El románico a la vera del Canal de Castilla

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EL ROMÁNICO
A LA VERA DEL
CANAL DE CASTILLA
Universidad Jaime I
Coordinadora: Dña Pilar Escuder Mollón
Autor : Nicolás Sáez Rodríguez
Curso: 3º 2011 - 2012
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ÍNDICE
1 - ANTECEDENTES
1.1 - Del Canal de Castilla
1.2 - Del Románico a la vera del Canal
2 - HISTORIA DEL CANAL
2.1 - PROYECTO DEL CANAL
2.2 - EJECUCIÓN ESTATAL
2.3 - EJECUCION PRIVADA
2.4 - ARQUITECTURA DEL CANAL
2.4.1 - Presas
2.4.2 - Esclusas
2.4.3 - Puentes
2.4.4 - Acueductos
3 - EL ROMÁNICO
3.1 - Torres
3.2 - Espadañas
3.3 - Contrafuertes
3.4 - Portadas
3.5 - Ábsides
3.6 - Ventanas
3.7 - Linternas
3.8 - Arcos
3.9 - Apoyos
3.10 - Fustes
3.11 - Basas
3.12 - Impostas
4 - EL ROMÁNICO EN EL NORTE DEL CANAL
4.1 - Comarca de Cervera de Pisuerga
4.1.1 - San Salvador de Cantamuda
4.1.2 - Ermita-cueva de San Vicente
4.1.3 - San Cebrián de Mudá
4.2 - Comarca de Aguilar de Campoo
4.2.1
4.2.2
4.2,3
4.2.4
4.2.5
4.2.6
4.2.7
- Santa Eulalia de Brañosera
- Barruelo de Santullán
- Revilla de Santullán
- Bustillo de Santullán
- Cillamayor
- Villanueva de la Torre
- San Martín de Quintanilla
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4.3.
4.3.1
4.3.2
4.3.3
4.3.4
4.3.5
4.3.6
- Aguilar de Campoo
- Santa María de Mave
- San Andrés del Arroyo
- San Pedro de Moarves
- Santa Eufemia de Cozuelos
- Santa Cecilia de Vallespinoso
- San Pelayo de Perazancas
5 - EL ROMÁNICO EN POBLACIONES POR LAS QUE
DISCURRE EL CANAL
5.1 - San Pedro de Nogales de Pisuerga
5.2 - San Lorenzo de Zorita del Páramo
5.3 - San Martín de Frómista
5.4 - San Zoilo de Carrión de los Condes
5.5 - Santa María del Camino de Carrión de los Condes
5.6 - Santiago de Carrión de los Condes
5.7 - Monasterio de Santa Cruz de Ribas
5.8 - PALENCIA
5.8.1 - Cripta de San Antolín
5.8.2 - Ermita de San Juan Bautista de Villanueva del Río
5.9 - San Juan de Baños
5.10 - San Isidoro de Dueñas
5.11 - VALLADOLID
5.11.1 - Santa María de la Antigua
5.11.2 - Colegiata de Santa María la Mayor
5.11.3 - San Martín de Valladolid
5.12 -Monasterio de Matallana en Villalba de los Alcores
5.13 - Monasterio de la Santa Espina en Castromonte
5.14 - Ermita de la Anunciada en Urueña
6 - PILAS BAUTISMALES
7 - PINTURA
8 - CARACTERÍSTICAS DEL ROMÁNICO A LA VERA DEL CANAL
9 - CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO
10 - EL FUTURO
11 - CONCLUSIÓN
12 - BIBLIOGRAFÍA
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1 - ANTECEDENTES
1.1 - DEL CANAL DE CASTILLA
El Canal de Castilla es una obra paradigmática y una de las más significativas del
periodo de la Ilustración Española, que pretendió unir Segovia con Santander mediante
canales de navegación.
El Canal de Castilla toma sus aguas de los ríos Pisuerga y Carrión. Junto con el
Canal Imperial de Aragón, constituye la obra hidráulica más importante y de mayor
envergadura que se ha llevado a cabo en España durante la época moderna. Su construcción
duró casi un siglo - entre 1753 y 1849 - y fue uno de los intentos de la Ilustración Española
para sacar a la nación y más concretamente a Castilla de su secular decadencia.
Que hoy día las aguas lleguen tranquilas a sus desembocaduras en Medina de
Rioseco y en Valladolid, hemos de reconocer que es un buen logro.
Que en estas tierras, tan duras y tan poco generosas con los labradores, haya un oasis
tan grande es un gran logro conseguido por la visión de unos personajes, “ilustrados”, que
debieron sentir el gran sufrimiento de los trabajadores de estas tierras, comprobar como
después del esfuerzo permanente por sacar beneficio del producto sembrado, habían de
mantener una constante plegaria a los “cielos” para lograr recoger el fruto del que dependía
su existencia, escuchar las permanentes solicitudes de abrir un camino al mar, y finalmente
esperar que, del transporte hasta el mar, les restara algo y poder venderlo a precio
competitivo. Asunto que se hacía cada vez más difícil, pues del exterior llegaba a puerto
producto más barato, por lo que habían de soportar el acoso de la competencia.
Los labradores de esta tierra de Castilla La Vieja, no han tenido la fortuna de su
parte, ni tampoco a los regentes, aunque como Felipe II, hayan nacido en ella. Estando este
en Flandes para ser reconocido como heredero de Los Países Bajos, el emperador designó a
su hija María y a su esposo Maximiliano de Austria, entre 1548-1550, como regentes en la
Corte de Valladolid. Maximiliano tuvo gran interés en los proyectos hidráulicos e impulsó
los proyectos de navegación, aunque sin más efecto ni más tiempo, pues Felipe II no
consideró la continuación.
La salida natural de Castilla al mar, debiera haber sido siempre a lo largo del río
Duero, pero las circunstancias políticas, cortaron este camino, convirtiéndolo en inexistente.
Ello motivó que la tendencia a sacar el producto se dirigiera al punto más cercano, el puerto
de Santander. Recuerdo que hace años, (no se si permanece), había una placa, a la llegada a
Reinosa desde Aguilar de Campoo, que rezaba “ Puerto de Castilla”.
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Castilla se había convertido en una región prácticamente aislada del resto del país,
tanto por condicionantes geográficos como históricos heredados de épocas anteriores. El
condicionante geográfico hizo que para prosperar fuese necesario que hubiera una salida al
mar para poder comercializar la producción y adquirir otros bienes necesarios, pero rodeada
por grandes sistemas montañosos en tres de sus partes y que la única salida natural hacia el
oeste sea por el curso del río Duero, que la atraviesa de este a oeste, y que pertenezca la
continuación de su curso a otra nación, hizo necesario pensar en conseguir saltar la
Cordillera Cantábrica, punto más cercano al mar, ya que el condicionante político tenía unas
dificultades menos superables que las geográficas.
El Canal de Castilla a su llegada a Medina de Rioseco
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Esclusas en Frómista
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Mapa del camino del Románico y del Canal
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1.2 - DEL ROMANICOA LA VERA DEL CANAL
Las iglesia románicas, en un paisaje rural, son lugares de paz con un encanto que no
obliga al espectador a admirarlas por su grandiosidad sino más bien por lo humano de sus
medidas. Muchas fueron iglesias de monasterios, y lo continúan siendo. Levantadas
generalmente en hermosos paisajes, pues los monjes se dedicaban principalmente a la
cultura rural, en sintonía con los intereses de los señores feudales de los que gozaban de
protección.
En el S. X ya se observan algunos intentos aislados de iniciar una escultura
monumental, que empieza de forma repentina en toda Europa alrededor del año 1000, es
sobre todo, la actividad constructora la que proporciona una gran expansión a la escultura,
pues la escultura románica va estrechamente ligada a la arquitectura. Posteriormente a la
Antigüedad, por primera vez en la historia, puede hablarse de una “Época” tanto en la forma
como en el contenido, por toda la Europa romana y cristiana.
Los monasterios, su expansión por toda la cristiandad incluida la España
conquistada, inician el desarrollo de una arquitectura con personalidad propia, que se
transmitiría a todos los lugares en los que los monjes se instalaban. Su extensión por el
Camino de Santiago, impulsado desde Cluny y también después el Cister, hace que el
recorrido del Camino se pueble de estos edificios y al lado de los monasterios poblaciones
nuevas para trabajar en la edificación de ellos y en la tierra de los señores feudales que
favorecían el movimiento migratorio.
Las condiciones históricas en España no han sido las mismas que en Europa central,
por ello también la arquitectura evolucionó de forma diferente a la de esos países. Desde 711
los árabes estaban dominando prácticamente la totalidad de la Península. Es con las primeras
victorias de La Reconquista cuando se produce la llegada del Románico. La Reconquista
partió de las montañas de Asturias, que nunca cayeron por completo en poder de los árabes.
Del Reino de Asturias nació, en el año 924, el Reino de León y posteriormente el
Reino de Castilla y León. Al mismo tiempo la Reconquista fue impulsada en el noroeste por
los reinos de Navarra y de Aragón, y desde la Marca Hispánica Carolingia, por Cataluña.
Los regentes de estos territorios supieron convertir sus diferencias con los árabes en un
asunto concerniente a toda la cristiandad.
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La consecuencia más importante de este hecho fue la instauración del peregrinaje a
Santiago de Compostela, que en los siglos X y XI se promovía como una Cruzada.
Una vez que se podía contener el peligro árabe, al menos en el norte de España, la
romería a Santiago se convirtió a finales de siglo XI en un verdadero viaje de peregrinación.
La primera Cruzada a Jerusalem se realizó en el año 1096.
Además de la peregrinación, la conveniencia de asentar poblaciones, hacía que los
“conquistadores” cedieran para su explotación los terrenos a comunidades religiosas que a su
vez estabilizaban las poblaciones, levantaban monasterios, iglesias, y al lado viviendas para
las gentes que pretendían subsistir a su lado. Sirviendo también a los señores de garantía de
fidelidad tanto de los conventos como de los paisanos, utilizando a estos en las disputas, bien
contra los musulmanes o bien entre ellos y en la edificación de sus castillos.
La peregrinación se introducía en España principalmente por lo que más tarde se ha
llamado el camino francés y también desde los puertos de Vascongadas y Cantabria. Todas
estas rutas conducían y continuaban al norte del río Duero, frontera en esos años de los
territorios cristianos y musulmanes, recorriéndola de norte a sur y de este a oeste.
En esta región destaca sobre todo la talla con filigranas increíbles que encontramos
en partes específicas como son los capiteles sobre los fustes, en los cimacios y en las
impostas y la abundancia iconográfica en ellos y en los canecillos, todo ello a pesar de la
rigidez cisterciense que ha promovido muchas de las construcciones.
Podríamos afirmar que no hay población en la zona que no tenga algún resto
románico, de portadas, ventanas, arcos, etc. Lo resumido aquí es eso, un resumen que espero
pueda activar la curiosidad de alguien para visitar y conocer la zona.
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2 - HISTORIA DEL CANAL DE CASTILLA
La fiebre en el desarrollo de la navegación fluvial que se expande en la Europa del S.
XVI, no dejó indiferente a España, y desde principios de siglo, en Castilla, se iniciaron
proyectos para ese tipo de navegación.
Hacia el año 1509, en tiempos de los Reyes Católicos, el primer proyecto pretendió
hacer navegable el río Pisuerga. Las deficiencias técnicas y la falta de recursos económicos
hicieron inviables los proyectos del siglo XVI. Solamente un pequeño tramo del Canal del
Carrión, entre Husillos y Villamuriel, llegó a hacerse realidad. Este tramo puede
considerarse el antecesor histórico más remoto del Canal de Castilla
Siendo regente Maximiliano de Austria, entre 1548 y 1550, impulsó los proyectos de
navegación por Castilla, lo que permitió un importante avance en tecnología e ingeniería
hidráulica. Dando por descontado el proyecto del río Pisuerga, se promovieron estudios para
la construcción de una red de canales, inicialmente destinados a la navegación y que también
pudieran aprovecharse para el riego. El proyecto quedó en el olvido hasta doscientos años
después.
Durante los S. XV y XVI comienzan a formarse una serie de caminos que, desde la
ciudad de Burgos, se dirigen a Laredo, Castro Urdiales, Santander y Bilbao, como puertos
marítimos de Castilla. Estos caminos atravesaban la cordillera por los puertos de Tormos y
de Orduña y su trazado y mantenimiento fue debido principalmente a la creciente relación
comercial de los comerciantes burgaleses con el norte de Europa en torno a la exportación de
la lana de las ovejas castellanas.
La necesidad de salir al mar y lo intransitable de los caminos de Castilla, con
caminos sin pavimento, de polvo en los veranos y de barros en los inviernos, con puentes
que en tiempos de lluvias se volvían intransitables para las carretas, por lo que el traslado de
mercancías había de hacerse a lomos de caballerías, con lo que ello suponía de poco rentable
y lento, por lo tanto caro, pues la mayor parte de los productos agrícolas eran voluminosos y
pesados, la dificultad natural de la montaña, la estrechez de sus caminos y el riesgo de sufrir
despeñamientos, hacía suspirar por disponer de unos caminos con menos riesgos. Esta era
desde siempre una demanda permanente que los regentes no atendían.
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En el siglo XVIII, una vez superadas las continuas guerras de la primera mitad,
Fernando VI, en 1748, firma la Paz de Aquisgrán, y el ministro Marqués de La Ensenada,
propuso y pensaron en poner en marcha una política ambiciosa para promover el desarrollo
económico del país, sacarlo del desolador panorama que daba el secular atraso económico
que arrastraba España. El plan seguía como modelo a países como Francia e Inglaterra, para
lo que ven elemental mejorar las comunicaciones a través de la construcción de una red de
canales navegables. Tendrán como objetivo primero conectar los centros de producción
rurales con los centros urbanos de consumo, facilitando un mercado regional de los
productos agrícolas. Además, se pretendía superar el aislamiento con el exterior de manera
que para los excedentes de cereales fuera factible la exportación y en su caso la importación
en las habituales épocas de hambrunas.
El Canal de Castilla será el logro final del Proyecto General de Canales, ideado en
1753 por Antonio de Ulloa para la navegación y riego en los reinos de Castilla y León.
Antonio de Ulloa había contactado, en 1750, durante su estancia en París, con Carlos
Lemaur, autor de los informes y proyectos que luego se hicieron y lo había reclutado en uno
de los viajes a varios países europeos a donde había ido para conocer obras similares,
impulsado por el Marqués de la Ensenada, promotor de tan extraordinaria obra. Del proyecto
inicial solamente llegó a realizarse lo que hoy conocemos como el Canal de Castilla,
realizado con importantes variaciones respecto al proyecto inicial.
Para convencer al Rey no sabemos la parte del discurso que más convenció al
soberano para decidirle a la autorización del proyecto, si las razones referidas a la situación
de los naturales españoles o la alusión de los logros del soberano del vecino reino, impulsor
del sistema de canales que les había elevado y puesto a la cabeza económica de Europa y
que, desde luego, España estaba lejos de conseguir.
Un fragmento del discurso dice así:
“No hay en Europa terreno más seco que el de España, y por consecuencia están expuestos
sus naturales a padecer hambres por sus malas cosechas, ni tampoco Reino en que menos se
haya ejercitado el arte para ocurrir a la precisión de socorrer unas provincias a otras,
evitando la extracción de dinero a dominios extraños, pues no se ha procurado que sus ríos
sean navegables en lo posible, que haya canales para regar y transportar y que sus caminos
sean cual deben y pueden ser. Conozco que para hacer los ríos navegables y caminos son
menester muchos años y muchos tesoros, pero, Señor lo que no se comienza no se acaba, y
si el gran Luis XIV prescribió reglas y ordenanzas que siguió y siguen con tan feliz suceso,
¿por qué no se podrán adoptar y practicar en España, siendo V. M. su Rey?”
Lo importante fue que por fin se autorizan y se inician los trabajos de reconocimiento
y estudio de los niveles de la cuenca del Duero y se elaboran proyectos que pretenden
conseguir la ejecución de una red de canales que comuniquen los territorios de Castilla la
Vieja y el reino de León con el resto de España, y a ser posible, con el resto del mundo.
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2.1 - PROYECTO DEL CANAL
El ingeniero Lemaur, llegado a España a mediados de 1750, de la mano de Antonio
de Ulloa, se dedicó durante más de un año a inspeccionar diversas obras de regadío en
Cataluña y Valencia, y ya en noviembre de 1751 recibió de Ensenada la orden de dirigirse a
la región castellana, para trabajar en un proyecto de Canales que facilite el transporte de los
géneros, que se cogen en la parte derecha del río Duero, hacia Santander.
Habiendo comprobado, que era posible reunir las aguas de los ríos Carrión y
Pisuerga, antes de su encuentro natural, mediante algunas nivelaciones, elaboró un mapa de
los terrenos comprendidos entre ambos ríos, y lo envió a Ensenada a comienzos de 1752.En
los meses siguientes, Lemaur se dedicó a formar un pequeño equipo de agrimensores y
topógrafos para proceder a la nivelación y el trazado al detalle de cada uno de los tramos
principales del futuro canal. El primero, elegido probablemente por ser corto y que sirviera
de ensayo, desde Palencia a Villamuriel, por la margen derecha del río Carrión.
Posteriormente viajaron por la comarca de Tierra de Campos y a continuación remontaron el
curso del río Carrión hasta Guardo. La posibilidad de hacer una acequia con pequeños
canales por la comarca se estimó excesivamente costosa para su utilidad por lo que
propusieron a Ensenada descartarla. Aprobada esta propuesta, Ensenada ordenó a Lemaur
que se ocupase del proyecto del canal principal. Lemaur elaboró un primer proyecto del
Canal de Campos, que iniciándolo en Grijota y atravesando el valle del desagüe de la laguna
de La Nava sobre un gran puente acueducto de 26 arcos, pasaría por Revilla de Campos y
llegaría hasta las praderas de Meneses, desde donde continuaría hasta Medina de Rioseco.
Desde allí podría prolongarse hasta las proximidades de la ciudad de Zamora. A finales de
Junio de 1752, Lemaur dio por concluido este proyecto remitiéndolo a Ensenada.
Durante los dos meses siguientes Lemaur trabajó en la elaboración del futuro Canal
del Norte, lo concluyó y se lo envió a Ensenada a mediados de Agosto de 1752. A
continuación realizó mediciones y nivelaciones sobre el terreno, con vistas a determinar el
trazado del canal desde Villamuriel hasta más allá de Valladolid. En esto, Lemaur recibió
una carta de Antonio de Ulloa en la que le notificaba haber sido designado por el Marqués
de la Ensenada para inspeccionar los terrenos del futuro canal para confirmar la fiabilidad de
sus observaciones y la viabilidad de los proyectos presentados hasta entonces. El proyecto
desde Villamuriel hasta Valladolid se remitió a Ensenada a finales de Octubre.
