by Juan Santos Yanguas

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XXVI Cursos de verano / Uda ikastaroak
Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Irun, 26-27 de Julio de 2007
SALTUS, ¿CONCEPTO GEOGRÁFICO, ADMINISTRATIVO O
ECONÓMICO?
XXVII Cursos de verano / Uda ikastaroak
Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Irun, 23 y 24 de Julio de 2008
15
Centro de Estudios e Investigaciones
Histórico-Arqueológicas
Historia eta Arkeologiako Azterketa
eta Ikerketa Zentroa
Boletín
DOMINIO E INTEGRACIÓN DE PUEBLOS DE MONTAÑA
EN EL ESTADO ROMANO:
VASCONES, ISAURIOS Y PUEBLOS ALPINOS
Arkeolan
2007 - 2008
2008
Sección 2
SALTUS, ¿CONCEPTO GEOGRÁFICO, ADMINISTRATIVO O ECONÓMICO?
XXVII Cursos de verano / Uda ikastaroak
Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Irun, 23 y 24 de Julio de 2008
Boletín Arkeolan, 15, 2008, pp: 165-171
¿Todavía saltus
frente a ager en
territorio vascón?
Juan Santos Yanguas*
Universidad del País Vasco /
Euskal Herriko Unibertsitatea
* Este trabajo ha sido realizado dentro del
Grupo de Investigación de la UPV/EHU
(GIU07/54). Agradezco a A. Emborujo
Salgado la búsqueda de referencias
bibliográficas, que han posibilitado la
materialización del estudio.
Juan Santos Yanguas
El controvertido binomio saltus / ager en territorio
vascón ha tenido y sigue teniendo un amplio recorrido historiográfico, tanto admitiéndolo como tal
en la mayor parte de los trabajos, como realizando algunas críticas, sobre todo en época reciente,
aunque sin ofrecer nuevas alternativas de interpretación.
La exposición que vamos a realizar constará de
tres partes: la primera tiene por objeto una revisión
historiográfica del uso del pretendido binomio saltus / ager desde el momento de su acuñación a
mediados del s. XX hasta la actualidad. Para ello
nos referiremos a obras de muy distinto carácter:
estudios realizados desde la etnografía (comenzando
por el autor más representativo y quien formuló por
primera vez esta antinomia, Caro Baroja) y trabajos históricos de distinta entidad, desde monografías centradas en el antiguo pueblo vascón, o los
territorios que modernamente se consideran vascos, hasta manuales de historia del País Vasco o
Vasconia, algunos más de divulgación que científicos.
La segunda, también con un planteamiento historiográfico, recogerá las críticas a la propuesta de
Caro Baroja.
Finalmente, realizaremos alguna propuesta para superar este “topos” historiográfico e intentar interpretar la realidad que encierra el término saltus Vasconum, a pesar de que, como en tantas ocasiones de nuestra historia antigua, probablemente no
puedan proponerse más que hipótesis en espera
de nuevas evidencias.
La traducción literal de este pasaje nos lleva a admitir que Sertorio, una vez dejados
los bursaones, cascantinos y graccurritanos,
atravesando el ager vasconum llega hasta
el confín de los berones1.
b. Naturalista. Plinio, NH IV, 110.
A Pyrenaei promunturio Hispania incipit,
angustior non Gallia modo, verum etiam semet
ipsa, ut diximus, inmensum quantum hinc
oceano, illinc Hiberico mari comprimentibus.
Ipsa Pyrenaei iuga ab exortu aequinoctiali in
occasum brumalem breviores quam latere
meridiano Hispanias faciunt. Proxima ora
citerioris est eiusdemque Tarraconensis situs.
A Pyrenaeo per oceanum Vasconum saltus,
Olarso, Va<r>dulorum oppida, Morogi,
Menosca, Vesperies, Amanum portus, ubi
nunc Flaviobrica.
