La profesionalización de los diputados autonómicos en España

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La profesionalización de los diputados autonómicos en España (1980-2005).
Análisis de continuidades y supervivencia.
Congreso de la
Asociación Española de Ciencia Política y de la Administración
Murcia 2011
Este trabajo es un borrador.
Los datos son provisionales
y no pueden ser citados sin permiso de los autores.
Xavier Coller, Universidad Pablo de Olavide
Antonio M. Jaime, Universidad de Málaga
Andrés A. Santana, Universidad de San Andrés y Fundación Juan March
1
Introducción
Este trabajo trata de la discontinuidad, profesionalización y supervivencia de la elite
parlamentaria de las comunidades autónomas en España entre 1980 y 2007. Se trata de un
campo de estudio al que se le ha prestado poca atención y que tiene un potencial relevante
en la medida en que puede mostrar el grado de estabilidad de las instituciones de
representación y el funcionamiento interno de los partidos a la hora de seleccionar a las
personas que integrarán una lista electoral. El análisis que realizamos se basa en los 4354
parlamentarios que han ocupado un escaño en alguna de las asambleas autonómicas
durante el período considerado. El análisis comienza con un estudio preliminar de la
rotación parlamentaria en las cuatro comunidades del 151 y en las del resto de España. A
lo largo del análisis (somero y preliminar) se apuntan explicaciones posibles que, en el
futuro, deberían poder ser comprobadas. Sigue el estudio de los factores más relevantes
que pueden contribuir a explicar que una persona repita en el escaño en más de una
legislatura. De esta manera, nos adentramos preliminarmente en la detección y análisis de
la profesionalización de los políticos. Este trabajo presenta resultados todavía provisionales
y ha sido posible gracias al apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología que subvencionó
el proyecto La elite política autonómica en la España democrática (1980-2005)
(BSO2003-02596) y el proyecto Conflicto y consenso parlamentario. El caso de la España
de las autonomías (1980-2010) (CSO2008-02525), con parte de cuyos datos se ha
elaborado este trabajo.
Advertencias metodológicas
Se observará que hay ligeras diferencias entre las tasas de renovación que se
presentan en este trabajo y las ya publicadas en un trabajo anterior (Coller 2002). Al
margen de posibles errores tipográficos, la disparidad se debe a tres motivos
fundamentales. Por un lado, los datos de la publicación que hacen referencia a la quinta
legislatura no contabilizan los parlamentarios sustitutos ya que en el momento de la
recopilación (2001) y publicación (2002) de los datos no había concluido la legislatura en
la mayor parte de comunidades. Por otro lado, para este trabajo y en otras publicaciones se
ha modificado el criterio de sustitución de parlamentarios/as. Mientras que en la
publicación de 2002 solamente se sustituye al parlamentario/a que abandona el escaño
durante el primer tercio de la legislatura, en este trabajo se ha escogido para figurar en la
base de datos al diputado/a que ha pasado más tiempo en el parlamento de entre el
diputado/a que abandona el escaño y el sustituto. En tercer lugar, en este trabajo se ha
corregido un criterio aplicado con anterioridad referido a los diputados/as “Guadiana”. Se
trata de parlamentarios que aparecen en una legislatura, desaparecen en la siguiente y
vuelven a aparecer en legislaturas posteriores. En los datos publicados se contabilizaban
como parlamentarios con experiencia y, por tanto, no noveles, por lo que no se incluían en
la contabilidad de las tasas de renovación. El motivo era que estos diputados/as tenían
experiencia parlamentaria que podía ser instrumental para explicar las tasas de consenso y
conflicto parlamentario que era el motivo de construcción de la base de datos de la
renovación parlamentaria. En este trabajo se ha aplicado un criterio ligeramente diferente.
Se ha considerado a los diputados/as “Guadiana” como noveles en la legislatura
correspondiente independientemente de que estuvieran presentes en legislaturas anteriores
pero no consecutivas. Estos tres elementos explican las ligeras diferencias que se pueden
encontrar entre los datos publicados con anterioridad y los que se presentan en este trabajo.
2
Ante el problema que plantean para el tratamiento estadístico de los datos1 los
diputados/as que han estado en más de un partido durante el período, se ha procedido
utilizando un criterio similar aplicado a todos los casos posibles.2 Por ejemplo, si un
diputado aparece en la primera legislatura bajo unas siglas y en la quinta en otras que son
el resultado de la fusión de otros partidos en los que ha militado, entonces se le ha
atribuido la pertenencia al último partido. Es el caso de los partidos independientes que
confluyen en lo que será luego Coalición Canaria (PCN, ICAN, AGI, AHÍ, ATI, AM, AIC,
UPC-AC). Es también el caso de Entesa de l’Esquerra de Menorca (EEM) y Partit
Socialista de Mallorca. En otros casos, el diputado/a ha pertenecido a dos partidos que son
uno la continuación (más o menos) del otro. Por ejemplo, UCD y CDS, o UPN y PP en
Navarra. Es también el caso de PNV y EA. Aunque el segundo es una escisión del primero
y durante el periodo analizado compiten electoralmente, al final del periodo desarrollan un
pacto de fusión (sin éxito posterior) que refleja tanto la similitud de planteamientos como
de objetivos. De hecho, han compartido gobierno también en casi todas las legislaturas. No
obstante, en periodos posteriores al que aquí se analiza, PNV y EA han seguido derivas
diferentes que obligarán en el futuro a un tratamiento diferente también. Este criterio ha
sido utilizado también en el caso similar de la UDF Navarra en la segunda legislatura,
cuyos efectivos pasan a formar parte del PP en la tercera y, en consecuencia, se han tratado
en ambos casos bajo la etiqueta del PP. De igual manera, los parlamentarios de IDCAN en
Cantabria, que siempre han ido coligados con el PSOE y que han formado parte del
gobierno de coalición con el PRC de Miguel Ángel Revilla, han sido tratados
conjuntamente con el PSOE para el análisis estadístico. Este ha sido el criterio también
utilizado para los diputados de Esquerda Galega que se coliga con el PSG formando PSGEG.
Por el contrario, a pesar de las afinidades y de las relaciones políticas, cuando hay un
trasvase de diputados entre un partido (generalmente el PP) y otros partidos regionalistas
(Unió Mallorquina, Unión Valenciana, Unidad Alavesa, UPCA) o cuando aparecen en el
parlamento tras una coalición electoral, hemos decidido tratar a estos diputados como
pertenecientes a partidos diferentes. También se ha seguido este criterio en el caso del
PSG-EG (diferente de BNG) y de Coalición Galega respecto de PSOE y BNG. En estas
condiciones, si un diputado aparece en una legislatura en un partido y en otra legislatura en
otro diferente, hemos considerado como “tránsfuga” a este político. Aunque la etiqueta
puede matizarse de varias maneras, recoge bastante bien la idea de que una persona cambia
de partido cuando su formación anterior existe y compite electoralmente con el nuevo
partido al que pertenece. Con estas matizaciones, para el análisis de supervivencia que se
hace en la segunda parte de este trabajo, hemos descontado los 90 diputados/as que han
obtenido su escaño en más de un partido (un 2.1% de los 4354 parlamentarios) en
legislaturas diferentes.3
Se observará también que en los análisis de supervivencia, las observaciones se
reducen a 2394 diputados/as. Esto quiere decir que han sido eliminados de la población
20604 personas que o incurrían en alguno de los supuestos anteriores o para las que faltaba
algún tipo de información (por ejemplo, la profesión o la educación). Se trata de una
situación lamentablemente habitual que, pese a los esfuerzos realizados por el equipo de
1
Tanto el análisis de supervivencia como el análisis de la rotación por partido político.
Sobre estos criterios, véase el trabajo de Coller y Santana (2009: 32-3).
3
Sólo hemos detectado el caso de un diputado que ha obtenido su escaño perteneciendo a tres partidos
diferentes en tres legislaturas (UCD, Coalición Galega y PSOE). En el resto de casos están implicados sólo
dos partidos, aunque hay un diputado (en la quinta legislatura de Cataluña) que es elegido por un partido
(IU), por otro (PSC) en la siguiente, y en la séptima legislatura vuelve a su formación original.
4
OJO a este dato.
2
3
investigación, ha sido insoluble. Los fondos documentales de los parlamentos autonómicos
carecen en bastantes ocasiones de información completa sobre la biografía de sus
señorías.5 Hemos decidido no recurrir a técnicas sofisticadas de imputación de valores para
estos casos al tratarse de un trabajo preliminar. En versiones futuras de este trabajo se
explorará esta posibilidad y se valorará si es posible hacer una imputación rigurosa para
aumentar el número de casos válidos en la base de datos.
Continuidad y discontinuidad
La renovación de las elites parlamentarias es un indicador claro del grado de
profesionalización de las mismas. Cuanta menos renovación haya, mayor es la proporción
de personas que permanecen en su escaño y, en la medida en que esa permanencia vaya
más allá de dos legislaturas (más de doce años), podemos considerar que esta persona es
una profesional de la política, especialmente si es joven.6 La profesionalización de las
elites parlamentarias se trabajará con más detalle en la segunda parte de este trabajo. En
esta nos centramos en el estudio de la circulación como un indicador de la
profesionalización.
Tabla 1. Rotación de las elites parlamentarias (en %).
