En Melilla, por España

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REVISTA DE HISTORIA Y ACTUALIDAD MILITAR
En Melilla, por España
Cazadores de Alcántara, 14 de Caballería
“Disipa, como el Sol,
las nubes a su paso”
Annual
1921
«Los ejércitos de España son herederos y
depositarios de una gloriosa tradición militar. El
homenaje a los héroes que la forjaron es un deber
de gratitud y un motivo de estímulo para la
continuación de su obra.»
Artículo 16 de las Reales Ordenanzas (1978)
«Los miembros de las Fuerzas Armadas se
sentirán herederos y depositarios de la tradición
militar española. El homenaje a los héroes que la
forjaron y a todos los que entregaron su vida por
España es un deber de gratitud y un motivo de
estímulo para la continuación de su obra.»
Artículo 21 de la Reales Ordenanzas (2009)
JESÚS DOLADO ESTEBAN
Definía Justiniano la Justicia como «...la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno su derecho».
91 años después podemos afirmar que, al menos en parte, así ha sido.
Por Real Decreto 905/2012 de 1 de junio de 2012 (B.O.E. Núm. 132, de 2 de junio de 2012) el Consejo
de Ministros aprobó la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando, Colectiva al Regimiento de
Cazadores de Alcántara, 14º de Caballería
Ann
ual
«...por los hechos protagonizados en las jornadas del 22 de julio al 9 de agosto de 1921,
1921
en los sucesos conocidos como “Desastre de Annual”, donde dicha unidad combatió
heroicamente protegiendo el repliegue de las tropas españolas, desde las posiciones en
Annual a Monte Arruit, hasta el punto de que las bajas sufridas fueron de 28 jefes y
oficiales de un total de 32 y de 523 de clases de tropa de un total de 685 en filas»
12
EN MELILLA, POR ESPAÑA
N
os llama poderosamente la atención el
escaso eco que esta noticia –que en el
ámbito militar (y porqué no también
civil) deberíamos calificar de transcendente– ha
tenido en la sociedad española. Sólo en el desconocimiento de nuestra Historia, la falta –casi
patológica– de orgullo nacional, los «complejos
internacionales» y la indignidad de quienes por
bastardas razones les molesta la «Gesta del Héroe», podemos encontrar la repuesta.
zona muy montañosa mal comunicada y ocupada
por distintas tribus»3.
Annual
1921
Cuando los medios de comunicación de todo
tipo y color dedican cientos de horas a las «hazañas
deportivas», cantan alabanzas a los semi dioses de
la raqueta, del volante o a las gestas de la «roja»1,
el reconocimiento de la hazaña de aquellos que
dieron su vida por España no reclama ni un minuto, ni un mal párrafo de su atención.
Comienza así lo que en la actualidad no habría
duda en denominar con el eufemístico nombre
de «Misión de Paz».
Llega España, por el mandato de las potencias
internacionales, como leal amigo del Sultán,
quien encuentra en el Ejercito Español un fiel
aliado y único garante de su legitimidad. No diríamos ninguna barbaridad si afirmamos que el
trono alauita se levanta sobre el sacrificio, la
sangre y el dinero de miles de españoles.
Los rifeños conocían a la perfección el terreno donde se
movían.
Creada por la Cortes de Cádiz en 1811, el actual reglamento2 de la Laureada, en su articulo
1º, declara como su objeto el: «honrar el reconocido valor heroico y el muy distinguido, como
virtudes que, con abnegación, inducen a acometer
acciones excepcionales o extraordinarias, individuales o colectivas, siempre en servicio y beneficio de España.»
MIREMOS 100
AÑOS ATRÁS…
La Conferencia de Algeciras de 1906 (en la que
España ejerce una labor mediadora entre las rivales Francia, Inglaterra y Alemania) y el posterior tratado hispano-francés de 1912 supuso la
entrada de pleno de España en el norte de África.
Recibe España una franja en el norte, el Rif, y un
enclave en la zona atlántica: Ifni y Río de Oro.
Acude España a Marruecos, por mandato internacional, con el fin de llevar la paz al Sultanato de
Marruecos que desde finales del siglo XIX vivía
envuelto en la anarquía y la inestabilidad política.
