Untitled - Area Metropolitana del Valle de Aburra

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CAPITULO
7.1 GENERALIDADES
Dado el papel estratégico y decisivo que algunas áreas juegan o deberían jugar dentro de
la dinámica territorial departamental y como soporte para avanzar en la formulación de los
Lineamientos de Ordenación Territorial para Antioquia, específicamente en lineamientos
diferenciados, se generó la necesidad de identificar y profundizar en el análisis de algunas áreas
del territorio antioqueño que por sus características en cuanto a su base natural y oferta ambiental,
localización geoestratégica, potenciales productivos y oportunidades comerciales cumplen
una función diferenciada o deben orientarse a cumplirla en el marco del Escenario Territorial
de Referencia del departamento, razón por la cual se proponen lineamientos de ordenación
diferenciados, buscando el fortalecimiento o consolidación de su rol funcional, para mejorar la
competitividad y promover el desarrollo de Antioquia.
Para identificar y precisar las áreas funcionales estructurantes del territorio se partió de su
definición y caracterización en el contexto regional, su reconocimiento y su conformación. Lo
anterior en razón a que la evolución de las características morfológicas y funcionales de una
determinada área permite deducir tanto su potencial de crecimiento y evolución a futuro, como
las acciones que se deben emprender para que este desarrollo sea armónico.
En este sentido, se considera como área funcional estructurante la resultante de la interacción
de las condiciones naturales del territorio, su localización geoestratégica, sus condiciones
socioeconómicas y su rol funcional para orientar el desarrollo futuro del territorio.
Teniendo en cuenta lo anterior, se proponen los siguientes criterios generales para la identificación
de estas áreas, los cuales no obedecen a una propuesta de subregionalización para el departamento,
sino a una identificación de áreas estratégicas con características especiales que tiene por objeto
aprovechar sus potencialidades y ordenar así su territorio, generando dinámicas que equilibren
el desarrollo del departamento y jalonen dinámicas en diferentes áreas del departamento con
potenciales importantes.
 Base Natural y Oferta Ambiental: criterio asociado a las condiciones que ofrece el territorio,
en cuanto a la riqueza ambiental; a sus condiciones naturales y paisajísticas; a la capacidad
de soportar demandas de servicios, actividades urbanas y procesos económicos sostenibles; y
a la forma como se ocupa el territorio.
 Base Productiva: criterio que tiene que ver con la oferta productiva (resumida en la zonificación
de usos preferentes), con las oportunidades comerciales (demanda) y con la apuesta económica
de ese territorio en el contexto de la competitividad.
 Sistema Urbano Regional, funciones, servicios y conectividad: criterio que se refiere a la
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presencia de sistemas urbanos mayores que por sus características de ubicación, equipamientos
y oferta de servicios generan dinámicas de desarrollo a su alrededor a partir de su integración
con otros sistemas menores. De igual manera, resultan estratégicos para el departamento como
nexo con otros departamentos e inclusive con otros países. Los equipamientos y servicios
de carácter supramunicipal que contienen, garantizan el acceso de la población ubicada a
su alrededor. A su vez, este criterio debe tener en cuenta la ubicación estratégica de estas
áreas en el sistema nacional y su articulación y posicionamiento con los ejes del país que le
permiten articularse nacional e internacionalmente.
Con base en el cruce de estos criterios, los cuales han sido desarrollados en el proceso de
formulación de los lineamientos, se identificaron zonas del departamento con altos potenciales
para el desarrollo y de importancia estratégica a nivel departamental que se proponen como áreas
funcionales estructurantes para el territorio de Antioquia, y sobre ellas se definen los lineamientos
diferenciados.
ÁREAS FUNCIONALES ESTRUCTURANTES PROPUESTAS:
1.Área de la cuenca del Atrato para el desarrollo sostenible de la biodiversidad: esta área se
destaca por su importancia estratégica como reserva ambiental a nivel departamental, nacional
e internacional. Si bien no integra todos los criterios enunciados anteriormente, especialmente
en cuanto a la consolidación de un sistema urbano regional, representa desde su oferta
ambiental y natural un potencial excepcional para su manejo y explotación racional.
2.Área marítima, portuaria y agroindustrial del Urabá-Darién: comprende el sistema urbano
mayor que surge alrededor de Turbo, ubicado en la zona de influencia del golfo de Urabá,
con altas posibilidades para la integración de Antioquia al sistema de puertos del Caribe y
Centroamérica.
3.Área del valle del río Magdalena, puerto fluvial y corredor multimodal: comprende el sistema
urbano mayor que se genera alrededor del municipio de Puerto Berrío-Nodo de Frontera, está
asociado al principal río del país y de Antioquia como lo es el Magdalena. Esta zona debe
analizarse en el contexto supradepartamental y sus interrelaciones deberán consolidarse con
los municipios de los departamentos de Santander, Boyacá, Caldas y muy especialmente con
Cundinamarca y el centro del país.
4.Área de planicies agropecuarias y mineras del río Cauca: comprende el territorio que se extiende
al norte del departamento, conformado por los municipios alrededor del sistema urbano mayor
con centro urbano principal en Caucasia – Nodo de Frontera. Las interrelaciones de esta área
estructurante se prolongan hasta los departamentos de Bolívar, Sucre y Córdoba.
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5.Área andina policéntrica industrial y de servicios: comprende el sistema urbano del Valle de
Aburrá y los municipios que se relacionan con él a nivel de interdependencia ecológica y
de interrelaciones económicas, culturales y sociales, ubicados principalmente en el Oriente,
Occidente, Norte y Suroeste cercanos.
LINEAMIENTOS DIFERENCIADOS
Son orientaciones para propiciar la ordenación y el desarrollo territorial de Áreas Funcionales
Estructurantes del territorio de Antioquia, que presentan especiales condiciones ambientales,
urbano-regionales y económicas.
Son pautas orientadas a fortalecer y consolidar el rol funcional principal de las áreas identificadas,
derivadas del análisis de sus potencialidades, carencias o conflictos, de la zonificación de usos
preferentes, del escenario territorial de referencia, de los lineamientos estratégicos y de los
específicos, elementos que pueden esclarecer alternativas tendientes a consolidar su vocación o
a modificar parcial o temporalmente sus condiciones actuales.
De igual manera, deben orientar a grupos de municipios en la definición de prioridades de tipo
supramunicipal; generar pactos y alianzas; aportar en la toma de decisiones para la inversión
pública y promover inversiones del sector privado; generar pautas para la revisión y ajuste de los
planes de ordenamiento territorial municipales, aportando una mirada de conjunto en cuanto a
parámetros a seguir para el desarrollo del área estructurante de la cual hace parte.
Estos lineamientos diferenciados para subterritorios, al igual que los estratégicos y específicos
para usos preferentes, son planteados a escala 1:350.000 y son el resultado de los acuerdos
del sector público del nivel departamental y subregional, en el marco del proyecto LOTA, que
deberán ser compatibilizados y complementados en una etapa siguiente en la negociación de
intereses con el sector privado y discusiones puntuales en las subregiones del departamento.
7.2 PRINCIPIOS METODOLÓGICOS
Estos principios orientan el análisis de las áreas funcionales estructurantes del territorio, que se ha
basado en el análisis de información secundaria procedente de estudios recientes y en el análisis
de las condiciones del territorio que han hecho que Antioquia, dada su diversidad geográfica
y potencialidades, desarrolle territorios intermedios que requieren articularse regionalmente y
vincularse a redes nacionales e internacionales.
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CONFIGURACIÓN DEL TERRITORIO
En el marco de la globalización y de la revolución tecnológica a la cual asistimos actualmente,
es necesario analizar la nueva configuración del territorio, que se redefine a partir de mirar más
allá de los límites que fijan el ámbito de cada entidad territorial. Cobran importancia, entonces,
no sólo las condiciones físicas entendidas como el sistema natural estructurante y el construido,
sino además todas aquellas condiciones económicas, ambientales, culturales y políticas que
presenta un territorio determinado.
Estas condiciones generan diferentes dinámicas que imponen el reto de planificar el desarrollo
de territorios intermedios que surgen de la interacción entre las potencialidades locales, las
condiciones particulares y la mirada estratégica de su entorno territorial que obligan a formular
marcos más amplios de actuación y de articulación.
LOCALIZACIÓN ESTRATÉGICA
El territorio y su interrelación con el espacio determinan el marco físico y virtual en el que tienen
lugar las relaciones políticas, sociales, económicas, estratégicas entre las unidades o actores
políticos. La posición de cada unidad política en los espacios-territorios puede ser entendida
en términos de centralidad y periferia, así como las escalas del espacio-territorio determinan la
amplitud, profundidad y extensión de las formas de apropiación y dominación que los actores
ponen en juego en aquellos, del mismo modo como éstos se constituyen en una compleja
articulación de las redes, líneas y puntos dentro del espacio-territorio.
La localización estratégica, entendida como la fortaleza que presentan algunos territorios, debe
aprovecharse para desarrollar el escenario territorial de referencia definido para Antioquia
en el marco de los LOTA, haciendo énfasis en aquellos que por su localización en el espacio
geográfico —ya sea fluvial, marítimo, de frontera, andino o de importancia ambiental— aportará
al incremento de la competitividad, al desarrollo sostenible y a la equidad, configurando nuevas
alternativas de desarrollo territorial.
INTERRELACIONES
Diferentes lógicas del mercado hacen que cada vez las relaciones en el territorio se den por
los intercambios comerciales, dejando en segundo plano todas aquellas que se dan desde el
orden ambiental, político y, principalmente, desde lo social. Esta situación casi “invisible”, muy
poco apreciada y analizada en el mundo globalizado y economía mundializada en la cual nos
desenvolvemos, trae como consecuencia la pérdida de la función integradora del territorio.
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En este contexto, desarrollar la capacidad para comprender el entorno específico regional y el
interno de la misma región, así como emprender procesos de articulación y de cambio a través
de la identificación de las distintas interrelaciones, permitirán constituir el territorio como la
piedra fundamental para la gobernanza, que a su vez proporcione la asociación entre territorios
y el incremento de intercambios internacionales.
Para ello es necesario identificar las características actuales de cada región resultantes de procesos
históricos, políticos, económicos y sociales, que han ido creando las condiciones de desarrollo,
las situaciones de conflicto, las fortalezas y debilidades competitivas y la madurez política, entre
otros.
Estos procesos, aunque complejos, se dan a través del control, dominio y transformación de
espacios geográficos que consideran propios tanto individuos como grupos y organizaciones
humanas. En este proceso intervienen factores materiales objetivos (trabajo, energía), factores
inmateriales (información), factores humanos (provisión de capital social, humano, cívico,
tecnológico y financiero) y factores culturales (identidad, valores y tradiciones), de manera
que los espacios geográficos donde se instalan los seres humanos se transforman gradualmente
gracias a una combinación histórica, única e irrepetible de todos estos componentes. En síntesis,
se trata del proceso mediante el cual un grupo humano transforma un determinado espacio
geográfico en un territorio propio y distintivo. Esta es la forma como los seres humanos inscriben
su existencia individual y colectiva en la geografía que los sustenta1.
ROL TERRITORIAL
Cada centro urbano evoluciona según circunstancias coyunturales favorables o desfavorables
para su desarrollo (políticas, económicas, etc.), pero sin claridad sobre el rol que les compete en
contextos de mayor escala como la subregional, regional, nacional e, incluso, internacional.
Orientar esta evolución consiste, entonces, en tener como punto de referencia un modelo de
desarrollo y un modelo de ocupación definidos en un contexto mayor, al cual los determinados
territorios que lo conforman, con roles asignados vinculados a estos modelos, permitan cumplir
objetivos de largo plazo consecuentes con aquellos de corto y mediano plazo, que hagan que
Antioquia potencie su territorios marítimos, portuarios, andinos, con riqueza en biodiversidad
y los de frontera, no como límites, sino como territorios de articulación y conexión con otros
departamentos y países.
Manuel Luis Rodríguez U., “Espacios, territorios y poder - Las categorías fundamentales del análisis geopolítico”, Página web
de Ciencia Política, agosto 1 de 2007, disponible en: http://cienciadelapolitica.blogspot.com.
