ENTREVISTA b R19 LATERCERA Sábado 8 de marzo de 2014 un directorio donde yo no participo. ¿Y no le preocupa, considerando que se trata de su patrimonio? No, porque tomé una decisión. Si hubiese querido seguir incrementado mi patrimonio, jamás hubiera entrado a la política. La política significa solamente renuncias, postergaciones e incompatibilidades respecto del tema patrimonial. Esta es una opción de vida y estoy seguro que las personas a cargo han tomado buenas decisiones. ¿Teme que se utilice el caso cascadas para involucrarlo? Algunos lo han intentado, pero sin ninguna base ni fundamento. Nunca ha habido una crítica, sino que se dice algo que era de público conocimiento: en algún momento, en los años 2008 o 2009, las empresas ligadas a mi familia tuvieron inversiones y gran parte se perdieron o transfirieron a fideicomiso ciego y, por lo tanto, hoy no sé si subsisten o no. Eso fue un intento de confundir y desorientar, que no tuvo ningún resultado. A pesar de todo, el aspecto patrimonial siempre ha sido un blanco de ataque a su figura y, probablemente, lo seguirá siendo. Siempre los adversarios intentan criticar los liderazgos que ven al frente y, especialmente, cuando ese liderazgo surgió con una gran posibilidad de ganar las elecciones presidenciales. Pero eso es parte de la vida. Yo me siento orgulloso de lo que he logrado de la vida y también me siento un agradecido: de Dios, mi país, mi familia, por las enormes oportunidades que me dio. ¿Fue muy brutal, a su juicio, la oposición con su gobierno? A veces cayó en la tentación de la obstrucción, de pensar que su objetivo era evitar que el gobierno hiciera lo que debía para que el país avanzara. Pero sumando y restando, logramos aprobar la mayoría de las leyes necesarias para llevar adelante nuestro programa, a pesar de que éramos minoría en las dos cámaras. Como alguien que viene de una familia de históricos lazos con la Democracia Cristiana, ¿usted ve complicado a ese partido al in- terior de la Nueva Mayoría? Sí, porque en primer lugar convive con otras organizaciones políticas con las que tiene profundas diferencias de principios y valores, de concepción de la sociedad, de concepción de la vida y que se están comenzando a notar cada vez más. En segundo lugar, porque veo que el eje de poder de esta Concertación se encuentra mucho más a la izquierda que todas las concertaciones que conocimos antes. ¿Debería sincerarse la DC? Creo que, de cierta forma, está empezando a hacerlo. ¿Ve un escenario en el que la DC podría terminar en una alianza con los partidos de la centroderecha, sobre todo ahora que su sector es capaz de tomar distancia del régimen militar? En Chile, la forma en la que se ha organizado la política ha ido cambiando de paradigma. Al comienzo eran los liberales y los conservadores, según la concepción que tenían de cómo debía ser la relación entre la Iglesia y el Estado. Después surgieron partidos políticos que más bien reflejaban clases sociales, con los movimientos obreros de comienzos del siglo pasado, la izquierda, la Democracia Cristiana, la derecha. Pero ese paradigma volvió a cambiar con el gobierno de la Unidad Popular, en que se dividió entre los que querían un país libre, democrático, o un país que siguiera los caminos que intentó seguir la Unidad Popular, adhiriendo a la doctrina marxista-leninista, etc. Y ahora estamos todavía en un paradigma curioso. Todavía la política chilena está estructurada a partir de qué lado estuvimos para el gobierno militar, del lado del Sí o del lado del No. Y eso sigue siendo dominante. ¿Pero cree que usted bajó esos muros? Sí, bajamos esos muros y más temprano que tarde esos muros tienen que caer, para que la política se vuelva a organizar en función de visiones de futuro, de valores, principios, formas de concebir la sociedad, de concebir al ser humano. Y eso ha tardado más de la cuenta, pero va a llegar.R Tres episodios en primera persona Barrancones, agosto 2010 “Tengo una relación personal con Barrancones. Iba mucho de niño y conocía lo que era ese verdadero paraíso de la biodiversidad. Siempre me pareció un tremendo error que, teniendo Chile 5 mil kilómetros de costa, se instalara una planta termoeléctrica tan cerca de Barrancones y al sur, sabiendo que vientos y corrientes son predominantemente sur y, por lo tanto, el impacto llegaría al santuario. Lo había dicho antes de ser candidato, lo repetí como candidato y cuando tuve la oportunidad de influir lo que hice fue razonar con la empresa y plantearles que nos parecía un error construir ahí su planta. La empresa estuvo muy de acuerdo. La primera vez no hablé directamente, sino que se lo pedí a una persona que tenía mucha relación con esa empresa. Pero les dijimos siempre que ellos tenían el derecho de seguir adelante por la vía institucional. A esa altura, aún no se había dado la autorización del puerto, así es que aún quedaba una decisión administrativa. Creo que fue una buena decisión, porque necesitamos energía, pero debemos tener una planificación territorial del país. ¿Cómo no va a ser absurdo tener una planta eléctrica en la mitad de Renca o las que están en la mitad de Coronel?”. Rescate de los mineros, octubre 2010 “Desde el primer momento, el pronóstico de ese accidente era muy malo. Por lo mismo, cuando llegué el sábado en la mañana (el accidente había ocurrido el jueves), mucha gente, ministros y otros asesores, me dijo que no fuera a la mina San José, porque la historia no terminaría bien. Pero sentí que era mi obligación y fui. Llegué el sábado y me reuní con los familiares de los 33 mineros. Recuerdo muy bien que ellos querían escuchar del Presidente un compromiso, una promesa. El único compromiso honesto que pude hacer fue decirles que no sabíamos dónde ni cómo estaban, pero que los buscaríamos e intentaríamos rescatar vivos, sanos y sal- vos, como si fueran nuestros propios hijos. Ese compromiso orientó en forma permanente todas las acciones y decisiones que tomé. Además, hay veces en la vida que uno tiene intuiciones y yo sentí dentro de mi alma que estaban vivos y que mi deber era enfrentar todas las tentaciones de terminar la búsqueda. Y me pasó algo bien curioso: el 16 en la noche fuimos a ver a mi suegro, que estaba muy enfermo. Me quedé con él hasta muy tarde y, poco antes de morir, me dijo que los mineros estaban vivos y que mi misión era encontrarlos. Después se murió. Yo le conté a mi mujer y ella me dijo que me fuera a la mina. Partí al día siguiente, casi sin dormir, y cuando iba llegando me informaron que habían hecho contacto con los mineros y que estaban todos bien. Fue un día de emociones y alegrías que nunca voy a olvidar”. Relaciones con Evo Morales, 2010 a la fecha “Desde la campaña fijamos nuestra posición clara y categórica con Bolivia. Estábamos dispuestos a dar todas las facilidades y ser extraordinariamente rigurosos en el cumplimiento de todos nuestros compromisos, particularmente los que emanaban del Tratado de 1904, pero que no estábamos dispuestos a discutir, negociar ni mucho menos ceder soberanía, territorio o mar chileno. Eso lo supo Morales desde el primer día y él aceptó esas reglas del juego. De hecho, avanzamos mucho, como lo reconoció él en una entrevista en marzo de 2010, pero esa misma tarde cambió totalmente de parecer. Efectivamente, le decíamos que la única manera de avanzar era buscando caminos y soluciones, hablando con la verdad y que una vez que había principios de acuerdos, recién ahí se podían dar a conocer. Recuerdo que el Presidente Morales al comienzo fue muy receptivo a esa forma de trabajo, pero cuando cambió de posición, también cambió de actitud al respecto”.