CAPÍTULO 17 PRODUCCIÓN AEROFOTOGRÁFICA POSTERIOR AL MEGA TERREMOTO DE CHILE 2010 SOLUCIONES INMEDIATAS APLICADAS RICA Leonardo D. Ibarra Soto PRODUCCIÓN AEROFOTOGRÁFICA POSTERIOR AL MEGA TERREMOTO DE CHILE 2010 SOLUCIONES INMEDIATAS APLICADAS CAPÍTULO 17 Leonardo D. Ibarra Soto 1 Resumen Resultado del mega terremoto y tsunami ocurridos el 27 de Febrero de 2010, los organismos encargados de la Planificación Territorial en Chile, en la zona centro-sur del país, acumularon un acervo relevante de lecciones y aprendizajes. Por un lado, sobresale la relevancia de imprimir un mayor énfasis a la problemática de los riesgos por eventos naturales en los planes de desarrollo, especialmente en aquellos asentamientos que están situados en zonas litorales. Por otro, la necesidad imperativa de priorizar la inversión en infraestructura, adquisición y procesamiento de información geoespacial que la haga disponible para la toma de decisiones de la manera más inmediata posible ante la ocurrencia de un evento catastrófico. Dicha información, su evaluación durante y posterior a los eventos, constituye sin duda una valioso acervo de capital y conocimiento, que se traduce en una herramienta de alto valor agregado, en primera instancia, para cuantificar y dimensionar los daños territoriales y sociales a escala, así como para ayudar a las autoridades a definir planes de acción inmediata para la mitigación, y posteriormente alimentar procesos preventivos de planificación y reconstrucción. El Servicio Aerofotogramétrico de la Fuerza Aérea de Chile (SAF), una entidad designada por Ley como ente rector en materias de percepción remota, históricamente ha desplegado sus medios y esfuerzos en las tareas de levantamiento, procesamiento y distribución de imágenes e información geográfica asociada a catástrofes por eventos naturales. Este capítulo sistematiza esta experiencia, con objeto de compartirla con el resto de los países. Es un valioso ejemplo el cual evidencia los beneficios sociales y económicos de su rédito, en particular al analizarse aplicado al último mega terremoto y tsunami de Chile. Palabras claves: Megaterremoto, información geoespacial, Servicio Aerofotogramétrico. 1Teniente (SG), Jefe del Departamento de Geomática, Servicio Aerofotogramétrico de la Fuerza Aérea de Chile. Correo electrónico: [email protected] 406 1. Introducción En la actualidad la información geoespacial es determinante para en la definición de las políticas de desarrollo territorial. Cada vez son más las instituciones que utilizan mapas o imágenes del territorio para tomar decisiones, definir planes de acción o simplemente cotejar información, sin tener que desplazarse a la zona de estudio. La mirada aérea permite a las autoridades no solo relacionar variables que son difíciles de vincular mediante planillas de cálculo, sino que también optimizar el uso de los recursos, mediante una planificación eficiente y racional. Pero, ¿qué hacer cuando las condiciones no son las más adecuadas y se requiere información instantánea? ¿Cómo reaccionar cuando ocurre un desastre natural de gran envergadura y se requiere información centralizada “en línea” para la cuantificación de los daños?, o ¿sobre qué modelo es posible generar planes de acción inmediatos? El presente capítulo intenta responder a algunas de estas preguntas y enfatiza mediante la exposición de un trabajo concreto, el papel que Servicio Aerofotogramétrico, tiene en la generación y distribución de información geográfica, en momentos de grandes catástrofes. 2. Metodología En primer término se desarrolla la descripción histórica del Servicio Aerofotogramétrico de la Fuerza aérea de Chile (SAF) y sus capacidades, con énfasis en su quehacer ante la ocurrencia de grandes desastres naturales en Chile. Posteriormente, se muestra una breve reseña geográfica de Chile, con miras a introducir al lector en la realidad de un país que debe convivir con los desastres naturales. Finalmente, se expone la experiencia del trabajo desarrollado por el SAF con motivo del megaterremoto y tsunami ocurridos en la zona centro sur de Chile en el año 2010. 