EXPTE. 8763/14 REGISTRADO EL 20/03/14 A LAS 12.50 HS PROYECTO DE LEY INICIATIVA: Diputados Provinciales Dres. RAÚL OMAR DARIO ALFONZO y AIDA RAQUEL GÓMEZ.- OBJETO: Reforma de la Ley 5507/03 de “Pensión Vitalicia Para Ex Soldados Combatientes en Malvinas” FUNDAMENTOS: Que, en el conflicto bélico suscitado entre la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña, acaecido –como todos sabemos– entre los meses de abril y junio de 1982, han participado numerosos jóvenes argentinos.Todos ellos fueron protagonistas del denominado T.O.M (Teatro de Operaciones Malvinas) y arriesgaron sus vidas con el fin de lograr la legítima reivindicación del pabellón nacional en las islas del Atlántico Sur, perdiendo –en su gran mayoría- la salud (física y mental) y hasta la vida.Es por ello que el pueblo argentino intentó paliar los horrores de la guerra, y sus secuelas, con la concesión de beneficios legislando profusamente, como consecuencia, en el ámbito nacional, provincial y municipal.Es así que en la Provincia de Corrientes se dictaron leyes que concedieron variados reconocimientos a los veteranos de Malvinas, entre los que 1 se pueden contar: el beneficio del privilegio para el acceso a una Vivienda; la posibilidad de ser tenidos en cuenta con preeminencia para ser incorporados a la Administración Pública Provincial, el beneficio del Retiro Voluntario y Anticipado de la misma Administración y, en consonancia con prácticamente la totalidad de las provincias argentinas, el beneficio de una Pensión Vitalicia.En el año 2003, la Legislatura de la Provincia de Corrientes sancionó la Ley 5507 acordando el beneficio de una pensión a los veteranos, cuyo motivo de formulación fue la necesidad de otorgar un reconocimiento a todas aquellas personas, sin hacer distinción alguna, que combatieron en Malvinas. Es decir, al hecho de haber combatido la ley otorga el derecho a la pensión provincial.Pero, lo que en un primer momento pareció ser un real reconocimiento al patriotismo, terminó convirtiéndose en la más dura muestra de desigualdad legal que haya propiciado, aunque quizás involuntariamente, la Provincia de Corrientes, en su acción legislativa, ya que en su artículo 2º -y consecuentemente el 3°- limita su alcance al indicar que sólo los denominados “conscriptos” se encuentran habilitados al “reconocimiento” estipulado por la Provincia, violentando palmariamente el principio de Igualdad, receptado en el art. 16 de la Constitución Nacional.Lo expuesto tiene radical importancia a la hora de determinar las personas beneficiadas toda vez que existe una gran diferencia, en términos de exclusión e inclusión, hablar de ex-combatientes en forma genérica y de combatientes-conscriptos de forma particular, ya que tal distinción gramatical provoca enormes desigualdades que, durante el conflicto bélico, en las horas del horror, no existían.- 2 La actual redacción de la norma deja fuera de su ámbito de cobertura a una gran cantidad de comprovincianos, en razón de que excluye la situación de aquellos que fueron oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas durante Malvinas, todos ellos combatientes, partícipes directos de la historia y que llevan en la carne y en el espíritu las cicatrices de la guerra.La errónea redacción de la norma provoca la trágica circunstancia que, quienes combatieron espalda con espalda, hoy se hallen en un estado total de desigualdad legal, en razón de algo tan insignificante como la agregación -sin fundamento alguno- de la palabra “conscripto” en el cuerpo de la norma de los artículos 2º y 3°.A lo expuesto debe agregarse que del espíritu del legislador, creador de la Ley y su primer intérprete, se desprende que no contempló tal distinción en la elaboración de los considerandos.Se debe dejar en claro que toda norma jurídica es continente de una fracción de la realidad, de manera tal que esa realidad sirva como hecho generador de la consecuencia jurídica que la misma dispone, de forma tal que las personas que se encuentren inmersas en el supuesto de hecho que describe, sean alcanzadas por sus efectos o consecuencias, es decir, en idénticas circunstancias, por idénticas causas, idéntico tratamiento, siendo ello la cristalización del principio de Igualdad ante la Ley.Siguiendo este razonamiento se puede concluir que, de conformidad con los fundamentos y la exposición de motivos, la parcela de realidad contenida por la Ley 5507/03 es únicamente el hecho específico de haber sido combatiente de Malvinas en forma efectiva, asignándole a esa realidad una consecuencia jurídica, por caso la pensión vitalicia. 