Comunidad
Legislaturas
II
III
IV
V
VI
VII
Media
Andalucía
Aragón
Asturias
Baleares
Cataluña
Canarias
Cantabria
Cast-La Man
Cast-León
Extremadura
Galicia
La Rioja
Madrid
Murcia
Navarra
País Vasco
Valencia
60.55
59.70
66.67
55.93
61.48
58.33
74.36
65.96
65.48
52.31
54.93
66.67
57.29
73.33
62.00
61.33
49.44
48.62
61.19
44.44
52.54
42.22
56.67
46.15
74.47
54.76
50.77
68.00
63.64
49.50
64.44
60.00
48.00
49.44
48.62
58.21
44.44
52.54
42.96
51.67
56.41
74.47
51.19
56.92
36.00
51.52
54.37
73.33
70.00
58.67
53.93
38.53
50.75
60.00
55.93
43.70
63.33
51.28
65.96
46.99
53.85
64.00
57.58
55.88
57.78
72.00
57.33
53.93
49.54
53.73
35.56
54.24
52.59
58.33
56.41
63.83
62.20
43.08
42.67
57.58
56.76
55.56
62.00
52.00
58.43
45.87
48.62
56.72
50.22
54.24
49.75
57.67
56.92
68.94
56.12
51.38
54.93
59.39
54.76
64.89
65.20
52.44
53.03
Media no
históricas
62.11
56.00
57.62
57.33
55.21
Media total
periodo
55.56
64.00
37.33
55.98
5
Nos consta, no obstante, los esfuerzos que realizan los responsables de documentación de los parlamentos
para mejorar esta información y ponerla a disposición del público a partir de los requerimientos realizados
por este equipo de investigación desde 2002.
6
No se trata aquí el caso de otros profesionales de la política que ejercen funciones en el legislativo y luego
en el ejecutivo o viceversa en diferentes niveles de gobierno (local, autonómico, estatal).
4
Fuente: Elaboración propia a partir de las biografías de los diputados/as depositadas en las cámaras
respectivas. Datos del proyecto La elite política autonómica en la España democrática (1980-2005)
(BSO2003-02596).
Nota: La rotación en cada legislatura incluye sólo a los parlamentarios que provienen de la legislatura
anterior, incluyendo también a los que han estado en legislaturas anteriores sucesivas. En el Anexo 2 se
puede ver la rotación por legislatura según la aportación de cada cohorte de diputados/as.
La renovación media de la elite parlamentaria autonómica para el periodo
considerado es del 56%, tal como se observa en la Tabla 1. Esto quiere decir que por cada
cien diputados sólo 44 repiten en sus puestos. Si hubiera algún tipo de consenso acerca de
la proporción óptima de repetición, se podría indicar si este 56% es mucho o poco, pero
desafortunadamente, este acuerdo parece no existir.7 En cualquier caso, más de la mitad de
la elite política del periodo desaparece de la arena parlamentaria autonómica de una
legislatura a otra. Esta es una proporción similar a la que se observa en Alemania para un
período parecido, 52.9% según los datos de Melchert (2011). Obviamente, existen
variaciones temporales y territoriales. Lo importante es apuntar explicaciones posibles para
estas variaciones.
En términos medios, la comunidad con la rotación más elevada es Castilla-la
Mancha, con una rotación de 67% de diputados y la comunidad con la proporción más baja
es Andalucía, con un 49% de rotación media. El hecho de que ambas comunidades hayan
sido gobernadas por partidos con mayorías absolutas puede poner en entredicho la
hipótesis que relaciona bajas tasas de rotación con mayorías parlamentarias amplias.
Murcia y Navarra apuntan también rotaciones medias altas, mientras que Cataluña.
Asturias y Extremadura se ubican en el segmento bajo de la rotación media. Así pues, no
es de extrañar que la rotación más elevada se encuentre en las legislaturas III y IV de
Castilla-La Mancha y la más baja en la legislatura V de Asturias seguida de la V de
Andalucía. Un análisis más pormenorizado debería encontrar explicación a estas pautas de
comportamiento.
La discontinuidad más elevada la encontramos en la segunda legislatura en las
comunidades del régimen común (excepto en Valencia y Castilla-La Mancha) y también en
las históricas (excepto en Galicia). Esto indica que la renovación más importante de la elite
parlamentaria se produce entre la primera y la segunda legislatura. El motivo puede radicar
en el hecho de que tras el período fundacional, un buen porcentaje de diputados abandonan
el parlamento bien para volverse a sus casas o profesión bien para servir al público en otras
funciones. Por el contrario, la discontinuidad media más baja la encontramos en la sexta
legislatura (55% de renovación) en las comunidades del régimen común.
Tabla 2. Discontinuidades por partido en comunidades del régimen común (en %)
Partido
II
III
IV
V
VI
Media
Otros
IU
PP
PSOE
65.12
71.43
64.81
46.32
59.46
65.71
64.03
51.27
59.62
77.42
59.44
51.15
58.97
35.71
48.76
66.44
53.33
58.62
55.77
56.49
59.30
61.78
58.56
54.34
Fuente: Elaboración propia a partir de las biografías de los diputados/as depositadas en las cámaras
respectivas. Datos del proyecto La elite política autonómica en la España democrática (1980-2005)
(BSO2003-02596).
7
Ver Coller (2002).
5
¿Qué partidos contribuyen con más intensidad a la discontinuidad de la elite
parlamentaria? Es decir, ¿qué partidos se renuevan más y, por tanto, favorecen menos la
profesionalización de los diputados/as? Se hará un análisis pormenorizado de las cuatro
comunidades que acceden a la autonomía por el artículo 151 de la constitución más
adelante. En esta sección nos centramos en las autonomías del régimen común y, más en
concreto, en los partidos de ámbito nacional, dejando algunos PANE (“otros” en la Tabla
2) para otro tipo de estudio. Durante todo el periodo, el PSOE tiene una renovación media
menor que la del PP, lo que quiere decir que en el partido socialista, hay más
probabilidades de que sus diputados se profesionalicen. Izquierda unida presenta la
renovación más alta del periodo, algo a lo que no es ajeno el tamaño de sus delegaciones
parlamentarias ni los cambios de liderazgo y siglas de la formación. El comportamiento de
los dos grandes partidos es sensiblemente diferente a lo largo del tiempo. La renovación en
el PSOE aumenta hasta la sexta legislatura, cuando se produce un descenso que, aún así,
arroja una tasa de renovación superior a la de las cinco primeras legislaturas (54.34%). El
punto de ruptura está en la quinta legislatura, con una discontinuidad más elevada. Los
diputados/as socialistas de la cuarta son los que enfrentaron las elecciones de 1995 y, en su
gran mayoría, perdieron frene al PP, que consiguió dar el vuelco electoral. Para la quinta
legislatura el PSOE renueva sus listas con mayor intensidad que en ocasiones anteriores.
Muy probablemente se ha producido un relevo generacional que permite la renovación de
la generación que hizo la transición y construyó el estado de las autonomías pero que
perdió frente al PP en numerosas autonomías las elecciones de 1995. Será necesario
comprobar la renovación en la séptima y octava legislaturas para ver si el efecto
generación se confirma: la llegada al poder de Zapatero supuso una renovación interna
importante que puede haber tenido efectos en la configuración de las listas electorales.
El comportamiento del PP es sensiblemente diferente. Los populares parten con una
tasa de renovación elevada, probablemente como resultado de perder varias convocatorias
electorales y por la renovación de su liderazgo nacional y, también, regional. Sin embargo,
en la cuarta legislatura y, sobre todo, en la quinta, la renovación se reduce. Los populares
entran en muchos gobiernos autonómicos tras las elecciones de 1995 que da origen a la
cuarta legislatura. Se ha producido ya la renovación generacional que supuso el acceso de
Aznar a la presidencia del PP en 1990. De hecho, la renovación se observa en la tercera
legislatura que comienza tras las elecciones de 1991. Pero en las de 1995, con las
expectativas de ganar en las autonómicas en fase creciente (en parte por los escándalos que
acosaban al PSOE durante la primera mitad de la década de los 90) y la renovación
generacional realizada, la necesidad de renovar las listas es menos intensa, algo que se
confirma con la proporción de discontinuidad de la cuarta y, sobre todo, de la quinta
legislatura, que el PP afronta desde el poder en bastantes comunidades autónomas. Esto
parece indicar que cuando un partido enfrenta las elecciones desde el poder, si no ha
habido escándalos de corrupción o de otro tipo que afecten a la imagen pública del partido
y/o sus diputados, la renovación suele ser menos intensa que cuando las enfrenta desde la
oposición tras un historial de elecciones perdidas. Se trata de una idea que convendrá
explorar en el futuro.
Conviene centrarse ahora, siquiera sea someramente, en el comportamiento de los
partidos en las comunidades autónomas que tienen ciclos electorales diferentes a las del
régimen común: Andalucía, Cataluña, Galicia y el País Vasco.
Tabla 3. Discontinuidades en Andalucía
Partido
II
III
IV
V
6
VI
VII
Media
PA
IU
PP
PSOE
100.00
68.42
85.19
47.46
87.50
9.09
69.23
41.94
66.67
80.00
50.00
33.33
50.00
0.00
38.46
48.08
60.00
33.33
53.33
45.10
60.00
50.00
18.92
60.66
70.69
40.14
52.52
46.09
Fuente: Elaboración propia a partir de las biografías de los diputados/as depositadas en las cámaras
respectivas. Datos del proyecto La elite política autonómica en la España democrática (1980-2005)
(BSO2003-02596).
De entre todas las comunidades autónomas, Andalucía presenta la renovación media
más baja del período 1980-2005 (48.62%), tal como se aprecia en la Tabla 1. Se trata de
una comunidad que ha experimentado una sucesión de mayorías absolutas del PSOE
(excepto en la cuarta legislatura), que es a su vez el partido con menor renovación media
en el período. Las mayorías absolutas y el liderazgo longevo y estable de Manuel Chaves
han contribuido a la poca renovación y, probablemente, a una mayor profesionalización de
los parlamentarios/as. El PSOE acude a las elecciones de 1986 con un liderazgo diferente
(Rodríguez de la Borbolla) al de las elecciones de 1982 (Rafael Escuredo) y casi la mitad
de sus parlamentarios/as son nuevos (47%), según se observa en la Tabla 3. A ello
contribuye también una ligera reducción del número de escaños conseguidos que pasa de
66 a 60. En la tercera legislatura se reduce la rotación. Hay un liderazgo nuevo (Manuel
Chaves) y hay una cierta renovación (42%), pero por debajo de la media de este partido.