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7.3 PRINCIPIOS RECTORES
La identificación, caracterización y las bases para formular lineamientos diferenciados en áreas
funcionales estructurantes del territorio de Antioquia se derivan de los avances al modelo de
ocupación territorial propuesto por el PLANEA y representados en el Escenario Territorial de
Referencia, desarrollado en el capítulo 5. La identificación de estas áreas apunta a consolidar
dicho escenario en el marco del cumplimiento a estos cuatro principios rectores:
 Desarrollo con equidad: equilibrio territorial y reconocimiento de la alta dependencia ecológica
y de la interdependencia funcional del Valle de Aburrá con las subregiones vecinas.
 Pluralidad: la cuenca hidrográfica como unidad de planificación y la complejidad geográfica
como base de la estructura natural territorial del análisis para el ordenamiento de Antioquia.
 Solidaridad regional: sinergia interinstitucional (Comisión Tripartita, asociaciones de
municipios, comités de integración territorial).
 Complementariedad funcional: entre centros urbanos con especialidades funcionales y
económicas para la prestación de servicios a la comunidad, elevando su nivel de vida y
propiciando la construcción de territorios competitivos.
7.4 CARACTERIZACIÓN DE LAS ÁREAS FUNCIONALES
ESTRUCTURANTES DEL TERRITORIO DE ANTIOQUIA
7.4.1 ÁREA DE LA CUENCA DEL ATRATO PARA EL DESARROLLO
SOSTENIBLE DE LA BIODIVERSIDAD
BASE NATURAL Y OFERTA AMBIENTAL
La cuenca del río Atrato se considera como una de las áreas funcionales estructurantes para
efectos de formular lineamientos de ordenación del territorio, dadas sus especiales características,
principalmente desde los puntos de vista de su base natural y oferta ambiental, identificada como
una zona de alta biodiversidad, y con un régimen climático muy especial de altas precipitaciones,
que en inmediaciones de Quibdó, del alto Baudó y de la desembocadura del río San Juan
alcanzan hasta 13.000 mm anuales, con 300 días de lluvia al año, lo que la constituye en una de
las regiones de mayor pluviosidad en el planeta. Estas dos condiciones naturales básicas, de alta
biodiversidad y zona de vida de bosque pluvial tropical, además de su componente poblacional y
sociocultural, con predominio de territorios étnicos de comunidades indígenas, afrodescendientes
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y mestizas, exigen una manera diferente (no convencional) de entender, planificar y realizar su
desarrollo para que se pueda hacer de una manera sustentable.
Esta cuenca del Atrato pertenece a la vertiente del Atlántico, está comprendida entre los paralelos
05° y 09° N y los meridianos 76° y 78° W, en el extremo noroccidental de Colombia, donde se
encuentran Centroamérica y Suramérica, en la parte norte de lo que se ha llamado el Complejo
Ecorregional del Chocó Biogeográfico, que se extiende desde el noroeste de Ecuador (Manabí)
hasta el suroeste de Panamá y a lo largo de toda la costa pacífica colombiana. La cuenca del
Atrato está limitada por el oeste por la divisoria de aguas de la Serranía del Baudó (altura máxima
de 540 msnm); por el oriente, por la divisoria de aguas de la Cordillera Occidental, con altura
máxima de 4.080 msnm; por el sur, una pequeña divisoria de aguas que no supera los 180 msnm
la separa de la cuenca del río San Juan, que vierte directamente al océano Pacífico.
El río Atrato (Do-Dromá, en lengua Embera-Katío) es su eje fundamental y estructurante; recibe al
menos 15 ríos tributarios importantes, entre ellos el Truandó, río Sucio, Salaquí, Murrí, Opogadó,
Bojayá, Napipí, Andágueda y Quito. El Atrato drena una cuenca aproximada de 35.700 km2
y tiene una longitud de 720 km; nace en los páramos del municipio de Carmen de Atrato en
la Cordillera Occidental, fluye inicialmente hacia el sur y después de recibir el río Quito gira
hacia el norte para finalmente desembocar en el Golfo de Urabá, formando un delta con 16
distributarios (bocas) que descargan un caudal promedio de 4.750 m3 por segundo al océano, y
aproximadamente 16 millones de m3 de sedimentos al año. Los estudios recientes adelantados
para la viabilidad portuaria en el Golfo de Urabá prevén que aproximadamente en 190 años el
delta del río habrá crecido lo suficiente para causar el cierre de Bahía Colombia en esta parte
del golfo.
La condición climática especial de esta área resulta de la interacción compleja océano-vallecordillera en la zona de convergencia intertropical, donde se combina la acción de los vientos
alisios (relativamente secos, cálidos y bastante estables en capas bajas de la atmósfera, de
componente del Este) y de masas muy húmedas y más frías provenientes del Pacífico (vientos
componente del Oeste) que convergen masivamente en las partes altas de esta cuenca produciendo
una gran zona de bajas presiones atmosféricas cuasi permanentes, con abundante nubosidad y
lluvias en las partes sur y central del Chocó y hasta el sur de Panamá; por la noche la tendencia
de la nubosidad es a moverse hacia el este sobre el área continental generando lluvias intensas.
Hacia el norte, la pluviosidad disminuye, y en general la temporada menos lluviosa se presenta
entre enero y marzo.
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IMPORTANCIA AMBIENTAL
El Chocó biogeográfico es un área ampliamente destacada como una ecorregión de elevado
endemismo de especies y alta diversidad biológica, especialmente para plantas2,aves3, y mariposas,
por lo cual esta región fue incluida dentro de las ecorregiones de máxima prioridad para la
conservación a nivel global4. Cuenta con un significativo número de especies endémicas: hasta
400 de árboles y 800 de vertebrados por hectárea; entre 7 mil y 8 mil de plantas y 100 de aves
que no se encuentran en ninguna otra parte de la Tierra. Sus costas son visitadas cada año por
especies migratorias como la ballena yubarta, las tortugas carey, caná, negra y caguama, y por
aves playeras y chorlos, con propósitos de apareamiento, reproducción, anidación, alimentación
y cría, según la especie5.
En esta región se encuentran diferentes áreas protegidas, donde se destacan dos Parques Naturales
Nacionales: Katíos y Las Orquídeas, y la AME Darién (Área de Manejo Especial del Darién),
esta última establecida mediante Resolución 1427 de 1996, del entonces Ministerio del Medio
Ambiente, con extensión de 500.000 ha, que limita en toda su extensión con la República
de Panamá y comprende la totalidad de los municipios de Acandí y Unguía y parte de los de
Riosucio y Juradó en el Chocó, y una parte del municipio de Turbo (las ciénagas de Tumaradó
y el delta del Atrato y el León). Dentro del área de la AME se encuentra el PNN Los Katíos, la
Zona de Reserva Forestal del Pacífico, y se traslapa con las reservas forestales de Juradó, Darién
y La Teresita. La AME Darién se declaró como uno de los resultados y estrategias de la Comisión
de Vecindad Colombo-Panameña para garantizar la protección y conservación de la unidad
biogeográfica del Chocó, región considerada por ambos países como ecosistema estratégico.
El PNN Las Orquídeas está en jurisdicción de los municipios de Frontino, Urrao y Abriaqui
(Cordillera Occidental), tiene una extensión de 32.000 ha y fue creado en marzo de 1973; es
el hábitat para numerosas especies de orquídeas y especies animales, en el que se destacan el
oso de anteojos, la marimonda y el mono colorado. El PNN Katíos —creado en el año 1973,
ubicado en jurisdicción de los municipios de Turbo (Antioquia), Riosucio y Unguía (Chocó), con
una extensión de 72.000 ha— comparte territorio con el Parque Nacional Darién (Panamá). Fue
declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1994.
Entre los problemas ambientales que hoy enfrenta la región se destacan la deforestación acelerada;
los cambios del régimen fluvial por sedimentación de cauces (lo que agrava las inundaciones);
la contaminación de ríos por trabajos de minería de oro y platino, y por falta de programas
de saneamiento básico y manejo de los vertimientos de todas las poblaciones ribereñas; y la
implantación de monocultivos de palma de aceite. También surge desde el año 2003 una nueva
amenaza ambiental muy preocupante en la zona: la presencia de cultivos ilícitos (453 ha en
el 2003), como lo reportan los censos de la oficina de Naciones Unidas contra la droga y el
delito.
Biblioteca Luis Ángel Arango. “Riqueza de especies y composición florística de las comunidades de plantas de la región del
Chocó: una actualización”, Página web de la Biblioteca Luis Ángel Arango, disponible en: http://www.lablaa.org/blaavirtual/
faunayflora
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Ibíd.
4
Dinerstein et al, “Sitios prioritarios en Latino América”, Página web de Nature Serve, disponible en:http://www.natureserve.
org/latinoamerica/prioritysites/chocodarien
5
WWF – World Wide Fund for Nature (Fondo Mundial para la Naturaleza), disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Fondo_
Mundial_para_la_Naturaleza
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EL SISTEMA URBANO-REGIONAL, FUNCIONES, SERVICIOS Y CONECTIVIDAD
Como consecuencia de las difíciles condiciones climáticas y las abundantes zonas bajas inundables,
la zona tiene una población humana muy reducida, pero sobre todo muy irregularmente
distribuida en el territorio, que ocupa principalmente las riberas de sus ríos navegables. Los
territorios étnicos de comunidades indígenas y de afrodescendientes ocupan aproximadamente
el 35% de esta cuenca. En general se presentan altos índices de pobreza (96,5% de la población
total de Murindó en miseria y 95,3% en Vigía del Fuerte) y de necesidades básicas insatisfechas,
con bajos niveles de escolaridad. Buena parte de la población tiene poco o ningún contacto con
los centros urbanos importantes y su actividad económica es mayormente de subsistencia.
En esta zona no existe un sistema o malla vial de carreteras ni hay condiciones para tenerlo, el
sistema que allí existe es fluvial. Los ríos en este territorio han sido los ejes del poblamiento, de
la movilidad, de las actividades económicas, del intercambio y de la identidad social colectiva.
La vía de comunicación principal es el propio río Atrato, con 560 km aptos para navegación
menor permanente y 508 km para navegación mayor permanente, con presencia de 8 puertos
fluviales, de los cuales Quibdó es el más importante6. Existen aeropuertos para vuelos regionales
en Quibdó y Turbo, y pistas de aterrizaje en Vigía del Fuerte y Murindó. La comunicación por
vía terrestre se da por dos carreteras principales: Medellín-Quibdó (240 km), de los cuales 131
km están sin pavimentar y de bajas especificaciones; y la carretera Istmina-Tadó-Santa CeciliaPereira, que comunica al Chocó con el interior del país.
Los centros urbanos relevantes que se relacionan entre sí y soportan las actividades comerciales
y los servicios en esta cuenca son Quibdó y Turbo, ambos con importantes relaciones con
Cartagena. Estos centros están articulados por el eje de la movilidad fluvial norte–sur que es el
río Atrato y por el tipo de comercio y de vínculos que se dan principalmente alrededor de la
explotación de los bosques y el comercio de las maderas, Otros centros urbanos menores que se
destacan son Vigía del Fuerte, Murindó y la nueva Bojayá en el medio Atrato, y Riosucio en el
bajo Atrato.
DIFICULTADES PARA LA MOVILIDAD
Siendo el río Atrato la arteria de comunicación fundamental para toda la zona, no se tienen sin
embargo las garantías plenas para su navegación, y en general el servicio de transporte de pasajeros
y carga se brinda con deficiencias notables en los niveles de calidad y confort, de seguridad,
de confiabilidad, de oportunidad y de racionalidad en las tarifas. Se reconocen problemas
de deterioro continuo de las condiciones de navegación por diversas razones: sedimentación
(irracional deforestación de las cabeceras de los ríos), los aportes de sólidos en suspensión,
presencia de palizadas, el dragado insuficiente, la inexistencia general de mantenimiento, de
Ministerio de Transporte, oficina Asesora de Planeación, Caracterización del transporte en Colombia, diagnóstico y proyectos
de transporte e infraestructura, Bogotá D.C., 2005.
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señalización y balizaje adecuados (la navegación nocturna es muy arriesgada), y la inadecuada
infraestructura de muelles.