Por el tratado de 1912 se acordó dividir Marruecos en dos protectorados: uno, el de mayor
extensión y riqueza, situado al sur, al amparo de
Francia; el otro, al norte, menor en territorio y
mucho mas pobre, en las montañas del Rif, fue
adjudicado a España.
«El dominio de España en su protectorado no
fue nada fácil ni económicamente muy rentable. La
ocupación militar del protectorado español en Marruecos estaba resultando una operación difícil y
costosa porque el ejército español estaba mal preparado y carecía de recursos. Además, las características del Rif no ayudaban, puesto que era una
1.- «La Razón» 12/06/2012
2.- Aprobado en 2001 es el 8ª desde su creación.
Los rebeldes rifeños, enemigos del Sultán, no
aceptaron esta intervención, iniciando agresiones
por parte de las kábilas que pronto alcanzaron
prácticamente la totalidad del territorio. En 1920,
daba comienzo una campaña con el objeto de
someter a los rebeldes y pacificar la totalidad del
territorio. Fue durante los meses de julio y agosto
de 1921, cuando las tribus hostiles, lideradas por
Abd El Krim, presionaron a las tropas españolas
provocando el repliegue de las mismas sobre la
plaza de Melilla. La retirada se convirtió en el
mayor desastre de nuestro Ejército. Estos sucesos
son conocidos como «El Desastre de Annual» y
en su desarrollo el Regimiento de Cazadores de
Alcántara fue protagonista, por su heroísmo y
espíritu de sacrificio, de una de las más inmortales gestas de la Caballería española.
Hemos extraído íntegramente del Historial
manuscrito del Cuerpo, depositado en el I.H.C.M.,
el correspondiente al año 1921 donde se narran
aquellos sucesos. Este manuscrito es copia del
3.- Historia de España. Ramón Manuel Gonzalvo Mourelo
13
REVISTA DE HISTORIA Y ACTUALIDAD MILITAR
Plano de la retirada de las tropas españolas. Julioagosto de 1921.
original, remitido por el Regimiento al entonces Depósito Geográfico e Histórico del
Ejercito, por Circular de 6 de agosto de
1929 (D.O. Núm. 172).
«Los Escuadrones cubren destacamentos en el mes de febrero, habiendo tres en
Segangan, uno en T´latza, otro y ametralladoras en la Plaza (Melilla) y el restante
entre Jehafen y Jasanen; se retiraron los
destacados en la guarnición de Monte
Arruit por existir un acuartelamiento hecho en Segangan capaz para el Regimiento, y los Escuadrones que no cubrían
servicio avanzados por la naturaleza del
terreno donde estaban enclavadas las posiciones
de primera línea en la que sólo había pequeñas
fuerzas del Regimiento para escoltas y vigilancias
de límites: Los Escuadrones se concentraban o
dislocaban en las posiciones con terreno para
maniobras de Caballería, durante las operaciones, regresando después a las más próximas a
aquella línea para ser utilizadas en caso preciso.
Dar-Drius ha sido base importante desde su ocupación en 13 de febrero de 1920.
Hasta el mes de abril continuaron los Escuadrones en Segangan y posiciones T´latza, Jahafen y Jasanen prestando servicios de escolta,
convoyes, seguridad y vigilancia, siendo el 7 de
este mes distribuidos, 1º, 2º y Ametralladoras en
Dar-Drius, 3º y 4º en Zoco T´latza y el 5º en
Beutiel, el 6º no era orgánico por constituirse
con todos los destinos del Regimiento en Plaza
y campo, no disminuyendo así los efectivos
variables de los Escuadrones, unidades tácticas.
