Acuerdo N° 105 En la ciudad de Rosario, a los 31 días del mes de

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Acuerdo N° 105
mes de
En la ciudad de Rosario, a los
Marzo
31
días del
de dos mil nueve, se reunieron en
acuerdo los señores miembros de la Sala Segunda de la Cámara de
Apelación Civil y Comercial de Rosario, integrada para esta causa
por los doctores María Mercedes Serra, Ariel C. Ariza y Ricardo A.
Silvestri,
contra
para
RUPP,
168/2008),
apelación
dictar
Mariano
venidos
sentencia
sobre
para
interpuestos
a
en
Daños
los
y
resolver
los
foja
por
394
autos
“PICEDA,
perjuicios”
recursos
la
actora,
Matías
(expte.
de
la
n°
nulidad
y
apelación
deducida por los demandados y los recursos de nulidad y apelación
deducidos por la compañía aseguradora a foja 396 contra el fallo
número 359 del 19 de marzo de 2007, dictado por la señora jueza de
Primera Instancia de Distrito en lo Civil, Comercial y Laboral N° 2
de San Lorenzo.
Realizado el estudio de la causa, se resolvió plantear las
siguientes cuestiones:
Primera: ¿Es nula la sentencia impugnada?
Segunda: En su caso, ¿es justa?
Tercera: ¿Qué resolución corresponde dictar?
Sobre la primera cuestión la señora vocal doctora Serra, dijo:
Los recursos de nulidad interpuestos por la actora a foja 394 y
por la compañía aseguradora a foja 396, no han sido sostenidos de
modo autónomo en esta sede.
Por
ello
y
no
advirtiendo
vicios
de
procedimiento
que
justifiquen un pronunciamiento oficioso del tribunal, corresponde
desestimarlos.
Sobre esta primera cuestión, voto por la negativa.
Sobre esta misma cuestión el señor vocal doctor Ariza, a quien
le correspondió votar en segundo lugar dijo: Que coincide con los
fundamentos expuestos por la señora vocal doctora Serra, y vota por
la negativa.
Concedida la palabra al señor vocal doctor Silvestri, a quien
le correspondió votar en tercer término, y a esta cuestión dijo:
Que
habiendo
existencia
tomado
de
dos
conocimiento
votos
de
los
totalmente
autos
y
advertir
la
invoca
la
concordantes,
aplicabilidad al caso de lo dispuesto por el art.26, ley 10.160,
absteniéndose de emitiropinión.
Sobre la segunda cuestión la señora vocal doctora Serra, dijo:
1.
Mediante
primera
instancia
fallo
número
resolvió
359
del
rechazar
19.03.2007,
la
la
jueza
de
declinación en garantía
de Provincia Seguros S.A. (absorbente de Vanguardia Cia. Argentina
de Seguros S.A.) con costas a su cargo, hacer lugar a la demanda
entablada
por
Matías
Martín
Piceda
y
condenar
a
Irma
Susana
Schenfeld, Juan pedro Rupp, Tecworld S.R.L. en forma solidaria y a
Provincia Seguros S.A. (absorbente de Vanguardia Cia. Argentina de
Seguros S.A.) en los términos del artículo 118 de la ley 17.418 a
abonar al actor la suma de $ 25.000.- en concepto de indemnización
por daño material, incapacidad sobreviniente; $ 800.- en concepto
de gastos
terapéuticos, futuros y colaterales y $ 28.000.-, en
concepto de daño moral, con intereses desde la fecha del siniestro
hasta el 31 de diciembre de 2001 calculados al 8% anual y desde el
01.01.2002 hasta el vencimiento del plazo otorgado para el pago, al
correspondiente a la tasa pasiva promedio mensual no acumulativa
que abona el Nuevo Banco de Santa Fe S.A. para sus operaciones de
depósito a plazo fijo a 30 días y operado el vencimiento y hasta el
efectivo pago, fijó un interés equivalente al doble de la tasa
pasiva referenciada e impuso las costas los vencidos (fs.387/392).