3. Desarrollo 3.1. Reseña Histórica del Servicio Aerofotogramétrico Desde su creación, en 1963, el SAF, ha centrado sus esfuerzos en convertirse en un referente a nivel nacional, en la generación y difusión 407 de la información geoespacial (figura 1). La Ley del SAF le impone “Ser el organismo del estado, técnico y rector en el ámbito aeroespacial, a la vanguardia en el uso y operación de sistemas remotos para la captura de datos y en el procesamiento y diseminación de imágenes e información geoespacial; posibilitando el análisis y toma de decisiones, tanto para la defensa, como para otros ámbitos del desarrollo nacional”.2 Figura 1. Primer Gabinete Aerofotogramétrico de Chile Fuente: Archivo Histórico Nacional. Previamente el SAF surge como un pequeño gabinete cartográfico, pero es el entonces Capitán Juan Soler quién le otorga un mayor impulso, mediante la gestión de la ley 15.284. Dicha ley establece la misión de satisfacer las necesidades de la Fuerza Aérea de Chile en el ámbito de la Percepción Remota, Aerofotogrametría y técnicas asociadas, como también normar y elaborar la Cartografía Aeronáutica oficial del Estado y los planos que la complementan, satisfaciendo las necesidades nacionales en el área de su competencia y ejecutando trabajos propios de su especialidad, a petición de particulares y de todas aquellas entidades comprendidas en la ley 18.575 (Ley Orgánica Constitucional para la Administración del Estado). Con la adquisición y acondicionamiento de los primeros aviones bimotor para ejecutar labores aerofotogramétricas, junto a la llegada de la primera cámara análoga Santoni, se logró la autonomía de medios 2Ley 15.284, de 1963 408 para la captura y de procesamiento de imágenes análogas. Este hito fue el inicio de la generación de diversas cubiertas aerofotogramétricas del territorio nacional, a diferentes escalas. El SAF comenzaría de esta forma a apoyar el desarrollo nacional, por medios aerotransportados, rol que mantiene hasta el día de hoy. Pero hubo un evento histórico que marcó el desarrollo nacional en el cual la Fuerza Aérea de Chile y el SAF ejercieron un rol preponderante. Se trató del terremoto y tsunami que afectó a la ciudad de Valdivia, el 21 de Mayo de 1960. Dicho evento es considerado hasta hoy como el terremoto de mayor magnitud desde que se tienen registros históricos; y sin duda uno de los más devastadores a nivel mundial. De forma simultánea a la captura de imágenes aéreas, durante aquella catástrofe se desplegó un puente aéreo de gran envergadura, que permitió la evacuación de sobrevivientes, enfermos y heridos, traslado de víveres, medicamentos, personal del área salud e insumos para los campamentos de obreros. Ese despliegue humanitario ha sido considerado hasta hoy como uno de los más importantes de la historia nacional en tiempos de paz y uno de los hitos más significativos de la aviación mundial. Con la llegada de los primeros aviones Twin Otter, el SAF obtuvo mayor versatilidad y comenzó a consolidarse como organismo técnico del estado en materia geográfica. Ya no tan solo como ente generador de fotografías aéreas, sino que además como organismo encargado de desarrollar la Cartografía Aeronáutica Nacional. Es así como la primera cubierta cartográfica de territorio continental, escala 1:250.000, fue desarrollada en 1980. Dicho esfuerzo constituyó un verdadero hito para la cartografía nacional, ya que la cubierta más actualizada existente a la fecha correspondía a la escala 1:1.000.000. A mediados de los años 70 llegan al SAF los aviones Lear Jet, adquiridos por la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), con los cuales se desarrolló los levantamientos denominados “CHILE 30” y “CHILE 60”; que consistió en una cubierta de fotografías aéreas del territorio chileno a escalas 1:30.000 y 1:60.000. A fines de la década de los 80, se elaboró una nueva cubierta cartográfica aeronáutica nacional, a escalas 1:250.000 y 1:500.000, cuyas leyendas fueron traducidas al idioma inglés, gracias a la colaboración de la Agencia Nacional de Imágenes y Mapas (NGA) de Estados Unidos de 409 Norteamérica y con el aporte normativo del Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH), específicamente normas OACI. A partir de la década de los 90, el SAF desarrolla dos nuevos e importantes levantamientos: se trata de los Proyectos para el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico “FONDEF” (1:20.000, urbano) y “GEOTEC” (1:50.000 y 1:70.000, urbano y rural). Junto con estos proyectos comienza una larga transición a las nuevas tecnologías, mediante la incorporación del proceso de digitalización