que los medios de comunicación (con la televisión al fren[ 199 ]
N. Ramajo, I. Ferrer, A. Capdevila, M. Figueras, L. Gómez, M. Jiménez y V. Luzón
te) ocupan un lugar central en la configuración de las imágenes sociales de colectivos y problemáticas, los procesos comunicativos encaminados a persuadir son centrales porque están presentes en gran parte
de los discursos mediáticos que recurren a ellos para conseguir dar validez a la visión concreta que proponen.
En líneas generales, este modelo plantea la división de cualquier discurso en diferentes niveles estructurales articulados todos ellos hacia el
objetivo básico de la persuasión. Esta división se puede observar tanto
a la hora de construir el discurso como a la hora de su análisis y se concreta en cuatro niveles: el nivel referencial –acuerdos generales y procedimientos de la argumentación–; el nivel estructural –superestructuras y
macroestructuras–; el nivel de manifestación –figuras retóricas–; y nivel
enunciativo –representaciones del emisor y del orador según sus puntos
de vista perceptivos y cognitivos–.
Finalmente, la metodología que se utiliza en la última fase de este
proyecto de investigación es la cualitativa, concretamente la técnica de
los grupos de discusión. Con ella se consigue obtener información a
partir de discursos particulares que remiten a discursos generales y sociales, ya que cada discusión en un grupo “refleja y refracta las características propias de una sociedad y de una historia” (Ibáñez, 1990: 501).
Los grupos recogen los significados sociales y permiten comprender el
fenómeno del consumo mediático, hacer salir a la luz y captar los motivos y significados que se esconden más allá de la superficie (Alonso,
1997).
A diferencia de la encuesta que estudiaría los comportamientos “desde fuera”, con los grupos de discusión se hace “desde dentro”. Interesa
saber los “por qué” y los “cómo” y estas técnicas cualitativas permiten
que las respuestas no estén condicionadas por las preguntas. Para poder interpretar los puntos de vista de los individuos, estos procedimientos son los más adecuados, sobre todo para el colectivo adolescente,
porque les ofrecen libertad para expresar los pensamientos con sus propias estructuras mentales y con sus propias palabras. Los grupos de discusión evitan la racionalización del discurso que provoca la entrevista
personal por el hecho de sentirse juzgados directamente por un adulto
entrevistador.
La importancia de la grupalidad en la actual sociedad de consumo
–y más en el colectivo adolescente– justifica la pertinencia de esta téc[ 200 ]
La presencia del adolescente en el prime time…
nica. De este modo, el grupo de discusión o focus group permite estudiar la interacción entre las constituciones psicológicas y los comportamientos sociales concretos.
A través de una conversación informal en un ambiente agradable,
no intimidatorio y de confidencialidad, los adolescentes pueden expresar libremente sus opiniones, llegando a ofrecer una confesión colectiva (Ibáñez, 1986). Los datos no son recogidos, como en la mayoría de
las técnicas, sino generados por la interacción social. A partir del diálogo se produce un discurso colectivo, con unidad y coherencia, que reconstruye la realidad.
Todas estas líneas de actuación hasta aquí expuestas contemplan los
principales ejes sobre los que pivota la metodología de nuestra investigación. Sin la delimitación clara de esta herramienta de trabajo sería imposible abordar el posterior análisis de resultados.
Una primera aproximación al análisis de contenido
El estudio que aquí presentamos aún no ha concluido todas las fases
de la metodología expuesta. En estos momentos estamos a la espera de
poder realizar la parte que aportará datos cualitativos sobre la recepción, los focus group. Sin embargo, el análisis inicial de la muestra capturada en su primera oleada ya ha concluido, al tratarse éste de un paso
fundamental previo a la realización de los encuentros con los y las adolescentes.
En esta línea de trabajo, lo cierto es que ya se pueden aportar algunos datos sumamente interesantes sobre el tratamiento que de los adolescentes se hace en el prime time televisivo. En función del macrogénero analizado (informativo, ficción o publicidad) podemos obtener
diferentes parámetros importantes para un estudio cualitativo posterior.
Si nos centramos en el primero de ellos, en el que engloba a todos los
programas informativos de las cadenas analizadas, veremos que la presencia total de los adolescentes es escasísima, tan sólo del 2’45% del total de la muestra. La cadena que más destaca al adolescente en sus informativos es la Sexta (4’3%), y la que menos, Cuatro (0’52%). De las
26’3 horas analizadas en los informativos, sólo en 38’8 minutos apare cían adolescentes.
[ 201 ]
N. Ramajo, I. Ferrer, A. Capdevila, M. Figueras, L. Gómez, M. Jiménez y V. Luzón
Cuadro 1.
Porcentaje de presencia adolescente en programas informativos por cadenas
TVE1
(3,63%)
TV3
(2,55%)
La Sexta
(4,3%)
Antena 3
(1,74%)
Cuatro
(0,52%)
Telecinco
(2,26%)
Fuente: Elaboración propia.
Parece lógico pensar a la luz de estos primeros datos que la importancia del adolescente como sujeto informativo es prácticamente nula
para las cadenas de televisión en España. Que tan sólo aparezca en un
2’45% de la muestra así lo sugiere. Pero en esta línea hay que preguntarse algo más: cuando los adolescentes toman la pantalla de televisión
en un programa informativo, cómo lo hacen, como sujetos de la acción,
como sujetos de estado (es decir, aparecen en el contexto informativo,
pero sin ser el centro de interés de la noticia) o como objeto de valor
de la pieza informativa. La respuesta a esta pregunta es que en el 58’8%
de los casos son sujetos de estado, su imagen aparece en la información, pero no es de ellos de quien se habla, su presencia es meramente circunstancial, estaban allí mientras se grababan las imágenes y no se
consideró oportuno la no utilización de las mismas. Casos que ejemplifican perfectamente este dato lo constituyen los conflictos bélicos. Es
habitual que las imágenes de bombas estallando en Irak y las posteriores manifestaciones de dolor y rechazo se vean acompañadas por la
presencia de adolescentes (siempre varones) que se ven inmiscuidos en
el tumulto que se genera tras cualquier atentado terrorista.
Concluyendo con la respuesta a la pregunta que nos formulábamos,
hay que añadir que en el 34’4% de los casos los adolescentes son el su[ 202 ]
La presencia del adolescente en el prime time…
jeto de la acción grabada, es decir, llevan a cabo actos que tienen que
ver directamente con lo que está ocurriendo, aunque ellos no sean los
protagonistas de la pieza informativa. Por último, en el 6’7% restante de
las situaciones los adolescentes sí son objeto de valor periodístico, ellos
son la noticia. Por lo que se puede comprobar, la adolescencia no constituye, a pesar de ser una etapa de la vida con un gran impacto en las
estructuras de la sociedad, una fuente de interés informativo tan destacada como otros colectivos.
Además, para finalizar con los datos referidos a la presencia del adolescente en los informativos, hay que reseñar en qué tipo de piezas informativas aparecen estos adolescentes. Cuando ellos son sujeto de estado, de acción o bien objeto de valor cuál es el telón de fondo que les
cobija. Si observamos el cuadro número 2, obtendremos una primera
aproximación. Podemos comprobar cómo de las 108 piezas analizadas
con presencia adolescente en 33 casos (un 30’5%) la temática informativa tiene que ver con hechos violentos. Este dato está relacionado directamente con el ejemplo que aparecía unas líneas arriba: los conflictos
bélicos, atentados terroristas o manifestaciones violentas diversas suelen
coincidir con la presencia de adolescentes entre la masa que envuelve
el acontecimiento.
No son el objeto de la información ni, probablemente, intervienen
en la acción, pero no se censura su presencia. De este modo, a nadie
parece sorprenderle que en este tipo de situaciones se pueda ver a un
número elevado de adolescentes que se convierten en un elemento más
de la escenificación de la violencia. Por el contrario, que los adolescentes aparezcan en piezas cuya temática esté vinculada al deporte, el ocio
o la tecnología es, a priori, lógico, ya que ésas son inquietudes que van
aparejadas a una edad concreta y mucho más en las sociedades occidentales, donde el acto del consumo se ha tornado en una de sus características definitorias.
Por lo que respecta al macrogénero de la ficción, cuantificar la presencia de los y las adolescentes es una tarea complicada. Si no se trata
estrictamente de una serie dirigida a y protagonizada por este colectivo,
dependerá del sentido global de una narración el que en una trama
aparezcan o no los y las adolescentes. Por lo general, dicha aparición
suele estar justificada, sigue la lógica del discurso, aunque sean sujetos
de estado y, en menor medida, de acción u objeto de valor.
[ 203 ]
N. Ramajo, I. Ferrer, A. Capdevila, M. Figueras, L. Gómez, M. Jiménez y V. Luzón
VECES QUE SE TRATA EL TEMA
Cuadro 2.
Temas tratados en programas informativos con presencia adolescente
35
33
30
25
20
19
20
14
13
15
10
7
5
2
0
Violencia
Deportes
Sociales
Ocio
Tecnología Educación
Otros
Fuente: Elaboración propia.
Cuadro 3.
Tipología de la presencia adolescente en ficción
Destinador Contrato
Ayudante
Oponente
Destinador Sanción
Objeto de Valor
Serie 1
7,76%
Referencias
0,91%
2,28%
3,19%
0,45%
5,48%
45,20%
Sujeto de Estado
Sujeto de Acción
34,70%
Fuente: Elaboración propia.
Como se puede comprobar en el cuadro número 3, al igual que ocurría en el caso de los informativos, la presencia de adolescentes en ficción es del tipo “sujeto de estado” (45’2%) y, en menor medida, de acción (34’7%). La aparición de los y las adolescentes en ficción como
objeto de valor, como núcleo central, es escasa debido a que en el período analizado la existencia de series comúnmente llamadas de adoles[ 204 ]
La presencia del adolescente en el prime time…
centes había desaparecido prácticamente de la parrilla de programación, siendo sustituidas por otras cuyo público objetivo era adulto y el
pase de películas en las que los adolescentes eran los protagonistas
tampoco había sido muy elevado. A pesar de lo aquí expuesto, los adolescentes en este macrogénero de ficción siguen siendo elementos recurrentes en las tramas argumentales, de ahí que se haya podido contabilizar una presencia de adolescentes en la semana de análisis del 18’2%,
con una equivalencia en horas de 9’2.
Un dato interesante que destaca tanto en el ámbito de la ficción
como en el de los informativos es el género de esos adolescentes. En
este caso concreto, la presencia de chicos es muy superior a la de chicas, llegando casi a duplicar su número. Los adolescentes varones son
sujetos de estado, de acción u objeto de valor en el 52’3% de los casos,
mientras que las adolescentes lo son en el 19%. El resto (28’7%) lo
constituyen apariciones en ficción en las que hay tanto chicos como
chicas. Como decíamos en el macrogénero informativo también se produce esa desviación a favor del género masculino (40’5%) y en detrimento del femenino (16%), siendo lo más habitual la presencia de ambos en las piezas informativas (43’5%).
Finalmente, abordamos el macrogénero de la publicidad para concretar cómo son las apariciones de los y las adolescentes en este sector
en el que la correcta elección de los elementos que integren el anuncio
influirá en su eficacia persuasiva. La presencia de adolescentes en publicidad es relativamente superior a la registrada en los otros macrogéneros analizados. En total es del 20’37%, frente al 18’2% en ficción y el
escasísimo 2’45% de los informativos. Eso sí, si computamos la presencia de adolescentes que podríamos denominar “estrictos” (de los 12 a
los 16 años), ésta no es tan elevada. Esto es así porque hay una tendencia en publicidad que envejece a los niños y aniña a los jóvenes, situando a este grupo de personas en una frontera difusa de precisar a simple
vista. Los adolescentes “reales”, aquellos que se ajustan a su definición,
están vinculados a anuncios de los productos de los cuales son público
objetivo. En estos casos, los y las adolescentes acostumbran a ser sujetos de acción, es decir, llevan el peso de la narración y tienen un alto
protagonismo. Además, estos adolescentes “reales” suelen aparecer
siempre en dos contextos prioritarios: junto a amigos o en compañía de
la familia. En este último caso, la madre es la que acostumbra a estar
[ 205 ]
N. Ramajo, I. Ferrer, A. Capdevila, M. Figueras, L. Gómez, M. Jiménez y V. Luzón
junto al adolescente, siendo poco frecuentes las situaciones en las que
el padre adquiere ese rol de acompañante. Cuando esto sucede es curioso comprobar que el hijo o hija adolescente juega el papel de oponente frente a ese padre.
