45. Cultura digital en américa latina. - RIBIE-Col

Anuncio
Cultura digital en América Latina - Investigación interuniversitaria
Ponencia presentada para el Congreso Internacional RIBIE
en la Categoría Experiencias Docentes para la Educación Superior
CEDAL – Centro de Comunicación Educativa
Dra. Gladys Daza Hernández – Directora
Mg. Daysi Velásquez Aponte – Coordinadora de Formación
[email protected]
Resumen
La investigación interuniversitaria sobre Cultura Digital, que durante dos años 2009 - 2011
coordinaron CEDAL (Centro de Comunicación Educativa Audiovisual); el CELAM (Consejo
Episcopal Latinoamericano) y la RIIAL (Red Informática de la Iglesia para América Latina),
se constituyó en el espacio de análisis y reflexión riguroso que compartieron dieciséis
instituciones de educación superior, de 10 países y distintas regiones del continente. Ese
proyecto titulado: “Incidencia de la cultura digital en la sociedad latinoamericana”,
procuró una metodología de trabajo que aprovechara espacios virtuales y presenciales,
que propiciaron la consolidación de un grupo de docentes investigadores universitarios
aunados en lo que ahora denominamos la Red UNID. Esta experiencia de trabajo
colaborativo permitió una mirada multidimensional de la realidad de la cultura digital
desde algunos aspectos revisados en la realidad contextual de cada institución y país.
Palabras clave:
Cultura Digital;
Investigación interuniversitaria;
educativos, evangelizadores y pastorales.
sociedad latinoamericana; procesos
Introducción
El cambio de época del siglo XXI caracterizado por transformaciones rápidas y aceleradas,
por la configuración de la sociedad del conocimiento, la cultura digital, el auge de las
tecnologías de la información y comunicación, TIC, exige ejercicios de investigación y
reflexión a profundidad para dar respuestas acertadas al fenómeno desde las diferentes
dimensiones en que se desenvuelve el ser humano, sobre todo, desde su dimensión de
trascendencia, de ser inacabado, en permanente superación y educación.
La Conferencia mundial de la UNESCO de 2009 enfatizó la necesidad de conformar redes
de excelencia investigativa en las instituciones de educación superior en esta sociedad del
conocimiento.
La red informática de la Iglesia en América Latina, RIIAL, en su proceso de servicio eclesial,
y como dependencia del Consejo Pontificio para las comunicaciones sociales, tuvo en
cuenta esta recomendación de la UNESCO. En asocio con el Consejo Episcopal
Latinoamericano, CELAM, y CEDAL, Comunicación educativa, presentó un proyecto marco
investigativo a algunas universidades católicas y no confesionales del continente en el año
2009.
En el proyecto marco se inscribieron los estudios específicos de 16 instituciones de
educación superior, de 10 países de las cuatro regiones del continente:
Centro América y el Caribe: Panamá: Universidad Católica de Santa María la Antigua,
Universidad de Panamá y la Universidad Tecnológica de Panamá, el estudio de estas tres
instituciones se centró en el impacto de las nuevas tecnologías en la cultura comunicativa
de jóvenes universitarios. Costa Rica: Radio Nederland,
este estudio analiza las
necesidades de capacitación del sector radiofónico de Costa Rica ante los desafíos de las
TIC digitales; el tercer país de esta región es República Dominicana: Universidad Católica
Madre y Maestra, la cual dedicó su estudio al proceso de la lectura en jóvenes
universitarios de primer año.
Zona andina: Colombia: Universidad Minuto de Dios, su estudio se centró en educación
virtual, pedagogía y multiculturalidad; la Fundación universitaria Católica del Norte, a su
vez, analizó la cultura digital desde competencias socio afectivas en escenarios de elearning y teletrabajo. Bolivia: Universidad Simón Bolívar, Universidad Católica Boliviana
San Pablo y Universidad de Santa Cruz de la Sierra, se dedicaron a estudiar la oferta
comercial de las TIC y los usos de adolescentes y jóvenes en las ciudades de la Paz y Santa
Cruz. Perú: la Universidad de Lima revisa la aplicación de la tecnología digital en la
educación pública, especialmente el programa One laptop per child en el Perú.
