Federación Internacional de Periodistas PERIODISMO DE CALIDAD PARA LA ERA DE LA INFORMACIÓN DECLARACIÓN SOBRE POLÍTICAS PARA LA CUMBRE MUNDIAL DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Febrero de 2003 1 1. INTRODUCCIÓN La Federación Internacional de Periodistas, el mayor grupo de periodistas del mundo, que representa a más de 500.000 trabajadores de los medios de comunicación del mundo entero, recibe con agrado la iniciativa de las Naciones Unidas de celebrar una Cumbre mundial con el fin de acordar un programa de acción relacionado con la creación de una sociedad de la información justa, democrática y accesible para todos. La revolución de la información nos brinda la posibilidad de renovar y consolidar las estructuras de la democracia, proporcionando concretamente un acceso más fácil a la información, servicios públicos más eficaces, y una mayor participación en los procesos de toma de decisiones. Si se enfoca de una manera adecuada, las nuevas redes de comunicación pueden aumentar la productividad y la competitividad de las economías nacionales y estimular el crecimiento y la creación de empleos de la economía mundial. La tecnología de la información, utilizada correctamente, puede llegar a ser una herramienta de enriquecimiento para las personas ya que les puede dar mayor comprensión de sus derechos y fomentar la confianza en si mismos, la seguridad y mayor colaboración en el ejercicio democrático. No obstante, el problema de la exclusión de algunos sectores de la sociedad es una cuestión de prioridad y exige un compromiso político para obtener un servicio y un acceso universal a la información. La sociedad de la información nos brinda, por sobre todas las cosas, una oportunidad sin precedentes para ampliar el panorama de los medios de comunicación y para fortalecer el pluralismo democrático mediante una acceso rápido de los ciudadanos a nuevas áreas del periodismo de calidad con la capacidad de ejercer una influencia en las políticas que se deciden a nivel local, nacional y regional. Pese a que la sociedad de la información tiene el potencial para mejorar la calidad de vida de las personas, esto no ocurrirá si no se toman las decisiones apropiadas de modo que las políticas adoptadas estén de acuerdo con las necesidades de la sociedad en cuanto a la inclusión social, la diversidad cultural y la igualdad. La confianza pública no crecerá si no se trabaja más para garantizar los derechos de las personas y comprometerlas en el debate sobre las consecuencias de los cambios. Los objetivos culturales, sociales y democráticos de una nueva sociedad de la información no se pueden cumplir concentrándose solamente en el mercado global. Un enfoque centrado sólo en el mercado hará que se reduzcan los derechos de los empleados, que la creatividad disminuya, que se consiga menor calidad y que se profundicen las divisiones que existen en la sociedad actual en su conjunto. 2 También dará como resultado una mayor concentración de medios de comunicación y una influencia indebida ejercida por los conglomerados mediáticos mundiales, fuera de la órbita de la responsabilidad democrática, sobre la vida cultural, política y pública. Si la sociedad de la información se consigue con éxito, debe poner fin al aislamiento de las personas de las regiones más pobres del mundo y ayudar a estrechar la brecha cada vez mayor entre ricos y pobres que existe en todos los países. La reducción de la pobreza y la mejora de los servicios públicos, entre los que se encuentran los medios de comunicación públicos, son esenciales si queremos que la sociedad de la información tenga un significado duradero para las personas de todo el mundo. NUESTROS OBJETIVOS: ACCESO, PLURALISMO Y SERVICIO UNIVERSAL La sociedad de la información se debe desarrollar en un marco que asegure un acceso fácil y seguro a la información así como su comunicación. El acceso a la información asegura igualmente una competencia justa y un entorno económico equilibrado. El control del acceso da como resultado el abuso de poder económico y político. Garantizar la diversidad de la propiedad y de los servicios de información y comunicación es un principio fundamental que la FIP sostiene junto con el movimiento sindicalista mundial. La FIP sostiene firmemente el concepto de universalidad en la oferta de redes y servicios de telecomunicación. Puesto que el sector de la información en las economías nacionales se está ampliando y que la economía internacional depende cada vez más de las redes globales, todos deberíamos tener un acceso más fácil y asequible a los servicios de banda ancha para conseguir empleo, disfrutar los momentos de ocio, recibir información y ejercer nuestra ciudadanía. Una característica fundamental del servicio universal es la continuación y ampliación del servicio público de radiodifusión. Los