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Lemaur se trasladó al norte de Palencia para determinar el trazado entre Herrera de
Pisuerga y Aguilar de Campoo, volvió por Guardo y la parte oriental de la provincia de León
y le sugirieron nuevas ideas que cambiaron radicalmente el planteamiento, donde no había
tenido en cuenta el aprovechamiento para el regadío. Rehizo el proyecto y lo remitió a
Ensenada a finales de noviembre de 1752, acompañado de unas interesantes reflexiones
sobre el aprovechamiento y beneficios del regadío, además de para la navegación. No
mereció la aprobación del ministro, pero, no obstante, le ordenó el estudio de un presupuesto
para estudiarlo más detenidamente. Las nuevas nivelaciones en la provincia de León le
convencieron de las grandes dificultades para construir un canal desde Mansilla de las Mulas
a Tierra de Campos.
Las continuas, y a veces incoherentes, modificaciones que Lemaur introducía en los
proyectos alarmaron, sin duda, al Marqués, que ordenó a principios de 1753 a Antonio de
Ulloa se trasladase para inspeccionar, con Leamur, todo el territorio, verificar la fiabilidad
de los trazados y establecer un proyecto definitivo. Desde Enero hasta comienzos de Abril
de 1753 recorrieron los territorios de los canales proyectados, así como el nuevo proyecto
desde Segovia a Valladolid, que sería incluido en el Proyecto General. El 7 de Junio, Lemaur
recibe una orden del Marqués de la Ensenada por la que le manda dedicarse exclusivamente
a elaborar el trazado detallado del Canal de Campos, conforme al proyecto que había
presentado, porque se había tomado la decisión de comenzar la ejecución por este canal.
Basándose en los proyectos parciales que había remitido Lemaur y sus propias
observaciones, Antonio de Ulloa elaboró un Proyecto General de los Canales de
Navegación y Riego para los Reinos de Castilla y León, que fue aprobado por Ensenada y
sirvió de marco de referencia para las decisiones tomadas al respecto. El Proyecto General
preveía la construcción de cuatro grandes canales navegables. El Canal del Norte, el Canal
de Campos, el Canal del Sur y el Canal de Segovia.
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2.2 - EJECUCIÓN ESTATAL
Según Fernando de Ulloa afirmaría más de tres décadas después, fueron dos las
principales razones que decidieron al Marqués de la Ensenada a comenzar la ejecución por el
Canal de Campos. La primera que al ser este el más corto, y discurrir por terrenos
relativamente llanos, se preveía que la construcción de las obras habría de ser breve y que, al
no existir dificultades orográficas, no sería preciso realizar grandes trabajos de ingeniería.
Solo se estimaba la construcción de cuatro esclusas en todo el trayecto. Sobre el papel se
presentaba como “el más proporcionado para ir estableciendo todas las cosas sobre el pié
que se requería, a fin de que sirviese de experiencia para lo demás”. La otra razón fue que al
haberse aprobado el proyecto con el aprovechamiento para el riego, pensaron que serviría
para que los campesinos de Tierra de Campos se instruyeran en las técnicas del regadío y
pudieran beneficiarse lo antes posible de sus ventajas.
Las obras de excavación se iniciaron el 16 de Julio de 1753, inicialmente, con 27
trabajadores formando dos cuadrillas. Los primeros trabajos sirvieron para conocer los
precios justos que debería pagarse según la calidad de la tierra. Aunque en los dos meses
siguientes el número de obreros llegó a 500, trabajaron de forma muy discontinua, pues la
mayor parte se volvió a sus lugares de origen a recoger la cosecha y regresaron a finales de
Octubre, cuando habiéndose concluido las agrícolas regresaron en gran número los
trabajadores y campesinos de la comarca.
El 25 de Agosto de 1753, se aprobó una instrucción en la que se especificaba las
prescripciones relativas a los aspectos técnicos, económicos y laborales para aplicar en la
construcción del canal. Precisamente, los problemas laborales comenzaron a acumularse
tanto que Leamur le dedicaba más tiempo a solucionarlos que a atender los aspectos
técnicos, lo que ocasionó bastantes problemas en la calidad de la ejecución.
Ulloa marginó a Lemaur en la toma de decisiones y ello acarreó problemas que
incrementaron los gastos innecesarios. Ulloa quería hacer tramos muy rectilíneos y Lemaur
había hecho el proyecto adaptándose al terreno, con más curvas, las discrepancias entre
ambos eran permanentes, lo que no favorecía el desarrollo de los trabajos, además de
incrementarlos. .
En 1754 tras la caída en desgracia del Marqués de la Ensenada y, con ello, de los dos
ingenieros por él nombrados, Antonio de Ulloa presenta su dimisión a finales de Diciembre,
en el mes de Noviembre se paralizan temporalmente las obras del Canal de Campos en
Sahagún el Real, cerca de Paredes de Nava. Tras la sustitución, de Ulloa y Lemaur, por Juan
de Miranda y Oquendo y Silvestre Abarca primero, y posteriormente por Francisco de
Ibarrola y Fernando de Ulloa, hermano de Antonio, se continua con los trabajos de cantería
de este tramo hasta 1757, fecha en la que se paralizan los trabajos en este tramo. Las obras
de este ramal, que permitirían la navegación por él, se completarían entre los años 1791 y
1792.
Bajo la dirección de Fernando de Ulloa, el 25 de septiembre de 1759, se da comienzo
a las obras del Canal del Norte. El proyecto sufre modificaciones, frente al proyecto inicial y
se inician las obras en el estrecho de Nogales tomando las aguas del río Pisuerga. En este
punto surge la localidad de Alar del Rey. Coincide esta fecha con la subida al trono de
Carlos III, que será un gran impulsor del proyecto.
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El Canal del Norte llega a Herrera de Pisuerga en 1761, siendo necesario construir en
este tramo la Presa de San Andrés para regular las aguas del río Pisuerga en su cruce con el
canal, la obra de la presa se realizó entre los años 1761 a 1769.
En 1781, después de construir el acueducto de Abánades o del Rey para salvar el valle del
río Valdavia, se llega a Requena de Campos.
El 10 de Agosto de 1791 llega el Canal del Norte a la unión de sus aguas con las del
Canal de Campos, que tiene el inicio en este punto, Calahorra de Ribas, y las del río Carrión.
El momento se inmortalizó con un monolito conmemorativo de dicha fecha. La obra de este
canal, había durado casi 32 años, desde 1759 hasta 1791. Los problemas, entre otros
económicos, sufridos habían sido muchos, llegando a utilizar a los soldados como mano de
Llegados a 1792, en El Serrón, enlazando con el Canal de Campos, al que se procedió a
habilitar para hacer posible la navegación desde Paredes de Nava hasta la cabecera
provisional del Canal del Norte, dan comienzo las obras del Canal del Sur. El encargado de
la ejecución por el conde de Valparaíso, sucesor del Marqués de la Ensenada, fue Juan de
Homar que sustituyó, por jubilación, a Fernando de Ulloa en 1786 y con el que había
trabajado como ingeniero-ayudante durante diez años.
En estas fechas ya se aprovechaba el Canal del Norte para usos industriales, molinos
y batanes, que ya estaban en funcionamiento. Se construyeron almacenes y embarcaderos y
un astillero en Villaumbrales, para la construcción y reparación de las barcas; se puso en
marcha un plan de colonización y repoblación de antiguos despoblados en las proximidades
y una vez que se hubieron colocado las compuertas de las esclusas del Canal del Norte,
quedó abierto a la navegación entre Sahagún el Real y Alar del Rey. Así ya pudo decirse que
los planes del Marqués de la Ensenada de dar a la región castellana una vía de navegación
interior, y que, después de casi cuarenta años que se iniciara su construcción, el Canal de
Castilla entraba propiamente en explotación.
En 1803 las obras llegaron a la Dársena de Palencia. Las obras habían transcurrido
muy lentas y su futuro iba a sufrir los mismos agobios económicos que impedían un
desarrollo más rápido de las obras.
De 1804 a 1808, llegados a Soto de Albures, se paralizan las obras. Durante este
periodo solamente se realizan en el canal las obras necesarias para su conservación y
mantenimiento.
Para cubrir estos gastos se utilizarán los recursos económicos
proporcionados por: la navegación, los derechos de riego y los recaudados a los
establecimientos industriales instalados hasta la fecha en sus márgenes. A partir de entonces,
coincidiendo con la Guerra de la Independencia, la actividad que había, hasta ese momento,
en todo el Canal de Castilla se interrumpe casi en su totalidad: se suspende la navegación, se
abandonan la mayoría de la nuevas poblaciones como Sahagún el Real, San Carlos de
Abánades, Viñalta, y otras, y los molinos, almacenes y fábricas sufren saqueos y
destrucciones.
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2.3 - EJECUCIÓN PRIVADA
Pasado el tiempo y ya en 1831, bajo el reinado de Fernando VII, es cuando se retoma
el proyecto. Pero, ante la imposibilidad de que la Hacienda Pública pueda cubrir los gastos
necesarios para terminar la obra, se considera la privatización del Canal. Para ello se crea la
Real Junta de Canales de Castilla la Vieja que será la encargada de estudiar y gestionar la
transferencia de la gestión a la empresa privada. Tras las oportunas ofertas y negociaciones,
el 17 de marzo de dicho año se publicará una Real Cédula por la que se acepta la oferta
hecha por D. Alejandro Aguado, Marqués de Las Marismas del Guadalquivir, como
representante de la empresa denominada “del Canal de Castilla”, para hacerse cargo de la
ejecución. La concesión se realiza por 80 años con la condición expresa de que se finalicen
las obras del Canal Sur hasta Valladolid y que se efectúe el saneamiento de la Laguna de la
Nava. Se le hacen a la empresa importantes concesiones: la explotación exclusiva de todos
los aprovechamientos del canal, navegación, industria, regadío, pesca, etc ; se puso a
disposición de la empresa 2.400 presidiarios para trabajar en las obras, y los ingenieros
civiles y militares que fuesen necesarios para dirigirlas; así como asignaciones económicas
dinerarias y en especie.
La empresa encarga al ingeniero D. Epifanio Esteban la dirección de las obras, que al
parecer, las había tomado en subcontrata. El avance de los trabajos se hacía lento debido a
los inconvenientes que fueron apareciendo: No se encontraron los planos del siglo anterior,
por lo que hubo de hacerse otros nuevos; desviar el curso del río Carrión; problemas para
mantener controlada la especial mano de obra, presos facilitados por el estado;
incumplimiento del Estado en las aportaciones dinerarias previstas, y sobre todo el estallido
de la primera guerra carlista, que provocó la retirada de presos a los frentes, y la epidemia de
cólera de 1834, que ocasionó muchos muertos entre los penados.
En 1835 se logró llegar hasta la dársena de Valladolid, finalizando así el Canal del
Sur. En 1836 se estableció la navegación regularmente entre Valladolid y Alar del Rey. Al
mismo tiempo se reanudaron las obras en el Canal de Campos, que desde 1755 habían estado
detenidas en Paredes de Nava. Recién comenzados los trabajos se interrumpieron a causa de
los problemas militares producidos por los carlistas. También se inició la desecación de la
laguna de la Nava, con muchos problemas por las reclamaciones de propiedad de los vecinos
de los pueblos limítrofes.
Esos inconvenientes ocasionaban retrasos y la empresa se hacía consciente de que
podía perder la concesión por incumplimiento de plazos, pero como tampoco el Estado había
cumplido fielmente los compromisos económicos a los que se había comprometido, las
negociaciones se dilataron en el tiempo hasta 1941 fecha en la que constituyó una comisión
estatal que concluyó con la supresión del tramo de Alar del Rey a Reinosa. La finalización
en Rioseco del Canal de Campos y la concesión a la empresa de la explotación durante 70
años, contados desde la fecha de finalización de los trabajos, se fijó en un plazo de 30 meses
y proporcionar por el Estado 2000 presos y el dinero para su manutención a razón de 2,5
reales por persona y día. Así mismo se acordó la devolución de la Laguna de la Nava a los
pueblos, previendo una indemnización a la empresa por este motivo.
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En 1842, después de cerrados los acuerdos, se otorgó escritura pública de la sociedad
y se constituía el capital social en acciones. El mismo año se publica el Reglamento de
Navegación por el Canal, en el que se desarrollaban y precisaban los artículos en los que se
establecían entre otras cosas las tarifas por el transporte, bien en barcas de la compañía , bien
en barcas particulares.
A mediados del año 1842 se reanudaron las obras del Canal de Campos. El ritmo de
las obras no fue el previsto, ya que se triplicó, sobre todo a causa de problemas financieros
de los propios socios y probablemente del estado, en la parte que le correspondía de facilitar
mano de obra y dineros para su manutención.
Por fin el 8 de Noviembre de 1849 llegaron las aguas a Medina de Rioseco, dándose
por concluidas las obras. El acontecimiento se celebró con un solemne Tedeum en la iglesia
de Santa María de la ciudad y la colocación de una lápida conmemorativa en la misma
iglesia. Tras la inspección correspondiente por ingenieros de la Dirección General de
Caminos y Canales, el día 12 de Diciembre se aprobaron las obras y dos días más tarde se
inició la navegación a lo largo del Canal de Campos. Desde esta fecha la empresa comenzó
la explotación del Canal por un periodo de 70 años, es decir , hasta Diciembre de 1919.
Grúas en la Dársena de Valladolid
18
Plano del proyecto - Acueducto.
19
2.4 - ARQUITECTURA EN EL CANAL
La irregularidad del terreno por donde transcurre el Canal obligó a los ingenieros
proyectistas a contemplar una serie de importantes obras de ingeniería. Verdaderos alardes,
estas obras de la ingeniería, iban a facilitar la conducción y el nivel del agua del canal
necesario para la navegación a todo lo largo del mismo.
Fueron muchas y muy diversas las obras realizadas en el Canal según las
características del lugar. Por ello, en las cabeceras de los ramales, fue preciso construir
presas y retenciones; en aquellos puntos donde existían ríos o arroyos que debían seguir su
curso natural, se realizaron acueductos; y en los lugares donde existe un importante desnivel,
para conseguir la navegación, se construyeron una o varias esclusas escalonadas. Todas las
obras de ingeniería construidas en el curso de los tres ramales del Canal de Castilla
muestran, desde el principio, unas características comunes: el cuidado y la perfección de su
ejecución y la utilización exclusiva de piedra de sillería.
2.4.1 - PRESAS
En las cabeceras de los Ramales del Norte y de Campos fue necesario construir
enormes presas para elevar el nivel del agua y darle continuidad. La primera presa se realiza,
a partir de 1753, en el río Carrión en el lugar denominado Calahorra de Rivas. (Hoy está
derruida en parte y sustituida por un sistema de presa y compuertas que regulan el caudal del
río).
La más importante de las presas se ha construido en la presa de San Andrés para
elevar el nivel del agua sobre el río Pisuerga en el punto en el que Canal y dicho río se
cruzan en las proximidades de Herrera de Pisuerga. La construcción duró ocho años, de 1761
a 1769.
Los extremos de los tres ramales, en Valladolid, Alar del Rey y Medina de Rioseco y
el pequeño ramal de Palencia, cuentan con grandes dársenas que permitían las maniobras y
atraco de las numerosas embarcaciones que recorrían el Canal transportando todo tipo de
mercancías, siendo así pequeños puertos de interior. También se construyeron embarcaderos
en algunos puntos donde iba a existir una importante actividad y movimiento de mercancías
que tuvieron proporciones semejantes a las dársenas de los extremos. Ejemplos de estos son
los que se hallan en El Serrón, Sahagún el Real y el de Viñalta. En torno a los embarcaderos
se levantaron edificios para almacenes, algunos al mismo borde del Canal con muelles de
carga y descarga.
20
2.4.2 - ESCLUSAS
Superar el desnivel del terreno, por donde transcurre el Canal y realizar la
navegación con el nivel de agua adecuado para ella, precisó la construcción de esclusas,
ingenios en forma de balsa ideados por Leonardo da Vinci, muy utilizados en los canales
franceses del siglo XVIII.
Fue necesario construir un total de 49 esclusas en el Canal de Castilla para salvar los
casi 150 metros de desnivel que existen entre Alar del Rey y Valladolid y Medina de
Rioseco; 24 de las esclusas corresponden al Ramal del Norte por su nivel más accidentado,
18 al Ramal del Sur y 7 al Ramal de Campos. Son sin lugar a dudas la obra más llamativa de
la construcción del Canal.
Hay dos tipos de esclusas:
Ovaladas : construidas en el siglo XVIII, cuando era el Estado quien ejecutaba las
obras. Su forma se justifica por ser más resistentes a los empujes del terreno y permitir
maniobrar a dos barcazas al mismo tiempo. En total hay treinta y cuatro esclusas de esta
figura.
Rectangulares: son las construidas en el siglo XIX, época en la que las obras las
realiza la Compañía del Canal. Tienen menos capacidad que las ovaladas, solo permite el
paso de una barcaza, pero la maniobra es mucho más rápida al necesitar menos tiempo para
alcanzar los niveles por el menor volumen de agua necesario.
La regulación del caudal del agua se realiza por las cuatro retenciones que se
levantaron, dos en el Ramal del Norte y dos en el Ramal de Campos. Son construcciones
rectangulares donde se instala la maquinaria que acciona las compuertas que permiten el
paso de más o menos agua.
2.4.3 - PUENTES
El largo recorrido del Canal precisó de un importante número de puentes; los
construidos para caminos o carreteras y los construidos para comunicar las casetas de la
maquinaria de las retenciones y esclusas. Todos mantienen las características comunes
sillares de piedra y perfecta ejecución, un tablero generalmente estrecho con potentes
pretiles y grandes bloques de piedra perfectamente encajados y un solo arco bien de medio
punto, bien rebajado, escarzano o apuntado. Los puentes permiten que en las orillas del canal
puedan circular por los caminos de sirga las caballerías de arrastre.
21
2.4.4 - ACUEDUCTOS
El cruce de ríos y arroyos con los que se cruza el Canal se ha resuelto por medio de
puentes-acueductos, que según la arteria fluvial varían las proporciones. Esta obra de
ingeniería permite, de una parte, el paso del agua, de ríos y arroyos en su cauce natural por
debajo de la estructura del Canal, y por otra, con el paso del agua por el acueducto y la
continuación de los caminos de sirga, por la parte superior.