Por último, al igual que hemos hecho con los macrogéneros informativos y de ficción resulta interesante ver qué rol adquieren los y las
adolescentes en esos spots publicitarios. Nuevamente, son sujetos de
estado en un altísimo porcentaje (64’7%), el más elevado de los tres macrogéneros. En mucha menor medida lo son de acción (9’9%) y destaca
un aspecto que en los anteriores apartados quedaba minimizado: el de
destinador, con un 22’8%. La lógica del negocio publicitario hace que
esta categoría se torne en fundamental ya que parte de la eficacia comunicativa del spot vendrá determinada por la concreción de ese destinatario, siendo su presencia un elemento destacado.
Cuadro 4.
Tipología de la presencia adolescente en publicidad
Destinador Contrato
22,85%
Ayudante
1,07%
Oponente
0,27%
Destinador Sanción
0,80%
Objeto de Valor
0,27%
Sujeto de Estado
Sujeto de Acción
Serie 1
64,78%
9,95%
Fuente: Elaboración propia.
Los datos hasta aquí expuestos constituyen sólo el inicio del estudio
sobre los y las adolescentes y la medida en la que los medios de comunicación contribuyen en la creación de su identidad. Se hace necesario,
por lo tanto, profundizar en las imágenes que se construyan a través del
análisis cualitativo posterior.
[ 206 ]
La presencia del adolescente en el prime time…
Conclusión
El mundo de la adolescencia no deja de ser un ámbito de estudio
emocionante que aún está por descubrir en la mayoría de los casos. La
televisión adquiere un papel destacado en esta etapa de la vida, ya que
es transmisora de valores y reflejo de situaciones cotidianas. Pero, en
muchos casos lo que vemos en la pequeña pantalla adquiere dimensiones más allá de las inicialmente pensadas. Por lo tanto, se impone un
trabajo de autoanálisis, de evaluación, que nos haga comprender si lo
visto y oído llega al público adolescente con la misma intensidad con la
que fue planificado.
Hemos podido comprobar a lo largo de estas páginas que el adolescente es centro de atención televisiva sólo en determinadas situaciones y, cuando lo es, su presencia no siempre está justificada por una
acción concreta, es decir, son acompañantes, comparsas en una representación. El adolescente como objeto de valor, a pesar de ser un colectivo homogéneo, con inquietudes y aspiraciones también bastante
uniformes, no alcanza el rango de importancia que sí tienen otros grupos sociales.
Además, el componente de género sigue inclinándose del lado masculino, pareciendo querer decir que el protagonista varón es más interesante también en esta etapa de la vida.
Todos estos aspectos confirman la necesidad de emprender análisis
que aporten claridad y despejen dudas sobre un colectivo que tiene
mucho que decir al ser una generación cada vez más cualificada. Sus
opiniones, la visión que de ellos proyectan los medios y la que ellos se
construyen de si mismos son datos que ayudarán a entender quiénes
serán los futuros gestores del conocimiento.
[ 207 ]
N. Ramajo, I. Ferrer, A. Capdevila, M. Figueras, L. Gómez, M. Jiménez y V. Luzón
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SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
Televisión e infancia: el respeto de la
franja de protección reforzada
Mónica Faro Echaniz
Universidad Carlos III de Madrid
[email protected]
Resumen
Este artículo cuestiona el respeto a la franja de protección reforzada
por parte de las televisiones generalistas, tanto públicas como privadas.
La metodología utilizada parte de un análisis de la legislación vigente,
basada en el Código de autorregulación de contenidos televisivos e infancia y la Directiva Televisión Sin Fronteras del año 1989 (con posteriores actualizaciones). El trabajo se propone analizar hasta qué punto
existe un compromiso responsable por parte de las televisiones que se
refleje en una programación educativa.
Teniendo en cuenta que el Código de autorregulación de contenidos
televisivos e infancia es el texto base que regula la protección de los
menores en España, el artículo recoge un análisis de contenido de TVE1
y Telecinco en franja de protección reforzada efectuado a partir de las
pautas establecidas por el propio código. Para matizar las conclusiones
del análisis, se apuntan también los resultados de un grupo de discusión, una entrevista en profundidad con un experto en comunicación y
educación y un análisis de las audiencias infantiles.
Palabras clave
Regulación, menores, televisión, programación, educación.
Abstract
This article disputes the respect of child protection time by public
and private televisions. The methodology of the paper starts from an
[ 213 ]
Mónica Faro
analysis of the legislation in force, based on the Código de autorregulación de contenidos televisivos e infancia and Television Without Frontiers Directive of 1989 (with subsequent updates). This work aims to
analyse to what extent there is an active and responsible compromise
by television stations translated in an educational programming.
Considering the Código de autorregulación de contenidos televisivos
e infancia as the legal base concerning minors protection in Spain, the
article collects a content analysis of TVE1 and Telecinco in childs protected timing, carried out from the own guidelines of the code. To tinge
the conclusions of the analysis, the paper points out the results of a discussion group, an in-depth interview with an expert in communication
and education and an analyse of children’s audience.
Key words
Regulation, minors, television, programming, education.
La televisión sigue siendo hoy en día uno de los agentes socializadores de la infancia. Las cadenas de televisión, tanto públicas como privadas, deben dirigirse a este colectivo respetando unas normas éticas que
tengan en cuenta a la audiencia infantil. Sin embargo, ¿cuál es el marco
legal que regula el horario de protección reforzada? ¿Existe realmente el
compromiso responsable de las televisiones para hacer de su programación una fuente de educación?
En primer lugar, este artículo1 se propone analizar la legislación vigente con respecto a la protección de menores en la televisión. Teniendo en cuenta que la Ley del Audiovisual es todavía un proyecto, la materia está corregulada por dos textos: la Directiva Televisión Sin
Fronteras del año 1989 (con posteriores actualizaciones) y el Código de
autorregulación de contenidos televisivos e infancia.
Este código fue rubricado el 9 de diciembre de 2004 por TVE, Telecinco, Antena3 y Sogecable, y se extendió más tarde a otras productoras. En consecuencia, el objetivo general de este trabajo es analizar si
las televisiones generalistas respetan este código –puesto que es la base
legal en nuestro país– y, en caso contrario, conocer cuáles son los motivos que incitan a su incumplimiento y el resultado que se observa en
la programación.
[ 214 ]
Televisión e infancia: el respeto de la franja…
Además, se ofrecen en el texto los resultados de un análisis de contenido de dos cadenas –TVE1 y Telecinco– en franja de protección reforzada. Los protocolos de análisis se basan en las propias pautas establecidas por el código y se apuntan las conclusiones de una entrevista
en profundidad con un experto en el tema, así como los resultados de
un grupo de discusión. Por último, se efectúa un análisis de las audiencias infantiles para ver la importancia real del público infantil.
Marco legal: televisión e infancia
La Directiva Televisión Sin Fronteras fue adoptada por el Consejo
Europeo en 1989, entre otras cosas, para reforzar la protección de los
menores en los sectores de radiodifusión e Internet.
En el artículo 22 del capítulo V el Consejo establece que los Estados
Miembros deben adoptar medidas para garantizar que la programación
televisiva no incluya programas perjudiciales para el desarrollo de los
menores. Sin embargo, a pesar de haber sido revisada en 1997, seguía
presentando un lenguaje demasiado sutil como para que las cadenas se
comprometieran con los menores. En el año 2003, una consulta pública
realizada a todos los Estados Miembros mostró que la Directiva precisaba un examen más detenido en cuanto a la protección de los menores
y se propuso así una actualización de la Recomendación sobre protección de menores y la dignidad humana del año 19982, debido a la disparidad en la aplicación entre cada Estado.
En el año 2004, el Parlamento Europeo y el Consejo actualizaron la
recomendación con la idea de cubrir cuestiones relacionadas con la
educación y alfabetización mediática de los menores. La actualización
se centra en la necesidad de ejercer un control efectivo sobre los contenidos de Internet, una plataforma de medios en plena evolución. También se promueven acciones que permitan a los menores utilizar de manera responsable los servicios audiovisuales, en particular a través de
una mayor sensibilización de los padres, educadores y profesores3.
En esta recomendación, el Consejo invita a los Estados Miembros a
establecer marcos nacionales de regulación y les anima a investigar sobre nuevas formas de protección de menores y telespectadores. La presión europea, así como la falta de clasificación de los contenidos por
[ 215 ]
Mónica Faro
edades o el deficiente sistema de calificación y señalización de la programación, aceleraron en nuestro país la adopción de un código de autorregulación en materia de contenidos televisivos e infancia.
El 9 de diciembre de 2004, el Gobierno, TVE, Telecinco, Antena3 y
Sogecable firmaron el Código de autorregulación sobre contenidos televisivos e infancia. El código no implica la aplicación de una normativa
estricta puesto que es una conducta que las televisiones y productoras
se comprometen a seguir. ¿Es esto suficiente o debería existir una ley
específica al respecto?
Antes de comprobar su efectividad, conviene repasar cuáles son los
criterios o principios estipulados en este texto.
En el segundo apartado, el código establece los criterios a seguir
para proteger la franja horaria de 06:00 a 22:00 horas. Aunque se marcan una serie de principios éticos, ninguna norma se apunta en el texto
y las recomendaciones pecan de ambigüedad. Por ejemplo, el código se
propone evitar “la emisión de imágenes de violencia, tratos vejatorios, o
sexo no necesarias para la comprensión de la noticia”4. Pero, ¿dónde se
traza el límite de la ética en la emisión de las imágenes? En realidad este
es un debate constante entre los periodistas que está sometido a la relatividad de la ética. La aplicación de este principio, por tanto, no deja
de depender de un criterio que en cierta manera es subjetivo y no impone ninguna línea estricta a seguir.
Otro de los aspectos que se contemplan es la regulación publicitaria.
El código se refiere directamente a la asociación privada Autocontrol
(Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial).
Fundada por anunciantes, agencias de publicidad, medios y demás
agentes implicados, Autocontrol vela para que el sector sea “veraz, legal, honesto y leal”5 y establece que los anuncios que no cumplan con
los criterios establecidos por la comisión no serán emitidos. Cabe mencionar que esta asociación ejerce una gran actividad en cuanto a la regulación de la publicidad y que, al enmarcarse en la Ley de 1989, está
sometida a más sanciones que el resto de las producciones televisivas.
Además, pasa por filtros de organismos autorreguladores como la European Advertising Standard (EASA). No es desdeñable que la publicidad
forma parte de las emisiones televisivas, y se observa que es la que más
controles recibe, probablemente por la existencia de una ley concreta al
respecto.
[ 216 ]
Televisión e infancia: el respeto de la franja…
El apartado IV del código recoge una de las secciones más importantes, puesto que se refiere a la “clasificación, señalización y emisión
de programas televisivos”, uno de los ámbitos cuya regulación se consideraba insuficiente antes de la firma del texto.
La ambigüedad es mucho menor en este apartado que en el resto
del código, aunque los criterios orientadores de la clasificación de los
programas conforman un anexo y no una parte totalmente integrada en
el texto. Se divide la programación por edades y a su vez en cuatro temáticas (comportamientos sociales, violencia, temática conflictiva y
sexo) y para cada franja de edad se establecen unas pautas distintas a
seguir.