Cono sur: Argentina: Universidad Católica de Santa Fe, se refirió al uso de las TIC en las
prácticas educativas universitarias. Brasil: Unisinos -Universidade do Vale do Rio dos Sinos
Porto Alegre, el estudio se cuestiona sobre ¿Qué cultura se configura con los dispositivos
digitales? Inferencias a partir de casos investigados desde el enfoque de la mediatización a
partir de la web 2.0. Chile: Universidad Católica de Santiago, estudia: Jóvenes chilenos y
redes sociales virtuales. ¿Oportunidades para la participación y la creación? Finalmente,
desde Paraguay: Universidad Católica de Asunción y la Universidad Nacional presentan la
caracterización del acceso y uso de las TIC en contextos universitarios de la ciudad de
Asunción.
Población
La metodología abierta sobre la que se planteó este proceso de investigación, buscó
aprovechar las posibilidades diversas de cada institución con el fin de que el ejercicio
pudiera ser inscrito dentro de las líneas de investigación y las dinámicas propias de su
contexto. De este modo, cada institución tomó una decisión a este respecto, sin embargo,
para la presentación en la publicación que socializa los resultados y para esta ponencia, en
el marco del Encuentro Internacional de RIBIE, también se agruparán del mismo modo
según los grupos poblacionales que abarcan:
Seis instituciones (Bolivia, Chile, Paraguay, Panamá, Colombia (Bogotá) y República
Dominicana) decidieron trabajar explícitamente con grupos de jóvenes adolescentes y
universitarios; las demás (Argentina, Perú, Brasil, Colombia (Medellín) y Costa Rica), se
centraron en otros grupos poblacionales incluyendo entes de Estado, docentes,
estudiantes de maestría y doctorado de sus programas de formación.
Problema o necesidad
Los interrogantes principales que orientaron el desarrollo del proyecto fueron:
• ¿Cuáles son las transformaciones sociales y culturales dinamizadas por la revolución
digital?
• ¿Qué grupos de población han sido más afectados en sus diferentes dimensiones:
psicológicas, económicas, políticas, antropológicas, cognoscitivas, emotivas?
• ¿En qué aspectos de la educación se ha sentido con más intensidad la influencia del uso
de los artefactos tecnológicos?
• ¿Qué características peculiares presentan los nativos digitales? (menores de 35)
• ¿Qué estrategias pedagógicas exigen las modernas tecnologías de información y
comunicación?
• ¿Cómo articular los procesos educativos y evangelizadores a las exigencias de la
revolución digital?
• ¿Cómo diseñar una estructura reticular que propicie una educación evangelizadora más
eficaz?
• ¿Cómo se manifiesta la integración de las tecnologías en las prácticas sociales?
• ¿Qué valores simbólicos conceden los usuarios a las modernas tecnologías?
Estas preguntas orientadoras discutidas en encuentros virtuales, permitieron que al
interior de las instituciones participantes y teniendo en cuenta sus dinámicas propias del
contexto en el que están inmersas, se identificaran problemáticas a las que los distintos
estudios se acercaron y buscaron hacer aportes desde el proceso investigativo.
Objetivo
Como ya se ha dicho, cada proyecto de investigación al interior de sus entidades tuvo su
propio derrotero, el proyecto formuló un objetivo marco y a su vez, cada investigador
aportó desde su mirada el proceso en la dinámica de la inteligencia conectiva, así pues el
proyecto tuvo como objetivo general, “identificar las mayores incidencias de la cultura
digital en los distintos aspectos del comportamiento humano, social y cultural de la
población de los países del continente latinoamericano para articular los cambios
promovidos, con los proceso educativos, evangelizadores y pastorales que se adelantan en
los diferentes países.”
Estado del arte o marco teórico
En términos generales para el logro del objetivo común, cada una de las universidades
participantes estableció un marco teórico que respondió a sus intereses investigativos y
metodologías. Sin embargo, en esta idea de inteligencia conectiva la Dra. Gladys Daza,
coordinadora general del proyecto, propone un acercamiento al concepto de cultura
digital, que tras su lectura y reflexión da luces a los marcos particulares sobre los que se
fundamenta este proyecto interuniversitario.
La cultura es por su naturaleza un fenómeno social y su actualización es posible a través
del individuo y de las relaciones intersubjetivas. Es un fenómeno complejo, cuyas
manifestaciones en el orden material, espiritual o simbólico están sometidas a un proceso,
o sea, se forma y modifica con base en la dinámica histórica y vital de los pueblos. Aunque
se debe hacer la distinción entre cultura y civilización. Esta última por la técnica al servicio
de necesidades externas y utlilitarias, sabemos que cuando la civilización contribuye a un
auténtico desarrollo del ser humano, pasa a ser factor cultural.