valores del servicio público se deben aplicar a los servicios de radiodifusión privados y estatales, y deben ser un modelo de calidad y de una comunicación pluralista y accesible para todos. Se deberían crear criterios profesionales por los cuales se definan y consoliden las obligaciones de servicio público de los medios de comunicación, sin tener en cuenta la propiedad. La FIP es consciente, en concreto, de las implicaciones que puede tener una nueva infraestructura de la información, y considera que ésta tendrá repercusiones en muchos campos: • Las fuentes de noticias y de información ya están dominadas por conglomerados del hemisferios norte y pocas veces se oye la voz de quienes 3 habitan en el sur. Se debe intentar crear un puente que reduzca esta brecha en la información. • Los recursos para la cultura y el entretenimiento están inundados de una visión de la cultura en el mundo cada vez más unificada, a expensas de la diversidad. Se debe rectificar este desequilibrio. • La calidad de la información se está reduciendo a causa de una excesiva comercialización y una incapacidad para invertir en periodismo profesional y mantener condiciones de trabajo seguras y equitativas para el personal de los medios de comunicación. En los países donde hay redes que permiten la competencia existe una variedad de operadores que trabajan en la creación de la sociedad de la información. Sin embargo, es esencial que todos estos operadores ofrezcan un servicio completo de banda ancha doble. Los que posean una red capaz de ofrecer servicios con multiplicidad de canales deben tener autorización sólo para vender servicios bajo condiciones "obligatorias". EL PAPEL DE LOS GOBIERNOS Los gobiernos desempeñan un papel vital en la creación de la sociedad de la información. Deben comenzar por reconocer que la sociedad de la información es un proceso democrático y que los obstáculos a la libertad de expresión y de opinión y al libre ejercicio del periodismo deben desaparecer. Los gobiernos deben crear el marco legislativo y reglamentario más indicado para promover la creación de la sociedad de la información, asegurando al mismo tiempo la defensa de la competencia y el pluralismo de los servicios. Los gobiernos deberían asegurar igualmente una nueva definición de servicio universal en el contexto de las redes de banda ancha. Debe existir una obligación específica en cuanto a la geografía, los precios y la calidad de los servicios así como mecanismos reguladores para asegurar que se cumplan dichas obligaciones. Los gobiernos han de actuar para salvaguardar y desarrollar los genuinos sistemas de servicio público de radiodifusión a escala nacional, accesibles a todos los ciudadanos, y para trabajar con la sociedad civil mediante el apoyo, con fondos públicos, a redes comunitarias. EL PAPEL DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL Las implicaciones mundiales de la sociedad de la información exigen iniciativas nacionales nuevas y arriesgadas en el campo de la regulación y la defensa de los intereses de la sociedad. Todas las agencias de las Naciones Unidas interesadas, entre 4 las que se encuentran la OIT, la OMPI, la UNESCO y la UIT y las que trabajan con cuestiones de desarrollo deben preparar un plan de acción integrado para: • Asegurar que las personas en los países menos desarrollados tengan acceso a la tecnología con el fin de mejorar la calidad de vida y proporcionarles asistencia en el proceso de desarrollo económico y social; • Poner en marcha la legislación internacional necesaria para garantizar el acceso, el pluralismo y la defensa de la competencia. • Consolidar y aplicar las normas y convenios existentes para la protección de los derechos de los trabajadores y los creadores. DERECHOS EN EL LUGAR DE TRABAJO Todavía no se comprende en toda su extensión el impacto que tendrá sobre el empleo la creación de la sociedad de la información. Es esencial conocer, a medida que los medios de comunicación tradicionales se mezclan con tecnologías y servicios de la información nuevos e innovadores, qué trabajos pueden desaparecer, dónde se van a crear empleos y cómo se pueden adaptar mejor a los cambios, al tiempo que se protege y se mejora la calidad de la información, promoviendo el crecimiento del empleo y elevando la calidad de vida. El impacto social de la sociedad de la información debe ser objeto de un examen crítico. Todavía existe la necesidad de incorporar más puntos de vista femeninos en los reportajes, así como aumentar los canales de difusión de las opiniones femeninas, especialmente en los reportajes referentes a los temas de mundialización, política, economía, negocios y ciencias. La FIP, que representa a los periodistas desde 1926, se congratula, sin lugar a dudas, por los retos de la sociedad de la información. Estamos en una época de cambios que ofrece