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Mizuno Lab
Título
DESDE LA CUNA
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Cómo influye el biotipo en las distintas distancias de carrera. Estudios
genéticos sobre los velocistas jamaiquinos y los fondistas africanos.
Aquí la imagen debería estar partida en dos, con Usain Bolt y Wilson
Kipsang (récords mundiales de 100metros y de maratón)
Lo que podía llamar la atención se volvió moneda corriente en el
atletismo de alta competición: las carreras de velocidad son
dominadas por los jamaiquinos y las de fondo por los africanos
orientales, sobre todo keniatas y etíopes.
Los resultados en mundiales y Juegos Olímpicos consolidan el
predominio de estas nacionalidades en la élite deportiva, pero a la
vez despiertan a conocer las razones biológicas que hay detrás de
esta superioridad, más allá de la tradición de corredores de estos
países.
Además de entrenar a atletas, el español Fernando Martín Herrero es
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y Deportes. Está
especializando en Biomecánica del Ejercicio y Mizuno Run Magazine lo
consultó al respecto.
Lo que sigue se divide en dos grandes temas: “El altiplano…” y “La
isla…”
EL ALTIPLANO INCANSABLE
El caso contrario a los fornidos jamaiquinos es el de los ágiles
corredores africanos, especialmente keniatas y etíopes, dominadores
absolutos de las pruebas de resistencia.
¿Qué explica el predominio de estas naciones postergadas en el
desarrollo a figurar en lo más alto de las competiciones mundiales y
olímpicas de fondo y mediofondo? Primero, se asoció la alta
performance de los keniatas al tradicional estado físico de los
miembros de sus tribus cazadoras, pero al estudiarlos más en
profundidad entró a pesar otro factor: la elevada altitud del país. La
región central de Kenia es un gigantesco altiplano situado a más de
2.000 metros sobre el nivel del mar.
Para Martín Herrero, “hay motivos genéticos, fisiológicos, del sistema
energético, biomecánicos y psicológicos”, y los detalla estas razones:
GENÉTICAS
En los corredores de África Oriental se da un mayor contenido de fibras
tipo II (rápidas) con la característica de ser más resistentes a la fatiga
que otras razas. También se observa una mayor actividad mitocondrial,
mayor densidad capilar y menor concentración de lactato. Son capaces
de completar más ciclos de contracción-relajación antes de aparecer una
fatiga notable, sugiriendo un reclutamiento de fibras musculares muy
eficaz.
FISIOLÓGICAS
Desarrollan mayores intensidades en VO2max en grandes distancias,
indicando esa mayor resistencia a la fatiga, pero sin embargo no parece
que tengan funciones cardiovasculares superiores ni mejores
capacidades de transporte de oxígeno al músculo.
SISTEMA ENERGÉTICO
Parece que tienen gran capacidad para almacenar glucosa antes del
ejercicio y/o utilizar las grasas como combustible, y así retrasar el
agotamiento del glucógeno muscular y/o hepático.
Al ser atletas pequeños (bajitos) no suben mucho la temperatura ni
acumulan mucho calor.
BIOMECÁNICAS
Su función esquelética actúa de forma que acumulan mucha energía
elástica, actuando como resortes y mostrando una mayor economía de
esfuerzo.
PSICOLÓGICAS
El sudafricano Tim Noakes ha corrido más 70 maratones y
ultramaratones, es profesor de Ciencias Deportivas en la Universidad de
Ciudad del Cabo. En su informe de 2003 (The Lore of Running) habla del
bloqueo emocional que deben desarrollar cuando en algunas tribus se
circuncidan en edades tempranas, eso les hace estar preparados para el
sufrimiento mucho mejor que un europeo u otro que desarrolla una vida
más cómoda. Una vida llena de penurias que de repente puede cambiar
en una sola carrera.
