Tres discursos

Anuncio
,..:
D. J.
GROOT, .
•
~ODELA
~IICA
lbniuín he lu ~n5Íructinn lénhlitn he ~nlambia
TRES DISCURS S
DE
D J . M. RIV AS GROOT,
Ministro de Instrucción Ptíblica, Sellador, Miembro de
varia~
A.cademias.
....,
•
t
BOGOTA
nlPHENTA N~~".../
1
•
TERCER CENTENARIO DEL" QUIJOTE"
D'!CUR SO
del Sr.
D .
fo:l.c elentr,imo !'t ii or i
J o!é M. Rivas Groot en nombre del Gobierno y
de la Junta organizadura.
seii vtE ~ -
Por honrosa uesignación del Snpremo Gobierno y de la
Junta que ba organizado esta bermosa fiesta, debo dirigirme
á tan respetable auditorio, y no lo haré en forma de diserta·
ción académica, sino en brevísimas palabras que sólo tiendan
, manifestar nuestra admiración hacia el genio de Cervanteb
y el sentimiento de confraternidad entre los que pertenecemos
, la raza española y hablamos la sonora lengua de Castilla.
Séame pues permitido, iuterpretando tan noble sentimiento,
enviar ante todo uu saludo respetuoso al noble Jefe y al pue·
blo de la N acióu española.
Ré aquí la fiesta de la gran familia española, que en su
espíritu de expansión ba plantado sus reales á uno y otro lado
del Océano: españoles todos en uno ú otro Continente, esta
mos ligados por los vínculos tres veces santos !le la fe, de la
raza y del idioma.
Esta es al propio tiempo la fiesta del iuealismo: en un
mismo uía. con un solo propósito-la glorificación ue un li·
bro-se levantan millones de bombres á declarar con entu·
siasmo que si la materia desaparece con el andar de los tiem·
pOR, perdura lo ideal, el anhelo de la hnmanidad por el Bien,
la Venlau y la Belleza. Y hé ahí porqué al cabo de siglos, en
que se han realizado hechos tan uecisivos en la marcha de la~
naciones, lIe cougregan los hombres, se acuerdan las iuteligeucias, SI! llouen al uuísono los corazones para rendIr bome
naje al libro que simboliza el idealismo, á ese libro iomortal
que es á nu tiempo el reflejo de nna épocllt <le quijotescas y
gloriosas hazaila'J, la má'J alta manifestación de noa literatura
yla npreeióo y la fisonomia de nna gloriosa raza.
•
•
•
•
La Hu ma nid ad, lle vad a siemiJre por su anhelo de cor rer
en pos de un ideal, no ha cesado nnn ca en su marcha, ha anme nta do sie mp re el cau dal de vir tnd , de ciencia, de jus tic ia,
y ha hecho pre val ece r en sus con qui sta s el esp írit u sobre la
ma ter ia, el ingenio sobre la fuerza ciega. Cuando pasó la época de las Cru zad as, cua ndo los moros fueron expulsados de la
Pe níu sul a, el esp lrit u idealiijta y ave ntu rer o de la raza españo la nec esi tab a otr os campos don de pud ier a cosechar nuevos
lau rel es con la esp ada del Oid y de Gonzalo de Oórdoba.
Aquel esp lrit u, llevado por un a fe ent usi ast a, ava sal lad ora ,
pud o em ple ar sus ene rgí as en las sel vas vírgenes de América
y en las san gri ent as agu as de Le pan to. Colón, Cortés, los
Piz arr os, Jim éne z de Quesada, que se lan zab an con bríos so·
bre hum ano s al tra vés de los ma res y las selvas, en pos de un
ide al de gloria y de gra nde za, des pué s de pro dig ar las hazañas y de ver ter su san gre , llegaron á la cima de la gloria y
cayeron luégo en el abismo de la ing rat itu d hum ana . Ce rva n·
tes , que abrió las ala s á aquel soplo de heroísmo, ,ol ó al combat e, lnchó con tra la Me dia Lnna, triunfó en la bat all a en
que luc har on á mu ert e el Occidente y el Or ien te; y después
de teñ ir con su san gre las olas de Le pan to, y de em bri aga rse
con el vi no de la gloria, des per tó, IDlltilado y maltrecho, á
la rea lid ad y al desengaño. De ahí surgió el Quijote, en que
parecen reflejados el esp irit u caballeresco de Oervantes y el
car áct er de esa época ,le gloria cab all ere sca y de amargos
infortunios.
El libro de Oe r\'a nte s no es el sarcasmo de la cab all erl a
and ant e: ese libro ha conmovido á la hum ani dad como una.
tra ged ia; en la tris te figura de aquel hid alg o sal nda mo s con
res pet o y compasión al ave ntu rer o ideal, al caballero de la
jus tic ia y del amor, al pal adl n de la honra, al cruzado qne
lnc ha y se est rel la con tra la rea lid ad implacable de la materia y con tra la ing rat itu d egoísta de los hombres. As alt a coa
val or á los gig ant es, y cae malferido por los molinos de viento; cree comba.tir con un a fal ang e de emires, y sólo eno uen tra
un gru po de me ng uad os; las cim ita rra s que ve flamear sólo
son est ado ños que le abollan el yel mo ; las ,íc tim as q ne él
pre ten de arr anc ar á la opresión se vuelven con tra su libertador y lo escarnecen_ Es a epo pey a es el choque ent re el ideal
hum ano y la fat ali dad de la ma ter ia; el hid alg o soñador desdeñ a la rea lid ad, y la rea lid ad se ven ga de su desprecio con
crueles sar cas mo s; cou helado soplo disipa sus más alt as y
locas creaciones.