La cultura es un proceso dinámico de construcción permanente a través de la historia, en
el cual los entornos materiales técnicos han tenido su repercusión en las simbologías,
creencias y valores de los pueblos. Y en este cambio de época del siglo XXI, lo más
característico de la ciencia y la tecnología es que se han fusionado como un sistema
ciencia-tecnología. Por ello algunos analistas hablan de la tecnociencia y de cómo la
educación es para una ciencia y una tecnología responsable.
La revolución de la tecnología digital y la información modifican la relación con el
conocimiento, con el espacio y el tiempo. La compleja interacción socio – técnico cultural
que integra la idea de cultura digital exige investigar adecuadamente sus consecuencias.
(Lêvy Pierre, 2007:9), de tanto o mayor alcance y trascendencia que la revolución cultural
operada por la escritura. Se considera la cultura digital como un híbrido inseparable de
entornos materiales electrónicos y entornos simbólicos digitales. Así se diluye la frontera
ente civilización y cultura, en la medida que la educación de las tecnologías digitales se
oriente hacia la emancipación del ser humano. Las tecnologías no sólo transforman al
mundo, sino que influyen en la percepción que los sujetos tienen de ese mundo (Scolari,
2008: 273).
Se crean nuevas subjetividades espacio - temporales.
Ese espacio resignificado donde interactúan comunidades virtuales y la distancia se mide
en clics es el lugar donde evolucionan las nuevas formas de comunicación, y las
tecnologías móviles están transformando nuestras percepciones del tiempo y el espacio.
Las tecnologías de la información y la comunicación unidas a otros factores son
mediadoras de la percepción del mundo. Así, la cultura digital en construcción es un
fenómeno de cambio informacional, comunicacional, cognitivo, emocional, sensorial,
interactivo y de comportamiento humano social, provocado, dinamizado y promovido por
el desarrollo tecnocientífico y otros múltiples factores. En ese cambio de comportamiento
se resaltan las maneras de crecer, de ser, de hablar, de escribir, de leer, de creer, de
sentir, de ser y de estar en el mundo. Ese nuevo espacio de pensamiento de la dimensión
humana es, a la vez, un nuevo espacio de construcción social de la realidad, de
comprensión de los nuevos lenguajes.
La cultura digital así entendida se populariza en la medida en que se amplíe la inclusión
digital, o sea, se generen propuestas que no marginen a diferentes integrantes de la
comunidad de escasos recursos. Para ello, se requieren políticas públicas relacionadas
con la construcción, administración, expansión, ofrecimiento de contenidos y el desarrollo
de capacidades locales y apoyos cognoscitivos en las redes digitales públicas, académicas
e inalámbricas en cada país o región.
El trabajo activo del usuario de la tecnología suele pasar por cuatro etapas:
La adquisición del artefacto tecnológico, la ubicación en un espacio físico y mental, la
interpretación, como construcción de significado del artefacto dentro del contexto del
usuario y el valor simbólico que le otorga, y por último, la integración, o inserción de la
tecnología en las prácticas sociales. Esto no se da en forma lineal consecuente, sino que
estas etapas pueden superponerse y demostrar una dimensión compleja de las funciones
cognitivas, prácticas y simbólicas del sujeto. De este modo, la cultura digital supone una
apropiación técnica, como dominio de la información y el control sobre técnicas y
objetos, así como una apropiación simbólica, o sea, dominio de la expresividad y la
comprensión, como formación de la intersubjetividad.
¿Es la cultura digital una amenaza para la identidad cultural de las comunidades?
Sabemos que las culturas evolucionan de acuerdo con la capacidad crítica de las diversas
generaciones que ejercen una actividad selectiva, generalmente polémica, respecto a lo
transmitido; rechazan ciertos valores
tenidos en gran estima por las generaciones
precedentes y desechan diversos puntos de vista, criterios y formas de convivencia que
quedan sometidos a la prueba de la experiencia histórica, que hará posible valorar su
autoridad (Bravo, 1993:75).