Así mismo, cabe destacar la presencia de los órganos que velan por
el cumplimiento del acuerdo, el Comité de Autorregulación y la Comisión Mixta de Seguimiento. Aunque las funciones de evaluación y recomendación son muy relevantes para mejorar los contenidos televisivos,
ninguno de los dos órganos tiene en realidad poder sancionador.
Otro aspecto que muestra la insuficiencia del código es el compromiso a que “en las franjas de protección reforzada, al menos en uno de
dichos canales se emita preferentemente una programación específicamente infantil o bien alternativamente educativa, cultural, informativa o
deportiva, y, en todo caso, clasificada para todos los públicos”6. ¿Es suficiente el compromiso de un solo canal de televisión? ¿Qué programación sustituye entonces, en el resto de los canales, a la mencionada en
este compromiso?
El código de autorregulación recoge unas normas claras, especialmente en el anexo Criterios orientadores para la clasificación de programas televisivos. No obstante, la ausencia de elementos sancionadores
da libertad a las televisiones y productoras para incumplir el acuerdo en
beneficio de otros intereses.
En cuanto a la Directiva Televisión Sin Fronteras, en marzo de
2007 el Consejo Europeo propuso una nueva modificación que se
centra en la regulación de los servicios en línea debido a los cambios
tecnológicos7.
Sin embargo, la Directiva sigue sin hacer alusiones directas a la programación en televisión ni a la franja horaria protegida y no establece
pautas claras sobre el control que debería efectuarse para que se trate
de un servicio óptimo que tenga en cuenta a la audiencia infantil.
[ 217 ]
Mónica Faro
Respeto de la franja de protección reforzada
Tras haber hecho un repaso a la legislación en la materia se deduce
lo siguiente: por un lado, el Código de Autorregulación de Contenidos
Televisivos e Infancia, aunque contiene algunos principios claros, es insuficiente para imponer un verdadero compromiso de las televisiones.
Por otro lado, se genera la hipótesis de que los criterios establecidos, al
no imponer ninguna sanción, no se cumplen realmente. Para responder
a esta hipótesis es necesario analizar la programación emitida en horarios de protección reforzada, preferentemente en dos cadenas de distinto carácter, una pública y otra privada.
La metodología utilizada es un análisis de contenido de las generalistas TVE1, cadena de financiación pública, y Telecinco, una privada.
La elección de la franja horaria consiste en tres intervalos de una hora
pertenecientes al horario de máxima protección marcado por el código
de autorregulación (de lunes a viernes de 8:00 a 9:00 y de 17:00 a
20:00 horas, así como los sábados y domingos entre las 9:00 y las 12:00
horas).
Para poder analizar una muestra representativa, este estudio se ha
centrado en un intervalo de cada una de las franjas, la semana del lunes 16 de abril al viernes 30 de abril de 2007 de 8:00 a 9:00 y de 18:00
a 19:00 horas así como el sábado 21 y domingo 22 de abril de 10:00 a
11:00 horas.
El protocolo de análisis corresponde a los Criterios orientadores
para la clasificación de programas televisivos establecidos por el propio
código de autorregulación. Los criterios se han ordenado de la siguiente manera: por un lado los valores positivos que deberían aparecer en
los Programas especialmente recomendados para la infancia 8, y por
otro, los valores negativos recogidos en la clasificación de Programas
no recomendados para menores de 13 años 9. El motivo de esta selección es que la franja de máxima protección reforzada para la infancia
corresponde a este límite de edad, “el segmento de edad más vulnerable” según el código10.
La cuantificación de los resultados se ha efectuado en porcentaje por
días emitidos y no en número de veces que se infringe en un mismo
programa, considerando la ausencia o presencia de dichos valores
como un incumplimiento.
[ 218 ]
Televisión e infancia: el respeto de la franja…
A) Análisis de Televisión Española (La Primera)
– De 8:00 a 9:00 horas: Telediario.
En este programa se observan valores positivos, como cooperación
(100% de los días) y solidaridad e igualdad (20%). En cuanto a la publicidad, el análisis demuestra que la solidaridad, la igualdad y la cooperación
se fomentan en gran medida (60%) así como la educación (40%). También
se presentan conflictos de la infancia resueltos adecuadamente (20%).
No obstante, en el telediario también aparecen valores negativos
como la violencia física (100%), violencia verbal y conflictos emocionales (60%), así como comportamientos intolerantes (20%). La publicidad
emitida en esta franja fomenta el culto a la delgadez y la desigualdad
entre sexos (100%) y presenta manifestaciones sexuales (20%).
– De 18:00 a 19:00 horas: Telenovela La viuda de Blanco y España
directo.
Algunos valores positivos aparecen en esta franja horaria. Actitudes
de cooperación (20%) se encuentran en la telenovela así como en España directo (20%). En este último también se fomenta la protección al
medio ambiente (40%). La publicidad refleja solidaridad (60%), igualdad
(40%) y buena resolución de conflictos (20%).
En cuanto a los valores negativos, se observan conflictos emocionales (100% en la telenovela y 60% en España directo), violencia verbal
(80% y 40%), la presentación positiva de personajes con mala conducta
(40% en La viuda de blanco) y violencia física y comportamiento intolerante (20% también en la telenovela). La publicidad incita al culto a la
delgadez y a la desigualdad entre sexos (100%), presenta conflictos
emocionales (40%) y sexo (20%).
– De 10:00 a 11:00 horas (fin de semana): dibujos animados.
Como valores positivos, se observan cooperación y buena resolución de conflictos (100%), solidaridad e igualdad (50%) y protección del
medio ambiente y educación (50%). También aparecen valores negativos como violencia (50%) o comportamientos intolerantes (50%).
La publicidad también refleja cooperación (100%) pero al mismo
tiempo fomenta la desigualdad entre sexos (100%) y presenta positivamente a personajes con mala conducta (50%).
[ 219 ]
Mónica Faro
En cuanto a la señalización de la programación, en ningún caso aparece la correspondiente.
B) Análisis de Telecinco
– De 8:00 a 9:00 horas: Informativos Telecinco.
Aparecen valores negativos como violencia física gratuita –tiroteos,
fotos del asesino de Virginia en actitud violenta, heridos e imágenes
sangrientas– (100%) y violencia verbal (40%). También se encuentran
valores positivos como el fomento de la solidaridad y la cooperación
–diálogo entre políticos– (20%) o la igualdad y tolerancia –superación
de personas con discapacidad– (20%).
– De 18:00 a 19:00 horas: A tu lado.
Se presentan positivamente personajes con mala conducta o comportamiento intolerante –por parte de invitados o trabajadores del programa– (100%), conflictos personales y familiares como espectáculo
(100%), mensajes sexuales explícitos (40%) y violencia física gratuita
(20%).
– De 10:00 a 11:00 horas (fin de semana): Fórmula 1.
La parrilla de Telecinco los fines de semana está sometida a cambios
en función de algunos eventos deportivos. En el fin de semana analizado no se encontró el fomento de ningún valor negativo ni positivo.
En cuanto a la publicidad, el 100% de los días se observan valores
positivos como la solidaridad (campaña de lotería de la Asociación Española contra el Cáncer), el cuidado del medio ambiente o educación
sexual. Ningún valor negativo aparece en las franjas horarias analizadas.
En esta cadena tampoco se observa ninguna señalización explícita que
advierta de que los contenidos no son adecuados.
Tras observar los resultados del análisis se puede concluir que las televisiones no respetan el Código de autorregulación sobre contenidos
televisivos e infancia. Aunque la evaluación de los criterios puede someterse a debate debido tanto a la propia ambigüedad del código como
a la posible subjetividad del análisis, los contenidos televisivos no se
ajustan a las necesidades infantiles definidas en el propio texto.
[ 220 ]
Televisión e infancia: el respeto de la franja…
Motivos del incumplimiento del código
Después de analizar los contenidos televisivos en horario de protección reforzada se deduce que no sólo hay carencia de programas
educativos sino que además muchos de los contenidos pueden ser
contraproducentes para los niños. Si son las propias televisiones las
que han redactado un código de autorregulación, ¿cómo se explica el
incumplimiento?
En primer lugar existe una razón claramente económica, aunque con
algunas diferencias entre el ente público y el privado. Una de las bases
de la televisión pública es el cumplimiento de un servicio público que
vele por la formación y la información de los ciudadanos. Sin embargo,
como apunta Fernández Baena, especialista en televisión educativa, “la
propia Unión Europea ya no contempla la comunicación e información
como un servicio público y esencial que tiene que ser regulado por el
Estado”11. Esto deriva en una concepción deformada de la televisión,
que también se ve reforzada por el auge de las televisiones privadas: la
programación es una mercancía, un producto que responde a la ley de
la oferta y la demanda.
Por un lado, los programas con baja audiencia son instantáneamente retirados de la parrilla. Por otro, si un programa tiene éxito, su formato, sea cual sea, va a ser explotado al máximo, provocando una constante repetición en el tipo de programas. El resultado es un gran
empobrecimiento de la programación, entre otras cosas, en detrimento
del público infantil.
Por otra parte, el incremento de las televisiones privadas implica que
desde el Gobierno no se impongan sanciones directas que limiten los
contenidos. Por tanto, la legislación se basa en una autorregulación
que, como su nombre indica, en ningún caso va en contra de los intereses de las empresas firmantes. El propio código de autorregulación
establece que “la mejor protección a la infancia y a la juventud exige un
comportamiento activo de los padres y educadores, a quienes de forma
más directa atañe la responsabilidad de la educación de los niños y los
jóvenes”12.
Aunque esta afirmación sea acertada, puede generar dudas y debate
sobre la verdadera responsabilidad social de las televisiones, que tiende
a disminuir en beneficio de criterios empresariales.
[ 221 ]
Mónica Faro
En segundo lugar, otro de los motivos de la despreocupación de las
televisiones por el público infantil responde a un contexto social. Los
niños dedican cada vez menos tiempo a ver la televisión y más a otras
actividades. Esta deducción corresponde a otros dos estudios en los que
se basa este artículo. Por un lado, un análisis cualitativo y cuantitativo
de las audiencias a partir de datos facilitados por TNS Audiencia de Medios de 1999 a 2007 y datos adicionales de 2003 extraídos del libro El
canguro catódico, publicado por la Academia de las Ciencias y las Artes
de Televisión en 2004. Por otro lado, un grupo de discusión realizado
entre seis madres de niños de 4 a 12 años, alumnos del Liceo Juan de
la Cierva de Getafe (Madrid), que accedió a colaborar con el proyecto
de investigación13.
Según los datos de TNS Audiencia de Medios, en 1999 el público infantil correspondía a un 15’8% de la audiencia mientras que en 2007 la
cifra se redujo a un 13’9%. Aunque la tendencia es lenta, no parece remitir, debido a la constante aparición de nuevas formas de ocio (como
los videojuegos o Internet) y el ritmo de vida cada vez más acelerado
de los niños. Según una de las madres que participaron en el grupo de
discusión, “de los cinco días de la semana, tres son para la natación y
otro para la catequesis, además de los deberes que les mandan en clase”. El proceso tiene por tanto un doble filo: los niños ven menos televisión y las televisiones cada vez emiten menos contenidos infantiles en
horario de protección reforzada.
En tercer lugar, la Academia de las Ciencias y las Artes de la televisión afirma que la falta de programación infantil está ligada a un factor
demográfico: en el espectro de las audiencias el público infantil tiende
a disminuir porque así lo hace el número de nacimientos por año. En
ese contexto, la Academia estima “la baja tasa de natalidad española
como explicación de la baja rentabilidad de la programación infantil”
(VV.AA, 2004).
Estos tres factores están ligados entre sí y todos contribuyen a crear
una espiral en la que parece desaparecer lentamente la función educativa de la televisión. Se replantea así uno de los eternos debates sobre la
producción de contenidos y que algunos expertos en televisión, como
Rodríguez Pastoriza, apuntan en sus trabajos: “¿Es la demanda cultural la
que regula la oferta en los medios o es la oferta la que determina la demanda por parte de las audiencias?” (Rodríguez Pastoriza, 2003).
