NÚMERO 45 - FEBRERO 2011 Sumario 2 ANTON WEBERN: Comentario analítico. “Variaciones para orquesta”. Op 30.1940 JUAN JOSÉ MUÑOZ 5 El Tempo en la Música FRANCISCO JOSÉ FERNÁNDEZ ARÉVALO 7 LINA PROKÓFIEV: Una española en el gulag AURELIO VIRIBAY 9 El pan de Ronda que sabe a verdad MARÍA DE LA PAZ TENORIO GONZÁLEZ 13 FRANZ LISZT: Un destino para el piano PAULA CORONAS VALLE 16 Entrevista: Hoy hablamos con… JULIÁN ELVIRA MARITZA PINTO GUERRA 20 La música y el lenguaje INMACULADA GODOY 21 La importancia de la iniciación musical C. ROCÍO RÍOS ZAMORA 24 WANDA LANDOWSKA y el resurgimiento del clave ANA MARÍA FERNÁNDEZ MOLINA 26 La interpretación pianística de Beethoven LAURA LARA MORAL 29 Paralelismo FALLA-TURINA ¿Antagónicos o complementarios? MARÍA YOLANDA GALINDO BENÍTEZ 31 Con motivo de la creación de la SUN SYMPHONY ORCHESTRA (SSO), entrevistamos al Presidente de la misma y profesor de Violín JAVIER FLORES 33 ¿Virtuoso o Pecaminoso? JUAN LUIS MORILLA PÉREZ 35 Agenda Musical PAULA CORONAS VALLE PAULA CORONAS. Mª LUISA DE BARRIO, ANA FERNÁNDEZ MOLINA, VERÓNICA RUIZ SANTIAGO DISEÑO GRÁFICO PORTADA: JOAQUÍN VILLALÓN (MADRID) ISSN: 1576 - 8538 Depósito Legal: MA - 209 - 96 · IMPRIME: Gráficas Anarol. Málaga DIRECCIÓN: CONSEJO DE REDACCIÓN: INTERMEZZO no se hace responsable de las opiniones vertidas en los reportajes e informaciones firmadas. INTERMEZZO Editorial 70 AÑOS CON PLÁCIDO DOMINGO El versátil tenor madrileño Plácido Domingo ha celebrado recientemente su 70 cumpleaños, y lo ha hecho, como merece, en honor de multitudes. Tras superar algunos problemas de salud, el artista ha dado pruebas, una vez más, de ser una estrella no sólo en los escenarios, sino también fuera de ellos. El pasado día 21 de enero se organizó en el Museo del Prado de Madrid una ceremonia para agasajar al cantante. A esta gala asistieron Marta Ornelas, su esposa, sus hijos y sus nietos, que se desplazaron desde México expresamente para la ocasión. El Consejo de Ministros le otorgó la Orden de las Artes y las Letras, de la mano de Ángeles GonzálezSinde, en reconocimiento a toda una vida en activo, dedicada al estudio, plagada de éxitos y triunfos universales. También se premia con este galardón, su trayectoria como director de orquesta, -estudió con Igor Markevitch en el Conservatorio Nacional Mexicano, donde se formó-. Especialmente, se rinde tributo a su encomiable labor de divulgación de la música española, -con gran atención a la zarzuela, no olvidemos que sus padres, Plácido Domingo y Pepita Embil fueron dos conocidos cantantes de este género, la zarzuela- convirtiéndose en verdadero embajador de la cultura española. Los admiradores de su voz tuvimos el placer de escucharle en directo, el pasado mes de enero en el Teatro Real de Madrid con la interpretación de Iphigenie en Taúride de Gluck, cuyo papel en el personaje de Oreste engrandeció más si cabe la majestuosidad y el preciosismo de esta excelente música. Por último, recomendar a nuestros lectores y seguidores del tenor, la escucha de dos discos compactos que acaba de editar el sello discográfico EMI, con la inclusión de las canciones de amor más conocidas en España, que el músico ha interpretado a lo largo de su fecunda carrera. Un regalo para el oído… Plácido Domingo es una de las figuras más importantes de la ópera internacional, probablemente el tenor más popular del mundo que posee una de las discografías más amplias. Felicidades, maestro y a por muchos más años de éxitos profesionales y personales. 1 INTERMEZZO ANTON WEBERN: Comentario analítico. “Variaciones para orquesta”. Op 30. 1940 JUAN JOSÉ MUÑOZ. Profesor del Departamento de Composición del Conservatorio Profesional “Manuel Carra”. Las Variaciones para Orquesta, Op. 30 de Webern pertenecen a la última etapa de su producción. La primera es de postromanticismo (música cromática) y música atonal, hasta 1914. En la siguiente etapa predomina la música vocal, Op. 12 a 19, aumenta el uso del contrapunto y el canon. A partir de 1924 comienza a usar la técnica dodecafónica. En la última etapa, donde se ubican estas “Variaciones para Orquesta” está caracterizada por la inmensa riqueza de ideas constructivas y por la gran concentración de su lenguaje. Todo lo que sucede en esta obra se basa en los dos pensamientos presentados en los dos primeros compases en el contrabajo y en el oboe. La reducción va, sin embargo, más lejos, ya que la segunda figura (oboe) es en sí misma retrógrada: las dos segundas notas son la forma retrógrada de las dos primeras, pero rítmicamente con valores doblados. A continuación, sigue el trombón de nuevo la primera figura (contrabajo), pero en valores reducidos a la mitad. Al mismo tiempo es presentada la forma retrógrada de los intervalos. La serie está construida de tal modo que queda enunciada por medio de esas cuatro notas, presentadas tres veces. El trabajo motívico se une al desenvolvimiento retrógrado, utilizando los procedimientos de aumento y disminución. Estos dos tipos de modificación conducen casi exclusivamente a las correspondientes ideas de las variaciones. Es decir: una modificación motívica sólo puede realizarse en este marco. Gracias a todos los desplazamientos de puntos de apoyo imaginables dentro de las dos figuras, surge constantemente algo nuevo por lo que se refiere a compás, carácter, etc…. Y así se va desarrollando toda la pieza. Su germen se halla en los doce primeros sonidos, es decir, en la serie. Todo está ya contenido en ella, preformado…” Webern construyó esta serie sobre la que se basa la obra: La serie está construida de manera que entre las notas hay 1 semitono (2ª menor) o 3 semitonos (2ª aumentada ó 3ª menor). Si se divide la serie por su centro en dos mitades vemos que la configuración de 1 ó 3 semitonos está hecha en espejo con respecto al eje de división. A partir de esta serie por su transporte e inversión consigue estas otras con las que, además de sus retrógradas (retrógrada original y retrógrada invertida), Webern construye su obra: Series Originales en los 12 tonos 2 Series Invertidas en los 12 tonos ANTON WEBERN: Comentario analítico. “Variaciones para orquesta”. Op 30. 1940 INTERMEZZO Así mismo, Webern se basa en la serie para los valores rítmicos de algunos instrumentos en partes de la obra donde las series se cruzan y son, por así decirlo, zonas neurálgicas o de gran interés dentro de la obra. Webern utiliza un patrón rítmico compuesto de la siguiente manera: una figura con valor “3” (blanca con puntillo) y “1” (negra), basándose en la serie donde utilizaba entre las notas “3” semitonos y “1”. Y continúa haciendo estas figuras en espejo pero por ampliación, es decir 3 = 6 y 1 = 2. Como vemos en los 2 primeros compases del esquema Este patrón rítmico lo emplea del compás 24 al 26 en los violines primeros y segundos. El siguiente patrón rítmico, compases 3 y 4 del esquema, se forma por el espejo del patrón rítmico anterior (compases 1 y 2) excepto que cambia la redonda con puntillo (“6” tiempos) por redonda y silencio de blanca (“6” tiempos). En la obra aparece del compás 32 al 34 en la trompeta. El patrón rítmico que sigue, compases 5 y 6 del esquema, surge del espejo perfecto del anterior patrón rítmico. En la obra aparece del compás 40 al 42 en las trompas. El último patrón rítmico, compases 7 y 8 del esquema, surge del espejo del patrón anterior sólo que la redonda con silencio de blanca (“6” tiempos) anterior se cambia por redonda con puntillo (“6” tiempos) y la blanca anterior (“2” tiempos) se cambia por negra y silencio de negra (“2” tiempos). En la obra aparece del compás 48 al 49 en las trompas y pasa a los cellos la última negra y blanca con puntillo. A su vez, en las zonas donde se cruzan las series Webern se basa en este esquema para la colocación de acordes y silencios. Las X representan que hay un acorde, el hueco representa un silencio, y el cero (que también es un acorde) indica el eje de un espejo. Este esquema está construido basándose también en la serie ya que si miramos el esquema en sentido vertical los acordes están agrupados de la siguiente manera: 3 INTERMEZZO ANTON WEBERN: Comentario analítico. “Variaciones para orquesta”. Op 30. 1940 3, 1, 1, 3, (1), 3, 1, 1, 3. Esta ordenación surge de un planteamiento en espejo, como se puede observar, ya que tenemos 3, 1, 1, 3 por un lado, 1 acorde que hace de eje de este esquema y de nuevo 3, 1, 1, 3. Pero además de estar en espejo, este esquema está construido de manera retrógrada. Es decir, la fila 4 es igual a la uno pero retrogradada y la 3 es igual a la 2 pero igualmente retrogradada Espejo El timbre de la obra es característico de Webern por su rápido cambio de timbres y en su manera de colorear la obra. Los timbres no se usan por secciones de la obra, sino que pueden aparecer tres o cuatro notas en la cuerda, seguidamente dos notas en la trompa, después otras tantas en el clarinete y así sucesivamente. Muchas veces se oye a los instrumentos de forma solista, y otras emplea combinaciones de instrumentos, muchas veces inusuales, para conseguir determinados colores orquestales o texturas. La textura es contrapuntística aunque hay secciones más homofónicas donde varios instrumentos realizan los mismos patrones rítmicos, esto ocurre sobre todo en las secciones donde se cruzan las series. Hay que señalar, así mismo, que los intervalos melódicos que se emplean en la obra son por lo general amplios. Son normalmente de 6ª, 7ª u 8ª pudiendo llegar a superar en ocasiones las dos octavas. 4 INTERMEZZO El Tempo en la Música FRANCISCO JOSÉ FERNÁNDEZ ARÉVALO. Profesor de viola del Conservatorio Profesional de Fuengirola. En terminología musical, tempo, se refiere al movimiento o aire, es la velocidad con que debe ejecutarse una pieza musical. En el siglo XVII, empiezan a emplearse las indicaciones de tempo o de velocidad: allegro, adagio, etc., las cuales dan una idea subjetiva de la velocidad. Por convención histórica, las palabras que se usan para las indicaciones musicales en las partituras son en italiano. A partir de Schumann ha sido frecuente el uso de vocablos alemanes. El tempo es una medida relativa, es uno de los aspectos variables de la interpretación y una de las primeras y mayores dificultades en música. El tempo musical no existe de una manera ideal, es creado en la medida que una idea musical lo pone en acción. Varía también según la situación geográfica: el tempo italiano es más vivo que el francés y éste más que el alemán; incluso en Francia varía del sur al norte. La relatividad del tiempo puede también depender de la clase de ejecución, más o menos densa o liviana, sonora o seca, suelta o ‘ahogada’ del intérprete, y aun del instrumento (clave, piano u orquesta). Antes del metrónomo, las palabras eran la única manera de describir el tempo de una composición. Desde la invención de éste en la segunda década del s. XIX, poseemos una información precisa de los tempi predilectos de muchos compositores, ofreciendo posibilidades acerca de las diferentes velocidades que implican términos como allegro, largo, presto, etc. En algunos casos, hasta el final del Barroco, las convenciones que gobernaban la composición musical eran tan fuertes que ningún tempo no tuvo que ser indicado. A menudo, una forma musical o género implica su propio tempo. Los géneros se pueden utilizar para implicar tempi. Hagamos un breve repaso del tempo a lo largo de la historia: • Los antiguos sólo tenían vagas nociones sobre el tiempo. Platón fue el primero que trató del espacio; Aristóteles procuró precisar el espacio y el tiempo. • En el canto gregoriano, el tempo se basaba en la respiración, se articula como flujo verbomelódico prescindiendo de organizaciones métricas o rigor mensural. El ritmo era libre, se honra la plenitud de la “palabra dada”. • Polifonía primitiva. Escuela de Notre Dame (Finales s. XII – XIII). El punto de partida fueron los modelos clásicos de la métrica. Comenzó así un complejo sistema de valores musicales conocido por los teóricos como Musica Mensurabilis (medida). Para guiarse y saber en qué modo debían cantar en cada momento se fijaban en la forma en que se agrupaban las notas o símbolos musicales. • Ars Antiqua (s. XIII). Es una época de estabilidad y unidad, se produjo la reconciliación de la revelación con la razón, de lo divino con lo humano. La forma de la figura implica su duración. Por tanto, se pasó de la notación modal a la notación mensural. Los principios establecidos por Franco de Colonia, en palabras de Hoppin, “constituyen el punto de partida para todas las futuras evoluciones de la notación de la música occidental”. • Ars Nova (s. XIV). La música iba adquiriendo cada vez más complejidad. Es una época de cambios y diversidad. Se consolidan los compases binarios en igualdad con los ternarios, permitiendo combinar las medidas ternarias y binarias para producir una variedad de compases nuevos. • Renacimiento (s. XV – XVI). Es un período de renovación. La música tiene mayor sencillez y claridad, era entendida para fluir en un tempo definido por tactus, su fin era resaltar el contenido del texto. 