23 PORTADOSSIERES_31 PORTADOSSIERES.qxd 16/06/16 12:47 Página 23 los dossieres de La amenaza del ‘Brexit’ Partidarios de la permanencia en la UE hacen campaña. 24-30 DOSS_32-38 DOSS.qxd 16/06/16 18:19 Página 24 los dossieres POLÍTICA Las encuestas dan clara ventaja a los partidarios del ‘Brexit’ en Reino Unido Los británicos ponen en alerta a la UE No es la primera vez que Londres plantea su segregación de la UE. Ya sucedió en 1975 –con amplia victoria para los partidarios de mantenerse en Europa– y después se han producido otros intentos para promover nuevas consultas que no prosperaron. Ahora, sin embargo, la amenaza parece más seria que nunca. Suceda lo que suceda el próximo día 23 en el referéndum planteado por David Cameron, las concesiones que Bruselas ya ha hecho a los británicos han puesto en cuestión pilares básicos de una Unión que ya no será la misma. La campaña por el ‘no’ ha cogido fuerza en los días previos a la consulta, Por Pedro Antonio Navarro de la marcha británica de la Unión está ganado espacio rápidamente, algo que pone escasos días de la celebración nerviosos a los inversores y a los mercados. de la consulta popular en el Rei- En las últimas semanas, quienes defienden no Unido, en la que los votan- esta posición han centrado su campaña en tes de ese Estado han de pro- el sensible asunto de la inmigración, lo que nunciarse acerca de un eventual abandono parece estar dándoles buenos resultados. De acuerdo a la encuesta de YouGov pade la Unión Europea, los partidarios del Brexit (British exit) o lo que es lo mismo, la re- ra el rotativo The Times, un 46 por ciento de nuncia a seguir perteneciendo al Club de los los consultados apoya la salida de la UE, frenVeintiocho, aparecen con clara ventaja en te al 39 por ciento que desea mantener la la práctica totalidad de las encuestas que se están publicando recientemente en diversos medios de comunicación. Así las cosas, los partidarios del Brexit sacan una ventaja de siete puntos porcentuales a los que prefieren mantenerse en el bloque europeo, según revela la última encuesta, publicada el 13 de junio. Al mismo tiempo, el diario británico The Sun, el más vendido del país (1,7 millones de ejemplares), ha instado a sus lectores desde su primera página a votar en favor del abandono de la UE. Las encuestas recientes sobre el referéndum del 23 de junio sugieren que la opción A Con independencia del resultado, el daño ya es irreversible para el proyecto europeo El acuerdo UE-Cameron acaba con la igualdad de derechos de los ciudadanos de la Unión 24 20–26 de junio de 2016. nº 1160 permanencia. Un 11 por ciento se mantiene indeciso, y un cuatro por ciento anuncia que se abstendrá, siempre según este estudio demoscópico. Tan sólo una semana antes, The Times/YouGov había publicado otros sondeos que otorgaban una ventaja del 1 por ciento para la postura de permanecer en la UE. El pasado 11 de junio, otra consulta publicada por The Independent también apuntaba en esta dirección favorable al Brexit. El 55 por ciento de los británicos, según el periódico, votaría a favor de la salida de la Unión Europea y solo el 45 por ciento por quedarse al lado de sus todavía socios continentales. Como apuntábamos unas líneas más arriba, el diario The Sun, propiedad del polémico magnate de medios de comunicación Rupert Murdoch, realizó un llamamiento a sus lectores desde su portada a abandonar la Unión Europea: “El Sun insta a todos a votar Salir. Tenemos que liberarnos de la dictatorial Bruselas”. Otra consulta de la firma ICM para el pe- y 24-30 DOSS_32-38 DOSS.qxd 16/06/16 18:19 Página 25 en lo que casi todo el mundo se muestra de acuerdo es en que el daño a la Unión Europea ya resulta prácticamente irreversible, y que las economías de toda la zona se van a ver muy seriamente influidas por la incertidumbre creada, incluso en el caso de que triunfe la opción de la permanencia, ya que las condiciones negociadas entre la Comisión Europea y el primer ministro británico, David Cameron, en febrero pasado, han alterado sustancialmente varias normas básicas de la Unión. a, y ya son mayoría en las encuestas los partidarios de abandonar la UE. riódico The Guardian señala que los partidarios del Brexit llevan una ventaja de seis puntos a quienes desean quedarse en el seno de la UE. En una semana, los antieuropeístas subían un punto hasta situarse en el 53 por ciento del electorado, mientras que sus oponentes descendían un