La justicia Universal en el mundo

Anuncio
La justicia Universal en el
mundo
La justicia universal es uno de los principios que genera más
controversia dentro de la justicia penal internacional, y se
refiere a la jurisdicción que se establece sobre un crimen sin
referencia al lugar en donde se ha llevado a cabo, ni a la
nacionalidad de las víctimas o de los agresores.
Actualmente se utiliza la justicia universal para la
persecución y enjuiciamiento de causas relacionadas con la
piratería y el tráfico de drogas, aunque los estados también
tienen capacidad para perseguir actos tipificados como delitos
de guerra, crímenes contra la humanidad, genocidio y tortura.
Por lo general la jurisdicción de los estados tiende a
proteger sus propios intereses y abarca su propio territorio y
obliga a todas las personas, nacionales o extranjeros que
residan en él. El propósito de la justicia universal, sin
embargo, está ligado a la idea de que los crímenes contra la
humanidad afectan el orden internacional y que, cada estado,
como parte del sistema internacional, tiene la potestad de
perseguir estos delitos.
A pesar de esto, la mayoría de países a limitado el alcance de
la justicia universal únicamente al caso en el que la persona
sospechosa de este tipo de delitos se encuentre en su
territorio.
Algunos casos de éxito de la justicia universal
Uno de los países que más legislación había establecido
referente a la justicia universal es España. Desde la fiscalía
de la audiencia nacional de este país se obtuvo la extradición
de Ricardo Cavallo, acusado de torturas en Argentina, y se ha
enjuiciado a Adolfo Scilingo por crímenes contra la humanidad
en Argentina, deteniéndole en suelo español al acudir a
testificar en otro caso diferente. Asimismo, España estableció
un precedente al solicitar la extradición del exdictador de
Chile Augusto Pinochet en 1998.
Israel llevó a cabo unas de las acciones más intrusivas y
controversiales cuando, en 1960, Adolf Eichmann fue detenido
en Argentina por agentes del mossad, para su posterior
traslado a Israel para ser juzgado por delitos cometidos
contra la comunidad judía durante la segunda guerra mundial.
Esta detención fue llevada a cabo sin el conocimiento y la
cooperación del gobierno argentino, y el posterior juicio se
enmarcó dentro de los principios de justicia universal al no
existir el estado de Israel en el momento de cometerse los
delitos, ni ser las víctimas de estos delitos ciudadanos
israelíes.
Incuso los Estados Unidos han generado legislación a este
respecto, pese a no mostrarse favorable a ello, para perseguir
delitos de guerra como el uso de niños soldados en conflictos
armados.
El declive de la justicia universal.
Uno de los principales problemas a los que se enfrenta
la
justicia universal es que, si no existe colaboración entre los
estados en las áreas de asistencia a la investigación,
proporcionar evidencias o extraditar al sospechoso, es muy
probable que los casos se queden abiertos y no se resuelvan
nunca.
Por otro lado, las presiones políticas y económicas pueden ser
muy fuertes cuando las acciones de justicia universal se
cruzan con los intereses de las principales potencias
económicas y militares.
En este sentido Bélgica sufrió presiones de los Estados Unidos
cuando sus tribunales trataron de enjuiciar al expresidente
George W. Bush, al ex vicepresidente Dick Cheney y al ex
secretario de estado Colin Powell por crímenes de guerra
supuestamente cometidos durante la primera guerra del golfo en
1991.
España por su parte recibió también presiones desde China, por
el hecho de que dos de sus expresidentes, Jiang Zemin y Hu
Jintao, y otros miembros de la cúpula del Partido Comunista
Chino fueran imputados por supuestos delitos de genocidio en
el Tíbet.
Debido a estas presiones el gobierno belga alteró su
legislación dos veces en 2003 para alterar los límites de la
justicia universal, y el gobierno español ha eliminado la
legislación relacionada en marzo de 2014.
Los tribunales internacionales, ¿Una solución a
la justicia Internacional?
Los tribunales de Núremberg y de Tokio, establecidos al
término de la segunda guerra mundial fueron el primer ejemplo
de tribunales internacionales para enjuiciar crímenes contra
la humanidad y genocidio.