Desde los más pequeños, de una sola arcada, hasta los más espectaculares de cinco
grandes arcadas como el de Abánades, próximo a Melgar de Fernamental, para cruzar el río
Valdavia o el levantado sobre el Río Sequillo, así como otros elementos, no tan
espectaculares, pero que completan el conjunto del Canal cumpliendo una función concreta,
como aliviaderos, astilleros y derivaciones a las fábricas, y el singular murallón de Dueñas,
construido para proteger el Canal de las crecidas del río Carrión, todos ellos cumplen una
cualidad permanente en la ingeniería de Canal, su perfecta ejecución.
Acueducto de Abánades
22
3 - EL ROMÁNICO
El arte románico, llamado así por derivarse del antiguo arte romano, se desarrolla al
mismo tiempo que las lenguas romances derivadas del latín, y su nacimiento tiene lugar en el
periodo en el que se inicia La Reconquista desde tierras Asturianas y además tiene lugar un
gran incremento de la vida monástica. Se levantaron entonces iglesias y monasterios,
protegidos por los reyes y nobles que favorecían los asentamientos para disponer de mano de
obra. También se vio ayudada la penetración del románico en España por la contribución de
los peregrinos a Santiago de Compostela, acompañados de artistas y modos arquitectónicos
sobre todo de La Provenza.
Podemos decir que en general los edificios románicos en esta región, según las
normas usadas en el estilo arquitectónico, consiste en gruesos muros de sillería tanto al
exterior como al interior. Sillería muy bien tallada y de fácil manejo para el cincel, con lo
que se consigue decoraciones talladas cuyas arquivoltas y capiteles son unas de las mayores
filigranas realizadas en la talla de piedras. El despiezo de esta sillería se hace a soga y tizón,
generalmente con sillares de altura semejante. El relleno de los muros se hace de
mampostería, cemento y hasta trozos de teja. El grueso de los muros varía algo, pero casi
siempre se mantiene próxima al metro diez centímetros.
Otro tipo de muros es el de la mampostería, reforzada en las esquinas y vanos por
piedra sillar, sistema empleado en construcciones pequeñas y humildes.
Las iglesias románicas se distinguen por la claridad de su construcción, tanto en la
planta y el alzado como en la coordinación de las partes del edificio. En una iglesia de tres
naves, la principal ó central y la nave transversal se entrecruzan. En este punto se forma el
crucero, sobre el que se levanta la torre del mismo nombre. En la prolongación de las naves
laterales hacia el este, se puede desarrollar un deambulatorio provisto de capillas. En lugar
de este deambulatorio también se encuentran ábsides que están colocados en la cabecera
como prolla girola del góticoongación de las naves laterales. El deambulatorio está
considerado el primer paso hacia
.
Detalle de capitel iconográfio.
Detalle de capitel cisterciense.
23
3.1 - TORRES
Existen tres clases de torres en el Románico Palentino, cuadradas, redondas y de
espadaña.
Las torres cuadradas no son muy abundantes y por lo general tiene un aspecto
potente y recio y una altura considerable. Puede ser que se usaran como defensa y vigía, de
ello su apariencia militar. Normalmente son torres de un románico tardío, finales del S. XII o
comienzos del siguiente, sin apenas decoración. Acabadas casi siempre en tejado a cuatro
aguas, en Paredes de Nava de elevada pirámide, probablemente es lombardo. Suelen estar
abovedadas y construidas a conciencia, por lo que se explica su magnífica conservación
.
Las torres redondas tampoco abundan. Los ejemplares más perfectos son las torres
que rematan el hastial de San Martín de Frómista y han debido ser los modelos de las que
existen en la provincia. Al parecer otras torres han sido, probablemente, de utilidad
defensiva.
El tipo más común en las iglesias de Palencia son las espadañas, sobre todo en la
zona Norte, lo que la convierte en un elemento más del paisaje. Generalmente van colocadas
sobre el muro del hastial, que suele estar reforzado por contrafuertes y llevan dos pisos de
troneras separadas por impostas
3.2 - ESPADAÑAS
Típicas en las iglesias palentinas. En la zona Norte se hace tan común, que la
espadaña románica es un elemento más del paisaje. Todas las iglesias terminan en esas
flechas de piedra que hay hasta en edificios de muy respetables proporciones, como los
monasterios de Aguilar, San Andrés del Arroyo y Santa Eufemia de Cozuelos.
Normalmente están levantadas sobre el muro del hastial, llevan dos pisos de
troneras separados por impostas. El Monasterio de Aguilar lleva cuatro troneras seguidas y
otras una pequeña espadaña, como en Vallespinoso.
3.3 - CONTRAFUERTES
Los contrafuertes son muy variados, siempre de tipo prismático más o menos
complicado. Paralelepípedos acabados en vertiente escalonada de tres escaloncillos poco
resaltados; de vertiente lisa más o menos pronunciada; sin vertiente apoyado directamente
en la cornisa y sin ningún tipo de molduras; prismas superpuestos que disminuyen de
anchura y potencia conforme se elevan; acabados en columnillas que apoyan en la cornisa;
de columna tendida a todo lo alto del muro absidal …
24
3.4 - PORTADAS
Las portadas de los edificios más primitivos - Frómista, Dueñas - son de gran
sencillez y elegancia, a base arquivoltas de medio punto, generalmente un simple baquetón
que apoya sobre columnas monolíticas con su capitel y, otras veces, directamente en la
jamba prismática sin columnas. Una imposta exterior, también de medio punto, de tres filas
de tacos, rodea estas arcaduras.
Al paso de los años, las portadas tienden a complicarse en el número y decoración de
las arquivoltas, que por las influencias francesas tienden a la organización radiada. A finales
del XII comienzan a apuntarse los arcos, predominando en la decoración los tacos de tres
filas las medias cañas y el diente de sierra o zig-zag, de inspiración normanda
.
En muchos casos, las portadas suelen sobresalir algo del muro, formando un pequeño
anticipo remontado en cornisa apoyada sobre canecillos, ó bien, adornado en su parte alta
con el grupo del Pantócrator y los Apóstoles.
Las columnas donde apoyan las arquivoltas suelen, casi siempre, descansar
directamente en el suelo, aunque en algunas portadas apoyan sobre podium más o menos
alto.
Es necesario hacer notar la carencia de tímpanos en el románico palentino, ni una
sola portada existe con él. Probablemente, será debido al carácter rural y humilde de las
construcciones, pues los grandes monasterios se edifican ya en época en la que está en baja
la utilización de estos en el pórtico.
3.5 - ÁBSIDES
Los ábsides son muy variados en todo el Románico Palentino, encontrándose los
tres tipos clásicos: rectangular, semicircular y poligonal.
Casi todos los ábsides rectangulares proceden de las corrientes cistercienses típicas.
Los de las iglesias rurales son, posiblemente, consecuencia de una solución sencilla. Estos
son muy abundantes y suelen llevar contrafuertes esquinados.
Los semicirculares son los ábsides tipo del románico, abundan extraordinariamente
en número de tres cuando las iglesias son de tamaño respetable, generalmente de
monasterios. Si son de iglesias municipales ó simples ermitas no suelen llevar más que un
solo ábside por ser de una sola nave
Generalmente llevan dos contrafuertes, por lo que se dividen así en tres paños
verticales y se abren en ellos de una a tres ventanas. Tienen una amplia cornisa sobre
canecillos labrados con figuras, ó sencillos de proa de nave.
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Algunos siguen la disposición de Frómista, es decir: dos ó tres paños horizontales
separados por impostas a todo lo largo, siguiendo la línea del alfeizar de las ventanas y la
línea del cimacio de sus capiteles. Tienen contrafuertes de pilastras y columnas en las que
apoyan la cornisa. Otros, más toscos, se apoyan en el alto tambor resaltado, ó no llevan
ninguna imposta que les divida horizontalmente
Las costumbres lombardas ó catalanas en los ábsides palentinos pueden ya detectarse
a partir de 1076 y llevan, tanto el central, como los laterales, en la parte superior arquillos
lombardos.
El ábside poligonal se da casi exclusivamente en las iglesias de transición,
determinado por las aristas con las que fortifica la bóveda absidal.
.
.
Bóveda del ábside - Frómista
26
3.6 – VENTANAS
Ventanas las hallamos en cualquiera de los muros de las iglesias y, sobre todo, en los
ábsides.
Hay cuatro tipos de ventanas:
a) Con una sola columna a cada lado que suele sustentar una arquivolta formada por
ancho baquetón bordeado en su exterior por una moldura de tacos. El paso de la luz
puede ser más o menos amplio, en caso de ser estrecho llega a convertirse en una
verdadera aspillera.
b) Ventanas sin columnas con abocinado directo al exterior, con o sin doblez. No
llevan arquivoltas ni molduras.
c) Abocinadas, con arquivoltas y con dos o más pares de columnas. No abundan por
lo general.
d) Ventanas de finísima aspillera circundada en el exterior por molduras seguidas, sin
columnas, con abundantes baquetones y medias cañas.
El tamaño de las ventanas varía mucho; desde pequeñas aberturas hasta grandes
ventanales que ocupan casi la anchura de los lienzos del ábside.
Son contados los ventanales redondos u óculos en el románico palentino. Cuando
existen, se dan siempre en edificios de transición
Detalle de ventana: San Martín - Frómista
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3.7 - LINTERNAS
La iglesia de Frómista ha sido la inspiración para la construcción de otras iglesias en
la provincia, por lo que la linterna poligonal de esta se repite frecuentemente. La más
sencilla es la cuadrada, que se da lo mismo en iglesias de crucero que las que no lo tienen,
con una ventanita en cada lienzo.
El abovedamiento de las linternas suele ser de semiesfera sobre polígonos formados
por trompas, la cuidada ejecución en el despiezo es magistral. Como muestra ha quedado
para siempre la traza geométrica de la bóveda en la linterna de Santa Eufemia.
3.8 - ARCOS
En el románico palentino se dan todos los tipos de arcos. Abunda el de medio
punto, el arco apuntado, el lobulado, el trilobulado, el arco de herradura y el de herradura
apuntada.
Las bóvedas más utilizadas son las de cañón apuntado. Se emplea en brazos de
crucero, presbiterios y en las naves, en ellas, frecuentemente reforzado con fajones
apuntados. También encontramos bóvedas de crucería, el más característico lo hallamos en
San Salvador, donde las aristas adquieren un valor decorativo propio.
3.9 - APOYOS
La variación de pilares es muy grande. El que más abunda es la media columna
apoyada al muro, o al pilar si los arcos separan naves. Los hay cruciformes acodillados sobre
grandes basamentos circulares; octogonales sin columnas; rectangulares con medias
columnas adosadas a los lados mayores; cruciformes acodillados con dobles columnas a
cada lado. Otro tipo de apoyos es la ménsula, que se utiliza bastante sustituyendo a las
columnas.
3.10 - FUSTES
Fustes los encontramos generalmente lisos, sin decoración alguna y monolíticos en
las portadas. Existen excepciones, pues aparecen algunos edificios con fustes profusamente
decorados a base de helicoidales, zig-zag con rosetas intercaladas. Podemos diferenciar dos
tipos de técnica en estos fustes: la muy resaltada, a base de reforzar la propia masa cilíndrica
del fuste y aquella otra en la que la decoración está reducida a simples escisiones.
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3.11 - BASAS
Muy variadas, y a veces, muy toscas. En la última época se hacen sumamente
perfectas y cuidadas y se utiliza mucho la lengüeta. Enumerar los distintos tipos de basas
sería tarea poco comprensible. Sobresalen por características las que tienen un toro fuerte y
abombado como un neumático hinchado. Otro tipo de basa, poco corriente, es la formada
por leones acostados sobre el toro, recordando tipos originarios del románico italiano y
provenzal.
3.12 - IMPOSTAS
El románico palentino tiene una enorme riqueza de impostas y cimacios, existe
infinidad de variaciones y modelos. Generalmente, los más antiguos son más simétricos y
menos resaltados que los de finales del XII y comienzos del XIII. Estos adquieren más
volumen y se complican en gruesos ramajes de flora. En algunos casos, decoraciones
animalísticas, toscas y de origen oriental, cubren los cimacios. La escuela de San Andrés
hace mucho más sencillas las impostas y los cimacios, valorando las líneas de moldura y
escatimando las decoraciones. Aparece, entonces, lo que se ha llamado moldura o cimacio
andresino.
Detalle de San Pelayo de Perazancas.
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4 - EL ROMÁNICO EN EL NORTE DEL CANAL
El Canal de Castilla tiene su comienzo en la población, de Alar del Rey, que había
sido fundada en 1657 por el Rey Felipe IV, en terrenos que fueron del señorío de las Monjas
Bernardas de San Andrés del Arroyo. La población se incrementó con el tráfico del Canal de
Castilla en 1791 y un nuevo impulso con la instalación del ferrocarril de Isabel II a mitad del
siglo XIX. En las poblaciones colindantes, que ya estaban antes que Alar, algunas desde el
siglo IX, podemos ver extraordinarias y abundantes muestras del Románico en Palencia.
Comenzaré la breve relación un poco más al norte de Alar del Rey para recoger
algunas construcciones dignas de tener en cuenta por su relevancia en la historia y origen de
esta singular arquitectura, y que más arte destacado poseen.
4.1.1 - COMARCA DE CERVERA DE PISUERGA
Cervera de Pisuerga situada en un recodo pronunciado del Pisuerga, que cambia allí
su dirección hacia oriente, tiene la hermosa Iglesia de Santa María del Castillo de estilo
gótico, la Ermita de la Cruz de estilo barroco y sobre todo la ermita rupestre de San Vicente
rodeada de una necrópolis fechada entre los siglos VIII y XI. En su alfoz se encuentra la
población de Mudá que conserva la iglesia románica de San Martín y La Ermita del
Oteruelo. En San Cebrian de Mudá se conserva la Iglesia de San Cornelio y San Cipriano,
del siglo XII, que tiene en sus paredes, pinturas murales del siglo XV; en San Salvador de
Cantamuda, una colegiata fundada por la Condesa doña Elvira de Castilla a finales del siglo
XII, la iglesia se puede contemplar en todo su esplendor por estar exenta en el campo.
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4.1.1 - San Salvador de Cantamuda
La iglesia de San Salvador parece existir desde 1123, pero, tal como conocemos hoy,
debió sufrir variaciones y su construcción puede confirmarse desde 1181, fecha en la que se
constata como monasterio, aunque de este no se conserven restos.
Esta iglesia es un ejemplar extraño dentro del románico palentino por el
abovedamiento, cabecera y decoración, que hacen de San Salvador un monumento original
con influencias probablemente asturianas.
La espadaña está forma por tres cuerpos de igual anchura, el primer tramo ocupa la
mitad de toda la torre y tiene un gran arco doblado, apuntado, en donde se abre una portada
de arquivoltas sencillas, capiteles decorados con entrelazos y hojas estilizadas y fustes
bastos. Planta de cruz latina, presbiterio profundo, capillas absidales con columnas dobles,
crucero con bóveda de crucería de techumbre francesa y ábside central recogido y gallonado.
Admira de San Salvador que no ha sufrido añadidos ni modificaciones, tan solo el ábside de
la epístola, se ha transformado en sacristía y ha roto un poco la armonía primitiva.
Las ventanas del ábside central llevan al interior columnas con capiteles en cuyo
cimacio apoyan arquivoltas de baquetones y medias cañas. La decoración de estos capiteles
de fina perfección y talla cuidada, con entrelazos muy perfectos, aves afrontadas, espirales,
nido de colmena, etc. Las ventanas tienen como una iniciación de ajímez y desde las basas
de las columnas se escalona el nivel hasta el inicio de la aspillera. La bóveda del crucero es
de crucería con nervios muy resaltados decorados con rosetas, las demás son de cañón
apuntado. En la nave la bóveda está apoyada en arcos fajones que apoyan sobre capiteles
que hacen las veces de ménsulas
.
Ermita de San Salvador - Espadaña
31
4.1.2 - Ermita-Cueva de San Vicente
En la pedanía de Vado , Dehesa de Montejo, correspondiente a Cervera de Pisuerga,
existen los restos de un eremitorio rupestre. Está dentro de uno de los grandes conjuntos
eremíticos españoles. Básicamente presenta una gran sala rectangular con varias entradas y
vanos toscos, a la que se suma, una capilla excavada al este y diferenciada del resto por un
escalón. La ermita pudo haber estado cerrada mediante un ábside de mampostería.
Está rodeada de una necrópolis, fechada entre los siglos VIII y XI, que
probablemente formaron parte de un pequeño complejo monástico que poseería otros
edificios desaparecidos, así como celdas excavadas en la roca que aun hoy perduran. San
Vicente conservó su función como ermita hasta mediados del siglo XIX.
Ermita rupestre de San Vicente
4.1.3 - San Cebrian de Mudá
En San Cebrian de Mudá, la iglesia es probablemente de principios del siglo XIII. En
1285 Sancho IV, en un privilegio, cita esta población. De una sola nave de grandes
proporciones, pues viene a medir unos 22 metros de largo por siete y medio de anchura en el
interior, nave rectangular y capilla del ábside cuadrada, tiene magníficas soluciones
arquitectónicas en su románico particular, como los responsiones reforzados por
contrafuertes que soportan una bóveda muy ancha y robusta. El equilibrio de su construcción
está en el ensamblaje simétrico de los contrafuertes y en el refuerzo exterior con imposta
resaltada que cierra todo el edificio a la altura de los capiteles. La nave se cubre con bóveda
de cañón apuntado soportada en cinco arcos fajones separados dos metros.
La portada, resaltada de la línea del muro, está formada por dos columnas a cada lado
y un delgado intercolumnio en la arista que las separa. Las cuatro arquivoltas de puntas de
diamante y baquetones forman arcos de bastante apuntamiento que apoyan en cimacios lisos,
cuyos esquinales se cubren con cabezas tocadas con lo que parece un gorrito cónico.
Los capiteles, tanto de la portada como del interior, son de prisma adelgazado hacia el
collarino, esculpidos con decoración geométrica poco resaltada igual que en las basas.
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Destacan, en sus paredes, las pinturas murales del siglo XV, realizadas al temple,
situadas en el muro del evangelio, en el muro de la epístola y en el muro absidal, fechadas a
finales del siglo XV, han sido sometidas recientemente a restauración. Son de las pocas que
existen en la región.
4.2 - COMARCA DE AGUILAR DE CAMPOO
Y Aguilar de Campoo, cuyo alfoz está cargado de historia y de monumentos. Allí
están Brañosera, que tiene el honor de poseer la Carta-Puebla más antigua, concedida en el
año 824 y confirmada el año 968 por Fernando Gundisalvez, Barruelo de Santullán, cuyo
Románico excavado en la roca es único, Santa María de Mave, Cillamayor, etc. Vayamos
viendo una a una .