de fotografías aéreas análogas, junto con la adquisición de los primeros “software” para la elaboración cartográfica, ampliando de esta manera su ámbito de acción, hacia temas de creciente interés investigativo, tales como medio ambiente, forestal, minero y ordenamiento territorial, entre otros. A mediados de la década de dos mil, con la incorporación de los scanners fotogramétricos, se implementa el proyecto denominado “Archivo Nacional de Imágenes y Documentación Aerofotogramétrica (ANIDAF)”, cuya finalidad es ofrecer respaldo digital al archivo histórico de películas aéreas y de esta manera promover su utilización en la emergente tecnología de los Sistemas de Información Geográfica (SIG). Dicho proyecto ha permitido al país contar con una valiosa fototeca digital; un testimonio visual del desarrollo urbano nacional y una herramienta para la investigación en materia geográfica (figura 2). Figura 2. Dependencias del SAF en Pudahuel, Santiago de Chile Fuente: elaboración propia. Pero la naturaleza pondría nuevamente a prueba el espíritu de lucha de un país: el 21 de Abril de 2007, un terremoto de 6.1° de magnitud produjo deslizamientos de terreno en la zona denominada fiordo de 410 Aysén, al sur de Chile, generando olas de hasta seis metros de altura, afectando zonas habitadas y provocando la muerte de 4 personas y la desaparición de 6. El SAF sobrevoló casi inmediatamente la zona afectada y desarrolló la planimetría que sirvió de base para la confección de un modelo de inundaciones del lugar, el cual sirvió de antecedente para la elaboración de planes de emergencia para la zona. 3.2. Capacidades Actuales del SAF Desde 2009, el Servicio Aerofotogramétrico se encuentra en una nueva etapa de renovación tecnológica, la cual está basada en la incorporación de sensores aerotransportados como cámaras aéreas digitales y Lidar, además de desarrollar un sistema propio de distribución y catalogación de imágenes e información geoespacial vía web, denominado el GeoPortal. Por otro lado, desde la década del 2000, el Servicio ha ido incrementando su capital humano; personas de diversas especialidades han ido incrementando un equipo multidisciplinario, el cual abarca desde pilotos, personal militar con especialidad en fotogrametría, administrativos, hasta profesionales de las áreas de cartografía, ingeniería en geomensura, geografía, entre otros. Dicho equipo se distribuye principalmente en tareas de planificación, ejecución de vuelos, post proceso digitalización, elaboración cartográfica, mosaicos de imágenes, apoyo topográfico terrestre, entre otras tareas. Con respecto a la capacidad tecnológica, en términos generales esta se puede describir en tres segmentos principales: satelital, aerotransportado y terrestre (figura 3): • Segmento Espacial: acceso a imágenes satelitales (satélites comerciales) de alta, mediana y baja resolución espacial. • Segmento Aerotransportado: Aviones Lear Jet y Twin Otter, cámaras aéreas digitales (DMC, DIMAC) y análogas (WILD, LEICA), sensor Lidar, para la captura de imágenes e información del territorio a escala. • Segmento Terrestre: Estación terrena (Antena) para la descarga de imágenes satelitales, Estaciones Fotogramétricas Digitales, Scanners fotogramétricos (VEXCEL, LEICA), Equipos GPS, diversos Software para post proceso de datos y procesamiento de imágenes, Sistemas de Información Geográfica, servidores y redes, entre otros. 411 Figura 3. Capacidad tecnológica del SAF Fuente: elaboración propia. 3.3. Reseña de la geografía de Chile Antes de hacer referencia al Terremoto ocurrido en 2010, es relevante referirse a algunos alcances respecto a la condición geográfica de Chile, con miras a introducir al lector en el conocimiento respecto a la recurrencia de eventos catastróficos. Es necesario señalar preliminarmente que la geografía de Chile es única: se define comúnmente como una larga y angosta faja de territorio, ubicada en el Hemisferio Sur. Según los estudios geológicos, comenzó a emerger de las profundidades del océano pacífico en el período Mesozoico, hace aproximadamente 65 millones de años, por tanto, se considera como un territorio geológicamente joven. Chile se ubica entre los 17°30 hasta los 56°30 Latitud Sur y los 73°30 y 74°30’ Longitud Oeste, alcanzando un largo continental de 4.337 kilómetros y una superficie continental de 756.626 Km2. Su geomorfología se presenta con cuatro grandes macroestructuras: Cordillera de los Andes, Depresión Intermedia, Cordillera de la Costa y Planicies Litorales, cuya conformación va variando de norte a sur (figuras 4 y 5). La Cordillera de los Andes, por ejemplo se extiende desde el límite norte hasta Tierra del Fuego, variando su altitud desde máximas de aproximadamente 6.891 metros por el norte (Nevado Ojos del Salado) y su descenso y progresivo y desmembramiento, hasta llegar a elevaciones de aproximadamente los 1.500 a 2.500 metros, en el sur austral (Cordillera de Darwin). 