Alfahar 0/2012 Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) PUBLICACIÓN ELECTRÓNICA CUATRIMESTRAL. ENERO-ABRIL SUMARIO Quiénes somos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 Artículos originales EMILIO MANRIQUE, ANA ROSA ABADÍA. Lápidas sepulcrales de cerámica conservadas en localidades del Bajo Huerva (Zaragoza) . . . . . . . . . . . . 4 Comunicaciones JOSÉ MARÍA GIMENO. La producción religiosa de las cantarerías de la comarca del Río Aranda (Zaragoza) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 DOMÈNEC GUIMERÀ, ANNA MANRIQUE. Sabadell (Barcelona), centro alfarero olvidado . . . . . . . . . 15 Noticias y actividades de ALFACER . . . . . 18 Sesión de identificación . . . . . . . . . . . . . . . 21 e-Mercadillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22 Ferias y desembalajes . . . . . . . . . . . . . . . . 23 Fuentes y enlaces . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 Estatutos de ALFACER . . . . . . . . . . . . . . . . 28 Asociarse a ALFACER . . . . . . . . . . . . . . 30 Normas para los autores . . . . . . . . . . . . . . 31 Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Editorial Página 2 Quiénes somos ALFACER es una asociación cultural abierta a cualquier persona interesada por algún aspecto relacionado con la cerámica y actualmente integrada por coleccionistas, ceramólogos y ceramistas, principalmente. Los coleccionistas de cerámica asociados en ALFACER, reivindican su condición de tales, conocedores de las aportaciones que algunos coleccionistas han llegado a hacer en diversos ámbitos de las artes y las ciencias. ALFACER tiene su origen en una asociación previa, Barro y Fuego, en cuyo marco hace algunos años se editaron dos publicaciones sobre alfarería de basto y alfarería vidriada aragonesa y se comenzaron las Jornadas de Alfarería y Cerámica Tradicionales, de Morillo de Tou, que en 2011 han celebrado su octava edición. Los fines asociativos son amplios y quizá ambiciosos. Se pretendió aglutinar todos los intereses y aficiones concretas que representaban los miembros del grupo constituyente desde el coleccionismo, al estudio, la conservación, la difusión y divulgación y la defensa genérica del patrimonio que constituye tanto las diversas especialidades de los oficios cerámicos tradicionales peninsulares, como sus producciones; fundamentalmente la alfarería y la cerámica decorada (estannífera), pero también la azulejería, la cerámica arqueológica y la cerámica tradicional actual, observadas desde ópticas históricas, etnológicas y museísticas. Si los fines estatutarios son ambiciosos, no lo son menos las actividades previstas para su consecución: coloquios, exposiciones, conferencias, cursos, publicaciones, peritaciones, colaboraciones, visitas colectivas, etc. Somos conscientes de que las realizaciones no alcanzarán previsiblemente en algún tiempo a la totalidad de las actividades previstas. No obstante, creemos que debemos sentirnos satisfechos de lo realizado hasta ahora que incluye, junto a las jornadas anuales de Morillo de Tou, tertulias, pequeñas exposiciones, viajes colectivos de visitas, etc. Ahora afrontamos el desafío de lanzar Alfahar como revista electrónica. Para asociarse a ALFACER, vaya a la página 29. Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Editorial Alfahar, publicación electrónica cuatrimestral. Redacción, administración y publicidad: c/ Maladeta, 20, casa 3. 50430 María de Huerva (Zaragoza) ISSN: en trámite Correo electrónico: [email protected] Comité de Redacción Dirección: Emilio Manrique Persiva Edición: Domènec Guimerà Secretaría de Redacción: Ana Rosa Abadía Valle Consejo de Redacción: José M. Abad Sancho María de Gracia Arias Mora José M. Gimeno Hernández Anna Manrique Persiva Emilio Manrique Persiva Inma Mora Miguel Mariano Ostalé Martínez Jacinto Ramos Gracia Mª Veruela Redrado Miranda Carlos Toledano García Consejo Asesor Ismael Angulo Pesquer Roberto Bárcena Chapado Aurelio Bail Ciprés Juan Castillo Ojugas Carlos Díez Galán Enrique Gastón Sanz Francisco Javier Gutiérrez González Julia Justes Floría Enrique Martínez Glera Julián M. Ortega Ortega Alfons Romero Vidal Sergio Sabini Celio Marià Sáez Planas Jesús Sanz Angulo Emili Sempere Ferrándiz José Luis Solaun Bustinza Página 3 Editorial a revista Alfahar que aparece con este número inicial, es una publicación virtual que edita la Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER). Sus contenidos abarcarán el complejo y heterogéneo ámbito concerniente a la cerámica histórica en todas sus especialidades; todo ello con el objetivo genérico de contribuir a los fines de la asociación, fundamentalmente, el estudio, difusión y defensa, en última instancia, de un patrimonio cultural que es considerado modesto. L Alfahar no pretende ser una publicación científica, ni de profesionales de la cerámica actual, pero sí informar, difundir con el máximo rigor; rigor que exigiremos a todos sus contenidos. La primera finalidad que se plantea este proyecto cultural es, no obstante, dar satisfacción a las muy diversas aspiraciones, en este ámbito, de los asociados, fundamentalmente coleccionistas, ceramólogos y ceramistas tradicionales, relacionados con su afición, con su interés por conocer y aprender en algún ámbito de la cerámica. Pero sabemos que cualquier publicación puede, potencialmente, llegar a cubrir muchas y muy variadas funciones al mismo tiempo. Puede llegar a ser un eficaz medio de información y de difusión de determinadas cuestiones; pero también puede llegar a ser instrumento para relacionar, cohesionar y, en suma, para agrupar y organizar en torno a un tema o proyecto, por encima de aspiraciones e intereses diversos. En el comienzo de esta actividad concreta, nuestra Asociación puede aspirar, en alguna medida y siempre en términos modestos, a alguno de estos objetivos. La revista contará, inicialmente, con dos partes claramente diferenciadas. La primera, que constituirá el grueso de la publicación, será una sección abierta y en ella se incluirán secciones de artículos originales y comunicaciones más breves, reportajes, noticias e informaciones diversas. Una segunda área estará reservada a los socios de ALFACER y en ella, entre otras cuestiones estrictamente internas de la asociación, recogerá un "foro de identificación" y la sección de "mercadillo". Con respecto a esta última sección, ninguna pretensión de exclusivismo la explica. Por el contrario, lo que se pretende es ser un estímulo para incentivar el incremento de los asociados: incremento que necesitamos para el desarrollo de este proyecto que hoy ve la luz. Todos los materiales de esta publicación, incluidos textos, ilustraciones, fotografías y archivos de video y audio, están sometidos a la protección de las leyes nacionales e internacionales vigentes y referidas a los derechos de autor. Está prohibida expresamente la reproducción total o parcial de dichos materiales sin el consentimiento expreso por escrito de los respectivos autores y de la Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería, ALFACER. Toda cita deberá ir acompañada de la respectiva referencia al autor y a la revista: título, número, mes, año, dirección URL y fecha de consulta. Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Artículo original Página 4 Artículos originales Emilio Manrique, Ana Rosa Abadía ALFACER, Museo de Alfarería Tradicional Aragonesa (Morillo de Tou, Huesca) Lápidas sepulcrales de cerámica conservadas en localidades del Bajo Huerva (Zaragoza) N ESTE ARTÍCULO se hace referencia a un conjunto de lápidas funerarias de cerámica de Muel (76) conservadas hasta fechas recientes en cementerios de localidades zaragozanas situadas en el Bajo Huerva entre Muel y Zaragoza: Mozota, Botorrita, María de Huerva, Cadrete y Cuarte. Todas ellas son manufactura de los alfares de Muel. El grupo corresponde al periodo comprendido entre 1855, la más antigua, y 1926, la de fecha más reciente; si bien más de la mitad de estas lápidas corresponden al periodo 1890-1910. Son numerosas las lápidas de este tipo que se conservan en los cementerios de las tres provincias aragonesas relativamente alejados de los centros productores (4, 6), pero principalmente en las comarcas de Cariñena, Belchite, Daroca y Jalón Medio de Zaragoza. Un buen número de ellas, si bien no todas, particularmente aquellas a las que aquí nos referimos, suelen estar descontextualizadas; pues han abandonado su ubicación original y decoran muros interiores de los cementerios. La proximidad a Muel, centro de producción, no explica por sí sola su afortunada conservación y pervivencia; debe agradecerse el esfuerzo de conservación de los responsables de los cementerios, en contraste con aquellos lugares, en los que sin duda también las hubo y hoy están desaparecidas. E LAS LÁPIDAS FUNERARIAS DE CERÁMICA Las lápidas sepulcrales forman parte de la producción cerámica de aplicación arquitectónica (5). Por otra parte, han sido incluidas entre los productos cerámicos del mismo grupo que las producciones azulejeras (11). A diferencia de los azulejos exclusivamente iconográficos, que constituyen elementos arquitectónicos decorativos, en las lápidas sepulcrales de cerámica, como en otros tipos de productos cerámicos, se completan o sustituyen las representaciones figurativas por mensajes conmemorativos, ideológicos o informativos. Los azulejos utilizados como instrumentos expresivos a través de sus inscripciones (plafones, placas, retablos devocionales), son numerosos y relativamente importantes desde época medieval. Además de las lápidas sepulcrales los hay que contienen inscripciones de propiedad o autoría, identificaciones, con aforismos y sentencias, toponímicos, con mensajes socio-ideológicos, inscripciones numéricas, de señalización urbana oficial, etc. (11) Este mismo autor diferencia tres tipos distintos de azulejos con funciones conmemorativas funerarias, según el formato que presentan y el lugar de aplicación. En primer lugar, los conjuntos de azulejos funerarios que recubren tumbas y representan a personajes enterrados, aristócratas o eclesiásticos con mayor frecuencia. No Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Artículo original abundan en Aragón, aunque se conservan algunos del siglo XVI. En segundo lugar, los retablos funerarios formados por un conjunto de azulejos aplicados a la pared, también poco frecuentes. Finalmente, las lápidas sepulcrales con un solo azulejo, calificadas por Telese como “uno de los capítulos más impresionantes de la azulejería conmemorativa”. Estas últimas son las más abundantes y se realizaron en cerámica estannífera, en forma de placa, para colocarlas en la parte frontal de sepulturas. Alvaro Zamora (6) habla también de otros tipos de piezas, con barniz estannífero, localizadas en los cementerios y con diferente funcionalidad. Así, las placas indicadoras de la propiedad de las sepulturas, con el nombre del propietario y de las que nosotros, dentro del ámbito geográfico de este artículo, conocemos dos en Mozota (“Propiedad perpetua de Matías Benito, su esposa María Laborda y su sirvienta María Gimeno. Nos. 78??”; “Propiedad perpetua de Mariano Martín Nos. 1, 2 y 3”). Asimismo pueden encontrarse con imágenes devocionales o motivos devotos junto al enterramiento; piezas de barro, como clavos largos en el suelo con cabeza esmaltada que numeraban las sepulturas. También deben considerarse como próximas las placas recordatorias de accidentes o muertes violentas situadas en “peirones” o a veces en calles o plazas y los “exvotos” religiosos de agradecimiento que se conservan en los santuarios. El interés de las lápidas sepulcrales trasciende al del Página 5 resto de las producciones cerámicas similares o formalmente próximas que hemos citado, tanto por el gran número de ellas que se conservan como por su contenido. Aportan información de aspectos artísticos, de la evolución de sus elementos decorativos, del simbolismo