3 No puede arribarse a conclusión distinta, ya que la argumentación mencionada fue la que permitió al Legislador proponer la disposición de fondos del erario público y fue tenida en cuenta, por el cuerpo para dar curso al proyecto de Ley.Abona lo expuesto el artículo 6to de la propia Ley 5507/03 que determina “CRÉASE a los fines de la aplicación de la presente Ley, un FONDO DE PENSIÓN PARA LOS EX – SOLDADOS COMBATIENTES DE MALVINAS, el mismo se conformará con recursos provenientes de Lotería Correntina y/o con los recursos que se destinen por leyes especiales”. Es claro que el fondo creado se destina para la aplicación de la Ley de Pensión de los ExSoldados Combatientes y no, simplemente, para los conscriptos.Es por ello que la discriminación entre conscriptos y no conscriptos (oficiales y suboficiales) debió también ser fundada, so pena de convertirse en una clara manifestación de arbitrariedad e ilegalidad, como ocurre actualmente.En este punto es necesario destacar que, el concepto de Igualdad ante la Ley, no implica una mera retórica tendiente a consagrar derechos que, en la faz objetiva, dista de cimentarse en hechos reales, sino que –por el contrario- encierra, al calor del paradigma de estado social democrático de derecho, el intento de arribar a una igualdad fáctica en dos planos, por un lado en lo atinente a la aplicación del derecho y por otro en lo referente a la formulación del derecho o contenido de la norma. Debe, necesariamente, haber identidad entre la formulación y la argumentación de ésta.Para determinar cuándo el legislador puede ordenar, prohibir o permitir un tratamiento igual y cuándo uno desigual, se debe aplicar la regla según la cual un tratamiento igual será obligatorio cuando no exista una razón sufi- 4 ciente para la permisión de un tratamiento desigual. Se concluye, por lo tanto, que el Estado estaría facultado a tratar a las personas de modo diferente, siempre y cuando esa diferencia se cimiente en un criterio justificado, porque si el Estado no puede fundamentar el motivo de la diferenciación, entonces la igualdad de tratamiento es obligatoria.Se intenta, entonces, regular de manera uniforme situaciones similares; es decir consiste en la ausencia de discriminación, de privilegios o preferencias.El principio de igualdad, en definitiva, hace referencia a la labor del legislador ordinario impidiendo a éstos la configuración de supuestos normativos distintos para aquellas personas que se encuentran en idéntica situación, circunstancia, status o rol ciudadano y veda, como consecuencia, una interpretación voluntarista o arbitraria de la norma.La reforma de los arts. 2 y 3 de Ley 5507/03 es, por lo tanto, necesaria toda vez que limita, en su parte resolutiva, el beneficio sólo al soldado conscripto, excluyendo a los oficiales y suboficiales de las fuerzas armadas, sin expresión de razón alguna, estableciendo una diferenciación que no han sido tratada ni evaluada en todo el proceso de formación de la norma.Es por ello que afirmamos, categóricamente, que tanto conscriptos como oficiales y suboficiales han estado en el “Teatro de Guerra” y, por cierto, han combatido. Es esclarecedor, al efecto, el Informe Rattenbach que define como “Ex Combatientes de Malvinas” a todo el personal de oficiales, sub oficiales y soldados conscriptos de las Fuerzas Armadas y de Seguridad partícipes en las acciones bélicas llevadas a cabo en la jurisdicción del TOM (Teatro 5 de Operaciones Malvinas) y directamente en la jurisdicción del TOAS (Teatro de Operaciones del