Tánatos y Keramicós. La cerámica funeraria. Jesús Marín García

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La cerámica está íntimamente ligada a la muerte. El barro cocido es TÉGULA
que cubre sepulturas, es URNA cineraria que alberga restos de la cremación, es
TESTIGO gráfico y data vital del difunto, es AJUAR para el largo viaje que se emprende tras la muerte, es la imagen DEVOCIONAL a la que se acoge el finado, es
ARTE funerario y ritual….
TÁNATOS (1) , el dios griego de la muerte dulce, sin violencia; ANUBIS, dios
egipcio funerario con cabeza de perro.
YAVHÉ el dios alfarero, PROMETEO, modelador de hombres, desde la
arcilla, JUNM, el que modela, Egipto,
CERÁMICA, vida… y MUERTE,
fusión de lo material y lo inmaterial.
Detalle de la Creación, de Miguel Ángel, Capilla Sixtina.
Prometeo, el dios Alfarero, modelando al hombre.
Tánatos (Θάνατος), hijo de Érebo y Nicte, personificaba, en la mitología griega, a la muerte sin violencia. Con sus alas acudía a buscar los cuerpos de los que habían fallecido.
Esta hermosa “Krátera de Eufronios”(2),pintor ceramista que firmó la obra, es
una auténtica joya de la historia del arte griego.
Afortunadamente, la cerámica (κεραμικός) es el
testigo fiel, gráfico, indeleble y perdurable del arte
griego que nos ilustra a la perfección esta reflexión
sobre muerte y cerámica.
Llamada así por el alfarero y pintor que la
creó y que la firmó. Está realizada con la
técnica de figuras rojas, en las que las imágenes se dejaban sin pintar, con el color de la
arcilla y el fondo se cubría de barniz negro. T
iene cuarenta y seis centímetros de altura y
setenta y uno de diámetro.Su uso era el de
recipiente para una bebida a base de agua
con vino que solían tomar en las comidas.
Eran vasijas de cuerpo y boca ancha.
Actualmente se encuentra en Italia, tras su
estancia en Metropilitam Museum Art.
Detalle de la krátera de Eufronios. 500 A.C. Figuras rojas sobre fondo negro. Italia.
Lekitos de Hipnos y Tánatos,
atribuido al Pintor de Tánatos,
discípulo del ceramista conocido
como el Pintor de Aquiles, que
representa a Tánatos, barbudo,
junto a su hermano Hipnos, barbilampiño, portando el cuerpo
del difunto. Técnica de engobe.
430-400 A.C. Museo Británico
La mismísima MUERTE pintada en unos vasos de cerámica, lekitos,
(3), que solían utilizarse para conservar los aceites y perfumes
funerarios e incluso para albergar las cenizas. Rito éste, de actualidad en las costumbres funerarias del siglo XXI.
EL BARRO Y LA SEPULTURA
Noviembre…, son días de recuerdos de quienes se fueron y a los que queremos seguir vinculados, de una u otra manera. Lápidas, sepulturas, mausoleos, sarcófagos, tierra, columbarios, urnas funerarias,… nos recuerdan permanentemente, más en este Noviembre, sus nombres, sus vidas y sus muertes.
El barro cocido, vidriado o no, ha sido cómplice del rito funerario a lo largo de la
historia del hombre. El más cercano a nuestra cultura judeo-cristina es, sin duda,
aquel que nos recuerda “... quia pulvis es et in pulverem reverteris “ (Génesis, 3,19).
Pero una de las formas más primitivas la encontramos en los enterramientos en
grandes vasijas, en cuyo interior se depositaba el cadáver para darle sepultura bajo tierra. Este rito ancestral, propio de culturas
prehispánicas y protohistóricas, queda perfectamente reflejado en estos enterramientos de Alicante, descubiertos con motivo de
unos trabajos arqueológicos en el Albir, en el
municipio de Alfaz del Pi (Alicante).
El ánfora y las tinajas, son “vientres de
barro” a dónde volvemos.
Una preciosa canción, versionada en multitud de ocasiones, nos describe esta manera
de ver el último viaje del hombre:
Yo quiero que a mí me entierren
como a mis antepasados,
en el vientre oscuro y fresco
de una vasija de barro.
