Autor Gabriella Tami. ¿A qué juego jugamos? Los gatos necesitan jugar cada día pero un gato podría dejar de mostrar interés en el juego si el propietario no jugara de la forma adecuada. ¿Has jugado alguna vez moviendo una mano o un pie para que tu gato los atrape? ¿Le has dejado pelotitas y ratones, convencido de que esto fuera suficiente para entretener a tu gato? ¿Has jugado a la lucha con él? O ¿tienes dificultad para recordar la última vez que jugaste juntos? Si has contestado sí a algunas de estas preguntas, este artículo es para ti. Cuando son pequeños los gatos juegan a luchar entre sí, pero a partir de los 4 meses su juego principal consiste en simular sesiones de caza, es decir en atrapar objetos que simulan presas. Se puede tratar de simples pelotitas y ratones o de juguetes más complejos como los del tipo caña de pescar donde un juguete, muchas veces dotado de plumas, cuelga de una cuerda enganchada a un palo: un pequeño movimiento del palo hará que el juguete corra, salte y se esconda, desatando el instinto cazador del gato. Y es justo el movimiento lo que atrae al gato y lo incita a jugar. Dejar simplemente pelotas y ratones en el suelo no suele ser la mejor manera para incitarlo a jugar: para que estas “presas” se muevan y poderlas atrapar, el gato primero tiene que “darles vida” golpeándolas con una pata, razón por la cual es fácil que pierda rápidamente el interés en los juguetes que tiene siempre a disposición en casa. En cambio, si lanzas una pelota o mueves un juguete atado a una cuerda, el juego se vuelve más imprevisible y entretenido y el gato puede concentrarse en la tarea de atrapar su presa. Sin embargo, jugar con el gato no quiere decir simplemente mover un juguete: para lograr momentos de pura diversión hay que tener en cuenta algunas reglas: 1. Mueve el juguete lejos de su cara y no lo acerques nunca al gato: una presa de verdad nunca lo haría. Si le golpeas con el juguete o lo acercas demasiado a su hocico, el gato se retirará y lo golpeará con la pata... pero no te equivoques! No es un juego: el gato se está defendiendo de una presa que le ataca. 2. Deja que el gato atrape el juguete varias veces en cada sesión. Si sus intentos de caza fallan en continuación, el gato puede dejar de jugar: al fin y al cabo no es muy divertido jugar sin llegar a ganar nunca. 3. Evita que el gato persiga el juguete sin parar hasta quedarse sin aliento. En la naturaleza un gato abandonaría la persecución de una presa demasiado difícil de atrapar. El juego del gato es agilidad y estrategia: se basa en estudiar pacientemente la situación, planificar un acercamiento sigiloso a su presa y esconderse en el trayecto hasta llegar a la distancia ideal para saltar con precisión encima de la presa y atraparla. Para que el gato quede satisfecho física y mentalmente, el juego tiene que parecerse a una verdadera sesión de caza y lo que hacen las presas de verdad es aparecer, correr y esconderse. Affinity Petcare 1 4. Prepara el terreno de juego eligiendo una parte de la casa donde el gato tenga a disposición numerosos escondites para acercarse a su presa sin ser visto. En alternativa coloca en el suelo cojines o cajas que puedan servir como complemento a su estrategia de caza. 5. Mueve el juguete en línea recta, alejándolo del gato o moviéndolo trasversalmente con respecto a su posición. Su velocidad debería alternar movimientos rápidos y lentos e incluir algunas paradas, quedándose en algunas ocasiones escondidos y en otras en plena vista. 6. No te olvides de despertar el interés del gato con el sonido de la presa que huye de su depredador. 7. No exageres: si el gato jadea o tiene la respiración pesada, hay que introducir más pausas en el juego y jugar de forma más suave. 8. Deja que disfrute con su habilidad de cazador. Cuando consigue atrapar el juguete, deja que se entretenga con él durante algunos segundos antes de que la presa se escape otra vez y a sesión finalizada, retira el juguete y dale un trocito de comida o la ración que le toca: en la naturaleza la captura de la presa se celebra con una comida. 9. Para parar una sesión, en lugar de retirar el juguete de forma repentina, reduce la intensidad del juego de forma progresiva moviendo el juguete como si se tratara de una presa herida o cansada. Esto ayudará a que el gato acabe el juego más relajado. 10.Mantén guardados hasta la próxima sesión los juguetes que utilizas para jugar con el gato. En cambio, para que se entretenga sólo, puedes dejarle a disposición otros juguetes, como pelotitas y ratones. Siguiendo estas simples reglas tu gato se lo pasará en grande y tú disfrutarás en ver cómo saca su instinto cazador. AUTOR Gabriella Tami. BIBLIOGRAFIA Denenberg, S., 2003. Cat toy play trial: A comparison of different toys. Proceedings of the Annual Scientific Symposium of Animal Behaviour, American Veterinary Society of Animal Behaviour, July 20–21, Denver, Colorado. Ellis, S., 2009. Environmental enrichment - Practical strategies for improving feline welfare. Journal of Feline Medicine and Surgery 11, 901–912. Johnson-Bennett, P., 2011. Think like a cat. Penguin Editions. Affinity Petcare 2