La misma cordillera del Pirineo, que se extiende desde el orto equinoccial hacia el ocaso brumal, hace a las Hispanias más estrechas que por la parte meridional.
La costa más cercana es la de la Hispania
Citerior y concretamente su franja Tarraconense. Desde el Pirineo por el Océano se
encuentra el saltus Vasconum, Oyarsón, las
poblaciones de los várdulos, Morogi, Menosca, Vesperies y el puerto Amano, donde ahora está la colonia Flaviobriga.
El planteamiento de estos dos autores es
completamente diferente. Livio escribe su
obra con la intención de narrar la historia de
Roma, es decir, con un concepto histórico
del tema, mientras que Plinio piensa básicamente en naturalista y en la geografía humana.
c. Poeta. Ausonio, Ep. 21.51. Así como la respuesta de Paulino (Poemas, 10.203-212).
Ambos en el bajoimperio.
Vertisti, Pauline, tuos, dulcissime, mores: /
Vasconei saltus et ninguida Pyrenaei / hospitia
et nostri facit hoc obliuio caeli.
1. EL BINOMIO SALTUS-AGER EN LA HISTORIOGRAFÍA SOBRE LOS VASCONES
1.1. Caro Baroja y sus seguidores
De todos es sabido, y se ha expresado una vez
más en estas jornadas, que, con referencia a territorio vascón, únicamente hay tres textos de autores antiguos que incluyen uno de estos dos términos, siempre únicamente uno de ellos y nunca juntos o contrapuestos. Son los siguientes por orden
cronológico:
a. Historiador. Tito Livio, frag. l. XCI, 18 (en el
transcurso de las denominadas guerras sertorianas en el valle medio del Ebro):
Dimissis iis, ipse profectus per vasconum
agrum ducto exercitu, in confinio Beronum
posuit castra.
166
1
En la Tesis Doctoral de Esther Cantón (Los vascones
entre el Ebro y Aquitania. La organización social), leída
en la UPV/EHU en Vitoria (2004) y dirigida por la Prof.
Mª C. González, así como en Ead., “Sobre la expansión vascona en las fuentes literarias”, Veleia 22, 2005,
129-143, se pone en duda, con argumentos de peso,
la asignación tradicional de aliados a Pompeyo y a Sertorio a partir, sobre todo, de las referencias de Livio.
Boletín Arkeolan, 15, 2007-2008
TODAVÍA SALTVS FRENTE A AGER EN TERRITORIO VASCÓN?
Has cambiado, querido Paulino, tus costumbres. / El bosque de Vasconia y los refugios nevados / del Pirineo y el olvido de
nuestro cielo son los responsables.
Paulino, Poemas, 10.203-212
¿Por qué me echas en cara los enormes
bosques de Vasconia y los refugios nevados del Pirineo (uastos Vasconiae saltus et
ninguida Pyrenaei), como si yo viviese clavado en el primer umbral de la región hispana y no tuviera sitio alguno ni en el campo ni en la ciudad allí donde se abre a lo
más alto del globo la rica Hispania mirando
hacia la caída del sol? ...de modo que todo
aquel que en el bosque vascón vive su vida
limpio de culpa, íntegro y justo, no se contagia de la barbarie de su inhumano anfitrión (sic Vascone saltu quisquis agit purus
sceleris uitam integer aequus, nulla ab inhumano morum contagia ducit hospite). Etc.
(Trad. de J. J. Cienfuegos García).
No se puede olvidar tampoco que Ausonio cita varias ciudades del conventus Caesaraugustano, en
el que están incluidos los vascones (Bilbilis, Calagurris, etc.), casi desiertas, debido al éxodo de las
clases privilegiadas hacia las zonas rurales, ya que,
durante la crisis del s. III, éstas ofrecían mayor seguridad, dado que las ciudades eran objeto de las
asoladoras incursiones, desde los Pirineos, de suevos, vándalos y alanos.
