la iglesia en la ciudad de nueva york

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LA IGLESIA EN LA CIUDAD DE NUEVA YORK
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EXTRACTOS DEL MINISTERIO ESTUDIO─VIDA DE ROMANOS
Semana del 3 al 9 de agosto, 2015
PARA LA VIDA DEL REINO
Recibir a los creyentes no es un asunto insignificante. Tiene que
ver con el tribunal futuro y está relacionado con la vida del reino
en el presente.
Vivir la vida del reino de Dios
La iglesia es el reino de Dios en esta era
La iglesia es el reino de Dios en esta era (Mt. 16:18-19; 1 Co.
6:10; Gá. 5:21; Ef. 5:5)…Romanos 14:17 dice: “El reino de Dios
es...”. Esto es una prueba contundente de que el reino de Dios
está aquí en la actualidad. Otra evidencia de que hoy día la
iglesia es el reino de Dios, se halla en Mateo 16:18-19, donde
vemos que los términos iglesia y reino son sinónimos, y que el
Señor Jesús los usa intercambiablemente.
Una cuestión de ejercicio y disciplina
La iglesia tiene que ver con la gracia y la vida, mientras que el
reino tiene que ver con el ejercicio en esta era y con la disciplina
en la era venidera (Mt. 25:15-30; 1 Co. 3:13-15). …Si vemos la
iglesia desde un ángulo, observamos que está relacionada con la
vida y con la gracia, pero desde otro ángulo vemos que la iglesia
es el reino de Dios y, como tal, incluye el ejercicio y la
disciplina. En la iglesia, por un lado disfrutamos la gracia y
experimentamos la vida, mientras que por otro, experimentamos
que requiere cierto ejercicio por nuestra parte.
No debemos pasar por alto el hecho de que necesitamos el
ejercicio. Debido a esta necesidad, la iglesia es el reino actual de
Dios. Según algunos de los maestros de entre la Asamblea de
Hermanos, todo creyente entrará en el reino milenario como rey.
No obstante, debemos tomar en cuenta nuestra condición actual,
o sea, ¿realmente parecemos reyes? Si el Señor Jesús viniera y le
pidiera a usted ser un rey, creo que usted se llenaría de temor
porque no sabría cómo ser un rey. Usted nunca se ha ejercitado
para ser un rey ni ha sido adiestrado en ello. He escuchado que
los reyes de Inglaterra son adiestrados desde su niñez para llegar
a ser reyes. Nacer en la realeza no es suficiente; un rey debe ser
adiestrado y debe ejercitarse en ello. Aunque usted tenga el
potencial para ser un rey, el reinado también depende de que
usted se ejercite en lo relacionado con el reino. No debemos ser
negligentes ni descuidados. Si usted no está dispuesto a
ejercitarse en conformidad con el reino en esta era, será
disciplinado en la era venidera. Su destino es ser un rey, y tarde
o temprano, un rey es lo que el Señor hará de usted.
Dios ha dispuesto todos los detalles de la vida diaria de usted con
el fin de capacitarle para que se ejercite en el reino. Cada
acontecimiento que sucede en la vida de usted se debe al arreglo
soberano de Dios. Sin la ayuda proporcionada por el ambiente y
las circunstancias, usted no podría conocerse a sí mismo. Al
contrario, se creería ángel, pensando que es agradable y
maravilloso, mientras permanece totalmente ignorante de cuán
pobre, vil y natural usted es en realidad. Usted necesita un
cónyuge, hijos, los hermanos y las hermanas de la iglesia, y
varias circunstancias para poder percibir un panorama
multidimensional de sí mismo y para ser puesto de manifiesto
desde cada perspectiva. Cuando usted vea este cuadro,
exclamará: “¿Ése soy yo? No me había dado cuenta de lo mal
que estoy”. Yo mismo he tenido esta experiencia. Cuando he
sido tentado a culpar a otros de cierta situación, el Señor me ha
indicado que debo culparme a mí mismo. Él me ha dicho que
debo dar gracias por esos queridos hermanos que me ponen al
descubierto y me permiten ver mi verdadera condición. Sin ellos
lo que soy no podría ser puesto de manifiesto. Ésta es una
experiencia que obtenemos en la vida de iglesia por el bien del
reino.