Sin embargo, en la cuarta legislatura la renovación es mínima afectando sólo a un tercio de
los parlamentarios. Se trata de una legislatura en la que el PSOE no obtiene la mayoría
absoluta y donde se reduce el número de escaños que obtiene este partido al pasar de 62 a
45. La reducción del grupo parlamentario puede afectar a la renovación o repetición de los
diputados/as, aspecto que se verá también en el caso de Cataluña y que debería explorarse
en el futuro. Una nueva mayoría absoluta y un aumento del grupo parlamentario en la
quinta legislatura tras las elecciones de 1996 arrojan una renovación de casi la mitad de los
parlamentarios (48%). En las elecciones siguientes, con el mismo liderazgo, se mantiene el
mismo número de diputados en el grupo parlamentario (52), se mantiene la mayoría
absoluta y se reduce la renovación ligeramente (45%). Es muy probable que las mayorías
absolutas fomenten la repetición de los diputados, aspecto que debería explorarse también
en el futuro. En la séptima legislatura, con el mismo liderazgo y manteniendo la mayoría
absoluta, se amplía el grupo parlamentario (de 52 a 61) y aumenta la renovación hasta el
60%. Con la sustitución de Chaves por Griñán y con los resultados electorales que originen
la novena legislatura en Andalucía, deberíamos de estar en disposición de confirmar o
refutar la hipótesis que relaciona el cambio de liderazgo con la renovación parlamentaria.
El Partido Popular presenta una renovación más elevada que la del PSOE en parte
debida a las sucesivas derrotas electorales experimentadas. El hecho de que el liderazgo
haya sido más o menos estable durante el período8 puede haber contribuido a moderar la
renovación esperada cuando se combina el fracaso electoral y el cambio de liderazgo. Así
parece ser en la legislatura II, cuando hay un cambio de líder (de Hernández Mancha a
Arenas),9 un aumento del grupo parlamentario (se pasa de 17 a 28) y un 85% de
renovación. También en la legislatura VI, para cuyas elecciones se eligió a Teófila
Martínez como cartel electoral, se amplió el grupo parlamentario (de 40 a 46 diputados/as)
y se registra una proporción de renovación del 53%. En la quinta legislatura el PP registra
la renovación más baja del periodo. La legislatura anterior se caracteriza por ser la de más
corta duración y las expectativas del PP de crecer electoralmente eran buenas habida
8
Sólo en dos ocasiones ha cambiado el líder electoral: en 1982 se presentó Hernández Mancha y en 2000,
Teófila Martínez. En el resto de convocatorias electorales, Javier Arenas ha sido el candidato.
9
OJO, comprobar. Información contradictoria.
7
cuenta de los escándalos que asolaban al PSOE nacional y sus posibles efectos en la
política autonómica andaluza. Quizás por este motivo, en combinación con una
representación parlamentaria que no crece y la repetición del liderazgo, se obtiene una
renovación del 38%. Curiosamente, una situación similar parece encontrarse en la séptima
legislatura que se origina tras las elecciones de 2004. Para entonces ha “cambiado” el líder
electoral, que vuelve a ser Arenas, la representación parlamentaria se reduce (de 46 a 37
diputados/as) y la proporción de diputados/as nuevos que se incorporan al parlamento
andaluz se queda en el 19%.
Tabla 4. Discontinuidades en Cataluña
Partido
CiU
ERC
IC
PP
PSC
II
III
IV
V
VI
VII
Media
65.28
20.00
40.00
100.00
53.66
24.64
80.00
88.89
66.67
46.34
50.00
72.73
42.86
57.14
20.00
39.66
38.46
60.00
70.59
35.29
49.09
33.33
66.67
50.00
62.50
58.70
65.22
85.71
73.33
40.00
47.89
51.62
64.02
69.62
42.97
Fuente: Elaboración propia a partir de las biografías de los diputados/as depositadas en las cámaras
respectivas. Datos del proyecto La elite política autonómica en la España democrática (1980-2005)
(BSO2003-02596).
Cataluña es la segunda comunidad con una tasa de renovación menor. Esto muestra
una cierta estabilidad parlamentaria en comparación con otras comunidades españolas. Por
término medio, en el periodo considerado, la mitad de los diputados/as ha repetido al
menos una vez en el Parlament. En buena medida, esta situación puede ser reflejo de las
diferentes mayorías absolutas que se han dado tras las elecciones autonómicas, ya sean de
CiU o del bloque de formaciones que componían el tripartito. El partido con una
renovación media más elevada es el PP (60.6%), que ha pasado por sucesivos cambios de
liderazgo y que ha enfrentado siempre las elecciones desde la oposición y con escasas
posibilidades de éxito. Algo similar le ha ocurrido a Iniciativa per Catalunya (antiguo
PSUC), que muestra tasas de discontinuidad elevadas (65%).
El partido con la renovación media más baja (es decir, aquel en el que más repiten
sus diputados/as) es el PSC (42.9%). Se da el caso de que el PSC registra en la cuarta
legislatura la tasa de renovación más baja de entre los partidos de todas las comunidades
autónomas junto a la de ERC de la segunda legislatura, aunque ligeramente por encima de
la del PP de Andalucía en la séptima. En parte, esta situación puede ser debida a una
sucesión de liderazgos fuertes (Raventós, Obiols, Maragall) que tras la pérdida de
elecciones no eran renovados. Hay un salto importante entre la quinta y la sexta legislatura
cuando el PSC casi dobla la proporción de renovación pasando de 35% a 62%. En este
caso, Pasqual Maragall se ha hecho con el liderazgo y se produce una renovación del cartel
electoral y de sus componentes. Las expectativas de victoria electoral eran elevadas. El
PSC gana las elecciones de 1999 pero no obtiene el número suficiente de escaños para
gobernar. En las elecciones siguientes (2003) que dan origen a la séptima legislatura, las
expectativas de victoria eran también buenas y con Maragall en el liderazgo se observa una
reducción de la renovación (40%) respecto de la legislatura anterior. Es decir, un 60% de
los diputados/as repiten en su escaño. Sería conveniente observar si el cambio en el
liderazgo implica una renovación de las listas electorales, como se sospecha, analizando
los resultados del PSC de la octava legislatura en Cataluña, cuando entra en juego
Montilla.
8
ERC presenta unas tasas de renovación acordes con la historia del partido. En la
segunda legislatura se renueva poco bajo el liderazgo de Heribert Barrera. Tras el apoyo
dado a Pujol para que formara gobierno en la primera legislatura, ERC reduce su
representación parlamentaria en la segunda legislatura en un tercio y los que entran en el
parlamento son los líderes que tienen un puesto asegurado en la lista, de ahí que la
renovación sea tan baja (20%). El partido entra en varias crisis de liderazgo que se
manifiesta con la renovación del 80% de sus efectivos bajo el liderazgo de Hortalá (tercera
legislatura) y de Ángel Colom10 (cuarta legislatura, 72% de renovación). La estabilidad
temporal del liderazgo de Colom hace que la renovación en la legislatura siguiente sea sólo
del 38% y lo curioso es que en las elecciones de 1999 (sexta legislatura), ya con Carod
Rovira al frente, sólo hubo una renovación de un tercio de los efectivos parlamentarios.
Quizá esta baja renovación con un cambio de liderazgo sea debido al hecho de que Carod
fue elegido como solución de consenso por el partido y las listas electorales reflejaron esta
situación. Ya en las elecciones de 2003 (séptima legislatura) se produce una renovación
intensa (65% de los parlamentarios) que es explicable en parte por el incremento de
escaños de ERC. Si esto es así, se debería explorar la hipótesis que relaciona la rotación
con el fracaso electoral.
CiU presenta las tasas de renovación más bajas después del PSC en Cataluña. En
parte es explicable por las sucesivas mayorías absolutas parlamentarias que permitieron a
esta formación gobernar durante 23 años y ser la fuerza con más escaños en el Parlament
durante todo el periodo considerado. La alta tasa de rotación de la segunda legislatura se
explica por la ampliación del número de diputados ras las elecciones de 1984 cuando CiU
pasa de 43 a 72 diputados. Este partido enfrenta las elecciones de 1988 que dan origen a la
tercera legislatura con una mayoría absoluta y un liderazgo fuerte y estable, arrojando una
tasa de renovación baja (24.6%). En la cuarta legislatura (que comienza en 1992) se
renueva a la mitad de los parlamentarios aunque se mantiene la mayoría absoluta y el
liderazgo de Pujol. Se trata de un caso que desmiente la hipótesis que relaciona rotación
con mayorías absolutas y habría que ahondar en la búsqueda de una explicación. No es
disparatado pensar en que haya habido una renovación interna (generacional o de otra
naturaleza). En la quinta legislatura CIU ve reducido su grupo parlamentario en diez
escaños al pasar de 70 a 60, lo que puede explicar que la renovación parlamentaria se
reduzca respecto de la legislatura anterior. En la sexta legislatura se vuelve a reducir el
número de parlamentarios/as pero CiU enfrenta las elecciones con la amenaza de la
pérdida del gobierno ante el empuje del PSC y, sobre todo, ante la posibilidad de un
acuerdo a tres bandas entre ERC, PSC e IC. Probablemente, esta situación explique que se
renovara a casi la mitad de los diputados en las elecciones de 1999 que dieron origen a la
sexta legislatura. Una nueva reducción del grupo parlamentario a 46 diputados en las
elecciones de 2003 arroja una renovación de más de la mitad de los diputados/as de CiU en
la séptima legislatura.
Tabla 5. Discontinuidades en Galicia
Partido
II
III
IV
V
VI
VII
Media
Otros
PP
PSOE
85.71
64.29
59.09
57.14
74.29
67.86
63.64
32.50
29.41
43.75
69.05
78.57
6.67
53.66
52.94
92.31
61.11
52.00
58.20
59.15
56.65
10
Colom toma las riendas del partido en 1989 y las elecciones de 1992 (que originan la cuarta legislatura) las
aborda ERC bajo su liderazgo, al igual que las de 1995 (quinta legislatura). La continuidad de liderazgo
puede explicar la reducción de la renovación en la quinta.
