República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN CIVIL Magistrada Ponente MARGARITA CABELLO BLANCO Bogotá, D. C., treinta y uno (31) de mayo de dos mil trece (2013). Ref: Exp. 47001 31 03 005 2003 00162 01 Procede la Corte a resolver sobre la admisibilidad de la demanda de casación formulada por el convocante, contra la sentencia de 28 de junio de 2011, proferida por la Sala Civil— Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Marta, dentro del proceso ordinario que OSWALDO DIAZ GRANADOS ALZAMORA instauró frente a LA CAJA AGRARIA EN LIQUIDACIÒN—UNIDAD DE NEGOCIOS DE SEGUROS EN LIQUIDACIÒN, LA PREVISORA S.A COMPAÑÌA DE SEGUROS, C.I TÉCNICAS BALTIME DE COLOMBIA S.A y C.I PROMOTORA BANANERA S.A. ANTECEDENTES 1.- El mencionado accionante promovió juicio ordinario a efectos de que se declare que el riesgo asegurado con la póliza No 0317 de Seguros a la Inversión Agrícola de Cultivo Tecnificado de Banano expedido el 6 de mayo de 1999 por Seguros CAJA AGRARIA, se produjo durante los días 20 de septiembre y 6 de octubre de 1999. Por consiguiente pidió que se condene a la República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil CAJA AGRARIA en liquidación y en su defecto a LA PREVISORA S.A a pagar a título de indemnización la suma reclamada en el libelo o la que resulte probada. Subsidiariamente, en el evento de que se absuelva a las entidades aseguradoras, que al resto de las convocadas se les conmine al pago por la reparación de los perjuicios sufridos con ocasión de unos vientos huracanados que asolaron la finca “la Virginia”. 2.- Tramitada la actuación en debida forma, el Juzgado Cuarto Civil del Circuito de Santa Marta mediante sentencia de 13 de julio de 2007, declaró probada la excepción de inexistencia de la obligación a indemnizar por terminación automática del contrato de seguros por pago de la prima, razón que lo llevó a denegar las súplicas de la demanda. Su basamento fue fundamentalmente que el legislador previó como causa para finalizar el contrato de seguro el incumplimiento en el pago de la póliza. 3.- El antedicho pronunciamiento, una vez recurrido en apelación, lo desató el superior confirmando la decisión de primer nivel y declarando la ausencia de legitimación en la causa de la pasiva LA PREVISORA S.A COMPAÑÍA DE SEGUROS. En esa misma providencia, se desató igualmente una apelación de auto relativo a pruebas, y la segunda instancia dispuso modificar el proveído de primer nivel para en su lugar “disponer que se tengan como pruebas los documentos de contenido declarativo emanados de la parte acompañados con la contestación de la demanda”. Los fundamentos del fallo, en lo que respecta a la sentencia recurrida se compendian así: 3.1.- Precisó la sentencia la naturaleza jurídica del contrato de seguro acorde con la previsión normativa del artículo 2 M.C.B. 2003 00162 01 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil 1036 del Código de Comercio y de la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia. Analizó seguidamente el reparo que hizo el censor a lo dispuesto por el a quo luego de declarar probada la excepción de inexistencia de la obligación de indemnizar por terminación automática del contrato de seguro, dado el incumplimiento en el pago de la prima, con fundamento en una supuesta mora creditoris. Sobre este punto, entendió el juzgador de segundo grado que no es cierto que la aseguradora se haya negado a recibir el pago, según desprende de los medios probativos allegados al plenario. En cuanto a la otra inconformidad del recurrente, según la cual quien estaba obligado a pagar la prima era la comercializadora a la que se encontraba afiliado “haciendo énfasis en que la había autorizado para descontar una suma específica por caja de banano …”, fue un asunto al que le restó importancia el Tribunal por cuanto que, como lo dijera: “Sumado a las pruebas documentales reseñadas se tiene que en la demanda el actor admite que no se efectuó el pago de la prima, “lo cual debieron empezar a hacer a partir del embarque del 27 de mayo de 1999”, refiriéndose a la obligación de las comercializadoras demandadas