funerario y de los colores. Por otra parte, los epitafios que constituyen literatura alrededor de la muerte, están también relacionados con estilos y modas literarias y culturales. Finalmente, las lápidas constituyen una fuente de información histórica y social; ya que, en algunos casos, las leyendas funerarias pueden constituir auténticos y útiles documentos epigráficos. La producción peninsular de lápidas funerarias Las lápidas sepulcrales constituyen un producto de los centros peninsulares tradicionales de cerámica estannífera, si bien su producción fue más frecuente y cuantiosa en unos centros que en otros. Esta producción, similar en todos ellos, se generalizó en la misma época, según una moda que debió extenderse en ámbitos rurales y sectores populares urbanos (1). Aragón es quizá la Comunidad en la que se han localizado y descrito un mayor número de lápidas de este tipo, lo cual hace pensar que sus alfares las produjeron también en mayor número (11). Son también relativamente abundantes en el País Valenciano y Andalucía. Por el con- trario, y según Telese en el artículo citado, aparecen con escasa frecuencia en Cataluña, donde las localizadas son productos de alfarero (no con barniz estannífero) elaboradas por tinajeros o fabricantes de baldosas. También en Aragón conservamos todavía, por fortuna, lápidas como las citadas de producción de obradores de ollería. Entre ellas hay que destacar las de Alpartir (4, 6), fechada en 1936, obra de los malogrados Val, vidriada con barniz de plomo (2), con molde idéntico a otra del siglo XIX que se encuentra en el cementerio de Épila. En el País Valenciano destaca la producción de L’Alcora. Según Telese, se habían publicado dos: una de 1784 Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Artículo original y otra de 1818. El Museo de Cerámica de L’Alcora conserva una importante colección de lápidas procedentes del cementerio municipal, obra de la Real Fábrica del Conde de Aranda, fechadas prácticamente desde el comienzo de la producción de esta fábrica en los años 30 del siglo XVIII. Esta producción se generalizó en el siglo XIX, para decaer luego en el mismo siglo; aunque se prolongó hasta el siglo XX (8). En 2010, el Museu de Ceràmica de L’Alcora presentó una exposición de sus ricos fondos que ampliaba exposiciones anteriores. De igual forma, las lápidas sepulcrales se produjeron en Andalucía y han sido descritas por diversos autores. Son de dimensiones y formas variadas y se hicieron en Granada y en Sevilla. Telese (11) sugiere que los centros de la provincia de Toledo (Talavera de la Reina, Puente del Arzobispo) tuvieron también que producir lápidas; aunque en la fecha en que escribía su artículo no había localizado referencias publicadas que lo confirmaran. Asimismo, este autor afirma que tampoco le consta la producción de lápidas de cerámica estannífera en Cataluña, si bien señala la existencia de ejemplos interesantes tanto de cerámica barnizada como sin barnizar, con inscripción incisa estas últimas. La producción de los centros aragoneses, y principalmente Muel, destaca como ya se ha dicho. También Teruel, y en menor medida Villafeliche, son centros pro- ductores de este tipo de lápidas (1, 3, 4, 6). Huesca, que también produjo en cantidad notable, podría considerarse, a estos efectos, un centro transplantado; ya que fueron sin duda alfareros de Muel quienes introdujeron y desarrollaron la producción en los alfares oscenses de la capital (4, 6, 7). La producción de lápidas de los Val en Alpartir corresponde a otro tipo de producto, como se ha señalado. Otros centros aragoneses pudieron producir de forma esporádica o durante cortos periodos. No sería riguroso descartar la producción en algún otro centro peninsular además de los mencionados. Las lápidas más antiguas conservadas en Aragón dentro de este género, serían de Villafeliche y datarían de finales del siglo XVII (1699) hasta comienzos del XIX; para decaer posteriormente, al parecer por la presencia de Muel en esta especialidad. La mayor producción correspondería a Villafeliche en el siglo XVIII (6). La producción de Muel y Teruel se concentraría entre la tercera década del siglo XIX y hasta el primer tercio del siglo XX; si bien, como señalamos a continuación, el inicio de la producción debió ser anterior aunque pudo tener un ámbito de difusión más local. No obstante, a partir de la década de 1850 las lápidas serán paulatinamente sustituidas por las de otros materiales (piedra, mármol) considerados más nobles (6). Las de Teruel habrían desaparecido casi totalmente en el siglo XX; aunque no así las de Muel, de las que se conservan muchos Página 6 ejemplares fechados en el primer tercio del siglo XX. Las más antiguas citadas por Isabel Álvaro fueron las de 1837 en Muel y 1833 en Teruel; si bien no se descartan producciones anteriores de los siglos XVIII y XIX. A este respecto, nosotros dimos noticia de un grupo de 15 lápidas que, con todas las cautelas, pensamos que podrían ser obra de Muel, conservadas en la iglesia de María de Huerva con fechas que van desde 1751, la más antigua, hasta 1823 la más moderna (9) Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Artículo original LAS LÁPIDAS CONSERVADAS EN LOS CEMENTERIOS DEL HUERVA Cronología y tipología De las 76 lápidas conservadas en los cementerios de las cinco localidades mencionadas, la mayor cantidad se encontraba en el cementerio de Mozota, donde se pueden contabilizar 24 lápidas funerarias y dos placas de propiedad. Cuatro de estas lápidas están rotas; por lo que en dos de ellas no es posible ver la fecha y en otra no se lee el epitafio. En Cuarte, Cadrete y María de Huerva se conservan respectivamente 16, 17 y 18 ejemplares y, finalmente, en Botorrita sólo se conservaban cuatro. En dos de las de Cuarte el deterioro no permite conocer la fecha y otra presenta la singularidad, estando completa, de no recoger la fecha del fallecimiento. El grupo más numeroso, 36 lápidas, pertenecen al periodo 1890-1910. Otras 17 están fechadas en los dos decenios anteriores (1870-1890) y 14 corresponden a lo que debió de ser el final de la producción significativa: 1910-1930. Las dos más modernas, fechadas en 1924 y 1926, se encuentran en María de Huerva. Finalmente, las más antiguas, anteriores a 1870, son únicamente nueve, de las cuales siete, en su mayoría correspondientes al decenio de 1860, están en el cementerio de Cuarte; aunque la más antigua (1855) la encontramos en María de Huerva. El grupo de lápidas a las que venimos haciendo referencia no es suficientemente numeroso para permitir señalar claramente la evolución temporal de la tipología. Tampoco hay ningún ejemplar de los decenios de 1830-1840, que se vienen señalando como las más antiguas, y que son claramente diferentes en forma y tamaño a las posteriores. Página 7 Todas son de una sola pieza, presentan la base de barniz estannífero de color blanco lechoso, y están escritas y decoradas con la aplicación de pigmentos mediante pincel, plantillas o esponjillas. Los colores más frecuentes son el azul, de diferentes gamas, o el morado de manganeso (negruzcos y pardos); solos o ambos a la vez. A veces con diferentes tonalidades. Más excepcionalmente se incorporan los verdes, amarillo y rosa en guirnaldas o en Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Artículo original otros motivos decorativos. Algunas lápidas monocromas presentan pequeños trazos amarillos en la cruz. Las fechadas con anterioridad a 1870 son cuadradas o rectangulares y de tamaño menor que las posteriores. Aparecen ya algunas que presentan el borde superior curvado, casi semicircular y que se diferencian, en este aspecto, de lo que será característico en lápidas posteriores en las que el borde superior se presenta en ángulo o con una ligera curvatura; en imitación, al parecer, de las lápidas elaboradas con otros materiales (piedra, mármol) cuando éstas irrumpieron en el mercado (10, 6). Considerando que las lápidas de la iglesia de María de Huerva de finales del XVIII y principios del XIX descritas en la misma zona eran de menor tamaño y cuadradas (24 ´ 24 cm y 34 ´ 34 cm) (9), parece evidente que la forma y el tamaño experimentó una evolución reconocible. Contenido. Inscripción y leyenda funeraria Son frecuentes las lápidas sin otro contenido que la inscripción, con diversos tipos de letras, con una decoración perimetral simple y una cruz. En el grupo que describimos el contenido comienza, en la inmensa mayoría de las lápidas, con la frase “Aquí yace”, junto a la cruz (excepcionalmente varias cruces), o a ambos lados de ella. Esta frase está ya presente, en general, en las pequeñas lápidas del siglo XVIII citadas y conservadas en la iglesia de María de Huerva. Mucho menos frecuentes son otras frases como: “Aquí descansan los restos mortales de… y de su esposa…”, o más excepcionalmente “Sepultado en Muel el niño…” La inscripción finaliza con abreviaturas de frases conocidas: RIP de forma absolutamente mayoritaria. Con mucha menor frecuencia RQP o “Rogad a Dios por su alma”. Y en inscripciones más antiguas “Dios los tenga en su gloria”. En el caso de los niños, en ocasiones falta la fórmula introductoria, el RIP y la cruz, o alguno de ellos. Puede comenzar entonces la leyenda con: “Subió al cielo el niño…” o con el nombre de los padres a los que “…les falleció un niño de nombre…” Entre los genéricos “Aquí yace” y RIP, se incluye el nombre y apellidos del fallecido, excepcionalmente seguidos de “adulto”, “soltero”, etc.; la localidad de donde era natural, la de fallecimiento o alguna otra precisión sobre su estado civil como “viudo de…” o “esposo de…”, “esposo de… y padre de…” Es raro que el “Don” anteceda al nombre y en este grupo de lápidas tampoco se recoge en ninguna el oficio o profesión; quizá por no referirse a clérigos, militares, artesanos, etc., que son las que con mayor frecuencia lo introducen. Página 8 Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Artículo original A continuación aparece, casi siempre, la edad en ocasiones expresada en años, meses y días. También puede encontrarse una fórmula hoy en desuso: “A los [número] años de su edad…” Sigue la fecha de la defunción y, muy esporádicamente, se incluye la de nacimiento. Sólo en una ocasión hemos encontrado la fórmula “falleció luego de recibir los Santos Sacramentos de la Santa Iglesia”. Después del RIP, y con independencia de la existencia o no de epitafio, termina la inscripción con la dedicatoria del esposo, esposa, hijos, padres… “Su esposo…”; “Su apenado esposo... e hijos…”; “Su desconsolada…”; “Recuerdo de…”; “Su esposa…”; “Recuerdo de sus hijos…”; “Tu desconsolado esposo…” que normalmente y en referencia al difunto “dedican este recuerdo”, “este recuerdo cariñoso”. Menos frecuentemente: “ruegan por su alma” o “suplican una oración por su alma” “Rogad a Dios por su alma”. Algunas dedicatorias resultan más originales y excepcionales, como: “El pueblo de Cadrete en general se asocia al justo sentimiento de sus padres”. Elementos decorativos. Iconografía y simbolismo funerario El estudio de las lápidas pone de manifiesto los aspectos artísticos que aportan y permite analizar la evolución ico- nográfica y estilística y los cambios en la decoración. A pesar de la sencillez que con carácter general presentan, son indicadores por su evolución estilística de modos y tendencias en los gustos (8). Álvaro Zamora (6) habla de un muestrario ornamental que compartían lápidas y vajillas. Algunas de sus características estilísticas permiten constatar la perviven- Página 9 cia de estilos decorativos y motivos vegetales introducidos a finales del siglo XVIII en la cerámica. Fue en el último tercio del siglo XIX, cuando las lápidas se desvincularon de la cerámica en este aspecto; a medida que se incrementaba la utilización de simbología relativa a la muerte que comenzaba a ser frecuente a mediados del siglo XIX. En el grupo de las lápidas del Huerva a las que nos