RESTAURACIÓN DE LA CASA O’HIGGINS EN LIMA – PERÚ Daniel Torrealva Dávila Iván Zapata Rojas Pontificia Universidad Católica del Perú, Perú INTRODUCCIÓN El trabajo describe, de manera general, el proceso que se siguió en el proyecto de restauración y adecuación de la edificación denominada la Casa O’Higgins de propiedad de la Pontificia Universidad Católica del Perú, con énfasis en los temas estructurales; proyecto en el cual los autores tuvieron participación en las etapas de proyecto y supervisión de los trabajos ejecutados en casi dos años de duración de la intervención (2006-2008) El Perú en la vida de O’Higgins En uno de los jirones más tradicionales del Centro Histórico de Lima, y a sólo dos cuadras de la Plaza Mayor de la capital peruana, se encuentra ubicada una casona cuya fachada presenta características republicanas aunque en su interior se puede observar ciertos rasgos típicos de la época colonial. Esta casona fue hogar, en su adolescencia y luego en sus últimos años, del libertador chileno Bernardo O’Higgins Riquelme (Chillan, 1778 – Lima, 1842) En el año 1841 y ya en las postrimerías de su vida el libertador chileno Bernardo O’Higgins, pensó reintegrarse a su patria y escribió su Adiós al Perú, diciendo agradecido: “Debo al Perú una deuda de gratitud que la vida más larga no bastaría a recompensarla, … años de la más tranquila y la más feliz época de mi vida…. Un país, en que uniformemente he experimentado no solamente la mayor hospitalidad y cariño, sino también las más fraternales y afectuosas atenciones”. A la muerte del libertador en 1842, fue enterrado en el Museo Cementerio Presbítero Maestro de la ciudad de Lima donde aún se conserva su lápida. En 1868, al momento de devolver los restos a Chile, el Canciller del Perú don José Antonio Barrenechea, dijo a nombre de la patria: “… Felices los hombres que tienen otra patria, que les deba gratitud y los cobije en los días de calamidad, inseparables de la imperfecta grandeza humana. Vuestro Capitán General nos pertenecía, pero él era ante todo, vuestro. Por eso os lo devolvemos. Sin embargo, esas cenizas os dirán que están naturalizadas en el Perú. Ellas son el recuerdo de una gloriosísima unión. Singular destino el del Gran Mariscal O´Higgins: En el poder, en la proscripción y en la tumba sirviendo a la misma causa, a la gran causa de la unión americana” La casa y sus cambios a lo largo de la historia Debido a que a lo largo de su historia Lima ha sufrido terremotos que han destruido parcial o totalmente las edificaciones existentes, es difícil encontrar construcciones que mantengan la totalidad de su originalidad. De los vestigios (calidad de materiales, tipología constructiva, elementos arquitectónicos, etc.) hallados en la Casa O’Higgins, se puede deducir que la construcción original data de fines del siglo XVI o principios del siglo XVII. La Casa habría tenido un solo nivel y constaba de zaguán, tiendas, gran patio, salón, dormitorios y pasadizo al traspatio o caballeriza. La estructura tendría muros de adobe, techos de madera y paja, y cubierta con torta de barro1. El segundo nivel debió haber sido construido, posiblemente, después del terremoto de 1746. El acceso al segundo nivel era por medio de una escalera imperial ubicada en el gran patio que accedía a una galería que distribuía a los ambientes en los que destaca el salón con vista al jirón de La Unión y un gran salón con terraza2. Después del sismo de 1940 y al instalarse el Banco internacional se producen cambios significativos en la arquitectura de la Casa. Se reducen las dimensiones del gran patio, se modifica la escalera imperial, y se demuelen muros divisorios del gran salón para adecuar su uso al Banco. En la década del setenta del siglo pasado, se instala el Museo Josefina Ramos, de la Pontificia Universidad Católica del Perú y ocupa el traspatio, perdiéndose este ambiente abierto. Los ambientes delanteros, con vista al jirón de La Unión, fueron alquilados a tiendas comerciales. En el año 2006 el primer piso de la Casa seguía siendo ocupado por el Museo Josefina Ramos y los ambientes delanteros seguían siendo utilizados como tiendas comerciales. El segundo piso se encontraba desocupado pero, debido al uso como vivienda, se evidenciaba deterioro de la estructura. Descripción del sistema estructural de las casonas del Centro Histórico de Lima Las casonas del Centro Histórico de Lima son edificaciones coloniales y republicanas. Algunas conservan su originalidad y algunas otras muestran una combinación de