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FAMILIA
Este itinerario de fe de Tomás Morales Pérez ve la luz
el 30 de octubre de 1908, a las siete de la mañana,
en Macuto (Venezuela), a donde sus padres, d.
Antonio Manuel Morales Arzol y dña. Josefa
Francisca Pérez Díaz, habían emigrado desde la Isla
de la Palma. En Venezuela se establecieron en la ciudad de Macuto y allí permanecieron hasta 1909,
donde nacieron sus hijos: Álvaro, Rosa, Aída,
Antonina, Josefina, Olga , Álvaro Antonio, Gonzalo y
Tomás; otros dos nacieron en España: Catalina y
Margarita.
El 18 de abril de 1909 es bautizado y recibe la confirmación en la basílica de Sta. Ana de Caracas,
Venezuela.
Su padre fue todo solicitud y abnegación para con sus hijos, modelo y ejemplo de
rectitud y sacrificio para todos ellos. Cuando muera, Tomás tendrá palabras de
consuelo y de afecto para sus hermanos, exhortándoles a la serenidad y a la confianza en medio del dolor, a acatar la divina voluntad con fe.
«... aunque, como en el caso presente, nos pida un sacrificio tan costoso.
Confianza en Él, que es nuestro verdadero Padre, que nos ama como a hijos y que
es más Padre de hoy en adelante, en que sus designios divinos han dispuesto llevar
hacia sí al que hizo sus veces en la tierra.
Con cuanta más razón podremos decirle de hoy en adelante:
“Padre Nuestro que estás en los cielos”, Padre que nos ama con todo el amor de
un Dios, Padre en cuya presencia está, –piadosamente hablando–
aquel que nos disteis por padre natural aquí abajo. Así, cuando nos acordemos de
nuestro queridísimo papá, pensemos que no ha muerto, que vive en el Cielo en la
presencia de Dios y ya para siempre y que no morirá jamás»
Chevetogne, 18.03.1938
Consoló sobre todo a su madre, deseando suplir con su cariño más tierno y afectuoso la falta del amor terreno, como leemos en la carta que escribe a su hermana Margarita.
«Concentra en ella el cariño que tenías a papá. Ámala con un doble título:
como madre, como compañera abnegadísima de papá en la ardua tarea de criarnos y
educarnos a diez hermanos. Piensa en ella; considera lo que debes, lo que debéis
todos hacer con ella para que tenga una vejez serena esperando en las manos de
Dios el momento de la muerte, de reunirse con papá […].
Y algo más se merece: amarla de veras, obsequiarla, cuidarla, alegrarla,
darle gusto en todo, pedir mucho a Dios por ella […]»
Chevetogne, 13.05.1938
Doña Pepita murió santamente, como había vivido. En vida, fue un modelo de
esposa y madre; consagrada siempre a su hogar, a la dura tarea de formar y educar a sus hijos; frecuentó poco la vida del gran mundo, teniendo solo la gran preocupación constante del bien ajeno.
EDUCACIÓN
Desde 1914 a 1917 estudia en el Colegio Alemán de
Madrid, disfrutando de una esmerada educación humana
y espiritual en el ámbito familiar y escolar. Recibe la primera Comunión en Madrid, en la Real parroquia del Buen
Suceso, a la que pertenecía su familia, el 19 de marzo de
1917.
En el mes de septiembre de ese año, ingresa en el colegio
de Nuestra Señora del Recuerdo de la Compañía de Jesús
en Chamartín de la Rosa, Madrid. Él mismo nos cuenta la
influencia de este estilo de vida en su propia historia:
«Durante 15 años yo estuve sujeto al influjo de la
Compañía de Jesús. […] Y durante esos 15 años, primero en un colegio de la
Compañía de Jesús y luego estudiando en la Universidad de Madrid, a través de la
Congregación Mariana, en concreto en el grupo que había formado el padre Ángel
Ayala de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas; recuerdo al mismo tiempo
cómo debía vivir la mística de la Compañía un laico que se preparaba para ser un
padre de familia, como uno de tantos, hasta que un buen día Dios me llamó a la vida
religiosa y sacerdotal para ser padre universal. Y esta misma mística que a mí me
metieron durante los 15 años de mi vida, de los 10 a los 25, y que luego durante 10
años más, desde los 25 hasta los 35, […] me fueron enseñando más de cerca.