Es la capacidad humana del encuentro, la relación expresiva, la búsqueda del sentido del
ser solamente en comunicación con el otro. Nos dice Manuel Martín Serrano que todos
los comportamientos comunicativos son actuaciones expresivas, es decir indicativas y que
la experiencia comunicativa se convierte en el objeto de la interacción comunicativa, de
modo que no se concibe la posibilidad de intercambiar con otras personas sin que
intervenga la comunicación (Martin Serrano, 2007: 190). Mientras que la información
materializa la realidad, la espacializa, la comunicación, la desmaterializa, transformándola
en un proceso eminentemente intersubjetivo, regido por otras modalidades de tiempo.
Es innegable que las tecnologías digitales ofrecen a los individuos una mayor amplitud de
opciones para comprometerse social y culturalmente, y tienen acceso a elementos
culturales que les llegan de todo el mundo. Así, Internet es más que un medio, es un
nuevo modo de relacionarse con los públicos y en él prima el diálogo, se ha pasado
progresivamente de las transacciones a la relación, de la información en una dirección a la
conversación, del control, a la participación, del video doméstico al video on line y de
entornos reducidos a la eclosión de las redes sociales.
En síntesis, más que una definición reduccionista de la cultura digital, necesitamos una
conceptualización holística del fenómeno inscrito en este mundo complejo, cambiante y
caótico, como posibilidad de entender la renovación creativa de la realidad y de la íntima
conexión entre comunicación y ética. Es una relación intrínseca y esencial que las debe
mantener como necesariamente complementarias. De allí los esfuerzos de reflexión que
se han dado en el mundo académico en lo referente a la tecno ética, net ética, ciber ética,
etc., para llegar al gran consenso de que toda comunicación es el reconocimiento del otro
como diferente. (Hoyos, 2009:22).
Nos encontramos ante transformaciones tecnológicas de la cultura contemporánea en un
proceso de fuerte individualización de la subjetividad. Somos parte de la mundialización
de la cultura digital, no es un fenómeno externo, lejos de nosotros, sino que somos parte
de ella en la medida en que penetra la vida cotidiana de la gente. Es un proceso que se
hace y se deshace incesantemente desde las propias dinámicas y transformaciones de las
culturas nacionales o locales.
Metodología
Los temas de estudio, objetivos, marcos teóricos, metodologías y resultados de estas
investigaciones específicas están contenidos en la publicación. Esto implicó que se
aplicaran una variedad de instrumentos acudiendo a metodologías cuantitativas y
cualitativas. El contexto de las políticas públicas de las telecomunicaciones constituye la
parte introductoria de la publicación. Los temas de estudios específicos abarcan una
amplia gama, como consta en la información anterior, inscritas en la cultura digital. Según
propone la Dra. Leticia Soberón en el aparte prospectivo de la publicación: “Más que un
retrato es como un cuadro impresionista que evoca un momento preciso de la compleja
realidad estudiada: cómo las nuevas generaciones asumen y re-crean la cultura llamada
digital. Se trata de fenómenos en constante evolución y poliédricos, con múltiples
dimensiones”.
Esta dispersión temática obedeció a que el proyecto marco investigativo no prescribió un
tema en particular, ni una metodología común para facilitar a las instituciones la
continuidad de sus líneas investigativas o la adopción de nuevas, acordes con sus
necesidades, recursos y contextos.
Resultados de la experiencia o recurso
En el marco del II Congreso de la RIIAL sobre “Iglesia y cultura digital” realizado del 17 al
19 de octubre de 2011 en Santiago de Chile, se hizo una presentación esquemática de los
resultados del proyecto investigativo con la presencia de varios investigadores
participantes, a quienes se agradeció este esfuerzo de comunión eclesial y académica.
La internacionalización de la educación superior fomentada en el continente en la década
de los noventa ha encontrado en este esfuerzo mancomunado de universidades católicas
y no confesionales, públicas y privadas, un espacio propicio para crear redes de
comunidades de conocimiento para compartir ideas, experiencias y herramientas sobre
áreas de interés común en donde el grupo aporta valor, basados en la confianza, con un
propósito o misión también común.
La continuidad de este proceso mediante una naciente red universitaria de investigación
en cultura digital espera expandirse por el continente, sin exclusiones, con una actitud
abierta y teniendo como base fundacional a las instituciones comprometidas con este
primer peldaño. Es una forma de aprovechar todo el potencial de la academia en sus
funciones de investigación y de proyección a la comunidad, porque el conocimiento ya no
constituye su monopolio.