estilos. Esto debido a las diversas intervenciones que fueran realizadas por a lo largo de la vida útil de las edificaciones por motivos de cambios uso y reparaciones debidas a daños ocasionados, principalmente, por los sismos que han ocurrido en Lima desde la época de sus construcciones. Las casonas del centro de Lima tienen una tipología que se caracteriza por el uso del adobe como unidad de mampostería de los muros portantes, y el uso de la madera en los techos y elementos arquitectónicos. Desde su fundación en 1535 las casonas, de uno o dos pisos de la ciudad, fueron construidas usando al adobe como material principal de construcción. Esto cambia el año 1690 cuando, después del terremoto de ese año, el Virrey Conde de la Monclava obliga a usar algún otro material que sea más liviano que el adobe en el segundo piso de las casonas, para evitar que éstos terminen destruidos después de los eventos sísmicos. Es ahí donde aparece la quincha en la escena constructiva de las construcciones coloniales. 1 2 Levano et al 2006 Ibid La cimen tac ión. Las condiciones de sub-suelo del centro de Lima corresponden a depósitos de grava aluvial de gran espesor con nivel freático profundo3. Estas condiciones de suelo duro, favorecen al desempeño sísmico de las edificaciones ya que las ondas sísmicas no son amplificadas. La cimentación de las casonas esta conformada por piedras de río y con morteros de barro o barro y cal. La profundidad de cimentación varia desde 1.20 m a 1.50 m, buscando el estrato de grava aluvial conocido como “cascajo”. El ancho de la cimentación y sobrecimentación dependen del ancho de los muros y varían desde 0.45 m a 0.85m. La altura de cimentación varia desde 0.40 m a 0.70 m. Es común encontrar sobrecimientos conformados por ladrillo cocido unido con barro o barro con cal. Los muro s. Los muros de los primeros pisos de las casonas son de mampostería de adobe y tienen un espesor que varia desde 0.45 m a 0.85m. Las altura del primer piso es de aproximadamente 4.50 m, teniendo esbelteces promedio de 10 (relación entre la altura del muro y el espesor del muro). Los muros de los segundos pisos de las casonas están conformados por el denominado sistema de “quincha”. La quincha es una estructura compuesta por puntales y arriostres de madera; el espacio entre puntales es rellenado con un tejido de caña brava o carrizo y una capa de barro, para finalmente tener un revestimiento y enlucido de yeso (ver Fig. 1). El espesor de los muros de quincha varia de 0.12 m a 0.16 m, aunque se puede encontrar paneles dobles que suelen llegar a tener 0.30 m de espesor. Entrep iso s y a zotea. Los entrepisos y la azotea están conformados por estructuras de madera que forman techos planos (ver Fig. 1). Generalmente se suele encontrar entramados de vigas y viguetas de madera, de secciones rectangulares, que transmiten las cargas de los piso de madera hacia los muros de adobe que son la estructura portante. En la azotea de las casonas, y sobre el entablado final, es común encontrar la denominada “torta de barro” que es una capa de aproximadamente 0.10 m de tierra colocada como protección contra la humedad ocasionada por la típica garúa limeña. No existe una conexión mecánica de trabazón entre el muro de quincha y el muro de adobe, como pines de madera u otro anclaje similar, habiéndose hallado los muros de quincha simplemente apoyados sobre las cabeceras de los muros de adobe. Tampoco es común encontrar una viga solera sobre la cual lleguen las vigas de los techos, hallándose que las vigas llegan y se apoyan puntual y directamente sobre los muros de adobe. Criterios de intervención Fig. 1. Izquierda: Muro de quincha donde se muestra su estructura conformada por madera, caña brava y barro. Derecha: Techo plano de casona; con vigas, viguetas y entablado de madera. 3 Alva et al. 1994 En el Perú, como en otros países, hay algunos profesionales que no permiten la introducción de nueva arquitectura o nueva tecnología por considerarla inapropiada; mientras que otros profesionales se inclinan por tendencias de reciclaje que esta fuera del campo teórico de restauración. Algunas veces se prima la conservación antes que la restauración manteniendo lo más posible la originalidad. Sin embargo, si ésta tendencia es muy radical, podría poner en riesgo a la misma edificación. Para la restauración y conservación de una casona del Centro Histórico de Lima se debe tener en cuenta que, aunque el uso que se le pretende dar a la edificación luego de la restauración no sea el mismo