6CFE01-327 - congreso forestal español

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6CFE01-327
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Hacia un nuevo modelo de capacitación en incendios forestales
HERNÁNDEZ PAREDES, E.1, ENRÍQUEZ ALCALDE, E.1 y MORENO RUIZ, I.1
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Área de Defensa Contra Incendios Forestales. Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal. Ministerio de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Resumen
La formación del personal que trabaja en el ámbito de los incendios forestales, y en particular
en la extinción, no presenta en la actualidad una base común en todo el territorio nacional que
permita asegurar un nivel homogéneo de conocimientos según el puesto de trabajo a
desempeñar. El desarrollo de unas directrices comunes en cuanto a la preparación y
formación del personal que trabaja en incendios forestales, tal y como contempla la Ley de
Montes, es el camino para garantizar un trabajo eficaz y seguro y un eficiente intercambio de
recursos entre las distintas administraciones competentes. Estas directrices comunes, basadas
en competencias por puestos de trabajo, deben contemplar un sistema para la evaluación de la
formación recibida así como los mecanismos de acreditación de la capacitación. El objetivo
de las directrices comunes es servir como referencia en todo el ámbito estatal para el
establecimiento de un nuevo modelo de capacitación que considere todos los aspectos
necesarios (conocimientos, destrezas, aptitud física, experiencia). El nuevo modelo debe
basarse en la demostración y evaluación de la capacidad de los trabajadores, así como en un
sistema de acreditación que garantice unos mínimos comunes según el puesto de trabajo.
Palabras clave
Directrices comunes, competencias, evaluación, acreditación, eficacia, seguridad.
1. Introducción
Los incendios forestales son una de las principales causas de pérdida de biodiversidad
de nuestro país. Cada año suponen la movilización de grandes recursos económicos por parte
de las administraciones públicas para la contratación de medios materiales y humanos de
prevención y lucha, pero también para la recuperación de las zonas afectadas. La mayoría de
los incendios forestales en España se caracterizan como conatos, con una superficie menor de
1 hectárea y son controlados rápidamente con medios de primer ataque.
Sin embargo existen otros incendios que adquieren mayores dimensiones y demandan
más recursos, que afectan a bienes y personas. Es en estos casos cuando los dispositivos de
extinción deben mostrar su eficacia, su capacidad de organización y su capacidad de gestión
de un suceso que es dinámico y que en muchas ocasiones, se convierte en multiemergencia al
afectar a bienes distintos a los de naturaleza forestal y a personas ajenas al dispositivo de
extinción.
En España, las competencias de detección, prevención y extinción de incendios
forestales corresponden a las Comunidades Autónomas en virtud de sus Estatutos de
Autonomía, teniendo el Estado un papel de coordinación y apoyo a estas competencias
autonómicas, tal y como recoge la Ley de Montes (Ley 43/2003, de 21 de noviembre). Cada
comunidad autónoma ha desarrollado su modelo de dispositivo de extinción de incendios
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forestales, existiendo tanto modelos enmarcados dentro de los cuerpos de bomberos como
modelos puramente forestales. Sin embargo, la realidad nos muestra que los incendios
forestales no entienden de límites administrativos y que cuando la situación se complica, el
apoyo de recursos adicionales procedentes de otras administraciones es necesario. En estos
casos más complejos, normalmente de mayor alarma social, la coordinación y actuación
conjunta de medios que habitualmente trabajan en dispositivos diferentes, es fundamental
para garantizar la seguridad y eficacia en la extinción. La seguridad de los propios
combatientes, que depende de su preparación y formación, y la seguridad de las operaciones,
que depende de las decisiones de los mandos. La eficacia de las tácticas y estrategias
planteadas para controlar el incendio forestal lo antes posible y con las menores
consecuencias.
Si en la extinción de un incendio forestal participa personal de distintas organizaciones
que integran un mismo dispositivo autonómico (bomberos, forestales, protección civil,
guardia civil, etc.) y además personal procedente de otras administraciones, tanto autonómicas
como estatales, acostumbrado a trabajar en otras condiciones y bajo otro tipo de estructuras
organizativas, es condición necesaria para alcanzar la seguridad y eficacia en la extinción, que
todo el personal tenga una base común en su preparación y formación. Esto asegurará el
adecuado engranaje del personal de las distintas administraciones en una estructura
organizativa común para todas ellas, establecida para gestionar la emergencia. Es decir, con
unos estándares comunes en todo el territorio nacional en materia de preparación y formación
y un conocimiento por parte de todo el personal del funcionamiento de la estructura
organizativa establecida, se podrá alcanzar la adecuada coordinación de los recursos
intervinientes, la adecuada gestión de la emergencia y el control del incendio en el menor
tiempo posible.
