5. Figuras de la salud.p65

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Figuras de la salud
E
L
La caricaturista
La erótica, una manía corporal
ALBERTO CARVAJAL
l encuentro con fuentes primarias
suscita la proximidad con la historia
que no deja de escribirse y, por lo tanto, de
leerse. El presente trabajo pretende ser un
marco para tal lectura. El documento que
organiza nuestro interés corresponde al
expediente clínico de una interna del antiguo Manicomio General, quien participa,
de una manera singular e inadvertida, en
la fabricación del expediente que lleva su
nombre: en él está incluida una extensa
obra, cartas, escritos y caricaturas que en
su momento (1926) intentaron ser publicadas por su autora. Es lo que solicita al
periódico El Universal, que recibía la
colaboración de caricaturas realizadas por
sus lectores y en una página publicaba las
seleccionadas de cada semana. A diferencia
de algunas cartas que lograron llegar a su
destino, parece que las caricaturas se quedaron y fueron resguardadas en el expediente clínico. Sea pues el presente trabajo
una inmejorable recepción a dicha solicitud
que resulta ser una crónica en imágenes de
la vida del manicomio.
PALABRAS CLAVE : registro clínico, cuerpo,
erotismo, caricatura.
Was ihr nicht fasst, das fehlt euch ganz und gar,
Was ihr nicht rechnet, glaubt ihr, sei nichr wahr.
Was ihr nicht wägt, hat für euch kein Gewicht,
Was ihr nicht münzt, das glaubt ihr, gelte nicht.*
GOETHE
Introducción
ENTRE OTRAS COSAS, uno puede guiarse por el color.1 Por el colorido de un
documento. Este es el caso de un expediente clínico del antiguo Manicomio
* Lo que no agarráis, se os escapa totalmente, /lo que no contáis, creéis que no es cierto. / Lo que
no pesáis, no tiene peso para vosotros; / lo que no amonedáis, creéis que no es dinero.
1
K. Lorenz, La agresividad ese pretendido mal, Siglo XXI, México, 1980, p. 17.
ANUARIO DE INVESTIGACIÓN 2006 • UAM-X • MÉXICO • 2007 • PP. 608-627
LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
General La Castañeda (1910-1968),2 que forma parte del acervo del Archivo
Histórico de la Secretaría de Salud. Un expediente clínico3 puede orientarnos
en cuanto a las formas de registro de la observación médica,4 de sus
intervenciones, de los diagnósticos y del curso de los internamientos, es
decir, de una cierta evolución que es conocida como “evolución natural” de
la enfermedad. En ellas se advierte dos formas de narrativa.5 La primera, la
descripción, digamos así, externa,
Al ingresar a este pabellón se encontraba excitada, habiendo durado en
este estado 4 días; durante este periodo presentó varios ataques (ignoro
de que naturaleza por no haberlo presenciado) que según la enfermera
consiste en que dejaba caer poco a poco en el suelo o en la cama tenía
los ojos entrecerrados y gritaba; al pasarle el ataque sabía perfectamente
quienes la habían atendido (cursivas mías); estos ataques se presentaban
generosamente por la noche habiéndole llegado a dar hasta 4 ataques en
un noche [...] No dormía; puede calcularse que le dieron 80 ataques en
total [...] Hace 60 días está completamente tranquila; constantemente
está cosiendo; siempre está contenta; presenta logorrea [...] Su memoria
está normal; presenta orientación de tiempo y lugar duerme bien [...]
Durante 8 días presentó gastro-enteritis. Actualmente se encuentra bien.
MIXCOAC, SEPTIEMBRE 19 DE 1923.6
que si bien es la que “impresiona” al observador médico, tampoco está
distante de esta experiencia la misma interna: su exterioridad también le es
externa: la frase en cursiva sabía perfectamente quienes la habían atendido,
2
El Manicomio General La Castañeda fue demolido en 1968, del edificio lo único que queda es
la fachada que fue reconstruida con las mismas piedras a cargo del arquitecto Emmanuel Lugo, en el
rancho de Arturo Quintana en Amecameca, Estado de México.
3
Fondo Manicomio General, Sección Expedientes Clínicos, Caja 6, Expediente 29, en adelante:
FMG, SEC, C6E29 (ingresa al Manicomio el 1 de septiembre de 1910 al 7 de octubre de 1931, fecha
en que fallece en el mismo).
4
Este es el nombre que reciben las anotaciones de los médicos en la Maison Royale de Charenton
(1821-1860): Registres d’Observation Medicales.
5
Es conveniente precisar que de la época a la que nos referimos es de la que va de la inauguración
del Manicomio (1910) a la primera y única remodelación que ocurrió en dicho nosocomio, en la
década de 1930. A partir de esa década las formas de registro se modifican. La descripción se reduce
a una terminología técnica y las citas de los dichos de los enfermos son recortadas con el propósito de
sostener la descripción (FMG, EC, C1202E38).
6
FMG, SEC, C6E29, p.15.
FIGURAS DE LA SALUD
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
constata esta tesis, pues en el momento de los hechos, al igual que los demás,
ella estaba en otra cosa, de la que toma noticia después en tanto dato externo
a ella misma. Es en esta exterioridad donde son depositadas las imágenes
que le llegan del otro, como veremos que ocurre con las intervenciones
fraternas. La segunda, la que recupera medianamente los dichos de los
pacientes, siguiendo un postulado del que tenemos noticias con las enseñanzas
de Esquirol: escriban lo que el enfermo les diga,7 decía a sus discípulos;8 es
decir, colocaba a los tratantes en posición de secretarios, posición que lo que
incluye es el registro puntual de aquello que se dice, los registros de Esquirol
(Maison Royale de Charenton, 18099 ) son los primeros en donde la voz
humana y la narración de eventos, el sonido hecho historia in situ, es trascrito
al papel, es el momento que la clínica toma apoyo en el campo de la música,
en particular en la escritura de las obras corales.