Atlántico Sur) (1).A mayor abundamiento, tanto los conscriptos como los oficiales y suboficiales se encontraban al momento del desarrollo de las acciones Bélicas bajo lo que jurídicamente se denomina “estado militar”, condición o estatuto personal que para un individuo resulta de su pertenencia permanente o circunstancial a las Fuerzas Armadas de una Nación. Asimismo, la Ley Nacional 19.101 da una definición normativa en su art. 5, primera parte, al disponer que: “Estado Militar es la situación jurídica que resulta del conjunto de deberes y derechos establecidos por las leyes y reglamentos, para el personal que ocupa un lugar en la jerarquía de las fuerzas armadas”, todo ello en un estado de guerra que es la declaración formal, en el marco de las estipulaciones internacionales, de hostilidades que un país realiza a otro, con reales implicancias en términos de movilización de tropas y planeamientos logísticos y tácticos por parte del comando superior militar.Es decir, todos: oficiales, suboficiales y conscriptos se encontraban en un pie de igualdad, ya que todos revestían el “estado militar” en el marco de un “estado de guerra” y por lo tanto fueron “combatientes” en el conflicto bélico.El Protocolo I Adicional del Convenio de Ginebra del 12 de Agosto de 1949 (ratificado por nuestro país por ley N° 23.379) en su art. 43 define las fuerzas armadas y también define categóricamente al "combatiente". Así, dispone: "1. Las fuerzas armadas de una parte en conflicto se componen de todas las fuerzas, grupos y unidades armados y organizados, colocados bajo un mando 1 Informe Rattenbach., “Antecedentes del Conflicto” – Capitulo III, punto 157.- 6 responsable de la conducta de sus subordinados ante esa parte. 2. Los miembros de las fuerzas armadas de una parte en conflicto (salvo aquellos que formen parte del personal sanitario y religioso a que se refiere el art. 33 del III convenio) son combatientes, es decir, tienen derecho a participar directamente en las hostilidades".En este sentido entendemos que en la faz práctica y en atención a un criterio de economía procedimental, lo conveniente consistiría en la supresión de la palabra “conscripto” en los artículos 2 y 3 de la Ley.Tal solución implicaría el mantenimiento de la norma, lo que conllevaría el respeto irrestricto a sus fundamentos y la intención primaria del legislador, resolviendo de manera sencilla la confrontación de ésta con el principio constitucional de igualdad equiparando, en el plano de los hechos, El reconocimiento al combatiente debe ser otorgado sin cortapisas ya que, sin lugar a dudas, se encuentra contemplada en la ley, en sus fundamentos, en la intención política de los creadores de la norma y descansa en el razonamiento más elemental que guía la conciencia del ciudadano argentino.Es por lo expuesto que solicitamos el acompañamiento de nuestros pares para la sanción de la Reforma de la Ley 5507/03, específicamente la supresión de la palabra “conscripto” de la redacción de los artículos 2° y 3° de la citada norma.- 7 Por ello: EL HONORABLE SENADO Y LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS DE LA PROVINCIA DE CORRIENTES SANCIONAN CON FUERZA DE LEY ARTICULO 1º: Modificase el Artículo 2º de la ley 5507/03, quedando redactado de la siguiente manera: “Corresponderá el presente beneficio a los ex Soldados que participaron del conflicto bélico desarrollado entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 dentro del denominado Teatro de Operaciones Malvinas (T. O. M.), extendiéndose el beneficio a la viuda de los caídos en combate” ARTÍCULO 2º: Modificase el Artículo 3º de la ley 5507/03, quedando redactado de la siguiente manera: “Los citados deberán acreditar su condición de ex Soldado Combatiente de la Guerra de Malvinas según lo prescripto por el Artículo 1º del Decreto Nacional Nº 509/88 reglamentario de la Ley Nº 23.109.” ARTICULO 3º: Suprímase el artículo 10º de la Ley 5507/03, por considerarse su contenido incompatible con los nuevos alcances de la redacción del cuerpo normativo.ARTICULO 4º: De forma.- 8 9