a quienes les endilga responsabilidad por no realizar los susodichos descuentos, porque según sostiene su único deber era firmar la carta de autorización a la Comercializadora para tal efecto, lo que no resulta cierto, habida cuenta de que el artículo 1066 del Código de Comercio radica en él el deber de pagar la prima. Pero con independencia de su comportamiento, la razón por la que la Unidad de Seguros de Caja Agraria en Liquidación objetó la reclamación de la indemnización consistió en que el 3 M.C.B. 2003 00162 01 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil contrato no estaba vigente cuando ocurrió el siniestro asegurado (…)”. 4.- La parte actora interpuso recurso de casación. Concedido por el Tribunal; la Corte lo admitió y en tiempo hábil se sustentó. Procede la Sala ahora a pronunciarse sobre la viabilidad de la demanda previas las siguientes, CONSIDERACIONES 1.- Desde los mismos inicios del recurso extraordinario de casación en Colombia hasta la fecha, La Corte Suprema de Justicia, con fundamento, desde luego, en la Constitución y la ley, como en la facultad y las atribuciones que le corresponden como máximo órgano judicial ordinario, ha asentado claras reglas en torno a los requisitos, tanto de forma como de técnica, que debe cumplir este excepcional mecanismo de impugnación. Por ello, a partir de su naturaleza y características, así como de lo previsto en los Decretos 522 de 1988 y 2651 de 1991; de leyes como la 446 de 1998 y, claro está, de lo regulado en el Código de Procedimiento Civil, ha habido una constante línea jurisprudencial sobre la labor que debe acometer el recurrente para lograr que su reproche sea considerado en el fondo del asunto, no obstante que tales exigencias, han venido siendo morigeradas con el tiempo. 1.1.- Así, como es sabido, al momento de su sustentación, su promotor debe cumplir un mínimo de formalidades, cual lo demandan los artículos 374 del Código de Procedimiento Civil y 51 del Decreto 2651 de 1991, adoptado como legislación permanente por el artículo 162 de la Ley 446 de 1998, exigencias respecto de las cuales estableció diversas pautas encaminadas a 4 M.C.B. 2003 00162 01 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil fijar el alcance de las disposiciones evocadas. Esa orientación, precisamente, determina que el escrito a través del cual se pretende fundamentar el recurso, debe observar, de manera ineludible, dichos requerimientos, pues es palpable que apartarse de ellos, como ha sido establecido, genera la deserción de la censura. 1.2.requisitos, En esa el artículo 374 perspectiva, relativamente a tales del C. de P. C., establece que la demanda que recoja la acusación debe contener por separado la formulación de los cargos contra la sentencia recurrida; además, explicitar los fundamentos de cada acusación, proceder que corresponde asumir en forma clara y precisa. Y si se invoca la causal primera, es indispensable señalar las normas sustanciales que se consideren violadas. También, corresponde al censor, cuando la denuncia alude a errores de hecho, individualizar las pruebas indebidamente apreciadas y demostrar los mismos, y si, eventualmente, involucra una violación de normas probativas, citar aquellas que fueron desconocidas, preocupándose, eso sí, por denunciar cómo se produjo su vulneración. Todo lo dicho aunado a que el recurrente, debe dirigir su propuesta impugnativa a los pilares del fallo; no puede, entonces, desentenderse de lo fundamental y, a su arbitrio, escoger qué aspectos involucra en el escrito sustentatorio, pues, en tal hipótesis, aquellos puntos desprovistos de censura, al quedar incólumes, sirven de sustento a la sentencia y, por ahí mismo, la legalidad que le asiste permanecerá intocable. 1.3.- Estas líneas resaltan, de manera particular, algunos de los requisitos meramente formales a los que debe sujetarse el recurrente. Sin embargo, al acometer el fallo de fondo, surgen algunas otras circunstancias cuya presencia devienen 5 M.C.B. 2003 00162 01 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil indispensables para alcanzar la valoración de mérito que debe realizar la Corte. Esas exigencias de técnica dan al traste, al momento de detectar su ausencia, en buen número de oportunidades, con la prosperidad del recurso. 