2. Objetivos
El objetivo fundamental del desarrollo e implementación de un nuevo modelo de
capacitación en incendios forestales a nivel nacional, con una base común en cuanto a la
preparación y formación del personal, es incrementar la seguridad de los trabajadores y la
eficacia de las operaciones de extinción. El modelo de capacitación propuesto debe tener
asociado un sistema de acreditación de las capacidades por puestos de trabajo basado en
competencias.
Este modelo de capacitación se materializará en unas directrices comunes, que tal y
como recoge el mandato de la actual Ley de Montes, serán aprobadas a propuesta de la
Comisión Nacional asistida por el Comité de Lucha contra Incendios Forestales (CLIF). Estas
directrices comunes, de acuerdo con el pronunciamiento de la abogacía del Estado, serán de
obligado cumplimiento.
3. Metodología
3.1 Antecedentes
Los intentos de mejora en la organización de la extinción de los incendios forestales en
España a través de la capacitación del personal en base a un modelo conocido, recomendado
internacionalmente y de probada eficacia como es el Incident Command System (ICS), vienen
de lejos. El ICS nace en Estados Unidos a principios de los años 70, su traducción literal es
“Sistema de Mando en Incidentes”, ya sean emergencias o no, y se trata de un conjunto de
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herramientas dirigidas a facilitar la organización de las actuaciones que permiten operar de
forma más efectiva y segura. El ICS se recomendó a nivel internacional como sistema
organizativo de los incendios forestales en la III Conferencia Internacional de Incendios
Forestales celebrada en Sydney en 2003. Esta recomendación se ha venido reiterando en las
sucesivas conferencias internacionales, la última celebrada en 2011 en Sudáfrica. Las
Naciones Unidas por su parte, a través de la Organización para la Alimentación y la
Agricultura (FAO), recomiendan a los países que adopten el ICS en la lucha contra los
incendios forestales desde las Directrices Voluntarias para el Manejo del Fuego publicadas en
2006. En la actualidad varios países han adoptado este sistema como Australia, Canadá,
Sudáfrica y Costa Rica.
En nuestro país, la primera referencia al estudio de este sistema y su posibilidad de
adaptación a la realidad de los incendios forestales en España aparece en la publicación de
estadística de 1993 del antiguo ICONA. En esta publicación se recoge la visita de un grupo de
técnicos del servicio forestal estadounidense a nuestro país con el objetivo de impartir un
seminario sobre el ICS y la intención de estudiar su conveniencia y repercusión en la
selección y certificación del personal que trabaja en la extinción de incendios forestales.
Posteriormente, en 1995, se publica la Orden de 30 de junio de la Consejería de Medio
Ambiente de la Junta de Andalucía, sobre la aplicación del SMEIF en el contexto del Plan
INFOCA (BOJA nº:98).
Diez años después de esa primera iniciativa, se aprueba la Ley de Montes y en ella se
recoge dentro del capítulo correspondiente a los incendios forestales un artículo sobre la
organización en las tareas de extinción. Concretamente se establece la necesidad de
desarrollar e implementar unas directrices comunes para la formación y preparación del
personal. Esta necesidad se deriva de la realidad observada del funcionamiento en la extinción
de incendios forestales, donde medios de distintos dispositivos trabajan juntos, por lo que
resulta lógico que exista una base o estándares comunes para asegurar la coordinación y el
uso efectivo y seguro de los medios. La Ley establece igualmente la responsabilidad
compartida de la administración general del estado y de las administraciones autonómicas en
la consecución del objetivo marcado. Se señala de forma explícita que el Comité de Lucha
Contra Incendios Forestales (CLIF) promoverá la aprobación de las directrices. Estas
directrices comunes deben entenderse como equivalentes a los estándares comunes que
comparten todas las administraciones que en otros países han adoptado el ICS como
estructura organizativa y de funcionamiento.
Posteriormente, en noviembre de 2006, el entonces Ministerio de Medio Ambiente
encargó la redacción de una propuesta de recomendación técnica sobre certificación del
personal dedicado a la defensa contra incendios forestales. Los resultados de ese trabajo
fueron expuestos en la IV Conferencia Internacional de Incendios Forestales celebrada en
Sevilla un año más tarde. Esta propuesta, cuyos autores fueron PLANELLES GONZÁLEZ,
R., CHICO ZAMORA, F., proponía cinco puntos esenciales:
1. Establecer el uso del Sistema de Manejo de Emergencias (SME-ICS)
2. Identificar las distintas posiciones del despliegue del SME en la extinción.
3. Definición y desarrollo de las actividades formativas necesarias para la habilitación y
el reconocimiento de la experiencia de los profesionales en dichas posiciones.
