y OTROS POEMAS

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, _ .....
y OTROS POEMAS
PO R
JUAN B. DELGADO.
D E LA
ACA D EMI A MEJICA NA DE L A
L ENGU A , C OR RES PO N DIENTE
DE L A RE A L ES PAÑ OL A Y ENTRE LO S ARC AD ES DE RO M"
ALlCANDRO EPIROTI CO .~
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MEJ I CO .
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19 19 .
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•
y OTROS POEMAS
l'
y OTROS POEMAS .
POR
JUAN B. DELGADO,
DE LA
ACADEMIA MEJICANA DE LA
LENGUA, CORRESPONDIENTE
DE LA REAL ESPAÑOLA Y ENTRE LOS ARCADES DE ROMA
ALlCANDRO EPIROTICO_
......
JIII .... -
MEJICO .
•
•
IMPRENTA DE l. ESCALANTE, S . A .
1A. CALLE DE 57 NUM. 12,
1919 .
ACERCA DEL AUTOR
Los más conspicuos cantores de la Naturaleza
son : el Sr. Obispo de Ve racruz, Dr. Jo>. quín Arcadio Pagaza; Manuel José O th ón y Ju an B. Delg ado . La afinació n artí s ti ca de los se ntid os d e éste le permite no sólo co mprender y ad mirar la belleza , sino también tras miti r la a l exte rior , e nvue lta
en las galas de s u visión interna y co muni carla a
los demás como rica dád ;va sacada de: regio tesoro
de sus emociones. E sa preciosa fa Cil itad d e ver y de
pintar, resalta a cada paso e n sus poesias .
JosÉ
L ÓPEZ POR T IL LO
y
ROJA S.
El Sr. Delgado no es uno d e esos micrografis.
tas qu e se preoc upan por describir los ardores de la
siesta mie ntras su a lma permanece más helada que
un carámbano: ama a la Natura leza, la est udia, la
comprende y sabe so rprend e rl a e n los momentos en
que se entrega al observador qu e la busca co n verdad ero y hondo ca riño.
v.
L~
•
SALADO ALVARE Z .
«N ATURA. ele don Jl1 ~ n R. Delg ado es una
maüaU" tropic"l, Hay ahi horizontes incendiados por
8
las magnificencias de nuestro Sol; los g igantes trémolos de nu es tras se lvas , sacudidas por e l viento,
han d ejado su sonoridad solemne en esos versos.
JosÉ J UAN TABLADA.
En el gén ero bucól ico, d e l cual el más genuino
rep rese:ltante es Manuel José Othón, se han distinguido mucho dos O bispos mexicanos, Arcad es y Acad émicos correspondientes de la Española : D. Ignacio Montes d e Oca y D . Joaquín Arcadio Pagaza.
U n poeta, tambi én Árcade y Acadé mico, ha seg uido
con éxito notabl e las huellas de Othón: Juan B.
Delgado .
LUIS
G.
URBINA.
Juan B. Delgado, a p:!sar d e ser un gramático
implaca ble y un tenaz dog matis ta, rebosa in spiración
y pasma el ver cómo co rre alígera un a pluma tan g eométrica, cortada por la crue l tijera de la Regla.
Es el victorioso re presen tante de la forma clásica española. Ostentan sus oc tosílabos la so noridad
di sciplinada y fúlgida d e Calderó n de la Barca, y sus
e ndecasílabos presumen. nitidos, e nca rruj ado s y al t ivos, la hidal ga pompa de un a gorguera hispana de
los buenos tiempo s de Lope de Vega.
H ERIBERTO FRI AS.
•
• •
y si he mencionado la sinceridad de s u
obra, es porque yo la considero condición abso luta
9
de un verdadero artista que sabe poner en lo que
crea la nota de su espíritu y el sello inconfundible de
su visión interior. Sin ello, la obra de arte se reduce a un simple juego de pirotecnia mental muy otro
de la luz más o menos deslumbrante, pero eterna ,
que es la obra divina del poeta.
El Sr. Delgado no solamente es un poeta sincero y nobl e, sino que ha dado constantes pruebas
de una gran probidad literaria. Él trabaja pacientemente, pule a conciencia sus obras , labora por una
lengua pura, sonora y limpia; es casi un tradicional
en materia de forma; pero lucha por lo perfecto y lo
impecable y logra dejar sus versos '1cuciosamente
trabajados, como por mano de orfebre.
ENRI QUE GON ZÁLE Z MARl'INE Z.
Juan B. Delgado, parnasiano entusiasta , ha seguido estos ritos y en las páginas brevisimas de su
«Poema de los Árboles" muestra , junto a la ga\1ardia
de su ardiente inspiración , la fabulosa riqueza del estilo, que nada pidió a las lenguas extranjeras, sino
que supo desentrañar de los manantiales frescos y
aromosos del idioma castellano.
ART URO
R.
DE CARRICARTE.
La sinceridad de Delgado está en sus obras. Y
esa sinceridad bie n vale de mi parte el más cumpido y entusiástico elogio.
J osÉ
SANTOS CHOCANO.
10
Si el «Poe ma de los Árbo les,. de l mexicano don
Juan B. De lgado , es d e una serenidad parnasiana;
si las «Rápidas,» del cuba no don Rafael Pérez Ca·
bello, oste ntan una sencill ez amable, etc., etc., es
porqu e todos estos poetas tienen la sinceridad , la
emoción y la fr esr. ura de un sano espíri tu .
M ANUEL UGARTE.
Tengo sobre mi mesa una bella co lección de
so net os : ~ Nicaragua,. por Juan B. Delgado . P láceme ver que mi tierra natal haya in sp irado tan lindos
ver30S a un poeta mexica no. Aunque alg un as veces
no canta el ruiseñor de ntro de las ca torce rejas de la
jaula, co nfieso q ue ésta es de o ro y que ha sido labrada con arte.
R UBÉN
DAR lo.
DOS SON ETOS AL AUTOR
1S
AL BUCOLIASTA JUAN B. DELGADO
Tú que por aversión a los ardides
huyes la corte y vives ignorado,
sabio cultor, no dejes tu sembrado,
tu heredad rusticana nunca olvides.
Sé tenaz; las faenas no descuides,
ya que gozas destino bienhadado,
ya que cuida Virgilio de tu arado
y Anacreón de tus jugosas vides.
14
El cantado laurel del padre Apolo,
cuya es la savia que al ardor pimpleo
dispone , al pertinaz se brinda sólo.
Lucha tú por lograrlo; tú que ab revas
el labio en deleitoso paladeo
con vino añejo de tus hidrias nuevas.
ALFONSO REYES.
15
A JUAN B . DELGADO
No con me nos afán ni con más br ío
Benvenuto paciente y de licado
deja el mármol pentélico labrado,
que tú el mármol del ve rso, d uro y frio.
Esteta orfebre del hablar natío,
gozas e n dar al léxico heredado
la color y pureza que en pasado
tiempo lu ció su magno poderio .
16
Admiro tu labor y me recrea:
si yo la aplaudo es porque en ella adore>
engarzado el diamante de la idea.
y pues lograste de Árcades la estima ,
sigue, estatuario de la lengua de oro,
labrando a g-ol pe de cincel la rima .
..
MAN UEL BARRERO ARG UE LLES •
•
A ZOILO
Yo escribo el verso a mi antojo :
lo descoyu nto, lo aflojo,
lo desm iembro , lo hago cojo :
y de tal no me sonrojo:
que, magüer te cause enojo,
prefiero al lirio el abrojo .
,
P A RI S
23
PAR
is
Noble ci udad blasonada
con la si m bólica li s;
divina ci udad soilada.
de mujeres fl oreada,
sal ud, Parísl
Salud, Patria del Arte, d onde posa
su sandalia de oro Poesía ;
Babel en d o nde agita bulliciosa
s us crótalos d e plata la Alegría ;
donde Pie rrot y Colo mbina inquietos
Ranean por los anchos bulevares,
hacie ndo calambttres indiscretos
y desgra na ndo coplas populares;
donde e l amor que la muj er ins pira
hiere y mata crüe l como verdugo.
y donde truena la giga nte lira
de l1n gran Emperador : el viejo Hugo.