que tuviera originalmente, se debe proteger, mantener y exhibir al monumento revalorando sus cualidades arquitectónicas. Los criterios de restauración para la intervención de las casonas monumentales son diversos. Tal vez, hoy en día los criterios de intervención como la reversibilidad, la compatibilidad y la mínima intervención; son los que tienen mayor aceptación dentro de la comunidad de profesionales ligados a la restauración peruana. LA CASA O’HIGGINS Descripción y evaluación de la Casa O’Higgins (estado previo a la intervención) La estructura del inmueble es típica de las casas del Centro Histórico de Lima: un primer piso de muros de adobe y un segundo piso de quincha, con entrepisos y techos de madera. Se ha encontrado un cierto número de muros de ladrillo que han reemplazado a los muros de adobe originales. El inmueble ha sufrido por tanto una serie de modificaciones e intervenciones a lo largo de su historia. Desde el punto de vista estructural, el más importante es la eliminación de varios muros de adobe en el primer nivel para generar espacios amplios para los locales comerciales y el actual salón principal. En reemplazo de los muros se colocaron columnas metálicas y vigas de madera para la transmisión de cargas verticales. La c imen tac ión. Los cimientos son de piedra grande, con una argamasa de cal y canto, tiene una profundidad aproximada de 40cm y se apoya en el estrato del cascajo típico de Lima. El espesor de la cimentación varia dependiendo del ancho de los muros de adobe. No se aprecia evidencia de asentamientos por lo que se puede asumir que la cimentación actual es adecuada para las cargas que ha soportado durante su vida útil. Los mu ros. Los muros de adobe son mayoritarios en el primer piso, tienen un espesor entre 0.55 m y 0.85 m, aparentemente los muros de adobe corresponden a diferentes épocas. La altura de los muros en el primer piso es de 4.67 m con lo que la esbeltez de los muros varia entre 5.4 y 8.4, es claro que los muros mas gruesos y de menor esbeltez son los mas antiguos. El estado de conservación de los muros de adobe es en general bueno, aun cuando existen algunas zonas donde la humedad del subsuelo ha subido por capilaridad a la parte inferior. Los muros del segundo piso son de quincha. Estos muros tienen una estructura de madera, con puntales verticales de 0.10m x 0.10 m que están espaciados cada 0.70 m, y tienen una altura de 4.65m de piso a techo. Desde la base y hasta una altura de 1m se encuentran rellenos de adobe o ladrillo y en el resto de la altura hasta el techo esta compuesto de cañas tejidas con un relleno de barro. El estado de conservación de los muros de quincha es muy variable en todo el segundo piso, se estima que mas del 50% requiere algún tipo de intervención que va desde el resane hasta el cambio por otra estructura con elementos nuevos Entrep iso s y azo tea. El techo de madera del primer piso es un entramado que consiste en una primera capa de vigas de 0.14 m x 0.20 m, sobre ellas van viguetas de 0.08 m x 0.10 m cada 0.23 m sobre las cuales se apoya el piso machihembrado de madera; a continuación se encuentra una capa de 0.05 m de tierra con durmientes de 0.05 m x 0.05 m sobre los cuales se clava el piso final machihembrado de madera. Se aprecia que en las zonas donde han estado los baños, la madera se encuentran en un franco proceso de deterioro, habiéndose perdido parte del machihembrado original e incluso algunas viguetas. En el resto del techo el estado de conservación es de regular a bueno. El techo de madera del segundo piso es un entramado mas simple y uniforme que el del primer piso y consiste en una primera capa de viguetas sobre las cuales se apoya un machihembrado; a continuación y como capa final se tiene una torta de barro de aproximadamente 0.10 m de espesor. Cabe destacar, que en algunas zonas se encontraron espesores excesivos de torta de barro (hasta de 0.25 m), lo cual ejercía una sobrecarga inútil e inadecuada a la estructura. Consideraciones de interés para el diagnóstico de la estructura de la Casa O’Higgins Contenido de hu medad de lo s mu ros de adob e El agua es el principal agente de deterioro de los muros de adobe y en este monumento existe evidencia de contenido de humedad en algunas zonas. Un alto contenido de humedad en los muros produce la disminución de la capacidad portante de los muros de adobe llegando incluso a ser la única causa del colapso de los mismos. Se tomaron muestras del material de los muros en sus zonas inferiores y superiores (húmedo