referimos, aparece esta iconografía en las décadas de 1860 y 1890, sobre todo, aunque también en los años 80 del siglo XIX y en los dos primeros decenios del siglo XX. En estas lápidas han desaparecido también calaveras y tibias que constituían el rasgo característico de las lápidas mencionadas de los siglos XVIII y XIX de la iglesia de María de Huerva (9). Sólo persiste una calavera y las tibias, pequeñas y en la parte inferior de la lápida, en un interesante ejemplar de Botorrita en 1860 y al que nos referiremos más adelante. Con carácter general las lápidas más antiguas tienen, como única ornamentación una cruz en la parte superior y una decoración simple de bandas onduladas o paralelas, formando orlas geométricas, líneas y cenefas o vegetales de enmarcado de la pieza o como relleno de huecos. Entre las lápidas, no obstante, pueden encontrarse distintos niveles de enriquecimiento ornamental, mezclando simples bandas de color, cenefas de ondas, círcu- Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Artículo original los, rombos, y otras formas geométricas, con guirnaldas de flores o elementos vegetales en los ángulos o salpicados y hojas de palma, piñas o clavos en las esquinas. Son estas primeras estilizaciones de formas vegetales citadas, las que aparecen utilizadas, en las mismas fechas, en vajillas y azulejería de la producción de Muel (10). Paralelamente a la introducción de la simbología relativa a la muerte, aparecen motivos más artísticos y epitafios. Así se encuentran “cipreses”, “sauces”, “jarrones”, “pebeteros”, “coches fúnebres”, “sepulturas”, “ángeles”, “plañideras”, “mausoleos”, “tumbas”, “cabezas de ángeles” y “representaciones del difunto”. En las lápidas para niños pueden aparecen ángeles en una nube o la propia imagen del niño difunto. Todo ello dentro de cánones de sencillez y modestia, salvo en algunos casos en los que las figuras adquieren cierto barroquismo. El grupo de lápidas del Huerva que venimos describiendo participan de las características ornamentales citadas, siempre en correspondencia con la cronología. El hecho de estar todas fechadas en la segunda mitad del siglo XIX y en el primer tercio del XX, impide que se perciba claramente la evolución en formas y motivos. No obstante, el conjunto de lápidas fechadas en los años 60 del siglo XIX, sobre todo, sí aparecen diferenciadas con claridad en los aspectos indicados de sencillez decorativa. Algunas de las que contienen los elementos decorativos más cuidados están fechadas en el último decenio del siglo XIX y en el primer cuarto del XX. Por lo demás, en este grupo de lápidas, cerca de un tercio de las mismas presentan sólo la cruz y sencillas líneas, bandas o cenefas perimetrales. En otras, estas bandas adquieren complejidad con dibujos geométricos. Abundan las guirnaldas y otras representaciones florales; así como clavos en las esquinas. Encontramos, asimismo, cipreses, sauces y palmeras; columnas, portadas de templo, pebeteros y jarrones; estos de estampación semejante a los que llevan las fuentes de cerámica de Muel de finales del XIX. También lloronas, ángeles y representaciones de los fallecidos y en algunos casos retratos reales de los niños. En ninguna de las lápidas de este grupo se ha podido localizar la firma de los artesanos. Sabemos que muchas, a partir de 1855 y hasta 1871, aparecen con la firma de algunos de los Soler; familia de notables artesanos de Muel. Epitafos. Las lápidas como poemario Grangel y Puchol (8) recogen la afirmación de Carandell, en su libro Tus amigos no te olvidan (1995), según el cual el cementerio “es como un libro: una publicación en piedra, un medio de comunicación social”. También: “…si se puede decir, un monumento literario donde las inscripciones constituyen una inestimable guía para calibrar gustos y modas literarias de la época en que fueron grabadas en piedra”. Página 10 Estas consideraciones, sin duda, valen para los epitafios de las lápidas sepulcrales, no grabadas en piedra, pero sí pintadas sobre el esmalte blanco-lechoso de la cerámica estannífera. En sentido amplio, es epitafio cualquier inscripción en una tumba. Los epitafios de los que hablamos son composiciones, frecuentemente en verso pero en ocasiones en prosa, que ocupan buena parte del espacio de la lápida y que hacen alusión a las virtudes o cualidades del difunto y en ocasiones, raras, a las virtudes de los hijos que supuestamente se las dedican. (“Dos hijos modelo de ternura/esta lápida triste han erigido…”). Con frecuencia expresan también el dolor de los familiares y datos y circunstancias de la muerte del difunto. Suelen ser de raigambre y expresión popular, a los que no faltan muchas veces la ternura o el patetismo (10). No son exclusivas de Muel y están contenidas en las lápidas de otros muchos centros peninsulares. La proliferación de los epitafios como figura literaria, convierte a las lápidas en simbólicas hojas de un libro, con poemas vinculados al romanticismo como corriente literaria y artística del siglo XIX que ensalzaba el sentimiento frente a la razón (8). Treinta y cinco de las lápidas que consideramos aquí contienen epitafios; de ellos sólo uno aparece en prosa. Algunos son muy breves, de dos o cuatro versos; pero otros son largos poemas. La primera lápida con epitafio está fechada en 1864. Algunos son supuestamente narra- Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Artículo original El estudio de estas formas literarias sería, sin duda, de un enorme interés. Por supuesto, debiera ser un especialista quien acometiera la tarea. Las lápidas como fuente de información histórica y social Al margen de la función específica de señalar la sepultura y conservar en el tiempo la memoria del difunto, las lápidas constituyen también una fuente de información sobre su época y sobre las costumbres, expresiones y, en general, el marco social de aquel momento. Las lápidas de las localidades del bajo Huerva, no incluyen referencias a ningún hecho histórico, ni a epidemias como el cólera, que son relativamente frecuentes en lápidas de Muel, incluso en esta zona. De la observación del conjunto, llama la atención, sin embargo, la abundancia relativa de difuntos que son niños. Por otra parte, y hacemos la consideración desde una perspectiva profana, la lápida de una sepultura de cinco niños hermanos, el mayor de 8 años, todos fallecidos, parece señalar algún problema médico en esa familia. Tres de las lápidas hacen referencia a accidentes diversos. Una, en Cadrete, de 1914 donde un joven de 16 Página 11 años, según la leyenda: “murió violentamente por un carro”. Otra, de 1900 en la localidad de Mozota: “falleció aplastado por desplome de tierra” un hombre de 35 años. Ambas son lápidas sencillas con tonalidades azules. En la primera sólo destaca una cenefa floral que ocupa la mitad inferior del perímetro. La de Mozota tiene un epitafio de la esposa de cuatro versos de contenido religioso. Por último, la tercera, que se conserva en Botorrita en el suelo y junto a una tumba convencional, es una entrañable lápida cuadrada de 1860. Está decorada en tonos verdes y azules y la iconografía funeraria está formada por la cruz, tosca, rodeada por una especie de círculo (¿laureles?), y en la parte inferior cipreses que enmarcan una representación de dos fallecidos, de distinto tamaño, separados por una calavera y las tibias. La inscripción dice: “Día 29 de setiembre de 1860. Fallecieron bajo un Terrero sacando tierra para construir teja. Francisco Bosque y Tomás Plo, el 1º de 20 Años de edad y 10 el segundo. Dios los tenga en la Gloria. Amén”. No nos es posible establecer ninguna relación con el terrero de Botorrita de 1860. Pero sabemos que el alfar de María de Huerva instalado por Manuel Herrero Cabello en 1949, procedente de Daroca y Villafeliche, utilizaba el barro de un terrero de Botorrita. À Bibliografía 1. 2. 3. 4. dos por el difunto; con frecuencia si este es un niño. A veces surge algún verso que nos inquieta (“duermes el sueño del justo/porque justa fue tu muerte…”). Otras veces casi sorprende lo que parece la revelación de una intimidad familiar (“…Por ser único el que tenían/sin esperanza de más”). 5. 6. 7. ÁLVARO ZAMORA, M.I. (1978) Cerámica aragonesa decorada. Libros Pórtico, Zaragoza, 254 pp. ÁLVARO ZAMORA, M.I.(1980) Alfarería popular aragonesa. Libros Pórtico, Zaragoza, 411 pp. ÁLVARO ZAMORA, M.I.(1987) La cerámica de Teruel. Instituto de Estudios Turolenses. Diputación Provincial de Teruel. Cartillas Turolenses nº 8 (sin paginar) ÁLVARO ZAMORA, M.I.(1997) “La cerámica aragonesa”. En: SánchezPacheco, T. (coord.) Summa Artis. Historia General del Arte. Vol. XLII. Espasa Calpe, Madrid, págs. 223-288. ÁLVARO ZAMORA, M.I. (2000) Muel. Ruta de la cerámica de aplicación arquitectónica. 27 pp. ÁLVARO ZAMORA, M.I. (2003) “La obra cerámica: la cerámica aragonesa desde 1610 a la extinción de los alfares (siglos XIX-XX)”. En: Cerámica aragonesa. Vol. III. Ibercaja, Zaragoza, 312 pp. CABEZÓN, M.; CASTELLÓ, A.; RAMÓN, T. (1984) La alfarería en Huesca (Descripción y localización). Instituto Aragonés de Antropología. Serie Monográfica nº 2, 123 pp. GRANGEL, E. Y PUCHOL, J.J. (2010) La ceràmica i la mort. Làpides sepulcrals del Museu de Ceràmica de L’Alcora. Monografía con motivo de la exposición 30 de marzo a 30 de mayo. Museo de Cerámica de L’Alcora. Sin paginar. 12 pp. 9. MANRIQUE, E. Y ABADÍA, A.R. (2005) “Las lápidas funerarias de cerámica que se conservan en la iglesia parroquial de María de Huerva”. Al-Marya nº 1, págs. 13-17. Asociación cultural de María de Huerva, Zaragoza. 10. PÉREZ IBÁÑEZ, M. (1990) “La cerámica funeraria de Muel”. Narria nº 51-52, págs. 39-42. Museo de Arte y Tradiciones Populares. U. Autónoma de Cantoblanco. 11. TELESE, A. (2007) “Rajoles amb inscripcions”. Butlletí Informatiu de Ceràmica nº 92-93, págs. 40-73. 8. © 2011, Emilio Manrique, Ana Rosa Abadía Correspondencia con los autores: [email protected] Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Página 12 Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Comunicación Comunicaciones José María Gimeno Hernández La producción religiosa de las cantarerías de la comarca del Río Aranda (Zaragoza) E L RÍO ARANDA, afluente por la izquierda del Jalón, se sitúa a las faldas del Moncayo, en el sector zaragozano del Sistema Ibérico. Sus centros alfareros productivos se localizan en Sestrica, Jarque e Illueca. De sus cantarerías, de posible origen árabe, salió tal cantidad de obra que hoy en día no hay dificultad para localizar piezas. Dos son las características diferenciales: la forma troncocónica y el empleo del urdido. Tanto Álvaro Zamora (1), Díez Galán (2) como Romero y Cabasa (3) han estudiado ampliamente estas cantarerías en su producción popular. Será la primera, María Isabel Álvaro Zamora la que dé a conocer en el Segundo Coloquio Internacional de Cerámica Medieval en el Mediterráneo Occidental, celebrado en Toledo en 1981, cinco piezas de tradición mudéjar y de uso religioso.