[ 222 ]
Televisión e infancia: el respeto de la franja…
Una de las tendencias que se observa en los datos de audiencia y
sostenida por los comentarios de las madres que participaron en el grupo de discusión es que los niños cada vez ven más televisión fuera del
horario protegido. El programa más visto en 2006 por los niños de entre 4 y 12 años corresponde a la producción de Antena 3 El peliculón,
el día 2 de enero con una cuota del 63,1%. Este programa se emite a
partir de las diez de la noche. Otros de los programas que aparecen en
el ranking corresponden a series de producción nacional como Los Serrano, Aquí no hay quien viva o Camera Café, todas emitidas en horario nocturno de prime-time de 22:00 a 00:00 horas14. De hecho, pese a
estar fuera del horario protegido y tratarse de un horario supuestamente destinado a las horas de sueño de los menores, es la franja que cuenta con mayor público infantil después de la de sobremesa (por una diferencia de 2.000 espectadores). En el año 2003, un promedio de
674.000 espectadores menores de 12 años estaba delante de la pantalla
de las 22:00 a 00:00 horas. Aunque la audiencia infantil desciende a partir de esa hora, no es desdeñable que una media de 156.000 niños estuviera frente a la televisión en horario de late night, (a partir de las
00:00) y tampoco que una suma considerable, 13.000 niños, se mantuviera viendo la televisión hasta la franja de madrugada15.
Íntimamente ligado a esta tendencia está el hecho de que cada vez
más programas específicamente infantiles como, por ejemplo, películas
de dibujos animados16, se emitan en prime-time en lugar de en franja
protegida, puesto que las cadenas son conscientes de que los niños ven
televisión a esa hora. En ese sentido cabe valorar que las televisiones
intenten responder a las necesidades infantiles, sea o no con el objetivo
de aumentar los índices de audiencia. Sin embargo, esto cuestiona la
conveniencia del actual horario protegido así como la falta de cierta regulación en la franja de prime-time.
Por último, el auge de la televisión de pago tiende a atribuir a las cadenas temáticas la responsabilidad con la infancia. Cuatro de los 15 canales temáticos más vistos en febrero de 2007 corresponden a canales
infantiles17. Sin embargo, aunque el principal objetivo planteado por estas cadenas era la producción de nuevos contenidos infantiles, la mayoría de las emisiones se basa en la repetición de películas. Es previsible
que con la popularización de la TDT (Televisión Digital Terrestre) y el
apagón analógico las cadenas se replanteen incrementar las nuevas
[ 223 ]
Mónica Faro
producciones. Desde el año 2005, las cadenas temáticas dirigidas a los
niños han experimentado un aumento de la audiencia infantil, de un
14,2% a un 19’1% en el año 2007. La televisión de pago en general también tiende a aumentar su audiencia, con una evolución del 12,4% al
18’9% en el mismo periodo18.
No obstante, si bien la carencia de programación infantil en las cadenas generalistas está ligada al auge de nuevos canales temáticos, el
panorama de la audiencia no ha conocido grandes modificaciones,
puesto que las primeras se mantienen líderes de audiencia con mucha
diferencia. Destaca la posición de Telecinco, que en 2007 se mantuvo
en primer lugar con un 20,8% de la cuota19. Por tanto, la ausencia de
programas infantiles así como la presencia de contenidos inadecuados
tiene todavía una repercusión real en la audiencia infantil. Sin embargo,
¿cómo se pueden cuantificar o calificar los efectos en la educación de
los niños?
Efectos del incumplimiento del código en la audiencia infantil
Las madres que participaron en el grupo de discusión realizado para
este estudio sostuvieron que la televisión puede ser influyente en el
comportamiento infantil, pero no necesariamente en sentido negativo,
algo que, según ellas, depende del entorno. “Nuestros hijos suelen imitar comportamientos televisivos, pero eso no quiere decir que tengan
una actitud violenta”, afirmó una de las madres. Fernández Baena también apuntó en la entrevista que los efectos de la televisión están relacionados con otro tipo de factores de carácter psicológico o social.
No es objeto de este estudio recoger cuáles son los efectos de la televisión. Como diría Contreras Tejera, existe la “imposibilidad de analizar la influencia que el medio televisivo tiene en la sociedad, y particularmente en el ámbito infantil. El principal problema radica en la
incapacidad investigadora para poder aislar el fenómeno del resto de
los factores que conforman la vida cotidiana” (Aguaded Gómez, 2000).
Sin embargo, más allá de los posibles efectos que pueda tener, el compromiso de las televisiones con el público infantil debe basarse en una
responsabilidad social con la educación que responde a una función
primordial del medio.
[ 224 ]
Televisión e infancia: el respeto de la franja…
Conclusiones y prospectiva
Varias conclusiones generales se desprenden de este estudio:
1. El marco que regula el respeto a los menores en la televisión es
insuficiente, puesto que se limita a dos textos que contienen ambigüedades y carecen de carácter sancionador.
2. Las televisiones generalistas analizadas (TVE1 y Telecinco) no
cumplen el Código de autorregulación sobre contenidos televisivos e infancia pese a haber sido firmado por ellas mismas.
3. Las razones del incumplimiento y, en consecuencia, de la emisión
de contenidos inadecuados en horario infantil, están ligadas, además de
a la falta de un marco legislativo completo, a los intereses económicos
de las empresas privadas.
4. Los niños cada vez ven menos televisión en horario protegido y la
audiencia infantil aumenta fuera de éste. Las televisiones responden a
este hecho con más programas infantiles en horario prime-time, pero el
código de autorregulación no recoge esta tendencia por lo que la actual
franja de protección reforzada pierde sentido y, en consecuencia, los límites y criterios establecidos en cuanto a la programación.
5. El auge de la televisión de pago representa un aliciente para la reducción de contenidos infantiles y una pérdida de interés por parte de
las televisiones generalistas de cara al público infantil.
6. Aunque la influencia de la televisión está cuestionada tanto por
madres como por expertos, no debe desdeñarse la responsabilidad social de la televisión de cara a la infancia ya que los niños siguen siendo
un público potencial.
Tras efectuar estas averiguaciones, se proponen varias vías de actuación que pueden contribuir a la solución del problema:
1. Si bien no se puede limitar la acción de las televisiones privadas
(por ser empresas que se rigen por el mercado), debería existir un verdadero compromiso ético de cada televisión con los niños. Esto no
debe suponer una pérdida de beneficios de las empresas. Hay que tener en cuenta que, a pesar de que haya disminuido en los últimos años,
la audiencia infantil es significativa. Por tanto, debe haber –hablando en
[ 225 ]
Mónica Faro
términos económicos– más oferta para que los receptores tengan más
opciones. De modo que esto sería también positivo para las televisiones
puesto que la audiencia infantil podría acrecentarse, como se ha visto
con la aparición de canales temáticos. En este sentido, las televisiones
públicas y privadas deberían arriesgarse a crear nuevos formatos y, por
tanto, invertir más presupuesto en la producción propia de contenidos
educativos.
2. No obstante, esto no significa censurar contenidos. Simplemente
es un deber de las televisiones fomentar la responsabilidad educativa.
Por ejemplo, a través de campañas de sensibilización que insistan en la
importancia del rol de los padres: éstos tienen que ser conscientes de
que sus hijos no pueden ver determinados programas y de que tienen
que ver la televisión con ellos. De este modo, los posibles efectos de la
televisión no serían nocivos, sino constructivos (por ejemplo, en el caso
del empleo inapropiado del lenguaje, el rol de los padres es fundamental para que los niños interioricen el lenguaje correcto).
3. Tampoco tiene por qué ampliarse el horario protegido. Como
bien dice Calvo, “no existe, ni podrá existir una programación ideal,
porque el espectro social es muy variado” (Aguaded Gómez, 2000). No
sólo existen otros públicos potenciales, sino que la televisión no puede ni tiene por qué satisfacer todas las necesidades infantiles puesto
que hay otros agentes sociales que también deben encargarse de la
educación de los niños. Sin embargo, sí que deben respetar su propio
código ético. En caso contrario parecería que sólo es una cuestión de
imagen.
4. Es deber del Gobierno redactar una Ley con poder sancionador
que contemple este aspecto de la programación, del mismo modo en
que existe una Ley de Publicidad. En este sentido, la comisión de autorregulación también tiene que asumir un papel controlador a través de
filtros eficientes que eviten el incumplimiento del código. Existe por
tanto una importante responsabilidad política, sobre todo en el caso de
las televisiones públicas. Deberían destinarse presupuestos significativos
a los departamentos de programación infantil, donde pedagogos, psicólogos, educadores y comunicadores lleven a cabo una actividad responsable con la infancia.
5. Es fundamental una convergencia entre educación y comunicación. Como bien apunta el educomunicador Fernández Baena, entrevis[ 226 ]
Televisión e infancia: el respeto de la franja…
tado para este trabajo, uno de los problemas es que “en la educación
obligatoria no se contempla ninguna asignatura de educación en comunicación, ni siquiera una porción de un temario”. Los padres y los educadores son agentes muy importantes en la educación infantil, pero la
educación mediática debe fomentarse principalmente desde la política.
Esto supone crear o promover una disciplina que se proponga “desarrollar tanto la comprensión crítica como la participación activa. Esto capacita a los jóvenes para que, como consumidores de los medios, estén en
condiciones de interpretar y valorar con criterio sus productos” (Buckingham, 2004). Este hecho contribuiría a una alfabetización mediática
por parte de los niños y jóvenes, fundamental para su desarrollo personal e intelectual.
6. Deben utilizarse las posibilidades de un medio de masas como es
la televisión, no sólo con objetivos lucrativos sino también pedagógicos.
“La televisión puede y debe servir para comunicarnos, para comentar lo
visto, para debatir utilizando el mediador verbal. Ha de entenderse que
es un instrumento que muestra realidades o fantasías, aspectos próximos o lejanos que deben analizarse, disfrutarse o repudiarse desde el
criterio personal o colectivo, aprendiendo a digerir sus contenidos en
dosis razonables, huyendo de un posicionamiento pasivo” (Urra y otros,
2000). La investigación sobre posibles vías para incrementar la programación infantil, educativa y cultural debe partir de los propios medios,
íntegros responsables del contenido de sus productos.
Bibliografía
AGUADED GÓMEZ, J.I. (2000): Televisión y Telespectadores. Huelva. Grupo Comunicar.
BUCKINGHAM, D. (2004): Educación en medios, Alfabetización, aprendizaje y cultura
contemporánea. Barcelona. Paidos.
CHOMSKY, N. y RAMONET, I. (1996): Cómo nos venden la moto. Barcelona. Icaria.
GARCÍA MATILLA, A. (2003): Una televisión para la educación, la utopía posible, Barcelona. Gedisa.
GARCÍA MATILLA, A., CALLEJO GALLEGO, J. y WALTER, A. (2004): Los niños y los jóvenes
frente a las pantallas. Madrid. Ministerio de Asuntos Sociales, Colección Estudios.
RODRÍGUEZ PASTORIZA, F. (2003): Cultura y televisión. Barcelona. Gedisa.
V.V.A.A. (2004): El canguro catódico. Madrid.
[ 227 ]
Mónica Faro
Notas
1
Este artículo se basa en un trabajo de investigación previo realizado conjuntamente
con David Navarro Blázquez, Paloma García Consuegra, Sandra Cañedo Gómez y
Néstor García García entre marzo y junio de 2007. Corresponden a la autora del mismo la síntesis y las conclusiones presentadas en esta ocasión.
2 La recomendación de 1998 es a su vez una actualización del libro verde de 1996, que
tiene por objetivo “profundizar el debate sobre las condiciones necesarias para la creación de un marco coherente para la protección de los menores y de la dignidad humana en los servicios audiovisuales y de información en la Unión Europea (UE)”.
