-60— del camino ide lea bodegas, Colombia, que tiene a su turno que hacer su comas de importa u por el Ia&ó ipderto de Maracaibó, itodando en la Aduana, ya estando ésta en San C&rlos o en otro punto, puntos todos venezolanos, tendna que esforzarse, icon mayor raron, por etanciparse de esa Aduana i de todo el tránsito; 1 miéntras que esto no pueda lotarse, el simple buen sentido le aconseja que conserve al m4nos algun punto del trayecto total bajo su Jurisdiecion, como un medio de influencia en el movimiento jneraL »te bjero contrapeso, tal vez tainbien. es provechoso a la misma produocion venezolana de las poblaciones aledaZas, porque contribuye a darle seguridad i consiguientemente mayor conAla apandan de uña facción dominando, aunque Bes o» las transacciones. transitoriamente, la navegacion del rio o del laqo,ofreoe él trayecto del camino colombiano de San José un lugar de asilo i segundad. 1 como i Do se impone a la produccion venezolana ningun derecho que no se cobre a la produccion colombiana, i ese derecho está calcado sobre los costos del camino i las necesidades de Ira consertacion, no ha¡ sino una consideracion de vanidad o un pensamiento oculto de hostilidad, (flO puedan exijir tan premiosamente la construccionde otra via de tráfico, dentro de una zona que no tendria dos leguas de diferencia. El comercio ce por su naturaleza neutral: su aspiracion constante es la ~,Mi la tendencia a la armonía. Es independiente de la nacionalidad, va por donde se le ofrecen mas ventajas i gusta del equilibrio de los poderes que pueden hoslilizarlo ¿4 demostrado que estó,ieá que el paño de tierra que se disputa ofrece la tuca línea por donde se pueda ntaiizar el camino actual, no solo para que la industria venezolana no tenga para qué recibir servicio alguno de la de Colombia, tenla los productos de los valles de Odcuta a la sino para someter en todo jurisdiocion i prepotencia de Venezuela. dI Gobierno colombiano faltara a sus deberes i mostrsria la mas culpable imprevisión, cediendo o enajenando ese tan r insizuificante paño detierra. 'La posesion inmemorial con los antecedentes mas autorizados, el hecho i el derecho, establecen de una manera inconousilagarantía del uti poasiddia de 1810. Solo un fallo arbitral, dictado conforme a la lel de las naciones, odna autorizar la segregacion. De otro modo, el deber i la previsioirordenanal Gobierno colombiano oosiservartcólumes sus derechos sobre aquel territorio. Ii Muunzo—ANltno L Gvzins. Fa conforme—El Secretario de la Legado; 4. Gonúla 2Welo. MEMORÁNDUM DEL PLENIOTENOIARIO D1 VENEZUELA. Lfles DIVIsORIA VENEZUELA 1 OOIOMBIA, DPflZ LAS CABECERAS DEL RIO TácMra UAffXA EL EZrBE*o oflIENflt tE ERA FBON~ !Yodo lo protocolizado ¿ates de ahora, ya en forma de tratado, oya de alegatosí onconfersneiinçqueda he¡ mui distante delaverdad del derecho del dominio de Venezuela en ese límite, con eaoepoion del informe del miii laborioso e intelijente doctor .JubanViso, que ha precedido al actual Plenipotenciario en SS noble encargo. Lo convenido con el señor Miohelena, que aceptó despues el señor Codazzi en su carta i su Jeoçaff a, está probando que ni uno ni otro tuvieron conocimiente de la real cédula de 15 de febrero de 1786, sobre ereccion de la antigua provinesa de Barinas, i su deslinde del Gobierno de Carícaa, del de Maracaibo, 1 del Vireinato de Santa Fé. • La línea cousentádayor el señor Toro en 1844, que Icé mucho mas perjudical que la del señor Michelena, adolece del error de dejar a la Nueva Granada una arte del territorio de la villa de San Cristóbal, que jamas ha sido disputada. Consistió, sin duda, la docilidad del señor Toro, en haber tomado por: cédula divisora entre la Capitanía jeneral i el Vireinato; laque no era sino de pura demaroeclon de la proScia da 2~n9 solo !os de territorios de la juriedio- -81— Sude Santa Pd, sino tambiet do la provincia de Matacalbo jis deCaz4oaa. 1 esto era visible en los t6hiiinos de la cédula cuando toe: "Deafe las Barrans, siguiendo por la serrania la demarcadon primitiva de Barinas, hasta encontÑr n ¿vio flecoS." No puede esta: mas claro, que en este pasaje la cédula no dealinda sino a Barinas de Maracaibo, por los linderos de San Cristóbal, La Grita i M4rida. La real c4dnla citada no es pertinente a lÇmif,,a entre la Capitanía jeneral 1 el Vireinato, sino cuando separa a Barinas de Casanare, desde las Barrancas del Sarazo al oríjen del Tácliira. Contra aquellos dos errores aparece ha¡ la conviccion del actual Plenipotenciario de Venezuela, fundada en el texto mismo de esa real o6dula de 15 de febre'de 1786, que en su lugar tendráel honor de esponer. En otro grave eiror so ha venido incurriendo respecto de esa línea fronteriza, ya por loe Plenipotenoisrios anteriores de uno i otro Gobierno, i yapor sus jeS grelos, fijando el Apostadero sobre el Meta como punto estre!no al oeste del límite entre Nueva Granada o Colombiael ¡ Venezuela. Este error fuá sospechado por el ¡añ o¡ Cod*zzi cuando dijo: en mapa de Venezuela formado por mí, no hallando ¿locttmMto pifa deteminar bien ¿os límites de esta Be~ »n la Nueva Granada, prolongué La Wzaz del meridiano del Paso del riente," palabras que cita en an JeograEa oficial deColombia el mismo señor Felipe Pérez. Como se verá mas adelante, i encontrar el sefior Murillo comprqbado en los documentos presentados a su eximen, el verdadero meridianp divisorio entre la Ca$tanía jeneral le! Vireinato, estt' a un Vado ¡ dós tercios de otrogrado al occidente del meridiano supuesto por Codazzi, porque el ultimo pueblo de la jonsdiccion de los Llanos del Vireinato, segun confesion oficial de su propio Gobernadar, en 24 de diciembre de 17BZ reqiondiendo al Virei sobre cuáles eran los t4rminos de su junisdiccion, era el de GtwnappJo, ribera izquierda del Mete, corriendo Late ahí de sur a norte, a poco mas del 5.° grado de latitud norte. Marcados estos errores del pasado, qué por tantos años deben haber venido influyendo en el ánimo de los Gobiernos ¡ del pueblo granadino o colombiano, de tina maneta sensible, dificultando aquella dom arcaoiort, seguirá el PlenipotenciaHo de Venezuela contrayéndose al verdadero límite de las dos antiguas junisdiodogma coman del s4s postidetis de 1810, el 71 les dos:Cipibliosa. Empezará, como es debido, por San Cristóbal, o sea por la vertiente orijinal del Téchim &ns Oristdbal fuL fundado en 1561 por el Capitan Juan Maldonado, por oomisioa de la Audiencia ¡ Vireinato de Santa en el sitio que se llamaba fentónces Volle de Santiago. Lis ése tiempo la provincia de Maracaibo, a la cual pertenecia el territorio al Norte i Oriente del Táchira, estaba bajo la juriadiocion del Vireinsto. En 1717 pertenecia San Cr~ a la junisdiccion del Gobierno de Maracaibo con San Antonio, Méri&z, Barinas i La Grita; i en 1776 tenis, ademas, a Fedrama; i con esta integridad fuL segregada la gobernacion de Maracaibo del Viremato de Santa PL en 1777, ¡ agregada a la Ctpitanía jenerai de Caucas. Es, pues, necesario reconocer que la línea de las cabeceras del Túe/tira en el Páramo Tomó, a ¿as Bar~del Harare, ha¡ que tirarla por las crestas de donde nacen loe ños .4mw, Quimrna4 Rio Ñ* Quite, Féte(to s Burgua, tbutarios del Torbes ¡del Uribante, i de allí, por el Sarare a sus Barrancas. Confirma todo esto lo que consta de la visita que hizo el Gobernador de Barinas de su provincia, a fines de 1786. Consta en ella que navegó el Sai-are hasta el p de la ,%nanla de Pamplona. En el plan del camino de los vecinos de Pamplona en 1787 para unir el valls de Labateca con Barinas, los pam1oneses limitaban la parte que les correspondía en La orilla de la tierra riwntuosat pié delatienaaltaoéerranfa. Igual conviccion tenian las autoridades i vecinos de Barinas, lo cual está suficientemente comprobado qon el hecho siguiente, que determina con toda pre- fl cision el sitio Barrancas dci Harare de que trata la Real Cédula de 1786. En 9 de casio de 1787 informa el Comandante 1 Subdelegado de Bes! liación- da de Bariaas, don Fernando Mijares, al Intendente de Venezuela, que "por la justicia ¿ Vecinos dePaniplowz del Reino de &znta;F4 an permiso dat ctcdenilnmo aSar j abrir uncainino desde ¿Valle deLabatez o ¿aloe laus, fln4seestjfrtztandod tierra montuosa i empieza la baja cviindante am los llanos de esta Mata donde &aba la provincia (Barinas) i &s de Casanare." En 4 4j febrero del propio aio(1787) partió de Gusadualito la comision esploradora de la nueva vis, compuesta de 69 hombres al mando de don Antonio Usecbe i que en 13 canoas emprendió la remontada del río Swara en busca del pié de la serranía, hasta donde había de venir la comision de Pamplona, segun estabangonvenidos. Segunel diario qup llevó lacomision, el día l,alas5dela msVssólabocadel'rioNula; elflla4elTucnpidoila del Macaguane. El II. "a donde¿ vio a mas abtndante de aqua, jor estar mas encqjonado." El 18 con mas 4fcultad por lo encajonado a€z do i corrienteviolenta." El 4 "hallando cz ¿ río mucha pisira, «mtinuaá chorreras i miii violentas oon a,nttes, ¿ donde eprincipió a eqperimen* mucho frío, a proporcion que e aproztmaban a la tierra alta." El 15, dice el diario, llegaron "al $d de la serranía?' El 16paaroula boca dblOirá iell y,babiéndose internado a pié un poco mas, i no hallando la cornision de los pamploneses, se detenninó regresar. Señala la comision como p16 dé la serranía el punto a donde habi llegado €1 15; punto que denomina San Zullan, "en elpid de la serranía ¿ por wns(guiáite donde enpina la tierra alta i acabd por aqudiajarte la baja de estos Qanoe que era el convenido pata unirse esta partida con la cte Pamplona, en cuya solicitud prolongaron su viaje dos dios mas.' En comunicaciones del 8 de marzo 130 de abril, participa el Gobernador Mijares al Intendente de Venezuela el resultado de aquella esploracion, acompa Mudo copia del diario de la comision. Siguiendo el Plenipotenciario de Veiezuela lo dispuSo en a real cédula de 1786, i traído ya el exhnen del límite que ella fija desde las Seras do! Táclnra a las barranazs del Sannt, sigue demostrando la cóntinuaqion de esa línea, ¿sacie dichas barranais al vio ficta; 1 para esto le ea indispensable fijar desde luego ese punto del río Mete a donde han de terminar los estrenlos de la jiarisdiccion de Cardoas ide B"&% qué se creaba. La cédula de 6 de abril de 1766 mandó separar del Vireinato la villa do San Jaime, agregándola a la Capitanía jeneral. Ouznpli6 el Virei con esta disposwion, encargándola al Gobernador de Maracaibo, i éste oomision6 a don Pedro Obasiq la entrega i demarcacion. Chaaiu no restituy6 todo lo que debia, dejando a E parte de Barinaa que ent6noee dependia de Santa Fd, como parte de la provin1k cia de Maracaibo, el terreno comprendido entre la Cordillera Camonue» s ¿no Masparro, que era la línea diyidente entre las jurisdicciones de San Jaime i de Barinas. Por cédulas vosteriores té restituido ese terreno a la Capitanía jeneral de Carácas, con las berras descubiertas entre el Apure i el Mete por fraiJerón1mo Jibraltar, enviado por el Capitan jeneral de C~ en 1769, como capuchino misionero, para esplorar el territorio que mediase entre el Apure i el MSa, 1 pu pieoivilizara los indic, por todo el camino desde Guayan! a Santa E4 por el Orinoco i el Meta. Constan, por la relacion elevada por el Capitan jeneral al Bel, en 26 de diciembre de 1769, los términos en qué el capuchino comiSAdo había ejecutado su encargo. Pedía, a4emas en ella el Capitan jeneral al Reí, 14 rol¡~ mas; seis para las misiones existentes ya, i ocho para las nuevas sobre el Mcta; í, de acuerdo con frai Jerónimo de Jibraliar, pro ponía la fundacion de una nueva villa en la desemkocadura del Neta en el Onn000; i agregaba el Capitan jeneral que era necesario que se ordenase al Cabildo de Barbas (todavía perteneciente al Vireinato)qup no repartiese las tierras descubiertas (entre el 4ntre ¿ el Mcta), las cuales 1 hablan sido con auxilios i espensas de Venezuela;i confinaban con las otras restituidas ya a Venezuela con la villa de San Salme, r cédula de 6 de abril de 1766w basta es hub eI4çMeta. Dek lag es 9~ una lbea diviticiría de ¡u dos -68— dicho aparece, qiis las tierraá entre 4 Apure ¿ l Mdç diado loe 11$tea de San Oristóbal basta el Orinoco, ,perten ocian a la Capitanía i~una partepor haber sido restituidas con la tilia de San Jaime, i otra'por conquista o reduocion hecha por la Capitanía jeneral i sus misioneros. En cédula de 17 de abril de 1771, encargó el Reí '10 itan jeneral de Carteas que, de acuerdo con el Fn/edo de las misiones entre el Apure ¿ el Éeta, se tratase bien a los indios, se estableciera la nueva villa en la boca del Seta, 'que el Cabildo de Satinas se abstuviese de hacer novedad partiendo o adjudicando las tierras descubiertas por fraf Jerónimo de .Eiraltar. En otra cédula de 17 de enero do 1779, en que está lusaS la de 1771, se reiteró la prohibicion al Cabildo de Bermas, de componer, mensurar 1 tender los terrenos de la jurisdiccion de San Jaime, ni los descubiertos por ini Jerónimo de Jibraltar; ¡ se sujeté al Capitan jeneral de CarLeas el conocimiento de tales asuntos 1.1 cumplimiento de la real disposición. La línea que Se babia mandado tirarpor la cédula de 1771,habia sido mal trazada por los comisionados de 1774, i en 5 de marzo de 1776 a~ el Capitan ¡enero¡ de Caxcas, en cumplimiento, de la misma real cédula de fin,por híberse cumplido tus], que se tirasq la línea desde la desembocadura del no Maspan-o en el Apure, al último imas alto bato fundado por los vecinos de CarLeas aJ s& del espresado Apure, ique de allí se tirase otra línea al sur basta las. orillas del Meta Este Capitan jeneral fuL don José Cárlos deAgñero habiendo precedido solicitad del Oonsejo de Justicia i Bejimiento de la villa de San CLrloe as Austria, — dar cumplimiento de la real disposicion. Para la mejor ejecuoion de esta misma cédula, dispuso el Capitan jeneral don LiÁis de Usaga i Amézaga, en 27 de marzo de 1778, que no habiendo cumplido los comisionados de 1774 su encargo, procedieran a ejcutarlo don Juan Antonio RodrÍguez i don Andres Ruiz Ibliaez. Estos comisionados se reunieron en el pueblo de Nuestra Sa'lora de la Co;~ de las Nutrias, i situados QU la boca del Maepano, principiaron a tirar la línea entre el Apure i el Meta;- pasaron por el caño del Melero de loe Caballos, i punta del monte del ¡oval; atravesaron los baños de Aguaverde i de Setenta por el paso de Alejos i el del Potrero de tas. ¡'tertu, arriniado al médano del Guaratam; siguieron al Boqucron del (laño (Judrilia,, 1 por una sabana in estensa, atravesandulos m4daaio ¿e los Algarrobos., llegaron al arilo o vio de (Xzcaira: de éste siguieron a una mata grande, de much a palma de yagua, que llamaron de "La Tigra;" atravesero por el caño de Ca ucigua o Urichuna, a distancia como de tres leguas, hasta el rio Arauca ¡ pasaron por las óabeceras del Cunabiche i por la ribera de una laguna, pie dejaron a ñacicnts, i que llamaron Laguna del Término; atravesaron el caño Agua-de-culebra o (Jrschivero, i luego otro tnui ata~, que denominaron MaaznlRas, i saliendo ,o aquí al cilio Carite od6loe Ane4fes, atravesaron otros dos, que apenas drtÁban un de Trtzpichito; luego pasaroh a otro que denominaron Caño- Coii/tao OÇÁRASABI, i desde allí Zis= la línea al sur, hasta llegar al rio Mete, donde grabaron tres cruces en tres árboles, situados entre dos pequeños cerros de piedra arrecife, juuW a la orilla de la montaña del mismo rio Seta, i como ,& doscientas varas de una mata de piñal; punto que, de acuerdo con la disposición de la real pédula, 1 lo dispuesto por el Capitan jeneral de CarLeas, para su cumplimiento, re" ser , segad lo atestiguan los mismos comisionados, intermedio edre la baos del caño (JasaraM ¿la :Crío 14z; bocas que distan una de la otra solo pocas tillas en la nuera norte del Mt Qued6, pues, a Barinas el territorio al oriente dt la deaembócadura dél Lipa en el Meta. En mayo CU 78, el ea *Un jeneral provey6 «Qe, 'Sta la o6dula de octubye del año anterior, i la inserte :ella de 1769, mandada ejecutar. tra pordel o propio año dé 78, i vistos loe auto seguidos sobre los teñitorios de la Villa de San ¡Atete 1 loe del Apure, a que se rxióla cédula de abril de 1766, maudandp'reetiftiir a Canoas la mencionada vill i territorio adyacente, como se verifio6 en aáernbro de1T61,i sobre cual. recay6deapueslade17de abril &e1771, prohibiendo al Cabildo de Batistas injeritse en la distriblicion de terrenoí éáø :el Apure i eFMda,' -64— tirando una linee bLata el Sur, desde la boca del Maejxzrn basta el ita Met; 1 habiéndose Sí ejecutado para correjir el error cometido en 1774, tema & bien mandar, i mand6, óbseftar i cumplir los linderos que a q uella línea demarcaba, en cumplimiento de M real cédula; i que en la boca del ilMa se fundase la Villa 4 San C&Woe del Meta, en obsequio al príncipe de Asturias. Está, pues, descubierta, entre puntos dados i biet conocidos, la línea divisoria de los Gobiernos de Caracas i Barinas, que era ent6nces parte del Vireinato. Empieza en el Apure, frente a la boca del Masparro, i termina en el.tlteta, entre el (Zzflo Con/uso o Careaba i la desembocodura del rio 14xz en el ltda. Oportuno es recordar, después de la demostracionae.precedej que la Com-añía Quipozcoana tenis su Factor en San Salvador de Caminare, estando la boca e este rio Casanare a pocas millas de la del Lipa. En la relacion de mando del Arzobispo Virei de Santa P4, señor G6ngora, constala existencia de ese Factor bis San Salvador de Casanare, Tambien es otra prueba la de que las nueve misiones que tenis el VirreinaS al norte del Meta, todas estaban al occidente de la entrada en él del no Caaanart Batas misioaes eran : San Miguel de Macuco, San .&anoiscv Rçris de Zurimena, San Luis de Casimena, San FoNo de (Juacasia, San José de Cabutna, San Mulas de Buena~, Santa Rosalía de Cabapima i San Agustin de (Juanapalo, que era la mas oriental, i qüe se encontraba ¡ se encuentra donde corre el Neta de sd'r a norte, por el paralelo t° setentrional, grado ¡ das tercios al occidente del meridiano que supuso el s6or Codatki. Tampoco pasaban de esa línea, entre la boca del Masparro en el Apure ¡la boca del Lipa en el Meta,'ninguno de los chico o seis pueblos de la juriadiocion de Santa P6, que había al otro lado del Casanare, a saber: Tome, Mausguañe, Fdute, San Ignacio de Casanaré o Puerto dj Bateyes i San Salvador. Concuerda esto precisamente %on lo que en 1782 informabaal Tire¡ el Gobernador de los Llanos, sobre los términos de su jarisdiccion. W aquí textualmente lus palabras,: ' El partido de este Corrqjimiento comprende ocho vueblo.: Macuco i Gudnaxrlo de la jurisdiSon de Pare; Zurimeba, Casinieilit, Oh(niéza, Isimena i Upía, tela de Santiago, a orillas del rio Mata, i el de ¡iramena de San Martin. Esia mision está a cargo de los Padres Agustinos descalzos, i el de Jiranena, al de los de unesro Padre San Francisco." . El meridiano de Codazzi, que fij6 en la laguna del Ténüino, sin docnmentd Giguno que para ello le autórizara, como él minino lo confes6, no tuvo otro oríjen sino, el nombre 0e etiodntró que tenis dándose & aquellí laguna. Si hubiera procurado mejor informe, habría descubierto que no era Laguna del Término entre la Capitanía Jeneral ¡ el Vireinato en 1810, cuando ya Rarinaí Mérida i Maractik pertenecian ala Capitanía Jenenz4 sino término de ésta con ilarisws, cuando ella 1 Mérida eran partes de la provfrsdia de lkracnlo, que correspondió hasta 1777 al Vireinato, pero que desde entóncespertenece a la jl4ris4jccson de Osrácaa. Los mismos comisionados que dieron ese nombre a aquella laguna, son los 'que así declaran en su derrotero. El meridiano de Codazzi, que pasa por la ribera occidental de la Laguna dil Ténnino, que atraviesa el lista en el añbguo apoatddcró;. ¡que 4e al sur basta los confines con el Brasil, no era hasta el rio Mete lea demarcacion hecha por los comisionados, de conformidad con el mandamiento del .Rei, entre CarLeas i Barinas. Partia,'seguu queda demostrado, de la boca del Masparro ene! Apure, paaab por la parte occidental de la la(una que llamaron del Término, ¡ por el Boqueron de Guantuv, atravesaba seis canos, i estaba a niucho mas as un grado al occidente del meridiano de Codazzi, que por ignorar todo esto, lo equivocó todo en aquel punto de la frontera. Otro error de bastante gravedad fué el de tomar el canal de Arauca, Jééde el Paso del Vi&o, aguas arriba, a buscar las Barrancas del Sarare, cuando su deber era tirar la línea desde la boca del Lipa en el Meta a las citadas Sanrznms. Este Sor dependió sin duda de no haber tenido conocimiento de 11 real cédula de 1786. -66Eeprobable que la grave eqnivocacion de tomar el Atauco por olMeda, provenga de un antecedente que ea del caso citar aquí. En 6 de setiembre de 1776, la Junta jeneral de ¶'ribonales de la Audiencia de Santa P6, durante SI Gobierno del Virex Flores, pensó en una mejor damarcacion de los correjimientos que ent6nces pertenecian al Vireinato, i los comisionados para pro' poner el ¡nodo domo babia de quedar el de Mérida, presentaron un proyecto deslindando a Sarijuzs de Casanare por el Amuca,. i de Pamplona por el fiaran t tamon1añaddVaQedeJslnjer Tal arreglo nofué aprobado, nise llevó adocto; ¡ aunque lo hubiera sido, despues de la cédula de 1786 no puede hablaras del canal del río Azanca como línea divisdrja entre Barinas i Casanare, porque la cédula prescribe con la mayor claridad la verdadera línea de demarcacion. En cuanto a ésta, que &ntes de llegar a las Barrancas debe tirarse por encima del Paso de los Caminares en el rio ÁSzoa, ignórase cuí! fuese este paso. Unos aseguran ser el mismo de lafundat de Atauco, otros, que una legua mas abajo; algunos, que en el paso Mortero, i otros, que cuatro leguas mas arriba de dicha fundacron. -Un mapa antiguo sitúa el rio Barate, con el nombre de Chitajá, al Oeste, en el Valle de Lc&te o de los Locos; lo continúa con el nombre de harare, desprendiendose al SO. un brazo, por donde venkzn de Casanare, i continuando el Sarare al Este, desprende otro brazo hícia el SE,, que derrama en el Arauca, i contind el Harare siempre al 11, formando un desparramadero, i desembocando por fin en el Uribanie, forma el Apura. Como al tomar este rio el nombre de Harare, i des.. prender un brazo al SE., aparece que por tal brazo venían los de Casanare, es lójico asentar que el Paso Real de los Casanares, en elArauca, estaba arriba 401 Desrramadero, cuando aquel río aonia por una madre vieja, que existe mal al Sur r la parroquia de Ámuquita i que el mencionado brazo (u6 confundido con el actual rio Arauquita; El Paso Real no puede ser el de la villa de Arauca, cambio de verano que venia de Poro, pasaba por Tcdoe loe Santos en Casanare i seguin a Barinas, pasando por Anua i Guasdualito. Esta im posibilidad se demuestra fácil i evidentemente. La línea ent4noea tirada desde el. Lela, no vendria rectamente a las Barran*xis dci Bararealpiédeasenizu(aen que tienen anoi4jenel TucupidoielArauqustajien que nacen tambien los tributarios del Torbea 1 Uribante. El mapa del Estado mayor del Jéneral Morillo trae la línea entre Casanare 1 Barinas, por la incorporacion del brazo del Batan en el Arauco, i por debajo del .Deapanamadero, cortando el Sarare en las Barrancos. tas Barrancas están, como ya so ha visto en el diario de laco~ mwjon esplondora da la nueva vía háeia el valle de Labataca, al terminar la llanura 1 donde arranca la cordillera de Pampiona, lo cual esplica perfectamente el sentido de la cédula de 1786. Situadas así las Barrancas al pié de las montaflas en que nacen los tributarios del Torbes i del tribante, ja líneaque parte de las Barrancos Be. 4 NL, por la serranía que siempre ha dividMo a Bc4nas de San Cristóbal, ¡a Gnta ¿ Mérida. - Queda, pues, demostrado el error de loa Plenipotenciarios de 1844 al buscar las fuentes del Turbes, que eeMn hAcia la Grita, i las del tribante, que lo Síu hAcia Bailadores El muí venerable señor Blanw, cuyo patriotismo i laboriosidad han reconocido 1 respetado ambas Bepúblicas, se equivocó notablemente al S& re de¿ pié de las montañas de Pamplona había de seguirse al SE. Tomó el señor Blanco COMO límite entre Venezuela i Nueva Granada la línea que fijó la real cédula al separar a Barinas de la ¿urisdiccion de Maracaibo. - Quedan, pues, mamfiestos los datos legales, i taiubien los errores; que hacen referencia a la recta entre el Meta ¡ las Barrancas del Sarare, 1 demostrado, adamas, q3ie esa no es la demarcacion entre la Capitanía jeneral i el Vireinato, ¡que el meridiano doCdn dieta del yermungrado i dos tercios. bíclaeloriente, con enorme perjuicio de Venezuela. Importa, adornas, robustecer los derechos de Venezuela a la vasta estension de territorio que hubiera perdido con la línea de los señores Michelena 1 Codazzi, 9 Í taniblen con la de 1844 a que quiso adherirse el señor Toro. El espediente mi que consta la línea de demaxcacion desde la boca cid Masprro en el Apure hasta lh desembocadura del Ls)xz en el Neta, contiene el estado jeneral que en 30 de noviembre de 1787 form&el Comandante de la nueva provincia de Barinas, don Fernando Miyares, el cual suministra los datos siguientes: Ciudades villas llagares cabezas de partido, en la jurisdiccion de la nueva provincia de Barinas. Barinas, capital, Barinitas, Ciudad de Pedraza, &m rtcente, Han Jaime, San Antonio, Patrias, Afjjagual, Guanarito, Guasdualito, Banco-Largo Obispos. Pueblos subalternos de españoles: Boa Juan de Payava, La Cruz Saboneta, Ida de Boconó, Morrones, Ansuos. 1 Barrancas. Misiones de Padres Capuchinos andaluces: Aelzaguas, Fayara Atamaiaz, Cunaviche, Sinaruco, Ánuaz Setenta, Gstanarito Mónones, Capanaparo, Guachará Co~ 1 Simaringa4 Misiones de Padres Domfnicos: Catira, La Palma, Elileal, San Juan, San José, Santa Rosa, San rw,,ae, Gua: nagua, Guacizivá e Ida de Loran. Pueblos q ue no son de mision ni doctrina: Curvati taron4 Pueblo.nuevo, El Carozo, Quebrada-seca, Maperal, San ttgu Otopwi, JIijagua4 Santa Bárbara, Aricayua 1 Santa Rosalía. En la descripcion que hace el nial intelijente Gobernador don Fernando MI' yares do su provincia de Barinas, añade que el terreno que ocupa su provincia, por la real c6d.ula de 15 de febrero de 1786, confina con las de Car&cas, Maracaibo, Reinode Santa PSi Guayana, i se halla situada en una espaciosa i Mrtil llanura que disfruta las vertientes de la serranía, enparte nevada; de donde se des' prenden los ños B~, Guanare, Portugueai Maeparrq, Santo Domingo Pa$dj, Cwiaguá4 Suvipá, Ti~, Apure Unlxznte, Arauaz, Lipa i Mcta, todos navegables. El mismo señor Gobernador hace constar en 81 de octubre de 1791, que aqu6. ha provincia, nuevamente creada en 1786, babia sido formada de territorios que dotes correspondian a las de Carácas i Maracaibo, i al Reino de Santa P6, quitan. doala primera la villa de&ss Jaime ijurisdiocionde Apun,aMaracaibo la jurisdiocion de Fedraai i al Virei*ato, Arauca Barrancas sil tertitorio dci nto intelijente empleado dinEn la represen Lactan que este tan laborioso cuanto enl2de octubre de1792alBei,lemaniflesta ueen1Odeaostode 1786 se Cbia posesionado del mando de la nueva provincia,, 1 que para instruirseperso. naimente de los iba i poblaciones, i hacerse de loe damas conocimientos necesarios para promover sa fomento, dió principio por una visita jeneral, sin dispensar ni aquellas partes incultas, en que solameote habitaban indios jenbles 1 fieras: que emprendid, por medio de una espedicion de 69 hombres, en 13 canoas (la que citadaj, el descubrimiento de la navegacion del río Harare Matad pié de ¡ti serranía de Pamplona, dci Reino de Santa £4 en disposioiou de recibir el camino =anta 9ue venga de aquella parte, logrando en el viaje la reduccion de cuarenta indios jentiles de las muchas naciones que habitan en sus costas. En la conteatacion del Intendente, de fecha 22 de enero de 1787, dice baberasel impuesto del proyecto de los vecinos de Pamplona, de abrir dicho camino desde Valle de I.abateca o de Loa Locos hasta donde acaba la tierra montuosa i cmiera la baja COUNDÁPI'E CON WG naos DE BAflNAB, así como tarnbiende las ventajas que de su vea' liatdon pueden resultar a la provincia de Barinas, por el mayor valor que tendrán loe ganados de la parte de Áraucn, con la eatraocionque por este medio se les facilita. Confirmando lo capa~, viene el título espedido en 27 de junio de 1789, para protector de indios dé la nueva provincia, en que se dice que se hallan en toda ella muchos pueblos a de misioneros de la órden de te Domingo de la provincia de Santa PS, a cuyo distrito pertenecian muchos territorios de ella ántes de la nueva ereocion( demarcados, i otros muchos pueblos fundados ya, i que actualmente se están fundando en los dilatados territorios de San Jaime iBan Antonio 4 entre loe it Apure ¿ Vda. Esas somunicaciones i esos trabajos del Coronel don Fernando Miyares Oo*v -67-Sies, primer Gobernador 1 Comandante de la nueva provincia de Batas, eondr. an que ia línea tiradadela boca del Lipacnel Mofa alee Barran~ d4 Sa~ n, dejaba a dicha provincia parte de los llanos de Ánzuaz, el territorio del río Lipa,i las poblaciones fundadas en ellos. Despues que aquel diiijente funcionario a encargaree deis Gobernaciou4e Maracaibo, principiaron las autoridades re los Vireyes a introducirse en el territorio de Anuos, porque a Barinas, con la separacion de don Fernando Miyares, suoedió lo mismo que a Guayana en 1777 con la de don Manuel Centurion, es decir, todo vino a confusion i atraso; pero toda novedad posterior carece de título, sin el cual no hai idi poeei&tis, como lo sostiene Colombia misma. Despues de todo lo que consta en las demostraciones que anteceden, a$nas viene a ser del caso añadir, que Venezuela está en l!jítima posesion de los derechos del idi poasidetie de 1810, no solo respecto de la Villa de Árawxz i las poblaciones de Árauqtiita i Santa Rosa, de la antigua jurisdiccion de la provincia de Barinas, sino de todo el territorio quedutee queda oficial i autntacamente demarcado, i solo por abnndanoia de pruebas habrá de agregar el Plenipotenciario de Venezuela que, segun el archivo de límites que ella posee en la actualidad, esa rilk de Arauaz fu fundada con familias venezolanas, siendola principal la de un señor Lara, que estableció el primero i mas grande hato conocido en aquel terri*oiio. Arauquita fu6 fundada por un capitan trasladado desde Barinas, i los fundadores de Santa Rosa i de sus plantaciones de casa, fueron todos venezolanos, ayudados por indios de Arauquita, situada a su ¡renta Termina el Plenipotenciario de Venezuela su esposicion relativa al limite desde los cabeoerss de¡ río TácMrabaata el estreino oriental de cota parte dela frontera donde ha de comenzar la última