EDUCACIÓN E INVESTIGACIÓN EN RECREACIÓN ALICIA RÍOS Y ADRIANA MORENO1 El presente escrito tiene como fin, exponer y aclarar que tradicionalmente la Recreación, ha sido considerada un aspecto residual de la vida, una parte poco significativa, secundaria, un lujo. Pero al hablar de la recreación como experiencial humana, experiencial a la que tenemos derecho y que forma parte de nuestras vidas; que la vivencia del ocio nos ayuda a realizarnos, a conocernos, a identificarnos, a sentirnos mejor, a recuperar el equilibrio perdido por las frustraciones y desengaños, nos remitimos inmediatamente al ámbito de la formación y la investigación, esferas que propician valores y actitudes relevantes para la humanización de la sociedad. En este sentido queremos iniciar explicando la necesidad de aclarar las dimensiones de la recreación, es decir, el tiempo libre, ocio, lúdica y juego, con el fin de esclarecer algunas de las confusiones, que el común de la gente lleva a cabo, y permitiéndonos abordar una síntesis del marco conceptual, que sustenta la recreación; en segundo lugar, continuaremos, con el vínculo intrínseco entre recreación y educación; dentro este marco ha de considerarse los factores de desarrollo humano, calidad de vida y gestión, pertinentes para dar cuenta del contenido significativo de la formación de maestros y la investigación en recreación; finalmente como estos factores posibilitan enriquecer la Licenciatura en Recreación. Empezaremos por considerar el tiempo libre, ya que es uno de los bienes más preciados y que más fácilmente nos pasa desapercibido: él es un continente para llenar de contenido, el día a día nos sumerge en una rutina llena de responsabilidades y exigencias, donde nuestras acciones persiguen resultados, y en la que sentirse gratificado no es una constante. El tiempo no es un concepto fácil de valorar, al igual que no reparamos en apreciar que respiramos, que cada día estrenamos nuevas oportunidades para construir, desde lo esencial del ser de cada uno. Vivimos en una sociedad en la que hacer es existir, en la que el ser es tener. Producir nos hace sentir importantes, y son muchas las personas que dedican gran parte de su tiempo libre al consumo, en busca del mantenimiento de un status. Por ello Bertrán Russel nos dice: "El tiempo libre es esencial para la civilización, y, en épocas pasadas, sólo el trabajo de los más, hacia posible el tiempo libre de los menos. Y con la técnica moderna sería posible distribuir el ocio sin menoscabo para la civilización... En un mundo sensato, todos los implicados en la fabricación de alfileres pasarían a trabajar cuatro horas en lugar de ocho, y todo lo demás 1 Adriana Moreno Gutiérrez, Licenciada en Educación Física, con estudios en Maestría de Educación con énfasis en lo comunitario y Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia. Alicia Ríos Ramírez, Antropóloga, con estudios en Maestría de Educación con énfasis en lo comunitario y Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia. continuaría como antes. Pero en el mundo real esto se juzgaría desmoralizador. Los hombres aún trabajan ocho horas; hay demasiados alfileres; algunos patronos quiebran y, la mitad de los hombres anteriormente empleados son despedidos. Al final hay tanto tiempo libre como en el otro plan, pero la mitad de los hombres están absolutamente ociosos, mientras la otra mitad sigue trabajando demasiado. De este modo queda asegurado que el inevitable tiempo libre produzca miseria por todas partes, en lugar de ser una fuente de felicidad universal. ¿Puede imaginarse algo más insensato?"2 El fragmento de Russel, nos permite manifestar que el compromiso de la recreación, entre otros, es detenerse a reflexionar entorno a la temporalidad, ya que explícitamente se desarrolla en ella, la cultura, la economía y las relaciones sociales de nuestra sociedad. De igual modo, otras reflexiones acerca del tiempo libre, giran alrededor de los siguientes referentes: el grado de libertad para dedicarse autónomamente, ha determinado el tipo de actividad; las decisiones asumidas en la transparencia de los más auténticos intereses