Aguilar de Campoo, punto donde los caminos, de las Asturias de Santillana, venían
a buscar la vía del Pisuerga, que enlazaba en este punto con los caminos romanos de
Cesaraugusta a Astorga y que descendía hasta Herrera de Pisuerga buscando Carrión ó
Frómista, camino de peregrinos. Desde Aguilar es posible hacer un circuito por el mejor
románico de la montaña palentina.
4.2.1 - Santa Eulalia de Brañosera
En Brañosera existen dos iglesias: Santa Eulalia que conserva parte del muro y la
espadaña, después de la explosión con dinamita sufrida en la revolución de 1934 y San
Miguel que apenas guarda más que un trozo de su antigua edificación.
En la espadaña, de Santa Eulalia, hay dos troneras con columnas angulares y los
capiteles que dan al exterior tienen arpías afrontadas.
La portada se forma con tres arquivoltas, de medio punto, de las que solo la central
apoya en columnas. La más exterior lleva moldura de cuarto de circulo y baquetón, la
segunda es de hojas afrontadas con salientes caulículos como pitones, la tercera es también
de grueso bocel.
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Las columnas llevan capiteles con figuras de animales, uno, leones o fieras con la
cabeza vuelta y el rabo entre las piernas, el otro, una lucha de un monstruo con cabeza de
pájaro, cuerpo de león y alas contra un centauro que se defiende con un arco con el que
dispara a la fiera que ha puesto la zarpa en sus ancas.
Los cimacios están tallados con hojas que se curvan y retuercen. Sostienen la cornisa,
de este, siete canecillos de rollo, bola, acantos y figurilla de animal. La ventana de bellas y
elegantes arquivoltas de acantos con caulículos. La pila bautismal es un ejemplar románico
con motivos vegetales y geométricos.
4.2.2 - Barruelo de Santullán
Barruelo es un municipio que forma ayuntamiento conjunto con otras pedanías en la
comarca de la montaña palentina. Zona minera de población aumentada y decrecida con el
tren de vapor. Su iglesia románica fue destruida en la revolución de 1934 y se conservan
algunos restos aprovechados en la reconstrucción, como las ventanas de los lados este y sur
y algunos canecillos, que representan figuras antropomórficas.
4.2.3 - Revilla de Santullán
Se supone que la pedanía de Revilla de Santullán existía ya a partir de mediados del
siglo XII, fecha en la que se data la construcción de su iglesia de los santos Cornelio y
Cipriano. Una pequeña y admirable iglesia rural con un gran contenido iconográfico. Una
sola nave, espadaña y ábside semicircular con canecillos bellamente tallados.
La portada está protegida por un pórtico, del siglo XVII, que la ha preservado de la
intemperie, aunque sea antiestética. Está formada por seis arquivoltas, apoyadas en columnas
monolíticas y los correspondientes capiteles, de las siguientes formas: de media caña y
bocel, de dientes de sierra, representación de la Última Cena. Completando la arquivolta, ha
colocado el escultor la figura de un personaje con barbas y largos cabellos que sostiene un
libro abierto, en un lado, y en el otro una representación de sí mismo con la inscripción:
Micaelis me fecit.
Los capiteles, que soportan las arquivoltas, forman una perfecta armonía, aunque
cada uno tenga su decoración, con los siguientes temas: Grifos afrontados con cola entre las
piernas y alas finamente talladas; Sansón desquijarando al león; lucha de centauro contra
fiera, que le da un zarpazo; grifos afrontados; Monstruos alados y cola de serpiente; arpías
frente a frente, con caperuza cónica; lucha de guerrero contra león al que atraviesa a espada;
etc. Los cimacios de semicírculos peraltados. Los capiteles del arco toral representa a San
Cipriano co dos leones asus pies en un lado y en el otro el busto del santo martir.
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La portada, de arquivoltas de diente de sierra, se corona con una cornisa volada sobre
canecillos de pequeñas figuras humanas y de animales y decorada con rosetas de ocho
pétalos dentro de círculos concéntricos.
Al exterior, las ventanas son de arcos de medio punto, que se apoyan sobre capiteles
de hojas estilizadas. Los capiteles son de animales afrontados con cimacios de ondas.
Toda la iglesia tiene una enorme profusión de canecillos, en los que destacan: personaje
tocando instrumento de viento, otro con una vihuela, una mujer en el momento anterior al
parto, figuras fálicas, liebre, figuras sentadas con libro, figuras geométricas, etc.
La cornisa está decorada con puntas de diamante. La espadaña es de bonitas
proporciones, con ventanales decorados con capiteles.
La cubrición es actual, habiendo desaparecido la románica. Los capiteles del toral
son historiados: Daniel con los leones y ángel con alas abiertas.
4.2.4 - Bustillo de Santullán
En Bustillo de Santullán, se encuentra la Ermita de San Bartolomé, templo románico
reformado en el siglo XVI y últimamente en 2009, de sólida sillería arenisca de tonos rojizos
y amarillentos.
Tiene planta orientada litúrgicamente de amplia nave, cabecera plana con grandes
angulares y dos capillas laterales comunicadas con la nave central a través de dos grandes
arcos de medio punto. Conserva a los pies cuatro ménsulas angulares, similares a las de la
capilla mayor, que están de coradas con motivos vegetales, solares, un ángel, un león y un
águila.
La portada, que se aprovechó, está formada por tres arquivoltas de medio punto, la
central de perfil rectangular y dos más, una a cada lado, de baquetón y medias cañas que
apoyan sobre columnas, de fustes lisos y capiteles decorados con esquemáticos acantos.
Destaca su portentosa espadaña, rematada en piñón, que cuenta con tres niveles,
típico palentino.
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4.2.5 - Cillamayor
La iglesia de Santa María la Real de Cillamayor, que se conserva del antiguo
monasterio premostratense, es de una sola nave y ábside semicircular. Se conserva casi en su
integridad sobre todo la parte correspondiente a la cabecera. Posiblemente de finales del S.
XII.
La portada del sur es sencilla, de arquivoltas apuntadas, una de boceles y otra de
bolas. Sobre ella una ventana de medio punto con arquivoltas de cresta de ola a base de
acantos retorcidos y capiteles.
El ábside, en el exterior, es de contrafuertes reforzados con columnas sobre pilastra y
la imposta se alarga por todo el muro. Otra imposta, a la altura de las ventanas une las
columnas y contrafuertes del ábside.
En el ábside hay dos ventanas de medio punto, una en el paño de la epístola y otra en
el paño central. Tienen arquivoltas sencillas, de caveto la interior y de bocel y caveto la
exterior. Los capiteles son de decoración muy simple, uno con doble arco de palmas que al
cruzarse forman una bola y el otro muy semejante pero formando solo por dos vástagos que
se unen en una doble bola de menor tamaño.
Los canecillos son de dos tipos, sencillos de proa de nave en los muros Norte y Sur y
figurativos a todo lo largo de la cornisa del ábside. De entre ellos se destacan: un
hombrecillo que parece tocar una doble flauta, otros dos de clara interpretación de músicos
con une especie de arpa, uno de tipo fálico, un guerrero, varios personajes sentados,
desnudos y vestidos, animales y molduras diversas.
.
El arco toral es de medio punto apoyado sobre capiteles semejantes entre sí en la
decoración a los de Santa Eufemia, el del evangelio con dos águilas explayadas y el de la
epístola con animales amontonados. La bóveda del presbiterio de arco toral apuntado, el
ábside bóveda en cascarón también algo apuntado, la nave con bóveda de medio cañón.
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4.2.6 - Villanueva de la Torre
Una torre de recia estampa, que se yergue magnífica y arruinada sobre un teso, da
nombre al pueblo de Villanueva de la Torre.
La iglesia es de una sola nave. En el exterior está bastante conservada, pero en el
interior solo se conserva el ábside con el presbiterio y el arco toral con sus capiteles. La
correspondencia con este arco toral se hace en el exterior por medio de contrafuertes a base
de columnas entregas, una central y dos laterales, todas con capiteles sencillos. Las basas de
estas columnas sonde toro y bolas, la central y de simples molduras en prisma las laterales.
Todo el responsión descansa sobre basamento, procedimiento constructivo como la iglesia
de Notre Dame de Poitiers.
La portada es sencilla, de una simple arquivolta de baquetón y arco apuntado.
Tiene una gran cantidad de canecillos, de molduras y de iconos como figuras humanas,
sentadas y desnudas, en actitud pensativa, sostenidos por una cornisa ancha de gran vuelo.
El exterior se completa con un bello y proporcionado campanario. Es de torre
cuadrada con cuatro troneras, de arcos doblados, que apoyan sobre columnas con grandes
capiteles, sin tallar, y basas de toro perfecto con bola. Termina en bóveda de cañón apoyada
sobre imposta sencilla. La subida se realiza mediante escalera de caracol.
4.2.8 - San Martín de Quintanilla
En lo alto de una pequeña loma, está la iglesia de San Martín, monumento
interesante, Vemos en ella la fusión de la construcción románica con la inventiva gótica, que
lentamente se va introduciendo y sustituyendo a la estructura de los siglos XI y XII.
La espadaña y un primer tramo de la iglesia son aun completamente románicos, pero
los muros se elevan, se construye una portada completamente gótica y hasta las bóvedas se
adaptan a nuevos conceptos. Hay utilización de sillares, canecillos e impostas de tradición
románica. La capilla mayor tiene fuertes contrafuertes angulares. En el interior lleva bóveda
de medio cañón apuntado con fajones que apoyan en medias columnas con capiteles y las
basas son de toro plano sobre plinto alto. La portada, se forma con columnillas góticas con
algunas reminiscencias románicas. Además tiene espadaña y osario exterior en el lado sur.
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4.3 - AGUILAR DE CAMPOO
En los años 60 - 70 del pasado siglo XX, los viajes desde Valladolid a Santander
tenían una parada obligada en Aguilar de Campo, sobre todo en invierno. Antes de iniciar la
subida al puerto del Pozazal era recomendable informarse en el restaurante donde se
congregaban la mayoría de los viajeros, los camioneros eran una fuente totalmente fiable,
del estado de la carretera, si se podía continuar sin cadenas … ó había que esperar a que las
máquinas ..
¡qué máquinas las de entonces! … abriesen camino. La Guardia Civíl
siempre estaba presente en este punto para aconsejar la continuidad o impedirla.
La parada además tenía un buen momento lúdico, pues era la hora propicia para
reponer fuerzas, tomar un bocadillo, o una ración de algunos de los platos de la región,
productos contundentes de la tierra, vino, y el correspondiente café, copa y puro si tenías esa
costumbre. Una buena manera de quitar el frío.
Aguilar es una villa con mucha historia, un pasado que recuerda iberos, romanos y
visigodos. Ya en el año 852 se habla de la fundación del Monasterio de Santa María,
extramuros, de Aguilar. Este monasterio fue entregado por Alfonso VII, rey de Castilla y
León (1126-1157) a los monjes premostratenses, que también reciben privilegios y
donaciones de la nobleza. El fuero de Aguilar fue concedido por el rey Alfonso X, “El
Sabio”, el 14 de Mayo de 1255.
En la ciudad, puesto que en el Alfoz se describe cada uno, hemos de contemplar los
importantes monumentos románicos siguientes:
La Colegiata de San Miguel situada en pleno centro de la villa, cierra con su fachada el
lado oriental de la Plaza de España, centro comercial y social de Aguilar, remonta su origen
a la época visigoda, ha sido reedificada en el tardo-románico y en el siglo XIV, por lo que se
combinan distintos estilos que van desde el románico al renacentista. En su contorno se
desarrolla el núcleo de población hacia mediados del siglo XII y todo el s. XIII.
Como restos románicos importantes hay que hacer constar la portada en la fachada
occidental de arquivoltas apuntadas sobre columnas con capiteles vegetales; en el tímpano
de otra entrada, Cristo en su trono con los brazos en alto acompañado de cuatro ángeles.
Santa María la Real de Aguilar, es un antiguo Monasterio que después de pasar por
distintas donaciones de condesas y reyes terminó en poder de la orden premostratense hacia
1162, ha estado en ruina lamentable. La desamortización resultó la sentencia definitiva a
pesar de estar declarado monumento nacional, desde 1866, al objeto de que no se vendiese
“en atención a los méritos del inmueble”. A pesar de ello sufrió un importante despojo por
parte del estado al desmontar algunos de sus capiteles, que hoy se conservan en el Museo
Arqueológico Nacional.
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Desde 2005 ha tenido una importante restauración por el esfuerzo de personas
enamoradas del románico. Hoy es la sede del Centro de Estudios del Románico.
Su historia es muy antigua. Según está documentado, en el año 820 el abad Opila
fundo el monasterio, durante el reinado de Alfonso II “El Casto”. Como ya se ha escrito
antes, pasó por distintas regencias y ya en 1169 se convirtió en abadía perpetua.La iglesia es
del siglo XIII, lo confirma la lápida de la puerta: “SUB ERA MCCLI FUIT CONSUMATA
ISTA ECLESIA, solo se conservan dos de sus tres ábsides, y la sala capitular se construyó
en 1209.
La puerta se abre en el hastial; es de medio punto, con dos columnas acodilladas a
cada lado de capiteles de hojas picudas, sobre las que apoyan arquivoltas de baquetones. Una
ventana, más pequeña, pero semejante a la portada se alza sobre ella y da luz a la nave
central.La nave lateral del norte está reforzada con gruesos contrafuertes prismáticos, y se
ilumina por altos ventanales de medio punto y columnas como la portada.
El hastial de bella espadaña, con cuatro troneras de arcos apuntados, se une al muro
de la iglesia con contrafuertes, que lo refuerzan.
El ábside marca, tanto en el interior como en el exterior, su planta poligonal, con
fuertes y esbeltos contrafuertes entre cada lienzo. Las ventanas, muy góticas ya, alargadas y
con parteluz.
Las cubiertas son de crucería en las naves, presbiterio y ábsides. Los brazos del
crucero tienen bóvedas de cañón apuntado.La separación de las naves se ha construido con
pilares cuadrados a los que se adosan dos medias columnas con las bases de collarino simple
y alto plinto.
El claustro es bello y extenso, con veinte tramos cubiertos con crucería peraltada de
nervios muy resaltados que apoyan en capiteles de hojas y cimacios con decoración
andresina, en algunos, lo que probaría estar hecho por los mismos artistas. Las basas de las
columnas llevan collarino, escocia, y toro aplanado con lengüeta unida al plinto. Muy
semejante a lo existente en el monasterio de Valbuena (Valladolid).
La decoración escultórica está representada únicamente por sus capiteles, muy
destrozados, hoy restaurados o en el Museo Arqueológico Nacional. La talla de todos ellos,
aunque de varios maestros, es muy fina y cuidada. Tallas semejantes, de los cuatro maestros
que se catalogan, se encuentran en otros edificios románicos de la misma época.
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Claustro de Santa Maria la Real
Iglesia de Santa Cecilia, muy interesante porque resulta ser la primera iglesia románica
palentina de tres naves, según reza una lápida en su interior en 1058, reinando en Castilla y
León Fernando y Sancha su esposa. Edificio construido como un gran rectángulo, tres
ábsides cuadrados, añadido al central una capilla, y en el lateral de la epístola una torre
erguida y completa que armoniza el conjunto.
La singular torre de tres cuerpos separados por imposta con tronera sencilla en la
primera y doble en la segunda divididas por doble columna, todas con arquivoltas de
baquetones gruesos sobre columnas con capiteles parecidos a los de la portada y algunos con
arpías. En las esquinas de la torre semicolumnas de entrega como los de la Antígua de
Valladolid.
Todas las ventanas, las de los ábsides y las de la iglesia, tienen los capiteles, donde
apoyan las arquivoltas, decorados con variados motivos, hojas, historiados, de bolas, etc.
La portada, saliente del muro, se forma con cuatro arquivoltas sencillas de
baquetones que apoyan en cuatro columnas a cada lado con capiteles vegetales.
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La separación de las naves se realiza por medio de arcos apuntados, doblados, que
apoyan en medias columnas adosadas a pilastras rectangulares, con capiteles esquemáticos
unos e historiados con imágenes muy frecuentes en el románico en otros, y collarinos y
cimacios de finas molduras de caveto; en el muro el apoyo se realiza por medio de ménsulas
de cinco rollos.
4.3.1 - Santa María de Mave
La iglesia de Santa María de Mave, es de clara influencia francesa, tiene tres naves,
las laterales con bóvedas de cañón y el eje normal al del templo, difusión que se atribuye a
los cistercienses. El monasterio tuvo sus orígenes quizás en el s. IX, pero la época en la que
se datan sus restos y se levanta lo existente es de 1200 a 1208, según consta en uno de los
sillares interiores del hastial.
Las naves tienen bóveda con cañón apuntado sobre fajones. Loa ábsides se cubren
con bóveda de cascarón o de horno, y los presbiterios con cañón apuntado. Actualmente hay
alguna parte con cubrición de madera. El crucero lo ocupa una bella y bien construida cúpula
semiesférica sobre linterna octogonal de trompas cónicas con trompillones lisos. Unas
ventanas de medio punto lucen en los paños situados en las trompas.
La separación de naves se hace con pilares cruciformes con medias columnas
adosadas, sobre los que apoyan arcos apuntados dobles. Las basas sobre las que se apoyan
las columnas están formadas por alto plinto doble sobre el que se levanta un toro aplanado
con lengüeta y escocia fina cerrada en collarino. Los capiteles son muy uniformes y sin casi
valor decorativo. Los cimacios y capiteles también muy sencillos.
Es muy interesante en el exterior la puerta del hastial con arquivoltas formadas por
baquetones, medias cañas y dientes de sierra. Apoyan las arquivoltas apuntadas en columnas
esbeltas y monolíticas con capiteles florales y de ángulos superiores voluminosos, con
collarinos que se entrelazan formando como una banda pre-gótica.
Los ábsides, en el exterior, tienen contrafuertes que suben hasta la cornisa. Los
ventanales no llevan columnas ni capiteles, son de arcos doblados y sencillos. Los canecillos
son también muy simples, con hojas de palma, ocas con el pico vuelto, músicos con
instrumentos, etc.
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4.3.2 - San Andrés del Arroyo
En Santibañez de Ecla, a 9 Km. De Alar, está el monasterio Cisterciense de San
Andrés del Arroyo, que debe su nombre al hallazgo legendario de una imagen del santo en el
arroyo que discurre al lado.