deinarcacion de Norte a Sur, i lo hace del modo siguiente: reclama una reatitucion i ofrece una línea conciliadora. Las vertientes del Titehira suben al Páramo de Tomé; desde - páramo se prolonga la creMa de la cordillera al Sur, pasando .1 Oriente de Labateaz, donde atraviesa el rio Chitagá, i sigue en cuchilla, sin dejar al lado oriental poblacion al", hasta el vértice en que nace el rio Rieve, formando así un límite natural e indubitable, desde el manantial del Tácldra i piramo de Tamá hasta el vértice mencionado. Allí tiene oríjen el río Ele, cuya boca dista pequeñísima distancia de la del río L4a ¡ bajando la línea divisoria por sus aguas, seguida por ellas Jiasta su desembocadura en el Met, que solo queda a una distancia insignificante del punto marcado en la cédula que orcé la provincia de Barinas, ¡ que, con rigor del tdiposddetie, seria el punto fronterizo. Esta línea por el río Ele deja h4cia Venezuela un pequeño territorio, e*aor dinatianlente montañoso, condenado por muchos siglos a la inutilidad del despo blado, i sin contener ni un solo caserío; pero Venezuela ¡ Colombia quedarían 1 separadas por una línea fronteriza establecida por la naturaleza en las aguas del Táchira, desde la cuchilla del ptramo Tamiz hasta el vdrtioe en que nace el río lQieve, ¡ por las aguas del Ele i las del Neta basta el punto en que la fronterft debe correr ah Sur. $ Esa línea de natural demarcaoion seria evidentemente preferible a la imaji, nerja qua, partiendo de las Barrancas del Sarare, junto al lago Macaguan, viniese cortando JAnuqtáta, el Satocá, el Caño de la Bendicion, el Canapan el Capana paroelI4,aielmismo Ele, para llegar a un punto equidistante de la bocadel caño GusaraM i la del rio Epa. Una línea imajinaria, aérea, de cuarenta leguas, cortando, sin consultar interea alguno, ni público ni privado, aquellos flanco, habria de ser un jdrmen inagotable de dificultades de todo jtero, entre dos Repúblicas hermanas, que deben tener como el primero i mas alto de sus grandes intereses i de sus sagrados deberes, el de una concordia que no haga lugar sino a intereses comunes, ¡ recíprocos miramientos ¡ seguridades. Si el señor Plenipotenciario de Colombia se sirve fijar su atencion en la nota del Gobernador de los Llanos al Vire¡ de Santa P4, fecha 24 de diciembre de 1782, verá que el último pueblo de la jurisdicoion del Vireinato háoia el Oriente, era el de (luanapalo, en la desembocadura del río Pat o Fasto en el Meto, un grado mas al Ogoideate de las bocas del L4a, Ele i Casanare en el ISa,i que por tanto, la adopcion del río Ele, i aun la del mismo rio Casanare como frontera natural entre las dos Repúblicas, quedaría siendo una gran ventaja adquirida por Colombia, no solo por esa estension del Meta, i las del Uíre, Attporo, Ariporo, Gtachirí; Cepillo i 4bispa, sino porque esa línea al Sur ¿ates propuesta como meridiano divisorio, continuando hasta los confines con el Brasil, dejaria a Cbiombia centenares de leguas, que son la diferencia entre los meridianos de la boca del lEe i el pueblo de Gttanapalo, el último al Oriente de la jurisdiccion colombiana, segun el «ti possidetis de 1810; porque esa confesion del Gobernador de los Uanoa, contestando su pregunta al Vire¡, es de 1782,1 como se ve, posterior a la demar cacion de 1778, de la cual echa hecho mérito en el cuerpo de la anterior esposicion. Dej6 el Plenipotenciario de Venezuela espreswnente para este lugar la demostracion que acaba de hacer, procurando probar así mejor las cordiales disposiciones de su Gobierno para llevar a feliz termino la negociacion de limites, itemoviendo cualquier escrúpulo que preocupaciones enjendradas ea cuarenta años de controversia, pudieran cruzar, para impedir una solucion tan justa como oonveniente de parte de ambas Repúblicas hermanas. Aynoxxo L. Guzzax—M. MVRUL0. Es conforme—El Secretario de la Legacion, A. (4entáUz Toledo. BSPLIOA DEL PLENIPOTENOLA3IO DE COLOMBIA. LMflts DESDE EL flRkMo DE TAXi AL RIO META. La pretension de Venezuela, espuesta por el señor Plenipotenciario, relativamente a los límites que han de reconocerse en la seccion comprendida entre el pLramo de Tazni i .el río Meta, ha cansado alguna sorpresa al infrascrito. Ha visto que ya no bastan los límites que la ciencia i la tradioion, interpretando la real cédula de 1788, tenian señalados, i sobre cuyo punto toda disputa parecía evitada. Ahora, en la esposicion de cuyo contenido va a ocuparas, se pretende, desconociendo hasta la jeografía enseñada en las mismas escuelas venezolanas, ensanchar el perímetro de Venezuela millares de leguas, resolviendo, al favor de relaciones desautorizadas i ajenas a todo dato jeodésico i astron6mico, cuáles son precisamente los puntos que la dicha leí señala como derroteros de la demarcacion. Para que pueda hacerse una apreclacion cabal de la materia, el señor Plan¡potenciario tendrá que permitir al infrascrito el recuerdo de datos importantes n el asunto. Colombia no fué iniciadora ni proponente de la línea divisoria. Los estudios preparatorios i la propuesta partieron de Venezuela en 1833, por conducto del señor Michelena, i once años mas tarde por conducto del señor Toro. En ambas propuestas Venezuela dijo que la línea quedaba estrictamente fra y ada con arregjo al principio del sdí posside2is de 1810; iColombia, que • entónces llevaba todavía la denomuinacion de Nueva Granada, con un desint.eres i una con4mra casi inesplicables, aceptó sin discusion la línea; de tal suerte que en el escrito del señor Gaznan no ha tenido para nada que impugnar opinion o dato algunó de oríjen granadino. Ha tenido que redarjiir a su propio Gobierno en mas de treinta años, a sus hombree de Estado i diplomáticos Miohelena i Toro; a sus hombres de ciencia mas notables, Codazzi, Cajigal, Rafael María Baralt 1 Ramon Díaz, a su mapa oficial ¡ a sus textos de escuela. La mision del señor Michelena tuvo lugar en 1838, cuando acababa de verilo~ la disoluclozi de la antigua Colombia i se organizaban los Gobiernos que presidieron a los tres pueblos. El 9 de setiembre de 1883 se abrieron las conferencias, i en el mismo acto, el señor Plenipotenciario de Venezuela presentó un proyecto de tratado de amistad, alianza, comercio, navegacion i límites; pero respecto de la última parte, límites, dijo: "aguardaba todavía algunos datos, entre ellos varios trabajos topogrificoe - 69 ejecutados por 6rden de su Gobierno, para redactar con plenos infónnes, 1 someter a deliboracion, los artículos del Tratado de que doblan ocuparse en la parte rela (iva a límites." En la 7.' conferencia, 6 de diciembre de 1833, el Ministro de Venezuela pre. sentó la continuacion i conclusion del proyecto de tratado, desde el artículo 27 basta el 31, i al hacerlo espuso " 9 ue, en cuanto a limites, fijaba el principio de la línea fronteriza en el Cabo de Cluchivacoa de la Goajira, habiéndose convencido, por la lectura de las Relaciones de los 'Vireyes de Santa P4, que Bahía-honda estuvo siempre bajo la direccion del iremato; que, de resto, dicha llacaquedaba trazada estrictamente con arreglo al principio del uti ponidetis de 1810, 1 para acreditarlo exiiibi6 varios estractos do reales cédulas relativas a los límites de las provincias de Maracaibo, Mérida, Barinas, Apure i Guayana, con&antes con la Nueva Granada, &o." La propuesta línea fué la siguiente: "Art. 27. La línea limítrofe entre las dos Repúblicas comenzará en el Cabo de Chichivaooa, en la costa del Atlántico, con direccion al cerro denominado "Las Tetas" ; de aquí a la sierra de "Aceito" 1 de ésta a la, "Teta Goajira." Desde aquí, rectamente, a buscar las alturas de los Montes de Oca. ¡ continuará por sus ~brea i las de Perijá hasta encontrar con el oríjen del río Oro. Bajará por sn aguas hasta la confluencia con el Oatatunibo. Desde este punto seguirá por la faldas orientales de las montañas, i pasando por los nos Tara i Sardinata, continuará hasta el puerto de la Grita sobre el Zulia. Desde aquí, describiendo un arco entre la ribera de este río i el de la Grita, irá a buscar el río Guarumito, seguirá por la ribera izqierda, bácia el sur, hasta la quebrada de la China. Cou. tinuará por la quebrada arriba, 1 por la cumbre del cerro de su oríjen, basta la de don Pedro, i bajará por ésta a encontrar con el río Táchira. Por quebrada éste seguirá hasta sus cabeceras. Desde aquí, por las crestas de las montañas da donde nacen los ños tributarios del Torbes i 'tiribante, hasta la vertiente del Nula, i continuará por sus aguas hasta donde se encuentra el Desparramadero d• Sarare ; de aquí se dirijirá al sur, a buscar la laguna de arare, i rodeándola por la parte oriental, seguirá al rio Arauqnita; por éste continuad al Arauca, i por las aguas de éste, hasta el Paso del Viento desde este punto, rectamente, a pasat por la parte mas occidental de la laguna del Término: dé aquí, al "Apostadero" sobre el rio Meta, i luego continuará en direccion norte sur, hasta encontrar la frontera del Brasil, "Art. 28. Para fijar esta línea fronteriza con mas precision ¡ poner las sofia, les que han de designar exactamente los límites de las dos Repúblicas, ambas partes contratantes se comprometen a nombrar comisionados, cada una por la suya, en número igual, cuando las circunstancias lo permitan i convengan en ello los Gobiernos respectivos. Patos comisionados levantarán la carta del Mrritorii fronterizo i llevaría diarios de sus operaciones, los cuales, estando perfectamente acordes, serán consideadcs partes del presente Tratado, i tendrán la misma fuerza i validez que si estuviesen insertos en él." El Plenipotenciario de Colombia apénas esposo, con relacion a esta PMtqlo. siguiente: En cuanto a la línea de frontera que trazaba el artículo, manifestó Ip aventurado que era especificarla de una manera irrevocable en un tiempo en que no existian cartas exactas descriptivas del terreno ¡ de algunos trozos de él, ni aun, relaciones escritas; cuando basta las reales cédulas mere ian poca confianza, por babor sido redactadas sin los necesarios conocimientos locales; cuando habla tanto de vago en la nomenclatura de los rice, de loa cerros i otros puntee nota-, bIes, teniendo algunos de ellos dos o tres nombres diferentes, o siendo un mismo 4wmbre comun a varios, o llani(ndoselos de un modo por los habitantes de un provincia i de diverso modo por los de otra; en fin, cuando todo en esta materia eran incertidumbres i oscuridad, Esposo que su Gobierno babria deseado no fijar ahora los límites entre las dos Repúblicas, posponiendo esta cuestion para una época en que existiesen datas topográficos abundantes; pero que la consideracion de lo distante que se hallaba dicha época, de la importancia que habla en no -'o¿ejar motivo alguno de disputa entre dos pueblos hermanos, 1 de las ventajas qiq resultaban de un deslinde territorial, cualquiera que fuese, bajo el aapecto lejisla. $Jvo, i en la parte administrativa de cada Estado, le habla decidido a convenir con los deseos del Gobierno de Venezuela, autorizando se tratase sobre demarcacien de limites i resolviéndose a no disputar por desiertos, cuando esto sirviese de pmbarazo en algun punto cuestionable. Dijo, en fin, que admitiendo en jeneral la demarcaaion de frontera que hacia el artículo, debia proponer como modificaciones de redaccion las siguientes: 1.. Fijar bien claramente cuál es el río Oro de que habla el artículo, para que no se le confunda con si que atraviesa el valle de Oceña, descendiendo, segun parece, de la misma serrenia; 2. a No espresar por qué realmente no eran conocidos los puntos en que la línea corta a los rica Tará p Tara i Sardinata, reunidos o separados, sino hablar de dichos puntos refiri6nt doso a lo que puedan saber de ellos tos agricultores o habitantes traficantes de aquel territorio; 3.' Referirse taznbien, en cuanto a los limites del pequeño díatnto de San Faustino, a las nociones prácticas gue existan allá mismo por consecuencia de la estonsion acostumbrada de jurisdiccion de los alcaldes; i 4' Indicar como continuacion de la línea, desde la laguna de Sarare hasta el río Arauquita, las vertientes de las aguas de dicha laguna en el mencionado rio, porque de algun modo se habla de llenar el vacío que sobre esto se notaba en el aitíoulo del proyecto; haciendo la observacion de que para lo segando i tercero no eodis. haber dificultad, pues que se hablaba en el artículo siguiente del nombramiento do comisiones que marcasen la línea fronteriza en el terreno." Se ve en todo esto, como se dijo Lutos, que la línea, con solo la modificacion de poner "seuir& por el derrama No sin aguas al río .Azauquita," en lugar de seguid al no Arauquita," fa¿ la propuesta por Venezuela, previos loe trabajos bpográflcóa i de todo órden consiguientes a una negociacion de esta especie; ¡ que Colombia se limitó a aceptar, con la mejor buena fe i casi con indiferencia, lo que se le dijo que era suyo. ¿ Iba el Plenipotenciario venezolano a divertirse con el Gobierno de la Nueva Granada? De seguro que el Gobierno de Venezuela no lo cree sal, ni tampoco que la moderacion i desiuteres de Nueva Granada nacieran de debilidad,i que ésta hubiera do autorizar cada día nuevas exijencias. Rabiando improbado el Congreso venezolano la línea propuesta por su Gobierno, se entregó éste a mayores esfuerzos, ocupando seriamente en esto a la Comision corográfica que tenia organizada, e interrogando a todos los ancianos i conocedóres delterritodo, así como a todos los empleados públicos; i armada de todas esas adquisiciones, envió a Bogotá al señor Fermin Toro, nuevo Plenipotenciano, quien, presentando la copia de la real cédula de 1788, convino con el Plenipotenciario de Nueva Granada, sin dificultad, en que el señalamiento de los límites entre las provincias de Barinas i Casanare se haria, empezando por el oriente: desde el Apostadero en el rio Meta hasta las Barrancas del rio Barare, por Øwnta del rasQ Real de los (Jasanares en el rio Arauca, i de dichas Barrancas, mguiendo por la serranía en que nacen los ríos Torbes i Uribante. Esta nueva línea era en el fondo la misma propuesta por el señor Michelena; solo que quedaba redactada en mayor conformidad con los términos de la cédula de 86,i era el resultado de diez años de estudio iluminado por las discusiones de llas Cámaras i las de la imprenta, que en esa cuestion se ocupó estensamente i en animada controversia. El señor Michelena i R6jas md nombrado en 1855 Ajente confidencial de Venezuela para verificar una esploracion sobre la parte oriental i sur de la frontera, i la practicó tan satisfactoriamente para el Gobierno, que a su vuelta se le asignó una pension por seis meses, exijiéndole que escribiera el resultado de sus obs ervaciones. Dicho señor escribió, en efecto, i el manuscrito md sometido, de órden del Gobierno, a la censura del licenciado Francisco Aranda, quien espresó, sesun lo declaró el Ministro de Relaciones Esteriores, en 4 de octubre de 1664, eljuicio mas favorable que pudiera espresarse de ese libro, en el cual se demarcan, disco.. ten e ilustran los límites de Venezuela con los Estados Unidos de Oolombia; i en 9~~ el Gobierno ordenó la impresion de él a costa del Tpsoro venezolano -71i'nea bien: en ese libro, publicado de órden 1 a costa del Gobierno, previo Smeá verificado por un intelijente comisionado, se encuentra la siguiente declaratoria sobre los limites ron Colombia por la Gonjira, San Faustino tel Mete, en forma de noticia histórica: "Capítulo VII Onestion de limiten entre Venezuela i Nueva Granada. Aunque separadas las capitales de estas don naciones por mas do 1,000 millas, tan fuertes vinonlos las unen por el coman orijen; por haber tildo siglos, desde que empez6 a colonizaras aquella parto del Nuevo Mando, unidas bajo la misma autoridad i leyes; por haber juntas conquistado su independencia ¡ formado una sola nacion, que apdnaa se creerá, ata sorpresa i sin disgusto a la ve; que doS pueblos hermanos como éstos, escasamente poblados i habitando inmensas rejio neo desiertas, disputen por 1a posesion de pedazos de tierra que ninguno sabe aprovechar; i que en vez de vivir unidos i ayudaras recíprocamente para salir del mal estado en que se encuentran por esas temerarias e inconsideradas disputas¡ alimenten celos, odios ¡ malas pasiones, que pasando de los Gobiernos a- los ciudadanos, la frialdad e indiferencia de las relaciones recíprocas, podría rení bien traducirse por una encubierta hostilidad, o al ménos por un sentimiento no oculto de mala volunta& - "Tal es el estado normal de estos dos países: están en paz, es verdad; perd nadie cede do sus pretensiones, en tanto que los celos se aumentan cada 41k: "Entre los puntos principales sobre que versa el desacuerdo, figuran ! península i territorio de la Guajira, el territorio de San Faustino, el de la provincia de Barinas, los límites con la provincia de Guayana U. Venezuela pretendo la participaclon de la Goajira por iguales partes; ¡~ente aspira a San Faustino, a la villa de Azanca, i a que, tirindose una línea recta imaluiaria desde el Paso del Viento en el Azanca, que atraviesa el Meta en el Apostaderoo Mala doCtan&bano, i corte el Vichada, el Guaviare el Inirida, el Guainla, mas arriba de la boca de Napiari, hasta las cabeceras del rio Memaclii, tributaria del río Guarnía o Negro, venga a servir de limite por aquella parte con el Alto Orinoco i Rionegro; en suma, pretende que se ratiflque la umnes que trazaba el Tratado de 1833,1 que ella misma desaprobó ent6ncea. "Segun consta de memorias de las conferenciah entre los Plenipotenciarios respectivos; el neoeiador porparte de la Nueva Granada pretendía que toda la Goajira pertenecia a ésta, en apoyo de lo cual presentó la documentacian necesa rfa; la que, detenidamente examinada, encontró el de Venezuela que probaba hasta la evidencia que hasta el so de 1792 toda la Goajira, inclusive Sin mes, perteneció al Vireinato; i que en aquel año Sinamaica, con ma peques soten' sien de territorio fud agregada a laprovincia de Maracaibo, continuando el resto de la Goajira comprendido en la de Biobacha. "En el mismo dia el Plenipotenciario granadino preseMó otra documentsoion en que probaba su derecho a San Faustino (segun fu4 rectmocida en el Tratado de 1833); la que, nrninada en forma, no solo el de Venezuela reconoci6 in~ thneament.o e[derecho, sino que agregó ademas: que 'en la cuestiones de hecho no ~podido oponer ti titulo al cúmulo de documaitoe presentados por aquL' "Despues de largas discusiones acerca del punto sobre la provincia de Barinas, por falta d títulos, Venezuela, en qué apoyar esta otra parte de sus pretensiones, e n los convino su Plenipotenciario en tomar por limites de la provincia de Banas denominados en lacédula real de 1786, es decir, el Paso Real de los Cssaaazes t las Barrancas de Sanie : nombres vagos e indeterminados que hoi casi no existen. "Sien los puntos a situar la Unas, tanto enla Goajira,SanFaustinoiBazipor la Nueva Granada, ñas, fteroa reconocidos eximo ¡cfi timos ¡os títulos presentados como ¡ofueron, no sucede así con respecto a la que determina &c." Así resulta que en tres distintas ocasiones, bajo diferentes influencias i circunstancias, en 133, en 1844 i en 1864, siempre que se ha estudiado la cuestion de límites entre loe dos países, por la Goajira, San Faustino, Azanca i el Apoeta. doro del Mete, la línea reconocida desde 1838, por ser la del v# ponidela, algo modificada en 1844, ha sido h~como la de incontrastable aerecho por á mismo Gobierno de Venezuela. - 72 El mismo eeior Blanco, tan exajerado en sus ezijencias territoriales, i acaso tI autor de estas disputas, habia hallado ¡ no controvertía los puntos cardinales, jrnesto que no se le ocurrió contradecir la posicion asignada al Apostadero, ni pretendió ano el Paso de los Casanares fuese arriba do la villa de Azanca, ni se obstinó en tascar las Barrancas del Sarazo. Quena únicamente que en el nuevo tratado se describiese la línea en It parte de occidente a oriente, así: •'De las cabeceras del Táchira, atravesando la serranía de su orijen ilas crestas do montañas donde salen los dos Amia, Luina&nami, Riofrio, leteito i Burgua, tributarios del,Uribante, a caer a las Barrancas del Sartre; 1 de estas; tizando una línea casi recta de oeste a sudeste, hasta el Apostadero del Mete o punto en que terminó la tirada por los diputados del Gobierno de Carácas; 1 como al descender, añadis, la limítrofe de las Barrancas del Sarare al Mete toca en el alto Azanca, por encima del Paso de loa Casanares, cuyo paso antiguo era enfrente, norte sur, de la laguna del Barate, sita en territorio venezolano, se hace preciso pie al tocar aqieUa línea en el Azanca,siga las aguas por la ribera izquierda hasta la pequena poblacion o caserío que está enfrente de la villa de Arauca granadina, i de allí; o poco mas abajo, parta o atraviese e1 dicho no para ir en recta direccion al Apostadero del Meta, conforme al tenor de la real c4dula de 16 de febrero de 1786." Esta indidacion, sinembargo, por imanto se separaba de la hallada por la comision corográfica, foL desechada por el mismo Gobierno de Venezuela, i se deduce esto de no haberla propuesto su Plenipotenciario. La linea quedó contenida tal como se ospuso tutes, desde el Cabo Chichivacoa hasta el Apostadero del Meta. Quedaba únicamente pendiente que se decidiera por un árbitro cómo debis continuar del Apostader& Ahora Venezuela parece no contentaras con esos límites: desea mas ensanche. No le basta que se haya aceptado lo que antes propuso: demanda el asenso a uní nuevapretension. E no importa que para ello tenga que oponer a los fallos de la ciencia los del empirismo i Venezuela al mismo Venezuela. Antes habla dicho por medio de sus funcionarios públicos i de acuerdo con a comisioit corográfica : el Apostadero del Meta ea el punto al cual se refiere la real cédula de 1788 cuando habla del término a que llegó la "e& tirada por los diputados de Caroaa, i queda a 50 50' de latitud norte, i 2° 9' de lonjitud del meridiano de Carácas; i el Paso del Viento sobre el Azanca, a 6° 41'W' de latitud, a la mima lonjitud de aquel, es el mismo que se conoció como Paso Real de los (3aaanares, asgan lo informaron varios vecinos couocedores i lo afirmó el Gobernador de la provincia de Apure, José ArciniLgas, diciendo que quedaba como doce a catorce leguas abajo de la villa de Azanca. El mismo Gobierno 1 la misma comision decidieron el punto relativo a las Barraucaatraando la línea desde las serranías en que nacen eítorbes i el tYribante hasta las cabeceras del Nula i por Late al Desparramadero del Sartre, dejando así allanadas las dificultades que ofrecian los términos de la real c6dnla cuando designóynntos vagos cuya nomenclatura escasamente conservaba la jeneracion de 1asu. z adie puede saber hoi, por mas que en ello se esfuerce, a dónde fuLQue ¡e ente llegaron osos Diputados de Carteas, a los anales quiso referirse el flei; ni cuál fuera el Paso Real de los Casanarej i tucho Snos cutlel punto denominado Barrancas del Sartre. Pretender señalarlos contra los recuerdos de aquella jeneracion i el fallo de la ciencia, apoyándose en apuntamientos completamente desautorizados de jentea ignorantes i sencillas, que jamas supierón determinar Ii ~en de un lugar por alguna nocion jeodLsica o astron6mica, i que viajaron ronrogsitos enteramente ajenos a la demarcacion de límites pues que iban buscan las adtndicaciones de terrenos para la cria i pastoreo de gañalo, o eh demanda de un derrotero para un camino que debia servir a poblaciones de: distintas ¡lejanas jurisdicciones, es demasiado pedir al criterio de los interesados ¡ del Lo mas que puede hacerse hoi, en gracia de diuta, es lo que eaS previstó: que para determinar con toda precision la ffáea divisoria, se nombren por ambas partee oomimonadoe injenieros que, yendo sobre los lugatts 1 con el Tratado en la -78mano, verifiquen esa operad= Bogan su leal saber i entender. 1 en el punto de que nos ocupamos, como están convenidas las dos naciones en que la lei aplicable os la cédula de 86, tantas veces citada, si en el Tratado se designan literalmete los lugares en ella mencionados, los comisionados decidirán las disputas que puedan racionalmente suscitarse, i esas decisiones harán parto del Tratado. En el estado presento del asunto, no cabe hacer otra cosa. Los Plenipoton.. otarios no pueden por sí solos decidir puntos que son de otro órden do conocimientosz de trabajo, i que requieren la vista de ojos. Aquí trazamos, conforme al derecho, la direccion jeneral de la línea: los comisionados injenieros deben marcar sobre el terreno la línea precisa, los mojones, levantando la carta i practicando isa dÍIiJeUCias del coso. Allí estudiait ellos, en cumplimiento de en deber, cuáles son con exactitud los puntos que se les dan para la operacion. En el empeño del honorable señor Guzman, Plenipotenciario de Venezuela, de demostrar loe errores en que cree incurrieron los señores Michelena, Toro i Codassi i lea Administraciones a0 todo aquel tiempo, no reparé in el poquísimo valor, si alguno puede acordárseles, do los dos principales papeles sobre que descansa su argumentacion. Si se detiene un poco mas en su apreoiacion, notará que ninguno de ellos merece mencionarse. El señor Plenipotenciario dice: Empezará, como ea debido, por San Cristóbal, o sea por la vertiente oripnal del Táchira. San Cristóbal fud fundado en 1661 por el espitan Juan Maldonado, por comision de la Audiencia i Vireinato de Santa P6, en el sitio que se llamaba iutea Valle de Santiago. En ose tiempo la provincia de Maracaibo, a la cual pertenecia el territorio al norte ¡oriente del T~, estaba bajo la jurisdiocion del Vireinato. "En 1717 parten" San Cristóbal a la jurisdicción del Gobierno de Maracaibo, con San Antonio, Mérida, Barinas i la Grita; i en 1776 tenis, ademas, a Pedraza, i con esta integridad fud segregada la Gobern aojen de Maracaibo del Vireanato de Santa P6, en 1777, i agregada a la Capitanía jenera.l de Corácea." No se encuentra en estos dos hechos, a saber, la fundacion de San Cristóbal en el valle de Santiago i la agregacion posterior a Maracaibo, nada que parezca antecedente doloque asienta elpánafoquelossigue,i dice : "es, pues, necesario reconocer que la linea de las cabeceras del Tácbsra en el páramo de Tamá a las Barrancas del Sarare, ha¡ que tirarla por las crestas &c." No ha podido el infrasnito comprender la fuerza de aquellos antecedentes para llevarnos a ese reconocimiento; ni baila que el hecho de que el Gobernador de Barinas navegara en 1786 por el Sarazo hasta el pié de la serranía (i ya hemos visto que no futél sino unos vecinos de Guasdualito), confirme eso mismo de que la línea debe tirarse por las crestas. Qué tiene que ver el que el Gobernador o sus dependientes viajaran por el río huta el pié de lasenaula, con la pretension de que Ja línea se tire por la cresta de la montañal "Igual conviocion, añado el señor Guzman, tenian las autoridades 1 vecinos de Barinas, lo cual está suficientemente comprobado con el hecho siguiente, que determina con toda precision el sitio de Barrancas del Sartre de que trata la real cédula de 1786." El hecho que cree d&rmina con toda predéon el sitio, se reduce a que el Subdelegado de Hacienda de Barinas informa al Intendente de Venezuela, que por la Justicia i vecinos de Pamplona del Reino de Santa PA se está tratando de abrir un camino desde el valle de Labatect. o de los Locos hasta donde acaba la tierra montuosa i empieza la baja, colindante con los llanos de esta provincia 1 loe de en~ dios el oficio; i que con tal de secundar la apertura de esas viso, quesería tan provechosa a las poblaciones de la cordillera como a las del llano, enviaba 1 envió por su parte una comision numerosa que fuese a encontrar la de Pamplona en el no Sszare cuando desemboca a la tierra llana. AcolnRaia despuea el Itinerario de esa comision, cuyos términos revelan una Incapacidad absoluta para determinar los lugares; i en efecto, esa comision no hizo sino poner nombres, que probablemente no se han conservado, a algunos caños i rioa 1 navegar penosamente por el río que llamó Sanie, basta que, asustada con la Si Lo e - 74noticia de la existencia de una valerosa parcialidad de indios, resolvi6 el reçeeo sin haberse encontrado con la comision de Pamplona. En todo el itinerario no se encuentra la palabra Barrancas; no se menciona nada que induzca a pensar que esas jentes conocieran o tuvieran alguna idea de tal sitio, i de seguro no se prepcnparon de su busca, pues que ellos no iban a señalar limites, ni a ejercer acto alguno de jurisdiccion sino a encontrarse con otros comisionados, para aduirir alguna luz sobre el trazo de un camino que interesaba a ambos veniadaños. Verdaderamente no se concibe cómo este itinerario i el oficio mismo de Miyares puedan servir para determinar limites, ni mdnos para fijar cuál fuera el sitio de [as Barrancas del Batero, sitio que no se nombra ni por incidencia en todo el espedisute. Cómo es posible mantener en suspenso el arreglo de límites, que tanto interesa a la paz i al comercio de doeueblos, por pretensiones en cuyo favor apénas pueden insinuarse tales conceptos? ¿ Quidrese así cultivar una amistad i una fraternidad como las que deben mantenerse entre pueblos que se necesitan ¡ecíprocam ente para desarrollar la iznportancia a que los llama la naturaleza? De Snos valor todavía, si cabe, ea el otro papel en el cual aparece una copia simple que no autoriza persona alguna, que acaso perteneció ¿ates a alguna familia como memorandum de la adj udicacion de tierras de pastoreo, i que no podria eíhlbirse judicialmente, el cual se dice contener el itinerario que siui6 una coro¡sion que con otra de Barinas debian señalar los limites de la junsdiccionde la villa de San Jaime i de la dicha ciudad de Barinas, principalmente para el efecto de lascomposiciones i adjudicaciones de terrenos para hatos de ganado. La línea debia correr desde la boca del Masparro hasta el Meta, Interim, decía la 6rden de oomision, "me sirviese de resolver si corresponde su pertenencia a este Gobierno oaldeSantaFd." Ifud por eatoquealmismo tiempo se dijo " que nosehiciese novedad en cuanto a repartir i dividir las tierras descubiertas por Pral Francisco de Jibraltar, por ahora, ínterim pende el litijio sobre asipacion i demarcacion de loe terrenos i jurisdicciones correspondientes a los Gobiernos de Santa 76 ¡esta - En esa ¿poca Barinas correspondia todavía al Vireinato, i el pleito versaba sobre los terrenos i hatos de los vecinos de San Jaime i de Barinas. Es de notsrse que la línea deba tirarse por comisionados de una i otra parte, i que los de Barinas rehusaron asociarse a loe de San Jaime, "protestando