–21 JULIO. Se concentraron los Escuadrones
en Dar-Drius formando una columna de Caballería independiente, al Mando del Teniente Coronel
Primo de Rivera por ausencia del Coronel Manella,
Jefe del Regimiento que tenia el mando de la Circunscripción de Annual. Esta columna salió el
mismo día en protección del convoy que se intento
llevar a Igueriben desde Annual, y a su regreso
estos Escuadrones regresaron a Dar-Drius. –22
JULIO. Forma el Regimiento la columna que estableció la posición de Izumar protegiendo su retirada en extrema retaguardia, situándose los Escuadrones en las alturas derecha e izquierda del
barranco de Izumar, retirándose después de haber
pasado toda la columna que llego a la posición de
Beutrel, siguiendo el Regimiento nuevamente a
Dar-Drius donde pernoctó. –23 JULIO. Dos Escuadrones al mando del Capitán Chicote protegen
la evacuación de las posiciones de Cheif y Karramidar y los tres restantes a las ordenes del Teniente
Coronel protegen la de Ainker cargando dos veces
sobre el enemigo que huyó, continuando a Drius
de donde nuevamente salió todo el Regimiento
para proteger un convoy de heridos que iba en
vanguardia de la columna Navarro, que evacuado
Drius se retiraba sobre Batel; al llegar al caudal del
Igan el enemigo numeroso espera parapetado en
trincheras sobre la loma de Dar-Azugar y en las
kabilas próximas a la posición de Amesdan, impidiendo el paso hacia Batel y habiendo detenido dos
camiones llenos de heridos que remataron asesinándolos; para abrirse paso tuvieron los Escuadrones que cargar repetidas veces mandados por
el Teniente Coronel Primo de Rivera y completo el
Regimiento con los dos Comandantes
que se habían incorporado este día en
Drius y todos los oficiales y Capitanes
entre ellos el Capitán Castillo, que no
perteneciendo al Regimiento por haber sido destinado días antes al
Grupo de Regulares Nº 4, no vaciló en
unirse al Regimiento cuando lo hicieron los Comandantes por deber. El
Regimiento dio repetidas cargas para
desalojar al enemigo de sus posicioVista aérea del campamento de Dar Drius
en 1923. (M. de Ugarte).
14
EN MELILLA, POR ESPAÑA
Pequeño cofre con tierra africana de los lugares más
característicos ligados a la gesta del «Alcántara», conservado en la Academia de Caballería.
la madrugada. –29 JULIO. Se organizó la evacuación, para continuar la retirada de la columna sobre Monte-Arruit 15 kilómetros, transportando a los heridos muy numerosos en
camillas unos y otros en número de treinta y
tantos sobre caballos que quedaban del Regimiento con pocos mas después de los épicos
hechos ocurridos en los días 22 y 23 de julio y
los cinco restantes en Tistutin donde murieron
por fuego enemigo los salvados después de la
tragedia narrada excepto veintitrés.
nes y abrir paso a la columna siendo herido en
una de ellas el Teniente D. Fernando Vea-Murguia
y el Capitán D. José del Castillo muy grave (falleció
a los dos días) y contuso el Capitán D. Ricardo
Chicote que cayó del caballo, siendo estas tres
bajas las únicas que tuvieron recogerse y evacuar
la Plaza; el camino quedo expedito a costa de la
lucha heroica del Regimiento que sufriendo muchas bajas, pero logrando a costa de ellas restablecer el paso a Batel a donde llegó la columna hostilizada constantemente y sin poder recoger tanta
baja causada por el intenso fuego enemigo, continuando hacia Tistritin por no poder detenerse en
Batel que carecía de condiciones de defensa.
Reunidos en Tristitin el Regimiento, el Teniente Coronel ordena que el primer Escuadrón,
dos secciones del segundo, una del tercero, otra
del quinto y la sección de Ametralladoras todas
estas fuerzas muy disminuidas en sus efectivos
y todas al mando del Capitán del segundo Escuadrón D. Jacinto Fraile Rodríguez marcharón
a Zeluan, donde pernoctaron el día 23, y también dos capitanes del 4º y 1º Escuadrón.