5 INTERMEZZO • Barroco (s. XVII – XVIII). Propone el retorno expresivo, representa los afectos y sentimientos del hombre. La alegría se expresa por el modo mayor, la consonancia, el registro agudo, el tempo rápido; la tristeza por el modo menor, la disonancia, el registro grave, el tempo lento. La unidad de pulsación marca un ritmo mecánico. El tempo se determinaba de manera teórica, el término tactus se debilitó. • Clasicismo (2ª mitad del s. XVIII). Se manifiesta el anhelo de lo sencillo y natural, un equilibrio que tiende a la objetividad entre espíritu y sentimiento. El tempo musical no es de carácter patético y grave sino risueño y natural. Se pierde el ritmo mecánico del Barroco a favor de ritmos más naturales y variados. • Romanticismo (s. XIX). Se introduce un nuevo elemento poético, metafísico, predominando la expresión del yo, el subjetivismo y la emoción. Aparecen ritmos personales determinados por el propio carácter de cada compositor. • Impresionismo (Finales del s. XIX). La música transforma los efectos externos en impresiones internas. Impera lo irracional, atmosférico, fantástico. Se busca una nueva espontaneidad en la expresión, el ritmo pierde su cuadratura clásica. El tempo flota. • s. XX. Es el siglo de la nueva música, cultiva la pluralidad de estilos. Todo puede ser cambiado, la creatividad es construir un todo a partir de distintas partes. No existen esquemas rítmicos determinados, la finalidad del compositor es sorprender al oyente. 6 El Tempo en la Música El uso de los términos de tempo para modificar la velocidad comenzó en el s. XVII. En este siglo y s. XVIII la indicación de los tempos no era tan minuciosa como hoy día, había menos diferencia entre presto, allegro y andante que la que existe actualmente. Dominaba el integer valor, el valor medio, obteniendo movimientos más vivos empleando valores más cortos y a partir de Beethoven, los compositores emplearon valores más largos para tiempos vivos y cortos para tiempos lentos. Por ejemplo, la duración del adagio varía según las épocas: en el Renacimiento, duraba apenas tres o cuatro minutos; en el Barroco y en el Clasicismo, duraba una media de 7 u 8 minutos; en el Romanticismo, la duración se duplica, al menos 15 minutos, y en la música moderna vuelve a decaer a una media de 7 u 8 minutos. Entre otros factores que afectan al tempo hay que señalar que las unidades de tiempo impar (ternarias) son más ligeras que las equivalentes de tiempo par (binarias o cuaternarias). La elección del tempo, la combinación del metro y las figuras rítmicas ayudaban a indicar al intérprete un margen de tempo apropiado. A veces, la relación entre el término de tempo y la indicación metronómica se puede ver afectada por el carácter de los temas o un elemento de contraste. En conclusión, cualquier músico a la hora de la elección del tempo, debe tener en cuenta unos factores psicológicos, estéticos, contextuales, espaciales, instrumentales y no fijar un tempo único. Weber afirmó que el tempo correcto sólo se encuentra “gracias a la sensibilidad interior” del músico, siendo muy influyente, esta afirmación, durante el s. XIX. INTERMEZZO LINA PROKÓFIEV: Una española en el gulag AURELIO VIRIBAY. Pianista y Profesor de la Escuela Superior de Canto de Madrid. Título: Lina Prokófiev. Una española en el gulag. Autora: Valentina Chemberdjí. Editorial: Siglo XXI, Colección Voces del Este. Año: 2009. Nº de páginas: 367. ISBN: 978-84-323-1416-2. En la últimas páginas de este libro, tras el momento del fallecimiento de la protagonista Lina Prokófiev en 1989 a la edad de 91 años, la autora se lamenta del proyecto no llevado a cabo por la esposa de Prokófiev de escribir sus memorias, añadiendo que “nos quedan sólo unos fragmentos de lo que podría ser una descripción aleccionadora y brillante de una etapa de la historia cultural del siglo XX”. Valentina Chemberdjí, basándose en numerosas fuentes, como el Diario de Serguéi Prokófiev y testimonios de su esposa Lina, y gracias a su cercanía con la biografiada y su familia, se ha dedicado con ahínco a completar esa historia para ofrecérnosla en este libro, un relato fascinante y estremecedor, clave para conocer mejor un siglo que propició tanto algunos de los más brillantes episodios culturales de la historia de la humanidad, como los más negros abismos a los que es capaz de llegar el ser humano. De esas luces y sombras es de lo que trata el libro protagonizado por Lina Prokófiev, esposa del compositor Serguéi Prokófiev (1891-1953), convertida en una especie de “Alma Mahler española”: atractiva, cultivada, artista — Alma es compositora mientras que Lina es cantante—, relacionada con la élite cultural de su tiempo y plenamente consciente del talento de su esposo. Carolina (Lina) Codina nació en 1898 en Madrid, hija del cantante barcelonés Juan Codina y Llubera y de la también cantante rusa Olga Vladislávovna Nemisskaia, quienes se habían conocido en la escuela del teatro de ópera de La Scala. Los padres de Lina deciden más tarde establecerse en Estados Unidos, donde se ganan la vida con sus conciertos. En la época que Lina conoce a Prokófiev en Nueva York —diciembre de 1918—, la futura esposa del compositor ruso estudiaba canto con su madre. El libro comienza con el relato de los avatares de los primeros años de relación de Lina y Sergéi hasta su matrimonio en 1923, en Ettal (Alemania). Los años veinte que la pareja vive una instalada en París es uno de los capítulos más interesantes de este libro: los Prokófiev son cosmopolitas, viajeros y políglotas, y se relacionan con incontables personalidades relevantes del mundo de la música y de la cultura del siglo XX. Baste mencionar episodios como el de Prokófiev ensayando sus conciertos para piano con Poulenc haciendo de hombre-orquesta en un segundo piano, una reunión en París en 1924 con Ravel, Poulenc, Auric, Honneger, y Roussel, o el estreno parisino del ballet Le pas d’acier montado por Diaguilev a cuyas funciones asisten Picasso, Stravinski, Cocteau, Ravel, Roussel, Sauguet, Poulenc o Villa-Lobos. Entre las personalidades españolas con las que se relacionaron los Prokófiev en aquellos felices años de lucha por salir adelante, de viajes, giras de conciertos y estrenos, contamos en este libro con curiosos relatos como el de una cena del matrimonio en la casa de Mompou en Barcelona en 1923, el de Lina Prokófiev cantando canciones de Falla ante el director de orquesta Enrique Fernández Arbós en Estados Unidos o el encuentro mantenido ese año con el poeta Federico García Lorca, que asistió a un concierto de Lina y Sergei en La Habana. La carrera de cantante de Lina avanza a trom- 7 INTERMEZZO picones y en muchas ocasiones su voz desaparece en momentos clave previos a sus actuaciones o se queda afónica durante las mismas. También obtiene algunos éxitos y actúa a menudo acompañada por su marido al piano, quien la incluye siempre que puede en sus giras de conciertos. La que sí avanza a pasos agigantados es la fama mundial de Serguéi Prokófiev, consolidando su destacada posición como uno de los compositores más importantes del momento, además de desarrollar una nada desdeñable carrera como pianista. A los felices años veinte siguió la discutible decisión de Serguéi Prokofiev de volver a su añorada tierra rusa, cuyas autoridades le pusieron un tentador anzuelo en forma de facilidades para componer y para estrenar sus óperas y ballets en los principales teatros soviéticos. Serguéi, que de política quería entender poco, movido por su ambición de compositor, picó ingenuamente el anzuelo y cometió la torpeza de instalarse con su familia en la Unión Soviética en 1936, donde se topa con los terribles años de las purgas estalinistas. En 1948 —algunos años después de abandonar a su esposa e hijos para irse a vivir con la joven estudiante de letras Mira Mendelson—, se enfrenta a la acusación de “formalismo” —que comparte con Dmitri Shostakovich— y sus óperas son retiradas de las carteleras. El mismo año Lina Prokófiev es denunciada por espionaje y traición a la patria, detenida y condenada a veinte años de internamiento en un campo de concentración. El compositor fallecerá el 5 de marzo de 1953, día que coincide con el del anuncio de la muerte de Stalin. 8 LINA PROKÓFIEV: Una española en el gulag En junio de 1956 Lina Prokófiev sale de su reclusión tras ser rehabilitada por ausencia de cuerpo del delito en una revisión de su causa, que queda anulada y archivada. Se agradece en este libro que la autora no se regodee en una detallada descripción morbosa de la experiencia sufrida por Lina Prokofiev durante su detención, interrogatorios y los siete años pasados en los campos de concentración soviéticos. De hecho, la propia Lina, por un comprensible pudor, ha dejado muy pocas pistas sobre esa traumática y humillante experiencia de la que no quería hablar. Lo que nos queda de relato es el posterior abandono de la URSS de Lina Prokófiev tras un sinfín de dificultades burocráticas, y su regreso a Occidente en 1974, donde vivirá hasta su muerte en 1989. Dejando de lado la desafortunada portada del libro, la clara toma de partido de la autora por la esposa legítima de Prokófiev en detrimento de su compañera Mira Mendelson —que no sale demasiado bien parada en estas páginas—, la escritura ocasionalmente desaliñada, y cierta reiteración de detalles domésticos intrascendentes de los Prokófiev, nos encontramos ante un apasionante relato sobre las grandezas y miserias del siglo XX y sobre algunos de sus grandes protagonistas pertenecientes al mundo de la música y de la cultura. Con este libro la obra de Serguéi Prokófiev se engrandece a ojos del lector, al que sólo cabe esperar la edición española de su Diario para conocer mejor las azarosas vidas del compositor y de su hasta ahora poco conocida esposa española. INTERMEZZO EL pan de Ronda que sabe de verdad MARÍA DE LA PAZ TENORIO GONZÁLEZ. Profesora de Música. La relación del compositor gaditano Manuel de Falla con la ciudad de Ronda es una realidad histórica. Falla bebió de la fuente de nuestra música popular desde su más tierna infancia. Su ama de cría, apodada “la Morilla”, era rondeña y se sabe que interpretaba muy bien las soleares y las serranas. Al son de estos palos flamencos Ana “la Morilla” realizaría las labores domésticas y Falla asimilaría los sones populares, para, años más tardes expresarlos en sus obras. El pequeño Manuel se encandilaba con las coplas y romances que le canturreaba la criada de la casa, “la Morilla” (…)1 Además el compositor gaditano se inspira, de forma directa, en los dones y be2 lleza de nuestra ciudad para componer. Así, encontramos una pieza llamada El pan de Ronda que sabe a verdad. Se trata de una canción andaluza para piano y canto, con texto de María Lejárraga, que iba a formar parte de un proyecto más amplio titulado Pascua Florida. Este proyecto incluiría otros números que, bien nunca se llegaron a componer o tal vez se han perdido. Lo que sí sabemos es que fue una idea de María Lejárraga que proyectó escribir versos sobre varias ciudades españolas que ella y Falla habían visitado. Pero solo llegó a terminarse esta canción inspirada en el sabor del pan de Ronda, de poco más de un minuto, datada en Barcelona el 18 de diciembre de 1915. Los demás, solo los títulos, se conservan en el Archivo Manuel de Falla y son: El jardín venenoso, El descanso de san Nicolás, El corazón que duerme bajo el agua, El barrio gitano, El salón de Carlos V, Tinieblas en el convento, El sol de Gibraltar, Ciudades orientales y Cádiz se echa a navegar3. La base de nuestra canción era un poema de María que ésta compuso tras la visita a la ciudad y que fue enviado a Falla. Aunque todo en el mundo fuese mentira ¡nos queda este pan! moreno, tostado que huele a la jara de monte, ¡que sabe a verdad! Por las calles tan blancas, tan blancas, bajo el cielo azul, vayamos despacio, partiendo este pan ¡que sabe a salud! Y aunque todo en el mundo fuese mentira ¡esto no lo es! vivamos despacio la hora que es buena ¡y vengan tristezas después!4 El entusiasmo de Falla fue notable y lo demuestra en una carta que le envía a María, tras recibir el poema: Mi admirable amiga: “El pan de Ronda” me ha gustado de un modo extraordinario, creo que la música brotará como por magia de sus palabras de usted. ¡Cuánto deseo ponerme a trabajar en esto! (…)5 La visita de ambos a la ciudad inspiró esta canción, debido a que (…) compraron unas roscas de pan, olorosas y doradas, en un horno que les salió al paso. Mientras andaban y admiraban la belleza hecha de clara gracia popular de las calles rondeñas, iban saboreando las crujientes rosquillas. (…)6 Y es que el pan de nuestra ciudad acaparaba la atención de rondeños y visitantes, su fama era insólita. En tiempos de Falla existían en Ronda cinco fábricas de pan7, además del que se hacía en cada hogar. (…) en la confección de pan se empeñan los panaderos – 30 -, horneros – 19 – rosqueteros y molleteros (…)8. La industria del pan acaparaba una muy buena fama dentro y fuera de la ciudad. De entre las industrias biológicas sobresale la panificación, muy renombrada por lo nutritivo, digestivo y buen punto que aquí se da al pan9. 9 INTERMEZZO EL pan de Ronda que sabe de verdad En las primeras horas de la noche, ya se podía -y aún se puede- comprobar las grandezas del pan, por el exquisito olor que invadía la ciudad y su entorno. (…) y en las afueras existen 20 molinos harineros de 2 paradas de piedra, (…)10. Por otra parte, en pleno siglo XIX, el compositor rondeño Francisco Bracamonte, escribe una zarzuela titulada La conquista del pan. No existe ninguna relación entre estas obras, ni siquiera entre los compositores, pero si cabe destacar la casualidad de la temática del pan en relación con la ciudad de Ronda11. Manuel de Falla visitó nuestra ciudad junto a la escritora María Lejárraga en la primavera de 1915. Se sabe que mantuvieron una relación amistosa en torno a la música. Esta escritora riojana tenía cierta formación musical, que le valió para admirar la obra del compositor y emprender con él grandes proyectos. Como gran intelectual de su época, María Lejárraga se codeó con los grandes del momento: Juan Ramón Jiménez, los hermanos Álvarez Quintero, José María Usandizaga, Joaquín Turina, Amadeo Vives o Conrado del Campo, entre otros. Pero su curiosidad por el arte musical llevó a Lejárraga a introducir la música en el teatro, arte tan importante en su vida, y por ello recurre a Falla. Manuel de Falla la asesora en temas relacionados con la música escénica y la orquestación12. Pero Falla también debe mucho a ella. Por el profundo conocimiento que María poseía acerca del teatro, ya que escribió algunas obras, y su admiración por los ballets rusos, la escritora propone a Falla proyectos de esta envergadura. Así colabora en los textos de El amor brujo o El corregidor y la molinera13. En piezas puramente instrumentales del gran compositor, también María pone su grano de arena. Gracias a ella, Falla visita la Alhambra por vez primera en 191514. A partir de aquí, la inspiración en este entorno es tal que Falla llega a componer Noches en los jardines de España, una de sus grandes obras maestras. La profunda Andalucía empieza a ser más reconocida por el propio Falla y la responsable, en gran medida, es María Lejárraga. Es el caso de la ciudad serrana de Ronda. 