como protestaron su derecho ¡ reproducciones para el juicio de propiedad del terreno, como se les encarga, aíiiadieron, en carta escrita por 8.8. el Gobernador i Capitán jeneraL" Emprendieron por sí solos los comisionados que por segunda vez nombró Vuaga Lámdznaga, pues hubo otra oomiaion en 177& tirar la línea desde la desembocadura del rio Nasparro en el Apure al último i mas alto hato fundado por los vecinos deCardcasenlajorisdiccionde San Jaime; i con laraisma ignorancia de los que navegaron en el Sarare, i sin otra preocupacion que la de estender a su modo los terrenos para hatos de su villa, fueron hasta el Mete, dando nombres a los ríos ¡ matas que encontraban, sin que ellos mismos pudieran mas tarde saber silo que llamaron Almorzadero, porque almorzaron, ni la mata que iisni.ron de la Tigra, porque mataron una, ni otras señales ni denominaciones semejantes, eran loe ue ha ion designado. Llegados al Meta, marcaron el lugar cándidamente, grabando tres w~ en tres árboles situados entre dos ueüos cerros de piedra arreclis, como a doscientas varas de una mata de piñal I I es de estas tres cruces que surje ahora el convenaimbmto deno que es del punto designado por la Comision corcgritca de donde parte la lín ea que en derechura va al Paso del Viento, separando las tenas de Venezuela da las de Colombia Es este el dato del cual arranca el señor Plenipotenciario para decir: "ES, pues, descubierta entre puntos dados i bien oonccitfos la línea divisoria de las provincias de B~i Carácas." A lo cual ocurre responder: Aun cuando así fuera1 ellindeque se buaoahoi no es el de 0~iBsrinss, sino el de Barinas' Casanare. - 75 -. Dando al itinerario de la comislon de San Jaime todo el valor que se quiera, anas puede suministrar la noticia de que partió de ¡aboca del Masparro, sobro er Apurs, únióa cosa clara al presente; i resultaria que debiendo seguir la recta mas corta posible, Ueg6 al Paso del Viento, sobre el Anuos, i al Apostadero, sobre el MeSa, puesto que los tres puntos se encuentran exactamente sobre un mismo meridiano. La oomision no podia estar autorizada para desviaras a su grado el occidanta, pues que sal podia privar a Barinas i a Camaro de las tierras da su jurisdiccion, con solo dirijirse a las cabeceras del Cm~o del mismo Neta. Esta oircunstaucia de bailaras la boca del Masparro sobre el mismo meridiano del Paso del Viento i del Apostadero, parece indicar claramente lo contrario de lo que pretende la Plenipotencia venezolana. Ro es fácil descubrir a Ti¿ conduzca en esta materia el recuerdo de que la Compeñia Guipuzcoana tenis un Factor en San Salvador de Casanare. Siendo la mision de ese ajents, segim dice el Virel, de quien se tiene el dato, comprar i reunir basta ocho mil carsas de harina de Sogamoso o del Reino, como pudiera hacerlo cualquier otro Mente o comisionado, ninguna induccion, aplicable & ta demoetracion que se quiere hacer, puede desprendirse de ese simple hecho. Que las nueve misiones que tenis el Vireinato al norte del Neta estaban .1 occidente de la desembocadura del rio Casanara, 1 que los pueblos de la juriadiacien de Santa P4, situados al otro lado de Cas'snre, no pasaban de la Unes comprendida entre el desagüe del Lipa 1 la boca del Masparro en el Apura, no suministran tampoco dato alguno de importancia en el debata, si no se conoce el número de leguas que compran dian las jurisdicciones mencionadas, una vez que las jurisdicciones eran mul es~ en lo antiguo, sobre todo en los territorios irlo que lo dicho por 61 concuerda ca lo espuesto por el ucoernacor ae me en el informe que - al Virei en 1782, sobre los términos de su jurisdicci ha fijado bastante el infraecnto en este doctseñor Guarnan, mas tampoco ha hallado en 41 manto, segun se lo recomiei la fuerza que se le supone. ando la costumbre adoptada en este estudio, se aonia nata analizarlo. Dice 'kn observancia de superior 6rden de Y. E., su fecha 7 de noviembre pr6xime pasado, digo: Que don Pablo Serrano vino de (Jorrejidor a el partido del Neta, por el mee de noviembre de ochenta i uno, babiindose recibido i hecho el juramento en la Real Audiencia de esta capital; i en cuanto a su aptitud, tenso ya espuesto a Y. E., en mi representacion número 20, su mala versa clon 1 el mugun cumplimiento que ha dado a las 6rdenes que se le han comunicado por ini. El partido de este correjimiento comprende ocho pueblos: Macuco 1 (Iuanapelo, en la juriadicolon Pote; Zunmena, Casimana, Chámeza, Taimen i lipIs, en la de Santiago, a orillas del no Neta, i el 4e Jirame»a en San Martin. Esta ¡Sien está a cargo de los Padres Agustinos descalzos, i el de Jiramena al de nuestro Padre San Francisco. u Los pueblos por donde se comerola con el rio Neta son Macuco i Otanpalo, manej6ndose solo con lanchas ¡o en las cuales se conducen loe afeotos que produce la provincia de Tunja, como son lienzos, mantas, ha~ coMo. vanes, azúcares, co~aa harina i sebo, todo por el rio Orinoco, a la provincia de Guayana, de donde está prohibida la introducoion de todo júero de mercaderías, por lo que solo logran reducir a dinero sus efectos. "Aunque para el tráfico no ha¡ mas que los dos pueblos arriba mencionados, lo son cuantos caoe i ríos entran en el Neta, pidiendo, por consiguiente, esta .nmna amplitud el mayor celo para impedir los contrabandos, en cuyo asunto viviré con toda la vijilsztcia que exije la gravedad. "Es cuanto puedo informar a Y. E., sin embazgo del poco conocimiento que basta la fecha he adquirido, por el corto tiempo que tengo de residencia «i oste gobierno. "Dios Nuestro Señor guarde &C Sin esfuerzo se nota que no se trataba de un informe que comprendiera toda la provincia, sino únicamente el correjimiento del Mete. La mencion de las pus. -76bios no beata en una disputa sobre límites, si no se demarcan lea jurisdicciones. Podia mmi bien no haber otro pueblo al oriente que el de Guanapalo, pues que la colonizaoion segala en esta parte de occidente a oriente, comenzando en la ciudad (le Santa P6, capital del Vireinato, i avanzando por etapas, sin que la etapa o cabecera del pueblo reatrinjlera la jurisdiocion hácia adelante. Era por esto que, como se dijo ántes, algunas poblaciones tenían jurisdicciones esten 'Aiuw, como la de Guayana, BaSas i el mismo Casanare i San Maxn. Obsérvese que el in, formesepidiócomo dato mercantil, ino para otra casa: se queda sabor enqué puntos se hacia alto, i cómo se ligaban las relaciones de tráfico 1 sinembargo, aunque se dice que no babia mas que los dos pueblos citados, se añade lo son cuantos caños¿ rice entran en el MeLa Ademas, el Gobernador tuvo cuidado de advertir que no debia darse mucha autoridad a su informe, en atenoion al escaso conocimientoque le era dado tener del asunto, por el poco tiempo que tenis de residencia en el Gobierno. Si se quiere en esto un documento a toda luz respetable i delante del cual caen, opor lo Snos quedan sin valor, las relaciones de Miy ares, ahí eS el informe del (jobernador de loe Llanos, señor Feliciano Otero, dirijido al Virei en 31 de diciembre de 1797, sobre los beneficios que reportarían las poblaciones de su mando por el comercio libre, documento que revela alta intelijencia, sagacidad 1 celo sin afectación. En él esforzándose dicho funcionario en recabar para loe pueblos de su mmdo la misma raci& que se babia otorgado por el soberano a la provincia colindante de Barinas, se espresa así: "Pues bien: la situacion de la provincia de Barinas ea tan abierta i tan idéntica con esta de los Llanos de Casanare, que no tiene diversiflcaoion. Por el norte confine con Cardcaa i Guayana, por el sur con ésta, sin otra division que el rio Arauca, i por el ocaso con M4rida, ambas villas de Cúcuta, la de San Cristóbal 1 mucha parte de la provincia de Pamplona, confluyendo sus términos por el oriente con Orinoco, jurisdiccion de Guayana?' 1 mas adelante, recomendando como complemento la fundacion de tres poblaciones para las cuales debia mandarse un injeniero que las trazara, añade: "El ¡uerto de Moanioa es el que primeramente debe poblaras de jentes dtilea i laboriosas, por estar situado donde baila mayor necesidad, i en el sitio del Trapiche, que ea el lugar donde se junta Meta con Orinoco, ~», a la verdad ,nui inripottante de Sa provincia, se debe establecer la segunda población, ambas por la parte del sur, lo mismo que otra al frente de la boca de Casanare &c." Ya otro Gobernador de Casanare, Miguel Olet.o Fernández de Seijas, en 1752, habla descrito la jrovinoia como sigue: "La juriadiccion de dicha provincia empieza, por este lado del Reino, desde elrio Upis basta el de .Arauca, rayando el primero con jurisdiocion del gobierno daSanjuaa,ielsegundo con la de Maracaibo por la jurisdicciondeBarinae,1 en su distrito hai los rioo signientes." Los enumere 1 concluye por el .Arauca. Notable ce el empeñoque pone el honorable señor Ouzman en echar por tierra la línea trazada por Codazzi7 quehoi mismo esleideVenezuela; pero aun ea mas notable que para este objeto apele a la cita de un antigio mapa, cuyo autor no se conoce siquiera. Si se niega la autoridad de C~ hombre de ciencia, que traba'6 a! frente de una comision compuesta de personas ilustradas, ¿ qud fepnedeprestarsea una carta desconocida, que no lleva nielnombre del que la fribajara,i ¡levantada sin los datos i observaciones que tuvo presentes el jefe de la Comis on (iorogrLfloat Habla el señor Plenipotenciario de la grave equivocacion de tomar el Arauca por el Meta, i la refiere al pensamiento que tuvo la Junta de Tribunales de Santa F6, durante el Gobierno del señor Plóree, de hacer una mejor demarcacion de los correjimientos que enttcea pertenecían al Vireinato. Es ciertoque existió aquel pensamiento; pero sabido es qu e ni fu4 aprobado ni se llevó a efecto, ni dió lugar tampoco a la eqnivocacion que se menciona ahora por primera ves. El Plenipotenciario de Colombia tiene sin duda mas fundamento para hablar de la equivocacion que se comete tomando el Meta por el Arauca. - 77 Todo lo que dice el señor Plenipotenciario do Venezuela respecto a la situsclon del P880 Real de los Casan ares, carece de verosimilitud. Apoy6ndose en el antiguo mapa sin nombre, se dice que el Sarazo botaba un brazo al SO., i se da por sentado que por allí venian los de Cae~, i que, por consiguiente, allí estaba situado el Paso Real de aquel nombre. Basta ver con atencion el párrafo del señor Guzman, para convencerse de que tal saposicion es atadas luces inadmisible ;yrimoro, porque en las cartas oficiales¡ autorizadas no aparece el brazo que del Sarare se dice se desprendía al SO. ; segundo, porque tampoco existe el que se dice botaba al SE. ; i tercero, porque el Azanca no lleva este nombre ántee del Desparramadero, i los tárminos de la real ríoo4dula de 1786 son precisos cuando dice: "1 desde allí, tirada otra línea basta las Barrancas del rio Sarare, por encima del Paso Real de los Casanares en el Azanca, cuatro jornadas distante de la dicha ciudad de Barinas." Ha¡ rosa cotejando laapaiabras del señor Plenipotenciario, se palpa en ellas una notable contradiccion. Dicen así: "Lo continúa (el curso del Sarare) con el nombre de Banzo, desprendiéndose al SO. un brazo por donde venían los de Casanare &c." 1 pocas líneas mas abajo: "Como al tomar este no el nombre de Sarare i desprender un brazo al SE., aparece que por tal brazo era que venian los de Casanare &c." de los dos brazos era que venían loe de Casanare? ¡Por cnúl Debe agregaree a esto la circunstancia es~ por la real cédula, do que el Paso Real de los Casanarea está cuatro jornadas, es decir 1 de 32 a 86 leguas, distante de la ciudad de Barinas. Si el señor Plenipotenciario consulta la distancia que ha¡ de Barinas al punto en que quiero colocar ahora dicho paso, ved que es insostenible su aserto. Aun cuando no fuera único i singular el dicho de Miyaree, en el estado jeneral que aparece formó de la provincia de Barinas, todos sus datos deberian someterse a una escrupulosa censura. En la solicitud que hizo al Bói, i de la cual ha sacado mucho argumento el señor Guzman, descubre el interee que tiene recomendar sus servicios, pues nada niános quiere que el aumento de sus sueIdos i un grado mas en la milicia. Como Ceninrion, se afanaba por recomenda~, aunque con frecuencia a costa de la verdaL lncluia a Anuos entre las poblaciones de la comprension de su ando; no obstante que por otros datos se sabe que esta poblacion, desde que se M fund6 en 1782, perteneció a Casanare. Probable ea que no conociera su situale clon, sino que la hubiera oído nombrar como recientemente fundada, i en su afan de decir bastante de su Gobernacion, la incluyó sabiondoque en la Corte nadie le contradecía. ¿ Por qué i cómo ea que aparece siempre bajo la autoridad del Gobierno de Casanare? ¿ Qué acto de jurisdiccion sobre ella ejerció alguna vez el de Barinas? Resulta de un oficio del Gobernador do Casanaro, fechado en Morcote a 23 de abril de 1792, que hasta esa fecha no se habia fijado con precision la línea divisoria entre la provincia de Ca~i la de Barinas, creada desde 1786. El oficio a que se alude dice así: "He recibido la superior determinación de Y. E., de 17 del pv6nmo pasado enero, paraque, con arreglo al plan jeográfico formado por el Comandante de tillerfa don Domingo Esqniaqui, se señale la línea divisoria de ¡eta ila provincia de Barinas, con la aguja que se ha entregado e instruido de su manejo a don Gregorio Lámos, Correjidor de Cuiloto. Este superior precepto no lo hago poner en pronta ejecucion por dos razones &o.... lo rigoroso de la estacion ¡ la ineptitud de lámos.' Si en abril de 92 todavía no se hablan demarcado las jurisdicciones respeoti. vas, ¿ cómo podía Miyares hablar con tanta seguridad de los lmmitesyreasos de la provincia de su mando? ¿ No será mejor buscar boj el plano de Esqulaqti, 1 hacer conforme a 41 la deliniitacion que parece no se hizo entónces? Si el infrascrito no tuviera tanta confianza en la benevolencia i seriedad con que procede el señor Giman, en oste debate, darla acaso otra eaphcaciona este — 78jénero de argumentaclon, apoyado en datos que tan poco se preSa al objeto con que se aducen. Sorprendo, por tanto, que con ellos el señor Plenipotenciario se crea autorizado para decir que, "despues de todo lo que consta en las demostraciones que anteceden, aptas viene a ser necesario añadir que Venezuela está en lejitima Os de los derechos del idi p~ de 1810. no solo respecto de la villa de Azanca i las poblaciones de Aranqnita i Santa Rosa de la antigua jurisdiccion de = la provincia de B~sino de todo el territorio que datos queda oficial i autlicainente demarcado." ¿W entendemos por derechos de Si possidetis? ¿ Cuándo, qué día, en qué hora han estado las poblaciones mencionadas bajo autoridad alguna venezolana? Bajo el Gobierno colonial desde 1782, ¡echa de la fundacion, basta 1810, Anuos pertenecid al Vireinato; i desde 1810 hasta ahora mismo, la provincia de Casanare, comprendiendo todas las poblaciones de la derecha del Azanca basta llegar al Paso del Viento, han pertenecido sin interrupcion a Colombia, 1 ni remotamente babia asomado disputa sobre la lejitiinidad de za posesion. Es este un hecho cumplido e indisputable, que tiene la sancion de 64 años de la vida ~diente. 1 no cuadra bien que tras de ella, i oomo pidiendo una restitucion 1 un avenimiento, el señor Plenipotencia.io hable de tirar una nueva linea, toda en menoscabo de lo que es debido a Colombia i de lo que desde el principio se le ofreció comoestrictamente ajustado altdipossidetisdei8lo. El derecho ila dignidad do Colombia se hieren no Snos con la especie de argumeutacion que con la proNo se concilia bien una proposicion semejante con la sinceridad que debe presidir a una avenencia o transaccion, cuando comenzamos por sentar que aquello mismo que se disputa nos pertenece inconcusamente, ¡ se afecta oedsr una pequeña porcion, erjiendo todo el resto. Si ya un £rbitro autorizado suficientemente hubiera declarado la pertenencia, cabria proponer un cambio; pero cuando Se camino se deseoha, 1 qniérese ilear a la soincion por sola las propias conviocionee, léjos de preparar al avenimiento, pueden producir el efecto contrario. Antes que todo débese saber cutl es en verdad el caudal que se trae a la negOdon it Muunio—Airroiuu L Gumía. Es conforme—Carices, enero 23 de 1875. El Secretario de la Legacion, A. Gonzála Tdeda WtMOBAJDUM DEL PLENIPOTENCIARIO DE VENEZUELA. LIII1TS 000wzlqTu. DI vIa CON La NUEVA colonIa. SeEim el Tratado de 1833, aprobado por el Gobierno i Congreso de Nueva Granada en 1834, i que 9uedó sin efecto por desaprobacion del Congreso de Venezuela, este limite habria empezado en un punto delMeta llamado el Apostadero, ¡ continuaria al sur hasta la frontera del Brasil. Segon lo pretendido por el negociador granadino, diez años despues, como frontera internacional, la línea bajaría por el Meta hasta desembocar en el Orinoco, suma por la ribera izquierda de este no Mola el Sur, i luego & su bifurcacion del Casiquiare, i por éste i Bionegro, aguas abajo, al confin con el Brasil. Conformtndcse el señor Toro con defender lo que habla convenido el señor Michelena diez años intcs, ~6 a la novedad introducida por el señor Ministro granadino, i qued6 la xiegociacion sin resultado. Todo esto queda muí distante de lo que Venezuela puede i debe sostener como su límite occidental enlahoya del Orinoco i del Bionegro, como tambiento están las miras de los negociadores posteriores. Para demostrar el actual Plenipotenciario de Venezuela la estricta malicia de la frontera que considera ser de derecho entre Venezuela ¡la actual Ookmbiu por el tdipoSdeÑ de 1810, empezará por el historial ófidal 1 auténtIco de las distintas jurisdicciones que el Bei de España demarcó basta 1810 en aquellas rejionee. 1731.—En 1731 dIó existencia el Bel de España a la Capitanía de Venezuela. 1742.—En real cédula de 1742 dijo el Bel a su Vire¡ en Santa P6, que relevaba i nimia a la Capitanía jeneral de Venezuela de toda dependencia as aquel Virein ato. 1153.—En 14 de diciembre de 1753 espide el Reí la cédula que tuvo por objeto el cumplimiento del Tratado con la Corona de Portugal, celebrado tres años gntes, i por ella crea las cuatro comisiones de límites que, conforme a dicho Tratado, habrían de demarcarlos desde la Colonia del Sacramento sobre el rio La Plata hasta el Amazonas i sus afluentes. A la cuarta de dichas comisiones cometió el cargo de delinear la frontera por loo lados del Amazonas i del Orinoco. Los miembros de esta cuarta comision fueron el Jefe de esouadron don José de Itagriaga, el Coronel de infantería don Eujenio Alvarado, el Capitan de navío don Antonio Urrutia i el de fragata don José Solano. Por la referida Cédula se autoriza a la Comision para el estaUedmi&o de pueMo. en el terreno que raáia odre el fon ¿ el Orino,,,. El Bel confirió a Iturriaga mas tarde, como se verá en su lugar, lajuriediccion en cae territorio, con el titulo de" Cbmandatitejenerui depollacionea i de todo el rio Orinoco, para fundarlas i vzjllar la frontera cvn tos portugua&' Son palabras del Soberano, hablando de Iturriaga, las siuientes: "Que supuesto su nuevo destino de Cotnandante jeneral de dicho territorio i poUaciones, debia procurar que los portugueses no se internaran en los dominios de España." Estaspalabras demuestran, con la mayor claridad, que la real jurisdiecion delegada en Iturriaga se estendia a toda la línea fronteriza con la colonia portuguesa, o sea el BrasiL 1756—La espedicion de limites lleg6 a Carien en 1754, i en 1756 entró en la rojion del Orinoco. Emprendió la reduccion de indíjenas en esa rejion, i siguió sus esploraciones i fundaciones al sur de las del Casiquiare i Bionegro, a cu yos adelantos concurrieron despues los misioneros pedidos al Soberano i concedí por él. 1758—En el mismo año de 1766 pasó las cataratas o raudales de Maipuree don José Solano, el injeniero i jeógrafo de la Comision de poblaciones i limites do todo el territorio ~el confinante con la colonia portuguesa o Brasil al Norte del Amazona lAesó a la embocadura del (luaviare, continuó i pacificó la rejion de Bionegro en su importante viaje basta el raudal del Corocubí, i en la relacion de ese viaje se encuentran datos importantes en la materia de la presente esposiclon, porque comprueban lo que viene dicho i lo subsiguiente. Los Cabree, pobladores del bajo Orinoco, es decir, de su hoya hasta el raudal de Malpares, habian sido casi esterminados por los Caribes, que hablan quedado señoree de aquel territorió; pero al pretender subir más aquellas aguas bácia el Sur, encontraron en los Onaypunavis del Alto Orinoco, acaudillados por Crucero, una poderosa resistencia, sobre todo en el Ininda, donde el caudillo fl36 su pincipal línea de En las márj enes de Bionegro preponderaban los Manpwsnos 1 Mamtivitanos, mandados los primeros por Imú i Cajumú, i los segundospor cos Los Guaypunavis i los Manifivitanca de las riberas de Bionegro se hacan cruda guen Se la hacian tambien Crucero i Ccciii. Al llegar Solano, logró que Crucero se fijeza en San Fernando, i que Imú i sus jentes fundasen a Santa Bárbara en la boca del Ventnary. Nada conaiguiócon Cocui,que prefirió ir a unirse con loe portugueses, a los cuales ayudó a subir basta ¿punto en que fundaron a San José de los Maravitanos, pretendiendo así adueñaras del raudal de Corocubí, que era dominio español, esplorado i ocupado por el alférez Mutas i el sarjento Bobadilla, a las órdenes de Solano. Ounuripe 1 Sivaririco fueron fundados en la bifurcacion del Orinoco que da erijan al Casiquiare, i San Francisco Solano en la desembocadura de ésto en el Biongro, todos en la ribera izquierda En la ribera derecha de este mismo Bionegro fueron establecidos por Ita- -80-riiaga ¡Solano, como miembros de la Comision de poblaciones i límites, los piteblosde San PelipeiSanAguatin,al Sur ialaizquierda;ibácia arriba, por sus sucesores, los de San Miguel Tomó, Maros, San Gabriel iSanta Rosa de Pimichin. Estos datos históricos i perfectamente comprobados en el archivo ofrecido al exámen del ilustrado señor Murillo, demuestran que toda la rejion del Rionegro, Casiquiare, Atavapo i (biavisre, desde el randa! de Corocubi, i aun desee la laguna de Marakf, dependia del centro de autoridad establecido en San Peinando de Atavapo, ejercido por la Comision de poblaciones i limites; juriadiccion que quedó a cargo de la Comandancia jenenil de Orinoco, Caaiqutare s conferida por el Bei adon Jos6 de Iturriaga en 1762, i que a su muerte, i por disposioion suya, pasó a la Comandancia i Gobierno de Guayana; la cual fué aprobada i confirmada por el Soberano en 1766; i que desde 1777 hizoparte de la Capitanía jeneral de Venezuela, como todo consta en el archivo que ella posee i ha espuesto al señor Murillo. Ese territorio linda al occidente con la mision mas oriental de los Llanos de San Martin, que no llegaba al punto en que forman el Guaviare los rica Guayabero i Arlan; lindaba, ademas, con las misiones de los Andaquies i del Caquetá, e gobernaban los relijiosos de M000a, Caquetá, Fragua i Caguan; no se estenL mas acá de este rio Capan, atente del Caquetá, ni llegaba a la embocadura día del de los Engaños en el mismo Caquetá. Es, pues, evidente que las misiones de Canichana, Atures, Maipures i todo el partido de Casiquiare i hoya del Rionegro, dependientes todas del centro de autoridad de San Fernando de Atavapo, ejercida por Iturriaga, i colindante con las ya mencionadas misiones independientes do aquel centro i dependientes de Santa P4 compreudian todo el territorio al sur del rio Meta,que queda ya deslindado, i que bañan el Vichada, Guaviare, Atavapo, lairida, Caaiquiare,'Rionegro i sus afluentes. Lacédnladirijida al Virel de SantaFé en 5 de uiayodell68,dicelosipiante: "Don José de Iturniaa dispuso que la Comandancia jeneral de las "nuevas poblaciones del Alto i Bajo Orinoco i Bionegro, que él ejercia, quedasen, como lo están por. su falleciinientb, a cargo del Gobernador i Comandante "de Guayana. Conformándome con esta disposicion i hallando conveniente que # subsjata la espesada aqreqacion al propio Gobsrnador i Comandante de Gua wana, "de suerte que que5e reunido a aquil mando, siempre subordinada a esa (Yspianfa ¿jeneral (di Santa Fé) el todo de la rçferida provincia." El actual Plenipotenciario de Venezuela hace justicia & la estrema labor del señor Acosta, Plenipotenciario granadino de 1844, que pudo acumular tan diffoiles pápnas, a fin de convencer que esta Real Orden no formó un todo junisdiccional con las dos partes jurisdiccionales con quereal i verdaderamente se formó ese todo; pero esa justicia no se estiende en manera alguna hasta convenir con las conclusiones del señor Acosta. Pueden admirarse sus esfuerzos de dialéctica ?in concordar con su lójica. El Plenipotenciario de Venezuela no concibe cómo puedaegregaxse una parta a otra parte sin que las dos queden formando un todo. Dice el Reí: "que quen ed lo, dos mandos nunidos," i no puede ser mas claro, que reunidas dos jurisaiccio se, quedan formando una sola jurisdiccion. Dice el Reí al Virol: "queuk queda asta adoeltododela pnvincirx;" iesestolo que entiende elPlenipotenciarío de Venezuela. Quedaron los dos territorios formando ese todo de una provincia, la provincia de Guayana; i aunque ha hecho esfuerzos en el estudio del fnprobo trabajo del señor Acosta, por ver si alcanzaba a comprender algo distinto de !osue deja escrito, ha de confesar que no le ha sido posible. Espera pie en el curso de la actual esposicion encuentre el md digno señor Murillo abundantes pruebas de que toda l rejion que puso el Rol de España bajo la jurisdiccion de su Comision de poblaciones i limites i bajo la Comandancia jeneral de su Presidente, el jefe de escuadra don José de Iturriaga, quedó a la tuneS de este Majistrado por su disposicion i ¿itima voluntad, i por la real cédula que la conflrm6 i convirtió en le; siendo parte integrante de la provincia -61— de Guayana, 1 formando un todo juriadiocloixal, que sIguió dependiendo del nato de Santa F4 basta ulterior disposicion. Cualquiera que fuese el mérito de los esfuerzos del sefior Coronel Acoste contra esa jenuina intelijencia de los hechos i los actos oficWes, espera el Plezipotenciario de Venezuela que no deban ni puedan prevalecer edite los hechos¿ ada. qtciaka del r4jitnen español, posteriores a la integradon de la provincia de Gu3yana que fué ordenada por el Eei en su cédula aprobatoria de la final disposicion de Itoniaga. No podrn ser mas competentes. para entender ¡ aun para interpretar la voluntad del Soberano, las opiniones ahora formadas sobre aquella real cédula, gue la int.elijencia dada a ese acto por los majistrados espaEoles de 9uel tieno ¡por el Soberano mismo, despues de espedirla, para rejir la coutinuacwn del ejeracio de su soberanía, i eso quedan demostrado en los párrafos subsiguientes Para la mayor claridad de estas demostraciones, citará el Plenipotenciano do Venezuela, no todos, por ser muí numerosos, pero sí una serie de actos reales i do hechos oficiales i auténticos que, ya por el tenor de cada uno de ellos, o ya por su encadenamiento en el conjunto, espera que concurran a comprobar la eiaciitud 1 lejitimidad de la verdad í del derecho que tiene el honor de sostener. 1768—En 1768 ordenó el Bel al Capitan jeneral de Caracas, que frautueara a don José de Xturriaga los oficiales que pidiera para demarcar los límites de las coronas de España i Portugal, en la rejion del Orinoco 1 el Amazonas. 1.758—En 25 de octubre del mismo año aprobó el Rejal Capitan jeneral cuantas disposiciones habla librado respecto alAlto i Bajo Orin000, i en especial los socorros a la Comision de poblaciones i limites, los cales hablan montado a la suma de ochenta mil pesos. 1759—En nota del segundo comisario, fecha 12 de junio de 1759, se demuestra la grande importancia de la dudad de San Fernando i el notable progreso de los trabajos de la Comision, citSndose cinco pueblos, desde Maipures, principio del Alto Orinoco, hasta San Fernando, Casiquiare i Bionegro. 1759—Habiendo mandado el Capitan jeneral de Cerdeas en 1759 alguna 'ente para las poblaciones del Orinoco, aprueba el Be¡ este envío en 25 de octubre de 1759. En el mismo año do 1759 envía el Capitan jeneral otro cosmógrafo al Presidente de la Comision de poblaciones i límites del Alto i Bajo Orinoco i Bionegro, ¡ en 20 de enero de 1760 aprueba el Boj esta remision. 1760—Habiendo dispuesto el Capitan jeneral de CaScas que fuera a ponerse a las 6rdenes de Iturriaga el Teniente del batallon de CaScas don Antonio Magieur recae la real aprobacion en 1.0 de mayo de 1760., 1760—En 30 del mismo mes permite la corona la venta de diferents efectos, de los empleados en la espedicion de poblaciones i limites en la ciudad de CaScas. 1760—En 14 de octubre de 1760 propone al Bel ci Comandante jeneral de i limites a don José de Ituxriap para Gobernador de San Pernano C Atavapo, i menciona los puestos que tiene ocupados en el Alto Onnoco 1 Stode negro, dependientes todos de Sri Fernando, los unos como escala, i los otros como frontera con la coioniaportugueea. Aconipaila, en apoyo de su solicitud, el informe evacuado por don José Solano, relacionando su viajetodo el país, a cargo Bi ¡co~ sus afluentes, de la Co~, bañado por el Alto Orinoco, Casiquiare, de oriento i ocoidents En este informe divide el Orinoco en alto i bajo, a partir de CabraS. El alto al sur i al este, desde ese punto; i el bajo hasta les bocas Habla del toneon de "Buena Guardia," en el estremo occidental del Casiquisra, 1 dice que sus fuegos son la llave de ambos rice. Habla del Atavapo i del Guanare, 1 de haber pacificado indice del Inirida, para poblar a San Fernando. Describe las cuatro angosturas del Guanare, i cómo éste ea forma de los ríos Guayabero i A~, que reciben las vertientes orientales de la gran cordillera,aespaldasde San Martinl san Juan de los Llanos. Refiere su navegacion por el Vichada i por el rio Muco, que sube h&cia el Mete, frente a la-boca. del Bravo mas arriba del pueblo Macuco. Senala el no Tupano, que sale al pié del raudal Maipures. Describe su campiña, cuyo término al norte es el bosque de Matoreni i al occidente la cordillera del Nuevo -82— Reino. En Blonegro menciona la torro fuerte levantada a legua i media de ¡a boca del Casiquiare. Dios que entre la boca del Casiquiaro i el raudal do Corocubf estaba el cabetela Tollo. Anuncia que los Aquinavis, sobro el rio Aquio, que desagua al sur en el Negro, hablan ofrecido poblar donde conviniese, i que los del raudal de Corocubí se estaban reuniendo en su estreno o salto mas peliçoso. Da cuenta de que loe Maquiritaree del Pádaino habian provisto de bague i víveres a loe esploradoreo; i que ellos, i los sacados de las mitijenes del Orinoco ¡ Bionegro, estaban prontos a concurrir con sus personas i víveres para el paso de ¡a eapedicios eapafIda de ¡Imita, ajuntant con los wmzriosportugtseees. Este informe es uno de los documentos mas importantes en la materia de límites, objeto de la actual negociacion, porque ente enseña cuál era el territorio jurisdiccional de la Coniision de poblaciones ¡límites, i de la Comandaneia jeneral conferidas por el Reí a don José de Iturriaga, que ;or disposicion de éste se incorporó al Gobierno de Guayana, i que por la real cédula ya citada, pasó a ser parte integrante de la ero vincis de Guayana. Este informe prueba que el Alto Orinoco con su territorio i los de Casiquiare, Bionegro, Corocubí, Aguio, Pidamo i toda aquella rejion, as?mo co las del Átavapo, Inirida, Gnaviare, Vichada, Muco, Bravo, Tuparro i banda meridional del Meta, campiña i el bosque de Matarení, formaban un todo jurisdiccional dependiente de San Fernando de Atavapo En todo esto coincide, como se verá mas adelanta, en el 6rden cronol6jzeo de la presente esposicion, el Prefecto de la Mision Capuchina andaluza, destinada a las nuevas reducciones del Alto Orinoco i Bionegro frai José Antonio de Jerez. Tambien lo confirmael mapa que trajo don josé Abascal, cuando vino de Virol del Perú, en el cual se encuentra delineado el viaje de don José Solano como pacificador de las tribus de Bionegro hasta el raudal de Corocubí, ceros del río Caburí. Testomismo aflrmael señor Felipe Pérez en ' sujeografia jeneraldelanilamaflepública de Colombia (actual), edicion oficial de 1863. 