el potencial para ampliar la visión del periodismo más allá de los estrechos territorios definidos por las estructuras mediáticas tradicionales. La sociedad de la información brinda grandes oportunidades para ampliar el concepto de periodismo y verlo como fuerza para el intercambio democrático. Creemos que la propuesta que remitimos, que establece las exigencias de los periodistas sobre los objetivos sociales y culturales que se deben ajustar a la manera en la que se construye la sociedad de la información, brinda una oportunidad para asegurar que la tecnología está estructurada para satisfacer las necesidades de la humanidad y está desarrollada para proporcionar la calidad de la información que necesitan las personas para darle sentido y significado a la vida. 2. LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y ACCESO A LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN 5 1. La regulación nacional e internacional debe asegurar que los ciudadanos son capaces de ejercer sus derechos a la libertad de expresión sin injerencia indebida por parte del poder político o económico. 2. Las personas gozan del derecho de poder recibir información fiable y adecuada que no esté en controversia con las leyes nacionales que rigen la libertad de expresión. Se deben aplicar las leyes y la normativa existentes que proporcionan libertad de expresión y opinión y la protección de los derechos culturales (en contra de la pornografía, el racismo y el odio étnico, la incitación a la violencia, etc) a todos los servicios de información que se pongan a disposición del público. 3. Es probable que a medida que se desarrolla la tecnología sea cada vez más irrealista el hecho de creer que los flujos de información se pueden controlar en última instancia. Es verdad que pocos controles permiten ampliar las normas de libertad de expresión, pero sin embargo pueden cuestionar las normas legales nacionales existentes en la actualidad sobre todo las que prohíben la difusión de determinada información, como por ejemplo la pornografía infantil, el material racista y la información que fomenta la violencia. 4. Sin embargo, los derechos a la libertad de expresión y a la libertad de elección para los consumidores exigen que se tengan en consideración sistemas de control de los contenidos flexibles y no invadan la privacidad. (Ver Ética, Formación y Autorregulación) Recomendaciones Se debe garantizar a todos los ciudadanos el derecho a la libertad de expresión, incluida la libertad de opinión, y a recibir una información imparcial sin injerencia, en virtud del Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Se deben garantizar aún más los derechos de los ciudadanos al acceso a la información pública mediante leyes sobre la Libertad de Información comunes para todos los estados miembros de las Naciones Unidas. Los Gobiernos han de adoptar una base legal para la libertad de información que permita el acceso público, incluido el acceso electrónico, en todos los niveles de gobierno. Se deben crear nuevos mecanismos, basados en la autorregulación o la regulación conjunta, para asegurar que las normas de regulación existentes sobre los contenidos y la calidad de la información se aplican al nuevo entorno digital. 5. La normativa nacional e internacional debe asegurar que los ciudadanos pueden ejercer estos derechos. 6 6. Todos los ciudadanos y las comunidades deben tener la oportunidad de participar en la sociedad de la información y tener acceso a un servicio universal, lo cual se puede definir como la creación de objetivos para que todas las personas dispongan de servicios básicos de información y comunicación. 7. Dicho objetivo debe ir más allá de proporcionar simplemente acceso a teléfonos o a televisiones. El concepto se debe redefinir y ampliar para tener en cuenta los avances tecnológicos y las necesidades de la sociedad. En caso de necesidad se deberían crear marcos de apoyo, financiados con recursos públicos, para mejorar los incentivos y los mecanismos que permitan satisfacer las necesidades. Recomendaciones Las leyes y la normativa se deberían formular siguiendo las normas comunes y deberían estar basadas en principios de acceso aceptados mediante los cuales todos los ciudadanos puedan participar en la sociedad de la información y tener acceso a servicios básicos de información y comunicación. Esto significa: • Acceso equitativo para todos, sin tener en cuenta la geografía, y un marco operativo que proporcione acceso a todos los grupos, incluidas las personas con discapacidades; • Servicios para todas las escuelas, hospitales, bibliotecas e instituciones de la comunidad. 