Fue fundado por la condesa Mencía en 1181, y construido a semejanza del convento
“madre” de Las Huelgas de Burgos. La desamortización de Mendizábal (1836) interrumpió
la vida monástica que se reanudó en 1858 continuando hasta nuestros días constituyendo la
mayor comunidad cisterciense femenina del país. Las monjas, de clausura, se ganan la vida
haciendo deliciosa repostería. Es conocida la predilección de D. Manuel Azaña por llegarse
hasta aquí en sus descansos.
La iglesia, románica, de una sola nave, con crucero y tres ábsides, de crucería los
laterales y de nervaduras radiadas el central. En su muro Norte, hay una especie de vestíbulo
alumbrado por cuatro esbeltas y bellas ventanas de columnillas con capiteles de hojas y
arcos baquetones. Ha sido trasladada en 1908 a una isla que forma el río Pisuerga, cerca de
la Peña Aguilón, lugar donde anidan las aguilas que dan nombre a la villa.
El templo en su longitud parece tener unas extrañas dimensiones ya que cuatro de sus
cinco tramos están fuera del volumen percibido. La comunidad monástica lo utiliza como
coro y se separa por una pared de tres arcos apuntados y acristalados. El ábside central posee
siete vanos alargados con ocho nervaduras que convergen en la clave. Las bovedas tanto del
ábside cómo de los absidiolas son las únicas originales del templo.
La portada de entrada se forma por columnas de capiteles de hojas y arquivoltas
sencillas de arco apuntado. Posee un gran y hermoso claustro con arcos apuntados
soportados por dobles pilares con capiteles de entrelazos y calados.
El monasterio es una edificación con claras influencias borgoñonas. El claustro es
obra de principios del siglo XIII. La fachada oriental se arruinó y fue sustituida por una
edificación a dos niveles: gótica en la parte inferior y plateresca en la superior. Sobre un
muro corrido en el que solo hay acceso por el lado oeste se alzan parejas de fustes sobre
elaboradas basas. En ellas capiteles dobles trabajados que sustentan arquillos levemente
apuntados decorados con baquetón y doble escocia en su guardapolvo. En los ángulos se
alzaron columnas de notable diámetro y delicada decoración. El capitel de la columna
noroeste destaca en su filigrana sobre todos los demás, sus elementos vegetales: volutas,
hojas, botones florales, son una maravilla que correspondería más a realizarla sobre marfil.
La columna sobre la que se alza es un elemento asimismo excepcional, el trabajo en zig-zag,
botones florales, florecillas delicadamente talladas, una maravilla. El otro pilar de la fachada
tiene un bello capitel y la columna se decora similar a la otra, pero no ya en zig.zag, sino con
acanaladuras rectas. El resto de pilares y capiteles son también de bella factura. Las basas
poseen un delicado trabajo aunque comparado con lo anterior más rudimentario.
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La sala capitular mide diez metros por cada lado. El vano central está flanqueado por
otros dos a cada lado que arrancan sobre un antepecho en dos grupos de columnas. Los
capiteles de motivos vegetales con bolas cogollos en los ángulos de una sola pieza al igual
que las basas. Los arcos tienen tres arquivoltas abocinadas tanto al exterior como al interior,
con su guardapolvo corrido. Levantando la vista a lo alto podemos disfrutar de la bóveda
gallonada con ocho radios que arrancan de columnas en los ángulos y ménsulas a mitad de
los muros. La clave de la bóveda es una elaborada pieza con delicado florón central con
abundante decoración vegetal.
La portada de acceso al templo desde el claustro, abra desde la cruga este al lado sur
de la nave. El estilo es el mismo que el que hay en el exterior de la puerta situada por delante
del refectorio, aunque, al estar al amparo de los agentes metereológicos , su conservación es
mejor. Posee tres arquivoltas recargadas de “sencillos elementos cistercienses”. Abundan
baquetones delimitando dientes de sierra. La decoración más elaborada se halla
conformando el medio punto del vano. Dos baquetones adosados soportan al aire a un
tercero a base de pequeños cilindros oblicuos. Los capiteles son similares a los otros
existentes y tienen también las ovas en los cimacios.
La iglesia de la población esta fechada en 1319, bastante tarde, pero conserva mucho
del sistema constructivo románico, seguramente por la influencia de San Andrés del Arroyo.
En el interior, conserva el ábside cubierto con crucería que apoya en columnas angulares. El
arco toral descansa en pilastras con decoración de hojas acabadas en bolas. En el muro sur se
alza la torre, defensiva y con pasadizo interior. La portada, de arquivoltas de medio punto,
lleva dos columnas de hojas y culículos, con cimacio modelo San Andrés. La constatación
de la construcción está grabada en piedra: ESTA OBRA DE SAN JUAN FEZO PERO
PEREZ DEL BAZERRIL QUE DIOS PERDONE AMEN EN LA ERA DE MIL CCCLVII
AÑOS ESTO ESCRIVIO JUAN PEREZ DE MATIO.
Claustro de San Andrés del Arroyo
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4.3.3 - San Pedro de Moarves
Esta es una de las más conocidas y populares iglesias del románico en Palencia. La
magnífica portada, que en su parte superior tiene un friso con Cristo rodeado de los cuatro
animales simbólicos de los evangelistas, hombre, águila, león y toro y todo ello en medio de
los doce apóstoles, seis a cada lado, siempre ha llamado la atención de los estudiosos del
románico. El conjunto de portada y apostolado es muy bello y quizás sea una de la
agrupaciones decorativas del románico español más singulares y artísticas, es muy similar al
de la más famosa iglesia de Santiago de Carrión de los Condes.
La entrada está formada por cinco arquivoltas y el arco de ingreso, todos de medio
punto rebajado, con una talla exquisita y pulcra. La primer arquivolta, más exterior, de
billetes; la segunda, un sencillo baquetón; la tercera, repite billetes; la cuarta, baquetón
bordeado de bolas; y la quinta, de hojas de acanto dobladas. Todas apoyan sobre cimacio
decorado con palmetas.
Los capiteles forman una orla de figuras muy esquemáticas, cuya interpretación se
hace difícil. En un lado, el primero representa una pareja de muchachos abrazados; en
segundo lugar un personaje que alancea un león y le rompe la quijada; después una danza de
dos bailarinas y músicos sentados; a continuación un personaje sentado con apariencia de
rey. Al otro lado, el primero, guerreros afrontados con escudo y espada; el segundo, grandes
hojas verticales de las que surgen cabezas de dos personajes; el tercero, la lucha de dos
hombres con lanzas contra un león; el cuarto, motivos vegetales; y el quinto, dos ancianos
abrazados leyendo un libro.
En la fachada hay dos bellas ventanas una a cada lado de la puerta, la de la
izquierda con dos arquivoltas una con dientes de sierra poco resaltados y la otra resaltada
con decoración de flores de lis y bolas; la de la derecha con arquivoltas de escenas
anomalísticas y de hojas de acanto y los capiteles de flora muy tallada.
Por lo que se conserva la planta debió de ser de una sola nave con ábside
cuadrangular y contrafuertes angulares. La capilla mayor actual es gótica. El arco toral es
amplio, de medio punto y doblado
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4.3.4 - Santa Eufemia de Cozuelos
En Santa Eufemia de Cozuelos, a 19 Km de Alar, en una finca particular por
adquisición a las frailas Comendadoras en el siglo XVI, hay un monasterio, del mismo
nombre, que fue claustro de hijas y viudas de reyes. Fue abadesa de dicho monasterio Doña
Sancha Alfonso, reina durante 47 días de León , que abdicó a favor de su hermano Fernando
III “El Santo”, uniéndose así Castilla y León.
La iglesia románica, siglo XII, parece que su construcción se inició en 1135 y debió
terminarse hacia el 1186. Hasta 1502 Santa Eufemia tiene vida como monasterio femenino,
fecha en la que las veintiocho monjas que lo habitaban se trasladan a Toledo. Su triple
ábside se escalona hacia el cubo de la cúpula, que corona el crucero, bóvedas con nervaduras
precursoras del incipiente gótico hacia un románico pleno, grandes pilares cruciformes con
semicolumnas adosadas proporcionan soporte a los arcos fajones y formeros que susténtan la
cúpula. Arcos apuntados fruto del momento tardío de su edificación. Sobre el crucero del
templo se eleva una majestuosa bóveda sobre linterna. El paso de cuadrado a octógono se
resuelve al modo clásico por medio de trompas. Los cilindros absidales son plenamente
románicos y lucen impostas con decoración vegetal. Sus ventanas absidales recuerdan, en lo
decorativo, el gusto de Frómista. En los capiteles del interior hay leones, águilas con las alas
desplegadas, espirales, un Sansón en pleno esfuerzo para romper la quijada del león y arpías,
su mejor puerta es la meridional, que se adorna con arquivoltas en zig-zag.
La portada sur, consta de dos arquivoltas de medio punto, una en dientes de sierra y
la otra con motivos vegetales calados en la piedra y capiteles con filigrana, uno con dos
mujeres-dragón alado enfrentadas muy similares a los del cercano San Andrés del Arroyo.
El claustro se convirtió en cantera dispersa por la comarca. Un pequeño museo
formado por los propietarios, guarda sus vestigios, entre los que sobresale un gran capitel
angular que en una de sus caras representa el Juicio Final.
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4.3,5 - Santa Cecilia de Vallespinoso de Aguilar
En Vallespinoso de Aguilar, las ruinas de la ermita de Santa Cecilia tiene
incorporada una torre maciza, circular, cuya solidez contrasta con la delicada labor
escultórica de los capiteles y canecillos. De reducidas dimensiones (19x9 m) es de
proporciones muy acertadas. Cronológicamente se sitúa a finales del XII o inicios del XIII.
El sistema constructivo y arquitectónico es interesante porque resulta ser la primera iglesia
románica palentina de tres naves cubiertas con techumbre de madera. La separación de las
naves se realiza por medio de arcaduras apuntadas y dobladas que apoyan sobre medias
columnas adosadas a pilastras rectangulares. El apoyo de los arcos en el muro hastial se
realiza por medio de ménsulas de cinco rollos. La capilla mayor, cuadrada, en línea muy
avanzada con resistentes contrafuertes angulares. Más retrasados se levantan los muros de
loa ábsides menores, también cuadrados. Sobre el de la epístola se alza la torre, de tres
cuerpos separados por imposta con tronera sencilla y doble. Los ángulos de la torre llevan
semicolumnas, entrega que existen también en iglesias como La Antigua de Valladolid,
Santa Eulalia de Paredes de Nava y Santa Cecilia de Cervatos.
El templo, orientado como mandan los cánones, en el lado sur tiene la portada
construida adelantada, muy abocinada y con siete arquivoltas en degradación, apean a través
de capiteles con sus ábacos en tres columnas y cuatro pilastras. La arquivolta central, más
ancha y realizada en piedra más clara, se decora con finos motivos vegetales, lo mismo que
trasdosa el arco de medio punto de la puerta y el guardapolvo del conjunto.
En el otro lado, el oeste, una gran banda continua que componen frisos y capiteles, se
hallan, a lo largo de dos sillares contiguos, escenas de la lucha entre el bien y el mal. Un
caballero contra un monstruo en forma de serpiente, lucha de centauros, un capitel con arpías
y demonios , pesaje de almas por San miguel y el demonio, las Santas Mujeres junto al
sepulcro vacío de Cristo, portadores de llaves y un largo friso con ocho figuras que puede
representen apóstoles. De los iconográficos merece destacar el de la Matanza de los
inocentes, muy simétrico. La escena está muy organizada. Herodes, a la derecha del capitel,
sentado y ordenando con la mano la matanza. En el fondo, detrás de los soldados que
ejecutan la terrible orden, dos rostros de mujeres mesándose los cabellos representan el dolor
de las madres. Es una joya escultórica, una pieza de labra tan minuciosa que alcanza un
realismo inquietante. Resalta la belleza del ventanal del ábside y también lucen con
decoración vegetal los ventanales laterales.
Los canecillos de la cabecera son historiados y tiene motivos vegetales, liebres,
músicos e incluso el personaje itifálico. El cimacio está bellamente esculpido con labor de
entrelazos y vástagos vegetales que se curvan.
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4.3.6 - San Pelayo de Perazancas
La iglesia de San Pelayo de Perazancas es de pequeño tamaño, mide
aproximadamente catorce metros y medio de longitud por siete de ancho, es una de las más
antiguas construcciones románicas de la zona. Es posible que esté reedificada sobre otra
anterior, mozárabe del s. X, como muestran los dos capiteles que soportan el arco de entrada,
hacia el año 1076, durante el reinado de Alfonso VI, con una gran influencia lombarda. Una
lápida en el interior data la construcción en el año 1079.
En el exterior llama la atención su ábside, reforzado por cuatro columnas (una de ellas
desaparecida) que le dividen en cuatro lienzos, coronados por una cornisa ancha formada por
tres arquillos de tipo lombardo resaltados del muro, sobre ellos formando un falso capitel, dos
molduras de antigua tradición románica. La construcción con columnas en lugar de los típicos
contrafuertes lombardos, no se encuentran normalmente, solo se asemeja a San Clemente de
Tahull.
El tipo de moldura -de engranaje- único en el románico palentino, tiene precedentes en
el románico catalán, como por ejemplo: San Joan les Fonts, Baget, Serinyá y otras.
La ventana es pequeña, sin columnas y con arquivoltas de ajedrezado, su doble
derrame sigue la norma de los ventanales del primer románico.
La puerta de entrada, muy sencilla, sin arquivoltas, y abierta en dintel de una sola
pieza, apoyada en arcadura sobre capiteles mozárabes.
La cubierta de la nave es de madera.
La inscripción de la dedicación de la iglesia dice así: In Nomine Domini Nostri Ihesu
Cristi sub Honore Sancti Peleg Pelagio Abas Fecit in Era MCXIIII Obstinente Rerx Illefonsus
In Legione.
El ábside de San Pelayo es como la iglesia de pequeñas proporciones muy semejantes
a los del románico lombardo catalán, como por ejemplo al del ábside de la iglesia de
Villaleons, con arco de medio punto apoyado en imposta de billetes y bóveda de cascarón, sin
columnas.
Conserva pinturas murales del siglo XII de las que se relatan datos en el apartado de
pinturas
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5 - EL ROMÁNICO EN LAS POBLACIONESPOR LAS QUE DISCURRE EL CANAL
5.1 - San Pedro de Nogales de Pisuerga
Nogales de Pisuerga, pedanía de Alar del Rey, conserva la iglesia con restos
románicos muy interesantes. La primitiva disposición se percibe aún a pesar de los añadidos
del siglo XVI ó XVII.
Se conserva de románico el ábside, la linterna de magnífica construcción y
proporciones, abierta por arquillos dobles con capitel central; el de la izquierda, Daniel con
los leones y el otro de columnas gemelas. Los arcos son algo apuntados. Las trompas
convierten la planta cuadrara de la linterna en octogonal, teniendo en cada ángulo los
símbolos de los evangelistas.
Los arcos, tanto el toral como el de acceso al presbiterio, tienen una arquivolta de
billetes rodeándoles. El resto de la nave se sustenta por arcos fajones apoyados en ménsulas
formadas por capiteles, unos con columnillas y otros sin ellas. Es singular en esta iglesia una
especie de torrecilla angular, abierta por una saetera, quizás para dar luz.
Los canecillos son variados y bellos, unos sencillos y otros decorados con animales,
seres fantásticos, soldados, bolas con hojas, hombres, etc.
5.2 - San Lorenzo de Zorita del Páramo
Seguramente Zorita del Páramo fue poblada por Fernán Mentalez en la primera mitad
del siglo XI. La iglesia no ha sido una desconocida del románico pues es uno de los edificios
más interesantes de la provincia.
Iglesia con planta de cruz latina, una sola nave y crucero, muy semejante a Santa
Eufemia de Cozuelos por su linterna prismática.
La portada románica que se conserva, (existe otra plateresca maltratada por un pintado
bárbaro en 1833, que parece sustituye a otra románica), tiene en lo alto de la puerta, bajo
hornacinas, las figuras de los doce apóstoles con vestiduras que no se encuentran en otros
grupos.
El ábside es semicircular, con los muros salientes. Tiene tres ventanales que apoyan en
moldura sencilla de caveto que corre a lo largo del muro con columnillas y capiteles
geométricos, finos, alargados, sobre fustes igualmente delgados.
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Los canecillos se extienden por lo alto del presbiterio, ábside y muro norte. En ellos
hay cabezas de animales, músicos, cabezas humanas, motivos vegetales, grandes hojas de
acanto finamente talladas, ocas con el cuello doblado, etc.
En el hastial se abre una puerta de arcos apuntados con ocho columnas a cada lado y
arquivoltas de baquetones y medias cañas. La interior es de dientes de sierra resaltados. Los
capiteles de hojas verticales acabadas en culículos, de fina talla.
La cubrición de toda la iglesia es de bóveda de cañón apuntado. En la nave se soporta
por tres arcos fajones apoyados en responsiones prismáticos, coincidentes con los
contrafuertes del exterior. La bóveda del crucero está formada por cuatro arcos apuntados que
se apoyan en capiteles, florales esquemáticos y dos de ellos historiados, uno con escena de
lucha entre un caballero y un dragón, al que alancea, y el otro el tema de Daniel y los leones,
todo muy bien y finamente realizado.
En el muro del sur hay una ventana muy interesante con arquivoltas semicirculares, de
billetes la exterior y de ocho arquillos decoradas con motivos florales. Los capiteles
representan la escena de Sansón y el león en uno, y en el otro, hojas de acanto acabadas en
bola.
5.3 - San Martín de Frómista
La iglesia de San Martín de Frómista está considerada como monumento en el
románico hispano, coincidente en el tiempo y en el tipo constructivo con las edificaciones del
territorio jaquense. Es uno de los monumentos más destacados del románico pleno hispánico
por: la temprana fecha de su construcción, destacado papel en la configuración y definición de
este estilo en la zona castellana, así como origen y formación de la escultura monumental a
fines del siglo XI.
Frómista está enclavada en un cruce de caminos inmejorable, ruta principal del
Camino de Santiago y ruta de los viajeros procedentes del País Vasco y Cantabria, por lo que
recibió las mayores influencias en el momento de expandirse el románico en Castilla y León.
Coetaneo con Jaca, San Isidoro de León, Santiago de Compostela y el sur de Francia.
Estrechamente relacionada con las influencias de Cluny, como son los monasterios de San
Isidoro de Dueñas y San Zoilo de Carrión.
El monasterio, del que nos queda hoy esta iglesia, fue fundado por Doña Mayor,
condesa de Castilla, viuda de Sancho III el Mayor de Navarra, hacia 1066. Fue declarado
Monumento Nacional en 1894.