9
Fuente: Elaboración propia a partir de las biografías de los diputados/as depositadas en las cámaras
respectivas. Datos del proyecto La elite política autonómica en la España democrática (1980-2005)
(BSO2003-02596).
Nota: Se ha prescindido de UCD-CDS para el análisis.
Galicia se ubica muy ligeramente por debajo de la media española en términos de
discontinuidad de sus parlamentarios (54.93), según se aprecia en la Tabla 1. Esto quiere
decir que, para el periodo considerado, un 55% de los parlamentarios son noveles mientras
que el 45% repiten en el parlamento en, al menos, una ocasión. Cuanta más alta es la media
de rotación, menos profesionalizados están los parlamentarios/as. En este caso, el análisis
se centra en el estudio de PP y PSOE, siendo conscientes que a lo largo de los años han
aparecido otras formaciones (como el Bloque Nacionalista Galego) de gran relevancia para
la política en Galicia. El PP ha gobernado en Galicia desde 1981 hasta 2001 (hasta la sexta
legislatura). En la séptima se produjo la alianza entre el BNG y el PSOE de Galicia para
gobernar. El PP ha tenido mayorías absolutas en todas las legislaturas que ha gobernado
excepto en las dos primeras, con Gerardo Fernández Albor de líder del partido. En la
tercera legislatura, Manuel Fraga ya se ha hecho con las riendas del PP gallego tras
abandonar la política nacional en 1990. Este cambio de liderazgo lleva aparejado también
un incremento en la tasa de renovación parlamentaria del PP, que pasa del 64% en la
segunda legislatura al 74% en la tercera, como se aprecia en la Tabla 5. Esto indica que
con Fraga se incorporan al parlamento gallego tres cuartas partes de políticos noveles. A
partir de entonces y como resultado de varias mayorías absolutas, la rotación se modera
aunque vuelve a subir en la quinta tras las elecciones de 1997, a pesar de la mayoría
absoluta y de que el grupo popular se mantiene en términos numéricos. Habrá que indagar
en los motivos de esta renovación preguntándose sobre la posibilidad de una renovación
generacional. Puede que la administración central y las instituciones de representación,
recientemente ganada por los populares en 1996, se nutriera de parte de los parlamentarios
gallegos. En la sexta legislatura vuelve a descender la rotación por debajo de la media del
partido y de la comunidad, para aumentar de nuevo en la séptima legislatura tras las
elecciones de 2005 (61%). En estas elecciones el PP pierde la mayoría absoluta y la alianza
entre el PSOE y el BNG da el gobierno a Emilio Pérez Touriño.
El PSOE gallego tiene una historia de cambios de liderazgo (cinco líderes en siete
legislaturas) que puede que haya contribuido a una tasa de renovación un tanto errática
pero que puede que siga un modelo que se ha ido perfilando en el análisis de otras
comunidades. En las elecciones de 1985 (que dan origen a la segunda legislatura) los
socialistas han cambiado de cartel electoral y Francisco Vázquez deja el sitio a Fernández
Laxe. La renovación está por encima de la media el partido y de la comunidad (59%). Con
el mismo líder enfrentan las elecciones de 1989 y desde el gobierno, ya que a mediados de
la segunda legislatura, y tras cierta descomposición del grupo popular, el PSOE presenta
una moción de censura y se hace con el gobierno de Galicia. Sin embargo, la renovación
aumenta (67.8), probablemente también porque crece el grupo parlamentario al pasar de 22
a 28 diputados/as. Vuelve a cambiarse al candidato (Antolín Sánchez Presedo) en las
elecciones de 1993 que originan la cuarta legislatura, pero la renovación se queda en el
29%, probablemente porque el grupo socialista se reduce en 9 diputados/as. Esta baja
renovación11 indica que los socialistas, a pesar del cambio de liderazgo, mantienen en el
parlamento al 71% de diputados/a que había en la legislatura anterior. El efecto de la
11
También en el PP es baja y se debería inquirir en las causas posibles. Puede que haya habido un recambio
generacional.
10
reducción o ampliación del grupo parlamentario (esto es, del fracaso o del éxito electoral)12
combinado con el efecto del cambio de liderazgo se observa en la quinta legislatura,
cuando Abel Caballero se convierte en el cuarto líder electoral y el PSOE pierde cuatro
diputados/as respecto de la legislatura anterior, arrojando una renovación del 78%.
Finalmente, con la llegada de Touriño como quinto líder electoral y con unas ciertas
expectativas de victoria electoral (sólo parcialmente cumplidas en la séptima legislatura
con la asociación con el BNG para gobernar) la rotación parece estabilizarse en la mitad de
la delegación parlamentaria. El caso de Galicia permite incidir en la idea del papel de los
liderazgos y las mayorías absolutas en la rotación parlamentaria.
Tabla 6. Discontinuidades en el País Vasco.
Partido
Otros
HB-EH
IU
PNV-EA
PP
PSOE
II
III
IV
V
VI
VII
Media
50.00
54.55
.
59.38
80.00
68.42
55.56
46.15
.
50.00
50.00
36.84
50.00
61.54
.
51.61
100.00
56.25
66.67
63.64
100.00
40.00
81.82
50.00
.
78.57
50.00
48.15
43.75
50.00
.
42.86
100.00
45.45
11.11
38.46
55.56
57.88
83.33
49.10
61.11
50.00
Fuente: Elaboración propia a partir de las biografías de los diputados/as depositadas en las cámaras
respectivas. Datos del proyecto La elite política autonómica en la España democrática (1980-2005)
(BSO2003-02596).
Nota: Se ha prescindido de UCD-CDS para el análisis.
En términos generales y según los datos de la Tabla 1, el Parlamento Vasco presenta
una rotación por debajo de la media española (52.44), lo que muestra una cierta
continuidad entre sus parlamentarios, especialmente los del partido que ha gobernado más
tiempo, el PNV, que tiene una rotación media del 49%, la más baja de todos los partidos
vascos según se aprecia en la Tabla 6. Probablemente, tener el grupo parlamentario más
numeroso, un liderazgo más o menos estable y ganar elecciones reduce la rotación
parlamentaria. El PNV presenta en la segunda legislatura la renovación más intensa en sus
filas, probablemente como resultado de los conflictos internos del partido que desembocan
en una segunda legislatura, tras las elecciones de 1984, en una crisis de gobierno: Carlos
Garaicoechea sale del gobierno y del partido y toma las riendas como nuevo líder José
Antonio Ardanza, quien enfrenta las elecciones de 1986 desde el gobierno. De ahí que, en
combinación con una pérdida de escaños respecto de la legislatura segunda, el PNV
presente una renovación del 50% en la legislatura tercera, inferior a la inmediatamente
anterior.13 EL cambio de liderazgo en el PNV para las elecciones de 1998 que dan lugar a
la sexta legislatura,14 permite explicar que la proporción de diputados noveles se
incremente hasta el 48%.
El PSE presenta un comportamiento variado aunque la renovación media afecta a la
mitad de los diputados que ha obtenido. En la segunda legislatura se produce un cambio de
liderazgo (de Ramón Rubial en la primera a Txiqui Benegas en l a segunda) y una
ampliación del grupo parlamentario, que pasa de 9 a 19 diputados/as. Quizá por ello, la
12
Podemos entender que el éxito electoral es conseguir el gobierno tras las elecciones. Sin embargo, también
se puede interpretar que ampliar el tamaño del grupo parlamentario es una medida del éxito electoral
mientras que su reducción puede ser un indicador de fracaso.
13
Quizá convenga desagregar los resultados para PNV y EA.
14
Ibarretxe sustituye a Ardanza como cartel electoral.
11
renovación de la segunda legislatura sea del 68%, la más alta del periodo. EN la tercera
legislatura disminuye la rotación ya que las elecciones de 1986 se enfrentan con ciertas
perspectivas de obtener buenos resultados (de hecho, se convierten en la primera fuerza
política, pero dan el gobierno al PNV), el mismo liderazgo y un relativo éxito electoral al
no perder (pero tampoco ganar) diputados. Aunque el PSE forma un gobierno de coalición
con el PNV, enfrenta las elecciones de 1990 (que inician la legislatura 4) con un cambio de
liderazgo (Ramón Jáuregui sustituye a Benegas) y obtiene menos parlamentarios. El efecto
del fracaso electoral sobre la rotación (que la suele reducir) puede haber quedado mitigado
por el factor del cambio de liderazgo (que aumenta la rotación) y arrojar una renovación
del 56%, superior a la legislatura anterior. El mismo liderazgo pero una reducción del
tamaño del grupo parlamentario genera que en la quinta se obtenga una renovación inferior
(50%). Las elecciones de 1998 dan inicio a la sexta legislatura y el PSE las enfrenta con un
cambio de liderazgo y de estrategia: Nicolás Redondo Terreros se hace con las riendas del
partido y se aumenta el grupo parlamentario a 14 diputados, arrojando una renovación del
50% de los efectivos socialistas. Ya en la séptima, Redondo consigue mantener el tamaño
del grupo (13 diputados, pierde sólo uno) y el PSE sólo renueva a poco más de un tercio de
los diputados que provenían de la legislatura anterior (38%).