punto, quedando en el 47 por ciento. En el caso del sondeo del Daily Telegraph, realizado por la empresa ORB entre 800 encuestados, el Brexit conseguiría el 49 por ciento de los apoyos, con un crecimiento de dos puntos con respecto al sondeo anterior llevado a cabo por esta firma demoscópica, mientras que los partidarios de la permanencia se habían estancado en el anterior 48 por ciento. Sin embargo, las esperanzas de los europeístas se centran en la irrupción masiva de nuevos votantes en los últimos momentos. El pasado 9 de junio concluía el plazo para registrarse en el censo electoral que permite participar en el referéndum del próximo 23 de junio. De hecho, se producía una auténtica avalancha de nuevos electores regis- La devaluación de la libra y una pérdida del 15% del PIB hasta 2030, consecuencia del ‘Brexit’ El estatus de Gibraltar sufriría profundos cambios con la salida de la Unión trados en los últimos momentos –más de medio millón en un solo día–. Mayoritariamente se trata de personas jóvenes que, según casi todos los analistas británicos, engrosarían en su mayoría las filas de los partidarios de la permanencia en Europa, lo que podría llegar a decantar finalmente el resultado, aunque, en cualquier caso, será muy ajustado con toda probabilidad. Con independencia de la decisión final, Impacto económico. En caso de que los partidarios de la salida consiguieran la victoria, diversos economistas calculan que la libra esterlina podría devaluarse hasta un 30 por ciento, lo que, sin embargo, es presentado como una ventaja por los más acérrimos defensores del Brexit, como el líder del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP, por sus siglas en inglés), Nigel Farage, que argumenta que en ese caso, las exportaciones británicas saldrán muy beneficiadas. No hay que olvidar que en las pasadas elecciones europeas, esta formación antieuropea y xenófoba se convirtió en la fuerza más votada en Reino Unido. Se trataba de la primera ocasión, desde 1906, en que uno de los dos grandes partidos (Partido Conservador y Partido Laborista) no resultaba vencedor de unos comicios en las islas. Del mismo modo, circulan cálculos que estiman que el país podría perder hasta un 15 por ciento de su PIB actual de aquí a 2030, y también existe gran incertidumbre acerca del destino que correrían los dos millones de ciudadanos extranjeros comunitarios que trabajan en Reino Unido, de los cuales, 700.000 tienen nacionalidad polaca. Entre estos trabajadores comunitarios se hallan 130.000 enfermeros, enfermeras y médicos extranjeros que han reforzado notablemente el servicio público de salud en los últimos años. En el otro lado hay 1,2 millones de ciudadanos británicos trabajando en el resto de Estados de la UE. El temor es que si Londres acabara imponiendo restricciones a los permisos laborales para ciudadanos de la Unión, no resultaría sorprendente que, en contrapartida, otros países harían lo mismo y se volverían a hacer necesarios los visados y permisos de trabajo para poder desarrollar una actividad laboral. nº 1160. 20–26 de junio de 2016 25 24-30 DOSS_32-38 DOSS.qxd 16/06/16 18:19 Página 26 los dossieres POLÍTICA Además, también quedaría seriamente cuestionado el mercado único que, en la práctica, implica actualmente que entre los socios de la UE no se realizan exportaciones o importaciones propiamente, sino que lo que realizan se consideran intercambios comerciales. A favor, en contra. Cuando se tomó la decisión de convocar el referéndum, en un principio, la pregunta propuesta ante el Parlamento fue la siguiente: “¿Debe el Reino Unido seguir siendo miembro de la Unión Europea?”. Las opciones de respuesta eran totalmente directas: sí o no. Posteriormente, la Comisión Electoral recomendó que la pregunta propuesta se cambiara por otra más clara para los votantes y que se expresase de una manera más neutral: “¿Debe el Reino Unido continuar siendo miembro de la Unión Europea o debe dejar la Unión Europea?”