412 Figura 4. Datos del territorio chileno Fuente: elaboración propia. Figura 5. Perfil transversal tipo de la zona central de Chile Cordillera de los Andes Cordillera de la Costa Planicies Litorales Fuente: http://chilegeograficonml.blogspot. com/. Depresión Intermedia 4 0 0 0 3 0 0 0 2 0 0 0 1 0 0 0 0 La depresión intermedia se ubica entre la Cordillera de los Andes y la Cordillera de la Costa y también tiene su variabilidad de norte a sur, por el norte aparece con alturas de aproximadamente 1.500 metros, mientras que hacia el sur va descendiendo, hasta llegar a unos 150 metros, en la región de Los Lagos. La Cordillera de la Costa se presenta como una cadena de cerros de distintas altitudes, que recorre el territorio nacional desde el sur de Arica hasta la Península de Taitao. Finalmente, están las planicies litorales, las cuales se presentan entre las latitudes de Arica hasta Chiloé, variando su forma de norte a sur. En la zona centro sur, por ejemplo, se presenta como una formación de terrazas escalonadas, con anchos promedio que varían entre los 10 y 20 413 kilómetros, lo que ha permitido el emplazamiento de asentamientos humanos. En la zona comprendida entre Constitución y Concepción, por ejemplo, la planicie es interrumpida por farellones y acantilados, reduciendo las planicies en forma progresiva hacia el sur. Es un país tricontinental, porque posee soberanía sobre las islas Rapa Nui (Pascua), Sala y Gómez, el Archipiélago Juan Fernández, San Félix y San Ambrosio. Además, posee reivindicaciones sobre territorio antártico, entre los 53° y los 90° Longitud Oeste. Chile posee una gran diversidad climática, que incluye variedades como clima marítimo, desértico, mediterráneo, estepárico de altura, polar, entre otros. La flora y fauna se adapta a estas zonas climáticas, generando una importante variedad de especies. De esta manera, los asentamientos humanos se han ido distribuyendo de acuerdo a las condiciones geográficas de cada zona, pero principalmente en la depresión intermedia, siendo la zona centro sur de Chile la que posee la mayor concentración de población. En cuanto a la división político administrativa, Chile posee un sistema centralizado, mediante el cual se divide en 15 regiones o unidades político administrativas, las cuales se subdividen en provincias y estas, a su vez en comunas. Posee un gobierno central y se distribuye en gobiernos regionales e intendencias, además de los gobiernos locales o municipalidades (figura 6). Exceptuando a la Región Metropolitana, todas de las regiones de Chile tienen acceso a la costa pacífico. Figura 6. División Político Administrativa Fuente: SAF 2011. 414 4. Chile: País Sísmico En general, Chile posee un largo historial de desastres por eventos naturales, entre los cuales se cuentan inundaciones, tormentas, deslizamientos de terreno o aluviones, incendios forestales, erupciones volcánicas, terremotos y tsunamis. Desde 1900 a la fecha, los dos últimos han cobrado aproximadamente el 98% de las víctimas.3 De ahí que la sismicidad reviste especial importancia para los investigadores de las ciencias de la tierra, ingeniería, física, entre otros. La ubicación geográfica de Chile es determinante en esta “vocación sísmica”. A excepción de la Placa Antártica, casi la totalidad de la costa pacífica se ubica en el denominado “cinturón de fuego del Pacífico”, una zona de subducción de la placa oceánica bajo la placa continental o sudamericana (figuras 7 y 8). La gran variedad geomorfológica y paisajística del territorio nacional, permiten inferir que se trata de un país altamente recurrente, en cuanto a desastres naturales se refiere. Figura 7. Diagrama de placas tectónicas Fuente: Ilustración por José F. Vigil de “This Dynamic Earth”, Mapa Mural producido en conjunto por U.S. Geological Survey, el Smithsonian Institution, y el U.S. Naval Research Laboratory (adaptación Daniel Aguilera, SAF 2011). 