1180.—En 1760 'naniflesta Iturriaga al Virol de Santa P4 que ntee de retira~quena dejar organizadas las poblcionea que babia formado en virtud de su comision conferida por real cédula de 1753. 1761.—El Comandante jeneral Iturriaga ocurri6 al Bel en 17 de octubre de en solicitud de seis clérigos, para aplicar uno ala fundacion de Real Corona, a Ciudad Real ¡treo al Real de San CSrlcs, en Bionegro, con la declaratoria r pueblos militares, así las fundaciones hechas como las que se hicieran su 1761.—En el mee siguiente del propio año da cuenta Iturriaga de haber dado título do Gobernador de la ciudad de San Fernando de Atavapo a su agregado López de la Puente, encargándole de la capitanía de las escoltas de las misiones do los Jesuitas en el Alto Orinoco. 1761.—El Gobernador de la Nueva Andalucía remite en el propio año de 1761, al Mde España, el mapa jeneral de la provincia de Guayana, que fijaba a ésta los siguientes linderos: al oriente las colonias holandesas del Esequsbo 1 la francesa de la Cayena; al norte ¡occidente las orillas del Orinoco, i al sur el canOnindeterminado con los dominios de t AL Fidelísima en el Brasil, separando sal LwO.ftoa do Guayana de las de Cuman4 Barcelona, CaScas, Barinas, IM—Foi rial 6rden, resultado de la anterior jestion, crea el Soberano la provincia de Guayana, enijiendo su Comandancia 1 Gobierno con separacion del onti(uo Gobierno de la Nueva Andalucía. 1761—Aprueba el Bol de España, en 8 de noviembre de 1762, el nombramiento de L6pez de la Fuente, hecho por Iturriaga, de Gobernador de la ciudad de San Fernazulo de Atavapo. 1762.—En 22 de setiembre de 1762 insiste el Reí en que Iturniaga continúe ejerciendo la comision do formar i gobernar las poblaciones de toda ¡a rçton del Alto o~. 1 manda que se ¡e rrsaozoi como Comandantejeneral de ellas s todo el He Orisoco, con sobordinaclon tan solo al Virol de Santa EL ENUSM En esta real 6rden manda el Bel que el Comandante de la provincia de Guayana, erijida en aquel mismo año en Gobierno i Comandancia separada, estuviese bajo la jurisdiccion de don José de Iturriaga, Comandante jeneral de poblaciones ¡«mitas del Alto Orinoco, Casiqiare i Eionegro. 1762.—Ea 2 de noviembre del propio año (1762) espidió el Reí nuevaérden disponiendo que la mision franciscana de Pirita (en Barcelona de Venezuela) pro. rayese de pirrocos a Ciudad Real i Real Corona: que la mision capuchina de Andaluol a aumentase con ocho relijiosos la que tenis en Venezuela, i que ésta formase otra mialon para los nuevos pueblos del Alto Orinoco i Bionegro, desde el raudal de Malpares al sur, permitiendo que tuviesen ganado i safniszdo a cada misionero un aneldo, que el Reí llama limosna, de ciento cincuenta pesos al año, como la que gozaban los damas de la provincia de Guayana. 1762—Para la defensa de todo el rio Onnoco i toda la/rentera con los portuguesu, pertenecin* a la miavia comiden de límites entre d Árnasonos, d Orinoco ¿ sus qfiuentes, propone don José de Iturriaga al Bel, en 24 de noviembre de 1762, la formacion de cuatro compañías veteranas de a 65 plazas cada una, con sus oficiales i clases, que hicieran el servicio por destacamentos, atendiendo al río Orinoco, a sus misiones, a las de Barinas i a las de Rionepo. Alega que de este modo es que podría contenerse a los portugueses del bajo Rionegro, que tenian en San Joa6de Barcelce trescientos hombres de tropa arreglada Dice que de este modo el destacamento de Ciudad Real podría socorrer prontamente la angostura del Orinoco, i tambien a las nuevas reducciones que se hicieran. 1762—En diciembre del propio año ordena el Reí la formacion de las cuatro compañías, pero las manda situar en la angostura de Guayana, juzgando que así podnan llenar todos los objetos del establecimiento. 1762—En 21 de setiembre de 1762 encare el Reí a don José de Iturriaga, Presidente de la Comision de poblaciones i límites i Comandante jeneral de los pueblos del Alto Orinoco, el mayor cuidado sobre la frontera con los portugueses. 1762—A virtud de la Real Orden de 26 de setiembre de 1762, comunicada al Gobernador de Nueva Andalucía, don José de Diguja, convinieron los Padres Franciscanos Observantes de Píritu, reunidos en junta, en trasladar su residencia al Alto Orinoco; i en ese año i el siguiente recayeron distintas concesiones del Be¡ sobre relijiosos para el Alto i Bajo Orinoco, de modo que es manifij5 la equivocacion del Baron de Huniboldt cuando dice en su tomo octavo, p4jina 87 de,=Ion a las rejiones equinocciales," que los Observantes de San Francisco comenzaron a funcionar en el Alto Orinoco por el año de 1786. 1763—Don José de Lturriaga, en su arietar de Comandante jeneral del Alto Orinoco i Rionegro, participa al Virei lo que babia escrito al Comandante jeneral portMués del Paré, para que se retirase del raudal de Corocubi, en Bionegro, i que restituyese los indios de la devocion española que babia sustraído. 1763_Enel mismo año, a26deagosto,Iecontaste eljefeportuguánegin. ¿ose a aquella solicitud, i reclamando como dominio de en Soberano todo el Rio. negro. hasta la boca del Casiquiaro. 1765—Por real 6rden de 27 de enero de 1766 resolvió el Bel, que todos loa puntos contenidos en instruocion de 5 de junio de 176% fuesen de la único inspec. cion i responsabilidad del Comandante de Guayana, quien debia proceder da acuerdo con don José Solano, Capitan jeneral de Venezuela, segim real Lrda de 2Ode julio del768,i que el Vire¡ allanaselos obstáculos que ofreciera la Inmediata i distinta comision que estaba a cargo de don José de Iturriaga.. Así modificó el Reí la subordinacion del Gobierno de Guayana a don 3.é de Iturriaga, que babia ordenado en cédula anterior ya citada, cometiendo al primero lospuntos de la instruccion de junio de 62, que todos se refieren a lo que pudiera llamarse el secuestro del Bajo Orinoco, para impedir que fuese yintedo por estranj eras. 1765—Da cuenta el señor Ituniaga al Vire¡, en 20 de febrero de 1768, de k ~es del Paré, que queda e contestacion que habla recibido del Comandant mencionada; i añade su refutacion. Dice que mIes de la negociacion de limiM de 1750, i Sae del rompimiento de la guerra, no tenian los portogueses tan- -84— talo alguno en Corocubí, nl para arriba nl para abajo, en una grande estenaloir i que suloteniaEupaña, con marcasiseñales, como lo demostraba la carta del Jeneral portugues, cuando habla de! establecimiento de la poblacion do San OLrs loe, i hasta la primera de los Maravitanos. Aquella esploracion i esplicacion, asgan Iturriaga, fueron obra del Sarjento Francisco Fernández de Bobadilla Comisario do aquella Unes divisoria, por nombramiento del mismo Iturriaga. Made en su esposicion al Reí, que habla reforzado al Norte el puesto militar do Malpares, i al sur el de San arlos de Rionegro. Concluye asegurando que darla a los (Japuobinos andaluces los auxilios necesarios, procurando restablecer los dos pueblos de Sta Felipe i Santiago en Rionegro, pues que en el primero existia todavía la garita, i en Casiquiare debia estar la torre de Buena Guardia. Bogan esta esposicion del señor Iturriaga, no limitaba su mando a la hoya del alto Riotzegro hasta la frontera portuguesa, desde el salid de Oorocubl, donde ellos tenian la fortaleza de San Gabriel, sino que gobernaba htcia arriba toda la línea tirada desde la laguna Marakf. 1766—Como por real 6rden de 2 de noviembre de 1762, debía formaras una mision capuchina andaluza para los nuevos pueblos del Alto Orinoco i Rionegro, desde el raudal de Maipures inclusive hícia el Sur, consta que esa mision llegó en enero de 1765 a Cabruta, i que el Comandante jeneral de poblaciones i limites da todo el Orinoco i Rionegro, recibi6 la mision, la d16 embarcacIones 1 escoltas, como pedsaau Presidente, para subir a Maipnres,i para seuirde silla! sur,a ocupar loe territorios donde se hallasen los indios jentiles, s los fronterizos con los portugueses. 1766—En 2 de diciembre de 1766 se comunica por el Ministerio de Indias al Ciapitau jeneral de Carteas la real aprobacion al envio hecho por Ituniaga de don Francisco Rodrigues de Villalba a Carteas, para liquidar las cuentas de la Comision de limites. La comision habla fundado, en cumplimiento de su real encargo, las poblaciones siguientes en el Caroní, las de Mariacurí 1 Aguacagua; en el Orinoco, las de Real Corona, Ciudad Real, San Francisco de Cuobivero, San José de Maipures i Santa Bárbara; en el Atavapo, la ciudad de San Fernando; enCasiquiaro la de Buena-guardia; i en el BiQnegro, las de San Oírlos, San 1767—Fr6±imo a morir don José de Iturriaga, resuelve, en 28 de enero de al Comandante Gobernador de la provincia de Guayana, don Manuel Centurion, así en el Alto Orinoco i Bionogro, como en los densas territorios limítrofes con la colonia de Portugal. Confiero a Centurion todas sus facultades, para que hiciera lo mismo que 61 debiera hacer, dando cuenta de todo al Capitan jeneral de la provincia de Venezuela, con cuyo acuerdo debía proceder. 1768—Por cédula, de 5 de mayo de 1768 aprobó el Bel lo dispuesto por Ituniaga, i manda que quede a cargo del Gobernador 1 Comandante do Guayana todo lo que habla estado bajo la jurisdiociou de Iturriaga. Entró la Gobernacion de Guayana a serlo de todos los territorios esplorados i poblados por la Coimsiou de poblaciones i limites, hasta la frontera con la colonia portuguesa. Las dos partes jurisdiccionales quedaron formando un todo iurisdioclonal, ejercido por el Comandante i Gobernador de Guayana, como lo babia dispuesto Iturriaga. 1768—El Ministro de Indias acompaña en 5 de mayo de 1768, al Capitan jenezal do Carteas, la real cédula de esa misma fecha, que queda citada en el pdrrafo anterior, ile dice: que, declarado por el Bel que la de quedar unida al Gobierno de Guayana la Comandancia jeneral de las poblaciones del Alto i Bajo Orinoco iBionegro, se lo participa a los efectos que. convenga; i como por real érden de L° de mayo de 1766 se disponia que la Comandancia de Guayana Suviese subordinada al Capitan jeneral de Venezuela, aal se habla comunicado al Virei de Santa documento que debe existir tambien orijinal en el archivo del Vireinato. Desde esta fecha de la real cédula de 1768, que reunió a la provincia de Guayana las rejiones que estuvieron bajo el mando de don José de Iturnaga, i que puso el todo dolajurisdiocionde la provincia bsjo la superlordola 1767, que daba todos loe mandos de su avgo fl Capi$- -86nía jeneral de 0ar4cas, es que debe encontrares, con la claridad de la luz, la verdad que el señor Acosta procuraba descubrir con singulares esfuerzos de dialéctica 1 patriotismo; porque indudablemente, el Bel, sus ministros imajistrados eran los tucos competentes para entender i fijar la intelijencia de las reales disposiciones concernientes a la soberana fénitad de distribuir la real juñadiccion; i es desde este punto que el Plenipotenciario de Venezuela espera del ilustrado señor Murillo que encuentre justas las conclusiones que en su oportunidad tendrá el honor de esponer. 1768.—En cédula de 19 de octubre de 1768, en que concede el Bel una misien de 18 Capuchinos andaluces para las reducciones de todo el Orinoco, ¡ seis para reemplazar a los Jesuitas misionerosespulsos, se dirjje ya d soberano al Cap€tan 4eierai de Venesueta, oomun&r.ndo esta veeducion, lo que prueba sin duda que el gobierno¡ adininistracion superior del Orinoco a una i otra banda, era de la juriadiccion de la Capitanía jeneral de Venezuela, como parte de su provincia de Guayana. 1769.—El Gapitan jeneral de Venezuela don José Solano, dice al Gobernador 1 Comandante de Guayana, en 8 de junio de 1769, que queda impuesto de la aregadon a aqu&apTovinoia del nuevo país £ poblaciones que estaban a cargo del Jcfe de escuadro don José de lturtiaga, pero que no arsis que ella habla alterado lo dispuesto en L° de mayo de 1766. De modo que, así como el Ministro de Indias tenis como parte de la provincia de Guayana el territorioque babia gobernado Iturnaga, 1 consideraba ese todo jurisdiccional dependiente de la Capitanía jeneral de Carécas, lo cual no puede ser mas notable, pues que el Ministro de Indias era el órgano lejítimo i únioo de la voluntad soberana en la materia' así creía el Capitan jeneral de Venezuela que quedaba bajo la jurisdiccion áe Guayana cuanto habla fundado ¡ gobernado Iturriaga, ¡ el todo de la provincia de Guayana, dependiendo de esta Capitanía jeneral. 1769.—El Ministro de Indias dice al Capitezs jeneralde Venezuela, en 28 de diciembre de 1769, que queda el Boj enterado de la llegada de 19 Capuchinos andalnc es-para las misiones del Alto Orino £ Rionegro. 1769.—En 1769, el Prefecto de la mision capuchina andaluza, destinada a las nuevas reducciones del Alto Orinoco i Rionegro, que era frai José Antonio de Jerez, evauua su tercero i último biforme al Capitan jeneral de Venezuela sobre aquellas esploraciones ¡fundaciones, i en él, como en los que Labia pasado en 8 de febrero de 1766 i 7 de marzo de 1768, confirma en todas sus partes aquel prelado el informe que don José Solano dirijió a Itnrriaga, 1 éste al Bel sobre sus esploraciones, la estension de su viaje ¡las fundaciones hechas, de cuyo informe e se hizo mérito en su lugar. 1769.—En cédula de 12 de abril de 1769tlioe el Rbi al Capitan jeneral de Venezuela, que en 22 de abril 1 10 de julio de 1764, el Obispo de Puerto-Rico, diocesano de las misiones de Padres Observantes de Píritu en Barcelona de Venezuela, babia pedido aumento de 20 relijiosos, ademas de los otros 20 couoedidos por el Bei en junio de 63, para la oonservacion ¡ adelantamiento de los treinta ¡ tres pueblos de indios i tres de españoles, que apacentaban dichos Padres, para que de este modo pudiera darse cumplimiento a las reales disposiciones de trasladar la residencia de misioneros, que estaban en la parte oriental del Orinoco, a ¿a banda ocddaztal del mismo no, i que, en consecuencia de esa peticion, Labia resuelto el Soberano conceder dichos 20 relijiosos, los cuales (dice el Bel) deben el. tuarse a Ya otra banda del OrAnoc», "provincia de Guayana." Be indudable que el Reí de España consideraba el territorio al occidente del Orinoco, parte de la provincia de Guayana, porque así lo dloe espresamente la real cédula citada en este párrelo. 1770—En 21 de julio de 1770 se comunica al Capitan jeneral de Carácas la coizcesion de ocho Capuchinos andaluces para las misiones del Alto! Bajo Orinoco. 1770—Por cédula de 26 de diciembre de 1770 manda el Reí al Capitan jetenl de Cedoae que informe sobro el desUno dado m La bw*da oSdesial del Oriaxc -86-al PSeoto Conjueces 1 misioneros de Pirita, al dar cumplimiento a la eMule del año anterior. 1771—En cédula de este año de 1771 so demuestra, que todas isa misiones del Alto i Bajo Orinoco eran consideradas por el soberano como territorio bajo la jurisdiacion de Carksa, como partes integrantes de la provincia de Guayana. 1771—A 28 de octubre de 1771 espidió el Bel nueva cédula, que cambia totalmente la situacion jurisdiccional a que se refiere esta esposicion. El Bel de Papaña dios : "que no subsistiendo el motivo por el cual se puso el Gobierno i Comandancia & la provincia de Guayana a las órdenes del Capitanjeneral de Venauda, quedase subordinada al Yirei de Santu EJ la dicha Comandanoia unidas a ella, wmo (o estaban par cddula de 6 de mayo de 1768, lau nuevas poblaciones dci Alto Orinoco 1 Rwneg&' Desprende, pues, el Bel de la integridad jorisdicciona.1 de Os~la provincia de Guayana, con las poblaciones i territorio del Alto Orinoco i Blonegro,i devuelve el todo a la autoridad del Yireinato de Santa P6 ;pero en este acto mismo, el Soberano co~ que todos esos territorios estaban hasta ent4ncea en el gobierno i jurisdiocion ¿e la Capitanía jeneral de Venezuela; lo cual debe tenerse presente para cuando mas adelante se encuentre la real disposicion que devuelve a dicha (Japitanf a jeneral de Venezuela la provincia de Guayana. 1771—En certificacion espedida en 20 de abril de 1771 por el cura de Guayana, el Contador de Hacienda i otros empleados, consta que el Comandante jeneral de la provincia de Guayana, que ya incluia en su jurisdiccion las poblaciones del Alto Orinoco i Bionegro, habla mantenido un Comandante con un oficial subalterno, i una guarniciou, como escolta de los misioneros Capuchinos andaluces de Rionegro, i que habiau fundado con este apoyo la nueva villa de la Esmeralda, los pueblos de indios San Francisco Solano, Santa Bárbara, P&Iamo Alto, Pidamo Bajo, Pimichin, Tuarniní, Cunuripe, SamL i San Fernando, i conservado los de San (irlos, San Felipe ¡ Malpares. Todos los actos de jurisdiocion del Gobierno de laprovincia de Guayana desde que le fueron agregados los territorios al occidente del Orinoco que esploró i gobernó el Comandante jeneral del Alto Orinoco i Rionegro con las damas berras colindantes con la colonia portuguesa del Brasil, componen una serie de pruebas incontestables, de que toda la rejion que por voluntad del Soberano habla estado al mando de Iturrisga, quedó siendo parte integrante de la provincia de Guayana, en el concepto de todos los inajistrados españoles, como puede verse en el archivo ofrecido al eximen del miii ilustrado señor Plenipotenciario de Colombia. Citará algnnasinasde esas pruebas elde Venezuela, enelcarso de esta esposicion, 1 en este lugar las siguientes: lm—Don Manuel Centurion se titula Gobernador i Comandante jenerai de la provincia de Guayana, 1 nuevas pobl4cionce del Alt9 i Bajo Orinoco ¿ Sioneqro" 1772—Por documento espedido en 16 de diciembre de 1772 por el Prefecto de la mision capuchina andaluza de las nuevas reducciones del Alto Orinoco i Bionepo, a favor del Gobernador de la provincia de Guayana, consta tambien, que dicho Gobernador i Comandante jeneral fundó o aumentó en el Alto Orino,o i Eionegro la villa de Esmeralda, i loe pueblos de Santa Bárbara i San Antonio enla boca del caño Tuaminf Santa Clara enlaboca del caño Sainá; San Francisco Solano en Casiquiare ; éanMiguel en la boca de Pimichin; San Gabriel en elGuainfa;Sautajertrúdiai San FélixenelPádamo;ihabla poblado de nuevo & San Fernando. 1773—En certificacion del Administrador de propios i arbitrios de Guayana, fecha 11 de noviembre de 1773, consta la fundacion, en el Alto Orinoco, de Santa Bárbara, San Antonio de Tuamini, Santa Clara de Sam4 Santa Jertrddis de Pádomo; en Casiqniare San Francisco Solano i Cunuripe; ¡en Bionegro Santa Rosa de Pimiobin. 1773—El Contador de Hacienda de Guayana, en 22 de noviembre de 1773, hace constar que el Comandante jeneral de Guayana babia fundado en el territorio del Alto Orinoco i Eioneço los seis pueblos de Samá o Santa Clan, Santa Bárbara. Tnaininf. San ØagaJ, San Francisco Solano ¡ Santa Jertrúdie. -811777—m *timo mandamiento soberano respecto a la pettétácla Jurlsdicciorial de la provincia de Guayana, ya unidos los territorios que mandaron Iturriaga primero i despues Centuilon, es la cédula de 8 de setiembre de 1777, en que volvió SI Jlei a poner bajo la jurisdiocion de la Capitanía jeneral de Venezuela la provinciado Guayana, así como las de Cumaná i Maracaibo, i las islas de Margarita i Aunque en dicha cédula se dice simplemente provincia de Guayana, ninguna duda ofreció a las autoridades de entónese de que ésta pasaba a Venezuela con las poblaciones del Alto Orinoco i Bionegro que le estaban unidas por la cédula de 1768; i tal concepto esté plenamente comprobado con los "a¡ hechos posteriores que el Plenipotenciario deVenesuela pasa a esponer. 1777—Inmediatamente despues de librada, en 8 de setiembre dicha cédula real que devolvia a la jurisdiccion de Venezuela la provincia de Guayana, seencuentrala de l.* de octubre, a$nas un mes posterior, por la cual comunica ci Soberano al Intendentejeneral de Venauda, lo dispuesto para la traslacion de misioneros de la 6rden de San Francisco, de la banda oriental del Orinoco, a la banda occidental, bajo un Prefecto independiente del de Puritu. 1718—El Intendente jeneral de Venezuela informa al Rei, en 18 de agosto de 1778, que convenia por entónces la residencia de los diez rejiosos Observantes en la banda occidental del Orinoco, donde ya estaban, con su Prelado independiente del de Pirita. Demuéstrase pues, que la banda occidental del Orinoco, que era parte del te ño jurisdiccional de Iturriaga, en el concepto del Soberano, que no pocha ignorar su propia voluntad, pertenecía ala jurisdiocion de Venezuela. 1779—En marzo 17 de 1779, otra real cédula ordena al mismo Capitan jeneral que eleve un informe sobre varios puntos referentes a Emites de la provincia de Guayana i sus misiones, i a los perjuicios que la provincia recibiera de las w era8hdan&saa i ponas. 1782—El Capitan jeneral contesta:" que por la vasta estension que sn&Ua de la rejion del Orinoco «1 Amazonas, t4rmino meridional de laprovivioia, en cuyos terntonoe existian gnindes cacuguates silvestres, tanto a Rionegro como en otros panes de la p,DViIICitZ, creía i c Capitanjeneral que seda conveniente que ci Res amSrese n~ misiones en Guayana a los Padres Franciscanos Observante,, i a los Dominicos $ Me"cetiarios de la rvincia de Venezuela, ¿ t~ dci Reino de Santa Fé (lo cual no daba jurisdiccion al Vire», dando a los Domínicas el terreno desde Onchivero basta los raudales de Atures i Maipures, a ambas máijenes del Orinoco stambzen todo sufotuk hasta ci trw., jjtuj ,nerjdio,'d de (Juayana, para llenar el vado dejado por los espulsos Jesuitas, 1 agregéndole los pueblos de (arjchana, Urbana, La Encaramada i domas que los Ee8ulares espulsos hablan doctrinado: que a los Observantes se lea atribuyera el territorio desde dichos raudales hasta las cabeceras de Orinoco, con todo el Casiquiare ¿ Rionegro, i a loe Mercedarios otros territorios en la 'ni gmn hoya del Orinoco." En este documento resalta la conviccion de aquellos tiempos ido aquel Gobierno, los mas competentes para definir las jurisdicciones establecidas en 1777 por el Rei, de que la rejion occidental del Orinoco era partejurisdioctonal de la provincia de Guayana, i como tal, de la Capitanf a jeneral de Venezuela. 1788—En el diario de la esploracion que hizo el oficial don Antonio de La Torre en los Llanos del Vireinato, por órden del .Axzobisyo-Virei, se asegura que ninguna poblacion habla a la banda meridional del rio Mete, que perteneciera a aquella jurisdicoion. 1787—Fmi Vicente Blasco babia pedido al Rei en 16 de setiembre de 1782, entre otras cosas, la concesion de 60 sacerdotes i 8 legos, topera las misiones de Rionegro, i para llenar las vacantes causadas en el Alto Otcoporla estincion de los Jesuitas, que servían interinamente; i los restantes para el Rospicio de Nueva Barcelona i el Bel, por cédula de 6 de junio de 1787, dejó al arbitrio del Inten¿ente i Gotemnador de Gua;ana, i del Prefecto ¡ Padres de las citadas misiones, la distribucion de loe 88relipoeoe crtred4ltoi B4u Orsas000; ide6 a diactecton del OomfsSo jeneral el punto de si convenía 0 nó dividir en dos Prefecturas Independientes las misiones del Alto 1 del Bajo Onnoco. C todo esto se patentiza la unidad de jurisdiccion de Guayana, a oriente 1 occidente del Orinoco, 1 su dependencia de la Capitanía jenerat de Venezuela. 1792—En 3 de mayo de este año de 1792 pas6 el Intendente jeneral de Venezuela a la Gobernacion de Gua y ana copia 1eglizada del auto que habia proveido, para el arreglo de los pueblos de las tnaionea del Alto Orinoco ¿ de .Rioraegro, ipara el pago de los sínodos devengados ipor devengar de todos los misioneros. Le ordena, ademas, que, enterado del auto i del plan que le acompana, arregle a ambos sus providencias. 1792—El Gobernador de Guayana acusa recibo al Intendente en 12 de junio del mismo año de 1792, i en 20 de agosto siguiente le espone ciertas dificultades que babia encontrado. Las cédulas 1 demas actos espedidos con posterioridad a la de 1M referentes a las poblaciones del Alto Orinoco 1 Rionegro, dan testimonio de que la Comandancia jeneral de ellas pasó unida, como lo estaba, al Gobierno¡ Comandancia de Guayana que dependia de la Capitanía jeneral de Venezuela; i se robustece mas ese concepto con la circunstancia de que despues de 1771, los funcionarios de Guayana, investían los mismos títulos que ostentaron Sntes de aquel ano. Así es que, rejistrando los documentos de aquel tiempo, se encuentra que el 2 de agoste de 1771, don Manuel Centurion se titulaba " Gobernador i Comandante jeneral de la provincia de Guayana i nuevas poblaciones del Alto Orinocoz Rionegro": que el 8 de marzo de 1792, don Luis Antonio .111 se nombraba Gobernador,Captan jeneral e Intendente de la provincia de Guayana i nuevas poblaciones del Alto Orinoco iRionegro;i que el4de febrero del8ol, don José Felipe de Incierta Be llamaba Gobernador, Comandante jeneral e Intendente de la provincia de Guayana, Alto i Bajo Orinoco i Bionegro. Resulta, pues, que Con ion en 1771, bajo la dependencia del Vireinato, reunía en su persona los dos mandos de Comandante de Guayana i Comandante jeneral de las poblaciones del Alto i Bajo Orinoco i Rionegro i;1 9no en 1792 1 1801, las autoridades de Guayana, ya bajo la dependencia de la Capitanía jeneral de Venezuela, investian los mismos dos mandos Mu ninguna alteracion. Es mm oportuno citar en este lugar el plano acompañado por el Intendente a la Gobernacion de Guayana, el cual contiene una descnpcion de todas las poblaciones a derecha e izquierda del Ato Orinoco, basta San Fernando de Atavapo, hasta las cabeceras de Orinoco, basta la bilurcacion de Casiquiare, i todo el Atavapo,i todo el .Rionegro. En ese cuadro demostrativo se encontrará la prueba mas concluyente que pudiera apetecerse, para conocer con evidencia qué parte del territorio en la hoya del Orinoco dependia de la jurisdiccion de Venezuela, i cnSl dependia de la de Santa Pé en 1792, quince años deapues de la cédula de 1777, que devolvió a Venezuela la provincia de Guayana, con el territorio jurisdiccional de don José de Iturriaga i su comision de límites. era la intelijoncia dada a la cédula de 1777 por los majistrados a quienes incumbia entenderla, cumplirla i ejecutarla; i esto despues de esos quince años. No es posible imajinar que se hubiera concebido i consentidopor tan largo tiempo un error tan evidente como el que resultaria si fuesen aceptables las pretensiones introducidas en 1844 pozal senor Coronel Acosta, Plenipotenciario granadino. El plano o descripcion topogMflca acompañado por el Intendente jeneral de Venezuela a la Gobernacion de la provincia de Guayana, se encuentra orijinal en el archivo puesto al exámexi del znui respetable seno? Plenipotenciario actual de Colombia. Su copia es la siguiente: -89DERECES DEL RIO. QVRDS DEL RIO. Alto Orinoco hasta Curiquinla, & Fran- San José de Maipu. San Penando de cisco de Onobive- res, San Borja, Atavapo. ro, CaMa, Cap u- Santa (Bara de Bar chino, Encanas- ma. da, Urbana, Cari chana, San Juan Nepomuceno de Atures. Santa Bárbara. Desde San Feman- ozRvAcrom bocas do bastaabe forma un verdaao. ro delta . ceras del:;:: oco. San Roznan . Raudal de Tabarosana. Bat Francisco San José ¡ San Vi- Segun el mapa de San Rafael ..... f ceuta ............Requena, 1797. 50 leRusa dG EaEsmeralda .........Santa Isabel de Mar merafla basta las vaca ....... ......sierras de jntn::::}................ .Dedelfllaino. DERECES DI LS RUtE- IZjusaw'A DE LS DIOSOZOL YUBCAUO1 1 Casiqulare....... iSunifielel { Bivarunco ....... Triunfo. Custodio ¡ santa Isabel .......... Atavapo ........ Feni ando. ........................ [jos Indios de San Penando tienen sus labranzas en las mkjenee de los caños Ahota 1 e Bocon en el ID¡rías. inAntonlodot st tributaS 1 Sobre mini o tavita Tnnninf. gua knmboldt. Ç Wonegr ........ .SanFelipe. Tomo adentro iTomo afuera ....... J Sobre el tributario 1 Tomo. ana, Santa Bce$ Sobre el boc Caño Pi1 Sobrela de Pimiohin....... f ,niphin bu M*e . otori- boca de no, Tabasquen, c PinÚcin. — 90 — EMOM POBMSDAS 1 POTADM POB St VIBEWÁIV. facuco, Guanapalo, La mas adelantada al naciente de las Gases cia, Cabuina, misionesque en 1806 formaban el Betoyee, Tamo, Ma- territorio de los Llanos bajo un gococaste, Patato, San bienio politioo que ejercia juriadioSalvador i Morcote. cion sobre las tres secciones de CasaEn Santiago. Jasimena, Zurimena, nato, Santiago i San Martin, no IleBuena~, Zimena, gaba a la embocadura de los rice Sabana-alta 1 Iñausa.1 Lipa, Ile i Casanare en el Mete. ankntonio, Guamera,Zl pueblo mas al oriente sobre lea En San Martín. Maricure, Arana, Ea- riberas del Guayabero, no llegaba yo,Pacbiquiaro, (ini- alpunto en que este rioielAriari loto, Soladad, me, forman el ataviare. En Pote o Andaufes.. ños Del Caquetá....... Del Putumayo. do 8 alO Patas misiones, unidas a las del CasuetA eran las de los Belijiosos del no Moisa, del Caquetá, de la Fraua i del Cagnan ; no se estendian arriba de este dito afluente del Caquetá. Las del bajo Putuuiayoodelaembocadura del Yaguas, eren Marive la Anncion, San Ranion, ¡las del alto Putumayo o de la embocadura del Guineo, eran Mamo, San Diego, San Rafael de A.i.nnuajes. No puede sino veteo en el cuadro descriptivo anterior, cuál era el limite de las dos jurisdicciones, la de la Capitanía jeneral ¡la del Vireinato, en la hoya del Orinoco. Semejante deinoetracion no pudiera ser mas concluyente. 