Ya son conocidos por los fisiólogos los beneficios del entrenamiento
en altitud a los corredores de fondo. A medida que aumenta la
altitud, la presión parcial de oxígeno que existe en el aire va
disminuyendo y se hace más difícil su captación por parte de la
hemoglobina. Como consecuencia de ello, el organismo pone en
marcha sus propios mecanismos de defensa mediante el aumento de
la producción de hematíes en la sangre hasta llegar a una situación
conocida como “poliglobulia”.
Los futbolistas argentinos lo viven en cada partido disputado en
Bolivia. Cuando un atleta viaja a la altura para entrenarse, sus
análisis de sangre muestran ya al cuarto día de aclimatación unas
elevadas cifras de hematocrito (el cociente entre el volumen de
células rojas y el plasma), mientras los niveles de hematíes pueden
superar los 6.000.000 por mm3.
Hace casi dos décadas, el diario El Mundo (España) analizó el
rendimiento de los corredores de Kenia al competir en Europa y llegó
a la conclusión que este aumento de los hematíes (adquiridos como
respuesta del organismo al entrenamiento en ambientes de baja
presión parcial de oxígeno) redunda en una mayor resistencia al
esfuerzo cuando el atleta “baja al nivel del mar” porque está mejor
preparado para captar oxígeno del aire.
Martín Herrero aporta su visión sobre la altura: “Hay mucha
controversia al respecto, hay numerosísimos estudios que
demuestran beneficios en el rendimiento en condiciones de hipoxia
(mayor altitud, menor presión atmosférica, menor presión parcial de
oxigeno) y otros tantos que concluyen que no hay tales beneficios en
el rendimiento final, aunque sí hay cambios en valores fisiológicos y
de otra índole. Además, hay que tener en cuenta condiciones
particulares de temperatura, humedad y radiación solar”.
“Particularmente creo que la altitud influye por completo como
condicionante ambiental sobre el que se debe generar una adaptación
fisiológica para sobrevivir. Además, deben tenerse en cuenta otras
costumbres como las carreras de pastoreo a través de largas
distancias a las que se dedican esas tribus, un completo
entrenamiento”.
Tras estos descubrimientos, numerosos atletas intentaron imitar este
procedimiento con el consumo de la hormona EPO (eritropoyetina) y
las autotransfusiones de sangre, algo prohibido por la reglamentación
de doping.
Pero opuesta a las teorías anteriores, el español Jordan Santos,
doctor en Biología y mediofondista, estudia el tema en la Faculty of
Health Sciences de la Universidad de Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
Consultado por la prensa, refutó: “El fenómeno del fondo africano
no se debe a la altitud, aunque pueda tener alguna influencia.
De ser así, los andinos o tibetanos serían también extraordinarios
corredores”.
Un artículo de la British Journal of Sports Medicine sugiere que el
dominio de los atletas de África Oriental se debe en parte a que “la
exposición prenatal a la altura tiene unos efectos protectores sobre el
feto, un mayor flujo de sangre a la arteria uterina, que podría
implicar una mayor capacidad cardiopulmonar en la madurez y por
consiguiente, una menor incidencia de la desaturación arterial
durante ejercicios de alta intensidad (un fenómeno común en atletas
de élite)”.
En un trabajo de Running Consulting, el Dr. Santos enumera otros
factores: “Práctica de ejercicio físico de manera habitual durante la
niñez, con lo que se obtienen beneficios como incrementos en la
masa ventricular; coordinación motora, menores niveles de
citoquinas”. Y pone énfasis en el “mayor crecimiento neural
consecuencia de una mayor vascularización del encéfalo. Este último
punto a mí es el que me parece más interesante, ya que una
discusión en la Journal of Applied Physiology, donde se debatía si se
podía llegar a correr una maratón en 2 horas, Henning Bay Nielsen
escribió una respuesta con un título sugerente: The athlete with
maintained cerebral oxygenation breaks the record (el atleta que
mantiene la oxigenación cerebral rompe el récord)”.
Aparece aquí un nuevo desafío para la ciencia, estudiar cómo
funciona la oxigenación cerebral al correr, cómo cambia la
oxihemoglobina, la deoxihemoglobina, el flujo sanguíneo, la
saturación arterial, etc…
LA ISLA QUE CORRE
Atletas como Usain Bolt, Yohan Blake o Asafa Powell están en la cima
mundial de los 100 metros y tienen un denominador común: todos
nacieron en Jamaica.