A estas dos formas de registro clínico podríamos agregar una tercera. Se
trata de la que es producida, en el caso que nos ocupa, por la propia enferma.
Sin embargo, llegados a este punto, es conveniente hacer dos precisiones.
En sentido estricto, el texto producido por la enferma, texto a la sazón,
escrito a mano, no es un registro clínico, es un testimonio. Es la puesta por
escrito —la narración— de una experiencia en cuya singularidad la escribiente
está concernida y, segundo, estos testimonios, en su momento, fueron
tomados y colocados en el expediente, hecho que muestra el tratamiento que
se le daba, quizás inadvertidamente, a lo singular de los escritos, éstos vienen a
formar parte del expediente, esta fue la ubicación inicial: están en el cuerpo...
del documento clínico y de esa manera inédita es destacado aquello que deviene
del enfermo.10 Singularidad que le otorga una inefable riqueza clínica.
7
Cfr. A. Carvajal, “Mujeres sin historia”, en Secuencia, núm. 51.
K. Jaspers, en Psicopatología general, decía que toda historia clínica correcta conduce a una
biografía.
9
A. Carvajal, “Registres d’observations médicales. Maison Royale de Charenton, 1821-1825”,
Annales Médico Psychologiques, 2003.
10
Ni en los registros de observaciones médicas de la Maison Royale de Charenton (supra n. 4), ni
en los expedientes clínicos de la Clínica de Tübingen, Alemania, se encuentran escritos de ningún
género por parte de los enfermos. Es decir, no forman parte de dichos documentos. Otra situación
resulta cuando es recuperado por alguien, alguno de los tratantes, alguno de estos escritos como el
caso del presidente Schereber, cuyas Memorias llegaron de alguna manera a manos de Jung y de ahí
a las de Freud, o bien, los textos dramáticos que escribía Ernst Wagner, que los regenteaba Robert
Gaupp, su psiquiatra.
8
FIGURAS DE LA SALUD
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
El expediente que nos ocupa, nos proporciona una pincelada más: se
trata de las caricaturas realizadas por Consuelo Brun que, junto con una
carta, las dirige al periódico El Universal para su publicación. Es evidente
que cada caricatura es una versión de su cuerpo.
Así, desde el documento veremos los ríos —ora muy largos, ora breves,
ora muy finos y cristalinos—11 de las descripciones médicas de la situación
de una enferma que confluyen de una y otra manera en la abigarrada cuenca
de una patología: una fabricación subjetiva. Nos detendremos en un lazo
que aparece en los documentos escritos, esta vez por la mano de la hermana
de Consuelo. Al estudiar un señuelo de un nombre que aparece en el
expediente, nos enteramos que también la madre es internada en el Manicomio al ver enloquecer a su hija y, de los cuidados12 que, madre e hija,
reciben cuando coinciden en el pabellón de pensionistas. En una entrevista
con el doctor Abel Carrillo,13 quien trabajó en la última década de vida del
Manicomio, nos decía que se encontraban con la noticia que “familias enteras
estaban internadas en La Castañeda, a veces en el mismo pabellón o en
distintos”, la explicación que él tenía a la mano para localizar el contexto de
dicho evento reiterativo era: “eso nos confirmaba que la genética tenía mucho
que ver, la enfermedad mental se heredaba de una generación a otra, familias
completas de enfermos”. Desde el psicoanálisis podríamos estar de acuerdo
en una herencia, incluso en lo que era llamado por Esquirol “tara hereditaria”,
mas a nivel de la lengua, de aquello que se transmite de una generación a la
otra a través de la lengua “materna”, lo que se transmite es aquello que en
una generación no alcanzó a ser resuelto y es colocado vía el ideal, a los hijos,
vía una tara-billa, y así se repite y se repite, hasta que sea registrado, ubicado,
puntuado. Regresemos al caso. Puntualizaremos en la confesión que hace
Consuelo del efecto que produce en ella la visión de un cuerpo masculino y,
11
En un trabajo próximo estudiaremos algunos brazos que, aunque llegan a la cuenca y ahí se
pierden al encontrarse, no dejan de enseñar sus finezas descriptivas y por ello una gran orientación en
la práctica clínica.
12
Manicomio: manía tomado del gr. mania ‘locura’, derivado de mainesai ‘estar loco’. Manicomio:
[Acad. 1869, no 1843], compuesto culto con el verbo cwin, ‘cuidar’. Diccionario Crítico Etimológico
Castellano e Hispánico, por Joan Corominas, Gredos, Madrid, 1984, vol. 3, p. 812. De donde podemos
decir que Manicomio es el lugar donde se cuida a la locura.
13
Cfr. A. Carvajal, ¿Dónde quedó la locura?, documental que recupera los testimonios de los
sobrevivientes de La Castañeda (en edición).
FIGURAS DE LA SALUD
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
la confusión-panóptica especular fraterna, una arista que resulta ser el desenlace
y con él, una salida sino del manicomio, ubicado por ella como un lugar
donde encuentra refugio, de la antropofagia imaginaria fraterna: la caricatura,
que parece permitirle trazar-dibujar14 el contorno de cuerpos de mujeres y
hombres y con ellos aproximarse a ese enigma de ¿qué es ser mujer? Al
mostrar(se) viendo verse, todas las realidades que ve una loca...15 desde el manicomio. De ahí el interés de que se publicaran sus dibujos, lo crucial de toda
obra dice Barthes, al igual que la creación, es la recepción de la misma.