1800—En 1800, les riberas del rio Mete, por un espacio de mas de cincuenta leguas, desde las embocaduras del Pauto i del Casanare, estaban infestadas por W salvajes Guabivos, que, con las tribus de Guamos, Acbaguas ¡ Otomacos, vagaban en las sabanas inundadas entre el Apure, el hiela ¡ el Guariste, i no eran sino GuanspÁlo, Zirameria Cabuyaro i Santa Rosalía do Capabuna, las que se encontraban mas arriba del Itieta. Deapuade¡ caño TavajeoAtavaje fuá que sefundólamisionde San Borja. oca seis casas de indios Guahivos. .5 (la jtursg fuá fundada con Guabivos 1 Mecos, que hablaban la langas Maipura- ¡ en la de Malpares se usaba la Gusrlka 1 la Parena, porque los misioneros, toJos provenientes de la comunidad u Hospicio de flritu de flax'oelona, loe trasladaban de unos lagares a otros, segun las conveniencias del caso. Todo el territorio entre la boca del Anavenf en el Orinoco, al norte de Atures1 basta la misma embocadura del Guariste, junto a San Penando de Atavapo está entre los 41 los O çados de latitud Norte; la lengua era la miaus Maipura, de la mision de Atures, i lo comprueban los nombres de aquellos ños, con la terminacion vot Así se encuentran el Anavenj, el Matavení, el Marivoni, i otros. 1 esos mismos Maipuree, i su lengua, eran oriundos de las riberas del Irjirida, en las cuales es hablada por los Guipunavis. Estos con los Maipures, los Cabree, loe Avaní i loe Patenas, constituyen un gran ramal, cayo oríjen está en el Alto Orinoco; i esos pueblos i misiones, todos fueron fundaciones de la Conilsion de límites, presidida por Iturriaga, o por el Gobernador de Guayana, Centurion, o por los misioj de Píritu en Barcelona. En cuanto al Vichada, los indios vecinos de Malpa leraenellas suscorrerías la embocadura del Mnoo que Solano describi6, siendo el je6graSo de la Coinision de poblaciones ¡limites del Alto Orinoco 1 Bionegro. — 91 Las precedentes observaciones arrastran la consecuencia da que todo el tenis tono comprendido entro el Meta, el Vichada i el (Juaviare era completamente dominado por los misioneros pobladores de las misiones de darichana, Encaramada, San Borja ¡ San Juan Nepomnoeno de Atares; pues que las misiones de Casanare, de Santiago ¡ San Martin, que eran las mas orientales del Vireinato de Santa P4 no llegaban ala embocadura del Upa, del Ele, ini aun del Casanare, ene! no Meta. De la jurisdiccion de los misioneros pasó todo ese territorio al mando de la Co'mision de poblaciones ¡ limites, que desde 1763 confió el soberano a don José de Iturriaga, fundador de San José de Maipuret En 1762, a 22 de setiembre, 9uedó todoaquel territorio bajo la jurisdiccion 1 el mando de la Comandancia jeneral de las nuevas poblaciones del Alto Orinoco i Rionegro. San Fernando de Atavapo, que tuvo su Gobernador, como provincia que era, fod el centro de la autoridad establecida por la (Jomision de poblaciones del Orinoco i Bionegro, desde el raudal de Maipurea, al sur, basta el Guaviare, el Casiquiare 1 Rionegro, i cuando Centurion sustituyó a Iturriaga, fundó a San Antonio de Tn~ en la cabecera del caño de ese nombre, que desemboca en el Atavapo. Es tiempo ya de determinar con precision la verdadera frontera ente las dos Repúblicas en la hoya del Orinoco, para que deapues pueda el Plenipotenciario de Venezuela ofrecer al de Colombia lo que su Gobierno está dispuesto a pactar, con el único fin, evidentemente patriótico, fraternal i americano, de poner un término delnitivo a la cueetion límites entre los dos paises, pen diente ya por cerca de medio siglo. Lacddulade6demayo de 1768 concuerdaoonlade 1768 icon varias otras reales órdenes i setos oficiales ya citados, fijando por lindero meridional de Guayana elrioAmasonas. Fúndanse esas reales disposiciones en el principio de que, desde 1761, no babia otro tratado que el de Tordesillaa Sobrevino el tratado de1777,i la jurisdiociondela corona dePortugal md reconocida desde las bocas del Amazonas hasta la mas occidental del lupurí,, en el mismo Amazonas. Quedó, pues, Guayana lindando por el Amazonas con el Brasil desde esa boca occidental del Tupund, aguas arriba del Amazona basta la boca del Java4 tributario por había su máçjen austraL En 1717 sido oreado el Vireinato de Santa 74 desmembrándolo del del Perú, i aunque en 1722 volvió a la oondicion de Capitanía jeneral, en 1789 Sud restablecido. En 1740 asignó el soberano sus límites a los dos Vireinatos, desde Tumbes, enelPaclñco, por los Andes dePiuraalMaraüon, hasta el6.°gradolatitudsur, atravesando el lJcayali, hasta el ¡atari; por las aguas de date al Amazonas; por las de é ste a la boca mas occidental del Yupur4 llamada AvatiparaS, i atravesando el mismo Tupurá, por la laguna (Jumapí (Maraki) al Bionegro; i por las cabeceras del Chivará i la serranía del Parima, hasta la boca del Esequibo en el mar. Pertenecían ent.ónces la Presidencia de Quito i la Capitanía jeneral de Venezuela al Vireinato de Santa P4. Por red códula de 12 de febrero de 1742 se separó de nuevo laCapitanla jeneral da Venezuela de toda dependencia del Vireinato. La oddqla de 6 de mayo de 1768 dió por limite a la provincia de Guayana el Amaronas, es decir, desde su boca en el mar basta la del Java4 su afluente meridional, donde empezaba la jurisdiccion de la Audiencia i Presidencia de Qnito Allí fijó la comision mide de límites, en 6 de julio de 1771, el marco raspeotito, sagua Requena i Aguilar, en el número 65 de su memoria de 1797. Creada por el Be¡ la comision de límites, para cumplir el mismo tratado de 1777, confirió a la Comandancia jeneral de poblaciones ¡limites en el Alto Orinoco i Rionegro, amplia jurisdiccion territorial en aquella rejion hasta la frontera con loe portugueses. Estos habían establecido frente a la boca del Javarf, en la ribera norte, el poblado de San Francisco Javier de Tabatinga, apesar de lo convenido por el tratado 1750, que dejaba a la corona de P.epaAa toda la ribera del norte En estos antecedentes Md que se fundó la cédula de 1768. it Esa ocupacion de bocho quedó embarazando la jurisdiccion de la Comandancia jeneral del Alto Orinoco 1 Rionegro, i despues la de la Gobernacwn de Guayana, cuando aquélla le md agregada El tratado de 1777 reintegró a LapsAs el trayecto del Amazonas entre la boca occidental del YupurL i la del Java4 1 quedó la provincia de Guayana sin la boca del Amazonas, ni el trayecto hasta la boca ocoidontal del tupuS, i reducido ese límite de esta boca del Tupurá & la del Jayarí. Los límites que había dado la cédula de 1740 al Vireinato, habian sufridor la deemembracion de esa parte de la Capitanía jeneral de CuScas, cuando en 1i77 Ud agregada Guayas a seta Capitaní a jeneral, separSndola de Sa»taP& Pasó Guayana con sus límites i con su jurisdiccion sobre el Alto Orinoco i Rionegro a la Cpitanfa jeneral de CuScas, lindando con la colonia portuguesa en el Amazonas, desde la boca citada del Yupurá hasta la del lavad, ambas en Amazonas; i pasando así Guayana de la dependencia del Vireinato a la jurisdiccion de la Cpitanma jeneral de 0"&¡%pasó taznbien a ésta el derecho de deslindar Ja línea da sus limites por el sur. Así lo prueba la serie de actos reales¡ oficiales anteriores a esa fecha, i lo siguen confirmando muchos mas de fechas posteriores basta 1810. El Vireinato quedó comprendiendo la Presidencia de Quito, ¡ en ella la provincia de M.intui que eetendi6 su jurisdiccion basta la boca del Javari Al proc.. dorso al cumplimiento del Tratado de 1777, Iniciando loe trabajos de demarcacion entre la jurisdiocion española i laportuguesa, se encontraba la Capitaní a jenerel de Venezuela en ejercicio de plena jurisdiocion sobre la provincia da Guayana, i como parte de e% sobre loe territorios de la Comandancia jeneral de poblaciones del Alto iBajo Orinoco iBionegra. a& de MalEl Vireinato comprendia, sobre el Marañon o Amazonas, la Das, de la Presidencia de Quito 0 estendiéndose hasta la boca del lavad. Tocaba, pues, a la Capitanía ¡eneral de Venezuela entenderse directamente con la cuarta diton, nombrada para demarcar la línea divisoria entre las colonias daEspaña i Portugal, i así lo dispuso el soberano. Los artículos 11 i 12 del tratado de 1777 comprendían toda la parte del Amazonas, entre la boca del Javarf, aguas abajo, hasta la occidental del Tupuré, 1 eninedio de este río, hasta aquel punto en que, rr raudales u otras causas, pu sen quedar cubiertos los eatableewn4nntos eaanoles i los portugueses en las riberas del mismo YupnrS 1 del Negro, ¡la conumeacion entre estos dos nos, conocida en la fecha del primer Tratado (1750). Ccrreepersdla al Vireinato entenderse con dicha cuarta division, por conducto directo 8. la Presidencia de Quito a que pertenecía la provincia do Mamas 2 con sus misiones del Maraion, en una 1 otra banda, hasta la boca del lavad. La línea debia bajar por los rice Guaporé i Mamoré, ya unidos con el nombre de Madera, • basta el paraje situado a Ipal distancia del Msraúon £ de la boca del Mamoré, debiendo contuar de occidente a oriente basta encontrar con la ribera del Ja~ rl,! bajar por sus aguas basta entrar al Marañon, de modo que el lavad quedaba siendo límite oriental de la provincia de Mamas. Relevant, prueba de sito ea la real órden de 6 de junio de 1778, comunicando el Capitanjenercl de Veneauda, que se habla convenido en la cuarta diviston. En ella se le instruye de la propuesta hecha por la Corte de Lisboa, fijando la partida española en el pueblo de San Fernando o en el de Peras situados en la orilla norte del Maranon,para bajar de allí a la boca del tupunL Prevenía tambien la reunion de la partida portuguesa en el Gran Paré, para pasar de allí al fuerte de o ira B~^i subir por el Amazonas a la misma boca del Tuiw% cualquiera de los parajes citados, deda el RS al Capitaujeneral de CaMM, que loe Comisarios de ambas naciones acordarían la ejecucion del artículo 12 del Tratado, terminando así la division de los dos dominios. Vemos, pues, sostenidas por el Soberano, en 1718, dos verdades importantes: primera, que a los diez afice da la real cédula que unió a la provincia de Guayana la rejion del Orinoco hasta la boca del Javait intes gobernada por Iturriasa, el Bel consideraba sea rejion como parte de Guayana, 1 el todo como territorio jurisdiccional de Venezuela: segunda, que todos los argumentos que en 1844 adujo -93— el señor Aoosta, interpretando la cédula de 1768, estaban desvanocidoa desde 1778 por la autoridad del Re¡ de España, lo cual escasa al Plenipotenciario de Venezuela la labor de analizar i confutar los esfuerzos de dialéctica de aquel señor Ministro. Aun hablando del derrotero i jiro de la cuarta division, Be prueban do nuevo ambas verdades en la dicha real cédula. Ella dice: "no teni4ndose aquí (Espa"ña) aquel conocimiento práctico del terreno por donde deba correr la unoa divisoria, señalada en dicho artículo 12, pan abrir con él un rumbo acertado, "i considerándose al mismo tiempo que los portugueses, mejor instruidos, por las frecuentes espedicionea que por tierra i agua han practicado en ellos, se baIlarán "con los conocimientos necesarios, para no desviares de los términos, límites i "puntos üjcs que prescribe el citado artículo 12, deja el M al arbitrio de los "Gobernadora de los/ronteras, que se comisionaren para esta dilijencia, la e)ecu"cion de ella, acordándose aquéllos, en todo, a los estrechos términos enunciados "en el mencionado artículo, elijiondo los lugares, terrenos, montes, rica i damas "parajes que deben servir de marcos, ¡disponiendo otros medios de practicarla "operacion, en la forma i términos que están prescritos, i con que queden estiMe"chas recíprocamente las intenciones de ambas Cortes. Mediante ser ésta la "voluntad del Bei, i que igualmente ha convenido con el todo de ella la Corte de "Lisboa que espediré sus 6rdenee, con la intencion de que por los portugueses se "verifique su exacto cumplimiento." Todo este tenor de la real cédula está probando que en la intencion i voluntad del soberano, el territorio limítrofe de que se trata estaba bajo la jurisdiccion del Capitan jeneral de Carácas, como real i verdaderamente lo dejó la cédula de 1768, a la cual no es posible dar una int.elijencia opuesta a la que espresamente demuestra el Reí de España diez años despues. Pero todavía es mas esplícita la cédula de 1778, dirijida al Capitan jeneral deVenezuela, mudo dios: "dejaS. M. al cuidadoitrio de 173. (para elcurnplimiento de la cédula), que sabrá uniformar sus providencias, en la parte que le corresionde, con las anteriores disposiciones, comunicadas sobre este asunto de la fijacion de límites." Agrega la cédula al Capitan jeneral: "que no pierda de vista el enaztw hecho nfn vakre de las personas que n tienen indicadas, en cuanto sea convenible con esta ¿Itima resolucion, echando mano de cnalesctuiera otros Mijetos que sean oapacm desempeñarpor su habilidad estas comisiones, en la intei(jenda de que cd Firei de Buenos Airee, s tambien al de Santa Fé, por lo que mira a los paises de sus respectivos territorios, se les ha comunicado esta determinacion" (que ta ¡en se referia a la primera, segunda i tercera division). En real órden de 26 de enero de 1779 se dice al Ciapitan jeneral de Carácas, que se ha recibido su nota de 14 de setiembre del año anterior, manifestando quedar instruido, i esponiendo las diflonitadea que ocurrian para dar principio a la práctica de la cuarta divieion, i para obtener las noticias necesarias para fijar una erada idea de todos loe parajes principales DE LA PB0VINCIÁ DE eusnn, por donde HÁBIL DE OAfliÁB LA CITADA CUARTA DIVISION En este pasaje de la real órden está patentó, i de manera indiscutible, que los territorios que iba a deslindar la 4.' diton al norte del Amazonas, entre ¡aboca occidental del Tupurá, limite portugués al occidente, i la del Javarí, límite oriental de Mainas, eran parte integrante de la provincia de Guayana, así en el concepto del Capitan jeneral de Carácas, como en el del Soberano, porque la primitiva provincia de Guayana, ¿ntes de la. incorporacion ordenada por la cédula de 1768, era el rio Orinoco, limitado al occidente por el 6° del meridiano de Bogotá, o sea el 70 i medio del de Paria; i aun suponiendo que bajase por el Atavapo a Tavitá, Pimichin i ~a, i por el Guainía a unirse con el Casiquiare hasta llegar por Bionegro a la frontera en el Amazonas, línea que toda corre mas o ménos balo el mismo meridiano indicado, nada habla que deslindar entre la provincia de Unayana i la colonia portuguesa, porque ese meridiano, pasando a pocas mi llas de la boca del Yupur4 no daba lugar a deslinde alguno con el Brasil, puesto que el tratado de 1777, que se iba a cumplir por la cuarta division, reconocia el Portu- -94-gal el dominio del Amazonas, desde la boca del Yupurá hasta la suya en el mar. Evidentemente la Comision iba a demarcar los limites de la rejion que estuvo a cargo do don José de Iturziaga, entre el tupuú i el Javarí, i esta parte ea la que el Capitau jeneral estima, ea 1779, sometida a su jurisdiccion, ¡ la que tambien reconoce como su;a la cédula real. 1 ella añade todavia: "8. AL, en vista de todo, aprueba a ff8. 814 celo para la mas pronta adaracion de esta operacion, por parle de uval roe comisarios, debiendo ser vnui del «sao el conocimiento del curso del río Tupurá ¡ remitiéndosele el mapa de la Nueva Ándalucía, en donde está comprendida la provincia de la Guayana coN TODOS E& puns nwraumaE, &c. &c." 1 sigue la real cédula de 1779 ordenando al (Jüpitanjenerol, que destine a los trabajos de la comision los injenieros que tenga a sus órdenes, i las personas que juzgue convenientes, i que a éstos, como a la cuarta division, se les señalen sus sueldos i gratificaciones, que han de pagarse adelantados, obrando en concierto con el Intendente de Carácas, a quien se dan las órdenes convenientes. Añade aún la cédula, que no restaba otra cosa sino que sededi'iaee ( el Capitan LOS PARAJES 1 EL DIO YUPVB, PARA QUE jeneral) a adquirir cuaksqutera otras noticias, que pudieran adicionar la instruccion perteneciente a la V division, de modo que se hagan mas asui&a las operaciones de los ¿Imites reapSi VOS A LOS TERBENOS DE SU JUEIØDICCION. Aquí oeS espresamente dicho por el Bel de España, que los terrenos _que iba a deslindar la 4. division eran de la jurisdiccion del Capitan jeneral de CaScas. Al Intendente de Venezuela le comunica la Corona esos antecedentes, i entre otras cosas le dice lo siguiente: " de esta, divisiones, la 4? debe tener 8$ principio en la provincia de Guayana, ¿ a este jedo se han hecho las prevenciones conesj»ndtentes a ese Gobernadorde Catán,.., para la nomsnacron de sujetos, cta. &c." Como la boca del Yupurá, donde dobla empezar sus trabajos la Comision de límites, está al occidente del meridiano mas occidental del Orinoco, que 4iites queda descrito, i como la cédula dice que esos trabajos de la comision deban tener su principio nr la provincia de Guayana, queda una vez mas demostrado por real órden, que era provincia de Guayana la rejion entre el tupurá i el Javarí. En abril de 1780, la 4? division estaba ya en el Maranon, i era su primer Comisario el Injenisro don Francisco Beque" nombrado Gobernador de Mamas, i en 31 de octubre da cuenta al Bel el Capitan jeneral de Venezuela, de que los Comisarios portugueses estaban ya cerca del término de la provincia de Guayana. Otro testimonio de lo que nene probando el Plenipotenciario de Venezuela. El 10 de octubre de 1783 da cuenta el Capitan jeneral de Carácas al Bel, de lo que le habla espuesto el Gobernador de Mamas, que dudaba si la 4? division de limites correspondia solo al territorio de Mamas, o si tambien al de la Capitanía ¡niaraS de Venezuela. De modo que el jefe de la Comision de límites, el Injeniero i jeógrafo don Francisco Requena, consideraba en 1783, quince años despues de la cédula de 1768, que despues del limite de Mahas, que era la boca del .Javarf, i de allí, aguas abajo del Amazonas, era territorio de la Capitanía jeneral de Venezuela. La duda que el señor Requena habla enunciado, fud la de si la 4.' comision terminaba en el lavan, en cuyo caso creia que existiera una quinta, bajo el mando del Capitan jeneral de Venezuela. El Comisario portugués le contestó, que no existia tal 5? partida, como en efecto no la hubo. Puesto el señor Bequena en intelijencia con el Capitan jeneral de Venezuela, para los trabajos del deslinde, recibió de este majistrado la nota de 12 de junio de 1782, i en la cual, asgan el señor Quijano Otero, ptjina 220 de su Memoria histórica sobre límites entre Colombia ¡ el Brasil, le noticia que irán a auxiliarle don Gaspar de Balabarria i don Antonio Barreto; ¡ hablándole do la direccion que debe tener la línea divisoria, conforme al Tratado, le da instrucciones detalladas. Las innumerables disputas ocurridas entre los comisarios portugueses i españoles hicieron imposible la demareacion entre las colonias espanolas 1 portuguesas. Los portugueses no entregaron las poblaciones que tenian desde la boca occidental del TupaM, aguas arriba del Amnonas, basta Tabanga, i el señor Requena hubo de reQrsrse, indignado, a su Gobernacion. de Mamas , a principios de 1790. Continuaron, pus, los portugueses ocupando territorio en la banda setentrional U Amazonas, entro las bocas del Yupurá i el Javari,que, segun el tratado de 1777,yertenecia a España i era parte de la provincia de Guayana. El Presidente de la Conjision de límites, Gobernador de Mamas, don FranciscoR quena, hizo la descripcion do las misiones de su provincia, que comprendia vemtidos pueblos, entre los ños Morona, Pastusa, Rapo i Putumayo, sobre la ribera izquierda del Amazonas, 1 sobre la ribera derecha, o del sur, entre Calinapanas, Guallaga, Ucayali i Javarí. Entre estos pueblos figuraban Borja, Barranoa, Urabinas SanRejis, Amaguas, Napeanos, Pebas, Suchiquinas, Camuchera 1 Loreto, que esa¿ figurados en ambas riberas del Marañon, en el mapa topográfico que por mandamiento del Bel hizo el señor Requena en 1796. Esas poblaciones eran las llamadas Misiones de Malusa, fundadas por los Jesuitas de Quito, agregadas al Perú por cédula de 1740 i luego a Santa Fé, como partes de la Presidencia de QUILO.. Estas Misiones jamas llegaron hasta la boca del Caquetá o Yupur& ti mas al oriente de la boca del Javarí. De aqpí que los pueblos de la mtjen setentrional del An.nsinnas, mas ab!jo del Janri hasta el Yupurt, no pertenecieran a Mamas, ni al Per&m a Santa P4 sino a la provincia de Guayana, de conformidad con el tratado de 1777. Por todos los datos oficiales que quedan citados, el limite de la provincia de Guayana al sur, en 1810, vendria a ser el Amazonas entre el Javarf i el Tupurá, asgan el tratado de 1777 i la intelijencia de la primera Comision de límites, en la cuarta division; segun Requena, Gobernador de Mamas i último Presidente da la misma Conusion; asgan el Cal jeneral de Venezuela, i segun la mente i los mandatos espresos del Eei de España, todo lo cual, traido en apoyo de este denolio, consta en el archivo ofrecido al eximen del señor Murillo, en los mismos documentos ,ya citados, Si alguna limitacion pudiera pretenderse de tal frontera, nunca sana en favor de la antigua Nueva Grhnada, he¡ Colombia, nueatraliermano; seria en favor del Perú, si resultara auténtica una cédula que se dice existir, espedida en 1802, por la cual se pretende que el Bel deEspaña, que en 1740 habla segregado del Vireinato del Perú la Presidencia de Quito con su provincia de Mainas para agregarla a Santa P4 restituyd al dominio del Perú, por esa enunciada cédula del no solo los territorios de Quijos i Mulitas, SIDO todo el triángulo entre el Árnao'.nnas, desde Tabatinga hasta la boca occidental del Tupurá; el mismo Yupur4 aguas arriba, basta la embocadura del Apaporis; ¡la Unes de Tabatinga a la misma boca del Apaporis. Este territorio pertenecia en 1810 a Guayana, si la enunciada cédula de 1802 no existe auténtica, o si no ha sido revocada o reformada en fecha anterior a 1810. Pero en el caso de que dicha cédula viniese a probar que el mencionado triángulo pertenece al Perú, por el principio del u¿¡ pos~ de 1810, eutónces el línute pie dej6 el Rei de España a 10apitanía jeueral de Venezuela en la pronacia de Guayana, es indisputablemente el que aquí consignará el Plenipotenciario de Venezuela. Do la boca del Apaporis en el Ynpnr&ipor el ThaI del tupurá basta la embooadura del rio de Los Engaños; de aquí, línea recta al norte, cortando dicho rio de Loe Engaños i otros afluentes del Apaporis i el Vaupés, basta las cabeceras del Negro, en la sierra Padavida; siguiendo al punto de union del Guayabero con el Ananjara formar el Guaviare; 1 d dicht union, a pasar por las cabeceras de loe nos Vichada i Maco hasta la boca del caño ¡semana, en la inárjen meridional del río Mata. El señor Murillo encontrará robustecido, mas o ménos, cuanto queda dicho en esta esposicion, en el documento número 211 de-as que se citarán del tomo t° intitulado "Guayana." Ese documento número 21 es una comunicacion dirijida al Virei de Santa P4 or don Manuel Centurion, Gobernador i Comandante jeneral de Guayana, facha J de julio del769,en que espresa la mente del Bel en la real cédula de 5 d mayo del año anterior, sosteniendo que los territorios de las misiones que en ella se mencionan, dependlan inmediatamente de la Capitanía jeneral de CaScas, -96— lo cual comprueba con varias copias auténticas de reales 6rdenes 1 despachos, tabor: 1.0 De un oficio de don José Solano, Gobernador i Capitan¿eneral de CarLcas, comunicándola la referida cédula &. Es de fecha 8 de junio «e 1769. 2.° De un oficio del Bailio don Julian de Arriaga al. Cajntan jeneral de CaScas, trasmitiéndole la dicha real cédula, i está fechado el ¡mamo 6 de mayo. 3.° De otro del propio Bailio .AniaRa a dicho Gobernador, con fecha 1.° de. mayo de 1766, referente a la admision de la renuncia que Labia hecho don Josquia Moreno de la Gobernacion de Guayana, i al nombramiento recaido en don Manuel Centurion para snstitnirle. C De otro del mismo Bailio, al propio Gobernador, referente al nombramiento de Don José Boesi para el mando do las fuerzas que estaban en Guayana a cargo de don Simon López de la Fuente. Tiene fecha jumo 17 de 1768. 6.° De otro del propio Bailío Aniega, a don Manuel Oenturion, comunicándolo el nombramiento que el Bel Labia hecho en éste (Centurlon) para Gobernador de Guayana. Su fecha es 1.0 de mayo de 1766. 6.° De la real cédula de esa misma fecha, referente al propio nombramiento; 7.0 De un decreto i toma de razon del nombramiento de don José Basa, como Capitan de infantería de Guayana; es de fecha 3 de julio de 1769. 8.0 De otro del 6 de julio de 1769. mandando estender a continuacion copia legalizada de la real órden de 6 de octubre de 1768, que trata del establecimiento deunhatodeganadoifundacionde una villa deespañoles en el sitio delaEameralda, a las mirjenes del Alto Orinoco. Este documento corre allí inserto. Hasta aquí las copias legalizadas en el referido documento; prosigamos refiriéndonos a otros, algunos de los cuales, aunque citados ya en las anteriores esposiciones, siempre merecen especial mencion en la presente, por la relacion que dicen con el límite de 4ue venimos ocupándonos. La real cédula de 28 de octubre de 1771, por la cual se puso de nuevo bajo la dependencia del Virei de Santa P4 la Comandancia de Guayana, unidas a ¿Za «nno SM (dice la cédula) las nuevas poUao(onu dd Alto i Bajo Orinoco i Kantgro. (Documento numero 22). La red cédula de2fde julio del7l2,disponiendoelRei que de Santa Pdse suministrasen los dineros i cuanto mas fuese necesario para poblar a Guayana, por estar resuelto que ésta se agregase al Vireinato. (Documento n&ero 28). Todavía con mayor claridad encontrari el señor Plenipotenciario de Colom bis confirmado el limite antedicho, entre la Capitanía jeneral de CaScas ¡ el Vireinato de Santa P4 en los documentos siguientes: p El 7 de noviembre de 1781regunta el Anobispo.-Virei, don Antonio Caballero i G6~a don Joaquin Fe rnández, Gobentador de la províni de loe Vanos cuál era el territorio de su jurisdiccion, lo, que desde luego prueba que hasta no tenis el Viroinato conocimiento de su propia jurisdiccion en los Llanos, que nacen al pié de los Andes granadinos, i siguen formando una gran parte de la hoya del Orinoco. Pero veamos Jo que informa si Gobernador de los Llanos. Estas son sus pa- labraa: "El partido de este Corrçjimiento «.'mpnndé ocho pu&os: Macuco ¿ Gitana- de lajunsdiaion de Fon; Zu,tena, Casimena, C&4meza himena i Upía dd Corrqjimsado de Santiago a orilla.. dd Mcta; ¿ d de .Eramaza, de San )farti,u. Esta inision está a cargo ¿o los Padres Agustinos descalzos; i el de Jiramena al de los de Nuestro Padre San Francisco. Loa puertos por donde se oomercia en el no del Meta son Macuco i GuanaFalo ..... .aunque para el tráfico no Wmas que los das puertos arriba dichos ' .tc. &c. De esta nota resulta, con una evidencia que no pudiera ser excedida, que loe Llanos del Vireinato, en la hoya del Orinoco, no pasaban de la boca del Pauto en el Meta, a poco mas del grado &0 de lonjitud oriental del meridiano de Bogotá; miéntras que el tratado de 1833,que arbitrariamente acept6 despues Codnn, sin rason alguna para hacerlo, como 61 mismo lo confiesa, corre por el 6. 0 grado del mismo meridiano de Bogotá. - -9'11*1 entre el meridiano que resulta de lo ¿apuesto por el Gobernador de los Llanos i el que trazó Coda un -o ¡ dos tercios de difersaS, que hubiera perdido Venezuela por el tratado de 1833. Iesdiçiodenotaxse, queladifereucia que resulta entre el límite que el Plenipotenciario de Venezuela deja probado desde la boca del caño Isemena, inárjen meridional del Mota, basta al ditimo pueblo del Vireinato que cita el Gobernador de sus Llanos, en el documento preinserto, no es sino una distancia ¡usignificante, pues que será a$nas de medio grado,o sean diez leguas. Resulta así confirmada la estensa demostracion hechajmr el Plenipotenciario de Venezuela, por el dicho oficial del Gobernador de los IAanos del Vireinato, informando al. Virol de cuáles oran los límites do su jurisdiccion. OONOLU5ION. El Plenipotenciario de Venezuela, despues de haber demostrado loe derechas de la Be$bhca en toda la estension de sus límites con Colombia, asgan loe documentos citados i damas del archivo exhibido, i conforme al tcti posaidetis de 1810, termina concretando su esposicion en los términos siguientes: Venezuela accederá., si se juzga indispensable, i como lo ha propuesto el seísor doctor Murillo, a que el límite en la península Goajira parta de un punto intermedio dotas dos grandes ensenadas de Portete iBAIs-honda, dejando a Colombia la primera i reteniendo la segunda; i que desde allí la línea proeiga en dreccian sur a la Teta Goajira, i desde ésta en derechura al primer estremo de loe Montes de Oca. Conviene en el resto de la division por las alturas de los mismos Montes de Oca, serranías de Perijá, curso de los ños i domas puntos bol reconocidos como limite, hasta la boca del rio La Grita sobre el Zulia. Pide la restitucion de laa pocas leguas cuadradas que constituyen el territorio de la ya estinguida aldea de San Faustino, dejando por limite el curso del no. Táchira hasta su oiíjeu al pié del pérsnio Tainá. Propone las alturas del Tainá. 1 Talco basta el rio Las Nieves, 1 desde las cabeceras del río Ele por sus asnas abajo hasta el Meta. En toda esa línea, o no ha¡ diferencia alguna entre las oonvicoiones 1 propósitos de uno ¡ otro Gobierno, o si la bel, será tan insignificante, que en manera alguna podrá escusar el mal éxito de la negooiacion. Por la demostracion hecha de la verdadera jurisdiccion territorial en la hoya del Orinoco 1 Bionegro, subirla la do Venezuela sIrio Mata basta masoménce el meridiano oriental U' grados del de Paris, donde desemboca el Isemena en el mismo rio Meta; pero como las disposiciones verdaderamente fraternales de Venezuela para con su vecinal hermana la Nuevá Colombia, son real i verdaderamente las que su Presidente constitucional enunció en su Mensaje al Congreso del año próximo pasado, ¡que el señor Murillo delicada i justamente recuerda en su espoelcion apertoria de la negociacion a que so viene contestando, el Plenipotenciario do Venezuela ofrece convenir en que Colombia estienda su jurisdiocion por todo el territorio que média entro el rio Meta 1 el Vichada, hasta llegara la ribera izquierda del Orinoco, de cuyo modo adquiere Colombia loe derechos consguientea a tan ventajosa situacion. El tratado de navegacion que fácil i Qrontalnente podrá negociarse, seria consecuencia necesaria del de límites, que dejarla anudados para siempre loe lazos de la mas estrecha i cordial amistad entre los des pueblos i los dos Gobiernos, con ventajas positivas, cuya fecundidad apenas podría, ha¡ alcanzaron a predecir. Es de tenerse presente,por su marcada importancia, la consideracian de que es en ese trayecto, entre el Vichada i el Meta, que empieza el Orinoco a ser navegable directamente al mar, sin obstáculo ninguno 1 en todo el año, como lo es el Meta hasta Villavicencio o TJpla, a dos jornadas de Bogotá, sin ninguno de los inconvenientes que otras vías de comunicacion puedan presentar, i saliendo al Atlántico trescientas leguas mas al oriente de las bocas por donde salen boj los productos de Colombia para el mundo anterior. Las inmensas ventajas que adquirirá Colombia para su comercio finvial i al18 -98-üamadnó, trayendo su límite a la ribera del Orinoco, no debe entrar a enumerarlas el Plenipotenciario de Venezuela, porque harto bien conocidas estarán por el pueblo i el Gobierno colombianos. 