En 2008, durante los Juegos Olímpicos de Pekín, salió a la luz una
investigación conjunta de Universidad de Glasgow y la Universidad de
las Indias Occidentales (UWI) que mencionaba una predisposición
genética de los habitantes de Jamaica para ser veloces.
El estudio determinó que un “70% de los jamaicanos tenía una
variación ‘fuerte’ del gen ACTN3”. Este gen produce una proteína en
las fibras musculares de rápida flexión, asociada con el rendimiento
explosivo. La población de Jamaica que presenta esta variación es
más alta que la de, por ejemplo, los Estados Unidos (60%).
“Hicimos el mismo test con un grupo de australianos, y sólo un 30%
tienen el Actinen”, relató el profesor Errol Morrison, el responsable de
la Universidad Tecnológica de Jamaica. Esto significa que en la isla
del Caribe “hay potencialmente muchos Asafa Powell, Sherone
Simpson y Sherika Williams, porque la predisposición genética está
ahí”, agregó el catedrático que en su estudio compara la genética de
Jamaica con el África Occidental, donde los ancestros de los
jamaiquinos eran salvajemente tomados como esclavos para ser
sometidos en las colonias del Caribe.
The New York Times escribió entonces que el dominio jamaiquino se
debía a “una combinación de la naturaleza y la crianza. Los
corredores descendientes de África Occidental (como los jamaiquinos
y la mayoría de los afroamericanos) parecen estar construidos para la
velocidad”, y citaba un dato incontestable: en 2004, estos corredores
ocuparon 495 de los 500 mejores tiempos en la carrera de 100
metros.
Para el Lic. Martín Herrero: “El Gen ACTN3 codifica la proteína αactinin-3, que proporciona una mayor cantidad de fibras Tipo II o
rápidas, especializadas en producir energía de manera rápida y
explosiva sin recurrir al oxígeno. Pero se podría volver a concluir lo
mismo que de las pruebas de resistencia: influyen el entorno, las
condiciones genéticas, fisiológicas, nutricionales…”.
Obviamente, además del gen ACTN3, hay factores culturales que
explican en éxito de Jamaica en esta disciplina. El atletismo ocupó
históricamente un lugar alto de honor en la cultura del país. El Boys
and Girls Athletics Championships que se realiza cada año entre
estudiantes secundarios es un acontecimiento de importancia
nacional.
El mismo informe conjunto de las universidades citadas, resalta que
además un 28% de los jamaiquinos son heterocigotos para el gen
(que tiene el mismo efecto, pero en menor grado). Aquí también vale
la comparación con la población estadounidense, que en este ítem
alcanza al 20%. El resto tiene la forma “nula” del gen, lo que
marcaría a los malos velocistas, pero que, por el contrario, estaría
asociado a una particular resistencia en carrera: por ejemplo, los
keniatas estudiados mostraron menos índice de la forma “nula” del
gen que los estadounidenses.
Pop up
PARA SABER MÁS
“Hay literatura científica muy prolífica y seria –explica Fernando
Martín Herrero–, pero cada uno de esos estudios se centra en un
aspecto o varios en concreto, imitando unas condiciones particulares
en un tiempo determinado; con unas herramientas de valoración y
medición que pueden ser o no fiables. Con seguridad, se escapan
muchísimos detalles importantes y otros no tan importantes que
desvían los resultados de la realidad. Pero un estudio debe ser así. Es
el entendimiento y la asociación/relación de ideas, y conclusiones
basadas en esos datos va acercándose poco a poco al propio objeto
de estudio: dar con las claves de esta superioridad en el rendimiento
atlético”.
En su obra Lore of Running, Tim Noakes recoge varios de los
informes más relevantes sobre esta temática (Coetzer 1993; Burfoot
1992; Entine 2000; Bosch 1990; Weston 1999; Tanser 1997 y
Anderson 1992). Se lo puede seguir en Twitter en @ProfTimNoakes.