Cos mópolis ilustre, viejo París, bien vales
no una mi sa -que dijo Enrique IV- : mil.
Ni Nueva York la férrea, ni Londres la brumosa,
en belleza y cultura se parecen a ti.
El á ulico desfile d e tus reyes galantes
copiaron lo. es pej os de Ve rsalles ge ntil :
pelucas e mpolvadas, estoques fl orentinos,
casacas y chapines .. . la floraci ón d e l li s .
Oh tu Historia l La roja Revolución resuena
Marsel:esas bizarras, cJangores de clarín . ..
Sobre cuatro columnas se c imienta tu gloria:
Napoleón y H ugo, Carlomagno y San Luisl
Floresta! c uyas son rosas
las mujeres,
y los hom bres mariposas
que buscan voluptü osas
frui ciones en los placeres;
a legre y vasto proscenio
q ue inunda l uz inmortal,
donde nos regala el genio
rojas Las F/01'es del Mal;
herald o q ue audaz pregona
el triunro de sus conqui stas
con su Louvre y su Sorbana ,.
¡u entes de sabios y artistas ;
ciud ad por t odo" 30flad a:
en e l Invierno nevada,
~ n Verano en ignición,
y a todas horas cru zada
por la espada
del Sena e n e l corazón;
d olor, placer, virtud , vicio;
la cima y el precipicio,
el Infierno y el Edén ;
la adelfa al lado del lis
y el Mal al lado del Bien :
tal es París ,
25
,
•
•
NOTRE-DAME
C'est le plu s haut monument
de Paris, non pas par sa b au-
teur matérielle , mais paree qu I
ii • a vu tout avec ses yeux en
plerre.
El Sena, el viejo Sena de brazos tembladores,
fuertemente la oprime sobre s u corazón;
desde ha ochocientos anos le ofrece sus amores
y le musita versos con religiosa unción.
Ella le oye en silencio.
Los góticos primores
que ostenta con orgullo, son pétrea floración:
sus tres maravillosas vidrieras de colores
abre como tr.es colas de gigante pavón .
26
Gárgolas y q uimeras, e ndriagos y ve stiglos,
g esticulan y rí en al paso de los siglos
•
y exornan b 5 fachadas que tiñe un s ucio gns ;
y como e n e lla Hu go vive con Cuasimodo,
y a través de los tiempos lo h a presenciado todo,
es ella el monumehto más alto de París .
•
QUARTIER LATIN
En la ruente de Médicis trilla un chorro de plata .
Me detengo an te el busto de Murger el bohemio,
el que con vida intensa vivió d o liente mente
las alegrias tristes de este Barri o Latino ,
hoy convertido en centro de opulen1:os alcáz<'\res,
merced a la ley sabia de las evoluciones.
Sencillo el monumento no ti ene más emblema
que un gorrIón de bronce cuyo sed iento pico
tal parece que aguarda las dul ced umbres líriCAS
que fluyen de los labio. del escritor ...
De súbito
28
atravie5a una turba locuaz y bu llanguera:
gárru10s est udiantes que abandonan t'l au la;
son los mismos de antaño que Murger nos describe,
aunque ya sin el viejo cachet de la Bohbne:
s in pantalón a c uadros, corbata mariposa,
ni las largas melen as bajo alones chambergos.
Allá van, ya se pierden: van en pos de e mociones,
los aguardan los brazos de s us Mimís locuelas:
frágiles muñeqnitas de vampiresca boca,
que la vida y la muerte regalan en sus besos.
Cae la tarde - una Ofelia despetalando lilas-;
ti endo al azur el ala de mi s e nsoñaciones,
y en la fuent e de Médicis cantarín juega un chorro
que se trenza y d .'!strenz:l sobre el t3zón de má rmol.
29
RESPONSORIO
AL PADRE: MUGO
Oh Poe:ta, cuyo verso
de vasto ritmo y diverso,
caudal de oro disperso,
ha inundado el Universo!
Oh lírico Sembrador
de ideas; cultivador
de los cá rmenes en Ror
de nuestro remo tOll ürio,-/
30
Que sobre tu sept icorde
li ra de variado acorde ,
la ill gr<ltitud no desbor de
1511
o lvido inmi seri corde .
y q ue, cual óptimo bien ,
d iademe n tu cana sien
r'>sas del div in o Edé n,
s iglos r siglos .
•
Amén .
31
UN REQU IESCAT
A R UELAS
nt: n tro un soto d e violetas ,
que miente fl orida ces ta,
duerme Ru elas .
En mármol s u s ue ño vela
ull a mujer, dulce em b lema
d e te r neza ,
-escu ltó ri ca obra excelsa ,
que piadoso le erigiera
s u Mece nas.
y el O1<'\ c:\" ro a rt is ta s ue i1 a
b aj o ti ala d to da nt esca
~ l usa neg ra ?
32
Peregrino d e alma in ge nu a
en París le a brió s u ti e nda
la Bohe mi a .
y la P a rca 10 h izo presa ;
ma;:, la G lori a no It: niega
s u di ade m a .
De su am or dej ó la e~te la :
una muj er t" ll é l p it' ll sa,
( 1Ilon l !/U¿¡ I rt:sa?)
Femenil guante de Suec ia
que dó olvidado en las pie dras
ce la hu esa.
Yo lo gua rd o e n mi cart e ra,
a iuer d e pági n<\ t ierna
de un p oema .
y me alejo con t risteza ,
dejando -lírica 0fre ndaun R equiescal .
•
"'3
."
•
EL CANTAR DEL CIEGO
Mo ntmartrc . H abi to UI1 cuart ucho
que a Pigal1e ti ene e l balcón .
Un ciego en C31l t ares ducho
taoe s u violín .
y escucho
preludi ar esta canció n :
- La: , ¡u:, abllo Juego
den "amad en los
ojos de este cieg o,
p or amor de Dios.
\' la doliente cantata,
,
34
toda ternura y pasió n,
v uela en la noch e de plata .
. . . V a l solloza r la so nata.
p la il e as í mi COr:17.011 :
-Pues Lamói¿'t VO) ' ciego
de l/na es/a/ua e n pos,
dad/a, dad/a .flle,Ro,
(Jor amor di! DioJ.
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Tr iste quedo e n Inl c uartu cho
que a Uigalle t ie n e el b3 !cón.
Ese ci ego. e n coplas du cho ,
me h ace llorar c uando ~s c ll c ho
l os versuS d t:> su call ció n .
•
•
•
35
LA QUERELLA DE UN PIERROT
-Bajo mi alegre faz enharinada
es un macabro gesto el dolor mío,
y ante la estulta muchedumbre rí~
con mefistofelina carcajada.
Qué sabes tú de lo que guardo? Nada.
Soy ataúd, mas no atadd sombrí~;
pues delata mí ..¡rgen ata.,io
que lIe'fO muerta III ilusión sollada.
31l
Que estas lejo6? Y quél Seré el amante
de un imposible, amante s in fortun a
mas desdenado cuanto más constante.
Quien me ha inspirado como tú ? Ninguna.
Por lu minosa y pálida y distante ,
no fué la novia de Pierrot la Luna?
•
EN
,
LA MENAGERI E
Domingo. Claras risas tintinean
esquileando en el jardín faunesco:
bebés que corren yayas que .llan ean
junto a cad a pa1"te rr~ pintoresco .
De los lomos d e indianos e le fantes
y de las j ibas d e camellos nubios,
cuelgan como racimos incitantes
rosados niflOs de cabellos rubios .
Apaciento mis oj os en las fi eras :
osos negros del Atlas, osos blancos
d el Bóreas, d e N e pal hoscas panteras
e hircanos tigres de nervudos flan cos.