Todas las realidades que ve una loca furiosa
del Manicomio los baños de tormento
llamados por Ibarrola, de temperatura. Más
caliente tú quémala bien... a mi me mordió la
muy.... friégala tú... Quiénes son las vigilantes?
Los mismos demonios, dicen las locas...
[FMG, SEC, C6E29, p. 86].
El erotismo una respuesta al enigma
Todos los enigmas que aparecen, no se sabe por qué,
cuando se estudia la sexualidad femenina, el enigma
que aparece a los ojos de algunos la sensibilidad de la
pared vaginal y el hecho, de alguna suerte, no digo
insituable sino limítrofe, del goce femenino16
14
Esta no es una metáfora, la paciente dibuja.
Cfr. Caricatura 7.
16
L. Lacan, El Seminario 16, “De un otro al otro”, clase 14, 12 de marzo de 1969.
15
FIGURAS DE LA SALUD
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
Consuelo Brun entra al Hospital de La Canoa17 el 17 de agosto de 1910, es
trasladada junto con 419 mujeres al flamante Manicomio General de
Mixcoac,18 inaugurado el 1 de septiembre de 1910.19 Egresa el 6 de noviembre
del mismo año. Regresa el 3 de mayo de 1911 y de esta ocasión encontramos
en su expediente la siguiente descripción detallada sin firma de quien la
realiza, aunque podemos presumir que es del médico que estuvo a cargo del
segundo internamiento, esta vez, en el Manicomio.
Consuelo Brun, soltera, de 22 años de edad, hija de madre histérica, y
padre excesivamente nervioso, se desarrolló normalmente desde su
infancia; comenzó á menstruar á los 16 años; no ha tenido hábitos
viciosos y ha padecido de dismenorrea, de dispepsia y de jaqueca. Es la
segunda vez que la Señorita B es víctima de un acceso de manía en el
curso de la Psicosis Maniaca Depresiva de que se encuentra afectada. La
primera vez ingresó al Hospital extinto de la Canoa en Agosto diez y
siete de 1910 llevando ya algún tiempo de excitación Maniaca que había
pasado en parte en su casa y en parte en el Sanatorio del Dr. Urrutia,
salió del Manicomio en noviembre seis de 1910 en período depresivo,
muy seria, triste, con tendencia al retraimiento pero conciente de su
estado, aunque sin poder sobreponerse á su tristeza; permanecía en la
casa de sus padres conduciéndose correctamente hasta fines del próximo
pasado Abril. Entonces se inició el segundo acceso de Manía el cual ha
seguido una marcha gradualmente ascendente hasta la actualidad en
que se puede decir ha llegado al acmé. Desde un principio este acceso lo
mismo que el primero ha sido de carácter marcadamente erótico.
Comenzó la Señorita por escribir una carta amorosa bastante cuerda
pero demasiado vehemente á su antiguo novio con quien ya no tenía
relaciones. Esto dio alerta á sus padres quienes la internaron por segunda
vez en el Manicomio el tres de mayo próximo pasado. Recién egresada
se hallaba consiente de su persona, pero en estado de excitación maniaca
siempre creciente. De entonces á acá su estado de excitación ha presen17
Hospital del Divino Salvador, llamado comúnmente La Canoa. A fines del siglo XIX, también
era conocido como Hospital para mujeres dementes. Fue fundado en el siglo XVII por Don José
Sáyago.
18
Cfr. op. cit., n. 6.
19
De la filmoteca de la UNAM se editó un breve filme de 43 segundos de la apoteósica inauguración
en el marco del centenario de la Independencia de la República. Revolución, CD-ROM, 1998.
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
tado los caracteres siguientes: extremada movilidad de sus ideas; suma
locuacidad estando las ideas bien coordinadas pero asociándose unas
con otras de un modo extravagante y por los menores estimulantes. Así,
hay con frecuencia asociaciones por asonancia, por semejanza puramente
de palabras y también hay volubilidad extrema hasta llegar en ocasiones
á la fuga de ideas. Ha tenido días en que la excitación motriz verbal no
se apacigua ni por aislamiento, ni por los baños tibios prolongados,
pero de ordinario estando sola se encuentra relativamente calmada,
aunque basta para que la excitación llegue á su colmo la menor estimulación, por ejemplo la presencia de cualquier persona sobre todo del
sexo masculino. Tiene indudablemente alucinaciones visuales y quizá
auditivas y también cenestésicas; su introspección se encuentra
perturbada hasta el punto de no tener sino una idea muy remota de su
verdadera personalidad; su conciencia de lugar y de las personas se halla
trastornada también, lo cual da lugar á un delirio complejo extremadamente variable pero siempre dibujándose sobre un fondo erótico. Por
ejemplo dice que es la virgen María casada con el arabe Rachid Shaucair;
otras veces se ha dicho francesa sin duda sugestionada por su apellido
que ella pronuncia a la francesa. Su delusión á sido por temporadas de
persecución creyéndose envenenada y negándose á alimentarse ó bien
perseguida por sus padres ó por su novio, ó más comúnmente su delusión
es de grandeza extravagante y absurda, dice que le basta ver á un varón
cualquiera para concebir y tener en la noche cien mil hijos.
Supongo que el sujeto reacciona a la ausencia de significante por la afirmación
tanto más subrayada de otro que, en tanto tal, es esencialmente enigmático.20
O bien hay mezcla de las dos formas de delirio como cuando se queja
de que han matado á los miles de hijos que ha estado teniendo. Todo
esto indudablemente tiene alucinaciones cenestésicas de orden genésico
y quizá también visuales. En sus alucinaciones visuales de persecución
ve indudablemente á empleados no los identifica con la imagen
alucinatoria; así por ejemplo al ver á la señora García le dice que no es
ella si no otra Pepa García la que la obliga á estar en contacto con treinta
ó cuarenta varones.