10 15 La fusión entre música y Ronda que ambos hacen en esta canción breve sobre el pan de nuestra ciudad, nace de este encuentro de ambos artistas en esta localidad. La ciudad inspiró a ambos apelándoles sobre los cinco sentidos. Está claro que Ronda enamoró a viajeros y poetas por su belleza. En las calles estrechas, torcidas, silenciosas, abundan las plazuelas recoletas y encalmadas en las que crece la hierba por entre los guijos del empedrado16. Pero nunca nadie había otorgado la excelsa profundidad a Ronda que ellos dan, invocando a todos los sentidos y relacionándolos con la verdad, con valores trascendentales que reflejan una intensa vida interior. Ellos entrevén una filosofía del arte que va desde lo cotidiano y se adentra en la verdad17 y Ronda es el escenario propicio para llevarla a cabo. Estoy en Ronda, yo sola, después de veinte días de lluvia constante hace sol… y después de una temporada de penas como no he tenido otra en mi vida, me parece que vuelvo a nacer. Es una historia larga que te contaré cuando nos veamos, (…). Amigo… el pan de Ronda verdaderamente sabe a verdad. Quien me hubiera dicho que al afirmarlo en versos hace casi un año estaba describiendo ni más ni menos que una profecía. Sabe a verdad, sabe a verdad (…)18 El texto de la canción se organiza en tres estrofas que va describiendo el suculento sabor de aquel pan de antaño. La idea principal es que el sabor del pan se manifiesta con tanta intensidad a los sentidos que se compara con la verdad más real, incluso con la salud. Este apetitoso manjar queda descrito como un placer que entraña tanta fuerza, que las penas no tienen cabida cuando se está comiendo. INTERMEZZO EL pan de Ronda que sabe de verdad (…) el acompañamiento rítmico o armónico de una canción popular tiene tanta importancia como la canción misma. Hay que tomar la inspiración, por lo tanto, directamente del pueblo, y quien no lo entienda así sólo conseguirá hacer de su obra un remedo más o menos ingenioso de lo que se proponga realizar. Yo me permito aconsejar a cuanto quieran hacer música estrictamente nacional, que oigan las que podríamos llamar orquesta populares (en mi tierra: las guitarras, los palillos y los panderos) y sólo en ellas encontrarán esa anhelada tradición, imposible de hallar en otra parte.20 19 En relación con el texto, Falla estructura una música magistral llena de elementos populares. Como buen admirador y conocedor de la música popular, expresa en esta pieza su hondo saber. La pieza se desarrolla en modo Mi frigio, el usado por nuestro flamenco, y continuamente acude a la llamada cadencia andaluza, prototipo de escala frigia, para realizar cadencias. La pieza está dividida en tres partes rememorando la estructura del Lied. La primera de ellas, resuelta totalmente en el modo anteriormente indicado, desemboca en la segunda parte, la más larga y que corresponde con el desarrollo. En esta parte la cadencia andaluza reposa sobre la nota sol. Como resolución de este desarrollo, encontramos la tercera de las partes que vuelve a rememorar la estructura tonal del principio. Hay que añadir que, aún estando en el modo frigio, se torna tonal para concluir en La mayor, agregando una tercera de picardía en el acorde final. Vemos en este somero análisis, una continua reflexión sonora entre modalidad y tonalidad, folklórico y clásico, con el objetivo de crear riqueza armónica. Falla hace una música muy característica, usando un lenguaje musical propio y renovado, de hondas raíces y esencias españolas. Su arte, encargado de transformar en selecto lo popular, fue objeto de admiración en todos los círculos intelectuales de la época, y fueron muchos los adjetivos atribuidos a sus obras. Por ejemplo, decía Unamuno que a través de la música, él (Falla) consigue la hispanización de lo europeo21. De la misma manera, apunta Azorín: (…) y como Falla no está sujeto a esas agitaciones, su vivir es inactual. Inactual como esa música tan fría, tan sutil, tan alada, tan cargada de espiritualidad, que Falla va escribiendo en el pentagrama (…)22. Al margen de adjetivos y encasillamientos ideológicos, hay que decir que Falla es a la música, lo que Machado a la poesía: un hombre bueno, humilde, que se expresa con un arte lleno de hondura y espiritualidad, calco de su propio espíritu. (…) Y aquellos que, por limitación espiritual, no puedan apreciar el valor infinito del arte sonoro en sus nobles manifestaciones y en su radiante progreso, guarden humilde silencio y mediten en la culpable ligereza con que a veces, se atreven a juzgarlo23. Notas: 1 Cfr. García del Busto, J.L., Falla, Alianza, Madrid, 1995, p. 8 2 La Morilla, niñera de Falla, y el gran compositor de pequeño. Del libro Grande, F., Memoria del flamenco, 2, Espasa Calpe, Madrid, 1979 3 Gallego, A., en Falla, M., Canciones de María Lejárraga, Tres obras para canto y piano, ediciones Manuel de Falla, Madrid, 2005, p. 4 4 Letra de la canción El pan de Ronda que sabe a verdad, en Ibidem, pp. 12-15 5 Rodrigo, A., María Lejárraga. Una mujer en la sombra, Algaba, Madrid, 2005, p. 157 6 Ibíbem, p. 156 11 INTERMEZZO EL pan de Ronda que sabe de verdad 7 Cfr. Vázquez Otero, D., Ronda, crónica histórico-descriptiva, Diputación de Málaga, Málaga, 1958, p. 43 8 Lobo Manzano, L., Ronda en la primera mitad del siglo XIX, Revista Jábega, Málaga, 1979, p. 41 9 Vázquez Otero, D., op. cit., p. 43 10 Lobo Manzano, L., op. cit., p. 41 11 Cfr. Martín Moreno, A., Historia de la música andaluza, Biblioteca de cultura andaluza, Sevilla, 1985, p. 341 12 Cfr. Rodrigo, A., María Lejárraga, una mujer en la sombra, edit. Vosa, Madrid, 1994, pp. 65-66 13 Cfr. Román, A., Manuel de Falla y la filosofía española, Mousiké, Madrid, 2008, pp. 46-52 14 Cfr. García del Busto, J.L., op. cit., p. 28 15 Calles de Ronda, vista del minarete árabe. Foto de Juan Tenorio Lara 16 Vázquez Otero, D., op. cit., p. 72 17 Cfr. González Peña, M.L., Música y músicos en la vida de María Lejárraga, Instituto de estudios riojanos, Logroño, 2009, pp. 76-78 18 Carta de María Lejárraga a Manuel de Falla, escrita desde el hotel Reina Victoria de Ronda, en marzo de 1916. Archivo Manuel de Falla, Madrid. 19 Pan de Ronda. Foto de Juan Tenorio Lara 20 Falla, M., Manifiesto estético Nuestra música, publicado en la revista Música, en Madrid, en junio de 1917en Martin Moreno, A., Historia de la Música Andaluza, Biblioteca de cultura andaluza, Granada, 1985, pp. 334 - 335 21 Cfr. AAVV, La música en la generación del 27. op. cit., p. 23 22 Azorín, Vida imaginativa de Falla, de la prensa de Buenos Aires, en AAVV, La música en la generación del 27. Homenaje a Lorca, 1915/1935, Ministerio de Cultura, Madrid, 1986, p. 207 23 Falla, M., Granada, mayo de 1924, en AAVV, La música en la generación del 27. op. cit., p. 213 ALQUILER PARA CONCIERTOS - TRANSPORTE 3,$126 '( 2&$6, 1 6(59,&,2 7 &1,&2 Exposición Costa del Sol: Plaza Baleares, 4. FUENGIROLA (Málaga) Visitas con cita previa. Telf.: 607 26 88 19 Central Granada: Telf/Fax: 958 22 62 91 www.pianospianissimo.com 12 INTERMEZZO FRANZ LISZT: Un destino para el piano PAULA CORONAS VALLE. Paula Coronas Valle. Directora de Intermezzo. Pianista, Profesora de piano del Conservatorio Manuel Carra de Málaga. Doctora. Un gran pianista y compositor romántico ocupa nuevamente nuestro espacio dedicado a grandes efemérides: Franz Liszt (Raiding, 1811- Bayreuth, Baviera, 1886). El bicentenario de su nacimiento nos ofrece una buena oportunidad para recordarlo en toda su extensión. La prodigiosa capacidad musical de este húngaro ha dejado huella a través de sus diversas facetas como creador de numerosas páginas pianísticas de relieve y excepcional pianista de la época, considerado como uno de los intérpretes más célebres de todos los tiempos. Liszt fue pionero e innovador en el formato de recital para piano, uno de los más destacados representantes de la Nueva Escuela Alemana y un notable director de orquesta: una asombrosa personalidad del Romanticismo. Franz había heredado el talento musical de su padre, Adam Liszt, -muy vinculado a los Esterházy, amigo personal de Haydn y de Hummel-. Aristócratas de la época se convirtieron en mecenas del joven prodigio, financiando económicamente las primeras actuaciones del debutante. Aprendiz con Czerny y con Salieri, se traslada a París donde acabará cimentando su fama. Dos influencias poderosas van a ser el centro de su carrera artística: Berlioz y Paganini. “Liszt se identificaba con el instrumento como compositor y como pianista. Pero identificarse con el piano, hacia 1840, significaba algo muy distinto de lo que puede significar hoy en día: suponía reconocerse en un instrumento en profunda y radical transformación, que todavía no había agotado sus recursos. Liszt sintió bajo sus dedos la trascendente transformación que el piano experimentó a lo largo del siglo XIX. […] Gracias a la técnica que desarrolló, Liszt transfiguró definitivamente la imagen pública del piano. Y lo consiguió a pesar de dedicar a la actividad concertística sólo una breve etapa de su vida”1. Su técnica interpretativa asombró a la Europa de entonces, con la realización de innumerables giras de conciertos. Más que un nuevo pianismo, Liszt persigue una deslumbrante ampliación de las dificultades y exigencias, que apura los límites de la técnica de su época, enriqueciéndola con su imagi- nación y poderosa inspiración. En la profundización de transfigurar la técnica fortepianística multiplicando su complejidad, encontramos la clave de la interpretación lisztiana. Liszt, a diferencias de otros compositores como Chopin –que dice reconocerse en la dimensión íntima de la música-, necesitaba al público, se dirigía a él para conquistarlo e impresionarlo. En el escenario, su música encontraba sentido, a través de su ansia de fascinar y seducir. Su puesta en escena era cautivadora, comenzó a acompañar sus ejecuciones de una nueva y sorprendente gesticulación: “Su entrada fue saludada por una entusiasta ovación de todo el público. Luego él empezó a tocar y el demonio empezó a mover sus fuerzas. Casi como si quisiera poner a prueba al público, pareció primero juguetear con él, para luego darle a escuchar algo más profundo, llegando así a engatusar a cada uno de los espectadores con su arte, levantando y arrastrando al público entero a su antojo. Semejante capacidad de subyugar al público, no puede comprobarse en ningún otro artista, exceptuando a Paganini […]. Nos vemos sumergidos por una oleada de sonidos y sensaciones. En el espacio de un segundo se alternan ternura, ardor, fragantes vaporosidades y enloqueciquecidas extravagancias; el instrunstrumento se hace incandescente cente y brotan chispas bajo la mano del maestro. Hay que escucharle y también verle: Liszt szt no podría de ningún modo tocar desde detrás de los bastidores, dores, porque de esta forma se perdería gran parte de su poesía”2. Sobre su facilidad de lectura y de improvisación sabemos que eraa extraordinaria, así como laa agilidad y destreza de suss dedos que hereda bajo el magisterio de Carl Czerny, con quien estudia 13 INTERMEZZO FRANZ LISZT: Un destino para el piano cando unos pianissimo apenas perceptibles, dulces y ligeros, luego unos crescendo bien hechos, otros pasajes llenos de contrastes, y finalmente unos fortissimo resplandecientes. No quiere que se estudie maquinalmente, sino que el alma intente siempre expresar algo”4. casi dos años. Liszt prosigue evolucionando rápidamente tanto en su técnica interpretativa como compositiva. A partir de los veinticinco años comienza a profundizar en ataques de brazo, que caracterizan su pianismo maduro, pasajes con trémolos vibrantes con manos alternas de extrema dificultad y potencia sonora. Si añadimos su interés por la pedagogía, a través del enriquecimiento intelectual que suponían para él las clases –en las que convergían elementos y conceptos de literatura, poesía, filosofía, fantasía y experiencias personales del maestro-, hallamos una figura apasionada por la expresión y el sentimiento románticos. Liszt buscaba una sonoridad amplia e intensa, cuyo afán era proyectar hacia un numeroso público y en una gran sala de conciertos. Para ello requería una posición determinada de la muñeca y de la mano: “Él exige que se toque enteramente y sin excepción a partir de la muñeca, haciendo la que se llama la mano muerta, sin que el brazo intervenga para nada. Al contrario, en cada nota la mano cae desde la muñeca sobre la nota, con un movimiento elástico”3. El músico se nos presenta como el primer gran pianista atento a un verdadero estudio de preparación muscular, muy cercana a ejercicios maquinales enfocados desde la lectura de diversas páginas, con el objetivo de huir de la lectura rutinaria y monótona. Liszt se entregaba a interminables sesiones de preparación mecánica: escalas, octavas partidas, octavas repetidas, trinos