Entonces yo descubrí una serie de valores, pensando en las soledades que teníamos
en Bélgica y en Italia sobre todo, porque coincidía con los tiempos en que la
Compañía de Jesús tenía que estar desterrada fuera de España,
en mis horas solitarias y en mis horas de oración pensaba yo qué es lo que me
había transformado, a parte del factor sobrenatural de la Gracia, cuáles eran los
factores humanos en la educación ignaciana que a mí me habían transformado, que
me habían hecho hombre. Y me habían hecho sobre todo apóstol al servicio de la Iglesia.
Y digo: “Pues esto mismo es lo que yo tengo que tratar, con la gracia de Dios,
de llevar a mis hermanos”. Y esto es lo que ha ido haciéndose»
Valladolid, 25.05.1972
En 1924 se inscribe en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de
Madrid. En este periodo universitario, además de participar en la Asociación de
Estudiantes Católicos, ocupa la presidencia de dicha asociación en la Facultad de
Derecho de Madrid durante el curso 1927-1928. De 1928 a 1930 es el presidente
de la Federación de Estudiantes Católicos de Madrid y vocal de la Junta Suprema
de la Confederación de Estudiantes Católicos de España
durante los mismos años académicos, así como representante de dicha confederación en la VIII Asamblea de
la International Student Service en Krems (Alemania) y
en el XI Congreso de la Confederación Internacional de
Estudiantes en Budapest (Hungría). Concluye la licenciatura con Premio Extraordinario y en 1932, becado
por el Colegio San Clemente de los Españoles de
Bolonia, obtiene el título de doctor en Derecho en la
universidad Alma Mater de Bolonia (Italia).
VOCACIÓN
El 14 de mayo de 1932, en su residencia de Bolonia, Tomás Morales recibe una
carta, «sobre las tres de la tarde», de su amigo José Martín-Sánchez Juliá, en la
que lee estas palabras: «La vocación no consiste más que en esto: si quieres ser
perfecto, anda, vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres y tú ven, sígueme»,
y leyendo esto, recordaría siempre que
«fue un impulso irresistible que viene durando desde entonces»
Comillas-Santander, 12.06.1973
Un impulso, una luz que ilumina y una fuerza que se le mete en el corazón, y sin
saberlo cómo ni de qué manera, se siente transformado y convencido de que
«... hay que dejar estudios, hay que dejar carrera, hay que dejar ilusiones de mundo,
hay que romper con la familia. Ya no se puede volver a España, sino que hay que
dirigirse a tierras de Bélgica para empezar allí el noviciado en la Compañía de Jesús»
Madrid, 15.05.1982
«60 años se cumplieron el miércoles 13 mayo 1992 en que la Virgen hizo el milagro, a los
15 años de aparecerse en Cova de Iria. El milagro, ¿en qué consistió? Aquellas palabras
que yo había oído muchas veces y había leído muchas veces, me derribaron del caballo:
del caballo de mi carrera, del caballo de mi doctorado, del caballo de mi novia, de mi
familia a quien quería mucho, que me estaba esperando en Madrid. Y entonces, la Virgen
me iluminó las palabras del Evangelio, que todos hemos oído muchas veces. Y no tuve
valor a los dos meses para venirme a España. Porque no hubiese resistido a las lágrimas
de mi madre y el Señor me dio fuerza para embarcarme directamente hacia Bélgica»
Madrid, 24.05.1992
SACERDOCIO
En 1939, vuelve a España e inicia los estudios de Teología en el Collegium
Maximum de la Compañía de Jesús en Granada. Siente que se acerca para él:
«… ese día feliz en que Él me consagra como sacerdote. Altísima es, querida
mamá, la dignidad del sacerdocio, medianero entre Dios y los hombres, continuador
de la obra de Cristo, dispensador de sus gracias en la Misa, Comunión y demás
Sacramentos. Cada vez que pienso en ello me espanto de mi indignidad y de mi poca
virtud. Y, sin embargo, el momento difícil se va acercando. Quizá venga dentro de
poquísimos años. Por eso, cuando sufras, acuérdate de mí y de mi sacerdocio.