8. El precio que hay que pagar por el aumento de comodidad, velocidad y variedad de servicios disponibles en la sociedad de la información será una pérdida del anonimato y una pérdida de la privacidad. Los que circulan por la sociedad de la información podrán ser controlados y se les podrá seguir cada paso que den. Sus movimientos son registrados en bases de datos en constante crecimiento creados por instituciones financieras y comerciales. Pese a que las personas no pueden objetar nada cuando se les explica este proceso, deberían tener la posibilidad de elegir. 9. El sector público y el privado tienen urgencia por recabar información personal. Las autoridades tienen interés en acceder a información sobre los ciudadanos, ya sea por razones de aplicación de las leyes o por otras razones de seguridad pública. 10. A partir del 11 de septiembre de 2001 y del comienzo de la “guerra contra el terrorismo” gran cantidad de países han promulgado leyes o normas para controlar el flujo del tráfico en Internet y para su vigilancia. (La FIP ha publicado en 2002 un extenso informe – Journalism and the War on Terrorism (El Periodismo y la guerra contra el terrorismo) – que explica cómo estas acciones amenazan las libertades civiles fundamentales y pueden perjudicar el entramado de la investigación periodística.) 7 11. Es esencial para la misión del periodismo que también las organizaciones de medios de comunicación basándose en la legítima investigación periodística puedan tener acceso a información personal. El derecho de los periodistas para recabar y almacenar información es un elemento fundamental en el proceso periodístico, al que se debe proteger de toda ingerencia externa. En este sentido, los periodistas deben contar con protección legal para el derecho que tienen de proteger las fuentes de información. 12. Al mismo tiempo, la protección de las personas exige que el acceso oficial a la información privada esté estrictamente controlado y sometido a normas públicas, responsables y transparentes. La FIP cree que las políticas internacionales deberían asegurar: • Que recabar y retener información sobre identificación se mantenga en un nivel mínimo. • Que los sistemas de información deben dar también a las personas el derecho de poder decidir por sí mismos si se revela su identidad o si se la mantiene en sistemas o bancos de datos de información personal. • Que los ciudadanos tengan acceso a la tecnología y a software que les permitan preservar la privacidad de sus comunicaciones públicas y personales. 13. Las condiciones en las que se pueden recabar y procesar los datos personales, según han sido definidas por las normas de protección de datos nacionales, deben ser reafirmadas y desarrolladas aún más para satisfacer las necesidades de la sociedad de la información. Recomendaciones La prueba cada vez más evidente de la ingerencia gubernamental en el control y vigilancia del tráfico de datos en Internet amenaza los derechos de los ciudadanos a la libertad de expresión y pone de manifiesto la falta de protección uniforme y legal de la privacidad de las comunicaciones a escala internacional. Todas las agencias intergubernamentales deben tratar urgentemente este vacío legal de las políticas existentes. Las Naciones Unidas deben adoptar un programa de políticas que asuman estos principios y establecer plazos para la elaboración de normativa y para la adopción de normas nacionales e internacionales para satisfacer estos objetivos. Los derechos de los periodistas a recabar, almacenar y difundir información en interés público no se contradicen con la necesidad general de protección de la privacidad, y se deberían promulgar leyes que protejan los derechos de 8 los periodistas en este área, incluido el derecho a mantener la confidencialidad de las fuentes de información. ÉTICA, FORMACIÓN Y AUTORREGULACIÓN 14. Se puede garantizar la calidad de la información mediante un apoyo cada vez mayor a los medios de comunicación independientes y profesionales, que trabajan con las más elevadas normas profesionales y éticas. 15. Por otra parte, para que la información sea útil y para probar adecuadamente su credibilidad, se debe obligar a los proveedores de servicios de información que den a conocer los orígenes y la propiedad de toda la información que se pone a disposición del público. 16. El papel de los medios de comunicación de establecer la fiabilidad y credibilidad de la información proveniente de las instituciones, ya sean políticas o privadas, a todos los niveles, es el de ser un garante esencial del derecho de los ciudadanos a saber, y debe ser un punto de referencia constante en la creación de políticas para la sociedad de la información. 17. El reto para los medios de comunicación es el de crear un marco mediante el cual el papel tradicional del periodismo de proporcionar un “filtro” profesional se extienda a la recolección, almacenamiento y difusión de toda la información electrónica. Este marco exigirá nuevas iniciativas en el campo de la formación periodística, centrada particularmente en los periodistas freelance y en aquellos que trabajan en el entorno electrónico. 