y ejercicios con notas tenidas. Este trabajo que demuestra el aspecto atlético de su técnica, está más próximo al concepto de la gimnasia que del arte puramente, pero sin embargo, propone un objetivo final: la atención a la sonoridad: “Quiere que, al hacer ejercicios, el alumno estudie los matices y se recree con ellos, bus- 14 En numerosas ocasiones la mecánica del piano lisztiano reproduce fielmente el modelo violinístico en recuerdo a Paganini. Hallazgos e innovaciones en este campo se instalan en sus pentagramas como influencia de grandes amigos y virtuosos del violín como Wilhelm Ernst, sin olvidar la impronta de Hummel y Kalkbrenner en la posición que Liszt adopta frente al teclado. Una de sus más célebres alumnas, Madame Boissier, absolutamente deslumbrada por el carisma artístico y personal del profesor húngaro, describe rigurosamente su estética en el piano: “Sus dedos son muy largos y sus manos pequeñas y afiladas. Él no mantiene los dedos encorvados, dice que esta actitud proporciona sequedad al ataque y esto le horroriza […]. En su técnica hay un abandono, un dejarse llevar que le permite conservar una postura ajena a toda dureza y sequedad incluso cuando se vuelve impetuosa y enérgica en el fortissimo. Su mano no está inmóvil; él la mueve con gracia según su fantasía, aunque no toca nunca ni con el brazo ni con los hombros. Quiere que el cuerpo permanezca recto y la cabeza un poco hacia atrás, más que agachada; exige esto imperiosamente”5. Curiosamente, su propia relación con el teclado fue cambiando paulatinamente. Durante la época de mayor actividad concertística, la movilidad de la mano y su gesticulación fue en aumento, sin embargo, con el paso de los años, y a partir de su retirada de los escenarios, la amplitud de esos movimientos fue matizándose y la mano tendió a un mayor contacto con el teclado. En su vejez se observan rasgos de un fuerte trabajo en sus manos: nudillos fuertes y musculatura robusta. No obstante, el maestro estuvo siempre fascinado por la obtención de una óptima calidad de sonido en el instrumento, aspecto que llegó incluso a superarle. El primero en no estar demasiado convencido de su sonoridad era el propio Liszt, como podemos comprobar a través de sus sorprendentes palabras dirigidas a sus discípulos: FRANZ LISZT: Un destino para el piano “Debéis aprender todo lo que podáis de mi pianismo, en cuanto a concepción, estilo, fraseo, etc.; pero no imitéis mi tipo de ataque; sé perfectamente que no es el mejor modelo a seguir. En mi juventud no era bastante paciente como para hacer las cosas paso a paso y lograr así que mi desarrollo fuera ordenado, lógico y progresivo. Estaba impaciente por conseguir resultados inmediatos, y tomé, por así decirlo, algunos “atajos”, pasando directamente al objetivo de mis ambiciones gracias a la mera fuerza de voluntad. Ahora desearía haber progresado por pasos lógicos, en lugar de por saltos. Es verdad que he tenido éxito, pero no os aconsejo seguir mi camino”6. Este mago del espectáculo, convirtió el recital de piano en un acto grandioso en el que eran precisos la calidad del sonido y el efecto visual. Sus transcripciones constituyen uno de los mejores ejemplos de esta inquietud. El piano constituye para el creador un instrumento ideal capaz de simular la calidez de la voz humana y la variedad tímbrica de la orquesta. Las versiones pianísticas de grandes obras sinfónicas de autores como Beethoven, Berlioz o Wagner –que reunían múltiples dificultades técnicas- son auténticas obras de referencia pensadas para grandes escenarios y excelentes intérpretes. Esta investigación sonora ha influido tanto en su producción como en su estética pianística, considerada por expertos como una rica iconografía lisztiana, objeto de caricaturas que retrataron a Liszt delante del teclado, casi siempre reflejando un aspecto histriónico de su arte. Fuera exagerado o no, lo que sí es cierto es que esta pretendida extravagancia del artista daba origen a una nueva concepción de la ejecución instrumental: una verdadera revolución. Madame Boissier asegura que Liszt relacionaba la práctica diaria de las principales fórmulas de escritura- escalas y arpegios en todas las tonalidades, tanto en notas simples como en notas dobles- con la habilidad en la improvisación y la velocidad en el aprendizaje de nuevas obras. En efecto, es fácil INTERMEZZO comprobar que cualquier composición suya es la combinación diversa de un abanico muy reducido de dichas fórmulas. Pero, el secreto de que estos pocos elementos dieran grandes resultados, fue la manera en que estos esquemas o patrones se sucedían con profundidad en sus manos gracias a su interés por la realización del cantábile. La convincente imitación de la voz humana fue siempre una constante en su ideario. Observamos en su catálogo de obras un importante número de transcripciones de piezas vocales, excelentes versiones pianísticas de tantos Lieder de Schubert, Schumann y Mendelssohn, entre otros. Un nuevo tratamiento de la melodía, el estudio del sonido “cantante” en el piano y un nuevo legato se adueñan del camino que Liszt emprende para acceder a cualquier evolución posterior. Tremendamente prolífico –más de 350 composiciones-, Franz Liszt ha sido considerado precursor del impresionismo. Su aportación en el terreno de la música programática ha sido muy valorada a través del poema sinfónico. Estudios Trascendentales, Sonata en Si menor, Años de peregrinaje, Leyendas, Funerales, Fantasías, Rapsodias, Consolaciones, Estudios, Conciertos… son algunos de los mejores testimonios de su legado musical. En 1865 accedió a las órdenes menores, y tras haber estudiado cuestiones eclesiásticas, fue recompensado con el título honorario de Abate. Por este motivo, compuso durante estos años (1861-1869) fundamentalmente obras religiosas –Oratorios, Misa, Ave Verum Corpus-. La figura de Liszt es decisiva para comprender el destino del piano moderno, la evolución musical del siglo XIX. Fue fundamental en el desarrollo constructivo del dramatismo de Wagner y Richard Strauss, en la indagación tímbrica y armónica de los compositores franceses como César Franck, Ravel, en los rusos Balakirev y Borodin. Su generosidad ha contribuido notablemente en el devenir de generaciones posteriores, y su corpus reclama cada día mayor atención. Notas: 1 Luca Chiantore en: Historia de la técnica pianística, Alianza Editorial, Madrid, 2001, p. 344. 2 Robert Schumann a propósito del concierto que ofreció Franz Liszt el 16 de marzo de 1840. 3 Boissier: Liszt pédagogue, 1927, p. 48. 4 Boissier: ídem, p. 19. 5 Boissier: ídem, p. 16. 6 Fran Liszt en Mason: Memories of a Musical Life, 1901, p. 114. 15 INTERMEZZO ENTREVISTA: Hoy hablamos con… JULIÁN ELVIRA Por MARITZA PINTO GUERRA. Licendiada en Periodismo y alumna del Conservatorio Profesional “Manuel Carra”. Julián Elvira se define como un hombre curioso y ávido de saber. Nacido en 1973, este flautista cursa estudios en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Continúa su formación académica en Hungría, en la Universidad Corvina de Budapest; en donde realiza un master en acústica de la flauta, nuevas tendencias y performance. Cabe destacar, que en el año 2004 interpreta el “Carceri D’Invencione” de Brian Ferneyhough, convirtiéndose así en el primero en tocar íntegramente este ciclo tanto en España como fuera de nuestras latitudes. Además de su amplia trayectoria artística como interprete de música contemporánea y del mundo, es conocido por sus aportes a la investigación y enseñanza de la técnica flautística. En la actualidad continúa su trabajo en la Universidad Complutense de Madrid, desarrollando un proyecto al que le ha dedicado todo su esfuerzo: revolucionar la flauta travesera tal como la conocemos hasta ahora. En una anterior edición de nuestra Intermezzo pudimos dar a conocer el resultado de muchos años de trabajo e investigación: la flauta Prónomo. Ahora nuestros lectores quieren saber mucho más sobre ella y sobre su creador. Así que para iniciar, podrías contarnos: – ¿Cómo comenzó toda esta búsqueda? – Pues en un curso de verano en Hungría, en un pueblo pequeño en la frontera con Rumanía, conocí a este personaje: Itsvan Matuz, él es un genio. En ese curso empezó a hablar del Sistema Complex a su manera, una manera que es altamente hostil, no agresiva. No sé exactamente si 16 él le puso el nombre al Sistema Complex, pero si sé que el trabajaba con Robert Dick y con Artaud en el IRCAM, en los años 60, 70… Hablaba de la teoría y la acústica, ellos estaban trabajando sobre la flauta, de allí salió luego el trabajo que han hecho Robert Dick y Artaud en multifónicos, pero claro cada uno a su manera: Robert Dick es americano, muy comercial, Artaud con la tradición francesa que arrastra, hizo su método, e Itsvan Matuz desarrolló su trabajo desde un punto de vista científico. Yo quedé muy interesado y hablé con Itsvan. Logré hacer el postgrado en Budapest en la Universidad Corvina. 80 horas lectivas, dos conciertos ENTREVISTA: Hoy hablamos con… JULIÁN ELVIRA – Estudiabas con tu instrumento convencional y a partir de todo un proceso de investigación, decidiste hacer modificaciones en él ¿cómo nace esta idea de innovar sobre esa flauta travesera tradicional que todos conocemos? – Trabajábamos todo con la flauta Boehm porque es un instrumento que ya ha adquirido un nivel de sofisticación importante. Para nosotros Böhm ya ha hecho un trabajo absolutamente sin fisuras, algún problema tenía, y es que hay un par de agujeros que no son independientes: el agujero de SI y el agujero de SOL, pues la llave que tapa esos agujeros se sube o se baja sin que sea una decisión nuestra; por ejemplo cuando bajas el FA o el FA# se tapa el agujero de SOL. Entonces esos dos agujeros nos crearon el problema de que no se podía aplicar el Sistema Complex o la teoría de las digitaciones a estos 2 agujeros. A partir de allí, yo comencé a pensar que si iba a desarrollar el Complex como un Sistema Operativo, de última generación basado en mucho trabajo y conocimiento sobre la acústica, necesitaba un aparato acorde a todo ese trabajo. Aunque la verdad, tampoco tenía prisa pero ya empezaba a rondarme en la cabeza esa idea. – ¿De cuánto tiempo atrás estamos hablando? ¿Desde cuándo estas trabajando con el Sistema Complex? – Eso fue en el año 1995, es decir han pasado 16 años con el Sistema Complex en la cabeza día a día, y con un punto de obsesión que ya raya un poco en la enfermedad, ya pienso en Complex, es un poco enfermizo (bromea Julián) – Si todas las “obsesiones enfermizas” dieran estos resultados, tan tangibles e importantes para la investigación en música: ¿dónde hay que firmar? … Piensas en Complex, pero aún no sabemos exactamente ¿Qué es? ¿puedes hablarnos un poco de ello? – Como he mencionado antes, el Complex lo está desarrollando Itsvan desde los años 60. Es una compilación de todo aquello que investigó en el IRCAM. El Sistema Complex es un resultado ordenado de todo lo que tiene que ver con acústica en la flauta. Itsvan ha asimilado todos esos conocimientos hasta el punto que su cerebro ya asume estos conocimientos de manera natural, intrínseco, es decir, él no toca pensando en Complex sino que digamos que su cabeza es una “cabeza complex”, y de alguna manera así tiene que ser, no puedes ir en el coche pensando: ahora primera… sino que las cosas se mecanizan. También hay que entender que el Sistema Complex no viene de complejo, viene de completo: es un sistema acústico completo. Te da información; en este caso, información para diseñar digitaciones y conseguir frecuencias, e incluso interferencias. – Tuve la oportunidad de ver tu trabajo en Sevilla, en el I Congreso Internacio- Julián Elvira y el examen. Todas las asignaturas eran referidas a la flauta. Tenía acústica de la embocadura, acústica de las digitaciones, acústica de los tubos, música contemporánea enfocada al performance y las nuevas tendencias… Estuvimos trabajando el Sistema Complex en profundidad y luego piezas, piezas, piezas, muchas piezas, sobre todo de compositores húngaros, aunque también algunos compositores españoles. En general, toda la música contemporánea que podía caer en nuestras manos. Sin embargo, trabajamos también sobre Bach, porque era muy importante conocer algunos aspectos de la flauta tradicional, ya que Bach a nivel de timbre crea un punto de inflexión de lo que hay antes de la música antigua a lo que viene después, que digamos, es el mundo moderno en la música. Era importante conocer el punto de vista tradicional de la flauta: homogeneidad en el sonido, armonía, estructura, con la flauta Boehm. INTERMEZZO 17 INTERMEZZO ENTREVISTA: Hoy hablamos con… JULIÁN ELVIRA nal de Música y Tecnologías Contemporáneas. Allí presentaste un prototipo de la flauta Prónomo bastante peculiar. ¿Cómo fue esa evolución: de Boehm a ese primer prototipo de Prónomo? Julián Elvira – Yo estudié con mi flauta Boehm el sistema Complex, y pensé que seguiría estudiando con mi flauta. Pero estaba el ‘run run’ allí, porque cada vez que yo tenía que destapar algún agujero para cubrir alguna necesidad –como alguna frecuencia microtonal o algún multifónico determinado- pues sencillamente, la flauta era una limitación. Así que empecé a buscar a alguien que me pudiera hacer esa flauta, como era poco probable convencer a los Luthiers, a los fabricantes –porque en general son muy conservadores-, entonces lo que hice fue empezar a buscar joyeros, por todos los sitios: “hombre, ¿tú me harías aquí un agujero?”, “el instrumento se te va a estropear”, “¡no pasa nada!”. Y al final ellos sí lo hicieron. Fue a mi primera flauta, que en vez de venderla, evolucionó conmigo; 28 años después, mi flauta de principiante también se convirtió en un instrumento Complex. 