Conclusiones
Algunas conclusiones relevantes que atraviesan las generalidades del proyecto de
investigación son:
Sobre uso y consumo de medios en la cultura digital
• Los usuarios adolescentes y jóvenes reconocen a las TIC, y ante todo a la Internet,
como herramientas de gran valor para la expansión y profundización de sus
relaciones sociales.
• La presencia e incidencia de las TIC en la vida social son cada vez más significativas.
Sin embargo, en el plano de la recomendación, lo que se necesita, además de que
se continúe impulsando la superación de la brecha digital y la ampliación de la
alfabetización digital, es el desarrollo de las competencias informacionales con
efecto de conocimiento. El estímulo de la capacidad lectora, la creatividad, el
pensamiento crítico, la búsqueda reflexiva de información, la producción y
comunicación de contenidos digitales hacen parte de ello.
• Facebook es una herramienta que posee variadas opciones de participación y de
generación de contenidos, no obstante el rol participativo y creativo de los
adolescentes y jóvenes parece limitado. Pareciera que refuerza, y a veces, amplía
el campo de interacción social de los adolescentes y jóvenes, pero aún sin grandes
posibilidades de creación y concreción de propuestas. En todo caso hay indicios
interesantes de intercambio con grupos de interés, pero sin formas aún tan
concretas de participación social. El potencial para la creación de nuevas instancias
de organización y participación se circunscribe a los grupos más cercanos, no
alcanzando niveles colectivos.
• Un alto porcentaje de estudiantes, posee teléfono celular con servicio de acceso a
internet. Los estudiantes utilizan su teléfono celular con mayor frecuencia para
comunicarse rápidamente, en segundo lugar para chatear, y para conversar. Lo
usan menos para trabajar.
Sobre los procesos educativos
• La mayoría de los jóvenes piensa que el uso del Internet les quita espacio para para
las lecturas de libros. Aunque los estudiantes opinaron que leerían cualquier cosa
en Internet, afirman que no es más cómodo leer en Internet. Gran parte de los
jóvenes le dan crédito a leer cualquier información que provenga de Internet. La
mayoría dijo tener tiempo para la lectura, sin embargo, a la hora de establecer
cantidades y tiempo responden con evasivas, esta es una contradicción que parece
indicar que aunque tienen tiempo para leer, no dedican suficiente cantidad de
horas a esta disciplina de aprendizaje. Se concluye además que el lugar más
utilizado para leer es el hogar, los jóvenes entienden que lo normal es dedicar de
entre 7 y 14 horas por semana a leer. Estos resultados son significativos porque
contradicen, en buena medida, las percepciones que se tienen socialmente de la
falta de lectura en el ambiente juvenil marcado por el uso de las nuevas
tecnologías.
• Las nuevas tecnologías de la comunicación e información están presentes en el
entramado social, amplificando nuestras posibilidades humanas de comunicación y
por ende, presentes también en los procesos de interacciones pedagógicas y
cognitivas, siendo parte de estos procesos. El docente tiene la posibilidad de
acompañar los recorridos cognitivos de los alumnos, en el aula y fuera de ella: a
través de herramientas como las redes sociales, los emails, los teléfonos celulares.
Además puede proveer los recursos necesarios para interpretar los conocimientos
y supervisar esos recorridos teóricos, orientar y activar los conocimientos previos o
recién adquiridos de los alumnos.
• En el caso de estudiantes de educación virtual, la participación en la construcción
del conocimiento es considerada por los estudiantes como una de las más
profundas dificultades en el proceso educativo, en la modalidad virtual. La carencia
de un referente próximo o una imagen concreta de la persona con la cual se
intercambia el conocimiento. De ahí que la acción pedagógica es percibida como
incompleta, por la ausencia de los elementos subjetivos, presentes en la educación
tradicional, a través de los cuales se construye conocimiento significativo.
• Otra mirada es que una buena oportunidad para innovar procesos empresariales
educativos son el teletrabajo y el e-learning, cuyas posibilidades cobran vigencia en
la llamada sociedad del conocimiento y de la información. Dentro de esta, ambos
sistemas son expresiones de la incidencia de la cultura digital en la sociedad.
