SUMARIO European Journal of Cancer (Ed. Española) 2001; 1: 361-363 European Journal of Cancer ¿Por qué extirpar cuatro, al azar, cuando uno será suficiente? N.M. Hansen, A.E. Giuliano Centro Joyce Eisenberg Keefer Breast, Instituto John Wayne Cancer y Centro Saint Jonh's Health; Santa Mónica, CA 90404, EE.UU. Aceptado: 6 febrero 2001 El cáncer de mama sigue siendo la causa más común de cáncer en las mujeres, y es la segunda causa principal de fallecimiento por cáncer. El manejo quirúrgico del cáncer de mama ha evolucionado durante los últimos 40 años desde procedimientos radicales ablativos hasta conservación de la mama como método de preferencia para el tratamiento de estadios iniciales de la enfermedad. La presencia de metástasis en ganglios linfáticos axilares, continua siendo el mejor indicador pronóstico para pacientes con cáncer de mama, y el pilar del manejo quirúrgico de este cáncer ha incluido la extirpación de ganglios linfáticos axilares Nivel I, II y, a veces, III. La presencia de metástasis en ganglios linfáticos axilares se utiliza, a menudo, para identificar pacientes que se beneficiarían de un tratamiento adyuvante o una pauta de tratamiento adyuvante más agresiva. Sin embargo, durante los 10 últimos años, la necesidad de tratamiento adyuvante se ha basado muchas veces en las características del tumor primario, y se ofrece tratamiento adyuvante a un número incrementado de mujeres ganglios-negativos. Esto ha llevado a la cuestión de la necesidad de cirugía axilar. Se han utilizado varios métodos para identificar pacientes de cáncer de mama con riesgo de metástasis ganglionares; sin embargo, ninguno ha sido capaz de reemplazar la necesidad de una evaluación histológica de los ganglios linfáticos axilares. Fisher y colegas [1] demostraron que, aproximadamente un 35% de ganglios considerados normales en la exploración física, contenían carcinoma, y un 25% de los ganglios linfáticos sospechosos, aumentados en el examen, no contenían células metastásicas; por lo tanto, el examen clínico sólo, no supone una evaluación exacta del estatus ganglionar. Otras modalidades radiológicas tales como tomografía computadorizada, resonancia magnética y mamografía, presentan dificultades parecidas con respecto a la determinación del estatus tumoral de ganglios linfáticos. Tomografía de emisión de positrones puede identificar metástasis ganglionares más grandes de 1 cm, pero su uso tendría un valor limitado en la mayoría de pacientes [2]. En 1955, Berg popularizó la subdivisión ana- tómica de ganglios linfáticos axilares, en tres niveles funcionales, relacionados con el músculo pectoral menor [3]. Los ganglios linfáticos laterales e inferiores al músculo pectoral menor, se clasifican como ganglios Nivel I, aquellos localizados detrás de dicho músculo son ganglios Nivel II, y los ganglios superiores y mediales al músculo pectoral menor son ganglios Nivel III. Por lo tanto, según los niveles de Berg extirpados, se definen varios tipos de disecciones axilares. En una disección axilar baja, se extirpan los ganglios nivel I de Berg, mientras que en una disección parcial de ganglios axilares, se extirpan los niveles I y II de Berg, y en una disección total de ganglios axilares, se extirpan los tres niveles de Berg. Otros procedimientos denominados muestreo axilar se refieren a la biopsia al azar de ganglios axilares bajos sin referencia anatómica [4]. En 1991, la United States National Institutes of Health Consensus Conference, recomendó que se realizara una disección de ganglios linfáticos axilares (DGLA) Nivel I y II, en pacientes con cáncer de mama inicial [5]. Esto es debido a que la determinación del estadio asociada con este procedimiento es muy precisa, y tiene un porcentaje de falsos negativos menor de un 2% [6, 7]. Sin embargo, la capacidad de lograr este nivel de exactitud, es a expensas de una morbididad considerable: lo más devastador para las pacientes es el linfedema crónico, cuya aparición ha sido registrada, en algunas series, en hasta un 2030% de pacientes [8-10]. Debido a que aproximadamente sólo un tercio de pacientes que presentan cáncer de mama, tienen metástasis ganglionares, la disección de ganglios axilares rutinaria sitúa a un número substancial de pacientes como de riesgo para morbididad operatoria sin ningún beneficio conocido por parte del proceso operatorio. Los intentos para reducir la morbididad de la disección de ganglios axilares, con procedimientos menores, tales como DGLA baja o muestreo axilar, han sido abandonados debido a los altos porcentajes de falsos negativos. Existe un porcentaje de falsos negativos del 40%, con muestreo ganglionar axilar al azar, y del 10-15%, con excisión única- Hansen NM, Giuliano AE. Why remove four by chance when one will suffice? European Journal of Cancer 2001; 37: 1067-1069 (Usen esta cita al referirse al artículo). 