Para
fundar
el
rechazo
de
la
declinación
de
garantía
de
Provincia Seguros, sostuvo que en el expediente de declaratoria de
pobreza, al contestar la demanda y en el alegato, la aseguradora
refirió
que
Tecworld
S.R.L.
contrató
cobertura
en
el
riesgo
responsabilidad civil póliza 559.339 y en los términos del artículo
118 de la ley 17.418 y que a la fecha del siniestro la cobertura se
encontraba
suspendida,
informativa
de
probado
con
Argentina
en
fecha
foja
la
de
pero
145,
punto
documental
Seguros
21.04.1999
pagó
por
que,
c)
de
a
quo
que
uno
de
los
efectos
obstante,
ofrecida
foja
318
por
que
de
el
la
prueba
actor
quedó
Vanguardia
Cía.
la Comuna de Ricardone $ 1.700.-
cancelación
garita de la comuna de Cafferata
a
no
siniestro
esquina
destrucción
Bevilaqua.
accidentales
del
total
Sostuvo
pago
era
el
el
reconocimiento de uan obligación preexistente, por lo que resultaba
contrario a la teoría de los actos propios desconocer la cobertura
respecto de
otro damnificado. También destacó que surgía de la
pericial contable de fojas 313/314 que a la fecha del siniestro –
31.10.98- las cuotas estaban impagas pero que la aseguradora aceptó
el pago de las cuotas vencidas el 01.12.1998 correspondientes a la
póliza
n°
559.3395.
Agregó
que
la
apoderada
de
la
aseguradora
reconoció que la primera cuota que debía ser pagada en fecha 1 de
octubre fue pagada después del siniestro (responde fs.133).
Por
otra
parte,
consideró
acreditada
la
mecánica del
hecho conforme a las constancias prevencionales (declaración de la
víctima, fs.56, testigos de fs.54 y 55), que el fallecido Mariano
Rupp conducía el rodado a una velocidad excesiva y que por ello
perdió el control del vehículo; que habiéndose acreditado que a la
fecha en que ocurrió el accidente, Tecworld S.R.L. era el titular
del
dominio
del
vehículo
individualizado
en
la
demanda,
debía
responder por los daños sufridos por el actor como consecuencia del
accidente en que intervino ese automotor (cfme. Arts.1109, 1113
Cód. Civil).
En
cuanto
a
los
rubros
reclamados,
fijó
la
suma de $
25.000.-, en concepto de daños personales de Matías Martín Piceda,
teniendo en cuenta la edad de éste a la fecha del accidente (20
años), la pericial médica y el informe médico legal (fs.74/75 y
fs.221/224) en cuanto estableció que la lesión vertebral le generó
una
incapacidad
parcial
y
permanente
del
20%
del
total
vida.
Estableció la suma de $ 800.- por gastos médicos y la de $ 28.000.por daño moral, con intereses desde al fecha del siniestro y hasta
el 31.12.2001 a la tasa del 8% anual y a partir de esa fecha y
hasta
el
plazo
previsto
para
el
pago,
la
tasa
pasiva
promedio
mensual no acumulativa que eefectivamente abona el Banco de Santa
Fe S.A. para sus operaciones de depósito a plazo fijo a 30 días y
operado ese vencimiento y hasta el efectivo pago, el doble de la
tasa referenciada.
El fallo fue apelado por la actora, los demandados y
por la
compañía aseguradora. Radicados los autos en la Alzada, expresaron
agravios
a
cotnestados
fojas
a
445/447,
fojas
449/451,
449/450,
456,
453/454,
460/461,
los
que
464/465;
fueron
firme
la
providencia de autos (fs. 467/470) queda la causa en estado de
resolver.
La relación de antecedentes efectuada en el fallo apelado no ha
sido cuestionada, por lo que corresponde así considerarla.
2. Los recursos de apelación.
2.1. El recurso de apelación de la actora.
2.1.1.