El PP presenta un comportamiento un tanto errático en cuanto a la renovación, quizá
fruto de los cambios de liderazgo y de los resultados electorales, que hacen que su grupo
parlamentario vaya creciendo a lo largo de los años. EL PP se presenta con Aróstegui a las
primeras elecciones y en las segundas el cartel electoral es Mayor Oreja, que amplía el
grupo parlamentario y renueva las listas en un 80%. En las siguientes elecciones (1986),
hay un cambio de liderazgo (Guimón sustituye a Mayor Oreja) pero se fracasa
electoralmente al pasar de siete a dos diputados: la renovación afecta al 50% de los
diputados. Un nuevo liderazgo (vuelve Mayor Oreja) y el éxito electoral que amplía el
grupo de dos a seis diputados/as tras las elecciones de 1990 (cuarta legislatura) arroja una
renovación del 100% de los efectivos populares en la cámara vasca. Con el mismo cartel
electoral, pero con un nuevo éxito electoral se obtiene una renovación del 81% al entrar
más diputados noveles en el parlamento en la quinta legislatura. Las elecciones de 1998
(sexta legislatura) las lidera Carlos Iturgaiz, quien consigue ampliar el número de
parlamentarios pero recurriendo para las listas electorales a la mitad de los parlamentarios
que habían compuesto el grupo con Mayor Oreja. Éste vuelve a ser cartel electoral en 2001
(séptima legislatura) y, a pesar de ampliar el grupo nuevamente, se reduce la renovación de
los diputados populares, probablemente porque las expectativas de éxito, como en la
legislatura anterior, eran buenas.
El análisis de las rotaciones parece apuntar a varios factores que son importantes
para explicar la rotación y que deberán tenerse en cuenta en el futuro. Por un lado, los
cambios en el liderazgo pueden afectar a al renovación de las listas electorales. Por otro
lado, las expectativas de éxito electoral pueden influir reduciendo la rotación. En este caso,
el posible éxito puede actuar como un incentivo positivo a la repetición. En tercer lugar, el
éxito o fracaso en las elecciones puede tener un efecto en la renovación y, por tanto, en la
supervivencia de sus señorías en las cámaras: ampliar el grupo (éxito) fomenta la rotación.
Metodología del análisis histórico de eventos
Con el fin de analizar los factores que determinan la supervivencia de los
diputados/as en los parlamentos autonómicos hemos usado la técnica del análisis histórico
de acontecimientos (event history analysis) o análisis de supervivencia. Ésta metodología
permite identificar las variables relevantes que afectan a la ocurrencia de un
12
acontecimiento en un momento concreto del tiempo (Blossfeld y Rohwer, 2002; Hosmer y
Lemeshow, 1999; Yamaguchi, 1991) y, a partir de ahí, calcular las probabilidades de
ocurrencia del evento. Si bien ha sido ampliamente utilizada en otros campos de la Ciencia
Política, como el estudio de la duración de los gobiernos (Beck y otros, 1998; BoxSteffensmeier y Jones, 2004), no existen todavía estudios sobre las carreras parlamentarias
en gobiernos multinivel que apliquen este enfoque. El empleo de esta técnica en la
modelización estadística obliga a tomar decisiones sobre tres tipos de problemas: en primer
lugar, sobre la forma de medición del tiempo en unidades continuas o discretas; en
segundo lugar, sobre la forma funcional en la que influye el tiempo en la ocurrencia de un
suceso y, en tercer lugar, sobre la evolución del riesgo de ocurrencia del suceso a lo largo
del tiempo.
En nuestro caso concreto, dado que las legislaturas tienen una duración general de
cuatro años, los periodos de tiempo se pueden tomar como discretos, por lo que se ha
descartado el uso de modelos de tiempo continuo como la regresión de Cox y, en su lugar,
se emplea un enfoque de tiempo discreto. En segundo lugar, y dada la escasez de estudios
en este campo, también se han descartados modelos en los es preciso asumir una
determinada distribución del riesgo a lo largo del tiempo como el modelo de Weibull. En
su lugar, el tiempo se modeliza como una función indicador en la que cada periodo
(legislatura) es medido como una variable dicotómica que toma valor 1 para esa legislatura
y 0 para todas las demás. Esta es la forma más flexible de modelización del tiempo, dado
que no impone una tendencia y también la más neutra, puesto que la teoría disponible no
nos permite hacer supuestos sobre la forma funcional de la evolución del riesgo. Por
último, se ha utilizado un modelo de proporciones de probabilidades de salida
(proportional odds) en lugar del modelo de riesgos proporcionales (proportional hazards),
puesto que la evidencia indica que el riesgo de salida del parlamento para diferentes
individuos tiende a converger a lo largo del tiempo en lugar de mantenerse constante. Por
este motivo, el modelo se estima como una regresión logística en lugar de usar una
distribución log-log complementaria15. La variable dependiente se define de la siguiente
forma. Un parlamentario está expuesto a un riesgo de salir del parlamento a partir del
momento en el que resulta elegido y se convierte en miembro del parlamento. Por tanto, a
partir de ese momento, nuestra variable dependiente y toma dos valores en cada uno de los
periodos (0 si continúa en el parlamento y 1 si abandona). Técnicamente, podemos definir
la probabilidad de que se produzca la salida del parlamento como:
Dicho de otra forma, hij mide la probabilidad de que el parlamentario abandone el
parlamento en el momento t, condicionado al hecho de estar en el parlamento en el
momento anterior s. El modelo anterior se corresponde con el modelo tradicional de
respuesta binaria y puede ser tratado de forma similar introduciendo como variable
explicativa una función del tiempo.
Un problema típico en el análisis histórico de eventos es la censura en los datos
(por la izquierda o por la derecha). Nuestros datos presentan un problema de censura por la
derecha, puesto que al llegar a la séptima legislatura (la última en la base de datos) no
sabemos si un parlamentario/a va a continuar o no. Es decir, el evento “salida del
parlamento” no ha tenido lugar para esos parlamentarios/as. El problema de la censura de
15
Pruebas adicionales sobre la robustez del modelo indican que los resultados obtenidos en la siguiente
sección no cambian si se usa un modelo discreto de riesgos proporcionales como la distribución log-log
complementaria.
13
los datos por la derecha es relativamente fácil de resolver cuando el individuo se ha
incorporado al pool de observaciones después del primer periodo considerado en el
análisis. Para ello se introduce una variable dicotómica que indica si el parlamentario
continúa en el parlamento en el último periodo de análisis y, por tanto, no se ha producido
aún el evento salida. No obstante, la situación es más problemática cuando un individuo
está presente desde que comienza el análisis hasta el final (es decir, cuando su salida no se
produce en ningún momento a lo largo del estudio). En nuestro caso hay un total de siete
individuos que han estado presentes en las siete legislaturas y por tanto no es posible
conocer la probabilidad de salida para el periodo séptimo (dado que todos estos
parlamentarios permanecen en el parlamento en el séptimo periodo el riesgo de salida es 0
por definición). Por este motivo, y dado que representan una parte muy reducida de la
muestra, se ha optado por eliminarlos del análisis.
Nuestros datos también presentan un problema adicional, dado que un
parlamentario puede entrar y salir del parlamento en más de una ocasión (es lo que se
conoce como eventos recurrentes y que hemos denominado aquí “diputados/as Guadiana”).
Del total de 3454 parlamentarios hay 213 que han estado en dos periodos no consecutivos
y 4 que lo han hecho en tres periodos no consecutivos (si bien el número se reduce a 178 y
3 respectivamente una vez que se descuentan 36 que lo han hecho en partidos diferentes).
El problema reside en que cada discontinuidad computa como una salida y, por tanto, cada
periodo de permanencia en el parlamento debe analizarse como una observación diferente.
Para solventar este problema, se ha definido un track como un periodo de permanencia
continua en el parlamento que acaba (eventualmente) en la salida del mismo. En el análisis
cada track representa una unidad de análisis, por lo que un mismo parlamentario puede
tener más de un track que es tratado de forma independiente. No obstante, dado que resulta
poco realista asumir que no exista correlación entre los diferentes tracks de un mismo
parlamentario, también se ha estimado un modelo multinivel en el que cada entrada y
salida es una observación en el nivel uno y cada representante es una observación en el
nivel dos. Adicionalmente, para tener en cuenta la heterogeneidad no observada en los
datos (frailty) se ha procedido a estimar el modelo anterior usando un término aleatorio por
cada track que recoge los posibles factores desconocidos no recogidos por el modelo y que
pueden afectar a las probabilidades de supervivencia de un track concreto.
Para explicar la probabilidad de abandono del parlamento, hemos seleccionado
aquellas variables explicativas que según la literatura deberían estar relacionadas con la
permanencia en el parlamento a nivel individual, teniendo en cuenta la disponibilidad de
información: género, edad, tener cargo en el parlamento o en el partido, la región, el lugar
de nacimiento, la profesión y el nivel educativo. La información descriptiva de estas
variables aparece recogida en la Tabla 7. Para este análisis, y siguiendo el tratamiento
previo de los datos, se han agrupado las regiones del régimen común frente en una
categoría frente a las denominadas “históricas” (Andalucía, Cataluña, Galicia y País
Vasco). Igualmente se han dividido los niveles educativos entre universitarios y no
universitarios. También se han clasificado las profesiones en trabajadores (obreros y
trabajadores por cuenta ajena), empresarios y directivos (empresarios, propietarios,
contratistas, industriales, gerentes, ejecutivos y directores), abogados (y profesionales del
derecho en general, incluyendo los pocos casos de jueces, fiscales, notarios/as),
profesores/as (en primaria, secundaria y universidad) y una categoría que incluye el resto
de ocupaciones.
La variable “lugar de nacimiento” diferencia aquellos parlamentarios que han
nacido en la región (nativos) de los que han nacido fuera pero en España (no nativos). La
variable “cargo en el partido” diferencia entre quienes desempeñan funciones orgánicas en
el partido (pertenecer a un órgano ejecutivo en cualquier nivel) y los que no. Y la variable
14
“cargo en el parlamento” diferencia entre quienes ocupan puestos de presidente, secretario
o portavoz de comisión, portavoz de grupo parlamentario o son miembros de la mesa del
parlamento. No obstante, conviene llamar la atención sobre una diferencia importante entre
ambas variables. Mientras que la variable tener cargo en el parlamento es una variable
específica individuo-periodo en el sentido de que varía de una legislatura a otra para cada
parlamentario, la variable tener cargo en el partido mide si el parlamentario tiene algún
cargo en el presente o lo ha tenido en el pasado. Y por tanto, es constante para el individuo
a lo largo de todos los periodos que permanece en el parlamento.