El resto del Regimiento con su Teniente Coronel, Comandantes, Capitanes con las bajas del
Capitán Castillo, y D. Ricardo Chicote, Tenientes
D. Fernando Vea-Murguia, Alférez D.
Fernando Díaz de la Guardia y muchos de clases e individuos de tropa
permanecieron en Tistut con la columna Navarro, siendo hostilizados
con fuego tan continuo e intenso que
impedía a las fuerzas salir de sus alojamientos que eran los edificios de la
posición, respondiendo al ataque
desde el parapeto, en el que estaban
también las fuerzas del Regimiento
que continuó en esta posición hasta
La columna salió a las tres del día 29 llegando
sin novedad a un kilometro de Monte-Arruit,
donde en un macizo grande de chumberas parapeto que izaba bandera blanca, el enemigo rompió
nutrido fuego y enseguida la Mía de Policía que
iba en vanguardia, se unió al enemigo, y la guerrilla de infantería que la acompañaba, no pudiendo
resistir el intenso fuego se refugió en la posición,
saliendo entonces el enemigo que atacó con violencia a la columna, apoderándose de tres cañones
que pudo conservar hasta entonces; rematando a
todos los heridos y haciendo numerosas bajas mas
que no hubo medio de recoger, buscando también
refugio los supervivientes en la posición de MonteArruit, sufriendo el fuego que le hacían desde su
poblado y casas de la Colonizadora inmediatas a
la posición, donde pudieron entrar las fuerzas
resto de la columna; uniéndose a las pocas que
habían llegado días antes con muchos heridos: La
Columna Navarro la componían dos mil hombres
y todas las fuerzas reunidas, unos tres mil con los
que se organizó la defensa de la posición correspondiendo a los pocos de este heroico Regimiento
el frente Noreste que es el comprendido entre la
puerta principal y los hornos de intendencia, para
ser defendidos por los sesenta hombres escasos
del Regimiento con el Teniente Coronel, dos Comandantes, un Capitán, cinco Tenientes, un Capellán, y dos Veterinarios notándose la falta del
Teniente Medico D. Modesto García Martínez que
desapareció en el trayecto Tistutin – Monte-Arruit.
Sección de ametralladoras Hotchkiss
15
Aspecto dantesco que ofrecía la subida a Monte
Arruit tras su captura por las tropas españolas.
La posición carecía de artillería, pues su guarnición eran solo tropas de policía indígena en
número escaso, y algunos de Intendencia contando la columna con las municiones que había
podio conservar y las cajas que encontró, una
ametralladora y víveres para dos días, comenzando desde el primero a comer carne de caballo
de los muertos por granadas enemigas, caballos
había treinta aproximadamente y algunos mulos;
el enemigo emplazó las tres piezas tomadas, en
las chumberas próximas a la posición, desde
donde rompió el fuego haciendo 114 disparos el
primer día y al siguiente las transportaron al
cerro inmediato a la aguada batiendo diariamente la posición hasta el día antes de su evacuación, haciendo por término medio de 30 a 40
disparos diarios. Careciendo de agua la posición
había que hacer aguadas la más próxima de 400
a 500 metros distantes, empleando 4 carri-cubas,
cubas de mano, cubos, morrales, bolsas cañoneras, latas, y cuantas vasijas se encontraban, sufriendo siempre que se hacía bastantes bajas.
Duró el sitio 12 días en los que todos los Jefes
y Oficiales con los pocos soldados que lograron
entrar en la posición, ocuparon constantemente
el parapeto dando ejemplo a la tropa, animada por
el Teniente Coronel Primo de Rivera que fue herido
el día 6 de agosto por una granada que le arranco
el brazo derecho, y no habiendo medicamentos se
le gangreno la herida, soportando estoicamente la
amputación del trozo de brazo, oliendo agua colonia; la gangrena le produjo la muerte el día 8 de
agosto decayendo el ánimo de todos al enterarse
de la muerte de tan heroico jefe; al siguiente día 9
se evacuó la posición previa capitulación que no
respetó el enemigo, asesinando villanamente a casi
todos los defensores siendo librados el general
Navarro y oficiales que con el salieron, por algunos moros que obedecieron a Ben-Chelall antiguo
amigo que fue de España; el número de víctimas
fue casi tres mil, cuyos restos fueron encontrados
insepultos el día, de la reconquista 24 de octubre
recibiendo cristiana sepultura, identificándose
muchos pero no lográndolos con el resto en cifra
tan elevada; funesto y trágico fin que tuvieron los
valientes defensores de Monte Arruit, cuyo nombre
no podrá borrarse en la Historia del Protectorado
de España en la Región del Rif en el Norte de
Marruecos.