intrínsecos; o motivos originados en la identificación individual, es decir, vinculados al descanso, la diversión y el desarrollo personal. De la misma manera Pablo Waichman3, dice “el tiempo libre consiste en un modo de darse el tiempo social, personalmente sentido como libre y por el que el hombre sé autocondiciona para compensarse, y en último término afirmarse individual y socialmente”. Por eso el tiempo libre, espacio disponible que podemos utilizar o malgastar, se convierte en ocio cuando lo empleamos para hacer lo que nos gusta, y nos hace crecer como personas. En esta dirección multifacética del tiempo libre, surge el ocio como una definición universalmente aceptada, aunque todos tengamos una idea intuitiva del término, en los intentos por definir su significado, los resultados son diferentes. A lo largo de la Historia, el concepto ocio ha dependido de las circunstancias históricas y de la ideología del investigador de turno. Por eso una reflexión acerca del ocio no puede permanecer al margen de las circunstancias sociales predominantes, ni tampoco al margen de un marco temporal, ya que siempre se verá afectado por la mezcla de interpretaciones políticas, morales, religiosas y económicas. El origen de la palabra ocio se remonta a los centros de educación de la antigua Grecia. La palabra griega scholé significaba lugar para el ocio, es decir, para el libre desarrollo individual. Así, el término ocio nació recogiendo una forma de ser del hombre, que también había existido en sociedades aún más antiguas, que encontraba sentido por sí mismas a sus actividades y le permitían un desenvolvimiento tranquilo de su vida sin ninguna presión de tiempo impuesta por fines externos a la actividad misma. A la palabra tiempo libre en español, puede contraponerse la palabra ocio; en francés a loisir, temps libre; en ingles, a leisure, free time; en italiano a ozio, tempo libero; y en 2 3 Bertrán Russell. Elogio de la ociosidad. (1935). Barcelona, Edhasa. 1989. p. 14-15 Pablo Waichman. Tiempo Libre y Recreación. (2000). Colombia, Editorial Kinesis. P.104 alemán a freizeit, musse. Son estos algunos ejemplos que ilustran la existencia a nivel del mismo lenguaje de situaciones completamente diferentes como lo son el tiempo libre y el ocio. La dimensión económica del ocio se ve manifestada, desde su origen latino, ya que se encuentra conectada con el término negocio, que se deriva de la negación del ocio. El negotio, en latín, es la realización de cualquier actividad que genera ingresos para su realizador. Pero para obtener el lucro ha tenido que eliminar, segar, su otio, su ocio. Así, en la misma antigua construcción del lenguaje se manifiesta el sentido del ocio y del negocio. Negotium, el trabajo, se define por negación del otium, el ocio, es decir, que primero se elaboró conceptualmente el término ocio, lo cual indica a la vez el orden establecido en la práctica cotidiana. En este contexto histórico conceptual, el estudioso Joffre Dumazedier4, explica que el ocio tiene las siguientes funciones: Descanso, en cuanto libera de la fatiga laboral; Diversión, por cuanto libera del aburrimiento y la monotonía, llevando armonía al individuo frente a sus obligaciones; Desarrollo de la personalidad, en tanto posibilita una mayor participación social y cultural desinteresada. Este autor demuestra, para nuestra satisfacción, la complejidad del ocio, enunciando la composición y vinculación social y humana de la recreación. Así como Dumazedier afirma que el ocio es un conjunto de actividades terciarias, la Asociación Mundial del Ocio (World Leisure & Recreation Association)5 lo define como: Un área específica de la experiencia humana, con sus beneficios propios, entre ellos la libertad de elección, creatividad, satisfacción, disfrute, placer, y una mayor felicidad. Comprende formas de expresión cuyos elementos son de naturaleza física, intelectual, social, artística o espiritual; recurso importante para el desarrollo integral de la persona y un factor fundamental de la calidad de vida; actividad que fomenta la buena salud general y el bienestar, al ofrecer variadas