Tabla 7. Estadísticos descriptivos
Variable
Hombre
Edad
Cargo en parlamento
Cargo en partido
Nativo
Regiones régimen común
Andalucía
Cataluña
Galicia
País Vasco
PSOE
PP
Otros partidos
Otras ocupaciones
Trabajadores
Empresarios
Abogados
Profesores
Universitarios
Media
0.785
42.305
0.424
0.575
0.841
0.655
0.094
0.120
0.067
0.063
0.385
0.349
0.266
0.353
0.114
0.135
0.183
0.216
0.847
Desviación
típica
0.411
9.553
0.494
0.494
0.366
0.475
0.292
0.325
0.250
0.244
0.487
0.477
0.442
0.478
0.318
0.342
0.387
0.411
0.360
Mín.
Máx.
0
21
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1
86
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
Fuente: Elaboración propia a partir de las biografías de los diputados/as depositadas en las cámaras
respectivas. Datos del proyecto La elite política autonómica en la España democrática (1980-2005)
(BSO2003-02596).
Teniendo en cuenta la información disponible en cada una de las variables, el
análisis se ha llevado a cabo sobre un total de 2394 parlamentarios con un total de 2509
entradas-salidas en el parlamento, puesto que cada parlamentario puede entrar y salir en
diferentes ocasiones, como se acaba de mencionar. Las características esenciales de los
parlamentarios incluidos en el análisis se corresponden con las de la población general de
parlamentarios autonómicos (4354) y ya han sido expuestas en trabajos previos (Coller y
otros, 2008). Se pueden resumir de la siguiente forma. En el conjunto del periodo, son
mayoritariamente hombres (78,5%), relativamente jóvenes (su edad media supera
ligeramente los 42 años) y en su gran mayoría han nacido en la región (84,1%). Tienen un
nivel de formación elevado (84,7% con estudios universitarios) y desempeñan
principalmente ocupaciones de profesores en los diferentes niveles de enseñanza (21,6%)
abogados o relacionadas con el derecho (18,3%) y en menor medida son empresarios
15
(13,5%) o trabajadores (11,4%). Finalmente, la gran mayoría de ellos han sido
parlamentarios en representación del PSOE (38,5%) y PP (34,9%)16.
Análisis de supervivencia de los parlamentarios
En esta sección se discutirán los resultados del análisis de supervivencia que se
presentan en la Tabla 8. Dado que a partir de la entrada en el parlamento la variable
dependiente está codificada en cada periodo como 0 (no se produce la salida) y 1 (se
produce la salida), los coeficientes de la Tabla 8 reflejan el efecto de cada una de las
variables sobre la probabilidad de salida. Por tanto, un coeficiente positivo indica un
incremento del riesgo de salida y un coeficiente negativo una reducción del riesgo. En la
primera columna se presenta un modelo de proporciones de probabilidades de salida
(proportional odds), cuyas ventajas sobre otras alternativas se han discutido en la sección
anterior. No obstante, este modelo no tiene en cuenta la posible heterogeneidad no
observada (frailty) entre parlamentarios/as. En otros términos, dado que tenemos una
disponibilidad limitada de información, no podemos descartar que existan características
no observadas de los parlamentarios que afecten a sus probabilidades de supervivencia. Por
este motivo, hemos procedido a estimar el segundo modelo de la Tabla 8 en el que se
incorpora un término aleatorio por cada entrada en el parlamento que sigue una
distribución gamma y que recoge esos factores no observables que pueden afectar a la
supervivencia de cada parlamentario.
Finalmente, el hecho de tratar con eventos recurrentes (un parlamentario/a puede
entrar más de una vez en el parlamento) obliga también a considerar la posibilidad de que
las probabilidades de salir del parlamento para un mismo parlamentario compartan factores
comunes. Ante esta posibilidad se ha estimado el tercer modelo de la Tabla 8 en el que la
heterogeneidad no observada varía entre parlamentarios/as. Siguiendo las recomendaciones
en la literatura (Box-Steffensmeier y otros 2007, Steele y otros 2004), se ha estimado un
modelo multinivel con un intercepto aleatorio en el que las observaciones de primer nivel
son cada una de las legislaturas que un parlamentario/a está en el parlamento y las
observaciones de segundo nivel son los parlamentarios/as17. La comparación de los tres
modelos indica que los resultados son robustos ante diferentes especificaciones, dado que
la significación de los coeficientes no se ve alterada y la magnitud de los mismos es similar
en los tres modelos.
Tabla 8. Análisis de supervivencia de los parlamentarios
Hombre
Proportional
Odds
-0.309***
(0.087)
16
Heterogeneidad Heterogeneidad
no observada
compartida
-0.322***
-0.311***
(0.099)
(0.093)
No obstante, deben tenerse en cuenta las advertencias metodológicas sobre el tratamiento de las
agrupaciones de partidos.
17
Los resultados estimados en este tercer modelo pueden verse afectados por el hecho de que el número de
observaciones dentro de cada uno de los grupos de segundo nivel (parlamentarios) es reducido (inferior a
cinco en todos los casos). Si bien el problema del tamaño de los grupos de segundo nivel ha sido raramente
tratado en la literatura sobre análisis multinivel, la evidencia empírica sugiere que las varianzas pueden
subestimarse. Por ello se ha procedido a reestimar este modelo usando un enfoque bayesiano de cadenas de
simulación de Monte Carlo (MCMC) con el sampler de Gibbs para comprobar su estabilidad (Browne y
Draper 2006). Las simulaciones básicamente confirman los resultados obtenidos, aunque no se presentan
aquí por simplicidad.
16
Edad
Cargo en parlamento
Cargo en partido
Nativo
Región (categoría de referencia:
regiones del régimen común)
Andalucía
Cataluña
Galicia
País Vasco
Andalucía * Nativo
Cataluña * Nativo
Galicia * Nativo
País Vasco * Nativo
Grupo político (categoría de referencia:
PSOE)
PP
Otros partidos
Ocupación (categoría de referencia:
otras ocupaciones)
Trabajadores
Empresarios
Abogados
Profesores
Universitarios
Varianza del término aleatorio
No. Parlamentarios * legislaturas
No. Parlamentarios * tracks
No. Parlamentarios
Log-likelihood
Chi2
0.024***
(0.004)
-0.216***
(0.066)
-0.479***
(0.068)
-0.246**
(0.102)
0.025***
(0.005)
-0.228***
(0.078)
-0.501***
(0.097)
-0.255**
(0.112)
0.024***
(0.004)
-0.217***
(0.072)
-0.482***
(0.084)
-0.247**
(0.108)
-1.240***
(0.343)
-0.374
(0.276)
-0.308
(0.330)
-1.790**
(0.763)
0.644*
(0.363)
-0.527*
(0.292)
-0.217
(0.355)
1.119
(0.829)
-1.304***
(0.485)
-0.395
(0.304)
-0.330
(0.439)
-1.872**
(0.860)
0.688
(0.477)
-0.546*
(0.317)
-0.212
(0.452)
1.164
(0.922)
-1.249***
(0.452)
-0.377
(0.292)
-0.311
(0.421)
-1.801**
(0.817)
0.650
(0.455)
-0.530*
(0.305)
-0.216
(0.436)
1.123
(0.886)
0.043
(0.079)
0.340***
(0.088)
0.049
(0.084)
0.357***
(0.108)
0.044
(0.081)
0.343***
(0.101)
-0.106
(0.133)
0.041
(0.121)
0.079
(0.096)
-0.034
(0.083)
-0.138
(0.110)
4,243
2,509
2,394
-2778.458
310.823
-0.110
(0.152)
0.043
(0.121)
0.085
(0.097)
-0.038
(0.090)
-0.141
(0.126)
0.344
(0.553)
4,243
2,509
2,394
-2778.400
202.481
-0.107
(0.146)
0.041
(0.116)
0.080
(0.093)
-0.035
(0.086)
-0.139
(0.121)
0.125
(1.021)
4,243
2,509
2,394
-2778.456
216.907
Notas: ***, **, y * indican niveles de significación al 1%, 5% y 10%, respectivamente. Los errores estándar
aparecen entre paréntesis.
17
Fuente: Elaboración propia a partir de las biografías de los diputados/as depositadas en las cámaras
respectivas. Datos del proyecto La elite política autonómica en la España democrática (1980-2005)
(BSO2003-02596).
Los datos muestran que las probabilidades de supervivencia en el parlamento
dependen esencialmente de la posición que se ocupa en el partido y en el parlamento, así
como del partido, y el lugar de nacimiento y la región, aspectos que serán analizados a
continuación con más detalle. Pero también se observan diferencias significativas en
función de las características socio-demográficas de los/as parlamentarios. En primer lugar,
las probabilidades de repetición son mayores para los hombres que para las mujeres. Ello
plantea algunos interrogantes sobre la todavía reciente incorporación de las mujeres a los
parlamentos autonómicos y sobre el efecto de las leyes que regulan la paridad en la
composición de las listas. Un análisis en más profundidad de esta cuestión requeriría
analizar los posibles cambios en los ratios de probabilidad de supervivencia entre
parlamentarios y parlamentarias a lo largo del tiempo. No obstante, análisis preliminares
revelan que las diferencias entre ambos tienden a mantenerse a lo largo del tiempo, a pesar
de que las mujeres hayan incrementado su cuota de representación parlamentaria en las
últimas legislaturas.