. Esta segunda opción, que se convertía en la definitiva, también incluye solo dos posibles respuestas: “Continuar siendo miembro de la Unión Europea” o “Dejar la Unión Cameron es señalado por abrir de forma irresponsable el debate. Europea”. Frente a este dilema planteado como un compromiso electoral por el Partido Conservador, las diversas fuerzas políticas del país se encuentran posicionadas en una de las dos opciones, con la excepción de los tories, en cuyo seno conviven las dos ‘almas’. A favor de la permanencia están Partido de la Alianza de Irlanda del Norte, el Partido Verde, el Partido Laborista, los Liberal Demócratas (antiguos socios de Gobierno de Cameron), el NI21, Plaid Cymru, el Par- El día después Varias son las posibilidades de gestión de un resultado que implicase el abandono de la Unión Europea por parte de Reino Unido. Tal y como está previsto en los tratados, el proceso habría de ser muy ordenado y no concluiría en un plazo menor de dos años después de sustanciarse oficialmente la petición de salida por parte de Londres. Entre las muchas opciones que se abrirían para los británicos estaría el regreso a la EFTA, la Asociación Europea de Libre Comercio que Londres impulsó en 1960 para frenar a la recién nacida Comunidad Económica Europea y que hoy apenas sobrevive con Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein como únicos miembros en activo (Portugal, Suecia, Austria, Dinamarca y el propio Reino Unido la fueron abandonando tras su integración en lo que hoy 26 es la UE). Además, los actuales miembros, salvo Suiza, están ligados a la actual UE a través de un acuerdo denominado ‘Área Económica Europea’ que les permite beneficiarse de la libre circulación de personas, bienes, servicios y capital, pero a cambio se comprometen a aplicar la legislación comunitaria tal y como salga de Bruselas (salvo en circunstancias muy excepcionales) y a aportar millones de euros al presupuesto comunitario. Para muchos expertos esta opción sería la que menos perjuicios ocasionaría a la economía británica y que permitiría el mantenimiento de la posición de privilegio de la City londinense, que podría seguir siendo el mayor centro financiero de la UE y de la zona euro, aunque, a cambio, Reino Unido seguiría sometido a los dictados de Bruselas en ma- 20–26 de junio de 2016. nº 1160 tido Nacional Escocés, el Sinn Féin, el Partido Socialdemócrata y Laborista, el Partido Unionista del Ulster y el Partido Socialista Escocés. Todos los partidos que tienen representación en el Parlamento de Gibraltar apoyan que el Reino Unido continúe siendo miembro de la UE: Socialdemócratas de Gibraltar, el Partido Socialista Laborista de Gibraltar y el Partido Liberal de Gibraltar. En contra de la permanencia se muestran Respect-The Unity Coalition, Coalición Sindicalista y Socialista, Independencia de Europa, el Partido Nacional Británico, el Partido Unionista Democrático, Voz Unionista Tradicional y el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), mientras que el gobernante Partido Conservador se encuentra dividido. Así, voces tan importantes como la del exalcalde de Londres Boris Johnson engrosan las filas de los activistas más acérrimos en favor de la marcha del país de la UE. Y junto a él, seis de los 17 ministros que configuran el Gabinete de David Cameron –Ian teria de inmigración –lo que parece ser uno de los principales motivos por los que se está planteando esta ruptura–. Otra posibilidad pasaría por la firma de un acuerdo comercial y aduanero específico, como los que la UE ha firmado con Suiza (libre circulación casi completa) o Turquía (libre circulación de bienes). El modelo suizo plantea los mismos problemas políticos que el de la EFTA porque vincula a Londres con importantes decisiones tomadas por la UE. El modelo turco tendría el inconveniente para Londres de que los servicios financieros quedarían fuera del acuerdo, con las consiguientes consecuencias para la ahora privilegiada posición de la City, que quedaría muy dañada con la pérdida de uno de sus principales mercados. Otra posibilidad pasaría por emular lo sucedido con Groenlandia, que dejó de formar parte de la UE en 1985, después de que esa región au- El abandono del Club de los Veintiocho por parte del R 24-30 DOSS_32-38 DOSS.qxd 16/06/16 18:20 Página 27 Duncan Smith (Ministro de Trabajo y Pensiones), Michael Gove (Ministro de Juticia), Chris Grayling (Presidente del Consejo y Líder de la Cámara de los Comunes), Priti Patel (Ministra de Empleo), Theresa Villiers (Ministra para Irlanda del Norte), y John Whittingdale (Ministro de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte)–, aunque el primer ministro está realizando campaña en favor de la permanencia. Ante lo adverso de los pronósticos, tal y como ya hiciera con ocasión del referéndum por la independencia de Escocia, el primer ministro, el conservador David Cameron, ha tenido que solicitar la ayuda