Critica la suma acordada en concepto de incapacidad
sobreviniente ($ 25.000.-) por considerarla exigua y por haberse
apartado de los precedentes jurisprudenciales citados, reiterando
fallos
en
cuanto
al
procedimiento
fijado
para
su
cálculo
y
proponiendo la manera en que debe ser determinado en el caso para
arribar a la suma de $ 54.381.- por el rubro pretendido.
2.1.2. Cuestiona que no se halla valorado el daño material en
sentido amplio, toda vez que el señor Piceda vio cercenada sus
actividades como consecuencia del accidente sufrido, por lo que
solicita por ese rubro la suma de $ 8.157,24 o lo que determine el
Tribunal.
2.2. El recurso de apelación del codemandado.
Basicamente, el apelante considera elevadas las sumas otorgadas
por los diferentes rubros indemnizatorios otorgados en el fallo y
pretende su reducción.
2.3.
Los
aseguradora.
agravios
de
la
citada
en
garantía
compañia
Cuestiona que se le haya extendido la responsabilidad en virtud
de la ley de seguros.
Considera que no debe responder toda vez que a la fecha del
siniestro la cobertura se encontraba suspendida por falta de pago
de la prima (cfme. art.31 ley 17.418). Destaca que se verifica un
supuesto de caducidad ante la ausencia de denuncia del siniestro
por el asegurado (cfme. art.47 ley 17.418).
Se agravia, además, por la suma fijada en concepto de daño
moral, por estimarla excesiva y también propone su reducción.
3.
Sobre la procedencia de los recursos.
3.1. De modo liminar corresponde señalar que ha operado la
deserción de la apelación deducida por la codemandada sucesora de
Mariano Rupp a foja 395.
Ello,
ya
que
no
consta
en
autos
que
se
haya
conferido
o
sustituido mandato a favor del abogado Guillermo Conrado Bielmann.
En consecuencia, atento a lo dispuesto en el artículo 42 del
Código
Procesal,
deviene
nulo
lo
actuado
en
la
alzada
por
el
abogado que no poseía mandato al momento de fundar su apelación.
3.2. Por cuestiones metodológicas considero apropiado tratar
primeramente
los
agravios
expresados
por
la
aseguradora
con
relación a la vigencia del contrato de seguro.
La apelante refiere a un supuesto de caducidad ante la ausencia
de denuncia del siniestro por el asegurado (art. 47 ley 17.418) y,
por otra parte, a la suspensión de cobertura por falta de pago de
la prima (art.31 ley 17.418).
A foja 318 consta la copia certificada remitida por la Comuna
de Ricardone del recibo extendido con ocasión del pago recibido de
la aseguradora apelante. En ese documento firmado por la autoridad
comunal, consta que el pago fue efectuado por Vanguardia Compañía
Argentina de Seguros, mediante un cheque que se individualiza, como
indemnización
por
daños
derivados
del
accidente
por
el
que
se
demanda en esta causa.
Por otra parte, no es certero lo afirmado por la apelante en
cuanto a que la susodicha constancia resulta desvirtuada por el
dictamen del perito contador.
En efecto, al requerimiento de comprobación en los registros de
la aseguradora sobre si existía un número de siniestro asignado por
el accidente que motivó este juicio o si con ocasión de él se había
efectuado algún pago a terceros (punto 8), el experto respondió que
no
existía
denuncia
del
siniestro
“Tal
como
consta
en
el
acta
suscripta el 18 de setiembre de 2003 …” (fs.315 in fine).
Sin embargo, en el acta mencionada (cfr. fs.267) se asentó la
documentación que le fue entregada al experto (copia de la póliza,
copia del libro de emisión y del registro de cobros), habiéndose
expresado: “No existe denuncia del siniestro.”
No
existe
constancia
que
el
perito
haya
indagado
en
los
registros de la compañía la veracidad de esa información que, por
tratarse
de
la
afirmación
del
empleado
que
intervino
en
el
requerimiento, no tiene más valor que una declaración de parte.