Con mucha frecuencia estas noticias se han descontextualizado y han sido utilizadas, una y otra
vez, para mantener la división del territorio vascón,
primeramente, y después, por extensión, de todo
el área occidental pirenaica y oriental cántabra en
su vertiente sur, en dos zonas opuestas, la septentrional (saltus) y la meridional (ager), con claras
diferencias no sólo desde el punto de vista geográfico, sino también en su evolución histórica en
época antigua, tanto en época prerromana como
en época romana y hasta visigoda.
A partir del conocimiento de estos textos y del análisis de la orografía y la etnografía del país, Caro
Baroja en el año 1949 (no olvidemos esta fecha)
en su libro Los vascos, reeditado posteriormente
en varias ocasiones, se refiere al saltus Vasconum
haciéndolo coincidir con el norte de Navarra.
Si se tiene en cuenta la fecha en que este libro se
escribe, repito 1949, no chocan las siguientes afirmaciones: “Sabemos que las ciudades situadas a
lo largo de las vías perdieron fuerza en el momen-
Boletín Arkeolan, 15, 2007-2008
to de las invasiones... Poco hemos podido decir
de éstos, pues si Vizcaya ofrece alguno que otro
resto arqueológico romano, Guipúzcoa es pobrísima en ellos, así como todo el norte de Navarra (el
saltus Vasconum) y el país vasco-francés, en cuyo extremo norte Bayona, a comienzos del s. IV
cobra cierta importancia militar a causa de la inseguridad reinante”2. Evidentemente el conocimiento de la acción romana en estas zonas, e incluso
el desarrollo del poblamiento prerromano en las
mismas, ha avanzado de tal modo que estas afirmaciones de mediados del s. XX son ya insostenibles en el año 2008, como se verá luego.
Caro Baroja en su trabajo sobre Etnografía histórica de Navarra, afirma que los escritores clásicos
dividen el territorio de los vascones en dos grandes zonas, que son de significado económico completamente distinto; significado con alcance largo
en la Historia posterior: al sur hallamos el ager, al
norte el saltus3.
En otra de sus obras dedicadas a los vascones y
sus vecinos4 vuelve sobre el tema, tras trazar, a
partir de las noticias de Estrabón, unos límites que
han sido objeto de discusión a lo largo de toda la
segunda mitad del s. XX (podríamos quizás resumirlo en la disyuntiva, expansión vascona sí / expansión vascona no), discusión en la que ahora no
vamos a entrar por no ser objeto del curso y porque apenas puede aportarnos nada para el tema
que estamos desarrollando. A partir de las fuentes
que hemos mencionado elabora una teoría que,
con matices, ha tenido bastantes seguidores: fija
claramente las dos partes integrantes del territorio
de los vascones: el ager Vasconum y el saltus Vasconum. En su opinión, “los historiadores y geógrafos antiguos tenían idea neta de que el territorio de los vascones se hallaba constituido por dos
partes, muy distintas entre sí. Al sur, junto al Ebro,
quedaba una tierra más llana, apta para el cultivo
de los cereales, que, en un texto de Tito Livio, por
lo menos, es conocida bajo la designación de ager
Vasconum5. Pero, aparte de esta extensión que es
también la primera que conocen y a la que hacen
referencia primera los romanos, donde había va2
3
4
5
J. Caro Baroja, Los vascos, Madrid, 1971 (3ª ed.), 60.
J. Caro Baroja, Etnografía histórica de Navarra, Volumen Primero, Pamplona, 1971, 42.
J. Caro Baroja, Los vascones y sus vecinos, Estudios
Vascos Tomo XIII, San Sebastián, 1985.
J. Caro Baroja, op. cit. (n. 4), 24.
167
Juan Santos Yanguas
rios núcleos de población importantes, de los que
luego se tratará, los vascones ocupaban un territorio distinto en absoluto conocido como saltus Vasconum. La palabra saltus da idea de tierra de bosques, de pastos rústicos, de ámbitos selváticos y
hasta cierto punto monstruoso”. Y sigue refiriéndose a otros saltus: Castulonensis, Tugiensis, etc.