Quizá con ello tus penas se hagan más llevaderas, y seguramente que contribuirás
a prepararme para ser sacerdote del Señor»
07.03.1939
El 13 de mayo de 1942 recibe en Granada la ordenación
sacerdotal de manos de Mons. Agustín Parrado, arzobispo de la diócesis. En el recordatorio de su ordenación
sacerdotal y Primera Misa, reza el lema Ad Jesum
Sacerdotem per Mariam. Una síntesis de su intensa y
larga vida, clave de interpretación de su identidad, de su
dinamismo apostólico y de su profunda espiritualidad.
Tres años antes, había escrito a su madre desde Munich,
con ocasión de la ordenación sacerdotal de algunos
jesuitas; por esta carta podemos intuir sus sentimientos
en ese momento y en espera de vivirlo personalmente,
y las convicciones con que se entrega a su vocación:
«Creo que pronto tendré el consuelo de abrazarte. Todavía no sé exactamente cuándo.
Dentro de tres años, Dios mediante, nos concederá el Señor la gran alegría, el gran
consuelo de hacerlo como sacerdote. Ayer estuve en Munich en la ordenación de
siete nuevos sacerdotes jesuitas. Allí estaban sus familias y a la salida imponiendo
sus manos sobre las cabezas de todos y cada uno de los suyos, bendiciéndolos a
todos. Yo pensé en que dentro de tres años, con la gracia de Dios, podría hacer lo
mismo; y créeme que, de pensarlo, se me llenaron los ojos de lágrimas de consuelo.
¡Bendito sea el Señor que me ha llamado a la alta, altísima dignidad del sacerdocio,
para con ella poder bendecir a los míos y atraer sobre ellos las gracias del cielo»
31.07.1939
Sentía, sobre todo, la certeza de seguir la voluntad de Dios:
«Créeme que no he podido hacer cosa más grande por ti, por nuestro buen
e inolvidable padre, por todos mis hermanos, que seguir esta vocación Sacerdotal,
con la que tanto bien puedo hacer en el mundo»
31.07.1939
VOTOS
Durante los cursos 1943 al 1945 es destinado al colegio San José, en Villafranca
de los Barros (Badajoz). En el verano de 1945, participa con jóvenes en un campamento a través de Gredos y Guadarrama; será la primera de las muchas marchas
que realizará por la Sierra de Gredos, primero con el Hogar del Empleado y después con los cruzados y militantes de la Virgen. Realiza la tercera probación en
Gandía y Salamanca desde el 15 de septiembre de 1945 al 16 de julio de 1946.
El 2 de febrero de 1947, festividad de la Presentación del Señor y Purificación de
la Virgen, como es tradición en la Compañía, emitió los últimos votos perpetuos,
en la capilla del colegio Nuestra Señora del Recuerdo, quedando así definitivamente vinculado a la Compañía de Jesús.
Por eso, comprenderá que apenas encuentro palabras para ponderar la grandeza del
amor de Jesús que me ha querido llamar a
su Compañía, sin merecimiento alguno por
mi parte, para contribuir así al remedio
de tanta necesidad, de tanto sufrimiento
como hay en el mundo»
28.10.1937
EJERCICIOS ESPIRITUALES
Entre las actividades centrales del primer año de noviciado está el mes de
Ejercicios espirituales, en octubre de 1932, dirigdo por el P. Manuel de Larragán y
Alfaro. De ese primer mes de Ejercicios el P. Morales recordará más tarde:
«Me fui persuadiendo que la calma serena es clave del éxito en una guerra, en la
política, en la ciencia, en los negocios, y también en la santidad […].