En cierto sentido, la iglesia es la familia de Dios, la casa de Dios
(Ef. 2:19; 1 Ti. 3:15). En esta casa disfrutamos la gracia y
recibimos el suministro de vida; pero en otro sentido, la iglesia
es el reino. ¿Cuál es el significado de la palabra reino? Reino
significa “regir”. Muchos cristianos dicen: “Me gusta asistir a las
reuniones, pero no me gusta ser regido. ¿Qué se creen esos
ancianos? ¿Por qué tienen ellos que tener el mando?”. Por un
lado, la iglesia es una familia, un hogar lleno de gracia y vida;
por otro, la iglesia es un reino, un gobierno que rige. En la iglesia
que es el reino, tenemos el liderazgo y el gobierno bajo la
autoridad de Cristo, la Cabeza, lo cual requiere que nos
ejercitemos al respecto. Para tener la vida de iglesia necesitamos
ejercitarnos en el reino. Así que, la iglesia es nuestro hogar y
también es nuestro reino. En nuestro hogar tenemos el disfrute
del amor, la provisión de la gracia y las riquezas de la vida
divina. Pero en el reino tenemos la autoridad que nos rige, el
gobierno, el ejercicio y la disciplina. ¡Alabado sea el Señor por
ambos aspectos de la iglesia! He oído a muchos santos decir:
“¡Alabado sea el Señor, estoy en casa!”. Sin embargo, debemos
también proclamar: “¡Aleluya, también estoy en el reino!”.
Lo que es la vida del reino
Romanos 14:17 dice: “Porque el reino de Dios no es comida ni
bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. Cuando
usted se disponga a recibir a los santos, tiene que entender que
no los debe recibir de acuerdo con sus conceptos doctrinales o
prácticas religiosas en cuanto a comida o bebida…Para con
nosotros mismos debemos ser rectos, estrictos y justos en todo lo
que hagamos. Para con otros debemos esforzarnos para procurar
la paz, buscando a toda costa estar en paz con ellos. Sin
embargo, algunos hermanos no tienen paz ni siquiera con su
esposa, y algunas hermanas no pueden vivir en paz con su
esposo. Debemos procurar mantener la paz con todo aquel que se
relacione con nosotros. Esta paz es Cristo vivido y expresado en
nuestro ser. Además, necesitamos gozo. Todos los días debemos
estar gozosos. Si cada día no podemos decir: “¡Aleluya, alabado
sea el Señor!”, esto significa que estamos derrotados y que no
estamos en el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es un Espíritu de
gozo. Debemos estar siempre gozosos con Dios, alabándole y
diciendo: “Aleluya”. Las características del reino de Dios hoy
son la justicia, la paz y el gozo. Y el reino de Dios es el ejercicio
de la vida de iglesia. La vida de iglesia tiene como fin la vida del
reino, y la vida del reino es un ejercicio de la vida cristiana.
Necesitamos tal ejercicio.
LA CONSUMACIÓN DEL EVANGELIO
…Pablo fue muy sabio y profundo, sabiendo que después de la
sección sobre la transformación, aun necesitaba presentar la
máxima consumación del evangelio de Dios, la cual es la vida
práctica de iglesia. Además, no escribió acerca de la vida de
iglesia de una manera doctrinal, sino de una forma sumamente
práctica. Es por eso que en la conclusión no se halla doctrina
alguna; al contrario, todo lo que se encuentra en esta sección es
algo que se puede experimentar y poner en práctica.
LA COMUNIÓN EXPRESADA EN EL CUIDADO MUTUO
QUE EXISTE ENTRE LOS SANTOS
Entre los santos y entre las iglesias
En [Romanos 16:1] Pablo dice: “Os recomiendo a nuestra
hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia que está en
Cencrea”. Febe era una diaconisa, es decir, una que servía a la
iglesia. Pablo la tenía en tan alta estima que en el siguiente
versículo dijo que “ella ha sido protectora de muchos, y de mí en
particular”. El término protectora en el griego es una palabra de
dignidad que denota una persona que ayuda, sustenta y
suministra. Un protector es alguien que está a nuestro lado
sirviendo, nutriendo, atendiendo y supliendo todas nuestras
necesidades…Febe era una hermana que servía a otros a
cualquier precio y a cualquier costo. Si colaboramos en serio con
el Señor en la vida de iglesia, también debemos servir a la iglesia
y cuidar de ella sin escatimar el costo. Si no tenemos un corazón
para cuidar de iglesia, somos indignos de practicar la vida de
iglesia. El requisito principal para practicar la vida de iglesia es
que le sirvamos….
En segundo lugar, Pablo indica que debemos estar dispuestos a
arriesgar nuestras vidas por la iglesia. Pablo, refiriéndose a
Prisca y Aquila, dice en 16:4 que ellos “arriesgaron su vida por
mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las
iglesias de los gentiles”. Debemos estar dispuestos aun a
arriesgar nuestra propia vida por causa de la vida de iglesia.