del expremier laborista Gordon Brown para tratar de dar la vuelta las encuestas. La entrada en escena de Brown sirvió entonces para recuperar el terreno perdido ante los independentistas: el reto ahora es recortar la ventaja de hasta diez puntos que los partidarios del Brexit han logrado. Brown ha entrado con fuerza en la última fase de la campaña tratando de transmitir un mensaje positivo dirigido fundamentalmen- Reino Unido no sería, en cualquier caso, inmediato. Nigel Farage (UKIP) hace campaña por el ‘Brexit’. te a la clase trabajadora: “Un voto por la permanencia es un voto por la creación de empleo, un voto por los derechos laborales, un voto por la acción contra los paraísos fiscales”. Además, con respecto a la inmigración, la principal munición que están empleando los partidarios del abandono de la UE, Brown ha asegurado que se creará “un fondo de solidaridad para ayudar a las comunidades que han soportado un mayor flujo de inmigrantes. Y aprovecharemos nuestra nueva posición de fuerza tras el referéndum para re- clamar las reformas que quieren la mayoría de los británicos”. La ‘ayuda’ de Brown puede ser importante, ya que, según los últimos sondeos, entre la mitad y un tercio de los votantes laboristas no han decidido aún hacia donde se inclinará su voto el 23 de junio. Por eso también el actual líder laborista, Jeremy Corbyn, ha decidido apretar el acelerador en la recta final de la campaña arropado por su mano derecha para asuntos económicos, John McDonnell, y por su portavoz de Exteriores, Hilary Benn. Una vieja historia H istóricamente Reino Unido no parece sentirse muy cómodo en sus tratados con sus vecinos europeos. Ya en 1975 se celebró un referéndum sobre la permanencia del país en la entonces denominada Comunidad tónoma de Dinamarca decidiese en referéndum salir de la Unión. Las negociaciones para la salida tardaron dos años y se plasmaron en un acuerdo de sólo siete páginas con un “traje a la medida” para que la mayor isla del mundo siguiese vinculada al club europeo. Londres y Bruselas deberían negociar un acuerdo comercial sobre aranceles y establecer los estándares que Reino Unido tendría que cumplir para que sus productos entren en el mercado europeo. Ahora la normativa está armonizada. Pero tras el Brexit, las divergencias aparecerán una vez que Bruselas y Londres adopten sus propias normas financieras, laborales o medioambientales. Otra fórmula más abierta de la que hablan ya algunos economistas consistiría en que Reino Unido canalizase su relación con la UE a través de la Organización Mundial de Comercio. Al respecto de esta modalidad, el Servicio de Estudios de Holan- da –uno de los países potencialmente más afectados por el Brexit– calcula que los costes de las exportaciones de Reino Unido a la UE se encarecerían un 3 por ciento por los nuevos aranceles y un 13 por ciento debido a las barreras regulatorias. Una última opción, algo más imaginativa, pero con un alto coste político para el actual Gobierno británico, ya ha sido también planteada y bautizada como Flexit. Consistiría en que Reino Unido no solicitase de manera inmediata la salida de la UE para no poner en marcha la cuenta atrás de los dos años de proceso oficial y negociar mientras tanto ‘bajo cuerda’ una salida formal que apenas cambiase nada. Pero diversas fuentes comunitarias descartan esta fórmula de flexibilidad (Flexit) y aseguran que si se impone el Brexit, la cumbre europea a celebrarse los próximos 27 y 28 de junio empezará a preparar la salida cuatro días después del referéndum. nº 1160. 20–26 de junio de 2016 27 24-30 DOSS_32-38 DOSS.qxd 16/06/16 18:20 Página 28 los dossieres POLÍTICA Económica Europea (CEE), precursora de la actual UE. Eso sí, en aquella ocasión el resultado fue ampliamente favorable a la permanencia, con un 67 por ciento de los votos, frente al 38 por ciento de partidarios de la salida. El Reino Unido se había unido a la Comunidad Económica Europea, comúnmente denominada por los británicos como el ‘Mercado Común’, el 1 de enero de 1973 bajo el gobierno conservador presidido por Edward Heath. El Partido Laborista, liderado en la oposición por Harold Wilson, concurrió a las elecciones generales de octubre de 1974 con el objetivo de renegociar los términos de pertenencia del Reino Unido a la CEE y posteriormente celebrar un referéndum sobre la permanencia en la misma en función de los nuevos términos. En 1975 se celebraba esa consulta, en la