3Fuente: EM DAT 2010. 415 Figura 8. Subducción de placa de Nazca en placa continental Fuente: Ilustración por José F. Vigil de “This Dynamic Earth”, Mapa Mural producido en conjunto por U.S. Geological Survey, el Smithsonian Institution, y el U.S. Naval Research Laboratory (adaptación Daniel Aguilera, SAF 2011). Desde 1900 a la fecha, dos de los seis terremotos de mayor magnitud registrados a nivel mundial, se han producido en territorio chileno. El de mayor magnitud fue el terremoto de Valdivia en 1960, mientras que el sexto a nivel mundial fue el ocurrido el 27 de Febrero de 2010, en Bío Bío.4 5. El Terremoto 27/F El sábado 27 de febrero de 2010, a las 03:34 am, la zona centro sur de Chile fue afectada por el segundo terremoto de mayor magnitud registrado en la historia nacional. Con una magnitud de 8.8 en la escala de magnitud de impacto (Richter), equivalente a casi 10 bombas de hidrógeno. El megaterremoto afectó a seis regiones, donde reside casi el 80% de la población del país (figura 9). Se trata de las regiones de Valparaíso, Metropolitana de Santiago, Libertador Bernardo O’Higgins, del Maule, Bío Bío y La Araucanía, es decir, un diámetro equivalente a más de 1.000 kilómetros lineales de costa pacífico y tuvo su epicentro frente a las costas de las localidades de Curanipe y Cobquecura, a unos 150 kilómetros al noroeste de Concepción y a aproximadamente 50 kilómetros de profundidad. 5 4USGS, 2011 / http://earthquake.usgs.gov/earthquakes/world/world_deaths.php 5Servicio Sismológico de la Universidad de Chile / http://ssn.dgf.uchile.cl/ 416 Figura 9. Regiones afectadas por el megaterremoto Fuente: elaboración propia, a partir de información publicada por USGS, 2010. Otro testimonio de la magnitud del evento, es que fue percibido con menor intensidad en algunas localidades del sur de Brasil, Argentina, Uruguay, y Paraguay (figura 10).6 Durante las primeras horas, los esfuerzos de las autoridades y los medios de comunicación se centraron en tratar de efectuar la cuantificación de los daños, pero esta tarea se hizo compleja, dado que una vez ocurrido el terremoto se produjo la caída del sistema interconectado central, lo que provocó cortes de luz y fallas en servicios de telefonía celular. Los medios de prensa intentaban constatar el daño real sufrido por la infraestructura de caminos, edificaciones y servicios públicos, mientras que el transporte terrestre hacia las zonas más afectadas se vio en algunos sectores interrumpido, principalmente debido a problemas en la infraestructura vial. El sistema eléctrico y las comunicaciones se iban restableciendo lentamente. Como dato anecdótico relevante, la mensajería de texto de algunas compañías de telefonía celular funcionó casi siempre. 6USGS, 417 2011 Figura 10. Diagrama del USGS que muestra el alcance del terremoto en Sudamérica Fuente: USGS 2011. Pero durante la madrugada, un nuevo y sorpresivo evento natural se dejó caer sobre las ya dañadas costas de la zona centro sur; un tsunami afectó al litoral de las regiones del Libertador Bernardo O’Higgins hasta Bío Bío, destruyendo varias localidades y provocando la desaparición de cientos de personas, quienes no lograron reaccionar ante el impacto devastador y posterior recogida del oleaje. La capacidad de respuesta por parte de la comunidad, estuvo determinada mayormente por la cultura de reacción inmediata y espontánea ante catástrofes naturales, una lección aprendida de eventos ocurridos en el pasado, que permitió evacuar algunas zonas litorales en forma espontáneamente organizada, evitando un daño aún mayor. El Ministerio del Interior informó preliminarmente una cifra mayor, que con el correr del tiempo se estableció en 525 personas que perdieron la vida en la catástrofe (tsunami y terremoto) y de 2 millones de personas damnificadas. A la fecha, la Fiscalía Regional Occidente solo ha entregado la cifra final de fallecidos producto del tsunami, la cual ascendería a 156 (82 hombres y 74 mujeres).7 Según mediciones posteriores, realizadas por un equipo multidisciplinario en terreno, en la mayoría de las localidades costeras de la Región del Bío Bío y Maule, las olas del tsunami alcanzaron 7Fuente: www.interior.gob.cl 418 en promedio entre 3 y 11 metros de altura. Sin embargo, en