A lo anterior se suman los graves problemas para la movilidad que sufre la población, a causa
de la intensidad del conflicto político armado, y el control territorial que ejercen los actores
armados ilegales en la región, donde se da el tráfico de armas y de narcóticos con Centroamérica
y se utilizan estas rutas para su ingreso hasta el centro del país. En noviembre del 2003 más
de mil personas de las diferentes etnias, las organizaciones sociales del Chocó (las diócesis de
Quibdó y Apartadó, ACIA, OREWA, ASCOBA), entidades y organismos nacionales y extranjeros
realizaron un viaje de protesta por el río Atrato desde Quibdó hasta Turbo para exigir al gobierno
colombiano que tomara las acciones tendientes a restablecer el transporte fluvial a través del
río, desde Quibdó hasta Cartagena, interrumpido por más de siete años como consecuencia del
conflicto armado.
Nuestra toma del Atrato es una voz que se alza contra el bloqueo económico que impide la
libre movilización de las personas y los productos, por los constantes retenes que unos y otros
colocan a lo largo del río Atrato donde quitan alimentos y combustibles, dinero, motores,
botes, etc. La insurgencia sale cuando y donde quiere, los paramilitares tienen retenes fijos
muy cerca de los puestos de control de la Fuerza Pública. Además, la misma Fuerza Pública
hace restricción a la circulación de alimentos y combustible7.
El departamento del Chocó, y en particular la cuenca del Atrato, empezó a ser escenario del
conflicto armado alrededor de 1996, interfiriendo en la vida cotidiana y tradicionalmente pacífica
de sus pobladores, también sobre la propiedad colectiva de las tierras, lo cual ha llevado a una
disputa por el control de algunas zonas estratégicas por medio de un régimen de terror, buscando
el desplazamiento forzado de la población. Las comunidades negras que tenían títulos colectivos
en Jiguamiandó y Curvaradó (consejos comunitarios) fueron desplazadas de sus propiedades por
las AUC. Los que pudieron volver encontraron que en sus tierras ya se habían asentado empresas
que estaban desarrollando megaproyectos agrícolas8. Adicionalmente, la Diócesis de Quibdó ha
denunciado a las autodefensas como las responsables de nuevos desplazamientos forzados de
comunidades afrocolombianas e indígenas en el departamento del Chocó.
Hoy en día, bajo el continuo avance del Batallón Fluvial de Infantería de Marina No. 20, se
desarrollan operaciones tendientes al control en la región, consolidando territorios que estaban
inmersos en la desolación y bajo la influencia de aquellos actores.
Ponencia de la Diócesis de Quibdó y Apartadó, Turbo 21 de noviembre de 2003 en el foro “Atratiando: Por un buen trato en
el río Atrato”, disponible en: www.choco.org/modules.
8
Grupo Semillas. “Contexto: soberanía alimentaria en medio del conflicto ¿La redención o el infierno para el Chocó
Biogeográfico?”, Página web de Grupo Semillas, agosto 19 de 2005, disponible en: www.semillas.org.co/sitio.shtml
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BASE PRODUCTIVA
La base productiva en esta cuenca ha estado tradicionalmente asociada a la explotación de
maderas del bosque natural, extracción de oro y platino en aluviones de los ríos, y algunos cultivos,
principalmente de arroz, y en los últimos años, la palma de aceite. Pero toda la productividad y
el comercio en la zona se han visto muy afectados por la presencia del conflicto armado, que ha
transformado la vida socioeconómica y cultural de sus pobladores.
El informe del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural -INCODER- 2005, quien envió una
comisión de verificación entre el 25 de octubre y el 1 de noviembre de 2004, revela que el 93%
de las siembras de palma africana realizadas por las empresas Urapalma, Palmas de Curavaradó,
Palmas S.A. y Palmadó están ubicadas en la zona de los territorios colectivos de las comunidades
negras de los ríos Curvaradó y Jiguamiandó. Además de la problemática social causada por la
presencia impuesta de estos cultivos en las tierras de titulación colectiva de los territorios étnicos,
se han hecho también algunas objeciones desde lo ambiental para estos cultivos, que se deben
tener en cuenta:
La palma no se integra en el ambiente existente, lo reemplaza en el suyo, lo que quiere
decir que destruye las especies de fauna y flora que no son compatibles con ella y las
transforma. Los suelos cambian sus características empobreciéndose y la capacidad
agronómica de éstos, se pierde. Adicionalmente, se presenta un empobrecimiento de
la biodiversidad vegetal y animal. La tala de los bosques y los sistemas de drenaje de
las plantaciones, modifican los cursos hídricos y las cuencas de drenaje naturales. El
desvío de quebradas y las enormes zanjas que se alinean alrededor de los cultivos
crean un nuevo ecosistema, pensado únicamente en regular las necesidades hídricas
de la palma, evacuando el resto del agua sin prever los efectos que ocasione río abajo;
también las cuencas drenadas e intervenidas producen menos agua. Adicionalmente
la sustitución de los bosques naturales por palma, ha generado una explotación ilegal
de madera, pues se han extraído muchas especies maderables sin ningún tipo de
control estatal9.
También se destacan entre los potenciales económicos para la región algunos prospectos mineros
en Murindó (prospectos Pantanos-Pegadorcito y Murindó), principalmente para cobre, oro, platino,
zinc y molibdeno. Aunque por los problemas del orden público aún falta mucha exploración
y conocimiento de las reservas reales de minerales en esta parte del territorio, INGEOMINAS
ha considerado que allí se podría dar una minería de gran escala, de importancia no sólo en el
departamento, sino también para el país.
Finalmente, es de anotar que dos de los grandes potenciales de esta cuenca del Atrato como
son la biodiversidad y el turismo (ecoturismo, etnoturismo y turismo científico, para nacionales
Ibíd.
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y extranjeros), que podrían generar las principales fuentes de ingresos a sus pobladores y al
departamento en general, están aún por desarrollarse y su transformación en riqueza para la
región necesitará un esfuerzo especial de coordinación y articulación entre todas las instituciones
y comunidades presentes en este territorio para hacer posible su desarrollo sostenible y cambiar
algún día su triste historia de tierra saqueada por generaciones. Principalmente se deben
recuperar la seguridad, la soberanía y la paz de estas tierras, dominadas hoy por la ilegalidad,
por los violentos, por los intereses oscuros de grupos ajenos que no ven en la región más que un
corredor estratégico para sus acciones ilícitas.
7.4.2 ÁREA MARÍTIMA, PORTUARIA Y AGROINDUSTRIAL DEL URABÁDARIÉN
BASE NATURAL Y OFERTA AMBIENTAL
Esta área del territorio, localizada en el noroccidente del departamento, es la única que cuenta
con una zona litoral sobre el mar Caribe, a lo largo de 425 km de línea de costa, con la presencia
del Golfo de Urabá y de importantes ríos como el Atrato y el León, que por sus caudales y
condiciones naturales permiten su navegabilidad.
Presenta precipitaciones anuales entre los 2.000 y 3.500 mm, humedad relativa del 85% y
temperatura promedio de 28° C. En la zona del Golfo, y hacia el sur y occidente del mismo,
dominan las planicies y tierras bajas de los ríos Atrato y León, con presencia de manglares,
marismas y humedales que son importantes ecosistemas para la preservación de la biodiversidad,
la seguridad alimentaria, la producción y aprovechamiento sostenible de la acuicultura, entre
otros recursos; esta zona se caracteriza por un clima tropical húmedo hasta muy húmedo. En la
zona norte predomina un paisaje ondulado y de colinas, con un clima tropical desde húmedo
hasta seco, con presencia de agricultura (economía campesina) y de ganadería extensiva con
una alta concentración de la propiedad rural en pocos dueños, mientras hacia el centro y oriente
domina el paisaje de abanicos y planicies aluviales, donde se desarrolla la agroindustria bananera
y de plátano; luego se tiene una franja angosta de piedemonte y finalmente la Serranía de Abibe,
con una dirección principal norte-sur.
En general los suelos en esta región presentan buena fertilidad, con aptitud agrícola, forestal y
pecuaria, y condiciones que permiten en amplias extensiones una producción y manejo de tipo
agroindustrial. En los ejercicios de zonificación (concertada) de usos preferentes, adelantados en
el marco de los LOTA, se destaca para esta área el uso preferente agrícola, y en algunos sectores
más puntuales, los usos de protección y de conservación.
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EL Golfo de Urabá y la zona costera. El Golfo es una entrada del mar al continente,
constituyendo un cuerpo de agua semicerrado en forma de U, alargado en dirección N-S, con
80 km de largo por 25 km de ancho, y profundidades medias de 25 m (máximas de 60 m); en
su extremo suroccidental se destaca el delta del río Atrato, con su zona de manglares. El Golfo
y la zona costera de Urabá contienen ecosistemas muy ricos, diversos y productivos, dotados
de gran capacidad para proveer bienes y servicios, que soportan actividades como la pesca
(artesanal e industrial), el turismo, la navegación, el desarrollo portuario (presente y futuro), la
conexión marítima, la explotación minera, y donde se dan importantes asentamientos urbanos
e industriales en crecimiento (eje bananero Turbo-Chigorodó). Es de anotar que en muchos
sectores del litoral se presentan fenómenos de erosión costera desde moderada hasta severa, y es
preocupante su situación futura, con los fenómenos del cambio global climático y los ascensos
en el nivel del mar.
LA UAC-Darién, una unidad de planificación. La zona costera en sí misma es un recurso natural
único, frágil y limitado, donde se dan dinámicas propias de la interacción mar y tierra que exigen
un manejo adecuado para asegurar su conservación, su desarrollo sostenible y la preservación
de los valores culturales de las comunidades tradicionalmente allí asentadas. Por ello, el espacio
de la zona costera (incluido el mar) comprendida desde Punta del Rey en Arboletes hasta Cabo
Tiburón (Chocó), en la frontera con Panamá, se ha constituido en una unidad de planificación
(con área aprox. de 6.833 km2), concebida desde una visión ecosistémica como la base para su
ordenamiento territorial. Ha sido delimitada por INVEMAR y CORPOURABÁ (2003), mediante
la aplicación de los criterios propuestos por la “Política Nacional Ambiental para el Desarrollo
Sostenible de los Espacios Oceánicos y las Zonas Costeras de Colombia” -PNAOCI-, cuyo
enfoque es una estrategia para propiciar la gestión integrada (MIZC: Manejo integrado de zonas
costeras) que promueva la conservación y el uso sostenible de estos recursos costeros. En la
actualidad, bajo un convenio interadministrativo con el Departamento de Antioquia, INVEMAR y
CORPOURABÁ, se adelanta una zonificación y la formulación de unos lineamientos y estrategias
de manejo integrado para esta UAC-Darién, trabajando desde los componentes biofísico, socioeconómico-cultural y de gobernabilidad, con una escala cartográfica de 1:100.000.
EL SISTEMA URBANO-REGIONAL, FUNCIONES, SERVICIOS Y CONECTIVIDAD
Urabá: nodo de transporte. Por su posición geoestratégica en la esquina noroccidental de
Colombia, punto de encuentro de las Américas (“Mejor Esquina de América”), en la frontera con
Panamá y su canal marítimo internacional; por sus posibilidades de conectividad con el sistema
vial nacional, a través de las Transversales: Ruta 62 (conexión a Medellín: 361 km, en proyecto
de ampliación a doble calzada), Ruta 90 o Transversal Caribe (conexión por construir y mejorar
hacia Cartagena) y Ruta 70 (conexión terrestre Colombia-Panamá o Carretera Panamericana, por
construir); por su acceso directo al Océano Atlántico por el Golfo de Urabá y con posibilidades
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para desarrollar una conexión o canal seco interoceánico con el Océano Pacífico norte; por
las posibilidades de mejoramiento y de expansión en el corto y mediano plazo de su sistema
portuario fluvial y marítimo; por la declaratoria del Municipio de Turbo como Distrito Especial
Portuario (Acto Legislativo 02 de julio 6 de 2007), por todo lo anterior, esta área del territorio
está destinada a consolidarse como un importante nodo de transporte de importancia nacional e
internacional, con posibles desarrollos de zonas industriales conexas muy ligadas a la dinámica
del comercio exterior.
En la zona portuaria marítima se destacan las terminales de la Capitanía de Puerto (Turbo), la
terminal de Mobil de Colombia S.A. (carga de cabotaje), y el puerto de cabotaje de Turbo (carga
general) que presta el servicio para el transporte de mercancías a granel hacia centros cercanos
y de pasajeros (muelle del Waffe) con rumbo a los centros turísticos del Chocó, localizados en el
costado occidental del golfo.