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4. Diseño del sistema de certificación: procedimiento de convalidación, validez de las
certificaciones (tarjeta de cualificación), renovación de la certificación y requisitos y
acreditación de los formadores.
5. Creación de un organismo (dependiente del CLIF) encargado de la revisión y
actualización de todo el sistema encargado de la gestión y coordinación de la
homologación y certificación de profesionales y formadores.
3.2 Iniciativas en curso
3.2.1 Directrices comunes de la Ley de Montes
Para dar continuidad a estas iniciativas y materializar las directrices comunes, en el año
2010, se crea en el seno del CLIF un grupo de trabajo específico sobre Sistema de Mando en
Incidentes y Acreditación de la Formación. Su objetivo es coordinar la implementación de un
Sistema de Mando de Incidentes (SMI) común en todo el territorio y realizar las tareas de
acreditación y homologación de la formación en incendios forestales a nivel nacional. En las
distintas reuniones que ha mantenido este grupo de trabajo se han acordado los siguientes
pasos necesarios, que constituyen su hoja de ruta:
1. Definición de grados de incendio, según la evolución del mismo, la complejidad de
extinción y la demanda de recursos. Cada grado se corresponderá con una estructura
organizativa diferente del SMI.
2. Definición del despliegue mínimo y máximo del SMI para cada grado de incendio
identificado. Siendo estos mínimos y máximos referencias flexibles que permitan comprender
mejor la evolución en el desarrollo de la estructura.
3. Definición de los puestos y funciones posibles dentro de cada grado de incendio, los
perfiles profesionales.
4. Definición de la formación y experiencia necesaria por puesto, tomado como referencia
el concepto de unidades de competencia. Se especificarán los conocimientos, las destrezas,
la experiencia previa en el caso de ser necesaria y la aptitud física de cada perfil profesional.
5. Definición del sistema de habilitación/homologación/acreditación de la formación y de
los perfiles profesionales.
6. Creación de un organismo interadministrativo para implementar el SMI y el sistema
de certificación formativo y profesional.
3.2.2 Seminario técnico de formación en incendios forestales
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, como parte implicada
en el proceso de elaboración de las directrices comunes en el seno del grupo de trabajo del
CLIF, ha organizado recientemente un seminario técnico sobre formación en incendios
forestales. Con objeto de realizar una foto fija de la situación actual en nuestro país, se han
recopilado las iniciativas y opiniones tanto en el ámbito público como en el privado.
Para crear un modelo actual e integrador, se deben tener también en cuenta todas las
iniciativas que a nivel particular y empresarial se están llevando a cabo en nuestro país en esta
misma línea. Iniciativas que buscan homogeneizar la formación de los trabajadores y que
buscan la eficacia en el intercambio de recursos. En los últimos años se ha constatado la
existencia de una pulsión cada vez más patente que reclama la necesidad de regular de forma
homogénea la organización de la extinción de los incendios forestales y la formación y
preparación del personal.
3.2.3 Colaboración con el Servicio Forestal de los Estados Unidos de América
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Conscientes de la experiencia acumulada, tanto en su propio país como en la
colaboración con otros países que han implementado un sistema de gestión de los incendios
forestales basado en el ICS, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha
firmado un Memorando de Entendimiento con el Servicio Forestal de los Estados Unidos de
América. El objetivo principal de este Memorando, que estará vigente hasta 2016, es llevar a
cabo un intercambio de experiencias y conocimientos para conocer el ICS y su sistema de
formación y certificación del personal asociado. El Memorando contempla un plan de trabajos
que incluye la realización de diversos cursos en España sobre el ICS contando con la
presencia de instructores del Servicio Forestal de Los Estados Unidos. Estos cursos estarán
dirigidos tanto a personal con responsabilidad en la toma de decisiones de los dispositivos de
las Comunidades Autónomas, con el fin de que puedan implementar los conocimientos
adquiridos y facilitar la evolución a un sistema organizativo y de formación del personal tipo
ICS, como a los miembros del grupo de trabajo del CLIF que está trabajando sobre el
desarrollo de las directrices comunes.
4. Resultados
Hasta la fecha los resultados del trabajo realizado para el desarrollo e implementación
de un nuevo modelo de capacitación con base en el ICS, y en definitiva, para el
establecimiento de unas directrices comunes en materia de preparación y formación del
personal que trabaja en la extinción de incendios forestales, se concretan en los documentos
generados dentro del grupo de trabajo de Sistema de Mando de Incidentes y Acreditación de
la Formación del CLIF. Estos resultados, tal y como se presentan, no son definitivos, en tanto
en cuanto el proceso no está concluido.