18 Algunas ideas me fueron aportadas, pero yo sabía lo que suponía acústicamente modificar la posición de un agujero por estética o comodidad, así que tuve que persuadirles porque no podíamos poner llaves, agujeros o espátulas aleatoriamente; porque como siempre digo: lo más importante es la combinación, cada uno de los agujeros debe poder combinarse entre sí. – …Entonces ya estamos hablando de algo totalmente matemático. ¿Cuántos agujeros son? Y ¿Cuántas combinaciones serían posibles? – Son variaciones factoriales. Entre agujeros pequeños y agujeros grandes suman 29 agujeros, son 29 elementos: de ellos once son dispositivos que peden ser agujeros grandes y agujeros pequeños. Luego tienes siete agujeros que ya son pequeños y sólo tienen dos posibilidades –o abiertos o cerrados-. Así, sin contar las combinaciones que podrían dar los agujeros de la pata, podrías tener alrededor de 5 millones de digitaciones. Luego sólo en la pata, puedes tener 48 digitaciones y ya, según como lo combines con el resto de la flauta, se van multiplicando las digitaciones hasta llegar a un número cercano a los 23 millones. Lógicamente esto nos ayuda a tener más recursos. Luego con los polifónicos puedes tener muchas más combinaciones, por ejemplo, cuatro sonidos + voz + percusión… Luego si combinas voz con un sonido tradicional (una onda sinusoidal) sale un diferencial que es otro sonido también; es decir, conociendo la acústica puedes hacer polifonía con muchas voces… O si por ejemplo a la vez utilizas un whistle tone ya tienes ahí cinco parámetros. Ahora, lo que hay que tener en cuenta es que no es un órgano, pero las voces están y la polifonía existe. – Te conocemos como un referente español en Música Contemporánea y Música del Mundo. De alguna manera ¿Crees que la flauta Prónomo podría ayudar a los flautistas a entender y desarrollar los sonidos tan complejos de otras culturas? – Sin duda. Esta independencia de las llaves hace que la flauta sea microtonal, no sólo te da cuartos de tono, sino que facilita la técnica de dos por uno -usada para los glissandos en el método tradicional- en el que un agujero tiene dos posibilidades reales de ser tapado. Por otra parte, de alguna manera te conviertes en un músico que trasciende de la propia melodía. Si sabes armonía pues puedes sacar más partido a un instrumento que es polifónico, igualmente si conoces música y técnicas de otras culturas, le puedes sacar más partido a esos conocimientos con instrumento que es microtonal. ENTREVISTA: Hoy hablamos con… JULIÁN ELVIRA INTERMEZZO – ¿Qué puedes decirle a nuestros lectores, flautistas, para motivarles al estudio del Contemporáneo? te mi flauta está haciendo lo mismo que en un Shakuhachi, la onda se está comportando de la misma manera. – Piensa que la flauta es un juguete, es tremendo explorar y ser curioso. Escuchar mucha música experimental; es una cuestión de costumbre. Por ejemplo, mis dos hijos (10 y 12 años) han crecido escuchando música de vanguardia, escuchando hablar del Cómplex, viendo mis espectáculos… Desde muy pequeños me han escuchado buscando otros timbres, experimentando con el sonido, así que ya están acostumbrados a eso. A ellos ahora lo que más les choca es la música tradicional. – Te atrae la cultura oriental, pero ¿Eres fanático de los tópicos japoneses, como el Manga, Videojuegos, o de creencias religiosas diferentes a las mayoritariamente practicadas en España? – Estamos muy equivocados, hablamos mucho de materiales asociados al timbre y no hablo de calidad del sonido, lo que define al timbre no es el material, lo que define al timbre es la onda -ese sistema de armónicos o parciales-. Por eso, cuando yo en mi flauta Prónomo toco música de otras culturas lo que estoy haciendo es traspasar, adoptar su idiosincrasia, su construcción; yo no imito a un Shakuhachi: yo me convierto en un Shakuhachi, porque acústicamen- Muchas gracias por compartir tus vivencias con nuestros lectores. Desde Intermezzo te deseamos éxito en este proyecto. Julián Elvira – En otras culturas, la embocadura, la manera de insuflar el aire y los materiales de construcción son muy importantes. Si la Prónomo es del material convencional (metal) ¿Cómo logras un sonido de Shakuhachi o de Bansuri, por ejemplo? – No, nada. Ni mangas ni cómics… Mi videojuego es este (señala la flauta)… También me gusta mucho la literatura, ensayos de filosofía, pensamientos de otras culturas, pensamientos de otras dimensiones… Tampoco soy religioso, trato de ser filosófico-espiritual o sensible a diferentes pensamientos. No creo en la religión, creo que lo único que ha traído es guerras y sangre a lo largo de la historia de la humanidad. Para mi sólo hay una religión posible: así como el lenguaje Prónomo es una hibridación de los lenguajes y de los estilos y pensamientos de todas las músicas posibles, creo que la única religión debería ser una en la que existiese el conocimiento de todas las religiones y luego la combinación de cada una de ellas, de la mejor manera para que le ayudase, primero a uno mismo, y luego a su entorno más cercano. Un policonocimiento adaptable para lograr respeto, me considero un intolerante con los intolerantes. 19 INTERMEZZO La música y el lenguaje INMACULADA GODOY. Profesora de Armonía del Conservatorio Profesional “Manuel Carra”. La música es un lenguaje. Emplear este término para referirse a la música se puede entender como una metáfora, relacionando a la música con el lenguaje hablado en su naturaleza discursiva y su cualidad temporal. El lenguaje hablado se construye con fonemas, sílabas, palabras y frases; la música se organiza mediante notas, motivos, frases, períodos y secciones que se estructuran en formas musicales. El lenguaje humano es un sistema de organización de ciertos sonidos elementales que, combinados de diferentes maneras, permiten emitir mensajes, comunicar ideas y reflexionar sobre su propia estructura. Desde comienzos del siglo pasado, distintos pedagogos musicales Europeos intentaron simplificar el aprendizaje de la lectura rítmica mediante el uso de palabras o sílabas adaptables a las distintas figuras y combinaciones de ritmos que se emplean durante la época de la iniciación musical. Como el lenguaje, la música opera con sonidos, no tiene otro ámbito material sino el sonido mismo. La Música y el Lenguaje pueden considerarse como dos códigos diferentes de comunicación, como dos sistemas formales elaborados capaces de transmitir una información y unos valores culturales, sociales, emocionales e intelectuales. Las artes plásticas se han sustentado, históricamente, en la mímesis, en la similitud entre la representación – asumida por el espectador- y lo real. Charles Morris (semiótico y filósofo estadounidense) señaló que el signo lingüístico funda una triple relación: semántica (con el objeto al cual se aplica), pragmática (con los hablantes) y sintáctica (con los restantes signos del sistema). La relación semántica se establece con una idea. La dimensión pragmática se relaciona al intérprete. El lenguaje musical lo podemos identificar con la métrica (simetría de las frases), la rima (consonancia y disonancia) y el pie acentual (dialéctica entre ritmo y acentuación). La música toma prestada su forma de la de la lengua hablada, apropiándose de sus pausas, cadencias, ritmos, etc., reproduce el sistema formal del lenguaje, pero se mantiene al margen del significado. 20 En el siguiente ejemplo, canción popular del cancionero andaluz, EL VITO, baile popular, podemos apreciar como la música se ha plegado por completo al texto. Para empezar, observemos que las pausas musicales coinciden con los finales de verso. Si atendemos a la línea melódica, observaremos una correspondencia perfecta: cada verso con la misma rima, repite melodía. La macroestructura de la obra es derivada de la del texto. La acentuación de la música refleja la de la letra. El lenguaje se corresponde a los fonemas, a los sonidos elementales e indivisibles, los cuales carecen de significado. En la música occidental se correspondería con las doce notas de la escala cromática temperada. Temáticamente, el lenguaje clásico se construye con monemas formados por el arpegio mayor o menor y segmentos de la escala ascendente o descendente, con siete notas, pero ello no implica que otra clase de combinaciones no resulten practicables. En estéticas más tardías, el cromatismo melódico o armónico alcanza hasta la disolución definitiva de la tonalidad. La interválica y la rítmica son los elementos identificativos de los monemas musicales. Cada cambio armónico genera nuevos monemas, teniendo en cuenta que tema y monema no es lo mismo. Un tema es algo que puede evocarse al presentar alguno de sus elementos característicos, mientras que un monema sólo puede identificarse consigo mismo. Un tema es un objeto sometido a constantes modificaciones, es un organismo vivo, puede constar de uno o más monemas. Cualquier melodía puede entenderse como un grupo único de articulaciones internas con sentido individual, al igual que la frase en el lenguaje. Como conclusión, la música y el lenguaje son articulaciones elaboradas a partir de la permutación de sonidos elementales que se desarrollan temporalmente en una sucesión determinada. El lenguaje constituye un medio ideal para promover y desarrollar la musicalidad y el sentido rítmico del niño pequeño. INTERMEZZO La importancia de la iniciación musical C. ROCÍO RÍOS ZAMORA. Profesora de Percusión y Pedagogía del Conservatorio Profesional “Manuel Carra”. La Iniciación Musical en el niño debe comenzar lo antes posible. De hecho el oído es el único sentido que el bebé desarrolla completamente antes de nacer, de manera que ya desde el vientre materno el niño comienza a percibir sonidos, canciones, diferentes alturas ... y así cuando el niño llega al mundo ya trae consigo un bagaje auditivo que le permite reconocer la voz de su madre, el corazón de la misma, la voz del padre, determinadas canciones o cuentos percibidos previamente mientras estaba en el interior de la madre… De esta manera no debe sonar raro que la iniciación musical del niño deba comenzar lo antes posible. La Música siempre ha ocupado un lugar relevante en la formación del individuo y así en la época Clásica formaba parte del Quadrivium (junto con la Geometría, Astronomía y Aritmética) y en la Edad Media era parte de las Artes Liberales (aquellos estudios que hacían al hombre libre, en oposición a las Artes Serviles que preparaban para un oficio). Si hasta el Renacimiento la educación estaba relegada a las clases sociales privilegiadas, ahora comienza a ser patrimonio de la recién nacida “clase media” o burguesía y con ella surgen los defensores de que la Música forme parte de esa educación, como Lutero. El sistema educativo sigue un modelo pedagógico “tradicional”, que se caracteriza por asignar al niño un papel pasivo en su propio proceso educativo y al profesor un papel autoritario; donde se selecciona lo que el alumno debe aprender no tanto por su idoneidad sino más bien por tradición, sin que se tenga muy claro qué habilidades se pretenden desarrollar en cada caso. En el s. XIX cambian las directrices didácticas y se comienza a ver a la escuela y al profesor como ayudas para el niño en su proceso de aprendizaje, siendo ahora el niño el centro de todo el proceso educativo. Comienza así una revisión exhaustiva de lo que se enseña al niño, seleccionando para cada edad aquello que va en la línea de lo que le interesa y puede hacer. De esta manera se empiezan a analizar también las consecuencias sobre el individuo de lo que aprende y así se descubren las ventajas que tiene la educación musical sobre el niño. Por citar algunos de estos beneficios: estimula la memoria, la sensibilidad y la imaginación, mejora la coordinación, ayuda a desarrollar las áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje y el razonamiento, desarrolla la inteligencia espacial, el pensamiento creativo y de resolución de problemas, sirve como medio de expresión y comunicación, desarrolla la habilidad del trabajo en equipo y la disciplina, desarrolla el pensamiento crítico, favorece la autoestima y expone al niño a otras culturas y formas de expresión. Éstos son sólo algunos de los beneficios que aporta al niño y como puede comprobarse la mayoría de ellos son aportaciones al desarrollo integral del niño logradas por medio de la actividad musical pero no son metas musicales per se ni son exclusivas de niños especialmente dotados para la música. Dicho esto, queda patente que debería ser de interés general que la Música estuviera en el plan de estudios de nuestros niños y así ya La Ley del año 1971 (de Villar Pallasí de Educación) finalmente reconoció esta realidad al incorporarla en la Enseñanza Obligatoria (concretamente en la Educación General Básica) Pero lamentablemente muchas cir- 21 INTERMEZZO cunstancias han concurrido para hacer que la música, la formación musical y sus beneficiosos efectos en el desarrollo de nuestros niños no tengan actualmente la consideración que se merecen dentro del marco educativo obligatorio, una de ellas es el bajo rendimiento escolar que presenta España en comparación con el resto de Europa (que queda patente en el Informe Pisa, que compara el rendimiento académico internacional de los alumnos en las principales materias) y que ha llevado a la Administración Educativa española a reforzar estas materias en detrimento de otras como la Música. De esta manera el tiempo dedicado a la formación musical en la enseñanza obligatoria es escaso por no decir que siempre planea sobre ésta y otras materias “Marías” el sentir de su posible desaparición del currículum de las enseñanzas obligatorias. En momentos así surge un inesperado rayo de luz para nuestros niños, aparece la Iniciación Musical en el plan de estudios de Régimen Especial andaluz, que es una etapa previa a las Enseñanzas Básicas en el Conservatorio (Decreto 17/2009 de 20 de Enero) Todo ello dentro de una etapa llamada Enseñanzas Elementales. 