Para la conectividad de la región se destaca el rol que cumplen los ríos Atrato y León. El Atrato
es un eje de movilidad fundamental común para los departamentos del Chocó y Antioquia, tanto
para el servicio de transporte de sus pobladores como para el transporte de la madera proveniente
de la explotación de los bosques (legal e ilegal) y el comercio general. Presenta dificultades por
sedimentación en sus bocas, lo que causa continuas y prolongadas inundaciones en la cuenca.
En el río León y su sistema de canales y embarcaderos (Nueva Colonia y Zungo) se desarrolla la
actividad portuaria (privada) de la economía bananera (puertos fluviales en el estuario del río).
El banano es cargado en barcazas en forma paletizada o en contenedores, luego trasladado a los
buques que fondean al sur o al suroeste de Bahía Colombia. Estos embarcaderos hacen parte del
sistema portuario de Urabá para la comercialización del banano, con posibilidades en el corto
plazo de ampliación y de mejoramientos para ofrecer los servicios portuarios y transporte de carga
de comercio exterior para otros usuarios diferentes al gremio bananero, tanto del departamento
como del resto del país.
EL SISTEMA URBANO
El principal sistema urbano se localiza en la zona bananera (Turbo-Apartadó-Carepa y Chigorodó)
y está estructurado linealmente por el eje vial de la Transversal nacional que conecta a Urabá
con Medellín, con centros de mayor jerarquía en las cabeceras municipales de Apartadó y de
Turbo. Presenta importantes tasas de crecimiento poblacional, destacándose Carepa y Apartadó,
con altas tasas de crecimiento intercensales (censos de 1993 y 2005) de 7,08% y 4,89%
respectivamente, con procesos de concentración urbana. Este sistema urbano es el que tiene
mayor relación con la dinámica portuaria presente y futura de la región. Sin embargo, en general
existen deficiencias en calidad y cantidad de los servicios públicos e infraestructuras básicas para
este sistema urbano. Otro sistema menor que debe consolidarse en torno a servicios de turismo
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y de producción agropecuaria y pesca lo constituyen las cabeceras de Necoclí, San Juan de
Urabá y Arboletes, éstos últimos con mayores relaciones y vínculos con la ciudad de Montería,
articulados por el litoral y por el eje vial de la Transversal Caribe, en proceso de pavimentación,
lo cual propiciará una mejor integración con el eje bananero, que hoy en día es escasa por las
limitaciones del transporte.
BASE PRODUCTIVA
Se destaca para esta área funcional estructurante del territorio la importancia de la zona consolidada
de producción agroindustrial de banano y de plátano de exportación, localizada principalmente
en las zonas planas entre Chigorodó y Turbo, con su plataforma exportadora. El 90% de la
economía del Urabá antioqueño depende directa e indirectamente del banano. Colombia es el
tercer exportador mundial de dicha fruta, luego de Ecuador y Costa Rica, representando el 14%
del mercado mundial; las exportaciones de banano representan el 32% de las exportaciones
colombianas agropecuarias (sin café) y compiten por el primer lugar con las flores10. Según
el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el banano de exportación representó para el
año 2004 el 6,42% del PIB agrícola (sin café) de Colombia. Para dicho año, el área sembrada
y cosechada de banano ascendió a 31.460 hectáreas (fuente: AUGURA), para unos volúmenes
de exportación de la fruta (año 2004) de 1’013.141,7 toneladas, por valor de 274,2 millones de
dólares (fuente: AUGURA); para el plátano de exportación, el área sembrada (año 2005) fue de
35.000 ha.
Se destacan también en la región de Urabá la producción industrial de palma de aceite, con 3.000
ha cultivadas, y otros cultivos como arroz, yuca, cacao y maíz, con 100.000 ha aproximadamente.
En cuanto a ganadería, se dedican para ello cerca de 300.000 ha, con 600.000 cabezas de
ganado en razas mejoradas para carne y doble propósito (fuente AUGURA). Finalmente,
hay que mencionar que la región de Urabá tiene algunos prospectos para minería de carbón
(INGEOMINAS reporta carbones en Carepa, Currulao y Guadualito), pero los estudios realizados
no permiten tener una idea clara de los depósitos; para petróleo también se tienen expectativas
en la región, y se han realizado algunas exploraciones en la cuenca del río León y Bajo Atrato.
De 13 bloques para exploración de petróleo que el gobierno tiene para adjudicar en el Caribe
colombiano, tres están al sur del Sinú y Urabá, pero en la última ronda de adjudicaciones (año
2007) sólo se asignaron 9 bloques en inmediaciones de la Guajira y Cartagena, quedando Urabá
pendiente para futuras licitaciones.
Sin embargo, a pesar de todo este potencial de la región, Urabá se caracteriza en el departamento
por ser una de las regiones con mayores índices de población en condiciones de pobreza y
miseria: 83,4% de la población total (año 2006), de ellos, 62,8% en miseria. Para aprovechar
todas sus ventajas y potencialidades se requiere, entonces, contrarrestar las precarias condiciones
económicas, sociales, de infraestructura y de convivencia pacífica que impiden el desarrollo
Dirección de Promoción y Cultura Exportadora, “Perfil de Comercio Exterior. Apartado, Página web del Ministerio
de Comercio Exterior, octubre de 2002, disponible en: http://www.mincomercio.gov.co/eContent/documentos/carces/
perfiles/Apartado.pdf
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sostenible de la zona. Es fundamental mejorar sus niveles de cobertura y calidad de educación,
salud, vivienda y servicios públicos en el marco de las estrategias de desarrollo y paz, reconstitución
del tejido social, profundización de la descentralización y reactivación y sostenibilidad del
crecimiento económico.
7.4.3 ÁREA DEL VALLE DEL RÍO MAGDALENA, PUERTO FLUVIAL Y
CORREDOR MULTIMODAL
BASE NATURAL Y OFERTA AMBIENTAL
Posee abundante recurso hídrico, como la red fluvial del río Magdalena con sus caídas de agua
y caudales, y un alto potencial con los humedales y complejos ligados al río, los complejos
Ciénaga Grande-Maquencal-Barbacoas, Totumos y las ciénagas de Santa Clara y Chiqueros, los
cuales son ricos en biodiversidad, flora y fauna. Así mismo, en su territorio tiene planicies de
clima cálido y prehúmedo que permite el desarrollo de actividades agrícolas y pecuarias de alta
productividad.
BASE PRODUCTIVA
Las principales actividades que aprovechan el suelo fértil del valle y que tienen oportunidades
comerciales en mercados internos y externos consisten en la agricultura, siendo significativo el
cordón caucho-cacao; la producción pecuaria, para la que el territorio brinda un área total de
274.247 hectáreas de pastos, de los cuales el 65% corresponde a pastos mejorados, 34% a pastos
naturales y 1% de corte, que están ubicados en llanuras aluviales y colinas bajas, donde existe
igualdad de importancia en la explotación tanto de carne como de doble propósito (carne-leche),
especialmente en los municipios de Puerto Berrío y Puerto Nare; igualmente, se dan actividades
relacionadas con la pesca continental y la piscicultura, actividades cuyo potencial está asociado
al desarrollo de la agroindustria y la creación y fortalecimiento de cadenas productivas ligadas
a estos.
En esta área se destacan también el desarrollo de actividad minera de cantera para la producción de
calcáreos como caliza y mármoles, y la extracción petrolera. El territorio ofrece el aprovechamiento
en actividades turísticas como el acuaturismo y la navegación en el río Magdalena.
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SISTEMA URBANO REGIONAL, FUNCIONES Y SERVICIOS, Y CONECTIVIDAD
Su posición geográfica en el contexto departamental y nacional la ubica como un corredor
estratégico de integración en el sistema de conectividad nacional e internacional, fundamentalmente
en la interrelación de Antioquia con el centro del país y especialmente con Bogotá, con el
sistema de puertos en el Caribe y hacia el oriente en la relación con Venezuela, importante socio
comercial antioqueño.
Además, su localización estratégica permite el cruce de modos de transporte en los que se
articulan importantes infraestructuras del sistema vial nacional, la red férrea que va al Caribe y
el río Magdalena en su tramo navegable hacia los puertos del Caribe, estableciendo al centro
urbano de Puerto Berrío como el principal centro de transferencia multimodal del Magdalena
Medio en el departamento de Antioquia.
En el avance en la consolidación del sistema urbano el territorio presenta una dinámica
estructurada por el río Magdalena que permite la relación supradepartamental de los centros
urbanos de Yondó, Puerto Berrío, Caracolí, Maceo, Puerto Nare y Puerto Triunfo en Antioquia
y Honda, La Dorada, Puerto Salgar, Puerto Boyacá, Puerto Parra, Cimitarra, Barrancabermeja y
Puerto Wilches en Caldas, Cundinamarca, Boyacá y Santander respectivamente, con los cuales
se dan procesos de interrelación continua, que además han sido reactivados por la apertura
permanente de la autopista Medellín-Bogotá.
7.4.4 ÁREA DE PLANICIES AGROPECUARIAS Y MINERAS DEL RÍO
CAUCA
Esta área se localiza geográficamente al Noreste del departamento de Antioquia en los límites
con Sucre, Córdoba y Bolívar, en las últimas estribaciones de la Cordillera Central de los Andes
surcada por las aguas de los ríos Cauca y Nechí, con una altura entre 30 y 1.000 metros sobre el
nivel del mar. Se distingue por su clima cálido y húmedo, lo que unido a su riqueza hidrográfica
la convierten en una zona con suelos húmedos ricos en flora y fauna.
La construcción histórica, social, económica, política y ambiental de esta parte del departamento
ha estado ligada a la riqueza aurífera. Desde la conquista, las poblaciones se construyeron sobre
las orillas de los ríos Cauca y Nechí, siguiendo la ruta de los minerales. La actividad minera ha
incidido de manera contundente en la dinámica demográfica, la movilidad poblacional y la
construcción del mapa de conflicto.
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ESTRUCTURA DEL TERRITORIO - BASE NATURAL Y OFERTA AMBIENTAL
Esta área cuenta con diversos ecosistemas como bosques húmedos tropicales, humedales y
ciénagas. Su recurso hídrico recorre el territorio y la vida de sus pobladores, pues no sólo ha
significado un medio de sustento y de riqueza, sino que también ha sido su principal vía de
comunicación y lugar de asentamiento. El Bajo Cauca posee un sistema de transporte fluvial de
130 km navegables en los ríos Cauca y Nechí.
En este territorio se conserva una de las mayores extensiones de bosque natural del departamento
de Antioquia, especialmente en las serranías y estribaciones de la Cordillera Central hacia los
valles de los ríos Nechí y Cauca y del Bagre. Los bosques naturales de este territorio se encuentran
sujetos a fuerte presión por la ampliación de la frontera agropecuaria, principalmente para el
establecimiento de potreros, cultivos ilícitos, la extracción de madera y la minería.
El área cuenta con un importante sistema de humedales asociado a los ríos Cauca-Nechí, en los
municipios de Zaragoza, el Bagre, Nechí, Caucasia, Tarazá y Cáceres. En el sistema de humedales
del Bajo Cauca se encuentran los complejos El Sapo y Corrales, en Nechí, y la ciénaga Colombia,
en Caucasia; igualmente, en los municipios de Zaragoza y El Bagre se presenta un gran número
de ciénagas pequeñas.
 Áreas de Manejo Especial - Reserva Natural Bajo Cauca–Nechí: esta reserva se declaró mediante
Ordenanza 035 de 1994, en la que igualmente se determina una zona de amortiguamiento,
con un área igual a la del área de reserva.
Se encuentra localizada entre los municipios de Cáceres, Zaragoza y Anorí. El área de reserva es
una importante estrella hidrográfica, posee flora y fauna bien conservadas, con extensas masas
boscosas, aún sin intervenir, que albergan gran cantidad de fauna, entre la que se encuentran
algunas especies desconocidas para la ciencia. Es un ecosistema tropical identificado como
refugio pleistocénico de Sudamérica. Esta reserva se destaca por su riqueza en biodiversidad, ya
que en ella se encuentran 32 del total de especies endémicas del departamento de Antioquia,
12 de ellas exclusivas del área comprendida por dicha reserva.