4.1 Grados de incendio y despliegues asociados
De acuerdo con lo establecido en la primera reunión del grupo de trabajo, el primer
documento de referencia es la definición de grados de incendio según su evolución y las
necesidades de despliegue del SMI y la definición del despliegue mínimo y máximo del
SMI para cada grado de incendio identificado. Como referencia para el desarrollo del
despliegue del SMI se definen tres grados de incendio forestal (A, B y C). La definición de
los grados y los despliegues correspondientes del SMI son recomendaciones de carácter
orientativo que deben servir de referencia para los distintos dispositivos de extinción de
incendios forestales.
-
GRADO A
Recursos: Incendio que puede ser controlado con los medios de un primer ataque o un
ataque ampliado moderado y posibilita la creación de hasta dos sectores. El número máximo
de recursos bajo el mando del director o jefe de extinción y de cada jefe de sector (si los
hubiera) será de siete.
Complejidad: Se prevé que en su evolución más desfavorable la superficie afectada por
el incendio será de poca entidad y tendrá un bajo impacto sobre la sociedad y su entorno.
-
GRADO B
Recursos: Incendio que por no poder ser controlado con los recursos desplegados en la
estructura correspondiente al Grado A, requiere de la incorporación de medios adicionales y
posibilita el establecimiento de alguna de las secciones de apoyo del SMI (operaciones,
planificación, logística) y la creación de más de dos sectores de extinción. El número máximo
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de recursos bajo el mando del director de extinción, de los jefes de sección (si existen) y de
los jefes de sector será de siete, respectivamente para cada uno de ellos.
Complejidad: El incendio incorpora la posibilidad de repercusión social y/o afección a
las personas, con posible afectación de núcleos habitados o zonas de alto interés ecológico. Es
posible la necesidad de implementación de medidas de protección a puntos sensibles.
-
GRADO C
Recursos: Incendio que por su especial gravedad requiere la intervención de nuevos
medios extraordinarios, una mayor sectorización y el establecimiento de todas las secciones
de apoyo del SMI: Sección de operaciones, sección de planificación y sección de logística. El
número máximo de recursos bajo el mando del director de extinción, de los jefes de sección y
de los jefes de sector será de siete respectivamente para cada uno de ellos.
Complejidad: El incendio incorpora una muy grave repercusión social y/o afección a
las personas, pérdida de propiedades y puntos sensibles, o zonas de alto interés ecológico. En
general, existirá amenaza o impacto en la sociedad a nivel provincial, autonómico o supraautonómico.
Para cada grado de incendio se establecen a modo de referencia y con carácter
orientativo un despliegue mínimo y un despliegue máximo del SMI, sin perjuicio de que las
administraciones competentes puedan desarrollar en sus protocolos operativos una
movilización de medios diferente a la reflejada.
4.2 Unidades de extinción
El segundo documento de referencia, que se establece como Anexo I al anterior, es la
definición común de unidades de extinción. Esta definición es necesaria para facilitar el
intercambio de recursos entre los distintos dispositivos con competencias en la extinción de
incendios forestales, garantizar su integración segura y su efectividad. En relación al SMI
cuando una unidad de extinción trabaja de forma combinada con otro recurso de su misma
clase, constituirán juntos “equipos de extinción”. Si la unidad de extinción trabaja de forma
combinada con otro recurso de distinta clase, para llevar a cabo una tarea específica,
constituirán juntos “grupos de trabajo”. En ambos casos los jefes de cada unidad deberán
coordinarse, establecer su relación jerárquica, y comunicarlo.
Se han definido ocho unidades de extinción terrestres y cinco unidades aéreas.
Unidades terrestres:
 Brigada helitransportada tipo 2 (1 helicóptero, máximo 8 componentes)
 Brigada helitransportada tipo 1 (1 o 2 helicópteros, mínimo 9 componentes,
mayor especialización)
 Brigada terrestre tipo 2 (1 vehículo, máximo 8 componentes)
 Brigada terrestre tipo 1 (1 o 2 vehículos, mínimo 9 componentes)
 Brigada terrestre especializada (1 o 2 vehículos, máximo 9 componentes,
especialización concreta en operaciones de extinción como contrafuego, uso
retardantes, etc.)
