La patronal de la construcción

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EL PMS, jueves 19 de abril de 2012
J.
COMUNIDAD VALENCIANA
La patronal de la construcción
pierde e130% de socios por la crisis
El presidente de Fevec aboga por recortar sanidad, educación y gasto social
Air Berlin no
irá a Castellón
porque el
turista alemán
ni lo conoce
LORENA ORTEGA, Castellón
1. Z.
Valencia
En el cuarto año de crisis declarada, la recesión golpea a todos
los sectores económicos. El más
castigado de todos y el que menos perspectivas de recuperación presenta a corto y medio
plazo es, sin embargo, el de la
construcción, el lomo sobre el
que España y especialmente la
Comunidad Valenciana cabalgaron durante el ciclo de expansión económica que precedió a
la crisis. La patronal de la construcción en la provincia de Valencia, Fevec, ha perdido en estos años de crisis a 300 de las
1.000 empresas que tenían asociadas. La mayor parte de ellas,
un 70% según su presidente,
Juan Eloy Durá, debido a que
han echado el cierre.
La caída de los asociados y la
abultada deuda que la Generahtat mantiene también con esta
patronal (cerca de 900.000 euros, señaló Durá) ha llevado a la
federación a tener números rojos por primera vez en su historia. El presidente de Fevec consideró el déficit, sin embargo, menor y subsanable: 45.000 euros,
menos que los intereses financieros que la patronal debe pagar por los retrasos del Consell.
Fevec reunió el martes a su
ejecutiva para fijar una batería
de medidas que permita a la federación salir de los números rojos. Para hacerlo y recuperar terreno en términos de afiliación,
la federación anunció ayer que
aumentará los servicios que
presta a sus miembros y tratará
de sumar a empresas y asociaciones relacionadas con la construcción pero que hasta ahora
no estaban incluidas. Como
ejemplo, Durá se refirió a la antaño muy influyente asociación
de promotores de la provincia
de Valencia, que ya ha dado el
paso de integrarse en Fevec.
Durá abogó ayer por que las
Administraciones metan la tijera en sanidad, educación y pres-
Eloy Durá, presidente de Fevec en
La Generalitat debe
900.000 euros a la
patronal, que está
en números rojos.
"Algunos centros
de salud sobran",
afirma el presidente
Juan Eloy Durá
taciones sociales. Estos capítulos, señaló el presidente de la patronal de la construcción de la
provincia de Valencia, representan entre el 80% y el 85% del
gasto público, y en su opinión
por ese motivo es imprescindible hacer ajustes para cumplir
con los objetivos de déficit. Durá
apostó por mejorar la eficiencia
pública en esas tres partidas pa-
una imagen de archivo. / CARLES FRANCESC
ra rebajar entre el 10% y el 15%
su presupuesto. El presidente de
Fevec consideró necesario que
se implanten centrales de compra para conseguir precios más
baratos y conocer exactamente
cuánto gasta un hospital o un
colegio. Y opinó igualmente que
"algunos centros de salud sobran".
No fueron los únicos gastos
públicos que Durá consideró necesario recortar. El presidente
de la patronal de los constructores apuntó igualmente la supresión de las Dputaciones, así como la concentración de municipios. En España hay más de
8.000 afirmó, lo que según su
cálculo representa casi el doble
de los que existen en Alemania.
Frente a los datos del Ministerio de Fomento conocidos ayer,
que indicaban que el precio de
la vivienda en territorio valenciano ha caído un 8,1% en lo que
va de año, Durá insistió en que
El tTitanicel 'Caine' y el
'Potemkin' como referencia
EDUARDO
PERIS MORA
Hace pocos días tuve la oportunidad de
volver a ver una película muy interesante, El motín del Caine (por Edward Dmytryk, 1954) protagonizada por Humphrey Bogart en el papel de comandante
Queeg. La historia -ficticia- trata de un
motín en un buque militar durante la
Segunda Guerra Mundial en la que los
oficiales se amotinan contra dicho co-
mandante ante los síntomas de demencia que manifiesta mientras manda el buque en medio de una fuerte tormenta.
Me vino a la memoria esa historia,
[1
como si de una parábola se tratase, al
escuchar las manifestaciones del ministro Montoro al referirse a las medidas
que el Gobierno se veía obligado a adoptar como consecuencia de la crisis y que
en los últimos días se está comprobando
que no están sirviendo para calmar las
feroces críticas de los evaluadores económicos de Europa. Concretamente y quizás en un momento de inspiración dijo:
"...Aunque no soy navegante me gustaría
explicar que durante una tempestad
quienes saben cuál es el rumbo lo mantie-
ahora es el momento de comprar. En un mensaje que ha repetido desde que estalló la crisis,
el presidente de Fevec afirmó
que el precio de la vivienda en
España prácticamente ha tocado suelo, que el año que viene
podría empezar la recuperación
y que, de hecho, en la ciudad de
Valencia habría demanda de pisos de protección oficial si se
construyeran.