•
• •
El Quijote no es sólo el reflejo de una época de con qui sta .
do res gloriosos y visionarios: también es la más alt a manifes
•
-,5 -
ción de una literatura qoe lanzó 808 cruzad08 y sus aventure·
ros á dominar l'l mundo de la8 inteligencias. No sólo enviaba
El!pafia S08 capitanl's á la conqui8ta de remota8 tierras y de
mare8 ignot08 Á. no 8ólo lanzaba sns campeones, como Pizarro
y Jiménez de \laesada, á dominar las tribus que dormian en
la sombra de la ignorancia y la barbarie, siao qae enviaba 108
héroes de la fantasía, los tipos de la leyenda, á conquistar los
espiritas y {¡ cautivar los corazones. Ea el siglo XVI penetra
Amadis en el campo de la literatura francesa, y ese hidalgo
de la leyenda hace qlH\ caigan á RUS plantas todos los admira·
,lores de lo fantástico y hermoso.
Ea el siglo XVI[ los dos UOl'Deille, ::IJoliere y táatos otros,
can ti vados por el genio español, riaden pleito homenaje á las
creaciones de la PeníDsula y trasladan á la escena figuras le
gendarias y colosales como D. Jnan y el Cid Campeador.
Herberey des Essars pasa al francés al Amadis de Gaula, en
1M3, y algún tiempo después traduce el Reloj del Príncipe, de
Antonio de Guevara, de donde LaFontaine sacó su Paisano del
Danubio. Colrns y Chapuys trasladan al francés la Diana de
.Monte mayor, que en su obra inmortal elogia Uervantes; y de
esa Diana española sale literalmente ja Astrea francesa de
Honorato Urfé, que tan decisiva influencia ejerció en la nove
la y eu el teatro europeo del siglo XVII. Luis V élez de Gueva·
ra le iURpira á Le Sage su Diablo Oojuelo, así como Tirso de
Molina inspira el DOI~ Juan, de Moliere, y del propio modo
Corneille escrille el Menfeur, tomándolo de la Verdad sospe·
cho.a, obra original de Rniz de Alarcón, español americano.
, y á qué prolongar las citas sobre tan vasta materia' Los
tercios españoleE' se lauzaron á la lucha, y el sol de Caro
.os v no tuvo ocaso en sns dominios. El genio espaüollanzó
las creaciones de su fantasía, y el 801 de aquella raza aún no
se ha puesto en los dominios de la inteligencia.
Por último, en la época moclerna, cuando sonaron eu el
alba los clarines de la lucba romántica, aparecen en Francia
á la vanguardia Ruy Bias y Hemani, abriéndose paso con sns
tizona~ bien templadas. Y entre esa dollle falange, entre los
héroes de la Historia y los conquistadores de la Fantasía, se
alza, en 811 callallo escueto, la mano en el lanzón, calada la
visera, la noble y esbelta figura de Don Quijote, que confiado
siempre en la fnerza de su brazo, en el temple de sus armas
y en la justicia de su causa, monta la guardia en ese campa·
mento secular donde los bombre.~ luchan por la Verdad, la
Gloria y la Hermo-ura.
•
" "
Perv hay más, Ij~ñores : el Quijote no bd sólo t!I reflejo de
uua época, uo es sólo la más alta creación de una. literatura
que ha couqui.i tado el mundo cou su genio: tambiéu es la más
noble manifestación de toda una raza, la raza latina, á quien
Dios ha ungido para pelear las grandes batalla.~ de la fe la
civilización y la cultura. Es la rau que recogió COII amo; la
-6herencia de los artistas griegos; que sacó del polvo las creaciones de Esquilo y los mármoles del Partenón, y conquistó
el mundo, lo sometió á la unidad del Imperio romano, mas
para someterlo luégo, por designios providenciales, á la unidad de uua nueva fe y de una nueva ley: la ley del amor, la
fe en el Dios de la abnegación y del martirio. Cuando las
razas del Norte se lanzaron sobre Roma, avasallándolo todo
en nombre de la faerza bruta, pareció que iban á desaparecer
para siempre la raza y la civilización latinas; pero domados
por el ideal, los vencedores se convierten en vencidos. Desde
entonces, on:medio de vicisitudes sin cuento, venciendo la materia, el egoismo, todas las fuerzas ciegas, esta raz ... de la fe y
el arte continúa dominando al través de los siglos y las generaciones, en la eterna batalla eutre el desinterés y el egoísmo.
entre el espiritu y la materia. Aunque otras razas positivas y
calcnladoras parezcan mofarse del quijotismo latmo, ellas
quedan al cabo dominadas por el espiritu romántico y caballeresco, así como Sancho, que simboliza lo real, al cabo se
llena de amor y de respeto haoia el Hidalgo generoso y visionario.