Un león de N umidi a , fie ro y blondo ,
de rizosa me lena desgreiiada,
lanza U Il ru gido intensa mente hondo
y me clava- íg neo dardo-s lI m irads .
y en ell a leo co mo en lib ro ab ierto:
nostalg ias y viu dez sang ran s u herida
Dón de está n los idi lios d el desie rto
q ue endul zar on las hor as de su vid a?
Al m ira r e n las ag uas d e s us oj os
temblar s u -pe na hermana de m i pena ,
com pasivo le anto y s iento antoj os
de peinar con mis mallOs su me lena.
•
39
A
UN
AVIADOR
Sobre las a las de un có nd or de h ie rro
surcas e l éter e intrépido s ubes¡
y ante e l milagro me aso mbro y aterro
cuaud o te pierdes entre ampos de nubes .
1caro eximio d e fu erz3 y donaire,
nauta que v iajas impávido y solo,
por las ingrávidas ondas del a ire
vas desafiando las iras de Eolo.
No es sólo el águi la jupiterina
la que tramonta burlando la cumbre:
un ave más al az ur se avecina
que es del humano saber un vislumbre.
40
Dime , atrevido pil o to de l vie nto ,
qu é es lo que buscas con ansia st: creta?
Qui e res acaso pa lpar e l porten t u,
idealidad del glo rioso poeta ?
Habla tl t' : pasmo
agita tu me nte
1.: 1I :\lldo rustí gate ráfaga impía,
<¡lit!
Ji la %. ozobra tid vért igo ill genlt-
que desjledaza tu psicologia.
o
es que te animan puerile!) alltojo~
d e balanceé1 rle con s ua ves Va i\-el les.
apacentando sed iento los ojos
en e l miste rio de astrales edenes?
T ú en cuya frente un a estrella fu lgura ,
tú qu e de ciencia y progreso e res nuncio,
álzate airos(, y tr iunfanle a la altura
como en las alas del verso D ' Anu ncio.
Cómo en el ansia de un fueg n me abraso!
Oh, qui én pu<!iera dar (,1; 1l . t al e mpel10 .
y cabalgar en tu férreo Pegaso
hacia el divino pais del Ensueflol
EL CASCABEL DE ARLEQ UIN
EN EL. AL.U UM DE UN '"
N l ÑA. RI SU E ÑA .
A rlequín iba cantando
y bai lando,
e ntre e l bullicio sonoro
y carnave lesco, c uando
perdi ó un crótalo de oro .
T ú 10 hallaste e nt re unas flores
q ue los ga lantes Am ores
d is persaron a t u planta.
y al punto lo recogiste
42
y gozosa lo escondist"
en tu garga nta
Desde entonces la sonri sa
de :,10nl1a l.isa
que tuvi s te a flor de boca ,
se trocó en joc unda y loca
•
•
risa.
Risa fr esca, r isa salla}
que hace como un a fontan a
gorgoritas de crista l;
•
ri sa que es una campan a
ce lt'!-! tial,
cuyo tin -tin se d esgr:l.1l a
como e l toque de un a diana
m a tinal.
Cómo es dulce y cómo es grata:
es fuga de serenata ,
perlifera ca tarata
que su rnunnudo desata
sobre un cimb"lo de plata .
Es e x u Itaci ón de g loria ,
de vida, de juventud ,
de alborozo, de victoria ,.
de salud .
Oh , q ue tu reir canoro
nun ca, n iña, t enga fin!
G uarda el mági co tesoro:
el sonoro
cascabelito de oro
de Arl equin .
MI
R E G A L O A N 1N O N
Vestis te al fi n el b la n co t raj e
d e la prime ra co muni ó n :
- querub env uelto e n un celaje ,
que abre las a las hac ia Dios. Diez primaveras ! S e barru nt a
que trina e n tu alm a un ru iseñor :
en tus pupilas ya d e spu nt a
un brote pálido de sol.
In tonsa y alba co rde r ita
cu yo bal ido es débil voz:
gusta la b londa m ies qu e in vita
en e l trig al d el Buen Pastor.
44
Llega a 1" oculta linfa pa ra
lu st rar en ella tu vellón ;
abreva en esa fuente clara
que salud brinda e n s u fre scor.
y cuando le hayas desposado
en nupc ias mí sticas con Dios ,
v ue lve a tu hoga r todo nevado
con muchos pétalos de flor.
En ese nido de blancuras
su risa de oro vierte el S ,!.
Y al par que obsequios hay ternura ..
de paternal y s3 nto amor.
Yo colmaré tus alegrías :
he aq ui los .C uentos de Perrault •...
Te acuerd as que en las Tulieri"s
s u marcial Gato te encantó?
G nárdalos. Y p ues traje bla nco
vistes cual reina de Si/m ,
d~ mi jardín ün lirio arranco
y con los Cuentos te lo doy.
S IL U ETA
•
Surge entre follajes s u o pule nta es ta ncia ;
habi ta u n palacio d e r ancia e legancia :
el flo rdelisado d el Rey Sol d e Francia.
E 5 blan ca y ma rm órea co mo Ga latea;
en ve nas az ules s u 3rtngre serpea
y e n s us g laucos oj os Amor a letea .
S u di v ino labio que J e sús invoca
/
ma na tantas m ie les qu e .1a abeja loca
creyén dolo m irto sedienta lo toca .
5 n pie por pequ eño c uá l sed uce y ti enta:
cabe e n u na rosa y holgad o se as ie nta
en el zapatito de la Ce n icie nta.
po.
Entra en la Gran Opera, r despierta anhelos:
enfocan su rostro todos los ge melos
cual bitelescopios que explor3fl los cielos.
Cuando con altivo porte de princesa
por los buleva res cr uza en su calesa ,
provoca e n los ho m bres fruición )' sorpresa.
Deja como estrella luminoso rastro ;
lloran en sus finos dedos de alabastro
gem as irisadas con fulgor de ::\stro .
.
Q ué bruna la noche de s u cabellera .
que al óscu lo suave el e br isa ligera
triunfalm ente fl o ta como tin a bandera!
O h , q,uién rue ra dulce pájaro cano ro
para darla trov as de ritmo sonoro
-desgrane de per las en copa de 01'01Pero nadie inten te hacerla su amada:
q ue como en s us cuelltos dice Schahrazada
a toda princesa la defiende un hada.
Acaso a la virgen Cupido es inrausto?
Al dios no le acepta e n dulce holocausto
ni nores ni joyas: ni a Siebef ni a Fausto.
Hay sin esperanza que amar a la diosa :
quemar nuestra alma débil mariposade sus ojos claros en la luz radiosa.
47
•
EN LAUDE DE UNOS BRAZOS
Tus dos redondos brazos en que el Amor suspira
preso en ellos, su torva más intima y más franca,
te los robara el Louvre para su Venus Manca
y yo para los braZ05 de una nerviosa lira.
Tus dos ebúrneos brazos en que el placer expira,
lanzando un grito erótico que la pasión arranca,
te los robara el Louvre para su Venus Manca
y yo para los brazos de una pagana lira.
Salye, salye a tus brazos de diosa!
Quién no aspira
48
a sentir el contacto de tu epidermi s blall"a?
Quién morir en tus brazos sensuales no delira?
Por ser ellos modelo de estatuaria que inspir~ ,.
t e lo, robara el Louvre para su Venus ManC2
y )'0 . . • para los brazos de una ,oilada lira .
•
BOUQUETIERE-
El viejo óulev a1' bajo la brum a
es un jardín funéreo. Se diría
que los paraguas húmedos son negras
corolas invertidas.
Clava el frio sus largos alfil eres;
se desmaya la tarde gris . Llovizna .
Con su carrito pleno de violetas
crU2a una bouquelib'e r05ada y !inda .
El poeta la ha visto, y deslumbrado
ante la gracia femenil que hechiza ,
deja el Café donde sus versos forja
y se aventura a la floral conquista.