1 es este el lugar en que debe consignar otro argumento, de fuerza decisiva, en cuanto al dominio actual i esclusivo de Venezuela en el rio Orinoco Ese derecho está reconocidopor Nueva Granada ¿ Colombia, de una manera espesa i terminante, desde el 28 de julio do 1842, en un tratado que mereció la aprobacion de ambos Gobiernos i Parlamentos, i cuyo artículo 15 está concebido en los t4rmiuoe siguientes: "Afr i de dar mayores/acUidades al comercio entre tos pueUos fronteritos, se ha "convenido $ convtate en que la fltiVegaCiOfl DE LOS 3105 cOMUNES A LAS DOS REP6BIXCAS "sea libre para ambas, i que no se imondrán otros o mas altos derechos de ninguna « dase edenominacion, nacionales o municipales, sobre los buques pertenecientes a cual"quiera de tas dos Repúblicas que naveguen dentro de 108 dóminws de la otra, que tos "que paguen o pagret los nacionales. ESTA IIEEEPAD E IGUALDAD DE DERECHOS DE "NAVEUSrnON RE HACEN ssmw yÁS POR PASTE DE VENEZUEla A LOS BVQUPS GRANADINOS « QUE ESVEGUEN EN LAS AGUAS DEL aro oanioco o Ud lago de Maraw.ibo, e' toda su es« tension hasta la costa Ud mar." La Nueva Granada no pudo aceptar, como conoesion de Venezuela, lo que de alguna manera hubiera oonmderado ser su derecho, El Plenipotenciario de 42 que esto pactó, el Congreso que lo aprobó i el Gobierno que lo ratificó, reconocieron 1 dejaron consagrado el dominio esclusivo del rio Orinoco como un derecho de Venezuela. floSaON NEOARU. Como el Plenipotenciario de Venezuela ofrece reconocer a Colombia dominio perfecto, desde la fecha del Tratado, en toda la rejion que mddia, de occidente a oriente, entre los rice Meta ¡ Vichada, hasta la misma ribera izquierda del Orinoco, M cual son grandes tributarios; i como entre el Arauca i el Metapmeone una en moiffson de la línea imajinariaordenada por el Bel de Espana en Bu o6dula de 1788, sustituydndole el curso del rio Ele, a fin de que las doe Repúblicas queden separadas en todo lo posible por límites naturales, como es indispensable a su fraternal armonía; icomo en la Goajira, Colombia ha sostenido dominio hasta el Cabo deChiohivacoa, i Venezuela sostiene el suyo hasta el Cabo de la Vela, aunque consiento limitares al intermedio entre Portete i Bahía-honda; aprobado que sea el Tratado, por estas alteraciones pudiera quizás asoniarse, como inconveniente para el buen áxito de la negociacion, el argumento de falta de jurisdiocion nacional, porque ambas Constituciones se refieren al ttti poseidetis de 1810, pasa el Plenipotenciario de Venezuela a esponer los fundamentos del perfecto derecho que asiste a uno 1 otro pueblo para pactar lo que deja consignado. El Plenipotenciario de Venencia propuso al honorable señor doctor Murillo, maL al principio de esta negociacion, el esclarecimiento de este punto de derecho público i pasa ya hola esponer las razones en que funda ese derecho de Venezuela 1 de colombia para adgtirir ventcas una ¿ otra, por resultado de reciprocas concniona que se estimen 4idia,iaa&z Como pinito de derecho público,i como punto de derecho constatumonal, el Plenipotenciario de Venezuela oree que una 4 otra República, el uno i el otro soberano, como tales soberanos, están i estarán siempre en aptitud, segun derecho, para adgu&r€r toda ventaja posible en sus tratados, i especialmente en el de límites territoriales. Entiende que soberano es, en lo humano, aquel que no responde sino al Ser Supremo de sus actos. Entiende que esta soberanía no tiene sino una limitacion, 1 que esa limitaciones la de no poder inenguarse, Aimninuirse, oeroeuarse, o venir a menos de lo que ella es. No concibe que ella pueda debilitarse ni dhtninuirse, deaoonocMndose a sí misma, i colocándose en un sendero que podría conducir hasta autorizar el suicidio. El soberano de mañana debe ser respetado en su omnipotencia humana, así civil como política, como perfectamente igual al soberano de hoi ¡ 1 ¡Me nunca puede ni debe considerarso mas que squ&. -99— ka Por consecuencia de este gran pdnelpio resulta absurda, por opuesta el derecho, la intelijeucia que supusiera limitada la accion del soberano. L constituyentes de uno i otro -, al establecer como territorio de cada República el Si poesidetis de 1810, como lo hizo toda la .Am4ríoa, no hacían sino promulgar un hecho preexistente, voluntad del antiguo soberano, i sustituirlo, el día de su ore acion, a las sanciones en que descansan los antiguos Estados, por tratados públicos o por la consagracion del tiempo. Ellos no podían ni debían hacer otra cosa. Pero tampoco podían limitar la soberanía misma que promulgaban, porque esto hubiera sido desmentirse, desnaturalizando la misma soberanía que proclamaba No concibe el Plenipotenciario 4. Venezuela que hombro alguno, comm~ ni pueblo, pudiera caer en el error de negarse para lo futuro &%/U~ de adqui. nr, la de progresar¡ mejorar; especie de suicidio incompatible con la rason finatra que es el manantial del derecho. Podrá objetarse que una i otra Conatituoion establecen ciertas restricciones al soberano mismo, que en uno i otro - es el pueblo: tal se, por ejemplo, la de que no pueda elejirse al menor de edad, la de que no pueda ser electo el esbanjero para la primera majistratura nacional i una que otra semejante; pero esta son reglas de estructura, reglas de organismo, reformables tambien & voluntad del soberano. La prohibieron de que se trata es de otra naturaleza porque no podría admitir jamas la reforma del soberano, el fuese verdadera la Joctrmna que aquí se confuto. No concibe el Plenipotenciario de Venezuela, ante la actualidad del mundo político, cómo pudieran pueblos nacientes renunciar para siempre el der&w de a4di*, que envuelve el de progresar i adelantar; i privar aM ciegamente de esos bienes a las jeneraciones futuras, tan soberanas como la constituyente i como la No irá el Plenipotenciario de Venezuela a citar el ejemplo da las monarquías europeas, i rndnos a6n el de otras partes del viejo mundo: le bastará el de la América del Norte, eepldndido modelo de profesion i práctica de los principios de la libertad, i ejemplo de todo jdnero de aciertos; i bastará este recuerdo para confirmar la doctrina sostaniJa en estos párrafos. Paises que crecerán rápidamente con inmigraciones que por leyes inexorables de la humanidad han 4o convertir el Nuevo Miado en un emporio, trasladando jenexacionee enteras con sus industrias i capitales; paises que mas tarde habrán de centuplicar sus cambios con el reato del mundo, i para esos cambios, sostener una ~a& 1 numerosa navegacion, que ha de ser protejida por marinas nacionales, nopuede adzoitirse que renuncien boi a la honesta ~~de estaciona¿ pwito. cte «pyo en la redondez del globo. Tampoco ea aceptable que se prohiban ellas enilfla taaiosa vdczt(ae, rodeadas como están de tribus indíjenas, independientes, i de un centenarde antillas, cuyo porvenir, oscuro como todos ellos no eacluye la posibilidad de $ cenven*a wariona El principio prohibitivo de adqtdr(r honestamente se baos incomprensible para el Plenipotenciario de Venezuela, aun respecto de las naciones de grande eetenaion i poderío; pero para con las naciones de Sur-A~ no saben cómo calificarlo. Es con estos fundamentos que tiene la sa.tisfaccion de proponer sil estor Murlflo Plenipotenciario de Colombia, para poner término a la negociaclon de limites, pendiente ya por el espacio de 42 afice, la frontera jeneral que deja enunciada, desde la Goajira basta el estremo limlfrofe ya demarcado en la hoya del Orinoco i Rionegro. Pa de esperaras que la sabidnrfa de uno i otro Oobierno sus dilatadas previsiones, i el Seres pe1fpitante de la fijacion de I(n4Is sia.,,wán la "~de ambos Gobiernos [ambos Parlamentos. Arromo L GVZIUR—t Muaii&o. Se conforte—El Secretario da la Legacion, £ Gcnmíta 2Wdo. —looRÉPLIOA DEL PLENIPOTENOL&RIO DE COLOMBIA. PBoRrEaL OBEENTAL DE OOLOflhL. Efectivamente, como lo asienta el señor Øun.n, por el proyecto de frontera acordado en 1288, que el Coñgreso venezolano no quiso aprobar, porque no le satisfacían loe limites en otros puntos, o por consideraciones políticas de otro órden, Colombia babria perdido toda la reflon comprendida entre la corriente de los rice Orinoco, Casiquiare i Rionegro i una linos imajinaria que desde .1 Apostadero del Mete se tirarla al Sur, hasta la frontera del BrasiL El Gobierno de Nueva Granada, por una condescendencia inesphcable mu haber estudiado la materia, como lo declaró esplicitamente su Plenipotenciario en .1 protocolo resvectivo, i hemos visto en la Memoria precedente, se presteS a la nesocuaciondio al Plenipotenciario de Venezuela un voto de o4n11tak que nada - La adopcion como línea limítrofe, poresa parte do una recta tirada desde el Apostadero del Mete hasta la frontera del Bra$ renunciando a la arcifinia continua establecida por el curso de los ríos, Mete mismo beata su desembocadura en el Orinoco, éste, aguas arriba, hasta la bifurcacion del Casiquiare, por éste i el Bionegro basta enfrente da ls piedra o glorieta del ~, que es la del utipoeeideiie, md sin duda un pvfsimo error, que no se puede disimular, pero que tampoco autoriza, no bebiéndose aprobado el tratado que lo encerraba, para insistir en su uproveohn.nia.to despues de reconocido. Abierto de nuevo el debate, Colombia desde 1844 viene demostrando, con una perfecta claridad, que hubo etror ent6noee, i que la línea legal es la trazada en los dos úicce documentos de carácter iepl reconocidos fidedignos, i delante de kis cuales layrobidad ordena inclinarse sin vacilacion, a saber: la real cédula de 1768 que senal6 loe límites de la Guayana; 1 la real cédula de 1786, que aeialeS loe de laprovincia de Barinas. Por ésta quedeS al Vireinato la orilla derecha del rio Mete basta la entrada enel Orinoco ; i.pórlaquecreó la deGusysna, los que resnitandelasigninfa declaracicu, a saber; "De suerte que quede reunido en aquel na,wln d So de la referida provincia. cuyos té~ am: por el setentrion el Bajo Orinoco, lindero meridional de las provincias de Omnani i Venezuela; por aloccidente, alAlto Orinoco, dazsiqt.iare aci Jsonegeo1 por el mediodía el río Amazonas, i por el oriente el Océano AtlSr bco; he venido en declararlo así, i espediroe la presente mi real cédula &o." No habiendo Venezuela querido ceder ante fa evidencia do esa demostracion 1 de esos términos, Colombia le propuso someter la decision del punto a un Gobierno ami'o e imparcial; a cuya propuesta no ha contestado hasta boi reconociendo así implícitamente el derecho alegado. 1 habiendo una vez mas dehacer esta demoetraclon,, confutando, al hacerla, las especiosas argumentaciones con s"° rehusa obed~ a el infrascrito no se propondrá s eguir, para demostrar la inexactitud o la inconducencia, paso a paso, al señor Plenipotenciario, enla aglomeracion de citas que ha hecho, sino que, por o'heervacionee j~^ mostrará sus defectos; ipor la historia que trazan, copiando textualmente las piezas del proceso, hará resaltar la verdad del relato i la ¡nata aplicacion de la lot Con este objeto, la presente memoria so dividirá en cuatro partes, que asrin: 1. Observaczçsses preliminares. 9: Sinopsis de la provincia de Guayana. 8.' Leglidad del Emite arcifinia £'Pretendida poeesion sobre el Atavapo ovsaosza paWtLfla. L'Seslapdínera,lado que elenditoi esforzado alegato <pe el señor Plenipotenciario de Venezuela ha escrito con el propéSo do combatir & desecho de -101 Colombia,, si bien es una prueba más, innecesaria por cierto, de su poderoso talento para argumentar con destreza i decir con pulcritud i elegancia, para el crítico ejercitado debo ser una revelacion de pie la 'verdad se encuentra en la direocion uestaa laque 61 sigua ¿Porqu4 su aenorfa,en vez deeircunscribixse al extmen 1 discrbninaoion de los títulos, que son el meollo de la disputa, se da mas bien a segmr, con mas o Snos exactitud, a las comisiones de límites de 1763 i de 1778 en sus tiajes i esploracioDes, i basta penetra en discusiones vedadas a Venezuela, por no afectarle en nada,z estar aún pendientes entre los Gobiernos de Colombia, Brasil i Ecuador ? Su ~ría debe saber pie al mismo Plenipotenciario de Colombia no le ea permitido en este debate decir cosa aluna relativa a la deliinitacion de los concurrentes a la hoya del Aina ' onas; irecordar loque el Ministro del Brasil le decia en Lima en 1864: "Que la Nueva Granada o el Ecuador disputen al Perú la posesion de este territorio, aún os puede concebir; pero que Venezuela. que nunca tuvo una pulgada de terreno en la provincia de Mamas, lo reclame, es una especie nueva i pretenciosa cuanto puede ser temeraria. Isc rejiones amazónicas, por tanto, i gran parte del propio rio Amazonas, por título alguno pueden ser reclam?.daa como formando parto de la Capitanía jeneral de Carteas en 1810, ni por el td!yoeaiddis ni por las reales cédulas.' Es tambien demasiado pedir a la crítica, que porque el Comisario Itaniaga recibiera uno que otro auxilio, pequeño en comp aracion de loe que recibiera del Virei o del Presidente de Quito; o porque el de 1778, Leon ¡ Pizarro, pidiera informes al Gobernador de la Guayana sobre los terrenos por donde habia de dinpu Ja demarcacion, se d4 por sentado que todo aquel territorio que dobla servir de teatro de operaciones a dichas comisiones, estaba bajo la jurisdiccion de la Capitanía jeneral de Venezuela! 1 ademas, que por ese mismo informe pedido se traiga hoi a discusion el derecho que puede tener Colombia a alguna parte ¿e las berras que demoran mas aflL del confin de las de Venezuela. Tan absurdo es ello, cuanto que en la instruccion dada por la Corte a Leon Pizarro, le indicaba que las noticias podían dárselas o bien los mismos portugtseses onnoprádieos, o bien el Gobernador de Guayana. 1que el Be! nunca d46 el alcance que Venezuela pretende, a sus providencias sobre limites con las posesiones portuguesas, resulta demostrado por la aprobacion dada enl0demarzodel77oalas6idenea dictadas por el Vinci en desarrollo de las instrucciones comunicadas para el trazo de la línea de demarcacion; 1 ademas, por los siguientes ptrrafos de la real órden de trece del mismo mes iaño: "Para evitar todoperjuicio en la demarcacion de límites que corresponde a la division perteneciente a los parajes de ese flreinato en cuanto al curso del rio Marañon, por la mira que siempre han tenido los portugueses de disfrutar las utilidades que ofrecen las ricas i frtlles provincias de la América meridional, estendiendo sus poblaciones hasta nuestras fronteras, se hace preciso reencargar • Y. E. muí estrechamente cuide de disponer se arreglen los Comisarios españoles • el mas exacto cumplimiento de las condiciones i términos que prescribe la oonvencion preliminar en los artículos 12, 13, 14, 15, 16 i 17; pues solo con su puntual observancia quedar¿ desvanecida toda sospecha que pu&era linajinarse: lo que prevengo a Y. E. de Lrden del Bei, para que lo haga entender nuevapiente a tos citados Cbmisarios." • Dios guarda a Y. E. muchos años.—El Pardo, 13 da marzo de 1779. • Señor Vire! de Santa P.—Jonn tu Ganz." t' A juicio del infrascrito, en un debato como esta, los escritos deben tener el cardcter e índole de estudios i no de alegatos forenses. Indagacion concienzuda de los hechos i de las leyes aplicables, i no empeño en oscurecer i confundir para obtener un triunfo cualquiera. Debe ser un esfuerzo encaminado a unir i no a apartar. Como herederos de un acervo, afanarse en el estadio mas bien pera cee ciorarse de que no searrastrar toma nada en daño del otro, que por ensanchar su parte; i cuidar de no dejans por la pasion hasta parecer sTnninitzar a terceros, datos para sAsoar el bien del otro. Si cabe emulacion,-ha de consistir st contri- -102buir en mayor escala a la inquWclon de loe hechos, 1 en la rectitud 1 desprendldimiento. Se ha de indagar por conciencia i disputez a~por deber. Pluguiera al Cielo que alguna al mónos de las pretensiones venezolanas, exhibidas en las Memorias del señor Guzman, hallaran en los antecedentes i en la lei alguna justificacion, pan dar al infrascrito el placer de reconocer en justicia. 3.' Conviene apartar de la discusion todos aquellos hechos que, por versar sobre asuntos que dopendian inmediatamente del Soberano comun, cualquiera fuese el funcionario ejecutor i el territorio en el cual se ejecutaban, nada establecien en materia de juiisdicoion municipal. Por la naturaleza misma del Gobierno, tenis que ocurrir ent.óuces lo que ocurre hoi en las confederaciones, en las cuales ha¡ negociados que corresponden al Poder federal, i ha¡ otros de la competencia de loe Gobiernos seocionales. 1 eran, como son hoi, de la categoría jeneral, los de ros, rehjion i paz i guerra esterior, límites, comercio, relaciones con los estranje comercio ilícito; de forma que, tratándose de uno de esos asuntos, las circunscripciones administrativas desaparecian, i todo se subordinaba ala autoridad superior, sin que el hecho ocasional en miras de la eficacia, diera a un ejecutor título alguno nuevo del qne ya tuviera en la jerarquía administrativa, ni acarreara una niodificacion en las circunscripciones. Así sucedió en la guerra con la Inglaterra, i así tambien en las dos ocasiones en las cuales hubo de intentarse determinar con precision los límites entre las posesiones españolas i portuguesas. El funcionario mas inmediato o mas proiøuo prestaba el servicio que la ocasion demandaba; pero aquí es de notarse que aunque en una en otra ocasion, todos los funcionarios españoles tenian el deber de annhn, las comisiones, las c4dnlas reales pkescribiendo el concurso en cuanto concernia a la rejion amazónica? se dirijieron al Virei, i por su conducto a loe otros funcionarios. Por consiguiente, todos los hechos alegados en esta especie de servicio, nada prueban en favor de la pretendida jnrisdiocion de Venezuela, 1 examinados escrupulosamente, arrojarian mas bien deducciones en contra. Por mp!o, el señor ~en habla de la cédula de 14 de diciembre de 1753 1 gua unci6 la venida de la comision mandada por don Josó de I~, como si hubiese sido dirijida al Capitan jeneral, cuando no fuó sino al Virei; i fuó el Vires quien recibió en 1767 al cuarto empleado en ella, don Joseph Solano, enviado por Iturriap Antes de penetrar en el Alto Orinoco, en pos de auxilios i de una circular ordenando a todas las autoridades infóriores, Gobernadores, Correpdores, Alcaldes &c., dar a la coz~ toda especie da auxilios en hombres i en dinero. En la real cédula dei4dediciembre de53ae dijo al Vire¡ que debia ejecutar cuanto elynmer comisario enjiera; que la consision debia di sepor el no Orinoco al .Maraon; i que a ella habia comunicado diferentes órdenes con las facultodos necesarias para su ejecuoion. Ezije, pues, la claridad que no se traigan al debate todas esas providencias que, por referirse a negociados reservados esclusivainente al Soberano, no daban ni quitaban jurisdiocion. Lt El servicio de misiones era de estej4nero: ni daba ni quitabajnris&ccipn. Desde1574segunseveenel título 6. del libro L de las leyes de Indias, que trata del patronaro real, el Re! tenis declarado que el derecho de patronaz es decir, el de relaciones do la Iglesia católica con la sociedad civil, único e msóhdum, quedazia siempre reservado a ¿Ii a su real corona, sin que pudiese sir de ella en todo ni en parte, 1 por gracia, merced, privilejio o cualquiera otra dieposicon que "Me o lo&Beyes nuestro.; sucesores bsci6remos o concedi4remoflt DO sea visto que concedemos derecho de patronazgo apersona alguna, i y" ni monasterio, ni perjudicarnos en el dicho nuestro derecho de patronazgo.? Las misiones dependian esclusivamente de sus propios superiores residentes en Roma o en España. Se les asignaban comarcas i se cuidaba cuando más que no las abandonaran no se intervenia en el r6jimen que ellas establecieran i prosiGobernaban en todos los ramos; mas, como su gobierno debía ser tren: sitorio, porque no era sino de preparacion al stado social, los límites o las divisionea administrativas para el porvenir, no los afectaba Su encargo era la domeeticacion * la inioiaoion a la 16 católica, para formar curatos 1 sdbditoe pecheros 21 -108— Guandos. habla alcanzado este resultado, era que la reduoclon entraba en la sujecion de la autoridad legaL Algunas potias citas bastarán para justificar esta observacion. El título 16, libro 1.° de las leyes de Indias, que trata de los relijiosos dooMneTos, leido con atencion, no deja duda en el particular. En la segunda de esas leyes se ve que "el nombramiento de relijiosos para doctrinas 59 haya de hacer i se haga por ei pi-dado de ¿a reljjion a quien tocare" • en la 28, que" los Arzobispos i Obispos de las Indias pudiesen visitar a los dictos doctrineros en lo tocante al mmisteno de curas i no en más, visitando las iglesias, el Santísimo Sacramento, crisma, cofradías, limosnas de ellas, i todo lo que tocare a la mora adminietnzt de los Santos Sacramentos ¡ ministerio de curas, usando de correccion i castigo enlo que fuero necesario, dentro de los límites j ejercicios deos, restrictasnente, como va espreaado, ¿ no os más; i en cuanto a los excesos personales de vida ¡ costumbres, no han de quedar sujetos a los Arzobispos i Obispos, para que los castiguen por las visitas, aunque sea a título de curas, sino que teniendo noticia de ello, sin escribir al hacer procesos, avisen secretamente a sus prelados regalares para que lo remedien?' La leí 82 disponia "que donde una relijion hubiese entrado primero a pre4lcar la santa £6 ¡ doctrina, no entrara otra";~cien que revela cuanto ellas no debían correr la suerte de las demarcaciones para el réjimon municipaL Las misiones recibian las parcialidades de indíjenas que vagaban por comarcas indeterminadas en estado salvaje, ¡ obrando con toda independencia, debían entregarlos despues como mdimsntos de la sociedad coloniaL Ial alguno quería mezolarse en su administracion, a ellas bastaba amenazar con que los salvajes volverían al monte, pera que su independencia fuera respetada. La cédula que se copia a contanuacion es una prueba de la doctrina que queda establecida sobre Ii naturaleza privile,jiada de las misiones ¡ su entera independencia de toda otra jurisdiocion, pues que no era permitido poner en ellas autoridad aiea profana. "El Bei—.Gobernador i Comandante jeneral de laprovincia de la Guayana. Con motivo de lo que representMteis sobre la entrega de los pueblos de rodios que estén a cargo de los Misioneros Capuchinos Catalanes en esa provincia; i en vista de lo que en su razon esyueieron esos relijiosos, vine en declarar, por mi real cédula de 6 de julio de este ano, que los referidos misioneros habían obrado bien en retener los pueblos de sus misiones, i Que vos os excedisteis en imutarles excesos que no cometieron, i mandé a mi Virei de Santa 14, que nn,nmnndo con el pulso i madurez que esperaba de su celo, oir los pueblos le indios que estén al cargo de los nominados misioneros catalanes, se hallaban en aptitud de admitir corzejidores i curas, sin que de allí se siguiese la fuga de los indios, 1 oyendo en este punto a los mismos misioneros ¡ a las domas personas que lo pareciese, me diese cuenta de las resultas, para tomar la providencia correspondiente; en intslijencia de que por despacho de la nim. fecha se encargaba al Prefecto de las propias misiones ocurriese al citado mi Virei, ile informase instructivamente del estado de ellas i de todo lo densas que le encargase. Posteriormente Be recibieron vuestras cartas de 26 de enero del presente año, enqueparticipais que, demandando en vuestro juzgado el Oficial real don Andres de Oleaga al Prefecto de las referidas misiones, sobre' la paga de diezmos de las considerables haciendas de indios que poseían, i siguiéndose la causa en rebeldía basta ponerla en astado de sentencia, remitísteis los autos orijinales a mi Beal Audiencia de Santa P6, para que la determinase en justicia: Que snmbi4ndola aquel tribunal, declaró debersepagar por entero el diezmo de los ganados i domas frutos de comunidad,por i =el de los que particularmente poseyesen los indios, mandando que, para que mejor se administrasen los bienes comunes, ehjiéseis un seglar de toda satisfaccion que llevase cuenta formal de sus productos, gastos i residuos, separando de su manejo a los misioneros con el fin de que, con mas desembarazo, pudiesen atender a su apostólico ministerio. Que recibida la pro vision que a este efecto os libr6 la Audiencia, procedisteis por vuestra persona i por vuestros comisionados a su puntual cumplimiento, sin dar al Prefecto de las misiones ni a sus individuos motivo alguno de queja, pues le dej6ateiseluso - 104 libre de la carne, sal, velas i otras menudencias, tomando solo lo Que quiso entrepr el Relijioso Procurador: Que esta deterrninacion Mtan sensible al Prefecto i misioneros, que aun procurando sosegarlos el reverencio Obispo de Puerto-Baoo que se halleba ahí, con motivo de su visita pastoral, estuvieron tan léjos de aquietarse, que, sin otra licenciaque la de su prelado, despacharon a fmi Jaime de Puicerda para esta Corte, i a frai Joséf Cervera pera la ciudad de Santa P6, con el fin de quejares de esta providencia; i que no habiendo hecho vos otra cosa que cumplir lo que os ordenó la Audiencia sobre pago de diezmos t nombramiento de Correjidores, como lo justifican los testimonios de autos que habeis remitido, lo haceis presente para que me digne determinar lo que sea mas de mi real agrado. Por el referido fmi Jaime ae Puicerda, como Troourador de las espresadas misiones, se me ha hecho pÑaente (aoompanando vanos documentos) que continuando vos en persegmi cada damas i mas a los Misioneros Capuchinos catalanes, i en malograr lo trabajos, afanen penalidades que han tenido en reducir a poblaciones i gremio de la iglesia los indios infieles, procurésteis establecer un nuevo método en el gobierno de esas misiones,poniendo en los pueblos Correjidores, i obligando a los miserables ne6fitos a la paga de diezinca, wnembargo de haberse os mandado, por real cédula.de 20 de setiembre de 1772, que no hiciéseis novedad alguna en esos ni otros puntos tocantes a las misionos, i que solo cmnpliéseis lo que yo os ordenare: Que cuando esperaban que con esta mi real cédula cesasen las muchas persecuciones con que los aflijíais, se aumentaron sobre manera; pues hpciendo despues qué la recibIsteis vuestros informes ami Real Audiencia de Santa P4, logrsteis en brevísimo tiempo el nombramiento de Correjidores en todos los pueblos antiuos 1 modernos de los 'indios, la;aga do diezmos de sus ganados i bienes, i la eleccion de seglares pie corriesen con la administracion, con otros ultrajes hechos a los misioneros: Que les es sumamente doloroso, i sensible es el justo temor de que los indios se vuelvan a las montañas, como ya lo han hecho algunos con semejante novedad, malogrdndose su trabajo en reducirlos a nuestra santa ¡6, el dispendio de mi Real Hacienda, i lo que es mas, la esperanza de la salvacion de aquellos pobres neófitos: Que aunque poco hL me debieron esas misiones una providencia nial decorosa, se hallan con el desconsuelo de que procuraM hacerla ilusoria, como lo ejecutLsteis con la anterior ¡ni real cédula, i mediante ver lo que acabais de practicar tan contrario a la privlkjiada r4~ de las misiones, i lo reattdto »r mi, como se podrL averiguar con los informes que se pidan, i deberse temer una total ruina de ellas, segun los documentos que ha presentado, ha suplicado me digne poner el mas pronto i eficaz remedio para que se ataje el daño núéntzas se hacen las averiguaciones i se establece lo n*a conveniente, coartándoos la potestad que os habeis tomado, i quitando desde luego los Correjidores, Ad.niniRtradoros i demas sujetos puéstos por vos contra el literal tenor de mis reales cédulas espedidas desde eF año de 1771. 1 habiéndose visto todo en mi Consejo de las indias con los antecedentes del asunto, i lo que dijo mi Fiscal ; he resuelto que desde luego quiteis los Correjidores i Mmh.intradores de los pueblos de las misiones que dichos relijiosos catalanes tienen ahí, 1 las rednzcate al mismo ser i estado que tenían ¡ates que se pusiese por el Oficial Real? don Andres da Oleaja, la demanda. Lo que, no obstante la determinacion de mi Real Audiencia de Santa P4, cumplireis puntualmente como os lo mando, en intelijencis de haber sido miii de mi real desagrado vuestra desarreglada conducta en el asunto, i de que si oontinu&reis en perseguir a los enunciados misioneros, tomaré contra vos la severa providencia que corresponda ; teniendo tambien entendido que por despachos de la fecha de éste, prevengo ló conveniente a mi Virol i Audiencia de Santa Fé, i al Prefecto de las propias misiones.. "Pecho en San Lorenzo, a 10 de noviembre de 1774.