EFEMÉRIDE DEL SEN. ZOÉ ROBLEDO ABURTO, DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PARTIDO DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA, SOBRE EL 192 ANIVERSARIO DE LA FEDERACIÓN DE CHIAPAS A LA NACIÓN MEXICANA. Con su venia Senador presidente, Compañeras y compañeros, El 14 de septiembre es el día más significativo para los chiapanecos. Es el día de nuestra mexicanidad, de una mexicanidad democrática, de una mexicanidad a la que debemos aprendizaje y valores. Es el día en que, con libertad plena, decidimos seguir siendo chiapanecos pero empezar a ser mexicanos. El 14 de septiembre de 1824, los chiapanecos hicimos válida la voluntad mayoritaria y decidimos libremente ser mexicanos. Hoy, 192 años después, se hace pertinente recordar ese acontecimiento, pero se hace también obligado reflexionar sobre ese acontecimiento: ¿Qué hemos ganado y qué hemos perdido de entonces a la fecha? Los chiapanecos podemos relatar con orgullo que por voluntad propia nos hicimos mexicanos a través de la votación inédita que se celebró esa fecha en todo nuestro territorio. Este ejercicio de decisión libre nos dejó a los mexicanos de hoy la clara lección de lo importante que es consultar a los ciudadanos para trazar un camino de reconocimiento, reencuentro y reconciliación que evite discusiones largas y estériles, y recoja democráticamente la decisión de afrontar los retos venideros. En Chiapas asumimos sin temores la decisión colectiva. Estamos acostumbrados a levantar la voz, a discutir y a polemizar a extremos para otros impensables. Y estamos acostumbrados también a que, luego de discutir y decidir, somos capaces de caminar todos hacia un mismo objetivo. Los de 1824 eran tiempos difíciles para la joven República Mexicana. La nación estaba apenas asentándose al interior mientras se esforzaba para defenderse de amenazas exteriores. Intereses ajenos recorrían la geografía nacional y la conciencia de los mexicanos. La integridad del territorio estaba en riesgo. Los chiapanecos de ese tiempo así́ lo percibieron. Se incorporaron a la nación mexicana con la idea clara de que pasaban a formar parte de un proyecto de comunidad nacional que implicaba esfuerzos mayores. Sentían, sabían, que el rumbo era el correcto. Los chiapanecos no nos incorporamos a la nación mexicana para ver qué podía hacer ella por nosotros, sino para ver cómo podíamos construir juntos una gran patria para todos. Así lo concibieron entonces y así lo pensamos 192 años después. Hoy, nos asumimos como chiapanecos orgullosos de ser mexicanos, pero conscientes de que es necesaria y urgente una nueva relación Chiapas-Federación y que es inaplazable discutir al respecto. Se hace urgente y necesario replantear las condiciones en que formamos parte de esta gran nación. Es necesario recuperar el rumbo que nos da sentido de unidad y pertenencia, pero sobre todo, es necesario revisar las condiciones de equidad en las que formamos parte de México. En Chiapas comienza la geografía mexicana y se inicia la historia de la nación federada. En Chiapas comienza el ejercicio de la voluntad popular para ser mexicanos. En Chiapas comienza a sentirse México, con todo su significado. Es innegable que Chiapas necesita de México, pero es también innegable que México necesita de Chiapas. Queda poco tiempo para que se cumplan doscientos años de que comenzamos a ser mexicanos. Construyamos la base ahora para una relación futura renovada en la que quepamos todos. Es urgente y necesario. Empecemos Ya.