Las fuerzas que del Regimiento que llegaron a
Zeluan, 54 entre clases y soldados, ocuparon la
Alcazaba el 23 de julio, sumándose con los que
habían llegado antes 300 hombres; presentándose voluntario el Alférez de Complemento de este
Regimiento D. Juan Maroto para la defensa del
Aeródromo distante 400 metros, con fuerzas del
Regimiento no obstante haber de otras Armas y
en mayor número; en uno de los convoyes que
con veinte hombres hizo el Capitán D. Jacinto
Fraile encontró honrosa muerte. Durante la defensa que duro 9 días se distinguió extraordinariamente el Cabo Emiliano Pajuelo de la Sección
de Ametralladoras, quien no se separó ni un
momento de su puesto sirviendo la ametralladora que no abandonó ni para hacer sus
necesidades, resistiéndose constantemente
ante el pestilente olor y el aire viciado que se
respiraba, teniendo cerca muchos cadáveres
de moros y soldados y animales muertos.
El soldado del 5º, Tesifonte Expósito salió diariamente a hacer aguada, montando
en pelo sobre su caballo y llevando otro de
mano; se prestó voluntario a los tres convoyes llevados al Aeródromo queriendo
siempre ser empleado en las ocasiones de
mayor peligro.
Cadaver desenterrado en Monte Arruit del teniente
coronel D. Fernando Primo de Rivera
16
Carga de Igán, por Ferrer-Dalmau.
El día 3 de agosto capituló esta posición
siendo asesinados como en Monte Arruit sus
defensores salvándose únicamente del Regimiento los Tenientes Francisco Bravo y D. Luis
Martín Galindo y tres o cuatro de tropa entre
ellos un suboficial. Todos los demás fueron
muertos o prisioneros. El Alférez de complemento D. Juan Maroto y Teniente D. Luis Martin
Galindo, siendo el único evadido el Teniente
Bravo. Del resto de oficiales se hace mención en
el Cuadro de Honor, que para finalizar las páginas del heroísmo de este Regimiento, han grabado las victimas de su deber que sellaron con
la muerte su comportamiento durante los luctuosos días de los hechos narrados anteriormente, que demuestran la disciplina, alto espíritu, abnegado valor y ejemplo que este
Regimiento ha dado con su conducta, y entusiasmo a las ordenes del Teniente Coronel D.
Fernando Primo de Rivera y Orbaneja, Jefe que
supo mandar hasta el último momento, dar
ejemplo, animo y valor a su tropa sucumbiendo
en Aras de la Patria con los demás Jefes, Oficiales y Tropa que en sus puestos encontraron
como su Jefe gloriosa muerte.
En el Zoco de T´latza había en el mes de
julio un destacamento de sección al mando del
Sargento Benavent, en total 23 hombres, los
que en la madrugada del 25 de julio al evacuar
la guarnición esta posición protegen la retirada
en extrema retaguardia de la columna al
mando del Teniente Coronel del Regimiento de
Infantería de África D. Saturio García, defendiendo en fuego la marcha sin dejar acercar el
enemigo, siendo muertos el Sargento, un Cabo,
un Herrador y doce Soldados y heridos otros
varios. En este destacamento estaba el Veterinario Tercero D. José Montero que tomó parte
activa en la retirada, internándose la columna
en la Zona Francesa.