De esa alianza !Jntre el sentimiento caballeresco y el espíritu realista, como en la liga del oro con el hierro, se forma el
bronce con que hau de modelarse las figuras hermosas r fuertes de la historia moderna.
Lo caballeresco y lo romántico son el patrimouio de la
raza latina y son al propio tiempo una necesidad del espiritn
humano. Cervantes hizo uu personaje inmortal porque tomó
ona figura valerosa y sopló en ella el espírito (le ona raza
idealista; y por singular justicia del tiempo y de los hombres
ese paladin infortunado, vencido en sus aventuras, maltrecho
en todas las hazañas de su vida, vence despné3 de la muerte,
y con su mellado acero mata al olvido y ~e iInllone á 1" admiracióu de las edades_
j Ah ! no ha Inuerto el espíritu idealista de la Humanidad,
no ha declinado el sol de las letras españolas, no perece el
vigor de la raza latina. Este sentimiento unisono de millones
de hombres para rendir homenaje en uno y otro continente,
al libro del idealislUo y de la caballería, \lS la prueba elocuente de que hay uua vida intensa y avasalladora en esta raza
española que conquistó los mundos y cautivó las inteligencias. El porvenir, como lo fue el lJasado, será de la ralla lati·
na, idealista, creyente y conquistadora, rIlza de Emperadores
y Pontífices, á quieu Dios en sus eternos dedignios le confió el
cetro de la tierra y la llave de los cielo~
...
-- - •
VOTO NACIO.LVAL
pronunciado en 1901 por el Sr. José M. Ri.a; Groot en la
peregrinación al tempio del Sagrado Corazón de Jesús.
DISCURSO
Cuaullo los sucesores del Cid, después de combatir con
108 hombres y las fieras, lIegarou á dominar los Audes y plan·
taron aquí la insignia de la Redeucióu y el estandarte de Caso
tilla, nn grito de fe, un acento de gratitud religiosa brotó de
aquell08 p~chos, y los héroes, alzaudo una capilla de ramas,
colocaron el Cristo de la Conquista, que los habla acompaña·
do eu tántas vicisitudes y proezas, y que ya desde esta cum·
bre parecía romar posesión del Nuevo Mundo, y para siempre,
por sobre ambos Océano~, abrir los brazos-á las razas de amo
bos Contiuentes.
j Cómo no recordar ahora, en esta solemnidau, aute la
imagen de Cristo, aquella otra peregrinación, aqnella escena
tan sencilla y tan conmovedora! Ante el altar oficia un sacer·
dote que se ha desgarrado las plantas y &1 vestido en las ma·
rañas de las selvas primitivas; y al aire libré, con la frente al
801, mostrando aquellos rostros enérgicos y curtidos por los
801es tropicales, está un puñado de valientes, doblegada la
(lerviz, depuestas las espadas. El altar es de toscos leños, de
plomo el cáliz, de estameña son los ornamentos; por incieuso,
el agreste olor de la campiña; y uo hay más voz para acom
pañar la voz del celelJrante que el rumor del viento al pasar
entre las ramas de la ermitil, y por nota de órgauo algún
trueno que con sonlo rebombo se dilata y va á morir tra~ de
la serraDla. Y eu medio de la soledad 86 estremecen a'.J.uellos
hombres de acción al considerar que echan las bases de uua
nueva época, y haclln uu voto de ftl y de amor en ese instante
80lemne y único, en que por vez primera bajl\ á estas comlor·
(las, en l,¡, Hostia cousagrada, el q ne es Señol' de todos los
siglos y ci"ilizador de todas las uaciones.
Asimismo, ltespuéi de la lucha por la Iudellendellcia., un
grupo de héroes, con los mismos sentimientos de gratitud re·
ligiosa, quiso rendir homeuaje á Jesucristo. Han transcurrido
tres ligios: no e, ya Jiménez de Qllesada quien toma pose·
sión del reinado de l,l8 zipas; es Bolívar quien entra en la
•
-8ciu dad de Qu esa da y tom a po~e8ióll del rei no civ iliz ado por
108 mo nar cas de Esp aña . Se han cam bia do los Go bie rno s,
han pas ado las generaClOn€S; en vez del águ ila im per ial, en
los pli egu es dI' la ban der a abr e tI con dor sus ala s; per o en el
fondo, en el alm a de nue str o pue blo nad a ha cam bia do, y en
el esc ena rio de los And~s se alz an sie mp re los san tua rio s
esp oño lef , ahí se ost ent a sie mp re la fe ue los des ct'u die nte 8
del Cid y re8plandec~ la ~oberanía social ue Jes ucr isto .
Al cor ona r la con qui sta el Lic enc iad o Jim éne z de Qu esa da
alzó un himuo de gra titu d al Dio s de los imp eri os, y el Lib er·
tad or Bo l!v ar, al cor ona r la obr a de la Inu epe nue nci a, al
pen etr ar en la cap ita l baj o llu via de flores y ent re el júb ilo de
un pue blo agr aue cid o, quiso uni r en un solo sen tim ien to los
dos má s alto s iue ale s: la Religión y la Pa tria , y exc lam ó con
ace nto en que pal pit aba n su fe de cre yen te esp año l y su ent u·
sia sm o de gue rre ro am eri can o: l Viv a el Dio s de Uo lom bia !