Y entonces pude entender un poquito lo que alguien luego me dijo 30 ó 40 años
después en unos Ejercicios que había hecho a los seis meses de haber practicado
esos Ejercicios: que él seguía fiel a vivir a solas con Jesús dentro»
Santibáñez del Porma-León, 25.08.1985
Los Ejercicios producen una honda transformación en él y le persuaden de que son
el mejor medio para la renovación espiritual y social del mundo. Por eso, cuando
en 1946 regresa a Madrid, comienza su apostolado de predicar Ejercicios ignacianos a trabajadores, estudiantes y empresarios.
«la razón última de fruto obtenido,[…] creo que hay que ponerla en seguir al detalle todo el plan de san Ignacio, sobre todo en punto a
adicciones. En resumen, puedo decirle que después
de todo lo que he visto en este mes fecundo, me persuado una vez más que no hay que inventar nada nuevo,
sino reducir a la práctica
lo que le inspiró Dios a nuestro Santo Padre […]
saber adaptarlo a las circunstancias»
Noticias, abril 1956
APOSTOLADO
En una carta escrita a su padre se revela consciente de su misión como apóstol
para la cual pide oraciones:
«Para cumplir esos generosos designios del Corazón de Jesús sobre mí, le pido
encarecidamente que no deje de rogarle a Él por mí; de ofrecer los dolores de su
enfermedad para que Él, por la intercesión de la Virgen María, derrame las gracias
necesarias para que pueda hacer algo grande por Él y por España» 28.10.1937
En septiembre de 1938, escribía a su madre desde el filosofado en Avigliana:
«Y para mí, pide al Señor la gracia de prepararme para ser un gran
apóstol del Corazón de Cristo interiormente unido a Él»
12.09.1938
Dedicarse a la salvación de las almas es el motivo de la
existencia del P. Morales, y lo hace desde su vocación
de jesuita y con los medios que san Ignacio de Loyola
quiso para la Compañía de Jesús, los Ejercicios espirituales. Como Ignacio, vive continuamente impulsado
por el anhelo de lo más grande y más alto: la mayor
gloria de Dios; como él, trabaja como buen soldado de
Cristo Jesús.
La labor del P. Morales como director de Ejercicios
desde 1946 dio enseguida su fruto: El Hogar del
Empleado, movimiento apostólico de gran vitalidad,
que, impulsado por él, desarrolla múltiples obras
sociales y asistenciales en el Madrid de la postguerra.
Tras una experiencia de campamentos en el verano de 1945 el P. Morales saca
otra conclusión-eje en su apostolado:
«la labor de los campamentos guarda estrecha
relación con la de Ejercicios. En ellos, los que
los han hecho ya refrescan las ideas que un
día meditaron. A los que todavía no los han
hecho se les despierta el apetito y se convencen de la necesidad de hacerlos»
Noticias 1945, 36-38
Durante este periodo y hasta su muerte, tiene encomendados diversos ministerios en la Compañía de Jesús: director del Secretariado de Ejercicios espirituales
en el sector de empleados de banca, consiliario de la obra Hogar del Empleado,
predicador de Ejercicios espirituales, prefecto espiritual de la escuela de
Areneros, director del Sodalicio Mariano y del Apostolado de la Oración, encargado de las pláticas de comunidad y confesor de la casa y de los alumnos.
Separado del Hogar del Empleado entre 1961 y 1963, desarrolla su apostolado en
Extremadura; como predicador de Ejercicios espirituales, confesor y prefecto
espiritual de la casa en Badajoz. En Cáceres, predicador de Ejercicios espirituales,
director del Sodalicio Mariano para jóvenes, encargado de las pláticas de comunidad, confesor en el templo y admonitor del superior local.