 Dotación de autobomba tipo 2 (menos de 2000 litros de capacidad, subtipo A
todoterreno, subtipo B urbana)
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

Dotación de autobomba tipo 1 (más de 2000 litros de capacidad, subtipo A
todoterreno, subtipo B urbana)
Equipo de maquinaria pesada (1 vehículo piloto, 1 camión góndola y 1
bulldozer)
Unidades aéreas:
 Helicóptero bombardero tipo 3 (descarga máxima 1000 litros)
 Helicóptero bombardero tipo 2 (descarga entre 1000 y 3500 litros)
 Helicóptero bombardero tipo 1 (descarga superior a 3500 litros)
 Avión bombardero tipo 2 (descarga máxima 3500 litros, subtipo A carga en
tierra, subtipo B anfibio-carga en tierra)
 Avión bombardero tipo 1 (descarga superior a 3500 litros, avión anfibio)
4.3 Perfiles profesionales
El tercer documento de referencia, que se establece como Anexo II al primero, es la
relación de todos los perfiles profesionales posibles dentro del máximo despliegue ideal de
la estructura organizativa del SMI. Se ha consultado para ello documentación sobre el
Incident Command System (ICS), y se ha adaptado, teniendo en cuenta los perfiles
profesionales existentes en el territorio nacional, obtenidos previa consulta a fuentes oficiales
de las distintas administraciones. En total se han definido dentro de la estructura ideal del
SMI nueve perfiles para el nivel de mandos superiores (Nivel 4); doce perfiles para el
nivel de mandos intermedios (Nivel 3); diecisiete perfiles para el nivel de mandos básicos
(Nivel 2); y diez perfiles para el nivel de la escala básica (Nivel 1).
Los cuarenta y ocho perfiles profesionales definidos están codificados por una letra y
tres números. Comenzando con la letra A, les sigue un número correlativo de tres dígitos, que
se corresponde con los 400 para el Nivel 4 (Mandos Superiores, color verde), 300 para el
Nivel 3 (Mandos Intermedios, color amarillo), 200 para el Nivel 2 (Mandos Básicos, color
naranja) y 100 para Nivel 1 (Escala Básica, color rojo). Todo ello queda reflejado en el
organigrama de la figura 1, en la página siguiente.
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A.400.
DIRECTOR TÉCNICO DE EXTINCIÓN GRADO C
Figura 1: DESPLIEGUE MÁXIMO GRADO C
NIVEL 4:
MANDOS SUPERIORES
A. 401. OFICIAL DE SEGURIDAD
A. 403. OFICIAL DE INFORMACIÓN
A. 402. OFICIAL DE ENLACE
A. 404. JEFE DE SECCIÓN DE
OPERACIONES
A. 405. JEFE DE SECCIÓN DE
PLANIFICACIÓN
A.408.
SUPERVISOR DE OPERACIONES AÉREAS
A.407.
JEFE DE SECTOR – MEDIOS
TERRESTRES
A. 301 JEFE DEL CENTRO DE
RECEPCIÓN DE MEDIOS
A. 302. JEFE DE BRIGADA / RETÉN
TERRESTRE
A.406. JEFE DE SECCIÓN DE
LOGÍSTICA
A. 307. COORDINADOR DE
MEDIOS AÉREOS
A. 201. CAPATAZ O ENCARGADO
BRIGADA / RETÉN DE TIERRA
A. 308. TÉCNICO ANALISTA DE
COMPORTAMIENTO DEL FUEGO
NIVEL 3:
MANDOS INTERMEDIOS
A. 310. TÉCNICO RESPONSABLE DEL
SERVICIO DE COMUNICACIONES
NIVEL 3:
MANDOS INTERMEDIOS
A. 101. PEÓN ESPECIALISTA BRIGADA /
RETÉN DE TIERRA
A. 303. JEFE DE DOTACIONES DE
AUTOBOMBAS
A. 210. ESPECIALISTA EN
MANEJO DE SIMULADORES DE
I.F.