362 N. M. Hansen, et al. / European Journal of Cancer (Ed. Española) 2001; 1: 361-363 mente de ganglios Nivel I [10-15]. La reciente introducción de la biopsia del ganglio centinela (BGC), proporciona una alternativa menos invasiva, pero altamente exacta, de evaluación axilar que la disección de ganglios axilares. En este número del European Journal of Cancer, Macmillan y colaboradores, de la Unidad de Mama del Nottingham City Hospital, explicaron su enfoque de muestreo de 4 ganglios (4NAS) como una alternativa a BGC. En este estudio, se evaluaron 200 pacientes con cáncer de mama inicial, utilizando ambas técnicas. La BGC se realizó mediante coloide radioactivo sólo. Antes de cirugía, se inyectaron peritumoralmente 27 MBq de coloide marcado con 99m-Tc. Luego, se utilizó la sonda C-Trak para identificar el ganglio centinela (GC), intra-operatoriamente. En las 15 primeras pacientes, se utilizó un linfoscintograma para confirmar la localización del GC. En el momento de cirugía, se realizó un 4NAS estándar, mediante palpación de la axila baja, y se extirparon los cuatro ganglios que se creía que con más probabilidad contenían enfermedad metastásica. La técnica 4NAS fue pionera en la unidad de mama de Edinburgo, y se basa en la teoría de que los ganglios axilares afectados, son aquellos más probablemente palpables intra-quirúrgicamente. La axila inferior es movilizada, y se identifican y extirpan individualmente, cuatro ganglios. En algunas ocasiones, se palpó un ganglio sospechoso en la parte superior de la axila y, en estos casos raros, dicho ganglio linfático, también se extirpó. Luego, se contaba cada ganglio linfático, utilizando una sonda gamma. Posteriormente, la sonda gamma se utilizó para evaluar la axila, y si se identificaba un ganglio linfático, con un recuento elevado, este se extirpaba como un ganglio adicional. En el 96% de casos se identificó un GC, con una media de 1.5 GC por paciente. Un GC fue definido como el ganglio "más caliente", y los ganglios al menos un 25% tan "caliente" como el utilizado como test en, como mínimo 25 contajes por 10 s, fueron también clasificados como centinela. En 153 casos (80%), el GC formaba parte del 4NAS. Sin embargo, en 38 (20%) casos, se identificaron uno o más GC en la axila, después de realizar 4NAS. No se identificó ningún ganglio centinela en 9 pacientes, 2 de los cuales, tenían un ganglio axilar positivo, identificado con 4NAS. En 8 pacientes, el GN no pronosticó fielmente el status de la axila: un porcentaje de falsos negativos del 14%. En conjunto, a 10 pacientes se las habría clasificado en un estadio inferior, mediante BGC, y a 1 mediante 4NAS, si cada técnica se hubiera utilizado como técnica única. Con este estudio se pretende argumentar que BGC utilizando coloide radioactivo tiene poco que ofrecer a los cirujanos que realizan 4NAS. Sin embargo, es difícil comprender ¡cómo es posible palpar un pequeño depósito tumoral micrometastásico en el 4NAS! Las pacientes con metástasis pequeñas no suelen tener ganglios aumentados. Ya se ha demostrado que la evaluación clínica de la axila es inexacta. ¿Aumenta la exactitud, cuando se realiza la palpación directa intraoperatoria de ganglios linfáticos? ¿Qué tamaño tiene que tener un depósito metastásico para ser palpado? ¿Puede uno palpar un depósito metastásico de 1, 2 ó 3 mm? Los autores admiten que la BGC está aún en etapas iniciales de perfeccionamiento, y que puede evolucionar hasta un procedimiento de determinación del estadio más preciso y clínicamente útil. ¡Ellos son conscientes de que los recursos y esfuerzos colocados en la BGC podrían ser empleados de forma más productiva en otros aspectos del cuidado del cáncer de mama! Sin duda, los autores no respaldan el concepto de BGC y, a pesar de los estudios que demuestran una correlación próxima al 100%, entre BGC y disección axilar, probablemente necesitarán más convencimiento. En este estudio existen varios defectos que deberían aclararse. Debería felicitarse a los autores por su exitoso porcentaje en la identificación del GC. Lo identificaron en un 96% de casos; sin embargo, el porcentaje de falsos negativos fue del 14%, el cual es un porcentaje elevado, incluso cuando se compara con el estudio Multicenter Validation, que presentó un porcentaje de falsos negativos del 11% [16]. En 1997 publicamos nuestros resultados de 107 pacientes sometidas a BGC seguida de DGLA, en los que el porcentaje de falsos negativos fue de 0% [17]. Probablemente, parte del problema con el actual estudio de Nottingham estaba relacionado con cuestiones técnicas. En este estudio, el GC se identificó utilizando una inyección preoperatoria de 0.3 ml de coloide marcado con 27 MBq 99mTc. Lo más probable es que este pequeño volumen de coloide, limitó la capacidad de identificar con éxito el GC. Otros han tenido éxito utilizando un volumen superior de fluido en la mama, en localizaciones separadas, en la periferia del tumor o en el lugar de la biopsia excisional previa [18]. Sin embargo, el defecto más significativo de este estudio, está relacionado