•
50
-Blond a nill a, primave ra e n este invierno :
C uánto V::l Jen el e tu s ojos l:ls p e rvin cas?
EIl qu é est ima ~ los clave les d e tus labios?
En qu é a precias de tu faz las egla ntinas?
C u:U e l prec io d e los lir ios de tu s manos;
c uá l e l de t u s dos m a~ l10 1 i as opri midas?
y esa n och e d e i11vi er no l.l. llIuch <1 c ha
ru é pu tl t ll rd
:l
la c it;l .
U esc lI ;dó 511 c\ rri t o d e vio le tas
;: 1 1 beso de c ri ~ t :d de la lJoy i zna;
.
. ,
.
y 1l11t;ll l ras t lnla nt é's y oJe rosa<:;
las fl o res se m orÍ3l1,
e lla, e ntregad a e n br? zos d e l p oeta,
e n jardín ,rans formaba la boardilla.
51
MARGO T
Con la vieja Celestina,
torva y magra,
va la frágil fi gu lina
de T anag ra.
Mientras deshoja la nieve
su profusió n de azahares,
. . . va M argot eOIl paso breve
por los anchos bulevares.
Aunque envuelta en su capota
d e pi"eles,
loco silfo le a lborota
el trigal de los caireles.
52
D ónde va' Destino infausto!
N o lo sabe. Necesita
oro)' j oyas: bu sca un F austo
1\1 argarita.
D onosa rosa d e armifl o
la manchó e l cie no en París,
y ost p.ntando re gio alii'io
hoy se ve nde s in cariño
por un luis.
Cuando la tos rud a •v seca
la sacud e y p o ne r oja,
la d e licada m u i'l eca
pieJl sa e n Mim i . . . se acongoja.
Al verla pasar me d igo :
- Pobre niñ a, po bre flor!
Pu esto q ue el Ma l va contigo
por la send a d el Dolor ,
con lástima te ben d ¡gol
simulad ora de a mor.
Con la vieja Celestina,
torva y m agra ,
va la frágil figulin a
d e T anagra .
. . . . . ...
- .- ...
- _._ - _. . ... . ... . .... .
y cae de los eSldares
•
bosques una lluvia leve
de trémulos azah ares:
cae la nieve, cae la n ieve
por los anchos bulevares.
53
ROSAS
N o la rosa de Francia,
símbolo de elegancia,
ánfora de fragancia
y orgullo del Trianon;
no la rosa coq ueta
que sedujo al poeta
flor de Mari-Antonieta
y d e Mimí Pinson.
No la d e Aleja ndría,
crátera de ambrosía,
que d eshoj ó en la orgía
el viejo Anakre6n ;
no la rosa te mprana
54
de Jericó galana
que orn6 a la Soberana
Doncella de S·ion.
No la Tosa princesa
que a la l1lusm é embelesa
l' a la que loca besa
la brisa del Japón ;
no la. rosa senci ll a
de la hidalga Castilla,
q ue triunfalmente brilla
sob re el regio mantón .
Ninguna de ellas, Rosa ,
te iguala por lo hermosa,
10 fresca y lo donosa,
gent il Rosa nzig11cn.
Oh , si dable m e fuera ,
joyel de primavera ,
por siempre te prendi era
sobre mi coraz Anl
5&
PETITE CHAiTE BLANCHE
Parpadeando
ri suei"Ja el alba,
se e ntró cu riosa
por la ventana.
Cuán dormidita
M arion estaba:
eran mis brazos
sus almohadas l
Como friolenta
gatita blanca
junto a mi cuerpo
se acurrucaba.
Muy suave me nte.
si n d espertarla,
besé s u nuca
riza }' dorada.
Después . . . muy lentG
dejé la estancia,
y de mis ojos
rodaron lágrimas .. •
París en tanto
se esper ezabd.
•
con pl errot esco
traje d e gasa .
S en tl en la calle .
toda ll c vada,
[no rj p muerte
de ntro d el a lma.
y anoré el cuerpo
de rt)sa y l \ d.~a r
de mi fri oh·nta
gatita blanUl.
PAPILLON
Este abanico es mari posa
que tras un sue i10 voló en vano,
y que cansada al fin se posa
en la ducal y blanca rosa
de cinco pétalos: tu mano .
•
59
•
DON QUIJOTE E N PARís
Entre las fojas de un libro
que m erqué orillas del S ~ na ,
topé me con don Quij ote
en una es tampa asaz v ieja.
Al par que contentamiento
experimenté sorpresa
frente a frente del hidalgo
huésped en ex traña tierra :
-Qué haces aquí, Caball e ro
del Ideal, mi Poeta
más amado, mi s ublime
des facedor de alma excelsa?
Te busqué po r toda España,
60
y s610 hallé las tus huellas
en aquel lenguaje rico
muy más que este de Lutecia.
Otra aventura tenedes
engaflando a Dulcinea?
Pardiez , causa a fincamiento
pensar que tal acontezca!
y cepuso el fijodalgo
calándose la visera
para ·ocultar de esa guisa
en su rostro la vergüenza,
en tanto que aC2.nriaba
su ti zona
COH
la diestra :
-Vine a París, ans"loso
desde mi heredad m~l1chega
110n al arte a rend ir parias
que si ~ n pos d e ~lagdalenas.
Ante tales fermosuras
nada va le Du lc in ea:
s i aquésta fabla al espiritu
non le fabla a b :nateria.
La ideal ¡dad me ha cansado
la carne se me revela :
non me lIamades Quijote
si la mi ánima es grosera.
Non más Molinos de Viento,
non más Rebanos di! Ovejas,
non mas Yelmos de Mambrino,
non más T,oances ell la Venta.
Hoy Moulin R ouge y Chat No,'"
campos son de mis proezas,
y a la Rue de la Paix acudo
a esperar a las grisetas.
-Bahl No prosigas, manchego.
y estrujé la estampa vieja
61
clam ando: Oh tempara oh m o'r~s/
la bestialidad impera.
Del verdadero amor puro
he escuchado las exequias ;
la núbil Venu s pagana
s ubstituye a Dulcinea.
Sig lo XVI : dich osa
edad h idalga y ho nesta .
Siglo xx : interés, medro,
mate ri al ismo, fe mu ert al
63
NUESTRA SEÑORA LA NIEVE
Nuestra Sei'íora la Nieve,
blanca y sedosa,
y fria y leve,
e s 1.0. T odopoderosa;
es la Reina
cuyos cabellos de plata
el viento desala ,
despeina . . .
1 ,3s to rres y los molinos
que eri.z.an las níveas zOllas,
las cúpulas y los pillos
mienten conos diamantinos
de albigemadas coronas.
64
En la tísica arboleda
de los campos,
rútila y algente y leda,
cae la nie ve ~n fin os lampos
con el mmor de la seda.
Qué deshoj nó n de fl ores
blancas!
Blancos están los aleores
y las barrancas.
Tal parece que la mano
int ~ngi b le de lo A rcano.
está ,jeshojando un a
rara fl or desde la Luua.
El río vitrific"do
ni circul:-t
ni suena e n cas(" a be lad ~
Bajo la nieve simula
un Pierrot amortajado.
De los jirones de bmmas
y de nubes,
que fingen nupciale. galas,
llueven cuajadas espumas
cual si rilleran quembes
que se arrancaran las plnm;,s
de las alas ..•
y como la nieve estu ca
las llanadas y las calles,
la Villa luce peluca
de marquesa de Versalles.
61}
Hermoso paisaje alpino!
Todo es blanco: los otero.,
las chozas y los pajales,
yacen bajo el vellocino
de corderos
pascuales.
y el aterido pinastro
de la cabellera cana
es Santa elaus de alabastro,
es Noel de porcelana.
Musa mía,
rosa de melancolía,
enciende el fuego en tu hogar ;
que la ráfaga bravía
no te vaya a deshojar.
Nuestra Senora la Nieve,
blanca y sedosa,
y fría y leve,
es la T odopode rosa.