A.102. PEÓN CONDUCTOR DE BRIGADA
/ RETÉN DE TIERRA
A. 202. ENCARGADO /
ENCARGADO-CONDUCTOR UNIDAD
AUTOBOMBA
A. 103. CONDUCTOR
AUTOBOMBA
A. 104. MANGUERISTA / AYUDANTE
AUTOBOMBA
A. 304. JEFE DE MAQUINARIA
PESADA
A. 203. CAPATAZ O ENCARGADO
MAQUINARIA PESADA
A. 105. MAQUINISTA DE
MAQUINARIA PESADA
A. 305. JEFE DE BRIGADA
HELITRANSPORTADA
NIVEL 3:
MANDOS
INTERMEDIOS
A. 211. ESPECIALISTA EN
OBTENCIÓN Y ANÁLISIS DE DATOS
METEOROLÓGICOS
NIVEL 2: MANDOS BÁSICOS
A.206. PILOTO HELICÓPTERO
BOMBARDERO
A. 207. PILOTO AVIÓN DE
CARGA EN TIERRA
A. 309. TÉCNICO RESPONSABLE EN
MOVILIZACIÓN Y SEGUIMIENTO DE
RECURSOS
NIVEL 3: MANDOS
INTERMEDIOS
A.107. ESPECIALISTA DE BRIGADA
HELITRANSPORTADA
A.205. PILOTO HELICÓPTERO DE
TRANSPORTE
A. 208. PILOTO AVIÓN ANFIBIO
A. 212. ESPECIALISTA EN GESTIÓN
GIS
A. 306. JEFE DE UNIDAD MÓVIL DE
VIGILANCIA Y EXTINCIÓN
A.108. CONDUCTOR UNIDAD MÓVIL DE
VIGILANCIAY EXTINCIÓN
A. 300. TÉCNICO ANALISTA DE
SEGURIDAD
NIVEL 3:
MANDOS INTERMEDIOS
A. 209. PILOTO DE AERONAVE
DE COORDINACIÓN
A.213. ESPECIALISTA EN GESTIÓN
DE DOCUMENTACIÓN
NIVEL 1:
ESCALA BÁSICA
A. 311 TÉCNICO RESPONSABLE DE
APOYO Y LOGÍSTICA
NIVEL 3:
MANDOS INTERMEDIOS
A. 215. ENCARGADO INSTALACIÓN Y
FUNCIONAMIENTO P.M.A.
A. 216. ENCARGADO DE
SUMINISTROS Y TRANSPORTES
NIVEL 2:
MANDOS BÁSICOS
A.110. CONDUCTOR DE APOYO
A.109. AYUDANTE UNIDAD MÓVIL DE
VIGILANCIA Y EXTINCIÒN
NIVEL 2:
MANDOS BÁSICOS
NIVEL 2: MANDOS BÁSICOS
A. 205. PILOTO HELICÓPTERO
DE TRANSPORTE
A. 106. CONDUCTOR DE CAMIÓN
GÓNDOLA
A. 204. CAPATAZ O ENCARGADO
BRIGADA HELITRANSPORTADA
A.214. ENCARGADO DE
COMUNICACIONES
NIVEL 2:
MANDOS BÁSICOS
NIVEL 2:
MANDOS BÁSICOS
NIVEL 1:
ESCALA BÁSICA
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Una vez identificados los perfiles generales, se procedió a la descripción de las
funciones de cada uno. Estos perfiles son independientes del grado de evolución de la
estructura organizativa. Las estructuras crecerán y se formarán en unos casos de una manera y
en otros casos de otra. Lo que es imprescindible es que cuando en el desarrollo del incendio
forestal se haga preciso incorporar un puesto determinado, la/s persona/s que ocupan dicho
puesto, deben cumplir los requisitos marcados en dicho perfil, es decir, deben estar
acreditados para ese puesto. Si una persona está acreditada para distintos perfiles podrá
ocupar distintos puestos según evolucione el incendio forestal y con éste, la estructura. La
información establecida para cada perfil abarca los siguientes campos:
- Código o Nomenclatura, y Nombre del Perfil.
- Lugar donde realiza sus funciones.
- Funciones.
- Posición dentro del SMI (Nivel en el que está / de quién depende / quién depende de él).
- Observaciones.
Las funciones definidas en este documento son las que realiza cada perfil dentro del
operativo presente en la extinción de un incendio forestal, independientemente de que puedan
realizar más funciones fuera de las labores de extinción (vigilancia, prevención, investigación
de causas, etc.).
Hasta la fecha de redacción del presente artículo estos son los resultados de los trabajos
realizados en el seno del CLIF, encaminados al establecimiento de un nuevo modelo de
capacitación del personal que trabaja en la extinción de incendios forestales y a la definición
de unas directrices comunes en materia de preparación y formación. Tal y como se recoge en
el apartado relativo a la metodología del proceso, el siguiente paso es uno de los más
importantes pues consiste en determinar qué requisitos se van a exigir como mínimos
comunes para cualquier trabajador que quiera desempeñar un puesto determinado en la
extinción de un incendio forestal. Cada administración competente podrá ampliar estos
requisitos según sus necesidades. El trabajo en este sentido se está realizando considerando
los siguientes aspectos: formación teórica, formación práctica, experiencia y aptitud física. En
cuanto a la formación teórico-práctica se deben contemplar dos vías distintas, por una parte,
una formación sobre la organización de la extinción del incendio, es decir, sobre el propio
sistema de mando de incidentes (SMI-ICS) y por otra, una formación específica según el
puesto a desempeñar. La primera vía de formación es imprescindible para asegurar que todos
los trabajadores presentes en un incendio forestal, conocen cómo se gestiona el incendio a
nivel de estructura organizativa y conocen los principios básicos por los que se tienen que
regir, tales como la jerarquía de mando y la utilización de las comunicaciones.