Alfaz del Pi (Alicante), yacimiento romano
datado entre los siglos IV y V d.C.
Urna funeraria argárica, Edad Bronce. Museo Arqueológico de Granada. 1200 a.c
Arcilla cocida y dura,
alma de verdes collados.
Barro y sangre de mis hombres,
sol de mis antepasados.
De tí nací y a tí vuelvo,
arcilla, vaso de barro.
Con mi muerte yazgo en tí,
en tu polvo enamorado
Ver y oír: Versión musicada de Paco Ibáñez: https://www.youtube.com/watch?v=esQsa24ax7A
Será a partir del uso generalizado del vidriado y de la terracota, cuando
encontramos un uso más artístico e higiénico de la arcilla en el rito funerario. Son
muchos los ejemplos que podemos poner, pero nos vamos a limitar a cuatro muestras
suficientemente ilustrativas:
1. La sepultura de cerámica vidriada en la Iglesia parroquial de Santa Ana
de Sevilla firmada por Niculoso Pisano, lauda de Iñigo López
2. El Mausoleo de terracota en la Iglesia del Omnium Sanctórum de Sevilla.
3. Lápidas vidriadas y azulejos devocionales en cementerios.
4. Urnas cinerarias: ayer y hoy
1.–
Lauda
de
Íñigo
López,
Francisco Niculoso Pisano (1503)
(4)
Realmente bella es la lauda,
(lápida o piedra que se pone sobre la sepultura), a Íñigo López, pintada en
1503 por el ceramista, de origen italiano, FRANCISCO NICULOSO PISANO, que se instaló en Triana a
principios del XVI y fue el introductor de la cerámica plana pintada, la
que utilizaba el azulejo bañado en esmalte a modo de un lienzo.
Se trata de un conjunto cerámico de 32 azulejos polícromos en los
que está dibujado el finado en su
descanso final, vestido elegantemente. Sobre ella podemos ampliar información en
http://www.retabloceramico.net/4680.htm
La lauda es una obra de
enorme calidad, interés artístico e
histórico que hay que restaurar y
preservar de la degradación temporal
y de los usos “caducos” y supersticiosos que le han ido estropeando el
rostro.
2.- En la Iglesia de Omnium Santorum de Sevilla
existe una interesantísima sepultura, en la cabecera
de la nave del evangelio, según la tradición, estuvieron
enterrados los Condes de Aracena, los Srs. SánchezDalp, aunque no sea así en la actualidad.
Las sepulturas están cubiertas con dos esculturas yacentes de terracota, erróneamente atribuidas
a Mercadante de Bretaña ya que murió en 1480 y estas sepulturas se llevaron a cabo hacia mediados del
siglo pasado. Según el Dr. Alfonso Pleguezuelo, hay
que atribuirle las terracotas a algún escultor que trabajara en Sevilla en la mitad del s. XX. y los efigiados
son los Condes de Sánchez Dalp, Miguel Sánchez-Dalp
y Calonge, Diputado a Cortes y Presidente del Ateneo de Sevilla, y su esposa la Excma. Sra. Doña Ángeles Marañón Lavin.
Los Condes contribuyeron a la restauración del templo de Omnium Santorum,
que quedó destruida en la guerra civil (5), y por ello obtuvieron de la Santa Sede el
privilegio de ser sepultados en esta iglesia sevillana.
Detalles de la sepultura del Conde
Detalles de la sepultura de la Condesa
3.– La Cerámica en los Cementerios.Los cementerios españoles, y mas
concretamente los andaluces, aún conservan elementos cerámicos en forma de
lápidas sobre nichos, lápidas sobre sepulturas y retablos devocionales sobre unas
y otras. Los analizaremos por partes.
A) LÁPIDAS.Hemos podido visitar recientemente los cementerios de Sanlúcar la Mayor,
Salteras, Albaida, Dos Hermanas y Sevilla. Así mismo, hemos estado en el Museo Parroquial de la Iglesia de Santa Ana, en Triana. En todos ellos hemos observado cómo
se recurre a la cerámica pintada, estilo pisano, para la rotulación de los nichos y, en
otros casos, a incorporar imágenes devocionales vinculadas a las familias del finado.