Descarna.da Ruth ale ve,
con invisible hoz de plata
siega y mata.
67
LA TRAGEDIA DEL BOSQUE
E ra un a gaya rosa d e Primavera. Era
una alondra parlera de trinos de cristal :
flor, bri ndaba a la Vida su fragan cia primera;
ave, al Amor le daba su canc ión mati nal.
E l viejo Bosque al soplo del aura te mpranera
alzó la testa cana y sonrió jovial:
cruzar vi6 ante sus ojos en rápida carrera
un auto móvil-móvil haz de llores ve rn al.-
68
Suena un disparO súbito ...
y la rosa garrida
cae entre sus hermanas, exánime, sin vida,
rebosante de gracias, plena de juventud.
El viejo Bosque entonces doblegó la cabeza;
después, lanzó un sollozo .. . porque vió con tristeza
que lo que antes fué búcaro se trocó en ataúd.
69
VIEJOS-NIÑOS Y NIÑOS-VIEJOS
80yez bClt\8 pollr 1es animau:l.
El Sol riega de oro
el arcaico jardín del Luxemhurgo,
reposorio risueno ayer; hogath>
amarillento y mustio.
Bajo el para.,ol de un enteco
arbusto,
un anciano de albícoma cabeza,
modelo de cabezas de estudio,
fluvial barba apostólica
y ensoñadores ojos cerúleos,
meditativa mente está sentado
en un banquillo rustico.
70
(De vez en vez abre la tabaquera
y sorbe un polvo con fruición).
De súbito
una nube de gorriones familiares
busca el arrimo del anciano augusto
que, como aquel de Asís, dulce y seráfico
divino taumaturgo,
es hermano de la Oor y de la estrella,
del imbele pichón y el zorro astuto.
y los gorriones pían filialmente
romo lanzando un matinal saludo .
y el viejo patern al les brinda próvido
miga de pan y granos rubios.
Yo, que a distancia observo,
presa de júbilo,
una lágri ma seco en mi mejill a
y a.'[ exulto :
- Qllé viejos tan niños produce la Francia;
qué espíritus tan
alto~
y tan puros!
Francia, madre de artist:"' s y de sabios,
inextinto fanal que alumbra el mundo:
que en ti abreven cultura las naciones;
tu piedad para el débil es un cu lto.
Mi damnación para los ni!\os-viejos
que practican el mal por fútil gusto;
que deshojan las flores y que arrancan las alas
y en danar y destruir hallan el triunfo!
Oh la escena elocuente
del arcaico jardín del Luxemburgo!
•
OTROS POEMAS
73
ADIANA
Diana, Diana cazadora,
cinegética Diana:
pues eres madrugadora,
ya despunta la manana .
Cruza bosques, salva cerros
del brazo de tu Endimión;
y que te sigan tus perros
fieles: Sirius y Procyón.
74
Despierta, oh diosa, la única
nacional diosa de I talia :
viste la romana túnica,
calza la griega sandal ia.
Oh, Venus de T ifatina ,
es preciso madruga r:
ya el agua de la piscina
quiere tu cue rpo abrazar!
Al ista el arco vibrante,
de tu aljaba está en acecho ;
y si te asedia galante
d onceJ, traspasa Je el pecho .
1\1as si en la mund ana vía
piedad te impetra el garzón,
sicale eJ da rdo que un día
le hi ¡lC aste en el corazó n .
75
•
. A LA MAGA DE LOS OJOS DE ABISMO
Esta Tórtola Valencia
es la más ática esencia
del ritmo y de la cadencia.
Salomeica danzarina
ofrece en copa murrina
suef'los de hidrome l divina.
Cuando el talle airoso quiebra
tiene agilidad de cebra
y flexiones de culebra.
Pero más que bailad"ra
es pagana evocadc ra
mi tad griega, mitad mora.
76
Sus vestes de gayas tintas
dicen épocas distintas
y hablan de razas extintas;
mas si cual danzante evoca
tiempos arcaicos, provoca
al beso carnal su boca;
boca que entre otros hechizos
guarda perlados granizos,
blancos, brill~ntes, mellizos.
Elogien mis versos francos
sus senos-pichones blancos y la lira de sus flancos.
Sus ojatos abismales
en cuyas luces astrales
fulgen hojas de punales.
Sus ágiles pies enanos,
taumaturgos y 1ivianos
•
y rOJos como sus manos.
ENVIC
0:1, genial evocadora,
oh, gráfica hIStoriadora,
mitad griega, mitad mora.
Pues de aquesta patria mía
sabes la psicología
y la génesis bravía,
evoca de su glorioso
pasado un baile rituoso
del T ,ocallí misterioso;
77
o al grito viril y fiero
de Moctezuma 1
evoca un baile guerrero.
As! harás ver lo que encierra
el anlanO de esta tierra
en sus ritos y en la guerra.
y as! alongarás la fama
de ~ste Anáhuac que te aclama,
que te admira y. que te ama.
Danos, Tórtola Valencia,
esta dulce complacencia,
ya que vibra en ti la esencia
del ritmo y de la cadencia .
79
EL VIOLONCELO DE CASALS
De la caja sombría
sacó el g rave Maestro,
cual de negro ataúd, con fIn as manos
el nerv ioso instrumento.
Después, posó con elegancia el ástil
sobre su hombro izquierdo,
yen medio de un ambiente re ligioso
comen zó a musitar el Violoncelo:
-Cuando nací a la vida para el Arte
quedó el conjunto instrumental completo.
Mas a mi aparición Violín y Viola
enfermaron de celos
80
al oír emanar la voz humana
que vibra en cada fibra de mi cuerpo.
H oya merced del Mago que me hiere
no sólo son humanos mis acenlos,
si que lo son tambiC-n mis sensaciones :
pues que cuando en mí busca más efectos,
me hace tremer al roce de su arco
- arco de triunfo de sus nobl es suefios.Mi talle y mis caderas femeniles
como en espasmo intenso
palpibn al sentir el grácil brazo
del Haestro.
Cómo es lene la mano acariciante
de mi divi no tañedor! La sien to
plu ma de cisne, pétalo de rosa
o vellón C!..:! corde ro.
Có mo a tru eque del són de mi cordaje,
me da su :il ma mi senor y dueño;
el que para toc:\ ( cierra los ojos
y miente se r 'Jr. c iego
que se inlen 1 en ~l'; psíquicos jard ines,
de la mano del Ge nio!
C all ó. Exultaron en fu sió n gl Oriosa
hurras)' aplausos co n viril estruendo ;
vol có su cornucopia P:'i ma vera
en el va~to pro~ce ll io;
agitaro n sus alas de pal oma
los panuelos . ..
y en la caja so mbría
guardó el grave Maestro.
cnal en negro ataúd , con man os trémulas
el nervioso in strume nto .
81
A U REA
FEMINA
R audal de luz tu cabellera undosa
es de tus albos hombros veste aune a,
y el bozo de tu boca cremesina
p olvillo de dorada mariposa.
Con la frescu ra del durazno·rosa
cuyo es el vello en tu epiderm is fina ,
me pr ovocas como una go losina
del ajeno pomar .. . _ y sabrosa.
82
Si dable fuese convertir en oro
de tus rubios cabe llos l ~ cascada
y dueño ser del rútilo tesoro,
yo que anhelo en med allas perpetuarte,
dejaría tu image n troquelada
para honrar a dos dioses : Tú y el Arte.
8<1
•
OBLACION
Elle viot de la poéaie
cO lum s d ' uc e pa trie
loillta.ice.
Tu país muy lejan o es azu l : Poesía.
Dél viniste traye nd o un caud al de armonla
en la caja sonora del melifluo laúd.
Cual O lelia, a tu paso, dejas li rios dispersos,
y cantando desgranas el collar de tus versos
en fraga ncia em papados de ve rnal juve ntud .
Por tu noble apostura, por tu TaTa elegancia,
eres un a princesa de la Corte de Franci ..
cuyo escudo blasona de aIt a estirpe en su lis?