Finalizando con la afirmación de que el saltus Vasconum es una parte de otro mayor, el pirenaico6.
“Los vascones, pues, a través de ámbitos diferentes, se extendían de las orillas del Ebro, por el ager,
a las del Océano, hasta las cumbres nevadas del
Pirineo, por el saltus, con más extensión por esta
parte”7.
Esta propuesta de Caro Baroja, como ya hemos
dicho, ha tenido gran éxito en la historiografía posterior sobre los vascones (y los territorios vascos
en general), a pesar de la mencionada falta de evidencias.
Entre sus seguidores se debe citar en primer lugar
a A. Barbero y M. Vigil8, aunque con una referencia un poco más amplia a cántabros y vascones,
sin citar la dualidad ager-saltus, pero sí hablando
de la zona montañosa y boscosa como de área
marginal.
El P. Germán de Pamplona, al tratar de los límites
de la Vasconia hispano-romana, se refiere al ager
vasconum situándolo en la parte meridional hasta
su máxima extensión señalada por el geógrafo Ptolomeo, de la segunda mitad del s. II d. C.9.
Peréx Agorreta en su obra Los vascones (El poblamiento en época romana), distingue el ager y el saltus basándose en dos aspectos: la mayor o menor
presencia de antropónimos eúscaros en una y otra
zona, y la escasez o abundancia de vestigios tanto de época romana, como de la inmediatamente
prerromana10. Pero la arqueología está poco a poco haciendo aflorar presencia importante de asentamientos del Hierro en la zona considerada como
saltus (Peñalver)11, así como restos cada vez más
importantes de época romana, como se verá más
adelante.
J.J. Sayas, en su abundante obra sobre los vascones, en algunos casos hasta dubitativa, por su
remarcable tendencia a repensar los mismos temas una vez transcurrido cierto tiempo, también
habla de saltus y ager, aunque con matices. Este
autor calca la dicotomía saltus / ager con base también en la existencia o no de ciudades (“estas tierras constituían un saltus, esto es, un territorio sin
ciudades, un ‘desierto’ tanto en el sentido material
de ausencia de ciudades, como en la consideración de que las gentes que lo habitaban carecían
de aquellos requisitos político-culturales que los romanos entendían como constitutivos de la civilización”12) y en el tipo de economía que cada zona desarrolla (“En el plano económico el territorio vascón
tenía dos zonas bien diferenciadas que se destacan en la facies arqueológica de la Edad del Hierro
y asimismo en las fuentes grecorromanas. Una era
la parte meridional del territorio, denominada ager
Vasconum, de orientación económica agraria cerealista, oleícola y vinícola; la otra, la septentrional,
se designa como el saltus Vasconum y es la zona
montañosa, boscosa”13). Pero el profesor Sayas apunta una idea que quizás haya sido poco desarrollada a partir de su planteamiento. Al analizar el texto de Livio referido a la actividad de Sertorio en el
valle medio del Ebro, plantea la posibilidad de que
el uso del término ager no lo sea en el sentido que
puede derivarse de la interpretación de Caro Baroja, sino que la expresión ager Vasconum de la
narración que hace Livio del desplazamiento de Sertorio hasta territorio berón puede estar señalando
el campo vascón sin ciudades frente a los núcleos
urbanos, también vascones, que se mencionan antes (Bursao, Cascantum y Gracchurris) hasta Calagurris. La expresión ager Vasconum se habría apli11
6
7
8
9
10
J. Caro Baroja, op. cit. (n. 4), 25-26.
J. Caro Baroja, op. cit. (n. 4), 27.
A. Barbero, M. Vigil, Sobre los orígenes sociales de la
Reconquista, Barcelona, 1974.