La Ley 2ª de 1959 incluye parte de los municipios del Bagre, Nechí, Zaragoza, y la Resolución
673 de 2004 permitió la sustracción de las cabeceras municipales, cascos corregimentales
departamentales e infraestructuras y equipamientos de servicio básico y saneamiento ambiental
asociada a dichos desarrollos.
CORANTIOQUIA en la zonificación ambiental del territorio distingue para el Bajo Cauca
cuatro unidades: Piedemonte colinado de Tarazá; Complejo hidrológico del Bajo Cauca;
Sistema colinado del Bajo Cauca; Bosques tropicales de la Cuenca media del río Nechí.
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 Piedemonte colinado de Tarazá: esta unidad corresponde a las vertientes colinadas e irregulares
de los piedemontes de las dos cordilleras hacia el valle del río Cauca, en gran parte de los
municipios de Tarazá y Valdivia y en menor proporción al nororiente de Ituango.
La cobertura vegetal predominante en esta unidad es bosque natural y rastrojo alto, con
actividad económica mixta de ganadería extensiva y presencia de cultivos ilícitos, con muy
baja dinámica e integración territorial. Presenta potencial medio y bajo de acuíferos y se ubica
allí la comunidad indígena Jai-Dezabí.
 Complejo hidrológico del Bajo Cauca: esta unidad está localizada sobre la llanura de inundación
de los ríos Cauca y Nechí, en donde la unidad típica de paisaje incluye canales, ciénagas,
bajos y terrazas con un régimen de inundación natural asociado con las temporadas húmedas,
que por alteraciones antrópicas de la parte media y alta de las cuencas ha aumentado el nivel
de vulnerabilidad del sistema. La definición de la unidad incluye áreas de colinas bajas de
origen sedimentario que se extienden hacia el sur del departamento de Córdoba.
Tradicionalmente, esta unidad ha estado dedicada a la ganadería extensiva y a algunos cultivos
tecnificados. La topografía de bajas pendientes favorece la conservación del paisaje, pero en
las últimas dos décadas se presentó un auge por la explotación minera a cielo abierto con
prácticas inadecuadas sobre las terrazas aluviales de los ríos Cauca y Nechí, lo que alteró
drásticamente el paisaje y dejó un gran pasivo ambiental. Actualmente, sobre la llanura
aluvial del río Nechí continúa operando una explotación minera a gran escala con prácticas
ambiental y socialmente sostenibles.
Por su origen sedimentario, la unidad presenta un alto potencial de acuíferos, destacándose
los complejos de humedales de los ríos Cauca-Nechí, entre los cuales se encuentran la
ciénaga Colombia y El Sapo. También se destacan los acuíferos subterráneos como fuente de
abastecimiento de agua potable.
Alberga un alto porcentaje de población, pues hacen parte las cabeceras municipales de
Cáceres, Tarazá, Caucasia, Nechí, El Bagre y Zaragoza. Además, existe un número muy alto
de población indígena (11 asentamientos pertenecen a la etnia Zenú).
 Sistema colinado del Bajo Cauca: esta unidad corresponde a las colinas bajas del altiplano
que se conserva de la antigua superficie de erosión Caucasia, entre los ríos Cauca y Nechí,
y cubre, gran parte de los municipios de Caucasia y Cáceres y una pequeña área de los
municipios de Zaragoza y Tarazá. Predomina la cobertura de pastos dedicados a la ganadería
extensiva. También se presentan fragmentos de bosques y rastrojos hacia el municipio de
Cáceres sujetos a explotación para extracción de madera.
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La unidad muestra un alto potencial de acuíferos, forestal comercial y agroecológico, así
como de reservas auríferas en las llanuras aluviales.
En general el área está constituida por grandes latifundios dedicados a la ganadería, y
predomina la condición de media a alta dinámica e integración territorial. Allí están asentadas
las comunidades indígenas Pueblito, Puerto Triana, Quebradota, Anará, Pando y Puerto
Santo.
 Bosques tropicales de la cuenca media del río Nechí: esta unidad localizada sobre las
estribaciones de la Cordillera Central hacia las llanuras aluviales de los ríos Cauca y Nechí
se caracteriza por un paisaje de transición entre serranías con filos de topes amplios y
prolongados, hacia un sistema colinado de cerros bajos asociados con la superficie de erosión
Amalfi-Anorí.
Acoge el área de reserva forestal de Bajo Cauca-Nechí y su área de amortiguamiento, en
conjunto con otras unidades de bosque tropical que aún conservan su estructura original
entre los municipios de Cáceres, Anorí, Tarazá y Zaragoza. Se resalta la existencia de bosques
naturales con un buen estado de conservación con alto nivel de diversidad de flora y fauna.
En los bosques húmedos tropicales de la jurisdicción se han registrado 42 especies endémicas
para el departamento de Antioquia, de las cuales 20 son únicas de estos bosques.
Los bosques naturales de este territorio se encuentran sujetos a una alta presión por la
ampliación de la frontera agropecuaria, principalmente para el establecimiento de potreros y
cultivos ilícitos, por la extracción de madera y por el desarrollo de la actividad minera.
En general se presenta una baja densidad poblacional, con unas condiciones de baja a marginal
dinámica de integración territorial.
BASE PRODUCTIVA
 Minería. La economía del Bajo Cauca se sustenta hoy sobre la base de la actividad minera. En
esta parte del departamento se han practicado dos tipos de explotación: la minería aluvial que
ha sido predominante en todos los municipios que componen la subregión, especialmente en
El Bagre, Zaragoza y Nechí; y la minería de veta que se explota en Zaragoza, al igual que en
Cáceres, donde se tiene referencia de algunas minas de veta en la reserva Bajo Cauca-Nechí.
Esta actividad económica hoy es de subsistencia, a excepción de la que realizan la compañía
Mineros de Antioquia en El Bagre y Oronorte en Zaragoza.
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En la zona se produce el 48,68% de la producción total de oro del departamento. La minería en
el Bajo Cauca ha causado graves daños al sistema ecológico, los altos niveles de contaminación
de las aguas por cianuro y mercurio utilizados para la explotación han generado deterioro
ambiental y deterioro de la salud pública a causa de las formas rudimentarias de extracción
del material, Las áreas degradadas por la minería son críticas, tanto las ubicadas en las llanuras
de inundación como en las terrazas aluviales de los ríos Cauca y Nechí y algunos tributarios.
La región está en permanente riesgo de emergencias y desastres a raíz de los desbordamientos
de los ríos que surcan la zona debidos a la sedimentación (cubren un total de 42.823 ha) o
provocados por cambios cíclicos de sus cauces.
En la región existen dos distritos mineros11 para la explotación de oro y plata: Distrito Bajo
Cauca-Nechí en los ríos Cauca y Nechí, y Distrito Zaragoza-Segovia y Remedios.
 Ganadería. El segundo renglón de importancia económica en la zona es la ganadería. Allí
se produce principalmente ganado tipo carne (cría, levante y ceba), pero en los últimos años
se ha impulsado la ganadería de doble propósito: carne y leche. Esta actividad se ubica
principalmente en Caucasia, Nechí y Cáceres. Se caracteriza por ser extensiva, poco productiva
y no tecnificada, y genera poco empleo, pues sólo se requiere un trabajador por cada 200
hectáreas.
 Agricultura. La Ley 811 de 2003 propició la creación de las organizaciones de cadena en
los sectores agropecuario, forestal, acuícola y pesquero. Esta figura ha generado importantes
procesos de integración regional, como es el caso del cordón cacaotero- cauchero AntioquiaCórdoba al cual pertenece la región. Esta hace parte de un área de desarrollo rural piloto
para el departamento en la cadena caucho-cacao: Área de Desarrollo Rural Piloto-Antioquia
y Córdoba.
En la zona se ha desarrollado una agricultura de susbsistencia, en algunas áreas existen cultivos
comerciales de arroz secano y sorgo. Los municipios de Nechí, El Bagre, Zaragoza y Tarazá
son los principales productores de arroz.
 Pesca. La pesca está arraigada en la cultura regional. En los ríos, quebradas, caños, ciénagas
y pantanos existía una inmensa variedad de peces (bocachicos, doradas, barbudos, bagres,
blanquillos, conoricos, ventones, viscainas, mojarras, manchulos, chipichipis y sardinas), pero
actualmente las fuentes de agua están contaminadas con mercurio, producto de la actividad
minera, y, por tanto, no son aptas para el cultivo de peces. De igual forma, la falta de sistemas
de conservación del pescado que no permite almacenar ni exportar, el uso irracional del
pescado en época de subienda y el conflicto político-militar que incide en el control de la
actividad de los pescadores son, entre otros, los problemas que hacen de la actividad una
fuente sólo de subsistencia. Sin embargo, se vienen realizando en toda la región importantes
Distrito Minero: porción o área de terreno de un país, generalmente designada con un nombre, cuyos límites han sido descritos
y dentro de la cual existen minerales que son extraídos siguiendo las reglas y regulaciones establecidas por los mineros locales.
Para la definición de un distrito minero no existe límite de su extensión territorial y sus linderos se pueden cambiar siempre y
cuando no se interfieran otros derechos.
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esfuerzos para reactivar este recurso. Es así como en los municipios de Cáceres, Caucasia y
Nechí se viene incrementando la actividad piscícola, ya sea a partir de la construcción de
estanques o de la siembra en las ciénagas de especies como bocachico y cachama.
 Explotación maderera. La extracción forestal se ha convertido en un renglón con muchas
posibilidades económicas. Es necesario recordar que el Bajo Cauca es considerada la segunda
subregión del departamento con más área de bosque, en conjunto con las reservas río
Magdalena y Bajo Cauca-Nechí. A pesar de ello, esta explotación sigue siendo una actividad de
subsistencia, ilegal y depredadora del entorno por la explotación irracional y poco tecnificada
que se hace del bosque.
CONFIGURACIÓN Y ESTRUCTURA URBANO REGIONAL ACTUAL
El Bajo Cauca es la segunda subregión más pobre del departamento y la que presenta los más altos
índices de miseria después de Urabá. Su población presenta condiciones de vida muy precarias.
Más de la mitad no cubre sus necesidades básicas y el 36,2% se encuentran en condiciones de
miseria.
Resulta paradójico que un territorio con tanta riqueza natural presente uno de los más graves
problemas en relación con el desarrollo humano integral, ya que todos los municipios, excepto
Caucasia, se encuentran en una situación socioeconómica muy crítica. La marginalidad y
precariedad en la situación socioeconómica puede entenderse en parte por una estructura y
tenencia de la tierra concentrada en pocos propietarios, así como una economía campesina
y de colonización, que basa su producción en la extracción de recursos naturales y en una
producción agropecuaria marginal destinada básicamente al autoconsumo, como es el caso de
los municipios de Tarazá, Nechí, El Bagre y Zaragoza.
En este contexto, Caucasia ha sido históricamente el centro de servicios más importante, el cual
se comunica con los demás municipios a través de la red vial conformada por la Troncal de la
Paz y las vías Caucasia-Nechí y Zaragoza-Caucasia. Este municipio cuenta además con la red
fluvial de los ríos Cauca y Nechí. El caso particular de Caucasia puede explicarse por la dinámica
comercial y de servicios que reporta la cabecera municipal, con una capacidad funcional alta,
relacionada con su ubicación al borde de una vía primaria (Troncal Occidental).
La Red de Movilidad: La Troncal Occidental es la principal vía para la integración de la región,
comunica los municipios de Caucasia, Tarazá y Cáceres, y comunica al interior del departamento
con la costa Atlántica. La segunda vía en importancia para la articulación regional es la Troncal
de la Paz, que une por el Nordeste a los municipios de Caucasia y Zaragoza, un ramal que
comunica Zaragoza-Cáceres con el municipio de Tarazá, y la vía Caucasia-Nechí, todas ellas de
muy bajas condiciones de tránsito en gran parte del año a causa del invierno.
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El sistema fluvial recorre la región y ha determinado el modo de vida de sus pobladores, pues
no sólo ha significado un medio de sustento y de riqueza, sino que también ha sido su principal
medio de comunicación. El Bajo Cauca posee un sistema de transporte fluvial de 130 km
navegables en los ríos Cauca y Nechí, así mismo ha sido lugar para el asentamiento de centros
urbanos, lo que le ha traído también innumerables problemas por inundación y creciente de los
ríos, especialmente en los centros urbanos de Tarazá, Cáceres y Nechí.