sectores específicos como La Boca, en la Región del Libertador Bernardo O’Higgins, la altura llegó a 20 metros, mientras que en la localidad de Tirúa, en la región de Bío Bío llegó hasta 28 metros.8 Estas diferencias podrían estar determinadas por factores geomorfológicos, como la disposición del relieve y/o la ocurrencia de algún deslizamiento de terreno (figura 11). Figura 11. Diagrama de alturas de olas según medición en terreno Fuente: LAGOS, et al (2010). Con respecto a los desplazamientos de terreno, según mediciones efectuadas, se constató el levantamiento de la corteza de entre 0,5 metros (Tirua y Talcahuano, entre otros) y 2,5 metros (Punta Lavapie). 6. El rol del SAF en la generación y distribución de Información Geoespacial Al igual que en 1960 y 2007, la Fuerza Aérea de Chile y en especial, el Servicio Aerofotogramétrico debieron desplegar sus recursos con el objetivo de ayudar a mitigar los efectos derivados de este nuevo desastre natural. Una vez que se logró evaluar los daños en infraestructura y equipamiento producidos en sus dependencias, en Santiago, se estableció un plan de contingencia para el levantamiento y generación de información. 8LAGOS, et al (2010). Magnitude and Impact from the 2010 Chilean Tsunami, Eos Trans. AGU, 91(26), Meet. Am. Suppl., Abstract U41A-18. 419 Durante este mega desastre se tenía la ventaja de contar con tecnología mucho más avanzada para la captura de imágenes, ya que en 2009 el Servicio había comenzado el proceso de implementación de un sensor digital multiespectral, por lo que solo restaba organizar el plan de vuelo y convocar a los especialistas. Esa previsión y la inversión en ese equipamiento rendirían un alto retorno como se había previsto. Se contaba con información preliminar obtenida del Centro de Control Fuerza Aérea, pero principalmente, gracias a la información de prensa, se pudo estructurar en pocas horas un plan de vuelo, el cual consistió en la captura de imágenes aéreas de las localidades del borde costero que fueron los más afectadas por el terremoto y tsunami. Cuanto más rápida fuese la reacción, mayores eran las posibilidades de lograr generar información que sirviese a las autoridades para evaluar daños, condiciones de accesibilidad por vía terrestre a las zonas dañadas o estimación de viviendas afectadas. Tampoco, se perdía la esperanza de visualizar sobrevivientes. Se determinó utilizar todas las capacidades humanas y tecnológicas del Servicio, es decir, imágenes satelitales, cámaras análogas y sensor digital, montados sobre aviones Twin Otter y Lear Jet. Además, de la generación de un plan de relevos de tripulaciones y equipo multidisciplinario a cargo de labores de post proceso de información. Fue un trabajo de servicio público intenso y arduo. Con la premisa de generar información lo más oportuna y rápida posible, se estableció un sistema de trabajo por turnos. , es decir, 24 horas, 7 días a la semana, el cual finalmente se extendería hasta dos meses. En dicha actividad trabajó personal militar y civil, en forma mancomunada y simultánea. Una vez producido cada vuelo se procedía a descargar las imágenes del cartridge (cámara digital) y ejecutar el post proceso para la generación de las imágenes. Ejemplo: RGB+Pansharpening, para efectos de reconocimiento. Para el caso de las imágenes obtenidas mediante cámara análoga, se procedía a trasladar las películas aéreas, para posteriormente efectuar el proceso de revelado y digitalización, mientras que para el caso de las imágenes satelitales, se efectuaba la programación de la antena y una vez capturadas y descargadas las imágenes se procedía a su georreferenciación. 420 Debido a que con toda seguridad se habría producido un desajuste general no cuantificado de la red geodésica nacional SIRGAS, no se consideró en su momento efectuar apoyo topográfico. Por otro lado, dados los problemas de accesibilidad a las zonas afectadas, sumado a la gran extensión del área de trabajo versus el tiempo empleado, se evitó enviar personal a labores de topografía en terreno. Mediante el empleo de diversas herramientas de software se procedió a efectuar el trabajo de ajuste y georreferenciación de imágenes y/o elaboración de Mosaicos. En algunos casos, el empleo de herramientas de software para diseño permitió generar mosaicos preliminares no controlados, en otros, se pudo emplear estaciones