Pa só tam bié n el Lib ert ado r, y baj ó á la tum ba env uel to
eu la ban der a de la GraD Colombia, que mu rió al pro pio tiem·
po que el gra nd e hom bre ; pas ó aqu el sig lo que pre sen ció la
aur ora y el ocaso de tán ta gra nde za. He mo s cam bia do de go·
bie rno s, ens aya do tod os los sis tem as y pla nte ado tod as las
Co nst itu cio nes ; em per o, el alm a de la Na ció n es un a misma, y
hoy , en pos de un a luc ha má s reñ ida que la de la Co nqu ista ,
má e san gri ent a que la de la Ind epe nde nci a" ven imo s aqu í, con
la fe de Qu esa da y de Bo lív ar, ant e la im age n de Cri sto , á dar
un tes tim oni o de gra titu d y á dec lar ar sol em nem ent e que ,
ven cie ndo tod as las bar bar ies y al tra vés de tod as las tor me n·
_tas , est as com arc as y est e pue blo sie mp re ven era n al Civiliza·
dol' de las Na cio nes .
As í, per pet uam os esa tra dic ión de fe, recogemos la ins ig·
nia que de los con qui sta dor es esp año les pas ó á ma nos de )os
lib ert ado res am eri can os. El cla ro ejemplo de esos bom bre s,
con su fe y BU ene rgí a, res pla nde ce al tra vés de los tie mp os,
bri lla en la nocbe del pas ado , como la luz de los soles ext in·
gui dos , que sig los des pué s de apa gar se aqu ello s ast ros , tod a·
via cru za el esp aci o y lle ga á ilu mi nar los ojos ext asi ado s de
)08 bom bre s.
•• •
Es te "l'oto nac ion al, eu el pri nci pio d" un a cen tur ia y al
ter mi nar una épo ca de inf ort uni os par a la Pa tria , tien e un
hon do sen tid o mo ral , un a significación social pro fun da y respon de al deseo ma nif est ado por el ilu str e Pon tifi ce, de .. con ·
sag rar la tra nsi ció n de un si~lo á otr o por la inv oca ció n omnipot ent e del Bocorro div ino de Jes ucr isto , como feliz pre sag io
de paz y de con cor dia ."
y par a inv oca r la om nip ote nci a de Cri sto nau a me jor que
el voto, no de un hom bre , no de un a ciu dad , sin o de la Na ció n
ent era . En la cum bre de) mo nte Va tic ano el Po nti fic a aug usto, el anc ian o ven era ndo á qui en ago bia ya el pes o de un sig lo
de tra baj os, ora cio nes y com bat es, cob ra de rep ent e nue vo
vig or, y como rej uve nec ido por ull a ide a que lo exa lta , ext len ·
•
-9ele el
baoia el cielo, y eOHflaodo á todo tI universo, por
.obre el horizoote tormeotoeo de loa tiempoa preaeotea, "la.
imagen del Balrado Corazón, qoe aparece eotre nimbo.a
luminosos," exclama coo acento que llega haata laa extreml'
dades de la tierra: "Hé ab! el signo de victoria dado á
todc8 por Di08 mismo j hé ah! el nuevo Lábaro l .•.. "
A la voz del PootUlce 8e alzao doodequiera nueV08 san·
tuari08 con8agrados á aqnel (Jorazóo "en quieo debemo8 po·
ner toda esperanza." Y en verdad, en UD siglo de hierro y de
codicia, en que se proclamó el imperio del positivismo y el
"reinado del dinero," en que se promulgó, á nombre de la
ciencia y de la moral, la ley del odio, de la lucha por la vida,
de la matanza para el perfeccionamiento del individno y de la
especie, debla proclamarse, por nu símbolo de amor, la ley
del sacrificio, de la abnegación, para el perfeccionamiento de
las almas y de las sociedadrs. Y por esto en el seno mismo
de Francia, en la Francia de la vieja y la nueva Enciclopedia,
en la ciudad misma de los filósofos ailejos y de los modernos
positivistas, dominando las plazas donde resonaron las carca·
jadas de Voltaire y las negaciones ambiguas de Renán, domi·
nando esas calles manchadas con el cieno de la literatura
brutal y con la sangre de la Comuna, se levanta hoy con ma·
jestad sobre el Monte de los Mártires un templo consagrado
al (Jorazón de Oristo, como una evocación del sacrificio, como
una protesta del amor ideal, como un balnarte del (Jristianis·
mo contra la nueva b.rbaril' .
. •.
También aqní, tras época de lucha, de desastre, de horro·
res, cuando todavla tienden sobre el horizonte uu \"elo rojizo
el vaho de la sangre y el humo del combate, quiere nuestra
Nación hacer nn voto, levantar un templo y á la ley del odio
oponer la ley del amor cristiano. Y por esto en dia para
eiempre memorable se ha reunido aquí lo más selecto del
Clero, de la Magistratura, de las letras y las armas, lo más
granado de nuestra sociedad, para secundar el noble anhelo
de los dos Gobiernos que dignamente representados unen
hoy su autoridad y sus eRfuerzos para bIen de las almas y
gloria de la Patria.
En este voto nacional Cada uno de nosotros desea coope·
rar ;-\ la edificación de un santuario que-si es lícita la frasesea el templo de todos para tollos. Cada ciudadll,llo que ama
la Patria, cada católico que desea el bien de la Iglesia quiere
colocar su piedra en un recinto donde se adore á ese Corazón
que es todo amor para los justos y todo perdón para los extra·
viadoll.