Desde su vuelta a Madrid en 1963, ejerce diversos ministerios: operario, predicador de Ejercicios espirituales y de retiros mensuales, colaborador en el
Secretariado de Ejercicios, confesor en el templo.
FUNDADOR
Desde el 31 de octubre al 3 de noviembre de 1946, predica la primera tanda de
Ejercicios espirituales, a la que acuden doce empleados de empresas madrileñas y
dieciocho universitarios. Se gestan allí, sin imaginarlo siquiera el P. Morales las
obras que fundará más tarde. Así lo ha dejado escrito él mismo:
«Cuando al acabar la primera tanda de Ejercicios me reunía con una
docena de empleados que –mezclados con universitarios– los habían practicado, no
sabía yo adónde iba a parar, no podía imaginarme siquiera que aquel sencillo cambio
de impresiones, fuera la semilla diminuta del Hogar, ni mucho menos podía pensar
que ahí nacía un Instituto secular al servicio de la Iglesia Universal»
Así pues, en 1947, surgen los primeros consagrados, que reciben una primera aprobación como Pia Unión en 1955. Sería el germen del futuro Instituto Secular
Cruzados de Santa María, con miembros sacerdotes, que recibirá la aprobación de
derecho diocesano el 11 de febrero de 1988. Más tarde, en 1959, surge el Instituto
Secular Cruzadas de Santa María, que recibirá la aprobación de derecho diocesano
el 13 de mayo de 1989 y de derecho pontificio el 13 de mayo del 2000.
Posteriormente, en la década de los años 60, nacerá un movimiento de familias,
Hogares de Santa María, que recibirá la aprobación como Asociación pública de fieles laicos en 1996. Estas tres realidades inspiradas en
la misma forma de vida y en la misma espiritualidad
tienen independencia jurídica. Asociados a cada uno
de los institutos seculares aparecerá un movimiento
apostólico de jóvenes, Milicia de Santa María. La
rama femenina de la Milicia recibe la aprobación
pontificia como asociación Privada internacional de
fieles laicos el 8 de diciembre de 2008.
VIRGEN MARÍA
Todo el fuego apostólico que desplegará a lo largo de su fecunda vida está profundamente impregnado de su tierno y profundo amor a la madre de Dios, que
contagia a sus hijos.
De su infancia evoca el lazo de gratitud y cercanía de sus padres hacia la Santísima
Virgen de Lourdes, a la que fue presentado de niño por su madre en la Gruta de
Masabielle.
«Dentro de mi corazón, –aquel día cumplía los 50–, evocaba mis años de niño.
La devoción que me inspiró a Lourdes mi buenísima madre, el milagro que nos hizo de
salvar la vida de la más pequeña de mis hermanas, cuando ya estaba agonizando en
Madrid, cuando mi madre encendió una lamparilla ante su imagen, las muchas veces
que de niño me llevaron allí»
Madrid, 11.05.1962
Al cumplir sus bodas de oro de vida consagrada escribe lo que ha sido para él la
Virgen a lo largo de su vida:
«El Corazón de la Virgen ha sido para mí, en medio
siglo de vida consagrada y cuarenta de sacerdocio,
esa cápsula protectora tan providencial y acogedora
[…] Refugiado en la cápsula de su Corazón
inmaculado, era inasequible al desaliento […],
flotando entre limitaciones y miserias. Así desde
niño. Hace cincuenta años. Dios fidelidad absoluta.
La Virgen Madre, solicitud incansable»
Tesoro Escondido, 323
EUCARISTÍA
El 19 de marzo de 1917, a los ocho años de edad, recibe la Primera Comunión en
la Real Parroquia del Buen Suceso, a la que pertenecía su familia.
Da inicio así a una profunda vida eucarística que va cultivando, sobre todo, a partir de su incorporación a la Congregación Mariana del colegio y, posteriormente,
en la Asociación de Estudiantes Católicos (1924). La Eucaristía diaria es el alimento del intenso apostolado que realiza, primero como joven laico y, luego, como
sacerdote y jesuita.