Tampoco surge del informe pericial, que el perito haya cotejado
o
examinado
verificar
si
las
se
registraciones
había
contables
realizado
algún
de
pago
la
compañía,
con
ocasión
para
del
accidente
en
cuestión,
desde
que
ningún
libro
idóneo
para
tal
cometido le fue exhibido ni consta que haya sido requerido para
realizar la peritación.
En consecuencia, resultaron acertadas las conclusiones de la
jueza anterior en cuanto tuvo por probado el pago efectuado
Comuna
de
Ricardone,
ya
que
la
compañía
se
a
la
encontraba
posibilitada de aportar elementos para desvirtuar las conclusiones
que podían extraerse de la presentación del mentado recibo.
Cabe señalar que, por un lado, la caducidad derivada de la
falta
de
denuncia
del
siniestro
puede
ser
renunciada
por
el
asegurador por tratarse de derecho disponible y se considera que
media renuncia tácita a invocar la caducidad cuando realiza actos
que implican
susodicha
una conducta incompatible con la aplicación de la
sanción,
como,
por
ejemplo,
la
asunción
de
responsabilidades derivadas del siniestro, pues ello evidencia de
modo inequívoco que se hallaba en conocimiento del suceso (cfr.
STIGLITZ,
Rubén,
Derecho
de
seguros,
T.II,
3ª
edic.,
Abeledo
Perrot, 2001, pág.140, n° 692).
De
defensa
igual
de
modo,
cabe
suspensión
considerar
de
tácitamente
cobertura
por
renunciada
la
falta de pago de la
prima, cuando el asegurador realiza actos que impliquen, aunque sea
parcialmente, el cumplimiento de sus obligaciones, pues se aplican
los
mismos
criterios
que
refieren
a
la
renuncia
de
invocar
la
caducidad como sanción (cfr. STIGLITZ, ob. y t. cit., pág.364, n°
906).
Por lo expuesto, cabe rechazar este tramo de la apelación de la
aseguradora.
3.3. Adelanto que los agravios de la actora –en tanto plantean
disconformidad
con
la
indemnización
acordada-
también
deben
ser
rechazados.
3.3.1. Referido a la alegada exigüidad de la indemnización y al
método
que
propone
para
efectuar
la
estimación
correcta, esta Sala en su actual integración
oportunidad
c.
de
Frigorífico
expedirse
en la causa
que
ya
considera
ha
tenido
“Spasbelichoff,
Javier
Empalme s. Acción Civil”, (Ac. N° 497 del 30.08.06
- Expte. N° 238/04).
En
ese
consistente
precedente
en
se
sostuvo
multiplicar
el
que
el
porcentaje
método
de
de
los
cálculo
ingresos
comprobados de la víctima por los años de vida activa para obtener
así la cuantía de la indemnización, puede resultar sencillo pero no
necesariamente es el más lógico ni mucho menos el más justo, ya que
la
indemnización
debe
lograr
mantener
al
individuo
en
similar
situación económica a la que tenía antes del evento dañoso y no
facilitar el enriquecimiento sin causa del demandante. Por ello se
afirmó que el monto que se asigne debe enderezarse a otorgar a la
parte perjudicada una suma que le permita compensar la incapacidad
que padece de acuerdo a sus ingresos, hasta el momento que se fije
como el final de su vida activa, punto en el cual el capital que
conforma el
resarcimiento debe haberse consumido, lo que
no se
verifica en la propuesta del apelante actor.
Como se ha expresado, en el memorial de apelación la actora
sostiene
que
la
indemnización
debería
calcularse
tomando
el
porcentaje de incapacidad establecido sobre los ingresos probados
de la víctima, multiplicando el resultado por el período estimado
como
de
vida
activa
que
debe
calcularse
hasta
la
fecha
de
jubilación.