Durá descartó que, tal y como advierten los medios internacionales en las últimas semanas,
el ajuste del precio de la vivienda en España no haya concluido,
y que sean previsibles descensos
de dos dígitos. Numerosos analistas consideran, de hecho, que
si esa caída se produce de forma
brusca el sistema bancario español, que ha terminado siendo
propietario de cientos de miles
de casas sin vender, sufriría un
golpe que podría forzar a España a ser intervenida.
nen pese a las dificultades para llevar la
travesía hasta sus objetivos". Quizás la
referencia no sea perfecta porque confía
solo en mi memoria, pero la afirmación
me hizo dar un brinco al recordar la película que casi acababa de ver.
En la ficción el comandante Queeg
muestra síntomas de locura al mantener
las órdenes de navegar a toda máquina
pese a que el buque escoraba peligrosamente al enfrentarse a la tempestad. Todos los oficiales del Caine, excelentes y
expertos marinos, tienen claro que "contra los temporales es imposible luchar...
es preciso capear el temporal cambiando
el rumbo para hacer la navegación -y la
supervivencia de nave y tripulación- posible". Al amotinarse los oficiales saben
que, cometiendo el acto del motín, se enfrentan a la posible pena de muerte porque se trata de un acto durante la guerra.
Evidentemente el ministro no es navegante y por eso sus comparaciones no
pueden ser más torpes. Pero me temo
que con esa facilidad de dogmatizar sobre la navegación, sin conocerla, sea per-
El director general de Air Berlin para España y Portugal,
Álvaro Middelmann, afirmó
ayer que su compañía no operará en el aeropuerto de Castellón, que sigue sin funcionar más de un año después
de su inauguración, porque
un turista alemán no sabría
decir dónde está esa ciudad.
Middelmann expresó sus dudas sobre el futuro de este aeropuerto: "No sé qué pasará,
se convertirá en el circuito de
entrenamiento de fórmula 1%
ironizó ayer en Valencia.
Respecto a la viabilidad de
esta infraestructura, aclaró
que "un aeropuerto no hace
destino". 'Si yo le digo a un
alemán que vaya a Castellón,
me dirá: ¿Y eso donde está?",
ilustró. En ese sentido, recordó que la propia ciudad de
Valencia ha realizado un
gran esfuerzo para "ponerse
en el mapa", con la organización de eventos como el gran
premio de fórmula 1 o la Copa del América. "Ahora se sabe dónde está Valencia, hace
10 o 15 años nadie lo sabia",
remarcó.
El directivo de Air Berlin
afirmó que España no se puede permitir que cada ciudad
quiera tener un aeropuerto
"para imprimirse nivel". Ello,
según Middelmann, ha llevado a que se hayan realizado
inversiones "que nadie ha pedido, y menos las compañías
aéreas", lo que ha derivado
en los "problemas" que ASNA tiene en la actualidad.
"¿El aeropuerto de Castellón va a hacerle la competencia al de Valencia, es eso interesante para esta comunidad?", se preguntó. Como
ejemplo, indicó que si Galicia
apostara por concentrar sus
tres aeropuertos en uno solo,
el de Lavacolla (Santiago de
Compostela), podría ganar
competitividad frente al de
Oporto, en Portugal.
sona que -a la vista está- actúa con
energía y temeridad de tal modo que la
evidencia muestra resultados muy desfavorables. Malos marinos y ¿peores economistas y políticos? Podrían sufrir un amotinamiento de los expertos que con mejor perspectiva y serenidad tomen el
mando en situaciones tan duras como la
tormenta en que navegamos.
La otra alternativa parece, solo de momento, fuera de lugar. En El Acorazado
Potemkin (Serguéi M. Eisenstein, 1925),
esa historia sí basada en hechos reales, el
motín es realizado por marineros hambrientos y la historia que siguió es por
todos bien conocida.
Motines, tempestades y naufragios
son situaciones límite, como las crisis. A
veces capitanes con buena voluntad, buenas intenciones y valor (Capitán Smith,
del Titanic 1510411912), otra historia verídica, llevan con mano firme el buque ha-
cia la catástrofe.
Eduardo Peris Mora es profesor de la Universidad Politécnica de Valencia. [email protected]
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