—YO a BEL ' mandado del Reí nuestro Señor—Dow Miera nz Sa 3birrm (Jumo." Así lo comprendieron Iturriaga primero, i despnes Humboldt, cuando éste compara el sistema de las reducciones de los españoles con el de los portugueses. Juirriaga, anunciando al Vire¡ desde Ciudad Real, con fecha de 14 de octubre de 1760, que babia resuelto abandonar la rejion del Alto Orinoco i Bionegro, i no hacer mas gastos en esa colonisacion, añadis: "Que le parecIa suficiente él udme- - 105 ro de 86 soldados para la escolte de los Jesuitas, pues con las nuevas poblaciones que dejó al norte de sus misiones (en las dos ciudades, Ciudad Real 1 Beal Corona, mas de 150 leguas distantes, i con la de $an Fernando, que desapareai6 a usa 41 so re"), no tienen enemigos que temer, de forma que aun podrían re jaree 26 hombres." Humboldt se espresa así: "Las orillas de este solo atente (Rionegro) son, por tanto, diez veces mas pobladas que todas las orillas reunidas del Alto i Bajo Orinoco, del Casiquiare, del Atavapo 1 del Bionegro español. Este contraste no viene únicamente de la diferencia de fertilidad o de la facilidad mas o m6uos grande que ofrece el Bionepo conservando una misma direccion del nordeste al sudeste. Es el efeoto de las instituciones políticas. Bajo el réjimen colonial de los portugueses, los indios de.. penden a un mismo tiempo de jefes militares, civiles i relijiosos del Monte Carmelo. Es un gobierno muto en el cual el poder secular se conserva independiente. Los frailes observantes, que son los misioneros del Orinoco, reunen, at contrario, todos los podevs en una sola mano. El uno i el otro Gobierno eonigualmente veja.. torios bajo muchos respectos; pero la pérdida de la libertad está al Snos compensada con un poco mas de riqueza i de mvihzaczon en las colonias portuguesas. "La preponderancia militar se sostuvo sobre las orillas del Orinoco has ta 1785 en que comenzó el réjimen do loe frailes da San Francisco. Las pocas misiones fundadas, o mas bien restablecidas desde esta ¿poca, son debidas a los Padree de la Observancia, porque hoi ¿za los soldados repartidos en lee son dependienta de los misioneros, 0*1 ménos tenidos por tales, segun las pretensiones de la jerarquía eclesiástica. "El pueblo que lleva tambien el nombre de Quirabuena (Vaaiva), no tiene sino 60 habitantes. EL estado de estos establecimientos es, en jeneral, tan miserable que en todo el curso del Casiquiare no so encuentran 200 habitantes, en mas de 60 leguas de largo. Así, las orillas de este rio estaban mas pobladas ántes de la llegada de los misioneros. Los indios se retiraron al bosque h4oia el esto, porque las llanuras del oeste están casi desiertas. Los nativos se alimentan una parte del año con estas grandes hormigas, de las cuales he hablado ¡ntes. Fetos insectos son tan buscados api1, como en el hemisferio austral las arañas de la tribu de las ~res, que hacen las delicias de los salvajes de La Nueva Holanda. Pué en Maudavá.ca que encontramos este buen viejo misionero, que habla pasado 20 años de mosquitos en los bosques del Casiquiare, lcuyos brazas i piernas estaban de tal manera atigrados por la picadura de los insectos, que costaba trabajo r~<>. en la blancura de la piel. Nos hablé de su aislamiento i de la triste necesidad en que se encontraba de dejar impwtes ¿os crímenes mas a~ en Mandavani ¿ Pasiva. Babia pocos años que en el timo lugar un alcalde indio se habla comido una de sus mujeres, despues de haberla llevado a su conuco i ajime ptádola bien hasta engordarla. "No hemos encontrado sino tres establecimientos cristianos arriba de las grandes cataratas (Atures i Malpares), a lo largo de las orillas del Orinoco, en una estension de mas de cien leguas. Capítulo 20. Libro'?. Aun estos establecimientos apénas enumeraban seis u ocho personas blancas, es decir, de raza europea. No puede uno sorprenderse de que una rejion tan desierta haya sido el suelo clásico de =fábulas de las fantasías. Es allí que graves misioneros han colocado los pueblos que tienen un ojo en la frente, una cabeza de perro o la boca por encima de la barriga: es allí que han encontrado todo lo que los antiguos nos refieren de loe Garumantes, de los Arismaspes i los Hipbrb6reos. 1 hs.i razon para suponer que estos misioneros simples, i frecuentemente un poco rtticos, hayan inventado ellos mismos estas ficciones ezajeradas." 5. Otro punto capital en este debate es evitar la asimilacion que ha habido empeño en hacer entre las nuevas poblaciones a que ea referia el título de iturriaga 1 los pueblos de las misiones. Eran cosas absolutamente distintas, 1 nada autoriza esa asimllacion o oonfusion. Conforme a lo prevenido por el Bei a la partida de España de la comision que condujo Iturriaga, las nuevas poblaciones debían ser de espads, pues cabal.. - 1.06mente doblan interponerse i estorbar el trato de los estranjorce con loe indios. Dice aquella real cédula que a la conilsion se Gabian comunicado diferentes órdenes, Sondo una de ellas la de que, "si juzga conveniente establecer algun pueblo o pueblos de upailt en el terreno que média entre los ríos Maraion ¡ Orinoco, bien saz para mantener en quietud ¿ amistad alguna nacion bárbara, o para ocupar d tránsito de los estranjeros i loe indios, o bien porque rsxsitan valerse de algunos vasallos miss, hombres de valor i de ¡adusta para cualquiera especie de manejo importante, pueda conducirlos de todo el distrito de vuestro Viremato, sin que en ello es la oponga embarazo alguno." nlareal6rdendeI760selediceaItnrriagaque,SloOreOOonveniente,Se quede como Comandante jeneral de las nuevas poblaciones, Ciudad Real ¡ Real Coros Les misiones, al contrario, ni tenían Comandante jeneral, ni admitan en su seno españoles legos por nirigun título, pues los Padres sostenían que la residencia de éstos entre los catecúmenos perjudicaba. Eran, pues, das cosas enteramente distintas: loe pueblos de misiones, i los pueblos de cuya fundacion debia ocuparse la comision de limites i a que se reflri6, ae 1760 en adelante, la autoridad de Iturriaga ; pueblos que, conforme a la cédula de 1760, no eran otros e Ciudad Real i Real Corona, situados ambos en la márjet derecha del Bajo Orinoco. L' La Guayana no estuvo nunca sometida a la autoridad del Capitán jeneral de Venezuela ántes de 1777, como lo sostiene el señor Gorman. Se sabe que !a Guayana, como parte de la provincia de Cumaná o Nueva Andalucía, perteneci6 constantemente a la Presidencia de Nueva Granada i In"al Vireinato de Santa P4, desde que vino a esa costa de Gobernador don Antonio Rení o, heredero que té del Adelantado Gonzalo Jiménez de Quesada. Lo único que sucedió i que pudo hacer creer que de 1762 basta 1765 estuviera sometida a aquella Capitanía, unaarte,ila mas peqneia,laqueconstibuy6el mando de Moreno, fuéla autorizacion queso diera adon José Solano para resolver iaclarar las dudas que pudIeran ocurrir en la ejecucion de las órdenes dadas, a sujestion del mismo Solano, para la traslacion de la ciudad de Santo Tomé de la Guayana, treinta 1 cinco leguas arriba, al sitio de la Asgostun Este sujeto, que babia sido cuarto oommano 1 oosmdgraio de la Comision de limites, al repesar a España en 1760, dió varios informes sobre la condicion do la Guayana 1 del Orinoco, i sujizió el pensamiento da trasladar la dudad, porque en el sitio que ocupaba, sumamente insalubre, no ofrecia porvenir alguno, e mdic6 que se nombrara un comisionado ¿id ¡mo, que seria don Joaquín Moreno de Mendoza. A.oeptáronse sus indicaciones, ¡ como al mismo tiempo resolviese el Bel nombrado Capitan'jeneral de Venezuela, di6le la órden i autoridad de inspeccionar i de activar ese trabajo. Fuá un encargo accidental, que no se traemitis a loa que hubieran de sucederle en la Capitanía jeneral; que no anulaba la autoridad del Virel, ni envolvia segraçacion. Los siguientes documentos comprueban este aserto: 'Oeeaidarando la importancia de poner sobre otro pié el Gobierno de la provincia de Guayana, así para la mayor custodia de ella, las internas¡ Reino de Santa P4, por la mtrodnocion que facilita la conocida navegacion del rio Orinoco, como tambien para precaver, mudando la poblacion de Guayana en la angostura del citado río, la intemperie que basta ahora se ha esperimentado tan fatal a sus habitantes, impidiendo, por esta razon, su aumentó; la resuelto erijir en Coman dancia separada todo su distrito, am inmediata stsbordinacion al Virti de Santa F4 destinando a US atinanr* para este empleo, fiando de su conocido celo 1 préctica la plan&4hw.ion de esta idea con la brevedad que piden los importantes flnes a que se dirije; "&ranjues, 6 de junio de 1762—El B.° Pa. D. ¡craN DE Anisas. —Señor D. Joaquin Moreno de Mendoza." La otra real &den, dirijida a Iturriaga, dijo así: el 110~ de haber nombrado el Res por Gobernador ¡ Captan jeneral de la provincia Venezuelaaløapitande navío don loeef Solano, i que con su informe i dictámeu reaol',16 B. M.trasladar la ciudad de la Guayana a la Angostura 107 de Orinoco, 1 fortIficaciones que allí 1 en la ciudad debian consIStes, para lo que se elijiópor Comandante al Coronel don Joaçpin Moreno do Mendoza, como ea avisó a US en carta de 22 de setiembre del ano próximo pasado, acompaMndole copias de su título e instrucción; quiero & )L que cualquiera duda qpe pueda ofrecerse en el particular de la traslacion, como en lea citadas fortificaciones que deben ejecutarse, la disuelva i aclare el referido don Josef. Solano, como que se halla enterado delo que conviene idelaintencionde8.M.,idesu real 6rdenlo participo a VS. para su intelijenola.—Dios guarde & VS. muchos aos.—Madrid, 20 de julio de 1768.—El B.° fl D. Juwu Da knunnA...-&ior D. ¡oaepb de Iturriaga." Habiendo cesado Solano en la Capitanía jeneral, se apresuró el Reí a declarar insubsistente aquella dependencia, i a revivir la absoluta suboridinaclon de la de Guayana, tal como había sido constituida por la cddnla de Ma mayo C 1768, al Tira¡ 1 a sus sucesores en el Vireinato, por cuyo conducto deblan codo municarse en lo sucesivo todas las providencias relativas a su manejo i ~ion. Real cMnla de 28 de octubre de 1771. 7.5 Ignorancia de la topografía del territorio. Ha contribuido poderosamente al embrollo producido en esto debate, la la nsurpacion verificada, la ausencia completa de conocimientos topogSfloos, i pudiera sadirse, de todo jénero, respecto de esta rejion; con mas la especie do jerigonzaque ha surjido de confundir las nuevas poblaciones a pie se refirió el mando de Iturriaga, con los asientos de las misiones; con la desaparicion 1 repaondo éstas; los cambiosdesiffo;laconfusionde lasmisionea del Bajo Unnaco con las del Alto; las de la banda derecha con las de la izquierda, 1 otro. pormenores traídos adrede a la discusion, para que el espíritu se pierda en ese laberinto, como pudiera suceder en loe bosques ' rica de la Guayana misma. Conviene, por lo mismo, despejar cuanto se pueda el terreno para disounir con ropiedad. Ya hemos visto que nuevas fundaciones no eran la mima cosa que misiones, que eran cosas enteramente distintas, ique no ha habido rason alguna para aphcaraéstasloquese dijo deaqnéllaa. Ahora debe saberse, para comprension de la materia, que el Orinoco sabe considerado dividido en Alto i Bajo; llamándose Alto, desde sus orfjenes arriba del raudal de ~vos basta los raudales de Maipurea 1 Atures ; i Bajo Unnoco, desde Atures basta las bocas de salida al mar, de manen que los pueblos o misiones que se mencionan en esta discusion, la mayor parte estaban o salt en el Bajo Orinoco, bien que hayan- desaparecido, como sucedió con las dos ciudades de Iturriaga, Ciudad Real i Real Corona; i que, como la cédula de 68 estableció el curso de los rS Orinoco, Casiquiare 1 Rionegro, como limite de la Guayana, quedé si Vireinato, despues de la separacion de la Guayana, el curso de esos mismos rice, es decir, la izquierda del Orinoco desde el punto en que se le des ende el Casiquiare hasta aqnel en que llega a la boca del Mete, en cuyo curso recibe como rice del Vireinato, bol Colombia, el Atevapo i el Gusviare, que se juntan para para no hablar de otros pequenos. Siendo laminen entrar; i despnes el Tic pera el Qasiquiare límite, dirijidndoae al Rionegro, queda toda la orilla derecharrte. naciendo a Colombia, basta que este brazo se reune al G.IATn{ a, gua de am en adelante toma el nombre de Rionegro, i va hasta frente de lajieara del Coculi pertenece a Colombia la derecha, 1 a Venezuela la izquierda. za Atavapo en todo su curso, así como el Temí i el Tnnnf, pertenecen a Colombia, segnu la demarcacion legal - pero esa comarca que queda así encerrada entre el Orinoco por el norte deae fa boca del Guaviare, i por el Casiquiare en todo su curso, por el oriente i sur, i una línea tirada de la boca del «naviero alOuainfa 1 es la da por Venezuela, sin título alguno, alegando sí pose aion o ejercicio de don heredada de los misioneros, i posteriormente de los que han esplotado la ignorancia de los indíjenas. Las misiones hasta 1768 no hablan pasado de los raudales, ¡por consiguiente no tuvieron establecimiento alguno en el Alto Orinoco. Un solo misionero habla penetrado en 1744; pero no Ltd sino a la sombra de la Comisen do limites, 5 - 108 cargo de Iturriaga, que los Jesuitas avanzaron basta San (Júlos sobro el monagro, cuyo pueblo fundaron diciendo necesitaban fabricar almacenes para los equipajes de aquella Comision. Ni Iturriaga ni Solano pasaron de Sn Fernando de Atavapo. Regresaron al Bajo Orinoco a unes de 1759, donde se disolvi6 la COmision, quedando solo don Joseph do ltuxriaga, el Jefe, con el título bien insignificante do Comandante de las nuevas fundaciones i río Orinoco. Su residencia fud una de las ciudades que decia haber fundado, ciudad Real, unas 15 leguas arriba de la Angostura, sitio al cual ordenó el Bei, dos años despues, que se trasladara la antigua Guayana, ciudad en completa decadencia, de la cual decian los contemporáneos, que para conocerla era preciso ir aprisa, porque podio estinguirse ántes de llegar. Tanto la Ciudad Real, o Puerto Sano, como la llamaron ent6nces, por haber recobrado un tanto la salud Iturriaga, como la de Real Corona, desaparecieron. San Fernando de Atavapo i Santa Bárbara, en el Alto Orinoco, desaparecieron ántes. Desde que los Jesuitas primero, i los Franciscos Observantes deapues, entraron como misioneros, no se volvió a tener noticia de lo que por aquel territorio pasaba. Como no se entendian con las autoridades sino parapedir escolta i uno que otro auxilio, lo que parece sucedió muí rara vez, las autoridades Be desentendieron de su administracion, fomento o vijilancia. Ese silencio no fué interrumpido sino al terminar el siglo 18.° por los célebres viajeros Humboldt i Bompland, que visitarán esos establecimientos, estudiaron la hidrografia, fijaron laposicion de varios puntos, ¡la condicion dolos misioneros, dejando iznjortantes datos al mundo de la ciencia. Los frailes siguieron perezosamente su vida de martirio estéril, hasta pie los rumores de la rovolucion de la independencia los oblipron a huir por el liionegro i Amazonas, para no correr la suerte de los del Bajo Orinoco i Caroní. Ni en Guayana, ni en Caracas, ni en Bogotá, se sabia nada de cierto respecto de la rejion del Alto Orinoco, i las autoridades, aun de la época colonial, a la distancia a que se hallaban, descuidaron del todo averiguar siquiera fuese. Es probable que a la muerte de Iturriaga i ausencia de Solano, no quedara en América quien, esceptuando a los Jesu.itis misioneros, diera el mas inaignificante informe sobre aquellos parajes. Unicamente por la publicacion del viaje de Humboldt i Bompland, fuá que vino a saberse algo. i Humboldt refiere los dos hechos sigu entes, que muestran cuál era la ignorancia de las autoridades: "Una parte del pueblo de Vasiva fué trasplantado a un sitio mas seco, bicis el norte, i esto ocasionó una disputa entre el Gobernador de Guayana i los frailes. Aquél pretendia que éstos no tenian facultad de trasplantar sus pueblos sin su permiso; pero como ignoraba completamente la posicion del Casiquiare ¡ de Vauva! dizijió su reprimenda al misionero de Csrichana, que reside a 150 leguas de Vasava, el cual no pudo comprender de qué se trataba. "En 1785 se dió al padre Valor la mision de Pádamo, intimándole que inmediatamente fuera a hacerse cargo de la mision, porque aquellos indios estaban sin pastor. Hacia mas de quince años que el puéblo no exiatia i que los indios se Labian vuelto al monte." Por otra parte, los cambios de sitios para las misiones eran muí frecuentes. Casi siempre a la llegada de un misionero se cambiaba de asiento, i los nominados pueblos se fundabas i desaparecisn con la mayor frecuencia. Misionero hubo que tuvo la monomanía de cambiar cada dos o tres meses. Le bastaba encontrar un coposo árbol de fuertes ramas donde colgar las campanas, para mudar la cabecera de su mision. En las orillas del Orinoco esto sucedía con mucha frecuencia; 1 nada seria mas difícil como hallar hoi los sitios en que fueron funda.loa muchos de esos pretendidos pueblos. Por donde se ve cuán dificil seria buscar las huellas de esa jurisdiccion derivada de las misiones, si para ello hubieran de servir los asientos de pueblos. Enelono levantado haceapénaa dos aoe, 1873, de toda larejion delAlto - 109 Otoce, que es le que hojee conoce como " Territorio de Amazonas," resulta tue no han quedado mas pueblos medio civilizados que San Femandocon 269 almas, Moros con 1361 i San Cárlos con 223, i el funcionario que levantó el censo dice: "Calcule usted que de esta poblacion, San Fernando, a la frontera del Brasil se gastan en viaje escoteroquince dias, 'que ha¡ poblaciones (reducciones de indios) para el Alto Orinoco, Guanía, Inirida i Guanare, cuyo viaje de ida 1 vuelta no se hace en mÑios de dos meses." Estas distancias, las dificultades que a le navegaoion oponen los raudales de Carichana, Atures i Maipuros de un lado, los de Corocubí en el Bionegro por otro, loe de Onaviare &c., esphcan sobradamente la ignorancia que ha habido sobre la topografía de los lugares, i .1 descuido en la administracion. No ha sido sino a fuerza de labor ¡ de tenaz dilijencia en los archivos de la colonia, que se ha venido a hallar lo que se necesita para establecer el utiposaide¿ir de 1810. 1 esto debe tenerse constantemente en cuenta para apreciar muchos datos que de otro modo serian inesplicables. Cuando Contarían anunció al Vire¡, en 1772, que iba a restablecer, o que había restablecido, a San Fernando de At.avapo, es casi seguro que no se sabia cuál era la verdadera situacion de San Fernando, i acaso no la conocía tampoco el Vireil Ellos conocían los límites señalados por la real o6dula, pero no la samatuaciou especial de los pueblos. El Gobierno de la Nueva Granada en 1833 no conocía la existencia de la real cédula de 1768, segun se colijo de todos sus actos relacionados con la cuestion límites. amorate DE ZÁ PBOVWCIÁ DE GUAYANA. Hasta 1762 la Guayana era una inmensa comarca que, segun el Padre Çaulin, tenis 220 leguas de terreno norte a sur, ¡ 300 de este a oeste, con solo la ciudad moribunda de Santo Tomé, que no alcanzaba a contar mil habitantes, mas 24 asientos de misiones. Los conquistadores desde Orden, González ¡ Bricefio hasta Berrío, habian sido impotentes para luchar contra la inclemencia de la tierra, la ferocidad i valor de los indíjenas, la codicia de los ingleses ¡ holandeses, ¡la inmensidad misma del desierto. Loe misioneros lucharon tambien, i por mucho tiempo nada pudieron alcanzar. Pué solo en el primer cuarto del siglo 18.° que éstos pudieron aprovechar circunstancias propicias para establecerse en el Bajo Orinoco,orilla derecha. "1 luí el caso, dicen los historiadores de Venezuela, que como dominasen en el Bajo Orinoco los Caribes¡ los Cabros, en el Alto los Guaipunata, en Rionegro los Manativitanos ¡ Merepizatios, se hicieron entre sí estas tribus crueles guerras para conquistar un dominio esclusivo sobre el país, ¡ el derecho de vender a sus hermanos por esclavos. Los Cabros pelearon en 1720 con los Caribes i los derrotaron en las riberas del Catira. Huyendo los vencidos, perecieron a millares al pasar por entre los raudales del Tomo i la isla del Infierno ; quedando solamente vivo un caribe para que viese devorar a loe prisioneros ¡ Uevaae despues a su tribu esta noticia. El triunfo de Job, jefe de los Ca-. bres, fué de corta duracion, porque, reunidos los Cantes, cayeron sobre él en gran número ¡ destrozaron sus huestes i juego su pueblo sin piedad, yendo las pobres reliquias que de su tribu quedaron. a buscar asilo entre los Tamanaooe, allí en Cae ¡yero. Naciones bárbaras mínos poderosas que losCaribes, huyendo de éstos, se fueron de paz a los conquistadores, para obtener amparo i pro 10110 ¡ cuando llegaron los misioneros, los hallaron dispuestos a recibir dócilmente su yugo, mci mas suave que el de sus aliados." En este estado embrionario se bailaba la Guayana, dependiente de Ouman4 M entrar por las bocas del Orinoco, en 1756, la Comision de limites, de la que luí jefe Ituniaga, e injeniero cosm4grafo don Joseph Solano; i aquí empieza su apareciuiiento como entidad administrativa. Iturriaga traia el encargo de fundar poblaciones de eapañdes en las orillas del Orinoco, del Rionegro i del Amazonas, i de esq parece que se ocupó ¿ates que de otra cosa, fundando a Ciudad Real ¡ a ReaWorona. De ahí siguió el Alto Orinoco.se ocupó de negociar con algunas tribu 4.gue es establecieran en Mal- 110 San Penando 1 en Santa Brbna, 1 se volvió a Ciudad Real, desde Cr donde escribió al Bel que deseaba quedaras por esos lupres en vez de ir & Quito como Presidente de la Audiencia. La respuesta fa¿ la siguiente: « No obstante que en 6rden sopanda de tres del corriente mes i año, que se incluye en este pliego, se previene a US. se restituya a estos Reinos con todos lo sujetos que fueron de ellospara entender en la comision del tratado de límis tes, es el ¿mino del Bei que si US. considerare que la detenoion de su persona en la provincia de Venezuela, Crnnan o paraje que a 119. pareciere, pueda contribuir al logro de la importante mira que U& ha tenido i practicado de fundar dos ~os o ciudades, una en el sitio Uyape, a la inárjen meridional del Orinoco, i la otra llamada Real Corona, cerca del rioAray, negus ha avisado US. en carta de 10 de marzo de este año, haga US.se restituyan a Espejña los demas cominonados en las ocasiones que se proporcionen, qued&ndose US. por el tiempo que considerare para el fomento de los espresados pueblos o ciudades i subsistencia en los parajes proficuos al resfuardo de los territorios de S. M.—Dios &c.—Madrid, 24 de octubre de 1760—El B.° Fr. don J~ de Arriaqa." Este documento revela la poca importancia que tema la Comandancia de Iturriaga. Parece que solo se le confirió, a su voluntad, para que se entretuviera en algo. Al minino tiempo indicaque, por lo mdnos, desde el sitio de la primera de las dos ciudades, la autoridad de la Guayana cesaba. Por real 6rden de 22 de setiembre de 1762 se le dijo que el Rei convenia en q t"subsistiera en la comision de formar poblaciones i que se le reconociera por Oandante jeneral de ellas i todo el no Orinoco." En ninguna de esas piezas se le da facultad alguna sobre las misiones: no se le dice una palabra sobre ellas. Tal era el mando de las nuevas poblaciones. Veamos caL! el de Guayana. De conformidad con la &deu de 24 de octubre de 60, copiada, Solano babia vuelto a Madrid i dado estensos informes sobre el Orinoco i su desierto. Por sus indicaciones se resolvió que la dudad de Santo Tomé se trasladan, como ya lo hemos visto,al sitio dela Angostura, i con este objeto, isolo con él,senornbró a don Joaquin Moreno de Mendoza, Comandante interino de la Guayana, no Gobernador. Hubo luego disputas sobre si Moreno estaba o nó bajo la iur4icoion de Iturnaga; i el Be de acuerdo con el Viroi, declaró que las don comisiones eran distintas i que, por tanto, ambas debían obrar independientemente, con solo subordinacion al Virei. « Enterado elE 1, dice lsórdende2ldeenero de 1765, de cuanto US. manifleeta en cuatro cartas de 8,9,11 i 17 de noviembre antecedente, relativas a las disposiciones de fraslacion de la ciudadde Guayana, i otros incidentes ocurndos lo que con estemotivojha resuelto s.K que seprevengaalvirei de Santa 178. reconocerá de la copia adjunte, con cuya providencia queda cortada toda competencia que intente introducir don Joseph Iturriaga, i recomendada la Coria. sion que a U. le está confiada para el pronto auxilio de caudales i damas que necesite £ su conclasion, esperando 8. M. del celo de US. concurrirá con el mayor Sueno a que se verifique con arreglo a su real intencion 1 a lo que, segun ¡Ma, haya US. acordado con e! Gobernador de C~ don Joseph Solano, a quien dezeM comunicarle sucesivamente cuanto ocurra para el logro de esta importancia, 4ualmente que al ri de Santa F4 mediante ti SOYd&IaOiQn a - flreinalo con e se sitié esz Cmnandancia? Este documento demuestra palmariamente caLl era la comisión de Moreno, cuál la subordmacion debida, apesaz de la inspeccion de dicho Solano, al Virem ato. Al comunicar al Vlrei esta resolucion, se le dijo ademas:" esperando S. M del prudente 1 activo celo de V. E. allanará todos los obstáculos i embarazos que ofrezca la inmediata distinta comiaion que está a cargo de don Joseph 1tarriaga." Por renuncia de Moreno fu6 nombrado, en 1." de mayo de 1776, don Manuel Oentunon para la nmnt comisión, i se lo aüadió que, "por rasen de la distancia ipara evitar el retardo de las providencias que son urjentes en un nuevo establemwnn to, dobla estar a las órdenes de don Jóeeph Solano." fl - 111 Tanto el nombramiento de Centurlon, como el de Moreno, para la referida Comand.iink. tuvieron el carácter de interinos. En enero de 1767 se agravaron las dolencias del señor Iturriaga, en Ciudad Real, i como él dijo: "con el unívoco dicten de dos cirujanos que me asisten en el mal de imperfecta perlesía que padezco, de ser preciso para conseguir perfecta salud, mudar temporalmente de este cálido que disipa los espíritus,' reeohió marchar a los cercanías de Gados., dejando todos los mandos de su cargo al Comandante de Gnarana, referido don Manuel Centurion, Capitan de Artillería del puerto de La Quena, "sobre que en fecha de dos de enero de este silo se le escribió en mi nombre por don Gaspar de Salaverria, Mayor de la plaza de Cumaná, no obstante que este oficial, de órden del M, de fecha 8 de octubre de 1762, se halla a la mía para ayudarme en la fundacion 1 subsistencia de esta dudad ita de Real Corona, i demos que conduzcan establecer en el Alto Orinoco iRionjroal resguardo de los terrenos de a M. 1 demas asuntos que me estén cometidos. Centurion, pues, al partir Iturrisga, quedó con los dos mandos, el de Coman¿ante de la ciudad nueva de Guayana i el presidio, ¡ el de Comandante de les nuevas poblaciones, eran por entónces las de Ciudad Real i Real Corona, con las domas que conviniera fundar en el Alto Orinoco para resguardo de los terrenos de 8.31 i para impedir el comercio i trato con los esfranjeros, es decir, poblaciones deespañoles. No babia todavía provincia de Guayana, propiamente dicha Rabia una co3 enea incultos, algunos misionemarca inmensa, con varias parcialidades de abon ros luchando por catequizar a esos salvajes, tres poblaciones de españoles, a saber, la Nueva Guayana o Angostara, Ciudad Real i Real Corona, i dos mandos militares o comandancias, que no pasaban de ser meras comisiones para determinados objetos, todo enclavado todavía en la provincia de Cumaná o Nueva Andalucía, pues que hasta entónces no se le habla espresamente segregado. Informado el Bel de la separacion i muerteposterior, en la Isla de Marpnita, del señor Itarriaga, por quien parece que se tema mucho respeto i deferenma, resolvió poner término a la irregularidad de esa formacion i gobierno 1 fué entóncee cuando por primera vez creó en verdad la provincia de Guayana, ile trazó su área La Cédula ee p!dida dice así: "El Bel—Mi Virei7 Gobernador i Capitan jeneral del Nuevo Reino de Granada i Presidente de 'u Real Audiencia de Santa Pt—Don Joseph de Iturriagi, Jefe de escuadra de mi Real armada, dispusogue la Comsnil.,tcis ~al de las nuevas fundaciones del Bajo i Alto Orinoco i &onegro que ejercia, quedase, como lo eetá por su fallecimiento, a carp del Gobernador i Comandante do Guayana, he conformádome con esta disposicion, 1 hallando conveniente a mi servido subsista invariable basta nueva resolucion la espresada agregacion al propio diato abs citados parajes,' bernador ¡ Comandante de Guayana, como mas inme por lo mismo hasta ahora ha estado encargado de la escolta de Misiones destinadas a ellos de suerte que quede reunido en aquel mando, siempre con subordinaclon a esa ba$taníajeneral, el todo de la referida provincia, cuyos términos son: por el Setentrion, el Bajo Orinoco, lindero meridional de las rovincias de Cumaná i Venezuela ; por el Occidente el Alto Orinocv, el Casiquiare ; el Rionegro; por el Mediodía el rio Amazónas, 1 por el Oriente el Océano Atlántico; he venido en declararlo así i espediros la presente mi Real Cédula, en virtud de la cual os mando comuniqueia las órdenes convenientes a su cumplimiento a los Tribunales, Gobernadores i oficinas a quienes corresponda su observancia i noticia, que así es mi voluntad, 1 que de esta mi Real Cédula se pase a mi Consejo de las Indias, para los efectos asue pueda ser conducente én 61, copi a rubricada del infrascrito mi Secretario de Estado i del Despacho de Indias—Dada en .&xanjuez, a 5 do mayo de 1768-10 EL REI—Do* JUriAR Asnises." No bai otro documento sobre limites de la Guayana, romo provincia española. la cédula que acaba de copiarse es la constitucion de esa entidad. Con esos Ifni!tea fud que pasó, nueve años despues, de la junisdiccion del Tu~ a la de la' Capitanía jeneral de Venezuela. No - traer otros. -. 