Una vez definidos los requisitos por puestos se deberá crear un sistema de acreditación
que garantice la capacidad de cada trabajador para la realización de las funciones que le
competen. La línea de trabajo marcada en este sentido prevé la existencia de registros
personalizados para cada trabajador. La institución competente será la responsable de
asegurar su veracidad y el propio trabajador será el responsable de su mantenimiento. Para
todos los puestos operativos será necesaria la realización de cursos de reciclaje que garanticen
la capacidad del trabajador independientemente de la mayor o menor asistencia a incendios.
El sistema de capacitación que se plantea está basado en la evaluación del desempeño de las
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funciones en simulacros y/o situaciones reales del puesto de trabajo al que se aspira. Dicha
evaluación debe quedar reflejada en los registros de cada trabajador.
Una vez definidos y asumidos los estándares en cuanto a formación, experiencia,
aptitud física y evaluación de los trabajadores se podrá garantizar un intercambio de recursos
efectivo y seguro entre los distintos dispositivos.
5. Discusión
El contexto actual de la extinción de los incendios forestales en España nos muestra un
escenario con medios materiales y tecnológicos numerosos y avanzados. El empleo de los
medios aéreos se ha extendido ampliamente por toda nuestra geografía. El uso de las nuevas
tecnologías, los sistemas de predicción y de seguimiento de flotas y los materiales más
avanzados en los equipos de protección individual, son algunos ejemplos del estado de
desarrollo dentro del campo de la extinción de incendios forestales. A pesar de estas
importantes inversiones y de los avances que cada año realizan las administraciones públicas,
la otra cara de la moneda muestra la escasa capacidad de coordinación entre los distintos
dispositivos y la difícil gestión de los incendios forestales de mayor magnitud o aquéllos que
tienen afección a personas y bienes no forestales.
Por otra parte, se ha generalizado la mediatización y politización de los incendios
forestales. Cada vez más aparecen noticias de incendios forestales en todos los medios de
comunicación, no sólo de los incendios más complicados sino también los que no deberían
tener una relevante repercusión dada su afección al territorio y/o las personas. Esto genera una
preocupación y una alarma social que se traduce en una mayor demanda por parte de la
sociedad de soluciones rápidas y eficaces. Esta presión social se traslada a su vez al nivel
político y los incendios forestales son utilizados por unos y otros con fines partidistas, siendo
un arma arrojadiza sobre la mala gestión del partido en el poder.
Por todos estos motivos, pero prioritariamente para alcanzar la necesaria coordinación
entre todos los dispositivos que garantice un trabajo seguro y eficaz en la lucha contra los
incendios forestales, se ha de producir un cambio significativo en la organización de la
extinción de los incendios y en la capacitación del personal. En la adaptación de los sistemas
existentes (autonómicos y estatales) a este sistema de gestión, al Sistema de Mando de
Incidentes (SMI-ICS), se han detectado dificultades que a día de hoy deben ser afrontadas y
resueltas por los distintos actores, con objeto de conseguir implementar un nuevo modelo de
capacitación asociado al SMI. Las principales dificultades existentes son las siguientes:
-
Colectivo profesional muy diverso. Principalmente empleados públicos
(funcionarios, laborales e interinos) y personal contratado (por empresas públicas o
privadas) fijo, fijo discontinuo o temporal. Los sistemas de acceso a los puestos de
trabajo varían desde las oposiciones de los funcionarios de carrera a la contratación
temporal, pasando por todas las posibilidades intermedias. Los requerimientos para
acceder a los puestos de trabajo existentes en la extinción de incendios forestales no
son homogéneos en todo el territorio, existiendo una clara diferenciación entre los
dispositivos basados en el sistema de bomberos y los dispositivos forestales.
Igualmente existe una clara diferenciación entre los puestos de responsabilidad como
la dirección de extinción y los puestos más operativos.
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-
-
Formación muy variada según el colectivo al que va dirigida. Esta formación esta
naturalmente adaptada a las características de cada dispositivo de extinción, sin
embargo, puede ser posible el establecimiento de unos estándares comunes a partir de
los cuales cada administración completara la formación que exigiera a su personal.