oportunidades que permiten a individuos y grupos seleccionar actividades y experiencias que se ajustan a sus propias necesidades, intereses y preferencias. Las personas consiguen su máximo potencial de ocio cuando participan en las decisiones que determinan las condiciones de su propio ocio; derecho básico, como lo son la educación, el trabajo y la salud, del que nadie debería ser privado por razones de edad, raza, religión, salud, discapacidad o condición económica. Deseamos en este contexto subrayar, que la recreación para los estudiosos, es un ámbito integral, comprendiendo la calidad, el derecho, lo cultural, la preocupación por la formación y el arte mismo. Habría que decir también, que uno de los movimientos a sobresalir, en el ámbito del ocio, es la lúdica, entendida como el flujo del momento creativo, que actúa como un artesano en la fabricación de una zona de distensión, de goce, de placer, propiciando un acto creador, en el cual se pone en juego el orden simbólico y se proponen nuevos modelos de acción y pensamiento. 4 5 Pablo Waichman. Tiempo Libre y Recreación. (2000). Colombia, Editorial Kinesis. P.94 http://www.alfayomega.es/estatico/anteriores/alfayomega409/enportada/ep_reportaje1.html Según Carlos Alberto Jiménez,6 “La lúdica es más bien una actitud, una predisposición del ser frente a la vida, frente a la cotidianidad. Es una forma de estar en la vida y de relacionarse con ella en esos espacios cotidianos en que se produce disfrute, goce, acompañado de la distensión que producen actividades simbólicas e imaginarias como el juego. La chanza, el sentido del humor, el arte y otra serie de actividades (sexo, baile, amor, afecto), que se produce cuando interactuamos con otros, sin más recompensa que la gratitud producida por dichos eventos. Al parecer la mayoría de los juegos son lúdicos, pero la lúdica no sólo se reduce a la pragmática del juego”. La lúdica, para seguir aclarando confusiones, no como un medio sino como un fin, debe ser incorporada a lo recreativo como una finalidad del desarrollo humano, y no como actividad ligada sólo al juego; es más bien propender por una existencia lúdica de tipo existencial, que nos ayude a comprendernos a sí mismos, para comprender al otro en toda su dimensión sociocultural. Entonces el juego que hace parte de la lúdica, debe ser entendido, como un sendero abierto a los sueños, a los conocimientos, a las incertidumbres, al sin sentido, a la libertad y por lo tanto a la creatividad humana. Con todo lo dicho hasta aquí, la concepción de recreación, se reafirma como una expresión sustantiva, que comunica algo al entendimiento e indica un hecho real, pero como hecho social concreto se da cuando se materializa la acción y el efecto de crear o recrear. Se puede enunciar la recreación como algo significativo puesto que es signo de la existencia de personas recreadoras o recreadas que realizan acciones subjetivas, materiales, individuales o sociales, obteniendo en ellas disfrute, placer, diversión o goce. Después de contemplar algunos conceptos aclaratorias con respecto a la recreación, que a la vez nos han permitido presentar nuestra postura, es importante tener presente que la constitución señala que la educación formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia; en este sentido y explicada desde las anteriores posturas, la recreación como actividad y pensamiento puede promover en cada uno de los seres sociales estos valores, y en la práctica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del ambiente. Corresponde entonces preguntarse ahora: ¿Será que el trabajo y la recreación se encuentran en escenarios diferentes?; ¿Cuántas facultades en nuestras instituciones de educación superior forman para el trabajo y cuántas para la recreación? ¿Cuántos currículum involucran la cátedra de recreación?. Evidentemente tenemos un gran desfase en la ecuación trabajo-recreaciónformación. ¿Quién nos educa para la práctica de la recreación, será alguien distinto a la TV, MTV, los centros comerciales o las pandillas? En consecuencia y desde lo anteriormente planteado, construir una cultura de la Re-creación, implica