20
J. Lacan, El Seminario 3, clase 14, 11 de abril de 1956, p. 277.
FIGURAS DE LA SALUD
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
Su atención está muy alerta (la manía: falla de la atención fija, de la
fijación) [sic] y por la menor estimulación exterior se desvía del asunto
principal en que parecía haberse fijado. Sus afectos habituales se
encuentran no abolidos pero si relegados á las penumbras de la
conciencia; en cambio con mucha facilidad se suscitan en ella afectos
nuevos muy vehementes pero efímeros olvidados un segundo después
de haber nacido, de manera que en presencia de cualquiera persona
pasa del amor al odio y viceversa. Su conciencia se halla realmente
desagregada en particular con las que no le es posible formar una síntesis
actual. Esto mismo hace que su memoria esté desmenuzada pero no
abolida: provocando en ella ciertos recuerdos se producen las memorias
correspondientes con bastante claridad [...] En cuanto á signos somáticos
su estado de nutrición general ha disminuido; el sueño ha desaparecido
por completo y casi únicamente después de sus baños prolongados puede
tener algo de reposo. El apetito se encuentra muy disminuido; las fauces
secas; los ojos muy abiertos, con las pupilas medianamente dilatadas é
inmóviles. Los reflejos en general exaltados así como los diversos modos
de sensibilidad, pero hay que distinguir en este caso entre la sensibilidad
propiamente dicha y la atención que le concede la corteza cerebral; por
ejemplo el acto de tocar sus conjuntivas provoca un grito de dolor pero
interrogándola después no sabe porqué grita [...] Si hiperestesia y su
estado de agitación no le permiten estar vestida. Las funciones de vida
vegetativa se efectúan bien. La enfermedad se originó por alguna
decepción en unas relaciones amorosas sin que hubiera habido relación
á efecto sino fue tal vez el principio de un efecto psíquico.21
Citamos el texto en toda su extensión, por varios motivos: primero, es
muy raro que en los expedientes clínicos aparezca una descripción tan
minuciosa; segundo, por ser demostrativa de una forma narrativa que deviene
de la pluma del médico y, tercero, porque en él se logra evidenciar el carácter
morfológico de la erótica.
Destaquemos tres puntas del tejido citado: una, la de la erotomanía; segunda,
la falla en la atención fija y, tercera, la agitación corporal, la excitación. Puntas
que están presentes en cada uno de los internamientos de Consuelo Brun.
21
FMG EC C6 E29, pp. 60-2.
FIGURAS DE LA SALUD
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
En la mirada médica inaugural es localizada una de las tres, se trata del
Certificado Médico22 del primer internamiento, el único que tuvo en el
Hospital de La Canoa:
[...] el profesor en Medicina y Cirugía que suscribe, Certifico: que la
Señorita Consuelo Brun padece de Exitación maniaca, caracterizada
especialmente por Ninphomanía, de órigen histérico. Y para los fines
consiguientes extiendo el presente en México, á 17 de Agosto de 1910.
N. E. de Arellano.23
A esta localización podemos suscribir también los afanes de la hermana
ocupada por las probables consecuencias de este furor que le llega por la vía
etológica de una captura por la imagen del otro:24 le basta ver á un varón
cualquiera para concebir y tener en la noche cien mil hijos. ¿Qué es lo que le
basta? La imagen de un varón cualquiera no le basta, hay un resto que le
plantea una dificultad, es aquel que la provoca, la diferencia sexual, o mejor
dicho, en aquello que para el varoncito parece sostenerse la tal diferencia: el
pene, digamos así, el falo imaginario. Más adelante veremos que no es
justamente cualquiera sino aquel con nombre y apellido que se dirige a ella,
o bien, aquel que le entrega una carta. Es pues, esta cercanía etológica, que si
bien la ubica en un cierto campo identificatorio en tanto mujer-hembra,
esta convocación hace resbalar otra imagen, la imagen de la procreación,
justamente allí donde una posible simbolización podría conducirla, quizás,
al horizonte de la feminidad. Aquí vemos entrar la mirada de la hermana y
sus cuidados. La manía definida por el galeno: falla de la atención fija, de la
fijación, es compartida con la hermana en la paradoja: la hermana fija su
atención en el cuerpo de Consuelo; tampoco la pifia en la simbolización es
competencia exclusiva de la enferma, sino de un conjunto corporal llamado
complejo fraterno. Veamos qué traza la hermana GB: en una carta del 20 de
noviembre de 1924,25dirigida al director del Manicomio donde queda
constreñida la frase: varón cualquiera a un nombre y muestra entonces, el
22
Todos los expedientes de las mujeres que llegaron de La Canoa, cuentan con Certificados
Médicos.
23
FMG EC C6 E 29, p. 111.
24
J. Lacan, Seminario 3 “Las psicosis”, clase 13, 21 de marzo de 1956.
25
Se trata del cuarto internamiento: junio 20, 1924.
FIGURAS DE LA SALUD
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
sentido —he aquí de nueva cuenta la convocatoria imaginaria— de una
mirada panóptica; es la hermana la que introduce-resbala la imagen hombremirada-mujer-procreación y su ecuación con el hundimiento en la desgracia:
En cuanto al resto, casi me alegro de este amor mío, pues gracias á el, he
podido ver, que se le observa y vigila concienzudamente, lo cual no
puede menos de tranquilizarme y que mucho agradezco al Sr. Dr.