Prisca y Aquila no estimaron su propia vida como preciosa a
ellos, sino que estuvieron dispuestos a velar por el interés de la
iglesia aun a costa de su propia vida…si nosotros
verdaderamente amamos la iglesia del Señor, debemos estar
dispuestos aun a arriesgar nuestra propia vida por ella. Debemos
estar dispuestos a pagar el precio no sólo por la iglesia de nuestra
localidad, sino también por todas las iglesias…
La tercera mención de la iglesia se encuentra en el versículo 5,
donde Pablo dice: “Saludad también a la iglesia, que está en su
casa”, refiriéndose a la casa de Prisca y Aquila. Por un lado, esta
pareja estaba dedicada a todas las iglesias; por otro, ellos estaban
dedicadas a su iglesia local en particular. Cuando ellos vivían en
Éfeso (Hch. 18:18-19), la iglesia en Éfeso estaba en su casa (1
Co. 16:19). Cuando vivían en Roma, la iglesia en Roma también
se reunía en su casa. “La iglesia que está en su casa” mencionada
en el versículo 5 era la iglesia en Roma. Que la iglesia se reúna
en la casa de uno es una carga muy pesada. Si usted prueba esto,
descubrirá cuán pesada es esta carga. No obstante, Prisca y
Aquila eran absolutos para la vida de iglesia; no les importaba lo
pesado de tal carga.
En el versículo 16 Pablo dice: “Os saludan todas las iglesias de
Cristo. De pronto Pablo menciona “las iglesias de Cristo”. Sin
importar en qué ciudad se encuentren las iglesias, en su ciudad o
en la mía, ellas son las iglesias de Cristo. La iglesia en toda
localidad debe ser la iglesia de Cristo. No debemos decir que la
iglesia en tal o cual localidad es la iglesia de tal o cual hermano,
pues sería erróneo decirlo. Todos debemos aprender a hablar de
“las iglesias de Cristo”.
La última mención de la iglesia en Romanos se relaciona con la
hospitalidad: “Os saluda Gayo, hospedador mío y de toda la
iglesia” (v. 23). Sin la hospitalidad, faltaría algo en la vida
práctica de iglesia. Si en cierta iglesia no hay hospitalidad, tal
iglesia debe de estar pobre. Por otra parte, cuanto más se practica
la hospitalidad, más rica será la vida de iglesia. Gayo no sólo fue
el hospedador del apóstol, sino también de toda la iglesia…Su
hogar estaba siempre abierto y disponible para todos los santos.
La vida genuina de iglesia depende de este tipo de práctica
hospitalaria. Cuando un hogar se abre a la hospitalidad, será
llena de la bendición de Cristo. Alabamos al Señor porque
cuanto más hospitalidad brindemos, mayor será nuestra
experiencia de la vida de iglesia. Este asunto es muy práctico.
En resumen, podemos enumerar estos cinco aspectos de la vida
de iglesia: servir a la iglesia; estar dispuestos a arriesgar nuestra
vida por la iglesia; tener la iglesia en nuestro hogar; nunca
considerar la iglesia como la iglesia de nadie, sino estar
conscientes de que es la iglesia de Cristo; brindar hospitalidad a
toda la iglesia; y ser hospitalarios para con todas las
iglesias…Ésta es una descripción completa de la vida de la
iglesia primitiva. Una vez más digo que en Romanos no
encontramos la doctrina de la iglesia; al contrario, contemplamos
la vida de iglesia en práctica. De ahí que, la máxima
consumación del evangelio es la vida de iglesia.
Con miras a que Satanás sea aplastado
…Si no estamos en la iglesia y no practicamos la vida de iglesia,
será difícil que Dios aplaste a Satanás bajo nuestros pies. La vida
de iglesia es el medio más fuerte por el que Dios vence a
Satanás. Siempre que nos separamos de la iglesia, nos
convertimos en presa fácil para Satanás, pues es difícil hacer
frente a Satanás individualmente… Experimentamos y
participamos de la paz de Dios al vencer al perturbador, Satanás;
pero mientras que este perturbador no esté bajo nuestros pies,
nos será difícil tener paz…Así que, tanto el hecho de que Satanás
sea aplastado como el que disfrutemos de la paz de Dios, son
experiencias que obtenemos en la vida de iglesia.
Con miras a que la gracia del Señor sea impartida a todos los
santos
El apóstol, después de proclamar que Dios aplastará a Satanás
bajo los pies de aquellos que están en la iglesia, les da su
bendición, diciendo que la gracia del Señor Jesús estará con ellos
(16:20). Esto indica que en la vida de iglesia la gracia del Señor
Jesús es impartida a todos los santos. Los creyentes en su mayor
parte pierden esta gracia porque ellos están apartados de la vida
de iglesia. Todos nosotros podemos testificar de que tenemos un
rico disfrute de la gracia del Señor cuando vivimos en las
iglesias y practicamos la vida del Cuerpo con todos los santos.
La iglesia es el lugar donde el Señor imparte Su gracia y donde
podemos participar de ella. La iglesia no es solamente el lugar
donde podemos aplastar a Satanás bajo nuestros pies y
experimentar al Dios de paz, sino también el lugar donde
podemos experimentar la rica gracia del Señor.
(Extractos de los mensajes 29 y 30 del Estudio-vida de Romanos, de
Witness Lee, © L.S.M.).
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