18. Los códigos de conducta profesional y las estructuras que mantienen las normas de contenidos proporcionan una base importante para la autorregulación en este área. Se debe hacer una consideración urgente sobre el hecho de adaptar la estructuras existentes para satisfacer las nuevas condiciones de los medios de comunicación. 19. Es esencial evaluar las diferentes categorías de los nuevos servicios y considerar su importancia cultural y su contribución al proceso democrático. Hay una distinción significativa entre los servicios disponibles para el consumo público y las transmisiones privadas por la red. 20. La FIP insiste que la autorregulación proporciona la forma más efectiva, profesional y democrática para mantener la calidad y las normas del periodismo. Recomendamos con insistencia que los procesos de autorregulación existentes se consoliden para tomar en cuenta los nuevos servicios de información y las publicaciones transnacionales. En los casos en los que exista un acuerdo por parte de los profesionales de los medios de comunicación son aceptables las formas de regulación compartida con el fin de reforzar las decisiones para la autorregulación. 9 21. Para salvaguardar la calidad y la profesionalidad se debe aplicar la independencia editorial a los nuevos servicios informativos. En este respecto, sería útil el estudio de los códigos existentes, por ejemplo los que cubren los contenidos editoriales o la publicidad, así como su efectividad en el mantenimiento de las normas. Las empresas y los gobiernos deberían adoptar políticas de publicationes que tengan en cuenta los géneros y que reflejen la igualdad de géneros. Recomendación La FIP recomienda que se promuevan durante la Cumbre Mundial la autorregulación profesional y los métodos voluntarios para establecer y mantener normas de contenido periodístico iniciando y animando actividades para fomentar la independencia editorial y la profesionalidad mediante: Programas de formación para los proveedores de contenidos con el fin de intentar asegurar un conjunto mínimo de normas para la recopilación, preparación y difusión de información confiable en el entorno digital; Recopilación y evaluación de los códigos existentes y las normas aplicadas a los servicios de información a disposición del consumo público. 3. PLURALISMO Y DIVERSIDAD CULTURAL 22. Los periodistas y los que proporcionan contenidos temen que la sociedad de la información, con su posible concentración de propiedad y su integración vertical, hagan peligrar el pluralismo de los medios de comunicación. Se debe dar a las leyes existentes un nuevo sentido para promover condiciones de mercado justas y competitivas que garanticen el pluralismo de opiniones y la libertad de acceso. Sólo los servicios disponibles en el mercado abierto no son suficientes para garantizar el nivel de pluralismo necesario para prevenir la exclusión social en la sociedad. Los estados deberán considerar si son necesarias las nuevas formas de intervención para apoyar los servicios de los medios de comunicación, construyendo quizás a partir de los modelos de servicios públicos de radiodifusión existentes. Lo primero será trabajar para identificar las necesidades. La financiación de estos servicios puede requerir una mezcla de recursos públicos y privados. 23. Las Naciones Unidas han reconocido – mediante las conferencias regionales sobre el pluralismo en los medios de comunicación de la UNESCO – la importancia atribuida a las exigencias de una sociedad democrática, como por ejemplo, el respeto por el pluralismo en los medios de comunicación y por la libertad de expresión. Recomendación 10 La FIP recomienda que en la Cumbre Mundial se apoye, a través de la UNESCO, la investigación sobre las condiciones legales y profesionales necesarias para mantener las condiciones de pluralismo en los medios de comunicación a escala nacional, regional e internacional y que se presenten recomendaciones a favor de acciones para preservar y promover las culturas minoritarias y la diversidad de opinión, así como la prevención de posiciones de monopolio que puedan restringir el libre flujo de información, servicios y programas. SERVICIO PÚBLICO DE RADIODIFUSIÓN 24. Se ha tratado mucho, a instancias del sector privado, el futuro del servicio público de radiodifusión. Pese a que la cuestión del pluralismo no está relacionada necesariamente con la propiedad, si, por el contrario, debe ser juzgada según la independencia profesional, la calidad, la integridad de la información y la variedad de posibles elecciones genuinas que puede realizar un consumidor. 25. El servicio público de radiodifusión, que se ejerce sin ingerencia estatal y gubernamental, sigue siendo un eslabón fundamental y de gran valor en la cadena de la calidad de los medios de comunicación, ya que proporciona pluralismo, diversidad y profesionalidad. 