La preparación interior, previa a su ordenación sacerdotal, aflora años antes,
como leemos en una carta a sus padres:
«Ese día feliz, en que por primera vez consagre el
Cuerpo santísimo de Cristo, en que tenga a Cristo entre
mis miserables manos, ten la seguridad de que mi primera oración será por ti, por ti y por papá, a quienes
después de Dios, todo se lo debo» 07.03.1939
Y poco antes escribe a su hermana:
«Esta Hostia Santa tiene ante el Padre valor infinito y si,
diariamente la ofreces en manos del sacerdote, a Dios
Nuestro Señor, podrás estar segura de que el alma de
papá goza y se alegra en la presencia del Señor »
Carta a su hermana Margarita 18.08.1938
El Padre Morales será un ardiente apóstol del misterio
eucarístico en su triple dimensión: Misa - Comunión Sagrario.
AMOR A LA IGLESIA
La vida del P. Morales está plenamente entregada al servicio de la Iglesia. El horizonte de su actividad será siempre universal y vibrará con todos los acontecimientos eclesiales. Sobresale en su devoción y fidelidad al Romano Pontífice.
El P. Morales en una conversación de 1985, rememora su itinerario de fe a la luz
de los diferentes pontificados: «... Pío X, bautismo; Benedicto XV, primera confesión, primera comunión ...». Pío XI, por coincidir con «el regalazo de mi llamamiento a la Compañía de Jesús para ser todo de Jesús como Él me quisiese». Pío
XII fue recordado especialmente por el P. Morales por haber recibido en su pontificado su «dignidad sacerdotal».
El magisterio de Juan XXIII es captado y transmitido por el P. Morales especialmente en su obra Laicos en marcha; así mismo, la convocatoria del Concilio
Vaticano II tuvo una resonancia particular en su alma. En una carta podemos ver
el gozo que le provocó y su participación en el acontecimiento:
«Al enterarme que su santidad el Papa convocaba el Concilio ecuménico para el
próximo 11 octubre, Maternidad divina de santa María, me llené de alegría al pensar
que una Asamblea universal bajo el manto de María tendrá que ser fecundísima
para toda la Iglesia»
Badajoz, 11.02.1962
El Año santo de la Redención de 1975, que Pablo VI estableció como un acontecimiento espiritual caracterizado por una participación intensa del tesoro espiritual
de la Iglesia y para la santificación propia y del prójimo, y que quiso preceder de una
preparación durante tres años, es vivido por el P. Morales con suma intensidad.
El deseo de un Papa según el Corazón de Cristo lo pide para Juan Pablo I, poco
después de su elección, en el breve período de su pontificado que tantas esperanzas había acumulado en el corazón del P. Morales; así escribe a su hermana
Margarita desde el 1 de septiembre de 1978:
«Tenemos que seguir pidiendo mucho para que Juan Pablo I sea un Papa según el
Corazón de Dios que cumpla todas sus voluntades» Santibáñez del Porma-León,
01.09.1978
La alegría y la esperanza en la elección de Juan Pablo II como Vicario de Cristo y
su adhesión al mismo la deja reflejada pocos días después del providencial acontecimiento:
«Una gran alegría nos embarga a todos. La Iglesia de Polonia, la más pura
e incontaminada en la fe, la más sana en sus costumbres, nos regala en
Juan Pablo II un Papa que colma nuestros anhelos y da alas a nuestra esperanza
[...]. Alegría desbordante, agradecimiento inmenso. Con esperanza ilimitada,
acogemos su consigna al mundo [...]
transmitiéndonos palabras del mismo Cristo:
“No temáis, soy Yo”» Madrid, 25.10.1978
El día 9 octubre 1985, en su encuentro
con el Papa Juan Pablo II en la plaza de
San Pedro nos confiesa:
«Al llegar el Papa a nosotros, no supe qué
hacer. Le besé el anillo y emocionado
dije: “Madrid, España, la juventud”».