(http://europa.eu/scadplus/leg/es/lvb/l24030.htm).
3 En el apartado 2 del primer artículo, la recomendación promueve “acciones que permitan a los menores utilizar de forma responsable los servicios audiovisuales y de información en línea, en concreto mediante una mejor sensibilización de los padres,
educadores y profesores sobre el potencial de los nuevos servicios y sobre los medios
adecuados de protección de los menores, en particular mediante competencias mediáticas elementales o programas de educación sobre los medios”. (http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/site/es/com/2004/com2004_0341es01.pdf, consulta 21 de enero
de 2008).
4 Este principio se recoge en el apartado II “Menores y programación televisiva en horario protegido” (06:00 a 22:00 horas) capítulo 3 “Los menores como telespectadores
de los informativos” del Código. (http://www.tvinfancia.es/Textos/CodigoAutorregulacion/Codigo.htm, consulta 21 de enero de 2008).
5 Presentación de Autocontrol, disponible en http://www.autocontrol.es/, consulta: 21
de enero de 2007.
6 Apartado VII, “Compromiso de las televisiones públicas”, (http://www.tvinfancia.es/
Textos/CodigoAutorregulacion/Codigo.htm, consulta 21 de enero de 2008).
7 En la enmienda 46 la propuesta establece que “Se deben compaginar cuidadosamente las medidas para proteger a los menores y la dignidad humana con el derecho fundamental a la libertad de expresión consagrado en la Carta de los derechos fundamentales de la Unión Europea (...) en especial respecto de los servicios no lineales,
mediante la obligación de señalar claramente, antes de su difusión, el carácter particular de ciertos programas, de conformidad con el artículo 1 y el artículo 24 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea”. (http://eur-Lex.europa.eu/
LexUriServ/site/es/com/2007/com2007_0170es01.pdf, consulta 21 de enero de 2008).
8 Los valores positivos que se mencionan en el código son solidaridad, igualdad entre
sexos y raza, cooperación, protección del medio ambiente, educación, formación sexual y conflictos propios de la infancia resueltos adecuadamente.
9 El código destaca como valores negativos comportamiento intolerante, consumo de
sustancias perjudiciales para la salud, culto a la extrema delgadez, violencia física gratuita, violencia verbal, presentación positiva de personajes con mala conducta, presentación de conflictos emocionales, presentación de miedo o terror, manifestaciones
sexuales explícitas y desigualdad entre sexos y razas.
10 Extraído de http://www.tvinfancia.es/Textos/CodigoAutorregulacion/Codigo.htm,
consulta 21 de enero de 2008.
[ 228 ]
Televisión e infancia: el respeto de la franja…
11 Genaro Fernández Baena es profesor de televisión informativa en la Universidad Carlos III de Madrid y socio cofundador de Aire Comunicación, una asociación de educomunicadores. Además ha sido docente en cursos, seminarios y congresos sobre televisión educativa y educación en medios de comunicación. En una entrevista en
profundidad realizada el 9 de mayo de 2007, Fernández Baena apuntó algunos de los
motivos de la actual carencia de contenidos educativos en la televisión.
12 Preámbulo del Código de autorregulación sobre contenidos televisivos e infancia,
http://www.tvinfancia.es/Textos/CodigoAutorregulacion/Codigo.htm
13 El grupo de debate se conformó el 10 de mayo de 2007 con una muestra de seis madres de entre 30 y 45 años y tuvo una duración de una hora. Se efectuó en el salón de
reuniones del A.M.P.A del Liceo Juan de la Cierva en base a un cuestionario que sirviera para encauzar el tema de discusión y promover el diálogo entre las participantes.
14 Datos extraídos del gráfico Ranking de los 50 programas diferentes más vistos en 2006
entre los niños de edades comprendidas entre 4 y 12 años, elaborado por Corporación
Multimedia, a partir de datos de TNS Audiencia de Medios.
15 Datos extraídos del gráfico Presencia del público de 4 a 12 años por bandas horarias
Año 2003, elaborado por Corporación Multimedia a partir de datos de TNS Audiencia
de Medios y recogido en El canguro catódico, libro publicado por la Academia de las
Artes y de las Ciencias de la Televisión.
16 Entre otras, en 2006 se emitieron las siguientes películas de dibujos a partir de las
diez de la noche: Buscando a Nemo –el 27-12-2006–, 102 Dálmatas –el 21-10-2006– y
Bichos una aventura en miniatura –07-01-2006, todas en Antena tres y en en los
puestos 3, 12 y 15 de los programas más vistos del año. Datos extraídos del gráfico
Ranking de los 50 programas diferentes más vistos en 2006 entre los niños de edades
comprendidas entre 4 y 12 años, elaborado por Corporación Multimedia, a partir de
datos de TNS Audiencia de Medios.
17 Se trata de Cartoon Network, Antena.Neox, ClanTVE y Disney Channel, según el gráfico Ranking temáticos en febrero 2007 facilitado por Corporación Multimedia, a partir de datos de TNS Audiencia de Medios.
18 Datos extraídos del gráfico Evolución de la cuota de pantalla en nuños de 4 a 12
años, elaborado por Corporación Multimedia, a partir de datos de TNS Audiencia de
Medios.
19 Datos extraídos del gráfico Ranking de canales TDT. Cuota de pantalla TDT. Febrero
2007, elaborado por Corporación Multimedia, a partir de datos de TNS Audiencia de
Medios.
[ 229 ]
Reseñas
RESEÑA
SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
Mariano Cebrián Herreros y Jesús Flores Vivar (eds.)
Blogs y periodismo en la Red
Editorial Fragua. Madrid. 2007. 520 pp.
José Manuel Noguera Vivo
[email protected]
La incursión de los blogs en la esfera periodística llegó a España con
el tradicional desfase respecto al mismo proceso en los ámbitos anglosajones. Cuando la Universidad de Harvard publicaba en 2003 su imprescindible informe sobre Weblogs y Periodismo dentro del Nieman
Reports (Vol. 57, nº 3, pp. 59-98), con los ensayos de cerca de una veintena de periodistas sobre las relaciones entre los dos ámbitos (y con firmas como Blood, Lasica, Gillmor, Allbritton o Grabowicz, entre otras),
en los medios nacionales apenas se estaba entrando en el debate banal
acerca de si los blogs eran periodismo o no. Una discusión sin sentido
porque los medios sociales de la Red, con los blogs a la cabeza, no tienen la intención de sustituir a quienes desempeñan el periodismo de
forma profesional. Pero sí valen para denunciar que muchas veces los
profesionales de los medios no actúan como tales. La función de watchdogs (perros de presa o vigilantes) sobre la labor diaria de los medios
se ha intensificado como nunca gracias entre otros nuevos actores a los
blogs, que democratizan la comunicación en Internet como nunca se
había hecho hasta ahora. Por tanto, es lógico pensar que esa situación
moleste en primer lugar a todas aquellas industrias que disfrutaban de
un status quo basado en el monopolio sobre la producción y difusión
de algunos contenidos (periodismo, industrias culturales…). Roto ese
monopolio, los primeros intentos de resistencia siempre surgen como
denuncias sobre un presunto deterioro profesional, fruto del intrusismo,
[ 233 ]
José Manuel Noguera
que no es ni de lejos el principal problema. Sí lo es que los medios no
se adapten a un cambio de reglas, a un nuevo entorno mediático basado en la comunicación horizontal, sin jerarquías, fruto de la conversación y de productos de naturaleza colectiva, o directamente, de contenidos creados por una parte de la audiencia que cambió su rol pasivo
por otro eminentemente activo.
Y la amenaza se difumina en la medida en que se va conociendo,
re-conociendo y aceptando como una oportunidad. Hay que bajarse del
púlpito y hablar con la colectividad, aceptar que “la voz de la colmena”
sabe más que el periodista individual y aprovechar las posibilidades de
esa conversación. Los blogs y los medios sociales no son una amenaza
para el periodismo. Son una amenaza para los malos periodistas. Los
que plagian, los que mienten, los que no contrastan, los que difaman.
Ahora la voz de retorno es tan fuerte tanto para la alabanza como para
la crítica. Quizás más fuerte si cabe para lo segundo. Esta redefinición
del ecosistema mediático obliga a un producto diferente, aceptando que
en ocasiones la audiencia será una parte esencial de la autoría de la información. Por ética profesional y por puro instinto de supervivencia,
habrá que aceptarlo. Atrás quedaron tiempos donde los primeros blogs
eran criticados por los periodistas calificándolos como simples listas de
enlaces.
Precisamente ese carácter simple estaba destacando la principal fortaleza de los nuevos medios: el entusiasmo de aficionados que escribían de forma desinteresada sobre algo que les apasionaba, el filtro sobre
la Red de un gusto personal y el uso compulsivo del hipertexto como
garantía de transparencia. Muchas cosas que los medios no daban. Muchas tentaciones. La señal llegó finalmente a España y a mediados de
2005 se convierte en uno de los momentos de eclosión de los blogs
dentro de las redacciones. Los medios saben que les conviene integrar
una nueva plataforma, pero la mayoría se queda a mitad de camino. Integran más una etiqueta que un nuevo producto. La mayoría básicamente se dedicó a enmascarar formatos ya conocidos (las tradicionales
columnas de opinión) sin la filosofía que implicaba adoptar un blog:
narración no lineal gracias al hipertexto, enlazar a la competencia si
fuera necesario, hablar con la audiencia… muchas promesas incumplidas que acaban con la decepción como tono predominante en el proceso de incorporación de blogs a los medios. La buena noticia llegó cuan[ 234 ]
Blogs y periodismo en la red
do algunos directivos decidieron empezar con sentido común y, antes
de iniciar blogs, contrataron blogueros. Contratar el know how antes
que poner una falsa etiqueta. Como el diario argentino Clarín y algunos
que le siguieron.
Años más tarde, a principios de 2008, los blogs cohabitan de una
forma más natural con los medios y viceversa. De hecho, algunas de las
últimas iniciativas periodísticas más interesantes como el digital de Gumersindo Lafuente, Soitu.es, reivindica no sólo la puesta en marcha de
una agenda diferente (una de las explicaciones del auge de los blogs),
sino que incorpora el concepto de “micromedio” como unidad fundamental del diario. Un hermano pequeño de la Blogosfera con mucho
camino por recorrer y posible guía de las nuevas reglas del entorno mediático digital. Nuevas señas de identidad de las que pueden encontrarse sus primeros esbozos en fuentes bibliográficas tan extensas como la
que nos proponen Cebrián Herreros y Flores Vivar, en una obra nacida
del libro de actas del Primer Congreso Internacional de Blogs y Periodismo en la Red, celebrado en la Universidad Complutense de Madrid
en abril de 2006. Más de medio centenar de autores abordan muchas de
las tesis comentadas anteriormente, en la que posiblemente es la mayor
recopilación en castellano sobre el tema, con aportaciones de autores
tan reconocidos y prometedores como Xosé López, Sonia Blanco, Sergio M. Mahugo, José Luis González, Manuel Gago o Koldo Meso, entre
muchos otros.
Afortunadamente y retomando la idea de inicio, el debate sobre si
los blogs son periodismo o no ya estaba bastante superado tanto en
2006, con la celebración del Congreso, como un año más tarde con la
publicación de esta obra. Los weblogs no definen nada per se, e igual
que utilizar una máquina de escribir no convertía a nadie en periodista
un blog tampoco lo hace con los internautas. En cambio, sí ofrece al
medio la oportunidad de reconfigurar, especialmente, sus relaciones
con la audiencia y algunos de los géneros informativos trasladados con
más artificios desde los medios tradicionales a la pantalla. Esta obra,
Blogs y Periodismo en la Red (2007), incluye algunas de las señales que
los medios no pueden dejar escapar si pretenden ubicarse de un modo
natural dentro del inevitable proceso de socialización de la información.