• En la también llamada Sociedad Red (Castells, 2000), teletrabajo y e-learning
encuentran todo el potencial informático para crear oportunidades laborales
superando barreras de traslado y de imposibilidad de concentración de puestos,
pero con la conciencia de que el asunto no es solo de tecnología, sino que además
debe considerarse la subjetividad de los actores.
• El Programa OLPC es un claro ejemplo de fascinación o tecnofilia, en tanto se le
atribuye a la propia tecnología la capacidad de deslumbrar y así movilizar las
condiciones supuestamente innatas de los niños para apropiarse de ella. Se debe
considerar que el impacto tecnológico que caracteriza a la sociedad de la
información no es todavía un fenómeno constituyente de las prácticas
económicas, sociales y culturales en gran parte del territorio latinoamericano. Y si
la tecnología es innegablemente una oportunidad de progreso, por ello mismo los
Estados deben garantizar que la alfabetización digital en la escuela vaya a la par
con la accesibilidad de la población a los servicios de electricidad y conexión a
internet, y a recursos tecnológicos que configuren así el entorno en el cual se
desenvolverán los niños.
• Finalmente se recomienda a los distintos centros de enseñanza, abrir cursos de
capacitación especiales para locutores, programadores y productores de las radios
culturales, o en general, para aquellos que por mucho tiempo se han
desempeñado como empíricos y que tienen poca o ninguna capacitación. La
realidad es que las emisoras pequeñas no están en capacidad de contratar
personal especializado, tanto por la condición económica como por la localización;
y si estas radios no se capacitan, serán las primeras en quedar rezagadas.
“Esta investigación realizada en América Latina, en diversos países con diversos aspectos
de estudio, nos da una primera luz, científica, de la complejidad del tema y de la amplitud
plurifacética de aspectos que se han de tener en cuenta, lo cual nos convoca a
profundizarlos y a extraer criterios y ejes para un pensamiento y estudio sistemático.
La convocatoria a participar de estos estudios e investigación queda abierta, quien desee
participar investigando ciertamente no carecerá de un espacio, un tema, un desafío... Con
esta investigación se ha abierto ante nosotros un abanico de líneas de investigación que
convocan a todos aquéllos que quieran colaborar con la propia ciencia a estudiar esta
nueva “cultura digital”, desafiándonos a cada uno de nosotros a comprender sus claves y
sus ejes, de manera que podamos también dar nuestra colaboración en la construcción de
esta nueva cultura, iluminándola con la Luz de Aquél que es la Verdad del hombre” (Mons.
Lucio Ruiz en CEDAL 2012).
Bibliografía
Castells Manuel, 2001, La galaxia interntet, Madrid, Plaza y Janés Editores.
CEDAL, 2012, Cultura Digital en América Latina, Investigación interuniversitaria. Bogotá,
Panamericana. Versión digital descargable: http://www.riial.org/CulturaDigital.pdf
Convenio Andrés Bello, 2005, América Latina, otras visiones desde la cultura, Bogotá,
Unidad Editorial.
Hoyos Guillermo, 2009, `La complementariedad necesaria entre ética y comunicación´ en
Signo y Pensamiento, Revista No. 55 – Bogotá, Editorial Universidad Javeriana.
Lêvy Pierre, 2007, Cibercultura, la cultura de la sociedad digital, Barcelona, Editorial
Anthropos.
López Calva, Martín, 2009, `Los desafíos de la educación humanista en la sociedad de la
información´ en Sinéctica, Revista No. 32/33, Jalisco – México, Editorial Iteso.
Martín Serrano, Manuel, 2007, Teoría de la Comunciación, Madrid, McGraw Hill.
Piscitelli, Alejandor, 2002, Meta-cultura, Buenos Aires, Editorial La Crujía.
Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, 2004, Iglesia e informática, Madrid,
Editorial Edice.
Rueda Ortiz, Rocío y otro, 2007, Ellos vienen con el chip incorporado, Bogotá, Editoriales
universitarias de Colombia.
Scolari, Carlos, 2008, Hipermediaciones, Barcelona, Editorial Gedisa.
Universidad de Manizales, 2009, Ventana informatica,
Manizales, Centro editorial
Universidad de Manizales.
Vizer, Eduardo Andrés, 2009, `Dimensiones de la comunicación y de la información´ en
Signo y pensamiento, Revista No. 55, Bogotá, Editorial Universidad Javeriana.
Wilchez, Lorenzo, 2001, La migración digital, Barcelona, Gedisa
Descargar