Martínez Baca y á cuantos en ello tienen parte. Creo convendrá que
exprese á ud., Señor Director, quien supongo y las razones que para
suponerlo tengo, que pueda ser el individuo con que han visto habla á
mi hermana, para las providencias á que haya lugar. El año pasado
conoció ahí Consuelo al asilado Salvador Pérez de Lara (cursivas mías);
yo nada sabía; pero cuando volví á traerla en el periodo de depresión, la
Sra. Esposa del notario Don Agustín P. De Lara, me mandó llamar y
con mucho sigilo me advirtió, que su sobrino, recién salido del Manicomio, le había dicho al Sr. Hijo de ella, que estaba enamorado de
Consuelo y que tarde ó temprano la hacía suya, como quiera que fuese.
Me advirtió además dicha señora que ese Señor su sobrino, es casado y
vicioso en extremo, que ya se arrobado dos jóvenes y que es muy astuto
y capaz de todo. En mi desamparo y soledad, tomé las relativas precauciones que pude, advirtiendo á mi criada, que en mi ausencia no avisaran
á mi hermana de quienes viniesen, ella lo notaba y se enojaba- ni pasaron
a mi despacho a nadie sin estar yo para ver quien era, toda vez que por
los negocios de la Testamentaría siempre me buscaban muchas personas.
Además, la profunda depresión de ella, facilitaba el cuidarla y alejaba
un poco el peligro. Pero cuando ella empezó á reaccionar, su primer
tema fue ese temor; yo la callaba y se enojaba conmigo y hasta que
volvió al hospital, no pude yo tener descanso.
Una vez que estaba yo de visita, hará tres meses, Salvador fue á saludarme
lo presentó y él me observó mucho. Después, supe que él estaba fuera
del hospital, tanto por aviso de la Sra. su tía cuanto porque lo ví en la
calle. Me sorprendí, cuando otro jueves, volví á verlo en el patio,
rondando a mi hermana y ella, con gran disimulo, lo seguía con la vista
muy alterada que iba y volvía por el comedor frente á nosotras, mirándola
también. Yo no le dije nada; pero observé (cursivas mías). Después, no
he vuelto á verlo ni ella me lo ha nombrado.
FIGURAS DE LA SALUD
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
Estas son las razones porque creo ser Salvador P. De Lara, dicho individuo,
y doy á uds. todos estos detalles, no fuera á suceder que facilite á mi
desdichada hermana la fuga y después la hunda en desgracia aún mayor
(cursivas mías) que la que ya tiene con su mal; y á mí, de paso, en todavía
mayor desolación de la que sobre mi alma pesa con la desventaja de mi
madre y de mi hermana única (esta es toda una confesión!). Bendito pues,
sea el hospital y la vigilancia de uds. Y pido mil perdones al Dr. Martínez
Baca y á ud., señor Director, quedando agradecida S.S.
GBS.
Carta a la que responde el director citando al pie de la letra el informe de
Martínez Baca, médico que recibe a Consuelo Brun en el quinto internamiento y es al único que reconoce como siendo su médico:26
A Consuelo Brun se le ha prohibido salir al campo, porque la vigilante
ha dado parte de que se separa del grupo de enfermas y procura entrar
en conversación con algún hombre: se ha ordenado que no le permitan
acercarse a las ventanas que dan al exterior, porque se la ha visto
platicando con algún individuo que se sitúa hacia fuera del Establecimiento; he dispuesto que no vaya al Cine, porque después de reiterados
ofrecimientos de enmienda, cuando se vé allí, se aparta de sus compañeras
y se acerca al lado de hombres emprendiendo conversación con alguno
de ellos; la última vez que fue hizo lo mismo, y al despedirse del enfermo
con quien estuvo platicando le recibió una carta (cursivas mías) que
nunca quiso entregar; se le había estado permitiendo la visita; pero se
observó que después de ellas regresaba excitada, descompuesta y le
volvieron los ataques histériformes que padece, después de que se había
logrado, con un tratamiento metódico, que se le retiraran, pues cuando
al principio le daban hasta varias veces al día, llegaron a suspendérsele
por un tiempo largo, quedando comprobado que solo por alguna
contrariedad o impresión moral le repetían dichos ataques. Así sucedió
con la visita del 30 de octubre a que se refiere la Sra. Guadalupe Brun
de Spada en la que yo observé; al pasar frente a ellas, que tenían una
conversación un poco acalorada lo que no me pareció extraño, pues sé que
26
“Y como mi salud es completa a Dios gracias pues desde que soy pensionista no se me ha
recetado ninguna medicina por el Dr. Martínez Baca que es mi doctor. Anticipo a usted mis
agradecimientos”. Carta del 17 de febrero de 1927, p. 65.
FIGURAS DE LA SALUD
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
no están en armonía según la misma Consuelo Brun me ha informado;
resultó que le dieron dos ataques allí mismo (cursivas mías),27 después de
que había tenido un periodo relativamente largo de estar bien, que la
Sra. su hermana no a disgusto entre ellas sino a impresiones de otra
naturaleza, o a impertinencias que ella misma no pudo evitar; pero sea
de ello lo que fuere, lo cierto es que no saliendo no tendrá esas causas
ocasionales para la repetición de los ataques y alteración de su salud por
lo que, en cumplimiento de mi deber, y a pesar de la insistente y errónea
creencia de la señora aludida de que obro por capricho, lo que para mí
es sin importancia, no retiraré sino hasta que sea oportuno, las disposiciones que en beneficio de la enferma, y órden del Pabellón tengo dictadas
porque así me lo impone mi conciencia médica, y así lo exige la rectitud
y honradez con que acostumbro proceder en todos mis actos. Sin otro
particular, soy de Ud. atto. afmo. y S.S.