En este sentido podemos destacar, entre muchos otros, los trabajos sobre el papel de watchdog sobre los medios tradicionales de la Blogosfe[ 235 ]
José Manuel Noguera
ra (Blanco, 107-116), la importancia de los blogs como fuentes alternativas en espacios de censura gubernamental (Talaat, 53-61), el auge del
formato de confidencial-blog en la Red (Sánchez, 217-233) o el nacimiento de blogs personales como prescriptores políticos en una incipiente ciberdemocracia (Cerezo, 395-402).
Adicionalmente, la obra no sólo se centra en aspectos relacionados
con el periodismo y la Blogosfera, sino que incluye también capítulos
de índole más general como el IV (Analfabetismo tecnológico y brecha
digital) y el VII (Contenidos, calidad y ética de la información en la
Red), u otros de líneas específicas como el capítulo V, dedicado al empleo de los blogs como eje de estrategias educativas, así como otras
aportaciones puntuales dedicadas a radioblogs y videoblogs.
En cualquier caso y en una obra colectiva de esta magnitud, cabe
centrarse sobre todo en el análisis detenido de cada aportación individual, ya que se abordan demasiadas perspectivas y líneas de investigación diferentes como para considerar el libro desde un único hilo argumental. Considerar el título (blogs y periodismo) como reflejo de esa
argumentación que necesitamos para resumir cualquier obra sería el
equivalente a caer en el mismo reduccionismo de la pregunta que se ha
criticado desde el principio de este texto (¿Son los blogs periodismo?).
A estas alturas a nadie le interesa saber si los blogs son periodismo o
no. Hay demasiados blogs y periodistas en la Red como para asociar,
indiscriminadamente, sus respectivas ventajas y vicios a unos y otros.
Otra cosa es la brecha de “actitud digital” ante la que muchos permanecen impasibles. Allá ellos, los recogerán a la vuelta del camino.
[ 236 ]
RESEÑA
SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
Carmen Peñafiel Saiz (Editora)
Transformaciones de la radio
y la televisión en Europa
Servicio editorial de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), Zarautz, 2007, 213 pp.
Jon Murelaga Ibarra
Universidad del País Vasco (UPV-EHU)
[email protected]
La progresiva convergencia de medios y contenidos está transformando el escenario de la radio y la televisión. La explosión tecnológica
ha diversificado las opciones de difusión radiotelevisiva abriendo un
abanico de posibilidades y potencialidades desconocida hasta la fecha.
Transformaciones de la radio y la televisión en Europa pretende explicar algunos de los cambios que se están produciendo en la rama audiovisual europea y para ello se divide en dos bloques: “Situación actual y
tendencias de la radio” y “Procesos de cambio en la televisión”.
Este libro, como cualquier otro que verse sobre cambios y estados
de la cuestión, debe contextualizarse dentro del escenario de innovaciones y aplicaciones en el que nos situamos en la actualidad. Una sociedad global en constante transformación que madura cada segundo a velocidad de vértigo y donde se hace buena la reflexión del poeta catalán
Martí i Pol para quien no hay presente, ya que todos los caminos son
recuerdos o preguntas.
Situación actual y tendencias de la radio
Peñafiel comienza el libro con una reflexión serena y sosegada en
[ 237 ]
Jon Murelaga
“Los retos de la radio en el entorno multimedia”. Si bien es cierto que la
desaparición de la radio es un tema recurrente que ha llenado muchas
páginas de libros y comunicaciones desde el nacimiento y posterior expansión de la televisión, la comunicación de la profesora de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) invita a mantener la calma, ya que de
manera argumentada indica que el laberinto digital actual propone
oportunidades interesantes para el medio: “(…) la radio por su proyección digital y su presencia en Internet se va a convertir en un medio
más importante todavía. Desde el satélite hasta el podcasting, se avecina una avalancha de programación diferente que desatará una lucha
encarnizada de beneficios. (…) La radio como los otros medios comienza a ser realmente un proyecto multimedia en el que convergen distintas tecnologías, distintos aparatos que se integran en un solo equipo,
con nuevos lenguajes y nuevos servicios” (pp. 34-35).
Las siguientes dos comunicaciones son acercamientos teóricos a dos
opciones que batallan por la supremacía de la comunicación radiofónica: el DAB e Internet. “Digital radio: problems and dilemas of radio development” de Stanislaw J’drzejewski es una brillante y completa comunicación sobre el Digital Audio Broadcasting. Teoría, técnica y
desarrollo de una difusión que parece no arrancar del todo por los problemas, que a fecha de hoy, se pueden considerar como clásicos: infraestructuras, programación y receptores. Por su parte, “Radio en Internet, emisoras personales y nuevas redes emergentes” firmado por
Gotzon Toral y Jon Murelaga, trata con cierto entusiasmo las potencialidades de la nueva radio que se está gestando en Internet sin perder de
vista los nuevos modelos de radio individuales que están aflorando en
Internet como posibles competidores de los grupos de comunicación.
A las comunicaciones de J’drzejewski, Toral y Murelaga, les suceden
otras tres que se engloban en un apartado que podríamos denominar
como Medios de comunicación y democracia: “Democratización de los
mass-media por la proliferación de las nuevas tecnologías. Cambios en
la regulación y la radiodifusión comunitaria” de Guy Starkey; “Community radio: encouraging the involvement of citizens in public spheres” del incombustible Peter Lewis; y “Los déficit democráticos de los
medios audiovisuales”, de Manuel Chaparro.
Globalización, democracia, ciudadano o esfera pública, son cuatro
conceptos sobre los que versan estas tres comunicaciones. Todas ellas
[ 238 ]
Transformaciones de la radio y la televisión en Europa
tienen, en parte, como común denominador la necesidad de situar a los
oyentes o ciudadanos, si se prefiere, en un lugar principal en la toma
de decisiones reguladoras o programáticas.
La séptima comunicación de Transformaciones de la radio y la televisión en Europa viene firmada por otro clásico de los manuales, libros
y conferencias sobre la radio: Miguel Ángel Ortiz. En “El profesional de
la radio en la nueva era digital”, Ortiz trata de catalogar de manera teórica los perfiles profesionales que se podrían producir en el futuro con
el salto de la radio al nuevo espacio de convergencias y escenarios digitales. Se trata de diez páginas de un gran interés que, como el resto
de comunicaciones, hacen reflexionar al lector sobre los caminos, oportunidades si se prefiere, sobre los que discurrirá la radio del futuro. Interesante.
La primera parte del libro se cierra con la aportación que realizan
Isabel Guglielmone (“Radio France International: tendencias actuales y
construcción de un espacio público a nivel internacional”) y Paula Cordeiro (“Tendencies in the Portuguese Radio sector”).
Destaca la comunicación de Guglielmone que desmiga con precisión el universo de Radio France International (RFI). De manera ordenada, la profesora de la Universidad Tecnológica de Compiègne (Francia) aborda tres aspectos que pueden atraer la curiosidad del lector: la
historia reciente de RFI en relación con la geopolítica y los avances tecnológicos; el análisis de los temas, el diálogo, la interacción con el público y la importancia de su página web; y el análisis de un estudio cualitativo efectuado ante la audiencia de una de las estaciones de enlace
de RFI en América Latina: la radio FM Radio París-La Paz.
“Tendencies in the Portuguese Radio sector”, por su parte, aporta un
toque de color a la obra, ya que no es habitual encontrar trabajos que
aborden la situación de radios nacionales que no sean los típicos análisis del sector británico, francés o español. Cordeiro explica la realidad
técnica, organizacional y publicitaria del sector radiofónico portugués y
muestra la incorporación de la radiodifusión lusa al escenario de oportunidades de Internet. Se trata, volvamos a insistir, de una oportunidad
casi única para el lector de conocer de primera mano el estado de la radio portuguesa.
[ 239 ]
Jon Murelaga
Procesos de cambio en la televisión
El ex-director del ente radiotelevisivo vasco (EITB) Andoni Ortúzar
abre el apartado dedicado a la televisión con una comunicación de corte clásico: “La televisión pública en la era digital”. La comunicación empieza con un sugerente comienzo: “El día 1 de enero de 2010 se va a
producir un acontecimiento que va a marcar un antes y un después en
la historia de la televisión, el denominado <<apagón analógico>> (…)”
(p. 141). No parece que el apagón analógico vaya a ser ningún armageddon sino un nuevo contexto de oportunidades en el que Ortúzar sitúa al Servicio Público Vasco de Televisión (ETB) como referente. Indica algunas características que todo servicio público debe tener
presentes a la hora de abordar la transición digital: la proximidad, la
competitividad, el carácter internacional, la disposición multimedia, la
labor de impulsor de la industria audiovisual propia, su estética generalista, la garantía de diversidad, la profesionalidad y la calidad de los
contenidos.
La segunda comunicación se titula “La adaptación de la Directiva de
Televisión sin Fronteras al nuevo escenario audiovisual” y está firmada
por el joven investigador de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU)
Miguel Ángel Casado, que muestra de manera contundente la orientación de la política audiovisual comunitaria para el futuro basándose
fundamentalmente en el proceso de elaboración de la nueva directiva
de televisión sin fronteras. Muy interesante.
El doctor Mikel Urretabizkaia analiza en “La definitiva implantación
de la TDT en España” la situación y recorrido de la Televisión Digital Terrestre española. Se trata de una comunicación integral bien documentada y escrita desde el conocimiento del tema, ya que Urretabizkaia es jefe
de nuevos proyectos en Euskal Telebista (ETB) y la televisión digital terrestre en España y en Europa fue el tema seleccionado para realizar su
tesis doctoral. Un buen comienzo para los que flaqueen en esta parte.
El trío Fernández de Arroyabe, López y Peñafiel, por su parte, fieles
a su estilo y temática vuelven a colaborar, otra vez de manera excelente, en la confección de “Las aportaciones de la tecnología digital al nuevo modelo de programación y consumo de televisión”. La comunicación indica un nuevo escenario de consumos y contenidos que se
articulan a través de la TDT pero que también tienen cabida en los re[ 240 ]
Transformaciones de la radio y la televisión en Europa
ceptores móviles (i-POD, PDA o teléfono móvil). Para un lector un
poco más avanzado puede quedar un tanto escueto el epígrafe “Un
proceso imparable: contenidos intercambiables y portables”, que podría
haber sido la esencia y punto de partida de la comunicación. No obstante, unir dispositivos de recepción portables y contenidos audiovisuales siempre es garantía de avance para las comunicaciones sobre tecnología y medios de comunicación.
La penúltima aportación de la obra lleva por título “La omnipresencia mediática de la élite periodística. Nuevas perspectivas en la era digital” y está firmada por la doctora de la Universidad francesa de Michel
de Montaigne María Santos-Sainz. Se trata de una interesante visión de
un fenómeno social emergente en Francia denominado élite periodística
que está compuesto, en su mayoría, “por un grupo minoritario de periodistas parisinos vinculados en especial al periodismo de opinión” (p.
194). La esencia de la comunicación radica en la importancia que los
nuevos instrumentos de comunicación como los blogs pueden tener en
la creación u orientación de la opinión pública. Interesante.
El apartado “Procesos de cambio en la televisión” finaliza con la comunicación “Periodistas del medio audiovisual: formación y situación
laboral”. Rosa M. Martí y Mila Amurrio colaboran de nuevo en la elaboración de una comunicación que presenta una pequeña parte de los resultados de una investigación que ambas doctoras han llevado a cabo
para conocer el perfil sociodemográfico y profesional y las actitudes
que tienen hacia la profesión los periodistas de radio y televisión de la
Comunidad Autónoma Vasca (CAV). La comunicación termina con una
interesante conclusión: “(…) los periodistas de radio y televisión de la
CAV son hombres y mujeres jóvenes, con una licenciatura relacionada
con la comunicación, y son una minoría quienes dominan una lengua
extranjera. Su reciclaje se reduce a aspectos técnicos y propios del medio, y en su mayor parte carecen de una preparación específica en los
contenidos. Y es éste, precisamente, el dato que (…) deben tener presente los actuales aspirantes a trabajar en la radio y la televisión. Frente
al profesional para todo por el que apuestan algunas consultorías, creemos que es necesario apostar por periodistas que, además de dominar
la última versión del último programa de edición digital, sean expertos
en algún área de la realidad política, social o económica. Ése es, al fin
y al cabo, su cometido” (p. 212).