Es cierto que la presencia de estos elementos se corresponden con épocas de
esplendor de la industria de la cerámica artística que podemos situar en la segunda
parte de la centuria del XIX y la primera mitad del XX. Antes y después de estas fechas no es frecuente encontrarlas.
Santa Ana.- En los sótanos de la Parroquia de Santa Ana de Sevilla hemos podido
ver lápidas de nichos realizadas mediante una plancha de barro de 20mm de espesor,
de dimensiones en torno a los 50 x 50 cm, con el correspondiente arco superior. Se
resuelven con esmalte blanco de base y una decoración monocroma en azul cobalto o
manganeso, para la decoración de la cenefa y la inscripción de las datas del difunto.
No es frecuente ver otros elementos decorativos en la composición de la lápida, que
por el contrario hemos podido apreciar en cementerios de la zona del Levante
(Alicante y Valencia).
Lápidas de similares características hemos podido observar en la localidad de
Albaida del Aljarafe y en Sanlúcar la Mayor (Iglesia de San Pedro), si bien también
hemos encontrado lápidas compuestas por varios azulejos, en vez de una sola pieza.
Estas últimas son las más recientes y en algunas aparece el nombre del Taller
dónde se pintaron.
En el caso de otros cementerios del Levante, hemos seleccionado una serie de
imágenes de lápidas resueltas artísticamente de manera diferente a las andaluzas.
Se emplean otros pigmentos, otros elementos decorativos y, en uno de los casos, correspondiente al Cementerio de Burriana, se encuentra una lápida que cubre toda una
sepultura a ras de tierra, dónde aparece pintada la esfinge del joven enterrado.
B) Imágenes devocionales en las sepulturas.La colocación de una imagen religiosa, a la que la familia tenga especial devoción,
suele aparecer en el interior de los Panteones Familiares, caso de Dos Hermanas,
donde hemos encontrado retablos de la Virgen del Rocío, de Valme, etc.… En el caso
de Sevilla, hemos localizado diversos retablos devocionales, pero nos han llamado la
atención las sepulturas cubiertas de azulejos policromos, en vez del mármol recurrente.
Dos Hermanas.– Retablos de Alfonso Chaves
Sevilla.– Cementerio San Fernando
Fotografía de galeón.com. Julio Domínguez Arjona
En el caso del cementerio de Salteras, lo más llamativo es la gran cantidad de
pequeños retablos devocionales colocados sobre los nichos. La representación más
extendida es la Virgen de la Oliva, Patrona de la villa. También hay varios firmados
por P.P. Molina.
P.P. Molina
Cerámica Sta. Ana
Alfonso Chaves
Cueto
P.P. Molina
J. Macías
4.– Las Urnas cinerarias
El uso de las urnas para depositar las cenizas provenientes de una incineración
es, en contra de lo que podría parecer, una costumbre funeraria muy antigua utilizada
por las mas diversas culturas.
Hemos encontrado ejemplos singulares en las civilizaciones griegas, romanas,
etruscas, egipcias, mayas, argáricas o tartésicas…
A) En algunos casos, su singularidad
merece un comentario detenido, como el de
la civilización etrusca que conservaban las
cenizas en unas bonitas casas casi de juguete, con gran similitud a la vivienda que
habitaba en vida el difunto. Era de arcilla
cocida y bruñida.
B) Igualmente sucede en la
cultura romana con el uso de los
columbarios en los que se depositaban las urnas conteniendo las
ceniza. Esta recreación es del Museo Arqueológico de la localidad
cordobesa de Montemayor, en
donde aparecen diversas urnas funerarias y el pequeño ajuar que
acompañaba al difunto, incluido los
ungüentos y lucernas.
C) Singular es el caso de la civilización egipcia que utilizaba recipientes con tapas zoomórficas y antropomórficas, con referencia a sus deidades. Se llaman VASOS CANOPOS y abundan en los museos en los que se exponen ajuares funerarios egipcios.
Estos que se muestran están decorados con engobes
D) Las culturas precolombinas depositaban las cenizas en vasijas de barro bruñido y
decorado con tierras coloreadas.
E) Urnas cinerarias hoy
Hoy, en nuestro entorno inmediato, los ritos funerarios están muy condicionados
por la necesidad de espacios en nuestros cementerios y por ello se suele recurrir en
mayor medida a las cremaciones.