26. No se ha probado que el servicio público de radiodifusión proporcione ningún obstáculo para la operabilidad del mercado de los medios de comunicación. De hecho, la radiodifusión pública puede compensar las deficiencias del mercado para cubrir la información y brinda una dimensión extra de la competencia, promoviendo un ámbito de innovación del que se benefician además otros agentes. Recomendación La FIP insta a la Cumbre Mundial a que: • Reafirme que la existencia continuada de reglas legales específicas para la radiodifusión es necesaria para mantener la pluralidad de opinión, la calidad de servicios y para apoyar las identidades culturales específicas. • Ratifique el principio que los criterios para la definición del servicio público de radiodifusión, que incluya a proveedores de servicios no financiados por fuentes públicas, establecidos nacional o regionalmente, deben tener en cuenta la financiación, la gestión y la constitución y que exima a los radiodifusores públicos de las normas sobre concentración y propiedad recíproca al tiempo que se les imponga una obligación para promover el pluralismo y la diversidad. NORMAS SOBRE PROPIEDAD Y CONCENTRACIÓN DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN 11 27. La concentración de medios de comunicación puede perjudicar el pluralismo y la libertad de expresión, y la normativa, basada a menudo en conceptos diferentes de pluralismo “interno” y “externo”, es necesaria para proteger al público de una influencia indebida por parte de un único conglomerado de medios de comunicación. Dichas normas se deben aplicar a todos los proveedores de servicios que tratan con contenidos, paquetes de contenidos y la transmisión, ya sea por satélite, cable por medios terrestres. 28. El proceso de integración vertical que integra las diferentes etapas de la cadena de producción y distribución, se centra en el pluralismo de los medios de comunicación y el acceso a la información en la sociedad de la información. Para proteger justamente dicho pluralismo mediático y la competencia, los servicios y los servicios de infraestructuras deberían ser independientes. 29. Para garantizar el pluralismo mediático, se deben aplicar a todos los proveedores de servicios estrictas normas de propiedad. Se debe prohibir, dentro de las fronteras nacionales, el control indebido del mercado de la publicidad por parte de un operador o por el gobierno. 30. Las normas de propiedad recíproca se deben concebir para permitir la propiedad recíproca pero para restringir su explotación. En los estados donde se hayan promulgado normas al respecto, se deberían aplicar equitativamente a todos los sectores interesados, incluidos los medios tradicionales tanto para editoriales como para la radiodifusión, con el objetivo de fomentar el desarrollo de nuevos servicios y la promoción del crecimiento económico. 31. Las normas de competencia y propiedad siguen siendo necesarias para evitar la creación de una posición de dominio injusta en el mercado por parte de un grupo de actores del sector. En particular la pluralidad, la calidad del servicio y los derechos de acceso requieren políticas que establezcan normas para un acceso justo, razonable, no discriminatorio y abierto de los proveedores de contenidos a los sistemas de distribución. Dichas normas han de ser una salvaguardia contra las compañías que controlan las redes de distribución que usan su posición como si fueran “guardianes” y distribuyen fundamentalmente los servicios proporcionados por sus propios grupos mediáticos. La información del mercado obtenida mediante control de las redes de distribución se debe poner a disposición libre de todos los proveedores que utilizan la red. Se necesitan leyes para regular los sistemas de acceso condicionales para asegurar unos derechos de acceso justos y transparentes de los proveedores de contenidos. La FIP cree, en su defensa del pluralismo mediático y de la competencia, que los servicios de programas y los servicios de infraestructuras han de ser independientes unos de otros. 