Sin embargo, dado que el capital no se presume ocioso (al
contrario,
cantidad
pasiva
se
que
lo
presume
arroja
mensual
el
propia
cálculo
economía
al
final
de
modo
que
obtenido
la
suma
mensual
intacto,
más
un
eventualmente
se
período
como
de
que
impone
a
generará
previsto
por
la
y
parte
si
una
la
tasa
una
renta
se
habrá
compensación
réditos
aumentado
evidente
estable,
del
debida
excedente
resulta
antedicho
de
mensual;
incapacidad,
activo),
por
del
la
capital
capitalización
del
remanente de intereses.
Por lo expuesto, no resultando acertado el método cálculo que
propone la actora apelante, corresponde desestimar el agravio que
ninguna
otra
objeción
formula
a
los
fundamentos
que
sobre
el
particular contiene la resolución de la instancia anterior, que
para determinar la indemnización
tuvo en cuenta las circunstancias
personales de la víctima y las secuelas del accidente, habiendo
fijado la retribución compensatoria con arreglo a las facultades
que acuerda a los jueces el artículo 245 del Código Procesal.
Adicionalmente,
subsidiaria
que
conviene
refiere
al
dejar
valor
sentado
del
que
“punto
la
de
pretensión
incapacidad”
presuntamente fijado en $ 1.500.- por un “Acuerdo plenario del día
10.03.08 para valores de indemnizaciones”, no hace referencia a
ningún acuerdo dictado por la Cámara de Apelación Civil y Comercial
de Rosario, ni se corresponde con los métodos seguidos en este
fuero para establecer las reparaciones pecuniarias por daño a las
personas.
3.3.2. Tampoco puede prosperar la objeción de la actora que
refiere al otorgamiento de una compensación por lo que denomina
“daño material en sentido amplio”, que –a juicio de esa parte- no
se
ciñe
al
menoscabo
incapacidad,
capacidad
sino
que
en
también
ambulatoria,
culturales,
el
la
deportivas,
ámbito
laboral
abarcaría
otros
realización
sociales,
derivado
aspectos
integral
etc.,
en
de
tanto
de
la
como
la
actividades
disminuyen
la
posibilidad de la persona de superarse y afectan la incolumidad de
su calidad de vida.
Cabe señalar que todo perjuicio es indemnizable a condición de
que el interesado acredite haber sufrido efectivamente la lesión
que afecta uno o varios ámbitos de su vida cotidiana.
La vaguedad de la postulación no cumple con ese recaudo y no
demuestra
que
lo
que
pretende
no
se
encuentre
incluido
en
la
indemnización por daño material que estableció la sentencia atacada
–que
expresa
haber
tenido
en
consideración
las
condiciones
personales de la víctima y la gravitación del daño en su vida- y en
la retribución fijada en concepto de daño moral, que también abarca
alguno
de
apelación
los
y
que
aspectos
pudieron
inmateriales
verse
que
son
afectados
como
referidos
en
consecuencia
la
del
hecho dañoso.
Por
lo
demás,
esta
Sala
–aunque
con
diferente
integración
parcial- tiene resuelto que no existe un tercer género resarcible
independiente de la noción de daño patrimonial (entendido como el
perjuicio efectivamente sufrido por el damnificado en su persona o
en sus bienes y la ganancia dejada de percibir, es decir, lucro
cesante por incapacidad, gastos médicos, etc.) y de daño moral, por
lo que resulta improcedente la pretensión de que se indemnice la
integridad
psicofísica
de
la
persona.
Cabe
considerar
que
este
criterio es mayoritario en la doctrina nacional judicial y de los
autores y ha sido extensamente desarrollado en el voto del doctor
Silvestri en “Marquez, María Luisa c. Municipalidad de Rosario s.
Daños y perjuicios” (Ac. N° 9 del 23.02.01, Expte. N° 343/99).
3.3.4.
No
resulta
procedente
el
recurso
de
la
aseguradora
contra la suma asignada en la sentencia apelada en concepto de daño
moral.