Hay que distinguir entre formación reglada (titulaciones de formación profesional y
universitarias) y formación no reglada (cursos no reconocidos por las instituciones
educativas). En cualquier caso, son escasos, hoy por hoy, los cursos de especialización
centrados en posiciones específicas dentro de la organización de la extinción de
incendios forestales.
Personal funcionario. En particular el colectivo de los funcionarios que ocupan
puestos de responsabilidad en la extinción de incendios forestales, básicamente el de
dirección de extinción. Un sistema de capacitación que conlleva la evaluación de las
aptitudes por un tercero y la responsabilidad del mantenimiento de esas aptitudes para
seguir desempeñando un puesto de trabajo, es un concepto que la administración debe
incorporar en su sistema de gestión de personal. Este reto se podría extender a todas
las personas que ocupan puestos de trabajo fijo ya sean personal de las
administraciones públicas o personal contratado por empresas.
6. Conclusiones
El modelo de capacitación que se propone es inequívocamente necesario, es un modelo
de mínimos que incrementará la coordinación, la eficacia y eficiencia en la gestión de los
incendios y aumentará la seguridad del personal perteneciente al dispositivo de extinción. El
sistema permite la flexibilidad de ampliar los requerimientos de cada perfil profesional por
cada administración en función de su realidad y sus necesidades. La implementación de este
sistema a nivel estatal, implica principalmente una voluntad a nivel político, ya que a día de
hoy la coordinación entre distintos territorios se ve influenciada por aquélla y sus progresivas
adaptaciones. Es fundamental la creación de un marco de referencia estable en el tiempo, que
incluya el sistema de capacitación y de acreditación de la formación, y la creación de un
organismo encargado de la actualización y evaluación de todo el sistema.
En el proceso de implementación del SMI la voluntad de mejora debe primar sobre
cualquier otra, ya que el objetivo a alcanzar repercutirá sin lugar a dudas en la
profesionalización del personal y en una extinción de los incendios más segura y efectiva.
7. Agradecimientos
Las autoras quieren agradecer a Felipe Aguirre Briones y a Gabriel Soto Usano, de la
Gerencia de Incendios Forestales de Tragsa, la experiencia, ideas y trabajo cedido al Área de
Defensa contra Incendios Forestales del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio
Ambiente, para el desarrollo del organigrama del Sistema de Mando de Incidentes. Agradecer
igualmente a Juan Caamaño Azcárate y a Jose Luis Duce Aragües sus contribuciones tanto en
materia del Incident Command System (ICS) como en las posibilidades de su adaptación a
nuestro país, que han servido de referencia para el desarrollo de este trabajo.
Finalmente, agradecer a todos los integrantes del grupo de trabajo de Sistema de Mando
de Incidentes y Acreditación de la Formación del CLIF su dedicación y su disposición a
seguir avanzando en el proceso de desarrollo de las directrices comunes. Y a todas las
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personas que de forma particular o a través de sus empresas llevan a cabo iniciativas en este
sentido que contribuyen a acercarnos cada vez más al objetivo final.
8. Bibliografía
GONZALVO, V.; AGUIRRE, F.; Octubre de 2010 “Documento Roles”. Proyecto de I+D elearning de TRAGSA
PLANELLES, R.; CHICO, F.; ZAZO, J.; "Propuesta de recomendación técnica de
certificación del personal dedicado a la defensa contra incendios forestales". WILDFIRE
2007
FERRER, G.; SÁNCHEZ, J.; “Sistema de Manejo de Emergencias por Incendios Forestales
(SMEIF)”. WILDFIRE 2007
LÁZARO, A.; HERRERO, G.; MONTIEL, C.; MOLINA, D.; “Organización de la defensa
contra incendios forestales en el estado de la Autonomías: el caso español”. WILDFIRE 2007
RODRÍGUEZ Y SILVA, F.; “Sistema de Manejo de Emergencias: funciones, estructuración
y coordinación”. La Defensa contra incendios forestales. 2º Edición. McGraw-Hill, 2009.
CAAMAÑO, J.; Febrero 2010 “Propuesta de programa formativo en incendios forestales
según niveles de competencia” Proyecto academia La Iglesuela.
DUCE, J L.; Noviembre 2011 “Estudio del sistema de gestión de incendios forestales.
Organización, posiciones y competencias”.
Página Web del Grupo Nacional de Coordinación en Incendios Forestales de los Estados
Unidos (National Wildfire Coordinating Group, NWCG): http://www.nwcg.gov/index.htm
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