que los principales partidos políticos y la prensa apoyaron la continuidad en la CEE. Sin embargo, hubo fracturas internas significativas entre los laboristas -en aquel momento, el partido gobernante-, ya que sus militantes habían votado a favor de la salida en una conferencia de un día celebrada el 26 de abril de 1975. Dado que el Gobierno de entonces se encontraba dividido entre proeuropeos y antieuropeos, de un modo muy similar a lo que ahora han hecho los conservadores, Harold Wilson autorizó que sus ministros hicieran campaña pública en favor de cualquiera de las dos opciones. En total, siete de los treinta y dos miembros del Ejecutivo se opusieron a la pertenencia a la CEE. El 5 de junio de 1975 los electores tuvieron que decidir si votaban sí o no a la pregunta: “¿Piensa que el Reino Unido debe permanecer en la Comunidad?”. Todos los Johnson abandera a los conservadores contra Europa. 28 20–26 de junio de 2016. nº 1160 en principio iba a celebrarse a lo largo de 2017, aunque finalmente, la convocatoria se aceleraba hasta quedar marcada para el próximo 23 de junio. En 2015 el Parlamento británico aprobó la ‘European Union Referendum Act 2015’, por la que se da vía libre a la celebración de esta consulta que ahora tiene en vilo a todo el Viejo Continente. El laborista Corbin, de los más activos por seguir en la UE. condados administrativos del Reino Unido registraron una mayoría de votos afirmativos, con la excepción de las islas Shetland y las islas Hébridas Exteriores. Como resultado, el Reino Unido permaneció en la CEE. Años más tarde, el Partido Laborista, en la oposición, hizo campaña en las elecciones generales de 1983 con el objetivo de que el Reino Unido saliera de la CEE. La propuesta no tuvo mayor calado por la aplastante victoria de Margaret Thatcher en las elecciones, en las que resultó reelegida. A partir de ese momento, el Partido Laborista cambió su política hacia Europa. Pero hubo más ‘intentonas’. En 1994 se formó el Partido del Referéndum, liderado por James Goldsmith, para concurrir a las elecciones generales de 1997 con el objetivo declarado de celebrar un referéndum sobre la permanencia en la UE. Presentó candidatos en 547 circunscripciones y consiguió 810.860 votos. No consiguió ningún escaño en el parlamento debido a la dispersión de su voto y al sistema electoral británico. A comienzos de la década de 1990 también se formó el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), un partido euroescéptico y de tintes xenófobos. Consiguió el tercer lugar en el Reino Unido en las elecciones europeas de 2004, el segundo en las de 2009 y el primero en las de 2014. Los comicios de 2014 fueron los primeros desde 1906 en los que el partido más votado no era el Partido Conservador ni el Partido Laborista. El debate lo volvió a retomar en 2013 el primer ministro, David Cameron, que como promesa electoral planteó un referéndum sobre el mantenimiento del Reino Unido en la Unión Europea, proyectado en 2014, y que, Las cesiones de Europa A nte las reiteradas amenazas por parte de Reino Unido durante los últimos años acerca de su posible ‘espantá’ de la Unión, y pese al evidente hartazgo de buena parte de las cancillerías de la UE (especialmente, de los países del Este) con la actitud británica y su constante trato diferenciado, la Comisión Europea se avenía a suscribir un acuerdo con Londres, el pasado 19 de febrero, que echaba por tierra algunos de los principios fundamentales de la Unión. A cambio del compromiso de David Cameron de hacer campaña activa por la permanencia –la desconvocatoria del referéndum ya era imposible–, tras un maratón negociador de 40 horas, Londres sellaba un acuerdo con la UE que consolida el ‘estatus especial’ de Londres en seno del Club de los Veintiocho. Uno de los puntos era realmente vital, y el que mayores fricciones creaba entre los socios, pero finalmente Reino Unido se salía con la suya, y desde entonces tiene la potestad de discriminar a los trabajadores en función de su pasaporte para tratar de limitar la inmigración. Los líderes de los Veintiocho eligieron, co- Otro conservador, Heath, llevó al Reino Unido a la UE. 24-30 DOSS_32-38 DOSS.qxd 16/06/16 18:24 Página 29 mo estaba previsto, hacer todo lo posible para evitar el Brexit: Tras casi dos días de tensa negociación se introducía un cambio crucial que puede modificar el contrato social europeo, con medidas con potencial para dinamitar el principio de