El planteo no constituye una crítica a las consideraciones de
la jueza
anterior, sino una mera discrepancia con el resultado
establecido,
lo
que
no
constituye
un
agravio
atendible
en
los
términos del artículo 365 del Código Procesal.
Ello, teniendo en consideración que la recurrente no cuestiona
la procedencia del reclamo, sino que limita sus objeciones a la
suma otorgada como indemnización tildándola de excesiva, pero a
pesar del encomio puesto en tratar de imponer su parecer, no llega
a demostrar que la suma conferida resulte excesiva.
En efecto, en primer lugar, asiste razón a la actora en
invoca
la
cierto
grado
de
discrecionalidad
de los
tanto
magistrados
a
hora de determinara la reparación por este rubro. Por otra
parte,
en
el
caso,
además
de
las
consecuencias
espirituales
derivadas
del
consecuencia
sufrimiento
de
las
padecido
lesiones
y
la
por
el
reclamante
incapacidad
como
sobreviniente,
también resulta atendible –como indica la demandante- que se vio
involucrado en un accidente de gravísimas consecuencias para los
participantes.
Atento a ello y teniendo en consideración también los montos
que
se
otorgan
consecuencias
de
en
concepto
otro
tipo
de
de
daño
moral
perjuicios
para
(por
reparar
ejemplo,
las
errónea
información asentada en las bases de deudores morosos del Banco
Central
o
de
las
empresas
que
evalúan
riesgo
crediticio)
la
indemnización concedida por este rubro en la resolución impugnada
no resulta desmesurada.
Por
lo
expuesto,
sobre
la
segunda
cuestión
voto
por
la
afirmativa.
Sobre esta cuestión el señor vocal doctor Ariza, dijo: Que
coincide con lo propuesto por la señora vocal doctora Serra, y vota
por la afirmativa.
Concedida la palabra al señor vocal doctor Silvestri, dijo: Que
se remite a lo expuesto en la primera cuestión, absteniéndose de
emitir opinión.
Sobre la tercera cuestión la señora vocal doctora Serra, dijo:
Atento el resultado de la votación que antecede corresponde
declarar desierto el recurso deducido por la codemandada sucesora
de Mariano Rupp. Desestimar los recursos de nulidad y rechazar las
apelaciones
interpuestas
por
la
parte
actora
y
la
aseguradora
citada en garantía contra la sentencia número 359 del 19.03.2007.
Mediando vencimiento total, las costas deben ser impuestas a
los vencidos (art.251 CPCC) y los honorarios de los profesionales
que actuaron en esta sede deben establecerse en el cincuenta por
ciento
(50%)
de
los
que
en
definitiva
se
fijen
en
la
primera
instancia.
Así voto.
Sobre esta tercera cuestión, el señor vocal doctor Ariza, dijo:
Que
coincide
con
la
resolución
propuesta
por
la
señora
vocal
preopinante, y vota en igual forma.
Concedida la palabra al señor vocal doctor Silvestri, a esta
cuestión,
dijo:
Que
se
remite
a
lo
considerado
en
la
primera
cuestión, y se abstiene de votar.
Por tanto, la Sala Primera de la Cámara de Apelación Civil y
Comercial de Rosario, RESUELVE: 1. Declarar desierto el recurso
deducido por la codemandada sucesora de Mariano Rupp. 2. Desestimar
los recursos de nulidad y rechazar las apelaciones interpuestas por
la
parte
actora
y
la
aseguradora
citada
en
garantía
contra
la
sentencia número 359 del 19.03.2007. 3. Imponer las costas a los
vencidos
(art.251
CPCC)
y
establecer
los
profesionales que actuaron en esta sede
ciento
(50%)
de
los
que
en
definitiva
honorarios
en
se
de
los
el cincuenta por
fijen
en
la
primera
instancia. Insértese, hágase saber, bajen y déjese nota marginal de
estar esolución en el protocolo del juzgado de origen. (Expte. Nro.
168/2008).
mm.
SERRA
ARIZA
SILVESTRI
-art.26 ley 10.160-
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