22 La importancia de la iniciación musical Las Enseñanzas Elementales quedan estructuradas de la siguiente manera: Enseñanzas de Iniciación: sirven de acercamiento global a la música, pueden ser realizadas por cualquier persona a partir de los 4 años de edad y no requieren de preparación previa ni especialización en un instrumento concreto. Enseñanzas Básicas: es la etapa inicial de formación instrumental y está especialmente planificada para niños/as en edad escolar. Está enfocado a un instrumento musical concreto y es una etapa previa a la Enseñanza Profesional. Si bien la Iniciación Musical puede ser realizada por personas de todas las edades, el que se pueda comenzar a los 4 años de edad y que pueda tener su continuidad en las Enseñanzas Básicas, deja entrever que podría ser éste un medio para introducir a nuestros niños a la música y asegurar que puedan beneficiarse de sus aportaciones en un momento de máxima trascendencia en el desarrollo de su personalidad. De esta manera nuestro Sistema Educativo nos da una segunda vía (en este caso en un nivel no obligatorio) para iniciar al niño en la Música. La importancia de la iniciación musical INTERMEZZO toestima como docentes noveles, pueden ser grandes. Tampoco creo que se haya dotado de medios ni materiales concretos a los centros para que esta propuesta se implemente exitosamente. ¿Y quién va a tener la enorme responsabilidad y a la vez la satisfacción de llevar a nuestros niños en sus primeros pasos musicales? La normativa establece que para impartir la Iniciación Musical, tanto en Conservatorios como en Escuelas de Música, se deberá estar en posesión del título Profesional en la especialidad instrumental correspondiente. Por tanto quienes estén en posesión de dicha titulación ya están habilitados para ello. Pero si bien los pasos van en la dirección correcta a mi entender, andamos lejos de que la situación sea la ideal, no creo que nuestros titulados hayan recibido la preparación para tal empresa, y las consecuencias sobre los alumnos y sobre su au- Pero no por ello quiero que mis palabras suenen pesimistas, todo lo contrario, alabo una propuesta como ésta y por muchas razones me gustaría que en breve todos los centros impartan estos estudios, nuestros jóvenes titulados tengan una salida laboral más y nuestros niños tengan esta posibilidad a su alcance. Por lo que desde estas palabras quiero animar: – A la administración educativa andaluza por que siga apostando por nuestros niños – A los conservatorios andaluces para que soliciten la autorización para impartir esta etapa de Iniciación musical en sus centros – A nuestros alumnos con el Título Profesional para que se interesen por esta salida laboral y llegado el caso se documenten y prepararen para ejercer en un ámbito tan complejo pero bonito como es el trabajar con niños y música. – A los papás andaluces para que no descuiden la formación musical de sus niños. 23 INTERMEZZO WANDA LANDOWSKA y el resurgimiento del clave ANA MARÍA FERNÁNDEZ MOLINA. Pianista acompañante del Conservatorio Profesional “Manuel Carra”. Wanda Landowska fue una destacada intérprete de la primera mitad del siglo XX que desempeñó un papel fundamental en la recuperación de la música de los siglos XVII y XVIII y, sobre todo, en el renacimiento de un instrumento, el clave. Manuel de Falla subraya, en las notas al programa del estreno de su “Concerto” para clave y cinco instrumentos, que compuso esta obra para Landowska, “como homenaje a su arte genial, a su noble apostolado y a su obra de resurgimiento del clavicémbalo, sin la cual este admirable instrumento no tendría hoy otro interés que el de una curiosidad de museo”. positor Vincent d’Indy y el organista especialista en Bach, Albert Schweitzer, con la música barroca. La obra para clave de François Couperin y de Jean-Philippe Rameau hacen el resto para despertar en Wanda un amor para toda la vida por el repertorio barroco y por dicho instrumento. Wanda Landowska nace en Varsovia el 5 de julio de 1879 en el seno de una familia judía que se convirtió al catolicismo. Su padre, Marian Landowski, era abogado y su madre, Eva Lautenberg, era lingüista y ensayista, hablaba seis idiomas y fue quien tradujo las obras de Mark Twain al polaco. El siguiente paso que dio la llevó a investigar de manera exhaustiva el diseño del clavicordio. La mayor parte de los modelos con los que pudo trabajar se encontraban en museos, con la dificultad (a diferencia del mercado de construcción de pianos) de que se diferenciaban mucho unos modelos de otros, pues los construían artesanos de manera individual, no estableciéndose de esta manera un prototipo único o generalizado, encontrando grandes diferencias en el tamaño, el número de juegos de cuerdas (de uno a cuatro), el número de teclados (uno o dos), así como en otros aspectos técnicos. Wanda se mostró como una niña prodigio, ofreciendo su primer recital de piano con cuatro años. Estudió en el Conservatorio de Varsovia con los profesores Jan Kleczynski y Aleksander Michakowski, y aunque en aquella época se interpretaban sobre todo obras para piano creadas en el siglo XIX por compositores como Chopin, sentía una gran atracción por la música de eras más tempranas cuando la oía, que era en raras ocasiones, pues aunque Johann Sebastian Bach (1685-1750) ahora sea considerado uno de los mayores compositores de la historia, su música fue olvidada a finales de dicho siglo. También descubrió en esta época la música para clavicordio de Rameau. En 1896, tras graduarse en el Conservatorio, su madre la envía a estudiar piano y composición a Berlín con los afamados profesores Moszkowski y Heinrich Urban respectivamente, y allí conocerá al que fuera su marido, el escritor y folklorista polaco Henry Lew. Juntos se trasladaron a París en 1900 y se casaron allí. París y sus museos la ponen en contacto con los instrumentos de época. El com- 24 De esta época datan sus publicaciones “Sur l’interpretation des oeuvres de clavecin de J.S. Bach” (1905) y “La musique ancienne” (1909), que provocaron una gran polémica debido a que contradecían a los que tenían la idea, tan extendida por entonces, de que el clave solamente tenía un interés histórico. En 1912 presenta un clave de dos teclados, elaborado según el modelo de uno de los ingenieros de Pleyel bajo su supervisión, en el Festival Bach de Breslau, Alemania. En 1913 la contratan para dar clases de clave en la Hochschule für Musik de Berlin. Al terminar la I Guerra Mundial, participa en la representación de la “Pasión según San Mateo”, tocando la parte del continuo al clave. En 1919 su marido muere en un accidente de tráfico, lo que hace que Landowska INTERMEZZO WANDA LANDOWSKA y el resurgimiento del clave deje Alemania, ofreciendo varios conciertos por Suiza y España antes de volver a París como profesora de la Ecole Normale de Musique. Los efervescentes años 20 en la capital francesa marcan, con la década siguiente, el punto álgido de su fama. La gira de 1923 por los Estados Unidos y sus primeras grabaciones para el sello Víctor así lo atestiguan. En 1933 graba las “Variaciones Goldberg”. En esta época conoce a Denise Restout (1915-2004), compañera de estudios y magnífica profesora de interpretación barroca alemana y francesa para clave; más tarde su editora y acompañante hasta su muerte. Fundó en 1925, en Saint-Leula-Forêt (cerca de París), su Ecole de Musique Ancienne (Escuela de Música Antigua), que consiguió rápidamente un gran reconocimiento internacional: entre sus discípulos podemos citar a músicos del prestigio de Clifford Curzon, Ruggero Gerlin, Ralph Kirkpatrick o Aimée Van de Wiele. En 1940, ante el avance de las tropas alemanas y debido a sus orígenes judíos tuvo que abandonar París, y, después de pasar año y medio en el Sur de Francia se trasladó a Estados Unidos, donde vivió en Nueva York por un tiempo. Su primer recital importante en Norteamérica lo da en febrero de 1942 en el Town Hall de New York, y le supuso el espaldarazo definitivo. A partir de ahí el sello RCA Víctor quiere grabar sus interpretaciones, entre ellas las 48 piezas que integran el “Clave bien temperado” de Johann Sebastian Bach. El éxito le permite mudarse a una casa de campo en Lakeville, Connecticut, donde morirá el 16 de Agosto de 1959. A través de sus giras de conciertos en Europa, Asia y Estados Unidos, sus grabaciones discográficas y su actividad pedagógica, Landowska fue una pionera del renacimiento de la música antigua y del clave, pero tuvo también el gran mérito de impulsar un nuevo repertorio para su instrumento, que se enriqueció, en particular, con dos obras maestras a ella dedicadas: el “Concerto” de Falla (1923-26) y el “Concert champêtre” (1927-28) de Francis Poulenc. Bibliografía: – Restout, Denise, ed., Landowska on Music, Stein and Day, 1964. – Sadie, Stanley, ed., The New Grove Dictionary of Music and Musicians, 2nd ed., Macmillan, 2001. – Gallego Morell, A. Sobre Falla. Universidad de Granada, 1999. 25 INTERMEZZO La interpretación pianística de Beethoven LAURA LARA MORAL. Pianista acompañante del Conservatorio Superior de Música de Málaga. Interpretar una obra de Beethoven al piano supone para el intérprete un gran reto si queremos ser coherentes con la autenticidad histórica y con las intenciones del autor. Esto no significa que debamos reproducir la supuesta sonoridad para la que fue escrita la pieza, sino restablecer la idea musical de su obra para recuperar su fuerza expresiva. Descubrir la esencia musical de las obras de Beethoven o de cualquier otro compositor es una ardua tarea y debemos hacer un estudio minucioso de las fuentes directas o indirectas, la organología de la época y algunos factores musicales cuya interpretación cambia dependiendo del estilo, como son las ligaduras, las dinámicas, pedalización, ornamentación, tempo, etc. En este artículo analizaremos detalladamente algunos de estos parámetros, aportando datos históricos que nos faciliten acercarnos a la idea musical de Beethoven y su obra. LAS FUENTES Analizar detenidamente la partitura autógrafa, si tuviéramos acceso a ella, podría ser de gran utilidad para el intérprete. Muchas ediciones posteriores han ido añadiendo nuevas indicaciones o cambiando las originales, por ello debemos siempre recurrir a la primera edición o a otras que respeten todas las intenciones del compositor, como las Urtext. Otro tipo de fuentes son aquellas denominadas “indirectas” o “secundarias”. Encontramos así las noticias de prensa relacionadas con Beethoven, las ediciones posteriores supervisadas por alumnos suyos como Czerny, el cual habla sobre su maestro de manera detallada en los Capítulos I y II de su obra “El arte de tocar las antiguas y modernas obras de piano”. El problema de las ediciones Según palabras textuales de Nicholas Cook “la partitura oculta tanto como revela, por lo que los intérpretes desempeñan un papel creador y no mera- 26 mente reproductor en la cultura musical”.1 Beethoven fue una de las primeras figuras que intentó sin éxito que los editores publicaran una edición completa y autorizada de su propia obra, rectificando errores y erradicando las contradicciones existentes entre las numerosas ediciones publicadas. De esta manera se definirían de una vez por todas sus intenciones definitivas con respecto a cada una de sus obras. Aunque el plan de Beethoven no pudo consolidarse, sentó las bases del proyecto más ambicioso de la musicología del s. XX: la publicación de ediciones autorizadas, labor que prosigue en la actualidad. Existen diversos problemas con los que deben lidiar los musicólogos, ya que existe una multiplicidad de fuentes, especialmente de la música antigua, y estas son a veces imperfectas, incompletas o contradictorias. En otros casos la música se conserva en una serie de versiones y todas ellas son “auténticas” de uno u otro modo. Estos problemas son imposibles de resolver si pensamos que todos los compositores aspiraban en todo momento a una sola versión autorizada de sus obras que perduraría a lo largo de la historia convirtiendo en falsas el resto de ediciones. Citando de nuevo palabras textuales de Cook: “Liszt tendía a tocar su música de modo ligeramente diferente todas las veces. (…) Corría un chiste que decía que sus mejores interpretaciones eran aquellas en las que tocaba a primera vista, porque ésa era la única vez en la que tocaba la música tal y como estaba escrita”.2 ORGANOLOGÍA DE LA ÉPOCA Para tener una visión más exacta de las preferencias de este artista en lo que a instrumentos de teclado se refiere, revisaremos cronológicamente los instrumentos de este genial músico. A pesar de que tuvo sus primeras experiencias musicales con un clavicordio o un clavicémbalo, su encuentro con el pianoforte no se haría esperar. Los primeros pianos de que dispuso en su juventud fueron un piano Stein, que recibió del conde Waldstein, y otro Walter. Este último fue el instrumento que Czerny encontró en 1801 en casa del “maestro”, cuando a sus diez años de edad tocó por primera para Beethoven. INTERMEZZO Piano Broadwood de finales del s. XVIII. La interpretación pianística de Beethoven Aunque también aparecen otros pianos mencionados en sus cartas, como dos pianos vieneses de las marcas “Herr Pohack” y “Herr Moser”, fue en 1803 cuando Beethoven fue sorprendido con un regalo inesperado: “un piano en forma de clavecín” del constructor parisino Sebastian Érard. A pesar de que el músico no estuvo muy cómodo con este instrumento desde el principio, se lo quedaría