84
Como un ramo de gracias, donairoso y coqueto
al gemir de las violas has bailado el minr,,!o
en el prócer palacio del galante Rey Luis?
Tú que tienes los ojos de sibila gitan a;
tú qu e ostentas el cutis de camelia te mprana;
tú que envuelves tus formas en la nube de un tul ;
té que unciste a tu carro dos sag radas paloma s ;
tú que todo lo alegras, iluminas
y aromas,
desposarte mereces con un Príncipe Azul.
Yo me siento celoso de las fl ores de armino
qu e en la comba ne vada de tu leve corpino
ap risiona< y hieres con agudo fistol ;
y me siento Cel 050 si tu mano de rein a
el vellón de tu ga to ora pe ina o despeina
desparciendo en la somb,a breves chispas de sol.
Oh, gentil rosa hlanca! Q uiero ser luminosa
al ba llena de luegos y el ,1 nt"te de rosa ;
d¡,}fte un l:>?so en los laLios sin tu albura manchar .
Oh, diamunte lumíneo de sin par agu a FUfa;
quiero ser garra de oro - tu crUel montaduraopri mirte, sí, ... pero tu fulgor exaltar.
•
HOJA DE ALBUM
No te conoce) oh Lilian, el poeta ;
mas sabe que de todo te sonrojas
y eres espiritual y eres disc reta :
.. . Por su aroma se anun cia la violeta
aun cuando viva oculta entre sus hoj as.
bi
S I B IL A
PUc\0r osa
Il v r~cita ,
.
H1arga n ta
l l\ i:o'H:r i o~a:
hondadosa
,é a la cuita
infinita
que me ac o.;::\.
88
Blanca estrella :
no me quiere?
J labia muda .
Me
~ma
Cu ~ 1
ella?
me hiere
tena7 eluda!
C E LOS CO L UMBINOS
•
T e acucrda~, mi am ada ,
c u a IH.l o, Schahralad:'\
di vma,
tuviste la bro ma
d e hace rme p:\lom a
libertina?
J'uiun don Juan eon a la!' :
)' volé a las g ala;
olorosas
dI:: tu seno
-linor lleno
rle rosas,-
90
y
k
hi ce i:l. ru eda :
ab rí mi aba ni co
d e seda
y oc ult é mi pico
e n t u Ca r 111 1110,0
l;tbio voluptuo,",o
y n co.
f\.h ...
:1 ) ace rC().rrn e
a tu "eno bl a ndo .
para :\curru ca rm e
ar rull a nd o,
..;úrpr~ l1 d í - esco nd id a . .
t': 11 Ilido de aro m a,; do, hlanc3s pal o l11 a~
drmn ida.o;;.
I )k l n f Ur\0C;O
t.'egué
<t
1o", c hi zpazq ...
infernales:
los celo.;;_ Y an :o:in..;u
maté ::l pi c otazo~
;\ Illi ~ dos ri v:tles.
1 ('
a~ \l erda",
mi a mada,
CHanclo. Schahraz:1da
(l ivin:1,
lllv isle la h,o ma
de hace rm e palom :l
libe rtina?
91
EROS
Lo conoces?
El hermoso
y alevoso
Nirio Amor,
clava impío
a quien acecha
ígnea flecha
de dolor.
El infante
asaz pequef'io,
halagüeno,
juguetón,
malicioso
y atrev ido,
te ha partido
el corazón .
92
En su boca
se div isa
la sonrisa
del candor;
es su acento
de sire na
y morena
su color.
Con pupila
que no muerta,
sí cubierta
de crespón ,
aun vendado
•
•
sie mpre mIra,
•
s l~ mpre
•
tira
al corazón.
Lo conoces?
Ese Nino
<:n canf'í.o
te illJlam6;
yen tu alma
- toda albur.amargura
derramó.
Sagita rio
vaga.roso,
victorioso
cazador,
picaruelo
y atrevido:
tal Cupido,
el Nino Amor.
LABIOS MUDOS
Ojos daros y
qll~ IIU
ser~'nos
miráis (Oll l flOjOS,
dijo Cetina a unos ojos,
pua viism~ asi, vedlllt a~' l/unos.
Yo digo a tu s labios plenos
de la sangre del cbvel :
ya que me negáis la mie l
de lo que oíros quisiera ,
ventura dadme . .. siquiera
con una frase crUel.
95
OJOS RAROS
Según te hiere misterioso rayo
cambian tus ojos de color : parecen
cuando sonríes con sensua l desmayo,
dos miosotis que al ósc ul o de mayo
ebrios de flavo polen se est remecen.
Cuando presa de celos y de enojos
fieram ente los abres, surge pardo
color en los ab ismos de tus ujo.;,
y asoma en ellos, entre puntos rojos,
la felin a mirada de un leopardo.
Cuand o derramas llanto de tern eza,
96
y ,tu mirada en el azul se pierde,
y do bl as como un lir io la ca beza,
son tus ojos enferm os de tristeza
dos conchas rebosantes de agua verde.
y cuanuo 3rd ienle mi pasió n se arroba
en tu h.:idad, y e ntre los brazos tuyos
besos amantes a tu labio roba,
fulgen e n la penumbra de tu alcoba
tus g laucos ojos romo dos cocuyos.
Tod () fingen tus ojos: breves n a res
azules ; gotas de agua de los mares;
abismo s insond ables de dolores;
coru scr. nles in!'ectos tembl~dores
y esmeraláas de brillos estdares.
Son "erdes? Son azules? Im posible
rr~cisa r su color. Tus ojos claros
tienen verdosa gi~ ma indef nible,
y los adoro, extf.tico y s\.lI sible,
por belius y lumímcos y raros,
•
97
A TU SALUD, POETA
Pues be gu stad o en la corintia copa
de tu verso,
el mosto qu e en los odres ha dormido
la beodez de Anacreón el viejo;
pues aun galopan en tropel equi no
por el campo si n lu z d e mi cerebro,
tus líricas imáge nes
en el brio!'() pal::tfrén del me tro ;
pues turbaste la paz de mi Tebaida
con el divino estmendo
\)8
de las orq uestJ.c iones poli fó ni cas
de l pon to d e tu esl"ro ;
p ll e ~
me o freciste e n co mun ió n sag rada ,
cid Ar te bajo el te mplo,
la carne y ~a n g're de la Poesía
~ n el pa n ye n el vinu dt: tus sue ños:
vu c lvl.! " esc a llc i ~\r e n l a cori n ti a copa
m á~ f~ ! e rno;
g u,t o eJ(;va rl a prollul1c i::lIl do un brindis
en loo r de tu inge nio .
Oh Poda, o h & 1 .i~ta
polifor me, p ro k i.:u .
páJiuo por lo, be. o, J e Selene
y d e l1 C UrO i lS y nosta lg-ia enferm o!
Br:".J " p. . . r'lllf> conoce . . de la lira
los ~e c retos;
porq ue un tas en el dorso a tus est rofas
leon i!l l1C;; tué tan os ;
porq ue pre ndes d os a las condorescas
:1 r ada ve rso
y conoces-ex imio a natomlsta su d escoy ull ta mie nto ;
p orr¡ uc mo n tas en oro cada ge ma
del castellan" léxico,
y :.b o r~1:':1 :'.S b. m';'sir a m onótona
de ur: irormes ace ntos;
9!)
porque en tu obra inaccesible al vulgo,
a gu isa de blasón pones tu liEgo" ;
... (odias a Sancho por grosero y torpe
y amas a don Quijote por excelso!)
porque al chocar tu copa con mi copa,
dos campanas de argento
anuncien repi cando en són de triunto
la gloria de tus sueOos!
•
101
A CHOCANO
Chocano: es co m o un choqu e de espadas tu apel lido.
Son on o matop éyicas s us tres s ila bas: so n
clarines y ta m bo res e n bé lico estallido
y de los viejos Andes la g ra n palpitación .