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La restauración, llevada a cabo bajo la dirección del arquitecto D. Manuel Aníbal en
1900-1904, consiguió que hoy podamos admirar esta maravilla, en la que se respetaron todos
los elementos existentes y los que hubo de reproducirse de nueva fábrica, manteniendo la
forma y la estética. La perfección conseguida en su conjunto y en cada una de sus partes y el
equilibrio existente entre lo arquitectónico y la ornamentación escultórica, ha supuesto
calificarlo como arquetipo de organización y expresión de la arquitectura románica.
Arquitectónicamente esta iglesia se caracteriza por sus cuidadas proporciones, el
equilibrio entre las líneas horizontales de sus naves y el impulso vertical de los ábsides y las
torres del hastial y del crucero.
La planta es de tres naves y el crucero, la nave central más ancha y más alta que las
otras dos. En la nave los pilares son cuadrados y acodillados en el crucero y todos ellos con
medias columnas a cada lado adosadas. Los responsiones de las naves laterales se
corresponden con los contrafuertes exteriores.
Toda la cubrición está resuelta con bóveda de cañón soportada por perpiaños. Los
arcos son de medio punto, dobles los del crucero y los de separación entre naves. Los arcos
del crucero son torales y por encima de ellos se ha colocado una línea de imposta ajedrezada
de donde arrancan los ventanales del cimborio y las trompas para el tambor octogonal
Forman la cabecera de las naves tres ábsides circulares con grandes ventanas,
decoradas en el exterior con dos columnas y arquivoltas de bocel doblado y guarnecida con
tacos y al interior con solo el derrame y arco doblado, sin impostas. Por fuera, guardapolvo
de ajedrezado jaques que continúa con moldura del mismo tema a la altura de los ábacos
recorriendo el muro. Otra moldura ajedrezada paralela a la anterior, corre por los muros a
nivel del alfeizar de los ventanales. Al exterior, entremedias de las ventanas, hay columnas
sobre altos pedestales semicilíndricos, que llegan hasta el alero del tejado, y que se apoyan en
modillones de muy rica y variada decoración. Las cornisas en todo el edificio son de tacos. En
el interior el ábside central conserva un Cristo del siglo XIII.
El crucero sin sobresalir en planta, con las mismas dimensiones de ancho y alto que la
nave principal y con cúpula en su centro. El cimborio del crucero está hecho sobre trompas
abocinadas y tambor octogonal levantado sobre base cuadrada. La linterna tiene enorme
semejanza con el estilo bizantino con cuatro ventanales alineados con las naves y otros cuatro
más estrechos en las esquinas
Bellísimos y variados son los canecillos, semejantes a gárgolas, de toda la iglesia con
bustos humanos, lobos, patos, carneros, rollos, figuras humanas. Han servido de ejemplo para
otras construcciones del románico palentino. La decoración semejante a Jaca se aprecia
también en los cimacios de roleos, palmetas, bolas, perros mordiendo cabezas de lobo y las
molduras nacelas entre filetes, “caso único, tal vez, en lo español de entonces”.
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Fachada principal iglesia de Frómista
Fachada norte iglesia de Frómista
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Es proverbial y variadísima la riqueza de capiteles, de cada una de las caras de las
columnas, con temas tanto iconográficos como decorativos de mucha libertad y magnífica
inspiración. En la cabecera abundan los motivos con origen en Jaca: muñones anillados,
ramaje en ondas, hojas largas, monos en cuclillas, hombre mordido por serpiente, jóvenes
abrazándose, etc. En el resto hay repetición de los anteriores y los muy originales: mujer con
serpientes en los pechos, parejas de leones con una sola cabeza, aves picando a culebras,
hombre alanceando a otro, obispos bendiciendo, representaciones: del oso y la colmena, la
zorra y el cuervo, Adán y Eva, Adoración de los Magos, etc.
Las portadas sobresalen del muro y se protegen con tejadillo soportado por canecillos,
solamente de una parece puede garantizarse su antigüedad, la de la fachada norte, la del sur se
modificó en la restauración. Se componen de tres arcadas, la central formada por arquivolta de
baquetón que se apoya en columnas con capiteles decorados, el izquierdo con dos personajes
sedentes, uno femenino, representando seguramente la lujuria y otro con una bolsa colgada
del cuello, que generalmente representa la avaricia, colocados entre ellos tres cabezas de
demonios; el derecho representa personajes montados sobre animales.
Son singulares las dos torres cilíndricas de la fachada principal que recuerdan a las
existentes en los estilos carolingios y otonianos, tienen solamente dos líneas de imposta
ajedrezadas de billetes que marcan el cuerpo superior donde se abren cuatro ventanales con
arcos dobles de medio punto.
5.4 - San Zoilo de Carrión de los Condes
Carrión de los Condes es una villa con mucha antigüedad y mucha historia. Situada en
Tierra de Campos, en la mitad del recorrido del Camino de Santiago que atraviesa la provincia
de Palencia, los hallazgos arqueológicos indican que existía en época prerromana,
seguramente la vaccea llamada Lacóbrica, posteriormente nominada en el Codex Calistinus
como tierra “rica en pan y vino”, en la Edad Media, ya en el año 1522, aparece como Santa
Maria de Carrión. En los mejores años llegó a tener 12.000 habitantes.
Del Monasterio de San Zoilo, hoy convertido en hotel, sabemos que fue ofrecido por
la condesa Teresa, que ordenó su construcción, a Cluny en 1076, que tuvo ,en los siglos X,
XI, y XII, un extraordinario auge al ser residencia preferida de los reyes de la época. Fue
residencia casi permanente de Alfonso VII y su madre doña Urraca.
Se conservan de época románica, posiblemente del siglo XI, restos de la torre, una
ventana y una imposta ajedrezada, y sobre todo el panteón de la fundadora y los sepulcros de
los condes, sus herederos, algunos casados, según parece, con las hijas del Cid.
En el siglo XI el conde Gómez Díaz trasladó desde Córdoba los restos de San Zoilo
envueltos en telas que le regalaron los árabes como presente para proteger las reliquias, estas
telas se consideran patrimonio por su riqueza.
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Hace un siglo el monasterio, regido por jesuitas, se denominó “ La Sorbona de
Campos” por la calidad de la enseñanza que se impartía. Por sus aulas han pasado alumnos
como los escritores Ramón Pérez de Ayala y Ramón Gómez de la Serna
.
5.5 -Santa María del Camino en Carrión de los Condes
Denominada: Santa Maria del Camino, Santa Maria de la Victoria, o Santa Maria de
Carrión, que por los tres nombres aparece en los documentos, sin embargo no se sabe a
ciencia cierta la fecha de su construcción, aunque hay constancia de su utilización por primera
vez en el siglo X, llamándose igual que la ciudad, o al menos como uno de sus barrios. Según
estudios de García Guinea, en comparación de sus estilo, se fijaría el inicio de las obras en la
primera mitad del siglo XII, período de gran tranquilidad política y prosperidad económica.
La iglesia de tres naves, crucero y tres ábsides hoy desaparecidos el central y parte de
el izquierdo, tipológicamente de planta similar a la de Frómista, y con claras influencias
francesas del Languedoc, pilares acodillados, cruciformes, sin columnas, arco toral rebajado,
doble, y fajones que indican una bóveda de medio cañón. La separación de las naves se realiza
por arcos dobles apuntados.
La portada del hastial, hoy cegada, está formada por arco de medio punto con
baquetón y arquivolta de tacos y billetes que apoyan en columnas con capiteles decorados con
leones afrontados en un lado y ave con cabeza femenina en el otro lado.
La portada principal, sobresaliente, afectada por los dos fuertes arbotantes que se
construyeron para sujetar la fachada, se forma por dos columnas a ambos lados con capiteles
iconográficos, que en su conjunto podrían representar el tributo de “las cien doncellas”, entre
jambas prismáticas sin decoración y cinco arcadas abocinadas y decoradas de fuera a adentro
con: la primera forma una imposta de tacos que cobija todo el conjunto; la segunda, figuras de
músicos y ancianos, en total treinta y siete personajes, de difícil interpretación; la tercera,
tacos y vástagos de vid y racimos; la cuarta, baquetón grueso; la quinta forma el arco de
entrada con tacos.
Una imposta decorada con puntas de diamante separa del friso superior con figuras en
alto relieve que representan a los Reyes Magos en tres escenas: ante Herodes, camino de
Belén y adorando al Niño en brazos de la Virgen. Sobre el friso, canecillos que representan
figuras con animales y figuras humanas.
5.6 - Iglesia de Santiago en Carrión
En la actualidad la iglesia conserva de época románica el muro hastial, la portada y la
cabecera de tres ábsides semicirculares, se piensa que formó parte de un convento con
hospital de peregrinos por los restos descubiertos en los alrededores y otras referencias
históricas indirectas. Como otros edificios ha sufrido sucesivas destrucciones y abandonos.
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Lo que más llama la atención es su portada y el friso del apostolado con el
Pantócrator, extraordinaria muestra de la escultura románica española. La portada, abocinada
hacia el interior, está formada por dos arcos de medio punto que se apoyan en jambas y por
una arquivolta central historiada que apoya sobre una columna labrada, con estrías decoradas
y un ángel en la parte superior a cada lado, sobre ellas capiteles con temas simbólicos. Del
muro resalta un arco decorado con motivos vegetales, racimos y hojas, que enmarca el
conjunto.
La arquivolta historiada está formada por veinticuatro dovelas talladas, las de apoyo
del arco con leones acostados y el resto figuras humanas en su mayor parte sedentes que
representan oficios.
Pantócrator del friso de la iglesia de Santiago
El friso escultórico representa a Cristo Majestad o Pantócrator, inscrito en una mandorla, con
los símbolos de los cuatro evangelistas o tretamorfos, acompañandolo. A los lados los
apóstoles, seis en cada uno, enmarcados en doseles trilobulados con inscripciones, apoyados
en columnas con fustes, lisos, con estrías, ondulados o elicoidales, y capiteles vegetales.
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5.7 - Monasterio de Santa Cruz de Ribas
Antiguo convento de la orden Premostratense. Traspasado a los cistercienses se
construyó de estilo tardo-románico y protogótico, situado entre las poblaciones de Ribas de
Campos y Monzón de Campos. Fundado en 1176 a instancias del rey Alfonso VIII de
Castilla.
La iglesia se construyó en el siglo XIII, con reformas en los siglos XIV y XV. Tiene
planta de cruz latina, y consta de tres naves con bóvedas de arcos apuntados y de crucería
gótica. El ábside es poligonal de cinco tramos en los que se abren una ventana en cada uno.
Las portadas son: una formada por tres arquivoltas ojivales y la otra de arco simple de medio
punto.
La sala capitular de planta rectangular con bóvedas así mismo de crucería sostenidas
por cuatro columnas centrales cilíndricas con capiteles con cimacio decorados con motivos
vegetales y zoológicos, típico cisterciense, y algunos con cincelado historiado, sobre todo uno
que representa a dos caballeros con yelmos y lanzas en singular torneo. En las columnas se
apoyan los nervios que forman la bóveda en forma de palma.
Está dentro de una finca particular, lo que no impide una visita, aunque dificultosa por
el desnivel del terreno. Ha sido declarado como Monumento Histórico-Artístico en 1931.
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5.8 - PALENCIA
La ciudad de Palencia es como su catedral, la Bella Desconocida. A pesar de tener
constancia de asentamientos preromanos, y que los celtas ya la denominaban Pallantia. El
lugar lo ocuparon los “vaceos” , cultos, agricolas y bien organizados militarmente. Resto de
romanización es el puente denominado Puentecilla, remodelado en la edad media. Fue villa
de la corte en el siglo VI . El Obispo Raimundo le concedió el fuero ó Carta Municipal el 10
de Mayo de 1180.
Tiene el privilegio de haber tenido la primera Universidad de España, al serle
concedido por Alfonso VIII de Castilla los fueros y el primer Concejo libre, en 1178, y junto
con el obispo Tello Tellez de Meneses fundar la comunidad educativa denominada
Universidad de Palencia que recibió la aprobación del papa Honorio III en 1221.
La catedral de Palencia solo conserva la parte románica de la Cripta de San Antolín y
algunos restos en el ábside y se guardan otros en el museo. En su mayor parte es de estilo
gótico con elementos renacentistas, barrocos y neoclásicos. También hay diversos restos
repartidos por museos de todo el mundo.
5.8.1 - Cripta de San Antolin en la Catedral de Palencia
La Cripta de San Antolín tiene dos leyendas. La primera nos relata como el rey
Wamba trajo, en el año 673, desde Narbona a Palencia las reliquias de San Antolín, martír de
sangre goda, sacrificado en aquella ciudad. Para guardar tan venerables restos, el rey Wamba
acondicionó un edificio romano del que formó parte la estructura que ahora se comtempla.
Puede que aquí estuviese, por entonces, la sede episcopal de la antígua Pallantia.
La segunda leyenda nos relata el descubrimiento por parte de Sancho III de Navarra,
de caza por las cercanías, descansando de las últimas jornadas bélicas. En una de las batídas
persiguió a un jabalí hasta un subterráneo boscoso, al entrar y tensar el arco notó que se
quedaba sin fuerza, se extrañó mucho y cuando su vista se acostumbró a la penumbra vio que
los perros estaban al lado del jabalí como protegeíndolo. Pensando en algo extraordinario,
volvió con antorchas, reconociendo que el subterráneo era una vieja iglesia y que allí estaban
las reliquias del santo. Sancho III reinstauró la diócesis palentina hacia el 1034 y construyó la
parte más amplia de la cripta, utilizando por primera vez en Castilla el estilo románico, con
reminiscencias del prerománico asturiano. La pequeña capilla subterránea se inspira en la
cripta de Santa María de Naranco del siglo IX, y en la Cámara Santa de Oviedo. Esta
construcción ocultó la estructura visigoda que se halló nuevamente en 1905.
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La construcción del siglo XI consta de una nave cubierta con bóveda de cañón de
cuatro tramos sostenida por arcos de medio punto, toda la construcción se reduce a una simple
bóveda de medio cañón que arranca del barquillo. Termina en un ábside semicircular de tres
arcos ciegos. Por el paso, que se abrió en 1905 por el arco central, se accede a la parte
visigoda cuya nave se forma con arcos fajones de medio punto, junto a otros en ligera
herradura. El frente está cerrado con dos columnas de capiteles decorados que sujetan
arquillos, el central de herradura. Los fustes se apoyan en basas parecidos a capiteles dóricos
y los ábacos tallados con aspas de punta de lanza y trazos simétricos en espiral, con dibujos
típicamente visigodos. La función de estas dos columnas no está explicada.
Existe en la cripta un pozo, que pudo servir para abastecer la iglesia y para los cultos
bautismales, cuyo brocal está enriquecido con relieves platerescos, lo mismo que en el acceso,
cuyos muros están cincelados con escenas, platerescas, costeadas por el obispo Fonseca, que
relatan escenas del martirio del santo y del descubrimiento de la cueva por el rey don Sancho
III
Cripta de San Antolín - Palencia
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5.8.2 - Ermita de San Juan Bautista de Villanueva del Río
La ermita de San Juan Bautista es una excelente muestra del románico sencillo. Fue
construida en el siglo XI en la localidad de Villanueva del Río Pisuerga, desaparecida bajo las
aguas cuando se construyó el pantano de Aguilar de Campoo. Se trasladó piedra a piedra y se
levantó en uno de los parques más típicos de la ciudad de Palencia.
El pueblo estuvo situado en uno de los vados principales del río Pisuerga en el
camino de Cervera a Aguilar. Un viejo camino que enlazaba las vías paralelas al cauce del
Pisuerga. Un puente medieval ( no romano), se conserva aún a pocos metros de donde
estaba la iglesia. Esta conserva en sus sillares las marcas de canteros como muchas de las
que vemos en otras iglesias palentinas. La primera datación, que se conserva, es de 1039.
La iglesia es de proporciones pequeñas pero muy bellas y muy bien relacionada en
líneas arquitectónicas, lo que hacen de ella uno de los monumentos más armónicos del
románico palentino. Además, exceptuando la reforma del campanario, primitivamente
espadaña, se conserva sin añadidos que lo afeen y corrijan. Por ello podemos tomarla como
ejemplo de lo que han debido ser la mayoría de las pequeñas iglesias de una sola nave. Es,
junto a la ermita de Santa Eulalia de Barrio de Santa María, una de las pervivencias más
gratas de la arquitectura del siglo XII en la región.
La portada, formada por seis arquivoltas, convergentes hacia el interior, apoyan
sobre columnas con sus correspondientes capiteles en los arcos pares y apoyando en el
propio muro los impares, pues las columnas de estos son entregas formadas en los mismos
sillares.
La primera arquivolta se forma con molduras, la más exterior con puntas de
diamante, media caña con bolas, bocel fuerte, y otra media caña con bolas. La segunda tiene
las siguientes molduras: una recta decorada con círculos tangentes, media caña con bolas,
puntas de diamante pequeñas, otra media caña muy pequeña y elipses tangentes. La tercera
es un bocel entre dos medias cañas con bolas. La cuarta, en puntas de diamante y medias
cañas con bolas. La quinta, semejante a la tercera. La sexta, de bocel y puntas de diamante.
El conjunto es muy bello y variado en arco bastante apuntado. Los capiteles son todos
semejantes con hojas esquemáticas y piñas o espirales en las esquinas y en el centro, un
collarino muy delgado y basas con boceles.
Llama la atención en el exterior el sistema constructivo de los contrafuertes que
separan el ábside y que, en el interior, refuerzan el arco toral, normalmente prismático, aquí
se refuerza con otra arista en la parte en la que se apoya el tramo recto del ábside.
En el paño sur se abre un bello y extraño ventanal formado por dos cuerpos: uno
exterior, arquitrabado, de sillar apoyado en ménsulas o canecillos de rollos, y otro interior de
arco semicircular de tres dovelas apoyado en columnas de capiteles y cimacios decorados.
Los capiteles representan: uno la escena de la mujer en cuyos senos se alimentan dos
serpientes. Seguramente simbolice la lujuria. El otro es floral, en la parte superior una rueda
de hojas entrelazadas y, a partir de ellas, arcos concéntricos de extrañas plantas. Los
cimacios de ambos capiteles llevan vástagos vegetales formando círculos.
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El ábside, muy bello de líneas, con contrafuertes que no sobrepasan la altura de las
ventanas, terminan en tres escalones, y ambos están atados por las dos impostas, una de
caveto y la inferior de billetes y rombos, que recorren toda la cabecera de la iglesia.