Otro documento imprescindible para profundizar sobre este tema es
Kenyan and Ethiopian distance runners: what makes them so good?,
de Randall Wilber y Yannis Pitsiladis.
En este pop up puede ir la tapa del libro Lore of Running y la carita
del autor, Tim Noakes
Recuadro
LA ÉLITE DE LA VELOCIDAD
Las diez corredores que bajaron la marca de los 9” 85/100 en la
carrera de 100 metros son todos afroamericanos: los jamaiquinos
Usain Bolt, Yohan Blake, Asafa Powell, Nesta Carter y Steve Mullings;
los estadounidenses Tyson Gay, Maurice Green y Justin Gatlin; y los
canadienses Donovan Bailey y Bruny Surin.
100 metros
Récord mundial: Usain Bolt (Jamaica) 9” 58/100 – 16 de agosto de
2009, en Berlín (Alemania)
Podio Mundial 2013:
Oro Usain Bolt (Jamaica)
Plata Justin Gatlin (EE. UU.)
Bronce Nesta Carter (Jamaica)
Acá, en vez de que diga “oro”, “plata” y “Bronce” podrían ir unos
íconos como medallitas
200 metros
Récord mundial: Usain Bolt (Jamaica) 19” 19/100 – 20 de agosto de
2009, en Berlín (Alemania)
Podio Mundial 2013:
Oro Usain Bolt (Jamaica)
Plata Warren Weir (Jamaica)
Bronce Curtis Mitchell (EE. UU.)
Recuadro
LA ÉLITE DEL FONDO
Cuando Abebe Bikila ganó la maratón de los Juegos Olímpicos de
Roma, en 1960, y estableció así un nuevo récord mundial, algo
comenzó a cambiar. No solamente por ser el primer representante
del África negra en colgarse una medalla olímpica, sino porque marcó
el inicio de la dominación africana en las carreras de fondo.
Maratón
Récord mundial: Wilson Kipsang (Etiopía) 2h 03’ 23” – 29 de
septiembre de 2013, en Berlín (Alemania)
Podio Mundial 2013:
Oro Stephen Kiprotich (Uganda)
Plata Lelisa Desisa (Etiopía)
Bronce Tadesse Tola (Etiopía)
Medio Maratón
Récord mundial: Zersenay Tadese (Eritrea) 58’ 23” – 21 de marzo de
2010, en Lisboa (Portugal)
10.000 metros
Récord mundial: Kenenisa Bekele (Etiopía) 26’ 17” 53/100 – 26 de
agosto de 2005, en Bruselas (Bélgica)
Podio Mundial 2013:
Oro Mohamed Farah (Gran Bretaña, nacido en Somalia)
Plata Ibrahim Jeilan (Etiopía)
Bronce Paul Kipngetich Tanui (Kenia)
5.000 metros
Récord mundial: Kenenisa Bekele (Etiopía) 12’ 37” 35/100 – 31 de
mayo de 2004, en Hengelo (Holanda)
Podio Mundial 2013:
Oro Mohamed Farah (Gran Bretaña, nacido en Somalia)
Plata Hagos Gebrhiwet (Etiopía)
Bronce Isiah Kiplangat Koech (Kenia)
1.500 metros
Récord mundial: Hicham El Guerrouj (Marruecos) 3’ 26” 00/100 – 14
de julio de 1998, en Roma (Italia)
Podio Mundial 2013:
Oro Asbel Kiprop (Kenia)
Plata Matthew Centrowitz (EE. UU.)
Bronce Johan Cronje (Sudáfrica)
800 metros
Récord mundial: David Rudisha (Kenia) 1’ 40” 91/100 – 9 de agosto
de 2012, en Londres (Inglaterra)
Podio Mundial 2013:
Oro Mohammed Aman (Etiopía)
Plata Nick Symmonds (EE. UU.)
Bronce Ayanleh Souleiman (Yibutí)
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