1.4.- Precisado lo anterior, a las claras, los tres cargos que soportan la acusación, se tornan desprovistos de las pautas establecidas y, por consiguiente, teniendo en cuenta su consagración legal, sobreviene la deserción del recurso. 2.- En el caso del primer cargo, nótese que se apoyó en la causal primera del artículo 368 del CPC “por considerar la sentencia acusada como violatoria de la ley sustancial, de los artículos 1066 y 1068 del Código de Comercio, normas que fueron indebidamente aplicadas por el Tribunal (…) procediendo tal infracción de la apreciación errónea, por error de derecho”. 2.1.- Esto último, lo sostuvo el casacionista por cuanto, luego de que el ad quem absolviera a la CAJA AGRARIA en liquidación, con el argumento de que “para la fecha del siniestro la póliza había fenecido por terminación automática del contrato por mora en el pago de la prima” (sic), al analizar esa consideración, el Tribunal yerra “al tomar la norma de manera inaplicable” dado que la póliza suscrita por el demandante DIAZGRANADOS ALZAMORA, tenía condiciones especiales en lo atañedero a su pago, “lo que había surgido como consecuencia de una política de Estado, definida para proteger a los agricultores de Banano, frente a hechos que atacan y destruyen sus cultivos, lo que redunda en graves perjuicios para la economía nacional (…). Forma claramente definida, una autorización entregada al comercializador de la fruta, quien debía descontar una suma especifica de dinero para 6 M.C.B. 2003 00162 01 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil con ella, este dispusiera el pago de la póliza aludida, y se resalta que la autorización del pago de la prima, era IRREVOCABLE, pues para que perdiera efecto tal autorización se requería la autorización del Gerente (…)”. (Negrilla fuera de texto). Más adelante agregó que si el Tribunal se hubiera dispuesto a atender el tipo de seguro, se habría percatado de su especialidad y a otro desenlace tendría que haber llegado porque, “la posición de la política estatal para el sector productivo, con protección especial para el pequeño productor, es pública, constituyéndose en un hecho notorio, lo cual no amerita ser probado, y que características y de ser analizado condiciones permitirá especiales que entender las determinan la interpretación y aplicación de los artículos mencionados”. 2.2.- Pues bien sea lo primero advertir, que el memorialista no precisó la ruta de ataque, esto es, si lo hacía por la vía directa o indirecta, y a pesar de que plantea que la apreciación errónea de los artículos 1066 y 1068 del Estatuto Mercantil se produjo por “error de derecho”, destacando lo relativo a la autorización para el pago de la prima, no hay dentro del contenido de su demanda de casación, mención o alusión de ninguna especie en punto a que el sentenciador se equivocara, o de cualquier forma errara en cuanto hace a la aplicación de las normas legales que regulan la aducción, pertinencia o eficacia de la prueba, aspecto inmanente a esta forma de acusación. 2.3.- Además de lo anterior, si se repara en los basamentos torales del proveído demandado con este recurso extraordinario, se observa que el análisis se concretó en declarar 7 M.C.B. 2003 00162 01 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil probada la excepción de inexistencia de la obligación de indemnizar por terminación automática del contrato de seguro, dado el incumplimiento en el pago de la prima, con fundamento en una supuesta mora creditoris. De suerte que se encuentra un desenfoque técnico, pues al margen del tino o desacierto del Tribunal en su juicio, si esa fue la verdadera razón para abrirle paso a la excepción en comento, el problema estaría en el alcance que se le dio al mismo sustrato fáctico que la estructuraba y no en argumentos sobre hechos relacionados con políticas de Estado diseñadas para “proteger a los agricultores de banano”. El reproche, en consecuencia, debió dirigirse a poner de presente y a demostrar, por el cauce que en casación correspondía, que el juicio respecto de la prosperidad del medio de defensa formulado era equivocado, falencia que conlleva a que el mismo no sea idóneo formalmente. 