El transporte aéreo ha sido una alternativa importante, especialmente para la comunicación con
Medellín.
En el corto plazo, el principal proyecto vial que transformará el territorio será la continuidad de
la vía del Nordeste con la Troncal de La Paz. Estas vías conectarán a la troncal del Magdalena,
a través de la vía Puerto Berrío-Zaragoza-Caucasia, con la troncal Occidental en Caucasia, y
servirá para conexión del centro urbano regional de Bogotá-Cundinamarca. La troncal de La
Paz, pero con punto de conexión Yondó- Zaragoza-Caucasia, servirá para la comunicación del
nororiente del país y Venezuela; y Medellín utilizará este mismo corredor pasando por Yolombó,
Vegachí, Zaragoza hasta Caucasia, o si continúa por la vía Cisneros para llegar a Puerto Berrío o
Yondó, dependiendo si la dirección es el centrooriente o nororiente del país.
En el largo plazo será posible conectar a Caucasia con el Urabá a través de Montelíbano y
Valencia en el departamento de Córdoba, conectando con San Pedro y luego a Turbo en el
Urabá, lo que permitirá establecer un corredor que disminuye la distancia entre el centro del país
y el futuro desarrollo portuario en el Urabá antioqueño, consolidando la posición estratégica de
estos territorios y fortaleciendo el rol articulador de Caucasia.
Caucasia será, entonces, la principal zona de convergencia en el norte, al integrar las dos
troncales de comunicaciones a nivel nacional, y punto de confluencia del suroccidente, centro
y nororiente del país. De igual manera, se convertirá en el nodo que integrará la comunicación
con Turbo y la vía Panamericana, y de esta manera será el punto de contacto donde confluyen
las dinámicas del principal centro urbano regional de Colombia que es Bogotá, el nororiente y
Venezuela, para llegar a los puertos del Atlántico y la vía Panamericana.
Este proyecto vial de conectividad regional y nacional que confluye en Caucasia abrirá y le
dará mayor dinamismo y protagonismo a los territorios del Magdalena Medio, el Nordeste y
el Bajo Cauca. El trazado de la vía pasa por dos áreas de reserva como son Bajo Cauca-Nechí
y la definida por Ley Segunda, que ya vienen siendo fuertemente presionadas por frentes de
colonización agrícola.
El nuevo sistema vial permitirá la comunicación intrarregional. Para el caso de las troncales del
Nordeste y de La Paz, articularán y dinamizarán el Magdalena Medio, el Nordeste y el Bajo
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Cauca, sin tener que pasar por Medellín; y para el caso de la vía marginal del Cauca desde La
Pintada hasta Puerto Valdivia, articulará el Suroeste, el Occidente y el Bajo Cauca. Estos dos
proyectos viales formarían un circuito periférico por fuera de la región central del departamento,
con altas posibilidades de integración de centros urbanos que hoy se encuentran aislados en
el interior, brindando con ello la posibilidad de incrementar la comercialización de productos
asociados a los potenciales agrícolas, pecuarios y mineros de estos territorios.
Proyectos hidroeléctricos. Esta área representa un potencial importante en recursos
hidroenergéticos. El embalse Río Grande II genera energía en casa de máquinas Tasajera, deposita
el caudal en el río Aburrá, que es embalsado más abajo en el embalse Porce II, actualmente en
operación; a su vez, este último, más el aprovechamiento del río Guadalupe en Guadalupe IV,
aguas abajo será embalsado en Porce III que está programado para entrar en operación en el
2010.
Otros proyectos a construir en el mediano y largo plazo en el territorio son las hidroeléctricas
Nechí y Pescadero-Ituango, integradas a un sistema de expansión regional; Porce III hace parte
del sistema de aprovechamiento de la cuenca del río Aburrá-Porce, que recibe los caudales de
todo el sistema de generación de hidroenergía en el Altiplano Norte; el embalse de Nechí, donde
se aprovecharán las condiciones biofísicas y ecológicas de la cuenca en la parte alta y media, el
superávit hídrico y la pendiente por donde desciende la cuenca en la Cordillera Central, antes de
entrar en contacto con el piedemonte de la cordillera y la llanura de inundación del río Nechí.
Finalmente, con el embalse Pescadero-Ituango se pretende aprovechar el caudal de la cuenca
hidrográfica del río Cauca, a la que se suman las condiciones geotécnicas y morfológicas que
presentan la Cordillera Occidental y Central en el trayecto que va entre Sabanalarga e Ituango, que
forman un relieve con forma de cañón estrecho, altamente favorable y resistente para almacenar
grandes cantidades de agua. Además del embalse Pescadero-Ituango en el río Cauca, paralela al
embalse, se tiene proyectada una vía troncal denominada Marginal del Cauca, para conectar a
Santa Fe de Antioquia con el embalse y Puerto Valdivia, y de allí a la troncal del Caribe.
Considerando la convergencia de las infraestructuras viales y las obras para la producción de
hidroenergía, se proyecta en el marco del escenario territorial de referencia una nueva estructura
en la que la interrelación de los proyectos viales e hidroenergéticos proyectados en el Occidente
y Nordeste aumentaría la accesibilidad en éstas subregiones y la capacidad funcional de los
municipios más próximos, lo que los llevaría a pasar de un punto de estancamiento, producto de
la primacía histórica del centro del departamento, a otro más dinámico y abierto, articulándose
a otros centros urbanos del departamento y del país.
El modelo de organización urbano-regional traerá transformaciones en las fronteras ecogeográficas
internas y externas y la aparición de nuevas fronteras funcionales, como es el caso de la
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consolidación de las relaciones de Caucasia y Nechí con los municipios del sur de Córdoba y
con la Ecorregión estratégica de la Mojana, de la cual hace parte este último. También, aparecerá
en el escenario la activación de un sistema ambiental de frontera que va entre los humedales del
Magdalena, la serranía de San Lucas, las grandes extensiones de bosques donde se encuentra la
Reserva de la Ley Segunda Bajo Cauca-Nechí.
En la zona de convergencia norte y noroccidental del país, Caucasia se podrá constituir en un
centro en el cual se concentrará la articulación y conectividad, porque será el punto de contacto
entre las troncales Occidental y Oriental. También será una de las salidas de Medellín hacia
los puertos del Atlántico y confluencia del suroccidente del país y el eje cafetero, en el caso de
habilitarse y construirse la vía Marginal del Cauca.
7.4.5 ÁREA ANDINA POLICÉNTRICA INDUSTRIAL Y DE SERVICIOS
La influencia del Valle de Aburrá y sus interrelaciones funcionales han traspasado límites
político-administrativos, lo cual ha hecho necesario avanzar, como ejercicio piloto en el
marco de la formulación de los Lineamientos de Ordenación Territorial para Antioquia, en el
proceso de orientar la planificación de su territorio a una escala mayor que permita identificar
una región ampliada en donde se presenten interrelaciones que permitirán aprovechar las
potencialidades de cada municipio que conforma este territorio central, con el fin de orientar y
hacer recomendaciones sobre las interdependencias definidas, con una visión hacia el papel
que debe jugar esta importante subregión en el nivel departamental, nacional e internacional.
En esta área se presenta la mayor generación de oportunidades y beneficios del desarrollo del
departamento, así como la más alta concentración poblacional en las cabeceras urbanas de los
diez municipios ubicados en el Valle de Aburrá.
Actualmente el 71,7% del PIB de Antioquia se genera en el Valle de Aburrá, mientras que el
Oriente aporta el 7,28%, el Suroeste el 4,8%, Bajo Cauca el 1,6% y Magdalena Medio el 1,09%.
Su gran actividad gravita en torno a las dinámicas urbano-industriales de la ciudad metropolitana,
cuyas oportunidades se derivan de sus riquezas culturales y activos instalados.
Dadas las condiciones políticas, culturales, ambientales y económicas, así como el papel
protagónico dentro de la dinámica departamental y nacional de la ciudad policéntrica, se generó
la necesidad de profundizar en el análisis territorial de ésta, a partir de información secundaria
generada en estudios recientes que permitan identificar el área funcional, sus interrelaciones,
temas críticos y a partir de allí sugerir lineamientos diferenciados que orienten la organización
y articulación espacial del territorio, su ocupación y su aprovechamiento, enmarcados en
los Lineamientos de Ordenación Territorial para Antioquia y que a la vez sirvan como marco
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metodológico para adelantar ejercicios similares en las demás áreas funcionales estructurantes
identificadas en el departamento.
El ámbito de estudio de este sistema de ciudades se circunscribe a las dinámicas de crecimiento de
la metrópoli central y su interrelación con otros sistemas urbanos que tienen dinámicas especiales,
asociados a los problemas de la población rural y de los recursos naturales localizados en el
entorno regional, involucrados en el funcionamiento urbano metropolitano, que constituyen una
escala ampliada de ese sistema.
Para abordar los efectos regionales en los entornos rurales se ha hecho necesaria la identificación
del comportamiento de las redes urbanas dentro del análisis urbano-regional, sobre todo en el
entorno metropolitano donde la presión por los cambios de uso y tenencia en el suelo rural
ocurre por causa de las actividades urbanas principalmente.
Así mismo, la identificación del área de análisis se orienta a los efectos causados por el desarrollo
económico que concentra la población y el capital en los principales centros urbanos regionales
y la dependencia ecológica por bienes y servicios ambientales prestados por el entorno para el
funcionamiento urbano metropolitano con altas tasas de consumo y un elevado desequilibrio en
las funciones de los centros urbanos que se localizan en el entorno.
7.4.5.1 CRITERIOS PARA LA IDENTIFICACIÓN DEL ÁREA ANDINA, POLICÉNTRICA,
INDUSTRIAL Y DE SERVICIOS
Dentro del análisis detallado que se presenta en el documento técnico de lineamientos
diferenciados se han precisado como criterios para la identificación de esta área funcional los
siguientes:
7.4.5.1.1 Sistema estructurante natural
En esta área se conjuga una topografía montañosa por la presencia de dos cordilleras (la Central y
la Occidental), altiplanos, páramos y valles generados por ríos que lo atraviesan de sur a norte en
los cuales se ha emplazado la población, especialmente en el Valle de Aburrá, con unos sistemas
estratégicos cuyo valor ambiental beneficia no sólo a esta área, sino también a gran parte del
departamento. Del sistema estructurante natural hacen parte los siguientes elementos (ver figura
64):
 La Hidrografía: los principales ríos que estructuran el Área Andina, Policéntrica, Industrial
y de Servicios son: el río Cauca, el río Aburrá-Porce, el río Negro-Nare y el río Grande, con
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altas capacidades de oferta hídrica y energética no sólo para esta área, sino también para el
departamento y el país.
 La Orografía: desde el punto de vista fisiográfico esta área se ubica en la Zona Andina de
Antioquia, conformada por las vertientes de las Cordilleras Occidental y Central. En ellas
se encuentran importantes páramos, altiplanos y otras alturas importantes. Complementando
estos elementos aparecen los cañones y valles.
Figura 64. Mapa - Sistema estructurante natural. Hidrografía y
Orografía.
 Los ecosistemas estratégicos: los Ecosistemas Estratégicos más relevantes en la zona central
de Antioquia los constituyen el Páramo de Belmira, la Cuenca Alta de los ríos Grande y
Chico, el cañón del río Cauca, embalses Riogrande, cuenca media y baja del río Nechí,
región de embalses de Oriente, cuenca quebrada Sinifaná, cuenca quebrada Piedras, represa
La Fe, agroecosistemas del Oriente antioqueño y agroecosistemas del Noroccidente, Alto
San Miguel, Reserva ecológica y forestal de Miraflores, Reserva forestal La Romera, Cerro
Quitasol, Reserva Agrícola Veredal (La Chuscala, La Salada y La Quiebra) en Copacabana y
Girardota, Parque Arví, Parque Ecológico Piedras Blancas, Cerro del Padre Amaya, Reserva
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1
Forestal Romeral, entre otros (ver figura 65).