una ruptura con las concepciones hegemónicas establecidas frente al conocimiento, al placer y a la invención, ya que ellas, han 6 http://www.geocities.com/ludico_pei/ formado una coraza mental impermeable a nuevas interpretaciones, elaboraciones, metodologías alternativas, al empleo del error y del fracaso como medios de conocer, “provocando la desculturización, la despersonalización, el incremento de un individualismo exacerbado que se nutre con la competencia”7 por la obtención del título o del cartón otorgado por la institución y que avala el ejercicio profesional, sin importar demasiado el conocimiento transmitido y mucho menos el conocimiento por crear o recrear. Por ello la Recreación, como licenciatura es concebida, como una unidad de gestión del trabajo académico disciplinar en su relación con lo educativo, que conlleva una modalidad de trabajo interdisciplinar en el campo de la investigación, la formación o la extensión. Por lo tanto una de las tareas fundamentales es dinamizar la reflexión en torno a los profesionales de la educación que exigen los nuevos contextos, y desde allí, formular nuevas iniciativas de formación en todos los niveles, generando las condiciones académicas, administrativas y de gestión necesarias para su funcionamiento. En este sentido la Licenciatura en recreación, debe dar respuesta a la sociedad, con el fin de formar los maestros que el país necesita, para afianzar su papel preponderante como productora de conocimiento en el ámbito pedagógico y recreativo. De estas circunstancias nace el hecho, de que es responsabilidad de la Licenciatura en Recreación, generar propuestas curriculares innovadoras, que respondan a las particularidades de distintas poblaciones y niveles económicos. Pensar en la recreación como una práctica educativa, es articular los procesos educativos a transformaciones socio culturales, reconociendo espacios de encuentro para la reconstrucción del tejido social y para la creación de vínculos sociales. En este sentido la concepción curricular, propende por llevar a cabo proyectos pedagógicos interdisciplinares o entre las áreas; articular los contenidos propios de las áreas con saberes populares, potenciando así la participación de la comunidad; enriquecimiento a partir de los diagnósticos participativos realizados que involucren a toda la comunidad educativa. Es necesario que en lo pedagógico, se involucre la recreación y los juegos como mediadores entre los contenidos formales y los educandos para mejorar el aprendizaje; también reconocer que la recreación es una práctica educativa y no sólo una práctica del tiempo libre. Entender la Recreación, desde la dimensión socio-cultural, como estrategia para mejorar la participación, las relaciones personales y valorar las ideas de los demás; reconocer la importancia que le dan los educandos a lo lúdico; diferenciar la recreación del juego; lograr el aprovechamiento de todos los espacios de la institución educativa. En consecuencia, la Recreación es el espacio de la creación y la re-creación, en donde se genera la lucha por conquistar una vida significativa y valiosa, es decir, una vida en la que el ser humano halle la felicidad y la consumación en sus aptitudes que transforman la naturaleza y la sociedad. Y la conquista de la 7 Gómez Girard, Alberto. La Educación Vivencial como recreación. 1986, pág.11 felicidad auténtica se dará sólo cuando el hombre asocie su propia felicidad con la de otros hombres. Pero sobre todo, la Recreación se debe hallar vinculada, al proceso de mejoramiento de la calidad de vida, el cual dependerá entonces de lo que se defina como logros y avances en ese desarrollo de las sociedades y de las posibilidades que tengan las personas de acceder a los satisfactores adecuados de sus necesidades humanas fundamentales. Porque la satisfacción de las necesidades humanas trasciende la racionalidad económica y compromete al ser humano integralmente. El Desarrollo a escala Humana, según Manfred Max Neef8 se basa en tres supuestos principales: a) el desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos, el objetivo es que permita