La ventana absidal es de medio punto y tiene dos arquivoltas envueltas ambas por la
moldura de caveto. La arquivolta exterior se compone de doce dovelas que lleva tallada cada
una un arco semicircular peraltado, cuyo extradós lleva motivos variados: bolas, zig-zag,
billetes, palmetas en círculos. El capitel derecho representa la tentación de Adán y Eva
sentados uno a cada lado del árbol del bien y del mal. Es el momento en el que la mujer va a
arrancar la manzana del árbol en cuyo tronco hay enroscado un animal fantástico de patas de
carnívoro y cola de serpiente. En el capitel izquierdo solo aparecen dos aves afrontadas.
La cornisa volada, soportada por canecillos de proa de nave. Llevan figuras los
correspondientes al ábside. Destacan la representación de un hombre con vestidos talares y
las manos juntas sobre el pecho; una figura sentada que parece tocar un instrumento; una
cruz aspada; cabeza y patas de animal no reconocible; un conejo; un ángel; etc.
El interior se conserva casi íntegro. A lo largo hay un banquillo, de unos treinta
centímetros de alto y los mismos de ancho, donde se apoyan soportes y columnas.
La bóveda de la nave es de cañón apuntado con dos arcos fajones que se apoyan uno
de ellos en pilastras y el otro en medias columnas. El arco toral está formado por medias
columnas sobre pilastras, creando un arco doblado también apuntado. El ábside se cubre con
cascarón.
El presbiterio, en el interior, es lo más interesante de la iglesia. Los muros se decoran
con bellas arquerías dobles; la del evangelio, con arcos trilobulados muy apuntados; la de la
epístola de medio punto muy perfecto. Las dos apoyan sobre capiteles sencillos en las
esquinas y dobles en el centro, con decoraciones extrañas, de significado confuso, aves,
hojas alargadas, en el tercer capitel dos figuras con los brazos extendidos, muy
indeterminado todo. El arco toral apoya en capiteles lisos sin decoración. Los capiteles del
coro, iguales, con una figura con las manos juntas sobre el pecho.
Ermita de San Juan - Trasladada de Villanueva del Río a Palencia
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5.9 - San Juan de Baños
Es anterior a la época que nos ocupa, pero no me resisto a mencionar esta venerable
basílica, que es tal vez el templo, de los que se conservan, más antiguo de España. Es
sumamente extraordinaria su existencia después de tantos años y aconteceres de los que se
ha salvado. Su contemplación es un privilegio. Situado en la localidad de Baños de Cerrato,
a doce kilómetros de Palencia.
En una pequeña hondonada brota una fuente copiosa, cuyo uso se remonta a la época
romana. La fuente conserva fama de salutífera y posiblemente para cristianizar su uso, se
santificó el lugar dedicándoselo a San Juan Bautista.
Cuenta la historia que Recesvinto, al regreso de una expedición guerrera contra
rebeldes del norte, se detuvo allí aquejado por un fuerte cólico nefrítico. Al beber el agua del
manantial notó un gran alivio por lo que agradecido ordenó levantar una iglesia que ha
llegado hasta nuestros días Está documentado en una placa de piedra sujeta al muro por
encima del arco triunfal en el interior del edificio que tiene grabado : Precursor del Señor,
Mártir, Bautista Juan, posee el eterno don esta basílica a Ti construida; la cual devoto
yo, Recesvinto Rey, yo mismo amador de tu nombre, te he dedicado, erigiéndola y
dotándola a expensas mías y dentro del territorio de mi propia heredad, en la era
seiscientos noventa y nueve, año decimocuarto de mi glorioso correinado. Esta fecha
debe corresponder al año 652 o al 661.
El edificio se forma por una nave central que sobresale en altura a las dos laterales.
La cabecera se cierra por un muro con recios contrafuertes en las esquinas. En la fachada del
pié, se alza un pórtico más bajo, casi cuadrado, y sobre el una espadaña construida en una
restauración del siglo XIX. La puerta está formada por trece dovelas en arco de herradura,
las dovelas tienen en la parte más ancha un friso continuo de florones de cuatro pétalos que
se combinan dibujando círculos secantes. La clave tiene grabada, en alto relieve, una cruz
griega patada con perlas en los vértices. La ventana del ábside sobre impostas decoradas con
entrelazos y círculos tangentes. Destaca de ella la celosía pétrea, muy restaurada, en la que
se han trazado calados geométricos, semicírculos, triángulos, y una estilización de venera en
la parte alta, toda ella limitada por un sogueado que la envuelve.
En el interior tenemos dos series de arcadas con cuatro huecos de herradura cada una
que forman la nave central, la altura de este cerramiento es el doble que la anchura, lo que
produce armonía en la construcción. Las columnas, de fustes cilíndricos de una sola pieza,
tallados en mármoles, blancos o veteados con capiteles corintios. El ábside central es
abovedado con medio cañón sobrepasado. A el se accede por un gran arco, triunfal, de
herradura sobre el que se ha grabado también una cruz patada. Encima está la placa con la
inscripción de la fundación, sujeta con cuatro prismas pétreos adornados con ruedas solares,
conchas, águilas y otros motivos.
La nave mayor se ilumina con ventanas, bastante abocinadas, abiertas en la vertical
de las claves de cada uno de los arcos de separación con las naves laterales. Los techos son
de madera, repuestos en numerosas ocasiones.
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San Juan Bautista - Iglesia Visigoda - Baños de Cerrato
5.10 - San Isidoro de Dueñas
El monasterio de San Isidoro de Dueñas tiene su origen en época visigoda. La
invasión árabe la destruyó y fue repoblado en el 833. Durante el reinado de Alfonso III de
León en el año 899, y en el 911 siendo rey de León García se confirma la donación a los
monjes. Se conoce un privilegio de Fernando I en 1053 y se incorpora a Cluny reinando
Alfonso VI, entre 1060 - 1075.
Se cree que en esta fecha se levantó la iglesia con planta semejante a Frómista.
Iglesia de tres naves con crucero y tres ábsides. A finales del siglo XII o principios del XII la
cabecera y el crucero sufrirían una renovación absoluta. “Refuerzan los pilares y los rehacen,
voltean arcos apuntados con doble arquivolta y se levanta en el crucero un esbelto cimborio
ochavado con trompas, cabalgando fuera por el campanario típicamente benedictino”.
La reforma realizada entre 1592 y 1664, después del incendio del monasterio, tapa y
destroza las antiguas construcciones.
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Solamente se conservan del edificio románico la fachada románica de la iglesia y una
antiquísima torre defensiva llena de remiendos y la puerta del hastial. Los capiteles de la
portada, dos a cada lado, tienen cimacios parecidos a los de Frómista, Silos, etc, con
palmetas, entrelazos, etc.. Los capiteles interiores de hojas terminadas en bolas y uno
iconográfico con la mujer y las serpientes en los pechos, se emparenta directamente con las
decoraciones tradicionales del románico hispano.
A unos doscientos metros del monasterio existen unas ruinas, Villa Posídica, donde
se han encontrado restos de una villa romana entre los que hay preciosos mosaicos y que
parece perteneció al emperador romano Teodosio.
Detalle de capitel de la puerta - San Isidoro de Dueñas.
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5.11 - VALLADOLID
Es mucho, renovado, enriquecido e importantísimo el conjunto monumental de la
ciudad de Valladolid. Del románico se han conservado: parte de la singular iglesia de Santa
María de La Antigua, parte de las estructuras de la colegiata Mayor y la tardo-románica
torre de San Martín. Es importante señalar, aunque no se trate en este resumen, la existencia
del gran puente románico que es el que se llama “puente mayor”, construido en tiempos
del considerado fundador de la ciudad D. Pedro Ansúrez, en el siglo XI.
5.11.1 - Santa María de la Antigua
Santa María de la Antigua, de construcción románica, sufrió en el siglo XIV (hacia
1350) una reconstrucción total, lo que convirtió el templo en un edificio gótico. Del
románico “lombardo” original se salvó, de la reforma, la esbelta torre-campanario, una de las
más hermosas de Castilla y León. De planta cuadrada y cuatro pisos separados por impostas
de ajedrez, tiene ventanas en los tres pisos superiores, con arcos de medio punto con
molduras ajedrezadas, columnas parte luz, y columnas exteriores, con capiteles decorados
con temas vegetales o geométricos, similares a las de los arcos de la galería porticada. Las
esquinas de la torre se han decorado con columnas, similares a las otras, que realzan la
estética plástica del conjunto. La cubierta pertenece a la rehabilitación del siglo XX.
También se salvó de la reconstrucción, adosada al muro norte de las naves, una
galería de catorce pórticos divididos en tres tramos de: cinco, cinco y cuatro arcos ,
separados por salientes contrafuertes de tipo cisterciense. Los arcos son de moldura sencilla,
con guardapolvo en puntas de diamante, que se apoyan en columnas de triple fuste, soldadas
entre sí, con capiteles cuya decoración no se aprecia. La cornisa que cierra la pared de la
galería se apoya en canecillos lisos.
El templo, formado por tres naves de dos tramos, fue reconstruido totalmente hacia
1350, y posteriormente rehabilitado en los principios del siglo XX. La reconstrucción y la
rehabilitación han conseguido un hermoso edificio, pero, para el tema que nos ocupa, es
neogótico.
5.11.2 - Colegiata de Santa María la Mayor
Permanecen diversos vestigios de lo que fue este edificio, desmantelado para
construir en sus solares la inacaba catedral herreriana, según decisiones del rey Felipe II.
Tiene sus orígenes con el conde Ansúrez, fue ampliada en varios momentos y tuvo
una importante reconstrucción en el siglo XIII. De la primera época permanece la parte
inferior de la torre y un cuerpo de ventanales con columnas de hojas e impostas de tacos
ajedrezados.
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5.11.3 - San Martín de Valladolid
De la primitiva iglesia románica solamente se conserva la torre, de planta cuadrada,
esbelta y parecida a la de la Antigua. Cuatro pisos con ventanales en los tres superiores, pero
estos de arco apuntado, con inclusión de tracerías los del primer piso, lo que señala la
influencia gótica. Las impostas que recorren el perímetro de la torre a diferentes alturas son
de tacos en ajedrez. Las columnas laterales y los parteluces de los ventanales y las de las
esquinas contribuyen a la decoración y enriquecimiento de la estructura.
En 1588 se demolió la primitiva iglesia, y se reconstruyó con proyecto del arquitecto
Diego de Praves, en una sola nave, con capillas hornacinas, entre pilares decorados con
pilastras tipo toscano; la cubierta en bóveda de medio cañon sobre fajones.
5.12 - Monasterio de Matallana en Villalba de los Alcores
Este monasterio cisterciense fue fundado por don Tello Pérez Meneses y su esposa
doña Gotroda tras donación del rey Alfonso VIII de Castilla en los finales del siglo XII,
puede que en 1173, dedicándolo a Santa María. Anteriormente el monasterio había
pertenecido a la Orden Hospitalaria de quienes lo adquiere el rey, y puede que hubiera sido
fundado por San Froilán en el siglo IX
Varias décadas más tarde, en el siglo XIV, la esposa de Fernando III, la reina Beatriz
de Suavia costeó las obras del templo, que debió ser grandioso, siguiendo el modelo del
Monasterio de Las Huelgas Reales de Burgos. La construcción del templo fue continuado
por doña Berenguela en 1235.
Quedan restos de los cimientos y arranques de pilares de la iglesia, hasta dos metros
de altura. Los distintos abatares de la historia, periodos de apogeo y otros en declive y por
fin la desamortización del siglo XIX, con la exclaustración de los monjes, lograron la ruina
total de los edificios.
Esta ruina se vio culminada durante la construcción del ramal correspondiente al
Canal de Campos, época en la que los sillares se desmontaron y emplearon en las
construcciones de piedra de dicho Canal. Las tumbas de los fundadores D. Tello y su esposa,
doña Gotroda, de piedra labrada, están ahora en el Museo Arqueológico de Cataluña
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Ruinas Monasterio de Matallana.
Sala Capitular Monasterio de la Santa Espina.
Claustro Monasterio de la Santa Espina.
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5.13 - Monasterio de la Santa Espina
Este monasterio del cual se conservan la sacristía, la biblioteca y la sala capitular,
tiene sus orígenes en el año 1147 con la llegada de los monjes cistercienses, a petición de
doña Sancha de Castilla, hija de Ramón de Borgoña y de doña Urraca. Los monjes
permanecieron en el lugar hasta la Desamortización de Mendizábal. Después de cincuenta
años de abandono, en 1886, se establecieron allí los frailes de La Salle, por acuerdo con la
marquesa de Valderas, para la instalación de una escuela de capacitación agrícola que aún
perdura, aunque dependiendo, en estas fechas, de la Junta de Castilla y León.
La parte más antigua, románica, es ya del siglo XIII. De esta época se conserva el
cuerpo de la iglesia, destaca por sus grandes dimensiones y tipología borgoñona, de tres
naves de seis tramos cada una, separadas por pilares cruciformes que se asientan sobre
grandes zócalos octogonales. Sobre los zócalos un plinto superior que acoge las basas de las
medias columnas de los cuatro lados del pilar. La cabecera fue remodelada en estilo gótico.
Las naves, de arcos formeros, apuntados doblados y rectangulares y crucería simple con
abovedamiento.
La puerta que comunica la iglesia y el claustro, está formada por arcos de medio
punto, con cuatro arquivoltas aboceladas, decoradas con sencillos baquetones superpuestos
con golas intermedias, apoyados en pares de pilastras cilíndricas, acodilladas y capiteles y
basas también lisos.
La sala capitular rectangular en planta, está formada por tres naves de tres tramos
cada una, la techan nueve bóvedas de crucería simple, cuyos nervios y arcos arrancan como
ramas de palmeras de cuatro columnas centrales, exentas, de fustes cortos sobre los que
apoyan los arcos y los finos nervios de sus bóvedas, y en la otra parte en columnas adosadas
a los muros asentadas sobre un banco de piedra perimetral, y en los ángulos por columnas
acodilladas. Las ventanas se componen de un cuerpo central de dos arcos de medio punto
sobre columnas y capiteles, y al exterior sobre ellas, ocupando todo el grueso del muro,
abocinados, arcos apuntados rectangulares, lisos, sobre columnas y capiteles , también lisos.
La puerta de acceso a la sala es también de arcos apuntados con moldura lisa, apoyada sobre
pilares que se apoyan en basas lisas y capiteles lisos.
El acceso a la sala capitular se realiza a través de una portada apuntada con cuatro
arquivoltas de simples baquetones entre escocias. En el interior, triple arquivolta, dos sobre
columnas y una sobre jamba. Los apoyos los constituyen enormes pilares compuestos por
haz de columnas con basas y cimacios lisos. Los vanos abiertos a los lados de este acceso
son del mismo tipo constructivo y descansan sobre columnas pareadas.
5.14 - Ermita de la Anunciada de Urueña
La villa de Urueña al borde de los páramos de los Montes Torozos, es un claro
ejemplo de villa castellana fortificada. El casco urbano está encerrado dentro de un recinto
amurallado muy bien conservado del siglo XII.
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El templo, que hoy se denomina de La Anunciada, había sido primitivamente iglesia
monástica conocido como de San Pedro y San Pablo de Cubillas, según documentación del
año 945. En esta época se supone existía una comunidad mozárabe, por los arcos formeros
en forma de herradura, y que pudieron ser reaprovechados. A finales del siglo XI, la infanta
Doña Sancha decide la reconstrucción de la iglesia, cuyo estilo corresponde al primer
románico, con ornamentación lombarda, se cree que por influencia de estar casada la infanta
Doña María con Don Armengol V, conde de Urgel. Este templo y el de San Pelayo de
Perazancas son las únicas manifestaciones del románico lombardo en Castilla y León.
Posee planta basilical de 16 m de longitud por 14,5 m de ancho, de tres naves, la
central más ancha y alta que las laterales, trasepto, tres ábsides circulares y cimborio
octogonal.
Está construida en sillarejo de piedra del páramo, muy porosa. Los muros sin
contrafuertes, por lo que son muy gruesos. Los paramentos exteriores se articulan con
lesenas y arquillos ciegos característicos del románico lombardo. Dos sencillas ventanas en
ambos muros dan luz a la nave central. Las naves laterales también tienen su ventana igual
que las del transepto centradas en cada uno de los hastiales. El cimborio tiene cuatro
ventanas, una en cada lado del cuadrado. En el hastial de poniente está la puerta, sencilla, de
arco de medio punto, y se remata este hastial con espadaña añadida en el siglo XVII.
Las tres naves abovedadas con medio cañón reforzadas por arcos fajones, de
herradura, separados por pilares cruciformes con imposta de perfil recto en el apoyo del
arco. En los ábsides bóvedas de horno. El cimborio, inicialmente cuadrado, se transforma en
octogonal a través de trompas que sirven de apeo a la cúpula semiesférica.
Ermita de la Anunciada, Urueña
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6 - PILAS BAUTISMALES
Son muy abundantes en la zona las pilas bautismales románicas. De ellas podemos
hacer dos grupos:
A) Pilas con decoración geométrica o vegetal.
B) Pilas con temas iconográficos.
A) Tienen variación de motivos: cuadrifolios dentro de círculos (Revilla de Santullán);
cruces dentro de círculos y alternando con hojas y flores (Brañosera); flores en greca
(Arenillas de San Pelayo); cruces y rosetas dentro de círculos tangentes y arcos que se cortan
(Boadilla del Camino); entrelazos de vástagos y hojas (Zorita del Páramo); figura con
escoba en una mano, falda corta y motivos geométricos con la inscripción de autor: “Pedro
de Cilla me fizo” (Cillamayor). Etc.
B) Las iconográficas también son variadas, destacando:
La pila de Colmenares, de 90 cm de alto por 130 cm de diámetro, lleva en el borde
decoración de tejas. Desarrolla en la superficie tres escenas: Las tres Marías en el Sepulcro;
la Resurreción de Lázaro; y un bautismo por inmersión; todo de talla muy resaltada y de
poca técnica.
La pila de Calahorra de Boedo tiene un estilo más experimentado y talla más fina y
cuidadosa y pacientemente ejecutada. Están representadas: la escena de las tres marías en el
Sepulcro; Cristo sacando las almas del Limbo de los Justos, empuñando un bastón acabado
en cruz con la mano derecha y con la izquierda dando la mano a Adán, Eva está representada
por un cuerpo desnudo que contempla la escena y otras figuras que esperan impacientes el
rescate. Un grupo de demonios desespera al verse incapaces de impedir este acto.
La pila de Guardo de difícil descripción del significado de las tallas. La pila de
Moarves con escenas de Cristo en Majestad con los apóstoles. La pila de Osorno con escenas
bajo arcos de medio punto de Sansón y el león y Daniel entre los leones, monstruos
afrontados y el centauro con el arco.