La edad también tiene un efecto significativo sobre la probabilidad de
supervivencia, de forma que dicha probabilidad se reduce conforme se incrementa la edad
de llegada al parlamento. Diferentes razones pueden explicar este hecho. En primer lugar,
cabe esperar que los parlamentarios de edad más avanzada tengan una mayor experiencia
profesional por lo que deberían encontrar más incentivos para proseguir una carrera
profesional fuera de la política. En segundo lugar, porque los políticos españoles son
relativamente jóvenes, lo que reduce las probabilidades de supervivencia para un
parlamentario de más edad. En último lugar, hay que tener en cuenta que los
parlamentarios envejecen en el transcurso de una legislatura que tiene una duración de
cuatro años, por lo que las probabilidades de repetir un número elevado de legislaturas se
ven reducidas si la edad de entrada es avanzada. Por ejemplo, un parlamentario que llega al
parlamento con 60 años tendrá 80 años al finalizar su quinta legislatura consecutiva.
En contra de lo que cabría esperar, sin embargo, ni el nivel educativo ni la
profesión parecen tener un efecto significativo sobre las probabilidades de supervivencia.
La ausencia de diferencias en función del nivel educativo podría explicarse porque la
composición de los parlamentos es relativamente homogénea en términos educativos, con
una gran mayoría de parlamentarios con estudios universitarios. No obstante, el efecto no
significativo de la profesión plantea algunos interrogantes. Dadas las afinidades de algunas
profesiones con la política (tal es el caso de las profesiones relacionadas con el derecho y
las educativas) (Coller y otros, 2008) cabría esperar que las probabilidades de
supervivencia fuesen más elevadas para tales profesionales. No obstante, tal hipótesis no
parece verificarse en los datos analizados.
A partir de los resultados anteriores resulta de interés analizar las probabilidades de
supervivencia de un parlamentario individual a lo largo del tiempo. En la Error!
Reference source not found. se recogen las probabilidades de supervivencia del conjunto
de parlamentarios analizados en cada uno de los seis periodos. La primera columna de la
tabla indica el periodo de análisis de 0 a 6. La segunda columna indica el riesgo de salida
(o hazard) en cada uno de los periodos, seguido de su error estándar para un nivel de
confianza del 95% en la columna tercera. De forma similar, las columnas cuarta y quinta
presentan la probabilidad de supervivencia en cada uno de los periodos y su error estándar
para el mismo nivel de confianza. Por definición la probabilidad de supervivencia de
cualquier individuo en un periodo posterior tiene que ser inferior a la probabilidad de
18
supervivencia en un periodo anterior. Por el contrario, el riesgo de salir en cada legislatura
es independiente de la probabilidad de salir en cualquier otra anterior o posterior.
Lo primero que se deduce de los datos de la Tabla 9 es que las repetición de los
parlamentarios es relativamente baja, como muestra la rápida caída de las probabilidades
de supervivencia a medida que nos movemos del periodo inicial hacia adelante, lo cual se
corresponde con el análisis previo de las elevadas tasas de rotación parlamentaria. Así
pues, solo un 41% de los parlamentarios repiten un segundo mandato y menos de uno de
cada cinco llegan a la tercera legislatura. Las probabilidades de llegar a una cuarta o
posterior están por debajo del 10%, lo cual da idea de una tasa de renovación elevada.
Entrando en las diferencias por legislaturas, los datos también muestran que la
probabilidad de salir en cada uno de las legislaturas está siempre por encima del 50% y que
no hay grandes saltos en legislaturas concretas. En otros términos, puede decirse que los
parlamentarios se enfrentan a un riesgo de salida relativamente elevado en todas las
legislaturas y que no parece existir un punto de corte, antes o después del cual los
parlamentarios puedan dar por segura su repetición en la próxima legislatura. No obstante,
la probabilidad más elevada de salir del parlamento se da en la sexta legislatura de
permanencia. Un 77,8% de quienes están 5 legislaturas consecutivas abandonan en la sexta
pero el riesgo de salida también es elevado comparativamente en las legislaturas quinta
(59,6%) y segunda (59,0%).
Tabla 9. Supervivencia de los parlamentarios/as (total de parlamentarios en legislaturas
consecutivas)
Periodo
(t)
0
1
2
3
4
5
6
p(Hazard)
h(t)
-0.590
0.533
0.542
0.533
0.596
0.778
Std. Err.
h(t)
-0.007
0.012
0.019
0.031
0.049
0.080
p(Survival)
S(t)
1.000
0.410
0.192
0.088
0.041
0.017
0.004
Std. Err.
S(t)
0.000
0.007
0.006
0.005
0.003
0.002
0.001
Fuente: Elaboración propia a partir de las biografías de los diputados/as depositadas en las cámaras
respectivas. Datos del proyecto La elite política autonómica en la España democrática (1980-2005)
(BSO2003-02596).
El análisis de las probabilidades de supervivencia realizado hasta ahora permite dar
una pauta general de las probabilidades de supervivencia de los parlamentarios/as pero no
diferencia las tasas de supervivencia en función de las características individuales de los
diputados/as. A continuación se analizan las diferencias más relevantes en función de las
variables que han resultado tener un efecto significativo en el análisis de supervivencia.
Con el fin de analizar las probabilidades de supervivencia en función de una variable
concreta todas las demás variables han de mantenerse fijas. En este caso concreto, la
comparación de las probabilidades en las variables de interés se realiza manteniendo todas
las variables dicotómicas en la categoría con el mayor porcentaje y las variables continuas
en su media. Por tanto, las probabilidades que se comparan son para un parlamentario
varón, con una edad de 42,3 años, que tiene cargo en el partido pero no en el parlamento,
nativo y parlamentario de una región de régimen común, perteneciente al PSOE, con
formación universitaria y con ocupación en el sector de la enseñanza (se trata de un perfil
mayoritario). Ciertamente, esta es una decisión arbitraria y otro criterio de comparación es
igualmente posible pero hace posible la comparación de probabilidades.
19
En la Ilustración 1 se representan gráficamente las probabilidades de supervivencia
en el parlamento en función del partido. Los datos reflejan que los parlamentarios de los
grupos políticos pequeños (esencialmente, IU y los partidos nacionalistas) tienen unas
probabilidades de supervivencia más reducidas que las de los parlamentarios de PSOE y
PP, mientras que las diferencias entre estos últimos son muy reducidas. Concretamente, el
riesgo de salida en la primera legislatura para un parlamentario de PSOE o PP está en torno
al 54% mientras que para los parlamentarios de otros grupos esta probabilidad supera el
61%. Las diferencias se mantienen al analizar la probabilidad de salida en las siguientes
legislaturas, si bien tienden a igualarse en la legislatura sexta en la que las probabilidades
de supervivencia son muy bajas para todos los partidos. Estos resultados parecen sugerir
que las tasas de renovación a nivel de partido son más elevadas cuanto menor es el tamaño
del grupo parlamentario. Cuando los grupos parlamentarios son relativamente pequeños, la
competencia por la entrada en los puestos de salida en las listas se incrementa y, por tanto,
las probabilidades de repetir como parlamentario se reducen. Al mismo tiempo, los
partidos pequeños suelen presentar una historia de crisis de liderazgo que contribuyen a la
renovación de las listas que, a la postre, inciden en la probabilidad de supervivencia de
los/as parlamentarios. Igualmente cabría esperar un mayor grado de profesionalización
entre los parlamentarios de los grupos mayoritarios en la medida en que aspiran a tener
responsabilidades de gobierno frente a los miembros de los grupos minoritarios, cuyas
expectativas de obtener mayores cuotas de responsabilidad política son más reducidas.
Ilustración 1. Función de supervivencia por grupo político.
Fuente: Elaboración propia a partir de las biografías de los diputados/as depositadas en las cámaras
respectivas. Datos del proyecto La elite política autonómica en la España democrática (1980-2005)
(BSO2003-02596).
Otro aspecto importante que se ha puesto de manifiesto en el análisis multivariante
es la relación positiva entre desempeñar cargos en el partido o en el parlamento y la
20
probabilidad de repetir sucesivos mandatos. Con el fin de profundizar en esta relación, en
la Ilustración 2 se representan gráficamente las probabilidades de supervivencia en el
parlamento en función de tener cargo en el partido o en el parlamento. Como puede
apreciarse por la distancia entre las curvas, el efecto de tener un cargo en el partido parece
tener un efecto más importante sobre las probabilidades de supervivencia de los
parlamentarios individuales. En ambos casos, el riesgo de salida es mayor si no se tiene
cargo pero las diferencias con respecto a quienes tienen cargo son mayores en el partido
que en el Parlamento. Así pues, la probabilidad de abandonar el parlamento tras la primera
legislatura es del 64,4% para quienes no tienen cargos en el partido frente al 52,8% de
quienes no tienen cargos en el parlamento. De la misma forma, solo uno de cada cuatro
parlamentarios que no tienen cargo en el parlamento repite una tercera legislatura, pero la
proporción se reduce al 13,5% de quienes no tienen cargo en el partido.
Estos resultados tienen implicaciones importantes sobre el modelo de
profesionalización de la élite política autonómica. Los datos sugieren que la continuidad
parlamentaria a nivel individual depende del poder en el aparato del partido antes que del
grado de profesionalización legislativa, medida ésta a través de los cargos en comisiones o
en la mesa del parlamento. Ello parece una consecuencia lógica de que en los sistemas
electorales autonómicos el poder de elaboración de las listas corresponde a los partidos y,
por tanto, es más importante ocupar una posición de poder en el partido que en el
parlamento. Al mismo tiempo, parece deducirse que los llamados “independientes” que
acceden al parlamento en las listas de un partido sin formar parte del mismo tienen unas
expectativas reducidas de continuidad. No obstante, los datos también apuntan la necesidad
de tener un conocimiento más detallado de los mecanismos a través de los cuales se
produce tanto la selección de los candidatos en el interior de los partidos como la
distribución de las posiciones de poder parlamentario en los grupos parlamentarios.
Ilustración 2. Función de supervivencia por cargo en el partido y en el Parlamento
Fuente: Elaboración propia a partir de las biografías de los diputados/as depositadas en las cámaras
respectivas. Datos del proyecto La elite política autonómica en la España democrática (1980-2005)
(BSO2003-02596).