(4) Intentaremos ampliar este repertorio. LAVATORIOS Se trata de una pieza de uso exclusivo del sacerdote que se instala en la sacristía. En la zona son por lo general de piedra negra de Calatorao. Recuerdo dos excelentes ejemplos en la ermita de Rodanas y en la iglesia mudéjar de Tobed. Álvaro Zamora publica el lavatorio de la sacristía de la Ermita de San Roque de Trasobares (figura 1). Es la pieza fechada más antigua que conocemos, 1696. De 120 cm de altura, está formada por la unión de una terriza (pie), un tubo (fuste) y el cuerpo de un cántaro de perfil esférico. Destacar la decoración plástica de cordones horizontales y ondulados con incisiones (¿ungulaciones?) e impresa con estampillados circulares (caña o madera con doce muescas y un espacio) y cuadrados (enrejillado de 3 x 2). Transcurridos 30 años, se mantiene 4 3 1 2 en su ubicación original. Debemos destacar su perfil redondeado muy alejado de los cántaros carenados de las producciones recientes. En la colección Ostalé hay un posible aguamanil de uso ritual. Se trata de una tinajilla de 50 cm de alto con caño vertedor y decorado con caras de ángeles, cordones horizontales y serpenteantes y cuños circulares y reticulares (figura 2). Destacar los cuños circulares de mayor tamaño con las llaves de San Pedro. bandas doradas (figura 3). Destacar la conservación del tape de este último imitando en barro las cubiertas de madera de otras pilas de piedra, que a su vez imitan los tejados cubiertos con teja de lágrima (figura 4). PILAS BAUTISMALES Grupo 1 Son pilas más sencillas y descuidadas, ubicadas en ermitas o iglesias de pueblos pequeños. Su estructura recuerda al lavatorio de Trasobares: pie-terriza, fustetubo y plato-terriza. Todas llevan decoración plástica de cordones, incisiones y sellos. Parroquial de San Miguel de Viver de la Sierra. Publicada por Álvaro Zamora en el artículo de referencia. No la hemos visto en nuestra visita de 2007. En En nuestros recorridos por la zona y de forma inesperada, hemos localizado dos ejemplares. Uno en la parroquial de Mesones de Isuela y otro en la iglesia de Viver de la Sierra. Los dos tienen una estructura formal semejante: un gran cuenco con labio exvasado, fuste y pie octogonales. Ambos están pintados imitando el mármol. El ejemplar de Viver de la Sierra ha sido repintado con PILAS DE AGUA BENDITA Las subdividimos en dos grupos atendiendo a su riqueza decorativa y perfección técnica. Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Página 13 Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Comunicación 7 5 la foto de Álvaro se aprecian cordones con incisiones verticales, sellos circulares en relieve, impresiones de rejilla rectangulares y ménsulas de unión entre el fuste y el plato decoradas con pequeñas ungulaciones. Ermita de San Felices de Sestrica. Está abierta y sin ornamentos. Queda parte del pie sujeto con cemento al suelo. El resto de la pila ha desaparecido. Ermita del Carmen. Cementerio de Sestrica (figura 5). De titularidad privada, la pila ha sido retirada y guardada en una casa particular. Con igual estructura que las anteriores, destaca por la abundancia de rostros diablescos en el exterior del vaso y en el fuste. Presenta amplias ménsulas, en la unión de la columna al vaso, decoradas con impresiones reticulares de 6 x 5. Destacar los dibujos radiales con centro en un sello circular doble dividido en 8 sectores con un punto en relieve en cada uno de ellos. Otro elemento llamativo son los botones prominentes rematados con el mismo sello. Ermita de San Bartolomé de Sestrica (figura 6). Situada en el camino de Jarque, conserva una pila exenta con la decoración más sencilla de todas: caras simplificadas, pequeños arcos incisos, círculos en relieve y un cordón horizontal en la parte baja del fuste. Su estructura es más compleja que la de las anteriores. Está formada por un pie –terriza invertida–, el fuste –tubo de desagüe–, el cuerpo de un cántaro esférico, y el vaso formado por dos terrizas superpuestas. 8 9 6 Grupo 2 Son pilas muy trabajadas, con un desarrollo formal complejo, y localizadas en edificios religiosos de mayor importancia. Ermita del Rosario de Jarque (figura 7). Publicada por Álvaro Zamora. Su artífice nos dejó una gran regalo. En el borde del vaso escribió “FRANCISCO SUPERBIELA ME HIZO EN SESTRICA A 10 DE ABRIL DEL AÑO DEL SEÑOR DE 1722”. Su pie es un cilindro enmarcado por dos cordones con incisiones verticales donde alternan angelotes de cuerpo entero con dibujos radiales de enrejillados de 5 x 3, sellos circulares de 8 sectores rellenos de puntos, círculo liso impreso y cordones ondulantes. El fuste se decora con cordones, sellos reticulares y circulares. La transición al vaso se refuerza con cordones oblicuos incisos, abollamientos y grandes botones decorados con sellos circulares así como reticulados de 5 x 3. En el vaso destacan las conchas de Santiago y sellos circulares. Es la pieza mejor conservada junta a la del castillo de Mesones. Ermita de Ntra. Sra. de los Ángeles del castillo de Mesones de Isuela (figura 8). Referenciada por María Isabel Álvaro, se halla embutida en un banco de cemento que impide ver el pie y parte del fuste. Es la más recargada. Toda ella con caras de querubines, sellos impresos, apliques plásticos de palmas, cordones con incisiones y más sellos. Entre los reticulados hay mezco- lanza de 2 x 2, 3 x 2, 4 x 2 y 6 x2. El borde del vaso se decora con sellos circulares dividido en 8 y rellenos de cuñas. Los 4 roleos de refuerzo bajo el vaso son más amplios y armoniosos que los de Jarque y se intercalan con cabezas de querubines. El castillo lo mandó construir la familia Luna hacia 1370 con una amplia capilla funeraria mudéjar en una de sus torres. Esta capilla se amplió hacia el patio en 1680 por el coadjutor Manuel Gascón y Álvarez, y se decoró con yeserías en 1720 por el coadjutor Juan Antonio Álvarez, sobrino del anterior. Por estos años debió encargarse la pila a los talleres de Sestrica. Estamos en pleno apogeo del Barroco. (5) Parroquia de Ntra. Sra. de los Dones de Embid de la Ribera (figura 9). Igualmente publicada por María Isabel Álvaro, en la actualidad se encuentra en muy mal estado de conservación. La humedad ascendente del suelo ha desprendido la decoración inferior, al tiempo que el agua del vaso, a pesar del orificio de salida existente, ha hecho estragos en el vaso y la columnita del interior. Formalmente es semejante a las anteriores pero con algunas salvedades: no tiene pie o está embutido en el suelo, tiene una columnita decorada en el centro del vaso imitando una fuente, tiene desagüe, y presenta un frontis muy interesante. La cabeza de un angelote está enmarcada por dos escudos de la pasión, y cumbreada por el rótulo en mayúsculas “MARIA”. El resto de la decoración semeja a las anteriores. Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Comunicación Hitos. Fueron recogidos tras una remodelación delcementerio de Sestrica. Todos pertenecieron a la misma tumba y no sabemos a qué familia pertenecían, alfareros o no. El hito está formado por un tronco de cono coronado por una esfera, lisos y sin decoración. De los tres conservados, uno es más alto y presenta una apertura en la bola para incrustar una cruz de hierro, hoy perdida (figura 13). 12 11 Página 14 ELEMENTOS COMUNES A LA OBRA CIVIL 10 Santuario de la Virgen de la Sierra en Villarroya de la Sierra (figura 10). Centro de referencia para las 33 localidades que se ven desde su cumbre en los días claros. Su iglesia guarda bajo el coro una de las piezas más interesantes. A pesar de la mala conservación del vaso cuya decoración de conchas ha desaparecido y de estar sujeta al suelo con cemento, tiene dos particularidades que la hacen diferente. Su fuste presenta decoración en bandas y se busca la geometría. Cordones incisos dividen los sectores donde volvemos a ver querubines, sellos circulares y reticulados, palmetas en relieve y cordones oblicuos. En el desgastado borde del vaso todavía se aprecia el nombre del cantarero: Christobal. Posiblemente un calco nos daría mayor información. CANTARICOS DE ACEITE Conocemos dos ejemplares, ambos milagrosos y en centros con importantes peregrinaciones comarcales. Ermita de la Virgen de Jerusalén de Inogés (figura 11). Hoy barrio de El Frasno. Se conserva en la pequeña ermita que sustituyó a la construcción barroca. Por los años 30 todavía se iba en romería desde La Aldehuela portando pendones y cantando ruegos a la entrada del pueblo. El ritual consistía en pasar a visitar a la Virgen al tiempo que la santera realizaba la señal de la cruz con un palo untado en el aceite del cantarico; que por su- 13 puesto nunca se acababa. Se conserva en un arca bajo tres llaves y es un jarro sin pico vertedor semejante a los que sacaba José, el pocero, mezclados con cerámica decorada del XVIII. Santuario de Ntra. Sra. de Rodanas en Épila. Documentado por Francisco Javier Bravo Quero (6) en la revista comarcal Ador 14 “Ermitas, santuarios y romerías en Valdejalón”. El cantarico llegó al santuario la víspera del Domingo de Cuasimodo de 1668 (30 de marzo). Hoy se conserva tras un pequeño ventanuco a la derecha del altar. Los fieles pueden tocarlo a través de un rete roto. Por la foto publicada se trata de una jarra de agua o vino. Se publican cuentas del santuario entre 1773 y 1886 con compras de vajilla en Muel, Almonezil, Lumpiaque y Sestrica. En marzo de 1779 se compraron cántaros y botejones en Sestrica por valor de 1 libra y 4 sueldos. ELEMENTOS DE CEMENTERIO Lápidas. Solamente las hemos visto en Jarque. Son placas rectangulares con copete semicircular. Están decoradas con una cruz latina y en un caso acompañada por cipreses y un árbol frondoso. Debajo se han marcado líneas incisas sobre las que se escribe en mayúscula los datos del difunto. Las realizó la familia Becerril entre 1898 y 1907 (figura 12). Los sellos reticulados y circulares se usaron en tinajones antiguos, en la serie con cercillos hasta la carena y cordón ondulado. Ejemplo de ello es el fragmento rescatado de una tapia del pueblo nuevo de Chodes mandado construir por Fcº. Sanz de Cortes entre 1676 y 1678. Igualmente se decora con reticulados en una orza de 4 asas firmada por Miguel Fajardo, ancestro de los Fajardos que marcharon a Navarrete. Estas orzas llegan hasta los inicios del XX ya sin improntas pero algunas con las firmas de Rufino Gaspar o sus parientes Rufo y Julio, todos de Sestrica. También hemos visto reticulados en algunas macetas de copa. Cordones digitados o incisos se conservan hasta el XIX en el borde de los tinajones o diferenciando la carena de alguna tinajilla. Decoraciones plásticas de angelotes han pervivido en una maceta que conserva la familia Asensio-Marco de Illueca. Pudo ser realizada por Felipe Asensio Marco fallecido en 1939 en Illueca, o por Serapio Marco Becerril de Jarque. Abuelos de la familia. Más angelotes presenta una tinajilla-aguamanil de la colección Ostalé. Caras más simplificadas, semejantes a las de la pila de la ermita del Carmen de Sestrica, las encontramos en una maceta de copa. Ya en el siglo XX cantareros de Jarque decoraron algunas tinajas alqueceras con improntas de duros de plata, hojas de parra, iniciales floridas, palmetas, o incisiones dibujando un gallo y letras. Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Página 15 Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Comunicaciones Comunicaciones CONCLUSIONES Domènec Guimerà, Anna Manrique Se trata de piezas únicas con un fuerte simbolismo y gran riqueza decorativa. Realizadas entre la mitad del s. XVII y finales del s. XVIII, en pleno apogeo del Barroco. Todo apunta al taller de Sestrica. Debemos continuar con la prospección de la zona en busca de nuevas referencias y realizar un estudio comparativo de los cuños, moldes y elementos plásticos. À Sabadell (Barcelona), centro alfarero olvidado Bibliografia 1. 2. 3. 4. 5. 