Es tu indo -hi spana lira cara bela e n que h as ído
por los mares del Num e n como lluevo Colón.
Ya encontrast e tu ruta , tu anh e lo está c umplido:
tu obra es miel de flores y nervi os de león.
•
102
Eres más que poe ta m aravilloso artista;
e ncierras los secr et os de m ág ico a lquimista;
n i Rockefeller g u arda 10 que atesoras tú .
Q ue a l c;;oplo d e tu Mu sa, vibra ntes y dive rsos,
d e rram as h ~c h o s oro y en profu sió n tus versos
qu e vale n más que todas las m inas de l Perúr
100
FLOR PAGA NA
Yo soy u n gra n d e vot o d e In Be lleza . Imploro
se r du e ño d e tu núbil ve nu s tidad que ad o ro.
Quiero e n t r iu tl fal a rr::\ l\qu e de a rtista sobe ran o ,
ha ce r vibrar tu carne-fl or d e jardín paganohi sté ri ca y n e r viosa co rn o lira d e oro .
Yo soy un inson d a b le m a r d e so mbras . Ningull a
es tre lla abr e s u párpado c uri osa corno un a
pupila esc rutadora d e lo qu e mi alma escond e ;
por eso loco ansio que en mí tu luz aho nd e
pá lid a y tremulante co mo ray o de tuna.
10 t
O h , b lo nda n iña, e r es mi o rg ull o y mi fo rtuna :
t u per gei\o de:: re ina nun cio es de no bl e cuna ;
y m e cantas y a leg ras e n la som bra e n que llo ro,
h i ~té ri ca r t1 t rviosa co mo lira de o ro,
páli da y tr e m u la n te co mo rayo d e lun a !
•
105
LO QUE MAS DE TI FASCINA ...
Lo que más de ti fasci na
y lo que mas de ti adoro,
so n los cabellos de o ro
de tu melella leo nina.
De tu espalda ::tlabastrin a
el más preciado tesoro )
es la cascada de oro
de tu m ele na leonina .
10G
Cuando-torva peregri nallegue la Muerte que impl oro •
• ven a mí , la frente inclin a :
da me el sudario de oro
de tu melena leoninrl .
107
•
•
N O ERES MUJER SINO ROSA ..
No eres mujer s in o Tosa ,
rosa-reina inmac ulada,
y yo de tu corte a lada .
la sola fie l mariposa.
Qué mucho que s iend o herm osa .
primaveral, de licada,
esté con tu corte alada
la sola fiel mariposa?
108
Mañan;\, mu stia y rugosa,
aunque n o estés rodeada
del enjambre que hoy t e acosa ,
tendrás de t u corte a lada
la sola fiel mariposa.
MADRIGAL
El Numen a l poeta no fué adverso.
Yo prendí en la brillante cartulina,
esa volu ble mariposa: el verso
de a Jas de seda y mús ica d ivina.
y la est ro fa ante ti cf1\cificada
sentirá e n s u m artiri o tu mirada?
C lava e n e lla tus oj os soberanos,
tus ojos ve rd e m ar qu e tanto a doro,
y que no Se;\ 1l su s an helos va nos :
libé rt ala . . . y que vuele de tu s manos
no s in d ejar las e mpo lvadas de oro.
CO MO UN OSO POLAR ...
La de s pedid a Idere tanto co m o
Utl punal e n m itad del co raz ón :
q\l (' mu c h o q u e a l pa l tir m e de tu lado
n o le dijese ad iós!
M u y tej os del azu r d e tus ¡.> upilas ,
s in s e nti r s u calor ,
C0 l110 un oso po lar v i vo en los h ielos
s in un rayo d e ~uJ.
]Ji!
A UNA PIANISTA
l
Recuerdo a la domadora
del .Alhambra» d e Parí s:
al internarse e n la jaula .
el ti gre empezó a ru gir .
En la lu c ha c ue rpo a cuerpo
la fiera se rindi ó al fin,
sugesti onad a, vencida
por la gracia fe menil.
Después . .. un último esfuerzo
tras el éxi to feli z :
abrió al ti g re las fe roces
11,[
llIa n c!ibulas de m arfi l:
e ll 1:\5 fa uces in trodu ce
b te s ta d e q l1 enl bí ll ,
y e l pú b lico d e lira n te
e Xull:l ba .·11 apla u dir.
¡I
C ll and ú s ~ ll l : \d a a l p"l ano ,
m o n st ru o ve ncid o 1> 0 1" ti,
le ab rts la lapa y t e rll u estra
blan cos die ntes de tI );!.r fi l;
c ll a ndo e l do rso le acari c ias
con li l jales 1ll ~1.1lO S , , .
e n vez d e r tl gi rte ca. nta
ya CO Il S ch ubert, ya co n L bzl;
c ua pd o e n e l az u l de l Arte
-a heja er ra n te y s uti l
a~l
, l a e l :l.lu la u e o ro
tu numen e ll c::I. ll t:l lr iz;
e nt o n ces . l\J a ga de l p ia n o.
juzgo t~ nt::'r a n te mí
a la exce lsa do m adora
o el .A II ":l. m b ra l) de Pa rí s.
t ¡:,
VIEJO L OBO
Viejo lobo de los mares,
esforzado Capi tá n ,
h áb il nauta que capeas
a m elludo e l temporal ;
te ngo e n vidia d e t u s ue rte :
que de puerto e ll puerto vas
e n tre dos inm e ns idad es:
la del cielo r b d e l mar.
Te sac lld e n 1:15 torm e ntas,
te fu st iga el hllracan .
y te azota el oleaj e
co n s us crines d e crista l:
116
m as impávido, sereno,
consu ltand o siempre estás
e l barómetro y la brúj ul a
ante el fie ro vend ava l.
Viejo lobo d e los mares,
atrevido Ca pitán :
có mo envidio tu ex is tencia
4 ue de puerto e n puerto va .
H ay e n tierra te mpestades
m ás te r r ibles qUe afronta r ;
hay en ti erra m ás re lámpagos
y m ás truenos . .. mu chos más.
A l ar ri bo
n05
aguarda
lo engai1 ac>ú, Jo falaz;
a l arn bo nos C"- pe ra
d sa ñudo e tern o Mal.
Viejo lobo d e los mares,
denodado Capitán :
en las luchas que haya bordo
no me importa e l temporal.
Quién me di e ra v ivir lejos
de l bulli r de la ciudad
entre d os inmensidades:
la del cielo y la del mar .
J
17
•
LOS GATO S
Níveos y bermejos, blondos y .tigrodos.
ojos verde-grises de oro veteados,
bigotes hirsutos, aspecto marcial )
molondros, huranos, ágiles, nerviosos
son de la felina raza los fermosos
Don Juanes truhanescos de estirpe re::tl.
Los gatos son símbolo del Mal: son pr oscritos
genios demoniacos, répro bos malditos
que de sus cavernas arrojó Plutón;
esfinges con alma, misántropos graves
que en fúnebre ronda con las negras aves
salen al uncioso toque de oraci6n.
118
Cuando d e á ur eo pol e n se cOll s te la e l cielo,
los gatos, caladas sus ga fas d e ab ue lo ,
ex pl ora n bu sca ndo s u pe rdi do bie n.
Sata nes re be ld es d e lo alto ca ídos
al acaso vaga n hoscos y aflig id os
pen s a nd o en los dul ces goces de l Ed é n .
En los pl e nilunios s us so m bras g rot escas
d a nzan e n e l muro v is io nes dantescas
al s6n d e
1111
pau sado ro nd el fun eral ;
yen la s tempestu osas noches intranqu il as
raya n la t ini ebla co n Ravas pupil as
- topacios insólitos de lu mbre infern a l-.
Ce la n a
~lIS
he mbras, p r inces:1s in g r a tas,
sen su ale s tro v er us les da n st: r en a'.. as
a l pi e del sober bio fe ud ;d torreó n :
y e n la pa z solemn e d e la noch e o bsc ura
sus 11I ;'t lllli dos l úg u b r es in fu n de n pav ura
y 3n u f1 c i an horrasca:; v de .; , nh1do ll.