Los más recientes tribunales ad-hoc para la antigua Yugoslavia
(ICTY) y para Ruanda (ICTR), fueron creados en 1991 y 1994 por
el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tras las cruentas
guerras civiles llevadas a cabo estos países.
Siguiendo esta línea, se crea a través del Estatuto de Roma en
2002, La Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, que
cuenta con 122 estados miembros, y que solo puede juzgar
delitos contra la humanidad, crímenes de guerra, genocidio y
agresión que hayan sido cometidos a partir de esta fecha por
ciudadanos de los estados firmantes cuando no puedan ser
juzgados en los sus países.
Este organismo es una gran herramienta de cooperación
internacional en la búsqueda y puesta a disposición judicial
de personas que han cometido graves delitos contra la
humanidad, aunque está seriamente debilitado por el hecho de
que no es competente para crímenes cometidos antes de 2002, y
que existe un gran número de países que no han firmado y/o
ratificado el acuerdo como: Estados Unidos, China, Iraq,
Israel, Rusia, Libia, Qatar, Yemen, India, Iran, Japan, Corea
del Norte, Pakistán, Saudi Arabia, Sudan y Turquía.
Lo que deja a casi a la mitad de la población mundial fuera
del soporte de la Corte Penal Internacional.
Es llamativo el hecho de que mientras casi todos los países
europeos y suramericanos son signatarios, apenas hay 8
naciones asiáticas y 2 naciones árabes miembros: Jordania y
Túnez.
La justificación para la justicia universal
La Corte Penal Internacional es una gran herramienta para
juzgar graves crímenes contra la humanidad, pero hasta que
todos los países miembros de Naciones Unidas formen parte del
tribunal, seguirá habiendo espacio para la impunidad en este
tipo de delitos.
Aun así, incluso careciendo de una legislación específica
sobre justicia universal, todos los países del mundo tienen la
justificación de tomar acciones contra este tipo de crímenes
incluso si se han llevado a cabo por extranjeros en otros
países.
Esto está justificado viene justificado por:
La sentencia de 11 de julio de 1996 del Tribunal Internacional
de Justicia de La Haya (caso Bosnia vs. República Federal de
Yugoslavia) reconoció expresamente el derecho de los Estados a
ejercer la jurisdicción universal en materia de genocidio.
La IV Convención de Ginebra, proporciona un marco para la
justicia universal basada en tratados internacionales. En su
artículo 146 podemos leer:
“Las Altas Partes Contratantes se comprometen a tomar todas
las oportunas medidas legislativas para determinar las
adecuadas sanciones penales que se han de aplicar a las
personas que hayan cometido, o dado orden de cometer, una
cualquiera de las infracciones graves contra el presente
Convenio definidas en el artículo siguiente”
Cada una de las Partes Contratantes tendrá la obligación de
buscar a las personas acusadas de haber cometido, u ordenado
cometer, una cualquiera de las infracciones graves, y deberá
hacerlas comparecer ante los propios tribunales, sea cual
fuere su nacionalidad. Podrá también, si lo prefiere, y según
las condiciones previstas en la propia legislación,
entregarlas para que sean juzgadas por otra Parte Contratante
interesada, si ésta ha formulado contra ella cargos
suficientes”
La comisión de Naciones Unidad sobre Crímenes de Guerra,
definió que:
“…El derecho de castigar crímenes de Guerra… está en posesión
de todos los estados independientes…”
En 2008, la Unión Africana, a través de su asamblea de jefes
de estado y gobierno, declaró:
“…reconociendo que la jurisdicción universal es un principio
de derecho internacional cuya finalidad es garantizar que los
individuos que cometen delitos graves, como los crímenes de
guerra y crímenes contra la humanidad no lo hacen con
impunidad y sean llevados ante la justicia, lo que está en
línea con la Constituyente Ley de la Unión Africana”
Lo cual es un gran avance en este sentido respaldado por los
53 estados miembros.
Por lo que a pesar de la eliminación o la no existencia de
legislación al respecto en sus códigos penales, cualquier país
está legitimado para ejercer la justicia universal.
RD
Fotografía: fences
modificaciones).
by
Dave_B_
(Se
han
realizado
Descargar