Deseáis, bajo el símbolo del amor, levantar un templo
que sea como el refugio de todos los atribulados, la meta de
los que peregrinan entre nieblas, la ciudad santa de la paz
y la concordia; un templo que recordando la eternidad de la
Iglesia desafie la violencia de laR tempesta(leR, el embate de
-
•
10-
las re\'oluuione~, el 11In¡Juje de lo~ Biglo~; nn tem plo don de,
una s tra s otr as, las gen era cio nes fat iga das enc nen tre n el con·
suelo y el reposo y hag an re~onar aqu ell as nav es con el ace n·
to de los dol ore s hum ano s, con el sollozo del arr epe nti mi ent o,
con los llÍmnos del am or, con el can to triu nfa l de las tlupre·
ma s esp era nza s. Dese:1is que sea un san tua rio don de los cor a·
zones lacerado::! enc uen tre n el Co raz ón de Oristo. Ba jo aqn e
118S bóv eda s be ado rar á lo más Doble, lo má s alt o
que ado rar se
pu eda : el Corazón de Dios, cen tro <le est e uni ver so don de
tod o se lUueve concert~do por su pod er y se agi ta sólo par a
su glo ria . L:\ Creación es una inm ens a arm onl a que ent ona
las ete rna s ala ban zas ; ~' al ritm o del Corazón de Dios se
oiñ en, en sin fon la gloriosa, el vai vén de las mareas, el giro de
las con ste lac ion es, los gem ido s de las ~rpas de Sión, el gol pe
de la san gre , en el pecho del Ap óstol, el coro de los esp írit us
que en las esfera s (l e la luz ~Izan nn can to á h Belleza pte rna .
•••
Es e Oorazón e ~ ta rá allí, no tlólo par<\ los dis cíp nlo s fieles
como el E\' ang eli sta , que reclinó la frente en el pecho del
Ma est ro, :liuo tam bié n par a los Con tur ion es obcecados eh la
ho ra del C<Iolvario, y par a los quo, como Tomás, dud aro n en la
ho ra de la He sur rec ció n; y Cri sto con tin uar á sal van do á los
mismos que le hir ier on con el hie rro , ilumin&ll'lo á los mismos
qu e lo hirieron con la dnd a.
De~ue aqut:l sau tua rio Él beu dec irá y eorouará. lIuest
ro
anh elo de que 110 se alce ya al firmamento 01 hnmo del incen
dio ni la pol var eda de la liu , sino el incienso pacifico de
las ara s r el humo de la8 ffllguas del pro gre so; 'Iu e uo resue·
nen ya los air es con 01 ala rid o de gue rra , sino con los ~almos
de la gra titu d y COIl jos himnos de \¡\ paz ; que 110 tejamos en
ade lan te sino corouas de oli l'a, y no eaos lau ros , gloriosos es
ver dad , pero que en cad<lo hoj<lo tienen una got a de san gre !iue
aye r pal pit aba eu la~ vellas de (lU her ma no ; que no cor ra más
san gre , que no hay a más víctimas, á excepción de esa San gre
ado rab le y de esa Víctima vol unt ari a que ha (le ofr ond ars e
dia nam en te l/ajo aq uel las bóvedas.
¡A h! Y si ma ñan a, cua ndo reintlu lle nnevu la paz y el
amor, bay alg uuo que metlite, sin l~r y siü justici<lo, en dar de
nue vo el gri to de dls con lia, que llegue [1 sus oídos el himno
angélico qne eu est e recinto, como en Be lén , pro cla ma : j' Pa z
~n la tie rra " t Y si con tod o eso tod aví a alg
ún obceoado se
em peñ a en pro mo ver la ma tan za, en pre cip ita r las muche·
dum bre s al com bat e, qUtl sal ga de ede san tua rio una voz de
rep rob aci ón y de ana tem a, y que Oristo tlll persoua, vtllando
por los des her eda do' , des de aquel san tua rio , le <\taje los pasos,
y des lum brá ndo le oon el ray o de su poder, le hag a l<lcar
el
pol vo en el nue vo cam ino de Da ma sco .
•••
-
de
klai)1o•
. . q.e
erl'IIlte ea
aoaeado cle
• •, reGal6 allf1Ul" pIec!.... para
la cabesa '1 .. riadi6
al laeIlo '1 la fatiga. Da medio
aquel luello vio Ja
milterloaa por la oual
1011 iDgelel del ]hemo.
Al despertar aquel
\Ieno de alombro, exclama:
.. I ODin terrible es este lugar: esta es la
de Dios 7 la
puerta del Cielo 1" Y levant6ndoae, lleno de piedad flJial alu
aa altar oon aquellas piedras que bau sido confldentes de 811
agonia, de sus sueilos y de sus esperanlas.