6. MARÍA ISABEL ÁLVARO ZAMORA. Alfarería popular aragonesa. Libros Pórtico 1981. Zaragoza. Págs. 41-54 CARLOS DÍEZ GALÁN. Barro y fuego: Alfarería aragonesa en basto. Asociación cultural Barro y Fuego 2005. Zaragoza. Págs. 330-347 ALFONSO ROMERO y SANTI CABASA. Tinajería tradicional española: Comunitat Valenciana, Catalunya, Balears y Aragón. Editorial Blume 2009. Barcelona. Págs. 372-397 MARÍA ISABEL ÁLVARO ZAMORA. “Pervivencias técnicas y ornamentales de la cerámica medieval mudéjar en la alfarería aragonesa posterior a 1610”, en II Coloquio de cerámica medieval del Mediterráneo Occidental. Ministerio de Cultura. Madrid 1987. Págs 433–439. JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ PRADES. “El castillo de Mesones de Isuela” Monumentos de Aragón 9. Institución Fernando el Católico (C.S.I.C.), Zaragoza 1983. Pág. 66 FRANCISCO JAVIER BRAVO QUERO. “Ermitas y Santuario de Épila. El Santuario de Rodanas” en Ermitas, Santuarios y Romerías en Valdejalón, Ador nº 14. Centro de Estudios Almunienses. La Almunia de Doña Godina 2009. Págs 113-176 © 2011, José María Gimeno Hernández Correspondencia con el autor: [email protected] del Sabadell de los alfareros se lo debemos en primer lugar a Marian Burgués i Serra (Sabadell, 1851-1932) un alfarero ilustrado, dibujante, grabador y escritor, republicano, librepensador, progresista y promotor de diversas asociaciones ciudadanas culturales y humanitarias. Acudió a la escuela sólo hasta los 9 años, pero estaba dotado de un espíritu extrañamente inquieto para un entorno como el catalán del siglo XIX, endogámico y cerrado en sus estructuras tradicionales. De los 9 a los 17 años permaneció en el alfar paterno aprendiendo el oficio pero luego prosiguió su aprendizaje en Mataró (por entonces gran centro fabricante y exportador de cerámica), en Thuir (Francia), en Coimbra (Portugal), en Muel (Zaragoza), en Manises (Valencia) y en La Bisbal (Girona). Dejó dos obras fundamentales para la historia de la alfarería tradicional: una, minúscula pero abarrotada de informaciones, Estudis de terrissa catalana (1925), y una especie de libro de memorias, Sabadell del meu record (1929), que constituye el punto de partida de esta comunicación. Sabadell fue un centro alfarero importante. Hoy apenas nadie lo diría. Entre los libros clásicos sobre alfarería española (y catalana), solo uno lo recoge, Alexandre Cirici en su Cermàmica catalana, y aun en este solo aparecen dos breves referencias: una sobre las cerámicas del Neolítico y otra sobre las cerámicas constructivas del Modernismo (Cirici 1977, pp. 28 y 386). E L CONOCIMIENTO Y, sin embargo, la tradición alfarera de la ciudad es antigua. En los documentos del siglo XIV ya figura un Pere Pla de profesión «ollero» y a finales del siglo XVII el Consell de la Vila prohibía que los alfareros trabajaran durante el día, entre mayo y junio, por temor a que incendiaran los sembrados cercanos. Tal decreto supone dos cosas: una, que había un número considerable de alfares con horno y dos, que éstos se encontraban cerca de los sembrados, es decir al otro lado de los límites de la población. El siglo XVIII debió de ser el de máxima productividad alfarera: se contaban 14 alfares con autorización de vender su producción en Barcelona, directamente y sin tasas (Roig s/a, pp. 2-4). Parece que no hace mucho se pudieron recuperar muchas piezas de ese siglo utilizadas en la construcción de las bóvedas del campanario de San Félix, la iglesia parroquial del centro de la ciudad. Sin embargo, dejemos este hecho en un prudente suspenso porque no era extraño en la época el tráfico entre pobla- Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Comunicación ciones, para la construcción, de piezas de alfar defectuosas e inservibles para el uso a que habían sido destinadas en principio (Burgués 1925, p. 47). Los alfareros se lo vendían todo: por supuesto, los cacharros que elaboraban pero también los subproductos: desde la ceniza de los hornos para la colada doméstica, hasta, para la construcción, las piezas defectuosas enteras para rellenar bóvedas o, trituradas como arena y mezcladas con cal como material impermeabilizante (Burgués 1929, p. 34). En la mitad del siglo XIX ya sólo quedaban en Sabadell, según la memoria de Marian Burgués, siete alfares, seis de los cuales los podemos localizar con bastante precisión en la periferia del segundo «ensanche de la ciudad» (Burgués 1929, p. 32, figura 2). Página 16 en una calle ahora perforada por una tuneladora para prolongar la vía del tren. Debajo de las eras y de las construcciones citadas se encontraba (y se conserva íntegro) el gran sótano con las bocas de carga en el techo y los hornos de cocción, uno en cada extremo, cada uno con su hueco de carga de la fogaina. Las piezas y la leña entraban y salían por las tres aberturas superiores. Esta gran estructura se conserva en perfecto estado y se puede visitar de lunes a sábado en horario comercial. Aunque es de propiedad privada, el Ayuntamiento proporciona a demanda un guía para las visitas comentadas. Emili Sempere lo inventarió en la publicación de la Asociación de Ceramología de 1992 correspondiente a su congreso de 1990. Desde principios del siglo XVIII, la actividad artesanal de los Escayola fue la elaboración de cerámica tradicional con toda la diversidad tipológica doméstica conocida. Otras piezas bien definidas fueron los materiales auxiliares para la construcción y la arquitectura ornamental tan de moda en la época. EL HORNO DE LOS ESCAIOLA Sin duda, el alfar más importante (según nuestros conocimientos) en los siglos XVIII y XIX fue el de la familia de los Escaiola, alias Ca’l Bolsós. Situado en el siglo XVIII TIPOLOGÍA DE LA ALFARERÍA TRADICIONAL DE Hornos subterráneos norte (arriba) y sur (abajo) del alfar de los Escaiola, cuidadosamente conservados en la actualidad. A la izquierda, alzado topográfico del conjunto (arriba) y del horno norte (abajo). en el Raval de Dins, ocupó después un amplio espacio en el arranque de la actual Via Messeguer (o Masagué). Este conjunto artesanal se configuraba a nivel de superficie y a cielo abierto con la era, las balsas y el pozo. Bajo cubierto pero también en la superficie se encontraban los espacios para la leña y el barro, el secadero y los almacenes y, en una estancia más resguardada, los tornos (Roig 2001, p. 16). De todo esto, en la actualidad no queda más que una amable tienda de alfombras y bolsos, SABADELL En la página siguiente se reproduce la descripción gráfica de la alfarería de Sabadell, dibujada por el propio Burgués en la página 48 de su Estudis de terrissa catalana. En otras láminas de la misma obrita describe también esquemáticamente las piezas prehistóricas procedentes de las excavaciones del poblado ibérico de La Salut y la alfarería contemporánea de Manresa y Sallent, la alfarería negra de Quart (Girona), las de Thuir, Mataró y La Bisbal (había trabajado en las tres poblaciones, así como en Manises), las de Breda y Esparreguera, Miravet, Lleida, Mallorca, y del «llano de Barcelona». Refiriéndose en concreto a Sabadell, dice que todos los alfareros de sus tiempos jóvenes fabricaban alfarería propiamente llamada «de cocina»: tupins (pucheros), olles, cassolots (cazuelas), giradors, cobertores (tapaderas), ansats (cacharros con asas), envernissats, gresolets (lámparas de aceite), guardioles (huchas), etc. (Burgués 1929, p. 32). Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Página 17 Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Comunicación a b d c e f i En la obra pequeña indicaba: «Se fabricaban pucheros en forma de hueso de oliva [?] y ollas para la obtención de azúcar candi..., que sólo servían una vez porque para sacar el azúg car había que romperlas.» (a) «Las ollas para la manteca [«greixoneres»] eran de líneas griegas puras» (b) «Las botijas de vino» (c). En la serie de fotografías presentamos algunas piezas documentadas como procedentes de Sabadell. Primero, las piezas parcialmente esmaltadas. En (c), un botijo del Museu d’Història y un «pitxell» del Museu del Càntir de Argentona (d) catalogado, aunque con interrogantes, como procedente de Sabadell; el «pitxell» se empleaba en las barcas y para las labores del campo y llevaba protectores de la boca y del pitorro. El cantarillo para vidrio (e) se atribuye a Sabadell, pero sin argumentarlo. A su lado, un «mamet» («mamón») (f) o porrón de barro. En la fila de abajo, un bebedero bastante convencional (g), una medida de vino de «cuatro porrones» (h) y un barreño de pastelero (i). Debajo de él, una pequeña escudilla «mal de mares» (j) completamente vidriada que, por su nombre, quizá serviría para mimar a quien la utilizara (si los demás comían en escudillas de madera), o a los enfermos. A continuación tenemos un orignal de partera (k) como muestra de piezas esmaltadas y decoradas con tres colores: el de base, el verde y un marrón, que encontramos m h j también en otros cacharros domésticos: soperas, escurridores y otros. En cuanto al orinal, cito textualmente (traducido) a Burgués en sus memorias (Burgués 1929, p. 87): «Una de las costumbres más típicas del siglo pasado [por el XVIII] era que las mujeres, después de la partera [debe querer decir «después del parto»] necesitaban el orinal de partera. Este artefacto era de barro y medía unos dos palmos y medio de alto por otros de ancho de boca; era imprescindible: quien no tenía uno propio lo pedía prestado a parientes o vecinos. – Algunos bromistas ofrecían como regalo de bodas un orinal de partera a quienes habían "hecho Pascua antes de Ramos". Este utensilio ha ido desapareciendo. [...] En tiempos más recientes a estos orinales se les llamó Don Pedro, nunca he sabido por qué». El resto de piezas completamente vidriadas de esta muestra, y que también pertenecen al Museu d’Història de Sabadell, son una alcuza (l) y una pequeñas medidas de vino que se exhibe en el alfar Bolsós (m). El asa, situada junto al pie de ambas, certifica que su uso no es el de beber de su contenido, sino el de verterlo. En el Sabadell del siglo XIX (no sé hasta qué punto en toda Cata- k l n luña) la unidad de medida del vino es el porrón, equivalente a 94 centilitros de nuestro sistema métrico decimal Las dos muestras que allí se exhiben llevan sendas marcas (n) que las atestiguan como medidas públicas oficiales.À Bibliografía CASAMARTINA I PARASSOLS, J. Marian Burgués, un terrisser que va fer història. Sabadell: Fundació Caixa Sabadell 1993. CIRICI, A. Ceràmica catalana. Barcelona: Destino, Barcelona 1977. pp. 430-432. BURGUÉS SERRA, Marià. Estudis de terrissa catalana. Sabadell: Llibreria Sallarès 1925. BURGUÉS SERRA, Marian. Sabadell del meu record. Sabadell: Joan Sallent, impressor 1929 (edición facsímil, Ajuntament de Sabadell 1982. CALVO, ORIOL, y otros. Museu del Càntir, Argentona (catálogo). Ajuntament d’Argentona 2007. p. 86 ROIG DEULOFEU, Albert. Els forns i l’obrador de ceràmica de l’Escayola, segles XVIII-XIX. Sabadell: FOC 2001. ROIG DEULOFEU, ALBERT. L’obrador de ceràmica de l’Escaiola (Sabadell, Vallès Occidental). Ajuntament de Sabadell 2001. SEMPERE, EMILI. «Catalogación de los hornos de España y Portugal", en VVAA. Tecnología de la cocción cerámica desde la Antigüedad hasta nuestros días. Alicante, Asociación de Ceramología 1992. pp. 185257. © 2011, Domènec Guimerà, Anna Manrique Correspondencia con los autores: [email protected] Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Noticias y actividades de ALFACER Página 18 Noticias y actividades de ALFACER TERTULIAS Como actividad periódica que nos permita asegurar la relación de socios y amigos con mayor frecuencia, hemos intentado sistematizar una serie de TERTULIAS, en las que podamos conversar de forma distendida sobre las cuestiones que nos interesan, sin horario ni temas fijos. Las vamos celebrando los segundos de cada mes, en la terraza de invierno del Mesón Sidrería Sancho en la Avenida Puerta Sancho 21, frente al edificio del Centro Cívico Almozara; como sabéis muchos, en las proximidades del Rastro de Zaragoza. Las primeras Tertulias se celebraron el 13 de febrero, el 13 de marzo y el 10 de abril de 2011. Por otra parte, el domingo 11 de marzo tuvo lugar la primera de las tertulias dominicales de la temporada 2012 y en ella se presentaron varias y heterogéneas piezas para el debate y la identificación. En primer lugar se opinó sobre dos piezas antiguas procedentes de pozo ciego; una jarra y una cantimplora o botijo de carro, sin que se llegase a un acuerdo concluyente. Otras piezas en las que el acuerdo fue claramente mayoritario, fueron una pequeña orcilla de Jaca, dos aceiteras de los alfares de la Ibérica y Villafeliche y dos orinales ("Don Pedro") uno de Almonacid de la Sierra y otro de Lumpiaque. Respecto a la aceitera de Villafeliche surgió la información de que alfareros de esta localidad trabajaron en la próxima ciudad soriana de Almazán. Finalmente se debatió en relación a diversas piezas de baño estannífero; dos, una aceitera y una fuente probablemente de Teruel de los años 20; otra fuente sencilla con una cenefa azul y morado que podría ser de Villafeliche y otra muy interesante (¿Villafeliche? ¿Teruel?) profusamente decorada en azul con lo que podría representar una custodia o un relicario. José Mª Gimeno aportó una relación de alfareros aragoneses, procedentes de censos electorales de los años 1890-1900, que alargó la siempre agradable conversa- NACIMIENTO El pasado 29 de diciembre la entrañable asociada de ALFACER y amiga de todos, la ceramista alfarera en Calanda, Inma Mora tuvo una hija, Ana, que estamos seguros seguirá, no puede ser de otra manera, los caminos artísticos de sus padres. Todos queremos a Inma y nos alegra su felicidad. EXCURSIÓN En mayo de 2011, en vez de Tertulia optamos por la excursión y así, los días 28 y 29, viajamos a Barcelona con el objetivo de cumplimentar un denso programa: S Á B A D O 28: mediodía, visita al Museo de Cerámica de Pedralbes, en Barcelona; co- D O M I N G O 29: embarrada (por la lluvia nocturna) participación en el pionero desembalaje de Cardedeu, con hallazgos soprendentes. El fin de actividades consistió en el Encuentro anual de Coleccionistas de Baldosas y Cerámica Antigua en Esplugues de Llobregat (organizado por la Associació Catalana de Ceràmica) donde también fue posible hacerse con alguna nueva pieza, siempre interesante. mida y salida por la tarde hacia Oristà, una pequeña aldea en la Cataluña profunda donde el párroco y su solícito sacristán custodian una impresionante colección de alfarería de basto catalana, propiedad de la Asociación Catalana de Cerámica. Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Noticias y actividades de ALFACER 8as JORNADAS SOBRE ALFARERÍA Y CERÁMICA TRADICIONALES De nuevo nos encontramos en Morillo de Tou, el 30 de septiembre y 1 y 2 de octubre de 2011 , El programa de conferencias de este año se inciaba con la disertación/ muestra a cargo de S E R G I O S A B I N I , sobre “La alfarería en la fotografía española. Serie cántaros”. Por su parte, J O S É M A R Í A G I M E N O , presentó “Cantarerías del Aranda: estado de la cuestión”. En otra sesión se realizó la presentación del proyecto de esta misma revista y de su número 0, a cargo de D O M È NEC GUIMERÀ. En la sección de comunicaciones, J O S É M ª G I M E N O presentó "Tejerías pirenaicas aragonesas, parte occidental" y "Tejerías de la Sotonera". J O S É M ª A B A D nos informó sobre la sorpresa del "Alfar y el cántaro de Cuevas de Cañart". A U R E L I O B A I L resumió su ruta por las "Tejerías del Pirineo occidental". Y, por último, E M I L I S E M P E R E hizo una presentación de la Revista Terrart. Tampoco podían faltar, y no faltaron, la 8ª sesión "Torre de Babel en Morillo", de identificación de piezas de cerámica de origen dudoso, y el 2º Des- embalaje de Morillo-Mercadillo de comnpra-venta y trueque de piezas de cerámica, alfarería, azulejería y objetos etnológicos. Las Jornaadas culminaron con la celebración de la asamblea general de socios de ALFACER, enla que se departió sobre las actividades de la Asociación y se perfilaron algunos detalles del proyecto de la Revista Digital. El domingo nos dirigimos a Bielsa, donde visitamos las secciones de patrimonio histó- Página 19 Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Editorial GRACIA ARIAS (Y SU ÁNGEL) EN MAESTROS ARTESANOS EN ACTIVO DE CASTILLA-LA MANCHA La Dirección General de Turismo y Artesanía de la Junta de Castilla-La Mancha ha publicado Maestros artesanos en activo, obra en la que figura nuestra compañeroa Gracia "en busca de la cerámica perdida de Puertollano". "Cuando esta alfarera se sienta al torno, sus manos y su mente conforman objetos de gran belleza o utilidad. El barro, la arcilla, se moldea con tanta suavidad que parece que sus obras son el producto de una delicada caricia". La obra recoge también su actividad, juntamente con la de Ángel, como pedagogos en el Centro Alfarero La Estación. GRACIA ARIAS (Y SU ÁNGEL) ACABAN DE PUBLICAR LA OLLERÍA EN PUERTOLLANO "Este libro es el fruto de un sueño. Hace más de una década Graci y Ángel quisieron que la labor que hacían cada día, recuperando la cerámica tradicional de Puertollano en sus distintos talleres, quedase reflejada en un catálogo de piezas antiguas y modernas que sirviese de homenaje a aquellos humildes alfareros y olleros cuya existencia había girado alrededor del torno. De sus modestos alfares salieron piezas útiles y bellas que ayudaron a guisar, guardar el vino, conservar alimentos, acarrear agua o decorar los hogares, tanto de los campesinos y mineros como de los más acomodados del lugar. A lo largo de sus páginas desfilan acontecimientos cotidianos, personajes y cacharros cargados de historia. Unas piezas viajeras que se han localizado pacientemente durante toda una vida por media España y que ahora se brinda al gran público, pero también al erudito curioso y al coleccionista más avezado, gracias al trabajo coordinado entre ceramólogos, químicos, arqueólogos, antropólogos e historiadores que han intentado desentrañar el alma del barro y las inquietudes de los artesanos." M. F. GÓMEZ VOZMEDIANO Página 20 EMILI SEMPERE, PREMIO NACIONAL DE CERÁMICA 2011 Totana acogió el pasado día 3 de noviembre la entrega de los Premios Nacionales de Cerámica 2011 impulsados por la Asociación Española de Ciudades de la Cerámica (AeCC). En esta edición fue premiado, en la modalidad de aportación técnica o científica,nuestro compañerode ALFACER Emili Sempere (en la foto, con la Alcaldesa de Totana en el acto de recepción del premio). Según el acta de concesión del Premio, "pocas personas han tenido tanta influencia en la investigación, catalogación y difusión de la cerámica popular y artística en España como Emili Sempere. Su desbordante actividad a favor de la cerámica no tienen parangón en nuestro país. Sus publicaciones más destacadas son la Ruta a los Alfares de España y Portugal, La terrissa de les Terres de l'Ebre, La terrissa catalana, El llibre dels càntirs y la monumental Historia y Arte en la Cerámica de España y Portugal. Además, es director de la revista Terrart y está coordinando la celebración en España del Congreso de la Academia Internacional de la Cerámica en 2016". Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Página 21 Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Sesión de identificación Sesión de identificación MIELERA Esta hermosa, aunque muy deteriorada, mielera, fue adquirida en el Rastro de Zaragoza, pero a un vendedor no habitual. No hay, por ello, indicaciones fiables de su posible procedencia. No coincide formalmente con las formas que conocemos de Cantavieja y otros centros del Maestrazgo; pero otras características serían compatibles con ollerías turolenses (aspecto del barro, vidriados). Podría, no obstante, y en principio, ser de cualquier alfar peninsular. ¿Alguien conoce esta pieza u otras semejantes? ¿Qué características la harían compatible con algún centro conocido? Emilio Manrique ACEITERAS DE CUELLO LARGO La atribución de estas "olieras", "aceiteras" o "vinagreras" es siempre poco precisa en la bibliografía. Este tipo de piezas, a pesar de presentar diferencias formales a veces notables, son con frecuencia atribuidas a diversos centros, de forma no totalmente satisfactoria, sin que se especifiquen claramente los criterios de diferenciación. Sin ninguna duda se elaboraron en Traiguera (Emili Sempere), pero otros autores las atribuyen a L'Alcora (Museo de L'Ametlla), Horta de San Joan (Alfons Marín), Olocau del Rey (E. Sempere), Tronchón (I. Álvaro Zamora, C. Díez); cuando no se dice genéricamente "valencianas" y "aragonesas" (Marín). I. Álvaro dice en referencia a Montoro: "…de la misma manera que las vinagreras obradas en todas estas ollerías de Teruel…" ¿Alguien puede identificar en estas olieras características compatibles con alguno o algunos centros turolenses? Emilio Manrique CÁNTARO Este cántaro fue adquirido a un comerciante de Zaragoza. Es posible que proceda de un coleccionista. Según informaciones del vendedor procedería de la comarca de las Cinco Villas (Zaragoza). La rotura de la boca y parte del cuello priva sin duda de un elemento informativo importante. Podría ser una vasija salida de alfares de Sos del Rey Católico. En este caso sería obra anterior a la última producción de este alfar. El más basto y pesado, el color más claro, etc. ¿Qué opinión tenéis? ¿Por qué? Emilio Manrique Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), e-Mercadillo Página 22 e-Mercadillo ntre ios e b m a ye interc , constitu ers o l t es lar en in n, pu timu o ó s i e o c r c e e se in od NTE: A : esta pago en d bjetiv T s o o R i o O b c te MP úni cam edian on el ales inter m c NOTA I , s o da t ad el teres diador en uí anuncia rito d n c i s s e e r o aq l me cio d plia p iezas servi gún pape m p a n s u n a o el ció in scrip R com n tener n r alguna d e E d C a A . ara y un nica) e ALF tende n adquiri o t ó e d r r o t ista p s f p c v o a e e e a d l r t n s a e s i su ón e la ado revi soc ión d meno l o direcci ni la teres los A c l o n c l i a a a t r s e d e to po ta cio rec a la r cuan os so dedor. ás de cción pos se of n n L a a e m . t n e r o i n c d e ven pág dvi dire r (a róni iació te al , lo a Esta nclui teléfono, i Asoc cios elect n n e ó n a i l e c m i eb ac n o( .N cta trans ellos ista d e contact e anu girse dire v a d l e r n o t ó a l d xi bl iri uen a un medio con é un ta , deben d g o e l d l a e z io ali qu or y camb an re ertas el vended y f a o h s la d vez todas completo , una , e n i u f q e e ido". s d e r n o e A est el nombr d v de e" o) s ven l cartel d o l a objet e ega rle se ru pone , o e t r n a ció tra p a sec t s Por o e rlo de retira Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Página 23 Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Noticias del Barro Noticias generales del Barro MURIÓ NATACHA SESEÑA FERIAS Y DESEMBALAJES 2012 Primer domingo de cada mes Granollers (Barcelona) 18-20 de mayo Castellón Sant Cugat (Barcelona) 18 al 20 de mayo Zaragoza Fira d'Antiguitats i Brocanters Parc Firal Desembalaje en Mercantic 14-22 de abril Madrid Almoneda 2012 Recinto IFEMA 15 de abril Cardedeu (Barcelona) Fira d'Antiguitats i Brocanters 22 de abril L'Ametlla del Vallès (Barna) Feria Desembalaje Salón La Pérgola CERCO 2012 19 y 20 de mayo Sant Julià de Vilatorta (BCN) Fira de Ceràmica i Terrissa El Tupí 2012 2-3 de junio A Estrada (Pontevedra) Fira d'Antiguitats i Brocanters Feria de Antigüedades e Cousas Curiosas Recinto Ferial 27-29 de abril Ferrol (A Coruña) 2-3 de junio Munilla (La Rioja) Feria de Antigüedades Recinto Ferial FIMO 28-29 de abril Bolvir (Cerdanya, Girona) Fira d'Antiguitats i Brocanters 6 de mayo Ansio - Barakaldo/Bizkaia XXV Desembalaje Recinto Ferial del Bilbao Exhibition Centre 18-20 de mayo Alicante Salón Desembalaje Recinto Ferial de la IFA Feria de Antigüedades 2-3 de junio Zaragoza Gran desembalaje "Un Huevo De Antigüedades" Recinto Ferial 8-10 de junio Avilés (Asturias) Feria de Antigüedades y Almoneda Pabellón de La Magdalena 8-10 de junio Zamora "Gran Desembalaje" Institución Ferial de Zamora 29de junio - 1 de julio . Calamocha (Teruel) Feria de Antigüedades, Coleccionismo y Almoneda Instituto Ferial 9-22 de julio Navarrete (La Rioja) 4ª Feria Nacional de Alfarería y Cerámica de Navarrete. NACE 3-5 de agosto Argentona (Barcelona) Fira del Càntir 3-5 de agosto Torrelavega (Cantabria) XIII Desembalaje de Cantabria Feria de Muestras 5 de agosto Martinet de Cerdanya (Lleida) Fira d'Antiguitats i Brocanters 10-12 de agosto Vª Feria de Antigüedades Burela (Costa de Lugo) Coleccionismo y Almoneda Pabellón Vista Alegre 11-12 de agosto Alp (Cerdanya, Girona) Fira d'Antiguitats i Brocanters 15 de agosto Llançà (Costa Brava, Girona) Fira d'Antiguitats i Brocanters 18 al 26 de agosto Vic (Barcelona) XXI Fira d'Antiguitats de Vic Recinte Firal El Sucre 9 de septiembre Cardedeu (Barcelona) Fira d'Antiguitats i Brocanters 5 al 9 de septiembre 2012 Valladolid Feria de Cerámica y Alfarería Organizada por la ACEVA 28, 29, 30 de septiembre Torre Pacheco (Murcia) X Desembalaje de Murcia 11-14 de octubre Gijón (Asturias) XIII Desembalaje de Asturias La historiadora del arte Natacha Seseña murió el 31 d octubre pasado. Ella había sacado el barro a la calle, convertido en obra de arte Fue ella quien fundó la Feria de la Cacharrería, en la plaza de las Comendadoras de Madrid, donde había nacido con la República, el 31 julio de 1931. Aparte de lo que hizo (a favor de la alfarería, a favor del arte, a favor de los otros), la personalidad de Natacha era la de una mujer cuyo compromiso político no conoció respiro. Fue, decía su hija, la primera mujer que se divorció (se había casado con un norteamericano, Neil Magee, en 1959), la primera mujer que condujo un coche, la primera mujer que se manifestó contra el Vaticano... Su gran obra fue su dedicación a la alfarería. Se empeñó, como se empeñaba ella en las cosas, sin esperar nada a cambio, en sacar la alfarería de los alfares, en dotarla de la significación artística que alberga el barro humilde, engrandecido. Se impuso esa tarea y ahora ese es el monumento real y difuso que deja su personalidad poliédrica y tan cordial, tan discreta y entusiasta, tan alegre por dentro; una alegría que a Natacha le saltaba a los ojos, con los que reía como si supiera algo que solo decía así, mirando. Estaba muy a la izquierda, y en los últimos tiempos tenía el susto del futuro. (Extraído de Juan Cruz, " Natacha Seseña, historiadora del gran arte y la alfarería". El País, 1 de noviembre de 2011.) 