La oportunidad de constituir el Parque Central de Antioquia como un Sistema Regional
de Áreas Protegidas -SIRAP- ha sido concebida como estrategia ambiental para garantizar
la sostenibilidad del centro del departamento. Con este parque se pretende aportar, entre
muchos otros aspectos, a la solución del problema socioambiental de los valles de Aburrá, San
Nicolás y valle del Cauca en el occidente cercano, dado que actualmente se ven afectados por
procesos acelerados de urbanización y cambios en el uso del suelo.
Figura 65. Mapa - Sistema estructurante natural. Ecosistemas
Estratégicos.
7.4.5.1.2 Sistema estructurante construido
En la subregión se destaca un sistema urbano complejo de gran jerarquía como lo es el del sistema
urbano metropolitano, conectado por unos ejes viales principales a otros sistemas urbanos de
nivel intermedio como el del Oriente y el del Occidente, y a otros de menor jerarquía como los
del Norte y el del Suroeste.
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El sistema urbano nacional ha generado grandes problemas de concentración de población en
el territorio colombiano, fenómeno que se refleja también en el departamento de Antioquia, al
desarrollarse una estructura urbana central conformada por Medellín y los demás municipios del
Valle de Aburrá, en contraposición a un conjunto de pequeños asentamientos dispersos y unos
cuantos centros con alguna dinámica económica con un área de influencia supramunicipal en
el resto del territorio antioqueño.
La elevada primacía de Medellín y el resto de los municipios del Valle de Aburrá en la estructura
urbana del departamento se evidencia claramente al observar que concentra el 72,64% de la
población urbana total de Antioquia, o sea 3.080.889 habitantes12. Esta población se localiza
en sólo 10 cabeceras municipales donde se presenta gran cantidad de servicios y funciones
especializadas en este porcentaje mínimo del territorio, situación que ha creado economías de
escala para la dotación de servicios públicos domiciliarios y sociales, que explican sus mejores
niveles de calidad vida con respecto al resto del departamento. Este aspecto contribuye a la
definición del Área Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicios, no solo por la densidad,
sino también por la cantidad y especialización de los equipamientos, cuyo radio de influencia
disminuye en la medida que los centros urbanos se alejan del sistema urbano central.
Del sistema estructurante construido hacen parte:
 Sistema vial: la zona central del Antioquia posee la mayor cantidad de vías de diferente orden,
prueba de ello es que las subregiones con mayor densidad vial como el Valle de Aburrá,
Suroeste y Oriente Cercano están ubicadas en esta parte del departamento. Esta zona constituye
un importante nodo vial del país que hace posible la conexión del centro del departamento
con el resto de él, con los departamentos vecinos, con el resto del país y con los puertos del
Caribe y el Pacífico.
Los sistemas estructurantes viales que atraviesan el centro de Antioquia son: el sistema NorteSur (conexiones al Caribe, a Buenaventura y al Eje Cafetero); el sistema Centro-Noroccidente
(Bogotá, Medellín, Urabá y Centroamérica); el sistema Este-Oeste Meridional (conexión al
Pacífico, al centro y oriente del país, a Venezuela) (ver figura 66).
 Sistema de equipamientos regionales o de impacto supramunicipal según el análisis de
equipamientos y servicios urbanos desarrollado, se puede afirmar que las zonas mejor dotadas
se ubican en el centro del departamento. Sobresalen, en su orden, la parte Centro, Norte y Sur
del Valle de Aburrá, los valles de San Nicolás del Oriente Cercano, Cartama en el Suroeste,
Riogrande y Chico en el Norte Cercano, Cauca Medio en el Occidente Cercano y Vertiente
Chorros Blancos en el Norte; en un nivel medio aparecen las zonas de los Embalses en el
Oriente y Penderisco en el Suroeste; y en el nivel más bajo, Sinifaná en el Suroeste.
Gobernación de Antioquia. Departamento Administrativo de Planeación. Dirección de Sistema de Indicadores, 2007.
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Esta zona central presenta, entonces, el mayor número de equipamientos e infraestructuras de
servicios especializados, lo que le imprime un carácter atrayente de población en busca de
servicios especializados de salud, educación, comercio, cultura, recreación y de empleo, entre
muchos otros, generándose relaciones de interdependencia de un lugar a otro. Esta condición
de tener el equipamiento y servicios especializados le confiere también una potencialidad
para constituirse como una región competitiva impulsadora del desarrollo de todo el territorio
antioqueño (ver figura 67).
Figura 66. Mapa - Sistema estructurante construido. Urbano y vial.
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Figura 67. Mapa - Sistema estructurante construido. Equipamientos.
7.4.5.1.3 Relaciones ecológicas
Para el caso particular del Valle de Aburrá, las relaciones ecológicas que se presentan para
el funcionamiento del sistema urbano metropolitano están determinadas por el suministro de
bienes y servicios ambientales provenientes de ecosistemas externos al área de influencia de esta
subregión y no son ajenas de calificarse como desequilibradas o de alta dependencia, pero no
se puede desconocer que a su vez se presentan relaciones de interdependencia que permiten la
provisión de servicios especializados hacia aquellos lugares donde no sería posible su cubrimiento
y/o generación por medios propios. Las relaciones ecológicas existentes son las siguientes:





Relaciones ecológicas por alimentos.
Relaciones ecológicas por abastecimiento de agua.
Relaciones ecológicas por generación de energía.
Disposición final de residuos sólidos.
Bosques para la producción de oxígeno y captación de CO2.
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Las relaciones por alimentos, abastecimiento de agua y generación de energía se presentan
espacializadas en las figuras 68, 69 y 70.
Figura 68. Mapa - Relaciones ecológicas por alimentos.
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Figura 69. Mapa - Relaciones ecológicas por agua.
Figura 70. Mapa - Relaciones ecológicas por generación de
energía.
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7.4.5.1.4 Relaciones de interdependencia
Lo que se avanzó en este tema corresponde al análisis de las interrelaciones funcionales
–intangibles– generadas por la movilización o desplazamiento de la población en busca de suplir
sus necesidades de tipo social (salud, educación, cultura y recreación) y económicas (empleo,
comercio y financieras), entre otras. Estos desplazamientos trascienden los límites municipales,
subregionales e incluso departamentales y generan flujos que por su cotidianidad, frecuencia
y particularidades consolidan, conjuntamente con otros aspectos, las Áreas Funcionales
Estructurantes del Territorio. Los resultados del análisis se espacializaron en la figura 71.
Figura 71. Mapa - Relaciones de interdependencia.
Con los resultados del cruce de las variables que resultaron de estos análisis se ha logrado identificar
el ámbito de un área que se encuentra en el centro del departamento y que posee especiales
características y potenciales para el desarrollo del departamento, y que por la fuerza de sus
relaciones e interdependencias, sumado al valor estratégico regional, ha sido definida como una
de las áreas funcionales estratégicas del departamento, objeto de lineamientos diferenciados.
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Adicional a lo anterior, se cruzó esta información con los avances de los LOTA en aspectos
relacionados con la identificación de un Escenario Territorial de Referencia y formulación de
lineamientos estratégicos, y la definición de una zonificación de usos preferentes y lineamentos
específicos que permitieron identificar cuatro temas críticos de esta área funcional, hacia los
cuales se orientaron los lineamientos diferenciados.
7.4.5.2 TEMAS CRÍTICOS
De acuerdo con los temas anteriormente desarrollados, relacionados con el sistema estructurante
y las relaciones ecológicas y de interdependencias del Área Andina, Policéntrica, Industrial y
de Servicios, y teniendo en cuenta los resultados del taller para analizar particularmente este
territorio, se identificaron temas para atender prioritariamente en la formulación de los lineamientos
diferenciados de esta área Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicios.
Los temas críticos se entienden para este caso como situaciones conflictivas que se presentan
en el territorio y que deben afrontarse de manera prioritaria. Aquellos en torno a los cuales se
plantearán los lineamientos diferenciados para el área señalada son:
 Sostenibilidad ambiental.
 Plataforma para la competitividad.
 Dependencia ecológica.
 Visión regional para la planificación.
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7.5 LINEAMIENTOS DIFERENCIADOS ÁREA ANDINA,
POLICÉNTRICA, INDUSTRIAL Y DE SERVICIOS
Los lineamientos diferenciados, aunque se plantean para un área específica del departamento,
siguen siendo de carácter general y estratégicos. Deben refinarse durante el proceso (negociación
con el sector privado) que continúa con los Lineamientos de Ordenación Territorial para
Antioquia.
LINEAMIENTO 1
SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL Y DEPENDENCIA ECOLÓGICA
Definición de un acuerdo o pacto suprasubregional en torno a los ecosistemas estratégicos de
la base natural del Área Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicios, que sintetice, articule y
racionalice los diagnósticos, criterios, propuestas y estrategias de gestión presentes en los diversos
procesos de planificación y en las disposiciones de las Corporaciones Autónomas Regionales,
Municipios, Área Metropolitana del Valle de Aburrá y Gobernación de Antioquia, con el fin
de lograr el manejo adecuado de los ecosistemas estratégicos y el uso eficiente de los recursos
naturales para consolidarse como área competitiva sostenible.
Acciones
 Identificar normatividad, planes, programas y proyectos de distinto nivel relacionados con
la planificación, ordenamiento y manejo de los ecosistemas estratégicos del Área Andina,
Policéntrica, Industrial y de Servicios, por medio de una lectura conjunta para establecer
un estado de estos, que permita identificar coincidencias y discrepancias en criterios de
delimitación, intervención y manejo.
 Definir una plataforma de criterios para el manejo de los ecosistemas estratégicos del Área
Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicios, para que cumplan con sus funciones de
regulación de clima, humedad y suelos (alimentos); provisión de agua, generación de energía,
producción de oxigeno y captura de CO2; y control de desastres y plagas.
 Articular, en los procesos de planificación, dentro del Área Andina, Policéntrica, Industrial y
de Servicios los sistemas estructurantes naturales, especialmente los ecosistemas estratégicos,
a los sistemas estructurantes construidos o artificiales como el espacio público y los grandes
equipamientos recreativos suprasubregionales.
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 Identificar alternativas posibles a nivel del Área Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicios
como solución al manejo y disposición final de los residuos sólidos.
 Preservar el distrito agrario del Oriente y promover esta experiencia en las zonas rurales del
Valle de Aburrá, Norte, Occidente y Suroeste cercanos, por sus características y su potencial
para el desarrollo del Área Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicios.
 Cuantificar los costos y beneficios asociados a la generación y aprovechamiento del recurso
hídrico para la generación de energía y agua potable, desde los conceptos orientadores de
solidaridad y complementariedad.
Proyectos e iniciativas asociados al Lineamiento 1
 Parque Central de Antioquia – consolidación del sistema de áreas protegidas.
 Planes de ordenamiento y manejo de las principales cuencas y microcuencas de los ríos
abastecedores del recurso hídrico, como el POMCA (Plan de Ordenamiento y Manejo de la
Cuenca del Río Aburrá).
 Formulación e implementación de un plan integral de residuos sólidos para el Área Andina,
Policéntrica, Industrial y de Servicios, como el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos
Regional del Valle de Aburrá 2005-2020.
 Generar un sistema Suprasubregional de espacios públicos que articule las propuestas de
los Planes de Ordenamiento Territorial Municipales, las Directrices Metropolitanas de
Ordenamiento Territorial “Hacia una Región de Ciudades”, los parques lineales planteados
para el Altiplano de San Nicolás en el Oriente antioqueño, y las diferentes propuestas de los
municipios involucrados, según el criterio que se considere más pertinente de los planteados
en la identificación del Área Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicios.
 Fortalecimiento de los Distritos Agrarios y de los canales de distribución.
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LINEAMIENTO 2
VISIÓN SUPRASUBREGIONAL PARA LA PLANIFICACIÓN
Articulación de los territorios del Área Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicios en torno a los
sistemas estructurantes natural y construido, que plantee una nueva situación territorial en la cual
los límites estrictos y excluyentes entre “ciudad” y “campo”, tanto espaciales como funcionales
y sociales, tiendan a desaparecer en su forma tradicional, entendiendo el territorio como un
conjunto de zonas interrelacionadas, para dar paso a nuevas formas de relación, planificación y
nuevos patrones de ocupación.
Acciones
 Elaborar un marco general de definiciones y criterios que permita conocer, para la totalidad
del Área Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicios, cómo está constituido el sistema de
centros poblados, su ubicación, función principal, dotaciones y servicios supramunicipales,
conectividad interna y externa, características sociales y económicas, accesibilidad,
oportunidades y limitaciones.