12 32. El reto que se plantea es el de definir una nueva arquitectura internacional y unas políticas por las que se cumplan las obligaciones sociales y democráticas sin restricción innecesaria de la información internacional y del mercado de las comunicaciones aunque, al mismo tiempo, se aseguren que los nuevos servicios de los medios de comunicación reflejen expresiones de interés público y común. Recomendación La FIP urge a la Cumbre Mundial a que reconozca que las noticias y la información tienen un valor cultural y democrático distinto del de otros bienes económicos. Las normas sobre concentración y propiedad de los medios de comunicación, van más allá de las normas de defensa de la competencia requeridas para otros sectores económicos, se deben promulgar con el fin de evitar la monopolización y proteger el pluralismo. PROPIEDAD INTELECTUAL Y DERECHOS DE LOS TRABAJADORES 33. Un elemento clave para los periodistas en la sociedad de la información es la amenaza impuesta sobre los derechos de propiedad intelectual de autores y creadores. Los principios de los derechos de autor que desde hace tiempo están establecidos y definidos en las normas internacionales y convenios se deben adaptar y ampliar para incluir también a los nuevos servicios de información. En concreto, se deben crear y aplicar sistemas de protección mundial de la propiedad intelectual. 34. Los periodistas apoyan firmemente el mantenimiento y la mejora de los derechos de propiedad intelectual económicos y morales de los autores. Se trata de un elemento clave de toda estrategia para mantener normas elevadas de contenidos en los medios de comunicación. Sin una protección de los derechos adecuada la calidad en el periodismo, la innovación y la creatividad se van a ver afectadas. 35. La FIP respeta las necesidades de los consumidores y los derechos de las personas al acceso a la información en bibliotecas públicas. Dichos servicios se deben mejorar mediante el uso de las tecnologías de la comunicación, lo cual no debe conducir, sin embargo, a una disminución de la protección de la propiedad intelectual para los autores y escritores. 36. Algunos empresarios utilizan los derechos de autor como justificación para exigir mayor legislación sobre la protección del copyright pese a que, al mismo tiempo, intentan imponer condiciones contractuales de castigo a los escritores. Este enfoque puede conducir a los usuarios, como por ejemplo bibliotecarios a considerar a la comunidad del copyright como una estructura monolítica cuando de hecho los escritores están entre los que buscan mayor acceso a la información. 37. Al mismo tiempo, la FIP tiene en cuenta que las tecnologías de convergencia están modificando la naturaleza del periodismo y las condiciones en las que trabajan los periodistas. Los derechos tradicionales y las definiciones del trabajo periodístico 13 se alteran cada vez más sin consultar, a menudo, a los trabajadores del sector. La FIP comparte las inquietudes del movimiento sindicalista mundial sobre la necesidad de emprender nuevas acciones para proteger los derechos de los trabajadores en el sector de la información, en particular el personal freelance y los trabajadores externos. 38. Además, la FIP comparte la preocupación del movimiento sindical mundial acerca de la necesidad de eliminar los obstáculos que prevalecen en la sociedad de información para las mujeres que quieren hacer carrera en el ámbito del periodismo. Los hombres y las mujeres deben luchar contra la falta de igualdad de salarios, la falta de acceso a formaciones posteriores, la falta de promociones justas, la segregación laboral y otros problemas. 39. La FIP está convencida de que la aplicación de normas y regulación internacionales como han acordado la OIT y la UNESCO es esencial para salvaguardar las condiciones sociales y profesionales necesarias para mantener las normas de calidad y de vida de aquellos que estén comprometidos profesionalmente en la construcción de la sociedad de la información. 40. La sociedad de la información es un ladrillo importante en la creación de una arquitectura para la globalización y los nuevos acuerdos comerciales en todo el mundo. Los códigos de conducta y las iniciativas como por ejemplo “Global Compact” del Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, brinda oportunidades para elevar la confianza pública y la idea de que la globalización puede proporcionar protección social y prosperidad para todos. 41. Se necesita emprender más acciones para animar a las corporaciones internacionales a que apliquen las normas laborales fundamentales y respeten los derechos humanos Recomendación La FIP insta a la Cumbre Mundial a que • Apoye las acciones para defender y mejorar los derechos de propiedad intelectual establecidos y tradicionales de los periodistas y otros creadores en el contexto de los nuevos servicios de información. • Reconozca que la calidad de los servicios informativos depende de unas condiciones laborales seguras, de seguridad laboral y justas para todos los que trabajan en los sectores de la información, las comunicaciones y la cultura. • Promueva las siguientes prioridades en la legislación y las negociaciones colectivos para: 14 Proporcionar un marco legal y normativo para proteger los derechos sociales y de empleo de los trabajadores freelance y los trabajadores externos; Asegurar que todos los empleados – de media jornada, de jornada completa o los freelance – estén habilitados para recibir los beneficios de la legislación social nacional e internacional; Garantizar a las organizaciones sindicales el derecho a representar los intereses de todos los empleados antes mencionados, incluidos aquellos que trabajan en lugares remotos. Insistir que los cambios en la formación y la organización del trabajo se llevan a cabo mediante la negociación con los sindicatos y que existe un enfoque integrado para el desarrollo de los programas de formación requeridos. COMBATIR LA EXCLUSIÓN SOCIAL 42. Pese a que las tecnologías de la información siguen siendo de dominio de una elite relativamente rica, bien formada y privilegiada habrá un déficit social y democrático que puede perjudicar el tejido social existente. 