[ 241 ]
Jon Murelaga
Transformaciones de la radio y la televisión en Europa es un interesante libro que trata de responder a una batería de preguntas que plantea la editora Carmen Peñafiel en la presentación del libro: ¿Hacia dónde van los medios? ¿Cuáles son sus objetivos? ¿Cómo se desarrollará la
Galaxia Internet? ¿Qué cambios se producirán en la regulación? ¿Qué
contenidos y formatos triunfarán? ¿Cómo afectarán todos estos cambios
a la clase profesional periodística? ¿Cómo será la participación ciudadana en la esfera pública de los medios digitales?...
El único pero que se podría apuntar es que se queda un poco corto
aunque autoinvita a su desarrollo con una mayor cantidad de realidades
tanto radiofónicas como televisivas de los diferentes países de Europa.
[ 242 ]
RESEÑA
SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
Arturo Merayo (coordinador)
La radio en Iberoamérica:
evolución, diagnóstico y prospectiva
Comunicación Social Ediciones y Publicaciones, Sevilla, 2007, 450 pp.
Ángel Faus Belau
En marzo de 2007, finalizada la redacción de La radio en España
1896-1977, eché un vistazo a los proyectos pendientes: el número 1 de
mis 40 aplazados lo ocupaba “La radio en Latinoamérica”. Las motivaciones abundan: he recorrido esas tierras con frecuencia por razones
personales, académicas, de asesoramiento profesional a empresas informativas, etc. Mi presunta “radio latinoamericana” sería una nueva oportunidad. En éstas encuentro La radio en Iberoamérica: evolución, diagnóstico y prospectiva, obra coordinada por Arturo Merayo. Mi proyecto
radiofónico-latinoamericano ocupa ahora el número 1 de la papelera.
Arturo Merayo contrajo la radio –diagnóstico: incurable– en Festival
de Domingo, primer magazine dominical de nuestra radio ideado y producido íntegramente, allá por 1985, en los estudios de la Universidad de
Navarra y emitido por Radio Cadena Española. Curaron algunos de los
miembros de aquel fantástico equipo: él y Ana Tamarit, otra valiosísima
emponzoñada, no.
Profesional de largo recorrido en el medio y la docencia universitaria de la Comunicación, el profesor Arturo Merayo nos ofrece en La radio en Iberoamérica el primer y único –año 2008– trabajo académico y
profesional de la bibliografía española e inglesa sobre la radiodifusión
de esas naciones hermanas. Segunda nota dominante: esta obra ha sido
realizada sobre el conjunto de esos países. No se trata de un análisis de
las dos o tres potencias radiofónicas iberoamericanas sino sobre el con[ 243 ]
Ángel Faus
junto de todas ellas. Esta circunstancia convierte también en único e imprescindible el trabajo de Merayo y sus colaboradores.
Como en toda traslación a la imprenta de un fenómeno sonoro,
desaparece la emoción de la estética radiofónica, se olvidan hechos
históricos o no se palpan las circunstancias de lo cotidiano, entre otros
factores porque ésos no eran objetivos del trabajo. Los profesionales
iberoamericanos son auténticos héroes que actúan, habitualmente, o
con una carencia de medios lacerante o con una superabundancia técnica tal que oculta su creatividad a flor de piel, en ambos casos. Tampoco puede prescindirse del recuerdo del inigualable trabajo realizado
por Caracol durante el asalto al Palacio de Justicia de Bogotá el 6 de
noviembre de 1985 por un grupo terrorista: 48 horas de un relato que
conmovió al mundo.
El análisis se ha estructurado en torno a un esquema pulcro: la evolución histórica de la radio en la zona, el análisis del binomio “radio y
libertad” –tan imprescindible en aquellas naciones como en la nuestra–,
la estructura del sector con referencia no sólo a los datos sino también
a las vinculaciones empresariales, la programación, las audiencias y una
prospectiva necesaria. En suma, que desde su nacimiento es ésta ya una
obra imprescindible y clásica.
[ 244 ]
RESEÑA
SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
Miguel Carvajal Prieto
Líderes en prensa.
La dirección estratégica de Vocento.
Murcia, 2007, 245 pp.
Miguel Ángel Nicolás Ojeda
Universidad Católica San Antonio
[email protected]
El trabajo que aquí reseñamos está claramente situado dentro de las
investigaciones centradas en el estudio de la empresa informativa y la
economía de los medios. La raíz del trabajo se aprecia en las investigaciones planteadas por el autor en su tesis doctoral y sigue la línea de
comunicación del departamento de Empresa Informativa de la Universidad de Navarra, por lo que este libro resultará particularmente útil a los
interesados en esa área. Así, este trabajo se centra en el estudio de Vocento, de su trayectoria empresarial desde sus orígenes familiares en
Vizcaya hasta su actual cotización en Bolsa, un recorrido que abarca un
período de tiempo desde 1985 hasta 2005.
El libro queda dividido en 4 capítulos que estudian la historia de Vocento, su entorno competitivo, su estrategia corporativa y el estudio de
la implantación regional de sus productos: I. Vocento: historia, propiedad y estructura. II. El entorno competitivo de Vocento. III. Estrategia
corporativa de Vocento. IV. La gestión de periódicos regionales.
El recorrido planteado en la estructura de su índice permite mostrar
la historia reciente de esta empresa multimedia y abarcar así algunos aspectos del sector de medios español, de modo más específico, aspectos
de la configuración del mercado de la prensa regional y su estrecha vinculación a la estructura autonómica del país y al impulso económico
[ 245 ]
Miguel Ángel Nicolás
que supuso la entrada en Europa a finales de los ochenta. Entre los temas principales que el autor abarca a lo largo del trabajo destaca el esfuerzo investigador por describir la cualidad del Grupo Correo en su
transformación hacia el grupo multimedia Vocento en la España en democracia y su crecimiento a través de la adquisición de periódicos regionales líderes durante los años ochenta y noventa, la gestión del diario Abc, la puesta en marchar de la cadena Punto Radio en 2004, la
entrada como accionista en Gestevisión Telecinco, así como el desarrollo de los grupos multimedia regionales a partir del año 2000.
Cabe resaltar cómo la descripción de acontecimientos históricos se
lleva a cabo a partir de la teoría académica centrada en estudiar y explicar la gestión de la empresa de comunicación. Así, el autor combina los
fundamentos teóricos con el juicio sobre los aciertos y errores de las decisiones de los directivos, lo que permite a Carvajal plantear un método
de trabajo útil con el que profundizar en las razones que motivan o justifican las acciones de los gestores de la empresa de comunicación.
Finalmente, destaca la calidad de la metodología del trabajo cuando
observamos cómo el análisis de la documentación interna se complementa con numerosas entrevistas a los principales perfiles directivos,
como el director general de Vocento, el consejero delegado, el director
editorial, el director de publicaciones de Taller de Editores, entre otros,
lo que, en nuestra opinión, contrasta la minuciosidad de los datos aportados en la obra. No obstante, si este sistema ha podido ejercer cierta
influencia en el juicio académico del autor, no parece desprenderse del
texto, en el que observamos cómo contrasta su visión sobre la empresa
con el trabajo sobre los datos de difusión de los diarios y los balances e
informes económicos.
[ 246 ]
RESEÑA
SPHERA PUBLICA
Revista de Ciencias Sociales y de la Comunicación
Número 8 (2008). Murcia
Mª Pilar Diezhandino
Periodismo y poder. Políticos, periodistas
y ciudadanos voluntariamente desinformados
Madrid: Pearson Educación, 2007. 268 pp.
María González García
[email protected]
El poder del periodismo y, por ende, el de los periodistas, siempre
ha sido un recurrido objeto de estudio de los investigadores de la comunicación de masas. Pero lo cierto es que, tras más de medio siglo realizando estudios sobre el poder de los medios, no se ha logrado unificar los resultados y, por lo tanto, seguimos sin saber qué cantidad de
poder real tiene el periodismo y, menos aún, cuál es su función exacta.
Estas líneas sirven para introducir la obra Periodismo y poder. Políticos, periodistas y ciudadanos voluntariamente desinformados, un libro
que plasma el estado del periodismo actual en cualquiera de sus formatos. En él, su autora, Mª Pilar Diezhandino, hace referencia a esta falta de
desarrollo lineal en los estudios de medios, a los que divide en dos tendencias principales: por un lado, las que afirman que los medios son los
encargados de que la gente sepa o no sepa lo que ocurre (con toda la
carga de preocupación social que ello supone) y, por otro, las que sostienen que los medios funcionan exclusivamente con intereses económicos y realmente no están interesados en cumplir función social alguna.
Hecha esta división, es preciso añadir una segunda disyuntiva que
tal vez esté mucho más relacionada con el tema de la obra: señala que
hay quienes sobreestiman el poder de los medios (en esta corriente podríamos citar la teoría de la aguja hipodérmica, por ejemplo), creyendo
que éste es absoluto. Este temor frente a los medios aparece a partir de
[ 247 ]
María González
los años 20, en pleno auge de la radio como elemento propagandístico,
una época “propicia para las teorías de la dominación y sentimientos de
estar siendo dominados” (Diezhandino, 2007: 19). Frente a ellos se encuentran los que consideran a los medios como un mero entretenimiento. Es tan equivocada una creencia como otra, ya que, como bien refleja Diezhandino, lo cierto es que cada individuo recibe el mensaje de los
medios de una forma diferente. Eso, unido a que cada persona acude a
los medios con un objetivo, unos prejuicios y unas expectativas diferentes de cualquier otra, hace que los efectos de éstos sobre la población
sean casi siempre impredecibles.
Para demostrar esto, Mª Pilar Diezhandino presenta, junto a Miguel
Marinas y Ester Montiel, una obra dividida en dos partes: en la primera
de ellas, la más extensa y, a mi juicio, más importante, el lector se encuentra con hechos recientes como la guerra de Irak, el 11 y 14-M, las
elecciones 2004 en EEUU (Bush- Kerry), o la guerra de Yugoslavia, que
sirven de ejemplo a la autora para ilustrar la diferencia que establece
entre el poder y la influencia de los medios, y mostrar al lector que ese
“poder” no necesariamente implica la consecución de los resultados esperados.
Según Diezhandino, los medios tienen el poder de crear temor, de
llevar a alguien a lo más alto o hundirlo públicamente; tienen el poder
de que llegue a un gran número de personas algo que a ellos les interesa. Sí, tienen ese poder, pueden hacer todo eso. Pero no por ello tienen garantías de conseguirlo, porque necesitan a la sociedad. Una sociedad, como se ha dicho más arriba, muy impredecible. La autora
afirma con todo esto que la sociedad y los medios forman parte de una
misma realidad. La nuestra es una sociedad complementaria a los medios, no sometida a ellos. En definitiva, el de los medios es “un poder
que deriva del hacer creer que se posee” (Diezhandino, 2007: 10).
Aun así, no hay que pensar que afirmar que los medios tienen un
gran poder signifique que realmente sean el cuarto poder, ya que en
lugar de “vigilar” a los otros tres, comparte intereses directos con ellos.
La autora cuestiona así la verdadera función de los medios, preguntándose si no deberían ser una especie de instrumento de control de los
demás.