elevar la calidad de vida de las personas, valorada ésta en términos de las posibilidades que tengan las personas de satisfacer adecuadamente sus necesidades humanas fundamentales; b) las necesidades humanas fundamentales son finitas, pocas y clasificables; y c) las necesidades humanas fundamentales son las mismas en todas las culturas y en todos los periodos históricos, lo que cambia a través del tiempo y las culturas, es la manera o medios utilizados para la satisfacción de las necesidades. En ella, la Recreación tiene un lugar preponderante en la medida que es el satisfactor sinérgico por excelencia. No solo puede actuar como satisfactor de las necesidades de ocio, sino que indudablemente actúa sobre las de afecto, entendimiento, participación, creación, identidad y libertad. La insistencia, de educar para el ocio y la recreación y su posicionamiento en la mente de las personas y las comunidades tiene que ver con ello, no se puede asumir como una actividad aislada de unas horas los fines de semana, o unos minutos después del trabajo o la escuela, supone, que el individuo y la sociedad lo asumen como "esencial" dentro de sus procesos de desarrollo. Las diferentes manifestaciones de la recreación pueden constituirse en satisfactores en relación con el individuo, el grupo social y el medio ambiente, y correlativamente pueden adquirir un carácter de singulares o sinérgicos. El propósito en todo caso es que los procesos que genere sean sinérgicos, es decir, que paralelo al desarrollo económico de las comunidades, los protagonistas de los programas sean partícipes del surgimiento mismo de tales procesos, que la realización de las necesidades sea el motor del desarrollo y estimule la solidaridad social y el crecimiento de las personas. Visto así, podríamos afirmar que ha habido una excelente gestión que ha llevado, a que en nuestro ordenamiento jurídico/político se reconozca formalmente la importancia de la recreación y la responsabilidad del estado frente a ella. Cabría preguntarse, si ello es así, ¿Por qué, irónicamente, quienes estamos involucrados en el sector todavía, de una u otra manera, tenemos que seguir luchando por que se acepte su importancia?. MAX – NEEF, Manfred y OTROS. Desarrollo a Escala Humana. Una opción para el futuro. Santiago – Chile, Fundación Dag Hammarskjold, 1986, Págs. 100. 8 Posiblemente, porque tenemos que pasar a otro nivel de gestión. La situación obliga a repensar el contexto social de las necesidades humanas de una manera radicalmente distinta de como ha sido habitualmente concebida por planificadores sociales y por diseñadores de políticas de Bienestar y Desarrollo humano. Ya no sé trata de relacionar las necesidades solamente con bienes y servicios que presuntamente las satisfacen sino relacionarlas además con prácticas sociales, formas de organización, modelos políticos y valores que repercuten sobre las formas en que se expresan las necesidades. Y ello obviamente presupone la claridad meridiana acerca de que nuestro sector, solo, no generará ningún resultado práctico distinto a la enajenación. No es la recreación por la recreación. Su operacionalización e impacto estarán siempre articulados a otros sectores (salud, educación, comunidad, vivienda, trabajo, cultura, turismo, ambiente). Así podríamos decir que le regla de oro de los gestores es la del reconocimiento del carácter intersectorial e interinstitucional de la gestión del sector, sin la cual el aporte al desarrollo integral del ser humano es exiguo, y nunca va a tener correspondencia con los recursos que se le asignen. De manera que formar educadores en recreación, y retomando las palabras de Harold Manzano9, implica promover desde el ámbito escolar el reconocimiento de este como un espacio lúdico, creativo, festivo y contemplativo, con fuertes vínculos con lo laboral y lo educativo, a través del cual es posible comprender las problemáticas y las potencialidades del país y generar de manera concertada posibles alternativas de solución y de mantenimiento de esas potencialidades identificadas por sus actores. Además, es contribuir a la formación de los educadores