Todas las víctimas escritas en el Cuadro de
Honor, que pertenecieron al heroico Regimiento
y que encontraron gloriosa muerte en defensa de
otras fuerzas merecen la gratitud de la Patria y
la admiración de los compañeros del Arma que
sacrificó un Regimiento para salvar la retirada
de una columna, que hubiera perecido toda no
contando en ella los valientes cazadores que a
las ordenes del Teniente Coronel Primo de Rivera, Jefe accidental del Regimiento, y ayudado
por los Jefes y Oficiales nombrados, mandando
las clases y soldados que han sabido morir con
disciplina, heroico valor y sublime abnegación,
luchando hasta lograr honrosa muerte casi todos en el campo y el resto (salvo muy pocos
supervivientes) en la evacuación de la Alcazaba
de Zeluan (2 de agosto), y en la de Monte-Arruit,
reductos obligados por carecer ya de elementos
para continuar la defensa, siendo villanamente
asesinados por el enemigo, que de haber sido
17
REVISTA DE HISTORIA Y ACTUALIDAD MILITAR
civilizado hubiese respetado la vida de los que
hasta el último momento, cumplieron con su
deber. Ha escrito este Regimiento las páginas de
más relieve en la Historia de la Caballería, mereciendo por el heroico comportamiento de todos desde el 1º Jefe hasta el último soldado que
formando en sus filas, y tomando parte en los
tan luctuosos días del 22 de julio al 9 de agosto,
la apertura de juicio contradictorio para lograr
como premio la Corbata de la Cruz de San Fernando para el Regimiento y el de la Cruz de clase
para el heroico Jefe, que guió a sus Tropas en
los imborrables hechos, motivos del honor, y
que después de las brillantes cargas donde salvó,
encontró después gloriosa muerte el 8 de agosto
en la posición de Monte Arruit, a consecuencia
de una gravísima herida que sufrió estoicamente causada por una granada enemiga estando en el parapeto el día 6 de agosto, derrochando valor, infundiendo ánimo y dando
constante ejemplo a los valientes soldados que
tan alto han puesto el nombre del Regimiento
Cazadores de Alcántara, 14º de Caballería Española, que ha merecido el honor de SS.MM. dedicándoles sus fotografías con los entusiastas
autógrafos, que han de leerse siempre para guiar
la conducta futura de los que formen este
NUEVO Regimiento.
«A
VOSOTROS HEROICOS
CAZADORES DE ALCAN-
TARA, QUE SUPISTEIS ENSEÑAR COMO SE MUERE POR
LA PATRIA Y CUAL ES EL DEBER DE TODO ESPAÑOL»
Alfonso XIII (Rubricado).
«AL REGIMIENTO DE ALCANTARA Nº 14 QUE TAN
S.M. el rey Alfonso XIII.
En 1921, año en el que tuvieron lugar los sucesos que tratamos, estaba en vigor el Reglamento
sobre Recompensas del 5 de julio de 1920. En él
se estableció un modelo único de Cruz, siempre
laureada e igual para clases de tropa, oficiales,
jefes y generales.
BONITA PAGINA DE GLORIA HA ESCRITO EN LA HISTORIA DE LA CABALLERIA ESPAÑOLA»
Victoria Eugenia (Rubricado). (...)
Melilla, Septiembre 1922
El Teniente Coronel
Enrique Dalias. – Rubricado
VºBº
El Coronel
Fernández.- Rubricado
Hay un sello en tinta que dice
REGIMIENTO CAZADORES DE ALCANTARA 14º
DE CABALLERIA – MANDO.
Por razones no muy claras y difíciles de explicar a día de hoy, la gesta
del 14 de Caballería se saldó, sólo, con
la concesión de la merecida pero insuficiente, Cruz Laureada al teniente coronel
Fernando Primo de Rivera y Orbaneja.
Cruz Laureada de San Fernando
18
La regulación de las acciones militares que
daban derecho a la Cruz de San Fernando era
muy detallista –artículos 35 y 47 al 75–, siendo
en todo caso regla previa que «los hechos realizados no estuviesen originados, como único
impulso, por el propósito de salvar la vida, y
revelasen en todo momento el de afrontar y
sobreponerse al riesgo, fuese éste evitable o
no». Prevalecían en esta reglamentación las
ideas de riesgo, esfuerzo y mérito: pérdida
grande de gente, lucha contra un enemigo
superior en número, obtención de victorias decisivas, etcétera.
También se ocupaba este
quinto reglamento de las recompensas colectivas, estableciendo como condición
indispensable para su concesión,
el haber perdido el Cuerpo en la
acción al menos un tercio de su
fuerza entre muertos y heridos, acreditando a la vez extraordinario valor y
disciplina; o bien la ejecución por parte de
EN MELILLA, POR ESPAÑA
la mitad de las unidades o contingentes que lo
formaran, de hechos meritorios de tal recompensa, realizados estando aquéllos aislados del
resto del Cuerpo. Las insignias consistían
en el emblema bordado en la bandera
o estandarte, si el Cuerpo los tuviera, más una corbata; y para
los individuos que tomaran
parte en la acción una corona
de laurel con la fecha de la
acción en su interior, bordada
en el antebrazote la manga
izquierda del uniforme, tal
como hoy se sigue usando…4”
Deja claro el reglamento los dos
requisitos a cumplir por la Unidad que
aspire a la concesión de la Laureada colectiva:
• haber perdido el Cuerpo en la acción al
menos un tercio de su fuerza entre muertos
y heridos
De un total de 717 oficiales y soldados, 551
hombres son bajas mas de ¾ partes de la fuerza.