En la obra se dedica un amplio capítulo a analizar el panorama periodístico actual, señalando características como el cese de la aspiración
[ 248 ]
Periodismo y poder
a la objetividad, la enorme relevancia que tiene la publicidad (que incluso se llega a ofrecer disfrazada de información), la evolución de los
medios como servicio público a los medios como sistema de mercado
(especialmente de la televisión), y otras señas tan importantes como la
falta de búsqueda, de investigación y de seguimiento de las noticias, en
pos de un exceso de información incompleta y superficial. Así, se convierte al periodista, según Diezhandino, en un recadero de grupos más
fuertes, que están regidos por intereses políticos y/o económicos. Todo
ese análisis es mucho más extenso y abarca muchas más características,
pero éstas son las que mejor explican por qué los periodistas no son los
protagonistas de la revolución mediática que estamos viviendo ahora
mismo.
Además, también realiza revisiones de conceptos como el de “libertad de expresión” (que los periodistas reclaman para conseguir su propio bien, no el público), o el de “medios de comunicación” (una revisión necesaria, a partir de la aparición de nuevas posibles formas de
comunicación periodística en la red).
Teniendo todo esto en cuenta, se presenta una segunda parte, que
ofrece los resultados de un estudio de hábitos de acceso a la información realizado en la Universidad Carlos III de Madrid para descubrir
cómo acceden a los medios personas que, en teoría, deberían estar bien
informadas.
Muestran en estas páginas a qué medios se accede (en cualquier formato), a cuántos, con qué frecuencia, las secciones preferidas y el tiempo dedicado a todo ello. De aquí podemos resaltar que la gran mayoría
de las personas estudiadas se cree independiente ante los medios, aunque conscientes de que éstos son capaces de manipular (y creen que lo
hacen habitualmente) y, además, estos medios pueden estar manipulados por esferas superiores.
Para que el ciudadano se pueda beneficiar de la información ofrecida por los medios, es necesario que haya una mayor implicación por su
parte, que requiere interés, esfuerzo y, por supuesto, más tiempo. Los
resultados recogidos en Periodismo y poder ratifican que, aunque el periodismo simplifique y vulgarice cada vez más el mensaje, el lector no
exige nada mejor. Así se regresa una vez más a la idea de que la sociedad no está completamente sometida a los medios, ya que se produce
lo que Diezhandino denomina “desinformación voluntaria”.
[ 249 ]
María González
El único inconveniente que tiene Periodismo y poder. Políticos, periodistas y ciudadanos voluntariamente desinformados tal vez sea lo poco
descriptivos que son los títulos de los epígrafes, que llegan a dificultar
un recorrido ágil por el libro y hacen que la exposición parezca un tanto desordenada. Pero, en definitiva, nos encontramos ante una obra de
lectura amena y agradable, que dando voz a los principales estudiosos
de la comunicación (gracias a su extensa bibliografía) y utilizando ejemplos de gran actualidad, refleja eficazmente la naturaleza de los medios
hoy en día, es decir, cómo son, cómo elaboran la información (con todas las presiones económicas, ideológicas, etc.), cómo la presentan al
público y cómo es recibida por el mismo.
[ 250 ]
El próximo número de SPHERA PUBLICA estará dedicado monográficamente a:
La investigación en España sobre TDT
Spanish Digital Terrestrial Television (DTT):
a topic to research
Coordinadoras
Dra. Isabel Sarabia Andúgar - [email protected]
Dra. Josefina Sánchez Martínez - [email protected]
Resumen
En un proceso como al que se está asistiendo en la actualidad –migración a la TDT–, toda aportación del mundo de la investigación puede servir para orientar con garantías las políticas de comunicación nacionales, regionales e incluso locales, más aún cuando se trata de
implantar una nueva tecnología que afecta tanto a usuarios como a
operadores de radiodifusión, operadores de red, productores de contenidos, sectores profesionales y administraciones públicas.
La investigación académica en materia de televisión digital terrestre en España empieza a tomar forma en los últimos tres años. Las
principales líneas de estudio, tanto individuales como de grupos consolidados, giran fundamentalmente en torno a: las políticas públicas
nacionales, regionales, así como las iniciativas europeas; la relación
del ciudadano con la televisión digital terrestre; los usos de la interactividad en la TDT; el ritmo de implantación de la nueva tecnología
en España y del entorno europeo; los contenidos en el medio digital
terrestre, etc.
El objetivo del monográfico de Sphera Publica es ofrecer una compilación de los trabajos científicos más destacados sobre la televisión digital terrestre, producidos en el ámbito universitario español. La finalidad última, por lo tanto, es reunir los diferentes estudios en una sola
publicación para generar así un instrumento de referencia en el que in-
vestigadores, académicos y profesionales de la comunicación encuentren de forma sistematizada las temáticas abordadas en materia de televisión digital terrestre y descubran los ámbitos de estudio que quedan
aún por explorar.
Palabras clave
Televisión digital terrestre, investigación, comunicación, políticas,
tecnologías, interactividad, contenidos televisivos, administración.
Summary
In the middle of the present process we are attending to –migration
forward the DTT– any contribution of the research community can serve to orientate, with guarantees, the national, regional and even local
communication policies; even more when it is a question of implementing a new technology that affects users as much as broadcasting operators, network operators, contents producers, professionals and public
administrations.
The academic research focused on the spanish Digital Terrestrial Television (DTT) have already started from the last three years. The principal research lines, from particular researchers and also from consolidated research groups, concern, esentialy, concreted topics: the public
national, regional policies, as well as the European initiatives; the relation of citizens with the Digital Terrestrial Television (DTT); the interactivity uses of the DTT; the new technology introduction phases in Spain
and in other European environment; the DTT contents, etc.
The aim of this Sphera Publica’s monographic is to offer a compilation
of all these spanish scientific most emphasized academic works on the
Digital Terrestrial Television (DTT). The last purpose, therefore, is to
bring together different studies in order to build a single publication related the DTT which becomes a reference instrument for researchers, academicians and communication professionals. At the same time, this monographic tries to discover new research areas that are still unexplored.
Key words
Digital Terrestrial Television (DTT), research, communication, policies,
technologies, interactivity, television contents, public administration.
NORMAS DE PUBLICACIÓN
1.- Los trabajos deberán tratar temas relacionados con las ciencias sociales, especialmente
con la comunicación y la información.
2.- Los trabajos –en formato word o RTF– deberán ser inéditos y estar escritos en alguna de
las lenguas admitidas por el Consejo de Redacción de SPHERA PUBLICA (inglés, francés, portugués o italiano). Los textos deberán enviarse –a la atención de las secretarías de la publicación–
a la siguiente dirección: [email protected].
3.- La extensión máxima será de 15 páginas con 30 líneas por página escritas a 1,5 de espacio.
4.- En la primera página deberá figurar el título del artículo, nombre y apellido del autor o
autores, seguido del nombre del centro habitual, dirección, teléfono y e-mail de contacto. Al comienzo del trabajo deberá aparecer un resumen en la lengua en la que ha sido redactado el artículo con una extensión máxima de 100 palabras, incluyendo también descriptores del artículo.
También deberá incluirse un abstract en inglés cumpliendo los mismos requisitos (si el artículo está redactado en inglés, sólo figurará el resumen en ese mismo idioma).
5.- No se admiten notas a pie de página. Si se necesita realizar alguna referencia, se efectuará al final del texto.
6.- Las referencias en el texto se harán indicando el apellido del autor y, entre paréntesis,
el año de publicación original. Ejemplo: Castell (1998) o ambos (Castell, 1998); si son más de
dos autores: (Castell y otros, 1998).
7.- Los trabajos deberán ir acompañados de la lista de referencias correspondientes. Todas
las referencias citadas en el texto deben aparecer en la lista y presentadas por orden alfabético,
se ajustarán a las normas siguientes:
a) Libros: APELLIDO, INICIALES DEL NOMBRE, en mayúscula. (Año de publicación): título de la obra en cursiva, sin comillas y sin subrayar. Lugar de edición, editorial. Ejemplo:
CASTELLS, M. (1997): La Era de la Información. Madrid, Alianza.
b) Artículos: APELLIDO, INICIALES DEL NOMBRE, en mayúscula. (Año de publicación): título del artículo, entre comillas y sin subrayar. Nombre de la revista en cursiva, volumen
y número. Número de la última página. Ejemplo: CASTELLS, M. (1995): “La Era de la Información”. Computer Education, 16,1. Pp: 121-126.
c) Capítulos de un libro: APELLIDO, INICIALES DEL NOMBRE, en mayúscula. (Año de publicación): Título del capítulo, entre comillas y sin subrayar. Nombre del libro, anteponiendo “en”. NOMBRE DE LOS EDITORES EN MAYÚSCULA. Lugar de edición, editorial.
Ejemplo: CASTELLS, M. (1996): “La Era de la Información”, en desiging. BENJAMIN, W.
(eds.) Madrid, Alianza.
d) Hasta tres autores se especificará el apellido y las iniciales del nombre de cada uno de
ellos. Sin son más de tres se indicará el apellido y la inicial y el nombre del primer autor, seguido de: “y otros”.
8.- Las contribuciones serán sometidas a proceso de revisión por pares.
9.- SPHERA PUBLICA se reserva el derecho de publicación de las colaboraciones en el número que considere más oportuno. A los autores de los trabajos no publicados por considerar
que no encajan en la línea de la revista se les comunicará por escrito.
10.- Por cada artículo, SPHERA PUBLICA entregará al primer autor tres ejemplares del volumen. Los autores de reseñas recibirán un ejemplar de la revista.
11.- La dirección y redacción de SPHERA PUBLICA no acepta ninguna responsabilidad sobre los puntos de vista y afirmaciones de los autores de los trabajos publicados.
PUBLICATION STANDARDS
1.- Works should deal with themes on social sciences, specially communication and
information. Works should preferably show strict coherence with the theme line of the current
monograph.
2.- Papers should be original unedited works. Writing language accepted are Spanish,
English, French, Portuguese and Italian. Address your paper by e-mail to [email protected]
or postal service to SPHERA PUBLICA’s address.
3.- Papers should be sent by e-mail or in a diskette containing WORD or RTF format file,
plus two paper copies with a maximum length of 15 pages (30 lines each page in single space)
4.- The first page should contain the paper title, author’s name and surname, working institution and address, followed by a 100 word abstract in the original language plus an English
version of it (in case the writing language is not English). Key words are also to be included
both in the original language and in English.
5.- Please, do not use footnotes. References are to be made at the end of the text.
6.- References in text should include referred author’s surname and year in brackets, as
follows: Castells (1998) or (Castells, 1998).
7.- Works should be followed by a bibliographical references list according to the following
standards:
a) Books: SURNAME, INITIALS. (Year): Title. Place, Publisher. Example: CASTELLS, M.
(1998): Internet Galaxy. London, Kluwer Academic Publisher.
b) Papers: SURNAME, INITIALS. (Year): “Paper title”. Journal title, volume, number, pages
of the paper. Example: CASTELLS, M. (1998): “Information society”. Journal of Computer Madiated Communication, 16, 2, pp. 121-142.
c) Book chapters: SURNAME, INITIALS. (Year): “Chapter title” in Book title. EDITORS’
SURNAME, EDITORS’ INITIALS (Eds.). Place, Publisher. Example: CASTELLS, M. (1998):
“Time and Space in the Information Age” en Information Society. BROWN, J. (Ed.). New
York, Kluwer Academic Publisher.
d) If there is more than three authors, please write the surname and initials of the first one
followed by “et al.”.
8.- Contributions will be peer reviewed by experts and/or academicians specialized in the
matter they deal with.
9.- SPHERA PUBLICA reserves the right to publish contributions in the issue that considers
more appropriate. In case a contribution is postponed to another number, the author concerned
will be properly informed.
10.- SPHERA PUBLICA will send to each contributor three exemplars of the issue he or she
collaborates with, and one exemplar to those contributing with a literature review.
11.- SPHERA PUBLICA is not responsible for the opinions and viewpoints stated by the
authors in their papers.
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del banco/caja por fax 968 30 70 66 a la atención del Servicio de Publicaciones Científicas.
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de matrícula): 9 euros.
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