G. de Pamplona, “Los límites de la Vasconia hispanoromana y sus variaciones en la época Imperial” en J.
Maluquer De Motes (dir.), Problemas de la Prehistoria
y de la Etnología vascas. IV Symposium de Prehistoria Peninsular, Pamplona, 1966, 207-221.
Mª J. Pérex Agorreta, Los vascones (El poblamiento
en época romana), Pamplona, 1986, 68-69.
168
12
13
X. Peñalver Iribarren, La Edad del Hierro: los vascones
y sus vecinos: el último milenio anterior a nuestra era,
San Sebastián, 2008; Id., Sobre el origen de los vascos: las fuentes arqueológicas, San Sebastián, 1999.
J.J. Sayas Abengochea, “Transformaciones urbanísticas de las comunidades vasconas”, en J. Santos (dir.),
Indígenas y romanos en el norte de la Península Ibérica, XI Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco, San Sebastián, Universidad del País Vasco, 1993,
227-256, especialmente 234.
J.J. Sayas Abengochea, “El poblamiento romano en
el área de los vascones”, Veleia 1, 1984, 289-310, especialmente 301.
Boletín Arkeolan, 15, 2007-2008
TODAVÍA SALTVS FRENTE A AGER EN TERRITORIO VASCÓN?
cado a una zona apenas poblada14. ¿Y por qué no,
añadimos ahora, el territorio de las ciudades y no
los núcleos habitados? Probablemente convenga
reflexionar sobre ese planteamiento.
También sigue la dicotomía carobarojiana G. Fatás, aunque fijándose sobre todo en lo referente al
pretendido desplazamiento vascón (uno de los temas recurrentes y casi tópicos en la obra de este
prolífico historiador aragonés) por acción de los romanos, debido a su amistad. Para este autor únicamente a partir de pasado el 200 a. C. se puede
hablar de vascones que llegan hasta el Ebro y, posteriormente, lo sobrepasan15.
Esta dicotomía saltus / ager aparece también en
obras de carácter más general. Cabe mencionar el
trabajo de Santiago Segura Munguía, que analiza
mil años de historia vasca a través de la literatura
greco-latina16. Sin entrar en el uso del término vasco, claramente anacrónico en este contexto, la tajante diferenciación entre ager y saltus desde el s.
II a. C. hasta la época visigoda no parece que sea
unívoca y uniforme, dados los distintos planteamientos políticos que, sobre todo romanos y visigodos, aplicaron a estas poblaciones.
Como un ejemplo de la pervivencia de la dualidad
saltus / ager en la historiografía reciente podemos
citar, todavía en 2003, el trabajo de M. Esteban
Delgado en el que sigue manteniendo dicha diferenciación en la comunidad vascona17.
La tesis doctoral18 de esta misma autora nos sirve
para mencionar un aspecto nuevo en lo referente a
la dicotomía de la que nos estamos ocupando: la
aplicación de la tesis barojiana no sólo al territorio
vascón, sino a todo el País Vasco. Esto es lo que
14
15
16
17
18
J.J. Sayas Abengochea, op.cit. (n. 13), 298.
G. Fatás, “Notas sobre el territorio vascón en la Edad
Antigua”, Veleia, 2-3, 1985-1986, 383-397.
S. Segura Munguía, Mil años de historia vasca a través de la literatura greco-latina. (De Aníbal a Carlomagno), Bilbao, 1997.
M. Esteban Delgado, “La vía marítima en época antigua, agente de transformación en las tierras costeras
entre Oiasso y el Divae”, Itsas Memoria, Revista de Estudios Marítimos del País Vasco, 4, 2003, 13-40. Cuando habla de los cambios sufridos por los vascones tras
el contacto con Roma afirma que “la transformación
interna que ha ido experimentando a lo largo del s. I
a. C. la comunidad vascona que habita en el ager, la
va a experimentar también el norte de su territorio, el
área agreste y boscosa que se extiende hasta el mar
conocida como saltus” (p. 16).