hasta 1825. han sido sustituidas por otras y hoy en día no siguen vigentes. Por ello, debemos retroceder en el tiempo para llegar a conocer estas normas no escritas. Ya en 1814 recibió un pianoforte fabricado por S. A. Vogel en Hungría y en 1815, otro fabricado por Wenzel Schanz. Aunque este fabricante de pianos era el preferido de Haydn, Beethoven no tardaría en mostrar su rechazo. La articulación también era un aspecto muy a tener en cuenta, sobretodo en esta época. El legato implicaba ejecutar varias notas sin separación entre ellas. Cuando el compositor indicaba non legato se debían interpretar las notas lavantándolas un poco antes de su duración completa. El staccato significaba acortar la duración de las notas (aún más que el non legato) y el portato, además de implicar una ligera separación de las notas, suponía enfatizar cada una de ellas. Años más tarde, en 1818, recibió un piano inglés Broadwood y, en 1825, adquirió su último piano, un pianoforte vienés de la marca “Graf”, del que no pudo disfrutar debido a su ya avanzada incapacidad auditiva. De todos los pianos que pasaron por las manos del gran músico, la mayoría eran de fabricantes vieneses, como Stein y Streicher, aunque también hemos citado otros constructores muy famosos de la época como Vogel de Hungría, Érard de París y Boadwood de Inglaterra. Esto puede dar lugar a malentendidos, ya que la mayoría de los pianos que poseía eran regalos de los fabricantes más famosos de la época que veían en el gran compositor la mejor manera de hacer propaganda de sus propios productos. Como último apunte, debemos señalar que las exigencias de este compositor sobrepasan las posibilidades de todos los instrumentos de teclado de su época. LA INTERPRETACIÓN HISTÓRICA DE SU MÚSICA Convenciones no escritas En este periodo estilístico, al igual que en épocas anteriores, existían unas convenciones que no estaban recogidas en ningún documento escrito como tratados o métodos, y sin embargo eran conocidas por los intérpretes de la época. Debido al paso de los años, estas convenciones Beethoven enfatizaba mucho ciertos aspectos musicales, como resaltar las notas de tiempo fuerte o sus divisiones, así como las notas disonantes, suspensivas, sincopadas, cromatismos y notas que sobresalen de la melodía. Las ligaduras también implicaban una manera de tocar específica para él. La primera nota era enfatizada y la última, aligerada. Esto ocurre por norma general, aunque lo ampliaremos en el siguiente punto a tratar. En pasajes con escalas y arpegios se daba con mucha frecuencia lo que denominamos “melodía subyacente”. Para destacar estas melodías que no apreciamos a simple vista podemos mantener estas notas más allá de su duración. A partir de la época de Beethoven surge un término hasta ahora desconocido, denominado ultralegato. Los sonidos se prolongaban más allá de la duración que sus figuras señalaban, solapándose con la siguiente nota. Dinámicas Respecto al uso de indicaciones dinámicas hay que hacer especial énfasis en el gran uso que Beethoven hizo de ellas, superando en gran medida a sus predecesores y contemporáneos. En sus últimos trabajos, estos signos aparecen más y con una amplia gama de variedades. Aún así, parece que el uso de inflexiones dinámicas cuando él mismo tocaba era mayor que las que quedan reflejadas en sus ediciones. Las numerosas sugerencias interpretativas de Czerny, alumno suyo que tuvo un prolongado y cercano contacto con Beethoven, corroboran este hecho. De cualquier modo, el intérprete debe saber que Beethoven usaba sus signos dinámicos juiciosamente y con moderación. Su rango dinámico iba desde ppp hasta ff. El uso del ppp apareció por primera vez en el final de su sonata op. 57/i. 27 INTERMEZZO Por último, una de los recursos musicales más representativos de este músico en lo que a dinámicas se refiere, es el llamado piano de Beethoven. Consiste en un crescendo que no nos conduce hacia la nota más fuerte, sino a una nota inesperada más suave. Pedalización Si tenemos en cuenta las indicaciones de pedal que Beethoven dejó en sus partituras autógrafas parece que el uso que hacía del mismo era poco frecuente. Pero esto dista mucho de la realidad, ya que los escritos de la época y de sus propios alumnos se reflejan todo lo contrario. Aunque en esta época el pedal generalmente no se usaba para ligar sonidos, ya que esto se realizaba mendiante el legato de dedos, y el pedal sincopado no se generalizó hasta mediados del s.XIX (en esta época el pedal armónico, referido al uso de un pedal nuevo para cada armonía, solía ser rítmico y se cortaba un poco antes de cada nueva armonía), sí que se dan algunos casos en los que se permite la mezcla de sonidos. En obras de Beethoven encontramos algunos ejemplos de este uso tan particular del pedal, como en el primer movimiento de su Sonata op. 27 nº 2, conocida como Claro de luna, donde las indicaciones originales implican mantener un mismo pedal durante casi todo el movimiento, a pesar de los cambios armónicos que se producen. Ornamentación La figura de Beethoven supone una transición que nos conduce desde el Barroco Tardío y Preclasicismo hasta el Romanticismo en muchos aspectos. Uno de ellos es la ornamentación, que comienza a sustituir los signos abreviados por su escritura en valores regulares. La interpretación pianística de Beethoven La ornamentación de sus obras ya está anotada en su partitura y no deja lugar para la improvisación del intérprete. El tempo Para este compositor la elección del tempo era el factor más relevante a la hora de interpretar su música, ya que tenía una gran repercusión en el carácter general de la obra. Recibió con gran entusiasmo el invento del metrónomo realizado por Mälzel en torno a 1813, y dejó metronomizadas sus 9 Sinfonías. Con estas indicaciones quería expresar con más precisión el carácter general de la obra, en particular el tempo inicial, aunque este pudiera sufrir ligeras fluctuaciones en su desarrollo. Las posteriores metronomizaciones de Czerny y Moscheles pueden servirnos de guía a la hora de interpretar las obras para piano de Beethoven3. POSTLUDIO Con este artículo no se pretenden dar recetas infalibles para interpretar una obra de Beethoven al piano. El estudio minucioso de todos los parámetros citados anteriormente daría lugar a varios libros, no a un breve artículo. Los problemas planteados anteriormente, algunos de ellos sin solución a simple vista, no deben ser objeto de desánimo para el intérprete sino un aliciente para profundizar en el asunto y descubrir todas las fuentes que tenemos a nuestro alcance. Se trata de una ardua tarea si queremos ser coherentes con los aspectos históricos que rodean a la obra, pero ¿quién dijo que ser músico fuera fácil? Notas: 1 “De Madonna al canto gregoriano”, libro escrito por Nicholas Cook, página 107. 2 “De Madonna al canto gregoriano”, Nicholas Cook, página 117. 3 Ver páginas 355 hasta 361 del libro “Performance practices in classic piano music” de Sandra P. Rosemblum. En estas páginas se encuentran las tablas con las metronomizaciones de las sonatas de Beethoven, según Moscheles, Czerny y Haslinger. Bibliografía: – Cook, Nicholas: De Madonna al canto gregoriano. Alianza Editorial, Madrid, 2001. – Newman, William S.: Beethoven on Beethoven. Norton & Company, USA, 1988. – Rosenblum, Sandra P.: Performance practices in classic piano music. Indiana University Press, Blooming- ton & Indianapolis, 1991. – Schoenberg, Harold C.: The great pianists. Simon & Schuster, New York, 1987. – Banowetz, Joseph: El pedal pianístico. Ediciones Pirámide, Madrid, 1999. 28 INTERMEZZO Paralelismo FALLA-TURINA ¿Antagónicos o complementarios? MARÍA YOLANDA GALINDO BENÍTEZ. Licenciada en Musicología y Profesora de Orquesta del Conservatorio Profesional de Música “ Manuel Carra” de Málaga. dos músicos se inclinan por la “Música de salón” y componen obras de corte romántico para Piano “ Serenata Andaluza” de Falla y “La Danza de los Elfos” y “Las Variaciones sobre cantos populares” de Turina. En el año 1905 Turina llega a París buscando perfeccionar su estilo compositivo y conocer las nuevas tendencias musicales. Su amigo llegará a la capital gala dos años después. Allí ambos conocerán la música de Ravel y Debussy por un lado, D’Indy y Faurè por otro y un Albeniz que defiende la vena española. En París sus maestros y centros de estudios musicales forjarán su estilo. Falla estudia en el Conservatorio y su influencia más directa es el impresionismo.Turina matriculado desde 1905 a 1913 en la Schola Cantorum con Vicent D’ Indy, por tanto recibe influencias Franckianas y entre ambas tendencias con una postura neutral están: Dukas y Fauré. Si hay que destacar un acontecimiento relevante es el encuentro Falla- Turina- Albeniz, en el año 1907, es el momento en el que nace la música española con sello propio basado en nuestra música popular y especialmente andaluza. JOAQUÍN TURINA Manuel de Falla y Joaquín Turina son dos figuras claves del siglo XX musical. Dos compositores con raíz andaluza y una andadura profesional similar. Un mismo marco geográfico como escenario común, punto de partida y referencia a lo largo de su vida musical. Cádiz y Sevilla en su primera etapa de estudio, su siguiente etapa madrileña les permitirá conocer las tendencias y carencias del panorama musical español. Una España marcada más por la ópera y zarzuela que por el sinfonismo. Turina hace sus pinitos en el género “chico” con “La Sulamita” de 1902 mostrando así su aceptación a la música de origen popular pero en esta etapa los Esta nueva tendencia no solamente fue seguida por compositores españoles sino que irradió a toda Europa y los ejemplos de ellos son numerosos: “Carmen” de G. Bizet, “Iberia” de C. Debusssy, “Rapsodia Española” de M. Ravel o “España” de Chabrier. Esta misma tendencia también se refleja en la obra de Turina “Sonata Española” para violín y piano en 1908 y el mismo año y en la misma línea Falla compone “Sevilla” para piano. El respeto entre ellos siempre existió aunque cada uno tuviese su propio estilo: Falla continuador de Pedrell y Debussy y Turina de Albeniz. La primera guerra mundial hace que retornen de París a Madrid y a su regreso estrenan “La vida Breve” Falla y “Margot” Turina. Las dos obras del libretista Martínez Sierra y sin demasiada acogida. 29 INTERMEZZO Paralelismo FALLA-TURINA ¿Antagónicos o complementarios? La relación se reconduce el 20 de Marzo de 1930 con motivo de un doble nombramiento: Falla “Hijo adoptivo” de Sevilla y Turina “Hijo predilecto”. Al año siguiente ambos formarán parte de la Junta Nacional de Música que es el germen de la posterior Comisaría Nacional de la Música de 1940 formada por Turina, Otaño y Cubiles. Las obras de Falla y Turina eran repertorio de un mismo concierto en Noviembre de 1939 y dirigidas por Turina y Turina había presentado a su amigo Falla como máximo exponente de la música Hispana en las conferencias realizadas en La Habana en 1929. Falla muere dos años y cuatro meses antes que su inseparable amigo Joaquín Turina, que fallecía el 14 de Enero de 1949. MANUEL DE FALLA Falla recomendaba las obras de Turina en las programaciones de las Orquestas en las que podía influir como sucedió con la Orquesta Bética en el año 1923 y escribió el prólogo de la Enciclopedia abreviada de Turina. Su amistad superaba la distancia geográfica; en 1920 Falla regresa a Granada y Turina continúa en Madrid. Este hecho enfría la relación pero no la rompe en ningún momento a pesar de haber tenido algún malentendido causado por comentarios de Turina sobre la calidad musical de la madera de la Orquesta Bética. Unidos por una misma profesión y también por lazos de amistad que los llevaron a mantener un estrecho contacto a pesar de sus diferentes personalidades: la seriedad e introversión de Falla contrastaba con la alegría y el humor de Turina como cara y cruz de una misma moneda. ¿Antagónicos? o mejor, ¿Complementarios?. Ambos mantuvieron su personalidad, sus raíces, sus estilos, su formación, su carácter, su carrera, su propia visión musical desde dos perspectivas distintas; más libre y antigermánico Falla y más estructural y pintoresco Turina. Por encima de todo ello, una vida paralela en el terreno humano marcada por su profunda amistad y en el aspecto profesional, unidos por su gran vocación: La Música. Bibliografía: - Pérez Gutiérrez, Mariano. “Falla y Turina a través de su epistolario”. Ed. Musicalia - Sopeña, Federico.”Joaquín Turina”. Editorial Nacional, Madrid, 1 Ed. 1943. - Morán, Joaquín.”Joaquín Turina a través de sus escritos”. Alianza Música. - Iglesias, Antonio. “Escritos de Joaquín Turina”. Editorial Alpuerto. S.A. Madrid. 1982. 