En las frí as noc hes de l I nv ie rn o, cua ndo
se tu e rce n los le i'l os roj os cr e pit::\1l do
de ntro de la e s tufa d e gra to ca lo r )
fr iole ntos los gatos e l rescold o b u sca n
ta n ce rca q ue a veces s us púas cham uscan
p a ra defe ndt:rse del crud o rigor.
y el gato es poeta : q ue e n t a nto la joven
plati ca e n el piano CO II Li zs t ~r Bee th oven
hiri e nd o las b la ncas t ec las de m a rril )
se produ ce extra ña r o n ca m elopea:
pues é l, mien tras e lla toca, r o nronea
estrofas cascadas de vate ~elli l.
•
119
C u~nd o
d e lo ga llos la clarineria
t oca triunfal d ia n a salud a ndo a l dia ,
los gatos re tornan a l calien te h ogar "
e ntra n ca ut e losos e n la r eg ia alcoba ,
y so bre alg ún mu e ble d e raso y caoba
eDil pereza o limpica éch all s e a rO ll ca r .
-
L os gat os , sa be dl o : mendig::tn ca ri i'los,
res p e t a n las ca llas , ju ega n CO Il los niñ os,
e llos fuero n musas ¡n ra Baudelaire;
mas e n s u s pupilas si ni est ras y ovales,
re la mpag uean do c ua l vivos pU11 a les,
o di os y re ncores se observan tre me r .
Me g u stan los ga tos. H ay c ua l e ll os se res
amantes d e ra ros líricos p laceres,
torv os ra nd ado re s de un mund o m ej or ;
ge ni os pe n sati vos qu e e n la so m bra h a bitan ,
Ole los que el c rim e n a ~ol.-\ <; m e ditan
com o la ve n ga n za de s u g ran d o lor.
Blondos y berm ejos, ní veos y a ti g rad os
los g a tos m e gusta n de lom os co m bados ,
y mostachos híspidos y po rt e m a rcia l,
qu e huraños. m olo ndros , ág il es, nerviosos,
son de la fe lina r aza los re rm osos
Do n Juanes hid algos d e es tirpe rea l.
EN UNA TARJETA POSTAL A
BENEFICIO DE LA CRUZ ROJA BELGA
L es trais ca ule urs d e la Be lgiqu
hnntent victimes et ba u r reaux,
quand un rayan d'espoír trag iq ue
s'a bstine e n ces so mbres vi traux .
L ~S
BUU K REAUX:
L e ra uge ~ st la cr uau té morn e
s u r tout ce pays desolé,
le no ir est la terre u r san born es ,
le ja un e l'ar qu ' 0 11 a volé .
LE S V I C -rIMES:
Le ra uge e s t I'ardeu r san s re lac he
d ' un he roi's me non pareil ,
le n ai r u n li nceu l po u r ces taches
et le jaune un cri de solei l.
LE OPO LD O L UGON ES .
De Bélg ica los tres gayos colo res
a verd u¡!os y víc timas si n cue n to
trag icame nte o bseden turbado res,
m ie ntras d e la esperanza los ful gores
d en en Jos vit rales del conven to.
LO S VERD UGOS :
I
Ser d{gno de cr ue ldad al rojo plugo
por cima el ca m pamento d esol? 8o :
e l negro es e l te rror por el verd ugo
y e l aman'lto e l o ro arre: l)alad o.
LAS VíCT I MAS :
E s e l rojo un ardo r: vivido arde
de heroico fuego in co mparable brillo;
e l neg1 -o es la m ortaja del cobarde
y es un grito de sol e l a man'lto ,
J . B. D.
INDICE
,•
1 :'1 .;e .
Ace rca de l A uto r ... .. .... ..... .. . .... .. .... . .. . .
Dos So ne tos al Aut o r. . . . . .... . .. _. .... .. . . . . .
5
I [
AZ.ol·lo
- . . .. . .. . .
17
........... . . ... . . . .
,
PA RI ::;
Parí s . .. . ... . . .
Notr e -D a n 1(~
.. .
. . ..
. . . .. .
. . . .
. . ..
. .. . . . . . _.....
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. . .. .
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...
. .
Q u a rti e r L a t in .
. .. . . . .
Res po u ::iori o ..... .
. - -...... . .. . .. . .. .. - . . .
Un Re qu iescat. _... _.. .. . ........ ... . .. ... .
E l Can ta r de l Ciegu .... . _ ............... . ... . .
L ;;t O uet el!., d e 111\ Pit" r ro t . . . . .. .. . ... .. ..... . .
En la iVl t- n ag t r i(:" . ... _ .. . . . . .... ' . _. . ... _....
-
<
A U 11 A v i ~\ cl or . . ... .. _..... . ... ... .
El Cascabe l deAr l€'q u i n .... ... .
_.
23
.. . .. .
.. - - .. . . .
Mi Regalo a Ni n ón ... . .. ..
._ - . . . . .. . .... .
S il ueta ... _. _ . . .... . _.... .. . .. . . .
. . . .. . ... .
E n Lau d e de un os Brazo!" . . . . . . .
R ou qll e l i~· r e . . ... .
.. ....... .. ... . ... . . . .
M a rgo l ...... .. . .
.. ........... .
.. . .
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J' O
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41
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45
47
49
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- 1
Rosas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .. . . . . . . . . . . .
52
Pe tite Chatte Blanche . . ... ... . .... ... ... .. .. . . . . . .
Papil lun . ... . . . .. . . . .. .. . .. . .. ... . . .. . . . . . ... .. .
Don Quijote e n Pari, . . . . . . .. . . . . ' . . . . . . . . . . . . . . .
Nuestra Sen ora la N ie ve . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . .
L a Tragedia del Bosque .. .. . . .. . . . . . ... ... . . ....
Viejos ·NiñOS y Niños· Viej os .... . . ...... . .... .. .. .
55
57
59
63
67
69
O TROS P O EMAS
A Diana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . .. . . . . .
A la Maga de los Ojos de Abismo.. . . . . . .. .. . .. . . . .
E l Violoncelo de Casals. . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . .
73
75
79
Aurea-Fem in:\ ... . .. . . . . . . . . . . .. .. .... . . . ' . . . . . . . .
81
Oblación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . • . . . . .
Hoja de AlbuJ11 . . . . . . . . .. . .. . ... . . . .. . .... . ... • .
Sibila . . . . . .. . .. . . . .. . . . . . ... .•. . . ..•. . .... . ...
Cel os Colu mbinos. ... . . .. . . . . . .... ... .. .... . ... . .
83
85
87
89
Eros. .. . . . . ... . .... . . .. . . .. .. .... . . . . .. .. . . . . ... .
91
L a bios Mu dos . .. . ..... . .. .. .. . . .. . . . . .. . . . . .. . . . .
Oj os Raros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . • . .
A tll Salud, Poeta .... ... . . . .. . . . .. . . . .... . . ... . . .
93
95
97
AChocano . . ... . . . ... . ... .. ... . . .. . . . . .... . . . ... ..
Flor Pagana .. . . .. .. .. ... . . . .. . .. . .... . .. . . .. . ...
l0l
103
L o que más de ti fascina . . . . . . . . . . . . .. . .. .. . ... . .
105
No e(es Mujer.. .. .. .. . . . . .. . . . ... . . . . . . .. .. ... . .
Madrigal. . . . .... . .... . .
107
109
Com o u n Oso Pola r . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
A una Piani s ta . .. ... . . .
Viejo L obo... .. .. .. . . .. .. . . . .. . .. .... . . .. . .. .. . .
111
Los Gatos . . .. .. .. . .. .. . . . ... .. . . . . . .. . .. .. . ....
E n una T?rjeta d e la Cru z Roj a Belga .. . .
117
121
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