M. Esteban Delgado, El País Vasco atlántico en época romana, San Sebastián, 1990.
Boletín Arkeolan, 15, 2007-2008
hacen la mayor parte de las historias generales que
se ocupan del proceso histórico del País Vasco o
de Euskal Herria. No es éste el momento ni el lugar
para extendernos en el análisis historiográfico de
este tipo de obras, pero sí mencionaremos algunos
ejemplos que nos parecen significativos, sobre todo teniendo en cuenta la repercusión que dichas
obras han tenido entre el gran público.
La primera obra que podemos citar es la Historia
de Euskal Herria, editada en 1980 en la que se afirma que “en Vasconia los romanos distinguieron,
basándose en razones de carácter geográfico y
económico, dos zonas claramente diferenciadas:
la parte norte o Vasconum saltus, boscosa y de
dedicación pastoril, y la meridional o Ager Vasconum donde se practicaba una agricultura cerealista y donde se desarrollaron cultivos de tipo mediterráneo (…) El saltus se extendía por los actuales
territorios de Vizcaya, Guipúzcoa y parte de Alava
y Navarra así como por la Vasconia ultrapirenaica”19. El Ager vasconum comprendía la región meridional del País Vasco, zonas medias y sur de Álava y Navarra. En el saltus el interés de Roma se habría limitado a la explotación de las minas y de los
bosques. En el ager, por el contrario, desarrolló el
modo tradicional romano de explotación agraria consistente en fundos y villas20. El grado de romanización de ambas zonas sería también diferente, siendo más intensa en el ager que en el saltus21.
La existencia de dos zonas bien diferenciadas
desde el punto de vista geográfico y económico
y en las que el grado de asimilación de los elementos romanos es igualmente distinto aparece
también en otras obras, como la de García de
Cortázar y Lorenzo Espinosa dedicadas al estudio de la Historia del País Vasco22 y la dirigida por
19
20
21
22
R. López Atxurra, J. Agirreazkuenaga Zigorraga, R. Basurto Larrañanga, R. Mieza Mieg, Historia de Euskal
Herria, Bilbao, 1980, 93-94.
R. López Atxurra, J. Agirreazkuenaga Zigorraga, R. Basurto Larrañanga, R. Mieza Mieg, op. cit. (n. 19), 95.
R. López Atxurra, J. Agirreazkuenaga Zigorraga, R. Basurto Larrañanga, R. Mieza Mieg, op. cit. (n. 19), 98100.
F. García de Cortázar, J. Mª Lorenzo Espinosa, Historia del País Vasco, San Sebastián, 1997. En su opinión el País Vasco “quedó dividido, implícitamente y
siguiendo esas directrices, en dos grandes zonas: el
ager de la zona sur del Ebro y el saltus de las comarcas septentrionales. El ager corresponde a la parte cultivada y de favorables rendimientos cerealísticos. Mientras que el saltus es la región boscosa, sin riquezas
apetecibles, salvo la captura de esclavos y algunas minas de difícil acceso” (p.33).
169
Juan Santos Yanguas
J.L. Orella (Euskaldunak Historian Barrena)23, en
las que sí se hace mención explícita al binomio
saltus / ager. Pero podemos hacer referencia también a otras en las que se mantiene esa diferenciación entre la zona septentrional y la meridional del País Vasco con características muy distintas, aunque sin aludir a los términos latinos: es
el caso de los trabajos de M. Montero24 y el de
éste en colaboración con F. García de Cortázar25.
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en época antigua, agente de transformación, en
23
24
25
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Euskaldunak Historian Barrena. Jokabideak, pentsamoldeak eta eguneroko bizitza, San Sebastián, 1989,
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bereizi bait zituzten nortasun-gunetzat) bai ikuspuntu
morfologikotik eta bai ekonomi aldetik, eta areago, gizarte antolaketa eta kultur bilakaeraren ikuspuntutik
ere bai” (p.49).
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