igualdad de derechos de los ciudadanos independientemente de su nacionalidad. Lo único que conseguía arrancar la Comisión es que las limitaciones a las prestaciones sociales de los trabajadores inmigrantes tendrán un plazo máximo de siete años, frente a los 13 que reclamaba Londres. Esta grave cesión no sólo afecta a la posición del Reino Unido en la Unión Europea, sino que elimina buena parte del carácter social de todo el ‘club’, al que empuja hacia una deriva neoliberal y abre la peligrosa puerta a que otros Estados miembros comiencen a reclamar estatus diferenciados similares con la excusa de la ‘protección’ de los intereses nacionales. Uno de los principales objetivos de las concesiones de Bruselas era el de permitir a David Cameron presentarse ante su opinión pública como un líder capaz de arrancar importantísimas cesiones a sus socios, como, por ejemplo, el ‘derecho’ de Reino Unido a expulsar de su país, sean ciudadanos europeos o no, a quienes no estén en condiciones de mantenerse a sí mismos, con la excusa de ‘poner coto’ a supuestos abusos en el derecho a la libre circulación de personas por todo el territorio comunitario. En el acuerdo también se preserva la supremacía y prácticamente la total independencia y ausencia de controles en cuestiones financieras de la City de Londres, tanto frente al Gobierno británico como ante los restantes gobiernos europeos y las instituciones de la Unión. Para ello queda establecido que será el Banco de Inglaterra, y no el Banco Central Europeo, quien supervise a las entidades financieras constituidas en el Reino Unido. Londres se garantiza igualmente que toda medida futura de profundización de la unión económica y monetaria tendrá que respetar plenamente el derecho a la libre circulación de capitales; y que la reglamentación financiera de la Unión Europea tendrá que ajustarse a las exigencias de ese derecho de libre circulación de los dineros. Reino Unido se reserva su derecho a no El BCE ya está preparado para el peor de los escenarios. Ante un posible ‘Brexit’ ganatizaría la liquidez en los mercados. El BCE se prepara para lo peor El Banco Central Europeo, ante la amenaza de una salida de Reino Unido de la Unión Europea ha elaborado un plan de contingencia para evitar que el Brexit haga temblar los cimientos del sistema financiero europeo. El 24 de junio, cuando se conocerán los resultados dela consulta, el BCE hará una declaración asegurando que “hará todo lo que sea necesario para mantener una liquidez adecuada en los mercados”. La actuación del BCE estaría coordinada con el Banco de Inglaterra. En principio, se abrirían líneas ilimitadas para el intercambio de libras y euros a un tipo de cambio preestablecido. De producirse el triunfo del Brexit, el BCE prevé que, ante la esperada depreciación de la libra, se incremente notablemente la demanda de euros entre las entidades británicas que las reservas del Banco de Inglaterra serían incapaces de satisfacer. Estas actuaciones ya anunciadas pretenden calmar la cre- ciente inquietud de los mercados ante la posibilidad real de una ‘huida’ de los británicos. Ante las noticias que hablan de la ventaja de los partidarios de la salida en las encuestas, la libra se ha depreciado un 4,43 por ciento en menos de un mes. Y eso no es todo. En nuestro país, la incertidumbre creada ha provocado fuertes caídas en la Bolsa. Las empresas del Ibex 35 perdían más de 37.600 millones de euros en solo tres sesiones durante la semana pasada, una caída del 7,33 por ciento del principal índice de la Bolsa española. Por valores, Sacyr y OHL eran los que peor lo pasaban, con caídas del 20 y el 15 por ciento, respectivamente. También resultaba preocupante la caída del 10,85 por ciento que afectaba al Banco Santander, uno de los gigantes del Ibex y que veía reducido su tamaño en más de 6.300 millones, el 10,6 por ciento de CaixaBank o el 9,6 de BBVA. Repsol, Iberdrola y Telefónica perdían un 6 por ciento, mientras que Inditex caía un 5. En cuanto a la renta fija, también se veía afectada por el miedo al Brexit. La búsqueda de activos refugio por parte de los inversores provocaba una fuerte salida de dinero de deuda española, italiana, griega y portuguesa con destino a Alemania, cuyo bono a 10 años cotiza en niveles negativos por primera vez en la historia. Del mismo modo, las primas de riego de los citados países periféricos de Europa se disparaban. En el caso de España, el riesgo país repuntaba 17 puntos básicos, llegando la pasada semana a los 157, su mayor nivel desde el pasado mes de febrero. Un avance similar se registraba en la prima italiana, que subía de los 136 a los 151 puntos; la portuguesa iba desde los 300 a los 336, mientras que la de Grecia pasaba de 747 a 811 puntos. La amenaza de Brexit está dañando a los países periféricos y beneficiando a Alemania. nº 1160. 