• acreditando a la vez extraordinario valor
y disciplina
Basta la simple lectura del informe elaborado
en 1922 por el teniente coronel Enrique Dalias o
del juicio contradictorio por el que se aprobó la
concesión de la Laureada a Primo de Rivera, para
saber que desde el primer momento la gesta del
Alcántara se calificó de heroica.
Esperamos que algún día podamos saber las
verdaderas razones por las que han tenido que
pasar más de 90 años para que el Imperio de la
Justicia amparase a los héroes del Río Igan.
Decíamos que gracias al Real Decreto 905/2012,
casi un siglo después, podemos afirmar que, al
menos en parte, se ha hecho justicia.
Efectivamente con la concesión se ha pagado
la deuda con los 717 «sables bizarros» del Alcántara, pero si con Justiniano creemos que «Justicia
es dar a cada uno lo que le corresponde por derecho»,
esta quedará coja si la concesión no se realiza en
la ciudad de Melilla.
Melilla, española desde 1497 (15 años antes que
el Reino de Navarra), punta de lanza, junto a su
hermana Ceuta, en la misión pacificadora y civilizadora encomendada a España en 1906. En su
hermoso cementerio descasan miles de soldados
4.- Caballero de la Real y Militar Orden de San Fernando (Intendencia, Cuerpos Comunes y Cuerpos disueltos) J.L. Isabel,
C. Puente de Mena, A. Ceballos-Escalera. Mº de Defensa-2011
Medalla conmemorativa del 75 aniversario de la gesta del
Regimiento «Cazadores de Alcántara» n.º 14
españoles que hicieron posible la realidad del
Marruecos actual, entre ellos los héroes
del Alcántara. En la antigua Rusadir
sirve el 14 de Caballería desde hace
más de 100 años y en ella continua
su legítimo heredero, el Regimiento de Caballería Acorazado
«Alcántara» nº 10. En sus tierras
vivieron, lucharon, murieron y en
ellas descansan el paz la mayoría
de «bravos cazadores.» Alcántara y
Melilla son de hecho, un binomio
inseparable.
Nos resulta muy difícil comprender por qué
se quiere descartar Melilla, cuna de la Gesta,
como lugar de imposición de la merecida recompensa, asignándole a Madrid –y mas concretamente al Palacio Real– una gloria que no le corresponde.
Si difícil es comprenderlo, mucho más difícil
lo tienen aquellos que pretenden justificarlo. Varias son las razones que se esgrimen:
Justifican algunos la decisión alegando posibles limitaciones de movilidad de S.M. el Rey, a
quien sin duda le corresponde el honor y el deber
de imponerla. No es el momento de abordar otros
viajes del monarca al continente africano pero si
el de recordar que hace apenas un mes que S.M.
volaba a Chile en compañía de un nutrido grupo
de empresarios españoles. ¿Acaso los «negocios
de España» merecen mejor trato que sus héroes?
En un momento de cortes y recortes donde la
consabida crisis justifica cualquier medida antigasto parece lógico pensar que será mucho más
rentable para las maltrechas arcas del Estado que
sea S.M. quien se desplace a Melilla en lugar de que
todo un Regimiento, no menos de 350 personas,
sea trasladado hasta la capital.
En los mentideros se debate la paternidad de que
el expediente de concesión llegara a buen puerto. Y
por ellos sabemos que esta concesión tiene mil
padres. Todo el mundo estaba informado, medio
Ejército colaboró de manera decisiva y el otro lo
apoyó sin descanso. Hay momentos que uno tiene
la impresión que el día de la imposición entre los
miles de abnegados «consegidores» a lo mejor hay
que invitar al «Alcántara», pero eso sí, si es posible,
sin que moleste mucho.