28 de octubre Madrid XXXVIII Desembalaje Recinto Ferial de la Casa de Campo, Pabellón de la Pipa 16-18 de noviembre Pamplona III Desembalaje de Navarra Recinto Ferial de Navarra 18 de noviembre Cardedeu (Barcelona) Fira d'Antiguitats i Brocanters 15, 16 de diciembre Ansio-Barakaldo (Bizkaia) XXVI Desembalaje de Bilbao Bilbao Exhibition Centre Una foto impagable en casa de Natacha Seseña, febrero de 1985. De izquierda a derecha, delante: Ángel González, Isabel García Lorca, Natacha Seseña, Vicente Molina Foix y Jaime Gil de Biedma; detrás, Fernando Vijande, Gloria García Lorca y Julio Caro Baroja. Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Alfahar número 0 (enero-abril 2012), Fuentes y enlaces Página 24 Fuentes y enlaces NOTAS Esta sección se irá incrementando a medida que se vayan recogidaportando elementos. útiles a los estudiosos de la cerámica decorada y la alfarería, de modo que con el tiempo se convierta en una auténtica biblio-hemero-docuteca enciclopédica sobre la temática. Esta sección se irá actualizando a medida que se vayan recogiendo materiales, aparte la periodicidad de la publicación. En esta primera entrega todavía no se incluyen recursos electronicos. Materiales sobre alfares, alfareros y centros alfareros tradicionales de España, por Comunidades Autónomas Obras generales CORTÉS VÁZQUEZ, LUIS (1980) «Las alfarerías femeninas». Narria: Estudios de artes y costumbres populares, n. 20, pp. 10-13. Disponible en internet: <http://digitooluam.greendata.es//exlibris/dtl/d3_1/apache_media/L2V4 bGlicmlzL2R0bC9kM18xL2FwYWNoZV9tZWRpYS80NDE5N Q==.pdf [consulta 12-3-2012]. GUERRERO MARTÍN, JOSÉ; BELVER JORDI (1988) Alfares y alfereros de España. Barcelona, Serbal. 302 pp. 21 x 25,5 cm. NONELL, CARMEN (1978) Cerámica y alfarería populares de España. León, Editorial Everest. 64 págs. PADILLA MONTOYA, CARMEN (1977) «Cerámica del fuego». Narria: Estudios de artes y costumbres populares, n. 8, pp. 21-33. Disponible en internet: <http://digitooluam.greendata.es//exlibris/dtl/d3_1/apache_media/L2V4 bGlicmlzL2R0bC9kM18xL2FwYWNoZV9tZWRpYS80MzcyM w==.pdf> [consulta 12-3-2011]. PADILLA MONTOYA, CARMEN (1980) «Alfarería vidriada y sin vidriar». Narria: Estudios de artes y costumbres populares, n. 17, pp. 9-12. Disponible en internet: <http://digitool-uam.greendata.es//exlibris/dtl/d3_1/apache_media/L2V4bGlicmlzL 2R0bC9kM18xL2FwYWNoZV9tZWRpYS80NDA1OQ==.pdf> [consulta 12-3-2011].. PIÑEL, CARLOS (2006) Las alfarerías femeninas. Fundación Siglo. Zamora, Museo Etnográfico de Castilla y León. 160 pp. 28x21 cm. ROMERO, A.; CABASA, S. (1999) La tinajería tradicional en la cerámica española. Barcelona, Ediciones CEAC. 398 pp. 21 x 28 cm. ROMERO, ALFONS; CABASA, SANTI; RODRÍGUEZ FISCHER, CRISTINA (coord.) (2009) Tinajería tradicional española. Comunitat Valenciana, Catalunya, Balears, Aragón, tomo 2 de La tinajería tradicional en la cerámica española. Barcelona, Editorial Blume. 438 pp. 21 × 29 cm. SCHÜTZ, ILSE. (1993) La mujer en la alfarería española. Agost: Centro Agost, 56 pp. 24 × 22 cm. SEMPERE, EMILI FRANCESC (1982) Rutas por alfares de España y Portugal. Autor-editor. 400 pp. 23x16 cm. 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La Asociación Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería tiene como fines determinados el estudio, la conservación, la difusión, la divulgación y la defensa del patrimonio que constituyen los oficios cerámicos tradicionales y de las producciones cerámicas históricas peninsulares, fundamentalmente las de alfarería, de cerámica decorada, de azulejería y para edificación. Artículo 4. Para el cumplimiento de los fines señalados en el Artículo 3 de los presentes estatutos, se realizarán las siguientes actividades: Coloquios, debates, exposiciones, conferencias, cursos, jornadas. Publicación y divulgación de material impreso y audiovisual. Peritaciones y actividades conjuntas con otras asociaciones o museos de fines o contenidos semejantes. Colaborar con los ámbitos científicos, académicos y las administraciones y promover ante estas últimas actividades o actuaciones encaminadas a la consecución de los fines de la Asociación. Visitas colectivas y otras actividades recreativas. Artículo 5. La Asociación establece su domicilio social en la Calle Maladeta 20, casa 3 de María de Huerva 50430 y su ámbito territorial en el que va a realizar, principalmente, sus actividades es autonómico, el de la Comunidad Autónoma de Aragón. La Junta Directiva, previo acuerdo de la Asamblea General, tendrá atribuciones para cambiar tanto el domicilio social como las sedes o locales sociales, comunicando los cambios que se produzcan en el registro correspondiente. Capítulo II ÓRGANOS DIRECTIVOS Y DE REPRESENTACIÓN Artículo 6. La Asociación será dirigida, gestionada y representada, conforme a principios democráticos por una Junta Directiva y la Asamblea General. La Junta Directiva estará formada por: Presidente, dos Vicepresidentes, Secretario, Tesorero y un número de vocales no inferior a tres. Éstos serán designados y revocados por la Asamblea General Extraordinaria y su mandato tendrá una duración de tres años renovables. La Junta Directiva es el máximo órgano de dirección entre asambleas. Todos los cargos que componen la Junta Directiva serán gratuitos. Artículo 7. Los miembros de la Junta Directiva podrán causar baja por renuncia voluntaria comunicada por escrito a la Junta Directiva, por incumplimiento de las obligaciones que tuvieran encomendadas y por expiración del mandato. Artículo 8. Los miembros de la Junta Directiva que hubieran agotado el plazo para el cual fueron elegidos, continuarán ostentando sus cargos hasta el momento en que se produzca la aceptación de los que les sustituyan. Artículo 9. La Junta Directiva se reunirá cuantas veces lo determine su Presidente y a iniciativa o petición de tres de sus miembros. Quedará constituída cuando asista la mitad más uno de sus miembros y para que sus acuerdos sean válidos deberán ser tomados por mayoría de votos. En caso de empate, el voto de Presidente será de calidad. mismas atribuciones que él. Artículo 10. Las facultades de la Junta Directiva se extenderán, con carácter general, a todos los actos propios de las finalidades de la asociación, siempre que no requieran, según estos Estatutos, autorización expresa de la Asamblea General. Son facultades particulares de la Junta Directiva: Dirigir las actividades sociales y llevar la gestión económica y administrativa de la Asociación, acordando realizar los oportunos contratos y actos. Ejecutar los acuerdos de la Asamblea General. Formular y someter a la aprobación de la Asamblea General los Balances y las Cuentas anuales. Resolver sobre la admisión de nuevos asociados. Nombrar delegados para alguna determinada actividad de la Asociación. Cualquier otra facultad que no sea de la exclusiva competencia de la Asamblea General de socios. Artículo 13. El Secretario tendrá a cargo la Dirección de los trabajos puramente administrativos de la Asociación; expedirá certificaciones, llevará los libros de la Asociación legalmente establecidos y el fichero de asociados, y custodiará la documentación de la entidad, haciendo que se cursen las comunicaciones sobre designación de Juntas Directivas y demás acuerdos sociales inscribibles en los Registros correspondientes; así como la presentación de las cuentas anuales y el cumplimiento de las obligaciones documentales en los términos que legalmente correspondan. Artículo 11. El Presidente tendrá las siguientes atribuciones: Representar legalmente a la Asociación ante toda clase de organismos públicos y privados; Convocar, presidir y levantar las sesiones que celebra la Asamblea General y la Junta Directiva, así como dirigir las deliberaciones de una y otra; ordenar pagos y autorizar con su firma los documentos, actas y correspondencia; adoptar cualquier medida urgente que la buena marcha de la Asociación aconseje o, en el desarrollo de sus actividades, resulte necesaria o conveniente, sin prejuicio de dar cuenta posteriormente a la Junta Directiva. Artículo 16. Las vacantes que se pudieran producir durante el mandato de cualquiera de los miembros de la Junta Directiva serán cubiertas provisionalmente entre dichos miembros, hasta la elección definitiva por la Asamblea General Extraordinaria. Artículo 12. El Vicepresidente Primero sustituirá al Presidente en ausencia de éste, motivada por enfermedad o cualquier otra causa, y tendrá las Artículo 14. El Tesorero recaudará y custodiará los fondos pertenecientes a la Asociación y dará cumplimiento a las órdenes de pago que expida el Presidente. Artículo 15. Los Vocales tendrán las obligaciones propias de su cargo como miembros de la Junta Directiva, y así como las que nazcan de las delegaciones o comisiones de trabajo que la propia Junta encomiende. Capítulo III. ASAMBLEA GENERAL Artículo 17. La Asamblea General de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería es el órgano supremo de gobierno de la Asociación y estará integrada por todos los asociados. Artículo 18. Las reuniones de la Asamblea General serán ordinarias y extraordinarias. La Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Página 29 Estatutos ordinaria se celebrará una vez al año dentro de los cuatro meses siguientes al cierre del ejercicio; las extraordinarias se celebrarán cuando las circunstancias lo aconsejen, a juicio del Presidente, cuando la Directiva lo acuerde o cuando lo proponga por escrito una décima parte de los asociados. Artículo 19. Las convocatorias de las Asambleas Generales se realizarán por escrito expresando el lugar, día y hora de la reunión, así como el orden del día con expresión concreta de los asuntos a tratar. Entre la convocatoria y el día señalado para la celebración de la Asamblea en primera convocatoria, habrán de mediar al menos quince días, pudiendo asimismo hacerse constar, si procediera, la fecha y hora en que se reunirá la Asamblea en segunda convocatoria, sin que entre una y otra pueda mediar un plazo inferior a una hora. Artículo 20. Las Asambleas Generales, tanto ordinarias como extraordinarias, quedarán válidamente constituidas en primera convocatoria cuando concurran a ellas un tercio de los asociados con derecho a