 Consolidar tanto la Metrópoli Regional y los demás centros urbanos del Área Andina,
Policéntrica, Industrial y de Servicios, como el centro subregional, los centros de relevo
principal y secundario, los centros locales principales y secundarios en nodos de atracción de
desarrollo, de acuerdo con sus potencialidades en un marco de complementariedad funcional
entre ellos.
 Consolidar una Región de Ciudades (ciudades integradas por varias municipalidades) en
la cual los beneficios tradicionalmente asociados exclusivamente a las áreas y pobladores
urbanos –ciudades y ciudadano– se extiendan a toda el Área Andina, Policéntrica, Industrial
y de Servicios, a través de un sistema de centros urbanos integrados y articulados en red,
dotados de los servicios y equipamientos necesarios y suficientes que permitan a todos los
pobladores ser “ciudadanos” con la posibilidad de acceder a los mismos privilegios de los
pobladores urbanos sin necesidad de emigrar a la ciudad ni abandonar sus formas tradicionales
de actividad productiva.
Lo anterior supone, por un lado, la armonización entre legislaciones de distinto nivel y políticas
institucionales de desarrollo urbano y rural, tradicionalmente independientes e inclusive
contradictorias; y por otro, el reconocimiento y fortalecimiento de las interacciones entre lo
urbano y lo rural como base para la competitividad y la equidad del desarrollo.
 Definir las infraestructuras necesarias para conectividad vial, aérea, férrea y fluvial; definir
también los grandes equipamientos de impacto suprasubregional; las áreas necesarias y
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requeridas actuales y futuras para la expansión urbana, la localización más adecuada de la
industria, vivienda de interés social y parcelaciones de recreo.
 Promover relaciones de complementariedad entre el sistema urbano central y las diversas
redes urbanas dentro del Área Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicios:
Con la red del Norte Cercano: Donmatías, San Pedro de los Milagros, Entrerríos, Santa Rosa,
Belmira y Yarumal, en torno a la actividad cárnica y lechera; forestal y transformación de la
madera. Esta red permite la articulación comercial con el Bajo Cauca y con las actividades
de producción de energía y agua en Guadalupe, Gómez Plata y Carolina.
Con la red del Occidente Cercano: Santa Fe de Antioquia, San Jerónimo, Sopetrán, Anzá, en
torno a actividades turísticas y agrofrutícolas; como centro para la relocalización industrial
y nodo de transporte que preste servicios a los flujos de carga en dirección a Urabá (zona
de frontera).
Con el Suroeste Cercano: Angelópolis, Titiribí, Amagá, Venecia, Fredonia, Montebello, Santa
Bárbara y Pintada, en torno a la minería del carbón y materiales de construcción. Centro de
articulación de la actividad alimentaria y cafetera del Suroeste, Risaralda y Caldas.
Con el Oriente Cercano: Rionegro, Guarne, El Retiro, La Ceja, La Unión, El Carmen de
Viboral, El Santuario, Marinilla y San Vicente, establecer relaciones sinérgicas a partir
de servicios de transporte y conectividad nacional e internacional; fortalecimiento
de actividades industriales y de servicios especializados, principalmente financieros,
educativos, tecnológicos y salud.
 Conformar un ente direccionador del ordenamiento territorial suprasubregional para el Área
Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicios, conformado por representantes públicos y
privados de los diferentes niveles territoriales.
Proyectos e iniciativas asociados al Lineamiento 2
 Fortalecimiento de centros urbanos de articulación entre el Área Andina, Policéntrica, Industrial
y de Servicios, como rótulas de relación, y el resto del departamento. Estos centros son: El
Santuario en Oriente, Yarumal en el Norte, La Pintada y Bolombolo en el Suroeste, Cisneros
en el Nordeste y Santa Fe de Antioquia en el Occidente.
 Mejoramiento de las vías: La Pintada-Bolombolo-Santa Fe de Antioquia, Turbo-MedellínCisneros-Puerto Berrío (doble calzada), Autopista Medellín-Bogotá (doble calzada MarinillaPuerto Triunfo), Medellín-Bolombolo-Quibdó, La Pintada-Medellín-Caucasia.
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 Construcción de las vías: Santa Fe de Antioquia-Puerto Valdivia, Quibdó-Las Ánimas-Tribugá,
Medellín-Urrao-Bahía Solano.
 Rehabilitación del ferrocarril La Felisa-Bolombolo-La Pintada y Medellín-Puerto Berrío.
 Tren de Cercanías.
 Consolidación de los circuitos viales en las subregiones vecinas al Valle de Aburrá para
fortalecer la conexión entre los municipios que conforman cada subregión y de estas con
el sistema urbano central y con los grandes sistemas viales nacionales. Los circuitos son:
Medellín-Santa Fe de Antioquia-Bolombolo-La Pintada-Medellín; Medellín-Donmatías- Santa
Rosa de Osos-Entrerríos-San Pedro-Medellín; Medellín-Barbosa-Porce-Santo DomingoAlejandría, Concepción-San Vicente-Medellín; Medellín-Rionegro-La Ceja-El Retiro-Medellín,
con extensión a Montebello y Santa Bárbara; Medellín-El Peñol-Guatapé- San Rafael-San
Carlos-Medellín.
 Recuperación del tramo navegable del río Cauca.
 Modernización del aeropuerto José María Córdoba de Rionegro e integración con el Olaya
Herrera de Medellín.
 Construcción y mejoramiento de la red vial secundaria y terciaria del Área Andina, Policéntrica,
Industrial y de Servicios, y articulación a la red vial principal.
 Dotación del Área Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicios con los equipamientos de
carácter supramunicipal, ubicándolos estratégicamente de acuerdo con las potencialidades
del territorio y con las funcionalidades de cada territorio, reforzando su carácter y el papel de
complementariedad que deben jugar en el contexto del Área Andina, Policéntrica, Industrial
y de Servicios.
 Empresas subregionales de servicios públicos.
 Puertos secos en Medellín y Occidente.
 Fortalecimiento de las salidas a los océanos de Colombia y al centro del país.
 Túnel férreo entre los valles de Aburrá y de San Nicolás.
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LINEAMIENTO 3
MANEJO DEL SUELO RURAL COMO SISTEMA ESTRUCTURANTE
Integración de la gestión del territorio con la gestión del desarrollo de los suelos rurales del
Área Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicios, en torno al concepto de la nueva visión de
ruralidad y los hechos metropolitanos o regionales.
Acciones
 Identificar los suelos rurales desde el punto de vista del aporte al producto nacional y de
acuerdo con la población que allí reside, y no sólo como lo que no es urbano, y caracterizarlos
de acuerdo con el papel que pueden desempeñar como sistema estructurante natural y en las
relaciones ecológicas (dependencia de alimentos, agua, energía y producción de oxígeno y
captura de CO2).
 Definir políticas, normas e instrumentos de gestión para el manejo coordinado e integral del
suelo rural del Área Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicios para garantizar la continuidad
de usos posibles y deseables.
 Promover la asociatividad entre los municipios para el manejo del suelo rural, que comparten
objetivos y oportunidades comunes o complementarias, de acuerdo con la potencialidad y
capacidad del suelo en mención.
 Regular los procesos de expansión para las zonas con tendencia a la conurbación, propiciando
un modelo concentrado para las ciudades y en general para los centros urbanos.
 Promover la relación rural-urbana en el ordenamiento territorial del Área Andina, Policéntrica,
Industrial y de Servicios.
 Promover el desarrollo rural sostenible más allá del enfoque compensatorio y asistencial.
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LINEAMIENTO 4
PLATAFORMA PARA LA COMPETITIVIDAD
Fortalecimiento del Área Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicios como una región
competitiva y sustentable.
Acciones
 Fortalecer la conectividad del Área Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicio con los
principales centros de producción, consumo y exportación a nivel departamental y nacional,
y con los puertos en el Atlántico y Pacífico. Así mismo, fortalecer la conectividad y las
relaciones de interdependencia entre el Valle de Aburrá y las redes urbanas vecinas a éste,
como son las del Norte, Oriente, Suroeste y Occidente cercanos.
 Elaborar un estudio en el que se determinen las dotaciones para el Área Andina, Policéntrica,
Industrial y de Servicios, en términos de grandes infraestructuras, de equipamientos de impacto
suprasubregional, cobertura y calidad de servicios públicos, con el fin de consolidar una
plataforma para la competitividad.
 Modernizar, tecnificar y especializar las actividades productivas de las zonas que conforman
el Área Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicios, según sus características naturales,
restricciones y potencialidades.
 Definir en detalle las zonas donde se ubicarán la industria y las demás actividades
complementarias, de acuerdo con lo planteado en el mapa de zonificación de usos preferentes,
así como el tratamiento para ellas. Las zonas donde se ubique la industria deberán tener
óptimas condiciones de conectividad con los principales ejes viales, férreos y fluviales, grandes
equipamientos y servicios públicos necesarios para su normal desarrollo, así como también
grandes áreas verdes de amortiguamiento entre este uso y otros compatibles. Esta definición
es propia del área que nos ocupa, pues el interés manifestado en el proceso de los LOTA —de
desarrollo urbano, industrial y de servicios— es inherente a ella.
 Desarrollar integralmente clusters relacionados con la construcción, energía eléctrica, textil,
confección, diseño y moda, turismo para negocios, software y salud especializada, así como
también estrategias productivas que tienen que ver con la minería en la zona del Sinifaná,
flores en la zona del Altiplano de San Nicolás, forestal, cadena láctea y recurso hídrico en el
Norte. Es necesaria la vinculación y la interrelación de los cluster del Valle de Aburrá con las
iniciativas productivas de las demás subregiones.
 Articular y apoyar el desarrollo de las actividades productivas en los diversos territorios que
hacen parte del Área Andina, Policéntrica, Industrial y de Servicio, de acuerdo con el mapa de
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zonificación de usos preferentes definido en el proceso de formulación de los LOTA. A estas
actividades productivas se les debe fomentar la generación de valor agregado.
 Reconocer y promover multiplicidad de funciones vinculadas al desarrollo agrícola,
agroindustrial, artesanal, de servicios, turismo, cultura, conservación de biodiversidad y de
recursos naturales.
Proyectos e iniciativas asociados al Lineamiento 4
 Desarrollar la estrategia de construcción de cluster planteada por la Cámara de Comercio de
Medellín para Antioquia y el Centro Tecnológico de Antioquia.
 Centros de Innovación y Desarrollo Tecnológico Subregionales Empresariales.
 Generar inversiones de carácter industrial descentralizadas, localizadas en las zonas rurales,
principalmente a partir de las vocaciones productivas de los territorios.
 Conexión con el Pacífico, para lo cual es necesario desarrollar el proyecto de la doble calzada
a Bolombolo para recoger allí las dos opciones existentes: Buenaventura y Tribugá.
 Conexión con el Caribe, ya sea por la Marginal del Cauca o por Puerto Berrío, opción intermodal.
Este último permitirá también la conexión con Bucaramanga, Cúcuta y Venezuela.
 Incrementar la innovación tecnológica y la capacitación de la mano de obra para optimizar la
calidad de los productos.
 Mejorar la infraestructura vial, fluvial y aeroportuaria.
 Fortalecer la comercialización y el mercadeo de productos.
 Fomentar el empresarismo y la asociatividad entre productores.
 Divulgar el estudio de Zonificación de Rubros Agrícolas, Pecuarios y Piscícolas de la Secretaría
de Agricultura y Desarrollo Rural para dirigir la actividad agrícola de acuerdo con el potencial
del suelo.
 Fomento del cultivo de productos con demanda internacional por medio de asociación de
pequeños productores para suplir la alta demanda en mercados externos, y aprovechar el
potencial por clima y ubicación geoestratégica.
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 Implementar paquetes tecnológicos de genética e instalar viveros especializados para el
control de plagas y la selección de semillas.
 Aumentar la capacitación en manejo de cultivos, transformación de materia prima, control de
calidad, comercialización y mercadeo.
 Brindar asistencia técnica a los productores para intentar relacionar más estrechamente el
mercado y el apoyo técnico, pues no existe una cultura del buen manejo de cultivos.
 A este lineamiento también le apuntan proyectos e iniciativas planteadas en los lineamientos
anteriores 1 y 2.
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