EN EL CRISOL DEL SUFRIMIENTO
Al cumplir medio siglo de vida consagrada y echando la vista atrás, escribe una
confidencia en la que expresa cómo afrontó los sufrimiento de su vida apotólica:
«Tentaciones de todas clases, desconfianzas, incomprensiones, miedos, desengaños,
persecuciones, hasta poder comprender algo a San Pablo: “Nos vemos abrumados
muy sobre nuestras fuerzas hasta desesperar de la vida”(2 Cor 1, 8), pero, como al
apóstol, “de todas estas cosas me libró el Señor”(Tim 3, 12),
dándome a María como Madre» Tesoro Escondido 323
Cuando sólo tenía cinco años comenzaron las dificultades en la vista. Ya entonces,
el P. Morales utiliza un solo ojo, que le daría también problemas durante el noviciado. De su libertad interior y abandono en la voluntad de Dios habla él mismo:
«Entonces, de repente, hago ya los votos y tengo que ir al oculista en Namur.
Y el oculista en Namur me dice que no puedo leer nada, no sé cuántas cosas más.
Y digo: “Bueno, sigo aprendiendo que yo he venido a la Compañía de Jesús no a ser
sacerdote ni a estar aquí o estar allá, sino a dejarme llevar”. Se aprende no con lo que
te dicen o lees o escuchas en unos Ejercicios, sino con lo que Dios, el gran pedagogo,
de entrañas tan paternales, va haciendo contigo» 17.07.1984
Con actitud serena y magnánima, escribe al ser separado de su obra (1961-1963):
«La gracia de Dios me impulsó a hacer un acto de fe pura, bendiciendo y
acatando Su voluntad. Creía con fe cierta y oscura, como me enseñaba san Juan de la
Cruz, que lo sucedido era lo mejor»
HACIA LAS CUMBRES
El P. Morales rinde su alma a Dios el 1 de octubre de 1994. Atrás queda una larga
vida empleada por entero en el servicio de Dios. Atrás, como precursor del
Vaticano II, su intenso apostolado de promoción del laicado, impulsándolo a una
santidad mariana y apostólica; una santidad vivida en el cumplimiento del deber;
una santidad en el mundo: contemplativa en la acción, llevando a las estructuras
temporales, familia, amistad, enseñanza, cultura, trabajo, el fermento del mensaje cristiano.
«Esta fidelidad perseverante en lo pequeño es el atajo para la más alta santidad»
Pensamientos 829
Con humilde sencillez escribe, ya en 1965:
«Pido a la Virgen que Ella le enseñe su caminito
de sencillez y olvido, el mismo de santa
Teresita. Y que usted se deje llevar de ella
para ser santa, no de altar, sino para Dios y su
Iglesia. No deje de pedir por mí para que
también sepa serlo, pues se acerca el fin de la
carrera y me siento todavía vacío y
¡las almas necesitan tanto se les de a Dios!»
Comillas-Santander, 10.08.1965
Cripta donde reposan los restos del siervo de Dios en la Calle Juan de Mena 23, Madrid
Cronología de la Causa de Beatificación y Canonización
del Siervo de Dios P. Tomás Morales S.J.
2000, 24 de junio
Apertura de su Causa de Beatificación y Canonización, archidiócesis de Madrid
2002, 5 de noviembre
Traslado de sus restos mortales a Rovacías, calle Juan de Mena 23 en Madrid
2007, 18 de marzo
Clausura del proceso diocesano de la Causa de Beatificación y Canonización
2007, 28 de marzo
Entrega del proceso en la Congregación para las Causas de los Santos en Roma
2007, 6 de junio
Apertura del proceso en la Congregación de las Causas de los Santos en Roma
2013, 26 de junio
Entrega de la Positio en la Congregación para las Causas de los Santos en Roma
Itinerario de fe, retazos autobiográficos
del siervo de Dios Tomás Morales S.J.
es una exposición itinerante
que se inaugura en el Año de la Fe
y como preparación para el
XX Aniversario de su partida al cielo
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