fotogramétricas digitales, para efectuar la orientación de las imágenes y posteriormente la elaboración de dichos mosaicos. En total se voló más de 120 localidades pobladas de la zona Centro Sur, principalmente aquellas que fueron más afectadas entre las regiones del Libertador Bernardo O’Higgins hasta Bío Bío, entre las que se cuentan: Navidad, Matanzas, Pupuya, Pichilemu, Duao, Iloca, Constitución y Dichato. Se obtuvo un total aproximado de 4.000 imágenes aéreas, con 102,4 horas de vuelo y se efectuó coordinación logística directa para la entrega de información al Ministerio de Defensa e Interior, Oficina Nacional de Emergencias, Carabineros de Chile, Ejército de Chile, Investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Chile, entre otros. Las imágenes satelitales permitieron apoyar el trabajo de las autoridades en zonas más inaccesibles, como el Archipiélago Juan Fernández. Se contó también con el apoyo de las Universidades Católica, de Chile, del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIREN), quienes con sus herramientas de software disponibles colaboraron desinteresadamente en la generación e interpretación de la información obtenida por el SAF. Por otro lado y con la finalidad de otorgar una mejor herramienta de análisis se trabajó comparativamente con imágenes históricas tomadas del archivo SAF de las mismas zonas, para la superposición y detección de cambios. Es decir, para evaluar la situación antes y después del tsunami (figuras 12 A y B). En aquellos casos donde no existía disponibilidad de imágenes históricas, se cubrió con mosaicos obtenidos de imágenes Google. 421 Figuras 12. A. Imagen aérea digital, sector Constitución, sensor DMC, año 2010 Fuente: SAF 2010. Figuras 12.B. Imagen aérea análoga digitalizada, sector Constitución, año 2008 Fuente: SAF 2010. Se estableció contacto técnico con la Oficina Nacional de Emergencias, donde funcionaba un equipo multidisciplinario que recepcionaba los productos y realizaba fotointerpretación para la estimación de viviendas totales versus afectadas por el tsunami. Por otro lado, se estableció un criterio para determinar daños estructurales a las viviendas, a nivel de manzana censal. En cuanto a la resolución espacial de las imágenes, se planificó capturarlas inicialmente con resolución de 8 centímetros, pero 422 posteriormente se corrigió a 50 centímetros, lo que permitió visualizar de manera óptima los daños estructurales, así como el alcance del tsunami en las costas de las diversas localidades de la zona centro sur. La oportunidad de contar con imágenes de alta resolución permitió a las autoridades definir el impacto real del tsunami, a través de la identificación de la marca dejada por el tren de olas. Dicha información debiese formar parte de los planes de ordenamiento del territorio, ya que es sabido que la naturaleza es recurrente y probablemente un evento de similares características se volverá a producir en las costas chilenas. Por tanto, la información es categórica: estos sectores no debiesen ser habitados nuevamente. 7. Un organismo transversal al Servicio Público La información generada por el Servicio Aerofotogramétrico constituyó un apoyo oportuno para las entidades públicas que debieron desplazarse a las zonas más afectadas, pudiendo servir de orientación para las labores a desplegar en terreno. Sobretodo para aquellas localidades en condiciones de aislamiento, donde se logró identificar sectores aptos para establecer zonas donde habilitar hospitales de campaña, albergues, centros de acopio para el abastecimiento de víveres, entre muchos otros usos. Gracias al apoyo de diversos organismos se pudo configurar un equipo multidisciplinario transversal, cuya única finalidad fue generar y compartir información en el menor tiempo posible, por el bien de un país en momentos de catástrofe. 