43. La realidad en todo el mundo – incluso en los países industrializados – es que las disparidades económicas siguen existiendo entre regiones geográficas y entre sectores de la población. Los estudios realizados entre los actuales usuarios de 'comunidades virtuales' que recurren a Internet demuestran que la mayoría de los usuarios son hombres, relativamente jóvenes, con altos ingresos y con formación académica. 44. Los cambios tecnológicos pueden profundizar más aún las disparidades sociales y las desventajas que ya experimentan las personas con posiciones más débiles en relación con otros sectores de la sociedad. Por otra parte, se puede mejorar la vida de las personas mejorando a su vez el acceso a la información y a los servicios de comunicaciones. Las tecnologías de la información se pueden utilizar, por ejemplo, para satisfacer las necesidades de los discapacitados que en estos momentos están aislados y excluidos de las oportunidades de empleo y el contacto social. 45. No obstante, será posible crear un marco general para un servicio universal que se podría desarrollar posteriormente con más detalles a medidas que se desarrollen las tecnologías y a medida que se definan mejor las necesidades de los usuarios. Se debería incluir aquí el acceso abierto a las redes, y se debería exigir a los operadores de las redes que ofrezcan acceso en términos equitativos y no discriminatorios a todos los proveedores de servicios. 15 46. En particular, la sociedad de la información debe fomentar los contenidos locales en las redes globales. Ha de existir una participación directa de personas provenientes de todas las regiones en la producción de noticias locales y de servicios de información para asegurar una distribución justa de la información y el acceso a la misma a todas las personas 47. Por lo tanto, se deben examinar las formas que aseguren que el acceso es asequible así como el uso de información avanzada y los servicios de comunicación. Algunos estudios concluyen que, ya que un acceso asequible en las casas particulares no se podrá conseguir a corto plazo, sí se puede realizar a través de la creación de centros locales en las comunidades, por ejemplo en bibliotecas, centros comunitarios y escuelas. Recomendación La FIP insta a la Cumbre Mundial a que investigue si se pueden atribuir a las licencias concedidas a los operadores de redes y de servicios las obligaciones sociales. Entre estas obligaciones se encuentran obligaciones como las de conexión a las redes, el acceso a servicios con un nivel asequible, o servicios para grupos específicos. Dichas obligaciones deberían fundarse sobre una base equitativa mediante una contribución impuesta a toda o algunos sectores de la industria y/o mediante financiación con recursos públicos. Además, La Cumbre Mundial debe incluir en su programa de acción iniciativas para promover la producción y distribución en las redes globales de servicios informativos locales. 48. Es aún prematuro dar una visión específica del futuro en cuanto a la financiación y la provisión de servicios en la sociedad de la información. Sin embargo, es necesario un planteamiento urgente sobre la manera en la que se llevará esto a cabo en el contexto del acceso y la disponibilidad universal, así como un examen de toda una serie de medidas de financiación tanto pública como privada. 49. Las personas deben ser conscientes de los usos potenciales de las tecnologías puesto que ofrecen oportunidades nuevas e inusitadas para la mayoría de la gente. Es difícil que las personas sepan cuáles son sus necesidades si no se conocen las posibilidades que se les ofrecen para satisfacerlas. Recomendación La FIP recomienda a la Cumbre Mundial que apoye los programas nacionales y regionales para investigar la posibilidad de un acceso asequible a los servicios de la sociedad de la información, que examine las maneras de identificar las nuevas oportunidades para el uso de dichos servicios y que 16 considere medidas de financiación que son necesarias para crear mayor participación de las personas en todos los niveles de la sociedad y en todas las regiones de la sociedad de la información. 17