Aaf, en esta peregrinaci6n dolorosa, en que hemos dado
el adiÓl á tAntos seres -venerados, cuaudo ya despertamos A
la nueva aurora, cuando ya brilla en el horilOnte el alba (le la
pu, reunamos esas piedras que presenciaron la agonia de la
Patria, alcemos e~os mnros, y que ese templo, consagrado A
an 0Il1to
sea la base de esa eticala miaterioaa por la
OIlal
los án~eles del <.Jielo á conversar cou los pere¡riD0I de la tierra. Ya qne transitamos entre sombras, coloquemOl eu la cúpnla nna cruz qne á modo de faro esparu
eal fulgores al través de todas las edades. Ya que somos peregrin08 de nna bora, ya que habitamos nn mundo en que
Temo, desplomarse los muros dll Niuive, los coliseos de 1011
nnamos ouestro esfuerzo para nn:, fábrica eteroa,
leTantemoR esa roca, aote la cnal como olas fllgitivas, eo el
tujo y reflujo de la oivWzación y la barbllrie, irán pasando
aa.. y otratl generaciones, hasta aquella última que como un
oleIje fatigado ",enga en el dia [lostrero á sollozar y á extinpine al pie lIe aquellos muros.
EBtonces, sobre la tierra ~in flores, bajo el firmamento
. . eat:rellas se alzará en la soledllÜ el último jirón de incienlO, .. eztinguirá en el silencio la última oración de la Igleaia,
GOalO nn ",ilerere fiDal sobre la tumba de laa razas muertasEmpero, entre aquel silencio del polvo vuelto al polvo,
aquellas tinieblas de una nocbe ain astros vibrará de
pronto la trompeta del Arcángel, resplandllC8rá la auréola de
Orilto, que "\'eudrá de nuevo á llamar á la tumba de Lázaro.
La ceDi.. de los hombres, estremeciéndose, saldrá del miaterio de la muerte al misterio de la vida; y en aquella aurora
de DD dia sin ocaso, emprenderemos una peregrinación glorioo al travéls del universo transformado y elClarecido por
la laz de la eternidad, y elltollarem08 UII hoaannl\ tle resu- .
y de victoria.
•• ' 1 1 ••
..
..
CJ)ISCURSO
so br e In st ru cc i ó1 Pú bl ic a pr:m un
ci ad o por el '>r. D r.
G ro" , en el ~cnad n de 1903.
Bu
lo~til
J.
M . R iv a.
di scusiou r~lati\",1 a la nu ev a L~
y lIe In st ru cc ió n
P úl ll ic a 110 es ex tr añ o qu e de:!¡
dale!!, lJue h '111 ~i,¡o como ellcllen>uéi de a:guuo~ de ba te s p ar ·
lIega,lo o la s cne~tlOlIes de fo trog de av au za da s, ha ya m os
cO!llpromftido!i I'U co m ll at e form ndo y nos ve am os de p ro n to
al, em pe ña ll ll o ba t" lI a en to d a
la linea.
D o . tle IUIII llOuorables colegall
ha u de cl ar ad o ¡¡qul q u e
lo tollos 108 pr ol
llllmas se nm le lv ll n po r la li be rt
ad ," fr as e qn e
h al ag a los 0ld08 in ex pe rt os pe ro
d e los ho m br es pe ns al lo re s; pu es qu e no sa ti sf ac e á la ra zó n
glés, M ac au la y, en tr e otrotl m uc y a ob se rv ó un pn bl ic is ta iD·
ha y dOI>! cl as es d e li be rt ad , ó si ho s ho m br es lIe E st ad o, q u e
de eu te nd tl rl a y p ra ct ic ar la : l>al8e qu ie re , q n e h ay do s modos
li be rt al ¡ no es U ll ldolo, 00 I!A un 'a 108 pe ns ad or es se re no s la
em pl ea do co nt ri bu ye al bi en es ta fin, lIino nn medio qu e bi en
108 pu eb lo s, al en gr an de ci m ie ntr d e los ho m br es , á la p az d e
q u e p ar a ot ro s, p ar a los ex al ta o de la8 na ci on es ; ~n ta n to
ra ci on al , si no fin único, di\"inidardo s, la li be rt ad es , no mediG
pi de lIangre y an te cuya~ ar as l ex tr añ a, ld ol o or ie nt al qu e
in ci en so la ri qu ez a l'ú bl ic a y of los id ól at ra s conbumen comO'
pl at or io , m il la re s de vl ct im as . ren(lall como!'tn sallrifieio ex ·
Oreo qn e la hl le rt at l ab~oluta en
m at er ia d e ensell.anz~
ua ll a resu~lve, an te s lIien co m
los m al es y ca u sa g ra n s da il os ph ca los pr ob le m as , aa m en ta
eu g en d ra la au ar q n ía y ba ce qu á la in st ru cc ió n pú bl ic a, p ae 8
duprimilDos los gr ad os u u iv er si tae de ge ue re n los estndiQs. S i
ci e de pr iv il eg io pa r, \ los jó ve ne ri o s; SI elilDinamos es a es pe ·
en uut' tr as F ac ul ta de s, ó si lit ) .l s q ae co nc lu ya n su s es tu di os
us en y a bn se n plant~lell qu~:\o ej a qu e ,l e e~al! di st in ci on es
los re gl am en to ll oficiales, se pe rd~o am ol da n ¡\ lal! d o ct ri u as y
ra s repOl ta n, se am en gn ar á el prer á el ho no r qu e ta le s ca rr e1011 gr ad o" u n in rs it an o s, y en no es ti gi o de los e to di oa y d e
ar as d!'1 ¡dolo, ~c sa cr if ic ar á á la m br e de la L ib er ta d, an te la s
iencia.