112 En 1844 preguntó el Plenipotenciario de Colombia al de Venezuela, si tenía alguna disposicion real que Antes o despues de 1768 hubiese señalado otros limites a la Guayana; i el Plempotenoiario de Venezuela no pudo presentarla, ni la ha presentado ahora, 80 años mas tarde, el señor Guzman, reunidos como han sido, con esquisita i perseverante dilijencii, cuantos datos han podido hallaras que, de ceros o de léjos, tengan alguna relacion con estos límites. Asi, la provincia de Guayana, tal como quedó constituida en 1768, fuá la que, en obedecimiento de la cédula de 8 de setiembre de 1777, pas6 a Venezuela. LEOÁLWIhD DEL lIMITE ascmnuo. No obstante la perentoriedad de los términos de la real cédula, i la naturalidad de esa delimitacion, Venezuela se ha obstinado en ejercer Juriadiccion al Occidente del Casiquiare, sobre el Guainla, sobre el Atavapo, el Guaviare, el Vichada i hasta sobre una parte de la derecha del Meta, apelando para ello a razonamientos insostenibles delante de una sana i concienzuda crítica. Ha dicho en primer lugar que el mando de Iturrisga alcanzaba a todas las nuevas fundaciones, i que, apesar de la deliznitacion hecha en la cédula, dobla entenderse que bajo la jurisdiccion del Gobernador de Guayana quedaron las fundaciones que se encontraban en la rejion del Alto Orinoco i Rionegro fuera de aquellos límites. Esto es absurdo como razonamiento: la hermenéutica lo condena severamente. No habría tenido objeto alguno aquella tan cuidadosa¡ tan clara designacion de los límites. ¿ Para qué se babria escrito, si quedaba la indeterminacion de las nuevas poblaciones, i no solo por los asientos sino abarcando como de su jurisdiocion inmensos territorios Mcm el Occidente? Por otra parte, las nuevas poblaciones, como lo declara Iturriaga en la diiijencia que hizo estender para trasmitir el mando a (Jenturion, no eran en esa época otras que Real Corona i Ciudad Real. En el Alto Orinoco no habla poblacion alguna de españoles, i San Fernando de Atavapo, Santa Bárbara i Maipures, que, aunque sin ser de españoles, podian decirse ¡ se decian fundados por Iturriasa no existían ya seis o siete años despues. No se aventura nada en aseverar, i ¿ites bien se encontrad comprobado por documentos incontestables, que en el año de 68 en que se dicté la cédula no enstia poblacion alguna de esa especie a la izquierda del .Orinoco i occidente del Casiquiare. Esta alegacion es, por lo mismo, insostenible. Se ha dicho tambien que, porque en esa comarca habla misiones, 1 éstas mismas reciban escolta de Guayana, i aunpertenecian a las misienes de Pmntu, la jurisdiccion que éstas tuvieran babia pasado a Venezuela; i añadian, porque, en fin, ¿qué no se ha dicho para combatir los derechos de Colombia? que esa real cédula no habla sido dictada sino para someter a la Guayana las misiones del Alto Orinoco 1 Bionegro. Ya se ha visto que la cédula no habla de misiones sino de escoltas, que el mando de Iturriaga nada tenis que ver con ellas, 1 que éstas no estaban sometidas a la autoridad civil. Las que hubiera entónces quedaron unas trabajando en janediccion de Venezuela i otras en la del Vireinato, segun el lugar en que se encontrazan, como sucedió en lasque estaban a cargo de los Dominicanos el día pu que se aegreg6 la provincia de Barinas: unas quedaron en esta provincia i otras en a de Casanare. La existencia de las misiones no alteza en nada la jenuina significacion de la cédula, tapénas puede creerse que se haya ocurrido a este alegato para retardar la obediencia. Conocida la historia de la formaoion de la Guayana, las palabras de la cédula tienen una sencillez i claridad que no es posible oscurecer, por esfuerzos que a ello se consagren. Así la comprendieron loe funcionarios de aquellaépoca: el Virol, el Gobernador de Gayan., el Gobernador do Cartcas, el • or Canlin, el Arzobispo- VIrel, 1 Latoxre comisionado por el Vire! para exaiziinar el curso del Mete i el Orinoco, &a Lo. El Virol B. Mesía de la (Sorda, al comunicar a Centurion la real cédula, le dijo: "Determinado por 2. M. hasta otra resoluciozi, sepa so manifiesta de la real cédula espedida en 5 demayo iltiino, de que ea copia la adjunta, que la Comandanoia jeneral de las nuevas fundaciones del Sito i Bajo Orinoco i Rionegro, cuyos limites se espresan es ella, corra unida & ese Gobierno i Comandancia de Guayana &" Centurion contestó; "Unidé, como el Bei manda en real cédula de 5 de mayo de 1768 que V. E. me comunica, la Comandancia jeneral de las nuevas fundaciones del Bajo i Sito Orinoco i Bionegro, vacante por muerte del Jefe de escuadro don Joseph Iturriaga, al Gobierno i Comandancia de la provincia de Guayana que está a mi cargo, siempre con subordinacion a esa Capitanía jeneral, el todo de estael provincia, cuyos tkminos son: por el Setentrion el Bajo Orinoco ; por el Occidente Alto Orinoco, caiio de Casiquiare i .Rionegro; por el Mediodía el rio Amazonas, i por el Oriente el Océano AtlLntico, haré que se publique i cumpla como S. DL lo ordena i Y. E. me previene en fecha de 10 de enero fltinio." El Gobernador e Intendente de Venezuela, a quien el Be! pidió informe sobre la exactitud de los datos que suministraba Centunon sobre la Guayana, dacia . en 177910 siguiente; "la distancia de esta provincia a aquélla, los vastos ámbitos de su jurisdiodon, i domas obstécnloe que hacen caí Imposible su exúnen; la variedad con que se habla de los informes de Centuxion; el ventajoso concepto que forman unos del mérito de este sujeto, i el empeño con que otros pretenden deducir i desacreditar cuanto hizo en la Guayana, son otros tantos motivos que me han suspendido la ecucion do vuestro soberano mandato, hasta que el tiempo i el mismo maneo de P s asuntos que tocase de dicha provincia, me ilustrasen i aseuraeeu el acierto en lo posible en una materia tan interesante al servicio de Dios 1 de Y. DL "-'1 en efecto, señor, es constante, por los informes de las personas imparciales e intelijentes, que la demarcacion que dicho Centurion hace de la eetession i limites de la memorada provincia de la Guayana, situacion de sus poblaciones 1 fortalezas 1 domas que en este punto refiere, está exacta i conforme a las observaciones i*scvbrimientos de estos ulti~ tiempos, as lo que no Mi duda, como ni tampoco en que los holandeses i portugueses tienen sus clandestinas negociaciones con las naciones bárbaras establecidas en lo interior del país, a quienes compran i hacen esclavos a los indios con mucha utilidad de sus respectivas colonias, 1 gran perjuicio de las nuestras; pues es indubitable que disminuyéndoee el mímero de losas es que habitan en aquellos dominios, no encontraremos fan41iaa con qué poblar la vasta estension que média desde las zurjenee del Orinoco hasta las del ¡nasonas oS Mara-non, que son los términos meridionales de la citada provincia de la Guayana &c7 ElPadreCaulin en la nota L' del capítulo todelabistodsdelaNuas Andalucía, dijo lo siguiente: "Pst& hoi separada la provincia de Guayana de la Gobernacion de Cumani, ¡snslfniitesson: por el Oriente el Océano ~tico; por el Occidente el Alto Orinoco osafl (Yaeiq'ian; por el Norte el Bajo Orinoco, lindero meridional de las provincias de Cumaná i Oaréoss; i por el Mediodía el Rionepro 1 Amazonas. 1 el castillo o real fuerte de Araja, oonlaa cases inmediatas, lo demoU6 el Gober. uador don José Diguja,el año dei78%en virtud de real órden,ilajentesetras.. lad6 con todos sus haberes & CumaS, de modo que no quedó allí ni aun Nuestra beñora de Aguas Sauta que tenia su capilla de la otrajsste de la laguna." El señor Gdngors, Aizobispo-Virei de Santa P4,! latorre, que de su 6rden hizo una esploracion por el Mete al Orinoco, todos han tenido, en su época, la oonnoozon de que la línea divisoria entre el Virelnato i la Capitabis jenenl, era la natural del curso de les ños Mete, Orinoco, Caslqulare 1 Rionegro. 1 esta eonvicoloa ha calado tanto en el espíritu mismo de las poblaciones de Venezuela, que la Asamblea del Estado de Guayana, el Estado mas Interesado ea esto cueson, por la le! de O de diciembre de l$66,'que declaró libre la navegaclon del Orboco, reconoció a Colombia no solo loe daredhos de ribereña, sino loe de 16 -114— soberana hasta la boca del Mcta. Los artículos de Sta lei, vijente en aquel Estado, ique no ha sido anulada ~tacionalmente ni por el Congreso ni por isAlta Corte federal, que se refieren a la materia, son los siguientes: "La Asamblea Lejialativa del Estado ao&rao de Guayana, "Considerando &c. "Art. L° Desde la publicacion de esta Ici se declara libre i sin restriocion alguna la navegacion del Orinoco por buques de vapor, i todos sus contentes en el Estado de Guayana, que lo puedan ser. "Art. 2.° Quedan Ubres de todo impuesto municipal del Estado los buques de vapor que se ocupen en la navegacion del Orinoco, aunque vayan o ven de otras Estados de la Union Venezolana o de los Estados Unidos de Colombia, "Art. 8.0 Se comprende en la jurisdiccion del Estado de Guayana la nave.. gacion 9U0 se haga desde el Delta superior e inferior del Orinoco basta las bocas de los nos (intrico, Apure i Anuos en Venezuela, 1 hasta la del ltda que pertene a la lhikn Colombiana. "Art. £° El Presidente del Estado queda encargado de promover la concurrencia de armadores i empresarios que introduzcan buques de vapor para la navegacion del Orinoco. 'Art. 6 Jgnmentetrasniitirá esta lo¡ a los Gobiernos de los Estados GuLrioq, Apure, Zamora i Portuguesa, por si tienen a bien uniforma~ en las franquicias que da el de Guayana a la navegacion del Orinoco por buques de vapor, para que sean mas espeditas, francas, útiles i oordiales las relaciones de aquellos Estados con & "Art. &° Tambien comunicará al Gobierno de los Estados Unidos de Colombia esta Ial, con el especial fin de obtener iguales franquicias para los navegante. del Orincoo por vapor, que quieran transitar por el Mota i domas rica del territorio colombiano que confluyen con éste." En 1869 se yublic6 en esta ciudad, i en la imprenta del señor Eloi Escobar, un folleto conteniendo varios documentos en apoyó de un tratado de limites entre Venezuela i el Brasil, que acababa de ajustarse entre los Plenipotenciarios Joaquin Herrera i Miguel Maria Lisboa, folleto que no queda duda fué publicado de órden i a costa del Gobierno venezolano. En éi se encuentra inserte, i basta por des veces, la real cédula de 5 de mayo, con esta infroduocion, en la pájina "Ahora que se trata de los límites de este dilatado territorio, creemos útil mencionar que existe una real cédula dada en Aranjaez el dio 6 de mayo de 1768, que los demarco. "No fuá nuestroobjeto herir en lo mas mínimo los derechos que puedan tener otras naciones sobre esos terrenos cuya propiedad se viene disputando desde hace siglos, sino recordar tan solo un documento, que por su naturaleza 1 circunstancias ba sido tenido i citado por muchos de los que se han ocupado de estas cuestiones, como que dá mucha luz, i puede servir de bases las negociaciones que se entablen." Kularéjina7 del mimo folleto selos: "A &M de noticias politicas, hemos hallado en el "Monitor Industrial" el siguiente documento, que conviene lo tenga presenté nuestro Secretario de Pelaciones Esterioree pra cuando se trate de determinar los limites terntoriales entre Nueva Granada¡ Venezuela." Copia laoédulaiailade: "Se ve, pues, ded6ndeprocede, iporquérazonmomenttnes, la ~*n de las misiones del Alto Orinoco al Gobierno de Guayana, i cómo es emdente que la Unoa de darwsrxsc(q,s jur4sdiuiiano) sitie ese (kbierno Id Vintn de Nueva Granadaeran las aguas dei Alto Orinoco i del brasa (Jøeiqu(are hasta su qfluencia al Bionegro; i queda tambien manifestado que, cuando el negociador granadino propuso como línea de transaccion la frontera marcada por el curso del Alto Orinoco i el de Icarios Atavspo i Negro, realmente abandonaba aVenezuda las 800 leguas cuadradas de ten'itorio comprendidas entre aquellos rice, el Qzsiquiare i una eeccion del Orinoco, 1 no hubo tazan para r€chaaar dfrlw propuesta, que conciliaba tas - 115- ve4roas rdouivze. £ daba nata frontera n~ dan ¿ bien d~a las do. Re$Ua' No puede decirse mas despues de esta sentencia de la prensa mas autorizada de Tensaseis. nsrmwna POBION 80333 E ÁTLVÁPO. Haciéndose imposible sustentar legalmente la pretension do Venezuela al occidente del Casi9uiare, se ha ocurrido por algunos da sus hijos al arbitrio de alegar ejercicio do jurisdiccion, no obstante que aun el ejercicio regular i benéfico de ella de nada servirla careciendo de titulo. Importa, sinembargo, examinar en qué ha consistido esa jurisdiccion, i si mas bien debiera pedizee esonsa .1 soberano del territorio que pretender por ella la continuacion del ejercicio. 1 pues el señor (]usman da a la posesion de San Fernando señalada importancia, i tantas veces lo menciona como centro $risdiooion4 bueno será recorrer su historia, i con ésta la de la pretendida ¿urisdiooion venezolana. Solano e 1~ dijeron que lo habian fundado en 1758, porque comprometieron algunas tribus i al cabezuela Crucero de loe Onaipunabis, &ue se establecieranen aquel sitio; pero como no dejaron estimulo o ~te para la permanencia, i antes parece que se deearrolló una cruel epidemia apenas esos sefiores dejaron el Alto Orinoco, aquellas tribus, unas voMeron al monto i otras perecieron. Centurion informaba al Virel, en 1.' de octubre de 1773, que seta kndacion habla desaparecido, pero que ¿1 la habia restablecido. El Padre Ubrique conté en 1772 sobro qué dato se basaba la noticia del restablecimiento. "En este sitio, por donde entran estos nos al Orinoco, se halla des y=¿duro fundada la Real Ciudad de San Fernando de AMvapo, en el que no ha quedado otro vestio de dicha fundacion que loe muchos huesos i calaveras de tanto n4mero de vecinos que allí condujo la real espedicion i murieron a fuerza de calenturas ¡ de hambre. Este sitio, me aaeguró el Teniente Bobadilla, ¿ ata 1. vi «itt que escnbia al sSor Uentwti, en qué le aseguraba tenerlo ya repoblado con bastantee indios, siendo asías habiendo estado yo en 41, con Bobadilla, unos diez dia esperando unos indios qie hablan ido a buscar, prófagoa del pueblo de Maipurea, no vi otra cosa que un indio criollo portugués, llamado Bernardo, con otro su cuñado i dos guarichas que les hadan cazabe 1 su bebidas." Don José Antonio PapeRas, en 1774, corrobora el testimonio de Ubrique hablando de la decadencia de San Fernando, i dice qus,por mas dilijenclas que se han hecho, ni ,aun vestijios se encuentran de lo que fué o se queria que fuese. La fm.elacion de Solano o de Iturriaga no tuvo resultado alguno: fué compjetamente efímera. El San Fernando de Humboldt 1 Bompland no co el San Fernando de la ¿poca de Iturriaga i de Oenturion. Vino en 1785 la mision de YTanciscanos Observantes, 1 fundé en el mismo sitio, i con indios de los alrededores, otro pueblo, el que encontraron Humboldt 1 Bompland con 226 almas. "Nadie, dice el primero, conoce el vasto terreno que se estiende entre el Mete, el Vichada 1 el "viera, a una legua de distancia de la orilla. La soledad de estas repones es tal que de Canichana a Tat, 1 de La Esmeralda a San Fernando, en una navegacion de 180 leguas, no hemos enoonfrado una sola embarcacion." Es probable que este segundo pueblo desapareciera con la retirada de loe misioneros en 1810, icon el abandono completo en que quedaron esos establecimientos por todo el tiempo de la Colombia guerrera. El San Fernando de hói es una tercera ereacion, 1 apesar de los esfuerzos del Gobierno, empeñado en hacerse fuerte con el argumento de la posesion, el pueblo no pasa todavía, segun aparece del censo reciente, i comprendidos los empleados ¡ soldados, de 289 almas! La usurpacion parece haber comenzado al constituirse la Bepública de Venezuela i espedido la lei de division territorial por la cual se adscribieron a la Go- - 116bernacion de Guayana, canton dé Bionegro, varios asientos de misiones, algunos de los cuales no existían. PA canton, segun esa lei, se oomponia dé San Penando de Atavapo, capital, Baltasar, Yavita, Pimiohin, Maros, San Miguel, Triquin, San Cé.rlos, Solano, Bnenavista, Santa Cruz, ~buena, Esmeralda, Santa Bárbara, Maipuies i Aturas. El Jefe político informaba, pocos años despues, que Maipuies babia sufrido el mismo abandono que Atures, i que solo contaba con cinco miserables casas donde vivian los raudalejos, únicos que se habian conservado. Allí, oomo en Muras, no se cultivaba nada. "Las misiones de Santa Bárbara, Esmeralda i Pimichin, tuve el bono; dioe de informar a US. que se estaban trasladando, i que la primera se hallaba destruida; teabienla de San Felipe iliaipures, que se encontraban en igual estado." Por donde se ve que seguía i sigue en aquella comarca el vicio de las traslaclones; i que al Congreso le sucedió algo de mas significacion que lo que refiere Humboldt respecto del misionero a quien so intimé fuera a servir la reduccion de Pádamo, quince años desjmes de catinguida. El Coronel CodaS, Jefe de la comision corográfica, describía, como va a verse, la administracion de esa comarca; i ese testimonio se ha venido confirmando por los visitadores oficiales de 1846 i 1865, cuyas apreciaciones se copiarán tambien, en parte, para concluir con este asunto. El Coronel CodaS: "Señor Gobernador de la provincia de Guayana-T~ ocular de los malee que sufren los indios del canto» Rionegro, ¡ presenciadas las quejes de aquellos infelices, he sido movido de un sentimiento de humanidad que me hace elevar a VS. este informe, no tan detallado como merecen las circunstancias, pero bastante para que us quedeplenamente impuesto de cuanto se hace allí contrario a las leye en oposicion al bienestar de aquellos habitantes, en destraccion de sus poblaciones i del todo contrario al sistema que se propone este Gobierno para reducir a poblado numerosas tribus escondidas en los bosques de esta dilatada provincia. Prescindiendo de hechos parciales, como de dar látigos, multas, cárceles, destierros i otras tropelaa de los jueces, siempre dispuestos a venganzas personales, promovidas constantemente por un mezquino interes, hablaré solo de las cosas mas jenereles i trascendentales. "El canton flionegro se puede llamar una República distinta de la de Venezuela: allí no impera la leí, i solo el capricho del Jefe político i de sus subalternos Alcaldes, que se dicen racionales, criaturas suyas, i que son otros tantos satélites que fielmente cumplen sus disparatadas 6rdenes, siempre opresivas para la raza indíjena, a fin de favorecer a tres personas que se creen ser las únicas que deben allí mandar, i que aquel territorio es su patrimonio, i los indios sus esclavos. Como el mando recae siempre entre uno de ellos, así van de acuerdo i de concierto en un pisa de operaciones que no tiene ejemplo en niegan ángulo de la República. La vos del político i sus determinaciones son las que rijen i no las leyes, i Snos las 6rdenes repetidas del Gobernador para aliviar los males de los indios. Estas órdenes se reciben i se archivan, i no se les da cumplimiento i Snospubhcaci. de manas que cuantas medidas saludables se: han tomado por este Gobierno, tod.,as, todas han quedado en el mas culpable i criminal silencio: tan solo la última que fle6 a San Fernando, a mi salida, tendrá pnblicacion; porque el actual Jefe político me 1? ~6, i parece inspirado de loe mejores sentimientos en favor de los indíjenas, i animado del deseo de llevar a efecto cuantas órdenes reciba del Gobienio de la provincia; pero dificultoque pueda llevar a debido efecto sus buenas 1 filantrúpicas ideas, porque tiene que ruchar contra e~ personas que basta ahora han sido los déspotas i tiranos de una poblacion la mas dócil, laboriosa e industriosa que existe en Venezuela en clase de indios. "No ha¡ duda que una vez que los naturales conozcan a fondo sus derechos, no podrán tres individuos hao&selos olvidar; pero sucederá que, nombrándose al año que viene otro Jefe político de aquel , club, inmediatamente llevará adelante - 117 sus inveteradas costumbres, sirviéndose del nombre del Gobierno para forjar 6rdouse imajinarias iauAgaa a sus intereses. Los indios, seflor, no están seguros ni en sus casas ni en sus labranza3, porque el día ménos pensado les llega un aviso del Alcalde para que se presenten a su tribunal: allí reciben la 6rden de marchara la cabecera del canten a ponerse • dmposicion del Jefepolítico. Estos infelices tienen que tomar sus canoas i hacerse de víveres para 10016 dias, i al llegar delante de este sátrapa, son recibidos peor que esclavos i mandados de peones a la casa del mismo político i demas criollos, loe cuales los emplean, sea en la pesca, en la caza, en ir a la manteca, a la sarapia, a buscar zarza, a cortar maderas, a hacer lanohas u otras embarcaciones; iDO se les empieza apagar sino del día que entran al trabajo, ¿ide qué modo? e mercancías a precios tan exorbitantes, que al fin del mes el hombre ha ganado un peso o doce reales, graduados por ellos a 4o 6 pesos. Inútiles son las quejas de aquellos desgraciados para volver a sus casas a cuidar de sus conucos i de la submstenoia de sus fanilisit; ea lea responde que si no van al servicio que se les manda, los despacharán por vagos a la capital para que sirvan en el ejército. A estas amenazas se conforman en su penosa situaoion, i van a servir por otros meses a casa de otros racionales que los emplean en donde mejor les parece, i no se les pasa rara su manutencion sino dos totumas de mañoco, que son doslibras de cazabe, 1 nadacabo mas.~ de 3 o 4 meses vuelven a sus casas, si hanvenido otros a reemplazarlos, i tienen que gastar lo poco que han ganado, para proveerse de víveres para el viaje. A$nas estén en el seno de sus familias para disponerse a trabajar para s( mismos, cuando vienen otros empleados a su turno i se los llevan; de manera que no les queda tiempo para proveer a la subsistencia propia; i tienen las mujeres i losliombres útiles que esforsarse a fat%'as rigurosas para no pereoer de hainbra. Muchos de ellos se huyen a los montes, i quedan loe pueblos solos, prefiriendo vivir entre los salvajes que eum odio de los pretendidos racionales. A tales escenas, ¿ será posible que el indio montero abandone sus selvas para venir a ser el esclavo de unos pocos hombres inhumanos? No es posible, i siempre preferíns su salvaje independencia a las proporciones que le podría brindar la civilisacion. "Tengo rubor, pero es preciso decirlo, que ha habido juez político que hacia visitas a todos los pueblos con solo el fin de tener con ellos un comercio esclusivo i atraer cuantos peones podía, i por colmo de vergüenza, exiliamás en cada uno de para dar una ellos la mejor i mas j6ven india para su uso. No es necesario idea exacta de una primera autoridad; i se puede de allí deducir lo que podrán ser los d~Seilor, son unos hombres que llegan a procedentes de Apure u otros puertos, i que llevan algunas mercancías fiadas, del valor de 100 pesos cuando mas. Se ponen de acuerdo con el político, i 61 los manda de alcaldes al pueblo tal, para que allí hagan su comercio eaclusivo, i sean los ajentes del político. La primera medidaque toman al recibir el basten, es la do llamar todos los indios útiles, hacerles abandonar sus conucos i casas, i llevarlos al Casiquiara a cortar madera; otros a reunir el chiquichique i despues a torcer cabuya, a construir lanchas, iniéntraa que las mujeres las emplean en tejer chinchorros, dándoles su pacotilla al 4100 por ciento. Si en el íntenm se presenta algun comerciante para vender a precios mas baratos, no puede hacer comercio porque todos están empefiadcs para pagar alAlcaldeial polítioo; de manera que en aquel año bajan o= sus lanchas, i cada Alcalde hace un excelente negocio, i el político mejor -, 1 por lo tanto ha¡ empeños para ocupar, los unos el primer puesto, i loe rocien llegados loe segundos; los cuales, éiites de concluir su año, han salido con sus lanchas cargadas, ¡ muchos de ellos no vuelven si no tienen esperanzas fundadas de ser otra vez Alcaldes. "Es tal el monopolio en San Penando de Atavapo, que un ciudadano que llega allí se muere de hambre si no lleva consigo con qué comer: allí no ha¡ marcado, no Mi pulperías, no Mi bodegas, no Mi tiendas; i cuando llega alguna eabarcacion con víveres, que suelen llegar de tiempo en tiempo, al momento se presenta uno de los feudatarios, i con una altanería insoportable dice en alta vos: 'que lleven todo a mi casa,' i volviéndose a los concurrentes añade; 'este ato me debe hace muchos años un machete,' o una friolera cualquiera que se le antoja - U8decir en aquel momento. Si son indioi monteros, se lleva todo a casa delpolítico, el cual lo reparte entre la cuadrilla, 1 les dan a aquellos inocentes lo que les parece; de manera que no tienen estímulo ninguno para abandonar sus montes i esponereo a largos i penosos tajes para llevar víveres, guapas, cascos, pájaros, monos, cabo chinchorros de moriche, a unos se7ores que no les remuneran justamente. Bajo otro réjimen, o con otros hombres, estos monteros que habitan sobre los Ss Sipapo, Inirida, Guariere, Guainla, Ventuari, Cunucunuma, Pdamo i Manca, estarian en el dia reducidos a poblaciones, i sus brazos, acostumbrados desde la infancia a la agricultura, harían florecer el comercio de Rionegro, no tan solo con cables, chinchorros i lanchas, sino con café, cacao, añil, algodon; ¡ la abundancia de brazos traeria la de las produccionea naturales, como la zarza, el pecbe4 jata, brea ¡ la goma el4stica, tau estimable en el comercio. Con miii pocos regalos, con algunos hombree emprendedores, con el sistema de capitanes pobladores, se podría reducir sin dificultad 293 mil indios; que despues ellos mismos harían sahra los demasinternadosenlas selvas i desiertos; ienpocos años severiaflorecer un canton que en el dia 54 en la mas grande decadencia. "Conoluiré, señor, con decir, que ha llegado a tanto la impudencia de esos hombres, que tan luego que muere un padre de familia, se le estraen los hijos menores, bajo el especioso protesto de que son huérfanos, i que la madre no es mujer honesta, o capaz de mantenerlos : si es ésta que muere, sucede lo mismo, i ent6noee se tacho al padre de borracho, disoluto i vago. En fin, si ambos mueren, no vale ya tener hermanos, parientes próximos i honrados: son de esclusiva propiedad del político, el cual los reparte en donde LI quiere, siempre sin desoiddarse a sí mismo; sal es que en cada casa de esos magnates hal 5o6 indiecitas i otros tantos varones que no reciben sino una mala comida, látigo i un miserable vestido. Ojalá que este informe pueda influir en beneficio de 2,000 infelices que trabajan sin cesar para enriquecer a 15 egoístas. 4 Caicara, marzo 14 de 1838.—El Coronel, A. CoD.sn " El señor Ratel Acevedo: "Sitio de Caatillito, a4 de junio de 1846—Señor Secretario de lo Interior 1 ¡ustleia—A distancia de média jornada de San Fernando de Atavapo, a donde pienso llegar maZana cinco de los corrientes, i rodeado de todas las penalidades que son consiguientes a mi situacion en el mes sae cursa i en este lugar, he resuelto detenerme algunas horas para escribir en mi diario i en el libro de visita, i este oficio al Gobierno, aun despuesque haya llegado a San Fernando 1 observado si debo o n6 dejarlo seguirla reforma; pero he tomado la precaucion do escribirlo sri este sitio, para que, si conviene, siga de modo ue ignore su existencia el Director de Bionegro, para lo cual tengo tomadas todas las medidas necewiaa Desde luego conocerá VS. que no es favorable a la direccion de Bionegro lo que tengo que informarle, i todo lo que tengo observado obra en mi ánimo de W manera, que Ni no puedo asegurar que el Director ha procedido con mala intencion i de mala 14 en lo ue ha hecho, por lo ménce no vacilo en decir que puedo demóstrar hasta la evidencia, que el sistema que ha pretendido establecer, no puede absolutamente sostenerse, que ha llenado sus informes de inexactitudes ¡ exajeraciones, por no decir de mentiras vergonzosas, i que en lo que Snos Be ocupa es en lo que desearia el Gobierno que se ocupase. "SI; señor Secretario: todo el sistema del señor Aires está reducido a tratar a la numerosa poblacion de Bionegro como a hombres destinados a trabajar para la direccion, sin poder contratar absolutamente con otrps personas que con el director i sus ajentes: la direccion es una casa de comercio a donde deben ir a vender todos sus productos cuantos habitan este vasto territorio;i por supuesto n puede con sus escasos recursos abastecer todo el mercado que quiere abrazar, ni es cumplido en sus contratos, ni surniniatra los artículos de comercio sino si precio que le da la gana. Cierto es que empez6sna operaciones en 1843 vendiendo como había ofrecido al Gobierno, con solo un aumento de 50 por 100; pero VS. juzgará si habrá cumplido su promesa, al ver las tres cuentas orijinálea que le acompaño ique he encontrado en el archivo de A~ por casualidad, partiendo del supuesto de -119que los pañuelos franceses son de los de a dos reales i ¿os medio en los mercados de Venezuela, 1 lo mismo las zarazas: en igual proporcion estSn las carretas de hilo, el listado americano i domas. La direccion, dnica monopolista, se ha sustituido, pues, a los diez, doce o quince monopolistas anteriores para empeorar la situacion de estos habitantes, i hacer, a nombre del Gobierno patrio, un vergonzoso comercio. Repito, señor, que este es el único verdadero sistema de reduocion establecido por el actual director en Bionegro. "En cuanto a los informes de sus comunicaciones i de sus cuadros, puedo decir a 138. que en todo lo que he visto basta ahora, ap6nas ha¡ una que otra cosa exacta: casi todo, señor Secretario, es inexacto o falso. Por ejemplo, no ha¡ tales misiones de Payaraima, Cataniapo, Pares, Caso i Vichas. Existen por esos lugares los mismos indios errantes pie babia £ntes que viniese aquel señor Aires; pero existen mas desconfiados i mas disgustados. Los doce tablones de caña que dijo que había en Maipuree, están reducidos a dos mal cultivados, i a una rosa para sembrar raro spues que dió su informe.El que se titula doctrinero de Cataniapo es un viejo medio tulhdo que ha hecho ir embarcado una vez cada año a los hogares dolos indios del (JataniSIPO para repartirlos damajuanás que deben llénar de aceite de palo a cambio de un machote por una o dos damajuanas, 1 de una hacha por tres o cuatro, segun lo he oído de su propia boca a presencia delomejor que viveenAtures,iniel mismo viejo sabia que se le babia condecorado con el titulo de doctrinero de Cataniapo. En fin, señor Secretario, repito que todo casi es inexacto, todo exajeracion, por no decir falso. "Que hace, pues, el señor Director? Presidir su comercio i pasar oficios a los doctrineros i jefes de cirudito, hablando de la codicia de loe traficantes que sacrifican a los indíjenas, para repetir sus órdenes de prohibicion de todo comercio con loqueno sea ladireccion. He visto elestado del ganado que Iepisóel encargado de su cuido en enero de este año, i lo acompaño para ue 138. lo compare con el que pasó el Director, con la fecha de j•0 de enero, 118. observará al instante que el Director añadió mas de sesenta cabezas.' No ha¡ tal ganado en Maipurea, i es ivaticia toda la distribuciou que de él hace, asegurándoseme solamente que un señor Sandoval le debe aún del negocio de 1843, 114 reses." El señor Mlchelena ¡ Rdjas, nombrado por el Gobierno de Venezuela, en 1865, esplorador del Orinoco, Casiquiare, Bionegro i A.,wonss, espres6 sobre la administracion de esos pueblos un juicio no Sisos severo que los anteriores; ¡puede verse en el libro p cado por £1 con el título de "Esp1 o oficiaL" El infrascrito cree que con lo espuesto i losdocumentos trascritos, queda exuberantemente demostrado el derecho perfecto de Colombia a la frontera arcifinia de que se ha hablado. El señor Acosta, predecesor en esta tarea, hizo, con talento i orijinalidad, la misma demostracion, la cual se permite el infrascrito reproducir i recomendar al estudio imparcial del señor Plenipotenciario de Venezuela. Su Gobierno, justo e ilustrado, comprenderá al fin, lo espera el infrascrito, que, aparte la necesidad de poner t4rmino a este largo i enojoso debate la hai todaví mayor de dar al mundo una prueba Se de probidad en las relaciones seteriores do amistad sincera al pueblo colombiano, reconeciéndole la frontera que el uti posntdd(s de 1810 le tiene asignada. Maun Mvanao—Án'oiuo L Gvaç. Está conforme—El Secretario, Roberio Ánzola