8. Desafíos actuales y futuros, el Geoportal y nuevas tecnologías Sin duda que para el SAF una de las grandes áreas de desafío será la incorporación de nuevas tecnologías para captura y procesamiento de información, junto con la exploración de nuevas formas de distribución de esta. Es por esta razón que el Servicio se encuentra hoy orientado a generar una plataforma web para la administración, catalogación y distribución de información geoespacial. Esta herramienta se denomina Geoportal y pretende distribuir en forma catalogada las imágenes provenientes de un satélite nacional. Además, se incluirá la información generada por el SAF, poniendo a disposición de los estamentos públicos una herramienta para el análisis centralizado de información y de esta manera mitigar los impactos de un desastre natural en una región tan vasta y diversa como es el territorio chileno (figura 13). La información estará normada según estándares internacionales y operará mediante la modalidad de servicios web, para el consumo y análisis de información geográfica. 423 A futuro el Servicio tiene en perspectiva el reto de implementar capacidad radárica e hiperespectral, con miras a ampliar la captura de información, hacia otros segmentos del espectro electromagnético, sobretodo en la zona sur de Chile, donde normalmente la climatología presenta dificultades para el levantamiento de datos y la actualización cartográfica. Se espera que toda está inversión en infraestructura, equipamiento e información continúe produciendo valor agregado a las entidades públicas, tanto por la información histórica-descriptiva que permita efectuar análisis geoespacial, como por el levantamiento oportuno de información que adquiere gran valor durante los mega desastres y eventos menores. 424 9. Conclusiones 1. Desde sus inicios hasta nuestros días, el Servicio Aerofotogramétrico de la Fuerza Aérea de Chile ha tenido presencia activa en la generación de información geoespacial frente a desastres naturales. 2. Los terremotos y tsunamis de Valdivia, en 1960, Aysén, en 2007 y Bío Bío, en 2010, han sido catástrofes de mayores proporciones, donde el SAF siempre ha asumido su rol como organismo rector en materias de percepción remota y en el uso y distribución de información geoespacial, en Chile. 3. Dicha participación ha ido de la mano con la inversión preventiva e implementación de nuevas capacidades, tanto en el ámbito humano como el tecnológico, los cuales han significado importantes mejoras en el proceso de captura, procesamiento y distribución de información. La posibilidad de mejorar en este aspecto pareciera no tener límites; dependerá en gran medida de las prioridades, al momento de gestionar los recursos, en el futuro. 4. La información geoespacial es fundamental para la identificación preliminar de la situación geográfica posterior a la ocurrencia de un desastre natural, así como para los análisis que se realicen en forma posterior e inmediata a estos eventos. 5. El hecho y la necesidad de generar información en forma oportuna y centralizada ha contribuido históricamente al trabajo realizado por las autoridades de Chile, ya que disminuye la incertidumbre respecto a la realidad del territorio, optimizando el uso de los recursos y posibilitando a las autoridades actuar en forma coordinada y eficiente. 6. Es fundamental la participación mancomunada del mundo académico y los organismos públicos, en el procesamiento, interpretación y análisis de la información, con miras a apoyar el trabajo desplegado por las autoridades. 7. Disponer de un GeoPortal como una plataforma web, que permita centralizar la información geográfica, de manera catalogada, sujeto a estándares, constituye una potencial herramienta para la toma de decisiones a nivel público, con los consecuentes beneficios sociales y económicos que ello involucra. 425 8. Finalmente, cabe señalar la importancia de contar con una institución capaz de producir información geoespacial, a través de una línea productiva única, que permita a las autoridades y centros de investigación obtener una orientación rápida y oportuna, ante la ocurrencia de desastres naturales. 426 10. Bibliografía Encina, Francisco y Castedo, Leopoldo (1985). Historia Ilustrada de Chile. Santiago: ZigZag. Errázuriz, Ana María et al. (1998). Manual de Geografía de Chile. Santiago: Andrés Bello. Gonzalez, José Ignacio et al. (2003). Principios y Métodos de la Fotointerpretación. Santiago: Pontificia Universidad Católica. Servicio Aerofotogramétrico (2009), Tecnologías Geoespaciales “Experiencias Aplicadas al Estudio y Gestión del Territorio. Santiago, Maval. Silva Donoso, Duncan et al. (2005). Revista de la Fuerza Aérea de Chile: Edición Especial 75° Aniversario FACH. Volumen LXIV – N° 236. Edición Especial (Santiago): Fuerza Aérea de Chile. Villalobos Chaparro, Edgardo (2010). 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