voto, y en segunda convocatoria cualquiera que sea al número de asociados con derecho a voto. Los acuerdos se tomarán por mayoría simple de las personas presentes cuando los votos afirmativos superen a los negativos, no siendo computables a estos efectos los votos en blanco ni las abstenciones. Será necesario mayoría cualificada de las personas presentes, que resultará cuando los votos afirmativos superen la mitad de éstas, para: Nombramiento de las Juntas Directivas Disposición o enajenación de bienes integrantes del inmovilizado. Modificación de estatutos. Disolución de la entidad. Artículo 21. Son facultades de la Asamblea General Ordinaria: Aprobar, en su caso, la gestión de la Junta Directiva. Examinar y aprobar las Cuentas anuales. Aprobar o rechazar las propuestas de la Junta Directiva en orden a las actividades de la Asociación. Fijar las cuotas ordinarias o extraordinarias. Cualquiera otra que no sea de la competencia exclusiva de la Asamblea Extraordinaria. Acordar la remuneración, en su caso, de los miembros de los órganos de representación, previo acuerdo de modificación de los Estatutos. Artículo 22. Corresponde a la Asamblea General Extraordinaria: Nombramiento de los miembros de la Junta Directiva. Modificación de los Estatutos. Disolución de la Asociación. Expulsión de socios, a propuesta de la Junta Directiva. Capítulo IV SOCIOS Artículo 23. Podrán pertenecer a la Asociación aquellas personas con capacidad de obrar que tengan interés en el desarrollo de los fines de la Asociación. Artículo 24. Dentro de la Asociación existirán las siguientes clases de socios: Socios fundadores, que serán aquellos que participen en el acto de constitución de la Asociación. Socios de número, que serán los que ingresen después de la constitución de la Asociación. Socios de honor, los que por su prestigio o por haber contribuído de modo relevante a la dignificación y desarrollo de la Asociación, se hagan acreedores a tal distinción. El nombramiento de los socios de honor corresponderá a la Asamblea General. Artículo 25. Los socios causarán baja por alguna de las causas siguientes: Por renuncia voluntaria, comunicada por escrito a la Junta Directiva. Por incumplimiento de las obligaciones económicas, si dejara de satisfacer las cuotas periódicas durante más de 14 meses. Artículo 26. Los socios de número y fundadores tendrán los siguientes derechos: Tomar parte en cuantas actividades organice la Asociación en cumplimiento de sus fines. Disfrutar de todas las ventajas y beneficios que la Asociación pueda obtener. Participar en las Asambleas con voz y voto. Ser electores y elegibles para los cargos directivos. Recibir información sobre los acuerdos adoptados por los órganos de la Asociación. Hacer sugerencias a los miembros de la Junta Directiva en orden al mejor cumplimiento de los fines de la Asociación. Artículo 27. Los socios fundadores y de número tendrán las siguientes obligaciones: Cumplir los presentes Estatutos y los acuerdos válidos de las Asambleas y la Junta Directiva. Abonar las cuotas que se fijen. Asistir a las Asambleas y demás actos que se organicen. Desempeñar, en su caso, las obligaciones inherentes al cargo que ocupen. Artículo 28. Los socios de honor tendrán las mismas obligaciones que los fundadores y de número a excepción de las previstas en los apartados b) y d) del artículo anterior. Asimismo, tendrán los mismos derechos a excepción de los que figuran en los apartados c) y d) del artículo 26, pudiendo asistir a las asambleas sin derecho de voto. Capítulo V RÉGIMEN ECONÓMICO Y FINANZAS Artículo 29. Los recursos económicos previstos para el desarrollo de los fines y actividades de la Asociación serán los siguientes: Las cuotas de socios, periódicas o extraordinarias. Las subvenciones, legados o herencias que pudiera recibir de forma legal por parte de los asociados o de terceras personas. Cualquier otro recurso lícito. Artículo 30. El patrimonio fundacional o Fondo Social de la Asociación es de CIEN EUROS (100 E) Artículo 31. El ejercicio asociativo y económico será anual y su cierre tendrá lugar el 31 de diciembre de cada año. Capítulo VI DISOLUCIÓN Artículo 32. Se disolverá voluntariamente cuando así lo acuerde la Asamblea General Extraordinaria, convocada al efecto, por una mayoría de dos tercios de los asociados. Artículo 33. En caso de disolución, se nombrará una comisión liquidadora la cual, una vez extinguidas las deudas y, si existiese sobrante líquido, lo destinará para fines que no desvirtúen su naturaleza no lucrativa y estén relacionados con los señalados en el Artículo 3 de estos estatutos. Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Asociarse a ALFACER Página 30 Boletín de Asociación Cumplimente los siguientes datos y envíelos a ALFACER: Nombre y apellidos Calle, número, piso Código Postal y Población Provincio y/o Estado Teléfono Correo electrónico Profesión Especialidad de interés La cuota de asociación es de 20 € anuales, que pueden hacerse efectivos mediante: Giro postal a ALFACER, c/ Maladeta 20, casa 3. 50430 María de Huerva (Zaragoza) o Cheque bancario enviado a ALFACER, c/ Maladeta 20, casa 3. 50430 María de Huerva (Zaragoza) o Recibo por domiciliación bancaria. En este caso, indique sus datos a continuación: Titular de la cuenta Número de cuenta (20 dígitos) Banco Dirección postal de la agencia Población Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería (ALFACER) Normas para los autores de la revista Página 31 NORMAS PARA LOS AUTORES La revista Alfahar admite para su publicación textos inéditos de interés en el campo de la alfarería, la cerámica, el coleccionismo y disciplinas afines, ya sean de carácter descriptivo o bien teórico, histórico, arqueológico y similares. El envío de artículos originales para su posible publicación debe hacerse mediante correo electrónico, adjuntando el archivo con el artículo (en formato de Word, o WordPerfect) a la dirección: [email protected] La revista no se compromete a mantener correspondencia sobre los artículos no solicitados. Los autores deberán atenerse a las siguientes normas: 1. Aceptación La aceptación de un artículo para su publicación requerirá el informe favorable de uno o varios asesores de la revista. Tan pronto como el artículo sea evaluado positivamente, pasará a ser maquetado y publicado a la mayor brevedad posible en la revista. 2. Extensión Comunicaciones: el número máximo de páginas escritas será de 12, más notas, bibliografía, resúmenes y apéndices. El material gráfico no excederá de 15 ilustraciones (incluidas tablas y fotos y dibujos). Artículos originales: 20 páginas aproximadamente para el texto, más notas, bibliografía, resúmenes y apéndices y no más de 20 ilustraciones (incluidas tablas y fotos y dibujos). Los trabajos que excedan de esta extensión podrán ser publicados en números sucesivos de la revista. 3. Elementos del artículo Título: deberá ser lo más conciso posible y refle- jar con la mayor precisión el contenido del trabajo. En el caso de que el trabajo hubiera de publicarse en varias partes, cada una de ellas deberá ir precedida de un subtítulo adicional. Autores: debajo del título se indicará el nombre y apellidos del autor o autores y, en su caso, la denominación del centro donde se haya realizado el trabajo. Resumen: el texto deberá ir precedido de un breve resumen, de una extensión máxima de 15 líneas, que refleje con la mayor concisión y claridad el propósito del trabajo, el método operatorio empleado y los resultados obtenidos. Texto e imágenes: el texto deberá presentarse en castellano, en documentos Word (ficheros .doc o .docx). Las imágenes se enviarán en sendos archivos individualizados, en formato JPG, con la calidad necesaria para su reproducción: resolución mínima de 300 ppp y, al menos, tamaño 15 x 11 cm. En su título deberá indicarse el número de la figura correspondiente. Para facilitar la comprensión de los textos, se recomienda que los estudios se estructuren en apartados o secciones claramente diferenciados, los cuales se escribirán: con letra minúscula negrita, en un primer nivel; con minúscula negrita cursiva, en el segundo; y con minúscula cursiva, en el tercero. Si, por su complejidad, fuera necesario mayor grado de clasificación, en aras de la claridad, se podrán emplear numerales seguidos de punto en secuencia lógica, sin negrita ni cursiva. En ninguno de los títulos parciales se añadirá punto al final. La redacción será concisa, evitando descripciones y detalles superfluos. Se evitará asimismo la explicación de procedimientos ya descritos en otros trabajos, a los que el autor deberá limitarse a remitir mediante la correspondiente cita bibliográfica. El empleo de símbolos, abreviaturas de magnitudes físicas y unidades deberá ajustarse al Sistema Internacional de Unidades. Las citas literales se encerrarán entre comillas. Si la cita está en otra lengua, se recomienda pasarla a nota a pie de página y hacer una traducción en el cuerpo del texto. Las citas bibliográficas en el cuerpo del texto, cuando se elija esta opción, se incluirán entre paréntesis, haciendo constar el/los apellido/s del autor o autores, seguidos de espacio y año de publicación. Para indicar el número de página o páginas concretas, este se añadirá tras dos puntos y espacio. En cuanto a las fotografías, mapas, dibujos, gráficos, etc., en el texto se hará una llamada a los mismos, indicando entre paréntesis su número de orden tras la palabra «figura». Todas las notas deberán colocarse al final de cada página y en el formato de Word para Windows. Las notas que sean utilizadas para ampliar los datos del texto, deberan ser concisas. Bibliografía: al final del artículo, se hará un apartado con la bibliografía, quese presentará ordenada alfabéticamente y sin tabular. Exclusivamente se incluirán obras consultadas para la elaboración del estudio. Cuando haya más de una publicación de un mismo autor, se ordenarán por el año de edición y, si este coincide en varias, se le añadirá a continuación una letra minúscula en secuencia alfabética. En el caso de que figuren más de tres autores, bastará indicar el primero y se señalará la omisión mediante la expresión et al. (= et alii, «y otros») en cursiva. Si el autor es un editor, se indicará inmediatamente después de su nombre, entre paréntesis: (ed.). Cuando una publicación no tenga autor específico, se comenzará por el título. Modo de citar las referencias monográficas Monografías: AUTOR/ES (año). Título. Responsabilidad subordinada. Edición. Lugar de publicación: editor. Extensión. (Colección; núm.). ISBN. Partes de monografías: AUTOR/ES (año). “Título”. En: RESPONSABILIDAD de la monografía. Título de la monografía. Edición. Lugar de publicación: editor. Situación de la parte en la obra. (Colección; núm.). ISBN. Artículo en publicación seriada: AUTOR/ES (año). “Título”. Título de la publicación seriada. Vol., núm., pp. Recursos electrónicos: AUTOR/ES (año). Título [en línea]. Lugar de publicación: editor. Disponible en: ... [Consulta: día mes año]. AUTOR/ES (año). Título [dvd]. Lugar de publicación: editor. Palabras clave: a continuación de la bibliografía se indicarán las palabras clave que mejor describan el contenido del trabajo, hasta un máximo de siete. Agradecimientos, aclaraciones, conflictos de intereses y otros protocolos: en el caso de que el trabajo forme parte de un plan de investigación o hubiera recibido algún tipo de ayuda o subvención, esta circunstancia se podrá hacer constar, así como agradecimientos u otras aclaraciones. Figurarán al final del artículo, después de las palabras clave. Relación de figuras: al final del trabajo, se incluirá una relación de todas las figuras, donde se indique su correspondiente número de orden [Figura 1…], los datos de su identificación [título real o facticio (fecha), autor, etc.], explicaciones [comentario, localización actual, etc.] y fuentes [(© año, autor ), (Elaboración propia), (Fotografía del autor)]...