Un último aspecto de los resultados obtenidos en el análisis previo merece una
consideración especial: la relación entre el lugar de nacimiento y las probabilidades de
21
supervivencia en el parlamento por comunidades autónomas. Como hipótesis de partida
cabe pensar que las expectativas de continuidad en el parlamento sean mayores para los
oriundos de la comunidad autónoma en la medida en que se les supone un mayor arraigo
territorial. Sin embargo, las diferencias entre nativos y no nativos también deberían estar
influenciadas por factores contextuales como el grado de apertura a los nacidos fuera de la
comunidad por parte de los partidos a nivel autonómico.18 Adicionalmente, esta cuestión
está estrechamente vinculada con aspectos de la identidad colectiva en cada comunidad
autónoma. Por este motivo, hemos incluido en el modelo multivariante una interacción
entre lugar de nacimiento y comunidad autónoma y en la Ilustración 3 se representan
gráficamente las probabilidades de supervivencia en el parlamento en función de ambos
criterios.
La primera conclusión relevante que se obtiene de los datos es que las tasas de
repetición en el parlamento son más bajas en las Comunidades Autónomas del régimen
común. Tomando estas como referencia, el riesgo de salida parece menor en las llamadas
“históricas”, si bien las diferencias resultan significativas únicamente en el caso de
Andalucía y País Vasco. Diferentes explicaciones tentativas pueden barajarse para dar
cuenta de este hecho. Por una parte, es posible pensar que el tamaño del parlamento tenga
una influencia positiva sobre las probabilidades de supervivencia, dado que en parlamentos
más pequeños debería existir una mayor competencia por el acceso a las posiciones de
salida en las listas. Por otra parte, puede pensarse que en las regiones históricas es más
probable que se establezca una élite política autonómica propia diferenciada del resto del
país, lo cual explicaría unas menores tasas de circulación hacia otros órganos de
representación como el Congreso de los Diputados o el Senado. No obstante, los datos
disponibles no nos permiten verificar tal hipótesis en este momento.
El segundo hecho que podemos establecer es que, en términos generales, los
nacidos en la comunidad autónoma tienen unas mayores probabilidades de repetir como
diputados. No obstante, en este punto encontramos importantes diferencias por
comunidades autónomas que deben ser mencionadas. En efecto, los nativos repiten más en
las regiones del régimen común, en Galicia y en Cataluña, pero las diferencias entre ambos
grupos varían de forma drástica entre regiones. Para los parlamentarios nativos de una
región de régimen común las probabilidades de repetir una segunda legislatura son 6
puntos porcentuales mayores que las probabilidades de los no nativos (41,2% frente a
47,2%). Pero esta diferencia se incrementa a los 11 puntos en Galicia y sube hasta los 19
puntos en el caso de Cataluña (es decir, más de tres veces las diferencias que existen en
una región no histórica). Las distancias en el diferencial entre nativos y no nativos se
mantienen en las probabilidades de repetir un número mayor de legislaturas, si bien las
diferencias en la probabilidad de supervivencia entre nativos y no nativos tienden a
neutralizarse en la quinta y sexta legislatura de permanencia tanto en Galicia como en
Cataluña.
No obstante, la pauta de mayores probabilidades de repetición por parte de los
nativos no es común a todas las regiones. Al menos en Andalucía y especialmente en el
País Vasco parece suceder justo lo contrario. En Andalucía un parlamentario no nativo
tiene una probabilidad de 70,7% de repetir una segunda legislatura frente al 61,9% de un
parlamentario nativo. Y el riesgo relativo de unos y otros no converge hasta las últimas
legislaturas. Las diferencias en el País Vasco son de mayor magnitud. Un parlamentario no
autóctono tiene 14 puntos porcentuales más probabilidades de repetir una segunda
legislatura que un parlamentario oriundo de la región. Adicionalmente, como se observa en
el gráfico, la tasa de supervivencia para los parlamentarios vascos nativos tiende a
18
Vid. Coller (2008).
22
reducirse de forma lineal mientras que lo hace de forma exponencial para los nativos. Estos
resultados plantean numerosos interrogantes. Podemos avanzar a modo de hipótesis que las
diferencias entre nativos y no nativos deberían estar relacionadas con la capacidad de las
élites políticas autonómicas para integrar la diversidad (incluida la diversidad de orígenes
geográficos). Adicionalmente, dichas diferencias deberían estar condicionadas por la
autonomía y el poder relativo de los niveles locales y autonómicos de los partidos en el
proceso de elaboración de las listas.
Ilustración 3. Función de supervivencia por comunidad autónoma y lugar de nacimiento
Fuente: Elaboración propia a partir de las biografías de los diputados/as depositadas en las cámaras
respectivas. Datos del proyecto La elite política autonómica en la España democrática (1980-2005)
(BSO2003-02596).
Los resultados presentados hasta aquí sugieren que las probabilidades de
supervivencia de los parlamentarios autonómicos dependen fundamentalmente de su
posición en el partido y de la comunidad autónoma en la que desarrollan su actividad
política. No obstante, las expectativas de longevidad parlamentaria no son las mismas en
todos los partidos y también se observa que las características socio-demográficas de los
23
parlamentarios condicionan su duración en el parlamento. Si bien algunas de las
diferencias observadas pueden ser explicadas en función del conocimiento previo sobre la
composición de las élites parlamentarias, también ponen de manifiesto la necesidad de
profundizar en el conocimiento del funcionamiento interno de los partidos y
específicamente de los procesos de selección de los candidatos que determinan los que
tienen mayores o menores probabilidades de mantenerse en el parlamento. En este estudio
preliminar hemos avanzado algunas posibles hipótesis que ayuden a explicar estas
diferencias individuales y sus implicaciones para el funcionamiento de los parlamentos
autonómicos.
Agenda de investigación
Uno de los aspectos que conviene investigar es la relación entre la homofilia de los
parlamentos y partidos con la probabilidad de supervivencia de los diputados y, por tanto,
con la probabilidad de profesionalización. En otros trabajos se ha mostrado que los
partidos nacionales son más diversos socialmente que los partidos autonómicos, también
llamados PANE. Es posible construir un índice de homofilia u homogeneidad social para
cada parlamento y legislatura y ver a partir de qué momento se incrementa la diversidad.
Este incremento puede tener un efecto claro en la probabilidad de “supervivencia” de
ciertos diputados/as y, por tanto, contribuir a que dejen el escaño.
Por otra parte, conviene también explorar el efecto de que un partido enfrente las
elecciones desde la oposición o desde el gobierno. Es probable que si se presentan listas
electorales desde una posición de gobierno, haya menos renovación.19 Por el contrario, es
probable que si las elecciones se encaran desde la oposición, haya más renovación,
especialmente si se han perdido varias elecciones anteriores. Esto requiere una matización
que tiene que ver con las expectativas de victoria electoral. No es lo mismo elaborar unas
listas electorales desde la oposición cuando existe la expectativa de ganar (si así lo indican
las encuestas solventes) que hacerlo cuando las encuestas te dan como perdedor de manera
consistente. Si se tiene la expectativa de ganar, es probable que haya poca renovación
porque los parlamentarios en la oposición pueden atribuirse parte del éxito esperado. Si se
tiene la expectativa de perder, es probable que haya más renovación porque el plantel de
diputados puede no haber sido eficiente para trasladar a la opinión pública las propuestas
del partido o puede no haber hecho una buena labor parlamentaria. Obviamente, no
estamos hablando de renovaciones totales de las listas ya que, como se ha visto, siempre
hay una porción de diputados que permanece y repite en el escaño.
También interesa explorar si las mayorías absolutas tienen un efecto en la rotación
de los parlamentarios. Es posible que si un partido gobierna con mayoría absoluta,
mantenga a una buena porción de diputados/as para las elecciones siguientes.20 Puede ser
también que un gobierno en minoría genere la necesidad de ampliar el número de votos y,
por tanto, se produzca una cierta renovación. Obviamente, este efecto debe observarse
controlando por otras variables y teniendo en cuenta los factores incontrolables que suelen
intervenir en la elaboración de las listas electorales (presiones, necesidad de respetar cuotas
de género, de representatividad territorial, importancia de ubicar en las listas a personas
con representatividad orgánica en las listas, etc.).
19
Aunque los casos de Castilla-La Mancha en la tercera y la cuarta legislatura parecen desmentir este
supuesto. Está por ver si el partido que contribuye más a la renovación es el PSOE (que gobierna) o el PP
(que está en la oposición).
20
La renovación vendría en el caso de que el partido con mayoría absoluta perdiera las elecciones y para las
siguientes se vería obligado a presentar un nuevo cartel electoral con la consiguiente renovación de las listas.
24
Otro aspecto relevante que se ha detectado en este trabajo es el cambio de liderazgo
como factor explicativo de la renovación de las listas electorales y, por tanto, de la tasa de
renovación. Cuando un líder nuevo enfrenta unas elecciones, es probable que haya cambios
en las listas electorales que contribuyan a aumentar la rotación de los parlamentarios. Así,
los cambios en el liderazgo pueden reducir la probabilidad de supervivencia y
profesionalización parlamentaria. A tenor de los datos, parece también que cuando un
partido obtiene un éxito electoral (visualizado en una ampliación del número de escaños en
relación a la legislatura anterior) aumenta la rotación parlamentaria ya que entran en el
Parlamento diputados/as nuevos. De manera contraria, un fracaso electoral (pérdida de
escaños) puede reducir la rotación y garantizar la continuidad ya que es normal que en los
primeros puestos de las listas electorales se ubiquen a personas que han tenido cierta
relevancia en las cámaras. El tamaño del grupo parlamentario puede ser también relevante
para explicar la rotación y la supervivencia. Cuanto más pequeño sea el partido se suelen
observar tasas de renovación mayores y menos probabilidades de supervivencia.
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