Lamentablemente, la dispersión de las cenizas del finado suele tener un destino
no apropiado en aguas públicas, tierras de cultivos o lugares inapropiados para la salud pública. En ocasiones se experimenta con la elaboración de esmaltes a partir de
las cenizas, se depositan las cenizas en nichos (columbarios) que ocupan poco espacio
o se depositan en un columbario común, junto a otros restos rumanos.
Quizás la cerámica actual pudiera adaptarse a estos nuevos usos y crear recipientes de arcilla cocida, decorada artísticamente. Las urnas que existen en el mercado funerario suelen ser sobrias, fría y feas. No hemos encontrado apenas urnas
que sean realmente artísticas. En su gran mayoría son construidas con mármol. Nos
ha llamado la atención sobremanera una urna de cerámica pintada personalizada, realizada por Tierras del Monje, en Sevilla. Una hermosa manera de unir el arte a la
muerte, siguiendo las tradiciones alfareras de nuestra ciudad.
NOTAS AL PIE.1.– Tánatos y Anubis eran dioses de la muerte, griego y egipcio, respectivamente. Tánatos era dios de la muerte
dulce, sin violencia, gemelo de Hipnos, que simbolizaba al Sueño. Ambos eran hijos de Nix, la noche.
Anubis, dios funerario de Egipto, que se representaba con cara de chacal.
2.- Krátera de Eufronios.- Eufronios era un alfarero y pintor de cerámica griega de figuras rojas que vivió a
finales del siglo VI a. C. y en la primera mitad del siglo V a. C. en Atenas. Formó parte de los más célebres artistas de su época, en concreto del grupo pionero, y es conocido por las obras de gran calidad que firmó y que han
llegado hasta nosotros.
Una de las más sobresalientes es la conocida como “KRATERA DE EUFRONIOS”, que en la actualidad se
puede ver en Italia tras un largo litigio con el Museum Metropolitam Art de Nueva York.
Ver: http://loslugarestienenmemoria.blogspot.com.es/2011/12/la-doble-vida-de-la-cratera-de.html
El trabajo de Eufronios es exquisito, los interiores de las figuras rojas (las alas, los cabellos o la anatomía)
están dibujados con gran detallismo y muy finamente y la utilización de los colores es magistral: el rojo en la sangre de Sarpedón o las alas de los gemelos míticos y el negro intenso en los cabellos de Hermes y los soldados.
3.- El Lécito de Hipnos y Tánatos, es un lécito, (griego λήκυθος, lếkythos), vaso antiguo utilizado para almacenar aceite perfumado destinado al cuidado del cuerpo y frecuentemente utilizado como vaso funerario, que fue
elaborado en la Antigua Grecia y que data del año 430 a. C. - 400 a. C.
La cerámica esta totalmente decorada con las pinturas con escenas de la Guerra de Troya, y donde aparecen Hipnos, (en griego Hypnos, ‘sueño’ era la personificación del sueño. Su madre era Nix, la noche, que lo tuvo sin
intervención masculina, aunque en alguna otra tradición su padre fue Érebo. Era hermano gemelo (o hermanastro)
de Tánatos, la muerte no violenta.
No se conoce la autoría del lécito que está decorado con engobe y mide 38.1 cm de alto. Se encuentra en el
Museo Británico
4.– Lauda Iñigo López.– Pintada por Niculoso Pisano en 1503. José Gestoso incluye una referencia en su libro de
los barros Vidriados en el siguiente sentido: “
“ …. se vé representada una figura yacente de varón vestido con ámplia túnica amarilla, birrete azul obscuro, medias verdes y zapatos negros. Por dos aberturas laterales de la sotana, aparecen los brazos cuyas mangas
son de tela morada. Con sus manos cruzadas sobre el pecho sujeta una cruz, y apoya la cabeza en una blanca almohada que ofrece por adorno dos sencillas golpes de lacería morisca, que figuran bordadas en ella, así como un trozo visible de la cenefa rodeara. Una estrecha guardilla compuesta de hojas góticas serpenteantes, rodea la imágen interrumpida en dos partes, en la lateral derecha con el siguiente letrero “esta figura i sepultura es de inigo lopes” y á continuación hay un espacio en que está saltado el esmalte donde debió haber otra palabra ¿ la de
esclavo ? según la tradición."
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