E st o qu e lIe di sc ut e ah or a conCca
lo r, con en tu si as m o. pro·
•
-
13-
Ariendo hermosas
sobre IJbolición de pritlilllfli08, sobre
aeirpaci6n de errore. ooloniGl,,; esto que se debate con la
vehemencia que generalmente produce una cuestión nueva,
DO es en rigor un problema nuevo, ni se trata de una rutina
colonial que por vea primera vamos á desechar, en nombre
de la libertad y del progreso. Desgraciada ó felizmente, todo
cuanto ahora se dice está ya dicho, y dicho hace cincuenta
años, y lo que hoy se pretende ensayar se ensayó por otra
generación hace medio siglo.
La generación de 184.8; con los más generoso~ sentimieu
tos, con los más nobles propósitos, confiando en tll poder de
ciertas fórmulas abstractas, creyendo también qne "la liber
tad resuelve todos los problemas"; esa generacióu de impa
cientes soñadores creyó que debía, en materias de enseilanza
yen muchos otros ramos de la polftica, abandonar, como aho·
ra se nos dice, la8 rutinas coloniales, desatar las antiguas
ligaduras, y por medio de la libertad abrir una nueva éra de
luz y de progreso .... Corrieron los años, y muchos de eaos
hombres despertaron de su ensueño, tras estériles ensayos
pall?aron la funesta realidad, y honrada, valerosamente, reco
nOCleron sus errores.
Oigamos cómo en 1868, después de algunos años de dolo
rosa experiencia, viendo decaída la instrucoión, tan 1l0recien
te antes de 1848, se expresaba uno de aquellos soñadores, do
esos generosos impacientes, un escritor que habia sido de los
promotores de la fatal reforma en materias de enseñanza:
"Nosotros, cou nuestra genial impaciencia y deslumbra
dos por las teorías europep.s de libertad de enseñanza, no nos
detuvimos eu examinar si nuestras universidades, hijas de la
República, erau lo que la mayor parte de las de Europa, res
tos de la épooa feudal y teológica, á las que cuadraban pero
fectamente las censuras de Bentham y otros defeusore~ de la
emancipacióu del pensamiento y la abolición (lel pri vilegio ;
no investigámos si la ciencia sofría prescripciones, para levan
tarla, ni si el método de enseñanza era defectnoso, para corre·
girlo; nos pareció que lo acertado y eficaz era destruir las
universidades y cou ellas estudios profesionales metódicos,
destruir la enseñanza oficial gratuita y con ella la posibili
dad de cultivar el talento de los pobres. Corrieudo tras I¡\
democracia, estuvimotl á punto de fundar la oligarquía me
diante la instruccióu de los ricos y la irremediable ignorancia
de los pobres; y si no la fundámos fue porqne 1m, realidad dea ·
tr,,(mos la instr¡¿cción científica verdadera para los pobres y
para 108 ricos.
" En veinte años de experimentación este sistema ha dado
todos los frntos qne de él puede u esperarse. Mny contados
80n los jóveues que merced á uua vigorosa int~lige ncia y
creándose ellos mismos un método de estudios, ban llegado á
ser cieutíficos; y es la verdad que entre la generación ulliversitaria de 18~ y la que hoy estudia se eneuen tra 1111 in' epa
rabie vacío intelectual."
,Volveremos boy á los antiguos ellsayos ' , En nombre
•
•
- 14 de las mis ma s fór mu las vol ver em os á cae r en los mismos err o·
res ' Pro cla ma ndo , como hac e me dio sig lo, la em anc ipa ció n
del pen sam ien to y la abo lici ón del pri vil egi o uni ver sita rio ,
• inc urr ire mo s en 108 ant igu os ext rav íos , par a ten er ma ñan a,
den tro ue die z, den tro de vei nte año s, que con fes ar nu est ra
gen ial im pac ien cia ' Con nue str a inq nie tud lat ina ó con bie n
int enc ion ada per o fun est a ine xpe rie nci a, • hem os de viv ir en
con stru cci óu y des tru cci ón con tin ua, dem oli end o lo que otr os
ban edi fic ado y edi fic and o par a que otr os de str uy an '
Sol icit o, en con sec uen cia , de mi s bon ora ble s col ega s, qu e
en est e pun to con ser vem os las ley es sob re Ins trn cci ón Pú bli ·
ca exp edi das en los últim08 qui nce año s, pue sto q.ue ést as
han dad o res ult ado s benéficos. A la inv ers a de aqu el pen sa·
dor que señ aló con ing enu ida d los ma los res ult ado s de sus
pro pia s teo ría s, nos otr os pod em os pre sen tar los ere cto s sal u·
dab les de nu est ra act ual leg isla ció n en ma ter ias de ens eña n·
za, ram o qne ha est ado dir igi do en gen era l por hom bre s
mu y ilu str ado s y com pet ent es. Con la elo cue nci a de los núm e·
ros pod ría dem ost rar aqu í, si no tem ier a fat iga r dem asi ado ,
cuá nto hem os pro gre sad o eu la ma ter ia en los últ im os qui uce
años. Ba ste con obs erv ar, ver big rac ia, par a sum ini str ar un
dat o ent re mu cbo s que pod ría .tra er á la me mo ria , que eu 1375,
épo ca señ ala da como de pro gre so ins tru cci oni sta , hab ía en
Cu ndi uam arc a dos cie nto s esc uel as oficiales, y esa cif ra sub ió
á tre sci ent as cin cue uta en los año s de 1895 á 1VOO, baj o el
imp eri o de la Oo nst itu ció n vig eut e. Eu lo toc aut e á la ins ·
tru cci óu sec und ari a y pro fes ion al pod ría señ ala r igu al des ·
arroHo. Seg úu dat os originale>l 'lue rep osa n eu las ofi cin as
del Ra mo y que com pul sé cua ndo est uvo á mi car go I'se Mi nis ·
ter io, res ult a eu fav or de la reg ene raC lóu uu aum ent o de cin ·
cne nta mil estudiaute~ en tou a la Re púb lica .