La pila de Cembreros muy sencilla, de una sola pieza incluidas basa y pila. La pila de
Renedo de Valdavia con arcos seguidos, decoraciones vegetales, figuras separadas por
columnas que forman escenas: de los Reyes Magos a caballo adorando al Niño, figura de
guerrero en pié, con escudo y lanza, luchando con un dragón, y obispo orando. La pila de
Valcovero similar a la anterior, con la figura de la Virgen sedente con el Niño en brazos en
un cuadro y al lado en otro cuadro San José con bastón
.
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7 - PINTURA
Escasamente estudiada, según Gudiol se la relaciona con escuelas francesas,
independientemente de reflejar conexiones con León, sobre todo por la coincidencia del
mensuario, que no del estilo.
.
Santa Eulalia de Barrio de Santa Maria
La muy reciente restauración de los frescos ha permitido, además de revisar la fecha
de ejecución, fijándola en el siglo XII, una lectura de lo conservado, al igual que lo confirma
su estructura y sobre todo los muy señalados detalles escultóricos. Edificio sencillo de planta
rectangular con ábside semicircular, y la cubierta en bóveda con arcos fajones.
Se compone de los siguientes fragmentos: Maiestas Dómini de la que apenas se
aprecian el rostro, manos bendiciendo y con la esfera del mundo, trono, pies y mandorla
flanqueada por tretramorfos, en el ábside; el arco, el tambor y las orlas que dividen las
escenas, se tapizan de “escaques” que coinciden con la sillería en los que hay cruces,
cuarteles y una imposta taqueada. En el presbiterio, en el derrame de la bóveda, restan los
seis apóstoles del lado meridional.
El mayor interés iconográfico está en los muros de este presbiterio donde hay una
extensa y detallada narración del Juicio Final. En el lado norte: en una parte, entrada al
Paraíso y al Jardín de este, donde los ángeles llevan a las almas de los difuntos representados
por niños desnudos y en la parte baja el pesaje de las almas con la clásica representación de
San Miguel pesando las almas y apartando al demonio que quiere desequilibrar la balanza y
la entrada de los justos al Seno de Abraham. En el otro lado los castigos del infierno, en lo
alto un gran diablo sujeta un alma que se abrasa con su bolsa al cuello (avaricia), y otros
cargan con espíritus adultos a los que conducen a una gran caldera. Debajo otros demonios
azotan almas que se abrasan y a otras las empujan a las fauces de Leviatán, representado por
un gran dragón. En las columnas están: en una representado San Pedro con las llaves y en la
otra una figura femenina bajo una rueda, señal del martirio de Santa Catalina.
El lado sur tiene aún impostas de dos registros narrativos, difíciles de distinguir, y un
fuste con la figura de un retorcido dragón que lanza llamas en forma de flor de lis. Los
frescos han perdido consistencia y apenas se aprecian líneas y planos de color.
El conjunto tiene interés por reflejar el paso del romano al gótico en un lugar
apartado de las grandes escuelas.
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San Pelayo de Perazancas
Conserva pinturas murales del siglo XII que avalan su importancia. Pese al deterioro
y fragmentación pueden reconocerse entre los ejemplos de este arte escenas naturalistas y
labores campesinas de su tiempo, sobre todo después de la limpieza efectuada hacia 1958 y
en los últimos años.
En la bóveda está representado el Pantocrátor, del que se puede apreciar su lado
izquierdo, donde sujeta el libro abierto bajo la letra omega. Al lado se adivinan retazos de un
cortejo angélico: uno sujetando la mandorla, otros portando símbolos, y un querubín con
pupilas en las alas y los pies en las ruedas de la visión de Ezequiel.
En el muro, un taqueado de colores, y debajo un friso de apostolado, de los que
restan la mitad completa y señales de tres cabezas que tienen pintado el nombre. Las
ventanas orladas con colores rojos y blancos y motivos vegetales y en otro lado un dragón.
El estucado del ajedrezado de la ventana indica una lejanía en el tiempo entre la
construcción y la reforma a las pinturas. El arco triunfal tiene vestigios en ambos lados, entre
los que destaca un personaje que recibe una visión angélica.
El friso inferior representa escenas agrícolas en un mensuario similar al de León.
Apenas se conservan restos de siete donde se distingue: Un personaje que se calienta en
cuclillas (febrero), la recogida de bellotas? (octubre), la siega (posiblemente julio) la
vendimia (septiembre), el majamiento (agosto) y otro personaje con dos caras (enero?). En la
jamba un obispo con su báculo (Pelayo?) y sobre él un personaje con libro con restos de
leyenda, y otros restos muy difíciles de definir.
Detalles de pinturas en San Pelayo de Perazancas
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8 - CARACTERÍSTICAS DEL ROMANICO A LA VERA DEL CANAL
A la pregunta ¿ Qué tiene de especial y especifico el Románico a la vera del Canal?,
la respuesta debe de ser:
No es definible un carácter propio del Románico en esta comarca, pues los detalles
específicamente regionales son tan escasos, que no destacan una arquitectura románica
diferente.
Son específicas sus espadañas, populares, en ocasiones tan emblemáticas como en
San Salvador de Cantamuda, igual que flechas apuntan su cuerpo pétreo al cielo, y tanto las
hay en las pequeñas construcciones como en los edificios de proporciones más respetables
Es suficientemente conocida la influencia del intercambio con otras tendencias de
todo el románico. En este caso ha estado influido por: el prerrománico, el mozárabe y
después por el gótico, con los que ha compartido en los diferentes momentos el sentir y la
savia artística en las edificaciones.
El hecho de ser esta una región abierta a todo tránsito y relaciones, la ha llenado de
influjos, afinidades y coincidencias que han asentado una concordancia en la edificación de
monumentos en los que han dejado un poco de cada uno de esos influjos, afinidades y
coincidencias.
Le ha influido estar en el camino por el que, desde los puertos de mar, llegaban los
pasajeros del norte, normandos e ingleses. Le ha influido estar en el Camino de Santiago, de
donde le llegaban las corrientes arquitectónicas, en este caso, del centro de Europa. Le ha
influido estar en permanente relación con las regiones limítrofes, Navarra y Aragón. Le ha
influido estar abierta a los emigrantes que procedían del sur, de tierras árabes, en busca de
mejor vida.
Le ha influido comenzar originalmente aprovechando lo existente hasta ese
momento, la inspiración asturiana, y por ello tener el monumento más primitivo del
románico occidental hispánico: la Cripta de San Antolín de Palencia, que se concretará a
continuación en el monumento leonés del pórtico de San Isidoro.
Le ha influido la fortuna de que aún permanezca en pié el que probablemente es el
templo más antiguo de los existentes en España, San Juan de Baños (Palencia), que junto a:
Quintanilla de las Viñas (Burgos) y San Pedro de la Nave (Zamora), son monumentos de una
época anterior, que tenemos el privilegio de poseer en la comunidad castellano-leonesa.
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Le ha influido las corrientes del arte Navarro-Aragonés ordenado erigir por Sancho
III el Mayor y sus descendientes, en las construcciones de: Nogal de las Huertas, próxima a
Carrión de los Condes, San Martín de Frómista, San Isidoro de Dueñas, directamente
relacionados y de similar hechura a lo erigido en Aragón por los descendientes de la misma
dinastía. Tenemos también las corrientes catalanas y lombardas en San Pelayo de
Perazancas.
La influencia Hispano-Francesa llega en los siglos XII y XIII por medio de los
monjes: Santa María de Aguilar, premostratenses; San Andrés del Arroyo, cistercienses;
Santa María de Mave, benedictinos; y así en el resto: Zoríta del Páramo, Santa Cruz de
Ribas, etc.
Le influyó más al sur la pervivencia de las corrientes mozárabes que nos dejaron
ejemplos en: San Cebrian de Mazote y Wamba en la provincia de Valladolid.
Le influyó también la formación de poblaciones, que levantaron en cada municipio
su propia iglesia a imagen y semejanza, aunque más reducidas de tamaño y de economía, de
los monasterios próximos y posiblemente con los mismos artesanos.
Hay tres zonas, en el Románico a la vera del Canal, claramente definidas en lo
geográfico. En la cabecera de su inicio, al norte de Aguilar, gran densidad de templos
rurales, tantos como poblados, mas el propio Aguilar, así como su entorno hasta llegar por el
sur hasta Alar del Rey, (Vallespinoso, Barrio de Santa María, San Pelayo, …) y monasterios
que tienen todo el esplendor de su pasado,(Santa Eufemia, Santa María de Mave, … ),
convertidos en lugares de alojamiento y descanso.
En el eje de la provincia de Palencia el Camino de Santiago fue la entrada del mejor
arte internacional, favorecido por el más influyente en el momento, Cluny, y su continuidad
con las demás ordenes religiosas que difundieron desde el Camino, arte, ideas, religión, otras
gentes, riquezas, … dejando amplia muestra de sus conocimientos.
Al sur del canal se había definido también la cultura románica, influenciada todavía
por los arcaísmos existentes, con los que consiguió una extraordinaria unión. Igualmente la
arquitectura tuvo más influencia del nuevo gótico. Todo ello, lo anterior y la continuación,
ha dejado muestras de su belleza en monumentos como: San Juan de Baños, La cripta de San
Antolín, etc. En fin, todo lo reseñado anteriormente … y lo no reseñado.
Tanto el Románico como el Canal de Castilla son obras admirables realizadas, cada
una en su época, para satisfacer la necesidad de sobrevivir y superar tiempos difíciles.
Hechas con esfuerzo, pocos medios económicos, circunstancias socio-políticas adversas,
pero con una constancia admirable.
El paso del tiempo ha sumado, en ambos, hechos que han menoscabado su integridad
y han transformado la figura inicial, pereciendo por ello parte de su esencia original.
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Es muy de lamentar que ambos han sido sometidos a saqueos y destrucciones desde
todos los elementos sociales, incluso por el estado.
En el Románico desmontando piezas para museos o permitiendo la demolición para
emplear las piedras en otras construcciones.
En el canal transformándolo de navegable a canal de riego y además desmontando
las puertas y maquinarias de las esclusas, privándonos así de poder admirar las
construcciones mecánicas en la hidráulica, de una época incipiente en la construcción
metálica, tan avanzada para aquellos años y medios.
No obstante ha permanecido la columna vertebral:
En el Románico la estructura arquitectónica, y pedazos que nos informan de la
imagen que tuvieron, pudiendo con ello no solo saber como fueron si no también
reestructurarlos, rehacer la figura y devolverles la belleza que tuvieron al principio.
En el Canal la pervivencia del curso de agua, sirviendo hoy para el suministro
doméstico, para el riego y para la navegación turística en diferentes puntos.
Friso de la iglesia de Moarves
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9 - CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO
La Consejería de Cultura y Turísmo de la Junta de Castilla y León, junto con la
Fundación Santa María la Real de Aguilar de Campoo, (también con la fundación Duques de
Soria , de Soria y la Fundación Rei Alfonso Henriques, de Zamora) , ha realizado en los
últimos años una importante aportación, técnica y económica, para conservar el Patrimonio
Románico en la Comunidad.
Los proyectos van encaminados a promocionar el turismo cultural y el gastronómico
y vacacional, promoviendo el conocimiento de los monumentos románicos como algo propio
y culturalmente diferente de la región. Ofreciendo viajes y estancias tanto al mercado
nacional cono al internacional, señaladamente al Europeo, Francia, Italia, y de otras zonas
como Japón, Estados Unidos, …
La Fundación Santa María la Real de Aguilar tiene como motivo y fin la
conservación y restauración de monasterios e iglesias del románico, siguiendo los pasos
iniciados en el año 2000. En el desarrollo de esta actividad involucra a los Ayuntamientos,
clero y particulares de los municipios y provincias donde actúa, creando escuelas taller que
participen en los trabajos, aportando los alumnos su esfuerzo a la vez que aprenden las
nuevas técnicas concernientes a cada oficio del que se trate, construcción, escultura, pintura,
restauración de muebles, … Las primeras escuelas-taller, promovidas por la Asociación
Amigos del Monasterio, restauraron el de Santa María la Real de Aguilar, hoy sede de la
Fundación. A la fecha son multitud las actuaciones de la Fundación en la región de Castilla y
León y también en Cantabria, (Alto Campoo), Asturias, Comunidad de Castilla la Mancha,
…
10 - EL FUTURO
El futuro es:
Continuar con las restauraciones, aplicando las nuevas técnicas, en el estudio de su
estado y en la búsqueda del mejor resultado.
Informar a los jóvenes de la importancia que tiene el Patrimonio y lo sumamente
necesario que es permanecer en la conservación. Instruir a estas nuevas generaciones en los
métodos antiguos y modernos para obtener los mejores logros. Hacerles partícipes y que
adquieran, los que estén interesados, experiencia en las elaboraciones tanto técnicas, para
hacer los mejores estudios y dirección de obras, como manuales y artesanales y así lograr los
mejores y más bellos objetivos.
Promocionar el conocimiento nacional e internacional y lograr que los monumentos
tengan abundantes visitas, que estas consigan satisfacción en el conocimiento del Arte
Románico y en el disfrute a su vera de días inolvidables, en sitios tan extraordinarios como
esos monasterios dedicados al hospedaje, donde disfrutar y relajarse alejados del mundanal
ruido.
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11 - CONCLUSIÓN
La necesidad de la construcción del Canal de Castilla la definió con total realidad el
Marqués de la Ensenada en el discurso de solicitud del proyecto: “No hay en Europa terreno
más seco que el de España y por consecuencia están expuestos sus naturales a padecer
hambres por sus malas cosechas”, también señaló la necesidad de la solidaridad entre las
provincias y regiones: “ni tampoco Reino en que menos se haya ejercitado el arte para
ocurrir a la precisión de socorrer unas provincias a otras”, disponer de vías y medios de
comunicación adecuados: “que haya canales para regar y transportar y que sus caminos
sean cuales deben y pueden ser”, y la necesidad de que para obtener las cosas hay que poner
los medios y debe haber una primera vez “Señor lo que no se comienza no se acaba”,
después hay que seguir.
En la Confederación Hidrográfica del Duero se están llevando a efecto proyectos
para que el Canal sea un medio de turismo y más aplicaciones para el regadío.
Independientemente de que sea un hábito universal, la peregrinación y su
manifestación a los lugares sagrados de las religiones, sean ó no cristianas, producen unos
resultados que permanecen en el tiempo. El Románico tuvo su origen en la manifestación
espiritual expresada en un espacio y un tiempo definidos.
Esta manifestación se tradujo principalmente en la construcción de templos y
monasterios cristianos que cumplían el objetivo de mantener una identidad común entre los
individuos, de hospederías y hospitales para acoger y atender a los viajeros, a la vez que
reactivaba la vida económica de los lugares a los que llegó entre los siglos XI y XII,
mejorando la producción agrícola y ganadera e intensificando las actividades comerciales,
artesanales y la movilidad por las nuevas vías de comunicación, bajo la protección de los
monarcas y nobles navarro-aragoneses y castellano-leoneses y la reforma Cluniacense.
La iniciativa, impulsada por “Peridis”, de la Asociación Amigos del Monasterio de
Aguilar de Campoo, nacida en 1985 por decisión de particulares, transformada en Fundación
Santa María la Real al día de hoy, ha conseguido interesar e involucrar a la Consejería de la
Junta de Castilla y León, lo cual ha facilitado la afirmación y solidez de la Fundación y su
desarrollo.
La Fundación está llevando a buen término rehabilitaciones de edificios románicos,
sin prisa pero sin pausa. Adaptándose al uso de las nuevas tecnologías y nuevos productos
que facilitan la recuperación del Patrimonio.
Si el ánimo no decae, que no decaerá, confiamos que los vaivenes económicos no
paralicen, aunque es de suponer que lo ralentizarán, la enorme labor que los técnicos y
artesanos que forman parte de la Fundación están realizando a favor del Patrimonio. Ello
revertirá en el mantenimiento de los monumentos y restos románicos, para disfrute de las
actuales y siguientes generaciones. Es decir, el futuro es la permanencia.
Las actuaciones de la Fundación con el apoyo de la Consejería de Cultura deben
obtener logros que animen a seguir el camino de mantener lo que aún existe.
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El programa de información, que lleva a cabo la Fundación, pone en conocimiento de
los centros educativos la investigación, la conservación y la promoción del Patrimonio, con
la esperanza de que los alumnos se convertirán en “ciudadanos activos” en la conservación y
recuperación. Así mismo la aplicación de las nuevas tecnologías, que está realizando el
equipo de la Fundación, contribuye a la rehabilitación especializada y la están haciendo
realidad restaurando, por parte de la escuela-taller de Aguilar, el edificio “la Casa del
Puente”.
Tanto el Canal de Castilla como el Románico, en general no solo el castellano,
necesitan como Bien Patrimonial ser atendidos para:
1º - El sostenimiento de las edificaciones.
2º - La utilización de ambos, (Canal y edificios Románicos), para que generen
economía suficiente de manera que concurran obteniendo ingresos para su sostenebilidad,
aprovechando la enseñanza y la practica de los estudiantes en la creación de artesanos que
contribuyan al fortalecimiento y aprovechamiento futuro de lo que hoy existe.
Siguiendo esta lucha es seguro se alcanzará la victoria.
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12 - BIBLIOGRAFIA
CASTILLA EN CANAL
Raúl Guerra Garrido
Ediciones Cálamo 2008
EL CANAL DE CASTILLA
Juan Helguera, Nicolás García Tapia, Fernando Molinero
Edición: Junta de Castilla y León
EL CANAL DE CASTILLA - AGUA Y PIEDRA EN EL PAISAJE
Autores varios
Editorial Edical,S.A.
EL ROMÁNICO - ARQUITECTURA, ESCULTURA, PINTURA
Edición de Rolf Toman
EL ROMÁNICO EN PALENCIA
Autor: Miguel Angel García Guinea
Ediciones Palantia
EL ROMÁNICO EN VALLADOLID
Autor: Vicente Herbosa
Ediciones Lancia
EL ROMÁNICO EN TORNO AL CAMINO DE SANTIAGO
EN CASTILLA Y LEÓN
Autores: Benito Arnáiz Alonso, M. Carmen Rodrigo Mateos
EL ROMÁNICO PALENTINO
Autor: A García Omedes
La Guía Digital del Arte Románico
GRANDES MONASTERIOS DE CASTILLA Y LEÓN
Ernesto Escapa
Edición: Las Guías del Duero - El Mundo
ROMÁNICO DIGITAL
Biblioteca de Santa Maria la Real
Aguilar de Campoo
TURISMO DEL SILENCIO - HOSPEDERÍAS MONÁSTICAS
Autores: Borja Domínguez, María Jesús Melgar
Edición: Las Guías del Duero - El Mundo
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