20–26 de junio de 2016 29 24-30 DOSS_32-38 DOSS.qxd 16/06/16 18:21 Página 30 los dossieres POLÍTICA implicarse en nuevas medidas que fomenten un incremento de la unión política, así como un sinfín de reservas acerca de un espacio común de justicia –el Gobierno británico especifica que no se considera vinculado por la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea–. Además, el acuerdo garantiza que el euro no tenga Estado que lo respalde, y que su capital financiera siga siendo Londres, con lo que una parte fundamental de los intereses financieros que operan en la Eurozona están fuera de la jurisdicción de la UE. La ‘tentación’ para las naciones menos europeístas queda abierta de este modo, de par en par, a exigir un estatus similar y particularizado que pone en peligro toda la arquitectura de la Unión y el sueño de un espacio continental democrático, social y de derecho, tal y como estaba concebido en su nacimiento. bertad. En el ámbito concreto de la Seguridad Social, dicho principio se plasma en la prohibición de discriminación por razón de nacionalidad. Durante los últimos años, la Comisión Europea recogió las quejas de cientos de ciudadanos comunitarios, residentes en Reino Unido, que denunciaban la denegación sistemática de sus solicitudes para obtener determinadas prestaciones sociales debido a que no tenían derecho de residencia en dicho Estado. Entonces la Comisión Europea decidía interponer un recurso por incum- Tribunal Europeo. Por si faltaba poco, una sentencia del Tribunal Europeo de Justicia, emitida la semana pasada, se posicionaba con las tesis de Londres, apoyando sus políticas discriminatorias hacia los trabajadores no nacionales. Uno de los principios básicos de la Unión es la no discriminación e igualdad. Que las personas que ejercen su libertad de circulación y residencia dentro de la Unión no se vean perjudicadas por los diversos sistemas nacionales por haber hecho uso de dicha li- plimiento contra Reino Unido por considerar que la legislación de dicho Estado miembro no se ajusta a lo dispuesto en el Reglamento. El Gobierno británico argumentó ante la Justicia europea que debe existir un cupo máximo, para asegurar la sostenibilidad del sistema británico. Sorprendentemente, el Tribunal de Justicia ha desestimado el recurso de la Comisión, alegando que “el criterio de la residencia habitual, en el sentido del Reglamento, no es un requisito necesario pa- El diario ‘The Sun’, de Rupert Murdoch, llama a sus lectores a abandonar la UE ra poder ser beneficiario de prestaciones, sino una ‘norma de conflicto’ que tiene como finalidad evitar la aplicación simultánea de varias legislaciones nacionales e impedir que las personas que hayan ejercido su derecho de libre circulación se vean privadas de protección”. Según el Tribunal de Justicia, el Reglamento europeo no instituye un régimen común de Seguridad Social, sino que “deja subsistir regímenes nacionales distintos”. Determina entonces que Bruselas no puede determinar los requisitos materiales para que exista el derecho a las prestaciones, ya que, en principio, corresponde a la legislación de cada Estado miembro. Lo desconcertante de la sentencia es que el Tribunal reconoce que el control del derecho de residencia –que, en este caso, ejerce la Administración británica– constituye una discriminación, que el “requisito del derecho de residencia en el Reino Unido genera una desigualdad, dado que los propios nacionales pueden cumplirlo más fácilmente que los nacionales de otros Estados miembros”. Pero para justificar su decisión, la corte de Luxemburgo considera que esa “diferencia de trato puede estar justificada por un objetivo legítimo, como es la necesidad de salvaguardar las finanzas del Estado miembro de acogida, a condición de que no vaya más allá de lo que resulta necesario para alcanzar ese objetivo”. l El Consejo Europeo del 19 de febrero pasado certificaba las cesiones al Reino Unido que había negociado la Comisión para un encaje cómodo del Reino Unido en la UE. 30 20–26 de junio de 2016. nº 1160