¡, A qué olv ida r los dic tad os de la exp eri enc ia' ¡ Po rqu é
ues con oce r los res ult ado s prá cti cos en uu a y otr a épo ca! • A
qné olv ida r que el rum bo seg uid o du ran te los últ im os qui nce
año s no sólo nos apa rtó de los ant igu os escollos, no sólo en·
me ndó los añe jos err ore s, sin o que nos ha gui ado por cam ino s
seg uro s' ,Po rqu é no obs erv am os que en vez de aqu el irrepa.
rable vacío intelectual que se.ñaló el Dr . An cíz ar en su tiem po,
hem os ten ido un a 6po ca de ord eu y fecuDlliilarl eu ma ter ia tle
Ins tru cci ón Pú bli ca '
Oomo una y otr a vez se no~ hab la, ya en el inf orm e de la
Oomisión, ya en dis cur sos ant e el Sen ado , del nuevo rmnbo que
es pre cis o dar le á la Ins tru cci ón Pú bli ca, y como err óne am ent e
se atr ibu yen los gra nde s ma les del paí s, no á las gue rra s, no á
I~ agi tac ión rev olu cio nar ia qUtl nos lie var á {¡ la bar
bar ie y á la
dis olu ció nll e Colombia, sin o <11 sis tem a de edu cac ión em ple ado
bas ta el pre sen te, me he con sag rad o á est ud iar est e pro yec to
de ley y lo he com par auo con las ley es exp edi das eu los últ i·
mos qui nce año s. Ob ser vo que eu 10 sub sta nci al y en lo ben é·
fico la ins tru cci ón sig ue uiv idi da eu pri ma ria , sec uud ari a y
pro fes ion al, y con tin 'Ían las mis ma s Fa cul tad es de De rec ho,
Me dic ina y Ma tem áti cas , las mis ma s Esc uel as de Be lla s Ar ·
•
•la . . .
por"
delaa
eateD4ic1a ..
jote, Ii DO i¡uJ, ,
qae
a
el Dr.
ooadea. ea
lapou
oldo.
Ya que el Seoado ha ateadido bea6volameate otrae iadi.
mfu ea eete importaate materia, ya que U apIO'*lo 1.. variaa reformas qae he ido propoaleado'1 flDe .. han
iratrod,cido ea el proyecto de ley qae .. diacDte, me permito
1IIIa ves mAa namar la atenci6a de mil hooorablee oolegas, 1
ea nombre de la cieocla , quieo
Hrvif.
de aDestra propia doctrioa y ea nombre de la es·
de aaestros milmos adverearios, que 88
. . .ce punto fUndamental lo establecido por lu leyee que
regido desde 1890 hasta el prelente.
A machos de 101 impacientel soliadure", de 1M3 101 he·
mOl vieto en sus flltimos alios, aleooionados ya
larga 8SP'"
valerosa·
volver de SUI antigulIs ilueiones,
_te SUI aatiguas utopias, refrenar los impetus de los nuevos
Impacientes, y aterrados á veces ante la obra revoluoionaria
de101 nuevos demoledores, predicar una en88Bana llena de
clolor de labiduría, 6 iluminados ya con los relejos de la
hacia la Verdad y adorarla.
hicieron ellol, , qu6 no haremos uosotros, forma·
... ea otra escuela, en&eiildol con otra doctrina, militando
_ otro camplmento' No traigamol pues al debate lal anti·
taoñas. no hagamos resonar lal viejas traees, no reBuci·
oon aparato de moderna doctriua lu olvidadu utoDesp. de tántol aliOd de prueba, deapuÑ de oír
de nuestrol ad versarlos, ai nOI incliuamos al error
.. 1I'0000bre de una libertad absurda, no podremos obtener,
08ID0 ellOl, ni el [ea peto que lel mereci6 sa buena fe ni la
que lea conqlliltó IU confesi6n honrada.
Oiacueota aliol hace qae 88 dillputan el campo las dOI
....elas, 1.. dos libertad": la libertad absoluta y la liber·
liIId del bien dierou
IU8 fratos. Oomparemos. Dej6mosle'
la Verdad las
y no poogamos , IU altura los pre·
del
Bu eóI debate ha sargido de nuevo la antigua lacha en·
4101
: la doctriua revoluciooarir. y la dootrioa
....... Yo peliaaauco al pie de mi baudera.
te?:.
Descargar