3. El segundo cargo, lo formuló el censor al señalar la también violación de los artículos 1066 y 1068 del C. de Co. “por existir indebida aplicación de dichas normas, infracción proveniente de error en derecho, respecto de la apreciación de los documentos que refieren la negativa a pagar los daños sufridos y debidamente asegurados”. (Negrilla fuera de texto). Prosiguió así el desarrollo y soporte de la censura: “De manera particular, procedo a señalar los siguientes errores de derecho. Carta de fecha de 16 de noviembre de 1999 dirigida a OSWALDO DIAZGRANADOS ALZAMORA, en la que el Gerente Liquidador de la Unidad Agrícola de negocios de seguros de la CAJA AGRARIA en liquidación expresa que esa entidad no está obligada a reconocer valor alguno por el siniestro, en razón de la 8 M.C.B. 2003 00162 01 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil estipulación de la clausula séptima del contrato de seguro, referida a pago de la prima y terminación automática del contrato, según lo establecido por el artículo 1068 del C. de Co”. 3.1.- Y a eso se limitó la demostración de la propuesta impugnativa, con lo que queda patentizado la insuficiencia de su embestida, por no precisar en qué consistió el error de derecho. Es más, en gracia de entenderse que la disputa es por el valor jurídico que se le otorgó o no a la misiva atrás relacionada, ello no fue planteado claramente en el ataque. Recuérdese que, como lo ha reiterado la Corte, en sede de esta opugnación extraordinaria, el casacionista debe llenarse de razones potísimas que corresponden a él revelar, amén de desarrollar un discurso claro, preciso, comprensible y completo. Sobre el particular ha sido constante la jurisprudencia de esta Corporación y en lo pertinente en providencia de 11 de mayo de 2010 exp. 2004-00623-01, expuso que “(…) la demanda de casación ‘(…) debe contener los fundamentos de cada censura, ‘en forma clara y precisa’; lo primero supone expresar la acusación en forma paladina, es decir, mediante la exposición del reproche de manera concisa y coherente como corresponde al estrado de la casación al que se llega cuando la controversia se ha depurado suficientemente en las dos instancias precedentes. La precisión significa exactitud y acierto en la identificación de los defectos que a la sentencia se atribuyen para ver su adecuación a la causal que le sirve de cimiento’ (…)”, presupuestos que, todos, se echan de menos en el memorial materia de decisión. 3.2 Adicionalmente, no bastando el defecto consistente en la falta de claridad y precisión del cargo, nótese que al haber 9 M.C.B. 2003 00162 01 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil denunciado un error de jure respecto de la misiva atrás relacionada de 16 de noviembre de 1999, configurado “en la apreciación de las pruebas documentales que fueron base esencial en la consideración” (sic), ello patentizaría eventualmente un yerro de facto, relacionado como bien se sabe con la apreciación física o material de las pruebas, por ser, en fin, un reproche vinculado cual lo ha señalado esta Colegiatura, con “desarreglos ópticos”, siendo el problema “de pupila” no de discernimiento ni de disciplina probatoria. Síguese, entonces, que cometió el recurrente una mixtura de faltas que en sí mismas son incompatibles, toda vez que, a pesar de que muestra el cargo y discurre en su escasa fundamentación por los causes del error de derecho, el yerro al que en verdad aludía, de haber existido, era el de hecho, tornándose inadmisible el cargo. 4. El último embate tuvo venero en la misma causal primera “por considerar la sentencia objeto del recurso violatoria de la ley sustancial, como consecuencia de error de hecho manifiesto en la apreciación de la demanda y de su contestación”, para lo cual aseguró que el libelo “fue claro en determinar los hechos que la originan, la responsabilidad de los demandados (…) quienes quedan vinculados por la existencia de UN PODER ESPECIAL E IRREVOCABLE, por parte del mandante, salvo la aquiescencia o permiso del Gerente de Seguros de la CAJA AGRARIA”. 