y seco), las cuales fueron sometidas a ensayos de contenido de humedad. Los resultados de estos análisis muestran que el contenido de humedad en la zona inferior del muro del salón principal es en promedio 6.3%, comparando este valor con el contenido de humedad promedio de los adobes de la parte superior que es 3.6% en promedio vemos que los adobes de la parte superior están prácticamente secos mientras que los de la parte inferior muestran cierto grado de humedad. Los porcentajes de contenido de humedad no representan en este caso un factor alarmante en la estabilidad de los muros. Resistenc ia a la co mpre sión de los ad obes Los resultados muestran que los adobes “secos” poseen una resistencia a la compresión promedio de 11.7kg/cm2, mientras que en los adobes húmedos, este valor es de 8kg/cm2. A manera de comparación se menciona que la resistencia a la compresión de unidades según la norma técnica peruana E.080 ADOBE, debe ser como mínimo 12 kg/cm2. Es decir que los adobes “secos” estarían muy cerca de cumplir con la norma actual y los adobes de la base no cumplirían esta condición. Intervención estructural en la Casa O’Higgins Inte rvenc ión en mu ros de adobe Se colocó en la parte superior de los muros de adobe, un refuerzo continuo superficial utilizando malla de polímero, material compatible con el mortero a usarse en el enlucido y que tiene la durabilidad y resistencia a la tracción requerida. El refuerzo fue colocado mediante franjas de malla horizontal continuas en la parte superior de los muros. Las mallas a ambos lados del muro fueron conectados con paja rafia atravesando el espesor del muro. Las mallas se conectaron también a la estructura de madera del techo para asegurar una conexión muro – techo. El refuerzo con la malla de polímero también fue colocado en las zonas de muro adyacentes a los vanos, debido a que estas son las zonas de mayor esfuerzo ante acciones sísmicas (ver Fig. 2) Inte rvenc ión en mu ros de quin cha La estructura de los muros de quincha que se encontraban deteriorada, fue reemplazada con elementos de similares dimensiones a las originales (ver Fig. 3). En lugar de usar la caña y el barro como relleno de los paneles, se utilizó planchas de fibra y se enlució con yeso la superficie. Inte rvenc ión en en tre pisos y azotea Fig. 2. Colocación de refuerzo con malla de polímero en zonas superiores de muro y vanos Fig. 3. Estructura nueva de muro de quincha en segundo piso Se retiró cuidadosamente la madera de los techos que por su deterioro debían ser sustituidos por elementos nuevos de las mismas características originales. La madera utilizada fue el Tornillo, que por sus características de resistencia y trabajabilidad, es adecuado para el uso estructural. El exceso de sobrepeso producido por la tierra del techo del primer piso fue retirado cuidando de no afectar a las vigas de madera que se encuentran en buen estado, y reemplazándolo por una capa de material más liviano. En la zona delantera de esta casa se encontraron espesores de entrepiso de hasta 0.45 m. Lo cual obligó a replantear algunas consideraciones de intervención original. Además, los ambientes delanteros del segundo piso estaban destinados a ser utilizados como salas de reunión, con lo que se consideró el uso de vigas metálicas para tener la posibilidad de incrementar los niveles de resistencia y rigidez de los pisos. Debido al espacio con que se contaba en el entrepiso, se pudo proponer la utilización de vigas combinadas de madera y acero. Lo que resulto una buena medida para solucionar el problema de mantenimiento de los niveles del segundo piso (ver Fig. 4) En la azotea, se retiro completamente la torta de barro que en algunos casos tenia espesores excesivos de 0.25 m. El entablado de madera final fue preservado, impermeabilizado y como protección se colocó un mortero liviano y ladrillo pastelero como protección contra la humedad. Nuevas estru ctu ras Se construyeron escaleras metálicas y estructura de concreto armado para un montacargas. Todos estos elementos, necesarios para el funcionamiento de la edificación, son autoportantes y no afectan a la estructura original. BIBLIOGRAFÍA LÉVANO, J., GUEMBES, F., TORREALVA, D., CANTURIAS R. Proyecto de Restauración y Adecuación de la Casa O’Higgins. Lima 2006 ALVA, J., HUAMÁN, C., OHTSUKI, T. Respuesta dinámica de los suelos de los distritos de La Punta – Callao en Lima, Perú. Lima 1994 Fig. 4 Uso de vigas combinadas de madera y acero en salón de segundo piso. Esquema de refuerzo de viga de madera