con la capacidad de demostrar la exactitud de cada técnica. Los autores no realizaron una DGLA estándar en cada paciente; por lo tanto, no existe ninguna forma para determinar la verdadera exactitud de cada técnica. La DGLA sólo se realizó si el GC o un ganglio del 4NAS eran positivos, y la paciente era sometida a cirugía adicional de la mama. Por lo demás, la DGLA no se realizó y a la paciente se le administró radioterapia sobre la axila. Los autores comparan la exactitud de la BGC con 4NAS, basándose en la capacidad de hallar un GC positivo en cada técnica, pero esta no es una evaluación fiel de la exactitud de las técnicas. En cada caso, debería haberse realizado una DGLA estándar, para obtener el verdadero porcentaje de falsos negativos de cada técnica. Además, si cada técnica identifica fielmente a una paciente con una axila libre de tumor, ¿por qué irradiar la axila y someter a la paciente a la morbididad significativa de dicha irradiación? Los autores dan por supuesto que, a diferencia de un 4NAS, una BGC aumentaría el coste de la cirugía; sin embargo, el coste de una BGC es discutible. A pesar de que es cierto que existe un gasto adicional considerable con el uso de coloide radioactivo, el coste de una tinción azul es insignificante. Además, uno podría argumentar que una BGC se podría llevar a cabo bajo anestesia local en lugar SUMARIO N. M. Hansen, et al. / European Journal of Cancer (Ed. Española) 2001; 1: 361-363 de anestesia general, la cual es necesaria para 4NAS, con lo que se reduce significativamente el coste del procedimiento quirúrgico. Los autores argumentan que una BGC no proporciona una información pronóstica suficiente. Sostienen que una paciente con un GC positivo, requerirá de un segundo procedimiento para obtener suficiente información pronóstica. Esto puede ser cierto si las metástasis no son identificadas en el momento de cirugía. Ello ocurre en aproximadamente un 20% de casos en los que la sección congelada del GC es negativa, pero el análisis de la sección fija identifica las metástasis [19]. Esto también sería cierto en 4NAS. Los autores no realizaron secciones congeladas en el GC o ganglios linfáticos del 4NAS y, por lo tanto, también fue necesaria una segunda operación en su subconjunto de pacientes. Una BGC se realiza para identificar un subconjunto de pacientes con metástasis en ganglios linfáticos. La mayoría de pacientes no presentan metástasis en el momento del diagnóstico inicial. Este grupo de mujeres podrían ahorrarse la morbididad de una DGLA. Sin embargo, las preguntas más importantes son: ¿Es, una disección axilar, terapéutica? ¿Tiene un efecto sobre la supervivencia o es meramente un procedimiento para determinar el estadio? A las pacientes que tienen metástasis en el ganglio centinela en este momento, se procede a disección axilar Nivel I y II, para evaluar suficientemente la axila. Muchas veces, el GC es el único ganglio linfático que contiene enfermedad metastásica. Sin embargo, no existen criterios previsibles para determinar en qué pacientes ocurrirá esto. Por lo tanto, es difícil determinar qué pacientes GC-positivo pueden evitar una DGLA. Nosotros animamos a nuestras pacientes GC-positivo, a participar en el American College of Surgeons Oncology Group Study Z0011, en el que se randomizan a las pacientes con un GC positivo, a DGLA u observación. Finalmente, este estudio dará respuesta a la pregunta de si una disección axilar es pronóstica o terapéutica. Este estudio de Nottingham demuestra la factibilidad del 4NAS en su centro. Este estudio intenta demostrar la superioridad de este proceso de determinación del estadio, en comparación con la BGC. La comparación es imperfecta, pero se precisa más investigación. Intelectualmente, es poco probable que una palpación intra-operatoria o una excisión al azar, serán más exactas que la BGC, la cual se basa en la demostración de la subanatomía de la mama. Esta técnica puede ser difícil de dominar, pero una vez el cirujano tiene experiencia, es probable que sea más fidedigna que la palpación o el azar, especialmente debido a que en las pacientes con cáncer de mama inicial, que se someterían a esta operación, la mayoría de las metástasis son pequeñas. El alto nivel de exactitud de la BGC ha sido demostrado no sólo por nuestro grupo, sino por otros centros experimentales de EEUU y Europa [17, 18, 20, 21]. La BGC está aquí para continuar y, probablemente, reemplazará a la DGLA en mujeres ganglios-negativos y puede que incluso en mujeres ganglios-positivos. No está claro que extirpando cuatro ganglios linfáticos, la capacidad de detectar metástasis mejore. 363 Nosotros argumentaríamos que un abordaje de la axila más directo y anatómico, como es el caso de la BGC, probablemente sea un método más exacto para evaluar la axila. ¿Por qué extirpar cuatro cuando uno será suficiente? Referencias 1. Fisher B, Wolmark N, Baner M, et al. 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