30 INTERMEZZO Con motivo de la creación de la SUN SYMPHONY ORCHESTRA (SSO), entrevistamos al Presidente de la misma y profesor de Violín Entrevista realizada por JAVIER FLORES, profesor de Fundamentos de Composición del Conservatorio “Gonzalo Martín Tenllado”. Javier Santiago es profesor de violín y compositor. Músico de amplia formación, desarrolla su labor docente en distintos conservatorios de Andalucía desde hace 20 años; como intérprete ha colaborado con diversas agrupaciones orquestales y de cámara, y como compositor ha estrenado varias obras teatrales y música de cámara. Actualmente es profesor de violín del Conservatorio Profesional de Música “Manuel Carra” de Málaga y actual presidente de la Sun Symphony Orchestra. – ¿Cómo nace o de donde viene la idea de crear una orquesta sinfónica? – La Sun Symphony Orchestra (SSO) nace en Alhaurín de la Torre por el impulso de una serie de personas, profesores de música, melómanos y padres de alumnos, grandes amantes de la cultura y de la música, convencidos de que el sonido más bello del mundo es el de una orquesta sinfónica. – ¿Para qué tipo de músico está pensada y cuál es su enfoque? – La orquesta está enfocada como complemento y promoción de los jóvenes intérpretes, donde intentaremos hacer una labor amplia, sin desligar la praxis interpretativa de la técnica instrumental o de la teoría, e incluso del desarrollo personal; la música siempre ha sido un gran vehículo para desarrollar la buena convivencia, para despertar sentimientos de colaboración, una parte principal de ese humanismo verdadero que todos queremos para nuestros hijos. No es posible desear una sociedad próspera sin apoyar la cultura. Todo país avanzado tiene estructuras culturales de primer orden. Nosotros queremos aportar un ladrillo más a las estructuras musicales de la costa del sol con esta iniciativa. No olvidamos el aspecto formativo, pero tampoco el lúdico: independientemente de los conciertos, se llevarán a cabo actuaciones con- cretas en los aspectos formativos (cursillos, directores invitados, concertistas, viajes, giras internacionales, etc.), pero de una manera activa e integradora con todos los participantes, intentando que las distintas experiencias formen un todo que permita a los socios crecer en música. – ¿Qué objetivos y proyectos se tienen previstos? – Nuestra asociación va a tener como principal función el desarrollo y fomento de esta parcela interpretativa, por medio de la creación de una orquesta sinfónica juvenil y de un coro en Alhaurín de la Torre; queremos unirnos a esta corriente imparable que viene desarrollándose en España en los últimos años, y que en Málaga tiene ya buenos y variados frutos. No queremos que se nos miren como competencia para nadie, ni mucho menos; nuestro propósito es que toda la comunidad se beneficie, desde los futuros instrumentistas profesionales, que van aquí a tener un excelente banco de pruebas, hasta los miembros del coro, gentes de toda edad que sólo tienen el deseo de hacer y difundir buena música; pasando por la figura del público, que se verá inundado de armonías de toda índole cuando esto comience. – ¿Cómo va a funcionar esta orquesta? – El criterio primero será la formación integral del músico. Por otro lado, pretendemos convertir- 31 INTERMEZZO nos en un apoyo fuerte de promoción, realizando todo tipo de colaboraciones con instituciones, conservatorios, orquestas, etc. Este pueblo cuenta ya, entre otras cosas, con una escuela de música, un festival de jazz, un curso de jazz y unas jornadas de música contemporánea. La aparición de la orquesta y el coro va a representar un aldabonazo importante en la dinámica musical de Alhaurín. Pero no estamos cerrados a nadie, nos interesa la comunicación y la participación de todos, alumnos, profesores, amantes de la música, autoridades, comercios. Estamos abiertos a vosotros. – ¿Dónde vamos a poder escuchar esta orquesta y para cuando? – Alhaurín de la Torre es un gran pueblo que viene apoyando la música desde hace mucho tiempo; es una apuesta desinteresada y comprometida. Desde nuestra asociación queremos que sea el primer pueblo de la provincia que cuente con una orquesta sinfónica, la Sun Sym phony Orchestra, con vocación de permanencia internacional. 32 SUN SYMPHONY ORCHESTRA (SSO), La asociación quiere también invitar a todos aquellos amantes de la música para que se animen a participar o a colaborar como socios en este hermoso proyecto. Para ello podéis escribirnos a: [email protected]. Conclusión El fenómeno musical tiene un sustento muy importante en la interpretación, sin ella no es posible recrear obras en toda su plenitud. Como decía Monique Deschaussees, el hom bre está ávido de belleza, es como una necesidad que lo impulsa a buscar la plenitud, y la música es, sin duda alguna, una de las vías más singulares para ello. Serán bienvenidos todos aquellos que amen la música. Por ello quiero animar a los futuros músicos profesionales de Málaga y su provincia a participar y colaborar con la orquesta, y a todos los que les gusta cantar que se adhieran al coro. Esta iniciativa extraordinaria no es sino el comienzo, y con ello quiero decirles que nuestra intención es de permanencia y de altruismo, pero también de valor y aventura, de optimismo por el futuro, de fe en la música y en su poder de transformación y mejora. INTERMEZZO ¿Virtuoso o Pecaminoso? JUAN LUIS MORILLA PÉREZ. Actualmente imparte clases de guitarra eléctrica en el Centro de Música Moderna de Málaga. Actualmente cualquier chaval puede saber más matemáticas que Pitágoras pero en guitarra eléctrica 2000 años de evolución matemáticas se refleja en 50 años y algunos de los “Pitágoras guitarrísticos” están vivos y son venerados. Aunque son de admirar por crear un estilo y/o componer grandes temas a pesar de tener vicios técnicos que los limitan o limitaban (en algunos casos) hay que claudicar ante la evidencia de que están superados técnicamente (aunque no históricamente). Las revistas especializadas en guitarra eléctrica defienden a esos “Pitágoras guitarrísticos” con “a veces menos es más” y es cierto, pero no advierten que ese “menos” que ofrece el guitarrista del reportaje o entrevista nunca llegará a “más” porque tiene vicios técnicos (a no ser que practique como un loco –quitando tiempo a otras prácticas guitarrísticas– y aún así muchos no podrán). Si quiere ver virtuosismo busque en Internet el tema “Jumpin’ Jack” tocado por Stanley Jordan y véalo hasta el final (la técnica empleada es tapping) o ponga la palabra speedpicking en un buscador de Internet y verá perfectos desconocidos (en ocasiones ni se les ve la cara) tocando a una velocidad vertiginosa (la técnica empleada es picking, en español: “técnica púa”). continuación de púa p úa”) ”). A co cont n in inua uaci ción ó busque fingerpicking en especial “efecto espe eci cial al “ef “efec ecto to o arpa”. arp rpa” a”.. Ahora ¿qué piensa cuando cuan cu ando do periodista presenta un p e iodista pr er pres esen enta nta a a un un guitarrista guit gu itar arri rist staa como como virtuovir irtu tuotu os y eess má so máss le lento que que una un na tortuga tort tort to r ug ugaa sin sin agua? agua ag ua a? Aunque Aunque tocar con excelencia un tema lento forma parte del virtuosismo, pero también incluye la velocidad ¿Va a defender con “relativismos” al guitarrista? Pues bien, todavía no existe (que yo sepa) alguien que toque a nivel 10 estas 3 técnicas (para percibir a que nivel técnico, del 1 al 10, tiene un guitarrista ayuda de sobremanera haber estudiado una carrera de música clásica por que están mejor definidos los niveles) con lo cual deberá decirse que: Stanley Jordan es virtuoso de guitarra eléctrica en la especialidad de tapping. Eso es lo correcto. Punto. Pero no significa que todos los temas que toquen tenga ese nivel de virtuosismo. Los virtuosos de la música clásica si suelen tocar todas las obras de un concierto de nivel virtuosístico (si son solistas). Además en la música clásica no hay tanta condescendencia y no basta que la obra a tocar sea virtuosística sino que además tiene que tocarla de forma excepcional para que el músico sea considerado virtuoso. Es muy común que la diferencia sea la calidad del sonido que el músico saca del instrumento (y en instrumentos acústicos esa diferencia es muy difícil de obtener). Es cierto que la idea compositiva es más importante tienes máss posibilidades d de un ta tant ntee pe pero ro ttie iene ness má m e serr u n profesional sion si o al de guitarra eléctrica y vivir viv ivir ir de d ello que que tener ten tener er buenas colocarlas bu uen e ass ideas musicales y poder colocar arla la as en eell mercado. merc rc cad ado o. 33 INTERMEZZO En música clásica es inconcebible que un guitarrista sea considerado uno de los mejores del mundo teniendo un pésimo y/o insuficiente nivel técnico porque quien determina quien es un virtuoso (y quien no) son los expertos. Y aún así en cuanto a guitarra eléctrica hay que a n darse con ojo; recientemente un colega me mostró un artículo que hablaba del estilo de un famoso guitarrista de blues favorito suyo, al ver quien lo firmaba le dije: “Es uno de los mejores guitarristas de jazz de España” y él me sonrió ampliamente..., posteriormente leí el artículo decía que el guitarrista de blues en cuestión es un gran virtuoso y le dije al colega: muchos músicos de jazz no tienen en cuenta a los metaleros (¿posibles desavenencias?) pues muchos de ellos son virtuosos especialmente en la técnica de púa y tu guitarrista favorito no lo es ni tampoco el que lo cualifica como tal, además no es característica de los guitarristas de blues (ni falta que les hace). Entonces ¿Qué fue necesario en la música de jazz, metal, rock, blues,... para que un guitarrista sea considerado un virtuoso sin serlo?: 1º. “Gustan sus composiciones (al menos a una minoría abundante); 2°. Fue un innovador, 3°. Los periodistas no son expertos en técnica de guitarra pero se les prestan oídos y más cuando coincide con los sentimientos del oyente, 4°. La mayoría de las personas desconocen el nivel técnico de los guitarristas, 5°. Las revistas especializadas no te lo aclara por no poner “en evidencia” a guitarristas consagrados que (y me reitero) son de admirar por crear un estilo y/o compusieron grandes temas a pesar de tener vicios técnicos que los limitan o limitaban (en algunos casos) pero están superados técnicamente (aunque no históricamente) 6°. Por intereses varios. Las típicas observaciones que no vienen a cuento y que se hacen a modo de defensa del orgullo 34 ¿Virtuoso o Pecaminoso? malherido por no que uno está conalgo durante saber encajar fundido en años (con la consiguiente sospecha de que posiblemente no sólo se esté confundido en eso): a) “yo no he oído a nadie tocar como menganito (guitarrista eléctrico consagrado)”; sólo tienes que comprar una revista de guitarra eléctrica (como Guitarra Total) y encontrarás como imitan a guitarristas consagrados lo suficientemente bien como para que sólo un músico acostumbrado a escucharlo pueda darse cuenta que no es él guitarrista consagrado y mayormente porque la guitarra y equipo que usan es diferente; b) “Es que mengano ‘transmite’ y zutano no”. Es lo más importante, si un músico no transmite su ‘virtuosismo’ queda más como actividad circense (y tiene su mérito) pero también puede ser que no te guste su estilo y aunque transmita, el receptor no lo percibe; y esta si viene a cuento y la hace algún guitarrista aficionado: c) “yo he visto tocar muy rápido de formas diferentes”. Una vez vi por Internet a un guitarrista muy rápido y el presentador decía que practicaba 16 horas diarias (quizás le dan de comer mientras practicaba). La cosa es que he visto guitarristas muy rápidos y no practican tanto, sólo que no tenía ningún vicio técnico. También hay guitarristas que se ayudan de los ligados pues permite tocar varias notas con una sola pulsación y dan la sensación de que pulsan muy rápido. En todo caso el consejo que doy a los principiantes es que no sólo se centren en tocar “tropecientas” o “chorrocientas” notas por segundo sino que se preocupen también de otras facetas virtuosísticas y de aprender estructura (armonía) musical moderna y que la técnica debe estar al servicio de la música y no al revés. Dentro del virtuosismo entra la expresividad que es un puente hacia el público mientras que el virtuosismo sin expresividad (que no lo considero virtuosismo sino habilidad circense sin mérito) crea un abismo entre intérprete y público generalmente. Por eso habitualmente al profano le parece “mejor” guitarrista el no virtuoso expresivo que el que ha adquirido un elevado nivel técnico pero que no llega a ser virtuoso por falta de expresividad. agenda musical • CONVOCATORIAS: CONCURSOS Y PREMIOS - XXX Concurso de Piano Ciudad de Linares “Marisa Montiel” 2011: 12, 13 y 14 de mayo en Linares (Jaén). Límite de inscripción: 18 de abril 2011. Organiza: Área de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Linares. Telf. 953692057. - Concurso de Piano Antón García Abril: Teruel, 5,6,7 y 8 de mayo de 2011. Concurso Internacional. Información y bases: Telf. 978611451 www. concursodepianoantongarciabril. com - IX Concurso Internacional de Violín “Pablo Sarasate”: Septiembre de 2011. De 15 a 27 años de edad. Fecha límite de inscripción: 4 de mayo de 2011. - XVII Concurso Internacional de Piano “Donostia Hiria Ciudad de San Sebastián”: marzo de 2011. De 17 a 26 años. Información: Telf. 943481150 [email protected] - XIII Concurso de piano Ría de Vigo 2011: del 1 al 3 de abril 2011. Límite de inscripción: 18 de marzo. Información: www.concursopianovigo.es - Concurso Internacional Juventudes Musicales de España: del 16 al 20 de junio de 2011. Modalidades: flauta, oboe, clarinete, saxofón, trompeta, trompa, acordeón. - XVII Concurso Internacional de Piano Ricardo Viñes: del 3 al 7 de julio de 2011. Lleida. Información: www.paeria.es/auditori/ cricardvines/index_cas.htm • CONCIERTOS: - Auditorio de Zaragoza. XVII Temporada de Grandes Conciertos de Primavera: febrero a junio de 2011. www.auditoriozaragoza.com INTERMEZZO PAULA CORONAS - Orquesta Filarmonía. Temporada 2010/11. Música Española: Música de cine: 31 de marzo de 2011. Auditorio Nacional. Sala Sinfónica. Información: www.orquestafilarmonia.com - Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE. 11 de marzo: Carlos Domínguez-Nieto, director. Obras de Monsalvatge, Rodrigo, Ravel y Prokofiev. Teatro Monumental de Madrid. - Auditorio Nacional de Madrid: 1 de marzo 2011: Juventudes Musicales de España, organiza. Lang, Lang, piano. Obras de Bach, Schubert, Chopin. Telf. Información: 913370140 - Inauguración Nuevo Auditorio “Antón García Abril” de Baza (Granada): 11 de marzo 2011. Paula Coronas, piano. Cuarteto de cuerda, profesores de Baza y Sevilla. 35 INTERMEZZO 36