en valores éticos, culturales, sociales y políticos que incidan en el mejoramiento del quehacer pedagógico, del barrio, de la comunidad, de lo público, en la capacidad para liderar procesos de democratización y convivencia escolar y que aporten a la construcción del país. Bajo esta perspectiva, la investigación educativa en recreación, debe dar cuenta de las problemáticas sociales, culturales y recreativas. Por esta razón, partimos de las siguientes preguntas, que trazan un camino de estudio: ¿existe relación entre educación y recreación? ; ¿la recreación posee un ámbito teórico fuerte que la sustente? ; ¿Puede superar la recreación su asignación de “facilitadora”, “entretenimiento” esparcimiento y diversión?; ¿desde la recreación podemos plantear estrategias de solución a los problemas que acontecen en el país? Estos cuestionamientos llevan a examinar algunas de las problemáticas que existen en nuestro país, y que desde luego serán tratadas en el ámbito de investigación de la recreación: · Las diferentes manifestaciones culturales, su variedad y pluralidad, característica que para Colombia siempre ha sido más la norma que la 9 http://www.redcreacion.org/documentos/congreso8/HManzano.html excepción, pero que por efectos de la globalización y la información ahora necesariamente tendrá que actuar frente al supuesto erróneo de considerar que se ha de validar frente a una cultura hegemónica. · En lo político y lo social se está empujando cada vez más hacia una sociedad democrática que plantea a las personas y comunidades un reconocimiento y conciencia de la necesidad de vincularse activamente a una comunidad humana, familiar y social organizada en la solución de los problemas, respaldado por procesos de organización y participación que desde lo local fomenten la capacidad de autogestión creativa. · El afianzamiento de la violencia que parece un camino sin retorno, ha conducido a un fenómeno de desplazamiento forzado a nivel nacional quebrando el tejido social y ahondando los problemas de pobreza ya de por sí alarmantes, esto se convierte en un reto al intentar fomentar la paz desde las interacciones cotidianas recreativas. · En lo ecológico, después de años de destrucción entramos en un punto crítico donde aún no se asume en la cultura y la acción la necesidad de proteger y sostener los recursos y el equilibrio preciso entre desarrollo y sostenibilidad. Estas problemáticas en Colombia se manifiestan de diferentes maneras, lo que necesariamente implica un avance gradual en la identificación y monitoreo de los factores que afectan una política de recreación en el país desde una perspectiva nacional, departamental y municipal. Finalmente con lo escrito en estas cuartillas, la pretensión es manifestar que la recreación, tiene que dar cuenta de la construcción de un nuevo sujeto que permita construir una identidad al interior de nuestra sociedad y ella se articule con las dimensiones culturales, económicas y políticas del país; en consecuencia el maestro de recreación debe ser artífice de estas dimensiones en las cuales involucrará los factores que den cuenta de una concepción de humano, de estilo de vida, de producción, de creación, las cuales estarán significadas desde el ámbito del ocio y la recreación. Bibliografía DUMAZEDIER, Joffre y otros. Ocio y sociedad de clases. Editorial Fontanella. Barcelona 1971. • GARZÓN, Luís Alfonso y Ríos Alicia. Programa Curricular: Licenciatura en Recreación. GÓMEZ GIRARD, Alberto. La Educación Vivencial como recreación. 1986, pág.11 RODRÍGUEZ GÓMEZ, Juan Camilo. Tiempo y Ocio. Critica de la economía del trabajo. Colombia. Tercer mundo editores.1992. MAX – NEEF, Manfred y OTROS. Desarrollo a Escala Humana. Una opción para el futuro. Santiago – Chile, Fundación Dag Hammarskjold, 1986, Págs. 100. http://www.recreacion.org/documentos/congreso8/HManzano.html http://www.geocities.com/ludico_pei/ http://www.alfayomega.es/estatico/anteriores/alfayomega409/enpo rtada/ep_reportaje1.html http://www.redcreacion.org/documentos/congreso8/HManzano.htm l RUSSELL Bertrán Elogio de la ociosidad. (1935). Barcelona, Edhasa. 1989. p. 14-15