El Director. Firma Nicolás Martínez.28
Informe que nos permitirá entrar por la segunda punta del tejido: la
agitación corporal. La descripción que hace Martínez Baca de la relación
fraterna es notable, pues recupera una de las circunstancias subjetivas primordiales: los obstáculos de la resolución del encuentro con el semejante. El
tercer internamiento de Consuelo Brun está matizado precisamente por un
encuentro con la hermana:
El semejante, esa vía legendaria29
El mimetismo tendría que definirse entonces como
un encantamiento fijo en su punto culminante, que
ha cogido al hechicero en su propia trampa.
ROGER CAILLOIS30
27
Decía la hermana de una interna en un hospital psiquiátrico: “de lo que me he dado cuenta
ahora que no vivo en la casa de mis padres, es que los ataques de mi hermana son el termómetro de la
situación familiar”.
28
FMG EC C6 E29, p. 56.
29
En su libro El mito y el hombre (FCE, México, 1998), Roger Caillois nos habla de la psicastenia
legendaria como una vía perturbadora en la relación de la personalidad y el espacio.
30
1998, p. 117.
FIGURAS DE LA SALUD
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
[...] Además, ¿quién sería esa familia ó casa lo bastante honorable y
apropiada para una señorita como tu? Mientras que en un Establecimiento, haciendo labores para entretanto, sin problemas sociales ni
familiares y tan por tu propio derecho (dececho?) como las demás, a
pesar de todo, estás mejor en todos los sentidos [...] No sabes lo duro y
amargo que es para mi no traerte á mi casa que sería siempre la tuya;
pero no es sólo mía y eso es más fuerte que mi voluntad y mi cariño: es
el deber y la necesidad de cumplirlo hasta el fin.
Con todo corazón te abraza tu hermana.
G.B. de Spada
INTERROGATORIO DEL 13 DE MAYO DE 192331
Evolución de la enfermedad: Por un disgusto con su hermana quien le
escondió las llaves de su ropero. [De esta misma fecha hay una Historia
Clínica 13 de mayo de 1923: en la Enfermedad actual se anota: Según
manifiesta la misma enferma es la tercera vez que ingresa al Manicomio,
atribuyéndose su mal á la herencia y á disgustos de familia. Comenzó
en esta ocasión, un año antes de su ingreso al manicomio sintiéndose
muy nerviosa é irritable de carácter pues todo le molestaba. Por un
disgusto con su hermana quien le escondió las llaves de su ropero (cursivas
mías), se violentó al grado de tomar un martillo y romper el ropero; en
seguida sufrió una lipotimia con pérdida del conocimiento; estos ataques
nerviosos los ha sufrido con relativa frecuencia. En el pabellón de Observación se le ha notado ciertos cambios en su carácter pues en ocasiones
se muestra alegre y contenta hasta con cierta euforia, con su actividad
intelectual aumentada, logorrea. Ha sufrido accesos de risa ó de llanto
inmotivadas, sucediendo después un periodo de convulsiones tónicas y
apenas se iniciaba el de las clónicas cuando volvía á recuperar el conocimiento y seguía llorando. Estos ataques los sufría varias veces en el día
llegando á darle hasta ocho. Otras veces tenía impulsiones físico-motrices
poniéndose algo agresiva con el personal del Pabellón por lo que fue
necesario solicitar su pase al Pabellón de excitadas en cuyo Pabellón
estuvo desde el día 30 de junio del presente año hasta el 19 de septiembre.
A su regreso á este Pabellón se presentaba ya más tranquila y solamente
el algunas ocasiones la invadía cierta tristeza ([...] se dice que está en
31
FMG EC C6 E29, p. 14.
FIGURAS DE LA SALUD
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
condiciones de salir con su familia). Fue tratada durante la fase aguda
por derivativos purgantes, sedantes físicos (balneoterapia tibia) bromuros,
hipnóticos así como inyecciones de Ginocrinal. Diagnóstico: Psicosis
Histérica. Mixcoac, Distrito Federal, diciembre 3/923 J.F. Elizondo].
En seguida sufrió una lipotemia, con perdida del conocimiento. Estos
“ataques nerviosos” los padece con relativa frecuencia.
El caso de las filias es todavía más lamentable; se comen entre sí,
confundiéndose con verdaderas hojas, de suerte que se podría pensar en una
especie de masoquismo colectivo que lleva a la homofagia mutua, siendo la
simulación de la hoja una provocación al canibalismo en esa especie de
festín totémico.32
La hermana confirma las dificultades de su cercanía fraterna al destacar
en otro momento de la carta ya citada del 20 de noviembre de 1926:
Solo una cosa tengo que rectificar al Sr. Doctor; hace tiempo que mi
hermana no disputa ni platica conmigo en forma violenta, lo cual, justamente, me hacía considerarla mejorada, pues su falta de benevolencia
hacia mí, es precisamente uno de los principales síntomas, de la cual,
esta vez, se había mostrado mucho menos poseída, que la vez anterior,
en que la estuvo excitadísima (cursivas mías).
Veamos ahora una carta que Consuelo le dirige a su hermana:
Sra. GBS
Atzcapotzalco
Querida hermana:
Las presentes líneas tienen por objeto saludarte, así como á la Nena,
deseándoles salud y felicidades. Deseo que si me haces favor el día que
venga María Rojas ó sea el próximo jueves, me mandes en ese belice
grande que tienes toda la ropa que tengo en mi ropero exceptuando
únicamente las alhajas, que son mi reloj pulsera que esta arriba en su
cajita y la cadena de oro de mi mamá que uso y otros estuches que están
32
R. Cailllois, op. cit., p. 116.
FIGURAS DE LA SALUD
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
en la caja en que guardaba el gasto todo esto te ruego me lo guardes en
esa misma caja en tu guardarropa de tres lunas para mayor seguridad,
[...] el mimetismo morfológico podría ser entonces una verdadera fotografía,
pero de forma y relieve, una fotografía en el plano del objeto y no en el de la
imagen, una reproducción en el espacio tridimensional con relleno y
profundidad: una fotografía-escultura o, mejor dicho, una teleplastia, si se
despoja a la palabra de todo contenido metapsiquista.33
pues no quiero que las criadas por muy buenas que sean, tengan todas
estas cosas en su poder, y como lo que fue mi recámara está muy cerca
de ellas, temo que creyéndome loca como tú (cursivas mías), se les antoje
mis alhajitas que aunque no valgan gran cosa, para mí, valen mucho.