Sobre la «paternidad» de la Laureada, sin poder
obviar que ha sido una logro para, y de, todo el
Ejército español, recordar que se gestó en la ciudad
19
REVISTA DE HISTORIA Y ACTUALIDAD MILITAR
de Melilla, donde coroneles del Regimiento y Comandante General retomaron el expediente. En
Madrid tanto el Jefe del Estado Mayor como la
propia Orden lo recibieron con entusiasmo, no
siempre compartido por nuestra clase política. Tras
la victoria electoral del PP el proyecto vio –por fin–
la luz al final de este largo túnel que ha durado 90
años. Obligado es hacer un alto y reconocer el importante papel jugado por el actual Ministro del
Interior D. Jorge Fernández Díaz, vinculado familiarmente al Arma. El Ejército esta en deuda con él.
Hay quien habla de que sea Valladolid, cuna del
Arma, el lugar donde deba realizarse el acto, entre
otros motivos, el de estar allí la Academia e Inspección del Arma de Caballería y el monumento a
los Héroes del Alcántara. Sentimos no participar
de esta opinión. 91 años ha tenido el Ejército en
general y el Arma en particular, para levantar un
merecido monumento en la ciudad de Melilla, al
menos en la cripta donde sus héroes descansan.
91 años para que, año tras año, y con una simple
ofrenda floral se acordarse del lugar donde reposa
Fernando Primo de Rivera y sus 716 cazadores.
Incluso hubiera bastado con un simple acto anual
ante el monumento que el Regimiento tiene en
la capital castellana, que recordara que la Laureada seguía pendiente. Melilla sí lo hizo.
Produce autentica pena, cuando no rabia,
la excusa predilecta para evitar cualquier
acontecimiento en la España africana, en
este caso la ciudad de Melilla, los consabidos
problemas con nuestro vecino alauita.
Creemos haber demostrado como la monarquía
marroquí se asienta sobre la sangre de miles de españoles que la hicieron posible. Lejos de un problema es una obligación invitar a Mohamed VI, y
para él debiera ser cuestión de honor la asistencia
por una mera cuestión de gratitud.
La no imposición de la corbata en la ciudad
de Melilla solo puede ser entendida como un acto
de deslealtad. Entre otras causas, y quizás la primera, porque por ella, por su españolidad, lucharon y murieron los jinetes del Alcántara.
20
Solo encontramos una seria causa que
justifique el desaguisado de que el «Alcántara» no vea colmado su justo deseo de ser
condecorado en su querida Melilla. Este no
es otro que el riesgo que puedan asumir
S.M. y demás invitados, al visitar el acuartelamiento del Regimiento, literalmente en
derribo por la falta de la más mínima inversión en sus instalaciones. El «Alcántara» no sabe lo que es la crisis, hace años
que vive sumido en ella. Si es por precaución, y ante el eminente riesgo de ruina, lo
entendemos.
Buena parte de nuestra política de Defensa
se basó estos años en cantar las glorias de las
Misiones de Paz y la colaboración internacional. Sin dudar un solo instante del excelente
papel realizado por nuestras FF.AA. nos
llama la atención el gran despliegue mediático que la finalización de nuestra Misión en
los Balcanes tuvo en 2011, cuando vemos pasar
la mitad de 2012 si que nadie se acuerde del
Centenario de la creación del Protectorado de
Marruecos. A lo sumo una o dos conferencias,
han tratado de tapadillo el tema, trascendental
para entender la historia reciente de España,
sin que las televisiones, públicas o privadas,
prensa, radio… hayan dedicado un solo minuto
a este acontecimiento.
Nuestra acción en el Norte de África determinó la política nacional a lo largo de todo el
siglo XX, siendo sin duda alguna una de las acciones más importantes acometidas por España.
Así lo declara de forma contundente la Medalla
de la Paz de Marruecos, creada en 1927 para celebrar la pacificación del Protectorado:
«España, siempre dispuesta a toda empresa
de civilización universal, contribuyo a la de
Marruecos con la sangre preciada de sus hijos
y con el oro de sus arcas. El triunfo de sus armas y la cultura de sus métodos son los cimientos de esta gran obra de humanidad»
Para ello murió el «Alcántara»
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