4.1.- Revisado con detenimiento el cargo tercero del memorial, observa esta Corporación, delanteramente, que no se enunciaron las normas sustantivas presuntamente infringidas. A propósito de la causal primera de casación —carril seleccionado por el demandante para embestir la sentencia acusada— tiene dicho la 10 M.C.B. 2003 00162 01 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil Sala que “…en el marco de dicho motivo casacional, es deber del impugnante precisar las normas sustanciales violadas, cualquiera que sea la vía que haya escogido para perfilar su acusación: la directa o la indirecta, sin que, tratándose de esta última, pueda excusarse su señalamiento a pretexto de la demostración de los errores de apreciación probatoria que se le endilguen al fallo, o de la determinación de las normas probatorias supuestamente quebrantadas –cuando se predique la comisión de un yerro de derecho-, pues si a esto último se limitare el recurrente, omitiendo la mencionada exigencia, quedaría trunca la acusación, en la medida en que no podría la Corte, al analizar el cargo, establecer oficiosamente cuáles disposiciones materiales habrían sido quebrantadas a consecuencia de los yerros que se hubieren acreditado” (auto de 7 de diciembre de 2001, Exp. 0482-01) (Negrilla fuera de texto). En este orden de ideas, el opugnador, a riesgo de la inadmisión del recurso y su deserción consecuencial, no puede sustraerse de reseñar qué cánones de esa estirpe considera violentados, considerando, eso sí, que como de vieja data lo tiene definido la Corte, son normas sustanciales aquellas que "en razón de una situación fáctica concreta, declaran, crean, modifican o extinguen relaciones jurídicas también concretas entre las personas implicadas en tal situación"1, al tiempo que “constituyen la médula del litigio, en tanto que en ellas aparece consignado el supuesto de hecho o la consecuencia jurídica que es objeto de debate…”2. 1 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Auto de 1º de abril de 2004. Exp. No. 08758-31-84-001-1999-00915-01 2 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Auto de 22 de noviembre de 2010, Exp. No. 11001-31-03-006-2000-00950-01. 11 M.C.B. 2003 00162 01 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil 4.2.- No obstante el imperativo prenombrado, la demanda que transita por la Corte en lo que a esta última acusación atañe, se encuentra ayuna de tal presupuesto, dado que el casacionista desdeñó dicha carga y, contrariamente a ello, yendo en absoluta rebeldía de la exigencia legal, no cumplió con indicar una siquiera de las normas sustantivas presuntamente vulneradas. Lo dicho se puede concluir sin dubitación alguna por cuanto que, el promotor del recurso excpcional, en el discurso enfilado en contra del fallo de segunda instancia, omitió, en términos absolutos, referirse o al menos mencionar las normas violadas por el sentenciador, advirtiéndose un descuido total en ese sentido. Habida cuenta de lo señalado, los cargos formulados no se avienen a las exigencias formales del artículo 374 del C. de P. C. situación que apareja su inadmisión y, correlativamente, la deserción del recurso extraordinario aquí formulado. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, en Sala de Casación Civil, RESUELVE Primero: INADMITIR la demanda presentada por el convocante, a través de apoderado, contra la sentencia de 28 de junio de 2011, proferida por la Sala Civil—Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Marta, dentro del proceso ordinario identificado en el encabezamiento de esta providencia. 12 M.C.B. 2003 00162 01 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil Segundo: DECLARAR desierto el recurso. Tercero: ORDENAR devolver el expediente al Tribunal de origen. NOTIFÍQUESE MARGARITA CABELLO BLANCO RUTH MARINA DÍAZ RUEDA FERNANDO GIRALDO GUTIÉRREZ ARIEL SALAZAR RAMÍREZ ARTURO SOLARTE RODRÍGUEZ JESÚS VALL DE RUTÉN RUIZ 13 M.C.B. 2003 00162 01