También guardarás tu abrigo de Imalaya solamente quiero los míos ó
sea mi capa militar el sweter y mi rebozo azul, pues aquí hace mucho
frío y no me parece justo que yo me muera de frío y los abrigos estén en
tu casa, aquí se cuida lo mismo al indigente que el pensionista de tercera,
así, que te ruego no vuelvas nunca á pagarme esa pensión, pues la comida
es peor que la del Colombo; así, que no te molestes ni un día más, por
tu ingrata hermana.
Recibe recuerdos afectuosos de C.
Guardarropa de tres lunas, de tres imágenes, de tres cuerpos, de tres
mujeres y una cadena de oro materna que, a propósito del juego generacional,
quedan confundidos los lugares, es Guadalupe, la hermana quien se hace
cargo con una ventaja: el ‘encierro’ de la excitación del cuerpo de la hermana.
A manera de hipótesis, la madre queda en la cadena sin destacar ninguna
diferencia al impedir, posiblemente, la localización de una tercera instancia.
La única noticia que tenemos del padre es que era muy nervioso y era quien
acompañaba a Consuelo para que se internara. Guardarropa de tres lunas:
un cuerpo que es un ‘exterior’, otro que cuenta en tanto desventaja y el
tercero que tiene las llaves escondidas de una mirada panóptica de tres lunas.
Consuelo Brun habla de este lazo y sus límites, de los que, en esa época,
no encuentra otro lugar más que el manicomio y un posible reconocimiento
más allá de las tres lunas: un reconocimiento público.
33
R. Caillois, op. cit., pp. 111-112.
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
Carta a Ana Godinez de Pastor de junio 4 de 1923 que vive en Puebla:
Mis queridísimas amigas:
Hace muchos días que tenía deseos de escribirles; pero ha corrido para
mí desde hace 3 años una de las más amargas páginas de mi triste vida
que es como sigue:
Desde que me vine de mi queridísima Puebla puedo decirles con toda
verdad, que no he tenido ni un solo día, no digo ya de felicidad, que
esta, no se alcanza nunca, en esta triste vida; pero ni siquiera de una
tranquilidad relativa.
Como Uds. Creo recordarán mi hermana Lupe es muy buena y generosa
conmigo respecto á dinero y todo lo que en la material pudiera yo
desear; pero mi carácter y el suyo son tan opuestos de todo á todo que
esos choques violentos ocasionados cada día y en cada pequeño detalle
de la vida íntima, en su casa, y estos disgustos continuos tanto con mi
pobrecita madre, como conmigo, determinaron en mi corazón y en mi
salud la decisión terrible de preferir sepultarme en vida en este triste
manicomio que mi bendito Padre Porfirio Díaz que de Dios goce, dejó
para bien de tantos pobres de tantos locos y tristes y desgraciados como
somos y aquí tenemos hogar pan y refugio (cursivas mías) bendito sea mil
veces todos los que fundaron este bendito asilo para los infelices como
lo es su desgraciada amiga.
Con recuerdos cariñosos para: los Zaragoza los Cantú y demás familia
se despide su amiga que no las olvida. C.
Constatación a la que da lugar la hermana:
[...] debemos resignarnos tu, á procurar buscar ahí mismo, con el Doctor
o el Director, alguna mejoría á tu situación, siempre al amparo del
Establecimiento, como tu misma lo has pensado otras veces; yo a
prescindir en cierto modo de mi grande cariño y solicitud por ti.34
En el quinto internamiento una vez más el cuerpo de CB está en juego, la
mirada de otro y los cuidados de la hermana que tiene el mismo nombre
que la madre:
34
Carta del 28 de septiembre de 1928, p. 6.
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
EVOLUCIÓN DE LA ENFERMEDAD. Hace como veinte días que empezó a
aborrecer a su hermana la Sra. GBS porque le previno que no saliera
sola y volvió a manifestarse muy impresionada por individuos de quien
se dice enamorada y con quien tiene correspondencia.35
Es notable el comentario que en el quinto internamiento hace Martínez
Baca, quien da lugar a la solicitud de CB de trabajar en el Manicomio:
Fuera de este tema, y en el momento del reconocimiento, parece cuerda,
contesta bien a las preguntas, nada se nota en su memoria, orientación
ni en sus demás facultades mentales; dice que no está enferma ni padece
de nada y que por un capricho de su hermana la mandan a Pabellón. En
su estado físico nada hay digno de notar.36
El nada se nota nos permitirá ubicar ahora los dibujos que Consuelo
Brun realiza y solicita a El Universal su publicación. En ese nada se nota llega
a realizar algo notable. He aquí la atención —la tercera punta del tejido—
que logra fijar los trazos de cuerpos por el filo alegre de la debelación puntual
de la caricatura.
La caricatura, el instante
Erótica de un cuerpo
Nuestra corporalidad es un requisito necesario para
nuestra identidad social.
BRYAN TURNER
Su atención está muy alerta y por la menor estimulación exterior se desvía
del asunto principal en que parecía haberse fijado.
Podemos decir, con los dibujos de Brun, que estar con la atención muy
alerta le permitió fijarla en los pormenores, ociosidades, le llamó ella, aunque
del asunto principal, que no sabemos cuál era (¿el del médico?), se haya
desviado. Hecho que muestra algo: el asunto principal, cualquiera sea éste
35
36
Interrogatorio del 25 de septiembre de 1925, realizado por Martínez Baca, p. 21.
Cfr. nota anterior.
FIGURAS DE LA SALUD
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
Mixcoac, noviembre 17 de 1926
Sr. Director del Departamento
de Caricaturas del Universal
Presente
Muy Señor mío:
Como sé que Ud. dirige el departamento
de Caricaturas en el Periódico el Universal,
me atrevo á dirigir á Ud. la presente. Soy
una Loca del Manicomio General, y si Ud.
no nos tiene miedo... ni á las Heroínas, ni á
las Locas alegres, lea lo siguiente, que es fruto
de mis vicios y de mi estancia por cinco veces
en el Manicomio General... No me conoce Ud. ni me conocerá nunca por eso me atrevo a mandarle estas
ociocidades que espero le serán útiles para su periódico por ser de gran actualidad y rigurosamente ciertas.
No se si Ud. conozca esta prisión y Burdel disimulado pues tres de mis amantes los he sacado de aquí, y
cuando hemos salido, nos fuimos al legítimo que era mucho más lujoso y productivo para ejercer nuestra
profesión y oficio, en fin, como Ud. quiera llamarle al nuestro.
Una Heroína
Del Manicomo General que ha estado aquí cinco veces...
FMG EC C6 E29, p. 89.
para el que así escribió, Brun no dejaba de atenderlo: su desviación del
mismo lo constata; lo atendía en su desinterés, ella ponía su interés en otra
cosa. La localización de su alerta es precisa y absolutamente pertinente, sin
embargo su recepción se colapsa al ser colocada en el des-vío.
La vía son los dibujos.
Cualquier dibujo puede ser definido como un conjunto de trazos hechos
sobre una superficie con la intención de crear una imagen o un esquema.
[...] El dibujo es el medio más directo del que dispone el artista para
responder a un estímulo que le haya llamado la atención [...] la forma más
rápida de registrar estas informaciones es dibujarlas37 (cursivas mías).
37
I. Simpson, Curso completo de dibujo, Blume, Barcelona, 1999, p. 6.
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LA CARICATURISTA • LA ERÓTICA, UNA MANÍA CORPORAL
No hay datos en el expediente clínico,
ni en el periódico citado, que nos muestren
que los dibujos hayan sido publicados, por
lo tanto no podemos ahora saber las posibles consecuencias de ese hecho, lo que sí
podemos decir, es que representaba una
vía para dar lugar a lo que atendía: un
cuerpo, el que no dejaba de enviarle noticias de que a ella —aunque por la línea
oblícua de la mirada fraterna— concernía,
su cuerpo que le mostraba tener que ver
con cuerpos de mujeres, y que se excitaba
ante la presencia de cuerpos masculinos,
así la pregunta de Consuelo podría ser
quizás: ¿qué es tener un cuerpo de mujer? El Dr. H en el Manicomio General... Y
una Enfermera. (Abajo a la derecha) Nos
Los dibujos, sus autoretratos le daban veremos en el Cine.
noticia, una noticia, lo colocaban en relación a otros cuerpos en una suerte de colección —nuevamente la convocatoria
metonímica de imágenes que sin embargo a ella le daban un señuelo—
tener un cuerpo así: como el de las demás, eso ahí era su cuerpo.
La llamada ninfomanía le permitió a Consuelo Brun dibujar aquello que
los demás advertían, su cuerpo en el furor de aprehensión de ser descubierto
en tanto “masa esencial”38 en excitación.
Oye Nicolás, no vayas Hoy al cine del
Manicomio... porque pecas!... qué importa,
si al fin; dice mi Papá Calles que no hay
infierno... Ándale mano... vamos no seas
hipócrita! Pero siempre! Pues que te lleven las
diablas... es decir... los diablos me equivoqué.
(Encima del dibujo a manera de nombre del
mismo) Observación, colección de putas.
38
I. Klein, Le vrai deviene réalité, 1960.
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Fuentes primarias
Expedientes Clínicos de la Clínica de Tübingen, Alemania.
Fondo Manicomio General, Sección Expedientes Clínicos, Caja 6 Expediente 29.
FMG; EC, C 1202; E38.
Registres Médicaux Hommes et Femmes, Maison Royale de Charenton, 1818-1821,
2MI60 4X677 (microfilmado), Archives Departamentales du Val de Marne,
10, rue Des Archives, 94006, Creteil Cedex, France.
Bibliografía
Caillois, R. (1998), El mito y el hombre, FCE, México.
Carvajal, A., “Mujeres sin historia”, en Secuencia, núm. 52, Revista del Instituto
Mora.
—— (2003), “Registres d’observations médicales. Maison Royale de Charenton,
1821-1825”, Annales Médico Psychologiques.
Corominas, Joan (1984), Diccionario Crítico Etimológico Castellano e Hispánico,
vol. 3, Gredos, Madrid.
Warr, Tracey (ed.) (2006), El cuerpo del artista (estudio de Amelia Jones), Phaidon,
Barcelona.
Jaspers, Karl (1913), Psicopatología general, FCE, México, 1993.
Klein, M., Obra completa, Paidós, Buenos Aires.
Lacan, J. (1956), Seminario 3, “Las psicosis”, clase 25, 4 de julio; y Seminario 16.
Lorenz, K. (1980), La agresividad ese pretendido mal, Siglo XXI Editores, México.
Revolución, CD-ROM, 1998.
Simpson, I. (1999), Curso completo de dibujo, Blume, Barcelona.
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